Arlt - El Juguete Rabioso
Arlt - El Juguete Rabioso
Arlt - El Juguete Rabioso
Roberto Arlt nace en Buenos Aires en el ao 1900 y muere en la misma ciudad en 1942. Es hijo de
inmigrantes, escritor e inventor. Estas caractersticas dejan huellas en su escritura.
Para pensar en la obra de Roberto Arlt, en lo primero que tenemos que detenernos es en la
relacin entre la literatura y el dinero. En principio, este eje nos permite pensar las condiciones
de posibilidad de su literatura. Este escritor comienza a escribir a comienzos del siglo xx, en un
momento de fuerte transformacin de la ciudad moderna, con cables elctricos, telfono, vas de
tren, nuevas formas de circulacin en el espacio de la calle, grandes mercados, cruce entre los
protagonistas de diferentes sectores sociales.
Como explica Piglia en Roberto Arlt, una crtica de la economa literaria, en este contexto, la
literatura de Arlt no est vinculada al derroche y al ocio, sino que se convierte en mercanca y
de este modo, resuelve su valor en el precio: escribir bien es hacerse pagar un cierto bien que
alguien es capaz de comprar. Roberto Arlt se gana la vida escribiendo, escribe para conseguir
dinero (no slo literatura, tambin es periodista, el vnculo entre ambos espacios establece los
modos de escritura). Este contexto marca su moral de escritor, su estilo y tcnica literaria
fundada en el suspenso que se va resolviendo entrega a entrega del material que se va escribiendo.
Este tipo de relaciones entre la literatura y el dinero van a aparecer plasmadas en su propia
obra.
Pasemos ahora a pensar, desde este primer criterio, la relacin de Roberto Arlt con la tradicin,
sus tradiciones electivas y selectivas. Recordemos la hiptesis de Piglia de que el modo en que los
escritores leen a otros escritores es el modo en que quieren ser ledos ellos mismos, opinando sobre
otros escritores en el cnon intentan inscribirse ellos mismos ah.
Como explica Beatriz Sarlo en Guerra y conspiracin de los saberes, Arlt disea una estrategia
distinta en relacin con la tradicin y el capital cultural. El sarcasmo es una de las formas del
resentimiento ante la distribucin desigual de la cultura. Arlt escribe a partir de la exhibicin
de un vaco (la precariedad de su formacin) que debe ser colmado con los libros y autores
que menciona (lecturas adquiridas ni por linaje ni por adquisicin): qu lee? Quevedo,
Dickens, Dostoievski, Proust. Estos textos constituyen la riqueza posible del intelectual pobre
(que siempre tuvo que trabajar). En este sentido, puede pensarse a la carencia desde la que
parte como positiva.
Como explica Piglia en Roberto Arlt, una crtica de la economa literaria, y tambin Emilio Renzi,
a partir de esto se ha dicho que Arlt escribe mal. Pero, una vez que la literatura abandona su
exclusiva funcionalidad poltica del siglo xix, esto se evala bajo los criterios estticos
canonizados por el poeta nacional Leopoldo Lugones: para escribir "bien" hay que
disponer de "ocio, rentas, vida holgada", hacerse responsable del derroche que
significa cultivar un estilo. No obstante, como explicamos antes, Arlt
transgrede este estilo liberal, espiritualizado, y, en este sentido, tambin un
espacio de lectura. Por ejemplo, el del cdigo de Sur (Borges, Bioy, Silvina
Ocampo, Bianco): lectura de clase que refiere, justamente al revs de Arlt, el
acceso fluido a una cultura "familiar".
En realidad, explica Arlt (segn Piglia), lo que sucede es que nadie paga por esa lectura:
ledos en familia, no hay lazos econmicos, el dinero est excluido. Arlt exhibe
lo que otros ocultan: invierte los valores de esa moral aristocrtica que se
niega a reconocer las determinaciones econmicas que rigen toda lectura , los
cdigos de clase que deciden la circulacin y la apropiacin y el acceso literario.
Debido a esto, Bianco marca las faltas de Arlt desde un discurso liberal para
el cual estas caractersticas son marcas de un descrdito, seales de clase
(habra una carencia natural, irremediable): Arlt no era un escritor sino un
periodista, usa mal los cdigos de la posesin de una lengua, hablaba el
lunfardo con acento extranjero (no olvidemos que era hijo de inmigrantes),
ignoraba la ortografa y la sintaxis.
Podemos pensar, como Renzi, que las condiciones no estaban dadas para
comprender este manejo de la lengua. No olvidemos que Lugones, en el
Centenario, rescata al Martn Fierro y al guacho como arquetipo nacional para
oponerlo al nuevo sujeto problemtico: el obrero inmigrante que trae ideas
socialistas y anarquistas de Europa (es decir, los padres de Arlt). Beatriz Sarlo
explica en Borges, un escritor en las orillas , que, en este momento, los conflictos
sociales arrojan su sombra sobre los debates estticos: la cuestin del lenguaje
(quin habla y escribe un espaol aceptable libre de las influencias extranjeras
producidas por los inmigrantes, cul es el internacionalismo legtimo y cul
amenaza y pervierte a la Nacin, qu formas pueden incorporarse y cules son
simples manifestaciones folclricas).
Pero a su vez, como explica Oscar Masotta en Sexo y traicin en Roberto Arlt , en
las obras de Arlt aparece esta ideologa anarquista que Lugones tanto repudia.
Sin embargo, sus personajes son anarquistas pero al revs : no intentan poner
una bomba a los de arriba, sino erigirse en verdugos de los de abajo. Medio
anarquista, eh? Cuide su cerebro, amiguito (p.74) le dice Timoteo Souza a Silvio
Astier, protagonista de El juguete rabioso , cuando ste le cuenta sobre sus
inventos. Y sumado a ello, como explica Adolfo Prieto en Silvio Astier, lector de
folletines, entre sus contemporneos, se encuentran la vanguardia de los
martifierristas (cuyo cabecilla fue Borges), quienes estn retomando y re-
leyendo a la tradicin (el Martn Fierro) aunque de forma desviada,
transgrediendo la lectura canonizada por Lugones. Tambin, los hacedores de
un criollismo como Guiraldes con su Don Segundo Sombra, que continan las
representaciones sociales de bandoleros argentinos. Sin embargo, Arlt deja de
lado esta tradicin.
En este momento, en que circulan folletines que difundan las historias de gauchos
alzados romantizados desde Lugones (caracterizadas por densas representaciones
sociales), Arlt incorpora a sus obras la lectura de folletines europeos de hroes
bandoleros extranjeros (no nacionales). Susana Zanetti en La biblioteca entre
traiciones y lecturas errneas, explica que la eleccin de estos supone la
separacin de una serie genealgica. Sus propios textos, exhiben sus afinidades
textuales, y en este sentido, explica Prieto que El juguete rabioso fue el menos
nacional en una literatura marcada por las urgencias del nacionalismo. Prieto
y Zanetti, comparten la idea de que la serie elegida por Arlt va hacia otro
horizonte, uno que permite la libertad en relacin a la tradicin elegida, el
horizonte de la pura ficcin.
En ese mismo ao, Guiraldes publica Don Segundo Sombra. Ambas son novelas
de iniciacin, de aprendizaje. Pero, a diferencia de la novela de Guiraldes en la
cual a cada paso se adquiere un saber, la de Arlt es una suma de fracasos, nada
sale bien. Y en este sentido, termina siendo la contracara de la novela de
iniciacin. En la de Arlt no se llega a buen puerto. En el final de la novela, nos
encontramos con un tropiezo literal : tropec con una silla y sal (p.157).
La novela est escrita en primera persona del singular y narra una serie de
fracasos (delictivos: en el primer captulo, de trabajo: en el segundo, de estudio:
en el tercero, etc.) que llevan a la escritura de las memorias de Silvio Astier (el
libro que estamos leyendo). En el primer captulo, el mismo narrador (Silvio), las
llama as: No me sorprende al escribir mis memorias ... (p.23). Como explica
Prieto, los actos de lectura, movilizan la conducta del protagonista y pautan el
ritmo de sus etapas de aprendizaje. Las mismas estn fuertemente vinculadas
al acceso a los libros y la literatura, a la exposicin de la cantidad de lectura y
escritura leda por el protagonista (frente al vaco econmico: la literatura se
puede cuantificar). Porque, como explica Sarlo, la pregunta que articula las
actividades de Silvio es cmo alterar, por el saber, las relaciones de poder o
las relaciones de propiedad? A su vez, como explica Masotta, el protagonista es
un cnico porque sabe y la necesidad de ser coherente con eso que sabe lo expulsa
hacia fuera de la clase de origen. Para este crtico, en la potica de Arlt, las
individualidades no tienen ms remedio que autoempujarse al sector de los
humillados y adoptar el mal.
Hiptesis: desde este lugar, ste ser el modo en que analizaremos la novela:
cmo la misma reflexiona acerca de ese acceso material a la literatura y a los
libros populares, el modo en que estos circulan, siendo que adems son los
principales materiales con los que Arlt construye su literatura.
Como explica Piglia , Arlt escribe desde donde lee (malas traducciones).
En la escritura de Astier, hay un aprendizaje de una lengua. Hay una
fuerte presencia de la lengua espaola. Estas malas traducciones se
exhiben al interior de la novela. En la escena del robo a la Biblioteca se
dramatiza un acto de lectura del libro Charles Baudelaire. Su vida : Yo te
adoro al igual que la bveda nocturna/ oh! Vaso de tristeza, oh! Blanca
taciturna (p.47). Silvio, al igual que Arlt, lee traducciones, una cultura
ya tamizada y defiende esa lectura . Acto seguido, dice Silvio: Che, sabs
que esto es hermossimo? (p.47).
Pero, a su vez, Ludmer nos habla de un pasaje del espaol a una lengua
ms rioplatense. Si en la primera parte para referirse al zapatero andaluz se
dice: Era cargado de espaldas, carisumido y barbudo, y por aadidura algo
cojo (p.21). En la segunda, para referirse al cuidador de coches se dice: El
Rengo gozaba de popularidad (p.133).
Sin embargo, Sarlo explica que los folletines no son el nico tipo de lectura
que exhibe la novela. Por el otro, aparecen los saberes de la tcnica
aprendida en manuales o revistas de divulgacin, los catlogos de
aparatos y mquinas.
La figura del inventor se vincula con la idea del batacazo que obsesiona
a Silvio. Quien fantasea con que puede alcanzarlo a travs de la
construccin de un invento por los saberes que le provee la tcnica leda en
revistas, manuales, etc. El triunfo del inventor proporciona de un solo
golpe, fama, mujeres y dinero. Arlt representa la locura de la ambicin :
Lo que yo quiero es ser admirado por los dems, elogiado por los dems
(p.100). Por ello, una de las decisiones que toma el Club delictivo del que
forma parte es que el mismo debe contar con una Biblioteca de obras
cientficas: para que sus cofrades puedan robar y matar de acuerdo con
los ms modernos procedimientos industriales (p35).
Como explica Piglia , encontramos en Arlt una propuesta del escritor como
ladrn, delator, inventor, poeta maldito amparado en la lectura previa y en su
exhibicin, que hace de estas acciones, acciones heroicas: Yo podra ser un
Ingeniero como Edison, un general como Napolen, un poeta como Baudelaire,
un demonio como Rocambole (p.98). De este modo, se niegan las
determinaciones del trabajo y del dinero. En esta imagen invertida se hacen
ver, justamente, las prohibiciones y las carencias que el relato describe al
narrar los tropiezos de su propia gestacin.