El Diezmo

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El diezmo qu dice la Biblia?

Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; talas a tu cuello,


escrbelas en la tabla de tu corazn; y hallars gracia y buena opinin ante
los ojos de Dios y de los hombres (Proverbios 3. 3-4)

Lo que la biblia dice respecto al diezmo


Un anlisis a la luz de las escrituras

NDICE

Introduccin
1. De dnde nace la costumbre de ofrecer el diezmo?
2. Quines ofrecieron diezmos?
3. Qu se diezmaba?
4. Quines deban diezmar?
5. Si el diezmo era para Israel un tipo de ofrenda, tena otras maneras de
ofrendar?
6. El diezmo es un mandamiento para la iglesia cmo lo fue para Israel?
7. Si el diezmo es una forma de ofrenda y no toda ofrenda es el diezmo,
cul es principio y cul es ley?
8. Qu se debe ensear a la iglesia, a ofrendar o diezmar?
9. Por dnde se debe empezar a ofrendar?
10. Qu otras cosas orden el seor a su iglesia, y prcticamente no se
guardan en la actualidad?

INTRODUCCIN:
Antes de abordar este delicado aspecto de la doctrina que trata acerca del diezmo,
deberemos entender que es un tema que no podemos evadir debido a que en los
ltimos tiempos ha adquirido un exagerado nfasis por sobre otros aspectos
fundamentales del mensaje evanglico.
As que, en primer lugar, ser necesario saber que este asunto tendr que ser
puesto a consideracin con mucha reverencia; y en segundo lugar, escudriar las
Escrituras con especial atencin a lo que dice muy explcitamente; pues, por esta
cuestin, se ha generado una divisin incomprensible donde, por un lado estn
quienes defienden su prctica en la actualidad, y por el otro quienes se oponen
terminantemente. Es tan importante la discrepancia que ha trascendido el mbito
religioso dando lugar a gente del mundo que, sin conocer del tema, tambin opinan
inmiscuyndose en algo del cual estn excluidos.
En consecuencia, los genuinos creyentes debemos asumir el compromiso de
escudriar la Escritura a fin de no tener dudas al respecto; es nuestra
responsabilidad discernir lo que est escrito a fin de testificar con certezas la
verdad del evangelio honrando a aquel que redimi nuestras almas. Por qu es tan
importante discernir las diferencias entre ofrenda y diezmo? Porque ambos tienen
propsitos distintos en la economa divina. La ofrenda y el diezmo, ms all de sus
funciones especficas, revelan en sus naturalezas, fundamentos implcitos que el
Seor ha determinado y revelado para hacer libres a aquellos que ha apartado para
ser santos de Su Iglesia.
Las otras iglesias pueden discrepar con esta visin y sostener lo que crean
conveniente para ellos. Bien vale citar en esta oportunidad, lo que le dijo el Seor al
profeta Jeremas en similares circunstancias advirtiendo sobre falsas doctrinas que
se predican en Su Nombre: Qu tiene que ver la paja con el trigo (Jeremas 25. 23-
28).
A travs de la historia de la iglesia desde sus comienzos, los apstoles tuvieron
que luchar en dos frentes para poder llevar a cabo su ministerio evanglico. En
ningn momento satans ha querido aceptar que pueda llevarse a cabo aquel
propsito del Seor que es redimir y edificar una Iglesia santa y pura para l. Por
eso es que, no slo se ha esmerado en atacarla desde afuera sino tambin
pervertirla desde adentro; y como no tiene cabida dentro de la Iglesia del Seor,
ha ideado la forma para infiltrarse en las congregaciones de distintas
denominaciones y manipular miembros dbiles, carnales e ignorantes de su Palabra
con la finalidad de contaminar y debilitar la pureza de Su doctrina.
Ahora bien, como el basamento de la Iglesia es LA ROCA inconmovible de los
siglos, el Seor Jesucristo, y sus cimientos estn firmemente consolidados por
medio del Fundamento Apostlico; es de esperarse que el maligno, como nico
recurso que le queda para afectar a la Iglesia, es tratar de desviar y aun corromper
a los que la sobreedifican, llevndolos sutilmente por caminos
engaosos. CUIDADO!!
Si en verdad creemos que pertenecemos a la Iglesia del Seor, el mandamiento
es: cada uno mire cmo sobreedifica (1 Corintios 3. 10).

Entonces, frente a esta evidente amenaza debemos estar apercibidos y saber de


qu manera satans intenta corromperla desde adentro.
Si conociramos ms de lo que el Seor demanda a sus santos, Indudablemente
sabramos que es a travs de las falsas doctrinas que predican los falsos
edificadores.
Hace dos mil aos que el maligno viene aplicando la misma frmula tratando de
lograr su objetivo. Pero mientras quede un remante fiel, la Iglesia del
Seor permanecer en pie, inalterable por medio del Espritu, hasta su venida. El
apstol Pablo dice al respecto en santa indignacin: Estoy maravillado de que tan
pronto os hayis alejado del que os llam por la gracia de Cristo, para seguir un
evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren
pervertir el evangelio de Cristo. (Glatas 1. 6-7).
Antes de entrar en el tema debemos saber dos cosas fundamentales: la primera es
que la Biblia dice lo que quiere decir, ella es la Palabra viva y eficaz. Doy
gracias a Dios porque he entendido que su Palabra se presenta con una claridad
meridiana cuando se dirige a un espritu predispuesto a recibirla. La segunda cosa
es la que tiene que ver, precisamente, con la predisposicin de nuestro espritu. El
creyente debe dejarse guiar por su Santo Espritu para acceder y entender Su
verdad, cosa que no a todos es revelada.

Ahora, entrando de lleno en el tema del Diezmo ser interesante confrontar lo


que algunos enseadores sostienen, con lo que la Biblia dice. ste es el
nico procedimiento vlido para traer luz sobre cualquier aspecto que trata
la Palabra de Dios, pues ella es la palabra proftica ms segura, a la cual hacis bien
en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el da
esclarezca y el lucero de la maana salga en vuestros corazones (2 Pedro 1. 19).

Despus de estas simples preguntas, cada uno deber sacar sus propias
conclusiones y tomar una posicin al respecto.

1. DE DNDE NACE LA COSTUMBRE DE OFRECER EL DIEZMO?

Algunos sostienen que:


Nace con los antiguos Patriarcas; otros que era una prctica ms antigua de
pueblos no hebreos.

La Biblia dice:
Que nicamente en dos casos se menciona la ofrenda del diezmo antes de que
Dios lo estableciera en la Ley: stos son los de Abraham: Cuando volva de la
derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con l estaban, sali el rey de Sodoma a
recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. Entonces Melquisedec, rey de Salem y
sacerdote del Dios Altsimo, sac pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del
Dios Altsimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altsimo, que
entreg tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. (Gnesis 14. 17-
20); y de Jacob: Y se levant Jacob de maana, y tom la piedra que haba puesto de
cabecera, y la alz por seal, y derram aceite encima de ella. Y llam el nombre de aquel
lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero. E hizo Jacob voto,
diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan
para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehov ser mi
Dios. Y esta piedra que he puesto por seal, ser casa de Dios; y de todo lo que me dieres,
el diezmo apartar para ti (Gnesis 28. 18-22).

Los diezmos que ofrecieron Abraham y Jacob no slo fueron hechos por motivos
diferentes, sino que adems diezmaron el producto de distintas cosas y a distintas
personas. Por tanto, para que el diezmo pueda considerarse como principio, norma
o ley; las motivaciones, el tipo de ofrenda y a quin se ofrenda, debe responder a
un mismo patrn claramente determinado. Este, debe ser el punto de partida para
tener una idea correcta acerca de la prctica del diezmo.
Ell diezmo es: el cumplimiento con buena y generosa disposicin en
gratitud y alabanza al nico, y soberano Dios.

2. QUINES OFRECIERON DIEZMO?

Algunos sostienen que:


Abel, Can, los Patriarcas Abraham y Jacob, y el pueblo de Israel.

La Biblia dice:
*Que Abel y Canofrendaron (Gnesis 4. 3-5), no dice: diezmaron.
*Abraham dio el diezmo de todo (su botn de guerra) a Melquisedec, Rey de Salem
y Sacerdote del Dios altsimo (Gnesis 14. 20).
*Jacob prometi el diezmo a Jehov, bajo condicin: si Dios lo bendeca, y segn
en lo que lo bendijera,(Gnesis 28. 18-22).
*Por ltimo, La Biblia dice que Dios mand a diezmar al Pueblo de Israel por
definidos motivos establecidos en el pacto de la Ley.

Ofrenda y diezmo no es la misma cosa. El diezmo es una de tantas formas de


ofrenda; pero la ofrenda no necesariamente debe ser el diezmo.
En segundo lugar, el diezmo que ofreci Abraham fue voluntario y a su vez,
ofrend del producto de un botn de guerra, no del fruto de la tierra como lo exige
la ley del diezmo; pues sta, todava no haba sido promulgada. Y cuando diezm,
aunque no lo saba, lo hizo conforme a su corazn y al propsito eterno de
Dios que habra de revelarse en la epstola a los Hebreos captulo 7, mucho tiempo
despu
Y esto es an ms manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote
distinto, no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino
segn el poder de una vida indestructible (Hebreos 7. 15-16).
3. QU SE DIEZMABA?

Se sostienen que:
Se debe DIEZMAR el diez por ciento de los ingresos, por ejemplo de cada diez
Bolivares un Bolivar incluyendo.

La Biblia dice:
Y el diezmo de la tierra, as de la simiente de la tierra como del fruto de los rboles, de
Jehov es; es cosa dedicada a Jehov (Levtico 27. 30).
Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo ser
consagrado a Jehov (Levtico 27. 32).
Indefectiblemente diezmars todo el producto del grano que rindiere tu campo cada ao. Y
comers delante de Jehov tu Dios en el lugar que l escogiere para poner all su nombre,
el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus
ganados... (Deuteronomio 14. 22-23).

El espritu del mandamiento es claro, xodo 25. 1-9. Sino que deja bien claro que la
ley del diezmo es una medida reguladora de cantidad y calidad de productos
especficos obtenidos de la tierra y animales.

4. QUINES DEBAN DIEZMAR?

Se sostienen que:
No solamente el pueblo de Israel debe diezmar, sino tambin la iglesia,
el diezmo es un principio.

La Biblia dice:
Estos son los mandamientos que orden Jehov a Moiss para los hijos de Israel, en el
monte de Sina (Levtico 27. 34).

Ahora bien, en ese conjunto de ofrendas voluntarias, incluyendo


el diezmo, Levtico 27, se puede observar que muchos de estos mandamientos son
de orden moral y tienen vigencia perpetua; otros, aunque eran ceremoniales y
particulares a la economa juda, tienen un sentido espiritual e instructivo para
nosotros. Precisamente el diezmo, deja en forma implcita una enseanza para la
iglesia y es sta: Las ordenanzas deben cumplirse. Sobre todo cuando proceden de
Dios y se ha asumido el compromiso de obedecerlas.

5. SI EL DIEZMO ERA PARA ISRAEL, UN TIPO DE OFRENDA TENA OTRAS


MANERAS DE OFRENDAR?

Israel tuvo otras formas de ofrendas; pero no le dan la importancia que le dan al
diezmo.

La Biblia dice:
Que Israel tena varias formas de ofrenda y cada una responda a un motivo
especfico. Entre ellas estaban: la ofrenda de paz, ofrenda por el pecado, ofrenda
vegetal, ofrenda de expiacin, ofrenda mecida, ofrenda de la maana, ofrenda
encendida, ofrenda de las primicias y otras ms.
La ofrenda del diezmo no deba ser cruenta y consista tanto, en el ofrecimiento de
productos de la tierra como as tambin de animales; es decir, para el pueblo de
Israel representaba lo que hoy conocemos por impuesto o tributo. Su
propsito espiritual era disciplinario:
Para que aprendas a temer a Jehov tu Dios todos los das (Deuteronomio 14. 23).
Su propsito prctico con promesa era:
Cada tres aos sacars todo el diezmo de tus productos de aquel ao, y lo guardars en
tus ciudades. Y vendr el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el
hurfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comern y sern saciados; para que
Jehov tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren (Deuteronomio 14. 28-
29).

Evidentemente el diezmo fue uno de los tantos tipos de ofrenda ordenada para el
pueblo de Israel.
La Iglesia pertenece a otra dispensacin, la de la Gracia, EL NUEVO PACTO.
En este punto, es sumamente importante destacar la gran diferencia que existe
respecto a la relacin entre Dios y los hombres
Cuando Dios presenta primero la obligacin humana, la bendicin divina depende
del cumplimiento fiel de esa obligacin,Tomemos por ejemplo el pasaje que
tenemos en Malaquas 3.10

EL MANDAMIENTO BAJO EL ANTIGUO PACTO

1 La obligacin humana:
Traed todos los diezmos al alfol (al granero, no al arca de las ofrendas) y
haya alimento (no-dinero)en mi casa;....

2 La bendicin divina:
...y probadme ahora en esto, dice Jehov de los ejrcitos, si no os abrir las ventanas de
los cielos, y derramar sobre vosotros bendicin hasta que sobreabunde.

EL MANDAMIENTO BAJO EL NUEVO PACTO

Ahora bien, cuando se presenta primero la bendicin, y la obligacin humana le


sigue, todo es de pura gracia y obra en conformidad a ella. Veamos este
ejemplo:

1 La bendicin divina:
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios; no por obras, para que nadie se glore.

2 La obligacin humana:
... Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jess para buenas obras, las cuales Dios
prepar de antemano para que anduvisemos en ellas (Efesios 2. 8-10).

1 La bendicin divina:
segn haya prosperado (Esta expresin se refiere a todas las provisiones materiales
- aparte de las espirituales - que el Seor nos concede por pura gracia).

2 La obligacin humana:
Cada primer da de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo y agrega como
propuso en su corazn: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador
alegre.

la Ley dice:si bien hiciereis te bendecir, haz y vivirs y la Gracia dice:te he


bendecido, has pues ahora el bien, vive y haz.
La Ley comienza con lo que se debe hacer, la Gracia comienza con lo que
Dios ya ha hecho.
6. EL DIEZMO, ES UN MANDAMIENTO PARA LA IGLESIA COMO LO FUE
PARA ISRAEL?

El diezmo es un mandamiento para la Iglesia de la misma manera que lo fue para


Israel. Ms an, tambin pregonan que se lo debe tomar como principio de lo
que es ofrenda;
La Biblia dice: con respecto a la Iglesia. Sin embargo, con respecto a la iglesia,
habla concretamente , est basado en valor que posee la gracia.
El que siembra escasamente, tambin segar escasamente; y el que siembra
generosamente, generosamente tambin segar. Cada uno d como propuso en su corazn:
no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre (2 Corintios 6. 20).
En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros tambin de la manera que orden
en las iglesias de Galacia. Cada primer da de la semana cada uno de vosotros ponga
aparte algo, segn haya prosperado, guardndolo, para que cuando yo llegue no se recojan
entonces ofrendas (1 Corintios 16. 1-2

7. SI EL DIEZMO ES UNA FORMA DE OFRENDA Y NO TODA OFRENDA ES EL


DIEZMO, CUL ES PRINCIPIO Y CUL ES LEY?

El diezmo debe tomarse como principio para ofrendar a Dios porque que no nace
con la Ley dada a Moiss, sino que es parte del pacto de Dios con Abraham.
Adems, el principio de esta prctica rige para el sostn econmico de la obra del
evangelio, pues Pablo dice: orden el Seor a los que anuncian el evangelio, que vivan
del evangelio (1 Corintios 9. 1114).

OFRENDA: Ddiva o servicio en muestra de gratitud y amor.


PRINCIPIO: Entre otras acepciones significa: idea o mandato particular que sirve
para que uno se rija. En referencia a los principios divinos, stos son tan
inmutables como la naturaleza divina y tienen vigencia eterna.
Ahora bien, cuando se dice que la prctica del diezmo es para sostn de la iglesia,
debemos saber que el diezmo no se instituy para cumplir esa funcin: primero,
porque cuando se estableci no haba Iglesia; segundo, porque cuando hubo iglesia
dej de tener vigencia como ley. En otras palabras, el propsito del diezmo era
para satisfacer otro tipo de demanda.
Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, es gran cosa si segremos de
vosotros lo material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, cunto ms
nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner
ningn obstculo al evangelio de Cristo. No sabis que los que trabajan en las cosas
sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? As tambin
orden el Seor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio (1 Corintios 9.
11- 14).
Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga
as conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria. Pues si
anuncio el evangelio, no tengo por qu gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ay
de m si no anunciare el evangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa
tendr; pero si de mala voluntad, la comisin me ha sido encomendada. Cul, pues, es mi
galardn? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo,
para no abusar de mi derecho en el evangelio. Por lo cual, siendo libre de todos, me he
hecho siervo de todos para ganar a mayor nmero (1 Corintios 9. 15-19).

Adems, es necesario destacar que la ofrenda es un privilegio exclusivo de los


creyentes para la iglesia como congregacin. En primer lugar, para suplir la
necesidad de los santos; en segundo lugar, para la predicacin del
evangelio. Dice el Apstol en 2 Corintios 8. 2-5 refirindose a la gracia de Dios que
ha sido dada a las iglesias de Macedonia:
Que en grande prueba de tribulacin, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza
abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado
conforme a sus fuerzas, y an ms all de sus fuerzas, pidindonos con muchos ruegos que
les concedisemos el privilegio de participar en este servicio para los santos . Y no como lo
esperbamos, sino que a s mismos se dieron primeramente al Seor, y luego a nosotros por
la voluntad de Dios.
La iglesia del Seor se sostiene por la provisin que l hace por medio de
su gracia, a travs de la ofrenda voluntaria y generosa de sus hijos.

8. QU SE DEBE ENSEAR A LA IGLESIA, A DIEZMAR U OFRENDAR?

Se debe ensear a la iglesia a ofrendar y dar el diezmo.

La Biblia dice:
Cada primer da de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, segn haya
prosperado (1 Corintios 16. 2).

Debemos tener la conviccin y a su vez ensear a la iglesia que unos de los


principios eternos son la OFRENDA y el DIEZMO.
Debemos ensear a la iglesia a OFRENDAR, no como una obligacin, sino
como algo que nace de un sentimiento de gratitud hacia aquel que siendo Dios y
Seor, se ofrend a S mismo por nosotros, a fin de que seamos para alabanza de su
gloria.

9. POR DNDE SE DEBE EMPEZAR A OFRENDAR?


La Biblia dice:
Varias cosas respecto a la ofrenda, el conjunto de todas ellas nos dar una idea
global acerca de cul sea la voluntad de Dios al respecto.
Citar algunas:

1 La ofrenda nace de la relacin hombre cado - Dios:


Y el hombre respondi: La mujer que me diste por compaera me dio del rbol, y yo
com. Entonces Jehov Dios dijo a la mujer: Qu es lo que has hecho? Y dijo la mujer:
La serpiente me enga, y com. Y Jehov Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste,
maldita sers entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho
andars, y polvo comers todos los das de tu vida. Y pondr enemistad entre ti y la mujer,
y entre tu simiente y la simiente suya; sta te herir en la cabeza, y t le herirs en el
calcaar (Gnesis 3. 12-15).
Y Jehov Dios hizo al hombre y a su mujer tnicas de pieles, y los visti (Gnesis 3. 21).
Y aconteci andando el tiempo, que Can trajo del fruto de la tierra una ofrenda a
Jehov. Y Abel trajo tambin de los primognitos de sus ovejas, de lo ms gordo de ellas
(Gnesis 4. 3-4).

2 No toda ofrenda es agradable a Dios:


Y mir Jehov con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no mir con agrado a Can y a la
ofrenda suya (Gnesis 4. 4-5).

3 No cualquiera puede ofrendar a Dios:


Y mir Jehov con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no mir con agrado a Can y a la
ofrenda suya (Gnesis 4. 4-5).

4 Dios determin que toda ofrenda debe ser voluntaria:


Jehov habl a Moiss, diciendo: Di a los hijos de Israel que tomen para m ofrenda; de
todo varn que la diere de su voluntad, de corazn, tomaris mi ofrenda (xodo 25. 1).
Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecer; de su voluntad lo
ofrecer a la puerta del tabernculo de reunin delante de Jehov (Levtico 1. 3).
Jehov habl a Moiss, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayis
entrado en la tierra de vuestra habitacin que yo os doy, y hagis ofrenda encendida a
Jehov, holocausto, o sacrificio, por especial voto, o de vuestra voluntad, o para ofrecer en
vuestras fiestas solemnes olor grato a Jehov, de vacas o de ovejas;... (Nmeros 15. 1-3).

5 La ofrenda debe ser el resultado del reconocimiento a Su buena


voluntad:
El hacer tu voluntad, Dios mo, me ha agradado,
Y tu ley est en medio de mi corazn.
He anunciado justicia en grande congregacin;
He aqu, no refren mis labios,
Jehov, t lo sabes.
No encubr tu justicia dentro de mi corazn;
He publicado tu fidelidad y tu salvacin;
No ocult tu misericordia y tu verdad en grande asamblea (Salmo 40. 8-10).

6 La ofrenda comienza por uno mismo:


Todos los que haban credo estaban juntos, y tenan en comn todas las cosas; y vendan
sus propiedades y sus bienes, y lo repartan a todos segn la necesidad de cada uno
(Hechos 2. 44-45).
As que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional
(Romanos 12. 1).
Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de
Macedonia; que en grande prueba de tribulacin, la abundancia de su gozo y su profunda
pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado
han dado conforme a sus fuerzas, y an ms all de sus fuerzas, pidindonos con muchos
ruegos que les concedisemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. Y
no como lo esperbamos, sino que a s mismos se dieron primeramente al Seor, y luego a
nosotros por la voluntad de Dios (2 Corintios 8. 1-5).

7 La ofrenda debe ser completa; pues, slo somos administradores de sus


bienes:
Jehov es mi pastor; nada me faltar.
En lugares de delicados pastos me har descansar;
Junto a aguas de reposo me pastorear.
Confortar mi alma;
Me guiar por sendas de justicia por amor de su nombre (Salmo 23.1-3)
Si Dios es por nosotros, quin contra nosotros? El que no escatim ni a su propio Hijo,
sino que lo entreg por todos nosotros, cmo no nos dar tambin con l todas las
cosas? (Romanos 8. 31-32).

8 La ofrenda prometida a Dios, debe cumplirse: Cuando alguno hiciere voto a


Jehov, o hiciere juramento ligando su alma con obligacin, no quebrantar su palabra;
har conforme a todo lo que sali de su boca (Nmeros 30. 2).
Cuando haces voto a Jehov tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo
demandar Jehov tu Dios de ti, y sera pecado en ti. Ms cuando te abstengas de
prometer, no habr en ti pecado. Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardars y lo
cumplirs, conforme lo prometiste a Jehov tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que
prometiste con tu boca (Deuteronomio 23. 21-23).

9 La ofrenda no puede ser indigna:


Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y all te acuerdas de que tu hermano tiene algo
contra ti, deja all tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda (Mateo 5. 23-24).

10 Para qu debe ser utilizada la ofrenda:


El que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveer y multiplicar vuestra
sementera, y aumentar los frutos de vuestra justicia, para que estis enriquecidos en todo
para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros accin de gracias a
Dios. Porque la ministracin de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta,
sino que tambin abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de
esta ministracin glorifican a Dios por la obediencia que profesis al evangelio de Cristo, y
por la liberalidad de vuestra contribucin para ellos y para todos; asimismo en la oracin
de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en
vosotros (2 Corintios 9. 10-14).

11 Responsabilidad de los que recogen y viven de la ofrenda:


Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el
obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador,
apto para ensear;no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias
deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus
hijos en sujecin con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, cmo
cuidar de la iglesia de Dios?); no un nefito, no sea que envanecindose caiga en la
condenacin del diablo. Tambin es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera,
para que no caiga en descrdito y en lazo del diablo (1 Timoteo 3. 1-7).

12 Se debe rendir cuenta y destino de la ofrenda:


Enviamos juntamente con l al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas
las iglesias; y no slo esto, sino que tambin fue designado por las iglesias como
compaero de nuestra peregrinacin para llevar este donativo, que es administrado por
nosotros para gloria del Seor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad; evitando
que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos, procurando
hacer las cosas honradamente, no slo delante del Seor sino tambin delante de los
hombres (2 Corintios 8. 18-21).

13 Responsabilidad de todo pastor; viva o no de la ofrenda:


Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a s mismos! No apacientan los pastores
a los rebaos? Comis la grosura, y os vests de la lana; la engordada degollis, mas no
apacentis a las ovejas. No fortalecisteis las dbiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis
la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os
habis enseoreado de ellas con dureza y con violencia. Y andan errantes por falta de
pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado. Anduvieron perdidas
mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron
esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas
(Ezequiel 34. 2-6).
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebao en que el Espritu Santo os ha puesto
por obispos, para apacentar la iglesia del Seor, la cual l gan por su propia
sangre. Porque yo s que despus de mi partida entrarn en medio de vosotros lobos
rapaces, que no perdonarn al rebao. Y de vosotros mismos se levantarn hombres que
hablen cosas perversas para arrastrar tras s a los discpulos (Hechos 20. 28-30).
Apacentad la grey de Dios que est entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con nimo pronto; no como teniendo
seoro sobre los que estn a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando
aparezca el Prncipe de los pastores, vosotros recibiris la corona incorruptible de gloria
(1 Pedro 5. 2-4).

En sntesis, sta es la conclusin a la que hemos arribado con respecto


al DIEZMO y LA OFRENDA segn la luz que Dios nos ha concedido en su
misericordia.

Diezmo: Regulacin en cantidad y calidad de determinados frutos de la


tierra que, por mandamiento de la Ley, deba ofrendar Israel.

Ofrenda: Acto voluntario y sublime que Dios estableci ejercitndolo l


primero; y, mediante su ejemplo, nos ense que no es un principio
temporal sino eterno.
Dice la Escritura en (1 Pedro 1. 18-20), (1 Corintios 6. 20), (1 Corintios 4. 1,2,), (1 Pedro
4. 10-11)
Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de
Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminacin, ya destinado desde antes de la
fundacin del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros
habis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espritu, los cuales son de Dios As, pues, tngannos los hombres por servidores de
Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los
administradores, que cada uno sea hallado fiel. Cada uno segn el don que ha recibido,
minstrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si
alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme
al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien
pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amn.

El Diezmo: es para nuestros tiempos?


Definiendo el diezmo, como el trmino que se usa hoy en da, solo quiero
exponer aqu la opinin que yo, como un creyente normal, he percibido en
los 20 aos que tengo como cristiano. De acuerdo a esta opinin, diezmar
es dar el 10% de tu ingreso (bruto o neto son opiniones que difieren) a la
organizacin de la iglesia a la cual ests afiliado (la iglesia a la que
probablemente asistes los domingos). Luego, ese dinero se usa para apoyar
los gastos de la iglesia (renta, cuentas, salarios del personal, misiones, etc.).
Para muchos, el no diezmar es considerado como pecado. Escuchars
muchas veces que la gente recita Malaquas 3:8-12 que dice:

Robar el hombre a Dios? Pues vosotros me habis robado. Y dijisteis: En


qu te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con
maldicin, porque vosotros, la nacin toda, me habis robado. Traed todos
los diezmos al alfol y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehov de los ejrcitos, si no os abrir las ventanas de los cielos, y
derramar sobre vosotros bendicin hasta que sobreabunde. Reprender
tambin por vosotros al devorador, y no os destruir el fruto de la tierra, ni
vuestra vid en el campo ser estril, dice Jehov de los ejrcitos. Y todas las
naciones os dirn bienaventurados; porque seris tierra deseable, dice
Jehov de los ejrcitos.

Muchos usan esos versculos para decir que el no traer los diezmos y
ofrendas a la casa de Dios (lo cual consideran que significa el edificio de la
iglesia local) es un pecado que abstiene a la gente de bendiciones. El
problema de usar el pasaje anterior, as como otros pasajes similares del
Antiguo Testamento, para apoyar la aplicacin del diezmo es que ese pasaje
y la ley que est detrs pertenecen al Antiguo Testamento. El Antiguo
Testamento es maravilloso y es parte de las Sagradas Escrituras que Dios
inspir. Como Pablo dice en Romanos 15:3-4:

Porque ni aun Cristo se agrad a s mismo; antes bien, como est escrito:
Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre m. Porque las
cosas que se escribieron antes, para nuestra enseanza se
escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolacin de las
Escrituras, tengamos esperanza.

Cualquier cosa que est en la Escritura ha sido escrita para nuestro


aprendizaje. Podemos aprender leyendo Deuteronomio, o leyendo Malaquas
o cualquier otro libro del Antiguo Testamento. Sin embargo, aunque todo fue
escrito para nuestro aprendizaje, no todo est escrito para nuestra
aplicacin. El antiguo Testamento est dirigido a los judos que vivan bajo la
ley. Jesucristo aun no haba venido. El sumo sacerdote aun no haba llegado.
Como Pablo dice en Glatas 3:23-26:

Pero antes que llegara la fe, estbamos confinados bajo la Ley,


encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la Ley ha
sido nuestro gua para llevarnos a Cristo, a fin de que furamos justificados
por la fe. Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo un
gua, porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jess,

Antes del sacrificio y resurreccin de nuestro Seor era el tiempo de la ley. Y


ahora, el tiempo que hoy vivimos es el tiempo despus del sacrificio y
resurreccin del Seor. Hay diferencias muy bastas entre estos dos
perodos, por la simple razn de que lo que era vlido en el primer perodo,
la ley, ya no est vigente en el segundo. Y lo que est vigente en el segundo
perodo la gracia y el ser hijos de Dios- no estaba disponible en el primero.
Podemos aprender algo de lo que era vlido en el primer perodo?
Definitivamente que s. Aplica para nosotros? No necesariamente. Puedes
leer los Salmos o Proverbios y obtener orientacin para tu vida. La sabidura
eterna de Dios es lo que cruza el tiempo. Por otro lado, puedes ir a pasajes
especficos de la ley, tales como los pasajes del diezmo, o los pasajes sobre
los sacrificios de animales o de las celebraciones que tenan en Israel.
Aunque podemos aprender de esos pasajes, no aplican directamente a
nosotros. Lo mismo es vlido para todo lo que se refiere a la ley de Moiss,
por la simple razn de que esta ley fue abolida con el sacrificio de Cristo. Es
como leer cdigos de leyes que ya no estn vigentes. Puedes aprender de
ellas pero no son para ser aplicadas, porque estn obsoletas. Como en
Colosenses 2:13-14 dice:

Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisin de vuestra


carne, os dio vida juntamente con l, perdonndoos todos los pecados. l
anul el acta de los decretos que haba contra nosotros, que nos
era contraria, y la quit de en medio clavndola en la cruz.

Y de nuevo en Efesios 2:14-15


l es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared
intermedia de separacin,aboliendo en su carne las enemistades (la
ley de los mandamientos expresados en ordenanzas), para crear en s
mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,

Ahora, si la ley est abolida, la volveremos a aplicar? Podemos aprender de


ella, para ya no es una ley vigente para nosotros. Est abolida! Y diezmar
es parte de esa ley tambin. Diezmar es una palabra que viene muchas
veces en esos libros de la ley como Levticos, Nmeros y Deuteronomio.
Aqu estn unas referencias:

Levtico 27:30-34
El diezmo de la tierra, tanto de la simiente de la tierra como del fruto de los
rboles, es de Jehov: es cosa dedicada a Jehov. Si alguien quiere rescatar
algo del diezmo, aadir la quinta parte de su precio por ello. Todo diezmo
de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo ser
consagrado a Jehov. No mirar si es bueno o malo, ni lo cambiar; y si lo
cambia, tanto l como el que se dio a cambio sern cosas sagradas: no
podrn ser rescatados. Estos son los mandamientos que orden Jehov a
Moiss para los hijos de Israel en el monte Sina.

Nota en el ltimo verso que diezmar es parte de los mandamientos, parte


de la ley que Dios haba dado a Moiss para los hijos de Israel en el monte
Sina. Esa era la ley que fue abolida mediante el sacrificio de Cristo. Y
diezmar, siendo parte de esta ley, no fue dada para su aplicacin general
sino para los hijos de Israel, hasta su cancelacin mediante el sacrificio y
resurreccin de nuestro Seor Jesucristo. Aqu les presento ms pasajes
sobre el diezmo:

Nmeros 18:20-32
Jehov dijo a Aarn: De la tierra de ellos no tendrs heredad ni entre ellos
tendrs parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.
Yo he dado a los hijos de Lev todos los diezmos en Israel como heredad por
su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del Tabernculo de
reunin. Los hijos de Israel no se acercarn al Tabernculo de reunin, para
que no carguen con un pecado por el cual mueran. Pero los levitas harn el
servicio del Tabernculo de reunin, y ellos cargarn con su iniquidad. Es
estatuto perpetuo para vuestros descendientes: no poseern heredad entre
los hijos de Israel. Porque a los levitas les he dado como heredad los
diezmos de los hijos de Israel, que presentarn como ofrenda a Jehov, por
lo cual les he dicho: "Entre los hijos de Israel no poseern heredad". Jehov
dijo a Moiss: Hablars a los levitas y les dirs: Cuando tomis los diezmos
de los hijos de Israel que os he dado como vuestra heredad, vosotros
presentaris de ellos, como ofrenda mecida a Jehov, el diezmo de los
diezmos. Se os contar vuestra ofrenda como grano de la era y como
producto del lagar. As presentaris tambin vuestra ofrenda a Jehov de
todos los diezmos que recibis de los hijos de Israel; se la daris al
sacerdote Aarn como ofrenda reservada a Jehov. De todos los dones que
recibis, reservaris la ofrenda a Jehov; de todo lo mejor de ellos
separaris la porcin que ha de ser consagrada. Tambin les dirs: Cuando
hayis separado lo mejor de los dones, que le ser contado a los levitas
como producto de la era y como producto del lagar, lo comeris en
cualquier lugar, vosotros y vuestras familias, pues es vuestra remuneracin
por vuestro ministerio en el Tabernculo de reunin. No cargaris con ningn
pecado, cuando presentis lo mejor. As no contaminaris las cosas santas
de los hijos de Israel, y no moriris.

El pasaje de Levtico que lemos posteriormente trata del mandamiento de


los hijos de Israel en cuanto al diezmo. A dnde se supone que iban esos
diezmos y para que se usaban? Esto se responde en el siguiente pasaje de
Nmeros 18:21:

Y he aqu yo he dado a los hijos de Lev todos los diezmos en Israel por
heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del
tabernculo de reunin.

El diezmo iba a los hijos de Lev, los Levitas, que fungan en Israel, el 1/12,
como tribu de sacerdotes, era la remuneracin por su servicio en el
tabernculo y luego en el templo. Nmeros 18:31 dice claramente: pues es
vuestra remuneracin por vuestro ministerio en el tabernculo de reunin.
Era para que ellos contaran con eso como producto de la era y producto
del lagar. De hecho, los Levitas tenan que dar su propio diezmo de eso. Lo
cual se le daba a Aarn y que a su vez era ofrenda para Dios. Muchos toman
el pasaje anterior y tratan de aplicarlo equivocadamente en el Nuevo
Testamento, en nuestra era, diciendo que debemos seguir diezmando para
pagar los salarios de los sacerdotes, pastores y del clero en general. Esa
opinin esta distorsionada porque en el Nuevo Testamento simplemente no
hay sacerdotes ni clero. Como Pedro y Juan nos dicen, a los creyentes en el
Seor Jesucristo:

1 de Pedro 2:5
vosotros tambin, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual
y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios
por medio de Jesucristo.

1 de Pedro 2:9
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciis las virtudes de aquel que os llam de
las tinieblas a su luz admirable

Apocalipsis 1:5-6
y de Jesucristo el testigo fiel, el primognito de los muertos, y el soberano
de los reyes de la tierra. Al que nos am, y nos lav de nuestros pecados
con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a l sea
gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amn.

Tambin como el Seor dijo hablando a sus discpulos:

Mateo 23:8-12
Pero vosotros no queris que os llamen Rab; porque uno es vuestro
Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llamis padre
vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que est en los
cielos. Ni seis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se
enaltece ser humillado, y el que se humilla ser enaltecido.

Esos pasajes no se refieren a una clase especial de gente sino a todos los
creyentes. Todos los creyentes han sido hechos sacerdotes por el Seor
Jesucristo para Su Dios y Padre. A caso eso ahora significa que no
deberamos apoyar econmicamente a los creyentes que, por ejemplo, van
de ciudad en ciudad estableciendo iglesias y sirviendo al Seor como
misioneros? No significa eso y lo veremos ms adelante en este estudio. Lo
que significa es que el apoyo y los regalos en el Nuevo Testamento
ya no estn regulados por la ley del diezmo. Sino que en el Nuevo
Testamento hay principios sobre regalos y el dar, los cuales veremos
conforme avancemos este estudio. Esta parte del estudio se enfoca en lo
que la Palabra de Dios NO nos dice en cuanto al dar, an y cuando haya
quienes lo digan. Conforme vayamos avanzando, nos enfocaremos en lo que
la Biblia nos dice.

Volviendo al diezmo; A caso lo anterior el diezmo de los levitas- era el


nico diezmo? Pues por lo que parece, no era as, como en Deuteronomio
12:22-29 vemos de nuevo que se menciona el diezmo pero en otro contexto
y para otro propsito:

Deuteronomio 14:22-29
Indefectiblemente diezmars todo el producto del grano que rindiere tu
campo cada ao. Y comers delante de Jehov tu Dios en el lugar que l
escogiere para poner all su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de
tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que
aprendas a temer a Jehov tu Dios todos los das. Y si el camino fuere tan
largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehov tu Dios
hubiere escogido para poner en l su nombre, cuando Jehov tu Dios te
bendijere, entonces lo venders y guardars el dinero en tu mano, y
vendrs al lugar que Jehov tu Dios escogiere; y dars el dinero por todo lo
que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa
que t deseares; y comers all delante de Jehov tu Dios, y te alegrars t
y tu familia. Y no desamparars al levita que habitare en tus poblaciones;
porque no tiene parte ni heredad contigo. Al fin de cada tres aos sacars
todo el diezmo de tus productos de aquel ao, y lo guardars en tus
ciudades. Y vendr el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el
extranjero, el hurfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y
comern y sern saciados; para que Jehov tu Dios te bendiga en toda obra
que tus manos hicieren.

Cada ao los israelitas tomaban el diezmo de su grano, vino y aceite y las


primicias de sus manadas y de sus rebaos e iban al lugar que Dios les
escoga Y coman delante de Jehov su Dios y se alegraban con su familia
Si el lugar era muy lejos tenan permitido vender varios de los artculos,
juntar el dinero y lo gastaban en lo que su corazn deseara: vacas, ovejas,
vino o sidra. Ese parece ser un diezmo festivo. La gente tomaba ese
diezmo y lo usaban para comer y beber ante el Seor en el lugar que les
haba escogido. Observa cmo este diezmo era usado por la gente misma.
Esto es diferente comparado con lo que lemos previamente en Levtico y
Nmeros, donde vimos que el diezmo se le daba a los levitas. Por lo cual es
un diezmo diferente. De hecho, cada tres aos ese diezmo se usaba de
manera distinta: al final de ese ao se juntaba ese diezmo Y vendr el
levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el hurfano y
la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comern y sern saciados.
Adems, cada siete aos la tierra guardaba reposo en el cual no se
sembraba ni segaba por el dueo de la tierra (Levtico 25:1-5) sino que
toda la gente poda comer lo que la tierra diese por s misma (Levtico 25:6-
7) as como de la bendicin del sexto ao que Dios haba prometido dar
(Levtico 25:20-22).

Conclusin
Vamos a resumir lo que hemos aprendido hasta ahora. Como hemos visto, el
diezmar era parte de la ley del Antiguo Testamento, parte de los
mandamientos que Dios haba dado a los hijos de Israel a travs de Moiss.
Como se ve, haba dos diezmos, el primero era para los levitas, mientras
que el segundo era usado por la gente misma para regocijarse ante el Seor
o en el tercer ao se recolectaba para los pobres y (de nuevo) para los
levitas. Diezmar es parte de la ley y del igual modo pertenece a la misma
categora el sacrificio de animales as como las muchas regulaciones que
esta ley dictaba. Mas delante vimos que el Nuevo Testamento enfatiza muy
claramente que la ley con sus mandamientos fue abolida por el sacrificio del
Seor Jesucristo. Ya que debido a eso, hoy en da no hacemos sacrificios de
animales. Si alguien nos pregunta porqu no lo hacemos, correctamente
decimos porque es parte de la ley de Moiss y esa ley ya no est vigente.
Jesucristo, a travs de su sacrificio en la cruz, aboliendo en su carne las
enemistades (la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas. Ya no estamos bajo la ley. La misma razn que utilizamos
para ya no sacrificar animales tambin aplica para el diezmo. El diezmar
era, junto con el sacrificio de animales y otras ordenanzas, parte de la ley
de Moiss. Lo que aplica para una, del mismo modo aplica para la otra. La
ley de Moiss se volvi obsoleta hace ms de 2000 aos con el sacrificio de
Cristo. Junto con eso, los sacrificios animales, diezmar y las otras
ordenanzas se volvieron obsoletas tambin! Podemos aprender de ellas,
pero no implica que sean para nuestra aplicacin directa. Por lo cual, es
bblico el diezmar? S, es bblico, puesto que viene en la Biblia. Sin embargo,
es relevante y vigente para el cristiano el diezmar? La respuesta es no! Lo
que concierne a nuestra aplicacin directa es lo que vemos escrito en el
Nuevo Testamento. Y lo que ah vemos no es diezmo, ni diezmadores, sino
dadores de corazn alegre, de acuerdo a la posibilidad de cada uno.
Vayamos a ese punto

El principio de las PRIMICIAS

Hay un principio y patrn especfico para la Palabra de Dios que creo que es bsico, an
fundamental, para que la manifestacin de las promesas y provisin de Dios ocurra en
nuestras vidas.

Estoy hablando del principio de las primicias. Conocido en hebreo como Yom HaBikkurim, la
Fiesta de las Primicias celebra y reconoce la mano de Dios de bendicin y provisin sobre Su
pueblo. La ofrenda de primicias es vista tan temprano como en los tiempos de Can y Abel.

La palabra hebrea para primicias significa una promesa por venir y comparte la misma raz,
bekhor, como la palabra que significa primognito. Yom HaBikkurim, la fiesta juda que
celebra la Fiesta de las Primicias, es una de las fiestas ms mencionadas en la Biblia, en
segundo lugar despus de la Pascua.

En los tiempos antiguos, el proceso de juntar las primicias de los granos involucraba
esmerados preparativos. Cada familia entre los israelitas tena que estar atenta a los
primeros brotes o granos. Una vez que los encontraban, los designaban como primeros
atndoles un pedazo de hilo rojo alrededor de la rama, vstago o vid.

Cuando los granos maduraban y eran cosechados, esas primicias eran llevadas al Templo y
presentadas al sumo sacerdote de acuerdo con el modelo de Dios. El sacerdote aceptaba la
ofrenda de cada hogar, presentndola al Dios de Israel en accin de gracias y reconocimiento
de Su continua provisin y bendicin. Una vez que la ofrenda de las primicias haba sido
hecha, la gente era libre para disfrutar el resto de la cosecha, debido a que lo primero haba
santificado el resto.

El principio de las primicias no estaba limitado a la vegetacin. Se lo halla en toda la


Palabra, y trata con todas las primicias.

Note las instrucciones que Dios le dio a Moiss cuando l prepar a los israelitas para salir de
la esclavitud:

Y cuando Jehov te haya metido en la tierra del cananeo, como te ha jurado a ti y a tus
padres, y cuando te la hubiere dado, dedicars a Jehov todo aquel que abriere matriz, y
asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos sern de Jehov. Mas todo
primognito de asno redimirs con un cordero; y si no lo redimieres, quebrars su cerviz.
Tambin redimirs al primognito de tus hijos. (Exodo 13:11-13)
En versin de la Biblia Amplificada dice: Apartars para el Seor todo lo primero que abre
el vientre. Asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos sern del Seor.
Todo primognito de asno redimirs [sustituyndolo por] un cordero, y si no lo redimieres,
entonces quebrars su cerviz; y todo primognito entre sus hijos redimirs. (xodo 13:11 -
13 AMP)

En Exodo 22:29 Dios instruye a Israel de nuevo, diciendo: No demorars la primicia de tu


cosecha ni de tu lagar. Me dars el primognito de tus hijos.

An en medio de la reconstruccin de su ciudad destruida, Nehemas guard este modelo, y


Jerusaln fue protegida como resultado.

y para que puedan traer las primicias de nuestro suelo y las primicias de todo fruto de
todo rbol a la casa del Seor anualmente, y traigan a la casa de nuestro Dios el
primognito de nuestros hijos y de nuestro ganado, y los primognitos de nuestras vacas y
de nuestras ovejas, como est escrito en la ley, para los sacerdotes que estn ministrando
en la casa de nuestro Dios. Tambin traeremos lo primero de nuestra masa, de nuestras
contribuciones, el fruto de todo rbol, el vino nuevo y el aceite para los sacerdotes en las
cmaras de la casa de nuestro Dios (Nehemas 10:35 - 37 NASB).

Dios reclama el derecho a todo lo primero lo primero de los granos, de todo primognito
masculino de ganado lanar y vacuno, todo primognito macho. Todo lo primero tiene que ser
dedicado a Dios por medio de Su pacto. Cada vez que algo es llamado primero, un primer
fruto, una cosa dedicada, le pertenece a Dios.

Hoy no sacrificamos ms los primognitos de nuestras ovejas o de nuestros ganados en un


Templo; tampoco se requiere que redimamos nuestros hijos primognitos con oro. Jess
pag por toda redencin a travs de Su muerte, sepultura y resurreccin; Jess es el
cumplimiento de la prctica del Antiguo Testamento, y nos ha dado un Nuevo Pacto fundado
sobre mejores promesas. (Hebrews 8:6 NIV).

Sin embargo, el principio de las primeras cosas - las primicias todava permanece. Dios no
cambia en Su carcter, principios o modelos. l es el mismo ayer, hoy y siempre (ver
Hebreos 13:8).

Dios todava considera las primicias como santo y dedicado a l pero hoy las primicias
tienen que ver con la prctica de guardar lo principal, lo ms importante y Dios ES lo
principal!

Dios dice que las primeras cosas le pertenecen a l para establecer el pacto redentor con
todo lo que viene despus. En el modelo de Dios, cualquier cosa que es primero establece el
resto. Lo primero es la raz, desde la cual el resto es determinado.

Entonces al principio del nuevo ao, guarde lo principal y ponga a Dios primero al seguir
Su modelo invariable de Primicias.

Honre al Seor con su mejor ofrenda de Primicias para establecer la bendicin


y provisin para usted mismo y para su casa a travs de todo

Significado de la Fiesta de las Primicias

a Fiesta de las Primicias, conocida en hebreo como "Bikkurim" (primeros


frutos), es parte de las primeras tres fiestas dentro del Calendario que Dios
le dio a Su pueblo, y tambin se celebra durante la estacin primaveral, que
comienza con el mes de Abib (Aviv/Nisn).

Esta Fiesta se celebra en el contexto de la Fiesta de la Pascua; despus de la


celebracin del primer da de la Fiesta de los Panes sin levadura (x. 12:14-
20; Lev. 23:6-8). Es decir, que si la Pascua se celebra en el atardecer del da
14 de Abib, las Primicias deberan celebrarse el da 17 del mismo mes (Lev.
23:5-11). Y es una de las tres Fiestas de cosecha; en este caso,
principalmente de la cebada, entre otros frutos. Las otras dos Fiestas de
cosecha son Pentecosts (trigo) y la de los Tabernculos (frutos de los
rboles). As es conocida como la Fiesta de los Primeros frutos del ao.

Veamos los significados y principios que podemos extraer de esta hermosa


fiesta de cosecha:

SEA DIOS EL PRIMERO

A travs de esta Fiesta podemos observar que Dios desea ser el primero. El
desea tener el primer lugar en todo:

1. El primer lugar de nuestra vida

2. El primer lugar de nuestra labor o trabajo

Este principio lo vemos expresado tanto en el Antiguo como en el Nuevo


Testamento. En la declaracin de Fe del pueblo de Israel leemos:

"Oye Israel: Jehov nuestro Dios, Jehov uno es. Y amars a Jehov tu Dios
de todo tu corazn, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas
palabras que yo te mando hoy, estarn sobre tu corazn" (Deuteronomio
6:4-6)

Despus de declarar las bendiciones sobre Su pueblo:

"Jehov tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos;


cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazn y con toda tu alma.
Has declarado solemnemente hoy que Jehov es tu Dios, y que andars en
Sus caminos, y guardars Sus estatutos, Sus mandamientos y Sus decretos,
y que escuchars Su voz" (Deuteronomio 26:16-17)

Y es ratificado por Jess nuestro Seor:

"Jess le dijo: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu
alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande
mandamiento" (Mateo 5:43).

Nuestra fe y amor es tan valioso para Dios que lo que l le recrimina a Su


Iglesia, representada por la iglesia en feso, fue que sta haba dejado su
"PRIMER amor". Y le exhorta a examinar dnde se extravi, que se
arrepienta y haga las PRIMERAS obras (Ap. 2:4-5). l desea ser nuestro
primer amor y que nuestra obras reflejen esa fe, amor y entrega a l.
As, la ofrenda de los primeros frutos, al comienzo del ao, expresan nuestro
deseo de entronar a Dios, como nuestro Seor, como el Primero en nuestra
vida y en nuestra labor, en todo lo que hacemos en nuestra vida, para la
alabanza de Su gloria.

DAMOS A DIOS PRIMERO

Tambin a travs de nuestras ofrendas de Primicias, expresamos el principio


que, antes que cualquier otra cosa, damos a Dios primero.

El primer principio est muy ligado al segundo, en vista que Dios es el


primero en nuestra vida, nuestras primeras cosechas, frutos o resultados de
nuestra labor, se lo damos a l primero.

Pero al establecer esta Fiesta, entre otras ordenanzas similares, podemos


ver claramente que, Dios desea los primeros frutos de nuestra labor. As
que, es bueno honrarle con una ofrenda de los primeros resultados de
nuestra labor.

Proverbios, como libro de sabidura, nos ensea que el cumplimiento de este


principio trae consigo una gran bendicin: "Honra a Jehov con tus bienes, y
con las primicias de todos tus frutos; y sern llenos tus graneros con
abundancia, y tus lagares rebosarn de mosto"(Prov. 3:9-10).

LA OFRENDA DE ABEL:

Cuando traemos nuestras Primicias, tenemos que tener en mente que Dios
desea en nuestra vida y en nuestras labores:

1. LO PRIMERO

2, LO MEJOR

3. LO ESCOGIDO

Esto lo podemos ver en la primera ofrenda dada a Dios registrada en la


Biblia: las ofrendas de Can y Abel. La Escritura relata que: "Can trajo del
fruto de la tierra una ofrenda a Jehov. Y Abel trajo tambin de los
PRIMOGNITOS de sus ovejas, de LO MS GORDO de ellas. Y mir Jehov
con agrado a Abel y a su ofrenda" (Gn. 4:3-4).

De Can se dice que "trajo del fruto de la tierra una ofrenda"; pero de Abel
se dice que trajo de los "primognitos (primeros nacidos) y de los ms
gordo (lo mejor, lo escogido)"; por lo tanto, Dios mir con agrado el corazn
adorador de Abel y su buena ofrenda.

De manera equivocada, se ha dicho que a Dios le agrad ms la ofrenda de


Abel porque eran sacrificios de animales; pero eso no es lo que podemos ver
en ese relato ni en la celebracin de la Fiesta de las Primicias. Lo que Dios
ve con agrado es que el adorador propone en su corazn darle a Dios:

1. Lo Primero

2. Lo Mejor

3. Lo Escogido

JESS ES EL PRIMOGNITO

Dicho lo anterior, podemos ver que hay una estrecha relacin entre las
Primicias y los Primognitos, en el contexto de la celebracin de la Pascua.
De hecho, en la primera Pascua, en la cena de esa primera noche de
Pascua, se observa los elementos de las primeras tres Fiestas:

1. El cordero o cabrito deba ser de un ao, en su primer ao y sacrificado


en el primer mes.

2. La sangre del cordero o cabrito de Pascua, sera el precio por la liberacin


(redencin) del pueblo, para que no fuera herido por el ngel del Seor.

3. Los panes deban ser sin levadura

Nuestro Seor Jesucristo cumpli a cabalidad el mensaje proftico encerrado


en estas tres Fiestas solemnes. Y los escritos del Nuevo Testamento sealan
que l es el primognito, el Primero, ttulo que conlleva varios significados:

1. En el Nuevo Testamento se usa la palabra giega "prottokos" (Strong


4416), que literalmente significa: el primero en nacer, primognito (Col.
1:15,18).

2. En el Antiguo Testamento se usa la palabra hebrea "bekor" (Strong 1060),


que pudiera significar, adems de primognito, tambin: mayor, primero,
primicia, primogenitura.

3. Pero tambin este trmino o ttulo tena otros significados, por causa de
los beneficios que conllevaba la primogenitura, llegando a significar ms un
ttulo honorfico: mi precioso, mi especial, mi predilecto; que nada tena que
ver con su primer significado "el primero en nacer". As vemos los casos en
que Dios us este ttulo en ciertas personas como:
- Israel (Jacob), a quien Dios declar Su primognito, aunque realmente lo
fue Esa (x. 4:22)

- Efran, aunque el primognito fue Manass (Jer. 31:9, 20)

- David, aunque era el ltimo de ocho hermanos (Sal. 89:20, 27)

As que, el ttulo de "Primognito" conllevaba el sentido de los beneficios de


la primogenitura, tales como:

1. Seoro sobre toda las propiedades del padre y sus hermanos (Gn 25:23;
27:29)

2. Heredero preferencial, con una mejor porcin que el resto de los


hermanos (Dt. 21:17)

3. Primero o principal entre sus hermanos u otros (Sal. 89:27)

As, el Nuevo Testamento declara que Jesucristo es el Primognito:

1. De toda la creacin (Col. 1:15), ejerce Seoro y supremaca sobre todo lo


creado (Mt. 28:18).

2. De Mara (Lc. 2:7), el primer hijo nacido a Mara, entre sus hermanos (Mt.
12:46-47; Lc. 8.19-20.

3. De entre los muertos (Col. 1:18; Ap. 1:5), el principal entre los que han
resucitado y resucitarn.

4. De entre muchos hermanos (Ro. 8:29), el Supremo o principal en la


congregacin de los hijos de Dios (Heb. 12:23)

JESS ES LAS PRIMICIAS


Pero adems de darle el ttulo de Primognito, el apstol Pablo tambin
declara que Jesucristo es las Primicias entre los muertos y entre los que
resucitaron (1Cor. 15:20-22)

Jesucristo es Primicias:

1. De todos los resucitados (1Cor. 15:20-21)

2. De toda la creacin (Col. 1:15; Ro. 8:22-23)

3. De la redencin (1Cor. 15:22-23; ap. 14:3-4)

4. Del reino de Dios (1Cor. 15:23-28

Nuestro Seor saba perfectamente, que su vida, al igual que un grano de


trigo, deba ser sembrada en la tierra, para que pudiera dar los frutos para
una nueva vida en el reino de Dios; y as lo profetiz cuando dijo:

"De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y


muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto." (Jn. 12:24)

Y en otro momento declar:

"Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que l hace; y
mayores obras que stas le mostrar, de modo que vosotros os maravillis.
Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, as tambin el
Hijo a los que quiere da vida" (Jn. 5:20-21). Y dice luego: "Y esta es la
voluntad del Padre, el que me envi: que de todo aquel que ve al Hijo, y
cree en l, tenga vida eterna, y yo le resucitar en el da postrero"(Jn. 6:39-
40).

Con esto en mente, tanto el Seor como los apstoles, nos ensean que l
es el primero, el principal en el reino de Dios y en Su plan de redencin para
toda la humanidad y toda la creacin.

CONCLUSIN

As podemos concluir que cuando recordamos la Fiesta de las Primicias,


debemos recordar lo que Dios quiere ensearnos a travs de ella:

1. Que l desea ser el Primero en nuestra vida y en nuestras labores.

2. Que l desea que le demos a l lo primero, lo mejor y escogido del fruto


de nuestras manos, del resultado de nuestra labor (sea en ofrenda
monetaria, material o en frutos).

Vimos que hay una estrecha relacin entre las Primicias (primeros frutos) y
la Primogenitura (primer nacido). Tambin podemos concluir que Jess como
"primognito no significa necesariamente que l fue el primer hijo de Dios,
sino ms bien, aquel que tiene todos los privilegios de un hijo mayor. As lo
podemos ver al leer Colosenses 1:18, y Pablo acierta al declarar: para que
en todo tenga preeminencia.
Y la Fiesta de las Primicias tiene su mximo y ms claro cumplimiento en la
resurreccin del Seor Jesucristo, la cual aconteci, tal como haba sido
profetizada por la Ley y los profetas, a los tres das despus de la
celebracin de la Pascua, en la Fiesta de las Primicias (Lev. 23:4-11). Por lo
cual es l declarado las Primicias de la resurreccin, de la redencin y de
toda la nueva creacin, en el reino de Dios.

HONRANDO A DIOS CON LAS PRIMICIAS

Honra a Jehov con tus bienes, y con las primicias de todos tus
frutos; y sern llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares
rebosarn de mosto (Proverbios 3: 9 y 10).

Si personalizo la lectura de este Palabra: Si honro a Jehov con mis


bienes y con las primicias de todos mis frutos; sern llenos mis
graneros con abundancia, y mis lagares rebosarn de mosto.

Dios dej en Su Palabra la frmula para que seamos prosperados,


para que alcancemos la provisin que l tiene para nosotros sus hijos,
y que tambin de este forma su Obra crezca y se fortalezca. Es a
travs de las ofrendas, diezmos, primicias y pactos (votos).

Se nos dice que honremos a Dios con nuestros bienes. Lo hacemos


cuando diezmamos y ofrendamos, o cuando hacemos voto o pacto
especial con Dios. Pero hay un nfasis en el texto en las primicias.

Qu son las primicias? Fue la primera relacin que tuvo el hombre


con Dios. Luego de recibir lo que la tierra le daba, reconoca la
soberana de Dios trayndole lo primero y lo mejor de ella.

Se demostraba as la fe en la sobreabundante provisin de Dios.


Era smbolo de dependencia. Lo que t me diste es la que hoy te
traigo.
Era smbolo de que nada es nuestro y todo pertenece al Seor.
Era la manera de manifestar lo que despus la Ley estableci
como el primero y ms grande mandamiento: Amars al Seor tu
Dios con todo tu corazn, con todas tus fuerzas, y con toda tu
mente.

Consagrar los primeros frutos y lo mejor de mis cosechas era


demostrar que en mi corazn estaba primero Dios. Ese corazn
agradaba a Dios y eso lo bendeca.

Vamos a Gnesis 4: 1 5. No exista an la Ley ni el sacerdocio, pero


los hombres se acercaban a Dios con sus ofrendas. Abel lo hizo con
sus primicias. Trajo de los primognitos de su ganado lo ms gordo de
ellos para Dios. O sea, trajo lo mejor. Can al parecer hizo slo
ofrenda, si el cuidado de traer los primores de su cosecha.

A Dios le agrad la ofrenda de Abel, y Dios lo enalteci.


Consagrar las primicias a Dios era una seal de amor y fe que
agradaba a Dios (Ex. 22:29).

Algunos ejemplos.

Ana 1Samuel 1: 11 y 24 28.


Una viuda 1Reyes 17: 8 16.
Multiplicacin de panes 2Reyes 4: 42 44.
Abundancia 2Crnicas 31: 4 y 5; 9 -10.
Pacto del pueblo Nehemias 10: 35 37.
Dios lo demanda Exequiel 20: 40 42; 44: 30.

Hay un poder en las Primicias. Dios se ha comprometido bendecir con


abundancia a los que consagran sus primicias a l.

Hubo momentos en las Escrituras en que Dios decret que las


primicias eran anatema, es decir slo para l. Fue el caso de Jeric
(Josu 6: 16 -19). Violar este decreto trajo consecuencias graves.

Las ofrendas y los diezmos deban ser trados al Alfol, el lugar


destinado en el Templo para almacenarlas; pero las primicias deban
ser entregadas en las manos del sacerdote del santuario. Esto era lo
diferente. (Num. 18:13)

Cuando traigas tus primicias al Seor, debes dirigirte a la iglesia y


entregarlos en manos de los ancianos o el cuerpo pastoral de ah, o
en las manos del pastor, para uso de las necesidades de ellos o de l.

Hay un principio espiritual detrs de todo esto. El apstol Pablo


lo ensea en Romanos 11: 16. Las primicias santifican todo el resto.

T y yo somos santos, por qu? Porque Jess, la primicia de los


resucitados fue aceptado como ofrenda agradable ante el Padre;
luego se aplica el mismo principio. Si la primicia es santa (Jess) todo
el resto (los que hemos credo en l) somos santos. Entonces al
consagrar las primicias al Seor ests santificando toda la produccin
restante. Si todo el resto es santificado, eso significa que Dios lo ha
investido con el potencial para ser multiplicado sobrenaturalmente.

Cules son nuestras primicias hoy?

De los aumentos de sueldos


De los aguinaldos o bonos
De los primeros ingresos de algn negocio
Del primer sueldo de un nuevo empleo

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