Los Mitos en La Terapia de Familia
Los Mitos en La Terapia de Familia
Los Mitos en La Terapia de Familia
1. INTRODUCCION
La psicoterapia de familia que reconoce la influencia de la Psicologa Narrativa, postula al
menos dos grandes diferencias con los modelos ms tradicionales en este campo.
1. Segn los enfoques ms tradicionales, los terapeutas "leen" pautas de interaccin,
pensamientos y sentimientos de los miembros de una familia, y los interpretan en
relacin a un modelo del funcionamiento de los sistemas familiares, con el fin de
promover el cambio.
Esto puede generar dos tipos de dificultades (Weingarten, 1998)
2. El terapeuta es un observador de un fenmeno con el cual se implica de manera no
sistemtica. Es decir, hay un momento en que se puede mirar "desde afuera".
3. El terapeuta asume que cada actor de la interaccin familiar tiene similares
oportunidades para influir en las reglas del sistema. Es decir, tiene la nocin de que los
roles de los miembros de la familia no estn determinados por relaciones de poder
predefinidas socialmente.
4. El enfoque narrativo pone el nfasis en una construccin colaborativa del cambio, el
cual se sustenta en el dilogo entre el paciente y el terapeuta, teniendo esta
conversacin un carcter ms simtrico (el terapeuta es menos experto en cmo "debe
vivir la gente")
Este enfoque ha sido criticado como vago, debido a que no se aclara suficientemente la
responsabilidad del terapeuta, mientras sus defensores sostienen que los enfoques ms
estratgicos estn excesivamente centrados en el cambio de comportamientos, sin tener la
dedicacin para revisar los criterios desde los cuales ciertas conductas se consideran ms
apropiadas que otras. (Eron, 1993)
Se sostiene que no se trata meramente de utilizar la tcnica del "Reencuadre", ampliamente
difundida desde el enfoque estratgico o estructural, sino posibilitar la re-narracin de
significados que abarcan el pasado, el presente y el futuro de un cliente.
Segn Goolishian y Anderson, "los problemas no son ms que realidades socialmente creadas
que son sostenidas por comportamientos y coordinadas en el lenguaje" (Goolishian y
Anderson, 1987). White y Epston tambin indican que: "No es la estructura subyacente o la
disfuncin lo que determina las conductas e interacciones de la familia, sino ms bien son los
significados que los miembros atribuyen a los hechos los que determinan esa conducta"
Del mismo modo, Penn y Frankfurt, sealan que "los eventos existen como construcciones
lingsticas, y un discurso social puede ser visto como palabras que surgen en respuesta a
otras palabras" por lo cual los problemas pueden ser descritos como "un monlogo que se
experimenta como autoacusatorio y negativo"
En este enfoque, las personas experimentan problemas cuando las historias de sus vidas no
representan suficientemente toda su experiencia vital. Sin embargo, las narraciones no son
cerradas sobre s mismas, sino que hay un flujo entre la experiencia y el relato. "Las
estructuras narrativas organizan y le confieren sentido a la experiencia, pero siempre hay
sentimientos y experiencia vital que no est totalmente enmarcada en una historia dominante"
(Bruner; 1986)
Por este hecho, la finalidad de la accin terapetica es "abrir caminos a otras voces, implica
considerar que existen alternativas para actuar, y adems para definirse. El S Mismo se
enriquece al recoger narraciones de otros contextos y puede surgir voces que contrarrestan los
monlogos negativos" (Penn y Frankfurt, 1994)
Lo que se busca, entonces, es crear un espacio de dilogo entre cliente y terapeuta, donde se
contruye un nuevo flujo de conversacin, donde el paciente "juega" (en el sentido de Winicott)
con un margen ms amplio de relatos sobre el pasado, presente y futuro; recordando,
fantaseando, especulando, esperando, deseando y probando nuevas voces para sus propias
experiencias y para sus imgenes de los dems. (Penn y Frankfurt,1994)
2. ELEMENTOS TEORICOS
Historias
Esta perspectiva pone un fuerte nfasis en los aspectos cognitivos del comportamiento
humano, y reconoce que la definicin del comportamiento adecuado es una propiedad de los
sistemas observadores, los cuales estn semnticamente estructurados.
Desde este punto de vista, vale la pena recordar lo que propone Echeverra en relacin a la
Ontologa del Lenguaje:
"1. No sabemos cmo las cosas son. Slo sabemos cmo las observamos o cmo las
interpretamos. Vivimos en mundos interpretativos.
Slo podemos hablar de verdad al interior de sistemas de proposiciones y no toda
interpretacin es igual a cualquier otra: podemos enjuiciar el poder de cada una de ellas.
2. No slo actuamos de acuerdo a cmo somos (y lo hacemos), tambin somos de acuerdo a
cmo actuamos. La accin genera ser. Uno deviene de acuerdo a lo que hace.
El individuo no puede ser separado de su relato: La pregunta Quin eres? lleva a la
descripcin de una historia que le confiere un sentido a la definicin que uno hace de s mismo.
Pero el relato del individuo existe dentro de un relato histrico y social (dentro del lenguaje de
un grupo social determinado), en el cual hay variaciones: En el sistema de coordinacin de la
coordinacin del comportamiento, no todos ocupan el mismo lugar ni efectan las mismas
acciones
3. Los individuos actan de acuerdo a los sistemas sociales a los que pertenecen. Pero a
travs de sus acciones aunque condicionados por estos sistemas sociales, tambin pueden
cambiar tales sistemas sociales"
En este punto, lo que sostenemos es que las historias son la forma en la cual las personas
organizan su experiencia, las cuales surgen de su vivencias personales y familiares, y de los
discursos dominantes en su medio cultural.
De igual manera, Echeverra plantea que: "En su afn por la bsqueda de sentido, los seres
humanos inventan y narran historias. Si nos preguntan quienes somos, contamos una historia.
Nuestra identidad se constituye como una historia que contamos acerca de nosotros mismos.
Es una historia que nos posiciona en un mundo. Y cuando nos preguntan acerca del mundo,
contamos otra historia. Nuestro mundo es siempre una historia acerca de cmo son las cosas
que nos rodean"
Ahora bien, desde el punto de vista del proceso terapetico, encontramos que hay cuatro
caractersticas de las historias que son relevantes: la historia como una versin de lo dicho y de
lo no dicho; la historia como una crnica a travs del tiempo; la historia como parte de las
interacciones de la familia al contarse historias; y finalmente la historia como una expresin de
las narrativas dominantes, que ejercen influencia tanto en el paciente como en el terapeuta.
(Kazdin)
Por esto, nuestra concepcin de las historias no solamente nos ayuda a entender cmo los
clientes organizan su experiencia, cmo surgen los problemas en su vida y cmo podemos
ayudarlos a re-narrar de manera ms amplia, sino tambin nos muestra que nosotros los
terapeutas- tambin estamos dentro de historias sobre nosotros mismos, y que compartimos
Narrativas Dominantes con nuestros clientes.
2.2 Mitos
Definicin
Cuando nos referimos al tema de los Mitos familiares, nos situamos dentro de la perspectiva
Narrativista, pero hacemos una focalizacin dentro de cierto tipo de historias. Es decir, los Mitos
son historias, pero no todas las historias son Mitos.
Desde nuestra perspectiva, lo que caracteriza en forma ms distintiva a las historias que
llamamos Mitos es que tienen una estructura fuertemente simblica y buscan explicar el Origen
de una situacin que determina el presente y el futuro.
El Mito es una narracin de un acto fundacional, en el cual generalmente encontramos la
confrontacin entre dos fuerzas, las cuales tienen una importancia crucial en la vida de la
comunidad que lo genera.
Knox (Knox, 1964) describe cuatro caractersticas fundamentales de los Mitos.
1. Los mitos son historias, narraciones imaginativas, que tratan de actos cosmolgicamente
significativos de dioses o seres suprahumanos, los hroes. Un acto o acontecimiento
csmicamente significativo es de decisiva importancia para el mundo, especialmente para el
mundo de los humanos, cuya respuesta a 1 pudo haber sucedido en pocas prehistricas o
histricas. Sin embargo cuenta acciones particulares que acontecen en tiempos particulares.
2. Los mitos siempre tienen su fuente en la vida comn y las experiencias de una comunidad
humana particular. Llevarn la marca de su cultura, y persistirn durante generaciones como
parte de su tradicin.
3. La comunidad aprecia la historia o el mito porque sugiere algo distintivo e importante en la
existencia humana y, particularmente, en la existencia de la comunidad; adems, es all donde
encuentra la respuesta.
4. A causa de la relacin que mantiene la historia o el mito con la existencia concreta de la
comunidad, se convertir en parte inseparable e indispensable de la vida de la comunidad y,
para los que participan en ella, ser un smbolo irremplazable.