Política y Ciudadanía Material de Estudio

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POLTICA Y CIUDADANA PROFESORA MARA EVA IBEZ

1. Poltica. Legitimacin. Estado. Poder. Dominantes y dominados. Burguesa y


proletarios.
Hannah Arendt (1906-1975) Fragmentos de texto Qu es la poltica?1
Qu es la poltica? La poltica se basa en el hecho de la pluralidad de los hombres. Dios ha creado
al hombre, los hombres son un producto humano, terrenal, el producto de la naturaleza humana.
Puesto que la filosofa y la teologa se ocupan siempre del hombre, puesto que todos sus enunciados
seran correctos incluso si slo hubiera un hombre, o dos hombres, o nicamente hombres idnticos,
no han encontrado ninguna respuesta filosficamente vlida a la pregunta: Qu es la poltica? Peor
todava: para todo pensamiento cientfico slo hay el hombre tanto en la biologa o la psicologa
como en la filosofa y la teologa
La poltica trata del estar juntos y los unos con los otros de los diversos. Los hombres se organizan
polticamente segn determinadas comunidades esenciales en un caos absoluto, o a partir de un
caos absoluto de las diferencias
La filosofa tiene dos buenos motivos para no encontrar nunca el lugar donde surge la poltica. El
primero es: Zoon politikon (animal poltico): como si hubiera en el hombre algo poltico que
perteneciera a su esencia. Pero esto no es as; el hombre es apoltico. La poltica nace en el Entre
loshombres, por lo tanto completamente fuera del hombre. De ah que no haya ninguna substancia
propiamente poltica. La poltica surge en el entre y se establece como relacin
Pues la poltica organiza de antemano a los absolutamente diversos en consideracin a una igualdad
relativa y para diferenciarlos de los relativamente diversos
Introduccin a la Poltica I. Los prejuicios En nuestro tiempo, si se quiere hablar sobre poltica, debe
empezarse por los prejuicios que todos nosotros, si no somos polticos de profesin, albergamos
contra ella. Estos prejuicios, que nos son comunes a todos, representan por s mismos algo poltico
en el sentido ms amplio de la palabra: no tienen su origen en la arrogancia de los intelectuales ni
son debidos al cinismo de aquellos que han vivido demasiado y han comprendido demasiado poco.
No podemos ignorarlos por que forman parte de nosotros mismos y no podemos acallarlos porque
apelan a realidades innegables y reflejan fielmente la situacin efectiva en la actualidad y sus
aspectos polticos. Pero estos prejuicios no son juicios. Muestran que hemos ido a parar a una
situacin en que polticamente no sabemos o todava no sabemos cmo movernos. El peligro es
que lo poltico desaparezca absolutamente. Pero los prejuicios se anticipan, van demasiado lejos,
confunden con poltica aquello que acabara con la poltica y presentan lo que sera una catstrofe
como si perteneciera a la naturaleza del asunto y fuera, por lo tanto, inevitable. Tras los prejuicios
contra la poltica se encuentran hoy da, es decir, desde la invencin de la bomba atmica, el temor
de que la humanidad provoque su desaparicin a causa de la poltica y de los medios de violencia
puestos a su disposicin, y unida estrechamente a dicho temor la esperanza de que la
humanidad ser razonable y se deshar de la poltica antes que de s misma (mediante un gobierno
mundial que disuelva el estado en una maquinaria administrativa, que resuelva los conflictos polticos
burocrticamente y que sustituya los ejrcitos por cuerpos policiales). Ahora bien, esta esperanza es
de todo punto utpica si por poltica se entiende cosa que generalmente ocurre una relacin
entre dominadores y dominados. Bajo este punto de vista, en lugar de una abolicin de lo poltico
obtendramos una forma desptica de dominacin ampliada hasta lo monstruoso, en la cual el abismo
entre dominadores y dominados tomara unas proporciones tan gigantescas que ni siquiera seran
posibles las rebeliones, ni mucho menos que los dominados controlasen de alguna manera a los
dominadores. Tal carcter desptico no se altera por el hecho de que en este rgimen mundial no
pueda sealarse a ninguna persona, a ningn dspota, ya que la dominacin burocrtica, la
dominacin a travs del anonimato de las oficinas, no es menos desptica porque nadie la ejerza.
Al contrario, es todava ms temible, pues no hay nadie que pueda hablar con este Nadie ni protestar
ante l. Pero si entendemos por poltico un mbito del mundo en que los hombres son primariamente
activos y dan a los asuntos humanos una durabilidad que de otro modo no tendran, entonces la
esperanza no es en absoluto utpica. Eliminar a los hombres en tanto que activos es algo que ha
ocurrido con frecuencia en la historia, slo que no a escala mundial bien sea en la forma (para
nosotros extraa y pasada de moda) de la tirana, en la que la voluntad de un solo hombre exiga va
libre, bien sea en la forma del totalitarismo moderno
Introduccin a la poltica II. Tiene la poltica todava algn sentido? el sentido de la poltica: es la
libertad
Para liberarnos del prejuicio de que el milagro es un fenmeno genuina y exclusivamente religioso, en
el que algo ultraterrenal y sobrehumano irrumpe en la marcha de los asuntos humanos o de los
1
cursos naturales, quizs convenga tener presente que el marco completo de nuestra existencia real:
la existencia de la Tierra, de la vida orgnica sobre ella, del gnero humano, se basa en una especie
de milagro. Pues desde el punto de vista de los procesos universales y de la probabilidad que los
rige, la cual puede reflejarse estadsticamente, ya el slo nacimiento de la Tierra es una
improbabilidad infinita. Lo mismo ocurre con el nacimiento de la vida orgnica a partir del desarrollo
de la naturaleza inorgnica o con el nacimiento de la especie humana a partir de la evolucin de la
vida orgnica
La diferencia decisiva entre las improbabilidades infinitas en que consiste la vida humana terrena y
los acontecimientosmilagro [EreignisWunder.] en el mbito de los asuntos humanos mismos es
naturalmente que en ste hay un taumaturgo (Mago, persona capaz de realizar milagros o hechos
prodigiosos) y que es el propio hombre quien, de un modo maravilloso y misterioso, est dotado para
hacer milagros. Este don es lo que en el habla habitual llamamos la accin [das Handeln.]. A la
accin le es peculiar poner en marcha procesos cuyo automatismo parece muy similar al de los
procesos naturales, y le es peculiar sentar un nuevo comienzo, empezar algo nuevo, tomar la
iniciativa o, hablando kantianamente, comenzar por s mismo una cadena. El milagro de la libertad
yace en este podercomenzar [AnfangenKnnen.] que a su vez estriba en el factum (hecho) de que
todo hombre en cuanto por nacimiento viene al mundo que ya estaba antes y continuar despus
es l mismo un nuevo comienzo
Esta idea de que la libertad es idntica a comienzo
Por lo tanto, si esperar milagros es un rasgo del callejn sin salida a que ha ido a parar nuestro
mundo, de ninguna manera esta esperanza nos saca del mbito poltico originario. Si el sentido de la
poltica es la libertad, es en este espacio y no en ningn otro donde tenemos el derecho a
esperar milagros. No porque creamos en ellos sino porque los hombres, en la medida en que pueden
actuar, son capaces de llevar a cabo lo improbable e imprevisible y de llevarlo a cabo continuamente,
lo sepan o no. La pregunta de si la poltica tiene todava algn sentido, aun cuando acabe en la fe en
milagros y dnde debera acabar, si no?, nos conduce inevitablemente de nuevo a la pregunta
por el sentido de la poltica.
Max Weber (1964-1920) Fragmentos de texto La poltica como vocacin2
Qu entendemos por poltica?...Por poltica entenderemos solamente la direccin o la influencia
sobre la direccin de una asociacin poltica, es decir, en nuestro tiempo, de un Estado
Estado es aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio (el territorio es el
elemento distintivo), reclama (con xito) para s el monopolio de la violencia fsica legtima. Lo
especfico de nuestro tiempo es que a todas las dems asociaciones e individuos slo se les concede
el derecho a la violencia fsica en la medida que el Estado lo permite. El Estado es la nica fuente del
derecho a la violencia. Poltica significar, pues, para nosotros, la aspiracin a participar en el poder
o a influir en la distribucin del poder entre los distintos Estados o, dentro de un mismo Estado, entre
los distintos grupos de hombres que lo componen
Quien hace poltica aspira al poder; al poder como medio para la consecucin de otros fines
(idealistas o egostas) o al poder por el poder, para gozar del sentimiento de prestigio que l
confiere
El Estado, como todas las asociaciones polticas que histricamente lo han precedido, es una
relacin de dominacin de hombres sobre hombres, que se sostiene por medio de la violencia
legtima (es decir, de la que es vista como tal). Para subsistir necesita, por tanto, que los dominados
acaten la autoridad que pretenden tener quienes en ese momento dominan. Cundo y por qu
hacen esto? Sobre qu motivos internos de justificacin y sobre qu medios externos se apoyan
esta dominacin?
En principio (para comenzar por ellos) existen tres tipos de justificaciones internas, de fundamentos
de legitimidad de una dominacin. En primer lugar, la legitimidad del eterno ayer, de la costumbre
consagrada por su inmemorial validez y por la consuetudinaria orientacin de los hombres hacia su
respeto. Es la legitimidad tradicional, como la que ejercan los patriarcas y los prncipes
patrimoniales de viejo cuo. En segundo trmino, la autoridad de la gracia (carisma) personal y
extraordinaria, la entrega puramente personal y la confianza, igualmente personal, en la capacidad
para las revelaciones, el herosmo u otras cualidades de caudillo que un individuo posee. Es esta
autoridad carismtica la que detentaron los profetas o, en el terreno poltico, los jefes guerreros
elegidos, los gobernantes plebiscitarios, los grandes demagogos o los jefes de los partidos polticos.
Tenemos, por ltimo, una legitimidad basada en la legalidad, en la creencia en la validez de preceptos
legales y en la competencia objetiva fundada sobre normas racionalmente creadas, es decir, en la
orientacin hacia la obediencia a las obligaciones legalmente establecidas; una dominacin como la
2
que ejercen el moderno servidor del Estado y todos aquellos titulares del poder que se asemejan a
l
obediencia nos encontramos siempre con uno de estos tres tipos puros. Estas ideas de la
legitimidad y su fundamentacin interna son de suma importancia para la estructura de dominacin.
Los tipos puros se encuentran, desde luego, muy raramente en la realidad, pero hoy no podemos
ocuparnos aqu de las intrincadas modificaciones, interferencias y combinaciones de estos tipos
puros
el Estado moderno es una asociacin de dominacin con carcter institucional que ha tratado, con
xito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia fsica legtima como medio de dominacin y
que, a este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de su dirigente y ha expropiado a
todos los funcionarios estamentales que antes disponan de ellos por derecho propio, sustituyndolos
con sus propias jerarquas supremas.
Ahora bien, en el curso de este proceso poltico de expropiacin que, con xito mudable, se
desarroll en todos los pases del globo, han aparecido, inicialmente como servidores del prncipe, las
primeras categoras de polticos profesionales en un segundo sentido, de gentes que no queran
gobernar por s mismas, como los caudillos carismticos, sino que actuaban al servicio de jefes
polticos...
Aclaremos bien, antes de seguir adelante, lo que la existencia de estos polticos profesionales
representa desde todos los puntos de vista. Se puede hacer poltica (es decir, tratar de influir sobre
la distribucin del poder entre las distintas configuraciones polticas y dentro de cada una de ellas)
como poltico ocasional, como profesin secundaria o como profesin principal, exactamente lo
mismo que sucede en la actividad econmica. Polticos ocasionales lo somos todos nosotros
cuando depositamos nuestro voto, aplaudimos o protestamos en una reunin poltica, hacemos un
discurso poltico o realizamos cualquier otra manifestacin de voluntad de gnero anlogo, y para
muchos hombres la relacin con la poltica se reduce a esto
Hay dos formas de hacer de la poltica una profesin. O se vive para la poltica o se vive de la
poltica. La oposicin no es en absoluto excluyente. Por el contrario, generalmente se hacen las dos
cosas, al menos idealmente; y, en la mayora de los casos, tambin materialmente. Quien vive para
la poltica hace de ello su vida en un sentido ntimo; o goza simplemente con el ejercicio del poder
que posee, o alimenta su equilibrio y su tranquilidad con la conciencia de haberle dado un sentido a
su vida, ponindola al servicio de algo. En este sentido profundo, todo hombre serio que vive para
algo vive tambin de ese algo. La diferencia entre vivir para y el vivir de se sita, pues, en un nivel
mucho ms grosero, en el nivel econmico. Vive de la poltica como profesin quien trata de hacer
de ella una fuente duradera de ingresos; vive para la poltica quien no se halla en este caso. Para
que alguien pueda vivir para la poltica en este sentido econmico, y siempre que se trate de un
rgimen basado en la propiedad privada, tienen que darse ciertos supuestos, muy triviales, si ustedes
quieren: en condiciones normales, quien as viva ha de ser econmicamente independiente de los
ingresos que la poltica pueda proporcionarle. Dicho de la manera ms simple: tiene que tener un
patrimonio o una situacin privada que le proporcione entradas suficientes
Quien vive para la poltica tiene que ser adems econmicamente libre, esto es, sus ingresos no
han de depender del hecho de que l consagre a obtenerlos todo o una parte importante de su
trabajo personal y sus pensamientos. Plenamente libre en este sentido es solamente el rentista, es
decir, aquel que percibe una renta sin trabajar, sea que esa renta tenga su origen en la tierra, como
es el caso de los seores del pasado o los terratenientes y los nobles de la actualidad (en la
Antigedad y en la Edad Media haba tambin rentas procedentes de los esclavos y los siervos), sea
que proceda de valores burstiles u otras fuentes modernas. Ni el obrero ni el empresario (y esto hay
que tenerlo muy en cuenta), especialmente el gran empresario moderno, son libres en este sentido.
Pues tambin el empresario, y precisamente l, est ligado a su negocio y no es libre, y mucho
menos el empresario industrial que el agrcola, dado el carcter estacional de la agricultura
Foucault, Michel Fragmento de texto Vigilar y castigar.3 "Cuando hayan formado as la cadena de
las ideas en la cabeza de sus ciudadanos, podrn entonces jactarse de conducirlos y de ser sus
amos. Un dspota imbcil puede obligar a unos esclavos con unas cadenas de hierro; pero un
verdadero poltico ata mucho ms fuertemente por la cadena de sus propias ideas. Sujeta el primer
cabo al plano fijo de la razn; lazo tanto ms fuerte cuanto que ignoramos su textura y lo creemos
obra nuestra; la desesperacin y el tiempo destruyen los vnculos de hierro y de acero, pero pueden
nada contra la unin habitual de las ideas, no hacen sino estrecharla ms; y sobre las flojas fibras del
cerebro se asienta la base inquebrantable de los Imperios ms slidos"

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Antonio Gramsci (1891-1937) Fragmentos sobre texto Notas sobre Maquiavelo sobre la
poltica y el Estado Moderno4
Elementos de poltica. El primer elemento es el de que existen realmente gobernados y
gobernantes, dirigentes y dirigidos. Toda la ciencia y el arte poltico se basan en este hecho
primordial, irreductible (en ciertas condiciones generales). Sus orgenes constituyen un problema en
s, que deber ser estudiado en s (por lo menos podr, y deber estudiarse cmo atenuar y hacer
desaparecer el hecho mutando aquellas condiciones que sean identificadas como actuantes en este
sentido), pero permanece la consideracin de que existen dirigentes y dirigidos, gobernantes y
gobernados. Partiendo de este hecho habr que analizar cmo dirigir de la manera ms eficaz (dados
ciertos fines) y por lo tanto cmo preparar de la mejor forma a los dirigentes (y en esto consiste
precisamente la primera seccin de la ciencia y del arte poltico). Pero habr que analizar adems,
por otro lado, cmo se conocen las lneas de menor resistencia o racionales para obtener la
obediencia de los dirigidos o gobernados. Para formar los dirigentes es fundamental partir de la
siguiente premisa: se quiere que existan siempre gobernados y gobernantes, o por el contrario, se
desean crear las condiciones bajo las cuales desaparezca la necesidad de la existencia de esta
divisin?, o sea se parte de la premisa de la perpetua divisin del gnero humano o se cree que tal
divisin es slo un hecho histrico, que responde a determinadas condiciones? Sin embargo, es
necesario tener claro que la divisin entre gobernados y gobernantes, si bien en ltima instancia
corresponde a una divisin de grupos sociales, existe tambin, en el seno del mismo grupo, aunque
este sea homogneo desde el punto de vista social. En cierto sentido, se puede decir que tal producto
de la divisin del trabajo, es un hecho tcnico
Dado que tambin en el mismo grupo existe la divisin entre gobernantes y gobernados, es preciso
fijar algunos principios inderogables. Y es justamente en este terreno donde ocurren los "errores" ms
graves, donde se manifiestan las incapacidades ms criminales y difciles de corregir. Se cree que,
una vez planteado el principio de la homogeneidad de un grupo, la obediencia no slo debe ser
automtica y existir sin una demostracin de su "necesidad" y racionalidad, sino que debe ser
tambin indiscutible (algunos piensan y lo que es peor actan segn este pensamiento, que la
obediencia "vendr" sin ser exigida, sin que sea indicada la va a seguir). Es as difcil extirpar de los
dirigentes () la conviccin de que una cosa ser hecha porque el dirigente considera justo y racional
que as sea. Si no fuera hecha, la "culpa" ser asignada a quienes "habran debido", etc. De all que
sea difcil tambin extirpar el hbito criminal del descuido en el esfuerzo por evitar sacrificios intiles.
Y sin embargo, el sentido comn muestra que la mayor parte de los desastres colectivos (polticos)
ocurren porque no se ha tratado de evitar el sacrificio intil, o se ha demostrado no tener en cuenta el
sacrificio ajeno y se jug con la piel de los dems. Cada uno habr odo narrar a los oficiales del
frente cmo los soldados arriesgaban realmente la vida cuando realmente era necesario, pero cmo
en cambio se rebelaban cuando eran descuidados. Una compaa era capaz de ayunar varios das si
vea que los vveres no alcanzaban por razones de fuerza mayor, pero se amotinaba si por descuido
o burocratismo se omita una sola comida
Planteado el principio de que existen dirigentes y dirigidos, gobernantes y gobernados, es verdad
que los "partidos" son hasta ahora el modo ms adecuado de formar los dirigentes y la capacidad de
direccin (los "partidos" pueden presentarse bajo los nombres ms diversos, an con el nombre de
anti-partido y de "negacin de los partidos". En realidad, los llamados "individualistas" son tambin
hombres de partido, slo que desearan ser "jefes de partido" por la gracia de Dios o por la
imbecilidad de quienes lo siguen).
Karl Marx (1818-1883), Friedrich Engels5 (1820-1895): Fragmentos de texto Manifiesto del
Partido Comunista.
Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de
clases.
Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una
palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeados en una lucha ininterrumpida,
velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la
transformacin revolucionaria de todo el rgimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.
La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha abolido los
antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de
opresin, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas.
Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez ms abiertamente, en dos grandes campos
enemigos, en dos grandes clases antagnicas: la burguesa y el proletariado.

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De los siervos de la Edad Media nacieron los componentes de los primeros Municipios; de esta
poblacin municipal salieron los elementos constitutivos de la burguesa.
A cada etapa de avance recorrida por la burguesa corresponde una nueva etapa de progreso
poltico. Clase oprimida bajo el mando de los seores feudales, la burguesa forma en la comuna
una asociacin autnoma y armada para la defensa de sus intereses; en unos sitios se organiza en
repblicas municipales independientes; en otros forma el tercer estado tributario de las monarquas;
en la poca de la manufactura es el contrapeso de la nobleza dentro de la monarqua feudal o
absoluta y el fundamento de las grandes monarquas en general, hasta que, por ltimo, implantada la
gran industria y abiertos los cauces del mercado mundial, se conquista la hegemona poltica y crea el
moderno Estado representativo. Hoy, el Poder pblico viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de
administracin que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.
La burguesa ha desempeado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente
revolucionario. Dondequiera que se instaur, ech por tierra todas las instituciones feudales,
patriarcales e idlicas. Desgarr implacablemente los abigarrados lazos feudales que unan al hombre
con sus superiores naturales y no dej en pie ms vnculo que el del inters escueto, el del dinero
contante y sonante, que no tiene entraas. Ech por encima del santo temor de Dios, de la devocin
mstica y piadosa, del ardor caballeresco y la tmida melancola del buen burgus, el jarro de agua
helada de sus clculos egostas. Enterr la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas
innumerables libertades escrituradas y bien adquiridas a una nica libertad: la libertad ilimitada de
comerciar. Sustituy, para decirlo de una vez, un rgimen de explotacin, velado por los cendales de
las ilusiones polticas y religiosas, por un rgimen franco, descarado, directo, escueto, de explotacin.
La burguesa despoj de su halo de santidad a todo lo que antes se tena por venerable y digno de
piadoso acontecimiento. Convirti en sus servidores asalariados al mdico, al jurista, al poeta, al
sacerdote, al hombre de ciencia.
La burguesa no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la
produccin, que tanto vale decir el sistema todo de la produccin, y con l todo el rgimen social. Lo
contrario de cuantas clases sociales la precedieron, que tenan todas por condicin primaria de vida
la intangibilidad del rgimen de produccin vigente. La poca de la burguesa se caracteriza y
distingue de todas las dems por el constante y agitado desplazamiento de la produccin, por la
conmocin ininterrumpida de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinmica
incesantes. Las relaciones inconmovibles y mohosas del pasado, con todo su squito de ideas y
creencias viejas y venerables, se derrumban, y las nuevas envejecen antes de echar races. Todo lo
que se crea permanente y perenne se esfuma, lo santo es profanado, y, al fin, el hombre se ve
constreido, por la fuerza de las cosas, a contemplar con mirada fra su vida y sus relaciones con los
dems.
La necesidad de encontrar mercados espolea a la burguesa de una punta a otra del planeta. Por
todas partes anida, en todas partes construye, por doquier establece relaciones.
La burguesa, al explotar el mercado mundial, da a la produccin y al consumo de todos los pases un
sello cosmopolita. Entre los lamentos de los reaccionarios destruye los cimientos nacionales de la
industria. Las viejas industrias nacionales se vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya
instauracin es problema vital para todas las naciones civilizadas; por industrias que ya no
transforman como antes las materias primas del pas, sino las tradas de los climas ms lejanos y
cuyos productos encuentran salida no slo dentro de las fronteras, sino en todas las partes del
mundo. Brotan necesidades nuevas que ya no bastan a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del
pas, sino que reclaman para su satisfaccin los productos de tierras remotas. Ya no reina aquel
mercado local y nacional que se bastaba as mismo y donde no entraba nada de fuera; ahora, la red
del comercio es universal y en ella entran, unidas por vnculos de interdependencia, todas las
naciones. Y lo que acontece con la produccin material, acontece tambin con la del espritu. Los
productos espirituales de las diferentes naciones vienen a formar un acervo comn. Las limitaciones y
peculiaridades del carcter nacional van pasando a segundo plano, y las literaturas locales y
nacionales confluyen todas en una literatura universal.
La burguesa somete el campo al imperio de la ciudad. Crea ciudades enormes, intensifica la
poblacin urbana en una fuerte proporcin respecto a la campesina y arranca a una parte
considerable de la gente del campo al cretinismo de la vida rural. Y del mismo modo que somete el
campo a la ciudad, somete los pueblos brbaros y semibrbaros a las naciones civilizadas, los
pueblos campesinos a los pueblos burgueses, el Oriente al Occidente.
Las armas con que la burguesa derrib al feudalismo se vuelven ahora contra ella.

5
Y la burguesa no slo forja las armas que han de darle la muerte, sino que, adems, pone en pie a
los hombres llamados a manejarlas: estos hombres son los obreros, los proletarios.
En la misma proporcin en que se desarrolla la burguesa, es decir, el capital, desarrollase tambin el
proletariado, esa clase obrera moderna que slo puede vivir encontrando trabajo y que slo
encuentra trabajo en la medida en que ste alimenta a incremento el capital. El obrero, obligado a
venderse a trozos, es una mercanca como otra cualquiera, sujeta, por tanto, a todos los cambios y
modalidades de la concurrencia, a todas las fluctuaciones del mercado.
La extensin de la maquinaria y la divisin del trabajo quitan a ste, en el rgimen proletario actual,
todo carcter autnomo, toda libre iniciativa y todo encanto para el obrero. El trabajador se convierte
en un simple resorte de la mquina, del que slo se exige una operacin mecnica, montona, de
fcil aprendizaje. Por eso, los gastos que supone un obrero se reducen, sobre poco ms o menos, al
mnimo de lo que necesita para vivir y para perpetuar su raza. Y ya se sabe que el precio de una
mercanca, y como una de tantas el trabajo, equivale a su coste de produccin. Cuanto ms repelente
es el trabajo, tanto ms disminuye el salario pagado al obrero. Ms an: cuanto ms aumentan la
maquinaria y la divisin del trabajo, tanto ms aumenta tambin ste, bien porque se alargue la
jornada, bien porque se intensifique el rendimiento exigido, se acelere la marcha de las mquinas,
etc.
Cuanto menores son la habilidad y la fuerza que reclama el trabajo manual, es decir, cuanto mayor es
el desarrollo adquirido por la moderna industria, tambin es mayor la proporcin en que el trabajo de
la mujer y el nio desplaza al del hombre. Socialmente, ya no rigen para la clase obrera esas
diferencias de edad y de sexo. Son todos, hombres, mujeres y nios, meros instrumentos de trabajo,
entre los cuales no hay ms diferencia que la del coste
De todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesa no hay ms que una
verdaderamente revolucionaria: el proletariado. Las dems perecen y desaparecen con la gran
industria; el proletariado, en cambio, es su producto genuino y peculiar.
Los elementos de las clases medias, el pequeo industrial, el pequeo comerciante, el artesano, el
labriego, todos luchan contra la burguesa para salvar de la ruina su existencia como tales clases. No
son, pues, revolucionarios, sino conservadores. Ms todava, reaccionarios, pues pretenden volver
atrs la rueda de la historia. Todo lo que tienen de revolucionario es lo que mira a su trnsito
inminente al proletariado; con esa actitud no defienden sus intereses actuales, sino los futuros; se
despojan de su posicin propia para abrazar la del proletariado.
Las condiciones de vida de la vieja sociedad aparecen ya destruidas en las condiciones de vida del
proletariado. El proletario carece de bienes. Sus relaciones con la mujer y con los hijos no tienen ya
nada de comn con las relaciones familiares burguesas; la produccin industrial moderna, el moderno
yugo del capital, que es el mismo en Inglaterra que en Francia, en Alemania que en Norteamrica,
borra en l todo carcter nacional. Las leyes, la moral, la religin, son para l otros tantos prejuicios
burgueses tras los que anidan otros tantos intereses de la burguesa
Por su forma, aunque no por su contenido, la campaa del proletariado contra la burguesa empieza
siendo nacional. Es lgico que el proletariado de cada pas ajuste ante todo las cuentas con su propia
burguesa.
La existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condicin esencial la
concentracin de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formacin e incremento
constante del capital; y ste, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado. El trabajo asalariado
Presupone, inevitablemente, la concurrencia de los obreros entre s. Los progresos de la industria,
que tienen por cauce automtico y espontneo a la burguesa, imponen, en vez del aislamiento de los
obreros por la concurrencia, su unin revolucionaria por la organizacin. Y as, al desarrollarse la gran
industria, la burguesa ve tambalearse bajo sus pies las bases sobre que produce y se apropia lo
producido. Y a la par que avanza, se cava su fosa y cra a sus propios enterradores. Su muerte y el
triunfo del proletariado sin igualmente inevitables.
DEFINICIONES
Sistema o modo de produccin: capitalismo
Rgimen social o Relaciones sociales de produccin: Las que se establecen entre los propietarios de
los medios de produccin y los productores directos de un proceso de produccin determinado:
Relacin de explotador-explotado: Los propietarios de los medios de produccin viven a costa del
trabajo de los pro ductores directos: ESCLAVITUD (Edad Antigua), SERVIDUMBRE (Edad Media),
CAPITALISMO
Fuerzas productivas: Conjunto de los medios de produccin y de los hombres que los emplean para
producir bienes materiales. La parte material de las fuerzas productivas, ante todos los medios de
6
trabajo, constituye la base material y tcnica de la [sociedad]. Las fuerzas productivas estn
constituidas por el hombre, las formas y medios que ste utiliza para actuar sobre la naturaleza (y
tambin sobre objetos con cierto grado de elaboracin), en el proceso de produccin
Cosmopolita: Que es comn a gran nmero de pases.
2. Hegemona. Crisis. Ideologa. Intelectuales. Estructura y superestructura.
Antonio Gramsci6. Hegemona y Bloque Histrico
Las clases sociales, dominadas o subordinadas, participan de una concepcin del mundo que les es
impuesta por las clases dominantes. Y la ideologa de las clases dominantes corresponde a su
funcin histrica y no a los intereses y a la funcin histrica --todava inconsciente-- de las clases
dominadas. He aqu pues la ideologa de las clases, o de la clase dominante influyendo sobre las
clases subordinadas, obrera y campesina, por varios canales, a travs de los cuales la clase
dominante construye su propia influencia espiritual, su capacidad de plasmar la conciencia de toda la
colectividad, su hegemona. Uno de estos canales es la escuela. Caracteriza en la divisin escuela
profesional y gimnasio-liceo, la tpica fractura de clase de la escuela italiana: la escuela profesional
para los que irn a trabajar en actividades subalternas y el gimnasio-liceo para los cuadros dirigentes
de la sociedad. Otra va intermediaria es la religin, la Iglesia. El catecismo, considerado como un
libro fundamental, elaborado con extrema sabidura pedaggica, para imprimir precozmente a
grandes masas una determinada concepcin del mundo. Otra va para la educacin es el servicio
militar. La atencin de Gramsci est dedicada al manual del cabo, como un libro que, al formar a los
cabos, forma despus a los soldados e imprime toda una mentalidad.
Su atencin se dirige tambin a los peridicos locales, a los pequeos episodios de la cultura local, a
todas las manifestaciones del folclor. Es necesario estudiar el modo como se expresa una conciencia
todava subordinada; debe considerarse el elemento de espontaneidad relativa presente en ella,
porque slo partiendo de esta conciencia elemental podemos guiar a las masas hacia una conciencia
crtica.
La hegemona es esto: capacidad de unificar a travs de la ideologa y de mantener unido un bloque
social que, sin embargo, no es homogneo, sino marcado por profundas contradicciones de clase.
Una clase es hegemnica, dirigente y dominante, mientras con su accin poltica, ideolgica, cultural,
logra mantener junto a s un grupo de fuerzas heterogneas e impide que la contradiccin existente
entre estas fuerzas estalle, produciendo una crisis en la ideologa dominante y conduciendo a su
rechazo, el que coincide con la crisis poltica de la fuerza que est en el poder. Antonio
Gramsci.Cuadernos de la Crcel"
La hegemona tiende a construir un bloque histrico, o sea, a realizar una unidad de fuerzas sociales
y polticas diferentes y tiende a mantenerlo unido a travs de la concepcin del mundo que ella ha
trazado y difundido. La estructura y las superestructuras forman un bloque histrico.
La lucha por la hegemona debe involucrar todos los niveles de la sociedad: la base econmica, la
superestructura poltica y la superestructura espiritual. Antonio Gramsci.
"La supremaca de un grupo social se manifiesta de dos modos, como dominacin y como direccin
intelectual y moral. Un grupo social es dominante de los grupos adversarios, que tiende a liquidar o a
someter hasta con la fuerza armada, y es dirigente de los grupos afines y aliados. Un grupo social
puede, y tambin debe ser dirigente ya antes de conquistar el poder gubernamental. Es esta una de
las condiciones principales para la propia conquista del poder. Despus, cuando ejerce el poder y
tambin lo mantiene firmemente en sus manos se convierte en dominante, pero debe continuar
siendo tambin dirigente". Antonio Gramsci. Aqu junto a la nocin de hegemona viene inmersa la de
supremaca. La supremaca es dominio y direccin. Puede decirse que es dominio y hegemona. La
hegemona avanza al afirmarse la capacidad de direccin poltica, espiritual y moral de la que, hasta
ayer, era una clase subordinada.
La supremaca entra en crisis cuando se mantiene el dominio, pero disminuye la capacidad dirigente,
cuando la clase social que detenta el poder poltico no sabe ya dirigir, resolver los problemas de la
colectividad, cuando la concepcin del mundo que ella logr afirmar, es ahora rechazada. La clase
social hasta ayer subordinada se convierte a su vez en dirigente cuando sabe indicar concretamente
la solucin de los problemas; tiene una concepcin del mundo que conquista nuevos adherentes, que
unifica los sectores sociales que se forman en torno suyo. La hegemona ser entonces la ideologa
de la clase dirigente o fundamental al decir de Gramsci, y sostiene que para ser slidamente
establecida, necesita que la Sociedad Civil y la Sociedad Poltica estn igualmente desarrolladas y
orgnicamente ligadas: de esta manera la clase dominante podr utilizarlas alternativa y
armoniosamente para perpetuar su dominacin.
La direccin ideolgica de la sociedad se articula en tres niveles:
7
1. La ideologa propiamente dicha. La concepcin del mundo que se manifiesta implcitamente en el
arte, en el derecho, en la actividad econmica, en todas las manifestaciones de la vida intelectual y
colectiva. Slo las ideologas orgnicas, vale decir ligadas a una clase fundamental, son esenciales.
2. La estructura ideolgica, formada por organizaciones que crean y difunden la ideologa. Con el
desarrollo de la hegemona la ideologa se extiende a todas las actividades del grupo dirigente. Esta
crea una o ms capas de intelectuales que se especializan en cada uno de los aspectos de la
ideologa de ese grupo.
3. Material ideolgico, es decir, instrumentos tcnicos de difusin de ideologa (Sistema Escolar,
Medios de Comunicacin Masiva, Bibliotecas, etc...)
Por su parte, para mantener el ejercicio de la direccin ideolgica, poltica y cultural del bloque
histrico, (All estn los Ministros de Economa, los gerentes de Bancos, los asesores que se forman
en sus universidades en carreras de grado o en postgrados y especializaciones. La dirigencia poltica,
la docencia universitaria, los comunicadores sociales, los artistas reconocidos, los diseadores del
curriculum escolar, entre otros. El transformismo que menciona es un trmino tomado de Darwin para
explicar que las especies van cambiando y adaptndose y sobrevive el ms apto. En este caso el
intelectual orgnico) se recurre a intelectuales que, cuando no pertenecen a la clase dominante, son
sus empleados. Desde este punto de vista son el vnculo orgnico entre la estructura material y la
superestructura ideolgica.
Antonio Gramsci. Los cuadernos de la crcel. Observaciones sobre algunos aspectos de la
estructura de los partidos polticos en los periodos de crisis orgnica. En ciertos momentos de
su vida histrica, los grupos sociales se separan de sus partidos tradicionales. Esto significa que los
partidos tradicionales, con la forma de organizacin que presentan, con los determinados hombres
que los constituyen, representan y dirigen, ya no son reconocidos como expresin propia de su clase
o de una fraccin de esta. Cuando tales crisis se manifiestan, la situacin inmediata se torna delicada
y peligrosa, porque el terreno es propicio para soluciones de fuerza, para la actividad de potencias
oscuras, representadas por hombres providenciales o carismticos.
Cmo se forman estas situaciones de contraste entre "representados y representantes" que desde
el terreno de los partidos (organizaciones de partido en sentido estricto, campo electoral
parlamentario, organizacin periodstica) se trasmiten a todo el organismo estatal, reforzando la
posicin relativa del poder de la burocracia (civil y militar), de las altas finanzas, de la iglesia, y en
general de todos los organismos relativamente independientes a las fluctuaciones de la opinin
pblica? En cada pas el proceso es diferente, aunque el contenido sea el mismo. Y el contenido es la
crisis de hegemona de la clase dirigente que ocurre sea porque dicha clase fracas en alguna gran
empresa poltica para la cual demand o impuso por la fuerza el consenso de las grandes masas (la
guerra por ejemplo) o bien porque vastas masas (especialmente de campesinos y de pequeo
burgueses intelectuales) pasaron bruscamente de la pasividad poltica a una cierta actividad y
plantearon reivindicaciones que en su catico conjunto constituyen una revolucin. Se habla de "crisis
de autoridad" y esto es justamente la crisis de hegemona, o crisis del estado en su conjunto.
Norberto Bobbio7 (1909-2004) Ideologa: hay una diferenciacin establecida por este autor italiano,
entre un significado que l llama dbil, conceptualiza la ideologa como un conjunto de ideas y valores
concernientes al orden poltico cuya funcin es guiar los comportamientos polticos colectivos. Esta es
la acepcin ms consensuada del trmino. Por otro lado, en su significado fuerte, este autor italiano
se apoya en la nocin marxista segn la cual la ideologa remite a la falsa conciencia determinada por
las relaciones de dominacin existentes entre las clases sociales.
Karl Marx8 La ideologa Alemana
Los hombres son los productores de sus representaciones, de sus ideas, etc., pero los hombres son
reales y actuantes, tal y como se hallan condicionados por un determinado desarrollo de sus fuerzas
productivas y por el intercambio que a l corresponde, hasta llegar a sus formaciones ms amplias.
La conciencia no puede ser nunca otra cosa que el ser consciente, y el ser de los hombres es su
proceso de vida real. Y si en toda la ideologa los hombres y sus relaciones aparecen invertidos como
en la cmara oscura, este fenmeno responde a su proceso histrico de vida, como la inversin de
los objetos al proyectarse sobre la retina responde a su proceso de vida directamente fsico.
Totalmente al contrario de lo que ocurre en la filosofa alemana, que desciende del cielo sobre la
tierra, aqu se asciende de la tierra al cielo. Es decir, no se parte de lo que los hombres dicen, se
representan o se imaginan, ni tampoco del hombre predicado, pensado, representado o imaginado,
para llegar, arrancando de aqu, al hombre de carne y hueso; se parte del hombre que realmente
acta y, arrancando de su proceso de vida real, se expone tambin el desarrollo de los reflejos
ideolgicos y de los ecos de este proceso de va. Tambin las formaciones nebulosas que se
8
condensan en el cerebro de los hombres son sublimaciones necesarias de su proceso material de
vida, proceso empricamente registrable y sujeto a condiciones materiales. La moral, la religin, la
metafsica y cualquier otra ideologa y las formas de conciencia que a ellas corresponden pierden,
as, la apariencia de su propia sustantividad. No tienen su propia historia ni su propio desarrollo, sino
que los hombres que desarrollan su produccin material y su intercambio material cambian tambin,
al cambiar esta realidad, su pensamiento y los productos de su pensamiento. No es la conciencia la
que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia. Desde el primer punto de vista, se
parte de la conciencia como del individuo viviente; desde el segundo punto de vista, que es el que
corresponde a la vida real, se parte del mismo individuo real viviente y se considera la conciencia
solamente como su conciencia."
3. Contractualismo
Thomas Hobbes9 1588- John Locke10 1632-1704 Jean J. Rousseau11 1712-1778
1651
El hombre es un ser pre Qu lleva a los hombres a pactar? El soberano deriva su
social. El estado de Todos los hombres gozan en el existencia de la legitimidad del
naturaleza es un estado de estado natural de libertad para contrato, no puede jams
guerra. Durante el tiempo ordenar sus acciones y disponer de obligarse, ni an con los otros a
en que los hombres viven sus personas y bienes como lo nada que derogue ese acto
sin un poder comn que los tuvieren en bien, dentro de los primitivo. El cuerpo soberano
atemorice a todos, es una lmites del poder natural, sin pedir no puede tener inters contrario
guerra tal que es la de permiso o depender de la voluntad al de sus miembros por
todos contra todos. Los de otro hombre alguno. Estado de consiguiente, la soberana no
hombres son iguales por igualdad, en que todo poder y tiene la necesidad de dar
naturaleza, viven sin otra jurisdiccin es recproco, sin que al ninguna garanta a sus
seguridad que la que su uno competa ms que al otro, no sbditos, porque es imposible
propia fuerza y su propia habiendo nada ms evidente que el que el cuerpo quiera perjudicar
invencin pueden hecho que criaturas de la misma a todos los miembros El
proporcionarle. No existe especie y rango, revueltamente pacto social encierra
propiedad, ni dominio, slo nacidas a todas e idnticas ventajas tcitamente el compromiso
pertenece a cada uno lo de la naturaleza, y al liso de las que por s slo puede dar
que puede tomar, y slo en mismas facultades, deberan fuerza a los otros, de que,
tanto que pueda asimismo ser iguales cada una entre cualquier que rehse obedecer
conservarlo, existe continuo todas las dems. El hombre a la voluntad general, ser
temor y peligro de muerte abandona su libertad y se somete al obligado a ello por todo el
violenta, y la vida del dominio de otro poder, porque en el cuerpo, lo cual no significa otra
hombre es solitaria, pobre, goce de su estado de naturaleza cosa sino que se le obligar a
tosca, embrutecida y breve. est expuesto a que lo invadan los ser libre; es decir que el
En la guerra de todos dems porque siendo todos tan hombre queda protegido de
contra todos nada es reyes como l y cada hombre su cualquier dependencia
injusto. La ley fundamental parejo, y la mayor parte personal. Cada hombre puede
de la naturaleza, cada observadores no estrictos de la tener una voluntad contraria a
hombre debe esforzarse justicia y equidad, el disfrute de la de la voluntad general que
por la paz, mientras tiene la bienes es ese estado es muy posee como ciudadano pero
esperanza de lograrla, y inestable. Ello lo hace desear el sera una injusticia la cual
cuando no puede abandono de una condicin que, causara la ruina del poder
obtenerla, debe buscar y aunque libre, llena est de temores y poltico. La voluntad general es
utilizar todas las ayudas y continuos peligros () El fin mayor y indestructible en tanto que
ventajas de la guerra. Las principal de los hombres que se varios hombres reunidos se
normas de paz las sugiere unen en comunidades polticas y se consideran un solo cuerpo, no
la razn y se logran por ponen bajo el gobierno de ella, es la tienen ms que una sola
consenso y son leyes de la preservacin de la propiedad En voluntad relativa a la comn
naturaleza. Esto es lo que estado natural falta una ley fija, conservacin y al bien
lleva a los hombres a reconocida, promulgada, recibida y general Los hombres
pactar el temor a la autorizada como patrn de bien y constituyen un poder, una
muerte, el deseo de las mal. En segundo lugar un juez mxima: SOBERANIA: es
cosas que son necesarias imparcial para determinar las inalienable e indelegable. El
para una vida confortable y diferencias entre los hombres segn soberano es un ser colectivo

9
la esperanza de obtenerlas la ley establecida. Y por ltimo un que est representado por el
por medio del trabajo. poder que sostenga y asista la mismo: el poder se transmite,
Deseo de abandonar la sentencia y de oportuna ejecucin. pero no la voluntad general. La
condicin de guerra, Abandona la condicin de zozobra voluntad general puede
consecuencia sta, de las que est llena de continuos temores nicamente dirigir las fuerzas
pasiones naturales de los y peligros y busca sociedad con del Estado de acuerdo con los
hombres. El hombre otros. El hombre busca sociedad fines de su institucin, que es el
necesita un poder visible con otros para mutua preservacin bien comn, ya que los
que lo tenga a raya y lo de sus vidas, libertades y haciendas. intereses particulares hicieron
sujete, por temor al castigo, En cuanto a los actos injustos del necesario el establecimiento de
a la realizacin de sus soberano el pueblo se puede revelar la sociedad, la conformidad de
pactos y a la observancia contra el soberano, su autoridad los intereses fueron los que
de las leyes de la est limitada por LEY. Todos por hicieron posible su existencia.
naturaleza. Es entonces igual se deben someter a la ley. Los Soberano colectivo, se
cuando se genera el hombres pueden revelarse cuando transmite poder no voluntad
Estado, una gran multitud el soberano no respeta la ley; ya que general. La soberana es
de pactos mutuos, ha sido el fin del estado por pacto, es el bien indivisible: porque la voluntad
instituida por cada uno comn y la proteccin de la es general, constituye un acto
como autor, al objeto que propiedad. Cuando el soberano no de soberana y es ley. La
pueda utilizar la fortaleza y se somete a la ley se rompe el pacto voluntad es general y se divide
medios de todos, como lo y se regresa al estado de por los fines u objetivos en
juzgue oportuno, para naturaleza. Es lcito que el sbdito y Poder Ejecutivo, Poder
asegurar la paz y defensa sociedad civil se revele porque el Legislativo y Poder Judicial.
comn. soberano al no cumplir la ley ya se
revel.

4. Estado. Nacin. Oligarqua. Modelos de Estado.


Waldo Ansaldi12 (1943- ****) Oligarqua
una redefinicin terica del trmino oligarqua, con el objeto de convertirlo en un concepto, en una
categora analtica. Consecuentemente, sostengo aqu que:
1) oligarqua no es una clase social;
2) en tanto categora histrica (descriptiva o identificatoria), oligarqua es un trmino polismico,
unvoco;
3) oligarqua es una categora poltica que designa una forma de ejercicio de la dominacin,
caracterizada por su concentracin y la angosta base social, es decir, por la exclusin de la mayora
de la sociedad de los mecanismos de decisin poltica; es fundamentalmente coercitiva y cuando
existe consenso de las clases subalternas, ste es pasivo;
4) la dominacin oligrquica puede ser ejercida por clases, fracciones o grupos sociales (incluyendo
redes familiares) diversos, v. gr., terratenientes no capitalistas, terratenientes capitalistas, burgueses
y/o una alianza de clases o fracciones de ellas;
5) siendo una forma de organizacin y ejercicio de la dominacin y no una clase, oligarqua define un
tipo de rgimen o de Estado, el rgimen o Estado oligrquico, al cual no se opone el rgimen o
Estado burgus o capitalista, sino el democrtico; dicho de otro modo, la forma contradictoria de la
oligarqua como dominacin poltica es la democracia;
6) la dominacin oligrquica se construye a partir de la hacienda, considerada matriz de las
sociedades latinoamericanas; en tal sentido, la institucin familia constituye el locus inicial de
gestacin de las alianzas de "notables", transferido luego a otras instituciones semipblicas o
prolongacin pblica del espacio privado (clubes de diverso tipo) y/o esencialmente pblicas
("partidos" y sobre todo el Parlamento);
7) el ejercicio oligrquico de la dominacin genera un modo de ser tambin oligrquico, en cuya
definicin intervienen valores tales como linaje, tradicin, raza, ocio, dinero
Benedict Anderson13 (1936-2015) La construccin del Estado-nacin: Como todos los Estados
modernos, el argentino es un Estado-Nacin. Se trata de una unidad poltico-administrativa,
econmica y cultural, que surgi por la confluencia histrica de elementos materiales y simblicos.
Los elementos materiales se vinculan a la creacin, en un territorio determinado, de un mercado de
produccin y trabajo unificado, de un sistema de transporte y de una red de centros poblados. Los
elementos simblicos implican la difusin y la aceptacin de imgenes, valores y sentimientos de

10
pertenencia a una sociedad territorialmente delimitada. La nacin: una comunidad poltica imaginada
como inherentemente limitada y soberana. Es imaginada porque aun los miembros de la nacin ms
pequea no conocern jams la mayora de sus compatriotas, no los vern ni oirn siquiera hablar
de ellos, aunque en la mente de todos ellos vive la imagen de su comunin.
(...) La nacin se imagina limitada porque la mayor parte de las naciones, que alberga tal vez a mil
millones de seres humanos vivos, tiene fronteras finitas, aunque elsticas, ms all de las cuales se
encuentran otras naciones .Ninguna nacin se imagina con las dimensiones de la humanidad (...) Se
imagina soberana porque el concepto naci en la poca en la que la Ilustracin y la Revolucin
estaban destruyendo la legitimidad del reino dinstico jerrquico, divinamente ordenado (...) El Estado
soberano es la garanta y el emblema de esa libertad. Por ltimo, la nacin se imagina como
comunidad porque, independientemente de la desigualdad y la explotacin que, en efecto, puedan
prevalecer en cada casa se concibe siempre como un compaerismo profundo, horizontal. En ltima
instancia, es esta fraternidad la que ha permitido, durante los ltimos dos siglos, que tantos millones
de personas maten y; sobre todo estn dispuestas a morir por imaginaciones tan limitadas.
Alicia Iriarte14 Modelos de Estado en Argentina.
Liberal oligrquico De Binestar Burocrtico- Neoliberal
Segunda mitad del Este modelo de estado autoritario Desde fines de la
siglo XIX. Gobierno es producto de la crisis En 1966 y en la dcada del 70 comienza
central. Centralizacin del capitalismo del 30 dcada del 70-se inicia a dejarse atrs un
del poder poltico. y la sustitucin de esta fase. Exclusin modelo basado en la
Concurso de una importaciones en los poltica y la presencia industrializacin
fuerza militar. pases perifricos. de corporaciones sustitutiva, la poltica de
Formacin de un Pierde hegemona el industriales al poder. masas y el desarrollo
mercado nacional, sector oligrquico. Supona que la industrial; se asiste a la
unific el espacio Nuevos actores, el restriccin al proyecto crisis de ese modelo de
interior para integrarlo empresariado de desarrollo y industrializacin
en la economa industrial y el modernizacin del pas sustitutiva basado en le
internacional. Ingreso proletariado urbano. resida en la demanda interna.
de capitales Fin del laissez faire. conflictividad social, en Posturas
extranjeros. Modelo Carcter estatista: la forma en que se neoconservadoras
agroexportador: intervencin, por su haba realizado la diagnosticaron la crisis
divisin internacional accin en forma de incorporacin de la del estado de bienestar
del trabajo por la cual prestaciones sociales, clase obrera y la sealando el excesivo
Gran Bretaa era la direccin econmica y ineficacia de la poltica tamao adquirido por el
proveedora de distribucin del demoliberal. Fundado sector pblico, la
productos producto nacional. El en la hiptesis de una necesidad de reducir los
manufacturados estado deja de guerra interna de costos del Estado y
mientras que concebirse como carcter ideolgico, fomentando el desarrollo
Argentina era la gendarme y exclusivo articulada en torno al de un amplio sector
proveedora de protector de los conflicto entre privado de servicios. En
materias primas. derechos individuales capitalismo y los 80 la crisis de la
Incorporacin de una para convertirse en comunismo. El deuda y la hiperinflacin
gran masa garante de los diagnstico: dan paso al
inmigratoria derechos sociales. El movilizacin de masas asentamiento del
proveniente de modelo de que desbordaban al enfoque neoliberal que
Europa occidental. El acumulacin: estado, con el riesgo de destaca el excesivo
gobierno y los asuntos industrialismo una amenaza tamao adquirido por el
nacionales se sustitutivo que incontrolable para el sector pblico, crtica al
estructuraban de tal reemplaz al orden social vigente. exceso de burocracia y
forma que servan y agroexportador. Esta Sistema de exclusin la descontrolada
satisfacan a un nueva articulacin poltica y econmica, expansin del gasto
crculo restringido de Estado-sociedad despolitizante, se fiscal, promueve mayor
intereses y de signific el trnsito de corresponde con la libertad para el mercado.
individuos una poltica de etapa de profundizacin Nuevo modelo de
privilegiados de la incorporacin del capitalismo acumulacin el eje del
oligarqua. El sistema restringida a otra con perifrico y dependiente proceso econmico deja
poltico se caracteriz participacin ampliada pero tambin dotado de de ser el trabajador y su
por la constitucin de de nuevos sectores. una extensa organizacin pasa a ser
11
un rgimen de En la dcada del 60 industrializacin. Estado el mercado, el
partidos de notables, este estado benefactor militar que no dependa consumidor y el
con fuertes tuvo caractersticas de un caudillo, las management.
restricciones en la desarrollistas: posiciones superiores Privatizacin de
participacin, en tanto impulsado como idea de gobierno estaban empresas pblicas
se restringa el acceso fuerza por la CEPAL, ocupadas por personas prestadoras de servicios,
a la mayora a las era intervencionista que accedan descentralizacin,
decisiones. Se trat ms que estatista, provenientes de reduccin del papel del
de un modelo de Invierte la direccin del organizaciones estado en aspectos
amplias libertades movimiento y cambia complejas y altamente vinculados con la funcin
civiles y restringidas la conexin populista burocratizadas (fuerzas social del estado,
libertades polticas. El fundamental, armadas, grandes flexibilizacin laboral,
Estado adopt un rol centrndose empresas). Partidarios precarizacin de las
modernizador y primariamente en la del libre juego del relaciones laborales.
portador de un promocin del mercado, al que Garante de las nuevas
progreso identificado crecimiento conceban como el reglas de juego, de los
con el mundo cultural econmico, estructuras mbito por excelencia equilibrios
europeo occidental. tecnoburocrticas, de la libertad individual. macroeconmicos, la
Carcter elitista y aumento de la En tanto la esfera de competencia y la
autoritario. inversin y la responsabilidad del diferenciacin estado y
integracin a este estado deba ser sociedad civil, en un
proceso del capital subsidiaria. Estado marco de un modelo de
extranjero. gendarme sus acumulacin orientado al
funciones: garantizar y mercado externo.
resguardar el mercado
como rgano regulador
econmico y social
bsico.

5. Partidos Polticos
Norberto Bobbio. Anna Oppo15 Diccionario de Ciencia Poltica
Segn la definicin de Weber el p. es una asociacin [...] dirigida a un fin deliberado, ya sea ste
objetivo como la realizacin de un programa que tiene finalidades materiales o ideales, o personal,
es decir tendiente a obtener beneficios, poder y honor para los jefes y secuaces o si no tendiente a
todos estos fines conjuntamente. p. las organizaciones que surgen cuando el sistema poltico ha
alcanzado un cierto grado de autonoma estructural, de complejidad interna y divisin del trabajo que
signifique, por un lado un proceso de formacin de las decisiones polticas en la que participan varias
partes del sistema, y por otro lado que entre estas partes estn comprendidos, terica y
efectivamente, los representantes de aquellos a los que se refieren las decisiones polticas. De lo cual
deriva que en la nocin de p. entran todas aquellas organizaciones de la sociedad civil que surgen en
el momento en el que se reconoce, terica o prcticamente, al pueblo el derecho de participar en la
gestin de poder poltico y que con este fin se organizan y actan. En trminos generales puede
decirse que el nacimiento y el desarrollo de los p. est vinculado al problema de la participacin, es
decir al progresivo aumento de la demanda de participar en el proceso de formacin de las decisiones
polticas por parte de clases y estratos diversos de la sociedad. Esta demanda de participacin se
presenta de manera ms intensa en los momentos de grandes transformaciones econmicas y
sociales que trastornan la estructura tradicional de la sociedad y amenazan con modificar sus
relaciones de poder.
El partido de notables: Histricamente el origen de los p. se puede hacer remontar a la primera mitad
del siglo XIX, en Europa y en los Estados Unidos. Es el momento de la afirmacin del poder de la
clase burguesa y, desde un punto de vista poltico, es el momento de la difusin de las instituciones
parlamentarias o de la batalla poltica por su constitucin. En Inglaterra, el pas de tradiciones
parlamentarias ms largas, los p. hacen su aparicin con el Reform Act de 1832 que, ampliando el
sufragio, permiti que los estratos industriales y comerciales del pas participaran junto a la
aristocracia en la gestin de los negocios pblicos. Antes de esa fecha no puede hablarse en
Inglaterra de p.p. propiamente dichos: los dos grandes p. de la aristocracia, surgidos desde el siglo
XVIII y presentes desde entonces en el parlamento, no tenan fuera del mismo ninguna relevancia y

12
ningn tipo de organizacin; se trataba de simples etiquetas detrs de las cuales estaban los
representantes de un estrato homogneo, no dividido por conflictos de inters o diferencias
ideolgicas sustanciales, que adheran a uno o al otro grupo sobre todo por tradiciones locales o
familiares. Como afirma Weber, no eran ms que squitos de poderosas familias aristocrticas tanto
que cada vez que un Lord, por cualquier motivo, cambiaba p., todo lo que de l dependa pasaba
contemporneamente al p. opuesto. Este tipo de p. que en la literatura socio-lgica se llama p. de
notables haciendo referencia a su composicin social o p. de comit en consideracin a su
estructura organizativa o de representacin individual por el gnero de representacin que
expresaba es el que prevalece durante todo el siglo XIX en la mayor parte de los pases europeos.
Hay, obviamente, diferencias de un pas a otro, ya sea porque en algunos pases los p. surgieron
mucho ms tarde (en Alemania, por ejemplo, slo se puede hablar de p. despus de la revolucin de
1848 con la formacin de los p. liberales de la burguesa, y en Italia solamente despus de la
unificacin nacional) o ya sea porque las condiciones sociales y polticas que llevaron a su
constitucin fueron parcialmente distintas de las inglesas. Sin embargo puede afirmarse en general
que la entrada de la burguesa en la vida poltica estuvo signada por el desarrollo de una organizacin
partidaria basada en el comit y que mientras el sufragio fue limitado y la actividad poltica fue casi
exclusivamente una actividad parlamentaria de la burguesa, no hubo cambios en la estructura
partidaria.
El partido de aparato: En las dcadas que precedieron y que siguieron la terminacin del siglo XIX la
situacin comenz a cambiar como consecuencia del desarrollo del movimiento obrero. Las
transformaciones econmicas y sociales producidas por el proceso de industrializacin llevaron a la
escena poltica a las masas populares cuyas reivindicaciones se expresaron inicialmente en
movimientos espontneos de protesta, encontrando luego canales organizativos cada vez ms
complejos hasta la creacin de los p. de trabajadores. Es justamente con el surgimiento de los p.
socialistas -en Alemania en 1875, en Italia en 1892, en Inglaterra en 1900, en Francia en 1905- que
los p. asumen connotaciones absolutamente nuevas: un squito de masas, una organizacin
difundida y estable con un cuerpo de funcionarios retribuidos expresamente por desarrollar actividad
poltica y un programa poltico sistemtico.
Estas caractersticas respondan a exigencias especficas de los p. de trabajadores, ya sea por los
objetivos polticos que stos se proponan, ya sea por las condiciones sociales y econmicas de las
masas a las cuales se dirigan. Los movimientos socialistas haban nacido con el programa de
promover un nuevo modo de convivencia civil, de la que habran sido los creadores las clases
subalternas emancipadas social y polticamente. Con ese fin era necesario educar a las masas,
hacerlas polticamente activas y conscientes de su propio papel. Para lograr esto no era suficiente
una genrica agitacin poltica en la ocasin que representaban las elecciones ni asuma una gran
importancia la actividad parlamentaria. Era necesario que en el pas se desarrollara una estructura
organizativa estable y articulada, capaz de realizar una accin poltica continua que implicara el
mayor nmero posible de trabajadores y que tocase todas las esferas de su vida social. Adems era
necesario que a la actividad de educacin y propaganda y al trabajo organizativo se dedicaran
completamente personas calificadas, correspondientemente retribuidas por esto, ya que no era
posible que los trabajadores, con duros horarios de trabajo y bajos salarios, dedicaran a la actividad
polticas ms que algn recorte de su tiempo libre, ni que abandonasen el trabajo para dedicarse a la
poltica a simple ttulo honorario. Se presentaba tambin el problema del financiamiento del p.: al
faltar los notables que financiaban la actividad y la organizacin poltica, se introdujo el sistema de
las cuotas es decir las contribuciones peridicas que cada miembro debe dar al partido.
La estructura que se desarroll de ese modo tuvo una configuracin de tipo piramidal. En la base
estaban las uniones locales -crculos o secciones- con la tarea de encuadrar todos los miembros del
p. pertenecientes a un determinado mbito territorial (ciudad, barrio o pueblo). Las secciones tenan
reuniones peridicas en las que se discutan los principales problemas polticos y organizativos del
momento, se ocupaban de la actividad de propaganda y proselitismo y elegan los propios rganos
directivos internos adems de los propios representantes en los niveles superiores del partido. A su
vez las secciones estaban organizadas a nivel de circunscripcin electoral o a nivel provincial o
regional en federaciones, que constituan los rganos intermedios del p. con funciones
predominantemente de coordinacin. Finalmente, el vrtice estaba constituido por la direccin central
elegida por los delegados enviados por las secciones al congreso nacional que era el mximo rgano
deliberante del p., el que estableca la lnea poltica a la cual deban someterse todas las instancias
del p., desde las secciones hasta la direccin central. Todas las posiciones de responsabilidad tenan
carcter electivo, as como era obligacin de las asambleas del p. elegir los candidatos a las
13
elecciones. Estos ltimos, una vez elegidos, tenan un mandato imperativo y estaban obligados en
consecuencia a mantener una rgida disciplina de p. en su actividad parlamentaria.
Junto con la estructura partidaria propiamente dicha, los p. socialistas podan contar con una gran red
de organizaciones econmicas, sociales y culturales -sindicatos, cooperativas, organizaciones de
asistencia para los trabajadores y sus familias, crculos de difusin, peridicos e imprentas- que
actuaban como instrumentos de integracin social y contribuan en el reforzamiento de la identidad
poltica y de los valores que el p. propona. Esas organizaciones en general haban nacido antes que
el partido y haban contribuido a su fundacin: sin embargo el p. se preocupaba por reforzarlas y por
crear otras nuevas con el fin, justamente, de ampliar la propia presencia social.
La extensin y la complejidad de esta red organizativa indica cmo los p. socialistas, por lo menos en
las primeras dcadas de su historia, se preocuparon sobre todo de la movilizacin permanente de sus
adherentes y de la conquista de nuevos espacios de influencia, cada vez ms grandes, en el interior
de la sociedad civil, en el intento de agrandar la intensidad de la adhesin a su proyecto de gestin de
la sociedad. El momento electoral y la conquista de los puestos en el parlamento era importante
sobre todo como ocasin ulterior para signar la propia presencia entre las masas y como ulterior
instrumento de la propia batalla poltica, pero no constitua el objetivo principal del partido. Ms an
con mucha frecuencia el parlamento era considerado con una cierta desconfianza y el grupo
parlamentario del p. era sujeto de una particular vigilancia para que su comportamiento respondiese a
la lnea poltica decidida por los congresos nacionales y hecha respetar por la direccin.
El partido electoral de masas: La rpida expansin de los p. obreros estaba destinada a producir
cambios graduales tambin en los p. de la burguesa, especialmente luego de la introduccin del
sufragio universal y de la integracin parcial o total de los p. obreros en el sistema poltico. Al
comienzo los notables no se mostraron muy favorables a la formacin de p. de masas: haba habido
progresivas ampliaciones de la participacin en los crculos y en los comits electorales, y tambin se
haba tratado de unificar a nivel nacional el trabajo electoral y potenciarlo a travs del empleo de
personal poltico de tiempo completo; sin embargo el miedo de ver amenazada la propia funcin de
preeminencia por una democratizacin de sus p. o de ver cuestionada la propia concepcin de la
poltica o los propios criterios de gestin del poder produjeron en los notables una acentuada
hostilidad respecto de los p. de masas. Adems, teniendo en sus manos los principales resortes del
poder poltico y pudiendo accionar sobre el ejrcito y la burocracia, los p. de la burguesa pudieron
impedir por un cierto perodo la integracin poltica de los p. de trabajadores y neutralizar en
consecuencia su competencia en el mercado poltico. Solamente en Inglaterra, donde el p. laborista
fue rpidamente aceptado como legtimo aspirante al poder gubernativo, el p. conservador comenz
desde la terminacin de la primera guerra mundial su conversin en p. con participacin de masa. En
la Europa continental este proceso se produjo en general slo despus de la segunda guerra mundial,
cuando la mayor parte de los p. de comit estuvieron obligados a darse un aparato estable para una
eficaz actividad de propaganda, buscar un squito de masas y vinculaciones con grupos y
asociaciones de la sociedad civil capaz de dar al p. una base estable de consenso.
Sin embargo, a diferencia de los p. de trabajadores, estos p. han tenido y tienen como caracterstica
distintiva la movilizacin de los electores ms que de los inscriptos. Dotados con una organizacin
parcialmente calcada de los p. obreros -con secciones, federaciones, direccin centralizada y
personal poltico empleado a tiempo completo- los p. electorales de masas en general no se dirigen a
una clase o estrato particular sino que tratan de obtener la confianza de los estratos ms diversos de
la poblacin, proponiendo en plataformas amplias y flexibles, adems de suficientemente vagas, la
satisfaccin del mayor nmero de exigencias y la solucin de los ms diferentes problemas sociales.
Justamente por sus objetivos esencialmente electorales, la participacin de los inscriptos a la
formulacin de las plataformas polticas de los p. es de naturaleza puramente formal: ms que el
debate poltico de base, la actividad ms importante del p. es la eleccin de los candidatos a las
elecciones, que deben cumplir toda una serie de requisitos idneos para el aumento del potencial
electoral del p. Por esta razn asumen todava importancia los notables, que por el hecho de ocupar
posiciones claves en la sociedad civil, pueden procurar al p. vastas clientelas y suministrar parte de
los medios econmicos necesarios para la financiacin de la actividad electoral. En este tipo de p. no
existe, o existe en un modo muy contrastado, una disciplina de p. o una accin poltica unitaria: es
muy frecuente, en efecto, que el p. presente rostros diferentes segn los sectores y las zonas
geogrficas a los cuales se dirige, y sucede tambin con frecuencia que su lnea poltica sufre
variaciones tcticas, inclusive notables, vinculadas con momentos polticos particulares. Por este
conjunto de caractersticas el p. electoral de masas ha sido tambin definido p. atrapatodo.
6. Democracia16
14
La exigencia de una mayor participacin en las decisiones polticas parece un componente constante
de nuestras democracias contemporneas. Grupos ms o menos numerosos de ciudadanos
reclaman una democracia ms desarrollada. Este reclamo, sin embargo, puede tener distintas
orientaciones.
Hace algunas dcadas, por ejemplo, el reclamo se presentaba como la exigencia de extender el
nmero de ciudadanos con derecho a votar representantes. Hoy en da, el sufragio es universal,
porque todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a determinar, mediante el voto, que
personas tomarn las decisiones polticas que los afecten. Por eso, en la Argentina, ha llegado a su
fin el proceso histrico que extendi el derecho al sufragio a todos los ciudadanos. La democracia ya
no puede ampliar este derecho a una mayor cantidad de ciudadanos, porque todos los ciudadanos
tienen ya derecho a votar, dado que el sufragio universal garantiza que todos los ciudadanos
participen en el sistema democrtico.
Sin embargo, puede reconocerse otra direccin de desarrollo de Ia democracia si se atiende no al
nmero de ciudadanos con derecho a participar, sino al modo en que lo hagan.
Por ejemplo, hay quienes sostienen que las elecciones son una manera insuficiente de participacin
de los ciudadanos, que debera ser ampliada mediante otras formas. Uno de los modos corrientes de
expresar este reclamo es exigir que la democracia representativa sea acompaada o sustituida por la
democracia directa.
En la democracia representativa, las decisiones polticas son el resultado de deliberaciones llevadas
a cabo por personas elegidas por los ciudadanos. Estas personas elegidas toman parte en las
discusiones sobre la conveniencia de que el Estado adopte un determinado curso de accin. Eso
significa que, en la democracia representativa, los ciudadanos no participan directamente en las
deliberaciones y en las decisiones polticas.
La idea de representacin poltica implica que los ciudadanos se limitan a elegir a las personas que
participaran en las deliberaciones y tomarn decisiones. Estas personas son representantes que
intervienen directamente en el organismo deliberativo; por ejemplo, en una asamblea legislativa, en
lugar de los ciudadanos que los eligieron. Cuando los ciudadanos no se sienten bien representados,
la exigencia de una mayor participacin se orienta, muchas veces, hacia el establecimiento de
instituciones propias de la democracia directa. En ella, los ciudadanos no son representados por
intermediarios que participan en la deliberacin poltica, sino que los mismos ciudadanos intervienen
directamente en las discusiones y en las decisiones polticas. El ejemplo clsico de la democracia
directa es el rgimen poltico ateniense del siglo V a. C.
La democracia directa puede ser considerada una forma de democracia ms desarrollada, porque en
ella los mismos ciudadanos intervienen en las discusiones sobre las decisiones polticas que
afectarn sus propias vidas no delegan esta tarea en ningn representante. Sin embargo, la
instauracin de una democracia directa requiere varias condiciones que muy raramente se dan de
manera conjunta.
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) critic la idea de representacin poltica y defendi la
participacin directa del pueblo en Ia asamblea legislativa. Sin embargo en su libro EI contrato social
advirti las dificultades para establecer una democracia directa. En el siguiente pasaje, Rousseau
presenta las condiciones imprescindibles para establecer este tipo de democracia:
En primer lugar, un Estado muy pequeo en que el pueblo sea fcil de congregar y en el que cada
ciudadano pueda fcilmente conocer a todos los dems; en segundo lugar, una gran sencillez de
costumbres que evite la multitud de asuntos y las discusiones espinosas; luego, mucho igualdad en
los rangos y en las fortunas, sin lo cual la igualdad no podra subsistir mucho tiempo en los derechos
y en la autoridad; finalmente, poco o nada de lujo. Porque el lujo es efecto de las riquezas o las hace
necesarias; corrompe a la vez al rico y al pobre, al uno por posesin y al otro por ambicin; vende a la
patria a la molicie, a la vanidad; priva al Estado de todos sus ciudadanos para hacerlos esclavos unos
de otros y todos de la opinin.
En algn sentido, las condiciones mencionadas por Rousseau en este pasaje tuvieron Iugar entre los
ciudadanos de Atenas durante los siglos V y IV a. C., que es el modelo clsico de la democracia
directa. Por aquel entonces, Atenas era una pequea ciudad Estado de la que slo eran ciudadanos
los varones mayores de edad cuyos padres eran ciudadanos atenienses. Esta pequea cantidad de
ciudadanos poda reunirse en una asamblea legislativa. Actualmente, en cambio, las ciudades son
mucho ms populosas que las ciudades Estado de la Antigedad. Los ciudadanos son tantos que no
pueden reunirse todos a deliberar en un lugar y tampoco pueden conocerse todos personalmente
entre s. Por otra parte, los ciudadanos de los Estados democrticos actuales valoran especialmente
la autonoma de su vida privada, cosa prcticamente desconocida por los griegos del periodo clsico.
15
Estas condiciones de los Estados actuales parecen volver imposible el establecimiento de una
democracia directa pura.
Aunque la democracia directa puede considerarse un modelo ideal insuperable de participacin de la
mayora, las condiciones imperantes en las sociedades actuales parecen, por lo tanto, impedir la
instauracin de una democracia directa. El reconocimiento de esta imposibilidad, sin embargo no
debe conducir a suponer que el reclamo de una mayor participacin de los ciudadanos en las
decisiones polticas carece de sentido. Aunque la cantidad de ciudadanos en los Estados actuales y
la complejidad de Ia vida moderna impiden el establecimiento de una democracia directa, existen, sin
embargo, mecanismos que permitiran una mayor participacin popular dentro de las democracias
representativas. Para estudiar estos mecanismos no resulta suficiente la distincin entre democracia
representativa y democracia directa, sealada ms arriba, sino que deben distinguirse diversos tipos
de representacin democrtica. Slo mediante una cuidadosa consideracin del concepto de
representacin se puede transformar la consigna que exige una mayor participacin democrtica
medianamente operativa.
7. Gobierno
Miquel Caminal Badia17 (1952-2014) Manual de Ciencia Poltica
En la historia del pensamiento poltico, y en la de la ciencia poltica, la palabra gobierno' ha venido
revistiendo significados diversos. Indagar en esta diversidad es un modo til de acolar la nocin de
gobierno que en este captulo es oportuno adoptar como punto de partida. Un primer significado, que
hunde su raz en el pensamiento clsico, identifica gobierno y rgimen poltico, esto es gobierno y
ordenamiento de los cargos pblicos, quines los ejercen y con qu finalidad (Bobbio 1987). sta es
la perspectiva que adopt Aristteles cuando, en el tercer libro de su Poltica presentaba su tipologa
de formas de gobierno: la monarqua o gobierno de uno; la aristocracia o gobierno de pocos: y la
polita o gobierno de los ms. A las que aada otras tres formas, consecuencia de la degeneracin
de esas tres primeras: la tirana, la oligarqua y la democracia. En la arraigada tradicin anglosajona
vigente hoy en da el trmino gobierno, government se refiere al conjunto de los poderes
pblicos. Y Blacktone por ejemplo, cuando en su Commentaries on the laws of England (1765)
estudiaba las relaciones constitucionales, el trmino government aluda a la corona, el parlamento
y los jueces. Por tanto este uso lingstico abarca un campo institucional prcticamente similar a
aquel a que se refera el pensamiento clsico.
Hay otra raz semntica, alejada de la perspectiva institucional, en el examen de lo que sea el
gobierno. ste se nos presenta ahora asociado a la nocin politolgica de clase poltica. En su
Sulla teora del governi e sul governo parlamentare (1884). Gaetano Mosca escriba acerca de
aquella clase especial de personas que con independencia de las formas de gobierno y del nodo de
reclutamiento, ejercen las funciones pblicas. Estas personas son las que integran el gobierno; y lo
esencial de este gobierno consiste precisamente en la organizacin de tal clase poltica.
Pero, retomando la perspectiva institucional, hay otra acepcin, bastante ms especfica, de la
palabra gobierno. Se refiere al equipo formado por el presidente de la repblica o la corona en el
supuesto de que tales jefes de Estado tengan poderes de gobierno, y el presidente del gobierno,
los posibles vicepresidentes y los ministros, que se renen formando el consejo de ministros o
gabinete. Pero esta composicin del gobierno ha variado en gran medida a lo largo de la historia
contempornea y segn los pases. Al comienzo, el gobierno se refera al rey de la monarqua
constitucional, que gobernaba efectivamente y que dispona de un equipo de colaboradores, los
ministros, que andando el tiempo se reuniran en un rgano diferenciado, el consejo de ministros o
gabinete. En el caso del presidencialismo de EEUU el gobierno es cosa del presidente de la
repblica, acompaado de sus secretarios de departamento y otros colaboradores. En los
semipresidencialismos del siglo XX como en Francia actualmente, el gobierno rene al presidente de
la repblica que dispone de poderes gubernamentales efectivos, al primer ministro, los ministros y el
consejo de ministros. Sin embargo, en las monarquas o en las repblicas parlamentaras, la corona o
el presidente de esta en suma, los jefes de Estado no tienen poderes de gobierno y en
consecuencia, no forman parte de ste. Es el caso espaol actual y por esto, cuando la Constitucin
espaola de 1978 menciona el gobierno, se refiere normalmente al equipo integrado por el presidente
del gobierno, el vicepresidentes, en su caso, y los ministros, que se renen en consejo de ministros.
(Hay una acepcin un poco ms amplia de lo que es el gobierno. Es aquella que aade a este equipo
una serie de cargos nombrados por l mismo cargos de su confianza como son en el caso espaol,
los secretarios de listado, los subsecretarios.
Ahora bien, esta segunda acepcin de la nocin de gobierno, que es precisamente la que predomina
en la Europa continental, est asociada estrechamente a la idea jurdico-poltica de poder ejecutivo.
16
Organizacin del gobierno en la Argentina18
La Forma Representativa: La Constitucin Nacional instituye una democracia representativa o
indirecta, en la que los representantes slo ejercen el poder del pueblo durante el perodo que duran
en sus mandatos.
En el Artculo 22 establece que "El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus
representantes y autoridades creadas por esta Constitucin. Toda fuerza armada o reunin de
personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de ste, comete delito de
sedicin".
Por otro lado, tambin se habilitan algunos mecanismos de democracia semidirecta, incorporados en
el Captulo de Nuevos Derechos y Garantas como:
Iniciativa popular (Art. 39 y Ley 24.747): los ciudadanos tienen el derecho de iniciativa para presentar
proyectos de ley en la Cmara de Diputados, siempre y cuando ese proyecto tenga un consenso en
la ciudadana representado por la cantidad de firmas establecidas constitucionalmente.
Consulta popular (Art. 40): El Congreso, a iniciativa de la Cmara de Diputados, podr someter a
consulta popular un proyecto de ley. Existen dos alternativas: la primera, que la consulta sea
vinculante (el voto de la ciudadana es obligatorio, la ley de convocatoria no puede ser vetada y el
voto afirmativo del proyecto por el pueblo de la Nacin lo convertir en ley, siendo su promulgacin
automtica); y la segunda, la consulta no vinculante (el voto de los ciudadanos no es obligatorio,
puede ser convocado tambin por el Presidente de la Nacin y la decisin ciudadana no obliga al
Congreso a la sancin del proyecto).
La Forma Republicana: El vocablo Repblica deriva del latin respublica, que significa "cosa del
pueblo". La repblica es la forma de gobierno en la cual los magistrados son electivos y temporarios.
La forma republicana est basada en la divisin, control y equilibrio de los poderes y tiene como fin
ltimo la garanta de las libertades individuales. Los principios que la inspiran son: Constitucin
escrita, separacin de poderes, elegibilidad de los funcionarios, periodicidad de los mandatos,
responsabilidad de los funcionarios, publicidad de los actos de gobierno y existencia de partidos
polticos.
La existencia de una Constitucin escrita que establece las responsabilidades de los funcionarios, la
forma de su eleccin y la publicidad de los actos de gobierno, facilita el control ciudadano de los
poderes instituidos.
La Forma Federal: Est basada en la divisin del poder entre el gobierno federal y los gobiernos
locales, conservando las provincias todo el poder no delegado por esta Constitucin al Gobierno
Federal (Constitucin Nacional, Art. 121).
La forma de gobierno federal permite el control y la cooperacin recproca entre las provincias y el
gobierno federal, evitando la concentracin de poder a travs de su descentralizacin. En este
sistema, coexisten dos clases de gobierno: el nacional o federal, soberano, cuya jurisdiccin abarca
todo el territorio de la Nacin, y los gobiernos locales, autnomos en el establecimiento de sus
instituciones y sus constituciones locales, cuyas jurisdicciones abarcan exclusivamente sus
respectivos territorios.
8. Garantas Constitucionales19
Las garantas constitucionales se definen como los medios o instrumentos que la Constitucin
Nacional pone a disposicin de los habitantes para sostener y defender sus derechos frente a las
autoridades, individuos o grupos sociales.
La Constitucin de la Nacin Argentina titula a su primera parte, captulo primero, declaraciones,
derechos y garantas, all se otorgan ciertas garantas como las que consagra el artculo 18, sobre la
irretroactividad de las leyes penales, o la prohibicin de declarar contra uno mismo, y la inviolabilidad
del domicilio; aunque las garantas especficas estn contempladas en el captulo segundo,
denominado nuevos derechos y garantas. El artculo 43 trata sobre el uso de la accin de amparo,
para casos de violacin grave e inminente de los derechos constitucionales, incluyendo el derecho de
proteccin de los datos personales, ms conocida esta garanta como Habeas Data; salvo el de la
libertad fsica, que amerita el uso de la garanta de Habeas Corpus, cuyo ejercicio se proclama por el
ltimo prrafo del mismo artculo.
9. Estado de Derecho20
En la definicin de Estado de Derecho existen profundas divergencias.
Para algunos autores, todo Estado lo es de Derecho, puesto que se rige por normas jurdicas,
cualquiera que sea su procedencia o la autoridad de que dimanen, con tal que tenga la posibilidad de

17
hacer cumplir sus determinaciones dentro del orden interno. En consecuencia, el concepto sera
aplicable lo mismo a un gobierno democrtico y constitucional que a uno autocrtico y tirnico.
Sin embargo, la mejor doctrina es absolutamente contraria a esa tesis, por entender que el Derecho
no puede estar representado por la voluntad de una persona o de una minora que se impone a una
mayora, y, en ese sentido, slo es Derecho la norma emanada de la soberana popular en uso de su
poder constituyente. De ah que Estado de Derecho equivalga a Estado constitucional con el
contenido dado a esa idea.
El Estado de Derecho es aquel en que los rganos del Poder Pblico (ejecutivo, legislativo, judicial,
electoral) son interdependientes y coordinados y representan, al gobierno del pueblo, por el pueblo y
para el pueblo. Los rganos del Poder Pblico nacen del pueblo en forma ms o menos directa.
Actan, pues, en su nombre, bajo el imperio de las normas constitucionales. El gobierno es la
colaboracin y concurrencia de esos rganos, identificados a travs de la norma jurdica.
CARACTERSTICAS
IMPERIO DE LA LEY. Tanto gobernantes y gobernados deben inexcusablemente respetar la ley.
DIVISION DEL PODER PBLICO. Este mecanismo que garantiza el uso indiscriminado del poder.
Adems permite establecer sistemas de fiscalizacin y control entre los mismo.
DERECHOS FUNDAMENTALES. En un Estado de Derecho se reconocen un conjunto de Derechos
Fundamentales y Deberes de los ciudadanos. Actualmente se aboga para que no haya tal
reconocimiento sino que, para que considere un Estado de Derecho debe existir el respeto absoluto a
los Derechos Humanos.
SISTEMA DE RESPONSABILIDADES. Para considerarse un Estado de Derecho debe existir un
sistema de responsabilidades para los servidores pblicos, as demandar los errores de los
administradores.
CONTROL JURISDICCIONAL DE LA LEGISLACIN. Para que exista un estado de Derecho debe
haber un ente, independiente de los rganos del poder pblico, que controle la posibilidad de
vulneracin de constitucin poltica.
RGANO JUDICIAL DEBE RESPETAR ESTRICTAMENTE EL DEBIDO PROCESO. El Debido
proceso penal es el conjunto de etapas formales secuenciadas e imprescindibles realizadas dentro un
proceso penal por los sujetos procesales3 cumpliendo los requisitos prescritos en la Constitucin con
el objetivo de que: los derechos subjetivos de la parte denunciada, acusada, imputada, procesada y,
eventualmente, sentenciada no corran el riesgo de ser desconocidos; y tambin obtener de los
rganos judiciales un proceso justo, pronto y transparente
10. Ciudadana21
La trayectoria de la ciudadana en Argentina. Derechos humanos y ciudadana. Nora Britos.
Nos proponemos reconstruir algunos momentos que consideramos clave para comprender el
desarrollo no lineal y accidentado de los derechos humanos y ciudadanos en Argentina. Una
consideracin orienta la tarea de reconstruccin: la expansin de los derechos se vincula con luchas
sociales; y las luchas suponen procesos de organizacin de actores polticos y sociales (procesos
complejos que suponen la resolucin de dilemas de accin colectiva especficos para cada sector
social, en los que intervienen diferenciales de acceso a recursos de poder, componentes ideolgicos,
tradiciones de confrontacin entre actores y fundamentalmente pautas de intervencin del Estado con
respecto a estas luchas). Por otra parte, es preciso reconocer que la institucionalizacin de los
derechos y su vigencia plena se transforma en el tiempo y para los distintos sectores sociales (lo que
incluye, por supuesto, retrocesos).
La lucha por los derechos, o mejor dicho, en palabras de Hannah Arendt, la lucha por el derecho a
tener derechos, incluye luchas relativas a lograr el estatuto pblico de cuestiones que eventualmente
no han sido politizadas anteriormente, luchas en las que los actores que consideran necesaria su
incorporacin a la agenda de asuntos vigentes reclaman sea reconocido su carcter poltico y en
general, demandan en diversos grados y sentidos la intervencin estatal. Los resultados de estas
luchas definen el sentido, alcances y contenidos de un estado democrtico de derecho, y suponen
asimismo disputas por la efectiva disposicin de los mecanismos y recursos que faciliten o
promuevan el acceso a ciertos bienes, incluyendo la justicia. Al tratarse de procesos en torno a los
que se constituyen actores colectivos, tambin incluyen formas de apropiacin y resignificacin de
identidades que van constituyendo la base para la configuracin de memorias.
La categora de ciudadana ha adquirido una inusitada vigencia en el anlisis poltico en la dcada de
1990. La distincin entre dimensiones de la ciudadana civil, poltica y social, que realizara Marshall y
en la que se basa el uso sociolgico del concepto, puede resultar, paradjicamente, el ltimo bastin

18
de las desigualdades, en particular, cuando su uso representa el establecimiento de lmites al disfrute
de derechos para quienes no son ciudadanos.
Thomas Herbert Marshall distingui entre derechos civiles, polticos y sociales, que en su conjunto
conformaran los derechos de ciudadana. En contraposicin a esta clasificacin, Luigi Ferrajoli,
jurista italiano, sostiene enfticamente que semejante tesis, que est en contradiccin con todas las
constituciones modernas no slo con la Declaracin universal de derechos de 1948, sino tambin
con la mayor parte de las constituciones estatales que confieren casi todos estos derechos a las
personas y no slo a los ciudadanos ha sido relanzada en los ltimos aos, precisamente cuando
nuestros acomodados pases y nuestras ricas ciudadanas han comenzado a estar amenazadas por
el fenmeno de las inmigraciones masivas. En suma, llegado el momento de tomar en serio los
derechos fundamentales, se ha negado su universalidad, condicionando todo su catlogo a la
ciudadana con independencia del hecho de que casi todos, exceptuados los derechos polticos y
algunos derechos sociales, son atribuidos por el derecho positivo tanto estatal como internacional-
no slo a los ciudadanos sino a todas las personas.
Ferrajoli sostiene que el concepto de derechos humanos o derechos fundamentales de la persona es
ms abarcativo que el de ciudadana. Ello es as en tanto los derechos humanos deben ser
reconocidos a todos en tanto persona humana, mientras que los derechos de ciudadana son
restringidos a la pertenencia a un estado nacin.
Propone clasificar los derechos en cuatro categoras: los derechos civiles, los derechos polticos, los
derechos de libertad y los derechos sociales. La primera pareja de esta clasificacin cuatripartita los
derechos civiles y los derechos polticos- forma la clase de los derechos- poderes o derechos de
autonoma, respectivamente en la esfera privada y en la esfera pblica: se trata, en ambos casos, de
derechos cuyo ejercicio consiste en decisiones, es decir, en actos jurdicos que producen efectos por
la accin de sus titulares, y que presuponen la capacidad de obrar en el mbito civil, en el primer
caso, y poltico, en el segundo. La segunda pareja los derechos de libertad y los derechos sociales-
forma la clase de los derechos- expectativa, que consisten respectivamente en expectativas
negativas y en expectativas positivas e implican, por parte de los poderes pblicos, prohibiciones de
interferencia en un caso, y obligaciones de prestacin en el otro. Las dos clases de derechos
corresponden a dos diversas fuentes de legitimacin del sistema poltico y a dos diversas
dimensiones, una formal y otra sustancial, de la democracia: los derechos poder o de autonoma,
tanto civiles como polticos, son derechos formales o instrumentales, en cuanto permiten fundar y
legitimar las formas (el quin y el cmo) de las decisiones, respectivamente en la esfera privada del
mercado y en la pblica de la democracia poltica (o formal); los derechos- expectativa, tanto de
libertad como sociales, son en cambio derechos sustanciales o finales, ya que permiten vincular y
legitimar el contenido o la sustancia (el qu) de las decisiones, y por tanto, fundan una dimensin de
la democracia que bien podemos llamar sustancial. Del todo independiente de esta divisin
cuatripartita es la otra distincin que se establece en el campo de los derechos fundamentales: la que
permite distinguir entre derechos del hombre o de la personalidad y derechos del ciudadano o de
ciudadana. A diferencia de la anterior, esta segunda distincin no est basada ya en caractersticas
intrnsecas o estructurales de los derechos, y depende enteramente del derecho positivo, es decir, del
hecho de que hayan sido conferidos por ste a todos los individuos en cuanto personas, o slo a las
personas en cuanto ciudadanos. De hecho, en los ordenamientos modernos, los derechos polticos
suelen ser habitualmente derechos de ciudadana, y los derechos civiles suelen ser de la persona.
Nada impide sin embargo que un ordenamiento ample el derecho a voto a los no ciudadanos
residentes o restrinja en todo o en parte el mbito de los derechos civiles slo a los ciudadanos. Los
derechos de libertad son, en cambio, en su mayor parte, derechos de la persona. Pero existen dos
derechos de libertad (no contemplados por Marshall) el de residencia y el de circulacin dentro del
territorio de un estado- que han sido inexorablemente (Art. 16 de la Constitucin italiana) reservados
a los ciudadanos. Los derechos sociales pueden ser, y habitualmente lo son, en parte de la persona y
en parte del ciudadano. En el ordenamiento italiano, por ejemplo, son derechos de la persona,
aunque de hecho quedan en entredicho por la falta de ciudadana, el derecho a la salud (Art. 32 de la
Constitucin), a la educacin (Art. 34) y a un salario justo (Art. 36); son de ciudadana, en cambio, el
derecho al trabajo (Art. 4) y el derecho a la subsistencia y a la seguridad social (Art. 38).
Esta extensa cita permite efectuar una clarificacin sobre lo que est en juego en las luchas por
derechos, y en especial, en el carcter ciertamente problemtico de la categora ciudadana cuando
se la utiliza en un sentido excluyente. En las controversias sobre la categora ciudadana, un aspecto
central, a nuestro entender, lo constituye la preocupacin por los sujetos de los derechos sociales,
que, con variaciones nacionales plasmadas en diversas constituciones, pueden ser los trabajadores,
19
los ciudadanos, o los hombres y mujeres que, aun no gozando de la ciudadana, residan en un
territorio. La amplitud o restriccin de las categoras de sujetos de derechos ilumina la tensin
inherente al concepto de ciudadana: su uso puede representar una crtica inmanente a los arreglos
institucionales que se basan en el empleo formal para el acceso a la proteccin social, y excluyente
cuando la ciudadana opera restringiendo prestaciones a los no ciudadanos, colisionando con los
derechos del hombre. En este sentido, especialmente las migraciones en el pasado y hoy siguen
interpelando la configuracin de los derechos y los criterios de inclusin/ exclusin que generan y
admiten.
En nuestro caso, resulta de importancia destacar que la categora ciudadana favorece la crtica a las
polticas sociales restrictivas, orientando la discusin hacia un modelo de proteccin social
universalista, universalismo que requiere ser revisado a la luz de la ampliacin de los derechos
sociales a todos los habitantes de un territorio, sean cuales sean sus condiciones migratorias. Para
pensar esta problemtica de los migrantes, tan presente en los procesos de integracin regional,
parece ms apropiado reintegrar el debate de los derechos sociales en la constelacin de los
derechos humanos, y no restringirlos a derechos de ciudadana. En este sentido, la perspectiva de los
derechos de la personalidad o derechos humanos (incluyendo en tal conjunto los derechos sociales),
permitira articular mejor que la perspectiva de la ciudadana el universalismo en cuanto a los sujetos
concernidos en los derechos, y el igualitarismo en cuanto a las prestaciones sociales.
11. Derechos Humanos22.
Qu son los derechos humanos? Los derechos humanos son garantas esenciales para que
podamos vivir como seres humanos. Sin ellos no podemos cultivar ni ejercer plenamente nuestras
cualidades, nuestra inteligencia, talento y espiritualidad.
La Declaracin Universal de los Derechos Humanos es la piedra angular en la historia de estos
derechos. Fue redactada por representantes de procedencias legales y culturales de todo el mundo y
proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolucin 217 A (III) del 10 de
diciembre de 1948, en Pars, como ideal comn por el que todos los pueblos y naciones deben
esforzarse.
Mediante esta Declaracin, los Estados se comprometieron a asegurar que todos los seres humanos,
ricos y pobres, fuertes y dbiles, hombres y mujeres, de todas las razas y religiones, son tratados de
manera igualitaria.
Establece que los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que tienen derecho
a la vida, la libertad y la seguridad de su persona, a la libertad de expresin, a no ser esclavizados, a
un juicio justo y a la igualdad ante la ley. Tambin a la libertad de circulacin, a una nacionalidad, a
contraer matrimonio y fundar una familia as como a un trabajo y a un salario igualitario.
Desde su adopcin, la Declaracin Universal de los Derechos Humanos se ha traducido a ms de
360 idiomas (es el documento ms traducido del mundo) y ha sido fuente de inspiracin para las
constituciones de muchos Estados que se han independizado recientemente y para muchas
democracias nuevas.
Aunque no forma parte del derecho internacional vinculante (es decir, de aplicacin obligatoria),
gracias a su aceptacin por pases de todo el mundo ha adquirido un gran peso moral.
Las Naciones Unidas tambin han aprobado muchos tratados que obligan jurdicamente a los
Estados a garantizar los derechos fundamentales de sus ciudadanos. Los ms importantes son: el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos y sus dos Protocolos Facultativos (sobre el
procedimiento de quejas individuales y la pena de muerte) y el Pacto Internacional de Derechos
Econmicos, Sociales y Culturales y su Protocolo Facultativo Documento.
La Declaracin, junto con esos dos Pactos y sus Protocolos, constituyen la Carta Internacional de
Derechos Humanos.
Las principales caractersticas que se les atribuyen son:
Inherentes: Porque son innatos a todos los seres humanos sin distincin alguna, pues se asume que
nacemos con ellos.
Universales: Se extienden a todo el gnero humano en todo tiempo y lugar; por tanto, no pueden
invocarse diferencias culturales, sociales o polticas como excusa para su desconocimiento o
aplicacin parcial.
Absolutos: Porque su respeto se puede reclamar indistintamente a cualquier persona o autoridad.
Inalienables: No pueden ni deben separarse de la persona y no pueden trasmitirse o renunciar a los
mismos, bajo ningn ttulo.

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Inviolables: Porque ninguna persona o autoridad puede actuar legtimamente en contra de ellos, salvo
las justas limitaciones que puedan imponerse de acuerdo con las exigencias del bien comn de la
sociedad.
Imprescriptibles: Porque no se pierden por el transcurso del tiempo, independientemente de s se
hace uso de ellos o no.
Indisolubles: Porque forman un conjunto inseparable de derechos. Al tener igual grado de
importancia.
Indivisibles: No se permite poner unos por encima de otros ni menos sacrificar un tipo de derecho en
menoscabo de otro.
Irreversibles: Porque todo derecho formalmente reconocido como inherente a la persona humana
queda irrevocablemente integrado a la categora de derecho humano.
Progresivos: Porque dado el carcter evolutivo de los derechos, en la historia de la humanidad, es
posible que en el futuro se extienda la categora de derecho humano a otros derechos que en el
pasado no se reconocan como tales o aparezcan otros que en su momento se vean como
necesarios a la dignidad humana y, por tanto, inherentes a toda persona.
El Estado como garante de los Derechos Humanos
El Estado es el responsable de respetar, garantizar y satisfacer todos los derechos humanos, y en
sentido estricto, slo el Estado puede ser acusado de violarlos. Los derechos humanos implican
obligaciones a cargo del Estado.
La principal caracterstica de las violaciones a los derechos humanos es que se producen por actos u
omisiones del Estado, cometidos ya sea directamente por un funcionario pblico, o por personas o
grupo de personas que cuentan con la proteccin, consentimiento o aquiescencia (autorizacin,
consentimiento) del Estado.

21
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