Erik Erikson (Etapas Del Desarrollo Psicosocial)
Erik Erikson (Etapas Del Desarrollo Psicosocial)
Erik Erikson (Etapas Del Desarrollo Psicosocial)
La etapa oral-sensorial del desarrollo psicosocial, paralela a la etapa oral propuesta por Freud, se
presenta en el primer ao de vida, tiempo de la mxima indefensin del ser humano. El lactante depende
enteramente de su madre o de quien lo cuide para sobrevivir, sentirse seguro y recibir afecto. La boca tiene
una importancia vital durante esta etapa. Erikson escribi que el lactante vive y ama por medio de la boca.
Sin embargo, la relacin entre el infante y su mundo no es exclusivamente biolgica. Tambin es social. La
interaccin con la madre determina si incorporar a su personalidad una actitud de confianza o desconfianza
para sus intercambios futuros con el entorno.
Si la madre reacciona adecuadamente a las necesidades fsicas del beb y le brinda mucho afecto,
amor y seguridad, el pequeo adquirir un sentimiento de confianza, actitud que caracterizar la idea creciente
de s mismo y de los dems. As, aprendemos a esperar que otras personas y situaciones del entorno sean
congruentes, continuas e iguales (Erikson, 1950, p. 247). Erikson deca que esta expectativa constituye el
inicio de la identidad del yo y recordaba haber establecido ese tipo de vnculo con su madre.
De otra parte, si la madre rechaza al nio, no lo atiende y observa una conducta incongruente, el infante
desarrollar una actitud de desconfianza y ser suspicaz, miedoso y ansioso. Segn Erikson, la desconfianza
tambin se puede presentar si la progenitora no muestra un inters exclusivo por su hijo. Argumentaba que la
madre actual, que reanuda su trabajo fuera de casa y deja a su infante al cuidado de parientes o en una
guardera, corre el riesgo de fomentar la desconfianza en l.
La esperanza es una fortaleza bsica asociada con una resolucin adecuada de la crisis registrada
durante la etapa oral-sensorial. Erikson la describi como la creencia de que nuestros deseos se vern
satisfechos. La esperanza implica un sentimiento persistente de confianza, sentimiento que conservaremos a
pesar de los reveses y fracasos temporales.
En la etapa muscular-anal, que se presenta durante el segundo y tercer ao de vida, y que corresponde
a la etapa anal de Freud, el nio desarrolla velozmente varias habilidades fsicas y mentales, y es capaz de
hacer muchas cosas sin ayuda. Aprende a comunicarse mejor, a caminar y trepar, a empujar y jalar, a retener
objetos o a soltarlos. Se siente orgulloso de estas destrezas y casi siempre quiere hacer todo el solo.
Lo importante es que, durante esta etapa, el nio es capaz de decidir un poco por primera vez, de
sentir la fuerza de su voluntad autnoma. A pesar de que todava depende de sus padres, empieza a verse
como una persona, o una fuerza por derecho propio, y quiere poner en prctica las fortalezas recin
descubiertas. Entonces la cuestin fundamental es: qu grado de libertad le otorgar la sociedad,
representada por los padres, para expresarse y hacer lo que es capaz de hacer?
En esta etapa, la principal crisis entre padre e hijo se suele centrar en el control de esfnteres, visto
como la primera situacin en la que la sociedad intenta regular una necesidad instintiva. Se ensea al nio a
contenerse y a evacuar tan slo en determinados momentos y lugares. Los padres pueden dejar que aprenda
el control de esfnteres a su propio ritmo o pueden enojarse con l. En este caso, estaran negando su
autonoma al imponerle el aprendizaje y mostrando impaciencia e ira cuando no se comporta correctamente.
Si cortan y frustran as el intento del nio por ejercer su independencia, ste aprender a dudar de s mismo y
experimentar vergenza al tratar con otros. La regin anal es el centro de esta etapa debido a la crisis
provocada por el control de esfnteres, pero salta a la vista que la expresin del conflicto es ms de ndole
psicosocial que biolgica.
La fortaleza bsica que se obtiene con la autonoma es la voluntad, que implica la decisin de ejercer
el libre albedro y la autorrestriccin frente a las exigencias de la sociedad.
La etapa locomotora-genital, que se presenta entre los tres y cinco aos, se parece a la etapa flica
del sistema de Freud. Las capacidades motoras y mentales siguen desarrollndose, y el nio hace ms cosas
l solo. Expresa un fuerte deseo de tomar la iniciativa en muchas actividades. Iniciativa que tambin se puede
desarrollar en forma de fantasas, las cuales se manifiestan en el deseo de poseer al progenitor del sexo
opuesto y en la rivalidad con el del mismo sexo. Cmo reaccionarn los padres ante estas fantasas y
actividades iniciadas por el nio mismo? Si lo castigan o inhiben estas manifestaciones de iniciativa, el nio
desarrollar sentimientos de culpa persistentes que influirn en sus actividades autodirigidas a lo largo de toda
su vida.
El nio inevitablemente fracasa en la relacin edpica, pero si los padres manejan la situacin con amor
y comprensin, se dar cuenta de la conducta que es permisible y de la que no lo es. Puede canalizar su
iniciativa hacia metas realistas y aceptadas por la sociedad como preparacin para desarrollar su
responsabilidad y moralidad de adulto. En trminos freudianos, diramos que se trata del supery.
La iniciativa da origen al propsito, fuerza bsica que implica imaginar y perseguir metas.
La etapa de latencia del desarrollo psicosocial de Erikson, que se presenta entre los seis y once aos,
corresponde al periodo de latencia de Freud. El nio ingresa a la escuela y entra en contacto con nuevas
influencias sociales. En teora, aprende buenos hbitos de trabajo y de estudio (que Erikson llama laboriosidad),
tanto en casa como en la escuela, primordialmente como un medio para conseguir el elogio y la satisfaccin
que se deriva de realizar una tarea con xito.
Su creciente capacidad para el razonamiento deductivo y para jugar siguiendo las reglas conlleva al
perfeccionamiento intencional de las destrezas que se muestran al construir cosas. Las ideas de Erikson
reflejan los estereotipos sexuales de la poca en que propuso su teora. En su opinin, los nios construirn
casas en rboles y modelos a escala; las nias cocinarn y bordarn. Sin embargo, independientemente de
las actividades asociadas con esta edad, el nio est haciendo un serio intento por terminar una tarea aplicando
su concentracin, diligencia y persistencia. En palabras de Erikson: El nio aprende las destrezas bsicas de
la tecnologa a medida que su madurez le va permitiendo manejar los utensilios, las herramientas y las armas
que usa la gente grande.
De nueva cuenta, las actitudes y las conductas de padres y maestros determinan en gran parte la
medida en que el nio percibe que est aprendiendo y utilizando sus habilidades debidamente. Si lo regaan,
ridiculizan o rechazan, es probable que desarrolle sentimientos de inferioridad y falta de adecuacin. En
cambio, el elogio y el reforzamiento favorecen el sentimiento de competencia y estimulan el esfuerzo constante.
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La adolescencia, entre los 12 y 18 aos, es la etapa en la que tenemos que encarar y resolver la crisis
bsica de la identidad del yo. Es cuando formamos nuestra autoimagen, o sea, que integramos lo que
pensamos de nosotros mismos y lo que la gente piensa de nosotros. Si este proceso se resuelve de forma
satisfactoria, el resultado ser una imagen congruente y constante.
La tarea de moldear y aceptar una identidad no es fcil, y a menudo constituye un periodo lleno de
ansiedad. El adolescente ensaya diversos roles e ideologas tratando de seleccionar el ms adecuado para l.
Erikson sugiri que la adolescencia es una especie de parntesis entre la niez y la edad adulta, una pausa
psicolgica necesaria que proporciona tiempo y energa suficientes para desempear varios roles y encarnar
diversas autoimgenes.
Las personas que pasan esta etapa con un slido sentido de identidad personal estn preparadas para
iniciar la edad adulta con certeza y confianza. Las que no consiguen una identidad congruente que sufren una
crisis de identidad mostrarn confusin de roles. Al parecer, no saben quines son o qu son, a dnde
pertenecen ni dnde quieren ir. Se alejan de la secuencia de una vida normal (educacin, empleo y
matrimonio), como le sucedi a Erikson por algn tiempo, o buscan una identidad negativa en el crimen o las
drogas. Incluso una identidad negativa tal como la define la sociedad es preferible a ninguna identidad, aun
cuando no sea tan satisfactoria como una identidad positiva.
Erikson advirti el efecto potencial tan fuerte que los grupos de coetneos pueden tener en el desarrollo
de la identidad del yo en la adolescencia. Seal que la afiliacin a grupos y cultos fanticos o la identificacin
obsesiva con conos de la cultura popular pueden limitar el desarrollo del yo.
La fidelidad es la fortaleza bsica que se debe desarrollar en la adolescencia y surge de una identidad
cohesionada del yo. Abarca la sinceridad, la autenticidad y un sentido del deber en las relaciones con otros.
Erikson pensaba que la adultez joven era una etapa ms larga que las anteriores y que iba desde el
final de la adolescencia hasta los 35 aos, aproximadamente. En ella nos independizamos de nuestros padres
e instituciones cuasi paternas, como la universidad, y empezamos a funcionar con mayor autonoma como
adultos maduros y responsables. Emprendemos algn tipo de trabajo productivo y establecemos relaciones
ntimas: amistades estrechas y uniones sexuales. Segn Erikson, la intimidad no se limita a las relaciones
sexuales, sino que comprende el cario y el compromiso. Son emociones que se pueden manifestar
abiertamente, sin recurrir a los mecanismos de autoproteccin ni de defensa y sin temor a perder el sentido de
la identidad personal. Podemos fusionar nuestra identidad con la de otra persona sin sumergirnos ni
desaparecer al hacerlo.
Quienes no logran establecer esta clase de intimidad en la adultez temprana tendrn sentimientos de
aislamiento. Evitarn el contacto social y rechazarn a la gente, incluso volvindose agresivos. Prefieren estar
solos porque tienen miedo de la intimidad como una amenaza para su identidad del yo.
El amor es la fortaleza bsica que surge de la intimidad durante los aos de la adultez temprana y
Erikson consideraba que era la mayor virtud humana. Lo defini como una entrega mutua en una identidad
compartida, la fusin de uno con otra persona.
La edad adulta, entre los 35 y los 55 aos aproximadamente, es una etapa de madurez en la cual
necesitamos participar activamente en la enseanza y la orientacin de la siguiente generacin. La necesidad
va ms all de la familia inmediata. Segn Erikson, nuestro inters se extiende y ampla, pues abarca a las
generaciones futuras y el tipo de sociedad en que vivirn. No se requiere ser padre o madre para manifestar la
generatividad; tampoco el mero hecho de tener hijos satisface este impulso.
Erikson pensaba que todas las instituciones fueran empresas, gobierno, de servicio social o
acadmicas ofrecen oportunidades para expresar la generatividad. Por lo tanto, sea cual fuere la organizacin
en la que estemos o la actividad que desarrollemos, siempre podremos encontrar la manera de ser mentores,
maestros o guas de personas ms jvenes con el propsito de mejorar la sociedad en general.
Cuando un individuo maduro no puede o no quiere buscar un cauce para la generatividad, se sentir
abrumado por el estancamiento, el aburrimiento y el empobrecimiento de sus relaciones interpersonales. La
descripcin que hace Erikson de estos problemas emocionales de la edad madura se parece a la de Jung de
la crisis a la mitad de la vida. A veces se observa una regresin a una etapa de seudointimidad, complacindose
el individuo en actividades de tipo infantil. Estas personas se pueden convertir en invlidos fsicos o
psicolgicos porque sus necesidades y gustos los absorben.
La solidaridad es la fortaleza bsica que surge de la generatividad de la adultez. Erikson la defini
como un gran inters por otros, y pensaba que se manifiesta en la necesidad de ensear no slo para ayudar
a otros, sino tambin para realizar la propia identidad.
En la etapa final del desarrollo psicosocial madurez y senectud es preciso elegir entre la integridad
del yo y la desesperacin. Ambas actitudes determinan la manera en que evaluaremos toda nuestra vida. A
estas alturas ya hemos cumplido todas nuestras metas o estamos a punto de cumplirlas. Recorremos nuestra
existencia, pensamos en ella y hacemos un balance final. Si al volver la vista atrs nos sentimos realizados y
satisfechos, convencidos de que hemos vivido con serenidad los triunfos y los fracasos, cabe decir que
poseemos la integridad de yo. En pocas palabras, la integridad implica aceptar el presente y el pasado.
Por el contrario, si cuando repasamos nuestra existencia nos sentimos frustrados, enojados por las
oportunidades perdidas y arrepentidos de errores que es imposible enmendar, nos invadir la desesperacin.
Nos enfadaremos con nosotros mismos, despreciaremos a la gente y nos amargaremos por lo que pudo haber
sido y no fue.
A los 84 aos Erikson public un libro con los resultados de una investigacin, de largo plazo, realizada
con 29 personas de entre 80 y 90 aos. Los datos de la historia de sus vidas se haban recopilado desde 1928.
El ttulo Vital Involvement in Old Age refleja las ideas de Erikson sobre cmo conseguir la integridad del yo. Los
adultos mayores no se deben contentar con reflexionar sobre el pasado. Deben seguir participando activamente
en la vida, buscando retos y estimulacin en el entorno. Tambin deben realizar actividades propias de los
abuelos, como regresar a la escuela o cultivar nuevas habilidades e intereses.
La sabidura es la fortaleza bsica que acompaa esta etapa final del desarrollo. sta, derivada de la integridad
del yo, se expresa como un inters independiente de la existencia en general. Se transmite a las siguientes
generaciones integrando las experiencias, como tan bien describe el trmino legado.