Concepto Hombre Cristiano Tomas
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Verdera, Hugo A. El concepto del hombre cristiano en el pensamiento de Santo Toms [en lnea]. Semana Tomista :
Persona y Dilogo Interdisciplinar, XL, 7-11 septiembre 2015. Sociedad Tomista Argentina; Universidad Catlica
Argentina. Facultad de Filosofa y Letras, Buenos Aires. Disponible en:
http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/ponencias/concepto-hombre-cristiano-tomas.pdf [Fecha de consulta: .]
XL Semana Tomista Congreso Internacional 1
RESUMEN
La actual crisis de la civilizacin occidental, imperante cuasi hegemnicamente en la cultura contempornea,
se concreta por la elaboracin de una concepcin antropolgica de base, radicalmente opuesta a la antropologa
catlica, resultado del abandono de la misma. La elaboracin de Santo Toms de Aquino, con slido fundamentos
teolgicos y filosficos, se hace imprescindible. Consecuentemente, se analiza en forma esquemtica los elementos
constitutivos de la doctrina tomista sobre el hombre. En segundo lugar, la centralidad del hombre cristiano. En
tercer lugar, la actual despersonalizacin del hombre, sintetizando sus causas, por las deformaciones en lo filosfico
y en lo teolgico, para concluir reafirmando as la necesidad impostergable del retorno a Santo Tomas,
puntualizando su perenne actualidad, como medio indispensable para el autntico testimonio catlico.
1. Introduccin
Nos dice el salmista qu es el hombre para que de l te acuerdes, el hijo de Adn
para que de l te cuides 1 . En esta pregunta encontramos, sustentndola, la concepcin del
hombre como persona, puesto que en ella hay un reconocimiento real de la condicin del
hombre como creatura, pues en ella se reconoce la pequeez radical del hombre frente al
Creador, en virtud de la finitud del hombre, es decir de su condicin de creatura
contingente, limitada, finita. Es as, en principio, una nada frente al todo del Creador. Pero
se evidencia, inmediatamente, que, al ser creatura de Dios, y al serlo a su imagen y
semejanza (y esto tiene la certeza de la revelacin divina), el hombre es, esencialmente, en
su medida natural, portador participado de los valores eternos del Creador. Y lo es,
repetimos, en la medida de su naturaleza finita, pero susceptible de eternidad, Por eso, el
hombre es, en virtud de ser un ser participado, una nada delante de Dios, pero una nada
capaz de Dios, capacidad que es posible por la realidad de ser autnticamente vivo en la
vida sobrenatural que Dios quiere para l. Es por eso que el Salmo contina expresando del
hombre: Lo has hecho poco menor que los ngeles, le has coronado de gloria y honor. Le
diste el seoro sobre las obras de tus manos, todo lo has puesto debajo de sus pies 2 .
Es por eso que en cada hombre, su sentido final consiste en que Dios quiere
divinizarlo, deificarlo y hacer resplandecer en l Su imagen 3 . Por lo tanto, si el ser del
hombre es participacin del Ser de Dios, su fin ineludible es retornar a Dios. De este modo,
el hombre debe ser entendido en se esencia natural y en su finalidad sobrenatural; por eso,
1
Salmo 8, 5.
2
Ibidem, 8, 6-7.
3
P. Fr. ARMANDO DAZ, El hombre: visin integral, Editorial Universidad Catlica de Santa Fe, 1995, p.11.
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4
Ibidem, p. 12.
5
SANTO TOMS DE AQUINO, S. Th., I, 93, 1.
6
Ibidem, De veritate, 15, 1. Cfr. Ibid., 25, 2; In de memoria et reminiscentia, lec.1, n. 298; In I Metaph., lec. 1, nn.
11 y 14.
7
Ibidem, De Potentia, cuestin 9.
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En sntesis, podemos concluir que, en el pensamiento del Doctor Anglico, el ser del
hombre es ser personal, lo que implica que el hombre posee una dignidad congnita,
entendida como capacidad de conquistar esa dignidad propia humana, condicionado esto al
desarrollo pleno de la potencia que tiene esencialmente el hombre por su especfica
naturaleza espiritual. Esto significa que el anlisis de Santo Toms se centra en el ser del
hombre, siendo por tanto una lectura metafsica del ser personal, es decir, del hombre
como persona especificada por su propio ser. Esta novedad plena del anlisis del Doctor
Comn, implica la comprensin de la condicin del hombre como creatura, constituida de
alma racional y cuerpo, siendo el alma racional sustancia intelectual, espiritual, inmaterial,
cognoscitiva y volitiva, unida sustancialmente al cuerpo, siendo as su principio vital. Y la
antropologa cristiana tiene a esta concepcin como tesis primordial y suprema raz
configuradora. Y esta tesis fundamental, clave, es que el hombre viene, por creacin, de
Dios, tiene que volver a Dios, siendo por ello, centro y cima de todos los bienes de la tierra.
Y este concepto es raigal de la antropologa cristiana 8 .
8
Cfr. PO XII, Alocucin Vouz savez (15/3/1953), n. 7: Si el Imperio Romano ha establecido las primeras
bases jurdica de Europa al divulgar la civilizacin greco-latina, el cristianismo ha modelado el alma profunda
de los pueblos, ha impreso en ellos, a pesar de sus diferencias ms acentuadas, los rasgos distintivos de la
persona humana, sujeto absoluto de derecho y responsable ante Dios no solamente de su destino individual,
sino tambin de la suerte de la sociedad a que pertenece.
9
SANTO TOMS DE AQUINO, S. Th., I, q. 29, a. 3, co.
10
P. Fr. ARMANDO DAZ, o. c., p. 62. El subrayado es nuestro.
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por medio de la inteligencia, pues sta es lo ms puro que hay en el alma, y el mismo Dios
es inteligencia 11 .
Partiendo as de la comprensin de que el Salud-Dador es Verdadero Dios y
verdadero hombre, el Doctor Comn precisa que evidentemente, en cuanto Dios, Jesucristo
posee todo lo que le corresponde como Dios, y en cuanto hombre tiene un cuerpo y un alma
espiritual. Y el hombre alcanza en la Encarnacin del Verbo su real posibilidad de
comunicacin vital plena con Dios Padre, puesto que en el Supremo Modelo, en el decurso
de su vida terrena, la parte superior de su alma, su espritu, estaba en comunicacin con el
Padre y nos posibilita as nuestra comunicacin con Dios Padre. Esta dilucidacin de Santo
Toms constituye una alta nocin de la individualidad personal, es decir, de la personalidad
humana, razonable y libre, pero en ntima dependencia de Dios y en busca del soberano
bien, ltimo y primordial fin de la persona humana. Por eso, la concepcin tomasiana de la
persona humana, es admirable, ya que permite comprender el plano moral del hombre,
considerado en los aspectos de los fines y los valores, de la obligacin y de la conciencia 12 .
Pero todo esto permite comprender la nocin del autntico hombre cristiano, pues as la
realidad de la persona coincide con su ser metafsico en su perfeccin ms alta. El ser
personal es siempre un sujeto integral, subsistente y de naturaleza espiritual, orientado, en
su fin ltimo, imprescindiblemente a Dios. Y la persona humana, como un todo singular,
existente; como un ser personal subsistente, que como tal, no puede ser de otro, en otro, para
otro, a no ser de modo relativo; que por ser persona implica naturaleza espiritual, se
constituye, en la elaboracin intelectual de Santo Toms, en una digamos visin completa
del ser, pues la participacin del ser humano en el Ser del Modelo, Jesucristo, presupone
necesariamente la plenitud. Y esa plenitud es espiritual. Por lo tanto, ser persona implica ser
espiritual, o sea que la persona es una participacin del ser en el grado ms alto del mismo,
que es el del espritu. Por eso afirma el Doctor Anglico que la persona significa lo ms
perfecto que hay en toda la naturaleza 13 . Y ser persona implica, como antes se seal, una
dignidad congnita y una capacidad de dignidad que se puede conquistar en la medida en
que el ser desarrolla toda la potencia que encierra en su naturaleza espiritual. Adems, y en
consecuencia, lo mismo que todos los seres de la naturaleza, seala Santo Toms que el
11
SANTO TOMS DE AQUINO, S. Th., III, 6, 2.
12
Ibidem, I, 2, q. 1-60.
13
Ibidem, I, q. 29, a. 3, co.
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hombre obedece a fines, pero tiene el privilegio de ser, por la razn y la voluntad, dueo de
sus acciones. Y como lo nico que puede satisfacer su anhelo o apetito de felicidad y colmar
sus potencias de saber y de amar es Dios, objeto supremo del conocer y del fin natural del
querer humano, el hombre que busca su verdadero bien est en marcha hacia Dios, incluso
aunque no le nombre e ignore que ese verdadero Bien es Dios 14 . De ah que Santo Toms
concrete el reconocimiento del valor eminente de la persona por el cristianismo. Porque, as
debe entenderse la expresin concreta de Santo Toms, cuando manifiesta: el hombre,
horizonte y confn de la creacin 15 , es decir, el hombre creado y luego afinado por el
Modelo Supremo, Jesucristo. El Doctor Comn de la Iglesia, seala que puesto que el
hombre fue creado a semejanza de Dios, despus de tratar de l, modelo originario, nos
queda por hablar de su imagen, el hombre 16 . Toda esta concepcin del hombre por parte
de Santo Toms le ha valido ser considerado como Doctor Humanitatis, puesto que ha
sabido leer a fondo el libro del hombre escrito con el dedo de Dios, huella divina, y por eso
de profundidad inagotable 17 . Por eso, certeramente seala el Padre Lobato que hemos
puesto de relieve la novedad cristiana al dar la primaca del mundo al hombre imagen de
Dios, realizada en plenitud en Jesucristo y llamada al desarrollo en todo sujeto humano
creado para salvarse. A esa novedad se aade la lectura del ser personal que es propia de
Toms, y supera cuantas se han hecho, porque toca lo profundo existencial de cada ser
humano existente. Toms ha logrado esa lectura desde las dos fuentes de su pensamiento, el
de la inteligencia que descubre la verdad de los entes, y el de la fe que ha iluminado el
misterio del hombre y lo resuelve a la luz de Jesucristo18 . En suma, el Dogma Cristolgico
que en la encarnacin el Verbo Divino subsiste en las naturalezas humana y divina. La
Encarnacin concreta la real concepcin del hombre y de la persona humana en la
elaboracin del Aquinate, asumida plenamente por el Magisterio de la Iglesia. En suma,
como precisamente se ha sealado, la respuesta a la cuestin de la imagen autntica del
14
Ibidem, I, q. 2, a. 1.
15
Super Sent. Lib. 3, pr.
16
As comienza la II Parte de la S. Th., concretando la relacin del hombre y Dios, en lo atinente al
comportamiento concreto del hombre, basando as la teologa moral tomasiana. Como seala JOSEF PIEPER, la
primera doctrina teolgico-moral del Doctor Comn es sta: La moral trata de la idea verdadera del hombre.
Naturalmente que tambin ha de tratar del hacer, de obligaciones, mandamientos y pecados; pero su objeto
primordial, en que se basa todo lo dems, es el verdadero ser del hombre, la idea del hombre bueno (en La imagen
cristiana del hombre, ensayo publicado por Ed. Rialp - http://www.hottopos.com.)
17
ABELARDO LOBATO, O.P., La persona en Santo Toms de Aquino, en feyrazon.org/Lobatopersona.htm
18
Ibidem.
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hombre cristiano puede concretarse en una frase; ms an: en una palabra: Cristo. El
cristiano debe ser otro Cristo; debe ser perfecto como lo es el Padre; pero este concepto
de perfeccin cristiana es infinitamente amplio, y por eso mismo es difcil de aclarar:
requiere, por tanto, la concrecin y exige una interpretacin 19 . Y precisamente Santo
Toms de Aquino, el gran maestro de la cristiandad occidental, fue quien expres la real
idea cristiana del hombre 20 .
19
PIEPER, J., La imagen cristiana del hombre, cit. en nuestra nota 15, in fine.
20
PIEPER las resume de esta manera: Primero. El cristiano es un hombre que, por la fe, llega al conocimiento de la
realidad del Dios uno y trino. Segundo. El cristiano anhela en la esperanza la plenitud definitiva de su ser en la
vida eterna. Tercero. El cristiano se orienta en la virtud teologal de la caridad hacia Dios y su prjimo con una
aceptacin que sobrepasa toda fuerza de amor natural. Cuarto. El cristiano es prudente, es decir, no deja enturbiar su
visin de la realidad por el s o el no de la voluntad, sino que hace depender el s o el no de sta de la verdad de las
cosas. Quinto. El cristiano es justo, es decir, puede vivir en la verdad con el prjimo; se sabe miembro entre
miembros en la Iglesia, en el Pueblo y en toda Comunidad. Sexto. El cristiano es fuerte, es decir, est dispuesto a
sacrificarse y, si es preciso, aceptar la muerte por la implantacin de la justicia. Sptimo. El cristiano es comedido, es
decir, no permite que su ambicin y afn de placer llegue a obrar desordenadamente y antinaturalmente (l.c.).
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4. Conclusin
La recuperacin del concepto autntico del hombre, slo es posible por la recuperacin del
concepto cristiano del hombre. Es preciso, para enfrentar al moderno hombre prometeico
recuperar al hombre metafsico, redescubrir la profundidad de su ser, el fondo esencial de su
alma. El verdadero humanismo es teocntrico y, por ende, cristocntrico. La cristologa
conlleva implcitamente una antropologa rigurosa. Concebir el antropocentrismo en
oposicin al cristocentrismo es establecer una oposicin entre Dios y el hombre. Ese es el gran
pecado y el gran drama de nuestro tiempo. Y lo grave est en el hecho de un relativismo que
anula la verdad de Jesucristo y el imperio del vivir existencial del cristiano en su cotidianidad. En
este retorno a la Casa del Padre, este regreso a la Patria celestial, la amorosa y rigurosa
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JUAN PABLO II, Encclica Veritatis splendor, n. 1.
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