Neo Marxism o
Neo Marxism o
Neo Marxism o
EL PENSAMIENTO ECONMICO
NEOMARXISTA
El artculo pasa revista a diferentes significados del pensamiento econmico neomarxista.
El significado principal es la corriente de pensamiento marxista ligada a las ideas de
capitalismo monopolista, subdesarrollo e intercambio desigual, especialmente desde
mediados del Siglo XX y tomando como punto de partida las elaboraciones de Paul Baran
y Paul Sweezy. Pero hay otros significados del neomarxismo econmico: dejando de lado
una interpretacin puramente cronolgica, el marxismo keynesiano es el principal
candidato, aunque sin olvidar otras formas blandas de marxismo como el regulacionismo,
el pensamiento radical, el sraffismo y el marxismo analtico.
Otto Bauer y Heinrich Cunow, a los que aade, de una all del mbito puramente econmico, desde la sociolo-
generacin posterior, Henryk Grossman y Fritz Sternberg ga a la esttica y desde la teora poltica al psicoanli-
(Schumpeter 1954, pginas 962-963). Para Schumpeter, sis2. En el mbito econmico se suele ver una renova-
las obras de estos autores cin as en el marxismo keynesiano, que, para mu-
chos, es un fructfero neomarxismo basado en la fusin
apuntan a un objetivo que todos los neomarxis- de las mejores aportaciones de ambas corrientes. Algu-
tas comparten a pesar de sus violentas polmicas. nos keynesianos presentaron a Marx como un buen
Como identificaban, segn el autntico espritu complemento de las teoras keynesianas. ste es, es-
marxista, el pensamiento y la accin, la teora y la pecialmente, el caso de Joan Robinson, quien, a pesar
poltica, les interesaban principalmente las partes de rechazar la teora del valor de Marx y su teora de la
del sistema marxista que tienen o parecen tener tendencia descendente de la tasa de ganancia, se ali-
importancia directa para la tctica socialista, du- nea con Kalecki en su apreciacin global de la obra de
rante lo que esos autores creen, la ltima fase Marx, lo que la lleva a afirmar que el mtodo de Marx
fase imperialista del capitalismo. Por eso no proporciona la base del anlisis de la demanda efecti-
les interesaba gran cosa la dialctica hegeliana, ni va, y que los economistas acadmicos, debido a su
la teora del valor-trabajo, ni la cuestin de si es o desprecio por Marx, han malgastado mucho tiempo en
no es posible transformar los valores de Marx en redescubrir dicho anlisis por ellos mismos (Robinson,
precios de produccin, sin alterar la suma total 1941, pgina 240). Otros keynesianos radicales han se-
de plusvala. Les interesaba, en cambio, mucho el guido a Robinson, casi sin excepcin, y son considera-
imperialismo1 y el problema del hundimiento o dos habitualmente como los formuladores de una forma
crisis general del capitalismo y, por lo tanto, la teo- keynesiana de marxismo. Es el caso de Paul Sweezy o
ra de la acumulacin, de la crisis y de la pauperi- Maurice Dobb, quienes pueden ser considerados como
zacin (ibdem, pginas 963-4). un tipo de crticos de Keynes que no negaron los pos-
tulados analticos centrales de la Teora General, a sa-
Para Schumpeter, tras el neomarxismo se produce un ber, que la causa principal de las crisis econmicas era
renacimiento marxista que intenta, por una parte, re- una demanda efectiva insuficiente, y que la poltica fis-
vitalizar precisamente la economa pura de Marx, su- cal poda arreglar las cosas (al menos en principio)
mando as sus fuerzas a las de los neomarxistas super- (Howard y King 1992, pgina 102).
vivientes de la poca anterior, y por otra parte intenta La crtica de este marxismo keynesiano, sin duda hoy
keynesificar a Marx o [...] marxistizar a Keynes (ib- en da mayoritario3 dentro del marxismo terico y sobre
dem, pginas 966-7). todo poltico, se ha ligado sobre todo con el principal dis-
El marxismo keynesiano
2
Representativas de esto ltimo son, por ejemplo, todas las versiones
Una segunda concepcin del neomarxismo ve en l del neomarxismo tambin conocido en este sentido como marxismo
occidental centradas en las aportaciones de la escuela de Frankfurt,
una efectiva renovacin (para bien o para mal) de los especialmente su Teora crtica, pero tambin en las de otros marxistas
contenidos del marxismo, posicin que va mucho ms polticos y filsofos como Gramsci, Lukcs o Althusser.
3
Maurice Andreu escribe en 1980, en el posfacio a la edicin
francesa del clebre libro de JOSEPH GILLMAN (1957), otro marxista
keynesiano, que el predominio de esta corriente dentro del marxismo es
tan grande que la historia reciente del marxismo puede considerarse
1
Dos populares introducciones a las teoras marxistas del en general como la de un desvo por Keynes (ANDREU, 1980,
imperialismo son BREWER (1990) y, en espaol, VIDAL VILLA (1976). pgina 193).
cpulo de Grossman, Paul Mattick, y discpulos de ste Por ltimo, es posible identificar a otros grupos de au-
como Mario Cogoy, pero se extiende bastante ms all tores que cabra etiquetar como neomarxistas en un
de esta escuela. Los argumentos son varios. sentido an ms vago e indeterminado, y para muchos
En primer lugar, el origen de la tendencia a la crisis muy discutible. Lo que tienen en comn todos ellos es
no es el subconsumo ni ningn otro problema de reali- que, aun manteniendo alguna conexin con el marxis-
zacin del valor de las mercancas producidas por el ca- mo, van ms all en varias direcciones, y siempre en el
pital. El problema es que los beneficios obtenidos por sentido de considerarse herederos al mismo tiempo de
los capitalistas en su conjunto son insuficientes porque otras ideas, ya sean institucionalistas, historicistas, radi-
el plustrabajo que se extrae a los trabajadores no basta cales o incluso neoclsicas. Nos estamos refiriendo a
para rentabilizar un volumen de capital que crece ms los regulacionistas, los radicales, los sraffianos y los
rpidamente que las ganancias, debido al progreso tc- marxistas analticos5.
nico ahorrador de trabajo, tpico del capitalismo. Se tra-
ta, pues, de un problema que surge en el mbito de la 3. El capitalismo monopolista
produccin, y no en los de realizacin o distribucin de
capital. En su crtica a Joseph Gillman (1957), que com- Vistos los significados aproximativos del concepto
parte y en parte anticipa las ideas de Baran y Sweezy, neomarxista del apartado anterior, podemos adentrar-
Mattick condena la idea de la superabundancia de la
plusvala, una plusvala que no puede ser realizada
como capital nuevo y tampoco puede ser realizada en marxismo keynesiano-kaleckiano de izquierdas las que llevaron a
forma de consumo a causa del antagnico sistema de Schumpeter, ya en los aos cincuenta, a entrever lo que pasara aos
despus con la nueva izquierda y el movimiento radical de los Estados
distribucin capitalista (Mattick, 1969, pgina 94).
Unidos: La doctrina de Marx impresiona al estudiante ingls o
En segundo lugar, lo que Mattick y otros economis- norteamericano de economa como algo nuevo y tonificante, que difiere
de la materia habitual y le ampla el horizonte. La energa de esta
tas marxistas critican de los planteamientos contrarios
impresin se puede luego consumir en emociones sin valor cientfico,
es la idea de que la superacin de la crisis est al alcan- pero tambin puede resultar productiva. En cualquier caso, la influencia
de Marx se tiene que enumerar entre los factores de la situacin cientfica
ce de las polticas expansivas de tipo keynesiano; para
de nuestros das (SCHUMPETER 1954, pgina 967).
ellos la intervencin estatal no puede hacer nada frente 5
Un primer grupo estara formado por los regulacionistas,
a un problema de rentabilidad que va ntimamente liga- autocalificados a veces como una cuarta corriente al lado de la
neoclsica, la keynesiana o la marxista, frente a las cuales el
do a las tendencias estructurales de la acumulacin y la regulacionismo representara la herencia de tres heterodoxias: el
sobreacumulacin de capital, problemas que tienen su marxismo, el keynesianismo y el institucionalismo (BASL, LIPIETZ
et al., 1988, pgina 483). La economa radical norteamericana, aunque
origen en la forma capitalista adoptada por el cambio muy influida por Baran, Sweezy y la Monthly Review, y a pesar de ser
tcnico y, en ltimo trmino, en la ley del valor descu- considerada a veces la versin transatlntica del regulacionismo francs
y europeo, supone realmente un paso ms all, en el sentido de que se
bierta por Marx4. limita a reivindicar, en la mayora de los casos, una vuelta a la
economa poltica por oposicin a la economics de los neoclsicos
(BEHR et al., 1971, pgina 343). Un tercer grupo es el de los sraffianos
que consideran la obra de Sraffa como una superacin de la economa
4
Estos crticos se oponen tambin a Kalecki, para quien los gastos de neoclsica al mismo tiempo que de la teora del valor de Marx (por
los capitalistas (la suma de su consumo y de la inversin privada) son los ejemplo, STEEDMAN, 1977). Por ltimo, cabe citar a los marxistas
que determinan sus beneficios. Al olvidar lo que ocurre en el terreno de la analticos, tambin llamados marxistas neoclsicos o marxistas de
produccin, los kaleckianos tienden a olvidar que tambin es cierto lo la eleccin racional. Algunos de sus integrantes defienden su actividad
contrario y, por tanto, que si no se puede producir una cantidad suficiente como una combinacin de metodologa neoclsica y calendario de
de plusvalor, los planes de inversin de los capitalistas no pueden llevarse investigacin marxista (ROEMER, 1986, pgina 150) cuyo precedente
a cabo. Cuando las ideas de Kalecki y las de algunos seguidores de ltimo se encontrara en Oscar Lange, pero ello no les impide criticar al
Keynes se unen a las de Sraffa, dan lugar al llamado keynesianismo de marxismo hasta el punto de considerar que en la actualidad, la
izquierda (por ejemplo, el tpico de muchos de los economistas de economa marxista, con pocas excepciones, est intelectualmente
Cambridge, UK, desde los aos sesenta). Y son ideas similares a este muerta (ELSTER, 1986, pgina 64).
nos ahora en su significado ms cabal. En este senti- mejores estudiosos de Marx. Por ejemplo, Mandel
do, el enfoque neomarxista hunde sus races en el de- muestra cmo para ste, tras sus primeras ideas juveni-
bate sobre el imperialismo que agit los crculos mar- les en sentido contrario, el natural price va siendo cada
xistas durante la dcada de 1920 tras la publicacin de vez ms la regla, mientras el precio de monopolio que
los libros de Lenin sobre el desarrollo del capitalismo se separa fuertemente de ese natural price va siendo
en Rusia, en 1899, y sobre todo sobre el Imperialismo, cada vez ms la excepcin (Mandel, 1967, pgi-
en 1917 (Boillot, 1988, pgina 430). En el Imperialis- nas 46-47). Incluso los propios Baran y Sweezy son per-
mo Lenin plantea por una parte la cuestin de la defini- fectamente conscientes de que Marx, como los econo-
cin del imperialismo como la fase monopolista del mistas clsicos antes que l, consider los monopolios
capitalismo, y por otra parte la tesis de que las colonias no como elementos esenciales del capitalismo sino
y los pases menos desarrollados no pueden desarro- ms bien como un remanente del pasado feudal y mer-
llarse si no se emancipan del orden econmico mundial cantilista, razn por la cual Marx anticip el derrumbe
capitalista. sta es la doble tesis que adoptarn mu- del capitalismo [...] dentro del sistema en su fase com-
chos marxistas leninistas, tanto en el Este como en el petitiva (Baran y Sweezy, 1966, pginas 9-10).
Oeste, y que empiezan a defender en Estados Unidos
desde los aos cuarenta autores como Paul Sweezy y La libre competencia de capitales
Paul Baran, as como la escuela que surge entonces
en torno a la Monthly Review, impulsada por el propio La competencia realmente existente es, para Marx, la
Sweezy. Por esta razn a Baran y Sweezy se les consi- libre competencia de los capitales. Aunque no podemos
dera en muchos mbitos los fundadores del neomar- extendernos aqu6, esto no tiene nada que ver con el
xismo y, en cierta medida, de la escuela de la depen- modelo de competencia perfecta de los manuales neo-
dencia, identificndose el neomarxismo como una re- clsicos, pero tampoco tiene que ver con los modelos
visin del marxismo clsico definida por tres rasgos de competencia imperfecta (en particular, el monopolio)
fundamentales: i) la idea de que el capitalismo ha cam- de esos mismos manuales. Ni monopolio ni oligopolio ni
biado desde la aparicin de los monopolios; ii) la tesis competencia imperfecta ni ninguno otro de esos mode-
de que el subdesarrollo no es un estado de cosas sino los suponen alternativa terica real alguna a la compe-
el resultado de un proceso por el que el capitalismo pe- tencia perfecta, porque todos ellos comparten con el
netra como un virus que desagrega las capacidades de modelo de referencia los supuestos econmicos bsi-
desarrollo y produce subdesarrollo; iii) la conviccin de cos, fundamentalmente la suposicin de que la tcnica
que el socialismo sigue siendo el horizonte que se pre- usada en la produccin es idntica para todos los que
senta como nica alternativa a estas tendencias (Boi- compiten en cada rama productiva7.
llot, 1988, pgina 430).
El problema es que, a este respecto, las tesis de Le-
nin, luego adoptadas por tantos seguidores, difieren 6
Vase GUERRERO (2003) y el epgrafe 4 de GUERRERO (2007),
completamente de las de Marx. Para ste, es en los titulado La competencia, segn Marx. Vase asimismo la II parte de
WEEKS (2009), titulada La libre competencia de capitales, segn
comienzos de la industria [...] cuando la competencia Marx.
era limitada y, por lo tanto, existan precios de monopo- 7
Como ya deca un autor dieciochesco citado por Marx en El capital,
si mi vecino, haciendo mucho con poco trabajo, puede vender barato,
lios en todas las industrias, de forma que el exceden- tengo que darme maa para vender tan barato como l. De este modo,
te del precio de mercado sobre el precio real era aqu todo arte, oficio o mquina que trabaja con la labor de menos brazos, y
por consiguiente ms barato, engendra en otros una especie de
constante (Marx, 1857, II, pgina 330). Esta contrapo- necesidad y emulacin o de usar el mismo arte, oficio o mquina, o de
sicin entre las tesis de Lenin y Marx es captada por los inventar algo similar para que todos estn en el mismo nivel y nadie
Sin embargo, la mayora de los marxistas no siguen a la larga tradicin que hasta hoy pretende distinguir entre
Marx en esta concepcin sino que defienden otra cosa. un capitalismo decimonnico, supuestamente de libre
No tienen ninguna teora de la competencia, sino que se competencia, y un nuevo capitalismo del Siglo XX, do-
han dejado arrastrar por la simple ideologa antimono- minado por los monopolios. Para l:
polista y la caricatura del monopolio como representa-
cin del mal. Cuando las asociaciones monopolistas elimi-
nan la competencia eliminan con ella el nico me-
El monopolio segn los marxistas dio con que pueden realizar una ley objetiva de
precios. El precio deja de ser una magnitud deter-
Como decimos, los marxistas, empezando por minada objetivamente; se convierte en un proble-
Engels8, Hilferding y Lenin, abandonan la idea de Marx ma de clculo para los que lo determinan volunta-
y la sustituyen por otra muy distinta. ria y conscientemente; en lugar de un resultado se
Hilferding dedica la tercera parte de su libro (1910) a convierte en un supuesto; en vez de algo objetivo
la cuestin de El capital financiero y la limitacin de la pasa a ser algo subjetivo; en lugar de algo innece-
libre competencia, pero ya desde la introduccin reto- sario e independiente de la voluntad y la concien-
ma la idea de Engels acerca de la sustitucin progre- cia de los participantes se convierte en una cosa
siva de la competencia por el monopolio, que l transfor- arbitraria y casual (Hilferding, 1910, pgina 251;
ma en la abolicin de la primera9. Hilferding inicia as nfasis aadido).
gina 386). Pero es muy significativo que escriba que Preobrazhenski) como en Alemania, donde colabor
los economistas publican montaas de libros en los con Friedrich Pollock en la Escuela de Frankfurt y en
cuales describen las distintas manifestaciones del mo- donde comenz a preguntarse por la racionalidad del
nopolio y siguen declarando a coro que el marxismo ha capitalismo como forma social y no solo en trminos es-
sido refutado (ibdem, pgina 387). As demuestra trictamente econmicos. Como algunos han sealado,
que para los economistas estaba clara la relacin inver- esta ltima influencia se mostrara decisiva para que el
sa, y no directa, entre monopolio y teora de Marx. marxismo estadounidense dirigiera su atencin a las
dimensiones cultural e ideolgica del trabajo, la educa-
La aportacin de Baran y Sweezy cin y la vida familiar (Howard y King, 1992, pgi-
na 114). Pero la principal aportacin de Baran es el con-
En su Teora del desarrollo capitalista (1942), Sweezy cepto de excedente econmico, idea central de su li-
combin una teora de la sobreacumulacin para expli- bro The Political Economy of Growth (1957).
car las crisis cclicas con una teora subconsumista que El problema con este concepto es que no es uno sino
pretenda explicar la tendencia al estancamiento secu- varios (vase Stanfield 1973): el planeado, el efecti-
lar, inspirada esta ltima en el clebre modelo de Otto vo y el potencial11. El concepto de excedente poten-
Bauer, que en buena medida es un antecedente del de cial es crucial por dos razones; primero porque es un
Harrod. Sweezy crea que la depresin era un problema instrumento til para el anlisis crtico de la sociedad ac-
crnico para el capitalismo y el punto hacia el que ste tual, que muestra que el producto y el nivel de vida se-
tender, a no ser que aparezcan ciertas tendencias con- ran mayores, y el desempleo menor, si no fuera por el
trarrestantes, como el consumo improductivo y la crea- despilfarro caracterstico del capitalismo monopolista de
cin de demanda por parte del Estado. Sin embargo, los pases desarrollados; y, en segundo lugar, porque di-
como el capitalismo ha entrado en una nueva fase, la cho concepto permite lo que cree una nueva y mejor for-
monopolista, aparece un nuevo problema, y es que los mulacin de la teora subconsumista, ya que, en su opi-
monopolistas invertirn menos que los capitalistas de la nin, aunque los beneficios y ahorros reales pueden no
poca competitiva10, con lo que reaparecen as las ten- haber aumentado en el tiempo como proporcin de la
dencias estancacionistas que nacen de la insuficiencia renta nacional, sus magnitudes potenciales s lo han he-
de demanda efectiva. cho. Precisamente, la brecha entre ambos significa que
A diferencia de otros marxistas como Preobrazhenski
y Moszkowska, que haban llegado antes que l a las
mismas conclusiones, las ideas de Sweezy revelan la 11
El excedente planeado, que no guarda relacin con el concepto
influencia de la teora burguesa contempornea, en es- marxiano de plusvalor, es la diferencia entre la produccin ptima en
una economa socialista y su consumo ptimo, donde el ptimo se
pecial de E. Chamberlin y su competencia monopolsti- define en trminos de lo as determinado por una comunidad guiada
ca, y de Joan Robinson, que comparta con Chamberlin por la razn y la ciencia (BARAN, 1957, pgina 156). El excedente
efectivo es la diferencia entre el producto efectivo y el consumo efectivo
la idea de que las empresas operan, en el equilibrio, con (en el capitalismo), que equivale al ahorro y es inferior al plusvalor (ibd.,
un exceso de capacidad instalada. pgina 132). Y el excedente potencial es la diferencia entre el output
que podra obtenerse en un entorno natural y tecnolgicamente dado
Por su parte, Baran se haba formado en las ideas con los recursos productivos disponibles, y lo que podra considerarse el
marxistas tanto en su Rusia natal (donde trabaj con consumo esencial (ibd., pginas 133-134). Que ste es un concepto
hbrido, semicapitalista y semisocialista a la vez, lo prueba que el
excedente potencial est compuesto, aparte de por el consumo de la
clase superior, por el output que se pierde por tres razones distintas: el
empleo de trabajadores improductivos, la organizacin irracional y
10
Ideas similares pueden encontrarse en el economista burgus A. despilfarradora del aparato productivo existente y la inadecuada
R. BURNS (1936, pginas 241-272). estructura de la demanda agregada.
poltica comercial blica es inequvoco. Forma una dis- rrollo era resultado de la propia naturaleza intrnseca del
posicin conservadora en la poblacin [...] (ibdem, p- capitalismo, lo que le llev a repudiar al reformismo y a
gina 167). afirmar que solo una revolucin socialista podra solucio-
nar el problema del subdesarrollo.
4. Subdesarrollo e intercambio desigual Para Baran el estancamiento econmico se debe o
bien a que el excedente es insuficiente, o bien a que es
Subdesarrollo suficiente pero se despilfarra en consumo improductivo.
Por tanto, la diferente y divergente historia econmica
Hasta la dcada de los aos veinte la mayora de los del centro y la periferia se debe a la divisin del exce-
marxistas pensaban que el desarrollo de las economas dente mundial entre las diferentes regiones y a la mane-
ricas y su impacto sobre el resto del mundo fomentaba el ra en que se usa en su interior. Para Baran el neoimpe-
desarrollo econmico a escala mundial. Esto poda afir- rialismo poscolonial contina drenando excedente de
marse tanto de Marx y Engels como de Kautsky, Luxem- los pases excoloniales sobre todo gracias a la repatria-
burg, Hilferding, Lenin, Bujarin y Trotski, que se habran cin de beneficios por las inversiones en el exterior. La
negado a sustituir la explotacin de los asalariados por la pobreza de los pases del Tercer Mundo se debe a sus
idea de una explotacin de unos pases por otros. Sin relaciones con el mundo occidental, y el contacto entre
embargo, tras la Segunda Guerra Mundial aparecen una ambos produce subdesarrollo porque los pases capita-
serie de teoras basadas en el argumento de que el atra- listas desarrollados tienen un gran incentivo y poder su-
so de los pases coloniales y menos desarrollados era ficiente para bloquear el crecimiento de los menos desa-
resultado de un proceso de subdesarrollo por el que rrollados12, creando relaciones de dependencia median-
las economas avanzadas haban distorsionado la es- te las cuales el retraso se hace rentable mediante las
tructura econmica de las reas atrasadas, impidiendo exportaciones de capital y el comercio. En trminos de
as su desarrollo. Si bien haba antecedentes en puntos Harry Magdoff (1969), esto se debe a que en los pases
concretos de la teora, la responsabilidad de que se co- atrasados la tasa de plusvalor es ms alta y la composi-
menzara a revisar las teoras establecidas del imperialis- cin orgnica de capital ms baja, por lo que la tasa de
mo recae sobre Paul Baran, ya a comienzos de la dca- ganancia es superior.
da de los aos cincuenta, cuando formul por primera Tericos del desarrollo como Andr Gunder Frank o
vez una teora econmica completa del subdesarrollo Theotonio Dos Santos suplementaron las ideas de Ba-
que explicaba por qu el desarrollo fuera del baluarte ran. Frank, en su obra Capitalismo y subdesarrollo en
del capitalismo avanzado era imposible sin la interven- Amrica Latina (1967), revis algunas de las tesis de
cin de una revolucin socialista (Howard y King, 1992, Baran en el contexto de una nueva perspectiva que pre-
pgina 168). En opinin de Howard y King, Baran puede tenda generalizar el tratamiento dado por ste al colo-
reclamar un lugar en las teoras marxistas modernas del nialismo y al capital monopolista. Este cambio de pers-
imperialismo, anlogo al que desempe Hilferding a co- pectiva lo llev a definir el capitalismo en trminos de re-
mienzos de siglo, pues Gunder Frank, Wallerstein y laciones de intercambio: se trata de la produccin para
otros, como los tericos de la dependencia, apenas aa- el mercado (en vez de produccin para uso directo), con
dieron algunas ideas al cuerpo general de esa teora (ib-
dem). Pero Baran no culpaba del subdesarrollo a las rigi-
deces estructurales de los pases subdesarrollados ni al
12
La idea, contraria a la tesis del bloqueo, de que muchos pases
deterioro de los trminos del intercambio entre el centro y atrasados s se haban industrializado, fue introducida por B. Warren en
la periferia (Prebisch), sino que seal que el subdesa- 1973. Vase, sobre todo, WARREN (1980).
cambio desigual sino que parta como supuesto general [4] ASTARITA, R. (2009): Monopolio, imperialismo e inter-
cambio desigual, Madrid: Maia.
del intercambio de equivalentes; y si eso era lo que ocu-
[5] BARAN, P. (1957): The Political Economy of Growth,
rra con carcter general entre los capitalistas y los asa- New York: Monthly Review Press [Economa Poltica del creci-
lariados cuando stos vendan su fuerza de trabajo, otro miento, Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1975].
tanto cabe decir de los intercambios entre las dos partes [6] BARAN, P. y SWEEZY, P. (1966): Monopoly Capital, an
Essay on the American Economic and Social Order, New York:
que realizan el comercio capitalista. Puede que haya ca- Monthly Review Press [El capital monopolista. Ensayo sobre
sos aislados de obtencin de excedente por medio del el orden econmico y social de los Estados Unidos, Mxico:
cambio, pero la ley del valor impone la igualdad general Ed. Siglo XXI, 1974].
[7] BASL, M. y LIPIETZ, A. et al. (1988): Histoire des pen-
entre el valor de las mercancas que se intercambian. Lo
ses conomiques, 2 vols.: I: Les fondateurs, II: Les contem-
anterior no quiere decir que Marx negara el desarrollo porains, Paris: Sirey.
desigual, pero dicho desarrollo desigual tena su origen [8] BAUER, O. (1907): Die Nationalittenfrage und die So-
en la ventaja absoluta (que no relativa) que obtenan zialdemokratie, Wien: Wiener Volksbuchhandlung [La cuestin
de las nacionalidades y la socialdemocracia, Mxico: Siglo
ciertos productores en relacin con sus competidores,
XXI, 1979].
gracias a la mejor tcnica utilizada en sus procesos pro- [9] BEHR, T. et al. (1971): Hacia una economa poltica ra-
ductivos. A su vez, la base tcnica de la industria tiene dical, Revista Espaola de Economa, enero-abril, 1977, p-
su origen en el desigual desarrollo y ritmo del progreso ginas 329-360, Madrid.
[10] BETTELHEIM, Ch. (1972): Observaciones teri-
cientfico. No hay razn, en el capitalismo, para que nin-
cas, en EMMANUEL, A., El intercambio desigual, Mxico:
guna empresa ayude a las dems, sean del propio pas Ed. Siglo XXI.
o no, ni para que traspasen gratuitamente su poder cien- [11] BOILLOT, J.-J. (1988): Le no-marxisme? Marx vu
tfico y su tecnologa; pero la competencia obliga a to- par les no-marxistes, en BASL y LIPIETZ et al., volumen II,
pginas 430-434.
das ellas a emplear todas las armas, incluidas la bs- [12] BRENNER, R. (1977): The Origins of Capitalist Deve-
queda del aumento de productividad en pases con me- lopment: A Critique of Neo-smithian Marxism, New Left Re-
nores salarios para conseguir costes productivos ms view, 104, mayo-junio, pginas 25-92, Londres.
[13] BREWER, A. (1980): Marxist Theories of Imperialism.
bajos. El desarrollo desigual significa al mismo tiempo
A Critical Survey, 2. edicin, London: Routledge and Kegan
un desarrollo absoluto de las fuerzas productivas de los Paul, 1990.
pases del Sur, compatible con un desarrollo an ms [14] BURNS, A. R. (1936): The Decline of Competition: a
rpido en los pases del Norte. La expansin de las rela- Study of the Evolution of the American Industry, New York:
McGraw Hill.
ciones y formas capitalistas puede desarrollar al resto
[15] COHEN, G. (1978): Karl Marx Theory of History. A De-
del mundo, pero al mismo tiempo hacerles perder la ca- fence, Oxford: Oxford University Press [La teora de la historia
rrera competitiva con el Norte de forma progresiva. de Karl Marx. Una defensa, Madrid: Siglo XXI, 1986].
[16] ELSTER, J. (1986): An Introduction to Karl Marx, Cam-
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