Música de Antes y de Ahora
Música de Antes y de Ahora
Música de Antes y de Ahora
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http://www.xataka.com/musica/por-que-nos-gusta-mucho-mas-la-musica-
de-nuestra-adolescencia-que-la-que-conocemos-mas-viejos
La msica Pop, en un viaje definido por la constante bsqueda de sus propias races y la efervescencia
juvenil, siempre se ha buscado a s misma en el ayer. Desde la irrupcin del Blues a mediados del siglo
XX hasta las constantes imitaciones de gneros pasados del siglo XXI, pasando por el Punk, el Glam
Rock o el Grunge, hablar de msica implica hablar de emociones que siempre encuentran referentes
anclados en la memoria. Bajo dicha tendencia, presente a nivel artstico, subyace un impulso
irrefrenable personal y emocional: nuestra tendencia natural a edulcorar la msica (pero tambin el cine,
la literatura, los programas infantiles, los deportes, la ropa) que disfrutamos en la juventud de cada uno,
en la adolescencia. All nos formamos, y esa es nuestra crcel.
La parte divertida, la que enlaza nostalgia y msica, viene ahora: la adolescencia es el momento en el que
la liberacin de estas sustancias qumicas, ante reacciones o estmulos externos, es mayor. Nuestro
crecimiento hormonal entre los 12 y 21 aos es extraordinariamente rpido en proporcin a los otros aos
de nuestra vida. Adems, nuestra identidad se forja a partir de entonces.
Y cul es el resultado? Segn David Levine, autor de This Is Your Brain on Music: The Science of a
Human Obsession, que nuestras canciones adolescentes son Nuestras Canciones. La nostalgia, por tanto
no es una mera imposicin cultural o una tendencia de la industria, se asienta de forma indiscutible en lo
ms profundo de nuestro cerebro, y a partir de ah es imposible resistirse a ella. Aquella cancin
escuchada por primera vez cuando estabas conociendo al que posteriormente sera tu novio, o aquella
primera chica a la que conociste en una playa del mediterrneo, con apenas quince aos, mientras
hablabais de ese grupo que tanto os gustaba de jvenes, son los primeros pasos en una vida
autnoma. Son momentos muy importantes.
Volver a escuchar esas canciones, grupos o discos se transforma, por tanto, en un poderoso ejercicio
de visin retrospectiva. Para algunos puede llegar a ser, literalmente, volver all. Al igual que el olor del
plato favorito que siempre cocinaba tu madre los domingos, el disco de Estopa que marc los primeros
aos de tu adolescencia lo guardas ahora en un especial rincn de tu memoria. Ya no es lo que era,
cierto, pero siempre lo defenders a muerte. Oh, aquel verano en el que mis padres me llevaron por todo
el norte peninsular, en coche, con un recopilatorio de las mejores canciones de The Beatles. Qu
tiempos aquellos, eh? Es igual que ya sean pasto de las cenizas de un tiempo que no volver, qued
congelado en 'Ticket to Ride'.
Sin embargo, caben peros a esta teora, que antepone la adolescencia a toda experiencia vital posterior.
Seguro que ms de uno sois capaces de identificar un montn de canciones posteriores a vuestros aos
teen que os marcaron a fuego hasta el presente. En mi caso, por ejemplo, pesan ms las canciones de
los late teen years que de la adolescencia propiamente dicha.
La diferencia? Reside nicamente en el impacto emocional que cada uno haya podido sufrir, ms joven
o ms viejo. Parece claro, no obstante, que existe un patrn entre todos nosotros: las canciones de
nuestra juventud, sea sta cuando quiera ser, impulsan cierta pulsin nostlgica, que camina entre la
melancola deslavazada y la apologa de lo pasado, que ninguna cancin posterior, presente o futura es
capaz de crear.
Desde un punto de vista psicolgico tambin se puede explicar. Lo que realmente echamos de menos,
como algunos estudios han puesto de manifiesto, no sera un hecho concreto, un da, un acto, como los
que hemos enumerado ms arriba, y s una poca, un sentimiento. Puede que al escuchar cierta
cancin no estemos pensando en los examenes de febrero, o en los examenes de segunda convocatoria
de septiembre, y s en los cuatro o cinco aos en los que nos movimos entre las bambalinas de la
Universidad.
O que tampoco echemos de menos aquella estpida forma de beber con los amigos, y s aquellos das de
aparente libertad absoluta en los que an bebamos en parques. La sensacin frente al hecho, de lo
concreto a lo general. "El milagro de la memoria", o cmo podemos recordar una cancin que no hemos
escuchado en aos y no somos capaces de pensar qu cenamos hace dos noches.
Quiz por aqu podamos explicar la tendencia aburridsima del fan de Rock medio a denostar toda msica
del presente y edulcorar el pasado de forma exagerada, poniendo en contraposicin cualquier grupo de
este mismo ao a Led Zeppelin, The Rolling Stones o The Police. Deberamos culparles por ser
esclavos de su propias emociones? Puede que no, pero desde luego hay quien est sacando rdito de
todo ello. Cmo entender si no que The Kinks en los ochenta, con unas dos dcadas de produccin a sus
espaldas, parecieran dinosaurios, y que U2 an hoy continen publicando discos y llenando estadios, con
gran expectacin de crtica mainstream y pblico, ms de treinta aos despus de haberse formado como
grupo. La industria ha sabido sacar partido de la nostalgia de la generacin que hoy se puede permitir
pagar entradas por encima de sesenta euros.
Lo mismo se puede decir del Indie Rock, en un bucle del que no parece saber salir. Antes de que los
gneros, por pura nostalgia, se repitieran a s mismo hasta el infinito haban surgido muchos otros que
parecan en un permanente estado de lamento por la edad juvenil perdida. De entre todos ellos cabe
mencionar el Indie Pop, y aquel laconismo por la adolescencia, triste, adolescencia perdida por
veinteaeros y treintaeros que se deleitaban en la ingenuidad de lo inocente y puro.
Al final, de poco podemos culparles cuando nosotros mismos caemos, por tirana del cerebro, en los
mismos defectos. La msica es resultado de lo que somos y lo que somos, al parecer, es un montn de
sustancias qumicas afectando a los diferentes espacios de nuestra cabeza. En esa nostalgia se ha
movido siempre la msica Pop y nos movemos nosotros. Quiz, an siendo conscientes de todo
esto, no podamos evitar, en unos cuantos aos, hablar mal de la msica del ahora y ensalzar todos
aquellos grupos que nos acompaaron en los difciles aos que fueron desde la infancia hasta la
juventud. Realmente no podremos evitarlo: estaremos, biolgicamente, destinados a ello.
http://lamenteesmaravillosa.com/por-que-nos-gustan-diferentes-tipos-de-
musica/
Aunque muchas personas muestran preferencia por un gnero musical en particular (por
ejemplo el rock, pop, indie, clsica, salsa, entre otras), no son exclusivos seguidores del
mismo, pudindose encontrar en su coleccin de discos uno de la agrupacin KISS junto
con uno de Belanova, por citar un ejemplo.
En definitiva, la msica siempre debe estar presente en la vida de cada ser humano,
ya que inclusive la misma naturaleza est plagada de melodas propias para nuestro
deleite y para fortalecer nuestro espritu, mente y cuerpo, sin importar que tan
diferente sean.
http://www.proyectosandia.com/2011/02/es-cierto-que-la-musica-de-antes-era.html
Para los pocos que no conozcan a Justin Bieber, es un nio nacido a mitades de los
noventa, que por alguna razn hoy en da es conocido como un cono de la msica
Pop. Si no lo conocen, no gasten su tiempo en hacerlo, ya que para la gran mayora
de las personas que no son chicas de catorce o quince aos, se trata de la decadencia
de la cultura musical personificada.
Los gustos en general, y particularmente los musicales son imposibles de medir por
varias razones. Principalmente, porque no guardan una correlacin muy importante
con la complejidad de las canciones: hay obras realizadas con cientos de instrumentos
y meses de ensayo que no gustan, y melodas tocadas con slo un par de notas de
una guitarra que enamoran al ms crtico.
Los gustos musicales son muy particulares de cada persona porque estn muy
arraigados a las experiencias vividas. Tienden a gustarnos artistas que escuchaban
nuestros padres y otros seres queridos, as como tambin gneros que escuchamos
en algn momento en el que estbamos alegres por otra razn, como un viaje o el
colegio secundario. Tambin podran relacionarse con la esttica visual de las bandas,
con su nombre, o por estar relacionada con algn movimiento poltico o cultural. A
partir de ah, es probable que el gusto se vaya por las ramas, y conozcamos bandas o
gneros con algunas cosas en comn, y que no tengan relacin con la causa original.
Dicho esto, no tenemos ninguna herramienta absoluta para medir los gustos, por lo
que la respuesta a la pregunta original sera un rotundo No. Pero es interesante
tambin analizar qu es lo que nos lleva a hacernos ese tipo de pregunta:
Cuando escuchamos msica vieja, de los '60, '70 y '80 por ejemplo, no estamos
escuchando la radio de esa poca, ni una muestra aleatoria de lo que se compona en
esos momentos. Sino que escuchamos nuestras bandas favoritas, y tal vez hasta
compilados de las mejores de la poca. Esto es un filtro grandsimo, y que tal vez
represente unas pocas canciones por cada ao de esa poca.
Entonces tenemos que hace cientos de aos slo quedaba registro de la mejor
msica, en gran parte del siglo XX se grababa una gran variedad de msica, pero slo
escuchamos la mejor y en el siglo XXI cualquiera puede grabarse y publicar gracias a
las nuevas tecnologas. Adems, gracias a Internet tenemos acceso a toda la msica
de la que hay registro con slo unos clicks.
Y finalmente, sucede que solemos apreciar por dems las cosas de antes. Como
comentan los muchachos de Cracked, si ponemos un ligero ojo crtico sobre el el gran
xito de 1969 segn las listas de Billboard se va todo al demonio.
S figuran algunos como los Beatles y Elvis Preasley, pero en general parece que
nunca lo ms popular o conocido, o lo que ms se escucha, es lo mejor de una poca.
Sino que esas cosas son rescatadas despus, cuando ya ha pasado el furor y las
disqueras dejaron de hacer movidas publicitarias para hacer nacer estrellas. Sigo con
la esperanza de que en unos aos la historia se olvide de Justin Bieber y se rescaten
bandas de esta poca, que en este momento no estn siendo reconocidas.