El Perro de La Cruz Verde
El Perro de La Cruz Verde
El Perro de La Cruz Verde
Desde esa vez los vecinos pusieron una cruz verde en la cueva
donde sola aparecer el perro y la tranquilidad retorn a las noches de
Hecelchakn. La cruz verde es el smbolo de la Ceiba sagrada en la
cosmovisin maya, es el Yaxch donde los muertos acuden para encontrar
paz y amor. Es el smbolo de las cuatro direcciones del mundo y del
universo. El smbolo sagrado de los mayas.
LA LEYENDA DE LA XTABAY
Hijos mos, descendientes de los mayas antiguos, herederos de la
tierra del mayab.
Hijos de los hombres de maz, hijos del monte, primognitos de
aqul que por su pureza su nombre no se dice.
Hijos de Itzamn, el sabio, el que le puso nombre a todas las
cosas, el que ense a nuestros padres la sabidura oculta.
Dueos de las sabanas, donde los cenotes, que son ojos de la
tierra, miran con amor al cielo, y las grutas son profundas, enigmticas y
bellas.
Hijos mos, mis amados hijos, han de saber que desde los
tiempos en que nuestros padres dejaban or su voz, de boca en boca, se
ha venido oyendo el relato de una de las ms bellas leyendas.
Escchenla hijos mos y cuntenla a los que detrs de ustedes
vienen, para que siempre se sepa, para que nunca se pierda, para que
nunca se olvide la palabra de los maya, la cultura de los hombres de
maz, la poesa de nuestra raza.
Esta es la leyenda que se viene oyendo desde el tiempo en que
los pasos de Itzamn dejaban huella en el kancab fecundo; y su rumor
an resuena en los templos de Calakmul, en las ciudades de los Itzaes,
en las selvas de Na Chan Can, en todos los lugares donde viva un
hombre maya.
iganla hijos mos, que es la poesa de nuestros corazones, que
son las palabras de nuestra alma.
Esta es la leyenda:
"...Chancan senta entre sus labios el fragante sabor de la miel,
la frescura del roco que en las madrugadas baa los xkanloles y las
flores del xhail; aprision con su boca los labios de Lolek, de ciruela
madura; tiernos como elote, tibios como el mes de mayo, rojos como la
flor del flamboyn. Aspir el perfume de su pelo.
Lolek lo contemplaba, el amor estaba enraizado en sus
corazones.
Lolek entr a su casa, las puertas se trancaron.
Chancan pensando en ella camin por la vereda, las hojas secas
crujientes se quejaban.
Sus pasos lo llevaron al centro del poblado, los templos
majestuosos se erguan imponentes, las antorchas relumbraban dentro
de ellos; en el templo de Itzamn se esparca el aroma del copal. Dorma
el pueblo entero.
Lolek, Lolek... en silencio musitaba.
De pronto oy un lamento y el eco de una voz. " Quines son a
estas horas? Estn bajo la Ceiba. Sern enamorados, amantes que se
quieren". Se dijo a s mismo.
La luna filtr su poesa, las sombras se alejaron y pude
contemplarlos:
La maldad era su pan de cada da. Disfrutaba al ver los estragos del
mal en las personas que se entregaban con bondad a la vida. Arrojaba
polvo de cementerio y otras sustancias a sus vctimas. Su mundo era
profano y maldito. En una sola palabra era: bruja.
Cuentan los vecinos de Cumpich que era el temor del pueblo. Todos
saban de ella en aquella pequea comunidad de Hecelchakn.
LANAHUALA
Esta leyenda, es originaria de la ciudad de Puebla, de los ngeles, ms o menos por los
principios de los 1800, en ese tiempo la gente se pregunto si de verdad existi dicho personaje,
pero yo les voy a contar algo de esa leyenda que para muchos no fue creble, pero que hasta en
nuestros das, se habla de ellos.
En ese entonces, se hablo que haba un viejo indio, que se trasformaba en perro, algunos decan
que era lanudo, otros que era un pero negro como los Xoloitzcuintle, que dicho perro se vea
muy sucio, y que cuando lo vean correr sobre todo en los campos de cultivo, era porque iba a
suceder algo catastrfico en dichos campos,
Se llego a decir que dicho indio, era un brujo, el cual era partidario del demonio que hacia
trabajos sucios para perjudicar a la persona que para ello haba sido contratado.
El caso, es que segn se llego a saber, dicho hombrecillo vivi en la calle de la nahuala, o del
nahual, se le llam as a dicha calle por lo que se saba de dichos personajes, ya fuera hombre o
mujer, el caso es que deca que ah en esa calle, vivan los nahuales.
Referencia que se tiene por historiadores, se dice que los nahuales, eran o son seguidores de
costumbres prehispnicas, igual se investigo que dichos personajes se ocultaban en cuevas.
Se dijo tambin que eran indios que se negaron a ser convertidos en cristianos y que por tal razn
ellos preferan ofrecer ofrendas ya sea de comida, de animales y con eso pedan al demonio
poder convertirse en animal, que en este caso era en perro.
-Gichoooo, Gichoooo, ven ayudale a tu mam Sara a meter a esos pollos, que la gallina ya
est arrecha
-Gichooo, vos cipote, agarr a la Carmela que se sali y anda buscando a sus cras Ay te
va a picotear!
-Ay mam Sara, vyase pa adentro a hacer un poquito de tibio pelotudo para cenar con
tortillas y cuajada fresca que acabo de comprar donde doa Chepita, yo voy a meter a estos
pollos jodidos.
-Bueno pues, pero les cerrs bien para que no se salgan, porque ya es tarde para que anden
despiertos.
Uno por uno fue agarrando a los pollitos que corran despavoridos por todo el patio al ver a
Gicho detrs de ellos con una canasta de esas que se usan en el mercado para vender
frutas. La ltima en ser atrapada fue la Carmela, que en su enojo lo picote tres veces en la
mano. Terminaba de cerrar la puerta del gallinero, cuando en medio de la oscuridad vi dentro
del mismo unos ojos redondos y rojos que lo observaban de manera ttrica, por suerte,
siempre andaba un foco atado a la cintura, y al alumbrar, cual fue su sorpresa
Sara, and ve a ese chavalo que sabr Dios que le pas-deca asustado el abuelo-, corriendo
la mam Sara con el delantal a medio amarrar y sus chanclas de hule que le dejaban los
talones expuestos a la tierra llena de cuita, llega asustada:
-Qu tiene la Carmela? No me digas que se sali otra vez, porque si no yo la correteo, la
agarro del pescuezo y ya la comemos en sopa.
-No abuela. Fjese que cuando ya le iba a cerrar la puerta, yo que volteo a ver pa dentro pa
ver que si estaban todos y miro que la Carmela pareca el demonio con los ojos rojos y
brillantes, pero en lo que ust vena para ac, solo se fue a echar la jodida.
-Ay mijo, yo soy la vieja y vos sos al que se le resbalan las tejas. Ven, vmonos para adentro
que ah te van a asustar de verdad para que no ests inventando.
Se fueron juntos para la casita de la mam Sara, guiados solo por la luz del foco al que ya le
empezaban a fallar las bateras. An aterrado por lo que haba visto, Gicho lleg insolente y
nervioso a contarle todo al abuelo Abelardo.
Esos son puros cuentos de camino los de este cipote, eso le pasa por no ir a misa, que ya
hasta anda viendo diablos donde no los hay-deca mam Sara refunfuando.
-Ay Lalo, vos sos loco, tan grandote y ands creyendo en esas cosas
-Bueno pues, hace como diez aos, cuando tu abuela, tus dos tos, tu mam (que en paz
est) y yo vivamos en el mero Len, all en Sutiava, yo trabajaba de cepol en la Iglesia de
San Francisco. All cuidaba a los Frailes, algunos ya estaban viejitos y necesitaban a alguien
que les cuidara los sueos por las noches, ya que no era la primera vez que haban intentado
robarles. Diariamente recorra ocho eternas cuadras, las que conoca como la palma de mi
mano.
-Jum! Esa gallina daba miedo, si pareca poseda por el satn. Cuando quise pasar, han de
creer que junto a su pollos me rodearon y no se queran apartar? Yo me baj del caballo que
ya estaba encabritado, saqu mi machete y zas, zas!, yo que le tiro dos cinchazos a esa
animala y ella que me tiraba picotazos, cacaraqueando de arrecha, mientras los pollitos
hacan lo mismo con el Rebelde.
Valgame Dios!- me dije. Este si es el demonio que me anda siguiendo. Ya no vuelvo a irme
de parranda, ya no le pongo el cacho a la Sara, le deca a Papa Chu rezndole porque ya me
estaba agitando por la jodida gallina. Yo empezaba a creer que era castigo divino por lo mal
que me portaba en ese entonces y con los ojos cerrados y de rodillas me puse a rezar un
Padre Nuestro.
Cuando abr los ojos y me levant, solo estaba yo en aquel silencioso sitio. Para sorpresa ma
haba desaparecido ese animal con sus cras. Me mont rpido en el caballo y arranqu como
alma que lleva el diablo para la Iglesia asustado y agradecindole a Dios por haberme librado
de eso. Cuando llegu a la iglesia lo primero que hice fue pedir perdn arrodillado en el altar y
jur que jams volva a caer en esas andanzas. Uno de los frailes, Don Jos, el ms viejito de
todos, me mir an nervioso que ya casi me gastaba la frente de tanto persignarme. Me
pregunt qu me haba puesto tan nervioso, y le cont, al poco rato me relat rpidamente la
historia de por qu sala esa gallina.
Don Jos, me dijo que un da tras oficiar una misa hace mucho tiempo, haba escuchado
hablar de esa historia a uno de sus feligreses que andaba en malos pasos, pues resulta que la
esposa que era presta a escuchar a gente que no tiene oficio ms que andar chismoseando,
le dijeron que le hiciera brujera a su marido y as evitar que siguiera en esas andanzas. Ella ni
corta ni perezosa hizo caso de hacer el ritual, pero olvid como deshacerlo por lo que para el
resto de su vida qued convertida en gallina con pollos que simbolizaban los hijos que quiso
pero que nunca pudo tener con su marido y es por ello que se le aparece a los hombres hijos
de la mala vida.
-Si viejo, mejor maana la llevo donde don Aquiles, ahi que busque l que hacer con ella.
LA CUEVA DEL TORO
Posted onApril 15, 2012AuthoradminLeave a comment
Dos teoras asoman acerca de la leyenda de los perros negros: una de ellas afirma
que se trata de la reencarnacin del brujo o hechicero que, no queriendo perder
objetos que son de vital importancia para el mantenimiento de su obra, toma una
forma intermedia entre una reencarnacin y otra (en este caso, un animal, antes
de reencarnarse en otra persona), y se dedica a la ttrica tarea de recoger sus
posesiones que poco antes de morir habra confiado a cndidos amigos o
conocidos que eran totalmente ignorantes de sus tareas. La otra teora
menciona sectas satnicas o brujeriles que emplean a esos animales para
recuperar elementos que pertenecieron a sus adeptos. Respecto de las muertes
no violentas de los ingenuos depositarios de esos codiciados bienes? An nada
sabemos