Evangelio de Judas
Evangelio de Judas
Evangelio de Judas
Con todo, en medio de la tormenta mediática, nadie pareció reflexionar sobre qué
debemos de entender por “auténtico”. Si por auténtico entendemos que el Evangelio de
Judas no se trata de una falsificación moderna, entonces es auténtico, efectivamente.
Nadie parece poner en duda que esta copia del Evangelio de Judas proviene del siglo 3
o 4 de nuestra era. Es de hecho un interesante documento que nos otorga una visión de
una variante de cristianismo (gnóstico) que adquirió significativa fuerza en aquellos
años. La cuestión de fondo es si el Evangelio de Judas narra eventos históricos de la
vida de Jesús. Esto es un asunto completamente distinto. Aquí es donde herramientas
como el análisis textual, el análisis de forma y el de fuentes pueden darnos las mejores
respuestas.
Pero aunque el Evangelio de Judas puede ser interesante para conocer la cosmovisión
de un grupo gnóstico asentado en Egipto, tiene poca o nula información histórica sobre
Jesús de Nazaret, no se diga sobre el propio Judas. Aunque parecen apreciarse diversas
etapas en su redacción, en general tiene la forma de extensos “diálogos” entre Jesús y
Judas Iscariote. Los “diálogos” fueron un género muy popular en la literatura gnóstica,
por ejemplo en los “Diálogos del Salvador”, también de la época. La acción suele
ocurrir después de la resurrección de Jesús durante una supuesta etapa en la que el cristo
resucitado se apareció sus discípulos más cercanos para darles las últimas instrucciones
y revelarles los secretos del cosmos. Aunque en el Evangelio de Judas la acción tiene
lugar pocos días o pocas horas antes de la crucifixión, parece apreciarse una capa
redaccional central en la que precisamente se reproducirían diálogos entre Judas y Jesús
resucitado. Mientras en los evangelios sinópticos la predicación de Jesús es
eminentemente pública, los gnósticos abundan en secretos y revelaciones privadas,
como es el caso.
Más que palabras recordadas de Jesús, los evangelios gnósticos suelen contener
elaboradas cosmovisiones y largos monólogos sobre el origen del universo y los poderes
celestiales. Pero es difícil imaginarse a un judío del siglo I como Jesús hablando de
“eones”, de los “siete niveles del cielo”, o de la compleja cosmología de luminarias,
ángeles e inframundos que nos revela este documento, revelaciones que difícilmente se
habrían conservado durante los primeros 30 o 40 años que duró la etapa de transmisión
oral de las palabras de Jesús.
El valor del texto reside por tanto en la información que brinda para comprender mejor
la tradición gnóstica y apreciar la abundante diversidad que el cristianismo primitivo
presentaba ya en el siglo 2 de nuestra era.
EL EVANGELIO DE JUDAS
Versión completa
Traducción de Gustavo Vázquez Lozano
El relato secreto de la revelación que Jesús hizo en conversación con Judas Iscariote
durante una semana tres días antes de que celebrara la Pascua.
Cuando Jesús apareció en la tierra, hizo milagros y grandes maravillas por la salvación
de la humanidad. Y dado que algunos (anduvieron por) el camino de la rectitud en tanto
que otros siguieron con sus transgresiones, llamó a los doce discípulos.
Comenzó a hablar con ellos sobre los misterios más allá del mundo y lo que sucedería
en el final. Con frecuencia no aparecía ante sus discípulos como sí mismo, sino que se le
veía entre ellos como un niño.
Un día estaba con sus discípulos en Judea y los encontró reunidos y sentados en
observancia piadosa. Cuando (se aproximó) a sus discípulos, reunidos y sentados y
ofreciendo una oración de acción de gracias sobre el pan, (él) se empezó a reír. Los
discípulos (le) dijeron: Maestro, ¿por qué te ríes de (nuestra) oración de acción de
gracias? Hemos hecho lo correcto.
Él les contestó y les dijo: “No me estoy riendo de ustedes. Ustedes no hacen esto por su
propia voluntad sino porque es a través de esto que su dios recibe alabanzas”. Le
dijeron: “Maestro, tu eres (...) el hijo de nuestro dios”. Jesús les dijo “En verdad (les)
digo, ninguna generación de los pueblos que están entre ustedes me conocerá”.
Pero sus espíritus no tuvieron el valor de ponerse frente (a él), excepto Judas Iscariote.
Él fue capaz de ponerse frente a él pero no pudo verlo a los ojos, y miró hacia otro lado.
Judas le (dijo): “Yo sé quién eres y de dónde vienes. Eres del reino inmortal de Barbelo.
Y no soy digno de pronunciar el nombre del que te ha enviado”.
Sabiendo que Judas estaba reflexionando sobre algo que está exaltado, Jesús le dijo:
“Retírate de los otros y te diré los misterios del reino. Es posible que tu lo alcances, pero
sufrirás mucho. Porque alguien más te reemplazará, para que los doce (discípulos)
puedan otra vez llegar a ser completos con su dios”. Judas le dijo: “¿Cuándo me dirás
estas cosas, y (cuándo) amanecerá el gran día de luz para la generación?”.
Pero cuando dijo esto, Jesús lo dejó.
A la mañana siguiente, después de que sucedió esto, Jesús (se apareció) a sus discípulos
nuevamente. Ellos le dijeron: “Maestro, ¿a dónde fuiste y qué hiciste mientras nos
dejaste?”. Jesús les dijo: “Fui con otra generación grande y santa”. Sus discípulos le
dijeron: “Señor, qué es esa gran generación que es superior a la nuestra y más santa que
la nuestra, que no está en estos lugares?”. Cuando Jesús oyó esto, se rió y les dijo: “¿Por
qué están pensando en sus corazones sobre la generación fuerte y santa? En verdad les
digo, nadie que haya nacido (en) este eón verá esa (generación), y ningún ejército de
ángeles de las estrellas gobernará esa generación, y ninguna persona mortal por
nacimiento se puede asociar con ella, porque esa generación no viene de (...) que se ha
convertido en (...) La generación de personas entre (ustedes) es de la generación de la
humanidad (...) poder, que (...los) otros poderes (...) por (los cuales) ustedes gobiernan”.
Otro día vino Jesús hacia (ellos). (Le) dijeron: “Maestro, te hemos visto en una (visión),
porque hemos tenido grandes (sueños...) noche (...).
Ellos (le dijeron: “Hemos visto) una gran (casa con un gran) altar (dentro, y) doce
hombres –son los sacerdotes, diríamos– y un nombre; y una multitud de gente está
esperando en el altar, (hasta que) los sacerdotes (...y reciben) las ofrendas. (Pero)
seguimos esperando”.
Ellos (dijeron: “Algunos...) dos semanas; (algunos) sacrifican a sus propios hijos, otros
a sus esposas, en alabanza (y) humildad con el otro; algunos duermen con hombres;
algunos se ven envueltos en (asesinato); algunos cometen una multitud de pecados y
hechos fuera de la ley. Y los hombres que se presentan al altar invocan tu (nombre), y en
toda la extensión de sus deficiencias, los sacrificios son efectuados hasta ser
completados (...).
Jesús les dijo: “¿Por qué están perturbados? En verdad les digo, todos los sacerdotes
que se presentan en ese altar invocan mi nombre. Nuevamente les digo, mi nombre ha
sido escrito en este (...) de la generación de las estrellas a través de las generaciones
humanas. (Y ellas) han plantado árboles sin fruto, en mi nombre, de una manera
vergonzosa”.
Jesús les dijo: “A esos que han visto recibiendo las ofrendas en el altar – eso es lo que
ustedes son. Ese es el dios al que sirven, y ustedes son esos doce hombres que vieron.
El ganado que han visto acercar al sacrificio son todas las personas a las que han
engañado frente a ese altar. (...) se pondrán de pie y harán uso de mi nombre de esta
forma, y las generaciones de los justos permanecerán fieles a él. Después de eso otro
hombre se pondrá de pie de entre (los fornicadores), y otro de los asesinos de niños, y
otro de aquellos que duermen con hombres, y de aquellos que se abstienen, y del resto
de la gente de la contaminación y la iniquidad y el error, y de aquellos que dicen
“Somos como los ángeles”; ellos son las estrellas que traen todo a su conclusión. Porque
se le ha dicho a las generaciones humanas: “Miren, Dios ha recibido su sacrificio de las
manos de un sacerdote”, es decir, de un ministro del error. Pero es el Señor, el Señor del
universo, quien ordena: “En el último día serán avergonzados”.
Jesús (les) dijo: “Dejen de sac (rificar...) que ustedes han (...) en el altar, porque ellos
están sobre sus estrellas y sus ángeles y ya han llegado a su conclusión aquí. Déjenlos
(...) ante ustedes, y déjenlos ir ( –aquí faltan como 15 renglones– ) generaciones (...). Un
panadero no puede alimentar a toda la creación que está bajo el (cielo). Y (...) a ellos (...)
y (...) a nosotros y (...).
Jesús les dijo: “Dejen de luchar contra mí. Cada uno de ustedes tiene su propia estrella
y tod (os –aquí faltan como 17 renglones– ) en (...) que ha llegado a convertirse en
(...primavera) porque el árbol (...) de este eón (...) por un tiempo (...) pero él ha venido a
regar el paraíso de Dios, y la (generación) que durará, porque no sacrificará ni manchará
el (camino de la vida de) esa generación, sino (...) por toda la eternidad.
Judas (le dijo: “Rabb) i, ¿qué clase de frutos produce esta generación?” Jesús dijo: “Las
almas de todas las generaciones humanas morirán. Cuando estas personas, sin embargo,
hayan completado el tiempo del reino y el espíritu las abandone, sus cuerpos morirán,
pero sus almas estarán vivas, y serán llevadas a lo alto”.
Jesús dijo: “Es imposible plantar la semilla en la (roca) y cosechar sus frutos. (Así es)
también el camino (...) la generación (manchada...) y corruptible Sophia (...) la mano
que ha creado a la gente mortal, para que sus almas suban a los reinos eternos de lo alto.
(En verdad) les digo, (...) ángel (...) poder será capaz de ver que (...) aquellos a quienes
(...) generaciones sagradas (...)”.
Judas dijo: “Maestro, así como los has escuchado a todos ellos, ahora escúchame a mí
también. Porque he tenido una gran visión”.
Cuando Jesús oyó esto, se rió y le dijo: “Tu, espíritu decimotercero, ¿por qué te
esfuerzas tanto? Pero habla, y estaré acompañándote”.
Judas dijo: “Maestro, podría ser que mi semilla está bajo el control de los que
gobiernan?”
Jesús le contestó y le dijo: “Ven, para que yo ( –faltan dos renglones– ) pero que tu te
lamentarás mucho cuando veas al reino y toda su generación”.
Cuando oyó esto, Judas le dijo: “¿Cuál es el bien que yo he recibido? Pues tu me has
apartado de todas las generaciones.”
Jesús dijo: “(Ven) para que te enseñe sobre los (secretos) que ninguna persona (ha)
visto jamás. Porque existe un reino grande y sin fronteras, cuya extensión no ha visto
ninguna generación de ángeles, y (en el que) hay (un Espíritu) grande e invisible,
y ahí apareció una nube luminosa. Y dijo “Que exista un ángel para ser mi ayudante”.
Un gran ángel, el Auto-generado, emergió de la nube. A causa de él, otros cuatro
ángeles se formaron de otra nube, y se convirtieron en ayudantes del Auto-generado
angélico. “Que (...) aparezca (...) y apareció (...). Y (creó) la primera luminaria para que
reinara sobre él. Dijo: “Que los ángeles existan para servirlo”, y miríadas de ángeles sin
número empezaron a existir. Dijo: “(Que) exista un eón iluminado”, y comenzó a existir.
Creó a la segunda luminaria (para) reinar sobre él, junto con miríadas de ángeles sin
número, para ofrecer servicio. Así es como creó al resto de los eones iluminados. Los
hizo reinar sobre él y creó para ellos miríadas de ángeles sin número, para ayudarlos”.
“Adamas estaba en la primera nube luminosa que ningún ángel ha visto entre todos
aquellos llamados “Dios”. Él (...) que (...) la imagen (...) y a la semejanza de (este)
ángel. Hizo a la incorruptible (generación) de Seth aparecer (...) los doce (...) los
veinticuatro (...). Hizo aparecer setenta y dos luminarias en la generación incorruptible,
de acuerdo con la voluntad del Espíritu. Las mismas setenta y dos luminarias hicieron
aparecer 360 luminarias en la generación incorruptible, de acuerdo con la voluntad del
Espíritu, de modo que su número fuera cinco para cada una”.
“Los doce eones de las doce luminarias constituyen su padre, con seis cielos para cada
eón, para que haya setenta y dos cielos para las setenta y dos luminarias, y por cada (una
de ellas cinco) firmamentos, (para un total de) 350 (firmamentos...). Se les dio autoridad,
(y después de eso también) espíritus vírgenes, para gloria y (adoración) de todos los
eones y los cielos y sus firmamentos”.
“La multitud de esos inmortales se llama cosmos –es decir, perdición– por el Padre y
las setenta y dos luminarias que están con el Auto-generado y sus setenta y dos eones.
En él apareció el primer humano con sus poderes incorruptibles. Y el eón que apareció
con su generación, el eón en el que están la nube del conocimiento y el ángel se llama
El. (...) eón (...) después de eso (...) dijo: Que los doce ángeles reinen sobre el caos y el
(inframundo). Y de la nube apareció un (ángel) cuyo rostro relampagueaba con fuego y
cuya apariencia fue manchada con sangre. Su nombre era Nebro, que significa rebelde;
otros le llamaban Yaldabaoth. Otro ángel, Saklas, también apareció de la nube. Y Nebro
creó seis ángeles –y también Saklas– para ser ayudantes, y éstos produjeron doce
ángeles en el cielo, cada uno recibiendo una porción en los cielos.
Los doce gobernantes hablaron con los doce ángeles: “Que cada uno de ustedes (...) y
que (...) generación (falta un renglón) ángeles.
Estos son los cinco que reinaron sobre el inframundo, y primero sobre el caos.
Entonces Saklas dijo a sus ángeles: “Vamos a crear a un ser humano a semejanza y a
imagen”. Moldearon a Adán y a su esposa Eva, que se llama, en la nube, Zoe. Porque
por este nombre todas las generaciones buscan al hombre, y cada uno de ellos llama a la
mujer con estos nombres. Y Sakla no (ordenó) excepto (...) las (generaciones...) este
(...). Y el gobernante dijo a Adán: Vivirás muchos años con tus hijos.
Judas dijo a Jesús: “¿(Cuál) es la extensa duración de tiempo que vivirá el ser
humano?” Jesús dijo: “¿Por qué te preguntas sobre estas cosas, que Adán, con su
generación, ha vivido su plazo de vida en el sitio donde ha recibido su reino, con
longevidad, con su gobernante?”
“(...) luz (faltan cerca de los renglones) alrededor (...) que (...) espíritu (que está) dentro
de ustedes mora en esta (carne) entre las generaciones de los ángeles. Pero Dios hizo
que el conocimiento fuera dado a Adán y a aquellos que estaban con él, para que el rey
del caos y el inframundo no lo rigieran sobre ellos”.
Jesús dijo: “En verdad te digo, por todos ellos las estrellas hacen que se completen las
cosas. Cuando Saklas complete el tiempo que se le ha asignado, su primera estrella
aparecerá con las generaciones, y terminarán lo que dijeron que harían. Entonces
fornicarán en mi nombre y matarán a sus hijos y ellos (...) y (faltan alrededor de seis y
medio renglones) mi nombre y él (...) su estrella sobre el (decimotercer) eón”.
(Jesús) respondió (y dijo): “No me estoy riendo (de ustedes), sino del error de las
estrellas, porque estas seis estrellas vagan entre estos cinco combatientes, y ellas serán
destruidas junto con sus criaturas”.
“En verdad (...) tu último (...) llegado a ser ( –faltan cerca de dos renglones y medio– ),
lamentan ( –faltan cerca de dos renglones– ) el que gobierna, porque éste será destruido.
Y entonces la imagen de la gran generación de Adán será exaltada, porque antes que el
cielo, la tierra y los ángeles, esa generación, que es de los reinos eternos, existe. Mira, ya
se te ha dicho todo. Levanta tus ojos y mira a la nube y a la luz dentro de ella y a las
estrellas que la rodean. La estrella que guía a las otras es tu estrella”.
Judas levantó sus ojos y vio la nube luminosa, y entró en ella. Aquellos que estaban en
el suelo escucharon una gran voz que venía de la nube, diciendo (...) gran generación
(...) imagen ( –faltan cerca de cinco renglones– ).
(...) Sus sumos sacerdotes murmuraban porque (él) había entrado en el cuarto de los
invitados para hacer su oración. Pero algunos escribas vigilaban cuidadosamente para
arrestarlo durante la oración, porque tenían miedo del pueblo, porque era considerado
por todos como un profeta. Se acercaron a Judas y le dijeron: “¿Qué estás haciendo
aquí? Tu eres un discípulo de Jesús”. Judas les respondió como ellos querían. Y recibió
algo de dinero y se los entregó.
El Evangelio de Judas
El Maestro dijo: "Alrededor del Sol, hay muchos Planetas y cada uno de
ellos ocupa su lugar y su distancia entre ellos y el Sol y entre los demás
Planetas; así vosotros deberéis ocupar vuestro lugar y distancia alrede
dor del Sol, procurando no estar ni demasiado cerca, ni demasiado lejos.
Y entre Ustedes, mis discípulos, esto debe ser en equilibrio, permitiendo
así, como los Planetas, que cada uno reciba únicamente la Luz que
necesite para su propia sobre vivencia; habiendo concordancia en la Luz
que viene del Sol y la Luz que viene del Padre".
Judas replicó: "Yo creo que el mundo poco a poco entenderá cuál es
nuestro propósito".
"A ese rebaño debéis alimentarlo. El día que os propongáis dar alimento
a vuestras ovejas, no llevéis en vuestra mano el látigo, llevad alimento,
así este rebaño entenderá que os preocupáis de alimentarlo; mas cuando
sepáis que cerca de vuestro rebaño anda el lobo, salid y llevad en vuestra
mano el látigo para espantarlo de las ovejas; y llevad espada para que os
defendáis, si fuese atacado".
Replica Judas, y dice: "He comprendido, ... pero todo el mundo no está
en este rebaño".
"Así vosotros deberéis comprender que hay que crecer sobre los demás
en Espíritu sin que con esto estemos separando los de menor
crecimiento; sólo hace la Voluntad de mi Padre el que ha crecido y no se
deja dar sombra de los demás".
Replica el Maestro: "La Luz se identifica por borrar las sombras. Las
sombras se identifican opacando la Luz".
"Así vosotros comprenderéis que la Verdad es mi Padre. Cuando la
hayáis encontrado, Ella no os dejará sombras ni en vuestras mentes, ni
en vuestros corazones, por lo tanto, comprenderéis que YO SOY LA
LUZ".
"El que esté conmigo y me tenga a Mí, no andará a oscuras y así habrá
comprendido que, en la selva, es el árbol que no recibe sombra de los
demás".
"Recuerden que el viento sopla y mueve las ramas y las hojas del árbol y
sólo desprende las que estén maduras o secas; así ese árbol queda
despejado".
En ese momento el Maestro miraba a los aires y veía a las aves volar y
dijo: "¡Conque per fección vuelan las aves!, así vosotros también
deberéis aprender a volar como ellas".
Judas lo interpela y dice: "Usted nos está hablando de cosas que para
nosotros son demasiado difíciles".
"Te digo que el hombre debe volar como las aves, porque el hombre es
Espíritu y el reino del Espíritu no está en la tierra".
"Por lo tanto, os digo a vosotros, mis her manos, que la muerte cuando
llega desprende el Alma de la materia y así el Alma no piensa más en la
materia, porque para ella ya no existe; piensa en EL que la envió, espera
en EL, confía en EL.
"Por lo tanto, vosotros que habéis creído en Mí y escucháis mi Palabra,
debéis despojaros de lo que no os corres ponde para que en Espíritu os
elevéis al seno de mi Padre".
Estando el Maestro con sus Discípulos en casa de Marta, les dice: "Os
voy a enseñar a vivir como el aire, como la tierra, como las aguas y
como el fuego".
Se dirigió a todos y dijo: "Vosotros veis la tierra quieta, mas ella gira
alrededor de la Vida, que es el Sol".
"Nosotros estamos aquí quietos como la tierra, pero espiritualmente
no estamos quietos; estamos girando alrededor de la Vida, por lo tanto,
en estos momentos somos la Tierra que da alimento a la Vida que es el
Espíritu".
Le dice Judas: " Maestro, nosotros sabemos que todo lo que Usted hace
es para que nosotros también lo hagamos, pero.... ¿cuándo lo podemos
hacer?".
Dice Judas: "Maestro, y ¿cómo hacemos para que el mundo nos crea lo
que nosotros hemos vivido, lo que nosotros hemos visto, como testimo
nio?".
"Así vosotros debéis hacer, dar buenos frutos para que el que tiene
hambre llegue donde vosotros a alimentarse de vuestros frutos".
Estando el Maestro reunido con los Discí pu los, les dijo: "¿Quién de
vosotros me dice lo que debemos hacer en el día de mañana?".
Dijo el Maestro: "El Hijo del Hombre es como el Sol, al que tiene frío
le da calor; es como las nubes, donde hace falta lluvia, lleva el agua; es
como la madre amorosa, cuando el hijo tiene hambre, le alimenta".
"Por eso os digo que si no tenéis una ofren da para Dios, velad primero
que si alguien ha tenido hambre y no le disteis de comer; ha tenido sed
y no le disteis de beber; ha tenido frío y no le disteis abrigo. Esa
ofrenda que llevas, aún no la presentes todavía, porque sería inútil dar a
Dios una ofrenda que se la hemos negado a nuestro hermano".
Pedro se acercó a Judas y le dijo: "El Maestro dijo que estas personas
necesitaban ser curadas, es tarde y son muchas".
"Así la Palabra del Hijo del Hombre es el Pan que calma el hambre, es
la fuente para calmar la sed".
"Así el Hijo del Hombre, primero retira las malezas del Pueblo y,
posteriormente, le da a tomar de la Fuente de Vida que le curará todos
los males".
"Así que vosotros, mis Discípulos, estaréis conmigo en vela para que
estos chiquititos puedan descansar en paz".
"El frío que hace aquí, sólo nos hace sentir las carnes; el hambre que
hace aquí, sólo nos hace sentir una necesidad; pero la Palabra nos une
con el Padre".
Yendo Jesús con sus Discípulos hacia Cafarnaum, les dijo: "Hijos
míos, este camino nos llevará a un lugar muy distante de aquí".
LA PALABRA
Estando Jesús reunido con una multitud, entre la cual estaban sus
Discípulos, EL predicaba su Mensaje y decía que el Hijo del Hombre
era semejante al aire que sólo dejaba de activar la vida en una
persona cuando sus funciones vitales cesaban en ese organismo, que
así era su Misión.
Se acercó Judas y le dijo: "Maestro, sabe mos que muchos de estos nos
atacan y lo atacan a Usted; nos rechazan y rechazan su Doctrina".
"Te digo que no pienses así para que no seas como ellos que son de
aquí".
"Por lo tanto, os digo, hijos míos, que estéis atentos, con ojo avizor
para que, cuando escuchéis la Palabra que viene de Mí, tengáis las
puertas de vuestro entendimiento abiertas y no me rechacéis como estos
otros; no vaya y sea que cuando queráis escuchar la Palabra ya me haya
retirado a mi Padre y entonces vosotros, como estos, sólo tendréis un
recuerdo de lo que escuchasteis; sin embargo, mi Palabra seguirá siendo
como la fuente de aguas cristalinas en la que «Quien bebiera, calmará su
sed»". Guarda silencio el Maestro.
Dice Judas: "Maestro, Usted nos habla de todas estas cosas, pero a la
vez, cada día, nos repite que algún día se retirará de la tierra. Pero si
Usted es LA VERDAD, EL CAMINO Y LA VIDA, después de irse,
¿qué VERDAD nos deja?; ¿qué CAMINO nos deja si no existe?; qué
VIDA nos deja si Usted se retira?".
Dice Judas: "Maestro, y ¿qué tiene que ver esto con el parto de Sara?".
El Maestro dice: "Judas, el parto es una cosa, pero la Vida que nace es
otra".
Llegando donde Sara daba a luz, se detuvo y les dijo a los Discípulos:
"Vosotros deberéis aprender a respetar la Vida porque sois la Vida como
YO".
"Así vosotros beberéis de esa agua, os bañaréis con esa agua, es decir,
tendréis el agua que necesitéis; daréis de beber a vuestros invitados, mas
la fuente no se secará, ni el río mermará su cauce".
"Así pasa con mi Palabra; cada quien la recibe como una fuente
inagotable de Vida; por muchos que beban, nunca se agotará, porque es
mayor el cauce que el consumo".
Dice Judas: "Maestro, si eso es así, enton ces nosotros que somos
UNO con Usted y estamos en el mundo, ¿cargamos las mismas culpas y
somos hechos de pecado?".