Buen Pastor

HISTORICIDAD DE JESUCRISTO
Existi Jesucristo?

A partir del siglo XIX, el racionalismo ha puesto en duda la existencia histrica de Jesucristo. Por ejemplo, segn Bauer (1809-1882) y otros de la escuela de Tubingen, Jess es tan solo un smbolo inventado por la primera comunidad cristiana. Sin embargo, la historicidad de Jess est mas documentada que muchos grandes personajes de la historia.

Fuentes paganas
Aunque manifiestan una fuerte aversin al cristianismo, no dudan de la historicidad de Jess. Cornelio Tcito, historiador latino, escribi sobre Jess en sus "Anales" (116 AD.) Escribe en el libro XV, 44: "Aqul de quien procede ese nombre [de cristianos], Cristo, fue entregado al suplicio siendo emperador Tiberio por el procurador [gobernador ecuestre de Judea] Poncio Pilato" (Auctor nominis eius Christus Tiberio imperitante per procuratorem Pontium Pilatum supplicio adfectus est). "Reprimida de momento esta supersticin nociva, brot de nuevo no slo en Judea, punto de origen de tal calamidad, sino en la misma Roma donde convergen y hallan buena acogida las cosas ms groseras y vergonzosas". Suetonio, en su obra "Vida de Claudio" (120 AD.) dice que este emperador "expuls de Roma a los judos en continua agitacin a causa de Cretos (Cristo)." Plinio el Joven, gobernador de Bitinia (circa 112 A.D.), en carta a Trajano escribe que los cristianos "tienen por costumbre reunirse un da determinado, al amanecer, para alabar a Cristo a quien consideran su Dios."

Fuente juda:
Son escasos los judos de los primeros siglos que escribieron sobre Jess. Esto se entiende porque lo haban rechazado (Quienes lo aceptaron, como S. Pablo, escribieron como cristianos). Los judos no negaron, sin embargo, que Jess hubiese existido. Flavio Josefo, historiador judo romanizado. En su obra "Antigedades Judas", 18,3,3: Por aquella poca apareci Jess, hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre, fue autor de obras maravillosas, maestro para quienes reciben con gusto la verdad. Atrajo a s muchos judos y tambin muchos gentiles. Este era el Cristo (el Mesas). Habiendo sido denunciado por los primados del pueblo, Pilato lo conden al suplicio de la cruz; pero los que antes le haban amado le permanecieron fieles en el amor. Se les apareci resucitado al tercer da, como lo haban anunciado los divinos profetas que haban predicho de El sta y otras mil cosas maravillosas. De l tomaron su nombre los cristianos, cuya sociedad perdura hasta el da de hoy. 20,9,1 v.4.6: entretanto subi al pontificado, segn dijimos Ans, el ms joven, de ndole feroz y extremadamente audaz...Dado este su carcter, pensando que haba

llegado el momento oportuno...., convoc el consejo de jueces y, haciendo presentar a juicio a un pariente del que llamaban Cristo (por nombre Santiago) y algunos otros con l, habindolos acusado de reos violadores de la ley, los conden a ser apedreados Algunos dicen que los textos de Josefo contienen textos interpolados posteriormente, pues se guard en silencio hasta el ao 311 en que lo recuerda Eusebio de Cesarea (M.J. Lagrange, Batiffol). Pero muchos otros, incluso el racionalista alemn A. Harnack lo consideran genuino, ya que aparece en todos los cdices. El hecho de que no haya sido anteriormente citado no extraa pues las obras de F. Josefo no eran conocidas entre los cristianos. F. Josefo habl tambin de otros pretendidos mesas de su tiempo. Segn algunos, lo que arriba aparece en cursiva seran interpolaciones de un copista cristiano. Pero aun si se eliminasen esas lneas, el testimonio histrico de la existencia de Jess permanece.

Testimonio Cristiano:
Ms importantes son los testimonios de San Pablo. La primera carta a los Tesalonicenses se escribi en el invierno del 55 y en ese tiempo ya es evidente que el cristianismo se fundamenta en el seguimiento de una persona histrica llamada Jess. Los cuatro Evangelios relatan la vida de Jess. Los escritores fueron testigos de los hechos. Al escribir no tenan nada que ganar en este mundo, mas que persecucin, sufrimiento y muerte. La muerte de Jess en la Cruz, desde el punto de vista humano hubiese sido el fin del cristianismo. Sin embargo, algo ocurri que transform a los apstoles hacindoles capaces de comunicar la verdad sobre Cristo por todas partes. Los Hechos de los Apstoles y las Epstolas ensean la importancia no solo de una vida moral sino de una adhesin a la persona de Jess. Los Padres dan testimonio de la autenticidad de los Evangelios: San Ireneo (170), obispo de Lyon. Era discpulo de Policarpo, quien a su vez era discpulo de Juan el Evangelista. S. Ireneo escribe: "Mateo escribe cuando Pedro y Pablo evangelizaban Roma, hacia el 50, en lengua hebrea; Marcos transmite la predicacin de Pedro, hacia el 65; Lucas, colaborador de Pablo, escribe el evangelio enseado por ste a los gentiles entre los aos 67 y 70; Juan escribe en Efeso hacia fines del siglo primero" -Tertuliano, Africa, (160-223). Afirma que los cuatro evangelistas tienen la misma autoridad . -Orgenes, Egipto (185-255), menciona a los cuatro evangelistas y el orden en que escribieron. -Clemente Alejandrino (Circa 200), relata sobre los cuatro evangelios, sobre los cuales conoce una tradicin. Ellos ensearon sobre la importancia de la adhesin a Jess y estaban dispuestos a morir por dar ese testimonio.

Libros apcrifos: Son libros no reconocidos en el canon de las Sagradas Escrituras pero que hablan sobre Jesucristo como un personaje histrico. Hay divergencias sobre su naturaleza y doctrina pero no dudan de que fue una persona real. La extraordinaria transformacin de los Apstoles despus de Pentecosts y la propagacin del Cristianismo no es comprensible sin no se toma en cuenta a Jess como una persona real que inspir y dio fuerza a sus seguidores para semejante empresa. Desde el primer siglo hasta hoy, todos los que abren su corazn y creen en El reciben la gracia de conocerle de una manera real y poderosa que transforma radicalmente sus vidas hacindoles posible participar en la vida divina. Ellos son testigos de Cristo vivo. No faltan los que rechazan a Cristo y han anunciado la desaparicin del cristianismo Ellos sin embargo son los que desaparecen mientras la Iglesia contina. John Lennon, miembro de los Beatles: "el Cristianismo va a acabar, va a encogerse, desaparecer. Yo no preciso discutir sobre eso, estoy seguro de ello. Jess fue bueno, pero sus disciplinas muy simples. Hoy, nosotros somos mas populares que Jesucristo (1966)".

La cuestin de la historicidad de Jess

Jess de Nazareth es el nombre de un varn judo, que vivi en la Judea ocupada por los romanos, y que fue crucificado en tiempos de Poncio Pilatos, alrededor del ao 30 de nuestra era. Vaya esto por delante... y lo digo porque la mayora de las personas tiene serios problemas para aproximarse al personaje histrico de manera ms o menos objetiva y racional, en caso de que esto ltimo sea efectivamente posible. Cierto es que ocuparse de una manera laica de este asunto es, a priori, complicado, pero hacerlo con el zurrn cargado de apriorismos o prejuicios solo nos impide, empero, percibir en su justa medida a aquel que para una buena parte de los ciudadanos de este carcomido planeta, es nada menos que el hijo del altsimo. El problema, ms all de condicionantes educacionales, es la tremenda escasez de fuentes de que disponemos y el regusto sesgado de la mayora de ellas, que ms que ofrecer luz, lo que provocan son exiguos fogonazos sobre los que inmediatamente vuelve a cernirse la oscuridad ms absoluta... y en este escenario de tinieblas, la tentacin de recurrir al asidero de la fe o a la barandilla de la razn, es demasiado poderosa.

Y lo cierto es que no avanzaremos demasiado con la ayuda de solo una de ellas; el recurso a la razn, a la duda absoluta que pide Descartes, es tan imposible de obtener en el cerebro de un hombre como el vaco en la naturaleza y la operacin intelectual por la cual podra conseguirse es tan antinatural para la psiqu humana, que podra tornarse monstruosa. El hombre, sea lo que sea, siempre cree en algo, y ya que es su propia naturaleza la que le gobierna, mejor reservar una pequea parcela a esa necesidad incontrolable y dejar que sea la fe la que gobierne el alma, y obligar a que, en cambio, sea la razn la que intente contestar a las preguntas que puedan calificarse de cientficas.

Una vez definido, al menos, los lmites de este debate, debemos aceptar que la investigacin histrica sobre Jess de Nazareth ha sido siempre terreno resbaladizo. Hechos reales, suposiciones y meras leyendas se confunden y entremezclan a causa de lagunas documentales y de la evidencia de la que la mayora de la informacin disponible proviene de sus seguidores, parte interesada por tanto. En cualquier caso, la vida de Jess, tal y como nos ha llegado es totalmente antinatural: naci de una virgen, fue autor de numerosos portentos de toda especie, predijo el futuro y resucito despus de su muerte; al lado de todo esto, por ejemplo, la imagen de un indgena maya observando el firmamento en lo alto de uno de sus templos nos resulta casi asumible. Para colmo, no solo intentamos atribuir al hijo de Dios tal o cual cosa, sino que adems pretendemos interpretarlo, saber si quera o no hacer determinada cosa, como fundar una Iglesia, o le atribuimos una conciencia mesinica yo soy el principio y el fin... que difcilmente podemos saber si tuvo. Hemos concretado voluntariamente como debi de ser y no nos hemos preguntado que es lo que realmente sabemos de l... Ofrezco pues mi modestsima contribucin. Qu nos dicen las fuentes de Jesucristo? El telogo luterano alemn Rudolf Bultzmann sostuvo, el pasado siglo, que todo lo que sabemos del personaje, cabe en una hoja de papel. Puede ser. En cualquier caso, otros personajes de la historia - El Che Guevara? han motivado miles de libros y, posiblemente, sepamos muchos menos. La clave es qu hay en ese papel? Y, sobre todo quin nos lo dio? Bien... en ese imaginario folio hay, primero, mucha literatura que ha sido depurada y cribada, muy a propsito, al menos tres siglos despus de su redaccin y que presenta ciertos contenidos que se entremezclan y contradicen, aportando informacin impactante pero sesgada: son los Evangelios; En un segundo nivel, hay otros textos, con contenidos parecidos pero bastante ms directos y que, al leerlos, dan la impresin de estas menos contaminados: son los Evangelios Apcrifos y, por supuesto, no forman parte de las Sagradas Escrituras. Por ltimo, tenemos el legado de aquellas personas que hablan de l, porque fueron testigos de aquellos mismos acontecimientos, como Flavio josefo, o porque trataron con personas con informacin de primera mano, como Plinio, Tcito o Suetonio. El ms importante, sin duda, es el testimonio de Flavio Josefo, historiador Judo que tuvo buenas relaciones con los romanos y que habla de Jess en tres ocasiones: Una cuando se refiere a Juan el bautista, otra cuando proporciona algunos datos sobre la muerte violenta de Santiago, el hermano de Jess y una tercera en la que se refiere directamente a l diciendo... y a l le llamaban Cristo, porque fue condenado a la penal capital por el procurador Poncio Pilatos. Como punto de partida, no esta mal.

Si damos por sentada su muerte y asumimos como cierto algn otro dato, podemos inferir la fecha de su nacimiento durante el principado de Octavio Augusto y el reinado de Herodes y, ligado todo ello a la celebracin del famoso censo, Jess debi nacer entre el ao 7 y 5 a.C. lo que significa que en la actualidad nos encontramos en el ao 2011 o 2013 de nuestra era. El resto de su vida personal y familiar es extremadamente oscura. Si atendemos a la composicin media del hogar judo de la poca, es prcticamente imposible

que no tuviera hermanos, e incluso Marcos y Mateo, en sus escritos, hacen referencia a los hermanos de Jess; el problema es que, en arameo antiguo, se usa la misma palabra para aludir al hermano y al primo carnal por lo que la expresin hermanos de Jess puede, en realidad, hacer alusin a sus primos. Adems, se acepta que Jos tuvo seis hijos de su primer matrimonio, dos de ellos mujeres, con lo que los cuatro restantes cuadran con aquellos a los que el galileo se refiri alguna vez como hermano, Santiago, Jos, Judas y Simn.

En cuanto a su posible matrimonio, que algunos personifican en la figura de Mara Magdalena, tambin es sencillo volverse loco; Con el debido respeto, se puede defender que esta buena mujer, puede que prostituta, fuera desde su esposa, hasta su agente de bolsa... pero hay que demostrarlo. El apcrifo evangelio de Felipe uno de los ms directos y emotivos sostiene que Jess la besaba habitualmente en la boca pero, lamentablemente, un anlisis ms certero parece desmontar esta teora: para el judasmo, el hombre es el ser perfecto y la mujer, el imperfecto. Dejando de lado el hecho de que, evidente, vamos patrs es broma... el beso sera la metfora perfecta de alguien que quiera hacer partcipe a otro de su perfeccin, y es as como debe ser entendido. Inferir, sin embargo, que estaba a punto de ponerla un piso, me parece por tanto un poco abusivo.

La tradicin evanglica pinta tambin a Jess como un mago portentoso que efecta curaciones y todo tipo de exorcismos contra las leyes de la naturaleza, como resucitar a los muertos o calmar tempestades. Llegados a este punto, debemos abrir la mente y templar el espritu... si en la actualidad muchsimas personas acuden a todo tipo de curanderos, con mviles de ltima generacin y PDA,s varias en el bolsillo, que no haran personas para las que un cometa no dejaba de ser un hecho sobrenatural. En resumen, como no podemos demostrar positiva o negativamente que Jess efectivamente levantara a Lzaro o que ste tan solo sufriera una simple catalepsia, como ni podemos certificar que efectivamente Jess caminase sobre las aguas o solo fuera una mera ilusin ptica, asumamos entonces que muchsimas personas pensaban que s lo haca. Es ah donde reside el quid de la cuestin... independientemente de que fuera o no capaz, la gente le atribua ese don... y ah empezaron los problemas.

Semejantes habilidades no podan pasar desapercibidas para quienes detentaban el poder y administraban la vida poltica y social de Judea. Jess pas a ser considerado primero incmodo y ms tarde peligroso por las autoridades judas encabezadas por Caifs, el sumo sacerdote; episodios como el de la leccin del templo subversin intelectual o el de la expulsin de los mercaderes - prebendas econmicas? apuntan y refuerzan este argumento. Debi de ser aqu cuando la jerarqua religiosa oficial decidi matarle. Desgraciadamente, la condicin de territorio ocupado y reino directamente dependiente del emperador, haca imposible para las autoridades locales ejecutar una pena capital sin el consentimiento de Roma. El primer intento de Caifs, la acusacin de falso profeta y

hacedor de milagros no inquiet demasiado al procurador romano y por eso les devolvi al Nazareno, pero al sumo sacerdote an le quedaba un ltimo cartucho. La segunda acusacin contra Jess, mucho ms taimada, en el sentido de que pretenda proclamarse Rey, no poda dejar indiferente a Roma. Pilatos quizs intent aclarar el asunto en verdad eres el Rey de los Judos? pero la respuesta de Jess ni le ayud ni aclar demasiado las cosas mi reino no es de este mundo y al final, prevalecieron los cargos y fue ajusticiado, en principio, en la cruz. La muerte de Jess y la fundacin de la Iglesia cristiana

Digo en principio, porque en caso de que as fuera, no fue una crucifixin normal; En el Imperio Romano se reservaba la crucifixin para delitos polticos por lo que sorprende que a su lado ejecutaran a dos simples ladrones; las posibilidades son varias... puede que sean una alegora de la dualidad humana, del bien y del mal, con una ltima alusin al arrepentimiento y al perdn... o puede que aquellos dos hombres no fuesen bandidos sino algo peor, zelotes o revolucionarios contra el Imperio. Adems, el fin ltimo de crucificar a un hombre era, bsicamente, que sufriera todo lo humanamente posible. Por eso se le quebraban las piernas, para que su cuerpo se venciera por la gravedad y el dolor tirara de l haca arriba, castigando los brazos y dificultando poco a poco la respiracin. Era una muerte innoble y, en condiciones normales, el sufrimiento se prolongaba durante tres o cuatro das. Sin embargo, Jess falleci al cabo de cuatro horas, cosa que sorprendi al mismo Pilatos, que autoriz la bajada del cuerpo porque los judos no permitan dejar a un muerto sin sepultura y no quera problemas adicionales con los seguidores del nazareno. Fue entonces, si hacemos caso a las escrituras, cuando el cuerpo desapareci del sepulcro propiedad de Jos de Arimatea para ser visto das ms tarde, en varias ocasiones.

La muerte de Jess debi de ser un golpe casi decisivo para sus seguidores; Para los suyos, es fcil suponer que Jess era el lder mesinico tantas veces esperado, aquel que deba liberarles del yugo romano. Sin embargo, el nazareno muri sin haber cumplido su empresa; este hecho motiv un inmediato cambio de planes, con lo que inmediatamente despus de su muerte su imagen fue cambiando haca la de un redentor del judasmo desde dentro, gracias a su resurreccin, de forma que pudiese ser mejor comprendidos por quienes se iban a convertir en su pblico mayoritario: los gentiles. El autntico artfice de esta nueva interpretacin o de este engao fue Pablo de Tarso que, decidido a reinventar la figura del hijo de Dios, transmiti una imagen diametralmente opuesta de l y de su obra, por medio de sus famosas epstolas. De un plumazo desaparecieron las connotaciones ms polticas de Jess de forma que fueron las fuerzas demonacas del mal, y no Roma ni los judos, las verdaderas responsables de su muerte. Pablo culmin su obra desposeyendo a Judea, a Israel, de su lugar de privilegio y extendi la gracia a la humanidad entera, en la medida en que la resurreccin eliminaba la necesidad de proclamar su reino en la tierra; el verdadero, el bueno, quedaba ubicado en lo alto del firmamento.

El bueno de Pablo de Tarso no tuvo conciencia de dos cosas: primera, que acababa de inventar el departamento de marketing y, segundo, que iba a cambiar el mundo de manera irreversible, creando el personaje ms influyente de la historia de la humanidad. Curiosamente, nuestro progreso no nos alcanza para resolver este entuerto sino ms bien al contrario; tanto telogos como hombres de ciencia se plantean preguntas alrededor de la figura de Cristo, de la fe, de la vida ms all de la muerte y de nuestro propio propsito que jams conseguiremos cancelar totalmente. Todo lo ms, nos ayuda a convivir con la pregunta o a calmar parte de la impaciencia o de la angustia que sentimos ante ella. Es ms, la mayora de las personas reaccionan de forma alterada a la posibilidad de verificar que hay algo, que ste es solo nuestro primer e incompleto captulo... en una palabra, preferimos la duda a la certidumbre, sea esta cual sea.

Quizs lo mejor sea imitar a Bertrand Russell que, preguntado acerca de la posibilidad de aceptar la presencia divida, de aquella que siempre neg, y de encontrarse en un futuro en el reino de los cielos, contest: Entonces dira: Seor, no nos diste demasiadas pruebas, que digamos para inmediatamente ...extenderle cortsmente mi mano, ya que soy persona educada, y preguntare a que demonios se ha estado dedicando todo este tiempo...