Libro Arqueologia Lambayeque PDF
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NUEVOS HORIZONTES DE LA
ARQUEOLOGA PERUANA
LAMBAYEQUE
NUEVOS HORIZONTES DE LA
ARQUEOLOGA PERUANA
Antonio Aimi, Krzysztof Makowski, Emilia Perassi
Editores
LAMBAYEQUE
NUEVOS HORIZONTES DE LA
PERUANA
ARQUEOLOGA
ndice
Introduccin
27
67
Secuencia del programa funerario y fases constructivas del Templo-Mausoleo de Huaca de Las
Ventanas del Ncleo Cultural Sicn, Santuario Histrico Bosque de Pmac
Carlos Elera
97
129
157
177
213
237
265
AGRADECIMIENTOS
A colegas y colaboradores, fotgrafos, directores y curadores de museos, que gentilmente nos cedieron el derecho
de publicar las piezas, nuestro ms profundo agradecimiento. Sin su talento, conocimientos, esfuerzo, arte y buena
voluntad este libro nunca llegara a la imprenta.
Los editores
INTRODUCCIN
Cul es el sentido de la investigacin arqueolgica? Por qu cientficos de todo el mundo se obstinan en
perseguir memorias de tiempos antiguos, coleccionando tan solo fragmentos, a veces casi impalpables, de
objetos elaborados en tiempos remotos, restaurandolos con amor, estudiando sus usos, admirando sus formas?
La incontenible curiosidad acerca de cmo han vivido quienes nos han precedido es probablemente una
imparable sed de conocimiento, tal vez hasta inconsciente, acerca de nuestra identidad. Con la investigacin
arqueolgica, al final, buscamos, como nuevos Ulises en busca de nosotros, una respuesta a las preguntas
Quines somos? De dnde venimos ?
Se trata de una bsqueda que encuentra y conecta culturas lejanas entre ellas, tanto en el tiempo como
geogrficamente, convencidos de que podamos leer sus elementos fundamentales, construyendo universales
continuamente enriquecidos justamente gracias a esta comparacin.
Esta fue la idea fundamental del Proyecto ProPomac, promovido por la iniciativa de la Universit degli Studi di
Milano, ejecutado por Caritas del Per y financiado por el Fondo Italo Peruano, en cuyo marco se ha producido
este libro que tenemos el gusto de introducir. El proyecto ha promovido de forma novedosa el rea del Santuario
Histrico del Bosque de Pmac. Por un lado, se ha impulsado la actividad arqueolgica, gracias a nuevas
excavaciones en Huaca Lercanlech y a una ms general reflexin sobre la cultura Lambayeque. Por otro lado,
se ha valorizado el territorio impulsando la promocin de varias actividades, involucrando a los pobladores de
la comunidad que vive en el rea.
El elemento ms importante del proyecto no ha sido la capacidad de unir arqueologa, moderna valorizacin e
inversin turstica. An ms importante ha sido el involucramiento de la comunidad que vive alrededor del sitio,
con el desarrollo de actividades econmicas dedicadas al turismo, a la artesana y a la actividad agrcola con
productos nativos de la zona, en una visin integrada del desarrollo y de las caractersticas sociales, culturales
y econmicas del territorio.
La participacin en el proyecto ha permitido a los pobladores considerarse no nicamente beneficiarios de
acciones definidas e implementadas por otros, sino que ms bien los ha hecho protagonistas de su proprio. Sino
que ms bien ha hecho a los pobladores protagonistas de su propio proceso de desarrollo y les ha permitido
empoderarse de su propia historia, como verdaderos herederos de las culturas que se desarrollaron en los
tiempos antiguos en su territorio.
Es con la mirada hacia la identidad fortalecida de estas mujeres y estos hombres, con los cuales hemos
trabajado en estos aos, que tenemos el gusto de ofrecer este libro. Es un libro que forma parte del conjunto
de publicaciones, iniciado hace diez aos, de manera conjunta por la Universit degli Studi di Milano con
investigadores peruanos e italianos, el FIP, Critas, las comunidades de Sipn y Pmac y numerosos otros
amigos. Con este libro queremos contribuir cientficamente a la reflexin sobre nuestras historias y nuestros
orgenes, convencidos de que el mejor conocimiento enriquece nuestra identidad, la de las comunidades de
Pmac y Sipn, la de quien ha contribuido a investigar y la de los lectores.
Este libro es el resultado de un trabajar juntos, como es el estilo del Fondo Italo Peruano, que en 15 aos ha
operado para transformar la deuda en nuevas oportunidades de desarrollo en un marco de trabajo compartido.
Leerlo permite, creemos, reconocer un elemento ms de nuestra identidad comn: la solidaridad, intensamente
perseguida por todo el equipo de la Universit degli Studi di Milano involucrado en el proyecto en el ambicioso
desafo de coordinar actores tan diferentes. Esa Solidaridad es el elemento que ms que otros permite, en la
ciencia como en la cooperacin internacional, xitos fecundos.
Riccardo Moro
Co-Director italiano Fondo Italo Peruano
Fernando Lituma
Co-Director peruano Fondo Italo Peruano
Afuera del mbito restringido de los encargados del oficio (y, a veces, tambin adentro) se piensa que la
investigacin sirve para dar respuestas, o sea para formular modelos interpretativos eficaces. Lo que es cierto, a
condicin de que no se olvide que las respuestas sirven, a su vez, para poner nuevos interrogantes ya que cada
generalizacin cientfica es ( = tiene que ser) inevitablemente sometida al criterio de la falsificabilidad.
A este propsito, cabe recordar que la leccin de Popper, la que ha dado origen al debate entre las disciplinas
cientficamente maduras, sigue siendo de lo ms actual e imprescindible en una ciencia de dbil estatuto
epistemolgico como la arqueologa.
Adems, la historia de la investigacin cientfica puede hacer alarde de un sinfn de modelos interpretativos
conflictivos, objeto de feroces controversias que fueron superadas tan solo en el momento en que las nuevas
respuestas lograron demonstrar la validez del uno o del otro. Validez que, cabe repetirlo, siempre es provisional
y puede ser falsificada.
Sin duda alguna, tambin la arqueologa, obviamente, se somete a dichas reglas.
El estudio de la cultura que se desarroll en el departamento de Lambayeque entre el ocaso de Moche
y la conquista Chim no escapa a los problemas epistemolgicos arriba mencionados, por lo que el lector
interesado encontrar no solo modelos interpretativos distintos, sino tambin un lxico diferente, El arquelogo
estadounidense de origen japons Izumi Shimada, seguido por varios otros estudiosos, ha introducido el nombre
cultura Sicn, mientras que otro grupo de investigadores no menos nutrido permanece fiel al trmino cultura
Lambayeque. Ambos grupos se refieren por supuesto al mismo cuerpo de evidencias y al mismo fenmeno
cultural del pasado prehispnico.
Los editores de este libro concuerdan con lo que escribe Krzysztof Makowski en el artculo de introduccin de
este volumen: Lambayeque y Sicn: evidencias arqueolgicas y terminologas en debate.
Sin embargo, no se ha querido uniformar el lxico del libro, ni mucho menos se ha impuesto un punto de vista
nico a los autores de los ensayos aqu presentados.
Por esta razn, los editores han respetado los trminos referentes a cronologas y filiaciones culturales propuestos
por cada autor velando solamente que su uso sea coherente, segn la tradicin acadmica a la que representa el
investigador.
Por lo tanto en este libro el lector puede encontrar un abanico de lxico variado, que refleja modelos interpretativos
y cronologas levemente diferentes.
AA KM
EP
Hans H. Brning,
Chiclayo 1885, Inv. Nr. 17.1731
10
BRNING Y LA ARQUEOLOGA
Brning vivi casi 50 aos en el Per. De manera infatigable recogi
objetos arqueolgicos, documentos histricos de los siglos XVI al XX, realiz
observaciones etnogrficas y tom fotografas. Brning fue un cientfico
autodidacta; mediante sus propios medios se form en arqueologa, historia,
etnologa y lingstica.
El arquelogo Adolph
Bandelier en Chan Chan, 1893
(fotografa de Hans H. Brning,
Inv. Nr. 17.2160)
11
Excavacin en el
territorio de La Hacienda
Huando, Valle de Chancay
(Huaral),1899
(fotografa de Hans H. Brning,
Inv. Nr.17.1077)
12
13
Huaca de Sacachique, 18
de Febrero de 1894 (fotografa de
Hans H. Brning, Inv. Nr. 17.1180
14
Huaca de Sacachique,1895
(fotografa de Hans H. Brning,
Inv. Nr. 17.227)
15
16
17
Huacas de Tcume, 17 de
Febrero de 1913
(fotografa de Hans H. Brning,
Inv. Nr. 17.2167)
18
Cermicas de la coleccin
arqueolgica de Brning, 8 de
Diciembre de 1904 (fotografa de
Hans H. Brning, Inv.Nr. 17.914)
19
20
En 1885 consegu mi primera cmara porttil: era una cmara de cajn con lente
21
22
Notas
(1)
Los datos actuales ms importantes de la vida de Brning se pueden consultar en Aristizbal y Schmelz
2009, y Schmelz 2010.
(2)
Resulta peculiar que en la actualidad exista una escuela en Chiclayo con el nombre Colegio Brning en
honor a Chacma Brning Hormann <http://e-college.uss.edu.pe/CBruning>.
(3)
Libreta de campo de Hans H. Brning N 12 (del 24/01/1909 al 07/03/1910): 43. Inscripcin original en
idioma alemn. Es de suponer que Brning se refiera a Sofia Hormann, con la cual, segn la informacin
disponible nunca contrajo matrimonio. Por lo menos, no se ha encontrado hasta la actualidad ninguna partida
al respecto.
(4)
(5)
(6)
Cf. Schaedel 1988: 196; Chvez 2006: 94, y sgtes. El suizo Adolph Francis Bandelier se hizo famoso, sobre
todo, a travs de sus investigaciones histrico-arqueolgicas sobre las culturas aborgenes del Sudoeste de
los Estados Unidos. Entre 1893 y 1919 Bandelier emprendi numerosas expediciones arqueolgicas en Per
y Bolivia. En aquellos momentos conoci a los alemanes residentes en el Per Max Uhle y Hans H. Brning.
Al igual que Brning, Bandelier fue un cientfico autodidacta (cfr. Riese, 2007). En el legado de Hans H.
Brning se encuentran ocho cartas que Bandelier le escribiera entre 1893 y 1898 desde Per y Bolivia.
(7)
Sobre el significado del legado de Brning a la arqueologa peruana vase Chvez 2006.
(8)
Brning es considerado el precursor de los estudios comparativos sobre la arquitectura de ladrillo de barro
en la Costa Norte del Per, al procurar vincular las construcciones monumentales con las fuentes coloniales
(Reindel, 1993: 4).
(9)
Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 7 (del 01/01/1905 al 01/09/1905): 73-74 (mes de julio). Inscripcin
original en idioma alemn.
(10) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 7 (del 01/01/1905 al 01/09/1905): 83-84 (mes de agosto).
Inscripcin original en idioma alemn.
(11) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 9 (del 11/08/1906 al 10/07/1907): 74 (mes de junio). Inscripcin
original en idioma alemn.
(12) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 7 (del 01/01/1905 al 01/09/1905): 84-85 (18 de agosto de 1905).
Inscripcin original en idioma alemn.
(13) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 8 (del 01/09/1905 al 30/09/1906): 23-24 (27 de octubre de
1905). Inscripcin original en idioma alemn.
(14) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 9 (del 11/08/1906 al 10/07/1907): 72-73 (6 de junio de 1907).
Inscripcin original en idioma alemn.
(15) Libreta de campo de Hans H. Brning de 1894-1895: 3 (ao 1894). Inscripcin original en idioma alemn.
(16) Libreta de campo de Hans H. Brning de1894-1895: 14 (ao 1894). Inscripcin original en idioma alemn.
(17) Libreta de campo de Hans H. Brning de 1894-1895: 26-28 (ao 1894). Inscripcin original en idioma
alemn.
23
(18) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 1 (del 17/06/1900 al mes de febrero de 1903): 29-31 17 de julio
de 1901). Inscripcin original en idioma alemn.
(19) Citado en Chvez, 2006: 86.
(20) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 9 (del 11/08/1906 al 10/07/1907): 77. Inscripcin original en
idioma alemn.
(21) Libreta de campo de Hans H. Brning de 1899: 7. Inscripcin original en idioma alemn.
(22) Una descripcin del estado de conservacin del complejo arqueolgico Mocce [sic], al igual que los planos
de planta de las dos construcciones, se puede encontrar en Reindel 1993: 280-284.
(23) Diario personal de Hans H. Brning (del 02/11/1912 al 27/12/1912) Viaje de Lambayeque a Olmos,
Chincha : 54-55 (26 de diciembre de 1912). Inscripcin original en idioma alemn.
(24) Trimborn 1979: 41-50; Fig. 16-30. Una descripcin del estado de conservacin de Apurlec, al igual que los
planos de planta de las tres construcciones, se puede encontrar en Reindel 1993: 146-149.
(25) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 5 (del 20/11/1903 al 06/05/1904): 65 (9 de abril de 1904).
Inscripcin original en idioma alemn.
(26) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 6 (del 06/05/1904 al 31/12/1904): 75 (7 de diciembre de 1904).
Inscripcin original en idioma alemn.
(27) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 6 (del 06/05/1904 al 31/12/1904): 77-79 (8 de diciembre de 1904).
Inscripcin original en idioma alemn.
(28) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 9 (del 11/08/1906 al 10/07/1907): 75 (mes de junio). Inscripcin
original en idioma alemn.
(29) Libreta de campo de Hans H. Brning Nr. 10 (del mes de julio de 1907 al mes de abril de 1908): 24-25 (mes
de agosto). Inscripcin original en idioma alemn.
(30) Legado de Hans H. Brning en el Archivo del Museo Etnolgico de Hamburgo, seccin de correspondencia.
Vase tambin Chvez, 2006: 98 y Aristizbal/Schmelz, 2009: 9.
(31) Libreta de campo de Hans H. Brning de 1894: 1. Inscripcin original en idioma alemn.
(32) Erich Witte fue docente de la escuela alemana Alexander von Humboldt en Lima desde 1970 hasta 1977.
Luego de su regreso desde el Per se desempe como rector de una escuela en Buchholz/Nordheide, en
Alemania. La transcripcin de las libretas de campo no es una tarea fcil, dado que muchas partes son
ilegibles en el original. Esto se debe, sobre todo, a la escritura muy pequea que se descolora cada vez ms
con el paso del tiempo. De hecho, ciertas partes del papel han sufrido daos (cf. Aristizbal/Schmelz, 2009:
20).
24
Referencias citadas
Knig Eva
2002
Reindel Markus
1993
Riese Berthold
2007
Schaedel Richard
1988
Schmelz Bernd
2003
Mochica Wrterbuch. Diccionario Mochica. Mochica - Castellano / Castellano Mochica, Edicin e introduccin a cargo de Jos Antonio Salas Garca, Lima
Auf den Spuren eines Pioniers. Hans Hinrich Brning und die Archologie
Nordperus, en: W. Kpke y B. Schmelz (eds.) Schtze der Anden, Hamburg, pp.
86-111
Hans H. Brning (1848-1928), Photographische Wegelagerei im Norden Perus,
en: E. Knig (ed.) Indianer. 1858-1928. Photographische Reisen von Alaska bis
Feuerland, Hamburg, pp. 55-59
Monumentale Lehmarchitektur an der Nordkste Perus. Eine reprsentative
Untersuchung nach-formativer Grobauten vom Lambayeque-Gebiet bis zum VirTal, Bonn
Adolph Francis Bandelier. Leben, Werk, Wirkung, en: P. Noack y B. Riese (eds.)
Die Kshare von Adolph Francis Bandelier, Aachen, pp. 7-18
La etnografa muchik en las fotografas de H. Brning 1886 - 1925, Lima
Hans Heinrich Brning - documentalista etnogrfico de la Costa Norte del Per, en:
S. Ziegler (ed.) Walzenaufnahmen aus Peru. Grabaciones cilindros del Per (19101925), Berlin, pp. 72-79
2007
2010
Trimborn Hermann
1979
Yep Virginia
2003
2004
Ziegler Susanne (ed.)
2003
25
26
27
28
29
30
31
32
1994; Rowe, 1948; Zuidema, 1990). No se ha tomado tampoco debida cuenta del
hecho que los informantes de Cabello Balboa y Rubios de Andrade hablaron de
un pasado muy remoto al que vean desde la perspectiva del presente ubicado en
el Per colonial.
33
34
35
36
Piura
Paita
Chiclayo
CULLI
Santa
Paramonga
Chancay
QUECHUA
CENTRAL
AIMARA (Siglo XVI)
URUQUILLA
PUQUINA
TALLANA
SECHURA
1. Chmu
2. Iru-witu
OLMOS
Muratos
MOCHICA
3.
4.
5.
6.
7.
8.
MOCHICA Y QUINGNAM
QUINGNAM
CULLI
Chmu
1
Lengua prehispnica
El Chorro
Villivilli
Paza
Guancane
Isla Panza
Chipaya
La Paz
2 Iru-witu
Cochabamba
Chipaya
3
4
7
5
6
Potos
37
38
con pedestal asa-puente, de un solo pico, segn supuesta lnea evolutiva formal
e iconogrfica. A pesar de que en el material analizado existen otras formas
escultricas con diseos similares, como por ejemplo, las botellas asa-puente con
doble pico divergente troncocnico o los cntaros cara-gollete el investigador
escoge este tipo en particular considerndolo excepcionalmente diagnstico como
referente cronolgico. En la secuencia de Shimada y Cleland (op.cit.), las botellas
con la cara de un personaje ornitomorfo se ubican en la cabeza de la serie y
son diagnsticas para la fase Sicn Temprano (800-900 d.C.). Durante la fase
Sicn Medio se desarrolla la iconografa del personaje enmascarado, denominado
por Shimada Seor Sicn y de sus acompaantes. En cambio en el transcurso
de la fase Sicn Tardo la imagen mencionada deja de ser representada. Las
transformaciones formales concernientes en primera instancia a la forma y a la
decoracin de la base que se transforma en pedestal, as como las innovaciones en
cuanto a las tcnicas decorativas completan el repertorio de variables escogidas
para definir las fases del desarrollo de estilo Sicn (Shimada 1985, 1995). Por
otro lado, Shimada (1995: 25-27), como Larco (1948; 2001: 201-208) para el
caso de Moche, se sirve de la comparacin de dimensiones y formas de adobes
para poder asignar las estructuras monumentales estudiadas por el a las fases de
su cronologa.
Las excavaciones realizadas en las tumbas de gobernantes, en los entierros
de estratos medios y bajos (Shimada et al. 2004), y en las zonas de produccin
(Shimada et al. 2007), han proporcionado rica informacin sobre dos siglos de
auge del centro ceremonial de Batn Grande en la fase Sicn Medio cuando
este se ha convertido en la capital de un poderoso seoro. Los seores de Batn
Grande-Sicn habran extendido su poder no solo en todo el actual Departamento
de Lambayeque sino tambin en el de Piura (Hocquenghem, 2009; Montenegro,
2010). Recientemente se ha descubierto entierros con la cermica de este estilo
en el valle de Chicama, en el vecino Departamento de la Libertad (Franco y
Mora, 2014). En comparacin con el Sicn Medio, hay poca informacin sobre
las dos fases restantes en el rea de Batn Grande, sobre el Sicn Temprano y
el Sicn Tardo, debido a que este centro ceremonial y poltico fue bruscamente
abandonado en el transcurso de Sicn Tardo. A parte de los niveles inferiores de
la Huaca del Pueblo hay que mencionar las excavaciones de la cmara de adobe
Moche V en la Huaca Soledad, donde se han encontrado cntaros cara-gollete y
copas Huari en asociacin con los fragmentos Sicn Temprano (Shimada, 1981).
los primeros trabajos (Shimada, 1985) a Tcume como el centro ceremonial que
habra sucedido a Batn Grande-Sicn como el polo de la organizacin poltica.
Los resultados de las recientes excavaciones a gran escala (Heyerdahl et al. ,
1995; Narvez y Delgado, 2011) han confirmado que el desarrollo de este centro
ceremonial y administrativo se haba realizado en el transcurso del Periodo
Lambayeque Tardo y haba continuado posteriormente en los periodos Chim
e Inca.
Resultados inesperados en cambio dieron las excavaciones en Chornancap
dentro del complejo de la Huaca Chotuna. Este ltimo nombre pareca evocar el
topnimo Chot, el lugar donde el leyendario Naylamp ha construido su palacio
luego de haber llegado en balsa a las costas de Lambayeque (Rowe, 1948;
Shimada, 1990; Donnan, 2011: 1-5, 117-124). Se esperaba por ende encontrar
abundantes evidencias relacionadas con la poca en el que estilo Lambayeque
se ha formado. Estas expectativas no se han cumplido. En la fase temprana
(Donnan, 1990b: 252-257; 2011: 6-9, 126-137, Figs.165-174) no hay fragmentos
Sicn Temprano de Shimada (1985, 1995, 2014), pero si escasos hallazgos de
la cermica con la decoracin tricolor Huari, incluyendo una cantimplora, a
lado de otros estilos de cermica mayormente utilitaria, caractersticos para el
Periodo Transicional de San Jos de Moro (Prieto, 2014). Esta fase temprana fue
definida en estrato sobre estril dentro de un solo sondeo. Donnan (2011: 6-13,
Fig. 3) sugiere que se relacionan con ella las estructuras construidas con adobes
paraleleppedos de gavera, a diferencia de las fases Middle/Late y Late (Chim,
Inca y Colonial) en las que se usaba respectivamente adobes bajos y altos de
forma plano convexa y base rectangular. Con la eventual excepcin de la Huaca
de la Ola Antropomorfa, la arquitectura monumental y la unidad residencial de
artesanos fueron construidas en Chotuna despus del ocaso de Batn Grande, a
juzgar por la cermica comparable con el Lambayeque Tardo (Fase Middle/Late
Chotuna de Donnan 2011:138-165; Fig.175), asociada a las vasijas decoradas
con paleteado. Varias fases sobrepuestas y el material cermico asociado indican
que el complejo estuvo en uso hasta el Periodo Colonial. Los famosos relieves
de la Huaca Gloria, relacionados iconogrficamente con la Huaca del Dragn
de Chanchan (Donnan 1990a; 2011: 233-244), han sido confeccionados en el
Periodo Lambayeque Tardo (1100-1370 d.C.) lo que se desprende tanto del
material cermico asociado como de cinco fechados C14 .
Secuencia similar fue definida en las excavaciones de gran envergadura
en Chornancap, situado a 1.5 km al Oeste de Chotuna, y realizados recientemente
por Wester (2014, 2016). En el transcurso de estos trabajos se ha expuesto de
manera integral dos conjuntos de arquitectura horizontal de aparente carcter
palaciego, ambos situados a poca distancia de las conocidas pirmides con rampa.
Uno de ellos destaca por contar con un recinto para un trono doble, as como por
la decoracin del segundo patio con un friso continuo pintado que representa a
guerreros con armas y cabezas cortadas (Wester, 2016: 116-127, Figs. 48, 50). La
otra estructura palaciega comprende la singular forma de signo escalonado y de
una ola estilizada a manera de voluta. El signo construido como volumen configura
de esta manera extraa y sofisticada el pasadizo de acceso al ambiente donde
se encuentra el prtico sobre una plataforma con rampa (Wester et al., 2014),
Con esta excepcional arquitectura se relacionan dos entierros de elite sucesivos,
ambos al parecer correspondientes al periodo definido como Lambayeque Tardo,
si se sigue los mismos criterios que Shimada ha definido para Sicn Tardo. En el
ajuar de entierro masculino, ms antiguo, hay una botella asa-estribo Moche V.
En cambio, las ofrendas posteriores a la clausura del entierro femenino ubicado
encima del anterior comprenden un cntaro escultrico Chim Inca, as como
botellas Chim. Estas ltimas ofrendas sugieren que la memoria sobre los dos
personajes sepultados se ha mantenido luego de la conquista Chim.
Cabe mencionar que si bien las botellas Lambayeque Tardo registradas
en Tcume, Chotuna y Chornancap poseen caractersticas sealadas por
39
40
Shimada (1985, 1995, 2014) como diagnsticas para la fase Sicn Tardo, siendo
su decoracin escultrica figurativa frecuentemente ausente, simplificada o
esquematizada, estas tendencias estilsticas no necesariamente se desprenden del
abandono de la doctrina religiosa de poder, luego del ocaso de Batn Grande
y a raz del surgimiento de otros centros polticos. La iconografa de textiles y
metales, los comportamientos funerarios y la arquitectura mantuvieron todos
los rasgos tpicos de la cultura Lambayeque por lo menos hasta la conquista
chim e incluso despus. Las imgenes del personaje frontal, interpretado como
Naylamp o la deidad tutelar del soberano mtico, menos frecuentes en las botellas
(vase: Wester, 2016, lam. 28) siguen apareciendo en otros soportes, junto con los
dems motivos y diseos tpicos del estilo Lambayeque. La simplificacin de la
iconografa de las botellas no parece afectar a todos los talleres y zonas por igual.
Prieto (2014: 123, Fig. 14) seala que en los ajuares de San Jos de Moro (cuenca
de Jequetepeque), la iconografa de las botellas de un solo pico, cara-cuello,
llamadas huaco rey mantiene toda su complejidad en el Periodo Lambayeque
Tardo. Los componentes del ajuar de la sacerdotisa de Chornancap (Wester, 2016)
demuestran el pleno vigor de la doctrina religiosa lambayeque en sus fases tardas
tambin en el valle de Lambayeque. Llaman atencin en particular la mscara
(ibid.: 322-323, Figs. 200-201) y las orejeras de plata (ibid.: 303-305, Fig. 187,
189), el cetro de oro (ibid.: 307, Figs. 191, 124-125), el cuenco de plata con la
decoracin repujada (ibid.: Figs 129, 132), la litera miniatura de concha (ibid.:
326, Figs. 149, 204) y la tela pintada con las olas antropomorfas (ibid.: 324-325,
Figs. 99, 100, 202, 203). Wester (2016: 343-368) establece de manera convincente
mltiples relaciones que unen el programa iconogrfico del ajuar de la sacerdotisa
de Chornancap con las imgenes del vaso de Denwer, sin duda una representacin
figurativa de mayor complejidad en la historia conocida de la cultura Lambayeque
(Narvez, 2014). A juzgar por las evidencias de las remodelaciones de la Huaca
Larga en Tcume (Narvaez, 1996; Narvez y Delgado, 2011), y otros casos
que acabamos de discutir, la cultura Lambayeque no qued afectada ni por la
conquista chim ni por la incorporacin en el Tahuantinsuyu.
Por otro lado, las evidencias de contextos arquitectnicos y funerarios
dejan en claro que el fenmeno cultural Lambayeque no se debe entender como un
espacio y un tiempo dominado por un solo estilo de cermica diagnstica, el Sicn.
En todas las fases de la secuencia, desde el Horizonte Medio hasta la conquista
espaola el caracterstico estilo del huaco rey se asocia sistemticamente a
varios otros. En el inicio de la secuencia, durante el Horizonte Medio, se trata de
Moche V, Moche polcromo, Chakipampa, Ocros, Atarco, Viaque, Cajamarca
serrano y costeo, Casma Impreso de molde (Castillo, 2001a; Castillo et al.,
2008, 2012, 2014). Posteriormente el nmero de estilos disminuye. Desaparecen
tradiciones Huari relacionadas directamente con la sierra y la costa centro y Sur.
Se mantiene la importancia de Cajamarca y se agrega a esta lista la cermica
paleteada (Cleland y Shimada, 1994). Como se desprende de lo expuesto, varios
investigadores consideran que el trmino Sicn tan ntimamente relacionado con
una sola cuenca, la de la Leche, no expresa bien toda esta complejidad ni tampoco
el desarrollo de la cultura de Lambayeque posterior al ocaso de Batn Grande.
El avance de las investigaciones ha implicado la aparicin de un
tercer argumento a favor de la terminologa tradicional. Los resultados de las
excavaciones llevadas a cabo en San Jos de Moro (Castillo, 2001a y b, 2008 inter
alia) han proporcionado fundamentos para repensar las dinmicas culturales en
las que se gest el estilo Lambayeque y afinar la cronologa de las fases previas al
Sicn Temprano de Batn Grande y tambin de las contemporneas con esta fase.
En sus propuestas cronolgicas, Castillo (op.cit.) sustituye las dos breves fases
estratigrficas de Shimada (1985, 1995), la Moche V y la Sicn Temprano por
dos periodos, Moche Tardo y Transicional, el primero subdividido en tres fases,
Moche Tardo A, B, C, y el segundo en dos, Transicional Temprano y Tardo. La
duracin del Periodo no ha sido determinada mediante fechados C14 sobre las
muestras procedentes de San Jos de Moro. En el trabajo reciente, Castillo (et al.
2014:65) mantiene su estimacin (Castillo, 2001:162) de la duracin de Moche
Tardo en dos siglos, entre 650 y 850 d.C., y del Periodo Transicional en cien
aos, entre 850 y 950 d.C. Los cambios que anuncian el futuro ocaso de la cultura
Moche se registran desde el inicio del Periodo Moche Tardo. El desarrollo del
refinado estilo de cermica ceremonial Moche V, probablemente gracias al brusco
traslado de los alfareros especializados desde el valle de Chicama (Castillo et al.,
2014:57) se realizaba en el contexto del incremento de prstamos e importaciones
(verbigracia: puntas de obsidiana Castillo, 2001: 149-250, Fig.12) provenientes
del rea de interaccin Huari en la costa y sierra Sur y central durante el Horizonte
Medio 1 (Castillo, 2001: 150-162, Figs.19-21), Chakipama y Ocros. Uno de los
efectos de esta brusca apertura a diseos y tradiciones tecnolgicas forneas es
el desarrollo de la pintura polcroma en los talleres moche. Durante el Periodo
Transicional desaparecen las tumbas en forma de bota, relacionadas localmente
con la tradicin Moche. Decrece tambin la produccin de la cermica en lnea
fina (Castillo, 2001: 162-177; Rucabado y Castillo, 2003). En cambio el nmero de
estilos forneos - Atarco, Viaque, Cajamarca serrano y costeo, Casma Impreso
de molde y de vasijas que combinan elementos estilsticos de diferente origen
aumenta en los contextos funerarios. Entre estos ltimos hay que mencionar las
vasijas Post Moche (Castillo et al., 2014: 58), Proto-Lambayeque, MochicaHuari (Castillo, 2001: 167, Figs. 29-32). Desde las primeras publicaciones de sus
excavaciones en San Jos de Moro, Castillo, ha puesto nfasis en el problema del
ocaso de la cultura Moche. Se ha mantenido asimismo fiel a la idea de que los
factores externos no han logrado afectar la continuidad tnica en la Costa Norte.
En su opinin (Castillo, 2001 y 2014; Castillo et al., 2008) hay que entender
el colapso Moche como una crisis de identidad y asimismo la consecuencia de
la desacreditacin de las elites. La abran provocado los desastres naturales y
eventualmente otros embates de la historia regional. Por otro lado, Castillo (2010)
define las estructuras polticas regionales previas al ocaso, como descentralizadas,
con alianzas coyunturales oportunistas del momento. Debido a la progresiva
desacreditacin y en el contexto desventajoso tanto interno desastres naturales
como externo, los lderes de las comunidades territoriales habran recurrido a
la ostentacin de la importacin e imitacin de diseos, acabados, formas que se
estaban difundiendo a lo largo de los Andes Centrales durante el Horizonte Medio.
Castillo (2010 inter alia) explica este cambio por una supuesta reestructuracin de
la ideologa del poder. No ahonda sin embargo en los contenidos de la hipottica
nueva ideologa.
Por todas estas razones el tema de origen y desarrollo del estilo y de la
cultura Lambayeque en la cuenca de Jequetepeque fue dejado de lado y recin en
los ltimos aos aparecieron algunos estudios en profundidad (Rucabado, 2008 y
2009; Prieto, 2014). Menor atencin ha recibido tambin la presencia Cajamarca.
Esta no se limita a importaciones y posibles imitaciones de la cermica decorada
sino se expresa tambin en arquitectura y en la cermica utilitaria. La arquitectura
serrana de Cajamarca fue excavada y registrada por Rosas (2007, 2010) en el
asentamiento fortificado ubicado en la cima del Cerro Chepn, situado a poca
distancia del rea funeraria de San Jos de Moro. El asentamiento se compone de
dos reas, la baja abierta, con las unidades domsticas de elite Moche Tardo y la alta
dentro del cerco de imponentes fortificaciones. Las excavaciones han evidenciado
la existencia de complejos planificados de arquitectura de caractersticas serranas,
compuestos de galeras, viviendas multifamiliares, dispuestas alrededor del patio
rectangular, todas ubicadas en la cima del Cerro Chepn. La cermica asociada
utilitaria es Moche Tardo y la fina, platos y otras formas para servir, Cajamarca.
Cuatro fechas C14 (cal. AMS) coinciden en sugerir que la ocupacin de
las estructuras se ha realizado entre 750 y 850 d.C. En este mismo intervalo de
tiempo se ubica la presencia de la arquitectura y cermica Huari en Cajamarca
(Watanabe, 2011 y 2014: 107, 108).
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Cronologa Sicn
Colonial Temprano
Colonial Temprano
Inca-Lambayeque
Inca
Chim-Lambayeque
Chim
Lambayeque Tardo
Sicn Tardo B
Lambayeque Tardo
Sicn Tardo A
Sicn Medio
Sicn Medio
Sicn Medio
Sicn Temprano
Sicn Temprano
Moche Tardo C
Sicn Temprano
Moche Tardo B
Moche V
Moche Tardo A
Moche V
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representado segn el a los rituales y a los mitos de antao, comparables con los
que son caractersticos para sociedades jefaturales en el registro etnogrfico, para
ocultar la cruda realidad de antagonismos crecientes entre la elite y el pueblo. De
este modo se habra instaurado la paradoja estructural entre la supuesta utopa
poltica arcaizante expresada en la iconografa, por un lado y la realidad social, por
el otro. Implcitamente Bawden (1995) parece haber considerado que los cambios
ocurridos entre los Periodos Moche Medio y Moche Tardo tuvieron profundidad
y consecuencias parecidas, guardando las proporciones, a las que haban afectado
a la sociedad griega en el Periodo Clsico con el esclavismo como formacin
econmico-social, la economa monetaria, y el consiguiente ocaso de la polis. El
argumento de Bawden (1995) toma por suyo Uceda (2016: 69, inter alia) trazando
la siguiente evolucin poltica del valle de Moche con su centro en las Huacas del
Sol y de la Luna: desde la jefatura antes de 300 d.C. por el estado teocrtico ,
contemporneo con la construccin, ampliaciones y remodelaciones del cuerpo
principal de la Huaca de la Luna hasta el supuesto declive del estado teocrtico
y la conformacin de un poder alternativo por parte de la nueva elite. Esta
tercera estada se relacionara con la construccin del edificio nuevo en la Huaca
de la Luna cuya decoracin interior comprenda a la famosa pintura de Rebelin
de los objetos y tambin con la edificacin de la Huaca del Sol. Cabe enfatizar
que este periodo concluye con entierros segn el ritual sureo relacionado con
Huari. En los ajuares se encuentra la cermica Cajamarca Costeo y Tricolor
as como Casma Impreso, recurrente en el Periodo Transicional de Jequetepeque
(Uceda, 2016: 78-81, figs. 41, 429). En otras publicaciones Uceda (2008) sugiere
un escenario de secularizacin con la toma de poder por parte de las elites guerreras
que ganaron en competencia con los antiguos linajes sacerdotales.
Dillehay (2001) y Swenson (2003) tuvieron una lectura diametralmente
distinta de los acontecimientos y procesos que habrn ocurrido en el Periodo Moche
Tardo en el valle de Jequetepeque. En su opinin, el conflicto por el agua y la
tierra alimentaba conflictos internos y generaba condiciones de violencia latente.
El traslado de los asentamientos a los promontorios elevados y la construccin de
las murallas de defensa evidencian la fragmentacin del sistema centralizado de
poder y la intensidad de conflictos. Las comunidades agrcolas con sus curacas
competan por el poder y prestigio en el campo ritual y en escaramuzas blicas.
Cada grupo de asentamientos con un segmento de la red de canales de riego
contaba su centro ceremonial, relativamente modesto, compuesto de plataformas
y plazas cercadas (Swenson, 2003, 2012a y b). San Jos de Moro habr sido uno
de estos centros (Swenson, 2012b) a pesar de su carcter particular, puesto que
es un extenso cementerio, donde en la vecindad inmediata de reas con tumbas
de cmara se encuentran recintos con lugares de produccin de chicha (Castillo
et al., 2008). Carece por completo de caractersticas arquitectnicas de conjuntos
ceremoniales estudiados por Swenson. No obstante, los vestigios de banquetes
hicieron creer a Castillo (2001a: 148) que se trata de un gran centro ceremonial,
en el que se congregaban las poblaciones mochicas de diversos sitios del valle
y al cual acudan similares culturalmente mochicas de fuera del valle. Esta
interpretacin del papel que habra cumplido el cementerio de San Jos de Moro
se vuelve difcil a entender en el contexto de la vecindad del gran asentamiento
de Cerro Chepn ocupado, segn datos de Rosas (2007, 2010) a fines del Periodo
Moche Tardo (vase tambin Castillo et al., 2016).
A diferencia de San Jos de Moro, el sector bajo de Cerro Chepn, dispuesto
en las faldas del elevado promontorio rocoso que domina el valle, comparte todas
las caractersticas de los centros ceremoniales estudiados por Swenson (2003),
como San Ildefonso o Santa Catalina (Rosas 2010: 457). El rasgo arquitectnico
que destaca en todos estos sitios es la alargada secuencia de plataformas alineadas,
e interconectadas mediante rampas centrales. Las otras estructuras tienen
caractersticas de residencias de elite y tambin cuentan con paralelos cercanos
en la arquitectura Moche Tardo del valle. Varias de estas estructuras parecen
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dominio Chim. Nadie puede poner en duda que en los periodos Chim e Inca
las tierras de Lambayeque fueron incorporados en los estados territoriales con
caractersticas de imperios. Y sin embargo este hecho no ha borrado del mapa
cultural a la identidad lambayecana ni ha implicado la reduccin dramtica de la
autarqua econmica de los curacazgos ubicados en la base misma de la pirmide
del poder. Las voces en el debate se reparten, como hemos visto entre dos
extremos, el del estado centralizado, coercitivo y burocrtico y su opuesto, a saber
organizaciones oportunistas y fragmentarias. En la luz de las fuentes histricas
del periodo colonial, el primero de estos extremos debera ser cuidadosamente
revisado evaluando la pertinencia de las soluciones polticas que se encuentran
ms cerca del medio.
La compleja historia cuyas facetas revelan las investigaciones arqueolgicas
recientes sugieren que la identidad supralocal a la que alude el mito de Naylamp
se ha creado como parte de un largo proceso en el que la nueva identidad poltica
forjada en los tiempos de Lambayeque Medio, luego del breve episodio Huari, se
ha transformado en la percepcin compartida de historia e identidad tnica por
medio de la confrontacin con los advenedizos y las administraciones forneas,
las que se impusieron desde Chim hasta la dependencia colonial de la corona
espaola.
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2016
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Etnicidad y territorialidad
Lambayeque en el valle del Chancay
Edgar Bracamonte Lvano
Museo Tumbas Reales de Sipn
ebltuman @gmail.com
ALGUNOS APUNTES DE LA CULTURA LAMBAYEQUE
Los Lambayeque, denominados por Shimada (1985, 1995) como Sicn,
son un grupo cultural desarrollado en el Perodo de los Estados Regionales o el
Intermedio Tardo entre los aos 900 y 1350 d.C. Para Shimada (1995: 95-96) esta
cultura tendra sus orgenes despus del colapso del Imperio Huari en Ayacucho,
momento en que al parecer los grupos culturales regionales reclaman una
autonoma ideolgica y poltica, como se identific en el rea de Batn Grande.
La cultura que Shimada denomina Sicn Medio estableci un movimiento de
revivificacin de los sistemas ideolgicos y polticos Mochicas, transformndose
en un gran movimiento religioso con variados cambios en la cultura material. Los
elementos que identifica para esta cultura son:
a) un estilo artstico bien diferenciado, denominado Sicn Medio; b)
la fundicin intensiva de cobre arsenical para usos diversos; c) una
arquitectura religiosa monumental; d) unas tumbas pozo de dimensiones
sin precedentes; y e) el comercio con la costa de Ecuador y quiz, ms
al Norte, hasta Colombia. (Shimada, 2009: 53)
Las investigaciones arqueolgicas desarrolladas en los ltimos aos, en
el valle de Lambayeque, nos han permitido identificar elementos de juicio para
postular que la cultura Lambayeque correspondera a las etapas definidas por
Shimada (1995, 2009) como Sicn Medio y Tardo. La fase Sicn Temprano (700850 d.C.) que este investigador identifica para el valle de La Leche corresponde
al segundo gran momento del Horizonte Medio, conocido en el valle del
Jequetepeque como Perodo Transicional (750-900 d.C.) (Rucabado y Castillo,
2003) (cuadro 1).
En el valle de Lambayeque se identificaron varios sitios, con carcter
de centros poblados menores, a juzgar por el tamao y por la ausencia de la
arquitectura monumental de envergadura. Esta rea parece haber sido controlado
polticamente desde dos centros administrativos, uno en el Cerro Saltur, ubicado
en la margen izquierda del ro Lambayeque, y el otro en el Cerro Ptapo en la
margen derecha. La lnea entre dos asentamientos traza un perfecto eje Norte
Sur. Gracias los estudios etnohistricos de Zevallos (1989) y Ramrez (1981) ha
sido posible localizar en cada una de estas dos reas a un curacazgo prehispnico
diferente con posibles orgenes en la poca Lambayeque. Ramrez manifiesta que
el Cacicazgo de Collique estara conformado por las ex haciendas de Saltur, Sipn,
Pucal, Pampa Grande, Popn, San Nicols y parte de Cayalt; as como tambin
los asentamientos de indios de Chiclayo, entre otros, ubicados en la margen Sur
del ro Lambayeque. Tambin habra existido el cacicazgo de Sinto ubicado en la
margen derecha del ro y que estuvo conformado por las antiguas haciendas de
Capote, Luya, Tumn y Ptapo.
Segn Ramrez (1981) cada curacazgo se subdivida en parcialidades
y luego en mitades bajo el mando de los curacas del rango inferior. Deza
(1999), coincide con Ramirez (op.cit.) en sealar que a pesar de que la mayora
de la comunidades bajo el mando de curacas se ocupaban de agricultura ha
habido tambin curacazgo dedicados a la pesca y a la produccin artesanal. La
organizacin en curacazgos que ocupaban espacios definidos conformaban la
base administrativa del estado prehispnico. La poblacin viva en pequeos
Despus de Cristo
A.D.
EN LA REGIN
LAMBAYEQUE
MOCHICA OR
MOCHE OF LAMBAYEQUE
FIRST REGIONAL
DEVELOPMENT
VICUS LAMBAYEQUE
6000
a ms
HUNTERS - HARVESTERS
CAZADORES
RECOLECTORES
HARVESTERS - HORTICULTOURISTS
LAMBAYEQUE LITIC
LITICO DE LAMBAYEQUE
4000
PRE-CERMICO
TEMPRANO
LAMBAYEQUE
RECOLECTORES
HORTICULTORES
5000
Primeros cultivos y
viviendas, pesca,
semi-nmades
3000
AGRICULTORES
PRE-CERMICOS
Cultivos sencillos,
primeras aldeas y templos
Agricultura y cermica
Agricultura medianamente
desarrollada,
aldeas organizadas,
centros ceremoniales
Advanced culture,
developed agriculture and religion,
large santuaries
Alta cultura,
agricultura y religin desarrollada,
grandes santuarios
PRE-CERMICO TARDO
LAMBAYEQUE
FORMATIVO INICIAL
LAMBAYEQUE
FORMATIVO
TEMPRANO
LAMBAYEQUE
CUPISNIQUE - LAMBAYEQUE
JEQUETEPEQUE - LAMBAYEQUE
CHAVIN
LAMBAYEQUE
SALINAR LAMBAYEQUE
Cambios, crecimiento de
poblados expansin agrcola,
inicio metalurgia de cobre
Mxima irrigacin,
grandes centros urbanos,
cultura regional propia
LAMBAYEQUE REGION
CHARACTERISTICS
CARACTERSTICAS
REGIN LAMBAYEQUE
PRE - CHAVIN
REGIONAL FORMATIVE
FORMATIVO
REGIONAL
PRE - CHAVN
I HORIZONTE ANDINO
FORMATIVO
CHAVN
VIR LAMBAYEQUE
MOCHICA O
MOCHE DE
LAMBAYEQUE
PRIMER
DESARROLLO
REGIONAL
TRANSICIN
FORMATIVO FINAL
CHIM - LAMBAYEQUE
INCA - LAMBAYEQUE
IN LAMBAYEQUE REGION
II HORIZONTE ANDINO
DESARROLLO
Huari
SECOND REGIONAL
DEVELOPMENT
SEGUNDO DESARROLLO
REGIONAL
IN ANCIENT PERU
EN EL ANTIGUO
PER
PERODOS Y CULTURAS
1500
1400
1300
1200
1100
1000
900
800
700
600
500
400
300
200
100
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
1200
1300
1400
1500
1600
1700
1800
1900
2000
YEARS
AOS
Cuadro 1.
Cronologa de la
regin
Lambayeque
en el
contexto andino
prehispnico
(cortesa: Bruno
Alva, Walter
Alva).
Antes de Cristo
B.C.
TOMBS
TUMBAS
LOCATION IN TIME
TEMPLES
TEMPLOS
UBICACIN EN EL TIEMPO
Botella Chim
Chim bottle
Cermica formativa
Formative ceramic
Brazalete formativo
Formative bracelet
Mural polcromo
Polychrome mural
ART
ARTE
REPRESENTATIVE SITES
EL
CHORRO
VENTARRN
HUACA LUCA
SIPN
PAMPA GRANDE
NANCHOC
CERRO GUITARRA
PURULN
MORRO ETEN
EL MILAGRO
CHONGOYAPE
COLLUD / ZARPN
HUACA EL
PUEBLO UCUPE
DE PUCALA
CHOTUNA
TCUME
BATN GRANDE
SANTA ROSA
SALTR
JOTORO
PTAPO
CERRO VENTARRN
MONUMENTOS Y
YACIMIENTOS
REPRESENTATIVOS
68
69
70
DESCENDENCIA DE NAYLAMP
900 d. de C.
Naylamp
Seor de Chor-Chornancap
Escuain
Mascuy
Fempellec 100 d. de C.
1350 d. de C.
Oxa
1470 d. de C.
Llempisan
?
Cuadro 2. Descendencia de
Naylamp (Tomado de Rucabado
2008).
Allascunti
Ascunta
Nofan Nech
Mulumuslan
Pongmassa
Chullumpisan
Cuntipallec
Cipromarca
CHIM
Fallenpisan
Etquempisan
Secfunpisan
1532 d. de C.
71
Fig. 1
Construcciones principales de
Cerro Luya, rodeado por el
poblado actual del mismo nombre
(fotografa de Edgar Bracamonte)
72
El monumento arqueolgico
Huaca Santa Rosa de Pucal se localiza en el extremo final de la parte
baja del valle del Chancay-Lambayeque, en eje Norte-Sur con los promontorios
rocosos aislados y las pequeas cadenas montaosas que marcan el inicio de
las estribaciones norteas de la cordillera de los Andes (Fig. 2). El monumento
arqueolgico se localiza a 3,45 km. al Noroeste de Huaca Rajada-Sipn y a
4,08 km. al Sureste de Cerro Ptapo. A la fecha, hemos caracterizado de forma
preliminar la secuencia ocupacional del sitio, encontrando una ocupacin continua
iniciada en el Horizonte Temprano y que se prolongara hasta el Horizonte Tardo.
(Bracamonte, 2011; 2012a).
Las excavaciones arqueolgicas efectuadas en este importante
asentamiento prehispnico fueron parte de un programa de investigaciones en
el valle de Lambayeque que busc contextualizar los materiales cermicos de
diferentes estilos del Horizonte Medio que fueron identificados en prospecciones
superficiales entre los aos 2006 y 2008 (Bracamonte et al., 2006; Pasapera, 2008;
Bracamonte, 2012a).
652020
652120
651820
651920
652020
652120
652220
652320
652420
652220
652320
652420
Fig. 2
Sector 1 del complejo
arqueolgico Santa Rosa de
Pucal
9251.500
9251.400
9251.300
9251.200
9251.100
9251.000
9250.900
9250.900
9251.000
9251.100
9251.200
9251.300
9251.400
9251.500
9251.600
651920
9251.600
651820
ESCALA GRFICA
0
50
100 m
73
74
Fig. 3
Textil pintado descubierto en una
tumba de Huaca La Ventanas
(fotografa y dibujo de Museo
Sicn)
Fig. 4
Arquitectura Chim sobre
construcciones Lambayeque
descubiertas en la unidad 10 de
Santa Rosa de Pucal
75
a)
b)
c)
Fig. 5
A) Descubrimiento de la tumba
disturbada de una nia con
textiles decorados en Huaca
Santa Rosa de Pucal.
B) Foto del vestido de la nia
con la imagen central de un ser
mtico (fotografa de E.
Bracamonte).
C) Recreacin del uso del vestido
de una nia (Dibujo de Bruno Alva)
76
Fig. 6
Panel polcromo de
tapiz ranurado con la imagen del
personaje de los bculos,
descubierto en la unidad 10 de
Huaca Santa Rosa de Pucal
77
Fig. 7
Dibujo del vestido de una nia,
descubierta en la unidad 10 de
Huaca Santa Rosa de Pucal
(Dibujo de Eder Castro)
78
QUEMAS
PLATAFORMA
POZO DE HUAQUERO
SEDIMENTACIN
Fig. 8
Pozos de huaqueros en la
Huaca Norte del complejo Santa Rosa
de Pucal donde se identific capas de
arquitectura quemada y sedimentacin
Fig. 9
Detalle de las capas de
sedimentacin en la Huaca Norte de
Santa Rosa de Pucal
79
Fig. 10
Muro decorado con grafitis
descubierto en el sector
II de Santa Rosa de Pucal
Fig. 11
Tumba colocada en el
relleno de la arquitectura con
grafitis
80
Los trabajos sobre etnicidad tienen diversas orientaciones pero que lejos
de generar discrepancias tericas permiten aperturar nuevas formas de entender
los procesos de etnognesis y diversidad tnica. Para Bawden (2005) la etnicidad
sera un concepto flexible que abarcara dos requisitos mnimos, por un lado el
reconocimiento de la pertenencia comn a un grupo social donde las personas
comparten conscientemente los mismo valores, intereses y objetivos; en segundo
lugar la capacidad del grupo para reproducirse socialmente; por su parte Raycraft
considera que la etnicidad, como un mecanismo, implica el uso activo de la cultura
como un elemento de expresin y cambio social, al respecto manifiesta:
Ethnicity as the mechanism by which groups of individuals who share
a social identity use culture to symbolize their solidarity. Ethnicity as
a mechanism implies an active use of culture as an apparatus of social
expression and change. (Raycraft, 2005: 6)
81
Fig. 12
Santuario Histrico
Bosque de Pmac (Cortesa de
Bruno Alva)
Fig. 13
Personajes principales
que decoran la fachada del
Templo de los Murales de cupe
(cortesa de Bruno Alva)
82
MURALES DE CUPE
MURAL DE LOS SACERDOTES
esta parte muestra a personajes
que llevan ofrendas de gran
importancia plumas y spondylus
Fig. 14
Recreacin y dibujo de los murales
de cupe (cortesa de Bruno Alva)
83
84
85
Fig. 15
Tipos de tumbas Lambayeque
descubiertas en Sipn (fotografa
de Proyecto Sipn)
86
b)
a)
c)
e)
d)
f)
Fig. 16
Diferentes representaciones de
personajes con bculos o postura
con brazos extendidos. a) Tumi de
oro, b) Dios Sicn o personaje
decapitador (dibujo Museo
Sicn), c) Personaje con bculos
de textil pintado de El Chorro
(Alva y Bracamonte, 2010); d)
Tapiz ranurado de Huaca Malena
(ngeles y Pozzi-Escott, 2002);
e) Tapiz ranurado de el Brujo
(Rodman y Fernndez, 2005); f)
Icono del tapiz ranurado de
Huaca Santa Rosa de Pucal
87
88
Fig. 17
Seccin baja del complejo Cerro
Ptapo, junto al canal Taymi
(fotografa de Edgar Bracamonte)
89
FERREAFE
LAMBAYEQUE
LUYA
LA PUNTILLA
CHICLAYO
PAMPA GRANDE
COLLUD-ZARPN
SIPN
SALTUR
LEYENDA
rea influenciada por las lites de Sipn,
trasladadas posteriormente a Pampa Grande antes
del 600 d.C.
No aparecen tradiciones de la sierra sur o costa
central. Slo se aprecia contacto con Cajamarca
en su fase media.
rea de mucho contacto con la sierra, se influencia
en la arquitectura y aparecen objetos de cermica
Wari y estilos de la Costa Central. Se intensifican
contactos con Cajamarca desde su fase media.
Fig. 18
Localizacin de los
principales asentamientos
prehispnicos del valle Medio de
Lambayeque durante el
Horizonte Medio y la divisin
territorial de los estilos de este
perodo (Bracamonte ms.)
90
Referencias citadas
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2012
Alva Bruno
2012
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Victoria (ed.), Tejiendo sueos en el cono Sur, LI Congreso Internacional de
Americanistas, pp. 167-179
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Asia, Boletn del Instituto Francs de Estudios Andinos, 33, 3, pp. 861-886
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and Ethnicity in the Andes, MONOGRAPH 53, Cotsen Institute of Archaeology,
University of California, Los Angeles, pp. 12-33
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2011
2012a
2012b
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91
92
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2012
Chero Lus
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1999
Donnan Christopher
1989
1990
Elera Carlos
2008
Fernndez Arabel
2001
Fernndez Julio
2004
2012
93
Ramrez Susan
1981
2008
Reycraft Richard
2005
Rostworowski Mara
1977
94
1994
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1995
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2009
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Imperio Inca, Graph ediciones, Lima, pp. 49-110
Trimborn Hernann
1979
Uhle Max
1903
Wester Carlos
2010
2013
Zevallos Jorge
1989
95
96
97
98
99
100
Templo-Mausoleo de
Huaca Las Ventanas
101
N
Piso 01
Rampa de acceso
edificio B
Rampa de acceso
edificio C
Perfil Oeste/Trinchera
N 1- Plataforma 03 del
Templo-Mausoleo de
Huaca Las Ventanas.
102
Arbol
E
Arbol
Sedimentos
Superficie actual
Relleno grumoso
Sedimentos
Estructura de
la segunda
plataforma
Arena quemada
Entierro no
excavado
Arena prensada
Lminas de
cobre
Entierro 38
Arena estril
Sedimento duro
Antena esteril
Sedimento duro
0
0.50
1m
Ceniza
103
03
13
04
05
08
07
02
06
09
01
12
0
0.50
1m
10
11
Planta de la Tumba 38 de
afiliacin cultural Sicn
Medio
104
105
N
30
28
30
29
27
17
31
05
18
20
19
14
13
Mortaja de algodn
10
11
15
22
01
06
04
25
24
23
07
02
21
09
16
0.50
12
1m
03
08
20
106
107
Las asociaciones ms
importantes del Entierro
171
108
109
110
111
Comparacin de los
fardos sobre los podios y
respaldares de la Tumba
Oeste de Huaca Loro y del
Entierro 97 de Huaca Las
Ventanas
Muro 03
2M profundidad
Superficie actual
Matriz de
saqueo
Plataforma 2
Sello de arquitectura
Nivel piso 1
Muro para
contener
rellenos
Perpendicular
a Muro 03
Plataforma 1
geolgico
Carbn
0
0.50
1m
112
08
12
06
09
07
25
22
02
01
13
05
10
15
04
23
20
24
11
03
02
01
Restos de mortaja
con pigmento rojo
03
0.50
1m
113
114
centmetros por encima de una de las bolsas con recortes de metal ubicadas hacia
la derecha del cadver y se hall sujetando un vaso sonaja de cobre - Asociacin
12.
La mano postiza izquierda - Asociacin 13 - se encontr con la palma
hacia abajo apoyada sobre la bolsa de algodn que contena la vajilla de cobre
intencionalmente aplanada - Asociacin 5. Ambas manos postizas forman parte
del paquete funerario conjuntamente con la corona de cobre dorado y la mscara
funeraria de cobre dorado pintada con cinabrio.
El fardo funerario presenta ms de un metro de altura y un metro de dimetro
en la parte baja donde el dimetro es mayor. A juzgar por la impronta que dej este
en el relleno arcilloso de la matriz del entierro, la forma general es troncocnica
cuya parte superior tiene treinta centmetros de dimetro, correspondiendo este
con el dimetro de la corona de cobre dorado. Aparentemente las dos placas
oblongas de tumbaga de las Asociaciones 9 y 10 corresponden con los senos,
nico indicativo de sexo en este paquete funerario antropomorfizado.
El exterior del paquete funerario presenta un color blanquecino que parece
agregado como parte de su acabado. El tejido externo es grueso y aparentemente
fue hecho de algodn blanco. Bajo este tejido se puede observar gran cantidad
de pigmento de color rojo bermelln el cual ha sido colocado sobre el paquete
funerario interno que contiene directamente el cadver. Este envoltorio interno
es de algodn de color pardo. Durante la limpieza de la matriz se poda observar
improntas de tejido fino tipo gasa, introducidos como rellenos en el interior del
paquete funerario.
El cuerpo se hall en posicin sentado mirando al Oeste, con las piernas
flexionadas y cruzadas sobre los pies. Ambas manos sujetan un vaso de cobre
cuya base descansa sobre el pubis del cadver. En ambas manos presenta pulseras
de ms de trece vueltas cada una formadas por pequeas cuentas de turquesa de
un color verde plido - Asociaciones 18 y 19. Debido al dezplazamiento vertical
de parte del esqueleto hacia abajo debido a la decomposicin de partes blandas
las cuentas en un rea restringida entre el vaso de cobre y el cuerpo del individuo.
Bajo la pierna derecha flexionada del cadver se hallaron dos cuchillos
de cobre en forma de tumi, uno mediano - Asociacin 22 - y uno ms pequeo
- Asociacin 23 -. Ambos cuchillos se encontraron dispuestos en forma cruzada
con los filos uno hacia el Sur y el otro hacia el Norte. El Sp 465 present evidencia
de un mango hecho de fibra de algodn
Alrededor del cuello, el cadver presenta un grueso collar formado por
varias vueltas de cuentas hechas de cermica de color negro -Asociacin 20. A
la altura del ngulo entre el hombro izquierdo y el cuello se hallaron los restos
de un collar muy deteriorado aparentemente de mullu (Spondylus princeps) Asociacin 24 - este no se encontraba puesto en el cuello, sino colocado entre los
pliegues del envoltorio funerario.
Entierro 1, la corona y la
mscara de la anciana
115
Entierro 1, rostro de la
anciana quien sostiene
entre sus dos manos un
vaso ceremonial de cobre
Entierro 1, mscara
principal de la anciana
116
Entierro 1, el cadver
presenta la frente pintada
con cinabrio como otros
puntos del fardo funerario
Entierro 1, reconstruccin
de vasijas y objetos rituales
en cobre, tumbaga y plata
INDIVIDUO B
En circunstancias en que se trataba de definir la extensin y la forma de
la Tumba 1, aparecieron en la unidad dos recipientes de cermica que forman
parte de asociaciones de otro entierro colocado inmediatamente al Sur del cadver
anteriormente descrito. Este entierro corresponde al cadver de una persona adulta,
aparentemente de sexo masculino, enterrada orientada hacia el Sur, extendida de
cubito dorsal y con ambas manos con los dedos entrecruzados a la altura del pubis.
El cadver fue envuelto en una mortaja de algodn blanco cuyo contorno
se aprecia claramente en las fotografas del registro. Aparentemente las marcas
dejadas por el hoy en da inexistente tejido nos permiten inferir que por lo menos
en la cintura y a la altura de las rodillas esta mortaja se encontraba amarrada
al cadver. En la mano izquierda sostiene lo que aparentemente es una varita
enchapada en lminas de cobre, cuyo cuerpo corre paralelo al del cubito-radio
del brazo izquierdo. Este est aparentemente constituido por una varita de madera
enchapada en cobre. Las ofrendas de cermica se encontraron una a cada lado del
cuerpo sobre la parte superior del muslo.
La Asociacin 1 corresponde con un pequeo cntaro, hallado fragmentado,
ubicado sobre el muslo derecho del cadver, presenta un gollete divergente y dos
pequeas asas simuladas entre el gollete y el cuerpo. Este ltimo es globular
aplanado. La coccin de este pequeo cntaro es de atmsfera reductora y tiene
un acabado muy esmerado.
La Asociacin 2, ubicada sobre el muslo izquierdo del cadver, corresponde
a una botella escultrica del tipo cara gollete, conocida comnmente como huaco
rey. La botella representa un personaje o bulto mortuorio con la mscara funeraria
puesta. En el asa cintada que une la parte posterior del personaje con el cuerpo de
la botella se encuentra una representacin escultrica de un sapo en miniatura. La
mscara del personaje representado presenta lacrimales marcados, en cada caso,
por dos lneas paralelas dispuestas en diagonal con respecto al eje longitudinal de
la cara. Otro detalle que se resalta es el de una especie de penachos, aparentemente
de plumas, que se desprenden de los aretes hacia arriba.
La botella, cocida en atmsfera reductora, presenta un buen nivel de
acabado y pulido. Se encuentra en buen estado de conservacin, a excepcin de
unas rajaduras, aparentemente causadas por la presin de la tierra que tiene en este
lugar a ms de 5 metros contando a partir de la superficie. El esqueleto poscraneal
desapareca a partir de la sexta lumbar incluida en el perfil Sur de la unidad de
excavacin, por lo que fue necesario ampliar la unidad de excavacin cuatros
metros ms hacia el Sur, y de paso para cerciorarnos si la plataforma funeraria
Este de la Huaca Las Ventanas continua hacia el Sur. Al definir las matrices de
estos dos entierros vimos que realmente ambos cadveres comparten una misma
matriz y corresponden a un mismo evento. Aparentemente el individuo B fue
sacrificado para poder acompaar al individuo A.
117
118
ENTIERRO 171
El entierro contenia un solo esqueleto del individuo adulto de sexo
masculino orientado al Sur-Oeste, decbito dorsal, con brazos y piernas estiradas.
Presenta un golpe traumtico en la cabeza, probable causa de muerte.
Se documentaron 18 asociaciones. Las ms importantes son las que aqu
se detallan.
Asociacin 2, se trata de una botella negra cara gollete del tipo conocido
como huaco rey, la que tiene aplicadas en el asa cintada dos tpicas figulinas
en posicin frente a frente.posterior, en ambos casos los personajes se hallan muy
erosionados.
Asociacin 3, una botella negra cara gollete del tipo conocido como huaco
rey, con base anular pequea, dos personajes echados a los lados y otro nico en
el asa, todos con tocado semicircular.
Asociacin 9, un cuchillo tipo tumi de cobre de unos 28 cms de largo
dispuesto transversalmente al cuerpo sobre la cadera. Este se encuentra dispuesto
transversalmente al cuerpo sobre la cabeza.
ENTIERRO 43
Se trata de una tumba de un individuo adulto de sexo femenino, enterrada
de cubito dorsal, en posicin extendida, con los brazos dispuestos a lo largo del
cuerpo. Se encuentra localizada hacia el nor-este del muro almenado del TemploMausoleo de Huaca Las Ventanas. La tembet de oro que fue hallada en el maxilar
inferior relaciona al individuo inhumano con el mbito cultural ecuatorianocolombiano. La entidad politica Sicn ha controlado el rea de Piura hasta la
actual Repblica del Ecuador y mantuvo probablemente no solo contactos de
ndole econmica sino tambin relaciones de parentesco.
El cuerpo se encuentra orientado hacia el este sin mayor evidencia de
envoltorio. En la parte superior del crneo y entre este y la Asociacin 2 se tom
una muestra de arena ennegrecida por un elemento desconocido. Se encontraron
las siguientes asociaciones:
Asociacin 1: Tembet de oro con aplicacin de crisocola y plata hallada
al interior de la cavidad bucal.
Asociacin 2: Cntaro negro de gollete evertido con decoracin moldeada
en relieve en dos paneles, uno a cada lado del recipiente con tres personajes con
mascara y tocado en actitud de danza separados por una lnea ondulada
Tembet in situ en el
maxilar inferior de
esqueleto femenino del
Entierro 43
119
120
Presenta pico cnico directo, base pedestal cnica y asa cintada posterior.
Este contexto funerario singular asociado a una mujer, en su mayor
parte presenta ceramios alusivos a la alimentacin, y tambn contiene restos de
camlidos entre variados componentes orgnicos aun no identificados.
ENTIERRO 109
Durante las excavaciones de la misma Plataforma Sur se ha encontrado
el entierro de dos individuos adultos, orientados al Sur, el primero flexionado,
decbito lateral izquierdo, mientras que el segundo - sin duda el personaje
principal estuvo extendido - de cbito dorsal, brazos a los lados, cubierto por un
tejido de algodn (mortaja); en sus manos sostena una concha Spondylus spp. en
la derecha y pigmento de cinabrio con tejido de algodn en la izquierda. Otros
objetos adicionales acompaaban al individuo, como una cuchara de cermica,
pigmentos y objetos de metal, envueltos por el tejido (mortaja), luego 7 adobes
cubren al personaje, finalmente encima de ambos cuerpos se hallaron 152 objetos
asociados de cermica (cntaros), artefactos de metal, tizas, falanges y vertebras
de camlidos. Los ms importantes hallazgos son los que aqu se detallan.
1) La Asociacin 3 consistente en una botella de cermica moldeada,
escultrica con forma de cnido (zorro o perro), superficie alisada, coccin
oxidante, asa puente cintada, gollete cnico, base plana, presenta pintura crema
fugitiva en el cuerpo, tiene un orificio en un extremo del asa que lo hace silbador,
alto 15cm. Un antecedente de sta botella se document en un contexto funerario
Sicn Medio de Huaca Loro (Shimada y Elera, 2006).
2) La Asociacin 02 es un cntaro de cermica moldeada, de forma
globular, coccin en atmosfera reducida, gollete compuesto con asas cintadas
verticales, laterales que unen la parte media del gollete con el cuerpo, superficie
alisada, labio redondeado, base ovalada plana, alto 22 cm. Esta vasija recuerda los
cantaros de cuello compuesto de la cultura Chancay de la costa central del Per,
correspondiente tanto en su fase Tricolor a fines del periodo Horizonte Medio y
Chancay Negro sobre Blanco del periodo Intermedio Tardo.
3) La Asociacin 5 es un cntaro de cermica moldeada de forma
lenticular, coccin en atmsfera oxidada, superficie alisada, borde evertido,
labio redondeado, base ovalada plana, decoracin aplicada zoomorfa (cnido) en
el cuerpo y diseos de olas marinas en relieve en el cuello; presenta manchas
oscuras (coccin); el alto es de 35 cm. la misma que estilsticamente continua con
la tradicin cultural Sicn.
4) Asociacin 11 es una botella de cermica moldeada, cocida en
atmosfera reducida, y alisada en la superficie, de 12.3 cm. de alto. La decoracin
es escultrica y representa una figura compleja fito-antropomorfa. Del cuerpo
achatado de la botella se desprenden cuatro apndices ovalados en forma de frutos
de lcumo, con un pezn en el tope cada uno. Los apndices sirven de base a la
vasija, a manera de cuadrpode. Un ostro humano adorna el gollete el cual se
expande en su tercio superior formando una especie de corona. Dos falsas asas se
encuentran una de cada lado del rostro. El labio de la vasija cuyo estilo recuerda
a Chim es redondeado.
En el ajuar del contexto descrito arriba, las vasijas confeccionadas de
manera acorde con la tradicin local del estilo Sicn Medio en su fase tarda,
se encuentran asociadas a dos cntaros, cuyas caractersticas parecen haberse
originado en las reas respectivas Chancay y Chim. Similar asociacin fue
documentada por Wester (2016) en la Tumba de una mujer noble de Huaca
Chornancap, en el litoral del valle de Lambayeque. Es menester investigar el
lugar de origen de esta cermica con aspecto formal forneo.
121
122
viva o muerta que usa la mscara, tambin entrara en una conexin simblica
directa con la deidad antropo/ornitomorfa que ella representa, por lo que estaba
siendo influenciada por la fuerza vital y sobrenatural que emana de la misma.
Como es de conocimiento en la literatura etnolgica, cuando se est usando
una mscara, el portador de la misma experimenta una prdida de su personalidad
previa y va adquiriendo una nueva. Lo detalles iconogrficos de la mscaras no
slo permiten identificarla con un ser sobrenatural sino remiten a algunos episodios
del mito de origen y expresan mediantes complejas metforas visuales la relacin
del personajes con el mar y con la deidad protectora de linaje: los ojos tienen la
forma de las alas del ave en picada; la nariz es un pico de ave adornado con una
nariguera; los colgantes que generan ciertos movimientos y sonidos comunicando
la fuerza vital que emana del rostro. De las orejeras, tambin en forma de alas
de ave en picada, se desprenden olas marinas en cada, mientras que en la parte
central y de ambos lados se modelaron dos cabezas de felino con la lengua hacia
fuera. La manera de representar la lengua evoca quizs el momento cuando el
jaguar termin de comer y una vez satisfecho, se limpi con la lengua el entorno
de su boca.
El rol fundamental de la mscara funeraria antropo/ornitomorfa, ha sido el
de dar un sentido de continuidad y de estrecha unin entre el presente y el tiempo
primordial de origen cuando la deidad ha surgido del mar. Al fallecer un miembro
de la elite Sicn en comunicacin con el mundo de los ancestros, gracias al poder
de la mscara que lleva sobre el rostro, se convierte en una deidad ms que debe ser
venerada a perpetuidad. En la mscara se concentran los poderes sobrenaturales
immanentes al paisajes paisaje sacralizado de la costa con sus fuentes de agua, la
tierra frtil en medio del desierto, el bosque seco, el mar ecuatorial y el firmamento.
Cada mscara es diferente de la otra pero todas comparten la misma esttica y
la misma sintaxis de combinacin de rasgos antropo-ornitomorfos y de detalles
figurativos agregados.
Los linajes de la elite lambayecana enterrada en el Ncleo Cultural Sicn
del Santuario Histrico Bosque de Pmac, se enterraron alrededor o bajo los
edificios de uso ceremonial, con sus extraordinarios contenidos funerarios. Una
muestra representativa de este Paisaje Cultural de los Ancestros Reales de Sicn
es el corpus funerario reunido a raz de las excavaciones sistemticas de los
Templos-Mausoleos de Huaca Las Ventanas y Huaca del Oro. Dichos templosmausoleos por su orientacin y posicin central en medio del espacio monumental
ceremonial Sicn de Pmac, se conectan de manera sin duda premeditada con el
paisaje circundante formando parte de una especie de axis primordial. Se puede
trazar una lnea simblica siguiendo el paso del sol y la luna, la que conecta a los
templos-mausoleos con determinados cerros, fuentes de agua dulce, el bosque, el
mar con la isla, Se trata por ejemplo en concreto del Cerro Chaparr y nacientes
de agua de los jageyes de Ptipo (Ferreafe) por el Este y el mar Pacfico donde
se localiza la Isla Lobos de Tierra hacia el Oeste, (Mrrope). Tanto el agua del rio
de La leche desde el Este y aguas subterrneas del subsuelo aparecan en tiempos
precisos respectivamente en el subsuelo y en el cauce. A partir del solsticio
de verano posiblemente cubra de manera intencional y simblica las cmaras
funerarias de las tumbas de elite anticipando un nuevo ciclo del renacer de la
naturaleza. Es en los meses de verano cuando ms agua hay y tanto la agricultura
como la pesca es mucho ms abundante. Creemos que el culto de los ancestros
propiciaba en la percepcin de los habitantes de la Costa Norte prehispnica el
suministro de agua en la justa medida y por lo tanto condicionaba la abundancia
de los recursos naturales, vitales para el discurrir de la vida de los mortales. Cada
templo-mausoleo Sicn en Pmac tuvo sus conexiones simblicas con el paisaje
y las fuentes del agua y obedeca a un programa de construccin estrictamente
funerario, que legitimaban el poder de los descendientes de dichos ancestros que
personificaban a las fuerzas de la naturaleza, condicionantes de las subsistencias
123
124
125
Referencias citadas
Alva Walter
1986
Una tumba con mscara funeraria de la Costa Norte del Per, Beitrge zur
Allgemeinen und Vergleichenden archologie,7, KAVA, Deutschen Archologischen
Instituts, Bonn, Alemania, pp. 411-421.
1999
The Pumape Site and the Cupisnique Culture: A Case Study on the Origins and
Development of Complex Society in the Central Andes, Per, dissertation submitted
to the Faculty of Graduate Studies in partial fulfilment of the requirements for the
degree of Doctor of Philosophy, The University of Calgary, Calgary
2006
The Cultural Landscape of the Sicn, en: J. Hildebrand y K. Buckley (eds.) Ancient
Peru Unearthed: Golden Treasures of a Lost Civilization, The Nickle Arts Museum,
University of Calgary, Calgary, Canad, pp. 62-71
2008
Sicn: Arquitectura, tumbas y paisaje, en: K. Makowski (ed.), Seores de los Reinos
de la Luna, Banco de Crdito del Per, Lima
Shimada Izumi
1981
The Batn Grande-La Leche Archaeological Project: The First Two Seasons,
Journal of Field Archaeology, 8, pp. 405-446
1995
Cultura Sicn: Dios, riqueza y poder en la Costa Norte del Per. Banco Continental,
Lima
2013
Cultura Sicn: esplendor preincaico de la Costa Norte. Fondo Editorial del Congreso,
Lima
126
1937b
1937c
Wester Carlos
2016
127
128
FASE CONSTRUCTIVA 1
(4 REMODELACIONES)
EDIFICIO 1
(ROJO)
FASE CONSTRUCTIVA 2
RELLENO
ARQUITECTONICO
FASE CONSTRUCTIVA 1
(6 REMODELACIONES)
FASE
CONSTRUCTIVA 2
EDIFICIO 2
(AMARILLO)
FASE
CONSTRUCTIVA 3
EDIFICIO 3
POSIBLE
EDIFICIO 4
SOBRE TERRENO
GEOLOGICO
Modelo de la secuencia
constructiva de la Plataforma
Funeraria
129
130
Dos aos despus, un equipo constituido casi por los mismos estudiosos,
en una publicacin que tuvo como objetivo, en primer lugar, precisar los aspectos
metodolgicos de las investigaciones previas, present nuevos datos sobre Sipn
y una revisin de los resultados anteriores. La media de los resultados de la TL,
sobre los fragmentos de la Tumba 2 fue ajustada al 740 50. Se dieron a conocer
tambin tres nuevos fechados: 774 60 para la Tumba 9, 764 50 para la la
Tumba 10 y 574 70 para la Tumba 3 (Roque et al., 2004: 119 - 126) (8). Esta
serie se ha completado recientemente con dos dataciones C14 para las Tumbas 14
y 16, que registraron respectivamente intervalos 430 - 640 y 390 - 540 (Chero,
2015).
3 - LA CRONOLOGA RELATIVA Y LA CRONOLOGA ABSOLUTA DE
SIPN HASTA AHORA
La Plataforma Funeraria (Alva 2004, Alva 2008; Chero, 2008 y 2015;
Chero y Alva, 2010) es la estructura que representa, por el momento, el hito
fundamental de la cronologa de Sipn, ya que todas las dataciones efectuadas
antes de nuestra investigacin derivan de las tumbas de esta construccin (9). De la
lecturas de las ltimas publicaciones (Chero, 2015) se desprende que esta presenta
tres estructuras sobrepuestas, que, desde la ms reciente hasta la ms antigua, se
denominan: Edificio 1 (o Edificio Rojo), Edificio 2 (o Edificio Amarillo) y Edificio
3. Estas estructuras presentan cada una formas y colores diferentes. Adems, es
posible que debajo del Edificio 3 se encuentre otra construccin edificada al nivel
originario del suelo.
El Edificio 1 se coloca al final del Perodo Moche Medio en Sipn. Puesto
que es muy deteriorado por factores climticos y antrpicos, es difcil reconstruir
el perfil que haba en el momento de esplendor de Sipn, sin embargo los datos
recogidos permiten establecer que haba paredes altas, inclinadas, con un enlucido
rojo. Presenta dos fases de construccin y cuatro remodelaciones. Se sustenta
sobre una plataforma ampliada, que, a su vez, apoya sobre material de relleno
del espesor de unos 60 centmetros que cubra toda la cumbre del Edificio 2.
En el relleno se colocaron, como ofrendas, fragmentos de cermicas destruidas
intencionalmente y un perro, probablemente sacrificado ritualmente. En el Edificio
1 se encontraron la Tumba Saqueada y las Tumbas 1, 2, 4, 6, 7, 8, 10, 11, 14, las
cuales tienen hornacinas donde se colocaban las ofrendas.
El Edificio 2 se construy al inicio del Perodo Moche Medio en Sipn.
Se caracteriza por paredes altas, rectas, con un enlucido amarillo decorado con
motivos geomtricos. Presenta tres fases de construccin y seis remodelaciones.
En su interior se encontraron las Tumbas 3, 5, 9, 12, 13, 16, las cuales tambin
tienen hornacinas donde se colocaban las ofrendas.
El Edificio 3 marca el comienzo del Perodo Moche Temprano en Sipn.
En su interior se encontr la Tumba 15. Chero (Chero, 2015), antes de los
fechados que aqu se presentan por primera vez, a partir de los hallazgos de las
investigaciones arqueolgicas, propuso la siguiente cronologa para Sipn:
Perodo Moche Tardo: VII - VIII siglos
Perodo Moche Medio: IV - VII siglos
Perodo Moche Temprano: II (???) - IV siglo
131
132
EDIFICIO 1
PISO DE FASE
CONSTRUCTIVA 2
RELLENO
EDIFICIO 2
PISO DE
NIVELACIN
133
134
planta que en la cultura Moche era habitualmente utilizada para columnas y vigas
maestras.
Pero, como se sabe, los Moches vivan en oasis fluviales de la Costa Norte,
en un ambiente caracterizado por lluvias escasas, pero con presencia de bosques
secos, por lo tanto, en una situacin que los llevaba a valorizar la madera, a
conservarla lo ms posible y eventualmente utilizarla varias veces en diferentes
tareas.
Por consiguiente, resulta muy probable que para construir el techo de las
cmaras funerarias, los Moches hayan utilizado tambin la madera de rboles
cortados mucho antes, luego utilizados para otras funciones y finalmente reciclados
para este ltimo fin.
Por lo tanto, nosotros creemos que los resultados divergentes de los anlisis
sobre algunos fragmentos de madera de la Tumba 1, de la Tumba 2 y, en parte,
de la Tumba 14, no son el resultado de errores o, en todo caso de unreliable
C14 dates, sino que ms bien se limitan a registrar el perodo en que los arboles
fueron cortados y no, obviamente, aquel en que fueron utilizados en la Plataforma
Funeraria. Lo mismo podra decirse de las fibras vegetales del Repositorio 1, que
podran proceder de un objeto transmitido de generacin en generacin y colocado
en este espacio como ofrenda al Seor de Sipn o como ofrenda a la huaca junto
con los objetos en metal y con las muchas ofrendas en cermicas (12).
Es obvio que tambin las cermicas pueden dar dataciones demasiado
antiguas si en una tumba se pone una pieza realizada siglos antes y transmitida de
generacin en generacin por su valor simblico, ritual o esttico.
Por lo tanto, a lo que seal Lockard (2009: 293 - 296) sobre el riesgo de
errores en las dataciones hechas con muestras de madera y, en particular, de vigas
de algarrobo y la necesidad de distinguir entre los resultados de muestras del
centro y de la parte externa del trunco, parece importante aadir que, en el caso de
TL, debe tomarse en cuenta la diferencia entre la fecha de la produccin de una
cermica y la de su utilizacin final.
II : B II : A
+
PISO FASE
CONSTRUCTIVA2
E
D
I
F
I
C
I
O
1
RELLENO
ARQUITECTONICO
E
D
I
F
I
C
I
O
2
+CALA 1
CALA 2
PISO DE
NIVELACIN
+
E
D
I
F
I
C
I
O
3
RELLENO
ARQUITECTONICO
POSIBLE EDIFICIO
4
SOBRE TERRENO
GEOLOGICO
+
CALA 3
+
+
+
+
+
CALA 5
CALA 4
CALA 6
135
136
D2288
T1
D2288
T1
T2-T11
T2-T11
D2289
T2
T14-T2
D2291b
D2289
T2
T14-T2
D2291b
D2291a
D2291a
D2239
D2239
D2238
D2237
D2238
D2237
T14
T14
T3-T14
T3-T14
D2290
T3
D2290
T3
200
1BC/1AD
201
401
601
801
1001
1201
200
1BC/1AD
201
401
601
801
1001
1201
137
Cuadro 2
a. Distribucin de probabilidades de la datacin de las muestras; b. Modelo
bayesiano de distribucin de las probabilidades de datacin por las diferentes
estructuras.
OxCal v4.2.4 Bronk Ramsey (2013); r:5 SHCal13 atmospheric curve (Hogg et al 2013)
D2288
RC127
D2288
RC127
T1
T2-T1
T1
T2-T1
D2289
T2
D2289
T2
TS-T2
TS-T2
RC70
TS
T7-TS
RC70
TS
T7-TS
RC206
T7
RC206
T7
T10-T7
T10-T7
RC208
T10
T14-T10
RC208
T10
T14-T10
D2291b
D2291a
D2239
D2291b
D2291a
D2239
D2238
D2238
D2237
D2237
T14
T14
T16-T14
T16-T14
T3-T16
RC123
D2290
T3-T16
RC123
D2290
T3
T3
400
200
1calBC
/1calAD
201
401
601
801
1001
400
200
1calBC
/1calAD
201
401
601
801
1001
138
Cuadro 3
Datos numericos del Cuadro 1b
Tumbas y
repositorios
Probabilidad 68%
(1)
de
Probabilidad
95% (2 )
de
625
750
585
600
685
565
D2291b
560
635
515
670
D2291a
560
635
515
670
D2239
560
635
515
670
D2238
560
635
515
670
D2237
560
635
515
670
T3
300
430
235
63
643
43
598
38
375
75
735
T14
D2290
688
830
T2
D2289
+/-
T1
D2288
Media
495
139
Cuadro 4
Datos numericos del Cuadro 2b
Tumbas y
repositorios
Probabilidad 68%
(1)
de
Probabilidad
95% (2)
de
D2288
625
675
615
715
RC217
645
675
610
715
T2
630
660
610
625
645
610
610
640
600
600
630
595
D2291b
585
620
575
640
D2291a
585
620
575
640
D2239
585
620
575
640
D2238
585
620
575
640
D2237
585
620
575
640
585
620
575
640
RC75
590
620
580
640
T16
565
615
540
15
635
10
625
15
615
15
624
34
590
25
348
40
645
T14
645
645
T10
RC208
18
655
T7
RC206
659
680
TS
RC70
+/-
T1
D2289
Media
640
T3
RC123
245
415
140
525
D2290
300
430
230
500
140
7 - LA CRONOLOGA DE SIPN
Aunque al fin de definir la cronologa de Sipn es fundamental considerar
los resultados de la Plataforma Funeraria (Cuadro 3 y 4), parece til empezar con
los datos del Patio 2 y de la Pirmide Ceremonial.
MUSEO DE
SITIO
PLATAFORMA
NORTE
PLATAFORMA
INTERCONECTANTE
PIRAMIDE
POLITICO ADMINISTRATIVA
PLATAFORMA
FUNERARIA
PIRAMIDE
CEREMONIAL
PATIO 1
PATIO 2
EL PATIO 2
Se encuentra adosado a la Pirmide Ceremonial en el rea comprendida
entre esta ltima construccin y la Pirmide Poltico Administrativa. Fue excavado
por la primera vez por Walter Alva y Luis Chero en el 2007, removiendo casi 9
metros de depsitos que se formaron despus de un ENSO particularmente intenso
que hizo colapsar parte de ambas pirmides.
Muestra huellas del Perodo Moche Medio y del Perodo Moche Tardo (en
este ltimo caso hay fragmentos de cermica con decoraciones de lnea fina),
Lambayeque, Chim e Inca.
Los resultados de las dataciones de C14 efectuadas remontan al 13201475, al 1425-1445 y al 1495-1645 (RC212, RC210, RC211) y confirman la
frecuentacin del sitio tambin despus del fin de la utilizacin de la Plataforma
Funeraria para el entierro de la lite. En particular el resultado 1495-1645 de la
muestra RC211, que proviene de contextos domsticos, podra ser compatible
con el escenario de una presencia tambin durante el Primer Periodo Colonial.
En este cuadro la datacin 235-380 (C14 RC214) podra indicar tanto
el inicio del Perodo Moche Medio, as como la utilizacin de una madera ms
antigua durante uno de los periodos sucesivos.
141
PIRMIDE CEREMONIAL
Por el contexto asociado a un escaln con pintura mural donde fue
encontrado, el pedazo de carbn de la muestra RC213 parece guardar relacin
con el entierro del personaje de la Tumba 16 y con la fase final del Edificio 2. La
nica datacin de C14 efectuada se remonta al 390-540.
PLATAFORMA FUNERARIA
Edificio 1, Fase 1
Segn el modelo estadstico de los Cuadros 3 y 4, la Fase 1 del Edificio 1
de la Plataforma Funeraria fue construida entre el 64343 y 68863 (Cuadro 3 modelo sin C14) o entre 64515 y 65918 (Cuadro 4 - modelo con TL y C14).
Tumba 1 y Tumba 2
Segn el modelo estadstico de los Cuadros 3 y 4, la Tumba 1 remonta al
68863 (Cuadro 3 - modelo sin C14) o al 65918 (Cuadro 4 - modelo con Tl y
C14) y la Tumba 2 al 64343 Cuadro 3 - modelo sin C14) o al 64515 (Cuadro
4 - modelo con TL y C14).
Repositorio 1
Est asociado a la Tumba 1, que se encuentra a casi tres metros de distancia.
Restos de fibras vegetales, probablemente de una bolsa, se remontan al
345-420 (anlisis C14 - RC71), mientras que un fragmento de madera se remonta
al 560-630 (anlisis C14 - RC201). Este escenario no concuerda bien con por la
estratigrafa. Por lo tanto, parece lgico pensar que fue enterrada una bolsa de
generaciones anteriores y fue utilizada una viga sacada desde un rbol cortado
tiempo antes.
142
Repositorio 4
Se encuentra sobre la Tumba 3. Desde un punto de vista estratigrfico
debera ser contemporneo a la Tumba 1 o posterior.
Junto al Repositorio 3, presenta una intrusin en el lado Sur de la
Plataforma Funeraria hecha tal vez como ofrenda a la huaca en ocasin de un
acontecimiento muy importante, que puede ser asociado al fin de la utilizacin
de esta construccin. El resultado: 440-605 (C14 RC 202) indicara que esta
estructura es ms antigua de la Tumba 1 y de la Tumba 2. Este escenario, una vez
ms, no concuerda bien con la estratigrafa. Por lo tanto, parece lgico pensar que
fue utilizada una viga sacada desde un rbol cortado tiempo antes.
Edificio 1, Fase 2
Segn el modelo estadstico de los Cuadros 3 y 4, la Fase 2 del Edificio 1
de la Plataforma Funeraria fue construida entre el 59838 y el 63510.
Tumba Saqueada
Segn el modelo estadstico del Cuadro 4, la Tumba Saqueada remonta al
63510 (Cuadro 4 - modelo con TL y C14).
Tumba 7
Segn el modelo estadstico del Cuadro 4, la Tumba 7 remonta al 62515
(Cuadro 4 - modelo con TL y C14).
Tumba 10
Segn el modelo estadstico del Cuadro 4, la Tumba 10 remonta el 61515
(Cuadro 4 - modelo con TL y C14).
Tumba 14
Segn el modelo estadstico de los Cuadros 3 y 4, la Tumba 14 remonta al
59838 (Cuadro 3 - modelo sin C14) o al 62434 (Cuadro 4 - modelo con TL y
C14).
Edificio 2
Segn el modelo estadstico del Cuadro4, el Edificio 2 de la Plataforma
Funeraria fue construido entre el 34840 y el 59025.
Tumba 3
Segn el modelo estadstico de los Cuadros 3 y 4, la Tumba 3 remonta al
37575 (Cuadro 3 - modelo sin C14) o al 34840 (Cuadro 4 - modelo con TL y
C14).
Tumba 16
Segn el modelo estadstico del Cuadro 4, la Tumba 16 remonta al 59025
(Cuadro 4 - modelo con TL y C14).
8 - CONCLUSIONES
Los resultados de nuestras dataciones permiten de aclarar que la ocupacin
de Sipn remonta por lo menos al 34840 y sigui hasta el Horizonte Tardo y,
puede ser, el Primer Periodo Colonial y que la Plataforma Funeraria, se construy
entre el 34840 y el 65918 o 68863, aunque es muy probable que la fecha de
inicio puede ser bastante ms antigua.
En particular, las dataciones de las Tumbas 1, 2, 3 y 14 permiten corregir
o precisar los fechados realizados previamente (Roque, 2002 y 2004; Bourget,
2014: 250).
Sin embargo quedan dos problemas:
1) no se sabe alacrar cuando aparecen en Sipn las vasijas cermicas
en el estilo Moche IV de Larco (1948), dado que se ha encontrado
fragmentos correspondientes a este estilo;
2) no se sabe cuando y porque la lite de Sipn dej de utilizar la
Plataforma Funeraria y que pas despus el 700.
143
144
145
MOMENTO DE OCUPACIN 1
MOMENTO DE OCUPACIN 2
MOMENTO DE OCUPACIN 3
MOMENTO DE
OCUPACIN 4
MOMENTO DE
OCUPACIN 5
MOMENTO DE
OCUPACIN 6
Reconstruccin de la
superposicin de eventos
relacionados con rituales que
implicaban el uso del fuego,
identificados en el Patio 2, ubicado
entre la Pirmide Ceremonial y la
Pirmide Poltico Administrativa
146
Notas
(1)
Como se sabe, Sipn es un sitio de cultura Moche (100 - 850) de la Costa Norte del Per. De las numerosas
publicaciones sobre Sipn se seala: Royal Tombs of Sipn (Alva y Donnan, 1993), Sipn: descubrimiento
e investigacin (Alva, 2004), Sipn, el tesoro de las tumbas reales (Aimi et al., 2008), Nuevos aportes en la
investigacin arqueolgica de Sipn (Chero, 2015).
(2)
(3)
Solo despus del hallazgos de Sipn, de hecho, empez la nueva oleada de los grandes proyectos arqueolgicos
en los sitios de la cultura Moche de los Departamentos de Lambayeque y La Libertad. En 1990 empezaron
las excavaciones de la Fundacin Wiese a El Brujo y el ao sucesivo empezaron los proyectos de la Huaca
de la Luna y de San Jos de Moro. Intil decir, adems, que quin ya trabajaba en la regin de Lambayeque,
como el arquelogo nippo-americano Izumi Shimada, vio en los hallazgos de Sipn una motivacin ms
para seguir en la misma rea. Segn Castillo y Quilter en los estudios sobre los Moches hay cuatro eras, la
ultima es la post-Sipn (Castillo y Quilter, 2010: 1).
(4)
Las investigaciones del 2007-2009 fueron realizadas en el mbito del proyecto PRODESIPAN del Fondo
Italo-Peruano, que por primera vez se ha puesto el objetivo de conjugar la investigacin arqueolgica con
iniciativas sociales y de promocin turstica. El modelo fue despus tomado en otros proyectos de conversin
de la deuda como los de Francia y Japn.
(5)
Con anterioridad a las nuevas campaas de excavacin en los sitios Moche el nico marco cronolgico
referencial para esta cultura, de uso obligado por los dems investigadores, ha sido formulado por Larco a
partir de sus investigaciones el Valle de Chicama (Larco, 1948: 28 - 46; Donnan y McClelland, 1999: 20 185; Donnan, 2004: 13 - 19 e 166 - 167). Cabe observar que vara entre los arquelogos la correspondencia
entre las cinco fases de Larco, es decir las de los Moches del Sur, y las tres de los Moche del Norte. Por
ejemplo, mientras Makowski (ed., 1994: 286-287) coloca la fase Moche I en Moche Temprano y las fases
Moche II y Moche III en Moche Medio, Bourget coloca Moche III en Moche Temprano (Bourget, 2014:
233). Asimismo entre los recientes aportes sobre la cronologa Moche cabe mencionar: Donnan (2003 I: 76)
para el caso del sitio Dos Cabezas; Lockard (2008: 275-294; 2009) para el caso de Galindo; Koons (2012
y 2015) para el caso de Licapa II; Uceda (2005: 61; 2010: 134 - 135), Uceda y Canziani (1998: 139-158),
Chapdelaine (1998: 110 - 115; 2003 II: 247-285; 2005: 73), Uceda et al. (2008: 213-223) para el caso del sitio
de Moche; Shimada (1994: 2-5, 126-128) para el caso de Pampa Grande; Castillo (2003 II: 65-123) y Del
Carpio (2008) para el caso de San Jos de Moro; Bourget (2010 y 2014: ) para el caso de Huancaco y Ucupe;
Blisle (2008) y Chapdelaine (2010) para el caso del Valle de Santa. Adems de las obras arriba mencionadas
es menester revisar una revisin crtica reciente de la cronologa Moche por Koons y Bridget (2014).
(6)
Ya que toda la cronologa que aqu se considera se coloca en nuestra era, en el resto del articulo no se pone:
d.C. o C.E.
(7)
En 2002 Roque provey nuevos datos sobre esta datacin escribiendo que: a) remontaba a 260 90 ; b) no
se saba si estaba calibrada; c) estaba hecha por la Beta Analytic de Miami (Beta 23147) (Roque, 2002: 239).
(8)
El equipo de estudiosos fanceses llam Tombe du Prtre a la Tumba 2, Old Lords Tomb a la Tumba
3, Warriors Tomb a la Tumba 9, y Young Lords Tomb a la Tumba 10. La datacin de las ltimas tres
tumbas fue calculada por los autores de este artculo con una simple sustraccin, considerando que en el
artculo son provedas solo sus the mean y the weighted mean ... TL ages, es decir las fechas BP (Roque
et al., 2004: 125).
(9)
Todas las tumbas de lite de Sipn fueron encontradas en la Plataforma Funeraria. Un cementerio,
probablemente reservado a los otros habitantes de Sipn, est a unos 1,5 km a Este. Ya que fue saqueado
completamente por huaqueros, no ha permitido alguna investigacin cientfica. Est dems mencionar que
las investigaciones arqueolgicas no se limitaron a la Plataforma Funeraria sino abarcaron tambin algunas
otras zonas de Sipn, que aqu no se mencionan porqu an no proporcionaron evidencias de inters sobre
los aspectos de la cronologa relativa y absoluta.
147
(10) El proyecto PRODESIPAN planeado por la Universit degli Studi di Milano, por el MTRS y por la Asociacin
Amigos del Museo de Sipn se propona promover el desarrollo social de Sipn a travs de la reanudacin
de las investigaciones arqueolgicas y de la valorizacin del sitio. En el mbito del proyecto: a) se descubri
la Tumba 14 y se realizaron investigaciones arqueolgicas entre la Pirmide Poltico Administrativa y la
Pirmide Ceremonial y a la base de esta ltima construccin; b) en 2009 se cre el Museo de Sitio de Sipn,
que desde entonces con 50.000 visitantes cada ao se sigue posicionando como el tercer museo del
Departamento de Lambayeque; c) se llev agua potable en Sipn, se ha implementado el sistema del
alcantarillado, se construyeron edificios de utilidad pblica y se realizaron cursos de formacin para los
habitantes.
(11) La extraccin de las muestras de la Tumba 14 estuvo a cargo de Jos Bonilla Sanchez y Segundo Gonzlez
Rumiche, integrantes del equipo dirigido por Walter Alva y Lus Chero.
(12) El hecho que en el SHBP (Santuario Histrico Bosque de Pmac) haya un rbol llamado algarrobo milenario,
atractivo naturalstico por unos, objeto de veneracin, parece, por otros, hubiera debido sugerir ms cuidado
en la utilizacin de dataciones C14 de muestras de madera. De la misma manera parece oportuno recordar
la modificacin que una dieta marina puede provocar en la datacin de restos humanos (Craig et al, 2013).
(13) Los otros autores que consideran unos resultados unacceptably old o too young o too late o too
early no dan ninguna explicacin cuando eliminan resultados demasiado antiguos o demasiado recientes
(Shimada, 1994: 4-5; Lockard, 2009: 296).
(14) Curiosamente el mismo Shimada parece darse cuenta del riesgo de equivocarse entre la fecha del incendio y
la del inicio de las ultimas construcciones sobre las huacas de Pampa Grande, ya que en Cultural Continuities
and Discontinuities on the Northern North Coast of Peru, Middle-Late Horizons escribe: We may interpret
the SMU-399 and 644 dates [las dataciones de las muestras de algodn de Pampa Grande] derived from
inferred single harvest of cotton as indicating the end of Moche V occupation at the site, while other dates
may indicate how early Moche V occupation may date back (Shimada, 1990: 372). Sin embargo, no se
entiende porque Shimada afirma que el abandono de Pampa Grande ha acontecido cerca del ao 700 o
as early as 650 (Shimada, 1994: 127), a pesar de que no existen maneras de probar que el algodn fue
cosechado durante un single harvest y, sobre todo, que el single harvest fue el ltimo. Tomando en cuenta
que los fechados del algodn fueron seguramente posteriores a 700 (71060 y 77070), dichos resultados
coinciden adems con el fechado sobre un fragmento de viga (74080). A su vez los fechados obtenidos con
el anlisis de las caas del techo (65020) y de los granos de maz 65050), de ninguna manera pueden servir
para ubicar cronolgicamente el evento del abandono si es cierto, que indican, como lo subraya este mismo
autor, how early Moche V occupation may date back.
Es menester subrayar algunos hechos incuestionables, y en particular que los productos almacenados luego
de haber sido recolectados o cortados, de acuerdo al caso, entre los aos 65020 y 77070, incluyendo el
fragmento de tronco de madera que ha sido cortado por 74080, se quemaron a consecuencia de un incendio
cuya fecha se desconoce. Lgicamente esta ltima fecha debe ser posterior a la de la cosecha de algodn
o del corte de madera. Por ende, los fechados publicados por Shimada, es decir los de 71060, 74080 y
77070, determinan el terminus post quem del hipottico incendio, que puso fin a la ocupacin de las huacas
de Pampa Grande por la poblacin Moche.
(15) En Pampa Grande and the Mochica Culture por un error de imprenta en el cuadro sinttico de la cronolga
Moche en lugar de [Moche] IV est escrito [Moche] VI (Shimada, 1994: 2).
(16) Aunque en Galindo el rechazo de unas dataciones no esta explicado de manera clara, cabe mencionar que
hay, por ejemplo, fechados del Castillo relacionados a Moche III de 640-685, 755-780, 770-890, 995-1060
(Chapdelaine, 2010: 259) y que Franco seala como tardo por razones estratigrficas el fechado (415 - 650)
del Edificio D asociado a cermicas Moche I e Moche II (Moche Temprano) (Franco, 2003 II: 170, 173).
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Cuadro 5
Listado completo de todas las nuevas dataciones de Sipn no correctas
hechas en Miln
Muestra
Origen
Material
Fechados
RC210
Patio 2
Madera
1425-1445
RC211
Patio 2
Carbn
1495-1645
RC212
Patio 2
Carbn
1320-1475
RC214
Patio 2
Madera
235-380
RC213
Piramide Ceremonial
Carbn
390-540
Plataforma Funeraria
D2288
T1
Fragmento cermico
69085
RC127
T1
Fragmento textil
610-665
RD209
T1
Fragmento textil
255-545
D2289
T2
Fragmento cermico
67580
RC205
T2
Madera
390-575
D2290
T3
Fragmento cermico
300-430
RC123
T3
Madera
215-400
RC206
T7
Madera
435-640
RC208
T 10
Madera
555-650
RC74
T14
Madera
670-830
RC75
T14
Algodn
620-675
RC124
T14
Madera
255-530
D2237
T 14
Fragmento cermico
58590
D2238
T 14
Fragmento cermico
59580
D2239
T 14
Fragmento cermico
58080
D2291a
T 14
Fragmento cermico
58590
D2291b
T 14
Fragmento cermico
58090
RC70
TS
Madera
510-580
RC71
Repositorio 1
Vegetales
345-420
RC201
Repositorio 1
Madera
560-630
RC202
Repositorio 4
Madera
440-605
154
Cuadro 6
Plataforma Funeraria de Sipn
Listado de la estratigrafa y de todas las dataciones correctas conforme con el modelo bayesiano
(en letras negritas) y no correctas (vase los Cuadros 3 y 4) ordenadas por contexto y en relacin con la
ubicacin estratigrfica de los contextos de los que fueron extradas las muestras.
Tumbas y
repositorios
RP4
Fechados Miln
Ed 1
440-605 C14 (RC202)
290 (260 90) C14
(Alva, 1998)
T1 (solo TL)
Fase 1
68863 TL D2288
T1 (TL y C14)
Fase 1
65918 TL y C14
(D2288, RC127)
RP1
Fase 1
T2 (solo TL)
Fase 1
64343 TL (D2289)
736 54
(740 50) TL
T2 (TL y C14)
Fase 1
64515 TL (D2289)
680-990 80 C14
T4
T10
T11
Fase 1
Fase 2
Fase 2
Fase 2
Fase 2
Una botella Moche II
Fase 2
Fase 2
Fase 2
59838
TL (D2237, D2238,
D2239, D2291a, D2291b)
Fase 2
62434
TL y C14 (D2237,
D2238, D2239,
D2291a, D2291b,
RC75)
TS
T6
T7
T8
T14
(TL y C14)
T16
Fase 1
Una botella Moche II
Fase 1
Una botella Moche II
Fase 1
Una botella Moche II
Fase 2
T12
T13
T3
(TL y C14)
62434 C14
(Chero, 2015)
774 60 TL
59025 C 14
(Chero, 2015)
37575 TL (D2290)
34840 TL y C14
(D2290, RC123)
Ed 3
T15
764 50 TL
574 70 TL
155
156
157
158
159
Fig. 1
Botella de asa puente escultorica,
ACE 914
Museo del Banco Central de
Reserva, Lima
(fotografa de Juan Pablo
Murrugarra, cortesa del Museo
del Banco Central de Reserva)
160
Fig. 2
Botella de doble cuerpo con
personaje con ojos alados y gorra
de cuatro puntas
Museo Oro del Per - Armas
del Mundo, Fundacim Miguel
Mujica Gallo, Lima
(fotografa de Daniel Giannoni,
cortesa de la Fundacin Miguel
Mujica Gallo)
161
Fig. 3
Quero The Metropolitan Museum
of Art, Jan Mitchell and Sons
Collecin, regalo de Jan Mitchell,
1991 (fotografa cortesa del
Metropolitan Museum of Art)
162
Fig. 4
Tumi The Metropolitan Museum
of Art, Jan Mitchell and Sons
Collecin, regalo de Jan Mitchell,
1991 (fotografa de Justin Kerr,
cortesa del Metropolitan Museum
of Art)
Fig. 5
Parte trasera de una anda
Museo Oro del Per - Armas
del Mundo, Fundacim Miguel
Mujica Gallo, Lima
(fotografa de Daniel Giannoni,
cortesa de la Fundacin Miguel
Mujica Gallo)
163
Fig. 6
Mscara de oro recubierta con
cinabrio The Metropolitan
Museum of Art, regalo y legado de
Alice K. Bache (fotografa cortesa
del Metropolitan Museum of Art)
164
165
Fig. 7
Orejera con el motivo
emblemtico del estilo Sicn
Dallas Museum of Art, regalo de
Mr. y Mrs. Eugene McDermott
(fotografa cortesa del Dallas
Museum of Art)
Fig. 8
Orejeras con el motivo
emblemtico del estilo Sicn
Minneapolis Institute of Arts, The
William Hood Dunwoody Fund
(fotografa cortesa del
Minneapolis Institute of Art)
166
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de sitios relacionados con la cultura Sicn - como son Huaca Pintada (cfr. Carrin
1942; Schaedel, 1978), Huaca Loro, tambin conocida como Huaca Oro (cfr.
Florian 1951; Kosok, 1965), cupe, parte baja del valle de Zaa (cfr. Alva y
Meneses, 1983) (6), y Chotuna-Chornancamp (Donnan, 1989; Wester, 2012) soportes, por otro lado, fundamentales para entender la representacin de figuras
ricamente ataviadas en diferentes contextos.
El estudio comparativo se complementa con el anlisis de las
representaciones de 24 personajes Sicn o Lambayeque tallados en figuras
miniaturas que forman parte de un espaldar de litera del Sicn Medio que se
encuentra en el Museo del Oro en Lima, tambin estudiado por la autora (7). Por
ltimo, para entender las escenas en donde se representan templos con personajes
dentro, tanto en la litera del Museo de Oro como en la iconografa de un vaso
de plata Chim (8), se comparan estas escenas con la arquitectura encontrada
en el Templo-Mausoleo de Huaca Las Ventanas del recinto funerario Sicn y los
recientemente excavados sitios de Chotuna-Chornancap y cupe.
Nuestro inters se centra en entender qu ocurri con el estilo e iconografa
en los objetos metlicos durante este periodo transicional del Sicn Medio al
Tardo para comprender el porqu la representacion de la tpica deidad Sicn y los
personajes representados en el metal desaparecen abruptamente para pasar a una
iconografia barroca en donde las representaciones de figuras de personajes con
importantes atributos como en la poca del Sicn Medio continua pero sin llevar
la caracterstica mscara plana Sicn para pasar a mostrar un rostro humano, de
ojos redondos y en donde la totalidad de la superficie del metal ser usada para
representar figuras antropomorfas y zoomorfas relacionadas con el mar. Es una
poca en que los orfebres atraviesan por una especie de horror vacui en sus
estilos artsticos y en donde la pesca del Spondylus spp. y la imagen de la ola
antropomorfa sern temas recurrentes. Nuestro gran reto ser cmo distinguir o
entrelazar este perodo con el inicio del estilo Chim. Asociaremos los vestidos y
tocados y los diferentes atributos de las figuras para entender si estas diferencias
de adornos son marcadores de diferentes linajes de ancestros, rangos, estatus o
roles sociales o es una misma figura la representada pero que al tener diferentes
elementos asociados sugiere diferentes momentos de la divinidad mtica. Veremos
si estos atributos pasan o no al Sicn Tardo.
Por otro lado, creemos que estos cambios en las representaciones
iconogrficas de los personajes estn intimamente realacionadas con los cambios
religiosos que sufre la llamada deidad o Seor Sicn (Fig. 4) y su humanizado
alter ego (Fig. 10) en las lites o jerarquas del Sicn Tardio. Pretendemos
comprender el tiempo, los factores y las causas que motivaron la representacin
de estos personajes y los cambios iconogrficos que estos sufrieron en el periodo
Tardo sin pensar si estos fueron debido o no a la mtica llegada al valle de
Lambayeque de Naylamp o a la erupcin ms tarde de otro personaje mtico
como fue Taycanamo y sus descendientes.
La identificacin, en algunos casos, de elementos metlicos procedentes
de excavaciones cientficas o que se encuentran en los museos con elementos
que adornan las figuras que representa la deidad Sicn o el alter ego, nos hacen
pensar en nuevas interpretaciones sobre estas representaciones y su posible
significado. Por otro lado, ya que la iconografa del Sicn Medio no es narrativa
sino utiliza elementos estticos y nicos para expresar conceptos an pocos
conocidos mediante asociaciones de estos con otros elementos iconogrficos
que se encuentran en la misma superficie del objeto (cfr. Carcedo de Mufarech,
2012), creemos conveniente utilizar la iconografia de un vaso de plata Chim,
mencionado con anterioridad, en el cual se representan complejas escenas rituales
en presencia de dioses o ancestros, unos con la mscara Sicn y otros sin ella,
para compararlas con elementos culturales que reconocemos pertenecientes al
perodo del Sicn Medio y Tardo. Quizs esto nos pueda ayudar a resolver el
179
180
Vargas Ugarte (Campana, 2006: 69-71) es que estos personajes no vinieron de zonas
lejanas como Naylamp sino de Tumbes o Paita (posiblemente algn sitio relacionado
con Tcume) y su llegada se presume que fue despus del arribo de Naylamp.
Shimada (1995: 175) sostiene que, con la prdida de poder por parte de los
linajes de lite Sicn que gobernaban hacia 1050 -1100 d.C., se abandon el recinto
religioso de Batan Grande; el centro poltico del Norte se ha trasladado al sitio de
Tcume (1995: 175). Por otro lado Zevallos menciona como durante el gobierno
de Cium, hijo de Naylamp, sus hermanos se apartaron y se fueron a otros lugares
fundando sus propios linajes (1989: 100). Quizs los linajes de Naylamp y Taycanamo
en algn momento se unieron cuando Minchanaman emprendiera la conquista de los
valles llegando hasta Tumbes (su tierra originaria); el conquistar estas tierras (entre
ellas Lambayeque) fuera, de alguna manera, el regreso a la tierra de sus ancestros
como muy bien seala Conrad (1990: 237).
Este punto es muy importante porque se puede dar una explicacin al por qu
se ha encontrado el importante espaldar de litera de estilo Sicn en Chan Chan durante
unos saqueos efectuados en 1960 - y concretamente en el templo Chim de Tschudi
- junto a vasos y discos estilsticamente pertenecientes a la cultura Chim (Carcedo
Muro, 1989). Sabemos por los estudios de varios historiadores (cfr. Alonso Sagaseta,
1989 y Hernndez Astete, 2012) que cuando un personaje muerto se converta en
ancestro, toda la comunidad deba de proteger el bulto o fardo, honrrarle y protegerlo.
La proteccin del bulto significaba la continuidad del linaje y los derechos sucesorios
de sus descendientes. Si se destruye el fardo o momia, se destruye al miembro
fundador y por consiguientes el poder del linaje (Hernndez Astete, 2012: 145). No
sera descabellado pensar que el abandono y quema sistemtica de algunos templos
sagrados del Recinto Sicn (ca. 1050 d.C.-1100 d.C.) que reporta Shimada (1995)
ocasion el traslado de algunas momias, bultos o pertenencias de los ancestros - los
cuales era venerados con sumo cuidado por los descendientes de su linaje - en otros
lugares en donde se asentaron como puede haber sido la ciudadela de Chan Chan o
el sitio de Tcume o la misma Chotuna-Chornancap. Es difcil pensar, conociendo la
importancia de los linajes y el culto a los ancestros propagados por todas las culturas
andinas, que el abandono del recinto funerario Sicn significara tambin el abandono
de los bultos importantes de sus ancestros fundadores as como de sus pertenencias.
Si bien es cierto que se puede abandonar la representacin del ancestro con los rasgos
de la divinidad mtica del Sicn Medio, esta en si misma como ave mtica sagrada
per se continuar siendo adorada pero de otra manera, con iconografas que recuerda
a ella pero reformadas. Como seala Narvez, la divinidad sigue vigente hasta la
poca Inca incluso hasta la colonial no en vano Tcume fue el lugar en donde la
leyenda fue recogida por el religioso Modesto Rubios y Andrade en el S. XVIII
(Narvez, 1997: 122).
Los restos materiales que nos han llegado de las tumbas del complejo de
pirmides que forman el corazn de la cultura Sicn nos hablan de una cultura
profundamente religiosa, no blica, identificada con la permanente y casi montona
representacin de un personaje que Shimada y sus colegas denominamos el Dios
o deidad Sicn (10). A partir del Sicn Medio (900 d.C.-1100 d.C.) esta deidad
es representada en todos los soportes en especial en la cermica, metal, textil,
madera y pintura mural. Es decir, se utilizarn estos para expresar y difundir una
ideologa centralizada en torno a la omnipotente deidad. Estudios recientes y
ms detallados sobre estas representaciones han hecho posible diferenciar lo que
llamamos la deidad o seor Sicn con su alter ego o representacin terrenal
(Elera, 2008). Es decir, si bien ambas representaciones comparten caractersticas
comunes hay atributos que permiten diferenciar cundo se representa a la deidad y
cundo su alter ego. En esencia, ambas representaciones son figuras humanas con
el rostro enmascarado tpicamente caracterizado por una mscara plana con ojos
alados los cuales llevan debajo de ellos bandas paralelas con diseos de bolitas
181
182
183
184
185
a)
Fig. 1a
Cermica MNAAHP C-31326
representando a dos personajes
laterales con tocados trapezoidales
con el signo escalonado, un
adorno en semicrculo y plumas
que sujetan por unos brazos muy
alargados a un personaje central
con mscara y unco como alas
(fotograda de Paloma Carcedo)
Fig. 1b
Dibujo de uno de los personajes
Fig. 1c
Gran tocado Sicn encontrado
en la Tumba Este con elementos
de metal que se aprecian en la
figura de la cermica (fotografa
de MNS)
b)
c)
186
Fig. 2
Detalle cermica.
MNAAHP C-28718. Foto:
Antonio Castillo (para Paloma
Carcedo)
Fig. 3
Coronas de oro con
diseos romboidales, ambas de la
Tumba Este. Arriba: MNS/162.
Abajo: MNS/144. Fotos: MNS
Fig. 4
Tumi de oro. Detalle de la
figura con brazos abiertos. MOP.
Foto: Paloma Carcedo
187
misma iconografia la vemos en vasos de doble pico y asa puente de oro (Fig. 14),
pero se diferencian en la iconografa del asa puente. Mientras que en una es una
figura antropomorfa echada como nadador con tocado semicircular, en la otra
es un ave. Estas diferencias de elementos que acompaan a la figura principal, sin
lugar a dudas, tiene amplios significados que sern analizados en otro momento.
Fig. 5
Detalle. Cermica C28719 (MNAAHP) (fotografa
de Antonio Castillo para Paloma
Carcedo)
Fig. 6
Detalle. Cermica C28721 (MNAAHP) (fotografa de
Antonio Castillo para Paloma
Carcedo)
Fig. 7
Objeto trapezoidal MNS/
181.(fotografa de MNS)
188
Fig. 8
Detalle de cermica del
MNAAHP C-28710 (fotografa de
Paloma Carcedo)
Fig. 9a
Detalle de cermica del
MNAAHP C-31326 (fotografa de
Paloma Carcedo)
Fig. 9b
Uncu de oro con la
misma forma que el que portan
las figuras 8 y 9a. MOP
189
2- Figuras con tocados en forma de casquete semicircular y en forma trapezoidalcompuesto (Figs. 16 y 17)
Se ha estudiado un corpus de unos 200 vasos de oro y plata del Sicn
Medio registrados en varios museos y colecciones privadas (Carcedo, 2012), los
cuales tenan representados figuras o personajes de lite. De este estudio se han
elaborado 9 grupos o categoras de personajes (Figs. 16 y 17, de 1 a 9). Todos los
personajes portan atributos que indican alta jerarqua. Llevan mscara, cabeza
y cuerpo frontal, pies de perfil y brazos abiertos sujetanto bculos o bastones, a
excepcin de un grupo que son figuras que portan un vaso (Figs. 13 y 16 n 4).
Todas las figuras se diferencian por sus tocados, vestimentas, adornos personales
y elementos que portan en sus manos. De los 9 grupos, 4 llevan como tocado un
casquete semicircular (Figs. 10-12; Fig. 16 n 1-4) y 5 personajes llevan tocados
trapezoidales con diferentes adornos en la parte superior; estos pueden ser:
cuadrados, rectangulares o en forma de tumi con adornos circulares y difieren en
nmero y en posicin en cada una de ellas (Fig. 17 n 5-9).
Figuras con casquete semicircular y plumas (Figs. 10, 11, 12 y 13)
La deidad Sicn lleva puesto un tocado con casquete semicircular en varios
soportes: cuando est parada entre el mar y el cielo (cosmovisin Sicn) en las
telas pintadas halladas en entierros en Huaca Las Ventanas; cuando se representa
en mayor tamao en las pocas pinturas murales encontradas como Huaca Pintada
este tocado adorna la cabeza de la deidad tambin en vasos de cermica y en
los tumis de oro y plata as como en en las figuras de los vasos de asa puente y
doble pico de metal (Fig. 14a). Este mismo estilo de tocado tipo casquete, se ha
encontrado en un grupo de 4 figuras representadas en vasos de oro y plata (Figs.
10-13 y 16 n 1-4). Estas 4 figuras presentan cada una atributos diferentes, 3 de
ellas estn con los brazos abiertos sujetando bculos en ambas manos y solamente
una tiene las dos manos delante como sosteniendo un vaso a la altura del pecho
(Fig. 13). El casquete en las 4 es diferente y solamente en la nmero 1 el borde es
dentado. Tres presentan adornos de plumas con el casquete, dos en la parte superior
(Figs. 11-12) y una en forma de plumeros a ambos lados (Fig. 10). El interior del
casquete puede llevar: una sola decoracin (Fig. 10), lneas paralelas circulares
(Fig. 11), decoracin con piedras semipreciosas de diversos tamaos (Fig. 12)
o de crculos (Fig. 13). De las 4 figuras solo dos (Figs. 10 y 13) llevan alas. En
la figura 10 las alas van sealadas por unos diseos dentados en los laterales de
ambas piernas y en la figura 13 las alas van marcadas a la altura de los hombros,
siendo la misma posicin en donde las llevan los tumis de oro tridimensionales
190
pero el uncu es diferente en las 4. Otra diferencia entre ellas son los bculos que
sostienen en sus dos manos, los cuales les soprepasan en altura y son diferentes en
las tres figuras (Figs. 10-12). Mientras que en la figura 10 la forma del bculo es
simple terminando en punta de diamante, en la figura 11 lleva un adorno circular
debajo de la punta de diamante y en la figura 12 el extremo superior del bculo
termina en forma oval y, en este caso, con incrustaciones.
Fig.14
Figuras con casquete
semicircular en diferentes
soportes
Fig. 14a
Detalle de un
nadador del asa del vaso de
cermica C-28841
a)
b)
Fig. 14b
Detalle del dibujo de la
figura 13 con casquete y postura
similar a la de la figura del tumi
de oro que sujeta un vaso.
Fig. 14c
Detalle de la figura del
tumi de oro del Museo de Oro
(MOP/2708)
Fig. 14d
Detalle del asa puente
de un vaso de oro con la figura
principal y laterales con
casquete (fotografias de Paloma
Carcedo)
Fig. 15
De izquierda a derecha,
figuras de perfil con casquete,
tocado de plumas, uncu, orejeras,
mscara, bculo con punta de
diamante y adorno dentado que
cae por detrs. Detalle del mural
de cupe: reverso de dos tumis
de oro donde se observa el
tocado de plumas que cubre la
espalda, ambos del Museo Oro
del Per. MOP- 2444 y
MOP/2443. Dibujos: Luis
Tokuda (fotografa de Paloma
Carcedo)
c)
d)
En las figuras de la litera del Museo de Oro hay 10 que claramente tienen
como parte del tocado un adorno semicircular encima de un casquete que bien
pudiera hacer alusin a un tocado de plumas, como el que se observa en las figuras
anteriormente descritas. (Carcedo, 1989 : 263-265, Figs. 2, 5, 6, 7, 10, 14, 16, 17,
18 y 19).
Figuras con casquete de perfil (Fig. 15)
Todas las figuras completas de perfil en los vasos van con casquete y adorno
de plumas en la parte superior. No se ha identificado ninguna figura de perfil con
adorno trapezoidal, como s se observan en las pinturas murales encontradas en
cupe y estudiadas por Alva y Meneses en 1983 (Fig. 15). Es importante notar
que en todas las figuras de perfil es notorio un adorno que cuelga por la espalda
y que va por detrs de los hombros hasta los pies el cual lleva un perfil dentado
como la figura 10. Este adorno podra ser a un adorno de plumas, tal y como se
observa en los murales de cupe y en el reverso de los tumis (Fig. 15).
191
192
a)
b)
c)
d)
17 n 5 y 20b). Pensamos que no sera otra cosa que el perfil de un rostro con
casquete Sicn, como se observa en otros objetos, que al proyectarla frontalmente
- como el ejemplo de una cucharita de plata que se encuentra en el MNAAHP (M4392, Fig 20a) - resulta el tpico rostro de la deidad.
En la iconografa Moche se encuentra representado este tipo de bastn o
bculo cuando acompaa a personajes importantes y, usualmente, cuando estos
estan participando en una escena de sacrificio; ya sea con la presentacin de la
sangre o durante la propia ceremonia del sacrificio. Es decir, en escenas importantes
rituales, bien siendo llevado por el propio ceremoniante bien llevndolo un
asistente presente en la escena ritual (Donnan y McClelland, 1999: 132, Figs.
4.103 y 4.104). Tambin se representa como arma antropomorfa en un desfile
llevando la copa del sacrificio (Donnan y MacClelland, 1999: 149, Fig. 5.21) o
bien solo con la copa (Lieske, 2009: 335, Fig. 179). Los personajes que llevan este
tipo de bculos en la Litera del Museo de Oro es indudable que ostentaban mayor
jerarqua que las figuras laterales que los acompaan pero en los vasos Sicn al
representarse la figura aislada y sola es difcil discernir la importancia o el rol que
desempea. Diferentes bculos significan diferentes etnias o gobernantes? Un
bculo o bastn individualmente representado simbolizara el poder? Quizs, no
hara falta representar la figura porque con la representacin del bastn ya est
implcito?. Zevallos en su estudio sobre los cacicazcos de Lambayeque (1989)
menciona dos temas importantes: el primer dato es que cuando llega Francisco
Pizarro, en 1533, a estas tierras haba 7 Seoros primordiales, Motupe, Jayanca,
Tcume, Cinto, Chuspoi o Callanca, Collique y Jequetepeque y otro dato es la
importancia de los matrimonios por la lnea materna, es decir, por las cacicas
que, aunque dice que no gobernaban, siempre ostentaron un gran poder. Aunque
del Sicn Medio a 1533 pasaron casi 500 aos es indudable que etnias y seorios
dominantes en esta zona bien pudieron diferenciarse por un repertorio similar de
tocados y atributos. Adems, la representacin de mujeres, tanto en la cermica
como en la Litera del Museo de Oro, seguramente estara ligada al importante rol
que juegan durante los rituales y por su trascendente papel en la descendencia de
los linajes.
Representaciones de figuras con bastones que terminan en punta de
diamante las encontramos en los vasos de metal tanto en las figuras con tocado
casquete (Fig. 16 n 1-2) como con tocados trapezoidales (Figs. 17 n 8-9 y
21d). Todas las figuras de la litera del Museo de Oro, excepto las 6 centrales
ya comentadas, llevan en una mano este tipo de bastn o bculo y la mayora
Fig. 19
Detalles de los bculos
que portan las figuras
representadas en los vasos en
Fig. 19b
Bastones de la figura 7;
Fig. 19c
Bastones de la figura 3,
Fig. 19d
Bastones de la figura 15;
Fig. 19e
Bastones de la figura 1
193
194
Fig. 20a
Cucharita de plata del
MNAAHP (M-4394) que termina
en dos caras de perfil con tocado
triagular y cuerpo de ave. Junto a
esta un dibujo que explica que es
la proyeccion del rostro Sicn]
Fig. 20b
vaso
Fig. 20c
Detalle de una figura de
la litera Sicn del Museo de Oro
con un bculo que representa un
rostro. Dibujo: Paloma Carcedo
Fig. 21a
Detalle del
bculo de la figura 16:1
Fig. 21b
Detalle de una de las
figuras de los murales de cupe
Fig. 21c
Dibujo de una figura
con bculo y vaso de la litera del
Museo de Oro
Fig. 21d
Figura con bculos en
punta de diamante
Fig. 21e
Dibujo de una figura
con bculo y vaso de la Litera del
Museo de Oro
presenta diferentes tipos de tocados con lo que no es posible asociarlo a una sola
representacin de figura (Figs. 21c y 21e). Tenemos dos ejemplos extraordinarios
de bastones con punta de diamante en el Museo Oro del Per en Lima y en este
caso estn forrados con una gruesa lmina de oro totalmente repujada (Carcedo,
2010: 102). Estos parece que fueron encontrados en una tumba en Batn Grande,
quizs Las Ventanas, por los aos 1950.
Por otro lado, en la figura con casquete (Fig. 16 n 1) vemos que en ambas
manos porta tambin este tipo de bculo pero tiene la peculiaridad que las dos
figuras que se representan en el vaso (amberso y reverso) estan separadas por
un diseo geomtrico compuesto por un rombo que tiene en cada vrtice dos
bifurcaciones las cuales van acompaados en los laterales por diseos geomtricos
escalonados simples (Fig. 21a). Si comparamos este diseo con la greca que
bordea a una de las figuras de cupe (Fig. 21b) observamos que es el mismo
diseo solo que en cupe se convierte el rombo en el signo escalonado doble con
las mismas bifurcaciones superiores. Narvez publica varios interesantes artculos
sobre el significado del signo escalonado doble y su vinculacin con el smbolo
que el llama alas y cola y los relaciona con al ave mtica en picada, concepto
que comparto por su acertada interpretacin (1995a: 114). Narvez, adems,
explica cmo el signo escalonado se relaciona o algunas veces se identifica con
al ave mtica y el rombo con smbolos ornitomorfos y con un ave agua (1995b:
215). Kauffmann interpreta el signo escalonado cuando este se asocia al motivo
de andenes y a una ola encrestada como un smbolo que se refiere a rituales
propiciatorios realizados para impedir que vengan sequias prolongadas y por
lo contrario la cantidad de agua necesaria est asegurada para todos los cultivos
(2011: 288). De ser este el caso, el significado del diseo se habra mantenido a lo
largo del Sicn Medio y Tardo.
Fig. 22a
Dibujo de la figura 16
n 7
Fig. 22b
Adorno trapezoidal de
oro con colgantes MNS/18. Disco
de oro MNS /20
Fig . 22c y 22 d
Figuras encontradas en las pinturas
murales de cupe, una con cetro
en una mano y vaso en la otra, y la
otra hallada en el 2011 representa
una figura flanqueda por cetros
complejos
195
196
3- Tocados /orejeras con adornos que caen por los hombros del rostro-mscara de
la deidad Sicn
Resulta difcil diferenciar si los adornos que caen por los hombros del
rostro-mscara son parte de un tocado importante y por lo tanto estan hechos de
plumas o tejido o si los adornos forman parte exclusivamente de unas orejeras
alargadas de metal. Quizs, los primeros sean ms cortos y lleguen solamente
hasta la altura del hombro, mientras que los segundos puedan llegar hasta la
cintura.
Todas las figuras que hemos visto hasta ahora representadas en los vasos
de metal llevaban orejeras pero no adornos que cuelgan por los hombros de las
figuras. En las excavaciones de la Tumba Este de Huaca Loro se han encontrado
tanto orejeras como adornos largos de metal que caen por los hombros (cfr.
Shimada, 1995). Algunos de estos objetos los hemos podido identificar en
cermicas que tienen la representacin de la divinidad en los conocidos huacos o
vasos Rey (Fig 26).
En el Museo Nacional de Antropologa, Arqueologa e Historia del Per
en Lima, (MNAAHP), hemos identificado cuatro cermicas en las que el rostromscara de la deidad lleva como parate del tocado adornos alargados. Estos van
desde un adorno simple y quiz de plumas (Fig. 23: dibujos C-28739 y C-28703)
a ms complicados (Fig. 23: C-28702 y 28841; Fig 25: C-28858 y Fig. 26: C28745). Si stos forman parte o no de un tocado de cabeza o son parte de unas
orejeras complejas es algo que an no podemos saber. Curioso es el ejemplo en
que el adorno de orejera son dos caras con casquete semicircular (Fig. 23: dibujo
C-28841). Esta iconografa as como los adornos que cuelgan de las orejeras slo
se ha visto representada en cermica y no en piezas de metal o en textiles.
Fig. 23
Dibujos de figuras de la deidad
representada en diferentes
cermicas estilo huaco o vaso
Rey. De izquierda a derecha,
cdigos: C-28841, C-28703,
C-28702, C-28739. C-28703:
Detalle en la zona globular de la
vasija. Todos los dibujos: Jos
Roel con indicacin de Paloma
Carcedo
197
Fig. 24a
Detalle del rostromscara
de la cermica C-28841
Fig. 24b
Detalle del rostromscara
de la cermica C-28703
MNAAHP. El dibujo de la fig. 23
corresponde a la zona globular
Fig. 24c
Detalle del rostromscara
de la cermica C-28702
Fig. 24d
Detalle del rostromscara
de la cermica C-28739
Fig. 25a
Detalle de la cermica
C-28858 MNAAHP. Foto:
Paloma Carcedo
Fig. 25b
Dibujo del detalle de la
figura en la cermica C-28858.
Dibujo: Jos Roel
Fig. 25c
Dibujo de un objeto
hecho con plumas. Dibujo: Jos
Roel
Fig. 26
Cermica del MNAAHP,
C-28745. Orejeras del Museo
Nacional Sicn, MNS/63
198
y diseos circulares que los 6 templetes de la Litera Sicn del Museo del Oro
estudiado por la autora (Carcedo, 1989: 252-253, Fig. 27b). Si bien Wester no
reconstruye el techo del Templo de la Ola en su publicacin, posiblemente este
sera como los templetes de la Litera del Museo de Oro. Coincidiendo con las
observaciones de Narvez (1995b: 219), estas estructuras imitan la cola de un ave
en picada siendo el coronamiento de las estructuras-templo Lambayeque abiertas
con puntas en los extremos y en los Chims de forma rectangular sin aberturas. Si
observamos las estructuras-templos de la Litera del Museo del Oro estas son rectas
pero hay que notar que se han puesto dos objetos de metal de forma trapezoidal
en los mismos lugares que deberan ir estas aperturas tpicas Lambayecanas
parecendo indicar que aunque no se han hecho s hay una intencin de querer
representarlas, como muestran algunas cermicas del llamado huaco rey (Fig.
27c). En la Litera, adems, esta estructura est flanqueada por dos aves en el techo
indicando una clara alusion al ave mtica.
Por otro lado, el diseo del crculo tiene un importante significado en
la cultura Sicn o Lambayeque. Segn Narvez, (1995 a: 119) y coincidimos
con l, el crculo es la representacin del ave mtica y mantiene una estrecha
relacin con esta ya que usualmente aparece asociado con personajes importantes
emplumados y con el mar. Otra posibilidad es que haga alusin a la luna ya que
aparece constantemente asociado tambin a la ola antropomorfa. Es reiterativo en
la iconografa Sicn encontrar figuras que portan crculos tanto completos en la
mano - como los tumis de oro en que aparece la deidad sentada estilo flor de loto
(Fig. 29) - como en figuras de pie con los brazos abiertos portando dos medias
circunferencias en cada mano, como hemos visto lneas arriba en cermica y en
tumis. Tambin crculos aparecen de forma reiterativa decorando la cermica del
Sicn Tardo y en las telas pintadas encontradas en Batn Grande y en el fardo de
la sacerdotisa de Chotuna-Chornancap.
a)
b)
c)
En la litera del Museo de Oro, estn las figuras protegidas por una seccin
techada externa, la cual lleva 6 crculos en los templos relacionados con piezas
hechas en oro y 5 crculos en las figuras y templetes que van en plata. Si bien los
crculos del Templo de La Ola estaban enlucidos en verde, quizs tuvieron en
diferentes partes diferentes colores indicando conceptos diferentes. Por otro lado,
los 6 templetes de la Litera Sicn van enmarcados por un colorstico diseo de
olas simples, muy parecido a las pinturas murales encontradas en el Templo de La
Ola solo que aqu es una ola antropomorfa. Por ello, este decubrimiento ha abierto
una serie de interpretaciones para las representaciones de figuras y templetes
de la Litera Sicn. La representacin del crculo pasar a la iconografa Chim
especialmente ubicndose delante de figuras con importantes tocados (Fig. 28).
199
Fig. 27a
Estructura del Templo
de la Ola Antropomorfa con
circulos frente al mural de la ola
(fotografa de MNB)
Fig. 27b
Dibujo de uno de los
templetes de la litera del Museo
de Oro. Dibujo: Paloma Carcedo
Fig. 27c
Detalle de la cermica
C-28739 MNAAHP. Muestra a la
deidad acompaada de dos
templetes con un rostro en el
interior (fotografa de Paloma
Carcedo)
200
Fig. 28
Detalle de un pectoral de oro,
Museo Larco
(fotografa de Museo Larco)
Fig. 29
Tumi de oro sentado con
un tumi en una mano
y una bola en la otra
(fotografa de Paloma
Carcedo)
Para comparar la iconografia del Sicn Tardio con lo que hasta ahora hemos
catalogado como Chim tenemos un extraordinario ejemplo de esta transicin en
un vaso de plata del Museo Oro del Per que fue estudiado por Carlos Elera y la
autora (Fig. 30) (20) y que es un ejemplo del barroquismo que caracterizar al
periodo siguiente al Sicn Tardio siendo difcil decir si pertenece al Sicn Tardo
o ya al periodo Chim. Esta diferenciacin an no est clara ni bien estudiada.
El vaso completamente repujado est dividido en tres franjas horizontales y la
ltima, a su vez, en cuatro escenas o unidades dispuestas verticalmente. La primera
franja horizontal representa treinta y un guerreros con corona semilunar, porras y
valvas de Spondylus spp. La segunda franja horizontal es una representacin de
olas marinas con diecisis cabezas de perfil, diseo caracterstico de la fase Sicn
Medio. La tercera franja, la ms compleja, se divide a su vez en cuatro secciones.
La primera, representa una lnea paralela almenada, con un personaje central con
corona de casquete, tocado semilunar con dos felinos a ambos lados, debajo de
una estructura como la representada en la figura 27b de la Litera del Museo de
Oro adornada con crculos, usuales en la iconografia Sicn o Lambayeque. La
segunda escena es la representacin de una balsa con buzos que recolectan la
concha de Spondylus spp. con una vela coronada con una estructura parecida a la
anterior con dos personas llevando algo circular y cuatro Spondylus spp., rodeada
de representaciones de aves en picada, valvas de Spondylus spp. figuras como en
procesin y la ola antropomorfa. La tercera escena representa sacrificios y la cuarta
escena es una jerarqua de oficiantes y/o divinidades rodeados de aves de rapia,
algunas decapitadas, cabezas humanas decapitadas y conchas de Spondylus spp.
La base del vaso representa olas antropomorfizadas, buzos o recolectores de este
molusco y un personaje antropomorfo desnudo con un gran tocado semicircular
que bien pudiera aludir a la deidad del Spondylus spp. (Carcedo de Mufarech,
2009 y 2011).
Por la extensin del manuscrito slo nos detendremos a explicar la primera
escena. En esta se representa una estructura almenada que abarca una gran plaza
con un templete en el interior tpico de la iconografa Sicn o Lambayeque
sujetado por postes de algarrobo y un techo con adornos de crculos - como los
201
Fig. 30
Dibujo del diseo
repujado del vaso de plata
posiblemente Sicn Tardo e
inicios de Chim. Dibujo: Luis
Cceres (indicacin de Paloma
Carcedo)
202
en las siguientes pocas y que los rituales mantienen una continuidad en el tiempo.
Elementos pertenecientes a la tradicin Huari/ Tiahuanaco, como los sombreros
de cuatro puntas, llegaron al mbito de la tradicin cultural moche en Lambayeque
bajo la influencia de Pachacmac a fines del Horizonte Medio, y luego pasarn
a Sicn. Escenas de luchas rituales, mujeres sacrificadas y torturadas, individuos
flexionados desnudos, cabezas humanas y de rapia presentadas como ofrendas,
remiten al mundo de sacrificios Moche que perduraron en las culturas Sicn y
Chim. Parece probable que las escenas del vaso guarden relacin con los rituales
en honor del ancestro que seguan a las celebraciones funerarias. Se refleja en
ellas la cosmovisin de las culturas costeas que precedan a la Sicn durante mil
aos o ms. Posiblemente, y como comentamos al principio, se consideraba que
los sacrificios en honor al ancestro condicionan la continuidad y la prosperidad
del linaje.
El estado teocrtico Sicn Medio tuvo un fin abrupto y violento alrededor
de 1050 d.C.-1100 d.C. durante o poco despus a la larga sequa de 30 aos de
duracin que comenz aproximadamente en 1020 d.C. Los templos ubicados en
la cima de los montculos monumentales y sus estructuras asociadas ubicadas
alrededor de sus bases en el ncleo Sicn fueron todas consumidas por el fuego
provocado por una sociedad que ya no crea en los lderes de los linajes gobernantes
y quizs en sus dioses.
La destruccin y abandono de Sicn fue acompaado de cambios abruptos
y extensos en el arte. La divinidad y el Seor Sicn prcticamente desaparecieron
dando paso a figuras ms humanas, sin mscara aunque con vestimenta y con tocados
muy parecidos a los que portan los personajes del Sicn Medio. Su iconografa
se hace ms barroca con un horror al vaco, en especial en los objetos de metal.
Se empiezan a realizar escenas en donde los conos antes secundarios como olas,
peces y aves marinos toman ms relevancia. Especialmente, son repetitivas las
escenas en donde se representan temas relacionados con el Spondylus spp. como
la pesca del molusco tropical, guerreros portando las valvas de Spondylus spp.
y las ceremonias de entierro. En general, la mayora de los aspectos de la vida
material Sicn no cambiaron al momento de la transicin Sicn Medio-Tardo. La
capital del estado Sicn Tardo (1100 d.C.-1400 d.C.) segn Shimada (1995:175)
fue establecida en El Purgatorio, cerca del actual pueblo de Tcume, al pie del
cerro conocido como La Raya convirtiendose en uno de los sitios ms imponentes
de los Andes Centrales.
conclusiones
Los estudios realizados sobre la iconografa del Sicn Medio y los recientes
descubrimientos de una tumba del Sicn Tardo en el sitio Chotuna-Chornancap,
nos indican que la representacin de la deidad Sicn y de personajes de lite
portando la tpica mscara que los identifica con ella en diferentes soportes
durante el Sicn Medio, sufri un cambio radical durante el Sicn Tardo. Esto
se observa en la ausencia de figuras con mscara en las representaciones de
personajes importantes del Sicn Tardo as como la introduccin de escenas y
nuevos elementos iconogrficos que se suman al horror al vacio de los orfebres.
Esto nos esta indicando que algn acontecimiento importante sucedi en esta
sociedad que cambi de forma drstica la manera de representar la cosmovisin
en este ltimo perodo. Es menester mirar con ms detenimiento y afn analtico
la iconografa de la divinidad Sicn y sus representaciones y entender su relacin
con el mbito de linajes y el concepto del ancestro. No podemos interpretar las
figuras de los personajes que encontramos en diferentes soportes como como
correspondientes siempre a la deidad Sicn per se o al retrato de Naylamp.
Para ello, hay que estudiar con mas cuidado las asociaciones de las figuras que
203
204
en los laterales del templo de cupe los cuales estn danzando, tocando msica
o llevando ofrendas y estan colocados en un plano inferior, estn vestidos sin
grandes atributos y representaran la parte terrenal hacindonos recordar a las
escenas del vaso de plata Chim. Es muy posible que en este tipo de ceremonias
hubiera personajes vestidos con imponentes tocados de plumas, falsas alas,
mscaras y ricas vestimentas que recordaran a los ancestros pero el ser todas
las mscaras encontradas ciegas sin aberturas y de un tamao no humano sino
mas grande como para ser cosidas a un fardo, hacen poco probable, por decir lo
menos, que alguna vez se usaron en los rituales siendo mucho ms verosmil su
uso estrictamente funerario
205
Notas
(1) La Cultura Chim se desarrollo entre 1350 d.C y 1476 d.C. Tuvo su capital en la ciudadela de barro conocida
como Chan Chan cerca a la actual ciudad de Trujillo, en la Costa Norte del Per.
(2) La primera vez que se tiene conocimiento pblico de estos objetos fue a finales de los aos 1920 y la primera
publicacin seria fue hecha el investigador Gustavo Anzte en 1930 el cual publica una importante coleccin
de objetos reunidos entre 1875 y 1925 por el alemn H. Brningz. A principios de los aos 1930 se registr un
saqueo importante y parte de las piezas se depositaron en el actual Museo Brning de Lambayeque sufriendo
un lamentable robo en 1981. Hubieron otros saqueos que tuvieron lugar a finales de l950 y principio de l960.
Estos fueron cuantiosos en numero de piezas encontradas en un solo tapado, especialmente de vasos Una
foto tomada de uno de estos saqueos es testigo mudo de lo que se encontro en un solo tapado. De ah, los
siguientes datos de tumbas halladas con extraordinaria acumulacin de metales seran las conocidas como
Tumba Este y la Tumba Oeste excavadas por el PAS entre los aos 1991 y 1992 la primera, y 1995 la segunda,
ambas ubicadas en la base de la Huaca Loro u Oro, en el Santuario Histrico de Pmac, centro politicoreligioso de la cultura Sicn.
Hoy en da, y despus de 30 aos de estudios continuos del Proyecto Arqueolgico Sicn, podemos decir
que los objetos de metal, y en especial la orfebrera, encontrados en las tumbas que rodean las pirmides que
forman el Recinto Sagrado Sicn en el Santuario Bosque de Pmac, mantienen unas caractersticas particulares
que la diferencian claramente de otras culturas, no solo desde el punto de vista morfolgico y tcnico sino
tambin iconogrfico.
(3) En 1969 debido al regimen militar del General Velasco Alvarado, la hacianda Batn Grande se le quito a la
familia Aurich convirtindose en Cooperativa. El bosque de Pmac se convirti en Santuario Histrico de
Pmac gracias a los trabajos del Proyecto Arqueolgico Sicn. cfr. Elera 2008: 304-313.
(4) cfr. Shimada, 1990; Elera, 2008; Carcedo, 2009; Vetter, 1993; Rucabado, 2008.
(5) Las excavaciones fueron ejecutadas por el arquelogo Carlos Wester la Torre, director del Museo Brning de
Lambayeque (cfr. Wester, 2011 y 2012).
(6) Alva y Meneses, 1983. Los recientes decubrimientos en marzo del 2011 de importantes pinturas murales por
Walter Alva y su equipo en un area que han llamado el palacio en el sitio de cupe en el distrito de Lagunas
Mocupe, departamento de Lambayeque, a 39 kilometros de la ciudada de Chiclayo, nos ha llevado a mirar
con ms detenimiento iconografias de los personajes Sicn representados en los objetos de metal.
(7) Carcedo Muro, 1990. La litera tiene el nmero: MOP M-4055/56.
(8) Piramides o Templos-Mausoleos de Huacas Las Ventanas, Huaca Loro (Oro), Rodillona (Larcanlech), el
Moscn o Colorada y La Merced definen el gran centro politico-religioso. El resto son: Huaca Ingeniero,
Huaca Arena y Huaca Botija.
(9) La tradicin oral Annima de la gerarqua de los Chims iniciada por Taycanamo comenta que la conquista
de la frontera Norte de Chim, regin entre Paita y Tumbez, ocurri durante el reinado de Minchanaman,
despus de 1400 d.C. por lo que probablemente no era un territorio extrao sino dela casa ancestral del
soberanos (cfr. Shimada, 1990: 237). Shimada situa la conquista de Piura y Tumbes por Chim alrededor de
1400 (Shimada, 1990: 313).
(10) cfr. Shimada 1995 y1990; Elera 2008; Kauffman-Doig, 1990; Zevallos, 1990.
(11) cfr. Shaedel, 1978; Florian, 1943; Carcedo y Shimada, 1986.
(12) Entiendo este concepto como en el cristianismo. Los cristianos son hijos de Dios pero esto no te covierte en
206
un Dios y al morir no todos van al cielo solo los que segn sus actos lo merecen.
(13) Este tema ha sido muy comentado por los cronistas y estudiado por diferentes especialistas, fundamentalmente
los dedicados a la poca Inca (cfr. Alonso Sagaseta, 1989).
(14) Museo Nacional de Antropologa, Arqueologa e Historia del Per, Lima.
(15) Hay dos publicadas. Una en el libro Lambayeque (1989: 241), y otra en el libro Oro del Antiguo Per (2007:
318), actualmente ambas estn en el Museo Oro del Per.
(16) La mayora de ellos publicados por Smith proceden de Pachacmac (Smith, 1929: 490, 493-494, 495, 510511 y tafel XIV).
(17) Los segundos hallazgos de pinturas murales en el sitio de cupe los realiz Alva y su equipo en marzo del
2011. Las pinturas consisten en la representacin de tres importantes personajes frontales completos Sicn o
Lambayeque ataviados con majestuosos tocados de plums, alas postizas, portando la tpica mscara Sicn y
otros distintivos que los sealan como personajes de la lite. Estos tres personajes estn en el mismo espacio
arquitectnico que fue publicado en 1983 (Alva y Meneses 1983). Walter Alva y su esposa, Susana Meneses,
descubrieron la pintura mural con otros 6 personajes tambin en posicin frontal adems de 3 personajes de
menor jerarqua, a juzgar por el tamao. Al costado de la plataforma se encontraron tambin pinturas murales
pero con representaciones de personajes de menor rango llevando ofrendas como conchas de Spondylus spp.,
plums y, segn Alva, hasta un guacamayo. En otra cara de la plataforma se descubrieron otras pinturas en
donde aparecen diversos personajes tocando msica y bailando. Segn declaraciones de Alva, un acrbata
parado sobre uno de ellos lleva banderas, una mujer tocando maracas y otros llevan ofrendas o banderolas.
Alva enfatiza en sus declaraciones que este tipo de escenas nunca antes se habian encontrado en esta cultura
y es cierto. Estamos acostumbrados a la representacion en pinturas murales o en telas de imgenes de la
divinidad Sicn en una posision hiertica y majestuosa, digna de una divinidad con elementos iconogrficos
que sustentan y ratifican su carcter divino.
(18) Alva an no ha publicado estas pinturas por lo que esperaremos a los resultados de sus investigaciones para
poder hacer comparaciones ms concretas.
(19) El Comercio, viernes 21 de octubre del 2011: A20; El Comercio jueves 10 de noviembre del 2011: A14; El
Comercio, viernes 25 de noviembre del 2011: A12; El Comercio, 13 de abril del 2012 A12.
(20) El dibujo y su interpretacin han sido publicados en Carcedo, 2011. Debo agradecer a Carlos Elera, a quien
solicit compartir conmigo esta interpretacin.
(21) El guauquis es un dolo asociado al inca, es elegido por l mismo y en ocasiones podra tener su misma
apariencia (Alonso Sagaseta, 1990: 93).
207
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Anlisis de las puntas de aleacin de cobre de la tumba de un seor de la lite
de Sicn, Batn Grande, Lambayeque, Per, Tesis para la obtencin del grado de
Bachiller, PUCP, Lima
211
212
213
214
215
Detalle de relieves de
barro en Huaca las Balsas
(fotografa de Heinz Plenge)
216
vieja costumbre qued evidenciada en dos aspectos que tienen cierto consenso
entre los especialistas: a) las marcas en los adobes utilizados en la construccin
y b) construcciones masivas basadas en segmentos adosados. En el primer caso,
identifican a los fabricantes y, en el segundo, implican una unidad de medida
del esfuerzo comunitario en el proceso mismo de la construccin. Desde nuestro
punto de vista, ambos elementos generan un vnculo perpetuo de sujecin de las
comunidades con el centro de poder. Esta relacin genera adems, la necesidad
de redistribuir excedentes mediante mecanismos de reciprocidad que debieron
originar ingentes gastos, para atender con comida y bebida a la mano de obra que
asista a las grandes faenas comunitarias, que tenan lugar delante de la deidad
montaa.
En el caso de Tcume, la presencia tutelar de una montaa como centro
de poder religioso, an mantiene una gran importancia para las comunidades del
entorno. No hay duda de su especial significado para los maestros curanderos
de la regin, a la que siempre invocan como uno de los ms importantes centros
energticos en sus mesas de curacin. La tradicin oral est llena de episodios
que describen el poder sobrenatural de la montaa y su vinculacin con seres
fantsticos parte del mundo subterrneo. Muchas enfermedades psicosomticas
se explican por su poder sumado al de las huacas, que se manifiesta de forma muy
diversa acorde con los ancestrales conceptos animistas de la naturaleza.
Este hecho motiv reflexiones acerca del rol que debi jugar la deidad
montaa respecto de la vida diaria y las decisiones que el poder asuma por su
relacin con el espritu que la anima. Esta asociacin se conoce hoy como
el pacto con el cerro, posibilidad a la que pueden acceder nicamente los
maestros curanderos. La iconografa regional ha destacado la relacin de las
montaas sagradas con una deidad que preside escenas de sacrificios humanos.
El espritu que anima a estas montaas, fue una de las bases ms importantes del
poder que ostentaban los personajes de lite y que les serva para movilizar a las
comunidades del entorno para diversas obras pblicas. El poder de la montaa
fue una herramienta poderosa para legitimar la sujecin de las fuerzas productivas
sobre las cuales se levantaba la estructura econmica y social. En las mesas
ceremoniales de los maestros curanderos de la regin es comn encontrar piedras
que son identificadas con el nombre de las montaas sagradas ms conocidas. A la
montaa an se le obsequia con ofrendas diversas y se le pide proteccin.
Bajo estas consideraciones, sugerimos la existencia de un patrn alrededor
del manejo del espacio en torno de Cerro La Raya, el ente tutelar del asentamiento,
que nos permite una aproximacin al entendimiento de ciertos aspectos de
planificacin urbana, consecuencia de la cual resulta la construccin de Huaca
Las Balsas, materia de nuestras reflexiones:
a) Una primera aproximacin refiere a la forma elptica del asentamiento,
alargada de Norte a Sur, forma que ha sido condicionada por la
montaa en la parte central, desde la cual, se gener una plataforma
sedimentaria sobre la cual se distribuyen las construcciones de manera
radiada, aspecto que diferencia al sitio de otros asentamientos en la
regin, hacindolo nico.
b) Si dividimos el sitio en dos partes se observa un claro predominio
de las construcciones monumentales en la parte Norte superior del
conjunto. En la parte Sur o inferior, las construcciones no tienen la
monumentalidad del lado Norte y por el contrario, son construcciones
residenciales menores que se conservan en la forma de pequeos
montculos de diverso tamao, relacionados con hornos de fundicin
metalrgica o cementerios populares.
Noroeste
217
Noreste
HACIA TCUME
VIEJO
HACIA TCUME
03
01
02
04
CERRO
PURGATORIO
HACIA
TEPO
01. HUACA I.
02. HUACA LAS ESTACAS
03. HUACA LARGA
04. HUACA VIEJA
05. HUACA LOS GAVILANES
05
06
Suroeste
08
100
200
Sureste
c) Siguiendo este modelo, Huaca Las Balsas est dividida en dos sectores:
el sector Norte, asociado con los complejos relieves de contenido
mtico y el sector Sur, con rellenos y entierros humanos.
Si dividimos el sitio en cuatro partes: dos hacia el lado Norte y dos hacia
el lado Sur, tendremos un modelo de divisin cuatripartita en el que cobran
protagonismo los sectores noreste y su opuesto, el sector Suroeste. Esta divisin
se expresa en la ubicacin particular de los edificios ms importantes:
En el sector Noroeste, es donde se construy Huaca Larga, el edificio
de mayores dimensiones y asiento del poder poltico durante los momentos de
conquista Chim e Inca
a) En el sector Noroeste se ubica adems el Templo de la Piedra Sagrada,
en donde se renda culto a una piedra irregular procedente de Cerro La
Raya, que funcion como su doble. Este edificio se encuentra en un
recodo del sistema de caminos de acceso que conducen hacia la rampa
de ingreso de Huaca Larga y fue testigo de centenares de sacrificios
humanos.
218
219
Suroeste
Noreste
masculinos, uno de los cuales ostentaba las insignias de poder del ms alto
estatus, habiendo podido ser el seor o curaca de Tcume. En el recinto opuesto,
al Suroeste, se encontraron fardos funerarios de mujeres jvenes, enterradas como
acompaantes del seor y con ofrendas propias de artesanas tejedoras. Por sus
atuendos y joyas, debieron formar parte de un conjunto vinculado con la elite
de poder. En sntesis, en este contexto, el espacio noreste tiene una connotacin
masculina vinculada con el poder poltico; y el espacio Suroeste, se vincula al
gnero femenino, de servicio. Podramos decirque ambos son complementarios
aunque no equivalentes.
Una lectura semejante, creemos haberla encontrado en la excavacin de
un edificio anexado a Huaca I que hemos llamado la Sala de los Depsitos. Este
recinto est conformado por tres secciones dentro de un espacio delimitado por
muros altos que crean un espacio rectangular adosado a la fachada de la pirmide:
a) una construccin central rectangular, con hornacinas en doble hilera escalonada
a ambos lados de un eje central, b) una hilera de hornacinas adosadas al muro Sur
del recinto, c) una audiencia como edificio ceremonial y administrativo, hacia
el lado Oeste, con asientos elevados.
En teora, las ofrendas eran depositadas en las hornacinas, en un acto ritual
que tena como eje la audiencia.
Edificio inca de la
Plataforma 2 de Huaca Larga con
la ubicacin de los entierros
humanos (Dibujo realizado por
Bach. Jos Fiestas del Museo de
Sitio Tcume)
220
Reconstruccin hipottica
de la Sala de los Depsitos
(Dibujo realizado por el Arq.
Carlos Benites del Museo de
Tcume)
221
Aunque las hornacinas han estado vacas, han mantenido algunos elementos
que dan indicios de su jerarqua y funcin: gran cantidad de semillas de amala
(Nectandra sp) sobre el piso de los corredores e incrustadas dentro de l y borlas
de tejidos finos. Nuestra interpretacin ha tenido en el arte moche un soporte
significativo. En una escena ritual un individuo ricamente ataviado, ubicado sobre
un asiento elevado dentro de una estructura con techo a dos aguas, recibe a otro
personaje que le entrega ofrendas diversas. En el fondo de la escena, conjuntos
de ofrendas, se disponen en hileras superpuestas. Lo comn en ambos casos se
resume en: a) la estructura audiencia con techo a dos aguas, con asiento elevado;
b) bienes suntuarios; c) disposicin de ofrendas en hileras superpuestas.
Los smbolos escalonados
Tanto en la esquina noreste como en la esquina Suroeste del edificio
SMBOLO ESCALONADO NOROESTE
POSTES
EDIFICIO A: AUDIENCIA
EDIFICIO B: DEPOSITOS LATERALES
EDIFICIO C: DEPOSITOS CENTRALES
222
Dibujo hipottico en 3 D
del lado noreste del edificio
central en la Sala de los
Depsitos (Dibujo realizado por el
Arq. Carlos Benites del Museo de
Tcume)
223
Dibujo hipottico en 3 D
del lado suroreste del edificio
central en la Sala de los
Depsitos (Dibujo realizado por el
Arq. Carlos Benites del Museo de
Tcume)
224
cultural del proceso lambayecano. Esta tradicin debi ser tan fuerte, que no es
extrao ver hasta nuestros das, el vnculo que establecen los maestros curanderos
de la regin con el Cerro Purgatorio, buscando una alianza perpetua con el espritu
de la montaa.
Huaca Las Balsas de Tcume
Huaca Las Balsas es un pequeo edificio ubicado en el extremo Suroeste
de las pirmides de Tcume, complejo arqueolgico perteneciente a la cultura
Lambayeque, el centro de lite ms importante de la regin entre el ao 1100
d.C. hasta 1532, cuando llegaron los conquistadores espaoles encabezados por
Francisco Pizarro.
1 Museo Actual
Ubicacin de Huaca Las
Balsas dentro del complejo
arqueolgico de Tcume. Al
centro Cerro Purgatorio
(Fotografa de Google)
2 Museo Nuevo
3 Huaca Las Balsas
225
SECTOR ESTE
DOMSTICO
SECTOR NORTE
ARTE MURAL
SECTOR SUR
RITUAL
226
El Sector Norte
PATIOS RITUALES
ALMACN
CORRAL
FOGN
Reconstruccin hipottica de
Huaca Las Balsas (Dibujo
realizado por el Bach. Jos Fiestas
del Museo de Sitio Tcume)
227
CASA ALTA
ENTIERROS HUMANOS
PATIO SUPERIOR
RAMPA
DE ACCESO
PATIO INFERIOR
Corte hipottico de
Huaca Las Balsas durante la Fase
4, con la Casa Alta (Dibujo
realizado por el Bach. Jos Fiestas
del Museo de Sitio Tcume)
228
229
230
Este conjunto, se relaciona, sin duda, con personajes del mundo mitolgico:
una gran cabeza humana sobre una embarcacin (personaje A), una deidad
sentada sobre un trono dentro de una estructura sacra (personaje B) y una deidad
en posicin horizontal, con gran diadema y grandes vasos que sostiene en la mano
(personaje C). Este conjunto, se relaciona adems con recintos decorados con
smbolos escalonados, prticos con el emblema de alas y cola, rodeados de un
conjunto ritual.
Relieves de la Fase 4,
patio inferior (Fotografa de Heinz
Plenge)
231
de Spondylus spp. La base del soporte vertical de donde surge el torso del
personaje tiene la forma de un Spondylus spp., un poco ms grande que los dems,
pero con las puntas hacia abajo. Sin embargo, podra entenderse tambin como
la representacin de la raz de una planta, de cuyo tronco podra estar surgiendo
este personaje. La relacin entre los Spondylus spp. y diversas plantas: como el
maz, leguminosas o rboles diversos, es bastante comn en la iconografa costea
durante esta poca.
Al costado, el muro muestra una escena marina de recoleccin de conchas
Spondylus spp., por buzos que tienen estacas con punta y estn suspendidos desde
su cintura mediante sogas que son sostenidas por individuos ubicados sobre una
balsa de madera, en cuyo centro tiene un mstil con una vela triangular o vela
latina. A ambos lados de la soga, aparecen las conchas de Spondylus spp. de modo
alterno. El borde inferior de este mural, est decorado con olas continuas y el
borde lateral est poco conservado pero sugiere el motivo de la ola que remata en
cabeza humana con pico de ave.
El muro Sur de la rampa de acceso al patio superior est decorado solamente
con el smbolo escalonado con espiral posterior. El diseo cubre todo el muro y se
repite de modo alterno, creando as, un conjunto de diseos en positivo y negativo.
En la fase 5, se agregan banquetas laterales al patio superior y se cubre
el patio inferior, mantenindose el acceso por la rampa del lado Oeste. Estas
banquetas laterales estn decoradas con la ola encrestada, que remata en la cabeza
de un hombre con pico de ave.
Relieves de la Fase 4 en
el patio superior (Fotografa de
Heinz Plenge)
232
Relieves de la Fase 4,
patio superior, muro Oeste (Dibujo
realizado por el Bach. Jos Fiestas
del Museo de Sitio Tcume)
Soga con
Spondylus
Vela triangular
Balsa
Buzos
233
Panormica de la
cobertura definitiva desde el
Noroeste, diseada por el Arq.
Ral Zamalloa Cceres (fotografa
de Alfredo Narvez)
La cobertura desde el
interior, de Norte a Sur (fotografa
de Alfredo Narvez)
234
Estacin administrativa
y de servicios a los visitantes.
Diseo del Arq. Ral Zamalloa
Cceres
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236
237
238
HUACA CHORNANCAP
El conjunto se ubica a 1,5 kilmetros al Oeste de Huaca Chotuna y a 3
kilmetros del litoral del Pacfico. Se trata de una plataforma trunca, orientada
hacia el este y con vista en planta en forma de T, determinada por una rampa
central que articula tres plataformas superpuestas. A partir del frontis principal,
se pueden apreciar con mayor detalle los diferentes niveles de la estructura, el
primero de ellos a la altura de la superficie actual, el segundo a una altura de
10 metros y el superior de 15 metros, aproximadamente. Hacia el lado Norte de
Chornancap, existe un corredor definido por el paramento en talud de la huaca y
una pared Sur, del patio del trono sagrado emplazada a 6.50 metros al Norte de
Chornancap. Se trata de un recorrido de eje Este-oeste de 7 metros de profundidad,
con respecto a la superficie actual. Producto del acarreo elico, la arena ha
cubierto una importante rea con arquitectura, de hecho queda visible tan solo la
superficie de algunas estructuras que fueron parcialmente excavadas en la dcada
de 1980 por Christopher Donnan. Se cuenta con un fechado C14 proveniente del
angulo Noroeste del edificio principal, cuyos resultados son: UCR 1476 (1100
+ 70d.C), (Donnan, 1989 y 2012). La excavacin realizada permiti reportar
las construcciones finales, correspondientes a sucesivas fases de ocupacin y
remodelaciones, sobre todo un patio con elaboradas pinturas polcromas sobre la
pared superior a manera de cenefas que reflejan una bien desarrollada tradicin
artstica con escenas de amplia diversidad de imgenes y composiciones. Estos
murales polcromos perteneceran a la fase intermedia del complejo Chotuna
Chornancap y estn fechadas entre 1100 a 1300 d.C.
Asimismo, en el ao 2009, registramos, junto al rea de las pinturas, un
pequeo patio con acceso al Norte en cuyo fondo apareci una estructura semejante
a un Trono, Do o Tiana considerado como espacio sagrado, smbolo de poder.
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240
Esta evidencia fue clave para orientar las investigaciones a otras reas del
sector. Al Sur de Chornancap, a 80 metros de la huaca se apreciaba un montculo de
arena de aspecto natural, que, en realidad, tras haber sido ampliamente excavado,
restituy una compleja estructura arquitectnica semejante a lo que podramos
calificar como una residencia de lite, destinada a un personaje de elevado
estatus. En el rea ceremonial o ritual de dicho recinto, fue documentada la tumba
de un personaje de elite que denominamos Sacerdotisa de Chornancap.
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LA EXCAVACIN DE LA TUMBA
Al excavar la ltima intrusin en la denominada residencia de lite
ubicada en la plataforma al Sur de Chornancap, junto al altar principal en un
rea de aproximadamente 10 m, se indentificaron los primeros indicios de un
contexto funerario muy significativo. Al Oeste del corte de la tumba (Tumba 4), se
hall un agrupamiento de 35 vasijas de cermica de la ms fina calidad artstica y
tecnolgica, asociada al estilo Cajamarca, que se caracteriza por elaborar cermica
con arcilla conocida como caoln, pero que sobre todo muestra un indiscutible sello
de color, acabado y singular decoracin. Estas ofrendas de cermica, representada
por juegos de platos, cuencos, copas sonajas y finas jarras, revelan a simple vista
la extraordinaria belleza e inconfundible identidad cajamarquina, caracterizada
por las extraordinarias imgenes pintadas, tanto al interior como al exterior de las
mismas y que corresponderan a lo que se conoce como estilo Cajamarca Costeo.
Al mismo nivel y al Este de la tumba, se hall un conjunto de 38 ofrendas de
cermica con la clsica representacin de botellas de asa estribo, de doble cuerpo
en forma de Spondylus spp., vasijas de doble gollete divergente con asa puente y
escultricas de clara filiacin cultural Lambayeque Tardo (11001350 d.C.). Estas
se hallaban junto a un entierro secundario perteneciente a un individuo adulto, los
restos seos fueron removidos de su sepultura inicial para ser depositados como
ofrenda en este importante contexto funerario.
INTRUSIN DE TUMBA
Muros
Banquetas
Mochetas
Plataforma
Inferior
Rampa
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EL FARDO FUNERARIO
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EL PERSONAJE PRINCIPAL
Al retirar la segunda mscara, que consista en una delgada lamina de cobre
plateado, que misteriosamente cubra de forma directa el lado frontal del crneo del
personaje, se aprecia en su real magnitud el crneo que las evaluaciones realizadas
por los antroplogos fsicos Mario Millones (Per), Haagen D. Klaus (USA) y
Catherine Gaither (USA), certificaron pertenecer a un personaje de sexo femenino
entre 50 y 55 aos de edad, que presenta una deformacin craneal occipital
tpica de personajes de lite (tal como se registran para la sociedad mochica).
El resultado del anlisis antropomtrico se sustenta en medidas longitudinales
de fmur y hmero, adems del dimetro de este ltimo y la observacin de la
apfisis mastoides. Se realiz tambin el anlisis de funciones discriminantes a
partir de la prueba de T2 de Hotelling, la cual result estadsticamente significativa
para la asignacin dentro del grupo femenino, en este caso es la dimensin de la
cabeza del hmero la que aport el mayor peso en la determinacin de la prueba
(Millones, 2011). Esta identificacin produce un inusitado cambio en la perspectiva
interpretativa acerca del personaje y de la sociedad Lambayeque en su conjunto,
puesto que tradicionalmente se pensaba que slo los personajes varones tuvieran
acceso al poder poltico y religioso, salvo las sacerdotisas excavadas en la dcada
del 90 en el sitio arqueolgico San Jos de Moro de Chepn (Castillo y Donnan,
1994; Castillo, 2000). La confirmacin del sexo femenino del personaje central,
nos sita en una condicin interpretativa singularmente extraordinaria, al tener la
oportunidad de documentar cientficamente a una de las primeras sacerdotisas de
la cultura Lambayeque.
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Sorprendente composicin
iconogrfica que adorna el exterior
de cuenco de cobre plateado
perteneciente a la Sacerdotisa de
Chornancap
con tocado bipolar, corona cilndrica con crculos, cara mascara, extremidades
superiores e inferiores que rematan en cabezas de felinos estilizados. A su lado
derecho aparece un telar en cruz, y al lado izquierdo recibe una concha Spondylus
spp. de un asistente que al parecer tambin es un personaje femenino. Junto
al pie izquierdo del personaje central se aprecia una botella con base pedestal,
cuerpo globular y doble pico divergente unidos por asa puente. Esta cermica
forma parte de un tipo clsico en la cultura Lambayeque y es conocida con el
nombre de tacho. Debajo del telar del personaje que describimos se aprecia un
individuo en posicin de cbito dorsal extendido sobre cuyo cuerpo se define una
lnea que ndica que se trata de un personaje sepultado.
De todas formas, para que el personaje del Vaso del Museo de Denver
USA se relacione con la Sacerdotisa de Chornancap, debemos remitirnos a la
corona de oro de nuestro personaje donde aparece el diseo igual a la versin del
personaje femenino del vaso pero vista de perfil. En nuestro diseo en la corona
de oro aparece el personaje con los mismos rasgos y elementos que permiten
su identificacin. Sin embargo, hay un elemento que destaca en ambos casos:
el personaje femenino tiene pares de ojos en el tocado, ojos en las manos en
su rostro y en las extremidades inferiores. Esta reiteracin de la visin resulta
sospechosa en el sentido de que la visin es una caracterstica de los curanderos
o curanderas y se convierte entonces en un rasgo del rol religioso y sacerdotal del
personaje femenino. El vaso de plata constituye entonces un elemento clave para
identificar a nuestro personaje en el complejo y hasta ahora desconocido mundo
ceremonial de la cultura Lambayeque.
Por otro lado, los 8 acompaantes de la Sacerdotisa (como si se tratara
de sus seguidores hacia la otra vida), nos permiten entender que la muerte de su
soberana o sacerdotisa genera el inevitable acompaamiento en la otra dimensin,
donde seguirn desarrollando sus funciones ante los ancestros en actividades
religiosas que en vida les toc realizar. Hay que precisar adems, que el rol ritual
estaba reservado a personajes que formaban parte de las altas esferas del poder, y
que esta incursin en el escenario ritual de impacto pblico, gener la reafirmacin
de su prestigio y la legitimacin del poder.
En realidad, la denominacin de Sacerdotisa es la que ms se asocia al
contenido de la tumba: no estamos hablando de un personaje militar, a pesar de
que tenga jerarqua poltica, pero sus ornamentos son para el uso en funciones
exclusivamente rituales y ceremoniales, que solo podan ser desarrolladas y
conducidas por un ser de la ms alta condicin religiosa. Su tumba nos habla
del poder pero tambin de la funcin de liderar la vida ritual de su sociedad,
no obstante esta tumba, independientemente de su complejidad, debi generar,
en circunstancias conmemorativas, grandes celebraciones y procesiones, que se
celebraran tanto en el momento de su entierro y sello de la sepultura, as como
segn las recurrencias, cada cierto tiempo.
Hay un elemento complementario que debemos subrayar y es el lugar de
la sepultura: la sacerdotisa est enterrada en un rea junto al altar principal de un
singular conjunto arquitectnico, que denominamos Residencia de elite, que
se halla al Sur de Chornancap. Este sitio, como hemos explicado, presenta un
elemento arquitectnico extraordinario, que conecta los dos altares que existen, es
decir la pared de adobe adornada con una ola geomtrica o greca, que se articula
a un smbolo escalonado. Este espacio genera un recorrido ritual y ceremonial
que debi suponer una transformacin del personaje (sacerdote o sacerdotisa),
que de manera exclusiva deba acceder por este elemento, recorrindolo de Este a
Oeste, del espacio de la Luna hacia el Mar, como paso inevitable a su presentacin
ante el altar principal, donde llega convertida de diosa Luna en deidad del mar.
Es en este recorrido donde el personaje principal adquiere ciertas caractersticas
de deidad. Este elemento, describe el elevado rol religioso de la Sacerdotisa, que
propicia en encuentro del agua y la tierra para garantizar la Fertilidad.
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260
261
Referencias citadas
Alva Walter
1994
Bourget Steve
2014
Los Rituales Mochicas de la Muerte, en: K. Makowski (ed.), Los Dioses del Antiguo
Per, Banco de Crdito del Per, Lima, pp. 103-136
Donnan Christopher
1989
2012
Los estilos alfareros costeos de los periodos tardos, en: L. J. Castillo y C. Pardo
(eds.), De Cupisnique a los Incas, MALI, Lima, pp. 268-303
262
Huaca Las Balsas de Tcume: Arte Mural Lambayeque, Ediciones Museo de Sitio
de Tcume
Cultura Sicn: dios, riqueza y poder en la Costa Norte del Per, Fundacin del Banco
Continental para el Fomento de la Educacin y la Cultura, Lima
2010b
2011
263
264
El encuentro de Cajamarca
Felipe Guaman Poma de Ayala,
Nueva cornica y buen gobierno,
p. 384 [386]
265
266
de una etnia a otra. En general, los cronistas indican que el Inca nombraba a
cuzqueos de alto rango como gobernadores (Cieza de Len, [1548-50] 1864: 164,
177), a los cuales se les encargaba que supervisaran el manejo de la poblacin y les
ensearan costumbres civilizadas (esto es, incaicas). Con Topa Inca Yupanqui,
los encargados llevaron una contabilidad detallada de la poblacin y los recursos
naturales. Cabello Balboa se expandi sobre este particular:
Repartio los Seorios, y Cacicazgos dando a cada uno el nombre, y
cantidad de Yndios que vido combenir, para que con mas breuedad
acudiessen las cosas que se ofreciesen y ansi nombre Guarangas (que
son como Milenarios) otros hizo Pachacas que son Centuriones, y otros
quinquagenarios, y a otros decuriones y con tal orden no andaua ninguno
ociosos (Cabello Balboa, [1586] 1951: 340) (2).
Como parte de esta misma reorganizacin se reparti gente para que
trabajara ciertos recursos en respaldo del Estado y la religin (Cabello Balboa,
[1586] 1951: 346, 348; Cieza de Len, [1548-50] 1967: 222; Rostworowski, 1966).
El Estado desplaz a ciertas poblaciones para que vivieran en medio de otros
grupos tnicos. Si el pueblo pasaba hambre, el Estado proporcionaba alimentos
provenientes de los almacenes. La poblacin fue organizada y se le encarg que
construyera caminos, templos del sol y edificios para los administradores, y que
cultivara la tierra para mantener a sus nuevos seores, as como a los tradicionales
(Cabello Balboa, [1586] 1951: 348; Cieza de Len, [1548-50] 1967: 188). Unos
emisarios instruan a la poblacin en cmo rendir culto al sol; otros enseaban el
quechua y las leyes incaicas. Pero s se permita a los sbditos que conservaran
sus costumbres tradicionales, siempre y cuando stas no chocaran con la
voluntad imperial. Con semejantes cambios, los incas se labraron la reputacin
de beneficiar a sus sbditos y de ser gobernantes justos y benvolos (Annimo,
[1583]1925: 294; Cieza de Len, [1548-50] 1967: 52-55, 188, 191, 193-196;
Melo, [1582] 1925: 272; Santilln, [1572] 1927: 18, 34-35). Ellos usaron esta
creciente reputacin como ms propaganda que les ayudara a subyugar e integrar
a nuevas poblaciones a un reino en expansin.
La finalidad de este examen introductorio algo largo es esbozar la ideologa,
las polticas y los procedimientos imperialistas con que los incas incorporaron
una etnia tras otra, a un imperio cada vez ms grande que tena como base las
relaciones de parentesco (por lo menos, en teora). Estas afirmaciones generales
servirn como punto de comparacin con el cual documentar el impacto que el
control incaico tuvo sobre los pueblos de la Costa Norte peruana, entre el actual
Pacasmayo por el Sur y Motupe por el norte. Antes de la conquista inca, fueron
los chimes quienes dominaron a los habitantes de la costa. Su imperio result
ser el centro civilizador ms antiguo y desarrollado de los Andes centrales, as
como el cuerpo poltico ms grande y organizado que resisti la soberana incaica.
Mis observaciones se concentrarn en tres aspectos que se vieron afectados por
el arribo de los incas: (a) la divisin de la poblacin, generada por la imposicin,
narrada en las crnicas, del sistema decimal, (b) la tenencia de la tierra, y (c) los
patrones de intercambio. En todo momento se emplearn manuscritos coloniales
sobre las poblaciones tnicas quinientistas, algunos de los cuales recuerdan
explcitamente las pocas preincaica e incaica, para compensar as la macroperspectiva de los cronistas y evaluar el grado en que los sbditos chimes, quienes
fueran incorporados en fecha relativamente tarda al sistema imperial cuzqueo,
aceptaron la organizacin incaica. Esto sugiere que el imperio o modelo inca no
se vio inafectado por las costumbres tnicas.
267
268
Nombre
Comunidad
Fecha
Fuente
Cinto
Chuspo
Ferreafe
Ferreafe
Ferreafe
Ferreafe
1599
1563
1549
1560
1560
1560
llimo(2)
llimo(2)
1566
1572
AGI/J461, 1572
AGI/J460, 333v
calaneq[ue], calaneque
Conoseq[ue]
calansec[que]
D. Joan ponon ec (3)
D. Joan pononec (3)
D. Juan principal de
conoseque
D. Joan cononeque (3)
D. Luis calaneq[ue]
D. Luis calaneque
D. Luis calaneque (4)
D. xpoval calloic[ue]
D. Gaspar purriseche
D. Andrs Conanseque
D. Andrs Con nonseque
conoique
calanseque
conoseque (sic ique)
locnoserque (el
conoserque)
D. Andrs Connonse[que]
D. Loreno Puri eq[ue]
D. Andrs Cononceq[ue]
Jayanca
Jayanca
Jayanca
Jayanca
Jayanca
Jayanca
1540
ca. 1540
ca. 1540
1566
1566
1557
Jayanca
Lambayeque
Lambayeque
Lambayeque
Lambayeque
Tcume
Tcume
Tcume
Tcume
Tcume
Tcume
Tcume
1560
1566
1572
1572
1572
1566
1566
1573
1536
1541
1541
1543
ART/CoAG, 13-II-1565
AGI/J462, 1867
AGI/J460, 332v
AGI/J457, 695v
AGI/J457, 714v
AGI/J462, 1863
AGI/J462, 1739, 1863
ART/CoO, 3-XII-1573
AGI/E502A, 7
AGI/E502A, 55
ART/CoO, 13-VII-1570, 100v
ART/Alvarez, 28-IV-1543, 33
Tcume
Tcume
Tcume
1569
1570
1571
269
270
portugus que se ocup de los asuntos de Gutirrez por ms de una dcada y que
viviera entre jayancas, pacoras y tcumes, aadi (ese mismo ao) con an ms
claridad que el nombre minimisal era el que se le daba al seoro o jurisdiccin.
Prosigui entonces afirmando que quienquiera sucediera en el seoro sera
llamado con el nombre del mismo, no obstante contar ya con su nombre propio.
Morn sostuvo haber escuchado decir a los jefes de jayancas y pacoras decir que
Nequesiquil era principal de Minimisal cuando Pizarro reparti a los nativos [en
1532] (AGI/J418, 1573, 322). Estos testimonios precisan que a la hora de asumir
el mando, los seores tomaban tambin el nombre de los seoros (definidos de
modo laxo como parcialidad [linaje] (AGI/J418, 1573, 309v; y Ramrez, 1985).
Esta informacin nos ayuda a comprender la significacin de la diversidad
de nombres que encontramos en las fuentes. A riesgo de generalizar demasiado,
parecera que las referencias tempranas a seores individuales, a nivel de los
curacas o principales, fueron hechas segn el nombre del seoro. De este modo
Minimisal y Sicn aparecen solos, al igual que Jayanque. Las referencias no
ofrecen indicio alguno de que Minimisal, Sicn o Jayanque, como nombres, se
hayan referido al rango o estatus en un sistema decimal jerrquico. En cambio a
menudo se refirieron a las segundas personas slo con su ttulo o rango en un orden
jerrquico y probablemente burocrtico (Murra, 1984: 81). Como ya se indic,
unos aos ms tarde los seores y las personas usaban nombres compuestos, tal
vez imitando as la prctica europea. Parecera que la mayora de los seores
usaban el nombre que se les daba de nio y el de un seoro. La excepcin obvia
nuevamente es la segunda persona, la cual diverga de esta regla y usaba un
nombre dado junto con su rango en una jerarqua decimal.
El rango muy ocasionalmente modificaba al nombre dado y al del seoro,
como en el caso de don Francisco Palarref Conoconciq[ue], quien gobernara
a los ferreafes (que fueran creados a partir de los tcumes el 2 de febrero de
1536 [AGI/E 502A, 40-43]) (ART/CoO, 13-VII-1570). Por analoga, Palarref
representaba el nombre de un seoro y conozeque su estatus en un ranking
decimal, basado como probablemente estuvo originalmente en el nmero de
sus sbditos o en el tamao del grupo. Sin embargo, las referencias completas
al nombre de los seores como stas son algo inusual(6). Ellas parecen haber
quedado reemplazadas rpidamente (para 1565-70) con equivalentes o sustitutos
hispanos de rango o seoro, como don Antonio Chumbi, cacique principal de
los cintos en 1572; don Juan Chiclayo, principal, y Don Diego Zuche[i], segunda
persona (AGI/J456, 399v; J460, 335; y P113, R. 8 [1565]).
As, estos ejemplos sugieren que los seores podan tomar hasta tres
nombres a lo largo de su vida, segn su capacidad, su movilidad y su cargo: el
nombre que se les daba de nio(7), el del principalazgo o seoro y, en el caso de
los pocos que ascendan a un alto estatus o rango dentro de la estructura tnica
misma, un nombre que reflejara una posicin reconocida en un sistema de base
decimal. Los patrones con que se daban los nombres y su significado asimismo
sugieren que el conozeque tena un estatus especial de prestigio o autoridad, que
haca que la persona prefiriera ser conocida por su ttulo de base decimal antes que
por el del seoro o principalazgo, tal vez porque dicha designacin le permita
desempear un papel clave o singular en la vida del grupo, o le reconoca como el
sucesor nombrado del curaca principal.
Hasta la fecha, conozeque es el nico trmino que se traduce clara e
inequvocamente con un nmero asociado con la jerarqua decimal tradicional
de los incas (tal como la presentaran los cronistas), a pesar que seque aparece
en muchos de los nombres de otros seores en la documentacin temprana, a la
que vemos resumida en el cuadro 1. De todos ellos, el que aparece con mayor
frecuencia es Calanseque. Los illimos, lambayeques, tcumes, jayancas, chuspos
y ferreafes incluyeron todos a personas que empleaban esta designacin. Tuni
Ceque solamente aparece en una ocasin como nombre de un seor, esto es como
el nombre del padre de Pedro Conch, principal de los illimos en 1566. Si los
incas hubiesen impuesto una jerarqua decimal completa, sera de esperar que
los prefijos mostrados en el cuadro 1 se tradujeran en nmeros. Pero tal como
lo indica el cuadro 2, ninguno de ellos, fuera de cono, se traduce como tal en las
obras publicadas con que contamos sobre la lengua yunga.
Cuadro 2: Prefijos yungas y traducciones posibles
Prefijo
amas, omas
calan, calo, callo
purri, puri
sen
tuni
Traducciones posibles
?
kall - reir (Orrego, 1958, 91)
purri - pluma (Zevallos Quiones, 1947, 185)
purren - plumas
purr - salado (Zevallos Quiones, 1947, 186)
pun, punic - sombra (Zevallos Quiones, 1947, 187)
sem - dulce, suave (Zevallos Quiones, 1947, 179)
tumi - lobo marino (Orrego, 1958, 85;
Zevallos Quiones, 1947, 181) o mucho (Zevallos
Quiones, 1947, 183, 187)
toni - huaca (Vargas Ugarte [1939] 1942, 476;
Trimborn, 1979, 69)
tuni - tiempo, universo (Orrego, 1958, 94;
Zevallos Quiones, 1947, 187)
271
272
Seor
Fecha
Poblacin
Fuente
(llimo) yllame
1541
AGI/E502A, 9
charanay
estaninco
mallupe
(Jayanca) calaneque
calana[ci]que
mulenpe
1541
1541
1574
1540
1540
ca. 1565
(Tcume) Don
Fernando
Samico1
palseca refe
1541
150 indios de
visitacin
60 indios
90 indios
65 indios casados
6 indios
13 indios
52 indios casados,
13 solteros
240 indios
AGI/E502A, 54
AGI/E502A, 54
mocochomi
calanseque
lutuffe
charan (1)
fincala (talor effee)
coxcafee
Yllame (1)
conoco
Don Hernando
Don Hernando efquip
Don Diego mochumi
1541
1541
1541
1541
1541
1541
1541
1541
ca. 1555
1564
1566
90 indios
20 indios tamberos
y 40 yndios
100 indios
140 indios
50 indios
60 indios
65 indios
50 indios
150 indios
180 indios
ca. 70 personas
70 indios
12 sujetos
1541
1541
AGI/E502A, 9
AGI/E502A, 9
ART/CoO, 26-VIII-1573
Gama [1540]/1974, 225
Gama [1540]/1974, 225
ART/CoO, 13-VII-1570
AGI/E502A, 54
AGI/E502A, 55
AGI/E502A, 55
AGI/E502A, 55
AGI/E502A, 55
AGI/E501A, 55
AGI/E502A, 55
AGI/E502A, 55
AGI/E502A, 55v
ART/CoR, 3-VI-1564
ART/CoR, 3-VI-1564
AGI/J455, 1691
273
274
SEORES DE LA TIERRA
Una segunda forma en que se supone que el rey Inca afect la vida en
la Costa Norte fue a travs de la renovacin de la tenencia de la tierra. Algunos
cronistas dan fe de que por derecho de conquista, el rey asuma el control y el
dominio eminente directo sobre las tierras (17) de los seores recin subyugados
(AGI/AL 101). Para conservar la paz, el Inca fijaba los lmites. Fray Martn de
Mora (1946: 231) desarrolla esto, narrando que se colocaron mojones entre
los cuatro suyus o divisiones del imperio. Tambin brinda ciertos detalles sobre
los tipos de recursos a los que se regulaba, delegaba, encargaba y asignaba a
discrecin de un curaca o cacique: se asignaban los campos, bosques, todo tipo
de minas de oro, plata, metales y pigmentos; e incluso las islas del mar. Esto
fue confirmado por Guamn Poma de Ayala ([1615] 1980: 1074 [1084]; vase
tambin Melo, [1582] 1925: 272), quien reiter el gran cuidado con que reyes
como Topa Inca Yupanqui dividieron recursos tales como pastizales y ros para
la pesca y recoleccin.
Segn una relacin annima titulada Horden que el Ynga tubo en la
gobernacin del Piru, un administrador incaico (al que se conoca como micho)
viva en cada pueblo principal (18) para garantizar estos linderos. l conosia
de mojones de terminos y lindes de chacras y de aequias y aguas, y ayudaba a
resolver las pretensiones rivales (BM/Add. 13992, 412). El Inca fij duras penas
para quienes no respetaran los linderos ingresando o usurpando los cotos de caza,
aguas de pesca, bosques o minas de otros sin contar con una licencia o permiso
especial (Mora, [1590] 1946: 128-29, 231). Las fuentes escritas asimismo
indican que el Inca o su(s) agente(s) tomaban tierras con que mantener al Estado
y su religin.
Encontramos tambin referencias a la demarcacin en otras crnicas y
en diversos documentos y peticiones en el juicio de residencia del Dr. Gregorio
Gonzlez de Cuenca, un oidor que llev a cabo una visita del norte en 1566.
Segn las tradiciones orales recogidas por observadores tempranos, el Inca o sus
agentes y mojonadores dividieron y marcaron la jurisdiccin de un seor cuando
la costa fue incorporada al imperio (entre 1462 y 1470 [Rowe, 1948: 40]). Guamn
Poma de Ayala ([1615] 1980: 852 [866]) anot que los reyes Topa Inca Yupanqui
y Huayna Cpac, junto con sus mojonadores, su real consejo, nobles y jueces,
establecieron linderos y colocaron mojones para separar a las poblaciones de costa
y sierra, de modo tal que cada una tuviera jurisdiccin y una autoridad conocida.
La peticin que el cacique de Moro (un linaje que en ese entonces y hoy es un
pueblo en el moderno valle de Pacasmayo) presentara al Dr. Cuenca en 1566 es un
testimonio ms ntimo; en l solicitaba que se confirmaran las tierras que tenan l
y sus contrapartes de Jequetepeque, Chrrepe y Chepn conforme a la traa que
hizeron los d[ic]hos caiques e indios antiguos de los d[ic]hos repartimientos
hecho en tiempo del ynga que las partian (AGI/J458, 2041v-2042r; con respecto a
los mojones consltese tambin Guamn Poma de Ayala [1615] 1980: 353 [355]).
Encontramos otras evidencias de que la jurisdiccin de un curaca efectivamente
era conocida y delimitada, en una real cdula virreinal expedida por el licenciado
Lope de Castro de fecha 6 de diciembre de 1567, concerniente a la fundacin del
poblado de Santiago de Miraflores, en el valle de Zaa. El decreto sita la frontera
entre los valles y por extensin los seores de Pacasmayo y Zaa en los
aren[ales] que ay entre el Valle de aa y el de Pacasmayo conforme a como
los indios antiguo[s] los tenan partidos (ART/CoR, 30-VI-1576).
Tomando este ltimo fragmento escrito como pista, Herbert H. Eling, Jr.,
ubic unos restos fsicos al estudiar la red de riego de Talambo, en el valle de
Jequetepeque, que asumi marcaban esta frontera. Eling present una relacin
detallada de las acequias que se dirigan hacia el Norte y al Oeste, hacia el valle
adyacente de Zaa. l sostiene que la red de riego podra haber alcanzado a este
valle, pero que no lo hizo debido a restricciones culturales y polticas (Eling,
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1977: 408). Al rastrear las acequias encontr unos restos que asumi eran los
mojones, que dividan los sistemas hdricos de ambos valles. Dijo as:
Cerca del tambo donde el camino de Zaa comienza, hay una serie de
montones de piedra o mojones. Todo esto indica que la hegemona de
Jequetepque termina en esta frontera y la de Zaa comienza.
(Eling, 1977: 412)
Resulta difcil corroborar estas afirmaciones en el campo, las cuales adems
estn sujetas a interpretaciones alternativas. Lo que queda para decidir es si tales
marcadores o mojones dividan los territorios o separaban ms bien jurisdicciones.
El fechado exacto complica an ms la cuestin. Las montones de piedra de lo
que se presume son mojones podran haber servido para otros fines. Podra ser
que se las coloc para ayudar a planear el sistema de riego. Es posible que hayan
tenido importancia calendrica o que hayan sido apachitas (apachetas) [montones
de piedras considerado sagrados, amontonados por pasajeros para honrar a la
Pachamama, normalmente encontrado en caminos y puntos altos], huancas
[piedras monolticas representantes de los ancestros que puedan considerarse
como guardianes] o algn otro resto asociado con una conmemoracin (Dean,
2010). De otro lado podra ser que los hacendados las construyeran como mojones
en la poca colonial, o que los burcratas republicanos hicieran lo mismo cuando
finalmente establecieron fronteras jurisdiccionales en los siglos XIX y XX (vase,
por ejemplo, Per, 1947; ARL/HC, Caja 1, Calupe, f. 159).
Los cronistas europeos, las crnicas de nativos y mestizos hispanizados,
as como los testimonios tnicos, quedan asimismo sujetos a interpretaciones
alternativas. La perspectiva occidental de los autores determin consciente
o inconscientemente la forma en que redactaron las peticiones y cdulas
que servan como evidencia. Por lo tanto, ellas reflejan las nociones europeas
del poder, la jurisdiccin y el derecho a la tierra, no la perspectiva relacional
indgena. En el mejor de los casos estos autores confundieron el territorio con la
jurisdiccin, dos conceptos diferentes, tal como lo mostrara Peter Sahlins (1989)
para la Espaa y Francia de la temprana Edad Moderna. En el peor de los casos,
su lenguaje asumi que las autoridades nativas controlaban unidades territoriales
dadas. Lo que los europeos y sus asistentes nativos y mestizos a menudo dejaban
sin enunciar, era que el poder de toda autoridad nativa dada tena como base el
nmero de seguidores que se encontraban unidos en linajes, etnias y en ltima
instancia en el imperio por lazos de parentesco, el lenguaje y la religin, y no una
extensin de tierras o un territorio definido. En la sociedad nativa, la tierra no
serva como un ndice del poder y la autoridad. Despus de todo, antes de que el
virrey Francisco de Toledo ordenara la concentracin de la poblacin nativa en
pueblos de tipo hispano (llamados reducciones) en el decenio de 1570, la mayor
parte de ella viva dispersa sobre vastas reas. Los miembros de un linaje a menudo
vivan al lado de y entre poblaciones sujetas a otros linajes y seores tnicos.
Esta ocupacin salpicada subraya el hecho que el poder se extenda hasta el
extremo final de la red de parentesco que uno tena. Y en la costa la ocupacin
nativa de la tierra se desplazaba cada cinco a siete aos debido a la fertilidad
decreciente. El principio operativo era que los nativos ocupaban tanta tierra como
podan trabajar, por tanto tiempo como resultara productiva, momento en el cual
se mudaban a otra parcela no ocupada.
A primera vista, la pretensin de que el rey cuzqueo tomaba tierras para
el Estado y el Sol tambin parece ser evidente. Las fuentes del cabildo de Trujillo
brindan evidencias de que tal asignacin tuvo lugar. Los integrantes del cabildo
de la ciudad haban asignado a los primeros vecinos tierras que fueron trabajadas
para los incas ya en 1551-52, y posiblemente tambin antes (ACT I: 11, 59, 75,
87-89 para 1551-52) (19). Las fuentes manuscritas asimismo mencionan tales
tierras en el valle de Jequetepeque, en tanto que los viejos mapas del ejrcito las
muestran (Herbert Eling, comunicacin personal, septiembre de 1985) (20).
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las cercanas. Una persona poda entonces obtenerlo a cambio de algo. El ejemplo
dado por Santilln ([1572] 1927: 38) fue el del tejedor (un oficial de cumbi) de
cumbi (un producto lanar de la sierra) que viva donde no haba lana. En tal caso
se le permita conseguirla entre sus vecinos a cambio de algodn o aj (productos
de las tierras bajas).
Esta excepcin a la norma de la inmovilidad podra explicar por qu
razn encontramos en algunos cronistas ciertas referencias al intercambio (22)
(Betanzos, [1551] 1987: 17, 111, 163, 189-190; Cabello Balboa, vase ms
adelante). Tambin podra explicar por qu los mercaderes o especialistas en
intercambio figuran en algunas fuentes norteas (Ramrez, 1982; Rostworowski,
1975). Es posible que estos supuestos mercaderes hayan estado desplazando bienes
de un lugar a otro para as conseguir acceso a los materiales que necesitaban para
trabajos especializados. Es asimismo posible que antes de aprender las lenguas
indgenas locales y de que los nativos hubiesen aprendido espaol, los primeros
europeos hayan llamado mercaderes a las caravanas de llamas cargadas de bienes
(Shimada y Shimada, 1985), o a los grupos de cargadores que llevaban productos
de un lugar al otro. A medida que los nativos iban ganando fluidez en el espaol,
habran equiparado dicha palabra con estas personas y con sus contrapartes
hispanas, perpetuando as su uso a pesar de que el vocablo espaol no transmita
con precisin la esencia del actuar indgena (Lockhart, 1985/1999).
Roswith Hartmann catalog a los cronistas que reportaron haber visto
ferias y mercados. Sin embargo, solamente unas cuantas de las referencias
exhaustivas de su artculo se refieren explcitamente a estas reuniones en contextos
prehispnicos. Una de sus citas proviene de Garcilaso de la Vega, un cronista
tardo y lejano de lo que aprendi y vio cuando nio, y es por ende una fuente
cuestionable. Segn Garcilaso, Pachacutec
orden que en cada mes hubiese tres ferias, de nueve en nueve das, para
que los aldeanos y trabajadores del campo, habiendo cada cual gastado
ocho das en sus oficios, viniesen a la ciudad, al mercado, entonces viesen
y oyesen las cosas que el Inca o su Consejo hubiesen ordenado, aunque
despus este mismo Rey quiso que los mercados fuesen cotidianos, como
hoy los vemos y las ferias orden que fuesen en das de fiesta, porque
fuesen ms famosas (1959, 2, lib. 6, cap. 35: 244, citado por Hartmann,
1971: 227).
Un lector escptico de esta cita podra preguntarse una vez ms si este
observador tardo no estaba acaso usando mercado de modo anacrnico y
segn la usanza hispana. Parecera que estas reuniones pblicas originalmente
buscaban transmitir noticias (viesen y oyesen las cosas que el Inca o su Consejo
hubiesen ordenado), pero es posible que en tales ocasiones se hayan compartido
o entregado presentes recprocos, lo que tal vez observaron estos cronistas.
Despus de 1532, con la divisin de las etnias originales en diversas encomiendas
y la ruptura del sistema prehispnico de reciprocidad y redistribucin, ms las
restricciones impuestas a la hospitalidad y los viajes es posible que un mercado
surgiera en estas ferias que Garcilaso y otros hayan proyectado hacia atrs a la
poca de dominio inca (Betanzos, [1551] 1987, 17, 111, 163, 189-990; Ramrez,
1982, 1987).
Cabello Balboa, un segundo y ms confiable autor al que Hartmann
cita (1971: 229), report, sin embargo, que ciertos gobernantes facilitaban el
intercambio. l sostuvo que Topa Inca, por ejemplo, decret que quienquiera
deseara ser un mercader podra deambular libremente por la tierra sin ser
molestado. La motivacin detrs de esta orden era averiguar la procedencia
de todo oro, plata o piedras preciosas a las que se ofreca en ferias o mercados
(Cabello Balboa, [1586] 1951: 349). Esto no necesariamente contradice o
niega la afirmacin hecha por Garcilaso. La expansin incaica fue una empresa
continua. Guamn Poma de Ayala [1615] 1980: 109 [109]) examin la forma en
que Pachacuti Inca Yupanqui conquist parte de los llanos yn[di]os yungas. Es
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libres, para as tener un medio con el cual descubrir y ganar el control de fuentes
de metales y piedras preciosas?
Form esto parte de una estrategia (que tal vez involucraba a mitimaes)
con la cual hacer que las etnias de la costa fueran ms autosuficientes? Las fuentes
primarias a menudo mencionan la prctica incaica de trasladar o reasentar grupos
de sbditos (extranjeros o mitimaes) lejos de sus seores originales (23). Gama
mencion unos doscientos nativos bajo el principal Labamy de los jayancas en
1540, los cuales dejaron la costa despus de la conquista incaica y an vivan
en la sierra de Guambos, as como otros sbditos del curaca bajo Pabor ([1540]
1974: 224-225). Las peticiones que se le hicieron al Dr. Cuenca veintisis aos
ms tarde indican que otros doscientos mitimaes de la etnia de Moro (en el actual
Pacasmayo) se encontraban en el interior en las sierras de Cajamarca (AGI/J460,
457v). Sabemos que en 1540 haba mitimaes de Zaa en Cajamarca, y que en el
decenio de 1560 vivan all en nueve aldeas (AGI/J460, 377v; Espinoza Soriano,
1967: 35; Ramrez, 1985: 427). Y la lista contina... (vase Ramrez, 1982: 126127).
El problema con estos mitimaes es que si bien sabemos que existieron,
usualmente sucede que ignoramos qu estaban haciendo lejos de su curaca. Su
mencin en la visita y censo de 1540 sugiere que los nativos nacidos en la costa
se encontraban en las faldas y serranas de Cajamarca para servir en los tambos.
Algunos probablemente se hallaban all para entregar productos de las tierras
costeas, esto es lo estaban temporalmente, como ya se sugiri (Espinoza Soriano,
1967: 35). Los mitimaes de Moro aparentemente vivieron all permanentemente
y sirvieron a su seor costeo hasta la visita del Dr. Cuenca, quien les orden
que sirvieran a Melchior Verdugo, el encomendero de Cajamarca (AGI/J460,
457v). No quedan claras las obligaciones que los mitimaes de Zaa que vivan
en Cajamarca a tiempo completo tenan, pero los registros notariales muestran
que en el decenio de 1560 enviaban textiles a su curaca en la costa (ART/Mata,
18-IV-1564). En suma, muchos grupos mantenan contacto y una relacin con sus
seores costeos.
Estos ejemplos sugieren que el Inca reubic algunos mitimaes
permanentemente en lugares relativamente ms alejados para otras labores fuera
de las de conformar guarniciones o servir a otro seor, v.g. los olleros de Collique
(Espinoza Soriano, 1969-70) o los plateros que asign para que vivieran en el Sur
(Cieza de Len, [1548-50] 1967: 195). Otros aparentemente fueron desplazados
para que incrementaran la autosuficiencia de sus contrapartes costeas, lo que
era cierto de muchos en la sierra Sur y en la del Ecuador (Salomon, 1986). Estos
desplazamientos de personas y bienes habran sido administrados por sus seores.
Aqu lo que importa es, en primer lugar, que unos tipos limitados de
intercambio, a los que se caracteriz como trueque (permutaiones, presentes),
sobrevivieron o fueron permitidos bajo la hegemona cuzquea. El ejemplo dado
por Polo de Ondegardo (esto es, algodn por lana) respalda coincidentemente
lo que Santilln escribiera sobre la excepcin o resquicio a la norma de la
inmovilidad. Y en segundo lugar, este intercambio era administrado por el Estado
bajo la supervisin de los seores locales (se hazia con los principales...).
Los incas deben haber advertido que los seores locales seran valiosos
mediadores y facilitadores en una red ampliada de obtencin de recursos. Cabello
Balboa anot que luego de la conquista de Quito, Topa Inca invirti un ao o ms
de su vida en un viaje por el mar en el Norte, para investigar el potencial que ste
tena: y ver si en la mar auia alguna empresa en que poder ganar con el Mundo
nombre y reputacin (Cabello Balboa, [1586] 1951: 322). Este viaje, su estada
all y su exploracin del Norte indicaran que es posible que haya concebido una
red an ms amplia.
Estas referencias sugieren que el Inca advirti las ventajas que tena un
tipo o mbito de intercambio que tal vez no le resultaba familiar, y habiendo
investigado las posibilidades permiti que ciertas personas o grupos viajaran (tal
vez sobre la base de concesionarios, tal como Rostworowski [1975] lo planteara
como hiptesis para Chincha), presumiblemente bajo proteccin especial y para
su beneficio. En efecto, Juan de Betanzos narra que en vsperas de la llegada de
los espaoles, Huayna Cpac envi seores de Cusco a que consiguieran coca
y aj en la provincia del Chinchaysuyu. Betanzos caracteriz a estas transacciones
como compras, pero es indudable que l quiso decir trueque e intercambio.
Cabe sealar entre parntesis que este es otro buen ejemplo de los problemas
que la traduccin y la influencia de los filtros culturales hispanos tuvieron en los
primeros aos, as como de la imprecisin que las palabras hispanas tenan para
describir relaciones indgenas similares pero distintas (Betanzos, [1551] 1987:
189-190). Ann Rowe asimismo reporta que la obtencin de las coloridas plumas
de las aves amaznicas continu incluso despus de la conquista cuzquea de la
costa, solo para que posteriormente quedara perturbada con el arribo y el dominio
hispanos. En efecto, el registro arqueolgico muestra que bajo el dominio inca
los artefactos de estilo chimor, especialmente los textiles emplumados, circularon
sobre un espacio geogrfico aun ms amplio que antes (Rowe, 1984: 15-17, 33,
175, 179, 185-186).
Es importante enfatizar que los seores locales administraban el intercambio,
y que las cantidades involucradas fueron relativamente pequeas. Polo de
Ondegardo apunt que el curaca sancionaba unos cuantos intercambios (rescates),
pero que al final sus sbditos se beneficiaban con ellos. Continu sealando que
los jefes no intentaban adquirir mucho ms de lo que su linaje poda usar. Las
excepciones durante la poca colonial fueron aquellos que vivan cerca de Lima,
Cusco y otros centros ceremoniales, y que haban adquirido costumbres hispanas
(AGI/P188, R. 22, 8v). Esta informacin respalda la conclusin, presentada en
otro lugar, de que los mercaderes que intercambiaban en el Norte en la poca
incaica no eran tales en el sentido moderno o como los pochtecas (24), puesto
que no se dedicaban al comercio para beneficio personal (esto es, orientado a la
ganancia), sino que se dedicaban ms bien a un trueque administrado y eran, por
ende, servidores de sus seores, que tambin se especializaban en el intercambio
(Ramrez, 1982; tambin Betanzos, [1551] 1987: 189-190).
Polo de Ondegardo sugiri posteriormente que los nativos apenas estaban
aprendiendo a intercambio a la usanza hispana. Ellos comenzaron a comprender el
principio de la propiedad privada a medida que aprendan como vender y comprar
para lucrar (AGI/P188, R. 22, 10v). Esto podra haberse debido al limitado
conocimiento que la gente comn tena del mundo fuera de sus propias redes de
parentesco, tal como sugiriera al afirmar que bajo los incas, los tributarios no se
dedicaban al negocio, puesto que solamente comprendan cmo obedecer las
rdenes dadas a su parcialidad. Slo los seores principales contaban con una
perspectiva ms amplia (AGI/P188, R. 22. 18).
Es ms, los contemporneos sostenan que a los andinos no les absorba la
adquisicin de bienes. Aos ms tarde an mostraban escaso inters en trabajar
para los espaoles a cambio de una ganancia, puesto que sus necesidades eran
limitadas.
los yn[di]os alquilandose para guardar ganados y para labores q[ue] ay
en este valle podrian ganar para su tributo y para mas enpero que Ellos
de mala gana van a Cosas semejantes avn que los espaoles los rruegan
Con la plata y que sienpre dizen que estan ocupados en sus haziendas
y que sino es con mandami[ent]o o provi[ci]on no quieren trabajar por
q[ue] no son amigos de adquirir haciendas mas de para de presente y el
mayz mas lo quieren beuer que no vendello para tener plata . (ANP/
DI, l. 2, c. 26, 1580, 403v)
Estas evidencias sugieren que los cuzqueos aprendieron de su encuentro
con la poblacin costea. Es posible que se haya permitido que las costumbres
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Notas
(1) Utilizo la grafa moderna de los topnimos, salvo en las citas directas.
(2) Este pasaje parece respaldar la idea de Catherine Julien (1982), de que el sistema decimal fue impuesto para
extraer el tributo en trabajo.
(3) AGI/J418, 1573, 459v; icani (ican, 1536; posteriormente Sicn) (AGI/J418, 1573, 201v, y 237r-238v);
Pacorapa (Pacorag, Pacorap, Pacallapa) (AGI/J418, 1573, 61v-62r, 202v y 217v); Jotoro (AGI/J418, 1573,
202v y 217v); Mocochomi (AGI/E 502A, 55; J461, 1558; y J418, 1573, 330); Minimisal (AGI/J418, 1573,
52v); y Ferinafee (AGI/E 502A, 40v-41v).
(4) Ntese que Minimisal contiene ni, que en la lengua yunga quiere decir mar u ocano (Zevallos Quiones,
1947: 182).
(5) Enequisqueel, Ynequiseque al, Enequi Siguel, Ynyquis Si Quil (AGI/J418, 1573, 297; vase tambin 49:
298v-299v y 301v).
(6) Otros ejemplos son don Alonso Tayme Xuca, el cacique principal de los cintos en 1558 (Patapos) (AGI/J458,
2335); y don Juan Tancun Mulasafu, un principal de este mismo grupo, as como tres poseedores de tierras en
1566 y 1572 (AGI/J457, 26r-27v; J460. 335; y J462, 1873).
(7) Cieza de Len ([1548-50] 1864: 280) sugiere que a lo largo de su vida se daba a los nativos al menos dos
nombres, uno en la niez y otro cuando alcanzaban la pubertad, que era el que llevaran cuando adultos.
(8) Pero si siguisemos las reglas explcitamente indicadas del conteo, as como otra informacin que aparece en
el documento, ocho no habran sido incluidos porque en realidad se hallaban sujetos a Facollapa.
(9) Los 933 incluyen a otros grupos de 27, 50, 16 y 70 enumerados por separado, pero que se dice eran sbditos
del cacique.
(10) Recurdese que la leyenda de la fundacin del reino de Lambayeque menciona a Llapchillulli, uno de los que
servan en la corte de Naylamp fabricando telas con plumas. Tras la muerte de su seor supuestamente lider
a un grupo de seguidores con los cuales se estableci tierra adentro en lo que es hoy Jayanca.
(11) Esta traduccin resulta problemtica porque en 1572 un calanseque estaba a cargo de un grupo de cargadores
de litera (vase ms adelante). Cieza de Len ([1548-50] 1864: 219) describe a los bufones y danzantes que
siempre estaban haciendo chanzas mientras que otros tocaban msica y cantaban, y cmo en la antigedad
estas personas acompaaban a los seores de la costa.
(12) La traduccin que Cabello Balboa ([1586] 1951: 269 y 506) da de tumi es cuchillo de piedra.
(13) Un seor de menor jurisdiccin y estatus que un principal.
(14) El mismo documento afirma que antes de la conquista espaola, Lambayeque contaba con mil indios que
seguan a un jefe. Aunque no se le da este nombre, el seor en cuestin habra sido un conozeque. Dada su
fecha tarda, la informacin que figura en este documento requiere de verificacin independiente.
(15) O podra tambin significar categora. El vocablo quechua camoyoc (una persona capaz de organizar o de
ordenar) tambin aparece en la costa antes de 1539, asociado con los funcionarios sujetos al curaca de los
jayancas y que estaban a cargo de repartir el agua de riego. De este modo se introdujo camoyoc para designar
una categora de personas que eran entre especialistas y ejecutivos (administradores o capataces), un uso
que parecera ser anlogo al del trmino conozeque (AGI/J418, 1573, 465-466; Gama [1540] 1974: 227] lo
transcribi como campos [sic]. Espinoza Soriano [1975: 271] transcribi el vocablo con ms precisin como
camoyos; Bruce Mannheim, comunicacin personal, noviembre de 1985; Richard Schaedel, comunicacin
personal, noviembre de 1985. Con respecto a las categoras de camoyoc existentes en la costa consltese
tambin Falcn [1918: 149-51].
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(16) Adems de los topnimos ya mencionados, seores quinientistas como icani, Pacorap, Pucal, Mochochumi
y muchos otros ms dejaron sus nombres como poblados, haciendas o rasgos geogrficos que an hoy se
encuentran presentes o a los que se sigue recordando.
(17) Un factor que complica las cosas es que en el siglo XVI, la palabra tierra poda significar la tierra o una
poblacin.
(18) Probablemente un centro ceremonial antes que uno urbano en el sentido moderno.
(19) Las primeras actas publicadas del cabildo datan de 1549
(20) En viejos mapas del ejrcito encontramos tierras del sol en diversos valles (v.g., Jequetepeque y Chicama),
las que eran marginales al centro de los mismos y que se encontraban especficamente hacia el Norte (Richard
Schaedel, comunicacin personal. noviembre de 1985).
(21) Mara Rostworowski (1970: esp. 138) tambin menciona que viajaban por tierra hasta el Collao. Consltese
tambin Murra 1975.
(22) Juan de Betanzos ([1551] 1987: 189-190) presenta evidencias de comercio e intercambio auspiciado por el
Estado, las cuales apoyan mi argumentacin. Vase Ramrez 1982.
(23) Mara Rostworowski (1985) cree que estos colonos costeos vivan en la sierra antes de la conquista incaica.
(24) Los pochteca fueron un grupo corporativo distinto de comerciantes a larga distancia que intercambiaban
por cuenta propia, movidos por la ganancia en la sociedad azteca. Ellos le servan al Estado como espas,
emisarios y embajadores, a cambio de lo cual ste les protega y conceda privilegios.
(25) Despus de haber presentado este texto, Frank Salomon llam mi atencin sobre su artculo Vertical Politics
on the Inka Frontier (1986), en donde lleg a la misma conclusin de modo independiente.
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