Rio Andarax
Rio Andarax
Rio Andarax
Andarax
Ro Andarax.
Agencia Andaluza del Agua. Consejera de Medio Ambiente. Junta de Andaluca.
Consejero de Medio Ambiente: Jos Juan Daz Trillo.
Viceconsejero de Medio Ambiente: Juan Jess Jimnez Martn.
Director Gerente de la Agencia Andaluza del Agua: Juan Paniagua Daz.
Directora General de Planificacin y Participacin: Isabel Comas Rengifo.
Direccin Facultativa: Jos M Fernndez-Palacios Carmona.
Coordinacin Editorial: Margarita Martnez Acevedo, Sacramento Usero Piernas.
Coordinacin Cientfica: Antonio Castro Martnez, ngel Fernndez Corts, Isaac Francs Herrera,
Juan Gisbert Gallego y Sara Jorreto Zaguirre.
Ilustraciones: Guillermo Gruber y Ricardo Gruber.
Diseo Grfico: Fcil e Ingenioso.
de la presente edicin: 2010, Agencia Andaluza del Agua. Consejera de Medio Ambiente. Junta de Andaluca.
de textos, fotografas e ilustraciones: los autores. Excepto foto de la pgina 256 de Agencia Andaluza del Agua.
Consejera de Medio Ambiente. Junta de Andaluca.
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin escrita del titular del copyright bajo las sanciones
establecidas en las leyes, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento,
comprendidas las reprografas y el tratamiento informtico y la distribucin de ejemplares de ella, mediante
alquiler o prstamo pblico.
Depsito Legal:
ISBN: 978-84-92807-46-8
Ro
Andarax
Ro Andarax
Presentacin
Los ros, all por donde pasan, nos traen y llevan la vida. Tanto es as que son vas de civilizacin y de comunicacin,
articulan los territorios por donde discurren y constituyen autnticos hitos de la identidad de sus habitantes con
respecto al medio que habitan. Por estos motivos los cursos fluviales nos ofrecen la oportunidad de desgranar,
en un discurso coherente bajo la mirada del agua, las complejas relaciones entre naturaleza, historia y cultura
que tienen lugar en un mismo espacio fsico. Reconocer y valorar los principales ros andaluces afirmando la
singularidad propia de cada uno de ellos en la configuracin del territorio es, precisamente, el objeto de esta
iniciativa editorial de monografas que tras la aparicin de las dedicadas al Guadalquivir y el Barbate tiene en
sta del Andarax su tercera entrega.
El Andarax es el ro que mejor ilustra la historia y los contrastes del agua en Almera. Una provincia sorprendente
que ha hecho de la necesidad virtud, pues a pesar de la anomala hdrica que padece ha sido capaz de edificar
un emporio de riqueza sustentado en el agua. El Andarax nace como torrente de deshielos en un ambiente alpino
a las faldas del pico Almirez, en Sierra Nevada oriental. En su descenso al valle, conforme se consolidan sus
aprovechamientos, se torna en un curso intermitente propio de nuestro entorno mediterrneo para, finalmente,
quedar como una rambla de apariencia sahariana, en la que el discurrir oculto y subterrneo de sus aguas se
alumbra en la feracidad de su huerta.
Ro Andarax
Torrente impetuoso, curso estacional, rambla reseca Un ro a contracorriente que va de ms a menos mientras
extiende su hlito de vida en una historia nica e irrepetible que fue capaz de crear hace cinco milenios, en Los
Millares, uno de los focos culturales ms importante del occidente mediterrneo en la Antigedad. Desde entonces
hasta ahora, en este mismo territorio se han venido sucediendo, en un escenario de actores y paisajes cambiantes,
un sinfn de episodios e historias en las que el agua sigue desempeando el papel protagonista.
En nuestros das gestionar los recursos hdricos resulta una labor compleja y difcil que debe fundamentarse en
el conocimiento y la participacin ciudadana, dos exigencias bsicas contenidas en la Directiva Marco de Aguas.
En el Andarax, a travs del proyecto ALTAGUAX, en colaboracin con la UNESCO-IHE estamos acometiendo una
iniciativa, de gran inters, de bsqueda participativa de alternativas de gestin de los recursos hdricos de su
cuenca. Con esta obra esperamos contribuir al conocimiento del ro Andarax, el ro de Almera, para acercarlo a los
ciudadanos y para que, en definitiva, lo sientan cada vez ms suyo, algo que, a fin de cuentas, es la mejor garanta
para respetarlo y conservarlo.
ndice
INTRODUCCIN
El Andarax: una singularidad del sureste } 8
Valeriano Snchez Rams
I. EL RO Y SUS POBLADORES
1. Historia del Andarax } 32
Julin Pablo Daz Lpez
2. Los Millares } 44
Juan Antonio Cmara Serrano
Fernando Molina Gonzlez
Hallazgos arqueolgicos en el Andarax } 52
Lorenzo Cara Barrionuevo
3. Territorio y poblamiento } 54
Andrs Garca Lorca
El ro que se hizo camino } 64
Domingo Cullar Villar
4. Toponimia del ro de Almera } 68
Dolores Segura del Pino
5. Arquitectura tradicional } 76
Alfonso Ruiz Garca
Juan Antonio Muz Muoz
6. Hijos del Valle del Andarax } 86
Mara Carmen Amate Garca
Autores
Alcaraz Segura, Domingo
Investigador Postdoctoral. Universidad de Almera.
Amate Garca, Mara Carmen
Instituto de Estudios Almerienses.
Cabello Piar, Javier
Profesor Titular. Universidad de Almera.
Cmara Serrano, Juan Antonio
Profesor Titular. Departamento de Prehistoria y Arqueologa.
Universidad de Granada.
Cnovas Fernndez, Antonio Francisco
Ingeniero Tcnico Agrcola. Consejera de Agricultura y Pesca.
Delegacin Provincial de Almera. Junta de Andaluca.
Caparrs Lorenzo, Rodolfo
Gegrafo y Urbanista. Consultor de Desarrollo Territorial.
Capel Molina, Jos Jaime
Catedrtico. Universidad de Almera.
Cara Barrionuevo, Lorenzo
Arquelogo. Investigador del Centro Virgitano de Estudios
Histricos.
Castro Martnez, Antonio J.
Investigador postdoctoral. Universidad de Almera.
Castro Nogueira, Hermelindo
Director del Centro Andaluz para la Evaluacin y el
Seguimiento del Cambio Global (CAESCG), UAL. Presidente de
Europarc-Espaa.
Cullar Villar, Domingo
Fundacin de los Ferrocarriles Espaoles y Universidad
Autnoma de Madrid.
Cueto Romero, Miguel
Profesor Titular. Universidad de Almera.
Daz Lpez, Julin Pablo
Doctor en Historia. Grupo de Investigacin Surclo. Universidad
de Almera.
Dez Garretas, Blanca
Profesora Titular. Departamento de Biologa Vegetal.
Universidad de Mlaga.
Fernndez Maas, Ignacio M.
Historiador del cine.
Ferre Bueno, Emilio
Catedrtico de Geografa Fsica. Universidad de Mlaga.
Francs Herrera, Isaac
Gegrafo. Departamento de Hidrogeologa. Universidad de
Almera (UAL).
Garca Lorca, Andrs
Profesor de Anlisis Geogrfico Regional. Universidad de
Almera.
Garca Mora, Mara del Rosario
Direccin General RENPA. Consejera de Medio Ambiente. Junta
de Andaluca.
Gil de Carrasco, Carlos
Profesor Titular. Universidad de Almera.
Gisbert Gallego, Juan
Doctor en Geologa. Departamento de Hidrogeologa. UAL.
Introduccin
Ro Andarax
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Ro Andarax
El Andarax es, sin ningn gnero de duda, un valle singular dentro del sureste espaol.
Su conformacin morfolgica y humana lo particularizan hasta hacerlo original dentro
del propio espacio almeriense. Ubicado al sur de la Cordillera Penibtica, dentro del mbito del sureste ibrico, conforma una comarca natural e histrica claramente conectada
con el Mar Mediterrneo. El curso fluvial, proverbial en matices, es el hilo conductor
que intercambia pluralidad de esencias entre los valles encajados del interior y las llanas
tierras de su desembocadura. Salpicado de terrazgos sin par, constituidos por minsculos
bancales colgados en las umbras serranas y soleadas vegas litorales, pasando por huertas de naranjos y limoneros.
En este conglomerado labranto, la marcada lnea azul de sus aguas, as como las de
varias ramblas, subraya la personalidad de esta comarca, enmarcada por las inmensas
moles ptreas de Sierra de los Filabres y de Baza, as como la imponente Sierra Nevada,
pasando por la no menos bella e importante Sierra de Gdor. En esta visin altitudinal
del espacio, descubrimos una dimensin nueva, ms agreste, aunque no por ello deja de
estar interrelacionada con su fondo, constituyendo un bagaje, antiguo y certero, desde
pocas muy antiguas. Es indiscutible que, en esta bella tierra, el hombre ha sabido convivir desde pocas pretritas con un medio que le era cmodo. Es pues, en su antropizacin, donde encontramos un tercer matiz no menos importante para definir a grandes
rasgos las principales lneas que hacen latir las tierras del Andarax.
El hombre, a lo largo de la historia, ha buscado delimitar este espacio fluvial, demarcando un territorio que, a diferencia de otras tierras, viene en coincidir con sus lmites
naturales. Es una constante, prcticamente desde pocas nasrs, que prcticamente todo
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Ro Andarax
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Ro Andarax
Fue lo que viene a llamarse Edad del Plomo, cuando la Sierra de Gdor comenz a
aumentar su produccin, sobre todo gracias a las exigencias de las fundiciones reales de
Presidio (Fuente Victoria) y Alcora (Canjyar).
Fue ms tarde, ya en la primera mitad del siglo XIX -en plena madurez de la Revolucin
Industrial-, cuando esta minera se integrara en el mercado internacional, tanto que la
produccin plomera de esta zona lleg a regular su precio a nivel mundial. Posteriormente vendra una nueva fiebre de pozos mineros, en esta ocasin en la ladera opuesta
del valle; fue el turno de la Edad del Hierro, explotando las famosas cuestas o lomas
de Sierra Nevada. Fruto de ambas edades qued la imagen de minero rico, opulento y
despilfarrador, que llen de lujosas viviendas las localidades donde estuvo, verdaderas
maravillas de la arquitectura del siglo XVIII, como es el caso de Fondn, o del XIX, como
en Paterna o Canjyar. Tambin es cierto que la sierra se llen de pozos, galeras y precipicios, al igual que de mquinas, malacates, chimeneas, hornos y boliches dignos de la
mejor arqueologa industrial que hoy da tanto nos maravillan.
En el amplio espacio del Andarax tambin es caracterstica su climatologa, propia del
clima mediterrneo: las pauperizadas precipitaciones. Hecha esta precisin, no obstante,
tambin es cierto que la plural orografa permite generar no pocos mbitos que generan
una distribucin pluvial que permite establecer una gradacin que ira desde las concentraciones serranas hasta la costa surestina. As, el sector litoral, con precipitaciones muy
bajas en torno al Bajo Andarax y Campo de Tabernas, las depresiones interiores (Sierra
Alhamilla y Medio Andarax), con algo ms de precipitaciones, el sector continental (cursos altos del ro Andarax y Nacimiento), que puede llegar a alcanzar hasta los 450 mm y,
en ltimo lugar, algunas reas ms lluviosas, identificadas en las cimas de las sierras de
Gdor, Filabres y Nevada, en donde pueden superar los 600 mm.
Otra caracterstica de su clima, propia tambin del mediterrneo, es la estacionalidad,
que encuentra en otoo y primavera sus mximos de lluvia, y en el verano su estacin
seca. No obstante, y debido nuevamente a la orografa, se debe precisar que en el curso
alto de los ros Andarax y su afluente, el Nacimiento, sus precipitaciones mximas se
desplazan al invierno. Las pocas de precipitaciones dejan notar, casi siempre, fenomenologas propias de las gotas fras, provocando modelos de grandes lluvias que, afortunadamente, son escasos los aos en los que actan. Ha de entenderse que esta intensidad
de lluvias se caracteriza por la cada de grandes gotas de agua que pronto se transforman
en un enorme teln lluvioso. Las ramblas, desatadas en avenida, hacen su agosto en
una tierra sufrida; de manera que llover mucho en una tierra rida puede ser peor que
que no lo hiciera. Viene bien recordar la copla popular que -mejor que nadie- define la
fenomenologa:
Qu sequa, mare ma!
y de pronto, llueve a mares
arrancndonos las tierras
y dejando los pesares
Estos aspectos son muy importantes para definir no solo el devenir de los cursos fluviales de este gran espacio almeriense, sino que tambin fueron muy influyentes histricamente en su comportamiento agrcola. La dificultad para establecer planificaciones
entre aos secos y otros lluviosos, gener no pocas crisis agrarias tpicas de modelos
propios del Antiguo Rgimen. En cuanto a las temperaturas, bsicamente se diferencian
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Ro Andarax
dos reas: una zona baja (valle bajo y rambla de Tabernas), caracterizada por su media
elevada propia de un dominio mediterrneo subdesrtico. Y, de otro, las cabeceras de los
ros Andarax y Nacimiento, cuya continentalidad hace que las medias se suavicen.
Con un terreno y un clima como el descrito, es fcil adivinar la dureza de la red fluvial del Andarax, definible por su rgimen extremado: escaso caudal y fuertes crecidas,
raquticos estiajes y grandes arrastres. La clsica regla de sequa-inundacin es una
constante del Andarax, circunstancia tremendamente marcada para una poblacin subyugada a encontrar enormes dificultades para obtener recursos. Considerada, despus del
ro Almanzora, la cuenca ms importante de la provincia, el Andarax ocupa la cuarta
parte de las tierras almerienses. Su pendiente media y el fuerte proceso erosivo, hacen
que, junto a las filtraciones de las aguas superficiales (producto de una litologa benigna
al fenmeno), se cree una importante red de aguas subterrneas que fueron usadas desde
tiempos antiguos.
El ro Andarax hdricamente se nutre por las Ramblas de Tabernas y Grgal, as como
el Ro Nacimiento, verdaderas venas que comunican desde el litoral al interior. Y es
que el arco, casi perfecto, de este curso fluvial, ntimamente unido a la capital, permite
enlazar zonas singulares desde el Desierto de Tabernas hasta los llanos de Laujar de
Andarax. Su principal afluente, el ro Nacimiento, es un curso que desciende desde
el Collado, en la estacin de Huneja -a ms de 1.100 m- y la entrada en Alboloduy
-a menos de 500 m- en unos 15 m/km. Se trata de un pasillo de transicin fronteriza
-natural y humana- entre los ncleos organizadores del espacio y sus ambientes ridos: Almera, en la cuenca de su ro, martima y mediterrnea, y Guadix, en la alta
Andaluca, interior y atlntica.
Si la escasez e irregularidad son caractersticas comunes del caudal, no menos lo ser
el ingenio de sus pobladores. En 1752, los pobladores de Almera dejaban claro a los
funcionarios reales que redactaban el Catastro cmo la falta de cosechas era debida
as por lo inferior de su calidad (de suelos) como por la ninguna seguridad de sus
riegos, a causa de no haber en esta vega fuente natural para cuando el ro viene continuo, por que las que hay son artificiales y solo cuando el ro viene continuo, que pocas
veces acaece, se trasminan las aguas por las arenas. Y de ellas toman las fuentes que
benefician estos campos habiendo visto los que declaran mucha variedad en ellas por
lo irregular de este Pas. Tales obstculos fueron superados con ingeniosos y antiqusimos sistemas que procuraban crear fuentes ratifcales del tipo de cimbras y zanjas
que, tras embobedarse y volver a enterrarse, recuperaban las filtraciones a travs de los
fondos arenosos. En fn, un alarde de ingeniera hidrulica tradicional digno de elogio
que dice mucho de la cultura popular de esta amplia comarca.
El monte que circundaba esta peculiar comarca es, sin duda, tambin especial; tanto por
su variedad como particularidad. Hoy da se circunscribe a enclaves encaramados en las
cotas ms altas de las montaas, sobre todo en Sierra Nevada, y especialmente en las
cabeceras altas del Ro Nacimiento. Sin duda es el resultado de una evolucin, rpida
y certera, que ha diezmado -como en tantas otras partes de la Pennsula- los bosques.
La presin humana, sobre todo minera en ciertas zonas, ha terminado por constituir un
modelo de paisaje singular. Las cabeceras altas del ro Nacimiento, por ejemplo, que
an hoy resplandecen por sus masas verdes, antao fueron verdaderos vergeles de la
naturaleza. A finales del siglo XVIII, los informes de la Real Marina nos hablan de miles
de encinas, y an ms encinas viejas crecidas, as como otras nuevas. Tanto es as que
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Ro Andarax
en algunas reas de Sierra Nevada aparecan agrupaciones tan espesas que recibieron el
nombre de Montenegro, en alusin directa a cmo eran. En inferior cantidad, tambin
aparecan importantes ncleos de quejigales y bastantes choperas y alamedas, estas ltimas, tanto en sus variedades de lamo blanco como negro. En menor cantidad podan
encontrarse tambin castaos, olmos, sauces, almeces, nogales y fresnos, incluso podan
verse algunas manchas de robles en las cabeceras altas del ro Nacimiento, especialmente
en la umbra de Sierra Nevada.
No cabe duda de que esta riqueza de bosques fue hbilmente aprovechada por el comn
para explotaciones silvcolas, bsicamente para lea (combustible imprescindible para la
vida domstica); plantas medicinales; recolecciones (setas, caracoles) e, incluso, como
recurso cinegtico. En fin, una verdadera despensa para los ms necesitados y el complemento perfecto para las maltrechas economas domsticas, las cuales eran completadas
con los acotamientos especficos del monte para dehesas. Una mera observacin de la
documentacin histrica en este tipo de espacios, nos descubrira cmo en los trminos
circundantes a los municipios del Andarax encontramos una variedad extensa de dehesas que nos hablan de la cabida de una plural economa. En stas podamos encontrar
dehesas boyales, destinada para bueyes, en donde se reservaban las hierbas frescas para
estos bvidos tan necesarios para la labranza. Por supuesto con sus variedades de toriles,
para las reses ms pequeas, o las dehesas carniceras, enteramente destinadas a apacentar ganado para suministro crnico. Tambin podamos encontrar cotos, en donde lo ms
comn era situar el ganado de cerda que, con el conveniente vareado de bellota, constitua un suministro fundamental para este animal tan importante en la vida cotidiana de
los vecinos. Por ltimo, los ejidos, donde el vecindario pastaba con sus pequeos hatos
ganados y/o sembraba o recoga frutos.
A principios del siglo XIX la presin demogrfica terminara diezmando el bosque en las
cabeceras altas del ro Nacimiento, fruto de las roturaciones masivas para la puesta del
cultivo de cereal, sobre todo, y tambin para ganar pastos ganaderos. Pero es, sin duda,
en la cuenca del ro Andarax donde se produjo la tala masiva del rico encinar de las sierras Nevada y, en especial, de Gdor. En esta rea no fue tanto la ampliacin del labranto sino la presin de la minera. Necesitada de combustible para los boliches primero, y
ms tarde para los hornos de fundicin, el arbolado fue diezmndose por momentos. Las
fbricas de fundicin de Alcora y Presidio, ya desde el siglo XVIII, y ms tarde los fundidores decimonnicos, cual hacha certera, terminaron por raer la tierra. De los 116.200
pies de arbolado que tena Canjyar en 1750, a mediados del siglo XIX quedaron en tan
solo 2.600 pies, por ejemplo. Jos de Echegaray, aos despus Premio Nobel de literatura,
estuvo a mediados de siglo en Almera y Murcia para realizar una memoria sobre las
causas de la sequa. Fruto de sus anlisis, en 1851 escribi:
Ha ms de un siglo se hacen en grande escala y en muchos pases extensos
desmontes; pero sobre todo en las provincias de que hablamos han llevado
hasta el mayor extremo este desafuero
Durante el siglo XX, las polticas de reforestacin tratan de esconder la vergenza de la
desnudez del medio. Actualmente el histrico encinar est siendo sustituido por especie
de rpido crecimiento, con intencin de elevar la tasa de recubrimiento del suelo. Son los
nuevos paisajes del pinar, tambin llenos de conflictos nuevos, con incendios y nuevos
planteamientos de explotacin. Por encima de todos ellos las nuevas medidas protectoras
que, cual Auditora de Marina de Antao, el Parque Nacional de Sierra de Nevada trata
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Ro Andarax
A lo largo del cauce del Andarax se disponen numerosas infraestructuras hidrulicas para el desvo y
aprovechamiento del agua, como esta cimbra en las proximidades de Fondn.
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propio significado, convirtindose intrnsecamente en una sea de identidad del territorio, mucho ms por encontrarnos en el deficitario espacio sur-este.
El acequiado requiri del alarde ingeniero para sortear barrancos, alturas o desniveles,
surgiendo una serie de construcciones singulares que van desde acueductos, arcos, puentes, sifones, etc. que son una verdadera delicia observar como homenaje a la arqueologa
popular. Por supuesto, el preciado lquido requiri modelos de almacenaje especiales,
surgiendo por doquier albercas, albercones, balsas, piscinas, etc. que procuraron prolongar, un poco ms, los beneficios de tan singular riqueza. Las fuentes, manantiales y veneros de agua fueron rpidamente intervenidos con obras que los mejoraban en pilares,
pilones, abrevaderos, etc., as como galeras (algunas tan maravillosas como las yemenes
del tipo qanat). Al igual ocurra con las captaciones de los ros del Andarax, en donde
proliferaron pantanetas, presas y represas, boqueras y algn que otro azud. Incluso llegaron a revelarse contra la propia gravedad, buscando frmulas ingeniosas para elevar
el agua a tierras superiores a la cota donde naca el agua, apareciendo norias -en todas
sus variantes, incluida la de sangre- y algn que otro ingenio elevador.
El agua fue, sin duda, mucho ms que agricultura en esta comarca, pues tambin era
fuente de energa para mover la industria de transformacin que necesitaba la agricultura: prensas hidrulicas de almazaras y molinos para moler aceituna y granos, respectivamente; batanes para curtir pieles; algn que otro martinete para trabajar el metal en
herreras; as como otros artilugios de diversa ndole. Tampoco falt quien usase el agua
con un carcter higinico-social, pues son muchas las referencias y restos dedicados al
daimuz o darmuz, edificaciones musulmanas que, a modo de bao, eran algo ms que
un lugar de sociabilidad pues tenan sus ritos y preceptos. Ni qu decir tiene que por sus
cualidades teraputicas, as como por su continuidad en el tiempo, sobresale Alhama, cuyas aguas pasaron desde los baos romanos hasta su moderno balneario. Y, por supuesto,
los pilones, pilares, fuentes y dems surtidores de agua que, para servicio domstico, proliferan por doquier en este extenso paisaje almeriense. Llenos de encanto, inundados de
historia, repletos de historias, lugares de encuentro social donde llenar un jarro de agua
o un cntaro se converta en todo un evento a veces adornado de encanto y galanteo.
Pero, sin duda, el ms maravilloso adelanto hidrulico de esta vasta regin fue el gobierno de sus aguas, verdadero estatuto que regulaba un orden de un recurso, el preciado
lquido, para complementar a otro recurso, la tierra. Organizar el regado, esto es el turno
de riego de cada predio, en funcin de un tiempo de anegacin y en un periodo rotativo
peridico, maravilla todava hoy. Las famosas dwlas musulmanas, posteriormente denominadas tandas, son un canto al comunitarismo agrario y que, no en balde, en muchos
estudios llegan a acuar el trmino del comunismo del agua, en razn al obsesivo peso
del turnismo en el riego y la ley consuetudinaria que lo regula. Sabiamente administradas por alcaldes de aguas, y trabajadas por regadores o acequieros, fue el mantenedor
de una riqueza durante siglos. Incluso se mantuvo en el rea de las laderas de Sierra
Nevada un curiossimo sistema de riego denominado Careos, por el cual se recogan en
acequias las aguas del deshielo de las nieves y servan para regar, literalmente, el monte.
Con ello no hacan sino nutrir los veneros de las fuentes que brotaban ladera abajo, en
una hbil muestra de sabidura popular que ha llegado a nuestros das en localidades
como Ohanes.
Hoy da, la extensin agrcola, mucho ms all de las previsiones tradicionales, as como
el agotamiento de ciertas fuentes, ha hecho que este sistema de riego a manta haya que-
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Ro Andarax
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Ro Andarax
El valle del ro Andarax desde las proximidades de Beires. A derecha e izquierda respectivamente se
observan las estribaciones de la sierras de Gdor y Nevada. Al fondo, la sierra de Cabo de Gata.
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Ro Andarax
dado obsoleto. Modernos modelos irrigatorios, derivados en muchos casos de la agricultura tecnolgica forzada bajo plstico, se han introducido con fuerza en la comarca, demandando modelos innovadores de comunidades de regantes. Esta nueva realidad es un
aval de futuro y, cmo no, un reto para todos los vecinos que en estas tierras se asientan.
El uso y abuso, a veces incontrolado, de un recurso tan escaso y vital para esta comarca
histrica -tal y como demuestran los estudios especficos- ha generado planteamientos
interesantsimos, incluso, sobre modelos de reuso del agua. Son, en definitiva, modelos
evolutivos de la vieja y milenaria historia de estas tierras del Andarax y su vinculacin
hidrulica.
El terrazgo de secano, pese a su menor rendimiento econmico, histricamente fue la
nica posibilidad de crecimiento para una comarca que no poda mejorar los aportes de
agua. Desde esta ptica, si el regado era la joya de la corona en el Andarax, no menos
lo eran los secanos por ser la nica salida viable a sus pobladores, al menos hasta que la
tecnologa hidrulica permitiera otros razonamientos. Es de destacar que, a lo largo de
la historia, no hubo una correlacin entre extensin del trmino municipal y superficie
de secanos. Los factores que se desencadenaron impusieron causas ms ciertas, como
la demanda real o potencial de una poblacin creciente, la disponibilidad de mano de
obra y de terrenos roturables por su calidad. Los cultivos ms comunes en el siglo XVIII
fueron los cereales, tanto trigo como cebada, y un poco de via, elementos propios de la
triloga mediterrnea. El centeno tambin se dio, aunque en secarrales de peor calidad.
Un cultivo histrico muy interesante, hoy ya perdido, fue la barrilla, planta salitrosa con
cuyas cenizas se extraa la sosa para fabricar jabn. Con diferentes variedades, como el
gazul, su extensin fue importante en pocas preindustriales, quedando retrada a partir
de la introduccin de productos qumicos.
Junto a los cultivos herbceos, el secano de la comarca experiment tambin importantes siembras de vidueo y, en los ltimos tiempos, como consecuencia de los mediocres
rendimientos de las anteriores siembras, se difundieron plantas arbreas, en especial el
almendro. Los bajos costos y una abundante mano de obra permitieron que el almendral
proliferara de forma espectacular en el secano del Andarax, si bien con resultados muy
escasos. La alternancia demasiado frecuente de aos buenos intercalados con malos -en
funcin de las irregularidades pluviomtricas interanuales- fue la causa principal de reiterados fracasos que terminaron por abandonar este mbito y concentrar sus esfuerzos
en el regado o en la emigracin. El almendro fue un cultivo que tuvo en la dcada de
1960 y 1970 un alza importante en este territorio, debido a los incentivos de las polticas
ministeriales. Sin embargo, las medias de produccin estaban por debajo de la nacional,
y siempre sujetos a fluctuaciones, siendo predominio de las variedades de almendra
corta. Otro cultivo arbreo importante en el secarral del Andarax es la omnipresente
higuera, aunque sin apreciarse una produccin superior que sea el consumo local. Por
ltimo, tambin es resaltable la presencia del olivar, generalmente cultivado en las partes
superiores al ro, aunque igualmente tampoco mantuvo histricamente un rendimiento
digno de mencin.
Llama la atencin que la mayora de los principales ncleos del Andarax se encuentran
en pisos con altitud y stos, por lo general, en las partes de menor superficie. Aunque es
cierto que la mayora de las poblaciones no superan cotas superiores a los 800 m, y en la
mayora de los casos en las solanas serranas, es de advertir que su localizacin altitudinal
obedece a alguna razn. No cabe duda de que la sierra como tal ofrece recursos y, sobre
todo, agua, mientras que los valles permiten superficies propias para el regado y la co-
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Ro Andarax
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Ro Andarax
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Ro Andarax
rax, cuyo nombre es el Valle de la Vida, una vida en la que la propia realeza se quiso
quedar y en la que tambin se supo buscar una paz en un territorio que es excelencia de
una historia y un paisaje, fsico y humano, simpar.
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Ro Andarax
CUENCA DEL
RO ANDARAX
PROVINCIA
DE GRANADA
EL RAPOSO
PROVINCIA DE ALMERA
FIANA
HUNEJA
ABLA
OLULA
DE CASTRO
DOA
MARA
GRGAL
NACIMIENTO
VELEFIQUE
SENS
CASTRO
DE
FILABRES
ABRUCENA
TABERNAS
OHANES
LAUJAR
DE ANDARAX
TURRILLA
BEIRES
ALSODUX
CANJYAR
TERQUE
RGOL
PADULES
FONDN
SANTA
CRUZ
ALBOLODUY
ALMCITA
ALHABIA
SANTA FE
DE MONDJAR
LLAR
INSTINCIN
RIOJA
ALHAMA
HUCIJA DE ALMERA
GDOR
PECHINA
BENAHADUX
BENTARIQUE
ALICN
HURCAL DE ALMERA
VIATOR
ALMERA
Mar Mediterneo
Ro Andarax
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El Ro
Y SUS POBLADORES
Ro Andarax
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Sierra Nevada es la columna vertebral de los dos ejes principales del valle, situado entre el cauce del
Andarax, al sur, y el del Nacimiento, al norte. Presenta un relieve fuertemente compartimentado, como
puede observarse en esta vista del pico del Almirez desde Las Rozas (Abrucena), con una de las raras
nevadas del invierno. Foto: Julian Pablo Daz Lpez.
ISTORIA
DEL ANDARAX
Ro Andarax
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Ro Andarax
El ro en la Antigedad
Durante los tiempos denominados prehistricos, la investigacin ha documentado que
tanto el ro Andarax como sus afluentes principales llevaban una corriente de agua regular y continua. Con precipitaciones similares a las actuales, la dbil accin antrpica
mantena una vegetacin mucho ms frondosa que la actual, con bosques de galera en
el Andarax y en el pasillo de Tabernas, as como un monte bajo de matorral leoso con
importantes zonas abiertas y bosques de hoja perenne en las laderas de las sierras de Gdor, Alhamilla y Filabres. Si bien no se conocen yacimientos de los tiempos paleolticos,
a comienzos del tercer milenio antes de Cristo se han estudiado los primeros asentamientos estables en el Campo de Tabernas, bajo Andarax y Campo de Njar. Pequeas aldeas
con economa agrcola y pastoril basada en el cultivo de cereales en secano extensivo y
rebaos de ovino y caprino que pastaran en los alrededores de los ncleos habitados.
A lo largo de los primeros siglos del tercer milenio se produjo un aumento demogrfico
importante favorecido por un mejor conocimiento del medio y de las tcnicas agrcolas
y ganaderas. Un hecho que gener la ocupacin del territorio por numerosos poblados,
algunos de ellos de tamao tan considerable como Los Millares y en los que la poblacin permanecer estable durante mucho tiempo. Localizados sobre espolones llanos
junto a los ros y ramblas, amurallados y con una necrpolis megaltica en el exterior
con sepulcros de tipo tholoi. En el interior se distribuyen las cabaas de forma oval o
redonda, construidas con un zcalo de mampostera sobre el que se apoyan paredes de
adobe y techumbre de ramas y barro. En estos momentos, como se ha documentado en
las excavaciones de Los Millares, se perfeccionan las tcnicas de cultivo, se diversifica
el sistema cereal, se mejora la ganadera (que aprovecha los rastrojos de los campos de
cultivo), florecen las tcnicas artesanales y se comienza a emplear la metalurgia del cobre
de forma autctona con toda seguridad.
La cultura argrica del II milenio est documentada en los yacimientos de Los Peones
(Tabernas), del Cerro Fuerte (Rioja), en el Cerro de El Rayo y, sobre todo, en el del Cerro de
34
Ro Andarax
Enmedio (Pechina). Los asentamientos se sitan sobre cerros escarpados en cuyas laderas
se adaptan las construcciones de viviendas. El bronce final est representado en el valle
por la zona arqueolgica del Pen de la Reina en Alboloduy. La presencia romana fue
muy desigual, concentrndose en el valle bajo del ro. La actividad se centr, sobre todo,
en la explotacin de las riquezas naturales y en una ocupacin extensiva del territorio
agrcola, alrededor de unas pocas ciudades. Por tanto, las infraestructuras resultantes
eran muy escasas: un conjunto de pequeas instalaciones hidrulicas, una mnima red
viaria en relativo buen estado y algunas instalaciones costeras. En las sierras la actividad
minera desforest amplias zonas de bosque, y las actividades agrcolas en las laderas
aumentaron de forma intensa una erosin que termin por colmatar la depresin costera
hasta lmites similares a los actuales. La agricultura, al basarse en el cultivo extensivo de
las tres producciones caractersticamente mediterrneas (vid, olivo y cereal), demandaba
un escaso acondicionamiento territorial y el empleo de mano de obra, esclava primero
y servil despus. La ingeniera hidrulica se orient al abastecimiento de las ciudades,
como por ejemplo, la tajea que en El Chuche estuvo en funcionamiento al menos hasta
el siglo XI y que se empleaba para el abastecimiento de Urci.
35
Ro Andarax
36
Las tres comarcas fundamentales del valle presentaban caracteres diferentes en cuanto
al origen de su poblamiento y la organizacin de los recursos. En primer trmino, la
Alpujarra almeriense presentaba una intensa colonizacin andalus que la convirti en
la zona ms poblada y rica del Reino de Granada, con permetros de riego de extensin
media, mtodos de captacin de agua muy diversificados con escasa importancia del
secano; con ncleos de poblamiento y sistemas de fortificacin jerarquizados (Paterna,
Marchena, Fondn, Padules, Hucija, llar). En segundo lugar, el valle del Ro Nacimiento
y el bajo Andarax, con municipios y villas de origen romano (Abla, Pechina, Fiana),
otros originados como ventas en los caminos (Tabernas), y una menor presencia de ncleos de origen rabe (Benahadux, Grgal), en los que el regado se estableca a partir
de sistemas longitudinales sucesivos y superpuestos, con boqueras. Adems, la presencia
de la ciudad de Almera determin la creacin de una estructura defensiva compleja en
ella y la construccin de fortalezas en Fiana y Tabernas para protegerla al controlar las
dos vas de comunicacin principales. En tercer lugar, la ladera sur de Filabres presenta
topnimos de origen exclusivamente rabe (Velefique), intensificacin del poblamiento
en poca tarda, pequeas fortificaciones defensivas, permetros irrigados poco extensos
con sistemas de pequea hidrulica y gran extensin de las terrazas de secano.
Las penosas condiciones fsicas y la compartimentacin del relieve tuvieron consecuencias
importantes en la estructura viaria. Continuaban en uso las grandes vas construidas en
poca romana: la que comunicaba Almera con Guadix a travs de Mondjar, Marchena,
Abla y Fiana; y la que llegaba hasta Vera camino de Murcia por Tabernas. Los habitantes
del Andarax basaron toda la estructura productiva en el aprovechamiento hasta el lmite
de los recursos hdricos disponibles, creando un paisaje caracterstico como resultado de la
Ro Andarax
Artesonado de la iglesia de
Fiana: el ejemplo mejor
conservado de las iglesias
construidas en la poca
morisca, en el siglo XVI. Foto:
Julian Pablo Daz Lpez.
37
Ro Andarax
38
Ro Andarax
411
246
450
291
386
171
a los cauces de los ros y ramblas con suelos cada vez ms raquticos, con necesidad de
aportes cada vez ms importantes de mano de obra y manteniendo tcnicas de cultivo
tradicionales con escasos aportes de abonos de origen exclusivamente animal, generar
una importante cada en los rendimientos.
En cuanto a las especies cultivadas, destaca el afianzamiento de la triloga mediterrnea
(cereales, vid y olivo), aunque con una distribucin heterognea en las tierras del valle. Los
cultivos cerealistas, con una produccin anual e incluso con rotaciones que llegan hasta
los cinco aos de descanso, aparecen en todos los pueblos, tanto en regado como en secano. Es importante la produccin de cebada, puesto que al trigo nicamente se dedican las
mejores tierras. El maz se cultiva como una segunda cosecha de verano, generalmente cosechado en verde para alimentacin del ganado, en los fondos de los valles mejor regados
y en las mejores parcelas, las nicas que permiten introducir esta sobreproduccin. La vid
se extenda fundamentalmente por el cauce medio y alto (desde Alhama hasta Laujar), as
como en los pueblos del curso alto del ro Nacimiento, especialmente en Fiana, cultivada
en microparcelas, en los alrededores de los pueblos, tanto en secano como en regado. Es
interesante sealar la presencia de su cultivo en parrales en los alrededores de Hucija, en
la taha de Marchena. En cuanto al olivo, sus mayores densidades se encuentran en el valle
bajo del Andarax, desde Santa Fe hasta la vega de Almera. Si el cultivo del cereal y de la
vid estaba directamente relacionado con el consumo interno de las poblaciones del valle o
de las comarcas de los alrededores, la produccin de aceite estaba claramente vinculada a
la presencia de marchantes que lo comerciaban fuera del territorio. Es importante poner de
relieve que las huertas, que se mantienen junto a las casas en los ncleos habitados, han
perdido su otrora peso relativo en la economa de la comarca.
39
Ro Andarax
El siglo XIX
Durante la primera mitad del siglo XIX la economa almeriense y, por ende, el paisaje
del valle del Andarax van a sufrir cambios espectaculares. El boom minero de la primera
mitad del siglo gener un crecimiento demogrfico cuyo ndice se acercaba al doble de
la media nacional en la primera mitad del siglo, pero que se ralentiz de forma moderada
en la segunda. Ello supuso un desarrollo urbano importante tanto de la ciudad de Almera, que se convirti en capital provincial a partir de la reforma territorial de 1834, como
de los dems ncleos habitados, as como de las cortijadas dispersas. El fuerte incremento de la poblacin dej una impronta perdurable desde los puntos de vista ecolgico,
econmico y social. En un entorno medioambiental extremadamente frgil y con una
economa con escasos intercambios exteriores debido a la escasez de comunicaciones,
el abastecimiento de esta poblacin creciente y las necesidades energticas generaron
un avance espectacular de las roturaciones que desarm de su cubierta vegetal natural
a amplias zonas del valle y potenci unas talas abusivas que terminaron prcticamente
con la riqueza forestal del territorio.
Las fuertes inversiones de mano de obra necesarias para poner en cultivo mediante
aterrazamientos y balates laderas imposibles en las zonas ms escarpadas del valle del
Andarax quedan patentes en los restos de parcelas actualmente abandonadas, as como
en la creacin de sociedades privadas para gestionar las infraestructuras hidrulicas,
como la Buena Unin, propietaria del cauce de Viator a El Alquin; en la construccin
de defensas que protegan los fondos de los valles de la violencia espordica de las aguas
de las ramblas; en el desarrollo complejo de la red de acequias preexistente en los ltimos
tiempos del Antiguo Rgimen, e incluso en intentos de poner en explotacin obras de
gran hidrulica como el pantano de Njar a mediados de siglo.
Desde los aos veinte la uva de embarque procedente primero de Ohanes y poco despus
de los pueblos del valle medio va a irrumpir en el comercio de exportacin. Primero con
unos pocos canastos y con un incremento progresivo, las cifras se mantuvieron por debajo de las 5.000 toneladas hasta 1880. En este momento el cultivo se extendi a todo el
valle del Andarax, saltando a Dalas y Berja e incrementando las exportaciones hasta las
15 20.000 toneladas anuales, ms de la mitad destinadas al mercado ingls. El fuerte
incremento coincidi con la crisis de la filoxera que arruin todo el viedo tradicional
almeriense. Los agricultores de la comarca supieron combatir rpidamente la plaga introduciendo pies resistentes de procedencia americana.
40
Ro Andarax
El siglo XX
El apogeo de la agricultura parralera y de las exportaciones de uva permiti a la poblacin del valle del Andarax experimentar un ligero incremento en la primera dcada del
siglo, que se fren de forma drstica durante la Gran Guerra debido a las dificultades en
los mercados para la agricultura comercial. La sangra demogrfica del valle y de la ladera sur de la sierra de Filabres es constante a lo largo de todo el siglo, pero va a adquirir
tintes de tragedia desde los aos sesenta debido al auge de la emigracin hacia la capital,
el poniente almeriense, Catalua y diversos pases europeos. nicamente en la ltima
dcada parece haberse invertido esa tendencia debido a los inicios de una inmigracin
cada vez ms constante.
La estructura econmica del valle a lo largo del siglo ha pivotado desde la fuerte implantacin de la uva como monocultivo a su progresiva sustitucin a partir de los aos
veinte en el valle medio y bajo por el naranjo; una escasa produccin minera, de la que
el coto de Grgal es el ms significativo; hasta un abandono casi total de los cultivos
en los aos sesenta. Desde los ltimos aos del siglo se abren con ms o menos xito
algunas tendencias que pueden servir de base a una revitalizacin de la economa de la
comarca: el turismo rural, la construccin, la agricultura de fin de semana, los cultivos
forzados bajo plstico y la recuperacin del cultivo tradicional de la vid y el olivo. Todo
ello desde una sensible mejora de las comunicaciones. El turismo est ligado a las excursiones de fin de semana y al atractivo paisajstico de La Alpujarra. El abandono de
las dcadas anteriores ha conservado lugares casi vrgenes en las cabeceras de los ros
y arroyos de las laderas sur de Sierra Nevada y norte de la Sierra de Gdor que llaman
la atencin de las jvenes generaciones nacidas en el mundo urbano. La construccin,
auspiciada por la demanda de segundas residencias en los municipios ms tpicamente
alpujarreos (Ohanes, Fondn...) y por el fuerte incremento de los precios de la vivienda
en los ms prximos a la ciudad (Gdor, Rioja, Pechina, Hurcal, Viator...), ha generado
un crecimiento tan desorbitado que pone en peligro la sostenibilidad y las peculiaridades
de algunos de ellos. Otro fenmeno importante, aunque de escaso valor econmico y
poblacional, ha sido la agricultura de fin de semana. La mejora de la calidad de vida en
Arriba, durante el siglo XVIII
la ampliacin del terreno
cultivado hizo necesaria la
construccin de obras de
pequea hidrulica como el
acueducto y el molino de las
Juntas o de los Arcos (Abla).
Foto: Julian Pablo Daz Lpez.
Izquierda, hasta la Primera
Guerra Mundial en el puerto
de Almera se embarcaban
miles de barriles de uva. Foto:
Hemeroteca Sofa Moreno
Garrido. Diputacin Provincial
de Almera.
41
Ro Andarax
En la fotografa area de
Fondn se puede observar el
cauce del ro Andarax con el
mantenimiento de los cultivos
tradicionales de huerta en sus
mrgenes, el olivo y la vid en las
zonas ms marginales, y, sobre
todo, el importante crecimiento
urbano experimentado por
este ncleo alpujarreo en
los ltimos aos paralelo a la
mejora de las comunicaciones.
Foto: Cristbal Bosquet.
Inicio de la Cultura
de los Millares
42
Primeros asentamientos en el
Campo de Tabernas, Bajo Andarax
y Campo de Njar
1000 a.C.
2000 a.C.
3000 a.C.
955: fundacin de la
ciudad de Almera
1100
1000
Cultura Argrica:
Ro Andarax
SABER MS
ANDJAR CASTILLO F., DAZ LPEZ J. P. y LPEZ ANDRS J. M. (1994): Almera
moderna (siglo XVI-XVIII), Historia de Almera, Vol. IV. Instituto de Estudios
Almerienses, Diputacin Provincial de Almera. Almera.
BARRIOS AGUILERA M. y PEINADO SANTAELLA R. G. (Coords.) (2000): Historia del Reino
de Granada, 3 vols. Universidad de Granada, Fundacin El Legado Andalus. Granada
CARRILERO MILN M. y SUREZ MRQUEZ . (1997): El territorio almeriense en la
Prehistoria. Instituto de Estudios Almerienses, Diputacin Provincial de Almera. Almera.
DAZ LPEZ J. P. (1996): El Valle del Andarax en el siglo XVIII. Propiedad de la tierra
y paisaje agrario en el Catastro de Ensenada. Universidad de Granada. Granada.
1900
1800
1700
1600
1500
1400
1300
1200
1489:
Conquista
cristiana
1920: expansin
del naranjo
1960: crisis de la
agricultura tradicional
1572: llegada
de repobladores
de otros reinos
peninsulares
Intensificacin
del proceso
de extensin
de cultivos
1880: inicio de la expansin
de la produccin uvera
43
Ro Andarax
Vista area de las fortificaciones de Los Millares. Foto: Paisajes Espaoles (www.paisajesespanoles.es).
44
Ro Andarax
OS MILLARES
Juan Antonio Cmara Serrano
Fernando Molina Gonzlez
45
Ro Andarax
tuario del Andarax muestra que en el Calcoltico (III milenio A.C.) el mar llegaba hasta
unos 10 Km. de Los Millares que, de esta forma, se configuraba como un excepcional
puerto fluvial.
A partir de este contexto las hiptesis que vinculan el desarrollo social al intercambio
(especialmente de bienes de prestigio) adquieren nueva vida, pero tambin en los ltimos
aos se ha llamado la atencin sobre la importancia de la acumulacin de riqueza a partir del control de la fuerza de trabajo y los medios de produccin mviles (los rebaos).
MEGALITOS
Circular
Trapezoidal
Poligonal
Rectangular
Sin datos
Poblados (NFI y Cobre)
50
Velefique
Castro de
Filabres
LA CERRA
VELEFIQUE
HOYA DE LA
MATANZA
EL CAMPILLO
MURALLA III
sur
Sector norte
tor
SIERRA
BERMEJA
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MURALLA II
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Sector central
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MURALLA I
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MAJADAS
LOS PILARES
LA TORRECILLA
EL CASTILLEJO
RAMBLA DEL BUHO
CAMPO DE
MAZA BLANCA
LLANOS
DE RUEDA
TERRERA
VENTURA
Tabernas
EL MARCHALILLO
SERRATA DE LUCAINENA
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LOS PEONES
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LOS PEONES
HAMILLA
RA AL
SIER
46
Ro Andarax
47
Ro Andarax
lneas concntricas de muralla, al menos la ms exterior con foso, que cierran las dos
mesetas ms internas del espoln situado en la confluencia de la Rambla de Huchar con
el Ro Andarax. La muralla ms interna configura una ciudadela en la que una gran cisterna, a la que llegaba un largo acueducto, ayudaba a mantener constante el suministro
hdrico para personas y animales.
Desde su fundacin el poblado estara acompaado por una amplia necrpolis de sepulcros tumulares, una verdadera ciudad de los muertos que se extenda por la meseta ms
externa del espoln, actuando como una lnea de defensa ritual exterior.
Hacia el 2800 A.C. el agregado urbano de Los Millares acrecienta su importancia con la
ocupacin de parte de esa meseta exterior, defendida por una cuarta lnea de muralla
con foso externo, hasta el punto de que determinadas sepulturas quedan incluidas en su
interior. La preocupacin por no extender demasiado el permetro amurallado (con las
dificultades defensivas que ello comportaba) y por no invadir ulteriormente el terreno
de la necrpolis debi incidir en la extensin del poblado hacia el sur, ocupando un barranco fuera de la referida meseta y defendiendo esa rea deprimida desde las alturas que
la circundan. La necesidad de responder a la fuerza de las aguas que, espordicamente,
deban bajar por el barranco oblig a la realizacin de continuas plataformas de contencin y desvo del agua frente a la pequea puerta situada al sur del recinto. sta, como
la puerta principal localizada en el tramo central de la muralla, muestra adems indicios
de complicacin progresiva para garantizar su resistencia a los ataques centrados en
los puntos ms endebles (los accesos), como queda atestiguado por las puntas de flecha
disparadas desde el entorno y fracturadas al chocar contra la muralla.
Respecto al interior del poblado se han podido documentar diferencias en las dimensiones de las viviendas (ms pequeas y a veces en reas de fuerte pendiente en la zona
ampliada), en los patrones de consumo (con cerdos adultos castrados y bvidos jvenes
en la ciudadela), en ciertos materiales (cermica campaniforme en la ciudadela) y en la
existencia de edificios especiales (talleres metalrgicos y posible templo-almacn en el
rea al interior de la tercera muralla). Adems, las sepulturas muestran diferencias en
Arriba, puerta principal de Los
Millares. Foto: Miguel ngel
Blanco.
Derecha, mapa del entorno
de Los Millares con reas
dependientes. Departamento
de Prehistoria y Arqueologa.
Universidad de Granada.
48
dimensiones, complejidad estructural, emplazamiento y contenido (incluyendo materiales exticos como marfil, cscaras de huevos de avestruz, hojas de slex procedentes de
las serranas subbticas de Granada y Mlaga), organizndose espacialmente en varias
agrupaciones, con las tumbas ms ricas situadas en la zona ms cercana al asentamiento
o al camino de acceso a ste.
Ro Andarax
Al menos desde el 2600 A.C. el sistema defensivo de Los Millares fue completado con
dos series paralelas de fortines de diversa complejidad a uno y otro lado de la Rambla
de Huchar. En ellos las actividades domsticas (textiles p. ej.) estn ausentes y el almacenamiento y procesado de productos alimentarios (grano, sal) supera, con mucho, las
necesidades de los residentes. Adems se ha determinado la realizacin de actividades artesanales, en especial la talla de puntas de flecha, que se han relacionado con actividades
de iniciacin de los jvenes. Los fortines ejercieron un fuerte control sobre las poblaciones del piedemonte de la Sierra de Gdor que desde el IV milenio A.C. manifestaron su
identidad a partir de la deposicin de sus antepasados en necrpolis megalticas que descendan hasta el valle del Andarax. Estas comunidades, como las del Bajo Andarax, las
del Pasillo de Tabernas, la comarca de Gata-Njar o el ro Nacimiento-Pasillo de Fiana,
quedaron integradas a lo largo del III milenio A.C. en la unidad territorial de Los Millares
y adquirieron nuevos smbolos de identidad/pertenencia visibles en los sepulcros de falsa
cpula y sus ajuares funerarios de las necrpolis de Loma de Galera (Alhama), El Chuche
(Pechina), Los Rubialillos (Tabernas), El Barranquete (Njar) o Los Milanes (Abla).
49
Estacionalidad en los
asentamientos y hbitats
Poblados permanentes
Primeros Dlmenes
Delimitacin sacra
del territorio
50
Neoltico medio
4000 a.C.
Neoltico antiguo
4800 a.C.
Introduccin de la
economa agropecuaria
Neoltico tardo
Neoltico
final
Ro Andarax
Intensa colonizacin
Fortificaciones
Primeros ensayos
metalrgicos
Ro Andarax
SABER MS
ALMAGRO M. y ARRIBAS A. (1963): El poblado y la necrpolis megaltica de Los
Millares (Santa Fe de Mondjar, Almera). Biblioteca Prehistrica Hispnica III. Consejo
Superior de Investigaciones Cientficas (CESIC). Madrid.
MOLINA F. y CMARA J. A. (2005): Gua del yacimiento arqueolgico Los Millares.
Empresa Pblica de Gestin de Programas Culturales, Consejera de Cultura, Junta de
Andaluca. Sevilla.
Visita Virtual al Yacimiento Arqueolgico de Los Millares. Proyecto incentivado por la
Consejera de Innovacin, Ciencia y Empresa, Junta de Andaluca. Proyecto financiado
con Fondos FEDER. http://millares.almeriaenred.com:81/millares
Cobre pleno
Cobre
final
1900 a.C.
Bronce
antiguo
1600 a.C.
Consolidacin de
centros regionales
Mxima
expansin de
Los Millares.
Implantacin del
sistema de fortines
Bronce
pleno
1000 a.C.
3200 a.C.
2800 a.C.
51
Ro Andarax
HALLAZGOS
ARQUEOLGICOS
EN EL ANDARAX
Ro Andarax
La minera fue un importante instrumento de romanizacin de la Comarca. Entre las mejores evidencias
figura la llamada Sepultura del Gigante (Caparidn,
Laujar), en plena Sierra de Gdor, una construccin rectangular del siglo I dC levantada con grandes lajas de
piedra del lugar y de funcin desconocida aunque rodeada
de antiguas explotaciones de plomo con evidencias de explotacin romana que cita Madoz en su Diccionario. Con todo,
los mejores restos los encontramos en Sierra Alhamilla, donde se
localizan La Peineta (Rioja) y, sobre todo, el cerro de El Fuerte, un
castellum minero con impresionantes murallas, que llega hasta poca tardorromana, bizantina y visigoda (siglo VII), coincidiendo con un serie de interesantes necrpolis en plena montaa.
La amplia explotacin de los recursos naturales se vio completada con la puesta en funcionamiento de los baos termales de Alhama, de donde procede una escultura femenina
en mrmol de Macael. A estos hallazgos hay que sumarles las figuras del Buen Pastor,
halladas en Gdor y datadas entre los aos 320-330.
Con la conquista musulmana se produce una profunda transformacin del paisaje. Los
cultivos aterrazados de regado se extienden por laderas y valles; campesinos libres avecindados en alqueras formadas por distintos barrios son sus constructores.
Todava se conservan, fosilizados, muchos de los antiguos sistemas de riego e infraestructuras como el llamado Puente de los Moros, acueducto de la acequia Hormica (Laujar). A pesar de haber constituido la base de la estructura de poblamiento, son numerosos
los despoblados (Bentarique Viejo; Lugarejo, Illar; La Olleta, Instincin) y cementerios de
este largo periodo. De aquella poca, tambin, son las cuevas artificiales abiertas en los
acantilados excavados por el ro, que sirvieron de silos colectivos (Los Millares, Santa
Fe de Mondjar; Galchar, Alhama; Las Tejoneras, Rgol), semejantes a los del Magreb.
A los conflictos producidos en este largo periodo pertenecen los castillos, como El Castillejo de Mondjar (Gdor) obra de los siglos XI y XII. Entre los mayores despoblados
medievales de la provincia destaca Marchena, una alquera amurallada donde se refugiaron a finales del siglo IX los pobladores de las alqueras prximas. La fortaleza tuvo
dos recintos amurallados, dispuestos en terrazas, y un castillo en la cima. Fuera del rea
poblada, todava es posible ver una gran balsa de regado, obra tambin medieval.
Siguiendo modelos almohades que encontramos en otros lugares de la Pennsula, se
levant a mediados del siglo XIII El Castillejo de Beires, con un baluarte o gran torren
extremo. Estructura muy sencilla presenta la llamada Alcazaba de Laujar, castillo de
planta rectangular, con torres huecas tanto en las esquinas como a mitad de los lienzos,
obra del siglo XI.
53
Ro Andarax
54
ERRITORIO
Y POBLAMIENTO
Ro Andarax
El contexto territorial
El ro Andarax, tambin conocido en su tramo inferior como ro de Almera, es en la actualidad un curso semipermanente de agua, que tradicionalmente ha constituido el factor clave del poblamiento de un mbito territorial significativo del Sur de la Pennsula.
Desde una perspectiva fisiogrfica, el curso discurre por el sector ms oriental del denominado corredor de las Alpujarras, una zona topogrficamente deprimida que se sita entre
la Sierra Nevada al Norte y la Sierra de Gdor al Sur. Desde su nacimiento en el cerro del
Almirez el ro corre en direccin oesteeEste hasta llegar a Santa Fe, donde ya lo hace en
direccin norte-sur hasta su encuentro con el Mediterrneo. Su importancia territorial es
doble: de una parte, la derivada de su utilidad como recurso; de otra, la derivada de su
fisiografa, como factor de articulacin territorial entre el litoral mediterrneo y el interior
de la Pennsula Ibrica. Es por ello que todo el valle del ro Andarax y sus afluentes, ha
constituido un mbito de poblamiento humano desde el Paleoltico hasta nuestros das, a
la vez que una de las vas de comunicacin ms antiguas y transitadas del sur peninsular.
El poblamiento y la poblacin
Es, sin lugar a dudas, la Edad del Cobre -hace unos 4.500 aos- el momento ms relevante desde el punto de vista del poblamiento en la antigedad, no solo del valle, sino que
tambin lo es del sur de la Pennsula y del Mediterrneo occidental. La cultura de los
55
Ro Andarax
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Ro Andarax
57
Ro Andarax
Si bien es cierto que existieron algunas localidades ms, en el trnsito del mundo medieval al moderno desaparecieron. En el ao 1501, segn Andjar et al. (1994) a poco de
finalizar la Reconquista, en el valle del Andarax se asentaran unos 11.000 vecinos, el
equivalente a unas 40.000 a 45.000 personas. As, Almera ciudad, tena 1.261 vecinos,
unas 5.000 personas. Entre Pechina y Benahadux se ubicaban 3.600 personas. La Taha
de Marchena agrupara a unas 3.200, la de Lchar unas 3.000, Laujar y Fondn posiblemente a 1.200 personas.
Si bien, en un principio de la conquista cristiana el modelo de poblamiento se mantiene,
la nueva situacin poltica va a suponer un cambio importante, de una parte, desaparecern pequeos ncleos de poblacin, de otra, se producirn modelos de agrupamiento de
ncleos y barriadas, pero sobre todo, una importante y significativa prdida demogrfica.
Las razones que explican estas transformaciones tienen su origen en la poltica interna
de los Reyes Catlicos y de los Austrias, la unificacin religiosa, la guerra de las Alpujarras y la expulsin de los moriscos. Pese a buscar compensacin con la introduccin
de repobladores, repartos de tierras y modelos de produccin agrcola diferentes, todo el
sistema se vio afectado, incluyendo una nueva concepcin de la estructura y modelo de
la propiedad. Unido a ello, un nuevo orden geoeconmico se ir imponiendo. Almera, la
gran ciudad medieval, desaparece prcticamente, sus rutas martimas se cierran o se prohben, los flujos comerciales decaen fuertemente y los nuevos centros de poder quedan
fuera del esquema de accesibilidad anterior. Nuevas rutas organizan el territorio y este
espacio queda marginado en gran medida.
La Edad Moderna, pese a estos procelosos inicios, supone un perodo de consolidacin
del poblamiento y de crecimiento de la poblacin, unido a un cierto proceso de diversificacin econmica de la mano de la industria de implantacin local, de la minera
de Sierra de Gdor, con las fundiciones del Presidio y Alcora, junto al aumento de
la superficie de regado y a la incorporacin de los secanos al proceso de produccin
agraria. En conjunto, se amplan los espacios rurales con la extensin de los cereales de
secano, desarrollndose paralelamente, un poblamiento disperso, constituido por cortijos
alejados de los ncleos o de las frtiles huertas del valle, las cuales siguen fijando a la
poblacin.
Los datos son muy explcitos, entre 1587 y 1752, la poblacin crece en un 317%, lo que
supone una densidad de 15,7%, como advierte Saenz Lorite (1977); contrariamente a lo
que sucede en el resto de Espaa, que se ve diezmada por las hambrunas y epidemias.
La Edad Contempornea, supone otro paso adelante con la incorporacin al mercado
mundial de los productos de la zona, como la uva de Ohanes y la pervivencia de las
explotaciones mineras. La poblacin se duplica, el censo de Madoz en el ao de 1850,
nos ofrece una poblacin de 49.093 habitantes. Este crecimiento ser continuado a lo
largo del siglo XIX y principios del XX, donde ya se advierte la sangra demogrfica de
la emigracin exterior.
El desarrollo del conurbano almeriense, modifica el esquema poblacional y demogrfico,
el crecimiento de la ciudad y los ncleos prximos se aceleran hasta alcanzar las dimensiones actuales, en tanto que los ncleos tradicionales van experimentado una regresin
demogrfica muy importante, con una poblacin envejecida.
58
Ro Andarax
La estructura territorial
Si bien la estructura territorial del perodo islmico deja sus huellas, es a partir de la reconquista por los Reyes Catlicos cuando se inicia el proceso de consolidacin territorial
del que hoy somos herederos.
Durante la Edad Moderna, se va a ir implantando una estructura territorial de base municipal, que ir experimentando unos profundos y continuados cambios. Los concejos
municipales se afanarn por ir construyendo su propio trmino municipal, proceso que
durar hasta finales del siglo XIX. Desde la perspectiva de la morfologa territorial, podemos comprender cmo las necesidades de un sistema socioeconmico de base primaria,
agrcola-ganadero, implicaba que, junto a las tierras de labor de secano y regado, los
trminos municipales dispusiesen de sus propias tierras comunales de pastos y bosques,
para procurarse sus ingresos y atender las demandas de sus vecinos. Ello permite explicar
la curiosa morfologa de los trminos de la mayora de los municipios del valle, los cuales, al integrar usos del suelo diferenciados -regado, secano, pastizal y urbano-, alargan
sus trminos desde las cumbres serranas al fondo de los valles.
En la actualidad, la estructura de los usos del suelo se ha mantenido bastante esttica en
los tramos medio y alto, si bien es cierto que con un mayor crecimiento del suelo urbano.
No ocurre lo mismo en el valle bajo, que se muestra muy dinmico con cambios drsticos
en los usos tradicionales, que pasan de agrarios a industriales y residenciales; incluso
los eriales se han transformado en reas de cultivos intensivos bajo plstico. Un aspecto
muy caracterstico de los municipios del Medio y Alto Andarax es su alto grado de proteccin ambiental, que en algunos casos alcanza el 100% de la superficie municipal.
La evolucin del esquema de relaciones jurdico-administrativas, que se inicia en la etapa
cristiana, determinar, de alguna manera, el comportamiento y la estructura del sistema
territorial. La formalizacin de los seoros, la distribucin de las rentas, las formas de
repoblacin y la organizacin poltico-administrativa son determinantes para la configuracin de las bases del territorio, como es el modelo de estructura de la propiedad o las
bases productivas. De hecho, el Valle del Andarax responde a un esquema minifundista
de la propiedad, con una estructura de base agraria y un modelo econmico dependiente, contando adems con una amplia base de jornaleros como consecuencia de la
importancia cuantitativa y cualitativa de las propiedades eclesisticas y de los rentistas
capitalinos. Esquema que ser una constante histrica.
El peso de las actividades agrarias ha sido determinante en el proceso histrico de produccin econmica, que tradicionalmente ha tenido una estructura de subsistencia, incluso
con la incorporacin a la economa de mercado mundial. La ausencia de una terciarizacin
de las actividades econmicas, no posibilit el desarrollo de valor aadido a la produccin
primaria, impidiendo con ello la capitalizacin de otras actividades ms productivas.
Tradicionalmente, el esquema de organizacin territorial gravitaba en torno a tres ncleos: el alto valle en torno a Laujar, el valle medio en torno a Canjyar y el valle bajo en
torno a la ciudad de Almera. En la actualidad este esquema ha experimentado profundos
cambios. En general, el peso de la ciudad de Almera es comn al conjunto del valle, pero
podemos advertir el peso socioeconmico de las reas litorales del Poniente almeriense,
en orden al basculamiento de actividades y flujos de los mbitos ms occidentales del
valle, como es el caso de Laujar y su rea de influencia.
59
Ro Andarax
60
Ro Andarax
La ubicacin espacial de los ncleos urbanos siempre ha venido definida por el agua.
Siendo el ro el eje vertebrador del poblamiento, los ncleos se han erigido en su entorno
pero obedeciendo a realidades concretas; en unos casos, son manantiales de agua, Gdor, Alhama, Illar; en otros un azud, caso de los molinicos de Hucija; en muchos casos
un fcil sistema de defensa o buscando una posicin estratgica de control de rutas o
caminos, como Alboluduy y Santa Fe.
4
2
1
Modelo de asentamiento de
alquera en fondo de valle: la
poblacin se sita en ladera
por encima de la mezquita
del lugar. La acequia principal
delimita con claridad el
rea irrigada. las cuevas-silo
colectivo pueden quedar
desplazadas a un acantilado
prximo. La rbita puede
ser tarda. 1. Ro. 2. Vega.
3. Acequia. 4. Mezquita. 5.
Alquera. 6. Cuevas-Silo. 7.
Rbita.
Esquema de poblacin en
fondo de valle. Pg. 67 del
libro Civilizacin Islmica de
Lorenzo Cara Barrionuevo.
Hoy, el Valle del Andarax presenta dos mbitos territoriales bien diferenciados, el tramo
bajo, desde Alhama a Almera, caracterizado por la impronta de la dinmica socioeconmica del litoral, y el resto de la cuenca, donde perviven las races tradicionales y los
modelos de conservacin natural.
SABER MS
ANDUJAR CASTILLO F., DAZ LPEZ J. y LPEZ ANDRS J. M. (1994): Almera Moderna Siglos XVI-XVIII. Historia de Almera N4. Instituto de Estudios Almerienses, Diputacin Provincial de Almera. Almera.
CARA BARRIONUEVO L. (1993): La Civilizacin Islmica. Historia de Almera N3. Instituto de Estudios Almerienses, Diputacin Provincial de Almera. Almera.
LIROLA DELGADO J. (2005): Almera andalus y su territorio. Fundacin Ibn Tufayl de
Estudios rabes. Instituto de Estudios Almerienses, Diputacin Provincial de Almera.
Almera.
MARTIN GALINDO J. L. (1988): Almera: Paisajes Agrarios. Universidad de Valladolid.
Diputacin de Almera. Valladolid.
61
Ro Andarax
Cu
do
an
sg
a
ev
Granero
Dor.
Pajar
Dor.
Vivienda
Mulero
Cuadra
Vivienda
Mulero
Cocina
Comedor
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2.
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Cuadras
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Dor.
Dor.
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Patio
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Cerdos
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Cuadras
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Repartidor
Cocina
Dor.
Dor.
Comedor
Molino aceite
0.
62
2.
4.
6.m
Ro Andarax
PROVINCIA
DE GRANADA
PROVINCIA DE ALMERA
Castro de Filabres
Escllar
Fiana
Abla
Ro
Na
ci
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to
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Rambla de G
Nacimiento
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Huneja
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Tabernas
Laujar de Andarax
Canjyar
Ro Andarax
Ra m
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Ohanes
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Bentarique
Alhabia
Santa Fe de
Mondjar
Gdor
Rioja
Ro
And
arax
Almera
Mar Mediterneo
Matorral
Zona urbana
Pastizal
Regado
Zona minera
Vegetacin de ribera
Olivar
Ctrico
Viedo
0m
8.000
63
Ro Andarax
El RO
QUE SE HIZO
CAMINO
64
l ro Andarax ha sido durante buena parte de su historia un camino. Su habitual estiaje permiti un
uso viario de gran importancia en el que, a falta
de puentes y caminos adecuados, el trnsito por
su cauce seco fue una constante desde la poca
medieval hasta la construccin de las carreteras
de macadn del siglo XIX. De este modo, si como
ro no contribuy al trfico fluvial de mercancas, siquiera para llevar mercaderas hasta la
baha almeriense, s fue una infraestructura que
supli eficazmente las carencias en las vas de
comunicacin histricas en la zona. El espordico
flujo de aguas, bien por un otoo generoso en lluvias o bien por alguna de las torrenciales tormentas
que de vez en cuando caen en la zona, solo supona
un breve parntesis en su papel de camino entre Almera
y los pueblos de su ro, tal y como anotaba el ingeniero
Francisco Durbn en las primeras memorias de construccin
de carreteras en la provincia, all por el ao 1860. ste y otros
ingenieros que llegaron a la provincia como jvenes facultativos de la
recin creada Jefatura Provincial de Obras Pblicas, como Felipe de Mingo,
Jos Tras o Juan Ravina, dejaron constancia en la argumentacin de sus proyectos del uso habitual de esta rambla, y otras de la provincia, como ruta de transporte. As
el llamado Camino Real, que comunicaba la capital con Guadix y Granada, tras el paso
por Gdor bajaba hasta el ro y prosegua por su cauce pasando junto a la venta de La
Calderona, antes de Santa Fe de Mondjar, donde, a travs de la cuesta de Juan Simn,
atravesaba la divisoria y descenda hasta el cauce del ro Nacimiento, que tambin utilizaba como camino hasta ms all de los baos de Fuentesanta. Otro conocido visitante,
el accitano Pedro Antonio de Alarcn, constata en sus viajes de 1854 y 1861 el trnsito
de las incmodas galeras por las arenas del ro Andarax.
Ro Andarax
Angosturas de Galachar o
Molino de los Imposibles. Vista
de los dos puentes sobre el
ro Andarax de la carretera
del Ricaveral. A la derecha, los
estribos del puente metlico,
a la izquierda, el viaducto de
hormign de la dcada de 1950.
Foto: Enrique Lpez Carrique.
Slo las imposiciones del diseo de los nuevos trazados viarios obligaron a cambiar los
puntos habituales de paso, convirtiendo a la costumbre de paso del ro por un mismo
lugar en el punto en el que se ubicaron algunas de las obras de fbrica que se han construido durante los siglos XIX y XX. Madoz, en su obra enciclopdica de 1845, sealaba
que el nico puente existente en el ro en ese momento se encontraba en el camino de
Laujar a Benecid, y remontaba su origen al periodo musulmn.
65
Ro Andarax
66
Salvando esta posible excepcin, podemos contabilizar hasta en 16 los puentes que se
han ido construyendo a ambas orillas del ro. Desde 1860 a 1936 se construyeron ocho:
siete se hicieron para el paso de carros y automviles, y uno para el del ferrocarril. El primero fue el de Alcora (1866), a partir de un proyecto de Tras que quera dar continuidad
a la comunicacin con la fundicin de Alcora. Despus se llevaron dos de los ms emblemticos: los Imposibles y Rioja. El primero se inclua dentro del trazado de la carretera de
primer orden de Almera a la estacin de Vilches, en la provincia de Jan, conocida como
carretera del Ricaveral. Aunque los estribos de fbrica ya se haban levantado en 1870,
no sera culminado con un tablero metlico hasta 1893. Este puente sera sustituido en
la dcada de 1950 por uno de hormign. Por su parte, el puente de Rioja era la obra ms
importante de la carretera de segundo orden de Almera a Puerto Lumbreras. Concluido
en la dcada de 1880, el conjunto comprende un elegante puente de piedra, con nueve
arcos simtricos de 23 metros de luz y un muro anejo en la margen izquierda que elevaba
artificialmente la rasante de la carretera.
El nico viaducto ferroviario que atraviesa el ro Andarax se construy en 1895 en Santa
Fe de Mondjar, perteneciente a la lnea de Linares a Almera. El fuerte desgaste sufrido
por el continuo trajn de trenes de mineral provoc el agrietamiento de uno de los estribos, por lo que los trenes tenan que reducir su marcha al paso por este viaducto. En la
dcada de 1970, dentro de las mejoras iniciadas por RENFE se sustituy por un moderno
puente de hormign, pasando el antiguo puente metlico, tras su proteccin patrimonial,
a ejercer una funcin de comunicacin viaria del pueblo aledao.
En la dcada de 1920 se construyeron tres puentes ms, el de Los Calvos, entre Rgol y
Canjyar, el de Hurcal a Viator, y el de la carretera de tercer orden de Almera a la Cuesta de los Castaos por Njar (la antigua carretera de Levante), junto a Los Partidores. ste
ltimo fue construido por el ingeniero Lpez Rodrguez y mereci una especial atencin
por parte de la Revista de Obras Pblicas, al fin y al cabo fue el primer puente que se
traz en la capital para salvar el cauce del ro Andarax.
Por ltimo, en la ltima mitad del siglo XX, especialmente en su dcada final, nuevas
obras completaron a las anteriores, bien mediante la sustitucin de los antiguos viaductos, como el del ferrocarril, el de los Imposibles o el de Los Calvos, o bien con nuevos
accesos, como los realizados en Bentarique, Gdor y Hurcal, y, sobre todo, las modernas
infraestructuras que han conectado al norte y al sur la ciudad de Almera.
Ro Andarax
67
Ro Andarax
Provincias de Granada y Almera. Parte de Andaluca. Grabado por R. Alabern y E. Mabn, 1853.
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OPONIMIA DEL RO
DE ALMERA
Ro Andarax
La toponimia guarda la memoria histrica de una regin en los nombres de sus lugares. Las
profundas races de las palabras han sobrevivido, adaptndose a las distintas culturas que
habitaron su solar.
La eleccin del nombre de un lugar a veces est inspirada en rasgos territoriales, en las
aguas, en la vegetacin o en algn personaje relevante que lo pobl en sus orgenes.
Otras veces alude a una ubicacin estratgica o defensiva o bien a una actividad local
determinada.
En el Andarax se observa una mezcolanza lingstica semejante a otras regiones de alAndalus. Junto a topnimos que designan ncleos de poblacin de origen romano, perviven otros procedentes de la lengua romance, ambos perfectamente adaptados al dialecto
andalus. A partir de la conquista cristiana se irn adaptando fonticamente al castellano.
Asimismo, en el uso de la lengua tienen un papel decisivo la situacin geogrfica y la evolucin histrica de Almera, pues son muchas las similitudes con el dialecto rabe granadino, pero tambin hay una fuerte influencia de la regin murciana y levantina.
En todo el valle del Andarax son muy abundantes los nombres terminados en al y en ar,
vocablos prerromanos o de origen mozrabe, como Laujar de Andarax, de andar - al lawsa, era de la losa, y otros como Canjyar, Illar, Galchar, Gjar, Huchar. Otros, como
Marchena, Pechina, Quiciliana son antropnimos romanos, o bien rabes como Benecid,
Bentarique, Benahadux.
Considerando los datos histricos y las fuentes documentales, es manifiesto que en todo
69
Ro Andarax
el valle del Andarax existi un antiguo poblamiento anterior a la Espaa islmica que
dej su huella en la toponimia, y nicamente en las vegas de Almera existe una toponimia totalmente rabe, expresivo de una ampliacin a partir de la fundacin de la ciudad
de Almera en el siglo X y especialmente en el XI con la introduccin de nuevas tcnicas
hidrulicas: norias y galeras, en un crecimiento paralelo al aumento de la poblacin de la
nueva ciudad.
Algayda
Terreno situado cerca del mar en el campo del Alquin, hoy Costacabana. Era un lugar
cenagoso y cubierto de aneas, donde regularmente acudan los ganados de la comarca.
Las fuentes del siglo XVI sitan otra Algayda en la margen derecha de la desembocadura
del ro Andarax, entre este y el Jaul. Del rabe al-gayda, la espesura, el bosquecillo, la
maleza, la blanca, terreno salitroso cubierto de monte bajo.
70
Ro Andarax
Alhadra
Bajo la dominacin musulmana era una alquera situada a una legua de la ciudad de
Almera, en la ribera de poniente del ro, por encima del actual Puche. En Alhadra Alta
se abrieron en el siglo XI las fuentes sublveas, llamadas comnmente Redonda y Larga,
para el abastecimiento de la ciudad de Almera y riego de su campo. Algunos autores sitan en este paraje el palacio de la Sumadihiyya, construido por Almotacn, que sera un
jardn botnico a imitacin de los de Toledo y Sevilla. Es un topnimo rabe al-jadra,
la verde. Esta alquera qued despoblada tras la expulsin de los moriscos en 1570,
conocindose este lugar desde entonces como los llanos de Alhadra.
Alhama, Alhamilla
El pueblo de Alhama, situado en las estribaciones de la sierra de Gdor, frente a la confluencia de los ros Andarax y Nacimiento es citado por los autores rabes como castillo
y alquera perteneciente a Marchena. El nombre de Alhama procede del rabe hamma,
bao termal, balneario.
La Sierra de Alhamilla delimita el valle del Bajo Andarax por Levante, y los llanos de
El Alquin y campo de Nijar por el Sur. Su nombre procede, como en otros lugares de
Al-Andalus de igual denominacin, de las aguas termales que en ella nacen, siendo muy
celebrados los Baos de Alhamilla en las fuentes rabes por sus propiedades medicinales,
a ellos se refieren como Hamma Bayyana (Baos de Pechina). Tambin se llamaba rambla de Alhamilla a la que bajaba desde esta sierra hasta el ro Andarax. Con el paso del
tiempo se la llam rambla de San Indalecio.
El Alquin
Se conoce como campo de El Alquin a la llanura que desde la margen izquierda del ro se
extiende hacia el Este, entre la Sierra de Alhamilla y el mar. Fue desde sus orgenes una de
las vegas de la ciudad de Almera, con el tiempo se le llam Vega de All. La zona inferior
y ms cercana al mar del campo de El Alquin perteneca a los propios de la ciudad, que
lo alquilaba para pasto de los ganados. El nombre de Alquin le provena de un pequeo
ncleo poblado, aldea o cortijada, as llamado, que exista en el actual lugar de la Caada,
extendindose su cultivo solamente hasta la actual rambla del Charco y la Algayda, donde
moran las acequias principales. Del rabe al-qian, los llanos, plural de qa, fondo, hondo, terreno llano, terreno donde el agua queda estancada.
Andarax
Ro y valle del mismo nombre que en su curso bajo recibe el nombre de ro de Almera.
Es un topnimo rabe que procede del rabe andar, era, como primera parte de dicho
arabismo, ms el morfema romance -as, como forma de plural. Al- Himyari registra el
Wadi Andaras con ocasin de unos versos que Abu l-Hayyay b. Ataba al-Isbili, mdico
y poeta del siglo XIII, dedica a su serpenteante fluir.
71
Ro Andarax
Benahadux
El pueblo de Benahadux ya lo cita Ibn al-Jatib como una de las alqueras con nombre
clnico. Del rabe Banu Abdus, nombre clnico. Algunos lo han relacionado con los descendientes de Teodomiro (Tudmir b. Abdus).
El Bobar
El Bobar es un paraje situado en la margen izquierda de la desembocadura del ro Andarax.
El nombre de Bovar o Bobar lo llevaban tambin la acequia y la boquera que conducan
las aguas a este pago, y el camino que desde el Jaul, en el campo de Almera, cruzaba el ro
y llegaba hasta este lugar. Por su posicin adelantada sobre el mar, en el mismo delta del
ro, existi all una torre-atalaya para defensa de la costa de Almera. Del rabe bawwar o
bawar, terreno baldo, yermo, improductivo, barbecho.
La Caada
En un topnimo tardo que se cita a mediados del siglo XVI. En el siglo XVII ya aparece
con el nombre de Caada de San Urbano, barriada de Almera, que viene a sustituir a la
poblacin que hasta esos aos all exista con el nombre de Alquin. De caa, cuyo timo
es la palabra latina canna. Caada tiene el significado de valle poco marcado con un
caaveral en su fondo.
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Ro Andarax
El Chuche
Era un pago de Benahadux, situado frente a Pechina. La posible identidad Urs = Urci =
Pechina entre los autores rabes parece estar totalmente admitida.
Gdor
El pueblo de Gdor fue una de las alqueras del ro de Almera. Simonet ya lo cita como uno
de los pueblos notables de Almera, segn los autores rabes. Quizs del rabe agdr, plural
de gadir, estanque, es decir los estanques.
Hurcal
El pueblo de Hurcal era tambin una alquera del ro de Almera. Este nombre deriva de
Warka, cuya variante vulgar es Warkal, oasis, reverdecer, aguas sublveas o lquido
interior que brota a la superficie, lugar donde fluye agua. Corominas indica que puede
proceder del latn orca, vasija como opinan otros expertos para el conjunto de nombres
de lugar espaoles y portugueses as llamados, aunque ms bien lo deriva de orcus, lugar
subterrneo, caverna.
El Jaul
En la documentacin de los siglos XVI y XVII, se cita como Habul y Jabul a la parte ms meridional del campo de Almera, es decir, el espacio que hoy ocupa Ciudad Jardn y el Zapillo.
Tambin se denominaba as a la acequia y boquera del Jaul. En poca islmica era un arrabal o
distrito extenso dividido en barriadas y pagos, como son el Gadir, el Tejar, Carmedn. El camino
del Jaul cruzaba todo este campo y entraba en la ciudad hasta llegar a la mezquita mayor, hoy
iglesia de San Juan. Actualmente este lugar se conoce como Jaul, cambio de denominacin,
que es posterior al siglo XVIII y que se ha conservado hasta nuestros das. Posiblemente procede
del rabe jawl, hawl o hawl. al-hawz, literalmente equivale en castellano a alfoz, que significa
distrito, comarca, arrabal, trmino, pago de algn distrito, o que depende de l.
El Mam
En el siglo XVI el Mam es un pago extenso situado en la cabecera del campo del Alquin,
que incluye otros pagos _Globy Eclidiz, Globy Alayla_ en sus contornos. Su ncleo es un casero en el que se encuentra la fuente del Mam, galera subterrnea semejante a las fuentes
de Alhadra, que daba riego al campo del Alquin. El mismo nombre lo llevaba la boquera
del Mam, que traa las aguas turbias o de aluvin a este pago, y el camino que enlazaba en
Alhadra con el camino real.
Del rabe al-maami, los pramos, lugar inhspito y poco productivo. Es el plural de ma
ama o maama, traducido por Corriente como lugar donde no se ve ni se encuentra nada.
73
Ro Andarax
Mondjar
Era una alquera situada en la cabecera del ro, en la ribera de levante. Ibn al-Jatib lo identifica como Hisn Mondxar. Relata Simonet que, Segn el Idrisi, la fortaleza de Mondjar
se alzaba sobre una colina de color rojo, cerca de la cual corra un ro. En el pueblo, situado
al pie del castillo, haba una posada para los viajeros que venan de Almera, en donde se
hallaba pan, pescado y toda clase de frutos, segn la estacin.
Pechina
El pueblo de Pechina fue durante la poca musulmana la principal alquera del ro de Almera. Segn L. Torres Balbs, el nombre Bayyana debe proceder de la existencia en el mismo
lugar de una heredad o fundus Baianus. La Bayyana islmica sucedi en el mismo lugar a
una ciudad romana, Urci, oppidum de la Espaa Tarraconense, lindando con la Btica, sobre
la costa, en la calzada de Cstulo a Malaca que figura en el itinerario Antonino. Ibn al-Jatib
denomina a toda esta regin cora de Bayyana. Medina Bachana o la ciudad de Bachana,
haba sido la capital de esta cora. Debido a su importancia su nombre se extendi tambin
al valle del Bajo Andarax y al ro que se le llam Guadi Bachana.
Quiciliana
El actual paraje de Quiciliana fue otra de las alqueras del ro, hoy desaparecida. Linda con
la rambla de Tabernas, el ro, la sierra y Mondjar. Es un topnimo afectado por la terminacin -ana, posiblemente derivado del antropnimo romano Quintilianus.
Rioja
El pueblo de Rioja era otra alquera del ro de Almera, situada entre Pechina y la rambla de
Tabernas, el ro y la sierra. Es un topnimo sin identificar, aunque el prefijo de Rioja podra
proceder del latn rivum, ro.
Ruini
Antiguo pago o lugar de Gdor. timo que debe proceder de alguno de los miembros
de los Banu l-Ruayni. Uno de ellos, Ismil al-Ruayni, fue representante de la escuela
masarr, que es una continuacin del neoplatonismo mutazil de Oriente. Al-Ruayni se
estableci en el valle de Pechina en el siglo X, predicando el comunismo masarr de
Pechina.
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Ro Andarax
SABER MS
COROMINAS (1989): Breve diccionario etimolgico de la lengua castellana. Tercera edicin.
DIAZ GARCA, A. y BARRIOS AGUILERA, M. (1991): De toponimia granadina. Universidad
de Granada.
JIMNEZ MATA, M. C. (1990): La Granada islmica. Contribucin a su estudio geogrficopoltico-administrativo a travs de la toponimia. Universidad de Granada.
PEZZI, E. (1989-1990): Algunos topnimos del campo de Almera: (el Alquin, el Mam, la
Juaida, el Bobar, Mazarulleque, Pujaire). Miscelnea de Estudios rabes y Hebraicos 38 (1):
255-268.
75
Ro Andarax
Tinao en Abla.
76
RQUITECTURA
TRADICIONAL
Ro Andarax
Aproximacin conceptual
Una de las manifestaciones ms relevantes de las sociedades desarrolladas y occidentales
es el creciente protagonismo del Patrimonio Histrico, ese conjunto de elementos culturales, materiales e inmateriales, heredados del pasado o creados en el presente en donde
una comunidad reconoce sus seas de identidad y se compromete en su proteccin y
difusin.
Efectivamente, la consolidacin del modelo de estado del bienestar, caracterstico de las
sociedades democrticas europeas desde la 2 mitad del siglo XX, ha originado una creciente demanda de bienes culturales por la generalizacin de la educacin, la necesidad
de autoafirmacin con identidades culturales y el aumento del tiempo libre.
Ello ha conllevado una ampliacin del catlogo de bienes integrantes ms all de la
reducida y anacrnica definicin de monumentos. Hoy se habla de bienes de inters
cultural, que plasman las vivencias y problemas de una sociedad en un contexto histrico con independencia de sus cualidades estticas o valores artsticos.
La plasmacin es el art. 1 de la Ley de Patrimonio Histrico de 1985, que realiza una definicin extensiva de Patrimonio Histrico englobando a inmuebles y objetos muebles de
inters artstico, histrico, paleontolgico, arqueolgico, etnogrfico, cientfico y tcnico. Dentro de ese vasto espectro de bienes culturales cobra un creciente protagonismo el
Patrimonio Etnogrfico, que observa, describe y clasifica los lugares, bienes y actividades
que constituyen formas relevantes de expresin de la cultura tradicional.
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Ro Andarax
Diferencias espaciales
En el paisaje rido y erosionado de la cuenca del Andarax, el ro se abre paso entre los
blandos materiales sedimentarios que lo componen, conformando un estrecho corredor
verde que aumenta su feracidad conforme se acerca al delta de la capital. El grueso de
la vida vegetal, animal y humana se concentra en sus riberas, mientras arriba, fuera del
cauce, slo sobreviven especies adaptadas, capaces de optimizar el agua de los escasos
aguaceros.
78
Este intenso corredor entre las hmedas sierras, el desierto y el Mediterrneo, conlleva
un recorrido lleno de contrastes, con marcadas diferencias espaciales climticas, fsicas
y paisajsticas que impone un determinismo medioambiental que condiciona la vida,
el uso del territorio e incluso, desde un punto de vista tradicional, los modos, tcnicas,
usos y costumbres de sus moradores, aspecto ste que resulta especialmente visible en la
arquitectura popular.
Ro Andarax
Arquitectura popular
En las ltimas dcadas ha ido desapareciendo el Patrimonio Arquitectnico Tradicional
sustituido por modelos ms universales e impersonales. No obstante an quedan viviendas tradicionales en uso y algunos ayuntamientos y administraciones, conscientes del
valor de su Patrimonio Etnogrfico, estn empezando a intervenir.
En cuanto a la vivienda tradicional, no existe un modelo comn para toda la cuenca del
ro, sino que se da un determinismo prctico que adecua la vivienda al clima, a los materiales prximos y a las necesidades a las que tiene que dar respuesta. No obstante, y en
trminos generales, podemos hablar de una vivienda escueta y funcional, con volmenes
cbicos, pequeos vanos, cubiertas normalmente planas impermeabilizadas con launas
(tierras arcillosas) y paramentos encalados, aunque el uso extensivo de la cal es histricamente reciente en las partes ms altas. En los espacios abiertos se alzan de una planta
y en los ncleos alpujarreos, donde el espacio es escarpado y escaso, suman alturas que
se adaptan a la orografa del terreno.
En el Alto Andarax prima el poblamiento agrupado con casas de dos o tres plantas y muros de mampostera de piedra, barro y ms excepcionalmente tapial. Las cubiertas planas
quedan coronadas por aleros de pizarra y soportadas por vigas de troncos sobre las que
se coloca caizo y losas de pizarra. La planta baja suele destinarse como almacn de aperos, despensa, bodega y cuadra por lo que suelen tener una puerta ancha para que entren
79
Ro Andarax
los animales de tiro. La cocina suele quedar en la segunda planta y la planta superior se
destina al pajar. Son corrientes las solanas, secaderos y porches. La orientacin busca el
sur. Abunda la madera en techumbres, cubiertas y vanos. Los aleros de pizarra se emplean, adems de como voladizos, como soleras y piezas sustentantes colocadas sobre
las vigas de madera. Algunos detalles residuales como celosas y dinteles nos recuerdan
la tradicin islmica y mudjar. En algunos pueblos la escasez de suelo y la pendiente imbrica literalmente unas casas sobre otras e incluso se superponen sobre las calles
dando lugar a los tpicos tinaos o tramos de calles cubiertas. Es precisamente este
urbanismo estrecho, sinuoso, con piso en origen empedrado y adaptado a la pendiente
una de las seas de identidad de los pequeos pueblos del Alto Andarax. La decoracin
vegetal con macetas y parrales identifica y personaliza los portales y fachadas haciendo
de la calle un espacio de interaccin entre lo pblico y lo privado.
En este mbito alpujarreo queda an visible la disposicin urbana sobre la cota de la
acequia madre de tal manera que sta marca el lmite entre la poblacin por arriba y la
vega por abajo. En la calle del agua, contigua y paralela a la acequia madre, se suele
situar el lavadero y los partidores. La calle principal, discurre tambin adaptada a la cota
del terreno de manera ms o menos paralela a la mencionada calle del agua. Esta calle
principal suele ser la prolongacin del tambin camino principal y en su parte central
se sita la iglesia, ayuntamiento, casas de hacendados locales y plaza del pueblo. Estas
calles de trazado horizontal se comunican entre s con callejones perpendiculares que
descienden en direccin a la vega o el cauce. En algunos pueblos como Ohanes, este
urbanismo es an hoy perfectamente identificable y en general perceptible en la mayora
de los pueblos de la comarca, especialmente en los barrios ms altos y populares.
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Ro Andarax
Abajo, en el mbito ms rido del ro, las casas tienden a la horizontalidad y la mampostera pierde densidad en favor del barro. Se sustituyen los grandes troncos sustentantes
por otros ms ligeros o por pitacos. Los ventanales y vanos son ms pequeos, deja de
usarse el alero y el urbanismo se hace menos intrincado. Conforme nos acercamos a
las llanuras litorales y campos de Tabernas la factura y esttica de las viviendas se va
asemejando a las del litoral almeriense donde la cal, la luminosidad, el cromatismo y los
pequeos volmenes cbicos contrastan con la aridez del entorno.
La tradicin uvera ha dejado una fuerte impronta en algunas de estas viviendas, especialmente con el aadido de porches dintelados y arqueras, adems de la presencia de
estancias ms espaciosas. En los nuevos cortijos pertenecientes a hacendados locales,
encontramos mayor tamao, ms elementos decorativos y ms altura que reflejan mayores influencias urbanas. Incluso se dan casos de grandes cortijos uveros de carcter residencial visiblemente ornamentados con estilos predominantemente historicistas.
Tambin y en esta misma lnea, casas seoriales ubicadas en el centro de los pequeos
pueblos del ro.
Ms abajo, y ya en la vega de la ciudad, se daba una subtipologa de cortijo veguero
popular, con estancias altas y de una planta, si exceptuamos los habitculos del pajar y
la cmara, situados en alto para protegerse de la humedad. Se caracterizaba por la orientacin al medioda; la nica puerta alta, robusta y a veces enmarcada con materiales ms
slidos; las paredes gruesas y construidas en origen con materiales inmediatos, es decir,
caas y barro revocados con sucesivas capas de cal; pocas ventanas y ventanucos al
norte diminutos; el terrado plano, cubierto con launa y sustentado sobre caas y vigas de
madera. Los espacios interiores amplios si los comparamos con el resto de casas costeras
de la baha. El suelo, en origen de tierra prensada, pero tambin empedrado o incluso
enlosado en las casas ms acomodadas.
Desgraciadamente, en los ltimos aos la ciudad ha fagocitado la vega y este patrimonio
ha quedado prcticamente desaparecido.
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Ro Andarax
Otras construcciones asociadas a la vivienda son las estancias de los animales, entre las que cabe destacar los
grandes palomares con sus paramentos repletos de nidales, los pequeos refugios serranos de piedra y especialmente los grandes corrales ganaderos de la sierra donde se
guareca el ganado trashumante en la poca estival. En la
sierra de Gdor estos corrales aprovechan las oquedades y
abrigos rocosos para cerrarlos exteriormente con un muro.
En los mbitos pizarrosos de sierra Nevada y Filabres se
dan unas construcciones tpicas perfectamente adaptadas
a la montuosidad del terreno y levantadas con muros de
piedra seca -solo piedra- rematados en altura con grandes
aleros para impedir el paso de alimaas. Disponen de una
parte cubierta y otra descubierta. A veces llevan incrustados al exterior una figura antropomorfa de piedras blancas a modo de ttem o figura protectora. Tambin pueden
llevar alguna cruz.
Finalmente, recordar que existe una arquitectura religiosa popular rica y variada que tiene en las pequeas ermitas de nimas y en las cruces de mayo su mximo exponente. Las
ermitas de nimas se encuentran generalmente a las entradas de las poblaciones mientras
que las cruces de mayo se sitan en alto irradiando su religiosidad a la poblacin y sus
campos. Estas ltimas son especialmente visibles entre el medio y bajo Andarax.
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Camino tradicional
Refugio de piedra
Huneja
Castro de Filabres
Escllar
Fiana
Corral ganadero
mi
en
to
Refugio de piedra
Camino tradicional
s
rna
Tabernas
Palomar
Ra m
Canjyar
Ro Andarax
be
Ta
bla
Ohanes
Casa alpujarrea
Laujar de Andarax
Grgal
rgal
Nacimiento
Rambla de G
Abla
Ro
Na
ci
Rgol
Bentarique
Cortijo uvero
Alhabia
Casa cueva
Santa Fe de
Mondjar
Gdor
Rioja
Almera
Mar Mediterneo
ARQUITECTURA TRADICIONAL
0m
8.000
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Arquitectura litoral
SABER MS
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Andarax, ro de plata,
morisco y claro Andarax,
que espejan en tus cristales
mi verde valle natal
no hay ningn ro que tenga
tu sonora claridad!
En tu msica aprendieron
las estrellas a cantar!
Francisco Villaespesa
Imagen del joven Francisco Villaespesa que ilustra su obra El alczar de las perlas.
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Ro Andarax
Las tierras del Andarax son prdigas en personajes que aportaron gloria y renombre a
la provincia de Almera. Msicos, poetas, escultores, pintores y polticos que ocuparon
un lugar de privilegio en las pginas de la historia y de la cultura espaola, vieron la luz
en los pueblos que jalonan este valle y proyectaron en el mundo el nombre de Almera.
As el poeta laujareo Francisco Villaespesa; el maestro Barco, msico y compositor, de
Fuente Victoria; el escultor Andrs Carvajal y el poeta Bernardo Martn del Rey, nacidos
en Fondn; el violinista Antonio Cuadra y el pintor Federico Castelln de Alhabia; el
estadista Nicols Salmern y Alonso y los pintores Lpez Daz y Moncada Calvache en
Alhama; el escritor Manuel Siles Arts novelista y dramaturgo- natural de Santa Fe de
Mondjar; el pintor de Gdor Jos Daz Molina; los pechineros Jos Castillo Rodrguez
-el trovero Castillo-, Gmez Abad y Miguel Rueda que plasmaron en sus lienzos los paisajes y los frutos del Andarax, son una muestra del corolario de nombres ilustres, hijos
del valle de Andarax. Acerqumonos a algunos de estos personajes.
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Ro Andarax
sidad de Granada para cursar la carrera de Filosofa y Letras, estudios que abandonara
dos aos ms tarde pese al rechazo de su familia, para trasladarse primero a Mlaga y
despus a Madrid. Villaespesa encuentra en Madrid el ambiente idneo para el desarrollo
de su poesa: las tertulias, los cenculos del arte y las revistas literarias son la vida para
el poeta. Con todo, la presin familiar lo trae nuevamente a Almera aunque por un corto
espacio de tiempo, el ambiente bohemio y la vida cultural madrilea atraen con fuerza al
joven Villaespesa, el gran destacado de la corriente modernista espaola. En 1899, tras
contraer matrimonio con Elisa Gonzlez Columbie, fija, ya definitivamente, su residencia
en Madrid. Su casa se convierte en el centro de las tertulias y en la sede donde nacen
sus mltiples revistas literarias. All acuden Antonio y Manuel Machado y Juan Ramn
Jimnez, que comparten amistad con el poeta.
En 1903, en plena etapa creativa, muere su esposa, y el poeta, entristecido, emprende un
largo viaje por distintos pases europeos. Entre 1915 y 1930 se consolida su xito, siendo
Espaa y Amrica Latina los escenarios de sus triunfos: Cuba, Mjico, Argentina, Venezuela
y Puerto Rico aclamaron al poeta. Trabajaba en Brasil traduciendo al espaol la obra de
los poetas nacionales cuando sufre una hemipleja que le paraliza medio cuerpo. Enfermo,
vuelve a Espaa y sigue escribiendo. En 1935, apenas un ao antes de su muerte, el poeta
recreaba en su Cancionero de Almera, repleto de poemas cortos cargados de nostalgia,
misterio y melancola, su infancia en las frtiles tierras del valle del Andarax. El pueblo, su
casa, el huerto y el ro Andarax, con el que comparta la cuna de su nacimiento, fueron la
inspiracin de estos versos. Su enfermedad se complica y el 9 de abril de 1936, fallece en
Madrid rodeado del afecto de otros poetas amigos. Con su muerte desapareci el paladn, el
cruzado, el pgil del modernismo segn lo defini el poeta de Moguer, Juan Ramn Jimnez.
Cubierta de la novela La torre
de la Cautiva publicada en la
coleccin La Novela Corta en
agosto de 1921.
Biblioteca Diputacin de
Almera.
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La reunificacin de los republicanos espaoles con el nacimiento del partido Unin Republicana en 1903, del que sera presidente, y la fundacin de Solidaridad Catalana en
1906 fueron los dos grandes proyectos polticos que ocuparon los ltimos aos de su
existencia.
La filosofa y la docencia complementaron la azarosa vida de nuestro personaje. Obtuvo
tres ctedras en su larga actividad docente. De ellas, la de Metafsica en la madrilea
Universidad Central la mantuvo hasta su muerte, con los parntesis obligados de las
separaciones provocadas por el exilio o por la crcel.
Este almeriense universal naci en Alhama la Seca, hoy de Almera, el da 10 de abril de
1837 en el seno de una familia liberal, y cerraba sus ojos a la luz de la vida en Billre,
un pueblo prximo a Pau (Francia) en la tarde del domingo 20 de septiembre de 1908
acompaado por sus seres queridos. Mientras, en el exterior, una intensa lluvia azotaba
los frondosos rboles del jardn que rodeaba su vivienda.
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Arriba, autorretrato de
Federico Castelln realizado en
1942. Publicado en Federico
Castelln de Almera a Nueva
York (2008). Catlogo de la
exposicin celebrada en el
Museo de Almera en 2008.
Derecha, Federico Castelln
fotografiado por Arnold
Newman en 1943. Fotografa
publicada en Federico
Castelln. Surrealist Paintings,
1933-1934. New York, 1992.
Ibez han sido algunos de los polticos almerienses que quedaron inmortalizados por el
genio de este pintor gadorense.
Naci Jos Daz Molina en Gdor, el da 8 de noviembre de 1860, en el seno de una
modesta familia de agricultores. Desde los primeros aos manifiesta unas cualidades
innatas para el dibujo, que su familia fomenta y cultiva trasladndose hasta la capital
para que pueda realizar los estudios de bachillerato en el Instituto de Segunda Enseanza
de Almera. No ha cumplido aun los diecisis aos cuando obtiene la plaza de Ayudante
de la Ctedra de Dibujo de este centro; con todo, sus inquietudes artsticas le llevan a
buscar nuevos horizontes, y despus de solicitar una beca de la Diputacin Provincial de
Almera marcha a Roma para estudiar como alumno libre en la Academia Espaola de
Bellas Artes de esa ciudad, dirigida entonces por Vicente Palmaroli.
Hacia 1897 se instala definitivamente en Madrid e inicia una larga etapa de trabajo
ininterrumpido. Los encargos de particulares y de instituciones se suceden de la misma
manera que los reconocimientos por tan singular trayectoria artstica.
Jos Daz Molina fallece en Madrid el da 6 de abril de 1932 y su cuerpo reposa en el
Cementerio de la Almudena. Su obra constituye una notable aportacin al retrato del
novecientos, figurando, por pleno derecho, entre los grandes retratistas espaoles.
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SABER MS
AMATE MARTNEZ M. C. (Coord.) (2008): Nicols Salmern y Alonso (1837-1908). Semblanzas. Instituto de Estudios Almerienses, Diputacin Provincial de Almera. Almera.
ANDJAR ALMANSA J. y LPEZ BRETONES J. L. (Eds.) (2004): Villaespesa y las poticas del modernismo. Universidad de Almera, Fundacin Unicaja y Ayuntamiento de
Almera. Almera
CAPARRS MASEGOSA M. D. (1997): La pintura almeriense durante la poca de la Restauracin, 1875-1931. Universidad de Granada. Granada.
CARINI M. (2008): Federico Castelln de Almera a Nueva York. Consejera de Cultura,
Junta de Andaluca. Almera.
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Recursos
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II
ECONMICOS DE LA CUENCA
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La Puente de Alhama, terminada en 1807, en el camino de las fundiciones reales hacia Almera. Foto: Andrs Snchez Picn.
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A MINERA
Andrs Snchez Picn
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hasta el siglo XIX de nuestra era, tanto los colonizadores del Mediterrneo (fenicios,
cartagineses y romanos) como los habitantes de la comarca durante el largo periodo musulmn, abrieron minas para acceder a los depsitos metlicos del subsuelo. No obstante,
la explotacin ms voluminosa se realizara a lo largo del siglo XIX y primer tercio del
siglo XX, aunque hay que advertir que las reservas disponibles en la zona no han tenido
la magnitud de las existentes en zonas aledaas como la misma Sierra de Gdor (las concentraciones de minas de plomo en el trmino de Berja), o la Sierra Nevada (el gran coto
de mineral de hierro del Marquesado del Zenete en la provincia de Granada).
Un recorrido histrico
La marcha de la minera durante los siglos XIX y XX la podemos resumir en los siguientes apartados:
El origen de la minera del plomo en Sierra de Gdor: de un monopolio estatal a la explotacin privada.
La ampliacin de la minera del plomo: las Solanas de Sierra Nevada.
La minera del hierro: Beires y Sierra Alhamilla.
La minera minoritaria: zinc y azufre.
Desde mediados del siglo XVIII la Corona espaola impuls la explotacin del plomo de
las Alpujarras ante las dificultades presentadas en la zona de Linares. En esta poca la
fabricacin de lingotes de plomo estaba reservada al Rey y eran fbricas de la Corona
las que explotaban este monopolio. A los particulares, agrupados en algunas sociedades, se les permita el laboreo del mineral, pero tenan la obligacin de entregarlo en
las fundiciones estatales. En la comarca del Andarax se levantan fbricas en Presidio
(actual Fuente Victoria en el trmino de Fondn) y Canjyar (en la barriada de Alcora),
que terminan sustituyendo a un primer establecimiento que lleg a funcionar en Bentarique. Los metales elaborados en estos hornos de la denominada Renta del Plomo eran
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reapertura de pozos que trataban de explotar el criadero de la Solana (mina La Granana en Fondn) como mediante la instalacin de lavaderos para el tratamiento de las
escombreras decimonnicas.
A partir de 1880-1890, la minera almeriense entra en una segunda etapa, la de la minera del hierro, que se caracterizara por la presencia de importantes empresas de capital
forneo y la realizacin de fuertes inversiones en infraestructuras de transporte (ferrocarriles, cables areos, embarcaderos). Histricamente los afloramientos de hierro en Sierra
Nevada haban sido aprovechados por herreras tradicionales que aprovechaban la fuerza
hidrulica para mover sus artefactos. En Ohanes encontramos algunos restos asociados
a esta actividad de mediados del Ochocientos. Pero va a ser la exportacin del mineral
en bruto a finales del siglo XIX, la responsable de un nuevo ciclo de desarrollo minero.
El mineral de la zona, un hematites sin fsforo, abastecera a los altos hornos britnicos
hasta los aos 1920. En la comarca del Andarax debemos anotar los cotos mineros de
Beires (dotado de un cable areo que transportara el mineral hasta la estacin de Doa
Mara, en la lnea de ferrocarril Linares-Almera) y los Baos de Sierra Alhamilla, de
cuyas inmediaciones (el Chorrillo) saldra una lnea frrea hasta Almera. La minera del
hierro entr en crisis cuando una serie de innovaciones en la tecnologa siderrgica le
hicieron perder sus mercados tradicionales.
Muy por debajo de las cifras de produccin y empleo del plomo y del hierro, la explotacin del mineral de zinc (calaminas) tuvo su auge desde finales de la dcada de 1840
(mina y fbrica de los Pajarillos en Alcolea, junto con otras explotaciones dispersas en
Canjyar y Padules) que terminaran hacia los aos 1880 en manos de la Societ Anonyme Metallurgique Austro-Belga.
Completa el panorama minero de la tierra del Andarax la extraccin y el tratamiento del
azufre de las Balsas de Gdor, dentro de los trminos municipales de Gdor y Benahadux,
tras su descubrimiento en 1874. Empresas de capital local pusieron en marcha un coto
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minero en el que destacara la mina Buen Viento Corre, junto con la construccin de
unos peculiares hornos (las calcaronas) de los que apenas quedan restos. Hacia el ao
1880 se construira una refinera de azufre en las afueras de la ciudad de Almera. El
mercado del azufre de Gdor, que tuvo sus cifras de mayor produccin en los ltimos
veinte aos del siglo XIX, sera la industria qumica europea (cido sulfrico) o la misma
agricultura del parral de uva de embarque de la zona, ya que esta sustancia se utilizaba
en determinados tratamientos preventivos contra algunas plagas de la vid.
Balance
La minera en la comarca gener efectos importantes en los mbitos econmico, social y
medioambiental. Desde el punto de vista econmico, el apogeo de la minera del plomo
(1820-1850) generara una importante acumulacin de riqueza que se dirigiri hacia
la adquisicin de tierras y la introduccin de nuevos cultivos (extensin de la vid en
algunas vegas). El empleo tambin creci, as como la demanda de bienes de consumo
que, con frecuencia, era atendida por las redes de contrabando que introducan gneros
prohibidos desde Gibraltar (a destacar la intensa actividad de este tipo realizada por
originarios de poblaciones como Bentarique). Desde el punto de vista social, la minera
gener una destacada burguesa enriquecida por su participacin en las empresas de
extraccin y en los boliches, que pronto terminara radicndose en la capital provincial.
Cuando se inicia el declive de las minas de plomo, los trabajadores ms especializados
iniciarn una dispora hacia los nuevos distritos del levante (Almagrera y Cartagena) y
el interior de Andaluca (Linares). El resto de la mano de obra (que no haba dejado de
ser campesina, en su mayor parte), se vera obligada en la segunda mitad del siglo XIX
a participar en la fuerte riada migratoria que, con carcter estacional, se dirigira hacia
la Argelia francesa.
La deforestacin causada por la actividad minera sera el efecto ambiental ms perdurable, sin olvidar la contaminacin causada por los residuos o por las emanaciones de los
hornos de azufre.
SABER MS
CARA BARRIONUEVO L. (2002): La minera de Sierra de Gdor: nuestro legado. Excmo.
Ayuntamiento de Berja, Concejala de Cultura y Centro Virgitano de Estudios Histricos.
Almera.
Patrimonio y Turismo Industrial en Andaluca Oriental. Pgina mantenida por Mario Lpez: www.patrimonioandaluz.com
SNCHEZ PICN A. (1992): La integracin de la economa almeriense en el mercado mundial (1778-1936). Cambios econmicos y negocios de exportacin. Instituto de Estudios
Almerienses, Diputacin Provincial de Almera. Almera.
SNCHEZ PICN A. (1995): Un recorrido histrico por la minera almeriense. Demfilo. Revista de Cultura Tradicional de Andaluca 32: 137-151. http://www.fundacionmachado.org
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A UVA
Bienvenido Marzo Lpez
Introduccin
Durante buena parte de los siglos XIX y XX un cultivo de regado, la uva para su consumo en fresco, protagoniz la actividad agrcola de la comarca del Andarax, caracterizada
precisamente por sus limitaciones hdricas y por la pobreza de sus suelos. La exportacin
uvera propici el desarrollo econmico de una zona rural secularmente deprimida, por
lo que todava permanece en la memoria colectiva de los pueblos del ro como referente
de riqueza y prosperidad. En la actualidad, cuando apenas quedan parrales, varias iniciativas se han puesto en marcha para mantener vivo su recuerdo, entre las que destaca el
Museo Provincial de la Uva del Barco en Terque.
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Parraleros y comerciantes
La mayora de los parrales se cultiv en pequeas explotaciones familiares, que generalmente no superaban la hectrea de extensin, y en las que slo se recurra al trabajo asalariado durante la faena (la recoleccin, limpia y envasado del fruto). Aunque
tambin hubo grandes propietarios, que lideraban la actividad poltica y econmica de
la comarca, se calcula que durante el primer tercio del siglo XX unas 10.000 familias se
dedicaron al cultivo de la uva en rgimen de minifundismo.
Hasta la Guerra Civil, el parralero fue a la vez responsable de la produccin y de la comercializacin de la uva. Una vez envasada en barriles, el productor las remita por su cuenta a los
mercados internacionales a travs de intermediarios (los consignatarios) a cambio de una
comisin sobre la venta final. Esta combinacin entre agricultura campesina y negocio de
exportacin configur a su vez una dualidad de agentes econmicos fundamentales, el parralero y el comerciante o consignatario, que ocuparon incluso espacios fsicos diferenciados:
los primeros en los pueblos del ro y de la Baja Alpujarra, y los segundos en la capital de la
provincia, en torno al puerto desde donde se remitan de los barriles.
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Diferentes instantneas de la
faena uvera. Fotos: Fundacin
Cajamar.
No obstante, la verdadera edad de oro de la exportacin uvera almeriense hay que situarla en el perodo de entresiglos (1890-1914), una vez superada la plaga de la filoxera,
que oblig a sustituir las tradicionales cepas europeas por injertos sobre pies de origen
americano, resistentes al insecto. Durante estos aos se export una media anual de
35.000 toneladas de uva, por lo que durante el otoo se acumulaban cientos de barriles
en el muelle almeriense a la espera de ser embarcados. En el perodo de entreguerras
(1918-1936), la actividad uvera entr en una crisis de carcter estructural, determinada
por una permanente situacin de sobreproduccin, el cierre de algunos mercados extranjeros y la continuada prdida de rentabilidad de las explotaciones ante el incremento de
los costes de produccin (fitosanitarios, abonos y salarios). Tras la posguerra, en la que
el negocio sufri el mayor reajuste de su historia, las exportaciones comenzaron a recuperarse, experimentando en los aos centrales del siglo XX una segunda edad dorada,
aunque sin llegar a alcanzar en ningn momento las espectaculares cifras del perodo
de entresiglos.
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El declive definitivo
La crisis definitiva de la exportacin uvera almeriense se produjo en los aos 70 y 80.
Varios son los factores explicativos de la decadencia del sector: el aumento de la competencia internacional; la generalizacin de los transportes frigorficos, que dej sin razn
de ser la ventaja competitiva de la uva almeriense (su aguante y resistencia); la tradicin
desarticulacin de la oferta almeriense y su dependencia frente a los intermediarios y la
demanda internacional; y, finalmente, la aparicin de la agricultura intensiva, que hizo
que muchas familias parraleras emigrasen al Poniente en busca de mejores perspectivas
econmicas. Ms tarde, la Poltica Agraria Comn incentiv el arranque de parrales y su
sustitucin por otros cultivos. Se produjo entonces un deterioro irreparable, tanto por la
significativa prdida de masa vegetal en una zona semirida, como por el empobrecimiento cultural que supuso el abandono de tradiciones centenarias.
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SABER MS
ALONSO LPEZ F. y otros (2006): La uva de Almera. Dos siglos de cultivo e historia de
la variedad Ohanes. Fundacin Cajamar. Almera.
Museo de la uva del barco en Terque (Almera): http://www.museodeterque.com
SNCHEZ PICN A. (1992): La integracin de la economa almeriense en el mercado
mundial (1778-1936). Cambios econmicos y negocios de exportacin. Instituto de Estudios Almerienses, Diputacin Provincial de Almera. Almera.
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Los naranjos colonizan las tierras del fondo del valle en Santa Fe de Mondjar. Foto: Enrique Lpez Carrique.
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L NARANJO
Carmen Hernndez Porcel
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poca de expansin
El gran impulso del cultivo de ctricos en la comarca tuvo lugar ms tarde, despus de la
segunda guerra mundial y en un contexto de fuerte crecimiento de la economa europea,
que incitaba la demanda de productos de lujo como la naranja en esos momentos.
Entre 1945 y 1958 el comercio naranjero vivi sus momentos lgidos, haciendo rentables explotaciones con tamaos nfimos, con frecuencia inferiores a una hectrea. Los
principales destinos fueron, primero los Pases Nrdicos a los que pronto se unieron Gran
Bretaa, Alemania Federal y Holanda. sta es la poca dorada de la citricultura en el
Valle del Andarax: de 1900 hectreas cultivadas en 1945 se pas a ms de 4.300 en 1958.
Aires de crisis
Ya en 1959 hay sntomas de crisis en el mercado de agrios espaol y especialmente almeriense, segn Senz Lorite, pero el problema se hizo patente a finales de los 60. El recin
creado Mercado Comn Europeo impuso barreras arancelarias a las importaciones espaolas a la vez que procuraba un trato preferencial a los ctricos de pases competidores
del norte de frica. Se intent solucionar el problema desviando las exportaciones hacia
las democracias populares del este europeo (RDA, Checoslovaquia, Polonia), pero aun as
las exportaciones cayeron en picado.
EVOLUCIN DE LA EXPORTACIN DE NARANJA EN ALMERA ENTRE 1968 Y 1973
Ao
kg
1968
25.809.949
1969
21.467.250
1970
22.244.773
1971
23.903.253
1972
13.723.802
1973
9.676.430
Fuente: Sindicato Provincial de Frutos y Productos Hortcolas.
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En momentos de crisis afloraron los problemas de un negocio que tenia debilidades profundas. Por un lado, una estructura productiva caracterizada por el minifundismo, que
no permita afrontar con agilidad los cambios que exiga el mercado, entre ellos la reconversin de variedades de naranja. La naranja castellana, una variedad del tipo de naranja
blanca, era la dominante en el Valle del Andarax, por ser las ms productiva (en Kg/
rbol) y de recoleccin temprana. Pero algunas de sus caractersticas (como las abundantes semillas) ya no eran apreciadas por los clientes para consumo en fresco y haba perdido competitividad frente a nuevas variedades tanto del tipo navel como otras blancas.
Otro gran problema no resuelto era la debilidad de la estructura de comercializacin,
totalmente dominada por exportadores murcianos y valencianos. La naranja de Almera
solo sala al mercado cuando la demanda era muy alta o cuando faltaba produccin en
Levante (por crisis climticas). En casos de exceso de oferta, muy frecuentes tras la crisis
de 1973, los frutos almerienses y concretamente los de esta comarca, se quedaban en el
rbol por no ser rentable su recoleccin. Fue necesaria la intervencin del Estado a travs
del FORPA para paliar en parte la desastrosa situacin del cultivo.
Ro Andarax
Para agravar la crisis, a finales de los sesenta (1969) hizo su aparicin, en el Valle del
Andarax una enfermedad letal para el naranjo: el virus de la tristeza, que ataca a plantaciones sobre patrones de naranjo amargo (majaraca) como las de esta comarca. Las
plantas afectadas fueron sustituidas durante toda la dcada siguiente por otras injertadas
en pies de naranjo dulce, inmune a esta enfermedad. Esta coyuntura fue aprovechada
para iniciar una tmida reconversin varietal, sustituyendo parcialmente la castellana
por nuevas variedades de navel o blancas ms valoradas en el mercado (Valencia Late).
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Ro Andarax
Situacin actual
Despus de la crisis, el cultivo de ctricos en el Andarax ha subsistido en el marco de una
agricultura a tiempo parcial (es decir, siendo una actividad secundaria para los titulares
de la explotacin que tienen otra actividad remunerada principal) y apoyada por las
ayudas de la Unin Europea. La OCM (Organizacin Comn de Mercados) de los ctricos
contemplaba, hasta 2007, una ayuda por kilo para aquellas explotaciones que destinasen
su produccin a la transformacin industrial (0.10 euros/ Kg). Esta situacin ha permitido
conservar un agrosistema que tiene un indudable valor paisajstico y ambiental, adems
de econmico (sobre todo como fuente de ingresos complementarios) pero ha contribuido, tambin, a mantener una variedad - la castellana que sigue sin tener ms salida
comercial que la transformacin en zumo a unos precios poco remuneradores, pero que
sigue siendo muy productiva en cuanto a peso de fruto por rbol que es lo que se subvenciona. Esta situacin ha cambiado radicalmente a partir de la reforma de la OCM de
los ctricos de 2007, que contempla sustituir la ayuda vinculada a cantidades de producto
entregado a la transformacin, por otra desvinculada o desacoplada que consiste en un
pago nico a los productores en funcin de una superficie que cumpla unos requisitos
determinados y que entrar en vigor a partir de 2010 (290 euros por hectrea de naranja
dulce o mandarina y 321 euros por hectrea de limonero). Para adaptarse a la nueva
normativa, en las campaas 2008 y 2009 se prev una ayuda vinculada a la produccin
(ayuda acoplada) slo a los productores de ctricos que entreguen a transformacin un
mnimo por hectrea (2.300 Kg). En adelante se imponen nuevos cambios para mantener
la rentabilidad de explotaciones muy atomizadas y, por tanto, poco idneas para las ayudas de pago nico. Y de nuevo el mercado europeo est incentivando la transformacin
del sector hacia una agricultura ecolgica cuya produccin goza de fcil salida en los
pases de Europa occidental.
Cultivo ecolgico de naranja en
Gdor. Foto: Carmen Hernndez
Porcel.
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Ro Andarax
SABER MS
BOSQUE MAUREL J. (1961): El cultivo del naranjo en la provincia de Almera. Estudios
Geogrficos 83: 303-306. Madrid.
SENZ LORITE M. (1977): El Valle del Andarax y el Campo de Njar. Estudio Geogrfico.
Universidad de Granada. Granada.
SAT Ecocticos del Andarax. www.citricosdelandaraxsat.com
Toda la agricultura en Internet: www.infoagro.com
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Ctricos
Variedades de naranja
TIPO: NAVEL / VARIEDAD: NAVELINA
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300.000
0,3%
16,8%
250.000
58,9%
200.000
26%
150.000
100.000
50.000
Naranjo
0
1998
2001
2004
2007
PROVINCIA
DE GRANADA
FIANA
HUNEJA
ABLA
NACIMIENTO
Ro
Na
ci m
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100-200
SANTA
CRUZ
BEIRES
ALSODUX
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Ro Andarax
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TABERNAS
50-100
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PROVINCIA DE ALMERA
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1994
Otros
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1991
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1984
Limonero
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1975
Mandarino
RIOJA
ALHAMA
HUCIJA DE ALMERA
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PECHINA
BENAHADUX
BENTARIQUE
ALICN
HURCAL DE ALMERA
And
VIATOR
arax
Ro
ALMERA
Mar Mediterneo
117
Ro Andarax
118
Ro Andarax
GRICULTURA ECOLGICA
Luis Guerrero Alarcn
Fotos: Enrique Lpez Carrique
Introduccin
Las comarcas que componen la cuenca del ro Andarx son histricamente de una decidida vocacin agraria. En otros tiempos, el benigno clima, el rgimen de lluvias o la
abundancia de buena agua superficial dio lugar al floreciente negocio del cultivo de parras, naranjos, olivares, frutales de secano, huertas, etc.; diversidad que aun se mantiene
hoy da. Esas circunstancias se deben aprovechar hoy da para producir una amplia gama
de frutas y verduras para su consumo en fresco, tanto de temporada como de invernadero, y tambin para elaborar alimentos como vino, zumos o aceite; tanto unas como
otros se pueden obtener fcilmente por los mtodos de la agricultura ecolgica, y con la
tranquilidad para el agricultor de que los consumidores demandarn en un futuro solo
alimentos de calidad superior.
Qu es es la agricultura ecolgica?
La agricultura ecolgica (en adelante AE) es un sistema agrario cuyo objetivo fundamental es la obtencin de alimentos de mxima calidad respetando el medio ambiente y
conservando la fertilidad de la tierra, mediante la utilizacin ptima de los recursos y sin
el empleo de productos qumicos de sntesis.
Un producto alimentario solo se puede comercializar como ecolgico cuando un organismo certificador reconocido oficialmente as lo avale. En Andaluca son entidades
119
Ro Andarax
privadas como el CAAE, Agrocolor, LGAI o Sohiscert las autorizadas para garantizar
que estos productos cumplen el Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo y reglamentos de
aplicacin, normativa bsica aplicable para toda la UE, y la Consejera de Agricultura y
Pesca es la autoridad de control encargada de velar por que todas las partes cumplan con
la legalidad vigente.
AGRICULTURA
COMARCA
Alto Andarax
Ro Nacimineto
Campo de Tabernas
Bajo Andarax
TOTAL CUENCA
SUPERFICIE
607
2.061
982
198
3.241
CULTIVOS PRINCIPALES
Via, naranjo, olivar, huerta, frutal
Olivar, almendro, cerezo
Olivar, almendro, cereal
Naranjo, invernadero
GANADERA
MUNICIPIO
Pecchina
Almera
Hurcal de Almera
Laujar
Tabernas
TIPO DE GANADO
Una explotacin de ovino y otra de caprino
Un apicultor
Un apicultor
Una explotacin de ovino y otra de caprino
Una explotacin de ovino y otra de caprino
INDUSTRIAS AGROALIMENTARIAS
120
MUNICIPIO
Alhama
Laujar
Alboloduy
Tabernas
Gdor
ENTIDAD Y ACTIVIDAD
Opuntia: licor de chumbo
Cortijo el cura: vino
La Bodega de Alboloduy: vino
Oro del desierto: aceite de oliva
Ecoctricos del Andarax: zumo de naranja
SAT Ctricos del Andarax: manipulacin de ctricos
Illar
Pechina
Alcolea
Ro Andarax
Perspectivas de futuro
Qu fue de los primeros agricultores ecolgicos de principios de los 90 del siglo pasado?
Hablo de la bodega y olivar en el Cortijo el Cura de Laujar, de la Finca Santuario de Tices
en Ohanes, de la empresa Viani hortalizas al aire libre y en invernadero en Pechina, y
de una familia joven de agricultores en Instincin. Pues ha pasado como en el resto del
sector agrario de la poca, unos se han consolidado, incluso han crecido, y otros han
abandonado la AE. Pero su iniciativa fue necesaria para ir dando pasos en esta evolucin
(o podemos llamarla revolucin por la profundidad de sus propuestas) cuando no haba
subvenciones a la AE, el consumidor apenas conoca este producto, ni las tcnicas de
produccin eco estaban desarrolladas.
A la vista de la situacin actual de la AE en la comarca las perspectivas son muy halageas, no tanto por una cuestin de la dimensin del sector, que an es pequea, como
por la variedad de sus productos. En esta comarca las explotaciones son o muy intensivas
pero reducidas, o muy grandes pero poco productivas. En estas condiciones la rentabilidad de la agricultura convencional es muy baja, en un mundo globalizado y muy
competitivo; la AE une a la expectativa de conseguir precios superiores por el producto
unos menores costes de produccin.
Si se quiere garantizar en el futuro una renta digna para los habitantes de esta cuenca,
lo que quede de agricultura en el medio rural debe estar necesariamente asociado a productos de calidad, como los ecolgicos, y al desarrollo rural, entendido como la diversificacin de la economa rural: agroturismo, productos artesanos, etnolgicos, servicios
a la poblacin y a la economa, etc. El Andarax puede ser la despensa ecolgica de la
capital y de los grandes ncleos de la provincia con sus frutas y verduras frescas, y puede
asegurar el suministro a las industrias elaboradoras de zumo de naranja, a las almazaras,
bodegas y almacenes hortofrutcolas, as como aprovechar mejor su ganadera, comercializando productos como huevos, pollo, derivados lcteos o miel.
121
Ro Andarax
La implantacin de una estrategia de desarrollo tambin tiene que ver con decisiones
polticas, como el Plan de Desarrollo de la AE en las Alpujarras que han promovido el
Grupo de Desarrollo Rural de las Alpujarras-Sierra Nevada y la Direccin General de AE,
y que sin llegar a aplicarse ya ha conseguido logros tan tangibles como un espectacular
aumento del nmero de operadores y la organizacin de numerosos encuentros, jornadas
y visitas a otras comarcas.
En un recorrido descriptivo empezaramos en la cabecera del ro, en el Alto Andarax
-en pueblos como Laujar, Ohanes o Paterna- donde an es posible el cultivo en secano
de vias y almendros, y el interesante cultivo en terrazas de manzanos, uva de mesa y
olivar de regado; continuara por Alhama o Alboloduy, donde se pueden cultivar melocotoneros, ciruelos, uvas de todo tipo, variedades de naranja apropiadas para mesa
y para zumo, u otros frutales tradicionales como higueras, azufaifos, granados, o bien
hortalizas de temporada y en invernadero en algunos parajes muy concretos; sin dejar de
pasar por la comarca del ro Nacimiento, en la que son muy importantes los cultivos de
olivar y almendro, sin olvidar que en sus vegas se cultivan cerezos, naranjas y hortalizas
de temporada de calidad reconocida en los mercados cercanos, adems de una incipiente
aficin por el aprovechamiento micolgico de sus bosques que ya ha dado lugar a alguna
explotacin familiar; y el Campo de Tabernas con sus almendros y cereales de secano
-espordicamente irrigados gracias a la construccin de boqueras que aprovechan las
torrenciales riadas-, nuevas plantaciones de olivos, as como la posibilidad de valorizar
productos tan genuinos como el chumbo, el esparto, el tomillo o el romero, y aprove-
122
Ro Andarax
SABER MS
Consejera de Agricultura y Pesca. Junta de Andaluca: www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca
LABRADOR J. y otros (Eds.) (2006): Conocimiento, tcnicas y productos para la agricultura y la ganadera ecolgica. SEAE.
LABRADOR J. y otros (2007): Manual de agricultura y ganadera ecolgica. SEAE.
123
Ro Andarax
AGRICULTURA
BAJO
PLSTICO
l sistema almeriense de produccin bajo plstico tambin lleg al valle del Andarax a
finales de la dcada los ochenta. Su xito, como en el resto de la provincia, ha estado
basado en conjugar de modo apropiado el control del suelo, agua, nutrientes y el control
del ambiente.
Las ayudas pblicas para el arranque del parral facilitaron el desarrollo de estas tcnicas
en detrimento de los cultivos tradicionales y de la forma de vida que los envolva afectando al paisaje de una forma irreversible.
El uso de productos qumicos tanto para el control de plagas como para el cuajado de
frutos y regulacin del crecimiento, la sobreexplotacin de los acuferos y posible salinizacin de las tierras de cultivo, la produccin de residuos y el consumo
de energa han sido problemas medioambientales generados desde
entonces en la comarca.
Inicialmente estos invernaderos se estructuraban en
unidades de riego protegidas bajo plstico. Los
sostenes eran unas estructuras de alambre a
semejanza de las utilizadas en el cultivo del
parral. Con ello se reduca la evapotranspiracin del cultivo, se limitaban los daos
por viento y se mejoraba su rgimen trmico. En cuanto al suelo, su preparacin
se limitaba al laboreo y aporte de materia
orgnica; en fases posteriores se extendi el
uso del enarenado: subsolado y explanacin,
aporte de capa de tierra vegetal de unos 20 cm
de espesor con los que se mezclan 5 kg de estircol por m2 de suelo, a continuacin se aplicaba otra
capa de unos 2 cm de estircol y finalmente una capa
de unos 10 cm de arena de playa. Pasados de 3 a 5 aos se
realizaba el retranqueo, es decir, volver a repetir el proceso de
preparacin. El riego por goteo tard en implantarse.
La intensidad en la transformacin a superficie invernada de las explotaciones agrarias
de la subcomarca del Medio Andarax no ha sido la misma en todos los trminos municipales por igual; as, podemos observar en el siguiente cuadro como en Alhama de
Almera este desarrollo ha sido espectacular.
124
Ro Andarax
3
118
1
1
1
4
1
1
1
1
TOTAL
132
La Administracin ha favorecido este desarrollo a travs de las subvenciones concedidas a los agricultores de toda la comarca que se han acogido al RD 613/01
para la mejora y modernizacin de las estructuras de produccin de
las explotaciones agrarias. Cerca de un tercio de la superficie
invernada se ha realizado con estas ayudas. La inversin
total de los 65 agricultores beneficiados ha sido de ms
de siete millones y medio de euros habiendo recibido de la Administracin casi tres millones cien mil
euros de ayuda hasta la fecha. Destaca el trmino
municipal de Santa Fe de Mondjar con 19 agricultores beneficiados y una ayuda superior a los
setecientos mil euros.
125
Ro Andarax
126
Esta balsa en las inmediaciones de Alhama de Almera ocupa el lugar de un bancal en una caada
(conjunto de balates laminando un cauce).
Ro Andarax
AISAJE AGRCOLA
Rodolfo Caparrs Lorenzo
Fotos del autor
127
Ro Andarax
en una direccin sensiblemente paralela, hasta su unin con la rambla de Tabernas, donde adquiere una orientacin meridiana, de norte a sur, para dirigirse a la desembocadura,
junto a la ciudad de Almera.
Su cuenca se extiende entre Sierra Nevada y Sierra de Gdor, un espacio dominado por portentosas laderas, entre las que el cauce se encaja, generando una estrecha cinta de sedimentos.
El espacio agrcola, vertebrado en torno al cauce, se expande histricamente mediante
acequias que corrigen la pendiente del flujo de agua, incorporando las zonas bajas de las
laderas al espacio irrigado, o aprovechando cauces secundarios o nacimientos de agua
en ladera. La articulacin de este espacio agrcola se constituye as en una autntica
construccin cultural. Espacios productivos, redes de riego y asentamientos componen
un entramado, un abigarrado sistema territorial, cuyas piezas no se entienden si no es
por su aportacin al conjunto.
Este conjunto, construido desde el medievo, ha conocido distintas fases histricas, con
sus respectivas orientaciones productivas, como diferentes son las connotaciones geogrficas de las sucesivas zonas, lo que le otorga diversidad local. Estas fases significan
capacidades distintas del grupo poblador para interpretar unas restricciones fsico-ambientales que por su resistencia al cambio podemos considerar estructurales.
El resultado acumulado en el tiempo del juego de estos factores, es decir, el capital
instalado en el territorio por la gestin cultural de los factores fsicos es lo que hoy
percibimos como un conjunto lineal de paisajes agrcolas. Los confines de este espacio
vienen marcados por los dispositivos de aprovechamiento hdrico. Estos dispositivos los
128
Ro Andarax
As quedan esbozadas las claves de los paisajes agrcolas del Andarax: fondos de valle
frtiles e intensamente laboreados, ocupando la escueta cinta de sedimentos, contrastando con descarnadas laderas; expansin del espacio agrcola desde el piedemonte hasta
media ladera, con un abigarrado y espectacular sistema de aterrazamiento; dispositivos
de transporte de agua, que dibujan el lmite del espacio cultural.
En las cabeceras de la cuenca, tanto del cauce principal como de los subsidiarios, la inclinacin del terreno no permite grandes extensiones de espacio de cultivo, pero s son
frecuentes pequeas huertas escalonadas, donde hay posibilidad de regular los cursos
superficiales. Cuando la inclinacin se hace ms suave, comienza la ocupacin lineal
de los terrenos de depsito junto al cauce, que solo se interrumpe cuando las laderas de
Sierra de Gdor y Sierra Nevada se dan cita en el propio llano de inundacin.
La geomorfologa establece un ritmo que nos permite separar distintos espacios, con
connotaciones paisajsticas singulares.
129
Ro Andarax
Centrndonos en el cauce principal, hay que distinguir tres zonas. La primera es una
extensa (en el contexto de la cuenca) explanada donde se ubican los ncleos de Laujar
y Fondn, con topografa suave -y una secuencia completa desde vega fluvial a glacis o
piedemontes- donde conviven secanos, vides y regados puntuales.
Aguas abajo, la segunda zona se extiende desde Almcita hasta Gdor. Esta zona se caracteriza por una ocupacin agrcola lineal junto al cauce.
Desde Gdor hasta la desembocadura se sita la tercera zona. Sierra Alhamilla sustituye
a Sierra Nevada en los aportes laterales al cauce. El espacio agrcola sigue siendo sensiblemente lineal, aunque en una escala ms amplia que en las zonas precedentes.
El final del trayecto lo marca la Vega de Almera, la ms extensa y compleja construccin
cultural del mbito, hoy en retroceso ante el avance de la trama urbana y la expulsin
de infraestructuras y equipamientos de la ciudad hacia el exterior.
El asentamiento urbano de la capital no es ajeno a su convivencia con el espacio productivo, que a su vez se ha ido modelando por la necesidad del abastecimiento urbano. Esta
relacin simbitica, histrica, se rompi a mediados del s. XX, con una nueva escala de
los canales de distribucin alimentaria y una reorientacin productiva de la vega hacia la
produccin exterior, lo que ha marcado un pulso durante varias dcadas que finalmente
se ha desequilibrado a favor de la expansin de la ciudad.
130
Ro Andarax
Por ltimo, en la cuenca hay un conjunto de pequeos paisajes agrcolas no dependientes del Andarax, sino de alguno de sus afluentes, con extensin de los regados a media
ladera. Paradigmticos son los casos de Ohanes, Alhama y Canjyar, que en el ciclo del
parral y de la uva de embarque ocuparon extensas reas de ladera con un paisaje escalonado singular y de gran atractivo.
Las condiciones objetivas de formacin de la mirada dependen especialmente de la configuracin topogrfica, de la geometra de la cuenca, en relacin con las sendas desde
las que se efecta la percepcin. Con el incremento de la movilidad privada, estas sendas han incrementado su capacidad y la velocidad de trayecto. Hay infinitas sendas de
consumo visual, algunas ntimas, reducidas, casi secretas. Pero las que ms interesan al
anlisis son las mayoritarias, las que permiten perspectivas compartidas: las carreteras.
La principal senda de consumo visual es la formada por distintos tramos de carretera:
la antigua N-340, desde Almera a Benahadux. Desde all, la carretera de las Alpujarras,
hasta la cabecera de la cuenca, transita por el valle cruzando el ro Andarax en varias
ocasiones, serpenteando entre Sierra de Gdor y Sierra Nevada. Un conjunto de penetraciones viarias conectan con este eje central, transitando desde las Autovas, externas al
valle, hasta la carretera de las Alpujarras. En estas conexiones, hay umbrales de entrada
a la cuenca de un importante valor paisajstico, desde los que son posibles amplias panormicas del valle del Andarax.
131
Ro Andarax
Arriba izquierda, el
aterrazamiento en el entorno
de Ohanes compone uno
de los paisajes agrarios ms
espectaculares de la cuenca.
Arriba derecha y pgina
siguiente, aterrazamiento cerca
de Alhama, en las estribaciones
de Sierra de Gdor.
Derecha, esta imagen en las
inmediaciones de Canjyar
ofrece una fuerte focalidad,
reforzada por el perfil de Sierra
Alhamilla, al fondo.
132
Ro Andarax
Y ste es, en ltimo trmino, el valor del paisaje: su capacidad de abrir puertas al significado del territorio, en esta tensin milenaria entre la naturaleza y el esfuerzo humano
para conseguir sus finalidades.
133
Ro Andarax
134
Ro Andarax
AISAJE CINEMATOGRFICO
Ignacio M. Fernndez Maas
Las peculiaridades del paisaje de la cuenca de las Ramblas de Grgal y Tabernas del Ro
Andarax cautivaron la mirada de los cineastas hace ya ms de medio siglo. Abrupto,
severo y majestuoso, llam tambin la atencin de los fotgrafos y de los decoradores
que vieron en l un filn para la imaginacin, para la creacin.
Aunque 1951 marca el inicio de la historia de los rodajes en Almera, no fue hasta el rodaje de Oeil pour oeil en 1956 cuando el desierto de Tabernas se convirti en escenario de
una produccin cinematogrfica. Su director Andr Cayatte le cont al fotgrafo Carlos
Prez Siquier que haba visitado Lbano, Siria, Jordania y Egipto pero no haba encontrado el paisaje desrtico y dramtico que necesitaba; fue gracias a la Oficina Geogrfica de
Pars que localiz lo que precisaba: una zona casi desconocida incluso para los propios
espaoles... de una belleza realmente sobrecogedora (Prez Siquier, Carlos: Cine. Entrevista a Cayatte. Afal, ao I, n 5, septiembre-octubre de 1956). La zona desrtica entre
Tabernas y Rioja y Alhama de Almera fueron escenarios de esta atpica pelcula, que no
lleg a estrenarse en Espaa.
Sera a lo largo de la dcada de los sesenta cuando el balneario de Sierra Alhamilla, el
Barranco del Infierno, la zona minera de El Chorrillo, el monte Alfaro, las Balsicas de
Alfaro, Las Salinillas, La Sartenilla, los Llanos del Duque, la Rambla del Cautivo, la Rambla Indalecio, la Rambla Viciana, el Valle del Bho o la Venta Araoz, entre otros parajes,
se convertiran en lugares preferentes para todo tipo de producciones cinematogrficas,
haciendo que Almera signifique dentro de la historia del cine moderno un gnero en
s mismo...en cuanto establece una ntima conexin, esttica y no anecdtica, entre las
pelculas all rodadas, independientemente de su idiosincrasia (Aguilar, Carlos: El cine
135
Ro Andarax
Antiguo decorado
cinematogrfico abandonado a
su suerte, hoy completamente
restaurado, el Mini Hollywood
constituye uno de los referentes
tursticos de los subdesiertos de
Tabernas. Foto: Enrique Lpez
Carrique.
136
Ro Andarax
137
Ro Andarax
Oscar en 1970 a la mejor direccin artstica por su trabajo en la pelcula blica Patton
1969- de Franklin J. Schaffner, recreando en el Valle del Bho la batalla de El Guettar,
u otros momentos de las hazaas de este general en la Segunda Guerra Mundial en otros
lugares de la provincia, como en la carretera de Canjyar, en los trminos de Enix y Felix,
etc. La cuenca del Andarax sirvi para escenificar en este tipo de pelculas acciones en el
norte de frica o en distintas partes de Arabia.
Pero en 1975 se constata que la crisis se ha adueado del Hollywood europeo. Los factores econmicos, polticos y estticos que se aunaron para levantar esta etapa de grandeza
cinematogrfica desaparecieron: la cancelacin de las medidas legales de apoyo a las
coproducciones, el agotamiento del western europeo, la reduccin de las pelculas blicas
sobre la II Guerra Mundial, la crisis del petrleo... Del mismo modo que se fue deshaciendo todo este entramado, los decorados levantados se desmoronaron, arrastrados por el
viento, quemados por el sol y olvidados por el cine.
Desgraciadamente no qued ninguna infraestructura, ningn estudio que pudiera frenar esta decadencia y pudiera resolver el trabajo de especialistas, de caballistas, de localizadores, de transportistas, de carpinteros, de albailes, que haban encontrado en
esta industria una forma de vivir en una de las provincias ms deprimidas de Espaa.
Fracasaron las medidas de apoyo de los planes de desarrollo de la etapa tecncrata del
franquismo. Solo los parajes permanecan. Y otras historias y otras formas audiovisuales
encontraron acomodo en ellos. No fue con la intensidad de antes, pues no se puede olvidar que el western supuso el setenta por ciento de las producciones en la dcada dorada.
Las producciones para la televisin fueron un componente crucial a partir de los ochenta:
captulos de series de televisin, anuncios publicitarios y los videoclips.
De los dos formatos primeros ya en las dos dcadas anteriores se haban grabado episodios para series y anuncios: captulos para la serie norteamericana The Rat Patrol
-1966-, pelculas para la televisin alemana como Maximiliano Von Mxico -1969-,
varios captulos de la serie espaola Curro Jimnez 1975 y 1977- o anuncios de cerveza y de alimentacin. En las dos ltimas dcadas del siglo XX, la cuenca del Andarax
volvi a ser escenario para captulos de series blicas sobre la guerra de Irak (Domsday
Gun 1993-), de aventuras (El joven Indiana Jones 1991- o Aventura Eureka 1992-),
policiacas (Poirot 1993-), del Oeste (La reina de espadas -2000-) o anuncios de automviles, de todo tipo de bebidas, de grupos petroqumicos, de golosinas, de tabaco, de
cosmticos, inspirados en los westerns rodados en las ramblas y los poblados de antao y
dirigidos la mayora de las veces a televisiones extranjeras. Y adems, un nuevo producto, el videoclip de grupos musicales, hall en estas tierras ya de cine el referente idneo
para ambientar las letras de las canciones o el estilo de los cantantes o grupos: Joaqun
Sabina, Sting, Europe, Queen, La Frontera, Siniestro Total, David Bisbal, Tam Tam Go,
The Pogues
Sin embargo, no por ello, se dej de rodar para la pantalla grande. Grandes superproducciones se sirvieron de estos paisajes compactos, firmes, perturbadores, indefinibles. Indiana Jones y la ltima cruzada fue la que ms impacto tuvo. En 1988 Steven Spielberg
con Harrison Ford y Sean Connery film secuencias en las Ramblas Indalecio y Trujillo.
Tambin el cine espaol se fij en estos paisajes. Ya lo hizo en los sesenta con westerns
en la lnea estilstica de los italianos, pero ahora en los ltimos aos del siglo XX y en
los primeros del XXI, Mario Camus con Jos Coronado y Ana Duato en La vuelta de El
Coyote -1998- o Alex de la Iglesia con Sancho Gracia y Carmen Maura en 800 balas
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Ro Andarax
Ro
n
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Canjyar
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Rambla de Grga
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Ro Andarax
La Barriada de Alcora
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5
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13
Los Baos de
Sierra Alhamilla
Rioja
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Pechina
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10.000
-2002- volvieron, desde perspectivas diferentes, a emplazar historias flmicas en los mbitos de la cuenca del Andarax. El mundo del cortometraje espaol, auspiciado por el
Festival Internacional de Cortometraje Almera en corto, desde 2003 ha encontrado en
estas zonas los rincones para aportar nuevas miradas.
El cine a esta cuenca del Andarax le ha dado resonancia mundial. El cine mostr las
incalculables posibilidades para que la imaginacin audiovisual pudiera crear fantasas e
historias que nos emocionen ante una pantalla. El cine hall la forma de sacar prosperidad de su sequedad y dureza, le ofreci la posibilidad de que miles de almerienses pudieran encontrar en los trabajos de la industria cinematogrfica un modo para sobrevivir en
una poca pauprrima para esta provincia como fue el franquismo. El cine sigue siendo
un modo viable de seguir generando trabajo e imaginacin. Esta cuenca rida, desrtica,
todava puede seguir poblndose por unas horas, por unos das o por unas semanas con
la gente del cine, todava su filn no se ha agotado y puede ofrecer muchas nuevas e
imaginativas historias, cortas o largas, da lo mismo, mientras se ruede.
RODAJES DESTACADOS EN LA
CUENCA DEL ANDARAX
1 Patton.
2 El Cndor.
3 La muerte tena un precio.
4 800 Balas / El Coyote.
5 Ojo por ojo.
6 Lawrence de Arabia.
7 Cmo gan la guerra.
8 Mercenario sin gloria.
9 Cleopatra.
10 El sabor de la venganza.
11 Indiana Jones y la ltima Cruzada.
12 Por un puado de dlares.
SABER MS
13 Tierra brutal.
MRQUEZ BEDA J. (2009): Almera plat de cine. Rodajes cinematogrficos 19512008. Instituto de Estudios Almerienses, Diputacin Provincial de Almera. Almera.
ORTEGA CAMPOS I. (2005): Crnica social del cine en Almera 1896-1936. Fundacin
Unicaja. Almera.
139
Ro Andarax
FOTOGRAFAS DE
CARLOS PREZ SIQUIER
140
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Ro Andarax
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Ro Andarax
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Ro Andarax
Pueblo de Padules, puerta del Alto Andarax, entre los trminos de Canjyar y Almcita. Foto: Enrique Lpez Carrique.
144
Ro Andarax
A DIVERSIFICACIN DE LAS
ACTIVIDADES
Jess Eugenio Rodrguez Vaquero
ECONMICAS
Parece indiscutible que en este territorio almeriense se produce en el ltimo tercio del
siglo XX una crisis de las actividades econmicas tradicionales, pero los contrastes entre
los modos de vida urbano y rural y las caractersticas tan dispares en recursos naturales
y humanos, provocan tendencias tambin distintas en la creacin y desarrollo de alternativas econmicas. Recordemos que el ro Andarax recorre 67 km y atraviesa una
treintena de municipios.
En base a estas premisas, y condicionados por el limitado espacio que contamos, centramos nuestra atencin en el entorno rural, que caracteriza a un alto porcentaje de la
poblacin y aun ms del territorio. Muchas son las localidades que guardan la estructura
del hbitat y las caractersticas del modo de vida rural.
Ante las crisis, primero de la minera y posteriormente de la agricultura tradicional, basada en el cultivo de la uva de mesa y del naranjo, que caracterizaban la economa de
todo el Valle, sus pobladores tienen la necesidad de poner en marcha nuevas vas de
desarrollo, una de ellas ha sido ya presentada en captulos precedentes: la agricultura
bajo plstico, que una vez conquistados los mbitos de la desembocadura (Vega de Almera) y el Bajo Andarax, va paulatinamente trepando por las poco escarpadas laderas
del Valle Medio.
La mayor parte de los municipios de la ribera del Andarax han experimentado en la
ltima dcada un crecimiento importante de actividad econmica, localidades que se
estaban viendo seriamente afectadas por la emigracin y el envejecimiento, han visto
florecer su economa y han recuperado su dinamismo demogrfico.
145
Ro Andarax
Las alternativas econmicas de este territorio almeriense se centran en tres pilares bsicos: las actividades relacionadas con la construccin (extraccin de ridos, fabricacin
de materiales y otras manufacturas para el sector), la industria de la alimentacin (agroalimentarias, crnicas y productoras de alimentos artesanos relacionados con la panadera
), y, por ltimo, el turismo rural que, bien complementando bien sustituyendo al clsico
turismo de sol y playa, se abre camino cada vez con ms fuerza y experimenta una profunda transformacin en su estructura (nueva oferta-demanda). La actividad turstica en
este medio rural presenta una perspectiva clsica, que se desarrolla en base a la creacin
de establecimientos tursticos, tanto en la oferta de alojamientos como en la de restauracin y que genera una creciente inversin en el sector.
Adems, se est desarrollando un nuevo enfoque ms orientado a satisfacer las emergentes demandas del visitante. Este nuevo turismo rural es tratado aparte en este captulo.
Dentro del turismo litoral, circunscrito al sector oriental de la costa capitalina, toma protagonismo en los ltimos tiempos una actividad que crece dentro de la oferta turstica
del litoral mediterrneo, el turismo de golf asociado al turismo residencial. El desarrollo
de El Toyo es un claro ejemplo de lo que aqu se expone: junto al espacio dedicado a la
prctica de este deporte, se produce un ingente crecimiento de la construccin.
El creciente peso de las alternativas econmicas se puede comprobar a travs de la
consulta de cualquier fuente estadstica. Los ltimos quince aos han permito a los estudiosos de las condiciones socioeconmicas del Valle del Andarax, observar con claridad
meridiana cmo los entonces municipios sin futuro por el declive de la agricultura, han
pasado a ocupar puestos de privilegio en el mapa econmico de la provincia. Al margen
146
de los municipios limtrofes con la capital (Hurcal de Almera y Viator), nos sirven de
ejemplo -abarcando los tres sectores del Valle-, los trminos municipales de Alhama de
Almera, Benahadux, Canjyar, Gdor y Laujar-Fondn. En todos estos municipios ha
aumentado considerablemente el nmero de licencias para el desarrollo de actividades
profesionales no relacionadas directamente con el sector primario. En el grfico que
presentamos, podemos comprobar esta afirmacin en un corto perodo de tiempo (19942006) y para seis trminos municipales.
Ro Andarax
Hotel-Restaurante La Kabila,
en Instincin, ejemplo de
establecimiento de turismo
rural de corte clsico. Foto:
Jess Rodrguez Vaquero.
147
Ro Andarax
148
2000
2006
fes como Hurcal de Almera, Viator y Benahadux, donde los polgonos industriales y
comerciales crecen de manera inusitada al amparo de la fuente de mano de obra y del
mercado que ofrece la cercana de Almera.
Ro Andarax
Fbrica de materiales de
construccin. Foto: Jess
Rodrguez Vaquero.
La actividad quizs ms extendida como alternativa econmica ante la crisis del sector agrario es la industria agroalimentaria, que con presencia en la mayor parte de los
municipios del Valle, se centra, entre otras actividades secundarias, en el envasado de
zumos y cremas de hortalizas y verduras (SAT Ctricos del Andarax y Don Simn en
Gdor) y en la vitivinicultura, consiguiendo -fruto del trabajo en colaboracin entre los
agricultores y bodegas de la zona, que han apostado por esta actividad como motor socioeconmico de futuro- una produccin de vinos de excelente calidad bajo la indicacin,
concedida por la Consejera de Agricultura y Pesca en 2003, de Vino de la Tierra Ribera
del Andarax, que ampara a veintin municipios de la provincia de Almera en el curso
medio del ro.
Las bodegas proliferan a lo largo del Medio y Alto Andarax destacando, por su presencia
en el mercado, los vinos de Alboloduy, Padules, Fondn y Laujar de Andarax.
Toda la industria agroalimentaria puede aparecer asociada y, en muchos casos, es el
complemento de la oferta turstica, presentndose como atractivo para el visitante ocasional o turista. Pero en otros casos, se trata de una actividad industrial de demanda en
el mercado provincial y nacional.
La industria agroalimentaria se completa con la explotacin de otro cultivo de la tradicional triloga mediterrnea: el olivo. Tambin son muchas y de calidad las almazaras
que salpican el Medio y Alto Andarax: Canjyar y Laujar de Andarax (Alpuoliva) ocupan la cabeza de la produccin aceitera.
149
Ro Andarax
Con menor peso, pero con cierta presencia a nivel provincial y nacional, se han desarrollado la industria crnica (Crnicas Salinas en Gdor, Jamones de Fondn, etc.) y
la de fabricacin artesana de productos de panadera (Dulces del Andarax en Laujar).
Para terminar, otras actividades que estn tomando paulatinamente auge, al amparo de la
agricultura bajo plstico, son las relacionadas con la extensin e inyeccin de plsticos y
la fabricacin de envases, tuberas y otros accesorios para la nueva agricultura. Adems,
almacenes de comercializacin, procedentes de otros puntos de mayor tradicin en este
tipo de cultivos hortcolas de vocacin eminentemente comercial, se localizan tambin
en el Medio Andarax. Tenemos un ejemplo claro: Vega Caada, cuya sede principal se
encuentra en el levante de la capital almeriense.
150
Ro Andarax
SABER MS
Revista Cultural El Eco de Alhama de Almera: www.elecodealhama.com
Instituto Estadstico de Andaluca: www.juntadeandalucia.es:9002
Fundacin Cajamar: www.fundacioncajamar.es
Cmara de Comercio de Almera: www.camaradealmeria.es
La Almazara de Canjyar,
destacada por su alto nivel
de tecnificacin. Foto: Jess
Rodrguez Vaquero.
151
Ro Andarax
EL TURISMO
RURAL
Centro, idealizacin de
los Baos de la Posnilla
(Bentarique, por Justo Porras en
1872). Coleccin Ayuntamiento
de Terque.
Abajo, el Centro de Visitantes
del Espacio Natural Sierra
Nevada en Laujar de Andarax
pretende ser una referencia
fundamental en el ecoturismo
de Sierra Nevada oriental y del
valle del Andarax.
Ro Andarax
153
Ro Andarax
Desde 1992 los pueblos de los valles del Andarax y Nacimiento cuentan, a travs de los
programas de la Unin Europea gestionados, en un principio, por Iniciativas Lider S.A. y
posteriormente por la Asociacin para el Desarrollo Rural de La Alpujarra-Sierra Nevada
(ADR), con lneas de subvencin de proyectos de inters turstico. Desde entonces son
muchas las empresas hosteleras, estudios tcnicos, cursos de formacin, y actividades
de difusin que se han creado y desarrollado al amparo de estos programas. Como consecuencia de todo ello, crece de forma importante el nmero de hoteles, restaurantes,
campings y casas rurales, en nuestro entorno.
El rea Recreativa de El
Nacimiento constituy, en
los aos 70 del siglo XX, el
primer paso en el desarrollo
del turismo rural como
complemento a las rentas
agrcolas de la cabecera del
valle del Andarax.
154
En esta misma lnea, la web de la entidad (adr-alpujarra.com) recoge un amplio inventario de recursos tursticos, tanto en el campo medioambiental como histrico-patrimonial.
Igualmente se generan publicaciones al respecto y se trazan rutas temticas patrimoniales como la del Camino de las Fundiciones Reales, en torno al camino minero que
recorre todo el valle.
Por otro lado, la declaracin de Sierra Nevada como Parque Natural, en 1989, refuerza el
atractivo de la imagen de la comarca, construyndose un importante Centro de Visitantes
en Laujar. Paralelamente se van creando o mejorando otras infraestructuras ecotursticas
en la cuenca del Andarax, como son las reas recreativas de El Cristal en Canjyar, refugios de montaa como el de La Polarda en Beires, miradores como el del Tajo Faraite en
Padules, senderos como el GR-140 que recorre todo el valle, etc.
Ro Andarax
Por su parte, la Consejera de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andaluca desarrolla de forma directa sus propios programas, construyendo la Villa Turstica de Laujar de Andarax, la cual se pretende que acte como referente turstico de la comarca.
En la actualidad se manifiestan dos alternativas, relativamente contrapuestas, en el desarrollo turstico de los valles del Andarax y Nacimiento. Por un lado aparece la opcin
basada en la construccin de segundas residencias, con el consecuente impacto por
sobreurbanizacin, y por otra, la derivada de un turismo sostenible, de bajo consumo
territorial y mayor volumen de visitantes, basado en el desarrollo de la hostelera y la
oferta complementaria.
155
Ro Andarax
156
El pozo como servicio de suministro de agua. En el Andarax los pozos suelen estar dentro de una caseta cerrada, como ste en las
proximidades del cauce del ro en el municipio de Rioja.
L RO: CAUDAL DE
ECONOMA Y
ECOLOGA
Ro Andarax
Recordando la clebre cita de Antonio Machado todo necio confunde valor y precio,
se pueden entender muchos de los vnculos existentes entre la economa y la ecologa
del ro Andarax. El ro Andarax, la cuenca hidrogrfica o los ecosistemas, que lo componen pueden entenderse como un amplio abanico de valores y precios de los cuales
la sociedad se beneficia directa o indirectamente. Estos servicios, entendidos como los
beneficios que recibimos de los ecosistemas, solo son percibidos por la sociedad cuando
poseen un precio real en los mercados monetarios. Por el contrario, para aquellos que no
son internalizados dentro de nuestra economa, se obvia el valor directo o indirecto que
suponen para la sociedad. En este sentido, resulta fcil entender la importancia de los
ingresos locales asociados a la agricultura o el turismo de montaa, pero no lo es tanto
cuando pensamos en el proceso ecolgico que originan esos paisajes o que posibilita una
buena fertilidad de sus tierras. Si nuestro bienestar depende en parte de los precios con
los comercializamos los producto, no puede tener menos valor el mantenimiento de
sus costumbres y tradiciones culturales. As, nuestro bienestar depender en gran medida
de nuestra capacidad para conectar aquellos elementos que poseen un precio real con
aquellos que, sin ser contabilizados, poseen un enorme valor social, natural o cultural
para la sociedad.
Muchos de los beneficios o servicios suministrados por la cuenca del ro Andarax (biodiversidad, turismo o agricultura) actan como sostn de las economas locales mediante su integracin en los mercados. En cambio, otros muchos y no menos importantes
(secuestro de C02, recarga de los acuferos o retencin de suelo), no se tienen en cuenta
siendo desvinculados en los procesos de toma de decisiones que se llevan a cabo en la
planificacin del territorio.
157
Ro Andarax
El ecosistema que comprende la cuenca del ro Andarax ha sido tradicionalmente explotado para la obtencin prioritaria de servicios que, pese a satisfacer las demandas
locales, han puesto en compromiso el suministro de otros no menos esenciales. De esta
manera, la intensificacin de la agricultura, pese a aportar cuantiosos beneficios econmicos, ha supuesto la destruccin de reas forestales provocando un incremento en la
disminucin de la biodiversidad.
Dichos servicios pueden ser clasificados en tres grandes grupos: servicios de regulacin
(asociados a procesos ecolgicos invisibles por la sociedad), servicios culturales (valores
culturales, recreativos y espirituales) y servicios de abastecimiento (produccin alimentaria). Entre todos los servicios, los asociados al ciclo del agua, resultan de especial importancia debido al carcter semirido de gran parte de la cuenca. Si bien el agua es necesaria
para el funcionamiento de todos los ecosistemas del planeta, constituye un elemento clave
para el desarrollo de cualquier actividad econmica (industria, transporte, refrigeracin).
As, a lo largo del ciclo hidrolgico, el drenaje de nutrientes asociados a las aguas de escorrenta o el proceso de recarga de los acuferos locales constituyen servicios con un peso
significativo en la economas locales y regionales. De la misma forma, las masas forestales
(bosque de pino y encina) asociadas a la parte alta del curso del ro (Parque Nacional y
Natural de Sierra Nevada), actan como sumideros de carbono ayudando a amortiguar
las emisiones de gases invernadero que aceleran el cambio climtico. Por otra parte, y de
manera especial en el medio Andarax, son muchos, y no menos importantes, los servicios
de carcter cultural y social. Entre ellos se encuentran la oferta de diversas oportunidades
recreativas y un turismo rural (Alpujarra almeriense) que en los ltimos aos ha logrado
asentarse como un pilar slido en las economas regionales.
Al mismo tiempo, el crecimiento econmico en los ncleos rurales, ha contribuido a
la puesta en valor de estos espacios frenando el proceso de abandono de las gentes del
campo. Por ltimo, el conjunto de servicios de abastecimiento, (alimentos, caza, pesca,
madera, etc), se encuentran de igual forma bien representados. A lo largo del curso del
ro, los diferentes usos y aprovechamientos que tradicionalmente han sido desarrollados,
ofrecen una extensa variedad de servicios de aprovisionamiento. As, a las tradicionales
explotaciones mineras y madereras se suma la produccin extensiva de uva de mesa y
ctricos (naranjos y limoneros) en las parte altas y el desarrollo de agricultura intensiva
de invernaderos en el curso bajo del ro.
Para la biologa de la conservacin, unos de los retos en las prximas dcadas se centra
en un cambio de pensamiento que otorgue nuevos matices al concepto que actualmen-
158
Ro Andarax
Recreativos
Paisaje
Biodiversidad
Culturales
Secuestro
de carbono
Agricultura
Agua subterrnea
te se tiene de cmo se han de gestionar los espacios protegidos?. Para ello, es necesario
sumar a los actuales criterios naturales y paisajsticos otro tipo de valores (sociales,
culturales y econmicos) que de igual manera son indispensables para el mantenimiento
de una buena calidad de vida. Tradicionalmente, el trmino conservacin ha sido interpretado como una barrera para el desarrollo econmico imposibilitando hoy la necesaria
relacin entre desarrollo sostenible y crecimiento econmico. Actualmente, eclogos y
economistas aunan esfuerzos para alcanzar un equilibrio entre las necesidades humanas
y las conservacionistas, con el propsito de lograr la transicin de conservacin frente
al desarrollo versus conservacin para el desarrollo.
SERVICIOS AMBIENTALES
SUMINISTRADOS EN LA
CUENCA DEL ANDARAX
Autor: Isaac Francs Herrera
a partir de Antonio J. Castro
Martnez.
Todo esto pone de manifiesto la necesidad de desarrollar un marco conceptual que permita entender los ecosistemas como un compendio de relaciones mutuas entre sociedad
y naturaleza. Es preciso consensuar una nueva visin de las reas naturales que proyecte
los diferentes paisajes como sistemas generadores de salud y de bienes fundamentales. La
cuenca del ro Andarax, en la cual convergen naturaleza y poblaciones rurales, constituye un ejemplo idneo donde el concepto de servicios ecosistmicos puede abrir los
ojos de una sociedad que hoy, ms que nunca, necesita percibir que su bienestar esta en
sintona con la buena salud de sus ecosistemas.
SABER MS
Ecosistemas. Revista cientfica y tcnica de ecologa y medio ambiente:
www.revistaecosistemas.net
Evaluacin de los Ecosistemas del Milenio. Ecosistemas y Bienestar Humano: Sntesis
de Biodiversidad (2005): www.maweb.org/es/Synthesis.aspx
159
Ro Andarax
160
Paisajes
III
Ro Andarax
EL CLIMA
162
ESTACIN
P (mm)
TERMOTIPO
OMBROTIPO
Laujar Cerecillo
1.800
10,2
688
Supramediterrneo
Subhmedo
Laujar Monterrey
1.280
12,9
617
Mesomediterrneo
Subhmedo
Laujar
921
14,5
544
Mesomediterrneo
Subhmedo
Grgal Nacimiento
730
15,9
218
Mesomediterrneo
Semirido
Canjyar
610
17,8
321
Termomediterrneo
Semirido
Tabernas
490
17,9
221
Termomediterrneo
Semirido
Almera Aeropuerto
21
18,5
189
Termomediterrneo
Semirido
Almera
18,2
208
Termomediterrneo
Semirido
Ro Andarax
Estaciones termopluviomtricas de la cuenca del Andarax con datos de temperatura media (T), precipitacin anual (P), termotipos (componente trmica de los pisos bioclimticos) y ombrotipos (componente mbrica -relaciona precipitaciones medias con temperaturas medias mensuales superiores a
0C- de los pisos bioclimticos).
Autora: Blanca Diz Garretas.
163
Ro Andarax
Alto Andarax
Las precipitaciones suelen concentrarse preferentemente en invierno, y existe una sequa
acentuada de esto entre los meses de junio y septiembre en todas las estaciones. Esto constituye el rasgo climtico ms singular de la cuenca hidrogrfica del ro Andarax. No cabe
duda de que el rgimen estacional de las precipitaciones pone al descubierto una influencia
atlntica importante, a pesar de su caracterizacin general como clima mediterrneo.
Las temperaturas medias anuales oscilan entre 8C y 12C. El invierno es muy largo
y, as, el periodo por debajo de 6C de media se ensancha, abarcando cinco meses en El Cerecillo. El mes ms fro es enero (3,7C en El Cerecillo) y el mes ms clido se retrasa respecto al solsticio
estival, concretamente hasta el mes de agosto (22,4C
en El Cerecillo). El verano suele ser muy clido,
incluso se rebasan 40C como temperatura
mxima absoluta en todos las estaciones:
42C en El Serbal Abrucena y 40C en El
Cerecillo. Las heladas son muy frecuentes, a consecuencia de su altitud, con
94 das de helada en El Cerecillo y
temperaturas mnimas absolutas de
hasta 14C bajo cero en esta misma
estacin y en diferentes ocasiones.
Medio Andarax
La cuenca media participa de las
caractersticas del clima mediterrneo continental. Se sita aproximadamente entre los 400 y 800 m de altitud.
Las precipitaciones anuales indican un
decrecimiento notable respecto al curso alto
del ro. Valores todos ellos entre 300 y 400 mm:
anotndose en Alboluduy 278 mm, 382 mm en Canjyar e incluso tan slo 278 mm en Alhama.
El ritmo de las precipitaciones revela un mximo pluviomtrico en
primavera, seguido del otoo, invierno y una extrema sequa estival. El mes
ms hmedo es marzo en Grgal, trasladndose a diciembre y enero en las estaciones de
Alboluduy y Canjyar respectivamente. Entre los valores de precipitaciones mximas
en 24 horas, son reseables 114 mm en Alhama y 126 mm en Canjyar Cristal Vivero.
Las temperaturas medias anuales oscilan entre 13C y 16C. El invierno es mucho ms
atemperado que en su curso alto. El verano es muy alongado y clido, alcanzndose hasta 27,7C de temperatura media en Canjyar, valor anlogo al que se registra en el curso
bajo del ro Guadalquivir, en Sevilla. En todos los observatorios se han superado 40C,
destacando los 47C en Canjyar el 17 de agosto de 1967, record de temperatura en la
Pennsula Ibrica durante el siglo XX.
164
Ro Andarax
Bajo Andarax
Las precipitaciones medias anuales estn por debajo de los 250-300 mm. El mes ms lluvioso suele ser noviembre -en Rioja, Tabernas y Alhama-; mientras que el mes ms seco
es julio, prcticamente sin lluvias. Han existido muchos aos secos como, por ejemplo,
1953, 1961, 1981, 1983 y 1984.
Cabe destacar la elevada humedad relativa en el delta del ro (en torno al 73,5%). Las
temperaturas medias anuales son elevadas, oscilando entre los 16C y 19C, con veranos
largos y calurosos. En cuanto a las temperaturas mximas, se han superado los 40C en el
propio delta del ro. Las temperaturas mnimas absolutas se aproximan a la helada, pero
sin rebasarla en el litoral; sin embargo, a tan slo 17 km aguas arriba, Gdor ya anota
temperaturas bajo cero, como ocurri los das 26 y 27 de enero de 2005. As pues, todo
el curso bajo del ro podra clasificarse climticamente como mediterrneo subdesrtico.
De especial importancia resultan los vientos en la ciudad de Almera, en cuanto a su distribucin anual de direcciones, prevaleciendo los vientos del tercer cuadrante (SSO) y la
casi ausencia de vientos del Oeste, como consecuencia del efecto de pantalla orogrfica
que ejerce la Sierra de Gdor. Hay un predominio de vientos septentrionales, siguindoles
en importancia los vientos de Poniente.
165
Ro Andarax
166
LTA
MONTAA
MEDITERRNEA
Ro Andarax
Las singulares caractersticas del paisaje que conforman la alta montaa y bosques mediterrneos vinculados a la cuenca alta del Ro Andarax hacen de este espacio uno de los
ecosistemas ms ricos y biodiversos de la Pennsula Ibrica.
La heterogeneidad geolgica, climtica y geomorfolgica es caracterstica de este entorno
paisajstico almeriense. La diferente antigedad de las superficies, las alteraciones inducidas en la evolucin de las mismas por cambios temporales en alguno de estos factores
(p. ej. clima) y, finalmente, la ancestral ocupacin de estos territorios por el hombre, cuya
actividad ha dejado su impronta en el paisaje alterando su dinmica original, han determinado en conjunto una notable diversidad paisajstica y, consecuentemente, una manifiesta
variabilidad fito-geomorfoedfica.
Evidentemente, tal diversidad climtica, geolgica y edfica, tiene su reflejo igualmente en
la vegetacin de esta zona, donde aparecen desde las tpicas formaciones que se encuadran
en el Dominio de los Bosques Esclerfilos y Matorrales Mediterrneos, hasta las que conforman el Dominio Potencial de los Bosques Aciculifolios o Dominio de los Piornales y,
obviamente, pasando por los correspondientes Bosques Caducifolios, aunque estos ltimos escasamente representados, como ya se ha dicho. Asimismo, y aunque la vegetacin
natural o autctona en esta zona se encuentra considerablemente degradada a causa de la
intensa deforestacin padecida desde antiguo en favor de los terrenos de pasto y los cultivos, a la diversidad y singularidad de su paisaje contribuye la enorme superficie ocupada en
la actualidad por repoblaciones forestales constituidas bsicamente por diferentes especies
de pinos (P. halepensis, P. pinaster, P. nigra, P. sylvestris, etc.).
167
Ro Andarax
Para facilitar la descripcin y comprensin de las caractersticas del paisaje, sus componentes, su diversidad y su mbito de distribucin espacial respectivo en este sector de Sierra
Nevada, se ha clasificado el territorio en una serie de mbitos o ambientes paisajsticos
homogneos, atendiendo a la naturaleza del material geolgico y a las variaciones altitudinales del clima.
Se ha considerado la existencia de 3 mbitos paisajsticos, que pueden subdividirse a su
vez en funcin de los pisos bioclimticos (factor temperatura) y los ombrotipos (factor
precipitacin):
1. cido o Silceo, donde se agruparan los suelos desarrollados sobre las diferentes
rocas o materiales metamrficos carentes de carbonato clcico extendindose entre cotas
entorno a los 900 m hasta los 2.465 m en el cerro de El Buitre.
2. Ultrabsico, cuya presencia se circunscribe al cerro de El Almirez entre cotas comprendidas entre los 1.900 m y los 2.519 m, y donde los suelos se desarrollan sobre rocas
gneas igualmente carentes de carbonatos.
3. Carbonatado, que ocupa las bajas laderas de la sierra entre cotas de 900 y algo por
encima de los 1.500 m, y donde el material original de los suelos lo constituyen rocas
sedimentarias, filitas carbonatadas y mrmoles.
Los suelos se encuentran, en general, muy erosionados y/o sumamente alterados a causa
de las actividades del hombre. No obstante, la heterogeneidad ecolgica en un mbito
168
Ro Andarax
Caractersticas de los suelos desarrollados sobre cada uno de los tres tipos de
roca mencionados y en cada uno de los pisos bioclimticos considerados.
Valores medios estimados para los parmetros edficos en
cada uno de los Pisos Bioclimticos (P.B.) y los diferentes
materiales geolgicos afectados.
MAT.
SIL-C.
UTRB.
CARB.
P.B.
Oro
Supra
Meso
Oro
Meso
%Arcilla
12,2
13,3
10,4
14,5
25,6
%CO
2,03
2,6
1,3
2,2
1,9
%MO
3,5
4,5
2,2
3,8
3,3
C/N
13,2
12,8
11,6
13,8
10,6
Ca
2,6
4,7
5,6
4,2
Sat.
Mg
0,56
1,11
1,34
5,45
1,1
0,16
0,37
0,09
0,14
0,34
CIC
9,5
10,1
9,7
11,9
13,7
%V
28,5
69,8
72,7
97,9
100
pH
5,6
6,4
6,6
7,7
tan reducido ha determinado una gran diversidad paisajstica. Los suelos van a estar
influenciados por factores tales como la pendiente, la orientacin de las laderas y la diferente disposicin y/o rasgos estructurales del material geolgico. Otros factores susceptibles de introducir variabilidad son las alteraciones inducidas por el hombre (evolucin
antrpica), como es el caso del aterrazado realizado para las repoblaciones forestales o
las labores de remocin, nivelacin y despedregado para abancalar el terreno; alteraciones, por otra parte, que afectan a la inmensa mayora de este territorio vinculado a la
cuenca alta del Andarax.
Desde el punto de vista geolgico, este territorio que forma parte de las Cordilleras Bticas se incluye en el mbito de sus zonas internas o de dominio Btico, constituido por
las rocas metamorfizadas afectadas por pliegues de gran radio y fracturas.
Desde la lnea de cumbres en este sector de Sierra Nevada, el territorio se caracteriza
por una alternancia de lomas y barrancos poco profundos que descienden suavemente
y se extienden en direcciones preferenciales N-S o NNO-SSO. De entre ellos destacan
los del Horcajo y Palomeras, la Rambla del Aguadero, el Barranco de las Navas (entre
Almcita y Padules), Ro Chico o las Ramblas del Zaino (al SE de Rgol) y de Tices (al
SE de Canjyar).
El relieve presenta un desnivel mximo en torno a los 1.700 m con una cota mxima de 2.519
m en el cerro de El Almirez y una mnima en torno a los 950 m en el cauce del ro, en las
proximidades de Laujar de Andarax (Nacimiento). Ms del 90% de la superficie corresponde a
169
Ro Andarax
terrenos moderadamente escarpados y donde el rasgo distintivo del paisaje est condicionado
fundamentalmente por el predominio de lomas suaves con cimas redondeadas.
Aunque la vegetacin natural se encuentra sumamente degradada y la mayor parte de la
superficie aparece ocupada por repoblaciones forestales y terrenos de cultivo, algunas de
las especies ms representativas de la series de vegetacin climtica son las siguientes:
La Encina (Quercus rotundifolia) se extiende sobre las bajas laderas meridionales de Sierra Nevada (Laujar de Andarax-Monterrey-Fondn) ocupando una franja altitudinal comprendida entre los 800 y los 1.400 m.
El Roble melojo (Quercus pyrenaica) comparte el sector nevadense con los encinares,
ocupando los enclaves ms hmedos. Aunque aparece en diversos parajes de la geografa
nevadense, en la provincia de Almera no se detectan melojares, por ms que la presencia
de genista florida pone de manifiesto lo que pudo ser el rea potencial del melojo en esta
parte de Sierra Nevada, como queda testimoniado en otras partes de la sierra y de la geografa ibrica.
El Enebro rastrero (J. nana) se desarrolla a cotas por encima de los 1.9502.000 m.
Originariamente debieron ser formaciones ricas en enebros (J. communis subsp. nana y
subs. hemisphaerica), sabinas (J. sabina) y pinos (P. sylvestris var. nevadensis). Sin embargo, la tradicional presin ganadera y otras actividades antrpicas no nos han legado
otra cosa que extensos piornales.
170
Ro Andarax
171
Ro Andarax
ESPACIO NATURAL
SIERRA NEVADA
Francisco Javier Snchez Gutirrez
Fotos: Enrique Lpez Carrique
172
Ro Andarax
173
Ro Andarax
174
Ro Andarax
Ordenacin de los espacios silvopastorales y adecuacin de las infraestructuras asociadas a los usos tradicionales para mejorar la prctica y los resultados de los aprovechamientos ganaderos.
Recuperacin de la red de acequias tradicionales de Sierra Nevada para contribuir
al mantenimiento del paisaje peculiar de los sistemas agroforestales de la media
montaa.
Mejora de los recursos cinegticos en terrenos susceptibles de aprovechamiento en
el Parque Natural, en colaboracin con sociedades de cazadores y Ayuntamientos.
Acreditacin del Parque Nacional y Parque Natural con la Carta Europea de Turismo
Sostenible, como frmula de trabajo para alcanzar la concertacin entre los distintos
actores que intervienen en la materia: empresas del sector turstico, visitantes, habitantes, Ayuntamientos, Administracin Ambiental, Administracin Turstica, Asociaciones de Desarrollo Rural. Ejecucin del Plan de Accin conjunto comprometido
para el perodo 2004-2009.
Ordenacin de accesos a travs de la pista de altas cumbres orientales (Chullo, Almirez, Buitre, Polarda), planteando para un futuro prximo un servicio de transporte
pblico e interpretacin ambiental en el eje Puerto de la Ragua-Collado del Espino.
Ro Andarax
Instalacin y mejora de la red de equipamientos comarcales de Uso Pblico: Centro de Visitantes de Laujar de Andarax, Aula de Naturaleza de Paredes (Abrucena),
Refugios de montaa (Doctor, Piedra Negra, Polarda, Cerecillo) Albergues (Ubeire,
Aldeire, Dehesa Yedra, Monterrey), Camping de Almcita y reas Recreativas.
Diseo y acondicionamiento de una red oficial de senderos para satisfacer la demanda social de experiencias al aire libre. Vertebracin de la red a travs del sendero de
gran recorrido Sulayr, cuyo trazado de 300 Km. circunda todo el macizo recuperando sendas tradicionales, poniendo en valor los equipamientos de uso pblico, evitando interferencias negativas con los ecosistemas ms frgiles y erigindose como un
producto turstico y de ocio peculiar que beneficia las actividades socioeconmicas
de la comarca.
Educacin ambiental y sensibilizacin en los municipios del Espacio Natural, contando con los centros escolares y asociaciones culturales como destinatarios preferentes.
mbito socioeconmico
176
Dlar
Ferreira
Ro Andarax
Escllar
Huneja
Aulago
El Marquesado
Aldeire
Dlar
El Ubeire
La Ragua
El Hornillo
Laguna
Seca
Chullo
2.612 m
Piedra Negra
Doa Mara
Nac
imi
Venta
El Serbal
La Roza
Paredes
El Doctor
PARQUE NACIONAL
Buitre
2.265 m
Loma de
Polarda
Grgal
ent
o
Nacimiento
Santillana
Pen de
Polarda
Collado
del Espino
Grgal
Mosquera
Ro Laroles
Abla
Abrucena
Tices
El Cerecillo
Agua Agria
Jubar Picena
Chern
Laujar
PARQUE NATURAL
Arroyo de Beires
Santa Cruz
Laujar
Laroles
Ogjar
Alboloduy
Monterrey
Bayrcal
Beires
El Nacimiento
Laujar de Andarax
Almocita
Andarax
Fondn
Alcolea
Canjyar
Padules
Rgol
La Barriada de Alcora
Alsodux
Instincin
llar
Bentarique
Alhabia
Terque
Hucija
Alicn
0m
Parque Nacional
Albergue
Mirador
rea Recreativa
Punto Informacin
Aula Naturaleza
Refugio
Autova
Carretera Comarcal
Carretera Local
Centro Visitantes
Refugio-Vivac
4.000
177
Alhama de Almera
Ro Andarax
178
Valle del ro Andarax desde las proximidades de Almcita. A la izquierda Fondn. A la derecha aparece
tmidamente Benecid. Al fondo la poblacin de Fuente Victoria. Foto: Enrique Lpez Carrique.
OS
VALLES
Ro Andarax
Desde las fuentes donde nace, en las estribaciones orientales de Sierra Nevada, el ro
Andarax marca una trayectoria oeste-este que cambia posteriormente, cuando se hace
mayor, por otra norte-sur. En su desarrollo, se pueden reconocer tres tramos bien diferenciados que corresponden con otros tantos paisajes vegetales y representan, en los
originales ecosistemas almerienses, fronteras bioclimticas y de vegetacin que definen
la singularidad del ro Andarax.
Es un hecho histrico que tanto las riberas del ro Andarax como las de otros cursos de
agua de esta zona han sido utilizadas de forma ancestral para cultivos de regado por
tratarse de suelos muy frtiles y con alta disponibilidad de agua, siendo el motivo de la
desaparicin de gran parte de la vegetacin riberea, que queda restringida en algunos
casos a las zonas ms prximas del cauce principal.
El paisaje vegetal actual, responde no solo a las actuaciones antrpicas antes mencionadas, sino tambin a la estructura de la vegetacin natural que lo circunda -resultado de
cambios climticos muy antiguos- y que convierte a esta cuenca y su territorio en uno
de los ecosistemas ms singulares de la Pennsula Ibrica.
Los arroyos y barrancos de Palomeras y del Horcajo que arrancan prximos al Cerro de
El Almirez (2.512 m) son el origen reconocido del ro Andarax, el cual adquiere entidad
poco despus de Laujar. Atraviesa los pueblos de Benacid y Fondn, dejando al norte
Beires, Almcita y Padules, hasta llegar a Canjyar. Este tramo que recibe el aporte, entre otros, de la rambla del Aguadero, discurre entre las estribaciones orientales de Sierra
Nevada por el norte y la Sierra de Gdor al sur. La litologa dominante es de carcter
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Ro Andarax
180
silceo, predominando los micasquistos y gneises de Sierra Nevada que contrastan con
las calizas y dolomas de la Sierra de Gdor. Estos sustratos han dado origen a suelos
poco evolucionados y con bajo contenido en materia orgnica. A lo largo del valle del
Andarax y de algunas ramblas y barrancos, las deposiciones sucesivas de materiales
arrastrados por el agua han originado fluvisoles calcreos, ocupados generalmente por
cultivos agrcolas.
El piso bioclimtico vara entre el supramediterrneo -en las partes ms altas- y el mesomediterrneo, que se aprecia desde Laujar hasta las cercanas de Canjyar. Las precipitaciones, aunque no muy abundantes, alcanzan casi 700 mm anuales en el trmino de
Laujar (estacin de Laujar Cerecillo a 1.800 m), disminuyendo hasta 320 mm en Canjyar
(610 m), variando el ombrotipo desde subhmedo a seco.
En tramos altos de la rambla de El Aguadero y del barranco de El Horcajo son notables
las saucedas con alisos. Estos bosques caducifolios, muy localizados, se desarrollan en
terrenos aluviales con aguas blandas y cidas en los que los taxones dominantes son
alisos (Alnus glutinosa), sauces (Salix atrocinerea, S. pedicellata), chopos (Populus nigra),
as como zarzas (Rubus ulmifolius) y madreselvas (Lonicera periclymenum subesp. hispanica). En el estrato herbceo destaca el endemismo nevadense: Carex camposii y algunos
helechos. Son frecuentes comunidades de herbazales con juncos churreros y mentas.
Estas alisedas constituyen un tipo de vegetacin poco frecuente en Andaluca oriental y
deben considerarse como comunidades relictas.
En las sierras circundantes, en altitudes superiores a los 1.300 m, quedan algunos bosques de encinas (Quercus rotundifolia) sobre terrenos de carcter esquistoso, acompaadas de hermosos ejemplares de rompesayos (Adenocarpus decorticans). Estos encinares
son inexistentes en las zonas calizas, intensamente cultivadas y deforestadas desde antiguo. En su lugar prosperan retamares, tomillares o incluso espartales. Las laderas ms
bajas estn repobladas con pino carrasco (Pinus halepensis), a cuyos pies se desarrolla un
matorral ralo con bolinas (Genista umbellata), albaidas (Anthyllis cytisoides) y espartos
(Stipa tenacissima).
Entre Laujar y Canjyar, el cauce del ro est ocupado de forma intensa por cultivos
hortcolas. En las mrgenes pueden verse choperas con lamos blancos (Populus alba),
lamos negros (Populus nigra) o ms frecuentemente chopos cultivados o subespontneos como el chopo lombardo, plantado en cursos fluviales desde el s. XVIII, o un hbrido
entre el lamo negro y el chopo de Virginia, muy utilizado como rbol ornamental en la
Pennsula Ibrica y cultivado en las vegas de ros. Tambin son frecuentes caas, zarzas
y juncos.
Ro Andarax
El valle, en su margen izquierda se abre entre suaves colinas dedicadas en otros tiempos
a la agricultura tradicional. Prueba de ello son los numerosos molinos hidrulicos que
existan en la zona. De los 20 contabilizados entre Laujar y Fondn hasta el s. XX y destinados muchos a la molienda de cereales, hoy da apenas quedan restos de algunos. Los
cultivos cerealistas se han sustituido por otros como almendro y olivo. Cabe destacar los
181
Ro Andarax
parrales de uva de mesa que ocuparon muchos cauces y riberas entre Ohanes y Canjyar
en el siglo pasado. A pesar del declive de estos cultivos por competencia con otras variedades y la reduccin de su superficie, an quedan ejemplos en algunos tramos del ro.
Poco antes de Canjyar, se inicia el tramo medio del ro que discurre entre el piedemonte de la Sierra de Gdor y los materiales del Negeno de la cuenca Sorbas-TabernasCanjyar.
Son frecuentes los conglomerados, margas, arenas y afloramientos de yesos. Estos materiales ms blandos y fcilmente erosionables son el origen de un paisaje de colinas y
crcavas con profundos abarrancamientos y suelos con un alto grado de salinidad. La
vegetacin, poco aparente, sustenta una flora muy especializada que tiene su continuidad en el Desierto de Tabernas.
Es muy llamativo, adems del cambio litolgico y, por tanto, edfico, la profunda divisin bioclimtica, ya que desde esta zona se inicia el piso termomediterrneo con temperaturas ms suaves y dficit hdrico, que es un factor continuo hasta la desembocadura
del ro. Se trata, por tanto, de una frontera en la que se cambia de provincia biogeogrfica (de Btica a Murciano-Almeriense) y piso bioclimtico (de mesomediterrneo a
termomediterrneo). Este lmite ha sufrido avances y retrocesos a lo largo de los ltimos
milenios con los correspondientes cambios climticos regionales.
182
En este territorio, el Andarax atraviesa las vegas de Rgol, Instincin, llar, Bentarique,
Terque y Santa Fe de Mondjar, recibiendo el aporte de varias ramblas y cursos de agua,
tanto por la izquierda (ramblas de Tices, Grgal y Tabernas y ro Nacimiento) como por
la derecha (barranco del Agua y rambla de Huchar). La disminucin de las precipitaciones es notable por la sombra de lluvias que ejercen tanto las sierras Nevada y Filabres
en la vertiente norte como la Sierra de Gdor al sur, siendo dominante el ombroclima
semirido.
La vegetacin del cauce, bien conservada entre Rgol y Terque y en algunos tramos
bajos del ro Nacimiento, es muy distinta de la anterior. En el lecho del ro predominan
materiales finos en los que prosperan tarayes (Tamarix canariensis, T. africana), acompaados de ciscas (Saccharum ravennae), caas (Arundo donax), y juncos churreros. En
las numerosas ramblas y barrancos con lecho pedregoso que soportan un fuerte estiaje,
las especies estn adaptadas a los efectos de las grandes avenidas y estn dotadas de una
gran capacidad de regeneracin. La adelfa (Nerium oleander) es la especie dominante,
cuya intensa floracin estival proporciona una nota de color a estos cauces secos.
Las terrazas del ro Andarax, as como de algunos tributarios (ro Nacimiento, ramblas
de Grgal y Tabernas), han sido utilizadas por el hombre para cultivos: desde parrales a
ctricos y olivos. Algunos han sido abandonados hace aos siendo sustituidos por comunidades en las que son frecuentes especies de la familia quenopodiceas, adaptadas a
vivir en suelos nitrificados y con elevada concentracin salina.
Ro Andarax
183
Ro Andarax
184
en estos cauces crece una curiosa especie conocida vulgarmente como jopo de lobo (Cynomorium coccineum): una planta parsita de las races de quenopodiceas de la que solo
sobresale el eje carnoso con diminutas flores de color rojizo.
El Desierto de Tabernas constituye un conjunto paisajstico muy peculiar y de los ms
notables de Andaluca, formado por colinas de altitud moderada, sometidas a una severa
erosin que ha originado profundas crcavas y abarrancamientos muy caractersticos y
de gran impacto en la estructura del paisaje. La escasa pluviometra y los suelos con alto
grado de salinidad (solonchaks) condicionan la existencia de una flora y vegetacin particular. Destacan los tomillares de escasa cobertura con algunos endemismos almerienses
como Euzomodendron bourgaeanum y Coris hispanica, junto a otros txones que tienen
su ptimo en el sureste de la Pennsula Ibrica. En taludes y depresiones salinas prosperan albardinales en los que, junto al albardn (Lygeum spartum), destaca el endemismo
murciano-almeriense Limonium insigne.
En el tramo bajo hasta el delta del Andarax se suceden los cultivos hortcolas en invernaderos bajo plstico y las urbanizaciones que confluyen en torno a la ciudad de Almera.
Ro Andarax
Izquierda, Helianthemum
almeriense, endemismo del
sudeste ibrico muy comn en
tomillares. Foto: Blanca Dez
Garretas.
Arriba, Jopo de lobo
(Cynomorium coccineum).
Foto: Blanca Dez Garretas.
SABER MS
ASENSI A., DEZ-GARRETAS B. y NAVARRO P. (2.000): Utilizacion de datos fitosociolgicos en la evaluacin y restauracin del territorio. Sierra de Gdor-Campo de Dalas
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Madrid.
185
Ro Andarax
Los subdesiertos de Tabernas constituyen un enorme sistema de drenaje con mltiples ramblas.
186
OS
SUBDESIERTOS
Ro Andarax
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Ro Andarax
188
Ro Andarax
propios de esta zona (endemismos locales). Por lgica, dada su vinculacin a los medios
hmedos, los anfibios no tienen una gran representacin y se localizan en los puntos de
agua ms o menos permanentes. Sin embargo, casi la mitad de los reptiles ibricos estn
presentes aqu.
Rambla de Tabernas.
Dada su capacidad de vuelo, la riqueza en aves suele ser importante en cualquier territorio. En Tabernas se supera el centenar de especies que, de una forma u otra, estn
presentes a lo largo del ao; setenta de estas aves son nidificantes. La presencia de
acantilados y de potenciales presas como perdices, conejos y lagarto ocelado, permite la
supervivencia de grandes rapaces como el guila-azor perdicera y el bho real. Algunas
aves estn especialmente adaptadas al clima semirido como el camachuelo trompetero,
la alondra de Dupont, y la ganga-ortega. Pero los contrastes en Tabernas son muy extremos, y en localizaciones muy concretas fluyen pequeos cursos de agua procedentes de
Sierra Alhamilla. Aparecen entonces aves ligadas a medios hmedos como el chorlitejo
chico, el andarros chico y la lavandera cascadea. En los medios ridos, los recursos son
escasos y su aprovechamiento es mximo. Los dpteros que generan los cursos de agua y
189
Ro Andarax
Rambla de Tabernas.
los cantiles originados por los fuertes procesos de erosin de estos cauces son explotados
por aves singulares como el vencejo real y el gorrin chilln.
El grupo de los mamferos es el peor representado en estos paisajes, aunque tambin es
cierto que suelen ser muy esquivos y tener hbitos nocturnos, lo que dificulta su identificacin. Por el momento se han detectado 21 especies, entre las que destacan: varios
murcilagos, los erizos comn y moruno, zorro, tejn, jabal y la presencia muy reciente
de la cabra monts.
Aunque el medio no favorece la actividad humana en cuanto a la obtencin de recursos
primarios (bsicamente se cultivaba cereal de secano, se aprovechan los recursos vegetales con la ganadera, se recoga y se cultivaba el esparto); el ser humano ha colonizado
estos ambientes generalmente establecindose en los mrgenes del ro y aprovechando
ste para el desarrollo de una agricultura de regado basada en los ctricos y la uva de
mesa, que hoy en da estn en franco retroceso.
El aprovechamiento de las aguas superficiales y subterrneas ha generado un rico sistema de captaciones y conducciones de agua, que, de forma no prevista, han generado
ecosistemas apropiados para el desarrollo de comunidades de plantas y animales que
encontraron as su nicho ecolgico. Lamentablemente el abandono y la transformacin
de estos sistemas (pozos, boqueras y cimbras) estn suponiendo la desaparicin de estos
enclaves y la flora y fauna asociada a ellos. Al mismo tiempo, el alarmante incremento
en la captacin de agua subterrnea impide el mantenimiento en los niveles freticos y
la conservacin de los recursos hdricos.
190
Ro Andarax
Izquierda, adelfa.
Arriba, zarzamora.
SABER MS
MOTA POVEDA J., CABELLO PIAR J., CERRILLO LPEZ M. I. y RODRGUEZ TAMAYO
M. L. (Eds.) (2004): Los subdesiertos de Almera: naturaleza de cine. Consejera de Medio
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RUEDA CASILLENO F. (1979): El Campo de Tabernas. Un posible parque nacional a 30
km de Almera. Agricultura 48: 832-838. Madrid.
191
Ro Andarax
PARAJE NATURAL
DESIERTO DE TABERNAS
Centro, actividades
cinematogrficas en el Mini
Hollywood.
192
l Paraje Natural Desierto de Tabernas posee un paisaje con identidad propia cuya inusual belleza hace que su contemplacin
quede grabada en el recuerdo. Geogrficamente se localiza
ocupando el pasillo central de la provincia de Almera,
limitando al oeste por Sierra Nevada y Sierra de Gdor,
al norte por Sierra de los Filabres y al este por Sierra
Alhamilla. En 1989, fue protegido bajo la figura de
Paraje Natural por la Junta de Andaluca, aunque diez
aos antes sus elevados valores naturales y culturales
ya suscitaban el debate para su consideracin como
Parque Nacional. Con una superficie de 11.625 hectreas, sus valores le han valido la declaracin como Zona
de Especial Proteccin para las Aves (Z.E.P.A.; de las que
existen 562 en Espaa y 62 en Andaluca), y como Lugar
de Importancia Comunitaria (L.I.C.; de los que Espaa cuenta
con 1.434 y Andaluca con 195), estando actualmente prevista su
inclusin dentro de la Red Natura 2000 de espacios protegidos de Europa como Lugar de Inters Comunitario (LIC). Sus particulares condiciones
ecolgicas hacen que sea considerado un excelente laboratorio natural de procesos
propios del lmite del desierto, como lo demuestra el hecho de que haya sido seleccionado como una de las nueve reas piloto a nivel europeo para el desarrollo del programa
MEDALUS (Mediterranean Desertificatin And Land Use).
El actual desierto se encuentra asentado sobre una cuenca de sedimentacin marina,
que debe sus particulares condiciones de aridez tanto a su posicin geogrfica como a la
naturaleza de sus suelos. La escasa precipitacin que recibe (apenas supera los 200 mm
anuales), se debe a que se encuentra protegido de las lluvias de influencia atlntica por el
Sistema Penibtico y, en especial, por el gran macizo montaoso de Sierra Nevada. Esto
unido a las altas temperaturas medias que registra y a los altos niveles de salinidad que
muestran sus suelos formados a partir de margas subsalinas, configuran unas caractersticas que confieren al espacio su especial carcter de aridez. La dureza y especificidad de
estas condiciones ecolgicas han condicionado la aparicin de increbles adaptaciones
de las especies que lo habitan lo que ha llevado a la aparicin de un nmero elevado de
endemismos. El conjunto de estas caractersticas y lo espectacular de sus paisajes, con
clara influencia africana, no slo han llamado durante generaciones la atencin de gelogos, naturalistas, antroplogos y paisajistas, sino tambin de fotgrafos y productores
cinematogrficos.
Ro Andarax
193
193
Ro Andarax
E
Foto: Enrique Lpez Carrique.
194
L
MATORRAL
Ro Andarax
195
Ro Andarax
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ricos, tan ricos que incluso cabe incluirlos en la lista de puntos destacados del planeta
junto a los ecosistemas tropicales.
El patrn ecolgico y evolutivo que acabamos de comentar se repite, en realidad, en otros
puntos del planeta, ya que existen otras regiones que cuentan con un clima mediterrneo.
Estas regiones se extienden por Europa, frica, Oceana y Amrica. Sin embargo, entre ellas
destaca, como es obvio, la cuenca del Mar Mediterrneo, el mar que dio nombre a estas
condiciones climticas y ecolgicas tan particulares y, como hemos comentado, tan estimulantes para la seleccin natural. Es en el oeste de dicha regin donde emergen las cordilleras
Bticas y los pasillos intermontanos que las cruzan, formas del relieve que configuran el
tpico paisaje montaoso del sureste de la Pennsula Ibrica, y en el que se enmarca la cuenca del ro Andarax.
El lugar relevante que la Cuenca Mediterrnea ocupa desde el punto de vista ecolgico no
se debe nicamente a los factores naturales que lo caracterizan. Los ecosistemas de las regiones que vierten al mar Mediterrneo presentan adems una particularidad que los hace
muy interesantes. Estos ecosistemas constituyen el soporte del bienestar humano desde
hace milenios, y probablemente ningn otro lugar del planeta haya albergado la presencia
humana desde hace tanto tiempo como nuestras montaas y valles. Sin embargo, a pesar de
esta prolongada presencia humana que ha representado indudables costes ambientales, por
ahora nuestros ecosistemas, y en particular los de la cuenca del ro Andarax, an mantienen
una elevada variedad de seres vivos. Este hecho nos sita ante un paradigma de convivencia
sostenible entre los ecosistemas y los humanos y, a la vez, ante una gran responsabilidad
ambiental como encargados de este legado biolgico.
La cuenca del ro Andarax representa un paisaje que ha de ser entendido e interpretado
como un punto de encuentro entre la cultura humana y la naturaleza. Su condicin de ecosistema mediterrneo, pero tambin la huella que las diferentes civilizaciones han dejado,
representan la base para entender la estructura e incluso el funcionamiento de los ecosistemas que se dan en este territorio. Cualquier ecosistema del ro Andarax -ya sea natural,
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Ro Andarax
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el de la albaida, es la planta entera la que se deshidrata durante el perodo estival, reduciendo una manera drstica su metabolismo.
En este ltimo grupo de comunidades, los matorrales y tomillares sufritescentes, conviene
destacar, por su singularidad ecolgica, los matorrales de quenopodiceas y tomillares subdesrticos del Desierto de Tabernas. Dichas formaciones incluyen especies con alto grado
de endemicidad como la crucfera Euzomodendron bourgeanum, uno de los ocho gneros
monoespecficos de la pennsula Ibrica, restringido nicamente al Desierto de Tabernas.
Compartiendo este carcter exclusivo, aparece tambin el Limonium tabernense, una siempreviva adaptada a condiciones extremas de salinidad, que habita en las ramblas, y que en
comparacin con el euzomodendron debe de ser mucho ms joven desde el punto de vista
evolutivo.
Aunque para su descripcin nos hemos apoyado en la composicin florstica de los matorrales, estos no deben ser entendidos nicamente como comunidades vegetales, sino que
representan verdaderos ecosistemas que albergan a un conjunto muy variado de especies.
Por ejemplo, estas formaciones constituyen el hbitat de numerosas especies animales, que
se distribuyen a lo largo del gradiente altitudinal de una manera estratificada, y en muchos
casos estn asociadas a las actividades antrpicas tradicionales. ste es el caso de la perdiz
comn, el jabal o la cabra monts, especies muy conocidas por su inters cinegtico. Por
su parte, el alcaravn, la ortega y la terrera marismea, son aves estepricas propias de
espacios abiertos en los que se desarroll tradicionalmente una agricultura de subsistencia.
Ro Andarax
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Ro Andarax
200
La collalba negra y la rubia, son aves de curiosas costumbres que nidifican en antiguas
edificaciones como los cortijos abandonados. Ms generalistas son la lagartija colirroja o
el lagarto ocelado, tpicas especies del matorral, que son ms frecuentes en la cuenca baja
del ro. En las partes ms altas son comunes algunos paseriformes como la collalba gris, el
bisbita campestre o el acentor alpino. Finalmente, sobre este conjunto destacan especies tan
emblemticas como el guila perdicera o el guila real, que campean extensos territorios a
lo largo del curso del ro, o invertebrados de alto grado de endemicidad como la Parnassius
apollo o mariposa Apolo.
Ro Andarax
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
Herbazales
perennes
Pastizales
y humerales
Matorrales
retamiodes
Matorrales Repoblaciones
y tomillares
sufrutescentes
Piornales
Bosques y
Dehesas
Arbustedas
SABER MS
CABELLO J. (2007): Desiertos y Litoral Almeriense. En: Blanca G. y Valle F. (Eds.): Proyecto Andaluca. Naturaleza. Tomo XXXIII: Botnica V. pp: 314-329.
VALLE F., NAVARRO F. B., JIMNEZ M. N. y otros. (2004): Modelos de Restauracin Forestal. Volumen I. Datos Botnicos aplicados a la gestin del Medio Natural Andaluz I:
Bioclimatologa y Biogeografa. Manuales de Restauracin Forestal N 5. Consejera de
Medio Ambiente, Junta de Andaluca.
VALLE F., NAVARRO F. B., JIMNEZ M. N. y otros. (2004): Modelos de Restauracin
Forestal. Volumen II. Datos Botnicos aplicados a la gestin del Medio Natural Andaluz
II: Series de Vegetacin. Manuales de Restauracin Forestal N 5. Consejera de Medio
Ambiente, Junta de Andaluca.
VALLE F., NAVARRO F. B., JIMNEZ M. N. y otros. (2004): Modelos de Restauracin Forestal. Volumen III. Datos Botnicos aplicados a la gestin del Medio Natural Andaluz III:
Modelos de gestin de la vegetacin. Manuales de Restauracin Forestal N 5. Consejera
de Medio Ambiente, Junta de Andaluca.
201
Ro Andarax
202
Rada en el delta del Andarax con transporte de sedimentos. Diciembre de 2009. En la margen derecha se puede observar el muro
del encauzamiento del tramo final del ro. Al fondo, la ciudad de Almera y la Sierra de Gdor. Foto: Enrique Lpez Carrique.
ELTA
Y VEGA
Ro Andarax
El ro tambin dio nombre a esta comarca por la que discurre en su tramo final, el Bajo
Andarax, hoy incluida en la denominada Comarca Metropolitana de Almera. A lo largo
de su recorrido alberga en sus riberas numerosos cortijos, pedanas y los ncleos urbanos
de Rioja, Benahadux, Pechina, Viator, Hurcal de Almera y ya en su desembocadura,
Almera capital. Con un terreno llano y de baja pendiente, el Andarax ha excavado su
cauce abrindose paso entre los ncleos montanos de las Sierras de Gdor y Alhamilla
hasta alcanzar el Mediterrneo formando un pequeo delta.
Los materiales que atraviesa el ro en esta etapa final corresponden a depsitos sedimentarios originados por la erosin de los terrenos circundantes durante miles de aos,
en las pocas geolgicas conocidas como Negeno y Cuaternario. Los sedimentos estn
constituidos por conglomerados sueltos, arenas, arcillas y limos.
Dependiendo de la torrencialidad de las lluvias, el ro ha ido transportando de forma
lenta y constante, o, de forma torrencial y masiva, partculas finas que han ido depositndose a lo largo de sus mrgenes. Los procesos de arrastre y sedimentacin en presencia de agua, han permitido el desarrollo de unos suelos tpicos, profundos aunque poco
evolucionados, calcreos y sin afloramientos rocosos; son los denominados fluvisoles
calcricos.
La presencia de estos suelos, junto a la disponibilidad de agua, facilitaran el desarrollo
de una vegetacin de ribera ms o menos importante. Son los llamados bosques en galera. En este caso se tratara de bosquetes, formados por varias bandas de vegetacin con
distinta estructura. La primera banda, la ms prxima al cauce, estara constituida por
203
Ro Andarax
204
Sin embargo, estos mismos factores, suelos profundos y disponibilidad de agua, son los
que han propiciado la desaparicin de estos paisajes ribereos y comunidades vegetales. El ser humano fue transformando los terrenos aledaos a sus riberas en campos de
cultivo aprovechando sus aguas mediante los sistemas de boqueras, en el caso de las
superficiales, o de pozos, norias, galeras, etc. en el caso de las subterrneas. Adems fue
acabando con las masas arboladas, al extraer la madera para su uso como combustible
y material de aperos y utensilios de forma no ordenada. El aprovechamiento de estos
recursos agrcolas y ganaderos, que provocaron la paulatina desaparicin de las comunidades vegetales naturales, y consecuentemente de las animales, permiti el establecimiento de los ncleos urbanos.
Ro Andarax
205
Ro Andarax
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Ro Andarax
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Ro Andarax
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El agua
IV
RECURSO OCULTO
Ro Andarax
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa
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20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
N RELIEVE
DIVERSO CON
RASGOS DE
ALTA MONTAA
Ro Andarax
Rasgos generales
La cuenca del Andarax se localiza en el centro-sur de la provincia de Almera. Alcanza
una extensin de 2.187,6 km2 y recibe el nombre del elemento fluvial que jerarquiza su
drenaje: el ro Andarax, cuyo nacimiento es en el cerro del Almirez (2.512 m sobre el
nivel del mar), en el extremo oriental de las estribaciones de Sierra Nevada y, tras un
recorrido de 66,6 km, desemboca en el Mediterrneo al este de la ciudad de Almera.
La red hidrogrfica del ro Andarax drena la depresin estructural delimitada, al sur,
por la Sierra de Gdor , al noroeste, por las estribaciones orientales de Sierra Nevada
y al norte por el tramo central de la Sierra de los Filabres. Por la margen izquierda se
incorporan los afluentes ms importantes como el ro Nacimiento, la rambla de Grgal
y la de Tabernas, a partir de cuya confluencia el ro se inflexiona hacia el sur, de tal
manera que el ltimo tramo de su recorrido lo hace atravesando un pasillo entre el
extremo oriental de la Sierra de Gdor, al oeste, y el extremo occidental de la Sierra
de Alhamilla, al este.
Las sierras limtrofes son altas montaas que superan los 2.000 m de altitud, mientras
que las tierras del valle ocupan depresiones rellenas con sedimentos marinos. La red
fluvial se ha encajado con energa y ha provocado un modelado de crcavas y barrancos
que dejan entre s un ddalo de colinas cuyas cumbres oscilan entre los 800 m de altitud
en el valle alto y los 100 m en el valle bajo.
En la cuenca del ro Andarax se pueden distinguir variadas unidades de paisaje, desde el
211
Ro Andarax
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa
Calar Alto
Cuenca de Fiana
Fiana
Grgal
rgal
mi
en
to
Montenegro 1710 m.
Sierra Nevada
Rambla de G
Ro
Na
ci
Cuenca de Tabernas
s
rna
Tabernas
Ra m
bla
Alboloduy
be
Ta
Canjyar
Laujar de Andarax
Ro Andarax
Colativ 1.387 m
Santa Fe de
Mondjar
Sierra Alhamilla
Sierra de Gdor
Loma del Barco 2.126 m
Pechina
Barjal 2.242 m
ALMERA
Mar Mediterrneo
8.000
20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
Ro Andarax
213
Ro Andarax
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa
pueden rebasar los 2.200 m en el extremo occidental; mientras que en el oriental la altitud
se rebaja hasta los 1.000 m y termina en los alrededores de la ciudad de Almera con solo
700 m sobre el nivel del mar. Constituye un imponente edificio de dolomas, calizas y filitas
(launas), pertenecientes al complejo geolgico Alpujrride, que le dan a la sierra una coloracin oscura con matices que van desde el marrn al violceo.
En la zona de cumbres son frecuentes la morfologas de lomas de gran radio de curvatura
y en la parte central del edificio hay extensiones relativamente planas con aspecto amesetado cuyas pendientes oscilan entre el 20 y el 40 % (incluso pendientes alrededor del
8%). Solo algunos bloques elevados llegan a sobrepasar los 2.000 m de altitud. Por otra
parte, la ladera de la sierra, en su flanco norte, se perfila de manera brusca sobre la cuenca sedimentaria del Andarax con laderas muy escarpadas y pendientes que superan el 80
%. Adems, estn profundamente recortadas por barrancos cuyos cauces han de salvar
fuertes desniveles en muy corto trecho, encajados en angostas gargantas. Tambin, en
los afloramientos de launas se pueden reconocer frecuentes despegues y deslizamientos
de ladera con morfologas caticas.
214
20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
slo 800 m. La altitud homognea de gran parte de la Sierra de los Filabres se rompe en
algunos picos (Calar Alto, 2.168 m; Tetica de Bacares, 2.060 m; Moteagud, 1.301 m) formados por calizas, gneises y cuarcitas que han resistido ms a la erosin que los micasquistos
y filitas que forman la gran masa de las rocas que arman la mayor parte de la sierra y le
confieren tonalidades oscuras, que abarcan desde el marrn al gris oscuro. Dichas rocas
pertenecen al complejo geolgico Nevado-Filbride, que toma su nombre de esta sierra y
de Sierra Nevada.
Ro Andarax
La Sierra de los Filabres es una alta montaa con desniveles relativos superiores a 1.000 m
y con laderas cuyas pendientes oscilan entre 40 y 80%, siendo muy frecuentes los valores
que rebasan el 80%. Esta topografa escarpada es consecuencia del abarrancamiento llevado
a cabo por numerosos torrentes que han labrado valles estrechos y profundos. A la salida se
la sierra todos los elementos fluviales han elaborado varios sistemas de abanicos aluviales
que modelan el borde norte de las cuencas intramontaosas de Fiana, Gergal y Tabernas.
215
Ro Andarax
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa
216
20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
Ro Andarax
217
Ro Andarax
Crcavas y barrancos en la
rambla de Tabernas. Foto:
Emilio Ferre Bueno.
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa
218
20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
Ro Andarax
219
Ro Andarax
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa
SABER MS
FERRE BUENO E. (2006): Unidades de paisaje del valle del Andarax (provincia de Almera). Baetica 28 (I): 303-332.
FERRE BUENO E. (1997). Unidades de diagnstico para la evaluacin de la peligrosidad
geomorfolgico en el valle del Andarax (provincia de Almera). Baetica 19 (I): 111-134.
FERRE BUENO E. (1997): Estados erosivos en la cuenca media del ro Andarax. Cuadernos geogrficos 27: 153-169.
220
20. Un relieve diverso con rasgos de alta montaa / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
Ro Andarax
221
Ro Andarax
El ro Andarax cerca de su nacimiento en el municipio de Laujar de Andarax. Foto: Enrique Lpez Carricque.
222
GUAS
SUPERFICIALES
Ro Andarax
Introduccin
La provincia de Almera comparte en la actualidad la grave situacin de sequa y dficit
de recursos hdricos existente en Andaluca, agravada por el proceso de desertificacin
que afecta al sureste espaol.
En la parte ms meridional de la provincia de Almera, donde se encuentra la cuenca
del ro Andarax, esta situacin se agrava a causa de la escasez de precipitacin (<200
mm/ao) y el proceso alarmante de desertificacin y escasez de recursos que se est
produciendo. Prueba de ello son el actual estado de abandono de la actividad rural en
su conjunto, con excepcin del litoral, y la sobreexplotacin a la que estn sometidos
los acuferos alimentadores de los recursos hdricos demandados, tanto por los cultivos
intensivos como por las zonas urbanas.
La cuenca del ro Andarax incluye, total o parcialmente, varias comarcas: Ro Nacimiento, Campo de Tabernas, Alto Andarax y Bajo Andarax-Campo de Njar, donde se
encuentra el municipio de Almera. Todas poseen unas caractersticas fsicas y socioeconmicas diferenciadas, pero tienen en comn una disminucin alarmante de recursos
hdricos, debida a la escasez de lluvias y al balance hdrico negativo que presentan (sale
ms agua de la que entra). Su red de desage ha sido el soporte hdrico bsico de estas
comarcas, tanto como alimentadora de los acuferos suministradores de los pozos a lo
largo de sus ramblas y ros, como de aportadora de agua para riegos por inundacin a
las vegas adyacentes, aprovechando sus avenidas.
223
Ro Andarax
Las situaciones consecuentes, agravadas por las econmicas, han provocado una drstica
disminucin de los renombrados cultivos de agrios y uva de mesa. Su difcil reconversin, debida a la ausencia de agua para riego y el aumento de la demanda urbana, han
resaltado la importancia del aprovechamiento de las aguas de avenida del ro Andarax.
Esto ha motivado diversos trabajos y tesis, con el nimo de aportar conocimientos a la
hidrologa de la cuenca y apuntar posibles lneas de actuacin complementarias a las
medidas adoptadas por la Junta de Andaluca (Declaracin de inters general de regados
de la comarca del Andarax, Plan de reutilizacin de las aguas residuales del municipio de
Almera, ayudas para favorecer el ahorro de agua mediante la modernizacin y mejora
de los regados de Andaluca (Decreto 97/1995) y a cualquier medida de apoyo a comarcas deprimidas del interior).
El ITGE en Las aguas subterrneas en Espaa (1993), menciona los problemas de la sobreexplotacin de los acuferos del Medio y Bajo Andarax recomendando como soluciones la
utilizacin integrada de aguas subterrnea y superficial (regulacin de avenidas), la limitacin
de nuevas captaciones y la utilizacin de las aguas residuales del delta del Andarax para regular
las aguas residuales de Almera.
Por otro lado, las catstrofes provocadas por las inundaciones del ro Andarax como consecuencia de la torrencialidad y la corta duracin de las lluvias, de la composicin y uso del
suelo de la cuenca, unida a las recomendaciones -recogidas en la legislacin actual sobre
suelo, agua y medio ambiente- de delimitar las llanuras de inundacin de cauces de ros, han
motivado la delimitacin de stas en el cauce principal del ro Andarax.
Precipitaciones (mm)
100
80
60
40
20
0
12
23
10
21
19
Horas
Precipitacin
224
Caudal
17
be
Ta
s
rna
Ro Andarax
Ra m
bla
mi
en
to
Rambla de G
Ro
Na
ci
Ro Andarax
rgal
RED HIDROGRFICA
0m
10.000
La vega del ro Andarax llega a tener anchuras de 700-800 m. simtricas del eje del
cauce, de suelos muy frtiles y profundos, procedentes de las inundaciones, y riadas que
aportan una alta carga de slidos a causa del alto nivel de erosin en la cuenca. El alto
nivel de erosin se debe principalmente a la aridez y carencia de vegetacin.
En su desembocadura al mar Mediterrneo, el ro Andarax forma un delta de unos 18
km2 y 3 km de profundidad hacia el interior, desde el mar y siguiendo el eje del ro, que
divide en dos a la Baha de Almera.
225
Ro Andarax
SUBCUENCAS
N1, N2 y N3
G1
T1-T4
A1-A12
NUDOS O CONFLUENCIAS
Ro Nacimiento
Rambla de Grgal
Rambla de Tabernas
Ro Andarax p.d.
RA
RN
AN
AG
AH
AB
RT
AT
AC
AM
Ro Andarax
Ro Nacimiento
Ro Andarax-Nacimiento
Ro Andarax-Rambla de Grgal
Ro Andarax-Rambla de Huchar
Ro Andarax-Rambla de las Balsas
Rambla de Tabernas-Varias ramblas
Ro Andarax-Rambla de Tabernas
Ro Andarax-Rambla de Carrillo
Ro Andarax-Mar Mediterrneo
A1
A2
Ia
RA
N3
A3
1
Ib
RN
II
AN
3
A4
IV
A6
G1
AH
A5
A8
AB
A7
A9
AT
VII
8
T1
VI
RT
T4
AC
VII
A12
N2
III
AG
A10
N1
T2
T3
A11
9
IX
AM
226
Ro Andarax
REA (KM2)
N1
Rambla de Almera
7.06
173.31
N2
5.36
74,39
N3
Ro Nacimiento
40.14
473.54
T. Nacimiento
Ro Nacimiento
40.14
721.24
G1
Rambla de Grgal
16.3
171.59
T1
10.55
269.23
T2
Rambla de Galera
13.13
85.78
T3
0.91
35.65
T4
Rambla de Tbernas
13.92
583.36
T. Tabernas
Rambla de Tabernas
13.92
583.36
A1
Ro Andarax
20.5
290.1
A2
Rambla de Alcora
5.66
72.14
A3
Ro Andarax
13.79
150.86
A4
Ro Andarax
4.54
18.45
A5
Ro Andarax
3.42
9.98
A6
Rambla de Huchar
4.7
47.47
A8
10.75
34.58
A9
Ro Andarax
3.57
15.86
A10
Ro Andarax
7.98
76.79
A11
Rambla de Carrillo
0.97
29.63
A12
Ro Andarax
7.96
27.03
T. Andarax
Ro Andarax
41.91
773.11
T. CUENCA
RO ANDARAX
190.8
2249.3
La superficie aportadora est repartida entre la provincia de Almera, en su prctica totalidad, y una mnima extensin de la provincia de Granada, ocupando un total de 2.249,3
km2 distribuidos de la forma siguiente:
Subcuenca del ro Nacimiento:
Subcuenca de la Rambla de Grgal:
Subcuenca de la rambla de Tabernas:
Subcuenca del ro Andarax p.d.:
Total cuenca del ro Andarax:
721,24 km2
171,59 km2
583,36 km2
773,11 km2
2.249,3 km2
227
Ro Andarax
ALTURA DEL AGUA ALCANZADA EN LA ESTACIN DEL SAIH DEL RO ANDARAX (PERIODO 2000-2008)
2.00
1.75
Valores en m
1.50
1.25
1.00
0.75
0.50
0.25
0.00
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
ALTURA DEL AGUA ALCANZADA EN LA ESTACIN DEL SAIH DEL RO NACIMIENTO (PERIODO 2000-2008)
2.75
2.50
2.25
Valores en m
2.00
1.75
1.50
1.25
1.00
0.75
0.50
0.25
0.00
2000
228
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
Ro Andarax
Feb
Mar
Abr
Q ao mx.
May
Jun
8,785
4,197
2,197
Q ao min.
0,112
0,106
0,115
Q medio pdo.
0,717
0,580
0,560
Jul
Ago
Sep
Oct
Nov
Dic
1,409
1,033
0,903
0,645
0,645
0,598
0,419
0,341
0,327
0,115
0,095
0,074
0,056
0,047
0,057
0,080
0,093
0,099
0,407
0,464
0,362
0,311
0,284
0,254
0,382
0,551
0,381
Nov
Dic
Q =Caudal
Feb
Mar
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
Oct
Q ao mx.
4,849
4,188
7,389
5,214
5,079
2,044
0,067
0,000
0,042
1,633
2,104
2,798
Q ao min.
0,777
0,656
0,223
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,009
0,000
0,247
0,119
Q medio pdo.
2,182
2,460
1,979
1,233
1,063
0,306
0,056
0,015
0,085
0,678
1,457
1,793
Q =Caudal
229
Ro Andarax
En las grficas de la pgina 228 se observa la altura de la lmina de agua (m) registrada
en las dos estaciones del SAIH en los ltimos aos (2000-2008). Una estacin se localiza en el cauce del ro Andarax y la otra en el cauce del ro Nacimiento -cerca de la
confluencia de ambos ros- y estn gestionadas hoy por la Agencia Andaluza del Agua.
De los datos que aportan las estaciones de aforo de caudal se deduce que:
Las aportaciones ms significativas corresponden al ro Andarax propiamente dicho, es
decir a la estacin de Canjyar (de 3 a 35 hm3/ao), frente a los menores aportes de El
Chono (de 3 a 22 hm3/ao).
Las aportaciones mximas y medias mensuales observadas en ambas estaciones son diferentes. Mientras que en El Chono se produce un mximo en enero que decrece hasta octubre, en Canjyar el decreciemiento es hasta agosto, mes en que se inicia un crecimiento
hasta febrero.
Los caudales diarios e instantneos mximos en El Chono presentan sus mximos en los
aos 1989 y 1991 con volmenes prximos a los 16 y 140 m3/seg. respectivamente. En
Canjyar los mximos diarios se presentan en los aos 1979 y 1993, con unos valores en
torno a los 20 m3/seg, no existiendo datos de caudales instantneos.
El aporte anual en El Chono disminuye progresivamente desde los aos 70 presentando
un ligero despunte en los aos lluviosos 1989 y 1991 pero con aportes en torno a los 7
hm3, muy inferiores a los de hace aos. En Canjyar el mximo aporte se present en el
ao 1990 con un valor de 32 a 35 hm3.
230
Ro Andarax
Eventos hidrolgicos
Las avenidas ms importantes sobre Almera, en cuanto a vctimas y daos materiales, han
ocurrido en los aos 1834, 1879, 1924, 1948, 1951, 1973, 1989 y 1995, siendo septiembre
el mes de mximo riesgo (Comisara de Aguas, 1986, 1995). El nico anlisis de riesgos
por avenidas que se conoce sobre la ciudad de Almera, fue realizado por el ITGE en 1978.
En los episodios mximos de lluvia se puede ver que los caudales usuales no producen
avenidas significativas en condiciones de encauzamientos, ordenacin territorial y mantenimiento de cauces adecuados. Solo en das de lluvias torrenciales puntuales, en tramos
estrechos y pronunciados y por lo general mal urbanizados, pueden ocurrir avenidas peligrosas, como algunas que tuvieron lugar en las dcadas de los 70 y 80 del siglo XX.
SABER MS
Programa Agua. Provincia de Almera: www.mma.es/secciones/agua/actuaciones/almeria.htm
El ro Andarax cerca de su
nacimiento. Foto: Enrique Lpez
Carrique.
231
Ro Andarax
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / Encauzamiento del tramo final del ro Andarax
ENCAUZAMIENTO
DEL TRAMO FINAL
DEL RO ANDARAX
l ro Andarax dispone a su largo, desde hace aos, de distintos tramos encauzados o con defensas en zonas que,
por la incidencia de las aguas, sufran erosiones considerables y era rentable su proteccin para evitar desbordamientos que produjeran daos reiteradamente.
Las viviendas se ubicaban en las zonas ms alejadas
del ro y en las cotas ms elevadas.
Las zonas de erosin ms afectadas en
funcin de la clase de terreno, son las
concavidades de las curvas y las zonas
hacia donde son reflejadas o desviadas
las aguas.
La longitud del ro Andarax a lo largo de su
cauce principal es de 94 Km aproximadamente
y tiene un desnivel de la cabecera a la desembocadura de 2612 m con una cuenca total (incluidos los distintos afluentes) de 2163,8 Km2 y una pendiente media del 2,77%, que en el tramo
inferior pasa al 0,67 y finalmente al 0,45%.
Los cultivos tradicionales del tramo final del Andarax, desde la Boquera de la Higuera al Mar, en el T. M. de Almera se extendan en sus dos
mrgenes en unos 6,5 Km. Sus riegos se efectuaban por pozos de la zona
y mediante boqueras, que tomaban el agua en el ro mediante caballones de
tierras y caas, derivando las avenidas pequeas a los terrenos de la margen
correspondiente, donde llevaban a cabo el riego mediante anegamiento, sedimentando al tiempo los limos en suspensin, que adems de fertilizar el terreno, mantenan
los niveles respecto al lecho. Cuando las avenidas superaban ciertos lmites, rompan las
tomas, con lo que se suprima la derivacin de caudales.
En la margen derecha se efectu en los aos 70 un muro de hormign para defensa de la
barriada de El Puche, estando el resto slo protegido mediante terraplenes de escombros
hasta el puente de la carretera de Cabo de Gata, pudiendo llegar adems el agua por
las boqueras de esta margen hasta El Zapillo, con grave riesgo de inundaciones la zona
urbana y en desarrollo, con lo que resultaba imprescindible el encauzamiento adecuado
para defensa de ambas mrgenes.
232
Encauzamiento del tramo final del ro Andarax / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
Ro Andarax
El caudal de diseo del encauzamiento es de 3600 m3/seg, que es el mximo segn los
distintos procedimientos de clculo, tanto empricos como tericos para una avenida
probable de un periodo de retorno de 500 aos, habidas las caractersticas de la cuenca,
tanto situacin, orografa, climatologa y pluviometra, vegetacin etc.
Para el clculo de la seccin necesaria, se han tenido en cuenta adems los caudales
de slidos en suspensin de las aguas de avenida, y las fluidificaciones en el lecho del
ro y sus movimientos, manteniendo las rasantes con cadenas de fijacin o escollera de
proteccin para limitar las socavaciones del lecho en determinadas zonas, deducidas
mediante ensayo en modelo reducido.
Con ello, y tratando de mantener el mayor respeto al medio ambiente, as como el adecuado equilibrio de las mrgenes adyacentes, se ha encajado la solucin del encauzamiento con dos secciones tipo de 130 m de ancho en la base en el tramo hasta el puente
de la carretera de Cabo de Gata, una con escollera de proteccin de 1,50 de espesor,
apoyada en el terreno compactado, con taludes 1V : 2 H y una altura de 2,75 sobre la
que apoya un muro de hormign en masa de 1,50 m de altura, rematado por un murete
CAMINO DE SERVICIO
CAMINO DE SERVICIO
9.00
141,60
9.00
GEOTEXTIL
130.00
LECHO DEL RO
3.00
ESCOLLERA
3.00
ESCOLLERA
GEOTEXTIL
233
Ro Andarax
234
Agua procedente de la fuente del Mam en abril de 2010 a su paso por una antiguo molino cercano al lugar donde brota. Haca
ms de 20 aos que no brotaba este manatial. Foto: Enrique Lpez Carrique.
GUAS
SUBTERRNEAS
Ro Andarax
Introduccin
Lo que est oculto a la percepcin de los sentidos ha solido considerarse como algo
mgico y misterioso a la vez que valioso. Este es el caso del agua subterrnea, ms
an cuando brota repentinamente del subsuelo a travs de manantiales en regiones con
caresta hdrica para ser la causa del asentamiento humano y el motor de su actividad.
Sin embargo, nada ms lejos de la realidad, si bien es cierto que las aguas subterrneas
pueden ser consideradas como un tesoro oculto, tambin es cierto que se debe a su
importancia y no tanto a cuestiones enigmticas.
Dnde reside el misterio? No es difcil: el agua de precipitacin cuando se infiltra en el
terreno y percola hacia el subsuelo, queda almacenada en los poros de las rocas, bien en
los huecos situados entre las partculas que constituyen las rocas, bien en el interior de
las fracturas de distintos tamaos que las rocas contienen. Estas rocas se denominan permeables y un ejemplo de rocas con huecos porosos seran las gravas y arenas, mientras
que del segundo caso (huecos en fracturas) son las calizas, dolomas y yesos. En definitiva, el agua empapa la roca del mismo modo que lo hara en una esponja mojada o con la
arena de la orilla de la playa, pero tambin se mueve en su interior, dando lugar a que el
agua fluya por el interior de la tierra desde los lugares donde se infiltra (zonas montaosas o lechos de ros) hacia las zonas donde aflora naturalmente (manantiales, sublveos,
entre otros). Estos almacenes naturales de agua en el subsuelo que empapan las rocas
se denominan acuferos o embalses subterrneos. Pero, dnde se acaban los acuferos?
son indefinidos y el agua percola en profundidad hasta el ncleo de la Tierra? No, los
acuferos poseen lmites laterales y en su base, en los que estn en contacto con otro tipo
235
Ro Andarax
de rocas que no poseen poros y/o no circula el agua entre ellos (rocas impermeables). Un
tipo de rocas de este tipo son las arcillas, las launas (filitas) o margas.
Repasemos entonces las cuestiones que llenan de importancia a las aguas subterrneas.
En primer lugar, presentan un notable almacenamiento asociado, que hace que su cantidad y calidad estn menos afectadas por la variabilidad de la pluviometra, y sean
reservas de gran valor estratgico en sequas y situaciones de emergencia. La regularidad de su composicin qumica, radioqumica y biolgica ofrece una mayor proteccin
temporal frente a procesos contaminantes accidentales. Tambin es frecuente disponer
de acuferos cerca de donde se produce la demanda, con inversiones moderadas, con una
menor dependencia de procesos tecnolgicos complejos. Otro aspecto relevante es que
el reconocimiento, evaluacin y control de las mismas son con frecuencia ms seguros
y sencillos. Todo ello lleva a concluir que se gestin es ms local, sin las restricciones y
conflictos de organizacin e institucionales frecuentes en las grandes entidades.
236
hidrogeolgicos de la cuenca del ro Andarax, que tiene una amplia diversidad de rocas,
con un comportamiento hidrogeolgico muy diferente y cuya agua subterrnea, ha sido un
recurso muy aprovechado desde la Prehistoria a travs de manantiales y galeras.
Ro Andarax
HIDROGEOLOGA
Arenas y gravas aluviales
Conglomerados y limos arenosos
Calizas arrecifales, calcarenitas y areniscas
10.000
237
Ro Andarax
El barranco de Cacn, en el
borde norte de Sierra de Gdor
donde el acufero carbonatado
alimenta ms directamente al
ro Andarax. Foto: Francisco
Snchez Martos.
Unidades carbonatadas
Acufero carbonatado de Sierra de Gdor
Esta unidad acufera se extiende a lo largo el borde oriental de la Sierra de Gdor. Los
materiales acuferos se corresponden esencialmente con calizas y dolomas. Presenta
una estructura escalonada en bloques hundidos hacia el centro del valle. El espesor del
acufero, obtenido a partir de sondeos, es muy variable. En el sector de Alhama algunos
sondeos han atravesado 400 m de calizas sin llegar a la base impermeable; en otras zonas
el espesor suele ser menor y est fuertemente condicionado por la tectnica.
El acufero se comporta preferentemente como libre (sus aguas estn a presin atmosfrica), aunque localmente est confinado por algunas intercalaciones impermeables (estos
materiales impermeables hacen que la presin del agua sea mayor que la atmosfrica.
Cuando esto ocurre se habla de acuferos confinados). El substrato impermeable se corresponde con las filitas y las formaciones margosas que separan el acufero carbonatado
del acufero detrtico del ro Andarax, especialmente al sur de Canjyar.
En el acufero carbonatado existen reas con diferente comportamiento hidrogeolgico, as
algunas estn drenadas mediante manantiales y otras manifiestan unos niveles en continuado descenso como consecuencia del incremento de las explotaciones en los aos 70-80,
que produjo un descenso de niveles y oblig al abandono de numerosas explotaciones.
238
Ro Andarax
Los acuferos carbonatados aflorantes en el borde de Sierra Alhamilla estn constituidos por mrmoles y dolomas, que se distribuyen en bloques aislados y de una manera
irregular. Son pequeas unidades de escasos recursos que, en algunos casos, han sido
sometidas a bombeo proporcionando altos caudales lo que ha provocado una sobreexplotacin que origin el agotamiento de sus reservas.
10.000
Las aguas de estas unidades carbonatadas presentan facies bicarbonatadas, con contenidos algo elevados en sulfatos (350 mg/l) y conductividades del orden de 1.500 S/cm. El
punto de agua ms singular corresponde al manantial termal de los Baos de Sierra Alhamilla (52 C) que ya fue explotado en la poca romana. Presenta un reducido y constante
caudal. Sus aguas tienen facies bicarbonatadas sdicas y una composicin muy diferente
239
Ro Andarax
a las de su entorno. El punto de surgencia est asociado con una serie de fracturas de
importancia regional.
Unidades detrticas
Las unidades acuferas de litologa detrtica estn situadas en cuatro sectores geogrficos
bien diferenciados: Bajo Andarax, Grgal, Tabernas y valle del ro Nacimiento. Estas
unidades estn separadas entre s por materiales impermeables de naturaleza margosa o
metapeltica.
240
SO
Sierra de Gdor
Alubial
Calizas y Dolomas
Filitas
Margas miocenas
Calizas y Dolomas
Calcarenitas miocenas
Micasquistos y cuarcitas
Acufero
Detrtico
Ro Andarax
Sierra NE
Alhamilla
Ro Andarax
200 m
Acufero
Cabonatado
1 km
Acufero
Profundo
Se encuentra en estrecha relacin hidrulica con el ro Andarax, del que recibe los aportes principales. Su nivel piezomtrico (o cota del agua) muestra oscilaciones relacionadas
con la dinmica de los caudales del ro Andarax y en el rea costera se detectan estacionalmente sectores con cotas piezomtricas negativas (cota del agua bajo el nivel del
mar). Las aguas del acufero detrtico poseen unos contenidos salinos muy variados como
consecuencia de la diversidad de materiales. Poseen una gradacin entre las sulfatadas
clcicas y/o magnsicas, cloro-sulfatadas sdico-magnsicas y cloruradas sdicas. Las
primeras corresponden al sector Gdor-Nacimiento donde la conductividad es inferior
a 2.000 S/cm. Los otros dos grupos aparecen mayoritariamente en el entorno RiojaRambla de Tabernas y sector costero.
Sondeo en el acufero
carbonatado con aguas
termales en el rea de
Benahadux. Foto: Francisco
Snchez Martos.
En el acufero detrtico el deterioro de la calidad se detecta de manera ms significativa en el delta, aunque los procesos de salinizacin afectan a la prctica totalidad del
acufero detrtico y especialmente aguas abajo de la confluencia entre la rambla de
Tabernas y el ro Andarax. En el delta confluyen todos los procesos que favorecen a la
contaminacin de las aguas, a la vez que aumenta su intensidad como consecuencia del
uso de fertilizantes nitrogenados en la agricultura, lavado de materiales salinos e intrusin marina. En el acufero detrtico los contenidos en boro son elevados, alcanzndose
mximos de 1,55 mg/l.
Los procesos de intrusin marina (desplazamiento del agua salada del mar hacia el interior del continente invadiendo las aguas dulces del acufero) se manifiestan estacional-
241
Ro Andarax
mente (niveles piezomtricos negativos, aumento de conductividad elctrica y contenidos en cloruro) en relacin con el aumento de la explotacin y cuando la recarga a partir
de las aguas superficiales se reduce.
rea de Tabernas
Los materiales acuferos corresponden con conglomerados y arenas de origen aluviales.
Tienen una elevada extensin superficial pero su potencialidad es baja, dada su escaso
espesor y el hecho de constituir, en numerosos casos, pequeos afloramientos aislados.
Su descarga subterrnea se produce fundamentalmente a travs de los materiales aluviales depositados en el cauce de la rambla de Tabernas. Estos materiales aluviales rellenan
las zonas ms bajas de la rambla de Taberna, lo que permite que en su tramo final exista
un reducido flujo haca el acufero detrtico del ro Andarax.
Las aguas de los materiales cuaternarios poseen mejor calidad, su facies es predominantemente sulfatada clcico-magnsica con conductividades comprendidas entre 1.000 y
2.000 S/cm. En los niveles detrticos basales la calidad es peor, con facies sulfatada y
conductividad elctrica superior a 3.000 S/cm.
242
Las calizas del acufero Carbonatado de la Sierra de Gdor son el almacn subterrneo de
mayor tamao y entidad, y drena sus aguas al ro en su nacimiento. Las gravas, arenas y
arcillas que forman y acompaan a los cauces principales de los ros constituyen el acufero detrtico y tiene mayor entidad conforme nos acercamos al mar (acufero del Bajo
Andarax). En su curso medio se infiltran las aguas del ro liberadas en su nacimiento
por el acufero de la Sierra de Gdor, y desde ah permanece seco hasta la desembocadura. Esta rambla, por la que circulan desde automviles hasta las aguas residuales de
las localidades anejas a su cauce, permanece as, rido y agotado, durante todo el ao
a excepcin de tres o cuatro riadas eventuales, algunas de las cuales incluso consiguen
llegar a la desembocadura para desaguar en el mar.
Ro Andarax
243
Ro Andarax
Fragmento correspondiente
al Bajo Andarax del Mapa
Balneario de Espaa. Anastasio
Garca Lpez. 1867. Biblioteca
Nacional.
244
SABER MS
ITGE (1998): Atlas hidrogeolgico de Andaluca. Instituto Tecnolgico Geominero de
Espaa. Junta de Andaluca.
Ro Andarax
245
Ro Andarax
LA PLANTA
DESALADORA
DE ALMERA
246
Aunque las plantas desaladoras pueden tomar el agua directamente del mar, la desaladora de la ciudad de Almera lo hace a travs de 15 sondeos con profundidades comprendidas entre 78 y 154 m. Todos ellos se encuentran muy prximos a la lnea
de costa (entre 30 y 150 m) y captan el agua del acufero del delta
del Andarax por debajo del contacto agua dulce-agua salada.
De esta manera se pretende minimizar el contenido de
materia orgnica y otros arrastres que suelen ser
habituales en aguas captadas directamente
del mar. Est previsto que, una vez que
funcione a pleno rendimiento, los 15
sondeos bombeen 24 horas al da,
360 das al ao (5 das al ao se
dedicarn a labores de mantenimiento).
PLANTA
DESALADORA
4 32
Ro Andarax
14
15
13
12
1 234
11
10
1 234
1
2
19
9
17
8
7 16
18
Piezmetros de observacin
Sondeos de captacin
Instalaciones de la planta
desaladora de Almera en el
delta del ro Andarax. Ortofoto:
Junta de Andaluca.
Adems de los sondeos de captacin del delta, hay construida una red de observacin
y control de 12 piezmetros equipados con sistemas de medida en continuo de nivel de
agua, temperatura y conductividad elctrica (salinidad). De este modo, es posible llevar a
cabo el seguimiento e identificacin de posibles impactos sobre el acufero como
consecuencia de la extraccin continuada e intensa de agua salada. Este
seguimiento es necesario ya que el acufero tiene unos usuarios
tradicionales que no deberan verse afectados por la puesta
en marcha de la planta. La experiencia que se tiene
hasta el momento, del estudio preliminar y de un
seguimiento parcial, pone de manifiesto una
relacin directa entre la puesta en marcha
de la planta y un descenso del contacto
de agua dulce-agua salada. Es probable que pueda producirse intrusin
dulce de agua continental del
acufero en los sondeos tras la
extraccin de agua salada. Este
hecho podra plantear problemas y tener consecuencias que,
en la medida de lo posible, deberan ser evitadas tras un estudio continuado y un seguimiento
detallado.
247
Ro Andarax
248
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 23. Usos y aprovechamientos tradicionales del agua
Acequias de la vega de Rioja. 1970. Foto: Sindicato de Riegos de Almera y Siete Pueblos de su Ro.
Coleccin Dolores Segura del Pino.
23. Usos y aprovechamientos tradicionales del agua / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
Ro Andarax
SOS Y APROVECHAMIENTOS
TRADICIONALES
Dolores Segura del Pino
DEL AGUA
Las aguas del ro Andarax, caprichosas en sus avenidas y en sus estiajes, segn todos los
cronistas que de ellas hablaron, son la fuente de vida de todo el valle de su nombre desde
su nacimiento hasta su desembocadura en el mar.
Desde la Prehistoria, este valle estuvo poblado por los muchos pueblos que llegaron a
estas costas del Mediterrneo y que nos dejaron culturas tan importantes como la de los
Millares y, ms tarde, la Urci romana que dej una huella profunda segn confirma la
arqueologa y la toponimia.
Sobre los restos de la antigua Urci se establecieron en el siglo IX los Marinos de Pechina, grupo de yemenes a los que Abderramn II les concedi el Wadi Bayyana o ro de
Pechina para su asentamiento. La ciudad de Pechina fue creciendo en podero e importancia, dominando hacia el interior sobre un extenso territorio y controlando el comercio
martimo a travs del puerto de Al-Mariyya Bayyana, la marina o torre viga en cuyo
emplazamiento se fundara en el ao 955 la ciudad de Almera.
Todos estos pueblos dejaron su peculiar modo de poblamiento en sus villas y lugares y
su cultura arraigada en las normas y costumbres de los pobladores del valle del Andarax.
Asimismo, la hegemona de Pechina pervivi, conservando el Bajo Andarax el privilegio
de la preeminencia en el uso y disfrute de las aguas de todo el ro, prerrogativa a la que
se van a acoger en los siglos sucesivos los usuarios de estas aguas, apelando a la costumbre del ro, como ley consuetudinaria e inapelable en la zona.
A finales del siglo XV, cuando los Reyes Catlicos conquistan Almera del dominio nazar,
249
Ro Andarax
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 23. Usos y aprovechamientos tradicionales del agua
250
23. Usos y aprovechamientos tradicionales del agua / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
Ro Andarax
A estas fuentes hay que aadir otras cuyas aguas estn destinadas casi exclusivamente
para el abastecimiento de los pueblos y los ganados. Las principales son: la fuente de la
Peinada, en Hurcal, la del Chuche, en Benahadux, de la que tambin se abastece Pechina
y la fuente del Espritu Santo en Gdor.
En el curso medio y alto del ro Andarax tambin era comn esta tcnica. En 1922, los
pueblos de Alhama, Illar y Gdor entablan un pleito contra el resto del ro, por pretender
alumbrar una fuente en trmino de Almcita para regar los parrales de sus tierras.
El sistema de captacin de aguas por cimbras, qanats, minas, galeras de drenaje, viajes o
jattara es frecuente en la provincia de Almera. Hallamos este tipo de construcciones en la
zona inferior del ro Nacimiento, en la sierra de Gdor, en Fondn, en Berja, en Vcar, en el
valle del Almanzora y en la comarca prxima de la Hoya de Guadix.
251
Ro Andarax
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 23. Usos y aprovechamientos tradicionales del agua
252
23. Usos y aprovechamientos tradicionales del agua / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
Ro Andarax
Hurcal, Benahadux, Gdor, Santa Fe, Rioja, Pechina y Viator con los aluviones del ro de
Almera, las aguas del Andarax, las fuentes comunes y particulares de dichos pueblos, como
dice el Reglamento aprobado por Isabel II el 19 de diciembre de 1851. Naci as una corporacin con funciones jurisdiccionales propias y exclusivas atribuidas a su Tribunal de Aguas,
que resolvera los conflictos entre los regantes con un procedimiento oral, sencillo y rpido,
de eficacia demostrada. La estructura y organizacin de esta institucin se regulara por una
compleja normativa, contenida en el Reglamento para el Gobierno Interior, Reglamento de los
alcaldes, guardas y dems dependientes del Sindicato, Ordenanzas de Riegos para las Vegas de
Almera y Siete Pueblos de su Ro, de 1853.
El Sindicato de Riegos de Almera fue una comunidad de regantes anterior a la primera Ley de
Aguas (1866) cuyo especial rgimen reconoci sta, confirm la de 1879 y respeta la de 1985.
Asimismo era la comunidad de regantes ms antigua de la cuenca Sur, tras la Diputacin de
Aguas del Ro Guadalfeo. Comprenda 2.455 hectreas, con 3.260 parcelas propiedad de 2.579
comuneros; que es depositario de una tradicin secular, la costumbre del ro, y titular de
derechos y privilegios sobre el aprovechamiento de las aguas del bajo Andarax desde Santa
Fe hasta el mar y sus fuentes.
En 1986, su desmesurado aparato burocrtico, la apata de sus asociados y ocho aos de
sequa lo llevaron a un estado catalptico, que no jurdico.
253
Ro Andarax
254
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 23. Usos y aprovechamientos tradicionales del agua
SABER MS
El agua en zonas ridas, arqueologa e historia. Actas del I coloquio de Historia y Medio
Fsico (1989). Instituto de Estudios Almerienses. Almera.
RODRGUEZ VAQUERO J. y SEGURA DEL PINO D. (1996): Cambios en la organizacin
hidrulica de la vega de Almera. En: Historia y Medio Ambiente en el territorio almeriense, pp. 237-258. Universidad de Almera. Almera.
SAENZ LORITE M. (1977): El valle del Andarax y el Campo de Njar. Estudio Geogrfico.
Universidad de Granada. Granada.
SEGURA DEL PINO D. (2000): Agua, tierra y sociedad en el ro de Almera de la poca
islmica a la cristiana (siglos XV-XVI). Instituto de Estudios Almerienses. Almera.
23. Usos y aprovechamientos tradicionales del agua / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
Ro Andarax
Pie de foto.
255
Ro Andarax
256
Estacin Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) El Bobar en Almera, cerca de la desembocadura del
ro Andarax. Foto: Luis de la Poza.
Ro Andarax
La Real Academia Espaola (RAE) define gestin como accin y efecto de administrar.
Algunas de las entradas que el Diccionario de la Lengua Espaola tiene para el trmino
administrar son: gobernar, ejercer la autoridad o el mando sobre un territorio y sobre
las personas que lo habitan; suministrar, proporcionar o distribuir algo; ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o los bienes; graduar o dosificar el uso de algo,
para obtener mayor rendimiento de ello o para que produzca mejor efecto. Por tanto, y
aplicando todo lo anterior al agua, gestionar implica tomar decisiones para alcanzar un
objetivo.
En Espaa, durante gran parte del siglo XX, la gestin hidrolgica se centr en la construccin de obras hidrulicas, con el objetivo de aumentar el agua disponible -principalmente para abastecimiento, riego y generacin de energa elctrica-. En el ao 2000,
la Directiva Marco del Agua (DMA) aade, al enfoque tradicional de satisfaccin de la
demanda, un nuevo enfoque de gestin integrada y racional del agua, y establece como
objetivo central la prevencin, conservacin y recuperacin del buen estado ecolgico
de las aguas (acuferos, ros, lagos, lagunas y humedales), as como su uso sostenible.
Coincidiendo con el proceso de implementacin de la DMA en Espaa, se produce la
transferencia de competencias en materia de agua desde el Gobierno Central a la Junta de Andaluca. En el ao 2000 se adquieren las competencias de todas las cuencas
intracomunitarias -las que se extienden en su totalidad por territorio andaluz-. Es en
2004 cuando las competencias pasan de la Consejera de Obras Pblicas a la de Medio
Ambiente -en respuesta al nuevo enfoque impuesto por la DMA-, crendose la Agencia
Andaluza del Agua (AAA). sta sustituye a la Confederacin Hidrogrfica Sur como or-
257
Ro Andarax
ganismo autnomo administrativo que gestiona, entre otras, las Cuencas Mediterrneas
Andaluzas: Demarcacin Hidrogrfica dentro de la que se encuentra la cuenca del ro
Andarax.
258
Ro Andarax
PROVINCIA
DE GRANADA
PROVINCIA DE ALMERA
Sierra
Hunejar
de los Filabres
Castro de Filabres
Escllar
Fiana
Nacimiento
Grgal
Desierto de Tabernas
de
na
Sierra Nevada
mi
en
t
Rambla de Grgal
Ro
Na
ci
Abla
Ram
bla
Ohanes
Canjyar
Laujar de Andarax
Ro Andarax
Rgol
Bentarique
Sierra Alhamilla
Alhabia
Pozos de la Calderona
Santa Fe de
Mondjar
Gdor
Depsito
San Cristobal
Si
er
Tab
Tabernas
e Gdor
d
a
r
er
Rioja
Benahadux
Depsito
Pipa Alta
Pechina
Terciario
Cuatro Vegas
Huercal de
Almera
Viator
Almera
Pozos de Bernal
Mar Mediterneo
Depuradora
El Toyo
Desaladora
Desaladora
Carboneras
DEMANDA
Acuferos
Zonas de regado
Ncleos de poblacin
TRANSPORTE
Agua subterrnea
Agua desalada
Agua mezcla subterrnea y desalada
Turismo
Agua residual
Agua depurada
Agua desalada (futuro)
0m
8.000
259
Ro Andarax
260
Ro Andarax
que ser positivos y pensar que dar solucin a los problemas de la zona ms compleja de
la cuenca -donde se concentra la mayor parte de la oferta y la demanda de agua-, y que
acabar con aos de conflictos entre regantes, entre estos y la Administracin Autonmica, y entre sta y la Administracin Local.
261
Ro Andarax
SABER MS
Aguas Continentales y Zonas Asociadas. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Marino
y Rural: http://www.mma.es/portal/secciones/aguas_continent_zonas_asoc
Hispagua. Sistema Espaol de Informacin sobre el Agua: http://hispagua.cedex.es
Agencia Andaluza del Agua: www.juntadeandalucia.es/agenciadelagua
Fundacin Nueva Cultura del Agua: www.unizar.es/fnca
262
Ro Andarax
263
Ro Andarax
LA PLANIFICACIN HIDROLGICA
La ley establece la Planificacin Hidrolgica como instrumento de ordenacin de la gestin del agua en la cuenca. Como
valor aadido, hay tesis que otorgan a la Planificacin Hidrolgica de cuenca un papel esencial como instrumento integrador y coordinador de las diferentes planificaciones ambientales dirigidas a la ordenacin y proteccin del medio fsico.
El nuevo proceso de Planificacin Hidrolgica incorpora los requerimientos de la DMA e introduce muchas novedades con
respecto a planes anteriores. Una de las principales es la participacin pblica, de la que se habla, a continuacin, en un
apartado destacado en este captulo.
TRANSFERENCIAS
SUBTERRNEOS
DESALACIN
REUTILIZACIN
TOTALES
INTERNAS
EXTERNAS
28,93
5,12
60,71
-11,22
RECURSOS NETOS
REGULADOS FLUYENTES
0,88
17,77
49,49
57.225
2.081
0,88
6,34
16,84
AGUAS SUBTERRNEAS
24,47
12.674
DESALACIN
62,56
1,9
44,09
TRANSFERENCIAS EXTERNAS
0,16
CONSUMO TOTAL
44,09
11,91
69,06
DEMANDA INSATISFECHA
6,56
TRANSFERENCIAS
SUBTERRNEOS
DESALACIN
REUTILIZACIN
TOTALES
INTERNAS
EXTERNAS
RECURSOS NETOS
REGULADOS FLUYENTES
0,88
17,77
28,93
5,12
60,71
-11,22
49,49
2,14
17,02
24,28
16,67
13,49
73,6
-14,79
58,81
2,14
16,99
20,76
20,05
14,91
74,86
-12,41
62,45
DEMANDAS
URBANAS
REGADO
GANADERA
GOLF
INDUSTRIA
TOTALES
5,85
62,56
0,17
68,58
6,9
54,61
0,16
1,58
63,25
8,98
53,23
0,15
0,25
1,58
64,19
BALANCE
INFRADOTACIN
SOBREEXPLOTACIN
TOTAL
-18,47
-0,62
-19,09
-4,13
-0,3
-4,44
-1,74
-1,74
264
Ro Andarax
060.010
Hunejar
060.053
Castro de Filabres
Escllar
Fiana
Abla
06
410
3
Grgal
Nacimiento
060.008
060.009
Canjyar
0641020
Rgol
Laujar de Andarax
40
410
06
0641010
060.057
Tabernas
Ohanes
Alhabia
Bentarique
06410
50
060.013
Gdor
Rioja
060.012
.055
060
060.014
060.055
Santa Fe de
Mondjar
Almera
Mar Mediterneo
0610026
0610017
Bueno
Bueno
Malo
0m
10.000
MASAS DE AGUA
CDIGO
NOMBRE
SUPERFICIE (KM2)
OBJETIVOS MEDIOAMBIENTALES
SUPERFICIALES
0641010
0641020
0641025
0641030
0641035
0641040
0641050
0641060Z
Alto Canjyar
Medio y Bajo Canjyar
Huneja o Isfalada
Alto y Medio Nacimiento
Fiana
Bajo Nacimiento
Medio Andarax
Bajo Andarax
53,04
449,79
48,31
514,04
49,54
49,97
854,95
137,01
SUBTERRNEAS
060.008
060.009
060.010
060.012
060.013
060.014
060.053
060.055
060.057
Aguas
Campo de Tabernas
Cuenca del Ro Nacimiento
Medio-Bajo Andarax
Campo de Dalas-Sierra de Gdor
Oeste de Sierra de Gdor
Puerto de la Virgen
Sierra Alhamilla
Laderas Meridionales de Sierra Nevada
440,1
165,2
209,6
433
1037,2
278,5
110,6
210,6
222,4
COSTERAS
0610017
0610026
478,57
0,97
Los datos del mapa y las tablas se han obtenido de la Propuesta de Proyecto del Plan Hidrolgico
de la Demarcacin Hidrogrfica de las Cuencas Mediterrneas Andaluzas. Borrador sometido a
informacin pblica.
265
Ro Andarax
LA PARTICIPACIN PBLICA
EN LA GESTIN
DEL AGUA
on la aparicin de la Directiva Marco del Agua -que prescribe cmo los estados miembros de la Unin Europea deben gobernar sus aguas- se han introducido conceptos nuevos en la gestin de los recursos hdricos en Espaa, entre los que destacan:
La cuenca hidrogrfica como mbito nico de gestin.
La proteccin de los ecosistemas y la obligacin de alcanzar el buen estado ecolgico
de las masas de agua (en el ao 2015).
El principio de recuperacin de costes.
La participacin pblica.
La introduccin de estos conceptos simboliza el cambio: en la ltima dcada hemos
pasado de una cultura tecnocrtica -basada en la conviccin de poder controlar y mejorar el ciclo hidrolgico a travs de inversiones (masivas y estatales) en infraestructura
y tecnologa- a una nueva cultura del agua, bajo cuyo paradigma la democratizacin
del conocimiento experto y la inclusin de nuevos actores en los procesos de decisin y
planificacin son fundamentales.
La participacin pblica tiene lugar en dos fases:
En los Consejos del Agua: rganos permanentes que informan y aconsejan al Gobierno. Permiten incluir a nuevos agentes sociales, que representan los usos no consuntivos y medioambientales.
Y segundo, y ms importante, en la elaboracin de los Planes Hidrolgicos de Cuencas: sometidos a consulta pblica, tanto en la fase de elaboracin del Diagnstico de
Problemas (Esquema de Temas Importantes -ETI-) y el Programa de Medidas consecuente, como despus de la formulacin del Proyecto de Plan Hidrolgico de Cuenca.
Esta democratizacin de la Planificacin Hidrolgica se basa en la conviccin de que al
tratarse de un problema complejo, la Administracin sola no es suficiente para abordar
con xito la gestin del agua. Adems, la participacin pblica puede mejorar de manera
considerable la calidad de la informacin utilizada, y puede aumentar la legitimidad y la
aceptacin de los planes as elaborados.
Para investigar de qu manera se pueden aprovechar mejor los beneficios que genera la
participacin pblica activa en la Planificacin Hidrolgica de Cuenca surge el Proyecto
ALTAGUAX. Este proyecto, cofinanciado por la Agencia Andaluza del Agua (AAA) a
travs de fondos europeos FEDER y el UNESCO-IHE Institute for Water Education (instituto de educacin sobre el agua adscrito a la UNESCO y localizado en Delft, Holanda),
es una colaboracin entre la propia AAA, el Departamento de Gestin e Instituciones
del UNESCO-IHE y el Grupo de Investigacin Recursos Hdricos y Geologa Ambiental
de la Universidad de Almera.
266
Ro Andarax
PROYECTO ALERT
ESQUEMA DE TEMAS
IMPORTANTES (ETI)
Planificacin Hidrogeolgica
Agencia Andaluza del Agua
Cuenca Andarax
Cuenca Mediterrnea
TEMAS
PROCESO
ESCALA
Entrevistas
Encuestas
2005
2007
Cantidad de uso
Calidad
Gestin
Escenarios de desarrollo
Valoracin de consumos y tarifas
Reuniones sectoriales
Debates sectoriales
2005
2008
PROYECTO ALTAGUAX
2009
TALLER 1 / Diagnstico
TALLER 2 / Lneas de actuacin
2010
TALLER 3-5 / Alternativas SADE
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
Planificacin Hidrolgica
SECTOR IV-1
267
Ro Andarax
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 25. Infraestructuras hidrulicas singulares del Andarax
268
25. Infraestructuras hidrulicas singulares del Andarax / IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO
NFRAESTRUCTURAS
HIDRULICAS
SINGULARES DEL
ANDARAX
Ro Andarax
269
Ro Andarax
IV. EL AGUA. RECURSO OCULTO / 25. Infraestructuras hidrulicas singulares del Andarax
Los elementos importantes de la cultura del agua ms antiguos que han llegado a nuestros das en la Comarca del Andarax son, al menos de poca rabe, cuando no claramente romanos. Hay que tener muy presente que en un mismo lugar, una construccin
o estructura que actualmente datemos en poca histrica reciente, podra remontarse a
varios milenios antes, si no con la misma forma y materiales originales, ya destruidos o
sustituidos, s con la misma funcin.
Una caracterstica diferencial de la Cuenca del Andarax es la originalidad de muchas de
las soluciones hidrulicas que encontramos y que se referirn en este captulo. En unos
casos son sistemas nicos como las acequias de careo, otros excepcionales y rodeados
de misterio como el Arte de Juanelo en Galchar y algunos claramente importados
por pueblos que han colonizado la zona como los qanats y cimbras. En todos los casos
responden a un arte gestado a impulsos de urgencia, que ha permitido el desarrollo de
unas civilizaciones importantes en una superficie muy reducida y en un medio natural
en principio hostil como son las zonas ridas del sureste de la Pennsula.
En esta comarca se concentra un gran nmero de elementos distintos relacionados con
la cultura del agua, exclusivos de zonas ridas y que son consecuencia de la necesaria
adaptacin de un asentamiento humano en condiciones naturales limitantes en lo referente a la disponibilidad, en cantidad y estacionalidad, de recursos hdricos.
De las distintas construcciones o infraestructuras que podemos aun hoy en da encontrar, se ha querido destacar en este captulo las ms singulares, en algn caso nicas en
Andaluca, o las ms recientemente puestos en valor. Dentro de la cuenca del Andarax
existen muchos otros elementos que se podran describir: azudes, acequias, molinetas,
norias, caadas, boqueras, sistemas tradicionales de riego, pero la necesaria limitacin
de espacio obliga a referirnos solo a los ms caractersticos de la comarca y de sus condiciones naturales y tambin se ha pretendido incluir los menos conocidos.
Hasta la fecha actual, las obras hidrulicas ms antiguas que se conocen en la Cuenca
del Andarax pertenecen a la cultura de los Millares: la Conduccin de agua, sistemas
de almacenamiento de agua construidos hace ms de 4.000 aos. No sera de extraar
el descubrimiento futuro de estructuras anteriores, como el posible caso de una acequia
neoltica recientemente descrita en la cercana Comarca del Poniente.
Las obras que nos interesan estn el poblado de Los Millares: posible conduccin y depsito abierto de grandes dimensiones en el poblado fortificado y una cisterna o aljibe
en el fortn 1 de las estructuras de defensa de la ciudad.
Los restos de la conduccin, el acueducto como se denomina en el yacimiento, es un
lienzo de muro de ms de diez metros de largo, algo menos de un metro de ancho y altura
sobre el terreno variable, entre 20 y 60 cm. Su disposicin, perpendicular a los lienzos
de murallas entre los que se encuentra, sus dimensiones y el hecho de no estar unido a
ninguna vivienda o sepultura, junto con los sedimentos que aparecen en algunas zonas
sugieren que esta estructura fue el soporte de una conduccin de agua de un tamao
considerable, proporcionado al volumen de almacenamiento del depsito existente en un
extremo del poblado y a la poblacin que tena que abastecer.
Es evidente que una ciudad como fue en su poca de mximo esplendor Los Millares
tena necesariamente que disponer de un abastecimiento garantizado de agua. El origen
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Los restos que han llegado hasta nosotros exigen de un ejercicio de imaginacin para ver
claramente un acueducto o conduccin sobre la que ira construido un canal, como los
que conocemos actualmente, con su solera y cajeros.
El depsito, balsa, cisterna s es ms evidente. Est situado en el extremo del poblado ms
prximo al acantilado, por tanto el mejor defendido y tambin el ms alejado del punto de captacin, lo cual da una idea del valor estratgico que ya tena el agua. En la actualidad es perfectamente visible la cuenca o excavacin sobre el terreno correspondiente al vaso de un depsito,
cuya capacidad original sera de varios cientos de metros cbicos. No se aprecia a simple vista
revestimiento o impermeabilizacin original, quizs una excavacin posterior lo evidencie.
En las maquetas que reconstruyen el poblado se ha idealizado tanto la conduccin como
el depsito.
De dimensiones mas humildes, pero de igual importancia es de destacar el aljibe o cisterna construido en el fortn 1 de defensa del poblado, que situado sobre un cerro del
asentamiento principal, dara servicio a la guarnicin de esta construccin puramente
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tgico desde pocas anteriores a la ocupacin rabe. Posteriores trabajos sobre esta magnfica obra hidrulica podran evidenciar un origen anterior al que actualmente se le adjudica.
Otro detalle sorprendente de este aljibe es que ha estado en uso hasta 1970 como punto
de abastecimiento de agua del barrio del castillo de Fiana, hasta que en esa dcada
se construy el abastecimiento pblico. Desde entonces y hasta su reciente limpieza y
restauracin se utiliz como vertedero de escombros, colmatando todo el depsito y
dejando visible solo la bveda, por lo que se consider que se trataba de unos baos
rabes.
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aparecen en superficie. Es de resaltar la complejidad de construccin (dominio del manejo de la piedra como elemento constructivo) en ambos casos y la espectacularidad de las
estructuras en superficie, las lumbreras, en el caso de los qanats.
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E
El ro Nacimiento cubierto de vegetacin.
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El agua se ha conceptualizado por las sociedades modernas del mundo desarrollado como
un elemento clave de lo procesos de crecimiento, y sobre la base de su disponibilidad se
han construido y fortalecido las economas en expansin y las pautas de consumo y estilos de vida asociados. A mayor nivel de vida, mayor consumo de agua per capita. Para
lograr una tendencia positiva de crecimiento, las polticas y las tecnologas se han centrado
en maximizar el suministro de agua para la agricultura, la industria, las ciudades y para
cualquier otro proceso que mantenga el nivel de consumo de la sociedad. En Espaa, a lo
largo de todo el s. XX, hemos priorizado la construccin de presas, embalses, trasvases,
canalizaciones, etc., hasta llegar a ser lderes mundiales en cuanto a nmero de presas por
habitante. Este enorme esfuerzo inversor en grandes obras de ingeniera e infraestructuras
hidrolgicas, soado por los regeneracionistas de comienzos del s. XX, ha permitido el desarrollo agrcola de buena parte de la Espaa mediterrnea y la garanta de abastecimiento
para las grandes ciudades y los polgonos industriales de todo el pas. Sin embargo, en la
ltimas dcadas las consecuencias, cada vez ms evidentes, de este desarrollo masivo de
infraestructuras y de extraccin y contaminacin de recursos hdricos han sido la sobreexplotacin y degradacin de los ecosistemas acuticos y de su capacidad para fabricar
agua, sobrepasando los lmites ecolgicos de su funcionamiento. El agua de calidad, de la
que no existe sustituto posible, se ha convertido en un recurso cada vez ms escaso, pero
imprescindible para mantener los procesos ecolgicos y las sociedades humanas.
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(redes de espacios protegidos). Y para mantener el control de crecimiento del capital antrpico (construido y humano) -evitando la destruccin del capital natural ms valiosoy explotar los ecosistemas acuticos del territorio en clave de sostenibilidad, respetando
los caudales ecolgicos y su integridad, es decir, sin sobrepasar su capacidad de carga.
Con el capital natural explotado de manera sostenible, la sociedad estar en condiciones
de decidir, en cada momento histrico, cul de los estados ecolgicos posibles es el mayoritariamente demandado.
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Estas predicciones del cambio climtico supondrn disminucin de los recursos hdricos
en cantidad pero tambin degradacin de la calidad de las masas de agua -subterrneas
y superficiales- y cambios en su distribucin espacial y temporal. En el escenario de un
mundo cambiante por causas naturales y antrpicas se imponen los modelos de gestin
adaptativa, admitiendo la incertidumbre en el proceso de toma de decisiones, la conveniencia de conectar la investigacin aplicada y la gestin para transferir el conocimiento
de manera fluida entre cientficos y gestores y la necesidad de establecer indicadores
que permitan detectar y predecir los cambios y evaluar peridicamente los resultados,
reorientando las decisiones de manejo del medio natural.