Cristianos Carnales

Tomado del libro The Masters Indwelling, por Andrew Murray

De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como
a carnales, como a nios en Cristo. (1 Corintios 3.1. RV1960)
El apstol habla aqu de dos estados de la vida Cristiana, dos tipos de cristianos: yo, hermanos,
no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a nios en Cristo. Eran
Cristianos, en Cristo, pero en vez de ser cristianos espirituales, eran carnales. Os di a beber
leche, y no vianda; porque an no erais capaces, ni sois capaces todava, porque an sois
carnales. He aqu una segunda vez la misma palabra. Pues habiendo entre vosotros Aqu
viene la prueba - celos, contiendas y disensiones, no sois carnales, y andis como hombres?
Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, no sois
carnales?.
Cuatro veces usa el apstol la palabra carnal. En la sabidura que el Espritu Santo le da, Pablo
se dice a s mismo: -No puedo escribirles a estos cristianos de Corinto a menos que conozca su
estado, y a menos que se los declare. Si les doy comida espiritual a hombres que son cristianos
carnales, les hago ms mal que bien, porque no son capaces de recibirla. No puedo alimentarlos
con carne, debo alimentarlos con leche.
De modo que les declara cul es su estado. En los dos captulos previos les haba hablado
respecto a su apostolado proveniente del Espritu Santo; ahora comienza a decirles cul debe
ser el estado de la gente para que pueda asimilar verdad espiritual, con estas palabras: No
tengo libertad de hablarles como quisiera, pues son carnales, y ustedes no pueden recibir verdad
espiritual. Esto nos sugiere el pensamiento solemne de que en la Iglesia de Cristo hay dos
clases de cristianos. Algunos han vivido muchos aos como creyentes, sin embargo permanecen
como nios; otros son hombres espirituales, pues se han brindado por completo al poder, la
gua y el total gobierno del Espritu Santo. Si vamos a obtener una bendicin, debemos primero
decidir a cual te estas clases pertenecemos. Estamos, por la gracia de Dios, en profunda
humildad, o estamos viviendo una vida carnal? Por lo tanto tratemos primero de entender qu
significa el estado carnal en el que los creyentes pueden estar viviendo.
Notamos, por lo que hallamos en los Corintios, cuatro marcas del estado carnal.
1. Primero: Es una simple condicin de infancia prolongada. Ya sabes lo que significa esto.
Imagina un precioso beb de seis meses de edad. No puede hablar, no puede caminar, por
lo que nosotros no nos preocupamos; es completamente natural, y as debera ser. Pero
suponte que un ao ms tarde, notamos que el nio no ha crecido en absoluto, y tres aos
ms tarde, an no hay crecimiento; diramos: debe tener alguna terrible enfermedad, y el
beb, que a los seis meses de edad era causa de gozo a todos los que lo vean, se ha vuelto a
su madre y a todos, una fuente de ansiedad y tristeza. Algo est mal; el nio no puede
crecer. Era perfectamente aceptable que a los seis meses de edad no comiera otra cosa que
leche; pero los aos han pasado y permanece en el mismo estado dbil. Ahora, esta es la
misma condicin de muchos creyentes. Se convirtieron; saben lo que es tener seguridad y
fe; creen en el perdn de pecados; comienzan a trabajar para Dios; y, sin embargo, de
alguna forma, hay muy poco crecimiento en su espiritualidad, en la vida celestial real. Nos

acercamos y entramos en contacto con ellos y enseguida nos damos cuenta que les falta
algo; no hay nada en ellos de la hermosura de la santidad o del poder del Espritu de Dios.
Esta es la condicin de los corintios carnales, expresada en lo que se les dijo a los hebreos:
Han tenido el Evangelio por tanto tiempo que debieran ser maestros, sin embargo todava
precisan que se les ensee los rudimentos de la vida cristiana. No es triste ver a un
creyente que se convirti cinco, diez, veinte aos atrs, y, sin embargo, no hay en l
crecimiento, ni gozo de santidad? Cules son las marcas de un nio pequeo? Un nio
pequeo no puede arreglrselas solo, sino que est siempre manteniendo ocupados a los
dems sirvindole a l. Cun tirano puede volverse un beb en una casa! La madre no
puede salir, siempre tiene que haber alguien que lo atienda, precisa ser cuidado todo el
tiempo. Dios hizo al hombre para cuidar de otros, pero el beb est para ser cuidado y
asistido. As, hay cristianos que siempre quieren ayuda. Sus pastores y amigos cristianos
deben ensearle y animarle siempre. Van a las reuniones, a los encuentros de oracin, a las
convenciones, siempre buscando ayuda un signo de infancia espiritual. El otro signo de
infancia espiritual es este: No puede hacer nada para ayudar a otros. Todo hombre debera
contribuir algo para el bien de la sociedad; todo hombre tiene que ocupar un lugar y un
trabajo que hacer, pero el beb no puede hacer nada para el bien comn. Lo mismo ocurre
con los cristianos. Cun poco algunos pueden hacer! Toman parte en algn trabajo,
diramos, pero lo hacen con muy poco ejercicio de poder espiritual para cuidar y bendecir
realmente. No deberamos cada uno de nosotros preguntarnos, he ya superado mi
infancia espiritual? Algunos deben responder, No, en vez de ir hacia adelante, he
retrocedido, y el gozo de la conversin y el primer amor se ha ido de mi. Por lo tanto, son
bebs en Cristo, son an carnales.
2. La segunda marca del estado carnal es esta: hay continuo pecado y fallas. Pablo dice:
pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, no sois carnales, y andis
como hombres? Un hombre le da rienda a su temperamento. Puede que sea un pastor, un
predicador del Evangelio, un maestro de escuela dominical, que sea un apasionado en las
reuniones de oracin, pero an se ve en l contienda, divisin, disensin, amargura o
envidia. Oh Seor! Oh Seor! En Glatas 3:5 [aqu hay un error de cita en el original del libro] se nos
dice que las obras de la carne son especialmente el odio y la envidia. Cun comn es entre
cristianos que trabajan juntos ver divisiones y amargura! Dios, ten misericordia de ellos!
Pues en ellos est tan ausente el fruto del espritu que es el amor. Quiz preguntes: Por
qu he peleado con mi temperamento durante 20 aos y an no puedo conquistarlo?. Es
porque has peleado con el temperamento, y no has peleado con la raz del temperamento.
No has visto que todo eso se debe a que ests en un estado carnal, y no ests
correctamente dado por completo al Espritu de Dios. Quiz nadie te lo ense; no lo viste
en la palabra de Dios, no lo creste. Pero est all; la palabra de Dios permanece inmutable.
Jesucristo puede darnos la victoria sobre el pecado, y guardarnos de la misma transgresin.
No te digo que la raz de pecado ser erradicada, y que no tendrs ms una tendencia
natural hacia el pecado; pero cuando el Espritu Santo viene no solo con su poder para el
servicio como un don, sino tambin con gracia divina para llenar el corazn, hay victoria
sobre el pecado, poder para no seguir la concupiscencia de la carne. Vemos una seal del
estado carnal no solo en la falta de amor, en el concentrarse en uno mismo y en la
amargura, sino tambin en otros pecados. Cunta mundanalidad, cunta ambicin, cunto
buscar ser honrado por los hombres todas cosas que surgen de la vida carnal hay entre
la actividad cristiana! Recordemos que el estado carnal es un estado de continuo pecar y
fallar, y Dios no solo quiere que confesemos cada pecado individualmente, sino que tambin

lleguemos a reconocer que ellos son un signo de que no estamos viviendo una vida
saludable, que somos an carnales.
3. Una tercera marca, que explicar mejor lo que he venido diciendo, es que este estado
carnal, puede encontrarse junto con la existencia de grandes dones espirituales. Hay una
gran diferencia entre dones y gracias. Las gracias del Espritu son humildad y amor, como la
humildad y amor de Cristo. Las gracias del Espritu son para librar a un hombre del yo; los
dones del Espritu son para capacitarlo para el trabajo. Vemos esto ilustrado entre los
Corintios. En el primer captulo Pablo dice: porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos
en l, en toda palabra y en toda ciencia. En los captulos 12 y 14 vemos que los dones de
profeca y de hacer milagros estaban a pleno entre ellos; pero las gracias del Espritu
estaban claramente ausentes. Y esto puede ocurrir en nuestros das como en el tiempo de
los Corintios. Puede que sea un ministro del Evangelio; puede que ensee bellamente la
palabra de Dios; puede que ejerza influencia y que rena una gran congregacin, y an,
tristemente, sea un hombre carnal; un hombre que puede ser usado por Dios y que es de
bendicin para otros, y an tenga en m las marcas de la vida carnal. Seguramente conoces
la ley por la que una cosa es designada segn sea su caracterstica ms prominente. Ahora,
en estos Corintios carnales, haba un poco del Espritu de Dios, pero predominaba la carne;
el Espritu no dominaba toda su vida. Y los hombres espirituales no son llamados como tal
porque no hay carne en ellos, sino porque el Espritu ha llegado a dominarlos, y cuando los
encuentras y te relacionas con ellos, ves que el Espritu de Dios los ha santificado. Oh!
Estemos alertas, no sea que la bendicin que Dios nos da en nuestra obra nos engae y lleve
a pensar que debido a que l nos ha bendecido, somos hombres espirituales. Puede que
Dios nos otorgue dones pero que nuestras vidas no estn completamente bajo el poder del
Espritu Santo.
4. La ltima marca del estado carnal que quiero sealar, es la incapacidad para recibir
verdades espirituales. Esto mismo es lo que Pablo le dice a los Corintios: De manera que
yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a nios en
Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque an no erais capaces, ni sois capaces
todava. Me temo que en la iglesia del Siglo Diecinueve cometemos un terrible error.
Tenemos una congregacin en la que la mayora son carnales. Les damos a estos hombres
carnales enseanza espiritual, y la admiran, la entienden, y se regocijan en tal ministerio; sin
embargo sus vidas no son afectadas de manera prctica. Trabajan para Cristo de alguna
manera, pero rara vez podemos identificar verdadera santificacin del Espritu; no nos
atrevemos a decir que son hombres espirituales, llenos del Espritu Santo. Ahora,
reconozcamos esto respecto de nosotros mismos. Un hombre puede ser muy serio,
absorber toda la enseanza que oye; puede que tenga discernimiento, porque el
discernimiento es un don. Quiz diga: Ese hombre me ayuda con esto, ese otro con
aquello pero puede que constantemente la vida carnal se manifieste fuertemente en l y
cuando tiene algn problema con un amigo, o un colega cristiano o un hombre del mundo,
esa raz carnal sale a luz, mostrando que la comida espiritual no pudo entrar en su corazn.
Hazte alerta a esto. Observa a los Corintios y aprende de ellos. Pablo no dijo que no podan
recibir la verdad que quera darles por ser ellos tontos o ignorantes. Al contrario, ellos se
enorgullecan de su sabidura, y la buscaban ms que ninguna otra cosa. Tanto que Pablo les
dijo: porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en l, en toda palabra y en toda
ciencia. Sin embargo sois carnales, vuestra vida no es limpia; no habis sido santificados
en la humildad del Cordero de Dios, no podis an recibir reales verdades espirituales.

Encontramos el estado carnal no solo en Corinto, sino a lo largo del mundo cristiano de hoy.
Muchos cristianos preguntan: por qu hay tanta debilidad en la Iglesia?. Esta pregunta no la
podemos hacer con la suficiente seriedad, y confo que el Seor mismo la estampar de tal
forma en nuestros corazones de modo que digamos: Debemos cambiar, ten misericordia de
nosotros. Pero, Oh!, esa oracin y ese cambio no puede venir hasta que comencemos a ver
que hay una raz carnal gobernando en los creyentes; estn viviendo ms en la carne que en el
Espritu, son an cristianos carnales.