Iglesia Filadelfia. - Article de Manuela Cantón Delgado PDF
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Gitanos protestantes
El movimiento religioso de las iglesias Filadelfia
en Andaluca, Espaa
MANUELA CANTN DELGADO*
Este artculo recoge una caracterizacin amplia del protestantismo gitano de las iglesias Filadelfia en Andaluca, Espaa. Este movimiento tnico-religioso, que nace en Francia y llega a Andaluca en los aos sesenta, es el resultado
de la apropiacin de una rama del protestantismo y su paulatina adaptacin a los contextos gitanos. Las iglesias,
lideradas por gitanos, funcionan como espacios de hibridacin cultural y autogestin del cambio. Contrariamente
a lo que podra pensarse, la adscripcin a las nuevas agrupaciones desborda los escenarios chabolistas y marginales, arrancando conversiones entre todos los sectores sociales de esta minora tnica. El protestantismo est cumpliendo una doble funcin entre los gitanos andaluces: por un lado, es instrumento de reafirmacin cultural en un
momento histrico de extrema distorsin de las tradiciones y, por otro, es motor de transformacin cultural, a travs
de una relectura crtica que de las tradiciones y las identidades gitanas se realiza en el seno de las nuevas agrupaciones religiosas.
A mediados de este siglo se iniciaba en tierras normandas el movimiento religioso ms importante de la larga
y enigmtica historia de los gitanos. Las maneras gitanas, por lo general adaptativas e independientes con
respecto a las tradiciones autctonas all donde han
ido llegando miembros de esta etnia, se han visto
desde entonces sacudidas por la fuerza singular de un
protestantismo que viene congregando cada vez en mayor nmero a gitanos de todo el territorio espaol. El
secular catolicismo espaol hace que toda innovacin
en el campo religioso sea vista con recelo, y que el sector de la poblacin espaola que se adscribe a los nuevos grupos religiosos sea an minoritario. Pero entre
los gitanos las conversiones se han disparado. La vitalidad que todos los observadores coinciden en destacar
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las nuevas congregaciones evanglicas. Desde los templos se ponen en marcha formas distintas de entender
la identidad gitana y se revisa tanto el papel de las mujeres como la violencia inscrita en una ley gitana que
prev soluciones a menudo drsticas para enfrentar
las ofensas o las relaciones con los vecinos payos o el
papel de la droga entre los ms jvenes. El culto,
como se le conoce popularmente, est contribuyendo,
tal vez de manera decisiva, a enfrentar de otro modo (y
desde dentro) los problemas de marginacin social
y econmica que afectan dramticamente a sectores
importantes del mundo gitano. El pentecostalismo de
las iglesias Filadelfia adquiere as perfiles de colosal
estrategia en un momento histrico de transicin hacia otro modo de ser gitano, hacia una redefinicin de
las identidades gitanas, a la que acompaan necesariamente modos tambin distintos de pensar a ese otro
absoluto que es el payo.
Entre los gitanos conversos de un polgono sevillano circula la siguiente historia: a principios de los
aos cincuenta un pastor evanglico francs, Clement
Le Cossec, miembro de las pentecostales asambleas de
Dios, comenz en Brest a predicar entre los gitanos
desplazados a Francia para la vendimia. Su inters por
ellos surgi la tarde en la que un matrimonio gitano
entr en el templo en el que predicaba. En un momento del culto, el pastor, tras invitar a los que quisieran
entregar su vida al Seor a dar un paso al frente, observ asombrado que aquellos gitanos se incorporaban y proclamaban ante todos su conversin. Ellos
continuaron asistiendo al culto, aunque las relaciones con la congregacin de payos no eran muy buenas.
Un da se acercaron al pastor y le ofrecieron dinero
para que los visitara y cuidara como haca con los restantes hermanos. Le Cossec comprendi su error e inici la prdica entre los gitanos acudiendo a la vendimia,
donde poda encontrarlos en mayor nmero.
De entre los que all cayeron arrepentidos, emocionados, al or al pastor hablarles de un Cristo vivo que
es Seor y Salvador, haba gitanos espaoles que, al
Este libro lleg a mis manos a travs de Salvador Medina, uno de los investigadores del grupo que coordino, al que se lo
prest un pastor de Jerez. Es el nico trabajo escrito por un gitano evanglico sobre los orgenes de esta Iglesia y las vicisitudes padecidas por sus seguidores hasta entrados los ochenta. Hemos encontrado otro libro en Granada, cuyo autor
es Alfredo Bautista, pero slo hace referencia a episodios extraordinarios de curacin.
Herbert, a quien conoc en 1994, me proporcion un breve trabajo indito en el que narraba el nacimiento del evangelismo
gitano en Espaa y Andaluca. De ese trabajo y de largas charlas con l, he extrado parte de lo que se cuenta aqu.
Segn Jordn Pemn, el artfice del milagro que desencaden el movimiento fue el mismo Le Cossec, quien cur al hijo de
un gitano francs, enfermo de tuberculosis, imponindole las manos. Los primeros gitanos se bautizaron en Brest (1990:
910).
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Qu es el pentecostalismo?
Las corrientes separadas que nacieron con la Reforma
liderada por Lutero en la Europa del siglo XVI han seguido una compleja historia de escisiones y transformaciones que aqu slo vamos a sintetizar. Hoy da, las
formas histricas de ese protestantismo han quedado
prcticamente eclipsadas bajo el estallido de renacimientos comunitarios que reivindican el primitivo cristianismo y practican una lectura fundamentalista
del texto bblico comn. Una de estas corrientes, cuyo
impacto en Europa procede de tierras americanas, es
la rama pentecostal.
El pentecostalismo es, en consecuencia, un sistema
de creencias y prcticas perteneciente a la gran familia protestante. Nace en Estados Unidos como movimiento de regeneracin espiritual, y se configura como un
sistema de significacin y orientacin del comporta-
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El pastor holands cuenta cmo Catalua recibi inicialmente ms misioneros que el resto de la pennsula, lo que ha influido en el mayor desarrollo del movimiento en el norte que en sur del pas: yo mismo he colaborado en la obra en Andaluca
y he observado que aqu la obra no ha sido tan bien atendida como en Castilla y Catalua.
La glosolalia o don de lenguas consiste en emitir sonidos incomprensibles que van destinados a orar en el Espritu. Est
basada en el descenso del Espritu Santo que reparti lenguas de fuego sobre los presentes, episodio relatado en Hechos
2: 1-4.
La creencia en la segunda venida de Cristo, que slo salvar a su Iglesia, est inspirada en el Apocalipsis (Nuevo Testamento). Contrariamente a los testigos de Jehov, los pentecostales no le dan fecha fija.
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Andaluca Oriental-1
Huelva
Sevilla
Cdiz
Andaluca Oriental-2
Jan
Pasa de 15 a 17 iglesias: Alcaudete, Andjar, Arjona, Beas, Estacin, Guarromn, Jan, La Carolina, La Guardia de Jan, Linares, Mengbar, Noalejo, Pegalajar, Torredonjimeno y Villanueva, a las
que se aaden Pozoblanco y Casariche.
Crdoba Se mantiene con las siete iglesias de 1995: Baena,
Cabra, Crdoba, Las Margaritas, Los Mochos, Las
Palmeras y Puente Genil.
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Los datos de este apartado han sido extrados de dos fuentes: el texto escrito por el equipo de investigadores dirigidos por
Juan Gamella, publicado en 1996 y citado en la bibliografa; y la informacin que para 1998 me han facilitado las secretaras de las iglesias evanglicas de Andaluca.
que han cambiado desde los primeros aos: El Evangelio lleg al pueblo gitano hace unos treinta aos, y
los pioneros de aquel movimiento, que siguen vivos,
eran analfabetos. Eso hoy est cambiando, porque es
verdad que a los pastores gitanos les falta un poquito de formacin; los catlicos no se explican cmo un
pastor analfabeto, que apenas es capaz de leer la Biblia, puede llevar una iglesia. Adolfo Jimnez relata
cmo en los aos sesenta y setenta los predicadores
apenas si saban lo que era la Biblia; pero en aquel entonces no haba muchos predicadores (...) no eran
muy buenos hablando, ya que no tenan mucha experiencia, pero cuidaban del rebao; y, refirindose a
un pastor de Soria, a pesar de que no saba leer, Dios
le ayud y era dirigido por el poder del Espritu Santo
(1981: 49). Otros aspectos interesantes relacionados con el liderazgo evanglico gitano son el papel de
los pastores como agentes de cambio sociocultural, o el
prestigio y la movilidad social ligados al rol de pastor.
Volveremos sobre ello ms adelante.
El carisma, en sentido weberiano, es otro asunto a
tener en cuenta: la cualidad excepcional que poseen
algunos individuos y que los provee de una autoridad
reconocida por un grupo de seguidores. Tanto el lder
carismtico como sus adeptos consideran esas cualidades inspiradas por un poder trascendente. Kamsteeg,
siguiendo a Bourdieu (que a su vez se basa en Max
Weber), afirma que dentro de las iglesias pentecostales,
todos y cada uno son agentes intelectuales, y pueden
intervenir activamente en las relaciones de poder
(simblico) dominantes. No todos lo hacen, pero la posibilidad est abierta a todos, y no reservada a una
intelligenzia especfica (Kamsteeg, 1990: 62). Esta
afirmacin puede extenderse a los templos gitanos.
Claro que algunos interpretan estas cualidades del
predicador gitano de una manera bien distinta; un sacerdote catlico aseguraba lo siguiente: A los gitanos
se les abre la boca cuando oyen hablar al pastor: hay
que ver qu bien habla! dicen, pues claro! si son unos
artistas!, porque el gitano es un artista, te vende lo que
sea, si te quieren vender una baratija te intentarn
convencer de que es oro.
Por lo que se refiere a la organizacin externa a
las congregaciones locales, cada pastor concreto debe
obediencia al responsable de zona, por encima del
cual slo se encuentra el Consejo de Direccin (Consejo Nacional) del que ste forma parte. Cada cuatro
aos pastores y predicadores con ms de diez aos de
ministerio votan para elegir a un lder nacional, que
se constituye en presidente del Consejo, y a los diferentes lderes regionales o responsables de zona. Juntos forman el Consejo Nacional de la Iglesia Filadelfia.
As, la organizacin jerrquica est compuesta por el
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El don de lenguas no se manifiesta en todos los cultos, slo en algunos y en momentos particularmente
emotivos, acompaados de estados de fuerte excitacin
nerviosa. Tambin puede hacerse presente durante la
imposicin de manos para impartir sanidad divina y
durante las oraciones por liberacin.
Conversionismo gitano
y procesos de cambio
Antes los gitanos iban con cuchillos y quimeras.
Ahora llevamos la Biblia, la palabra verdadera10
Este cntico gitano se ha hecho muy famoso entre los gitanos evanglicos de toda Espaa. Bautista lo recoge completo en
su libro (1980: 72).
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yora de las iglesias cuenta con una proporcin claramente mayor de miembros gitanos, no faltan, sobre
todo en la provincia de Cdiz y, en especial, en Jerez
de la Frontera, congregaciones mixtas de gitanos y
payos. E incluso pastores payos de iglesias gitanas
que, segn afirman, no han experimentado rechazo
alguno porque aqu, en Andaluca, el gitano siempre
ha sido mejor aceptado que en otros sitios. Por su
parte, los vecinos payos que viven prximos a iglesias
Filadelfia, y los evanglicos payos que observan con
cierto estupor el xito del movimiento gitano, coinciden
en sealar que pese a la falta de preparacin por el
analfabetismo, el carcter ms bien cerrado, de gitanos de las congregaciones, el estrpito de los cultos,
hacen una buena labor al ayudar a los ms necesitados
de entre los suyos, intentando apartarlos de la droga
y la delincuencia. Y es que el evangelismo est volviendo ms tolerables aquellos rasgos de la cultura gitana tantas veces convertidos en estereotipos peor
digeridos en el mundo payo (Cantn, 1997 y 2000).
Por otro lado, los cambios de actitudes ante las actividades econmicas, el posible impacto de una nueva
tica protestante del trabajo entre los gitanos conversos, la mejora de la situacin econmica de las familias
y la movilidad social consiguiente, merecen alguna reflexin. Sabemos que las ideas sobre este aspecto son
deudoras de las tesis de Max Weber acerca de las consecuencias prcticas que sobre la racionalidad econmica tuvo el protestantismo asctico calvinista. Sobre la
reorientacin del comportamiento econmico entre los
evanglicos gitanos queda casi todo por decir, pero podemos avanzar algunas sugerencias. Con frecuencia
de manera peculiar en Amrica Latina las carencias socioeconmicas se presentan como determinantes
del auge de las conversiones y se minimizan o incluso
ignoran las transformaciones derivadas de la aceptacin de una nueva tica del trabajo. Esto forma parte
de una actitud ms amplia de ceguera ante los cambios
nacidos de los procesos creativos de apropiacin estratgica que siguen a las conversiones religiosas. Y aunque es cierto que los pentecostales suelen apostar por
la reforma moral ms que por el xito material, promueven, sin embargo, de manera explcita la honestidad
en el trabajo, evitar el despilfarro, un cierto ascetismo
que limita el disfrute al contexto de la congregacin
religiosa y la prohibicin expresa del gasto desmedido
en alcohol, tabaco, juego y otros vicios, todo lo cual
puede repercutir sobre las economas domsticas, en
la medida en que se estimula una inversin ms racional del presupuesto familiar.
El cambio en las representaciones ideolgicas sobre el trabajo, el ahorro y el gasto es por s mismo bastante revelador, mientras la mejora objetiva de las
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condiciones de vida tras la conversin puede ser, dadas las caractersticas del sistema ocupacional gitano,
a corto y mediano plazo apenas perceptible. Bautista
narra en su libro:
Empec a predicar al mismo tiempo que trabajaba con mi
hermano; pero el negocio que llevbamos era sucio ante
los ojos del Seor, pues engabamos a la gente (...) y yo
senta que no poda hacer esto (...) Mis hermanos insistan
mucho y me decan que no era malo trabajar y ganar el
pan de mis hijos, que Dios no se opona a mentirillas de
negocio; pero yo les deca que no podamos estafar ni engaar a nadie, que eso no era trabajar honradamente
(1980: 50).
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Revisando el legado:
nuevos rumbos de las identidades
Si el fenmeno asociativo o poltico, la insercin laboral
o la promocin educativa, alejan o no a los gitanos de
su cultura tradicional, o suponen una redefinicin
de la identidad social en la medida en la que como es
el caso de las asociaciones procuran un marco de participacin basado en otros principios que el de la pertenencia a un linaje,11 es algo que pasa a un segundo
plano frente a las presuntas bondades que estos cambios conllevan. Pero si el camino elegido es de carcter
sociorreligioso, suele saltar la alarma. Y es que en ocasiones parece que el prejuicio religioso es el nico que
el cientfico social puede legtimamente asumir. No
obstante, ms all de lo turbadoras que parecen resultarnos las nuevas religiones prximas, o de valoraciones
a mi modo de ver apresuradas acerca de lo que supone
el nuevo fundamentalismo doctrinal para el progreso
del pueblo gitano y para el mantenimiento de su cultura, lo que de veras interesa es reconocer y evaluar con
alguna imparcialidad las transformaciones que el movimiento tnico-religioso de las iglesias gitanas Filadelfia est promoviendo.
Resulta tentador pensar el pentecostalismo gitano
en trminos de la modernizacin de una minora tnica marginada, que buscara sobrevivir dentro de la
sociedad global renunciando a su cultura, es decir, en
trminos de abandono de la identidad tnica. Pero con
ello estaramos apostando por ese tipo de explicaciones
macrosociales proclives a enfatizar la monocausalidad
econmico-social de los resurgimientos milenaristas
actuales. Por otro lado, no hay duda de que el pentecostalismo gitano genera mensajes de esperanza milenarista que conceden a los pobres y desheredados el status
de elegidos: llegar un momento en el que no har
falta electricidad, ni agua, ni casas, ni coches, slo el
rostro radiante del Seor Jess; o bien: no busques
puertas, salidas, soluciones por ti mismo, porque la salida es Cristo; o el ms conocido, segn el cual: la
escoria, lo inmundo de la tierra, ser bendecida, son
mensajes comunes en los cultos.12 Pero este esquema
de inversin simblica, que es cualquier cosa menos
nuevo, ha de dotarse de contexto si queremos entender
en qu se diferencia el evangelismo gitano de tantos
11
12
Como explica E. Ardvol, el asociacionismo supone el compromiso individual de las personas y su colaboracin dentro de
un marco no exclusivamente gitano que supera en muchos casos el mbito familiar, de tal modo que miembros de distintos
linajes tienen que trabajar juntos para lograr unos objetivos comunes que van ms all de los intereses del grupo parental
concreto (1991a: 24).
Una de las citas bblicas ms repetidas en los cultos gitanos y en los escasos escritos de evanglicos, es la que recogen de
Corintios 1: 25-29: lo necio del mundo escogi Dios, para avergonzar a los sabios, y lo dbil del mundo escogi Dios para
avergonzar a lo fuerte, y lo vil del mundo y lo menospreciado escogi Dios...
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tiene consecuencias sobre la vida cotidiana y se yuxtapone de diversas y discontinuas maneras sobre el
estado de cosas que se abandona; y tercero, que el asociacionismo gitano juega un papel de ms fcil lectura
por parte de la sociedad no gitana, tiene mayor repercusin fuera del mundo gitano que dentro y sus beneficios son ms fcilmente reconocibles, porque proviene de fuera y es estimulado desde las administraciones
pblicas y los servicios sociales. Entretanto, el movimiento protestante es gitano, autogestionario e independiente del mundo payo.
El asociacionismo gitano se origina en los sesenta y es promovido por no gitanos desde el mbito de la
Iglesia catlica. Las primeras asociaciones civiles y
aconfesionales aparecen en los setenta y slo lentamente va impulsndose el liderazgo gitano en ellas. Buena
parte de sus problemas provienen hoy de las relaciones
de asimetra que conlleva el sistema de subvenciones,
el paternalismo debido a la tutela que los payos ejercen sobre las asociaciones, la dependencia de los criterios sostenidos por las administraciones pblicas y
el papel de intermediarios con las manos atadas que
cumplen a menudo las asociaciones gitanas (Fresno
Garca, 1991: 2-7). Los lderes protestantes han sido
formados por gitanos, mientras los de las asociaciones
son lderes fabricados por el payo, no reconocidos por
el gitano chabolista (Fresno Garca, 1991: 8). Las iglesias dependen econmicamente de los propios gitanos,
mientras los recursos con los que cuentan las asociaciones se deben por completo a fondos pblicos.
Pasemos a otro tema polmico: el del carcter supuestamente sectario de estos grupos. Dada la vehemencia con la que los gitanos expresan los carismas
y la espectacularidad de sus cultos, tambin resulta
tentador ver en ellos lo que algn autor ha denominado
metadona espiritual del pueblo gitano. En realidad
se trata de un antiguo cctel que combina juicios
de valor y presunto anlisis sociolgico en el abordaje de
las nuevas formas de religin. A veces, los diagnsticos
de los estudiosos no pasan de ser la versin erudita (en
el mejor de los casos) de los infantiles retratos de los
protestantes al estilo Jordn Pemn: Estas manifestaciones o vivencias de los milagros, los gitanos las aceptan enseguida, aunque en el fondo no las acepten. Es
necesario entender al gitano para captar esto; pero lo
que s es verdad, es que el gitano es propenso a creer,
ya que son muy dados a lo misterioso, tienen espritu
imaginativo y, enseguida, creen (Jordn Pemn, 1990:
13-14). Sera esperanzador superar alguna vez la descripcin pueril y estril de estos grupos como sectarios
o manipuladores de la personalidad, y mostrar cmo
la adscripcin a ellos es voluntaria, responde a las
condiciones especficas en las que se desenvuelve la
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vida de muchos gitanos andaluces y est cambiando, gracias a los propios gitanos, amplias zonas de su
cultura.
Las nuevas iglesias son agrupaciones tnico-religiosas
de un gran dinamismo. Podran estar contribuyendo
indirectamente al proceso de modernizacin y de integracin en la sociedad mayor, a travs del estmulo
constante a la alfabetizacin, el rechazo a los modos
delictivos de subsistencia, al robo y al engao, el cambio de pautas en lo que se refiere al cuidado personal
y la higiene, etctera. Pero esta tendencia sera al menos tan importante como el grado en el que refuerzan
la identidad tnica gitana que, por cierto, no tiene por
qu ir inevitablemente ligada al analfabetismo, la delincuencia, la droga, el hambre o el aislamiento, sino
a un sentido de pertenencia que, segn mi experiencia,
no slo no se pierde sino que se refuerza. Tal vez sea
sa una de las claves del xito de estas iglesias: la defensa y el mantenimiento del corazn de las tradiciones gitanas en el seno de un nuevo movimiento de
renovacin.
A este planteamiento conviene sumar otro: no hay
una identidad gitana, porque los gitanos no son idnticos a s mismos en todas partes y en todas las circunstancias socioeconmicas. Pero este es un problema
ms amplio que tiene que ver con las insuficiencias
tericas que presentan algunas concepciones esencialistas de la identidad de los grupos humanos. Desde
mi punto de vista, en este sentido se hace cada vez ms
difcil sostener posturas segn las cuales el pentecostalismo estara en continuidad con este y aquel
aspecto de la cultura y los valores gitanos, mientras
hara peligrar estos otros rasgos de la identidad gitana. A veces dichos balances acaban con sentencias
previsibles: estos grupos realizan una continuada
destruccin de la identidad, por medio de la segmentacin del grupo, a la par que utilizan una oratoria de
carcter populista, reconformando y reinterpretando
su propia religin en pos de una mayor captacin de seguidores (Anta Flez, 1994: 86). El brillante acercamiento al evangelismo gitano de E. Ardvol concluye,
sin embargo, con la obligada advertencia: Estas nuevas
religiones envuelven una tica fundamentalista que
est en total conflicto con los valores tradicionales
gitanos, a pesar de que aparentemente los refuerzan
(1991a: 26).
El hecho es que los escasos trabajos sobre el tema
suelen enumerar los aspectos de la nueva creencia que
se consideran congruentes con las pautas de la vida
comunitaria gitana y los que la contradicen. Entre
estos segundos destacan los conflictos provocados por
las conversiones, que desuniran a las familias de parientes en favor de la comunidad de fieles. Pero las
ceremonias como la boda y en la participacin en fiestas de las que los evanglicos reniegan, entrara en
contradiccin con la moralidad protestante rigurosa
y asctica que prohbe los excesos (drogas, alcohol,
juego), los delitos (robo) y las actitudes inmorales en general (mentira, vanidad, malas palabras). Pero los evanglicos gitanos no reniegan de las fiestas, mucho menos
de las bodas gitanas, que de hecho celebran por el rito
establecido desde antiguo. En stas se sigue viendo
amanecer. Se bebe, aunque no en exceso, y se prohbe
la droga; pero tampoco esta ltima parece una prctica
tradicional de la cultura gitana que haya que preservar.
La Semana Santa es calificada de idoltrica, lo que es
comn a todo el protestantismo y a algunas formas
recientes de catolicismo, y la Navidad se celebra, al
igual que la Santa Cena, como mero recordatorio. La
fiesta acompaa tambin a la presentacin del recin
nacido y de sus padrinos en el culto, aunque slo de
adulto se bautizar, si es su voluntad, por inmersin.
Se renuncia a algunos festejos pero, sobre todo, se modifican algunos significados que la fiesta comporta. La
renuncia a su msica, como expresa tambin Lagunas
para los gitanos catalanes, es interesante. En la Baja
Andaluca el flamenco es el soberbio producto de un
largo proceso de interaccin y mestizaje, y la salida
econmica de no pocos gitanos. Pero los evanglicos
no parecen muy compenetrados con el cante jondo y
los palos del flamenco, slo con las rumbas acaso
por el origen cataln de muchos de los primeros conversos gitanos, los tanguitos y la cancin moderna aflamencada la Nia Pastori, por ejemplo. Hay
quien afirma que el flamenco les recuerda un tipo de
vida en el que las fiestas no se hacan para mayor gloria del Seor sino por el afn de diversin y exceso.
No existe un modo inamovible de ser gitano. La diversidad y el conflicto estn presentes entre los no
conversos aunque se presente a los conversos como
los responsables de escisiones desconocidas y las
divisiones, en cualquier caso, dan lugar a nuevos modos de relacionarse. La vitalidad y la intensidad de la
cultura gitana no es abandonada, slo cambia de escenario. La fuerza misma de los aleluyas se debe a
esa vitalidad, y no hay ms que asistir a los cultos
gitanos para comprobarlo. La presentacin del protestantismo gitano como integrador en la sociedad mayor,
distorsionador de valores gitanos y fuente de desunin, parece dejar fuera unas identidades gitanas inmersas en profundos procesos de cambio, al margen
de lo que los antroplogos consideremos como tradiciones
que quisiramos (aparentemente) perpetuar.
Tal vez hay que empezar a escuchar ms (y mejor)
a los gitanos conversos. Su visin de lo que est ocurriendo en la cultura gitana difiere significativamente
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