Sentencia TONY KING Por Sonia Carabantes

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AUDIENCIA PROVINCIAL

SECCION SEGUNDA
MALAGA

ROLLO SUMARIO N. 4/04.


JUZGADO DE INSTRUCCIN N 1 de COIN.
SUMARIO N. 2/03.

SENTENCIA N. 628
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ILUSTRISIMOS SEORES.
PRESIDENTE
D. Jos Mara Muoz Caparrs
MAGISTRADOS
Da. Lourdes Garca Ortiz
Da. Mara Jess Alarcn Barcos
****************************
En la ciudad de Mlaga a catorce de noviembre de 2.005.
Vista en juicio oral y pblico ante la Seccin Segunda de esta
Audiencia, la causa seguida por el Juzgado de Instruccin de anterior
referencia, por delitos de asesinato, detencin ilegal y agresin
sexual contra el procesado ANTHONY ALEXANDER KING, cuyo
nombre originario era el de Anthony Alexander Bromwich, nacido el 2
de agosto de 1.965 en Londres, con pasaporte britnico n
704668772, con N.I.E. n X-2405158 W, mayor de edad, hijo de
Kenneth Frederich y Bromwich, sin antecedentes penales
computables a efectos de reincidencia, en prisin provisional por la
presente causa desde el 18 de septiembre de 2.003, debidamente
prorrogada por dos aos ms a partir del 17 de septiembre del
presente ao, representado por el procurador Sr. Snchez Daz, como
acusadores particulares Jos Mara Caravantes Guzmn y Mara
Encarnacin Guzmn de la Rubia, con la represenacin de la
procuradora Sra. Arias Doblas, siendo parte el Ministerio Fiscal y
ponente el Magistrado Ilmo. Seor D. Jos Mara Muoz Caparrs,
quien presidi este Tribunal.
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ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO Las presentes diligencias se iniciaron por atestado
policial, luego sumario en el que se dict auto de procesamiento
contra el denunciado, se concluy la causa y se elev a la Audiencia
previo emplazamiento de las partes.
SEGUNDO Recibidas las actuaciones por este Tribunal, previos los
trmites legales, y como el Ministerio Fiscal y la acusacin particular
formularon escritos de acusacin contra el procesado, se acord la
apertura del juicio oral, cuya vista se celebr con asistencia del
Ministerio Fiscal, de la acusacin, del procesado y de su abogado
defensor los das 17, 18, 24, 25 y 31 de octubre de 2.005. TERCERO.- El Ministerio Fiscal calific definitivamente los hechos
sumariales como constitutivos de un delito de asesinato previsto y
penado en los artculos 139, 1 (alevosa) del Cdigo Penal; otro
delito de detencin ilegal del artculo 163 - 1 del mismo Cdigo y un
delito de agresin sexual del artculo 178 y 180-1 del mismo cuerpo
legal, de todos los que consider autor al acusado, sin la concurrencia
de circunstancias modificativas de responsabilidad criminal,
solicitando la imposicin de las penas siguientes: por el delito de
asesinato, veinte aos
de prisin e inhabilitacin absoluta y
prohibicin de volver a la localidad de Coin o a aquella otra localidad
donde residan los padres o hermanos de la vctima durante cinco
aos; por el de detencin ilegal cinco ao de prisin con inhabilitacin
especial del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la
condena y la misma prohibicin durante cinco aos; por el de
agresin sexual nueve aos de prisin con la misma inhabilitacin
especial y la misma prohibicin durante cinco aos;
adems
indemnizar a Jos Mara Carabantes Guzmn y Encarnacin
Guzmn de la Rubia en la cantidad de 150.000 euros a cada uno,
cantidades a las que se aplicar el inters previsto en el artculo 576
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal; y al pago de las costas
procesales.
CUARTO.- La acusacin particular en sus conclusiones calific los
hechos como integrantes de un delito de asesinato del artculo 139, 1

y 3 y 140 del Cdigo Penal; un delito de detencin ilegal del 163-1;


un delito de agresin sexual del 178 y 180-1 y un delito de lesiones
del artculo 147, todos del cuerpo legal citado, estimando autor al
acusado, con la concurrencia de la circunstancia agravante del
artculo 22-2, consistente en aprovecharse de las circunstancias de
tiempo y de lugar, solicitando la imposicin de las penas siguientes:
por el delito de asesinato veinticinco aos de prisin con inhabilitacin
absoluta; por el de detencin ilegal seis aos de prisin e
inhabilitacin especial; por el de agresin sexual diez aos de prisin
con inhabilitacin especial; por el de lesiones tres aos de prisin y la
misma inhabilitacin; prohibicin de acercarse al partido judicial de
Coin y a los familiares de Sonia Carabantes durante cinco aos, e
igualmente al sitio en que se cometi el crimen; pago de las costas
procesales, indemnizacin al padre de la fallecida por seiscientos mil
euros por su muerte y por los daos psicolgicos a sus padres en la
cantidad que se determine en ejecucin de sentencia.
QUINTO.- La defensa del acusado neg la existencia de los delitos
por los que se le acusaba y solicit su absolucin con toda clase de
pronunciamientos favorables; seguidamente formul las alternativas
siguientes: A) Delito de asesinato concurriendo en el acusado la
eximente completa de embriaguez procediendo la absolucin del
acusado. B) Delito de asesinato concurriendo la eximente incompleta
de embriaguez con imposicin de pena de diez aos de prisin. C)
Delito de asesinato concurriendo la atenuante analgica de
embriaguez del artculo 21-6 del Cdigo Penal en relacin con el 20-2
y 21-1 del Cdigo Penal, procediendo imponer al procesado la pena
de prisin de quince aos.
Otra alternativa a la anterior: A)Delito de homicidio concurriendo
la eximente incompleta de embriaguez, con absolucin del acusado.
B) Delito de homicidio concurriendo la eximente incompleta de
embriaguez del artculo 21-1 en relacin con el 20-2, procediendo
imponer al acusado la pena de prisin de siete aos y seis meses. C)
Delito de homicidio concurriendo la atenuante analgica de
embriaguez del artculo 21-6 en relacin con el 21-2 y 21-1 del Cdigo
Penal, procediendo imponer al acusado la pena de prisin de diez
aos.

HECHOS PROBADOS
Del anlisis en conciencia de la prueba practicada pueden
declararse como tales y as se declaran los siguientes: Sobre las 5
horas del da 14 de agosto de 2.003, el acusado ANTHONY
ALEXANDER KING, cuyas circunstancias ya se han expresado,
esperaba la llegada de Sonia Caravantes, de 17 aos de edad, en las
proximidades del domicilio de esta en la calle del Pino de la localidad
de Coin, y cuando aquella se acercaba tras despedirse de unos
amigos con los que haba estado en la feria, sali sbitamente de su
escondite de un rbol y la abord con el propsito de hacerla objeto
de tocamientos lascivos, y la golpe en el rostro, en la cabeza y en
todo el cuerpo hasta dejarla semiconsciente. Despus aproxim al
lugar su vehculo Magda 323 de matrcula G-838-CCV, e introdujo a la
joven en el maletero desde el suelo donde yaca, cerrando el portn
con llave.
A continuacin traslad a Sonia en el vehculo, abandonando la
citada localidad por la carretera A-366 con direccin a Alhaurin el
Grande, se incorpor despus a la A-355 y se desvi al denominado
Camino de la Calzada, ubicado en el paraje Cerro Gordo del
trmino municipal de Monda, donde detuvo el vehculo
intencionadamente en un lugar oscuro y solitario, habiendo recorrido
un total de 11,5 kilmetros durante los que Sonia gema
semiconsciente en el interior del maletero. Una vez all, lo abri tras
forzarlo porque se haba atascado, causando desperfectos a la
cerradura e hirindose en una mano, sac a la joven y la sent en el
asiento trasero del coche, donde la despoj de sus vestiduras, le toc
en sus partes ntimas, senos y nalgas al mismo tiempo que
continuaba golpendola en la cabeza y tronco, con lo que le ocasion
numerosas lesiones externas e internas capaces por s solas de
causarle la muerte.
Como lesiones externas, Sonia sufri infiltraciones hemticas en
la regin mentoniana, en la mejilla izquierda, en la regin anterior de
izquierda del cuello de 9,7 por 3 ctms. , en regin subescapular
izquierda, en regin lumbosacra, en glteo izquierdo, en pierna
derecha, en hemitorax izquierdo, placa erosiva de 21,2 ctms. de largo
en el hombro derecho y regin infraclavicular derecha, erosiones
apergaminadas de forma redondeada en la mama derecha, erosin
apergaminada en forma de S de 12 de longitud por 2,3 cmts. de
ancho en zona inframamaria derecha, erosin de la misma
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caracterstica de
8 cmts. de longitud por 3,5 de ancho en zona
inframamaria izquierda, erosin apergaminada de 7,2 cmts. por 4,3
en hipocondrio izquierdo, erosiones en la pierna derecha de 2,5 por
0,5 cmts, otra de 3,8 por 0,75 y otra de 3,5 por 1,1 ctms. Como lesiones internas, sufri infiltraciones hemorrgicas
peristicas de 4,1 ctms. por 3,6 en la regin parietal derecha, de 4,1
ctms. por 2,9 en regin parietal izquierda, de 4,3 por 2,3 en regin
temporal izquierda, en el hueso cigomtico izquierdo y a nivel de la
protuberancia mentoniana, infiltraciones hemorrgicas en regin
frontal izquierda (supraorbitaria), en regin inframamaria derecha, en
los seis primeros arcos costales anteriores y msculos intercostales a
nivel de la axila anterior izquierda, en la zona anterior y media de la
parrilla costal derecha, infiltraciones peristicas de la apfisis
cigomtica del hueso maxilar, del cuerpo y rama mandibular izquierda,
y en borde supero-externo de rbita izquierda, infiltraciones hemticas
sobre el miembro superior izquierdo, espalda y zona lumbar izquierda,
fracturas de la apfisis condilar izquierda, fracturas de la apfisis
condilar izquierda de la mandbula, de la pared anterior del alveolo
dentario, de la pieza dentaria n 21, del borde inferior de la rbita
izquierda, del tercio medio de la clavcula izquierda, fractura con
hundimiento de 2,3 ctms. por 1 ctm. de la pared externa del seno
maxilar izquierdo.
Las lesiones anteriormente descritas produjeron grandsimo
sufrimiento a la perjudicada en la estimacin de los mdicos forenses,
hasta que en un momento determinado, Alexander utiliz la propia
camiseta de Sonia, aprovechando su inconsciencia y por tanto sin
posibilidad alguna de defensa por su parte, la enlaz al cuello de la
mujer y con el propsito de acabar definitivamente con su vida, la
estrangul producindole la muerte.
A continuacin traslad el cadver de Sonia a una explanada
prxima, donde lo ocult en una oquedad entre rocas con las que
tap parcialmente su cuerpo, para abandonar seguidamente el lugar
en el citado vehculo, y arroj durante el camino los pantalones de su
vctima en la carretera A-355, y tir el resto de la ropa en un
contenedor de basura, hasta llegar sobre las ocho horas al domicilio
del agresor sito en Alhaurin de la Torre.
FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- La defensa por va de informe y sin base en sus


conclusiones definitivas, propone la recusacin de este Tribunal por
haber sido el que confirm el auto de procesamiento, cuestin que ya
fue rechazada en providencia de 24 de octubre de 2.005 por
extempornea ya que se propuso ms de un ao despus de
notificarse aquel auto.
Pero es que adems es conocida la
jurisprudencia del Tribunal Supremo en el sentido de que la
confirmacin de estos autos no contamina al Tribunal, el que se limita
a mantener los indicios racionales de criminalidad que ya han sido
apreciados por el Juez de Instruccin. Cuestin distinta es el caso de
que sea la propia Audiencia la que procese u ordene el
procesamiento cuando el juzgado ha concludo el sumario sin
procesar, porque en este supuesto ya existe una incriminacin
concreta que puede contaminar al Tribunal sentenciador. An as, la
doctrina del Tribunal Europeo de Derechos humanos, al ocuparse de
este tema ha matizado los criterios establecidos: en primer lugar que
las normas de interpretacin no pueden hacerse en abstracto, sino
valorarse cada caso concreto. As, a partir de la sentencia de 24 de
mayo de 1.989 dictada en el caso Haudschilt, se admiti que la
adopcin de prisin provisional o la confirmacin de esa medida en la
fase intermedia, la adopcin de auto de pocesamiento (el llamado
auto de pronuncia portugus) y la asuncin de determinadas
funciones instructoras en procedimientos de urgencia o directssimi
italianos, no infringen el artculo 6-1 del Convenio de Derechos
Humanos.
En segundo lugar la defensa estima se ha infringido el artculo
24 de la Constitucin puesto que no se ha tenido en cuenta el
principio del juez predeterminado por al Ley, ya que dos Secciones
distintas de esta Audiencia han establecido el procedimiento de
Tribunal profesional y de Jurado para casos similares. Pero esta
circunstancia que en principio es normal, teniendo en cuenta adems
que no hay dos casos idnticos, no supone se haya prescindido de
las normas esenciales de procedimiento y mucho menos causado
indefensin, que son los requisitos establecidos por el artculo 238-3
de la Ley Orgnica del Poder judicial para la declaracin de nulidad
de actuaciones, la que por cierto no se pide por la defensa en su
alegato.
SEGUNDO.- Los hechos que se declaran probados constituyen un
delito
de asesinato de los artculos 139, 1 y 3 y 140 del Cdigo
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Penal, delito que no es ms que un homicidio cualificado por las dos


circunstancias que se mencionan. Es evidente que el acusado al
golpear salvajemente a su vctima hasta dejarla semiconsciente,
acept que con ello podra producirle la muerte, pero al proceder a su
estrangulacin busc de manera directa el desenlace final, con todo
lo que aparece su indudable nimo de matar como elemento subjetivo
del homicidio, los actos violentos dirigidos a aquel fin como elemento
objetivo, y el nexo de causalidad entre dichos actos y el resultado
letal. - Son los elementos esenciales del delito de homicidio.
A ello se aade la circunstancia de la alevosa que el artculo 22-1
prrafo segundo, define como el empleo de formas de ejecucin que
tiendan especialmente a asegurarla sin riesgo para el ofensor ni
posibilidad de defensa de la vctima. De los hechos probados se
desprende el ataque sbito del acusado contra su vctima a la que
golpea sin compasin hasta reducirla a alguien pasivo y sin
posibilidad mas que de una leve e intil defensa con la que causa
leves araazos en la cara y brazos de su agresor, y tambin la
maniobra de estrangulacin cuando aquella se encuentra totalmente
extenuada.
La superioridad fsica del acusado era evidente
(complexin atltica, gimnasta de pesas y deportista de judo y boxeo),
y su forma de actuar, como otras veces, tajante y sin piedad, con lo
que se configura esta agravante especfica. La jurisprudencia ha
discutido doctrinalmente si esta circunstancia es atinente a la
antijuridicidad o a la culpabilidad, pero tal diatriba carece de
importancia porque es tradicin jurdica que la alevosa corresponde a
la traicin, entendida como asechanza, insidia, emboscada, celada o
lazo... que se corresponden perfectamente al caso estudiado. (S. T.
S. de 9 de marzo de 1.993 entre otras muchas.) Como signific en el
juicio el representante del Ministerio Fiscal, an en el caso de existir
duda sobre la alevosa por acometimiento sbito e inesperado del
sujeto activo del delito, es visto que en el momento del
estrangulamiento la vctima estaba totalmente indefensa, con lo que
se producira alevosa sobrevenida que cualificaba en todo caso el
homicidio.
Concurre tambin la circunstancia especifica de ensaamiento.
Ya se ha dicho que el ataque a Roco fue salvaje y cruel y sin duda
buscado deliberadamente y ejecutado de forma inhumana.- A pesar
de que el fin ltimo del agente era el de buscar una satisfaccin
sexual y seguidamente la muerte de la ofendida, no hay duda que no
tuvo inconveniente en producirle un extraordinario dolor que la
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mantuviera en estado de indefensin hasta realizar sus ltimos


propsitos, sin que resultara necesario que su actitud fuera fra y
despiadada y menos masoquista, bastando que tuviese conocimiento
reflexivo de lo que estaba haciendo (deliberacin) y que esta
conducta fuera impropia de un ser humano (inhumanamente). (S.T.S.
26 de diciembre de 2.003).Integran tambin un delito de detencin ilegal, previsto y penado
en el artculo 163 del Cdigo Penal, porque el acusado, con
independencia de las violencias que ejerce y de sus propsitos
lascivos, encierra en el maletero del coche a una persona privndola
as de su libertad de movimientos y trasladndola a ms de once
kilmetros del lugar de la primera agresin, lo que supone una forma
comisiva de notoria importancia a la que ya se referan las sentencias
del Tribunal Supremo de 20 de febrero de 1.991 y 1 de junio e 1.992,
siendo irrelevantes los mviles finales (S.T.S. 18 de noviembre de
1.996) y apareciendo desde luego el dolo especfico de tal privacin
de libertad que exiga la sentencia de 20 de marzo de 1.997. - El
concurso de este delito con los otros dos es real, porque su forma de
comisin excede de la violencia ya empleada para causar la muerte y
obtener un beneficio sexual, aparte de que, como ya se dijo al
resolver un recurso de apelacin en este procedimiento, el bien
jurdicamente protegido es diferente del de los otros dos delitos que
los acusadores imputan al procesado. ( sentencia T.S. 19 de marzo
de 1.997). La detencin no est absorbida por el delito de agresin
sexual, a pesar de que cierta jurisprudencia del Tribunal Supremo
seala que para dicha agresin resulta imprescindible cierta retencin
de la vctima, pero ello ha de entenderse como retencin mientras
duran los abusos, siendo as que en este caso la joven fue introducida
contra su voluntad en el maletero de un coche durante bastantes
minutos para recorrer los once kilmetros hasta el lugar donde su
cuerpo fue abandonado.Los hechos enjuiciados constituyen adems un delito de agresin
sexual, previsto y penado en el artculo 178 y 180-3 del Cdigo
punitivo. Es evidente el propsito lbrico del procesado, verdadero
obseso, que con la violencia inaudita a que ya se ha hecho cumplida
referencia, atenta contra la libertad sexual de la ofendida, a la que no
conoce y ataca tocando todas las partes ntimas de su cuerpo tras
desnudarla.
La Sala entiende que no es posible apreciar la
agravacin del artculo 180-1 invocada por la acusacin particular,
porque, aunque efectivamente la violencia ejercida sobre Sonia tuvo
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un carcter particularmente degradante y vejatorio, esta circunstancia


especfica ya se ha tenido en cuenta para la calificacin del asesinato
en el particular del ensaamiento, y de estimar su concurrencia podra
vulnerarse el principio non bis in dem.
En cambio s aprecia la agravante especfica 3 del artculo 180
que invoca el Ministerio Fiscal. Tras los malos tratos sufridos con
anterioridad al momento de practicarse los tocamientos en todo su
cuerpo, la vctima haba quedado totalmente inerme y por lo tanto
especialmente vulnerable para tales maniobras, despus de haber
sido golpeada en la calle de El Pino, conducida en un maletero donde
gema hasta el lugar descampado, golpeada all nuevamente hasta
que fue despojada de sus vestidos todava en vida, tocado todo su
cuerpo y despus estrangulada.
Pero no es posible apreciar el
delito de lesiones que imputa al procesado la acusacin particular.
Las lesiones producidas eran por s capaces de producir la muerte,
como aclararon en el juicio los mdicos forenses, la que se produjo
con el concurso final del estrangulamiento, y por eso forman parte del
ncleo del asesinato y no cobran naturaleza independiente que
permita su sancin conforme al artculo 147 del Cdigo Penal.
TERCERO.- De los expresados delitos es criminalmente responsable
en concepto de autor el procesado por haber tomado parte directa y
dolosa en su ejecucin.
En los primeros momentos de la instruccin, el acusado, con
asistencia letrada, declara de manera desordenada en la Comisara
de Polica el da 19 de septiembre de 2.003 su presencia en la feria
de Coin, los daos en su vehculo y la sangre que encontraba por
todas partes; dijo que puede que llevara a la chica en su coche, que
la sacara del mismo y que la escondiera, si bien se encontraba bajo
los efectos del alcohol y de una pastilla de Limovn que haba
tomado para dormir. Al da siguiente vio mucha sangre en su coche y
la noche anterior meti sus ropas en la lavadora tambin a causa de
las mltiples manchas de sangre que no se correspondan con las
leves lesiones que l presentaba, (al folio 743 de las actuaciones).
El Comisario Jefe de la instruccin (n profesional 16.982), explic en
el juicio que el procesado declar como descargndose de algo
pesado y en todo momento fueron respetados sus derechos
constitucionales y humanos.
Ante la Guardia Civil, a partir del da 20 de septiembre de 2.003,
otra vez con asistencia letrada (folio 971 y ss.), el acusado confiesa
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abiertamente que vio a Sonia Carabantes el da de autos y sinti el


deseo de tocarle las piernas, la sigui con su coche, pero al echar
marcha atrs la atropell, la meti en el maletero que luego tuvo
dificultad de abrir, la condujo a varios kilmetros en un lugar
descampado donde la golpe para reanimarla al encontrarla semiinconsciente, la desnud, la abraz e hizo objeto de tocamientos en
todo su cuerpo, hasta que sin saber qu hacer con ella arroj su
cuerpo a una oquedad entre las rocas y volvi a su domicilio, cubierto
de sangre tras arrojar por la ventanilla las ropas de la chica. Cuando
su novia le pregunt la razn de su estado dijo que haba sufrido un
accidente en el coche y lav la ropa. En esa declaracin reconoci el
acusado haber procedido de forma semejante con otras mujeres,
tanto en Inglaterra como en Espaa, ya que su satisfaccin sexual
consista en realizar estas violencias y tocamientos y luego
masturbarse pensando en ello, porque las relaciones normales con
su novia no le satisfacan ni llegaba al orgasmo, cosa que hizo pensar
a aquella que no le gustaba, lo que no era verdad.
Al da siguiente de esta declaracin, ante el Juzgado de
Instruccin n 1 de Coin (folio 995 y ss.), con asistencia letrada,
ratific su declaracin anterior y confirm expresamente que l haba
matado a Sonia y que no quera ocultar nada. Precis algunos
detalles e incluso dijo que probablemente meti el dedo en la vagina
de la joven, que cuando la abandon en la oquedad estaba desnuda
y que recordaba haber intentado taparla con una rocas de distintos
tamaos. Cont igualmente cmo se deshizo de las ropas de las que
la haba despojado.
El 5 de mayo de 2.004, ante el Juzgado n 1 de Coin presta
declaracin indagatoria, siempre en la presencia de su asistencia
letrada, y comienza por advertir que se niega a responder a las
preguntas del Ministerio Fiscal y la acusacin, ya que declarar en su
da en el juicio, para luego negar a preguntas de su defensa que los
hechos fueran como se describan en sus anteriores declaraciones
pero sin explicar cmo fueron en realidad. Habla de coacciones y
torturas contra su persona y que los letrados que le asistan ni
siquiera le miraban ni le aconsejaban. Niega terminantemente la
agresin sexual contra la chica pero no lo dems, y manifiesta que el
juez en la forma en que le pregunt si haba metido el dedo en su
vagina le coaccionaba por la forma en que le haca la pregunta.
Pobres explicaciones sobre la existencia de verdaderas torturas.

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Estas diligencias de investigacin cobran valor de prueba cuando


han sido sometidas a los principios de contradiccin y defensa en el
juicio oral, pese a las elaboradas respuestas en el mismo a cargo el
acusado, quien de forma novsima y sorprendente habla de haber
sido golpeado por alguien, perdiendo el conocimiento, ser colocado
en el asiento trasero del vehculo en compaa del cuerpo de Sonia a
la que toc y luego ser abandonado a su suerte en el descampado,
versin inverosmil y carente de fundamento alguno, explicada a
preguntas de la defensa despus de negarse a responder en el juicio
a la preguntas del Ministerio Fiscal y la acusacin particular. Debe
recordarse al respecto que segn constante doctrina del Tribunal
Supremo y tambin del Constitucional, las diligencias de investigacin
sumariales no suponen en modo alguno que carezcan de todo valor
en orden a la formacin de la conviccin judicial, siempre que hayan
podido reproducirse en el juicio y someterse a los principios de
oralidad, contradiccin y defensa, doctrina mantenida con claridad
desde la sentencia del segundo Tribunal citado de 7 de julio de 1.988,
n 177, siendo as que tales presupuestos de reproduccin y
garantas se han observado plenamente en este juicio.- Adems,
como expuso el representante del Ministerio Fiscal, estas
declaraciones sumariales cobran especial importancia, porque el
silencio del acusado a las preguntas de las partes acusadoras en el
ejercicio de sus derechos constitucionales, choca con el principio de
tutela efectiva de los derechos porque se lesiona el de contradiccin,
y ello hace que pueda acudirse al sumario como un indicio ms de
valoracin. (sentencias del Tribunal Constitucional 202 de 2.000 y del
Tribunal Supremo de 8 de mayo del mismo ao.)
Las citadas declaraciones del acusado fueron ledas en el juicio
oral.
CUARTO.- El hecho objetivo de la muerte de Sonia Caravantes de
forma violenta y ensaada, se desprende con claridad del informe
forense a cargo de dos mdicos de esta especialidad, una catedrtico
de medicina legal y una forense y profesora universitaria de Granada,
que obra al folio 1.521 y siguientes de las actuaciones. - Este
completsimo informe se complementa con el que obra al folio 2.070,
tambin ratificado y que firman cinco mdicos forenses, en el que se
realiza un detallado anlisis del cadver, se toman muestras, se
excluye la posibilidad de atropello de la fallecida con un vehculo y se
concluye aquel origen violento, la causa inmediata de asfixia por
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estrangulacin aparte los numerosos traumatismos externos e


internos capaces por s de haber producido la muerte, y concausa de
la misma. La estrangulacin se acredit, pese al estado de
descomposicin del cadver, porque pudo apreciarse el surco
alrededor de su cuello y la rotura de ciertos huesos de la garganta
que, junto a la forma de encontrarse el cadver, con la camiseta de la
joven alrededor de sus cuello, evidenciaban esta circunstancia fctica.
La agresin sexual se evidencia del estado del cadver al ser
descubierto, desnudo salvo el sujetador, roto este por delante y
desgarradas sus copas, y la camiseta alrededor del cuello, ciertas
huellas apergaminadas en la base de uno de los senos producto de la
presin del aro del sujetador e incluso una seal junto al pezn que
hace pensar en un mordisco, siempre en la estimacin de los
forenses que practicaron la autopsia. Las huellas de sangre en el
suelo de la calle de El Pino, en los vehculos colindantes, en el interior
y exterior del conducido por el acusado, en el maletero, en la tulipa y
objetos personales encontrados, concuerdan con los dems datos
descritos y son prueba circunstancial pero de gran peso par entender
que la joven fue agredida primero, secuestrada despus, agredida de
nuevo, sometida a la agresin sexual descrita y estrangulada como
episodio final del relato.
La autora del acusado, adems de lo ya razonado se
desprende de otras pruebas.
La compaera sentimental de
Alexander, Mara Luisa Gallego, debidamente ratificada en juicio,
manifiesta que la noche de autos lo vio llegar cubierto de sangre, que
se ase y meti en la lavadora la ropa manchada, que tena algunas
pequeas heridas infectadas por lo que le compr una pomada en la
farmacia.- (folio 747 y siguientes).- El acusado tena aspecto cansado,
pero no estaba borracho.
Mara Fuensanta Porras, amiga de la anterior, vio a Tony en la
feria con aspecto tambaleante. El da 22 lo vio de nuevo con su
amiga, con aspecto magullado y araazos en la cara, el que neg
haberla visto en la feria. Vio a Mari Luz querer hablar con la
declarante pero no fue posible.
Justine Belinda Daniel, explica al folio 942 que Tony sufri
condena por homicidio en Inglaterra, cumpliendo diez aos de prisin
en el centro penitenciario de la isla de Wigth.
David Lawrence Cooze, al folio 947, debidamente ratificado en el
juicio y compaero sentimental de la exesposa del acusado,
manifiesta cmo vio a Tony el da 16 de agosto con araazos en la
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cara, piernas y brazos y una mano vendada. Dijo este haber sufrido
un accidente de varias vueltas en el coche, lo que posteriormente
desdijo limitndose a decir que haba tenido un accidente. El testigo
sospech de Tony cuando ley en la prensa que el autor del hecho
poda llevar una mano vendada.
Simn David Bowers (folio 1414), amigo y en un momento jefe
del acusado, a cuya declaracin de dio lectura en el juicio por no
haber podido ser localizado, vio la herida en la mano y la venda que
no haba visto antes de los hechos y recogi la versin del accidente
de coche. Cuando el da de autos, l y su esposa se despidieron de
Tony este no estaba embriagado.
Es interesante sealar que en el informe forense del folio 2.578,
se afirma que llamaba poderosamente la atencin que en sus
manifestaciones, el acusado que deca no recordar nada debido el
alcohol y al Limovn, manifestaba sin embargo muchos detalles sobre
los hechos, lo que haca pensar en sus reservas mentales y
disimulos.
Al folio 2.593, la madre de Sonia, tambin ratificada. identifica
varios objetos, zapato, pendiente etc., posedos por su hija y hallados
por la polica en el lugar del suceso.
En la declaracin de Ingrid Elisabeth Pantoja, hermana de la
que fue esposa del acusado, aparece que esta ltima haba
contactado con Interpol donde le advirtieron que era muy violento y
que tena antecedentes de homicidio en Inglaterra. (folio 913)
El testigo Diego Gallego Gonzlez pas por las proximidades
de la calle de El Pino y vio a un hombre que caminaba deprisa con
camisa negra y pantalones vaqueros, luego vio un coche claro y corto
salir de la calle tambin deprisa conducido por una sola persona.
Sergio Elena Daz acompaaba a Sonia a la feria y la
acompa hasta a calle sobre las 5,30 de la madrugada cuando no
haba nadie- Otra acompaante era Cristina Gonzlez Mndez, la
que posteriormente vio el lugar en que se iniciaron los hechos, los
charcos de sangre junto a un coche, los objetos hallados, entre ellos
un pendiente que portaba Sonia y que era propiedad de la declarante,
tambin manchado de sangre. El telfono mvil estaba roto en el
suelo como de haber sufrido un golpe fuerte.
Semejante declaracin a la anterior formul Lorena Gonzlez
Enriquez, amiga de Sonia. La acompa en la caseta de la juventud
hasta que se despidi de ella. Luego vio los objetos tirados en la
calle de El Pino, las manchas de sangre en la calzada y la acera y
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bajo un coche tambin manchado de sangre y sobre el cap del


mismo la huella de una mano sobre la sangre, suponiendo que fuera
la de Sonia.
Parecida declaracin fue la de Jos Diego Ordez Muoz, dueo
del coche sobre el que se encontraron las manchas de sangre y al
que faltaba un piloto.
Jos Mara Ordoez Gmez form parte del equipo de bsqueda
de Sonia. Encontr su pantaln ensangrentado en la calzada y a
unos dos kilmetros del pueblo.
Melita Priscila Joseph trabajaba de lavacoches en una gasolinera y
recibi la visita de Anthony con el vehculo que tena numerosas
manchas rojas en su interior. Su dueo dijo que le haba explotado
una botella de tinta roja y que no abriera el maletero, manchas que
tard siete horas en limpiar Melita, notando despus un olor raro que
no se supo explicar. La testigo identific plenamente en el juicio al
acusado como la persona que llev el coche a la gasolinera.
En cuanto a Cecilia Matilde King, ex-esposa del acusado, todava
no separado de l por lo que se le hicieron las advertencias legales,
manifest que tena desde haca tiempo en la cabeza la sospecha de
la autora de su marido sobre esta clase de hechos. Que era bebedor
pero nunca lo vio borracho ni con trastorno mental alguno. Que por
sus sospechas habl con la polica inglesa y espaola para saber lo
que se saba de asunto. Declar ante el Juzgado.
QUINTO.- El lugar de los hechos fue minuciosamente examinado
por la Guardia Civil y de all se sacaron los restos y manchas de
sangre que indicaban la violencias habidas en el sitio. Tambin se
identificaron los objetos de la fallecida que cayeron al suelo. (folio
747). En el mismo tomo IV de las actuaciones estn los informes
fotogrficos del lugar en que fue encontrado el cadver, del propio
cadver en estado de descomposicin, de algunos de los objetos
encontrados y del vehculo en que se encontraron las huellas de
sangre.
Los datos policiales obtenidos al respecto han sido
ratificados en juicio por los policas nacionales 66.552, 72.337,
18.732, 66.001, 16.321 y 16.740 (sesin del juicio oral del da 18 de
octubre). Todos ellos refrendan lo ya expuesto por los testigos
anteriores. Lo mismo ocurre con las testificales de los Guardias
Civiles X-92.632-I, F-01517-H, De-45-447-B H-28540-De, N88.244-Q
y Z-17-199-W. (sesin del juicio oral del 24 de octubre.)

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El perfil gentico de los restos encontrados en la tulipa de uno de


los vehculos examinados y de los pliegues palmares y dedos de
Sonia Carabantes, frente al extrado de unos calzoncillos del acusado
cogidos en su domicilio es coincidente. (folio 901 de las actuaciones.)
Se detalla tambin la inspeccin e informe que sobre el vehculo
Magda realiza la Brigada Provincial de la Polica Cientfica de Mlaga,
donde se informa, con documentacin fotogrfica de las manchas de
sangre encontradas en el mismo en muy diversos puntos, que
evidencian que alguien estuvo encerrado en el maletero y agredido
en el interior de dicho vehculo (tomo VI del sumario). La defensa
resalt en su momento que entre las huellas de sangre encontradas
en el interior del vehculo se encontr, adems de sangre del perfil
gentico del acusado y su vctima, otro que corresponda a persona
distinta, y ello segn lo manifestado por los peritos tcnicos, policas
nacionales 73.055 y 78.846, que declararon en la sesin del 31 de
octubre. Este dato sin embargo, cuyo origen ha quedado
indeterminado en el tiempo de la emisin de dicha sangre, no empece
en absoluto el hecho cierto de que los perfiles del acusado aparecen
en las manchas del coche y se corresponden con las muestras de
saliva examinadas por ellos. Los restos palmares de la vctima a que
se ha hecho anterior referencia tienen sus marcadores en el informe
ratificado que obra al folio 2.526. El segundo agente mencionado,
femenino, fue el que recogi las muestras en el coche, sobre las que
luego se emple el Luminol como sustancia identificativa e identific
las fotografas que le fueron exhibidas y que obran al folio 1.161. (
Vid. tambin informes a los folios 2.605, 2.635. 2.643. 2.652, 2.662)
En los estudios psiquitricos forenses como en los psicolgicos
que se realizan al acusado (folios 2878 y 2906) se concluye que el
mismo es persona de inteligencia media, normal, con perfecto
conocimiento del significado de sus actos y la libre voluntariedad al
realizarlos, habitual al alcohol y espordicamente a la droga, sin que
resulte posible determinar su estado en el momento de los hechos.
Tanto desde el punto de vista psiquitrico como psicolgico, se
encuentra en este procesado nicamente un trastorno antisocial de la
personalidad ( la antes llamada psicopata) que no excluye desde
luego su responsabilidad ni tampoco la disminuye. Se trata pues de
persona carente de sentimientos de piedad y arrepentimiento, capaz
de los actos ms crueles para conseguir sus propsitos lascivos y
muy difcil o imposible de reinsercin, todo ello en la estimacin de los
forenses psiquiatras y psicloga que depusieron en el juicio. Ya en el
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examen toxicolgico del Instituto Nacional de Toxicologa se puso de


manifiesto que se trata de un consumidor crnico de alcohol etlico,
pero sin que se tengan datos para interpretar la severidad de tal
consumo.
En la comisin rogatoria internacional que aparece a partir del folio
2.684 de las actuaciones, debidamente cumplimentada y traducida al
folio 2800, aparece un informe psiquitrico del procesado, cuando an
usaba el nombre de Tony Bromwich, de 26 aos de edad en aquellas
fechas y ya acusado de robo violento, abusos deshonestos y tenencia
ilcita de armas, informe de fecha 27 de febrero de 1.992, donde se
comienza por establecer se trata de un sujeto de baja autoestima y
mala opinin de s mismo, bebedor pero no habitual ni con sndrome
de abstinencia. En definitiva padece desorden psicoptico y alguna
leve depresin. En otro informe se aade que no padece enfermedad
psquica de importancia ni antecedentes por mal uso de sustancias.
Su anormal comportamiento sexual deriva de la conciencia de
deforme o anormal que tena de s mismo, lo que unido a su
introversin le llev a una reaccin violenta contra las mujeres a las
que culpaba de su impotencia y sentido de su inadecuacin. No
padece enfermedad psquica alguna.
Lo examinado hasta el momento, forma un conjunto de pruebas
directas e indirectas o circunstanciales, que apreciadas
conjuntamente con la inmediacin procesal que slo la Sala disfruta,
llevan al total convencimiento de que los hechos ocurrieron en la
forma que se declaran probados, y por tanto que la culpabilidad del
acusado es incuestionable.
SEXTO.- En la ejecucin de los delitos reseados no han concurrido
circunstancias genricas modificativas de responsabilidad criminal
que la atenen o agraven. No puede estimarse la agravante invocada
por la acusacin particular, 2 del artculo 22 del Cdigo Penal
consistente en aprovechar las circunstancias de tiempo y de lugar, ya
que la misma ha sido tenida ya de cuenta al apreciar la especfica 3
del artculo 180 del Cdigo Penal a instancia del Ministerio Pblico.
Tampoco es estimable la circunstancia eximente o atenuante de
embriaguez que alega la defensa de forma alternativa, pues ya se ha
razonado suficientemente que el acusado ni es un alcohlico, ni su
consumo de alcohol modifica su conocimiento y voluntariedad respeto
a los hechos, ni fue visto nunca borracho por su ex-esposa ni perdido
el control de sus actos, ni tampoco por su compaera sentimental el
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da de los hechos. En este punto coinciden adems los dictmenes


forenses, para los que resulta imposible apreciar el estado del
procesado el da de autos, y los informes que por va de comisin
rogatoria se obtuvieron de las autoridades sanitarias del Reino Unido.
Conviene advertir tambin, como lo hizo una de las partes
acusadoras, que el da de autos Anthony, tras agredir fuertemente a
la ofendida, la introdujo en el maletero y condujo el coche con
normalidad, despus de algunas dudas sobre el camino a tomar,
hasta decidirse por el ltimo por el que lleg al descampado a lo largo
de once kilmetros, all desnud a la joven, despus de colocarla en
el asiento trasero, la hizo objeto de tocamientos hasta que decidi
acabar con su vida, la traslad a la oquedad para ocultar el cadver,
volviendo a su domicilio otra vez con normalidad al mismo tiempo que
se deshaca de las ropas lanzando parte de ellas a la carretera y otras
a un contenedor, conducta continuada que revela una clara
normalidad psquica y excluye un trastorno de la percepcin o la
voluntariedad. Es sabido que las circunstancias atenuantes y ms
las eximentes han de estar probadas como el hecho mismo, lo que no
ocurre en este proceso.
En cuanto a la individualizacin de las
penas, la Sala entiende en primer lugar que al concurrir dos de las
agravantes especficas del artculo 139, la pena a imponer por el
delito de asesinato lo ser la establecida por el artculo 140 que va de
veinte a veinticinco aos y, adems, vista la forma de su comisin, de
extraordinaria crueldad vista la juventud de la vctima, el sitio solitario
en que ocurri la segunda parte de los hechos y la verdadera tortura a
la que se someti, y por tanto peligrosidad del culpable, debe
imponerse en la mitad superior de la dicha pena tipo y concretarse por
tanto en 23 aos de prisin.
En el delito de detencin ilegal, cuya pena tipo va de cuatro a seis
aos, es correcta en la estimacin de la Sala la peticin del Ministerio
Fiscal al solicitar la pena en cinco aos de prisin, mximo de la mitad
inferior de la misma.
En cuanto a la agresin sexual, con su especfica agravacin,
tambin por la especial gravedad y circunstancias fcticas del hecho y
siendo la pena tipo de cuatro a diez aos, procede concretarla en su
mitad superior, y as imponer por este delito la de ocho aos de
prisin.
Todas ellas con sus accesorias y las complementarias pedidas
por las acusaciones, de los artculo 57 en relacin con el 48 del
Cdigo Penal.
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Conforme a lo dispuesto por el artculo 76-1-b) del Cdigo Penal,


el mximo de cumplimiento de estas penas ser el de treinta aos,
por resultar condenado por varios delitos, uno de los cuales tiene
asignada pena tipo superior a veinte aos.
SEPTIMO.- El culpable criminalmente de un hecho punible lo es
civilmente y viene obligado al pago de las costas procesales en la
proporcin que corresponde a los delitos enjuiciados y al pago de las
indemnizaciones que se dirn con el incremento del inters que
devenguen dichas cantidades conforme al artculo 576 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil.- Conforme al artculo 109 del Cdigo Penal y
jurisprudencia que lo complementa, la fijacin de la cuanta
indemnizatoria de daos fsicos y econmicos requiere la prueba de
su existencia y del montante alcanzado, pero tales clculos no son
aplicables a los daos morales que deben establecerse mediante un
juicio global que evale los criterios sociales de reparacin como
consecuencia da tal dao sufrido por los perjudicados, y aunque la
prdida de una hija en circunstancias tan trgicas como en este caso
no se compensara con la mayor cifra posible en el mundo, la Sala
estima proporcionadas las cantidades que se solicitan por el
Ministerio Pblico a favor de los padres de la fallecida.
Vistos adems de los citados, los artculos 1, 10, 27, 56, 58, 61,
123 y 124 del Cdigo Penal, y 141, 142, 203, 239, 240, 741, 742 y
802 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
F A L L A M O S:
Que debemos CONDENAR Y CONDENAMOS al procesado
ANTHONY ALEXANDER KING, como autor, criminalmente
responsable de un delito ya definido de asesinado, sin la concurrencia
de circunstancias genricas modificativas de responsabilidad criminal,
a la pena de veintitrs aos de prisin e inhabilitacin absoluta
durante el tiempo de la condena y prohibicin de volver a la
localidad de Coin donde residan los padres o hermanos de la
vctima durante cinco aos; como autor de un delito ya definido de
detencin ilegal, sin la concurrencia de dichas circunstancias, a la
pena de cinco aos de prisin e inhabilitacin especial del
derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y la

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misma prohibicin por cinco aos; y como autor de un delito


agresin sexual, sin la concurrencia de circunstancias genricas
modificativas de responsabilidad criminal, a la pena de ocho aos de
prisin y la misma inhabilitacin especial, y la misma prohibicn
que en los anteriores delitos por cinco aos, y al pago de las tres
cuartas partes de las costas procesales, as como a indemnizar en
ciento cincuenta mil euros a cada uno de los padres de Sonia
Carabantes por los daos morales sufridos, con ms el inters legal
establecido en el artculo 576 de la Ley de Enjuiciamiento Civil a partir
de esta sentencia, sindole de abono todo el tiempo que hubiese
estado privado de libertad por esta causa.As mismo debemos ABSOLVER Y ABSOLVEMOS a dicho
acusado del delito de lesiones que le imputa la acusacin particular,
con declaracin de oficio de la cuarta parte de las costas.El mximo de cumplimiento de las penas impuestas ser de
treinta aos conforme a lo razonado anteriormente. Reclmese
al
instructor la pieza de responsabilidad civil debidamente conclusa con
arreglo a derecho.
Notifquese a las partes, tmese nota en los libros
correspondientes y comunquese esta sentencia a la Junta Electoral
Central.
Contra esta sentencia cabe interponer recurso de casacin para
ante el Tribunal Supremo, en el plazo de cinco das a partir de la
ltima notificacin.
Y as, por esta nuestra sentencia, definitivamente juzgando, lo
pronunciamos, mandamos y firmamos.

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