La Parábola de Las 10 Vírgenes Parte 1
La Parábola de Las 10 Vírgenes Parte 1
La Parábola de Las 10 Vírgenes Parte 1
en los ltimos das, en los que ya slo habr "diez vrgenes" y de las
cuales slo cinco sern prudentes. Se trata del juicio que
sobrevendr al pueblo judo, en el regreso glorioso de Jesucristo para
el establecimiento del reino mesinico. Las diez vrgenes de la
parbola de Jess representan a Israel al final del tiempo de
tribulacin, a la medianoche, cuando el Seor venga por segunda
vez. Tambin describen la divisin dentro del pueblo judo y el juicio
sobre Israel. La parbola de las ovejas y los cabritos (Mateo 25:31 en
adelante), en cambio, trata sobre la separacin entre las naciones y
el juicio sobre ellas.
Entre tanto que la Iglesia, como esposa unida a Jess, est en el
cielo, Israel recibe en la tierra la invitacin a la cena de bodas, es
decir a la entrada del reino mesinico venidero. Tambin en este caso
encontramos una maravillosa ilustracin en el Antiguo Testamento:
"He aqu es la litera de Salomn; sesenta valientes la rodean, de los
fuertes de Israel. Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra;
cada uno su espada sobre su muslo, por los temores de la noche. El
rey Salomn se hizo una carroza de madera del Lbano. Hizo sus
columnas de plata, su respaldo de oro, su asiento de grana, su
interior recamado de amor por las doncellas de Jerusaln. Salid, oh
doncellas de Sion, y ved al rey Salomn con la corona con que le
coron su madre en el da de su desposorio, y el da del gozo de su
corazn. He aqu que t eres hermosa, amiga ma; he aqu que t
eres hermosa; tus ojos entre tus guedejas como de paloma; tus
cabellos como manada de cabras que se recuestan en las laderas de
Galaad" (Cantares 3:7-11; 4:1). Aqu se nos ilustra lo siguiente:
Salomn es imagen del rey que ha de volver, de Jesucristo, el
esposo que vendr para tomar posesin de su trono real en Jerusaln
y para presentar a su esposa, que es la Iglesia.
Los valientes armados con espadas, alrededor de l, son las huestes
que le siguen.
Las doncellas de Sion, las que deben salir, son una imagen de las
vrgenes que han de ir al encuentro del Seor.
El da de la boda, describe que l ha venido al banquete de bodas.
Luego se describe la hermosura de la esposa (Iglesia) El Seor se la
presenta a su pueblo.
Durante el tiempo de tribulacin, o bien la "angustia de Jacob",
aumentar mucho en Israel la esperanza por la venida del Mesas.
144.000 judos sern sellados (Apocalipsis 7:4-8). Los "dos testigos"
(Apocalipsis 11:3 en adelante) y los "siervos fieles y prudentes"
(Mateo 24:45-51), en estas horas de la noche de la tribulacin,
clamarn: "Aqu viene el esposo!" Muchos creern y, basndose en
la Palabra de Dios, sabrn que la venida del Mesas es inminente.
cartagono
Administrador
del foro
#2
17/Jul/2012, 09:03
cartagono
Administrador
del foro
#3
17/Jul/2012, 09:11
25:12).
Si yo le preguntara a nuestros amigos: Quines
de ustedes conocen al presidente de los Estados
Unidos? Seguramente todos contestaran: Yo lo
conozco. De dnde lo conocen? La respuesta
sera: De los informes de la prensa, radio y
televisin. Pero si yo preguntara: El presidente
de los Estados Unidos tambin lo conoce a
usted?, la mayora debera contestar que no. Por
qu no lo conoce el presidente? Porque usted
nunca lo conoci personalmente.
Para tener una verdadera relacin con el
presidente, debe ocurrir algo esencial: Usted
deber conocerlo personalmente. No alcanza
slo con saber de l de odas, de reportajes e
informes. Usted tiene que haberse encontrado
personalmente con l, por ejemplo con motivo de
una audiencia en la Casa Blanca.
No alcanza con que usted conozca al Seor
Jesucristo de odas, que sepa de l por asistir al
culto, por la lectura, o por lo que otros cristianos
le comparten. Para que l tambin lo conozca a
usted, antes tendr que haber tenido un
encuentro personal con l. Eso suceder si usted
le entrega su vida y experimenta el nuevo
nacimiento, una genuina conversin.
En cuanto a las diez vrgenes, estimado amigo, la
Biblia aclara lo siguiente: "Cinco de ellas eran
prudentes y cinco insensatas" (Mateo 25:2). A
pesar de que, en apariencia, todas se parecan y
esperaban al esposo, el Seor Jess no tena una
relacin personal con las cinco insensatas, y les
tuvo que decir: "... no os conozco."
Qu significa a los ojos de Dios ser "insensato"?
Mateo 7:26 nos da la respuesta: "Pero cualquiera
que me oye estas palabras y no las hace, le
comparar a un hombre insensato, que edific su
casa sobre la arena." El que slo escucha la
Palabra de Dios pero no la acepta de corazn, el
que no se convierte genuinamente, el que no
sigue a Jess en obediencia, orientando su vida
completa renovacin.
La exhortacin final, Jess la dirige a todos:
"Velad, pues, porque no sabis el da ni la hora
en que el Hijo del Hombre ha de venir" (Mateo
25:13). Para los insensatos, es un llamado a la
conversin, y para los prudentes, un llamado a la
permanencia. "Porque no nos ha puesto Dios
para ira, sino para alcanzar salvacin por medio
de nuestro Seor Jesucristo, quien muri por
nosotros para que ya sea que velemos, o que
duramos, vivamos juntamente con l" (1
Tesalonicenses 5:9-10).
Querido amigo, slo Jess nos puede obsequiar el
don del Espritu Santo. Cuando ya no tuvieron
ms aceite, las vrgenes insensatas esperaban
que las prudentes les re-abastecieran. Pero stas
no les pudieron dar nada (Mateo 25:8-9).
Ninguno de nosotros puede darle a otra persona
un poco de nuestra salvacin. Charles H.
Spurgeon dijo: "La gracia no fluye en la sangre"
(del parentesco). Cada persona tiene que recibir
para s misma, y a tiempo, la gracia del Espritu
Santo. Cada persona debe llegar a Jess por s
misma, pues en Juan 3:16 leemos. "Porque de tal
manera am Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unignito, para que todo aquel que en l
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Y en
Efesios 1:13-14, dice as: "En l (= en Jesucristo)
tambin vosotros, habiendo odo la palabra de
verdad, el evangelio de vuestra salvacin, y
habiendo credo en l, fuisteis sellados con el
Espritu Santo de la promesa, que es las arras de
nuestra herencia hasta la redencin de la
posesin adquirida, para alabanza de su
gloria."Ver ms
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