Información de este libro electrónico
Anónimo
Anónimo
Lee más de Anónimo
La Torá Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Lazarillo de Tormes: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Evangelios Apócrifos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los yoga sutras de Patanjali Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Popol Vuh: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poema del Mio Cid Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La Biblia. Nuevo Testamento: el manga Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl libro egipcio de los muertos Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La Santa Cruz de Caravacs: Tesoro de oraciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas florecillas de San Francisco Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El poema de Gilgamesh Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las mil y una noches: el manga Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Relacionado con Robin Hood
Libros electrónicos relacionados
Robin Hood - Anonimo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Julieta y el silencio del río Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMisión vertical Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl viaje de Laika Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl ladrón de sueños Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesManuel Rodríguez: Mi vida y obra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos de mi escritorio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo des puntada sin hilo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesElisabeth-Isabel Bongard. Migrante y protagonista de la Reforma Educacional Alemana en Chile Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFestival de sorpresas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSenefrú, princesa egipcia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRobin Hood Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRobin Hood La leyenda de Sherwood Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Guerra de Granada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoema del Mio Cid Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Ivanhoe - Espanol Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSitiados Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHijo de la oscuridad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa cortina Salvaje Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCanción del ocaso Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Morirás por Cartagena Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Corsario Negro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl fuerte de la Florida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCantar del Mío Cid: Versión en prosa moderna Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl misterio del Barco Blanco Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl señor de Balantry Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl señor de Balantry Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa adversa fortuna de don Álvaro de Luna Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCrónicas de Villesainte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVikingo Celta Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Clásicos para usted
To Kill a Mockingbird \ Matar a un ruiseñor (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Principito (Ilustrado) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Meditaciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Principito: Traducción original (ilustrado) Edición completa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Don Quijote de la Mancha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Viejo y El Mar (Spanish Edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La interpretación de los sueños Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Ilíada y La Odisea Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La montaña mágica Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El lobo estepario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Introducción al psicoanálisis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Libro del desasosiego Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crítica de la razón pura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sherlock Holmes (Obras completas) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Poesía Completa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5En busca del tiempo perdido 1 (Por el Camino de Swann) Calificación: 2 de 5 estrellas2/5EL Hombre Mediocre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La muerte en Venecia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Trópico de Cáncer Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos de Amor de Locura y de Muerte Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La casa encantada y otros cuentos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Sigmund Freud: Obras Completas (Golden Deer Classics) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ulises Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cumbres Borrascosas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El libro de los espiritus Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Madame Bovary Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Robin Hood
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Robin Hood - Anónimo
ROBIN HOOD
Anónimo
CAPÍTULO UNO
NORMANDOS Y SAJONES
Hace cientos de años, los vikingos realizaron continuas campañas de conquista por toda Europa.
Estos audaces guerreros daneses, noruegos o suecos , tuvieron atemorizado a medio mundo durante tres siglos.
Sus aventuras parecían no tener límites geográficos: Alemania, Francia, España, Portugal o Rusia fueron visitados por los feroces vikingos.
Su ansia de expansión, apoyada en una gran preparación militar, les llevó a emprender arriesgadas expediciones por mares y ríos.
Las poderosas embarcaciones con las que contaban, únicas en la época, y su extraordinaria pericia como navegantes les permitían arribar a cualquier costa y penetrar por cualquier río. Su superioridad naval se hizo incontestable.
Adquirieron una gran experiencia en los ataques por sorpresa, y sus terribles y sangrientos saqueos llegaron a sertristemente célebres en toda Europa.
Uno de estos pueblos vikingos, asentado desde hacía años en Normandía, emprendió la invasión de la vecina Inglaterra.
Este país, no muy lejano de las costas normandas, resultaba muy vulnerable por mar. La longitud de su litoral no permitía ni una vigilancia completa, ni una concentración rápida de las tropas para rechazar un desembarco.
Todo esto no pasó inadvertido a los ojos del duque normando Guillermo que, movido por su ambición y deseo de gloria, decidió preparar a conciencia el ataque a la isla.
¡Venceremos a los sajones! arengaba Guillermo a sus tropas . Con la conquista de Inglaterra, nuestro poder se extenderá a otros reinos.
¡Viva el duque Guillermo! gritaban exaltados los caballeros normandos.
Guillermo de Normandía, animado por el apoyo de los suyos, continuó diciendo:
Los sajones vencieron a nuestros antepasados muchas veces. Fueron más fuertes, más decididos, más inteligentes... Pero ahora no lo serán. Ha llegado por fin nuestro momento y. . . ¡ha llegado su hora!
Los aplausos y los vivas al duque Guillermo cesaron al acabar aquella multitudinaria reunión. Pero el fervor y la entrega de su ejército lo acompañarían de forma permanente durante toda la expedición.
Meses después, las naves capitaneadas por el duque Guillermo eran avistadas en las costas inglesas.
Señor, se acercan barcos normandos comunicó un vigía al monarca sajón.
Los sajones no estaban preparados para competir contra un peligro que procedía del mar.
¡Disponed todas las fuerzas posibles en tierra! ordenó el rey inglés . Debemos evitar el desembarco.
Una pequeña guarnición intentó impedir que los normandos tomaran tierra. Pero no lo consiguió.
Así, Guillermo de Normandía desembarcó en las costas inglesas, y con sus valerosos guerreros avanzó hacia el interior.
Los sajones, en clara inferioridad numérica, se habían visto obligados a improvisar la decisiva batalla en Hastings. Poco duró el combate. El soberano inglés cayó mortalmente herido y el ejército sajón se rindió incondicionalmente.
Las tropas del duque Guillermo siguieron avanzando hasta Londres, donde se libró una última batalla con la que desapareció la débil resistencia sajona. La expedición normanda había sido un rotundo éxito.
En recuerdo de su victoria, el ya nuevo rey de Inglaterra, Guillermo I el Conquistador, tras ser coronado, mandó construir la célebre torre de Londres. Esta torre serviría de cárcel para numerosos y destacados personajes a lo largo de muchos años de la historia inglesa.
Guillermo I, tras su victoria, dedicó sus esfuerzos a pacificar el país, y tomó algunas medidas para proteger a los sajones.
Os aconsejo prudencia recomendaba el rey a sus nobles . Debemos ser respetuosos con los vencidos. Sólo así conseguiremos la prosperidad en todas nuestras tierras. Sólo así lograremos una pacífica convivencia.
Desgraciadamente, no todos los seguidores del rey Guillermo pensaban como él.
Aprovechando una larga estancia del rey Guillermo en sus posesiones de Francia, los nobles normandos, Ilevados por su soberbia y ambición, no cesaron de causar humillaciones a los derrotados. Las cargas tributarias se hicieron cada vez más angustiosas, insoportables para los pobres súbditos.
Los sajones se sublevaron en masa contra los opresores. Campesinos, artesanos y nobles unieron sus esfuerzos contra el enemigo común: los normandos.
¡Ya está bien! decía indignado un caballero sajón . No podemos seguir tolerando las injusticias de los normandos. Quieren hacer de nosotros sus esclavos.
¡Debemos combatirlos y ser capaces de librarnos de ellos para siempre!
¡Hay que quitarles el poder! ¡Tenemos que ser gobernados por un rey sajón!
El rey Guillermo, que había estado ausente de Inglaterra, encontró a su vuelta un país levantado en armas.
Los sajones se mostraban más rebeldes de lo que en un principio se podía suponer.
Los nobles normandos decían a su rey:
Señor, Ilevado por vuestra bondad y magnanimidad, habéis tratado demasiado bien a los sajones. Mirad cómo os lo agradecen.
Majestad, habéis respetado a vuestros súbditos, no les habéis expropiado sus tierras y, en cambio, ellos se sublevan contra vos. Son unos desagradecidos.
El rey Guillermo, ajeno a los desmanes de sus nobles y desconociendo