La Revuelta PDF
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Seccional Neuqun
Comisin de
Formacin
Permanente
Cuadernos
de formacin
y debate
N 4
Espacios
escolares
y relaciones
de gnero
(Visibilizando el sexismo
y el androcentrismo
cultural)
Las autoras:
Colectiva Feminista La Revuelta, integrada por mujeres, en su mayora docentes, que
trabajan en distintos niveles del sistema educativo.
Para no hacer una extensa presentacin del grupo, preferimos hacerlo con esta
poesa:
Mudanza: abrir y pujar
-La prxima vez que salga
lo voy a hacer de m misma- dijo.
-La prxima vez que vuelva
lo voy a hacer guacha- dijo.
Y la guachita lleg,
sali invertida
por eso aprende el a,b,c,
desde la z;
se pasea por las calles
con un ovario en cada mano
y pasa largas noches
mirndose la nuca.
Vanessa Arroyo
Ilustraciones: Natalia Soto
Agosto 2006
ISBN en trmite
Espacios escolares
y relaciones de gnero
(Visibilizando el sexismo
y el androcentrismo cultural)
Colectiva Feminista "La Revuelta"
Nosotras, maestras, profesoras, educadoras, blancas,
heterosexuales, lesbianas, bisexuales... damos valor a lo
personal. Lo hacemos poltico. Y esto porque al compartir
con otras mujeres las vivencias personales en nuestro paso
por las instituciones educativas como estudiantes, como
trabajadoras de la educacin, no podamos aceptar que
todo lo que tenamos en comn fuese simple
coincidencia. Entre las feministas las experiencias
personales pueden ser materia prima, datos para la
investigacin, para la reflexin, para la produccin de
saberes y conocimiento. As, lo que proponemos en este
cuaderno de formacin y debate
est profundamente enraizado en
nuestra propia experiencia vital
con la educacin y nuestro deseo
de analizarla y ponerla en cuestin
para poder transformarla.
Desde aqu, la consigna de defensa
de la escuela pblica a secas, nos
resulta cuanto menos un slogan
incmodo si no incluimos all
algunas adjetivaciones. Abogamos
por una escuela pblica no sexista,
no heterosexista, no androcntrica,
anti-racista, anti-capitalista.
Extender los lmites de nuestro
pensamiento, para pensar lo
impensable, tal nos propone la
pedagoga queer Deborah
Britzman.
Nos animamos a
afirmar que an hoy
las nias aprenden a
perder en la escuelas; porque lo que no
ha cambiado en todo
este tiempo es el
status social de las
mujeres; an no
hemos construido
suficiente autoridad
para no ser evaluadas
y pensadas -para no
evaluarnos ni
pensarnos- en funcin
de los parmetros
masculinos.
4
Gloria Bonder1 (2003) nos explica que Los estudios basados en la categora de gnero han recorrido un largo camino
desde las tempranas y decisivas investigaciones de Stoller y
Rubin. Surgidos a partir de la dcada del 60, recorrieron un
trayecto epistemolgico en dos sentidos simultneos. Por una
parte, se abocaron a una crtica sistemtica de las nociones
convencionales acerca de lo masculino y lo femenino que circulan no slo en los discursos de sentido comn, sino tambin en aquellos que se designan como cientficos y que, de
una u otra forma, han proporcionado las explicaciones que
asumimos como legtimas y/o verdaderas acerca de las diferencias sexuales y sociales entre varones y mujeres.
Prosigue la mencionada autora, en constante crecimiento
y difusin mundial, estos anlisis se han ocupado de develar y
cuestionar las premisas biologistas, esencialistas y
universalistas con las que se han concebido estas diferencias, as como la lgica binaria y jerrquica en las que se
apoyan; de problematizar la exclusin, silenciamiento o tratamiento sesgado de la condicin de la mujer en los principales
cuerpos de teora y en la informacin que dice de lo social;
de explicar y proponer cambios respecto de los diversos dispositivos sociales que participan en la construccin de una
jerarqua entre los gneros en la que las mujeres y lo femenino
ocupan el lugar devaluado, discriminado, subordinado u omitido.
La crtica feminista ha puntualizado el carcter situado del
conocimiento, la parcialidad de todas las afirmaciones, la ntima relacin entre saber y poder, en definitiva ha colocado a
las grandes narrativas en el incmodo contexto de la poltica,
retirndolas del confortable dominio de la epistemologa, al
decir de Tomaz Tadeu da Silva. En este sentido, agrega Bonder,
citando a Giroux el feminismo ha sostenido, en clave de gnero, una pregunta fundamental frente al saber instituido:
Quin habla en esa teora; bajo qu condiciones sociales,
econmicas y polticas formula ese discurso; para quin y
cmo ese conocimiento circula y es usado en el marco de
relaciones asimtricas de poder?.
Con este material pretendemos aportar algunas categoras
y pistas que nos permitan develar cmo pese a los innegables
La escuela y la igualdad:
otra de las ilusiones modernas...
La escuela heredada de la moderna sociedad occidentales un espacio en el que se producen subjetividades e
identidades, mediante un proceso complejo, plural y
permanente, en el cual las/os sujetas/os estn implicadas/
os y son activas/os participantes. El espacio escolar fue
desde sus orgenes un campo instituidor de diferencias,
aunque los discursos de los organismos y autoridades
gubernamentales, de los medios de comunicacin, de las
leyes educativas refieran con nfasis a la igualdad. La
escuela marca, mediante mecanismos de clasificacin,
ordenamiento y jerarquizacin, las posibilidades o el destino
de cada sujeta/o. Estos procesos de distincin (por ejemplo
entre adultas/os y nias/os, catlicas/os y evanglicas/os,
5
En realidad, cada
cultura, en cada
momento histrico,
define de modo
particular y propio, las
formas que considera
adecuadas y legtimas
para la masculinidad y
femineidad; clasifica,
regula, aprueba o
desaprueba prcticas e
identidades sexuales.
As, hombres y mujeres,
nios y nias, se
producen culturalmente,
de distintas maneras, en
un proceso pleno de
posibilidades e
inestabilidades.
El gnero es la
construccin cultural de
los comportamientos,
roles, valores, asignados
a las mujeres y a los
varones.
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Androcentrismo cultural
La escuela en sus
disciplinas, en los
contenidos, en los
textos escolares,
realiza al menos dos
operaciones que nos
interesa destacar para
su problematizacin:
una es la que niega y
excluye todo lo
femenino; la otra, es
aquella que las
visibiliza pero para
seguir atadas a los
estereotipos ms
arcaicos: aparecen
bordando banderas,
donando joyas,
siempre
heterosexuales,
maestras, enfermeras
(en ocasiones llegan a
azafatas!), madres por
sobre todas las cosas
y como una inevitable
condicin del ser
femenino, preparando
el desayuno para la
familia, abnegadas,
felices.
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Cuentos como el de la
Cenicienta, por ejemplo,
estimulan la sumisin y
entrega de las mujeres,
mientras que el Gato con
botas desarrolla el
espritu aventurero y
audaz de los hombres.
Maestras indecentes
(No todas quisieron ser la segunda mam)
Juana Manso fue una de las primeras voces feministas
que se oyeron en el pas a mitad del siglo XIX. Fue la primera mujer que ocup un cargo pblico en Argentina. Bregaba
por la educacin mixta, un cuerpo libre, y estimulaba los
recreos, las clases de gimnasia, los patios de juego y las
aulas abiertas y aireadas, todos stos elementos
inexistentes en las escuelas de entonces. No crea que las
mujeres deban callarse ante ninguna autoridad, y no con17
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Glosario
Feminismo(s): Movimiento social y poltico. Es tambin
una teora crtica de la sociedad. En palabras de Celia
Amors, una teora que irracionaliza la visin establecida
de la realidad. La raz etimolgica de teora, que en griego
significa ver, constituye el fin de toda teora: posibilitar una
nueva visin, una nueva interpretacin de la realidad, su
resignificacin. La teora nos permite ver cosas que sin ella
no vemos, el acceso al feminismo supone la adquisicin de
un nuevo marco de referencia, unas gafas que muestran
una realidad ciertamente distinta de la que percibe la mayor
parte de la gente. Es ms que una poltica de las mujeres
hacia las mujeres, es tambin una poltica de las mujeres
hacia la sociedad entera. Como escribe Diana Maffa, no
es una cuestin hormonal sino ideolgica. Revoluciona
nuestra vida cotidiana y nuestros marcos tericos. Y nos
permite acercarnos a todos los movimientos emancipadores
con intransigencia semntica: slo llamaremos
democracia a un sistema capaz de desnaturalizar todas
las formas de opresin. No es la contracara del machismo,
ni es el machismo al revs. Por el contrario lucha por eliminar
toda forma de discriminacin, de explotacin y/o de opresin
(clase, raza, sexo, etnia, orientacin sexual, edad, etc.).
No es la contracara del machismo porque: El machismo
mata, viola, abusa, agrede sexualmente, prostituye,
invisibiliza, nos cosifica, nos niega el placer, nos quiere
dependientes, nos ata; el feminismo NO.
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Sexismo: mecanismo
por el que se privilegia
un sexo sobre otro.
Conceptos y conductas
patriarcales que
mantienen en situacin
de inferioridad y
subordinacin al sexo
femenino. Est presente
en todas las formas de la
vida social y todos los
mbitos de las relaciones
humanas, es decir, las
formas prcticas de
actuar.
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Notas
1
Bonder, Gloria (2003): Gnero y Subjetividad: avatares de una relacin no evidente . Publicado el 20 de junio de 2003 en
www.modemmujer.org
2
Entendidas stas no slo ni exclusivamente en la acepcin de la
marcha callejera.
3
Morgade, Graciela (2001): Aprender a ser mujer, aprender a ser
varn. Novedades Educativas, Buenos Aires Mxico.
4
Lamas, Marta comp. (1997): El gnero: la construccin social de la
diferencia sexual. Programa Universitario de Estudios de Gnero,
Mxico.
5
Espigado Tocino, Gloria (2004): Historia y genealoga femenina a
travs de los libros de texto, en: Rodrguez Martnez, Carmen comp.:
La ausencia de mujeres en los contenidos escolares. Mio y Dvila,
Madrid-Buenos Aires.
6
Pisano, Margarita (2002): El triunfo de la masculinidad. Publicado en
www.creatividadfeminista.org
7
Giberti, Eva (2001): La nia. Publicado en www.evagiberti.org
8
Rivera Garretas, Mara Milagros (1994): Nombrar el mundo en femenino. Icaria, Madrid.
9
Alves, Laura (2002): El poder de la palabra. Mimeo.
10
Extrado de La ausencia de las mujeres en los contenidos escolares,
Carmen Rodrguez Martnez (2004). Mio y Dvila.
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LA ESCUELA Y LA CALLE,
NUESTROS LUGARES DE LUCHA
Hace casi dos aos, en marzo de 2005,
decamos: "Los trabajadores de la educacin
de ATEN Capital nos disponemos a recuperar
una vieja herramienta de lucha: la formacin
poltico-sindical y pedaggica.
Creemos que tenemos que recuperar el
espacio escolar como un lugar de construccin
de nuevos valores, ideas, identidades. Otro
espacio, en fin, de lucha. Un lugar donde
debatir cmo y qu enseamos a nuestros alumnos; y en el que las ideas
socialmente imperantes sean sometidas a la revisin y la crtica, buscando
construir una cultura contrahegemnica. Una cultura opuesta a los valores
mercantilistas, al individualismo y el slvese quien pueda como
estrategia de supervivencia. Una cultura asentada en la solidaridad, la
cooperacin y los anhelos de una sociedad ms igualitaria, libre y solidaria.
Buscando aportar a estos objetivos, la seccional Capital ha creado la Comisin
de Formacin Permanente, formada por un grupo de compaeros que ya haba
comenzado a trabajar con anterioridad en el tema (...)
La comisin se propone organizar cursos de formacin poltico-sindical y
pedaggica, rompiendo con la lgica mercantilista que, tanto cultural como
econmicamente, ha imperado hasta el presente."
Hoy, nos proponemos dar un paso ms en el mismo sentido, aportando
producciones que ayuden a repensar nuestra visin del mundo, y como
parte de ella, de los contenidos que enseamos y cmo lo hacemos.
Por eso presentamos este cuarto nmero de los "Cuadernos de formacin y
debate", continuidad de lo que esperamos sea una larga serie de
publicaciones que consoliden la idea de que el espacio escolar, tanto como
la calle, es un espacio de lucha cultural, pedaggica, social y poltica.