Nulidades Procesales
Nulidades Procesales
Nulidades Procesales
1. Introduccin
El funcionamiento de la justicia penal sigue siendo, hoy por hoy, uno de
los asuntos delicados (sino el que ms, junto a la crisis de las polticas de seguridad) que
conmueve a nuestra sociedad, luego de ser exaltado desde los profanos plpitos de los
medios de comunicacin. Por otra parte, el crecimiento delincuencial, el clamor
meditico y la consecuente alarma social, suelen encontrar respuestas espasmdicas y
demaggicas en los discursos de las usinas del poder (tanto pblico, como privado;
tanto poltico, como econmico). No es novedoso, por eso mismo, que este fuero sea el
mbito preferente al que se le dirijan cada vez con mayor asiduidad e intemperancia
reclamos sectoriales y populares de toda ndole, donde tambin, a menudo, se advierte
poca o ninguna confianza social; pero donde, paradjicamente, se siguen depositando
las mayores expectativas, acaso por su vocacin de permanencia y de garanta. 1
vigentes), se inserta uno de los temas claves para el funcionamiento del sistema de
enjuiciamiento penal: el rgimen de las nulidades procesales.
Reglas legales, en especial, transformaciones en la legislacin procesal,
que permitan tramitar en plazos razonables los innmeros casos (y sus conflictos
subyacentes) que atiborran el
y de otros programas
Ms all de las divisiones territoriales y polticas, casi todas las provincias argentinas, han ido
adecuando, en mayor o menor medida, sus legislaciones procesales a los mandatos constitucionales,
resultando este objetivo, el argumento ms fuerte y legitimador del movimiento de reforma integral al
proceso penal. El impulso ya se haba generado con el cdigo procesal penal de Crdoba de 1991, que fue
extendiendo luego su influencia a los cdigos de Tucumn (1991), Buenos Aires (1998), Mendoza,
Neuqun y Chubut (1999), Catamarca, San Juan y Chaco (2003), y a los anteproyectos de Corrientes y
del cdigo procesal penal para la Nacin del 2004.
acerca del
La nulidad procesal dice Carlos Creus- necesita siempre ser declarada para que el acto sea reconocido
como no vlido, por tanto ineficaz, y deje de producir los efectos del acto tpico, ext inguindose
retroactivamente los que estuvo produciendo hasta ese momento (cfr. Invalidez de los actos procesales,
edit. Astrea, Bs. As. 1992, pg.19).
Jorge A. Clari Olmedo, Derecho Procesal Penal, TII, Edit. Marcos Lerner, Crdoba 1984, pg. 284,
citado por Carlos Alberto Irisarri, Cdigo Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires, Comentado,
Anotado y Concordado, Edit. Astrea, Bs. As. 2005, pg.383.
9
Sergio Gabriel Torres, Nulidades en el proceso penal, 2 edicin, edit. Ad-hoc, Bs. As. 1993, pg. 30.
El autor cita luego la definicin de Hugo Alsina como la sancin por la cual la ley priva a un acto
jurdico de los efectos normales cuando en su ejecucin no se han guardado las formas prescriptas para
ello, Tratado de Derecho Procesal Civil y Comercial, Buenos Aires, T.I, pg. 718.
10
Cfr. Di Giulio, Gabriel Hernn en Nulidades Procesales, edit. Hammurabi, Bs. As. 2005.
11
Maier, Julio B. J. Funcin normativa de la nulidad, edit. Depalma, Bs. As. 1980, pg. 131, citado por
Granillo Fernndez, Hctor M. Herbel, Gustavo A. Cdigo de Procedimiento Penal de la Provincia de
Buenos Aires, 2 edic., edit. La Ley, Bs. As. 2009, tomo I, pg. 577. En igual sentido Falcone, Roberto
A. Madina, Marcelo A. El proceso penal de la provincia de Buenos Aires, edit. Ad-Hoc, Bs. As.
2005, pg. 333 y sstes.
potestativo, dado que, una vez ejercida la atribucin que la norma procesal confiere
(articular un recurso, contestar un traslado, etc.), mirando el acto como realidad
materializada y no como posibilidad, esa misma norma procesal exige su regularidad, la
impone12. Esto parece potenciarse en el proceso penal donde las formas procesales dan
la apariencia de insuficientes, y donde deben convivir armnicamente principios
antagnicos como el de desformalizacin de la investigacin penal preparatoria, frente
al de formalidad de los actos que pretenden necesariamente proyectarse hacia el debate
oral y aquellos que, sin esa necesidad que los caracteriza, sirven de fundamento para el
requerimiento y resolucin de medidas restrictivas o de sujecin al proceso. 13
El tercer problema, relacionado con aspectos de ubicacin sistemtica y
consecuencias jurdicas, probablemente sea, de cara a su utilidad y a las actuales
regulaciones, el ms relevante.
Podra plantearse diciendo que: si nos abocamos exclusivamente al
tratamiento de las nulidades procesales, habremos encarado solo una parte de la teora
de los actos procesales defectuosos. En efecto, ms all de las cuestiones semnticas o
terminolgicas que, en mayor o menor medida, caracterizan jurdicamente a la nulidad,
la invalidez de un acto procesal no es ni la nica, ni la principal, respuesta frente a la
actividad formalmente defectuosa, sino la eventual y ltima ratio.
Si se observan las actuales regulaciones procesales, como la de Entre
Ros, no es difcil advertir que el sistema se encuentra encaminado a la estabilidad del
proceso y a la conservacin de sus actos jurdicos (CPP, 198 2 prr. y 201 3er. prr.),
atiende a la finalidad de sus formas (CPP, 200 inc. 3), y propone un control de los
defectos de la actividad procesal donde prevalecen la subsanacin o saneamiento
inmediato (CPP, 197 y 200), as como la convalidacin del mismo (CPP, 199), antes
que la invalidez, reservada exclusivamente para defectos absolutos (CPP, 197 2 parte),
y sin posibilidades de retrotraer el proceso cuando ello implique un grave perjuicio para
el imputado.
Es por ello que algunos nuevos estatutos procesales14 sustituyen, tal
como originariamente lo propuso el Cdigo Procesal Penal modelo para Iberoamrica
12
de 198815, el nombre del ttulo dedicado a las nulidades por el de actividad procesal
defectuosa.
determinados actos.
Entre los objetivos, tambin llamados instrumentales, se encuentran la
idoneidad del acto para lograr el efecto jurdico perseguido con su cumplimiento y su
posibilidad jurdica, es decir, que su ejecucin no est prohibida por la ley.
Por ltimo, los de actividad, o modales, se refieren al lugar, el tiempo y
la forma mediante la cual el acto se exterioriza.
Cuando los actos procesales adolecen de alguna deficiencia en estos
requisitos necesarios para cumplir con su finalidad, se dice que son actos defectuosos y,
15
El idelogo de esta normativa modelo fue el eminente jurista Niceto Alcal Zamora y Castillo, primer
presidente del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal Penal, organizacin no gubernamental
formada en 1957 por procesalistas de Latinoamrica, Espaa y Portugal, con el objetivo de fomentar la
unificacin legislativa, y de la que participaron otros juristas de prestigio como Jorge Clari Olmedo,
Alfredo Vlez Mariconde y Julio Maier. Sobre la vida y obra de Alcal Zamora y Castillo ver el libro de
Augusto M. Morello, Procesalistas Inolvidables, edit. Hammurabi, Bs. As. 2001, pg.15 y sstes.
y progresiva
de
actos,
exige
ciertas
formalidades
esenciales,
16
10
ley procesal.17
Por contraposicin, el acto es defectuoso cuando se desplaza o
desacomoda en su ejecucin respecto del modelo tpico, sea por no responder a la
estructura formal propuesta por l (requisito de actividad o modal), por pretender
aplicarlo a una finalidad no contemplada en ste (requisito objetivo o instrumental), por
haber sido realizado por un sujeto no comprendido entre los que es para hacerlo
(legitimacinsubjetiva), o que ha perdido esa facultad por haberla agotado (posibilidad
jurdicaobjetivo); sea por haber realizado ya la actividad o por haber omitido su
ejercicio durante el tiempo procesal legalmente fijado para ejercerla (tiempo
actividad)18.
Carlos Creus en Invalidez de los actos procesales penales, edit. Astrea, Bs. As. 1992, pg. 2.
Creus, ob. cit., pg. 5.
11
12
interesados.
La finalidad como motivo convalidante de los actos incorporados al
proceso (CPP, 200 letra c), es equiparable a la inexistencia de perjuicio. La
declaracin de invalidez debe procurar la restauracin del gravamen ocasionado a la
parte afectada, de lo contrario, si el acto an defectuoso no modific el desarrollo del
proceso, cumpli su finalidad y no produjo gravamen, no existe motivo atendible para
su anulacin.22
4.2. Nulidad, caducidad y preclusin
Mientras la caducidad consiste en la prdida de una facultad o de un
derecho, por no haber sido ejercidos en el lapso previsto en la ley, en virtud de la cual
ya no se podr concretar el acto; en la nulidad el acto es reiteramos, en principio
eficaz, vlido y produce consecuencias jurdicas.
La caducidad habilita la declaracin de inadmisibilidad, y con ella, la
ineficacia del acto de parte, cuando esta ltima ha dejado transcurrir el plazo fatal
dentro del cual eficazmente pudo haberlo realizado. Por regla general, se concepta que
los actos procesales deben ser cumplidos dentro de los trminos fijados por la ley, que
tienen carcter improrrogable y perentorio, operando la caducidad por su solo
vencimiento, salvo los establecidos para que las partes cumplan una actividad
indispensable en el proceso. As, v. gr., cuando la defensa tcnica debe expresar
agravios o fundar el recurso interpuesto in pauperis por el imputado, pues de lo
contrario se correra el grave riesgo de dejarlo a expensas de una asistencia letrada
inerte o indolente, en situacin de indefensin jurdica, violatoria del art. 18 de la Const.
Nacional.
En ese sentido se ha ido direccionando desde antiguo la doctrina de la
Corte Suprema de Justicia, al descalificar tanto la defensa pro forma y negligente como
la defensa ficta, en razn de su manifiesta incompatibilidad con el mandato del
constituyente histrico (1853), mucho despus, reforzado por la recepcin del derecho
internacional de los derechos humanos (1994), a travs del denominado bloque de
constitucionalidad del art. 75 inc. 22. El leading case en la materia fue el caso
22
La parte afectada podra, por ejemplo, ejercer en forma efectiva su facultad recursiva, en contra de una
resolucin notificada en forma defectuosa. Decretar posteriormente la invalidez de ese acto de
notificacin no tendra ningn sentido, porque en su momento, an defectuoso, cumpli su finalidad. Del
mismo modo, si es concedido errneamente un recurso de apelacin interpuesto fuera de trmino, y la
resolucin del Tribunal recaer sobre el fondo, no haciendo lugar al agravio, no tiene sentido declarar su
invalidez, porque el acto defectuoso cumpli igualmente su finalidad impugnativa.
13
14
sanearse, ni ratificarse.
Soslayando algunas desavenencias dogmticas aun subsistentes acerca
de los alcances de esa distincin, es innegable que la teora del acto inexistente, de a
poco, ha ido ganando adhesiones jurisprudenciales.26
Eduardo J. Couture, con su proverbial claridad, expuso que cuando se
trata de determinar los efectos del acto inexistente, se observa que no slo carece en
absoluto de efectos, sino que sobre l nada puede construirse: quod non est confirmare
nequit. La frmula que defina esta condicin sera, pues, la de que el acto inexistente
(hecho) no puede ser convalidado, ni necesita ser invalidado. El acto absolutamente
nulo tiene una especie de vida artificial hasta el da de su efectiva invalidacin; pero la
gravedad de su defecto impide que sobre l se eleve un acto vlido. La frmula sera,
25
De todos modos, no est dems recordar que la teora de la inexistencia fue gestada en Alemania, por
Karl Zachariae, a propsito del matrimonio en el que no se aceptaban otras nulidades que las
expresamente establecidas, y la falta de diferencia de sexos entre los contrayentes no estaba as
sancionada; ante ello, sostuvo que el matrimonio era inexistente. Ms adelante, la nocin se hizo
extensiva a los otros actos jurdicos.
26
Tal es el caso de la Cmara de Apelacin y Garantas en lo Penal de Mar del Plata, respecto de una
sentencia de primera instancia, en un juicio de amparo, que careca de la firma del magistrado originario,
donde se sostuvo que: acudimos ex officio a la teora de la inexistencia, con respecto al decisorio
impugnado, para procurar una justa y razonable solucin al caso, en la inteligencia que un acto procesal
viciado es, en definitiva, un acto mal nacido (pero nacido, al fin y al cabo), en cambio, un acto
inexistente es un no acto (con lo cual no se lo puede reputar, siquiera, como emergido para el derecho),
y mientras que aquellas actuaciones irregulares pueden ser anulables o saneables, segn la especie de
nulidad de la que se trate, los actos inexistentes, al carecer por completo de virtualidad jurdica, son
insusceptibles tanto de lo uno como de lo otro (Sala I, causa n 10.751, Diez, Mara Fernanda s/ Accin
de Amparo, sent. del 01/09/2006, RSD n 49/06). Para esas situaciones, en cambio, el CPP de Entre Ros
prev la declaracin de nulidad, pues segn lo consignado en el art. 457: la sentencia ser nula: () f) si
faltare () la firma de alguno de los jueces
En la misma lnea, y aun antes, la Cmara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Mar del Plata tiene
resuelto que se dice que un acto procesal es inexistente cuando, por circunstancias relativas a su
esencialidad, no puede nacer a la vida del derecho; su ineficacia parte de su no existir y nada pueda
quedar de l ms all de la constatacin de su inexistencia. Tambin se lo define como aquel acto al que
le faltan los presupuestos procesales para construir una relacin jurdica procesal, y que por lo tanto
adolece de una ineficacia absoluta; no puede ser confirmado ni convalidado. El acto inexistente no ha
llegado a ser un acto procesal y ello en virtud de la falta de elementos esenciales (Sala II, en expte.
Curilem, Jorge A. c/ Riccio, Osvaldo s/ cumplimiento de contrato y cobro de pesos, sent. del
06/06/1995, RSI n 448/95; dem, expte. Pirovano de Espinoza, Silvia c/ Duarte, Ricardo s/
reivindicacin, sent. del 27/05/1999, RSD n 195/99).
15
pues, la de que la nulidad absoluta no puede ser convalidada, pero necesita ser
invalidada El acto viciado de nulidad relativa puede adquirir eficacia (...). La frmula
sera la de que el acto relativamente nulo admite ser invalidado y puede ser
consolidado.27
Luego, mientras la nulidad presupone un acto jurdico viciado, es decir,
un acto que padece una deficiencia en alguno de sus requisitos, la inexistencia es un
concepto aplicable a determinados actos (materiales) que ostentan slo la apariencia de
jurdicos, pero que en realidad no revisten el carcter de tales, al faltarles alguno de sus
elementos indispensables. Por eso el acto inexistente carece en absoluto de efectos y ni
siquiera puede ser convalidado: su propia inexistencia jurdica impide que los
procedimientos posteriores, concatenados con l, adquieran relevancia para el derecho.
Va de suyo, entonces, que la inexistencia del acto puede ser declarada de
oficio o a pedido de parte interesada, que no queda saneada por el simple transcurso del
tiempo (no puede enmendarse, ni convalidarse lo que no es), que la temporalidad para
su interposicin no conoce de preclusin, ni caducidad, siendo innecesario demostrar
gravamen o perjuicio. Tampoco la cosa juzgada obsta a su declaracin.
En resumen: la nulidad viene precedida y condicionada por la presencia
de un vicio derivado de la deficiencia relevante y daina
en algn requisito
27
Cfr. Fundamentos del Derecho Procesal Civil, 3 edic., edit. Depalma, Bs. As. 1973, pgs. 377/9.
16
es
posible
advertir
pautas
para
individualizar
meras
17
el fiscal. 30
4.6. Nulidad e ineficacia
Por ltimo, es preciso decir que la mayor o menor eficacia acreditativa
se relaciona con el poder convictivo del acto, mas no con su validez como tal, puesto
que el acto ineficaz, presupone la existencia de un acto procesalmente vlido, aunque
probatoriamente inexpresivo con relacin al objeto procesal.
30
18
acu el principio de trascendencia, conforme al que las nulidades no proceden sin que
exista gravamen, en el exclusivo inters de la ley (pas de nullit sans grief).
En fin, se pudo diferenciar las nulidades comunes o relativas, es decir, las
prefijadas en la ley (pas de nullit sans texte), subsanables por el expreso o tcito
desinters partivo en fulminar el acto irregular (pas de nullit sans grief), de las
nulidades de orden pblico, o sea, de las aun controvertidas nulidades absolutas, de
carcter inconvalidables, que las debe declarar el juez, an de oficio, en miras al inters
general.
Veamos cmo todos estos principios han sido plasmados en la regulacin
entrerriana.
5.1. Principio de legalidad. Nulidades genricas y virtuales
La nueva legislacin procesal penal instituye un sistema que suprime la
declaracin de nulidad de los actos imperfectos, por la simple inobservancia de sus
formalidades o por su solo desajuste respecto del modelo normativo ideal, con lo cual
se evitan las consecuencias de un excesivo ritualismo que adems de distorsionar el
procedimiento, impactara negativa y estructuralmente en el desarrollo del mismo.
Como regla general, rigen los principios de legalidad y especificidad,
segn los cuales no hay nulidad sin texto (CPP, 195), es decir, el vicio que afecta al acto
debe estar previsto en una norma legal expresa que contenga la sancin de invalidez.
Sin embargo, se prescinde del criterio taxativo cuando se trata de las
denominadas nulidades genricas, generales o de orden general, establecidas en el
artculo siguiente (CPP, 196), pues siempre se considerar prescripta bajo sancin de
nulidad la (in)observancia de las disposiciones concernientes: a) al nombramiento,
capacidad y constitucin del Juez, Tribunal o Ministerio Pblico; b) a la intervencin
del Juez, Tribunal o Ministerio Pblico en el proceso, y a su participacin en los actos
en que ella sea obligatoria; c) a la intervencin, asistencia y representacin del
Imputado, en los casos y formas que la ley establece; d) a la intervencin, asistencia y
representacin de las partes civiles, en los casos y formas que la ley establece; e) a la
intervencin, asistencia y representacin del querellante particular, en los casos y
formas que la ley establece.
A su vez, las nulidades genricas de los tres primeros incisos, pueden
estar originadas en defectos o vicios absolutos, cuando impliquen violacin a normas
constitucionales o cuando as se establezca expresamente, lo que traer aparejada la
clara consecuencia de que no pueden ser susceptibles de convalidacin, debiendo ser
19
declaradas, aun de oficio, en cualquier estado y grado del proceso (CPP, 197 2 prr.).
Junto a estas nulidades de cuo legal, se discute tanto en la literatura
jurdica, como en la jurisprudencia acerca de la existencia de las nulidades implcitas
o virtuales, en situaciones de evidente perjuicio para la regularidad del proceso. Para
afirmarlas, se dice que dada su ndole constitucional, no deberan considerarse
incompatibles con el principio de legalidad, en virtud del cual no existen ms nulidades
que las consagradas por el ordenamiento jurdico, pues las mismas derivan de la
violacin de prohibiciones o exigencias contenidas en las normas fundamentales, como
por ejemplo la infraccin al ne bis in idem que no puede ser encuadrada en las
nulidades genricas.31
Sin desconocer la relevancia y los avances pretorianos de esta
subespecie32, que ponderamos, podra afirmarse que la mayora de los supuestos quedan
de todos modos incluidos en la categora de las nulidades genricas del citado art.
197 2 prr. del CPP.
Lo importante para destacar es que, tanto detrs de las nulidades
generales, como de las nulidades implcitas, puede observarse la existencia de defectos
absolutos, es decir, vicios que ostensiblemente afectan derechos y garantas
constitucionales.
5.2. Defectos absolutos. La garanta del debido proceso
Como ya vimos, no todos los elementos de un acto procesal son
requeridos con la misma intensidad en cuanto a su necesariedad. Esto es recogido por el
nuevo ordenamiento de Entre Ros cuando regula con distinto rgimen, el ms severo,
los denominados defectos absolutos (CPP, 197 2 prr. y 200 1er. prr.).
De all mismo se extrae la caracterizacin de estos desarreglos, como
aquellos atinentes a las actuaciones que vulneren los derechos de intervencin,
31
Ver Nelson Pessoa en La nulidad en el proceso penal, pgs. 101/14; tambin Marcelo A. Madina en
El sistema de nulidades en el proceso penal de la Provincia de Buenos Aires, JA 2001-III-136, que
entiende que la actividad cumplida en desmedro del derecho de defensa en juicio puede ser declarada nula
recurriendo a esta especie.
32
Entre otros muchos tribunales del fuero penal que las han recocido, se halla la Cmara de Apelacin y
Garantas en lo Penal de Mar del Plata, quien lo hizo a partir del fallo recado en la causa n 9.475, P., H.
A. (Sala 1, sent. del 29/12/2005, RSD n 105/05), al considerar que ...junto a las nulidades expresas
(conforme a la mxima pas de nullit sans texte, hace tiempo que) se admiten las llamadas nulidades
implcitas. Son las que, no estando prescriptas especficamente por la ley con sancin de nulidad, deben
declararse debido a la vigencia de pautas atenuadoras del principio de legalidad, que incluso lo
complementan y lo integran (). A propsito de las nulidades implcitas o virtuales, Carlos Creus seala,
como ms claro ejemplo, el caso en que el acto procesal se ha realizado de tal manera que ha impedido la
correcta aplicacin de las leyes de fondo (cfr. Invalidez de los actos procesales penales, edit. Astrea,
Bs. As. 1992, pg. 47).
20
asistencia y representacin del imputado en los casos y formas que la ley establece, la
intervencin del Juez, Tribunal o Ministerio Pblico en el proceso, y su participacin en
los actos en que ella sea obligatoria y el nombramiento, capacidad y constitucin del
Juez, Tribunal o Ministerio Pblico, en tanto impliquen violacin de normas
constitucionales.33
Dicha categorizacin del defecto como absoluto, no implica, sin
embargo, que el acto as viciado sea insubsanable en todos los casos, pues el
saneamiento sigue siendo la primera respuesta que debe buscarse, de oficio o a instancia
de parte (CPP, 197 1er. prr.). Recin cuando se advierta que el acto, por sus
particularidades, no puede ser saneado (ya sea porque no es factible renovarlo, rectificar
el error o salvar la omisin), dicha imposibilidad de correccin, abrir el camino a su
invalidacin, en funcin de la entidad del vicio absoluto que contiene. Con otras
palabras, el salvataje del acto irregular es la primera hiptesis que debe explorarse,
incluso frente a defectos absolutos, aunque existen algunos supuestos en los cuales no
se puede aplicar, no tanto en virtud de la magnitud del desarreglo, sino ms bien por la
naturaleza del acto procesal del que se trata34. A esto responde el sintagma legal si
fuere posible (CPP, 197 1er. prr.).
Podra preguntrsenos, entonces, cul es la nota distintiva de estos
defectos absolutos. La diferencia de rgimen legal est dada, a nuestro parecer, por la
imposibilidad jurdica de convalidarlos.
La convalidacin, luego lo veremos en detalle, opera como una sancin
procesal por derivacin de los principios de economa procesal y preclusin, para
defectos no absolutos relativos, por exclusin frente a la inactividad de las partes, en
formular la tempestiva protesta o en solicitar el oportuno saneamiento. Ello trae consigo
la imposibilidad de impugnar la decisin judicial con fundamento en el acto defectuoso
valorado o invocado. En cambio, si el defecto es absoluto y no se rectifica o corrige a
tiempo, el acto que lo contiene no puede luego quedar convalidado.
En sntesis, si bien todo acto anormal debe ser subsanado, en la medida
33
Podra la ley haber establecido, para mayor precisin y claridad, que son tales los actos que se realicen
con inobservancia de los derechos y garantas previstos en la Constitucin Nacional, en los Tratados
Internacionales con idntica jerarqua y en la Constitucin de la Provincia de Entre Ros.
34
Pinsese en una notificacin defectuosa mal efectuada u omitida a la defensa y al perito de parte
para presenciar una pericia oficial, en donde el objeto a peritar finalmente se destruye con la labor
cientfica desarrollada. En tal caso, pese a que el defecto se refiere a una citacin que vulner el derecho
de asistencia del imputado, ya no se podr reponer el acto examen pericial, pues el objeto material
sobre el que se practic la pericia ya no existe.
21
de lo posible, no todo acto procesal puede quedar convalidado, sino slo aqul que no
contenga un vicio absoluto. La norma reguladora distingue as el rgimen aplicable a
estos ltimos, estableciendo que, aunque pueda formularse, no ser necesaria la protesta
previa y podrn ser invalidados, an de oficio, pudiendo el imputado impugnar, aunque
tuviera responsabilidad en la provocacin de la anomala. De manera que, para el caso
de los defectos absolutos, la inhabilitacin jurdica del acto irregular es la forzosa
consecuencia de su nulidad. Una vez que es anulado, se torna ineficaz para el proceso y
no podr ser tenido en cuenta para fundar ningn decisorio judicial.
Ergo, es asequible colegir que la teora de los defectos absolutos
responde al sistema de garantas constitucionales, que la nueva legislacin procesal
reglamenta. En definitiva, se pretende sancionar con la exclusin procesal, por nulidad,
a todo acto de abuso de poder por parte del Estado en el ejercicio de su potestad
punitiva, tratndose de una regulacin contra la arbitrariedad.35
Sin embargo, no rigiendo el principio de taxatividad para los derechos y
garantas constitucionales, podra quiz resultar en la prctica dificultoso para el juez y
las partes evidenciar y dimensionar un defecto como absoluto, cuando ste implica
inobservancia de tales derechos y garantas fundamentales.
Lino E. Palacio ya haba presentado el problema y considerado que es
difcil detectar una nulidad un defecto que no cuente con respaldo en una garanta de
rango constitucional, en tanto como tal entraa la inobservancia de algunos de los
requisitos exigibles a los actos procesales en orden a la obtencin de su finalidad, y sta
generalmente consiste en la preservacin de la garanta de la defensa en juicio. No
obstante, tomando los lineamientos de la Corte Suprema Nacional que vinculan el
concepto de nulidad absoluta al de orden pblico, entiende que ello conducira a
confirmar el criterio de Francisco J. DAlbora, en tanto el distingo queda establecido
con el baremo de la intensidad del menoscabo constitucional. Como sostuviera ste, si
la afectacin es intensa y supera el inters de la parte, semejante falencia tiene carcter
absoluto; son supuestos donde el defecto tiene resonancia ms all del caso y de los
intereses en conflicto y afecta a la comunidad entera.36
35
Sobre la funcin que cumplen las formas respecto del sistema de proteccin del ciudadano frente al
uso arbitrario del poder punitivo, vase Alberto M. Binder Invalidez de los actos procesales y formas del
proceso, en Revista de Derecho Penal, Garantas constitucionales y nulidades procesales I, director
Edgardo A. Donna, 2001-1, Edit. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe 2001.
36
Citado por Lino E. Palacio, A propsito de las nulidades absolutas en el proceso penal, en LL 1997A-279, comentario de la sentencia de la Corte Suprema, del 20/08/1996, Fernndez Denis, M. y otros.
En el proceso civil, por su diferente naturaleza al penal y menor trascendencia del sistema de garantas, la
22
23
40
En esta inteligencia la Corte Nacional sostuvo que corresponde reconocer a todos los litigantes por
igual, el derecho a obtener una sentencia fundada previo juicio llevada a cabo en forma legal, cualquiera
sea la naturaleza del procedimiento -civil y penal- de que se trate, lo que no se cumple cuando el litigante
no es odo o no tiene ocasin de hacer valer sus pruebas en la oportunidad y forma prevista por las leyes
de procedimiento, pues se arriba a una decisin sin forma de audiencia para su parte, vulnerndose as la
exigencia del adecuado servicio de justicia que es presupuesto de la garanta contenida en el artculo 18
de la Constitucin Nacional para todos los habitantes de la Nacin que, ni falta hace decirlo, tienen el
derecho a que sus peticiones sean suficientemente consideradas y tratadas por los Tribunales (Fallos,
297:134). Vase tambin Genaro Carri en El recurso extraordinario por sentencia arbitraria, edit.
Abeledo-Perrot, Bs. As. 1967, pg. 111.
24
funcin y la finalidad de las formas (mal cumplidas u omitidas), en torno a la matriz del
debido proceso, como garanta iushumanitaria constitucionalizada. Luego, ahondando lo
ya expuesto, quedara convalidada una decisin jurisdiccional, pese a su contenido
defectuoso, si las partes han tenido la posibilidad real y efectiva de hacer valer sus
derechos en juicio.
Del debido proceso surge, por lo tanto, el derecho fundamental a la
forma, que implica que el sistema de enjuiciamiento (penal, en este caso) deba ajustarse
a las prescripciones normativas. Este principio de legalidad en sentido instrumental,
debe ser bien entendido, pues no reinvindica el ritualismo a ultranza, lo que se diera en
designar como el fetichismo de los procedimientos41, sino la plena observancia de las
formas derivadas de principios constitucionales, como garanta para la obtencin de una
decisin justa.
Recapitulando: el criterio limitativo dado por el principio de taxatividad
slo puede estar excepcionado por la directriz teleolgica de asegurar la vigencia de los
derechos y garantas fundamentales. Vimos entonces que hay nulidades sin texto. A
continuacin veremos que an existiendo texto puede no haber nulidad.
5.3. Principio de trascendencia
El de trascendencia es el segundo de los principios que delimita el primer
presupuesto para la invalidacin de un acto procesal, es decir, el relativo a la existencia
de un vicio.
En efecto, para que proceda la declaracin de nulidad, adems, es preciso
que el nulidicente alegue y pruebe que la anormalidad formal le infiere un perjuicio
cierto e irreparable. De modo implcito, este principio puede extraerse de una adecuada
inteleccin del art. 202 del CPP, relativo a las sanciones disciplinarias, dado que el
calificativo de grave para la aplicacin de las mismas, indica la exigencia de perjuicio
para la declaracin de nulidad.42
Ahora bien, el principio se expresa de dos maneras, siendo una
consecuencia de la otra.
En primer lugar, tanto el saneamiento como la invalidacin de la
actividad procesal defectuosa deben operar, como regla general, por la va de
impugnacin de las decisiones judiciales fundadas en actos viciados. Con esto se
41
25
26
servicio de justicia.45
En sntesis, no alcanza con verificar la inobservancia de una formalidad
legalmente exigida para la debida regularidad del acto del que se trate, si esa
inobservancia no produce efecto perjudicial alguno, toda vez que, de este modo, se
estara invalidando un acto por una cuestin puramente formal, porque la ley as lo
dice.46
Por otra parte, es dable consignar que la mentada exigencia adquiere
singular relevancia en los supuestos de defectos absolutos, cuando se produce una
violacin de normas constitucionales. Segn entendemos, aun mediando una infraccin
semejante, la anomala tambin debera provocar un efecto perjudicial, una situacin
jurdica de desproteccin para aquel en cuyo beneficio la garanta ha sido instituida,
porque de lo contrario tendramos que admitir el denominado uso perverso de las
garantas, es decir, el empleo de stas aun en contra de los intereses de quien se
encuentra amparado por las mismas47. Con ello se pretenden evitar las disfuncionales
consecuencias del ceremonialismo excesivo o sea, la aplicacin de una enmienda
drstica en el slo inters de la ley, atemperando el rigor estricto de las formas, en
atencin al objetivo superior de una justicia pronta, efectiva y garantizada. 48
El proceso adversarial no tiene porqu ser un procedimiento
exageradamente ritualista. Si el acto, aunque defectuoso, no infringe un perjuicio a la
parte que lo alega, no debera ser invalidado, por no ser un acto trascendente, ni de real
inters para quien recurre, siendo desventajoso ocasionar un (a veces, sensible) retraso
45
27
La regulacin del sistema en un Estado de Derecho tiene como objetivo reglamentar los lmites al
ejercicio del poder punitivo, en su funcin de investigar todo ilcito que atente contra bienes
jurdicamente protegidos y, por ende, el ordenamiento legal debe velar por el aseguramiento de los
derechos y garantas dentro del proceso que, precisamente, adquieren sentido para evitar la arbitrariedad,
el ejercicio abusivo del poder, garantizando un juicio justo. Esto al propio tiempo genera la necesidad de
preservar el proceso como un instrumento que brinda seguridad jurdica para los derechos
constitucionalmente garantizados.
28
pretensiones.50
5.5. Principio de proteccin
Delimita al tercer presupuesto de la declaracin de nulidad dado por la
inimputabilidad del vicio al impugnante. El nulidicente no debe haber contribuido, con
su conducta activa u omisiva, a la produccin de acto viciado (CPP, 198 1 parte).
Tambin se conoce bajo la mxima propriam turpitudinem non est audiendus, es
decir, quin con su conducta ha contribuido a la produccin de un acto irregular o
viciado no puede solicitar su anulacin.
Si bien se trata de la aplicacin de un principio general del derecho, es
evidente que nadie puede invocar su propia torpeza, ni sacar provecho de actuaciones
irregulares a cuya produccin ha coadyuvado.
No obstante, nos parece razonable exceptuar al imputado, por la situacin
de desventaja en que se encuentra, cuando consiente la realizacin de actos o diligencias
defectuosas, sin haber tenido un efectivo asesoramiento tcnicojurdico acerca del
alcance de las mismas.
5.6. Principio de convalidacin
El cuarto requisito est dado, precisamente, por la falta de convalidacin
y de subsanacin. Para que la impugnacin prospere en los defectos que no son
absolutos (es decir, aquellos subsanables de ordinario), adems de no haber contribuido
el peticionante a ocasionarlo, se debe instar su declaracin por escrito motivado, en las
oportunidades establecidas en el art. 199 del CPP.
La instancia de nulidad se sustancia por incidente, debindose motivarse
bajo sancin de inadmisibilidad, lo que implica no slo describir el defecto
individualizando el acto viciado o el recaudo omitido, sino tambin indicar el perjuicio.
De no formularse la misma en tiempo oportuno, o sea, de no aducir la
nulidad del acto en los momentos establecidos por la ley, la actividad procesal
defectuosa queda convalidada. Se prioriza, as, frente a la inercia o la especulacin de
los interesados, la vigencia de los principios de preclusin procesal y seguridad jurdica
que exigen de aquellos la instancia inmediata, a excepcin de los defectos absolutos que
como vimos ni el transcurso del tiempo, ni la voluntad tempestiva de las partes, ni
del rgano jurisdiccional, pueden confirmar (per se).
De todas formas, cabe sealar que la preclusin procesal tiene gravitante
50
Vase Falcone-Madina, ob. cit., pg. 363, con cita del fallo de la CNCP, Sala I, Seccia, Luis y otros,
sent. del 23/03/2001, SJPLL, pg. 25 y sstes.
29
La parte afectada podra, por ejemplo, ejercer en forma efectiva su facultad recursiva, en contra de una
resolucin notificada en forma defectuosa. Decretar posteriormente la invalidez de ese acto de
notificacin no tendra ningn sentido, porque en su momento, an defectuoso, cumpli su finalidad. Del
mismo modo, si es concedido errneamente un recurso de apelacin interpuesto fuera de trmino, y la
resolucin del Tribunal recaer sobre el fondo, no haciendo lugar al agravio, no tiene sentido declarar su
invalidez, porque el acto defectuoso cumpli igualmente su finalidad impugnativa.
30
6. Efectos de la nulidad
El resultado de toda declaracin de nulidad es claro: descalificar la
significacin jurdica del acto y prescindir por completo de la informacin que el mismo
aporta. A partir de all nace la obligacin de anular, asimismo, los actos procesales que
son su consecuencia (CPP, 201 1er. prr.).
Como principio, la invalidacin de un acto se extiende a todos los
sucesivos que de l dependen. Sin embargo, tambin acertadamente, la legislacin
entrerriana prev que: Al declararla, el Juez de garantas o el Tribunal interviniente
establecer, adems que actos anteriores o contemporneos son alcanzados por la
nulidad, por su conexin con el acto anulado (CPP, 201 2 prr.). Es decir, deja librado
al prudente arbitrio judicial la posibilidad, o no, de retrotraer el procedimiento a etapas
anteriores.
Creemos que ello no se puede realizar cuando la regresin implique un
grave perjuicio para el imputado, y la invalidacin se funde en la violacin de una
garanta, prevista en su favor. La prctica de retrogradar automticamente el trmite a
etapas anteriores ya fenecidas para reparar un vicio, puede, en ocasiones, perjudicar
el derecho del imputado a una pronta resolucin que ponga fin al proceso y, con l,
incrementar el estado de incertidumbre que padece. Por ello, la invalidez como
respuesta mecnica frente a la afectacin de garantas por una actividad defectuosa, se
52
Cfr. El Incumplimiento de las formas procesales, edit. Ad-hoc, Bs. As. 2000, pg. 98, donde cita a
Fernando Cruz Castro en La nulidad por la nulidad misma, Foro Judicial, El Salvador 1994, pg. 2, en
cuanto sostiene que el irrespeto a las formas procesales, aunque sea una nulidad absoluta, debe
subsanarse sin necesidad de anular actos anteriores o conexos, excepto que se hayan conculcado las
garantas fundamentales de la defensa. La nulidad es el ltimo recurso que debe utilizarse para corregir
los yerros en el procedimiento.
31
suele transformar, a veces, en algo ms daino que el propio perjuicio causado por la
actividad defectuosa originaria.
No se puede explicar, razonablemente, cmo una nulidad declarada a
partir de un perjuicio concreto para imputado, conlleve otro todava ms lesivo para l 53.
En el tema que nos ocupa, a menudo sucede que es peor el remedio que la enfermedad,
por lo que, desde esta perspectiva, entendemos que resulta a todas luces inadmisible el
denominado uso perverso de las garantas o, lo que es igual, su invocacin en contra de
los intereses del garantizado.
Ya la Corte Suprema de Justicia, en el conocido caso Mattei (1968),
haba avizorado el problema, formulando importantes consideraciones para fijar el
criterio de que no cabe retrotraer un proceso penal a etapas ya superadas, cuando las
formas esenciales acusacin, defensa, prueba y sentencia han sido cumplidas.54
Si bien la Corte formulaba a partir de all la distincin entre la nulidad
por inobservancia de formas sustanciales del procedimiento y la invalidacin sobre la
base de consideraciones rituales insuficientes que no autoriza a prolongar el proceso, es
destacable la opinin del juez Enrique S. Petracchi, en voto disidente en el caso
Turano, donde afirm que la defensa en juicio impone que en el proceso penal se
sucedan acusacin, defensa, prueba y sentencia; aunque advirti que resultara
53
Di Guilio explica la diferencia entre perjuicio como causa o presupuesto y como efecto. Ver
Cuestiones conflictivas de la nulidad, pg. 6/8.
54
CSJN, 272:188. En este importante precedente, la Corte consider que la nulidad del fallo de primera
instancia por parte del tribunal de alzada, de oficio, en la inteligencia de que el instructor no haba
agotado la investigacin y no por omisin o vicio de formas esenciales del juicio, violaba un derecho
federal. La nulidad se fundaba en un vicio de procedimiento, a primera vista, insusceptible de configurar
un defecto absoluto: la insuficiencia probatoria de la acusacin en la inteligencia de no haberse agotado la
investigacin. Dicha declaracin de nulidad confunda la forma de realizacin de un acto con la eficacia
probatoria del mismo. La acusacin exista, y aunque carente de pruebas, cumpla los requisitos que le
otorgaban validez. (Advirtase las diferencias del caso, frente a defectos que acarrean verdaderas causales
de invalidez como, por ejemplo, un impreciso y defectuoso relato del hecho materia de imputacin, o una
pedido de condena por un hecho que no fue materia de intimacin).
Sostuvo la Corte, en lo pertinente: Que tanto el principio de progresividad como el de
preclusin reconocen su fundamento en motivos de seguridad jurdica y en la necesidad de lograr una
administracin de justicia rpida dentro de lo razonable (...) pero adems (...) obedecen al imperativo de
satisfacer una exigencia consubstancial con el respeto debido a la dignidad del hombre, cual es el
reconocimiento del derecho que tiene toda persona a liberarse del estado de sospecha que importa la
acusacin de haber cometido un delito, mediante una sentencia que establezca, de una vez para siempre,
su situacin frente a la ley penal (consid.10). Luego seal que: "...tal derecho a un juicio
razonablemente rpido se frustrara si se aceptara que, cumplidas las etapas esenciales y cuando no falta
ms que el veredicto definitivo, es posible anular todo lo actuado en razn de no haberse reunido las
pruebas de cargo, cuya omisin slo cabra imputar a los encargados de producirlas, pero no por cierto al
encausado .Todo ello con perjuicio para este por cuanto, sin falta de su parte, se lo obliga a volver a
soportar todas las penosas contingencias propias de un juicio criminal, inclusive la prolongacin de la
prisin preventiva; y con desmedro, a la vez, del fundamento garantizador -como tal de raigambre
constitucional- que ha inspirado la consagracin de ciertos pilares bsicos del ordenamiento penal
vinculados con el problema en debate, cuales son el del "ne bis in dem" (consid. 15).
32
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7. A modo de recapitulacin.
La sola existencia de un vicio, por grave que pueda ser, es condicin
necesaria, pero insuficiente para que la actividad procesal defectuosa pueda ser
jurisdiccionalmente invalidada. A su vez, salvo algunos supuestos de defectos absolutos
(donde la lesin es nsita y constituye el mal mayor), las irregularidades procesales
pueden ser anuladas si (y slo si) existe un inters atendible y suficiente, derivado de un
perjuicio concreto que el acto viciado le genera a quien no lo ha provocado, ni
consentido.
Sin embargo, la ley no puede prever, al detalle, todas las variantes que en
la realidad asumen las anomalas procesales, que son causas de invalidez. Por eso se
admiten otras ni especficas, ni de orden general que declara el juez, en defensa de la
juridicidad, pues subyacen en el plexo jurdico (nulidades virtuales o implcitas).
Por lo tanto, segn nuestro concepto, la declaracin de nulidad es la ms
severa descalificacin procesal que puede recaer sobre un acto del procedimiento, en
virtud de la cual ste pierde toda virtualidad jurdica, es decir, tornndose inservible
para la administracin de justicia e inoponible a todas las partes.
Sobre tales premisas dogmticas, el nuevo Cdigo Procesal Penal de
Entre Ros regula el captulo relativo a las nulidades, adoptando un sistema que prioriza
la validez de los actos procesales defectuosos, antes que su invalidacin, con el objetivo
de desterrar las prcticas rigurosamente formalistas, determinantes a menudo de la
dilacin innecesaria de los procesos, con detrimento a la seguridad jurdica y a los
derechos del imputado y la vctima.
Va de suyo que el saneamiento del vicio resulta ser un aspecto
fundamental de la regulacin procesal analizada, habida cuenta que, como primer
medida, se debe procurar el salvataje del trmite anormal, ya sea rectificando el error o
cumpliendo la forma omitida.
En cambio, cuando el acto irregularmente realizado conculca derechos
constitucionales, dejando en evidencia la arbitrariedad y/o el abuso del poder penal del
Estado, nos hallamos ante situaciones en las que se debe priorizar la funcin de garanta
violacin de los derechos fundamentales tendr como consecuencia la prohibicin de perseguir a ese
imputado en el caso concreto (de su trabajo, El Principio de la Descalificacin Procesal del Estado en el
Derecho Procesal Penal, Estudios en Homenaje al Dr. Francisco J. DAlbora, Nicols F. DAlbora
coordinador, edit. Lexis Nexis, Abeledo Perrot, Bs. As. 2005, pg. 442.)
34
que cumplen los actos del proceso, lo que en principio determina su nulidad. Aun
as, se deben sopesar los agravios que los actos viciados (y consecuentes) hayan podido
provocarle al imputado, frente a los que le causar la nulidad con efectos retroactivos,
decidindose el asunto por el mal menor para el garantizado, pues en el principio de
trascendencia reposa todo el sistema de invalidacin de la actividad procesal defectuosa.
Esto ltimo, sin embargo, debera estar tratado con mayor claridad en las normas que
comentamos, con la incorporacin explcita del principio de trascendencia.57
En funcin de lo expuesto, resulta resaltable la norma que deja librado al
prudente arbitrio judicial la posibilidad de retrotraer el proceso a etapas anteriores,
evitando que la regresin automtica e indiscriminada infrinja un perjuicio an mayor
para el imputado que la propia violacin de la garanta fundante de la nulidad, prevista
en su favor. El repudiable uso perverso de las garantas, es decir, su invocacin en
contra de los intereses del garantizado, apuntala esa razonable conclusin.
Por fin, no quisiramos cerrar este captulo especficamente dedicado a
analizar la dogmtica y la precisa normativizacin de los actos procesales defectuosos,
sin dejar consignado, ahora con carcter general y a propsito de la reforma procesal
penal entrerriana que un cdigo es una ley y una prctica es una cultura. Una ley es un
deber ser y una prctica es un ser. El deber ser es un ser que no es (o que por lo menos
aun no es), y la prctica es un ser que es. Es bueno que haya un deber ser que trate de
orientar al ser hacia lo que debe ser (la prctica inquisitiva hacia la acusatoria), pero se
trata de un proceso y no de un fenmeno automtico...58 Pues ocurre que entre el plano
de la normatividad (como expresin de ese deber ser que no es o, al menos, que no
es todava), y el de la efectividad (es decir, el de las realidades tal como son, aunque a
menudo no deberan ser), de cualquier ordenamiento jurdico, existe una cierta e
irreductible distancia, un mayor o menor grado de divergencia imposible de suprimir,
desde que las prcticas forenses, por ejemplo, suelen deformar en su concreta puesta en
57
En el CPP de Bs. As., por ej., la regla general en materia de nulidades ensambla el principio de
especificidad, en tanto dispone que La inobservancia de las disposiciones establecidas para la realizacin
de los actos del procedimiento slo los har nulos en los supuestos expresamente determinados por este
Cdigo, con el principio de trascendencia, en cuanto prescribe que No se declarar la nulidad si la
inobservancia no ha producido, ni pudiere producir, perjuicio para quien la alega o para aquel en cuyo
favor se ha establecido (art. 201, texto ordenado por la ley 13260).
58
As, en su prlogo al libro El Proceso Penal, segn la nueva Ley Procesal Bonaerense, de Javier I.
Baos, edit. Qurum, Bs. As 2004, pg. XXI. En un semejante sentido se expresa Jorge E. Vzquez
Rossi, al afirmar que como ocurre con toda modificacin integral del modo de administrar justicia, el
funcionamiento del tipo de modelos que se ha reseado exige cambios profundos que no slo refieren al
apartado tribunalicio sino a la mentalidad de los operadores, con frecuencia apegados a los viejos hbitos
(cfr. Derecho Procesal Penal, tomo I Conceptos Generales, Rubinzal-Culzoni editores, Santa Fe 1995,
pg. 182).
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