Tratamiento Psicopedaggico-Capitulo 2

Silvia Schlemenson

En la mayora de los casos, la sola observacin del cuaderno en el cual trabajan durante
sus horas de clase alcanza para advertir las dificultades representativas y cognitivas, que
dan cuenta de un tipo de simbolizacin rgida y poco creativo. Este tipo de nios muestra
que las dificultades que tienen no comienzan en la escuela sino que derivan de conflictos
anteriores no elaborados posiblemente causantes de la perdida de la confianza necesaria
para animarse a transitar por el mundo del conocimiento. Sus producciones repiten
maneras precarias correspondientes a momentos de constitucin del psiquismo en el cual
situaciones conflictivas produjeron capturas en su productividad simblica.
La productividad simblica de un sujeto permite deducir los momentos en los cuales se
concentraron las situaciones conflictivas no resueltas.
Los conflictos en los momentos de constitucin primaria producen una preeminencia de
aspectos fantasmaticos que respeten fuerza psquica al deseo de incorporacin e
investimento de objetos sociales, y se presentan como deformaciones subjetivas.
Piera Aulagnier, postula la existencia de tres momentos conjugados y distinguibles segn
n el tipo de actividad representativa que los caracteriza, correspondiendo la presencia de
elementos pictogrficos al proceso originario, las fantasas al proceso secundario y los
pensamientos al proceso secundario. Todos ellos implican en un equilibrio inestable.
Los momentos constitutivos de la actividad psquica de un sujeto se caracterizan por la
preeminencia de una lgica intersubjetiva de intercambio libidinal tipo prevalente de
circulacin pulsional y las formas de descarga intersubjetiva se sostienen en modalidades
de relaciones tempranas significativas o traumticas, alrededor de las cuales el psiquismo
se ha constituido.
La creatividad requerida para concretar un aprendizaje autnomo compromete un trabajo
psquico complejo, que incluye modalidades plsticas como para permitir el pasaje entre
instancias y la invencin de nuevos objetos. Los nios con problemas de aprendizaje no
acceden a este tipo de actividad representativa, repiten un nico modo de interpretar el
mundo, mediante fantasas o por descargas y marcas incompresibles y se muestran
atrapados en modos de descarga pulsional.
Conflictos psquicos y fracturas en el aprendizaje
El psiquismo se constituye y avanza en un largo camino de resolucin de los conflictos
existentes. Cuando aparecen situaciones amenazantes o desestabilizadoras, el sentido
progrediente de la actividad psquica pierde su tendencia a la resolucin de situaciones
conflictivas y se transforma en regrediente, y repetitivo, produciendo intensas restricciones
en las modalidades de productividad simblica de los sujetos.
Las situaciones conflictivas, son aquellas en las cuales se contraponen fuerzas libidinales
contradictorias, emergentes de algn tipo de estrategia resolutiva novedosa alrededor de
puntos anteriormente desconocidos.

Los conflictos tomados como eje de anlisis para la comprensin de las fracturasen el
aprendizaje, se constituyen en un posible motor compulsivo o restrictivo e el trabajo
psquico del nio.
Las intervenciones teraputicas tendrn entonces por objeto realzar esos conflictos,
tratando de comprender los efectos de sentido en que pueden haber quedado capturados,
as como tambin atendern al modo de presentacin y tramitacin de los mismos.
Uno de los objetivos teraputicos en el tratamiento psicopedaggico ser entonces el de
realzar los conflictos no resueltos como ejes reveladores y motivadores de las
retracciones libidinales del nio, para promover desde all un proceso reflexivo que
produzca algn tipo de transformacin de lo negativo con la consecuente apertura de
oportunidades de investimento y acceso a formas de placer ms sofisticadas y atractivas
El modo de resolucin de un conflicto tiene siempre que ver con formas de evitacin del
sufrimiento, a partir de las cuales la libido tiene dos opciones: o se expande en la
bsqueda de novedades que aproximan placer o se fija a modos de circulacin conocidos
aunque precarios. Dichas maneras de resolucin estn al servicio de eludir las situaciones
amenazantes impuestas por experiencias libidinales primarias no elaboradas.
Durante el tratamiento psicopedaggico tratara de poner en relieve las restricciones y la
precariedad simblica del sujeto para que de esta manera asociar a sus experiencias
infantiles e incluir nuevos espacios d ligadura, tratando de acceder a cambios
representacionales significativos.
La manera de resolver los conflictos psquicos son siempre inditas y repetidas a un
mismo tiempo. Inditas por lo novedoso de la situacin y repetidas por el resto histrico
en el cual abrevan los comportamientos actuales.
Hablamos de cambio psquico cuando sus modalidades de simbolizacin muestran
flexibilidad sustitutiva, cuando abandonan las formas rgidas de los inicios y aparezcan
anhelos, deseos, angustias y temores contradictorios y variados que motorizan
oportunidades de investimento de objetos sociales novedosos.
El trabajo teraputico se dirige entonces a realzar los aspectos conflictivos no resueltos en
sus distintas maneras de presentacin en la actividad representativa para tratar de
incorporar cambios psquicos en un encuentro de nuevos sentidos para devenir del sujeto.
Modos de tramitacin pulsional
El diagnostico psicopedaggico previo al inicio del tratamiento e cualquier nio tiene por
objeto alcanzar una descripcin de las modalidades preponderantes de su produccin
simblica y abre la oportunidad de relacionarlas con los antecedentes intersubjetivos del
sujeto. Estos datos e inferencias se hacen necesarios para iniciar su tratamiento, en el
cual se atender a sus situaciones conflictivas, sus antecedentes histricos incidentes y
las formas actuales de su productividad simblica.

El diagnostico singular de cada sujeto es previo a su ingreso al tratamiento. Antes e

conocer al nio, el terapeuta recibe informaciones especficas sobre su modalidad de
productividad simblica y los antecedentes conflictivos histrico-subjetivos en los cuales
se sustenta. Conocerlos, permitir que las intervenciones del profesional sean
singularizantes y estn en la base de sus fracturas cognitivas.
Una vez reconocidos los conflictos , el posicionamiento caracterstico y las modalidades
singulares de la produccin sombolica de cada nio, se elabora un informe en el cual se
pueden distinguir las caractersticas de los aspectos conflictivos de cada paciente, sus
diferencias histrico-subjetivas y el modo particular de investimiento y desinvestimiento de
los objetos sociales con los cuales opera.
Informe y derivacin
El diagnostico tiene por objeto realizar una aproximacin a algunos referentes de las
modalidades de productividad psquica del nio. Cuando se trabaja sin un diagnstico
clnico previo, las intervenciones teraputicas son ms difciles porque no permiten
intervenir con suficiente solvencia clnica y conocimiento del caso.
Antes de comenzar un tratamiento psicopedaggico es necesario recibir un informe del
paciente, para conocer sus particularidades psquicas e histricas.
Cambios psquicos durante el tratamiento.
Todas las estrategias clnicas propuestas se alejan de las tareas escolares propiamente
dichas y se aproximan a un despliegue instrumental del cdigo narrativo y lectoescrito
mediante el cual el paciente pueda expresarse con mayor plasticidad y ductilidad
psquica.
Durante el tratamiento, se profundiza en las particularidades de la produccin simblica
de un sujeto sin atender explcitamente a las tareas escolares sino a la modalidad de
acceso al proceso de conocimiento.

ENCUADRE- Capitulo 3
Modelo clnico
Llamamos encuadre en el tratamiento psicopedaggico a las caractersticas particulares
del dispositivo a partir del cual se ordenan las oportunidades clnicas de intervencin para
asistir a los nios con dificultades de aprendizaje.
La estabilidad espacial y temporal del encuadre, permite interpretar las variancias como
elementos distintivos asociables a la problemtica especfica de cada paciente.
Respecto al horario, la permanencia en la sesin y la existencia de un lugar comn, son
las invariantes caractersticos del tratamiento psicopedaggico y resultan condiciones
imprescindibles para poner en marcha el dispositivo teraputico.
El trabajo psicopedaggico propuesto se desarrolla al interior de un encuadre en el cual
se concretan situaciones de encuentro entre nios con problemas de aprendizaje, quienes
comparten sus dificultades con sus semejantes.
En encuentro en el contexto del dispositivo clnico del tratamiento psicopedaggico se
concreta con propuestas de dibujo, escritura, narracin y lectura, actividades que
movilizan modalidades representativas diferentes que delimitan las reas de las
intervenciones teraputicas posibles. Piera Aulagnier entiende las situaciones de
encuentro como oportunidades para incorporar diferencias.
Las maneras de intervenir en la clnica de nios con problemas de aprendizaje, a partir de
un encuadre son: volver enigmtico lo que cree entenderse, subvenir el orden de su
presentacin, interrogar, reflexionar y generar procesos asociativos previamente
inexistentes. Las intervenciones teraputicas tendern a realzar los problemas de
simbolizacin de cada paciente, produciendo procesos asociativos en la bsqueda de
sentidos histricos y actuales relacionables con las formas de una productividad
simblicamente limitada.
Los nios con problema de aprendizaje suelen manifestar restricciones y pocos recursos
en sus formas de expresin dentro del marco del encuadre. Los errores narrativos, de
escritura, grficos o de lectura, suelen aparecer en cualquiera de las maneras que
adquiere la productividad simblica de un paciente, quedan documentados en sus
cuadernos: los cuadernos de los nios con restricciones cognitivas se caracterizan por
escritos poco comprensibles, dibujos indiscriminados y formas narrativas escasas.
El cuaderno en el espacio teraputico
Los nios inician su tratamiento trayendo a las sesiones un cuaderno, donde plasman el
conjunto de las producciones grficos de sus sesiones. Este cuaderno se transforma en la
representacin de un espacio ntimo a travs del cual cada uno de los miembros se
reconoce y es reconocido por sus compaeros.

El cuaderno no sigue un orden pautado en la sesin, no se corrige no evala, sino que

acta como testimonio de la productividad de cada paciente, puede ser considerado como
un elemento significativo sobre el cual se proyectan deseos, conflictos y formas
prevalentes de descarga pulsional. Representa para el nio un posible lugar de
proyecciones inconscientes de objetos deseados y temidos, que puede esparcir entre sus
blancos.
El uso del cuaderno, permite realzar aspectos de una subjetividad hecha pblica en el tipo
de instrumentacin expuesta en sus trabajos. Se reparte al iniciar cada sesin y el sujeto
lo usa de acuerdo a sus decisiones. Trabajar con un cuaderno durante la sesin: facilita el
encuentro del nio con su intimidad. El cuaderno puede ser considerado como un espacio
transicional, imprescindible para la elaboracin de estrategias cognitivas ms complejas,
habilitadas por la posibilidad de la espera. La manipulacin que cada nio hace de su
cuaderno en sesin y los escritos, reflejan formas distintivas de investimento del mundo.
Se transforma en un espacio proyectivo en el cual se entrelazan aspectos primarios con
complejas relaciones de sentido.
Estrategias de intervencin
El abordaje clnico de los problemas de aprendizaje tiene por objeto proponer estrategias
teraputicas que apunten a la complejizacin de la productividad simblica de un nio, de
modo de mejorar su rendimiento escolar cuando se ve afectado por problemticas
psquicas que lo parcelan. Las propuestas teraputicas realzan la calidad de la
productividad simblica de cada nio y tratan de relacionarla con las situaciones
psquicamente incidentes en sus restricciones y fracturas.
Las narraciones, los dibujos, las escrituras y las lecturas: son las herramientas con las
cuales se concreta la especificidad del trabajo psicopedaggico:

La actividad narrativa: la narracin es una de las producciones con las cuales se

puede trabajar para aproximarse a las restricciones simblicas de los pacientes. Al
iniciar la sesin, alguno de los nios comienza a contar un acontecimiento que le
resulto relevante y el terapeuta extrae de l un eje potencial de inclusin de los
principales conflictos significativos que pudieron haberlo atravesado.
Las fracturas y las restricciones en las producciones narrativas de un nio
aparecen como puntos de distincin entre los cuales probablemente circulan
situaciones conflictivas no resueltas. Dichas fracturas, permiten intervenir en la
apertura de la multiplicidad de sentidos que pudieran estar incidiendo en el
producto.
La escucha atenta a los errores y fracturas permite abrir y desplegar nuevas
dimensiones de la problemtica psquica del narrador, y orientar las intervenciones
teraputicas hacia las situaciones conflictivas existentes y presentes en los
quiebres de sus relatos. El terapeuta suele intervenir en estos casos mediante la
interrogacin, el cuestionamiento y la postergacin de las relaciones causales
lineales expuestas por el nio, para generar con l un proceso reflexivo
concomitante a cualquier intento asociativo que se proponga.

La escucha teraputica se centra siempre en las rupturas, las incongruencias y los

quiebres a partir de los cuales se tratara de intensificar el proceso asociativo de los
pacientes.
En el tratamiento psicopedaggico, el error es considerado un eslabn
significativo, sobre el que resulta interesante generar asociaciones comprensivas y
clnicas de las formas de presentacin de las construcciones sintcticas y
semnticas en las cuales se ubican los yerros.
El tipo de palabras utilizadas en el relace de los conflictos descriptivos en el relato,
as como la calidad lingstica con la que se describe la trama, resultan tambin
elementos privilegiados para el anlisis de los aspectos de la subjetividad
atrapados en el modo y el tema de las narraciones.
Los nios con dificultades escolares, suelen expresarse en presente del indicativo
como forma predominantemente descriptiva de modalidades temporalmente
rgidas en la comprensin y tratamiento de los objetos con los cuales interactan.
El futuro y el subjuntivo son las formas verbales comprometidas en las
enunciaciones de proyectos, y resultan poco frecuentes en los nios con
dificultades. Suelen usar prevalentemente el presente del modo indicativo, el
pretrito imperfecto o el perfecto simple como tiempos asociables a sus
restricciones imaginativas.
La expresin predicativa utilizada por los nios con problemas de aprendizaje
suele se escasa y descriptiva, carente de circunstanciales u objetos indirectos, en
clara referencia a estrategias psquicas precarias que no poseen la ductilidad
suficiente como para enriquecer semntica y sintcticamente sus narraciones.

La actividad grfica: a partir de los dibujos realizados durante la sesin como

huellas de conflictos inconscientes no resueltos proyectados en el plano, que se
enmarcan en un proceso asociativo verbal complementario al dibujo. El tamao de
los personajes dibujados, las caractersticas de las relaciones entre estos, pueden
ser analizados como elementos alusivos a la dramtica inconscientes del nio,
donde las temticas expuestas muestran sus capturas psquicas.
La organizacin figural y temtica de los dibujos permite evaluar la plasticidad de
la actividad psquica del sujeto. Los dibujos con mayor plasticidad son aquellos en
los cuales las formas representativas son diversas y cambiantes, asimilables a
nios con recursos psquicos heterogneos, quienes expresan a travs del dibujo
situaciones de intenso compromiso afectivo.
Los garabatos en los mrgenes, los superhroes o los corazones en cualquier
lugar del cuaderno suelen posibilitar las inferencias acerca de los niveles de
complejidad en la organizacin del psiquismo del nio, que se expresa
grficamente mediante descargas, fuertes repasados, intensas condensaciones o
manchas correspondientes a formas precarias de productividad simblica
caractersticas del proceso originario.
Los nios ms rgidos y con fuertes dficit representacionales suelen copiar figuras
prototpicas o repiten estereotipos con los cuales rellenan el vaco afectivo en el
cual se encuentran inmersos.

Las discordancias y las carencias abren un espacio para el sealamiento

teraputico, que puede relacionar los efectos representativos con situaciones
subjetivamente significativas para el paciente.1
La actividad escrita: la escritura compromete un complejo proceso de
transmisin de sentidos, investimento del mundo y proyeccin a futuro, infrecuente
en nios con problemas de aprendizaje. Todos deslizan entre sus huellas
multiplicidad de formas para expresar la variedad de sentidos que esconden sus
errores.
Cualquier falla en la escritura rompe la condicin de iterabilidad requerida para
mantener la transmisibilidad social de un texto, pero abre entre sus marcas el
sentido de la singularidad y el yerro a trabajar durante el tratamiento
psicopedaggico.
Los errores en los escritos de un nio, pueden asimilarse al concepto derridiano de
huella. El rasgo singular de las huellas derridianas se relaciona con la
imposibilidad de encontrar sentidos nicos y originales en las mismas, pero a su
vez ellas estn siempre asociadas a alguna de las experiencias conflictivas no
elaboradas.
Las marcas y los errores remiten a algn otro espacio a constituir asociativamente
en un sinfn de huellas. El conjunto d estas, se trasforma en una distincin a travs
de la cual emerge el iceberg de una subjetividad comprometida en las
peculiaridades de las formas escritas.
La escritura resulta uno de los instrumentos de intervencin privilegiado durante el
tratamiento pues abra la oportunidad de crear una red de diferencias que remite
indefinidamente a algo otro y a la creacin de sentidos previamente inexistentes.
Sus yerros quedan inscriptos como una nueva oportunidad expansiva en la
expresin y la elaboracin de las producciones subjetivas del nio.

Analia Wald presento algunos puntos de anlisis de la actividad grafica de un nio como
ejes de intervencin teraputica posible. Considero que:El nivel de complejidad y
heterogeneidad simblica del producto logrado posibilita la evaluacin de los modos de
expresin figural con los cuales los nios se expresa.
La calidad de los detalles en relacin con el tamao de las figuras y el uso del espacio
permite acceder a la deduccin de ejes de sentido identificatorio o posicional del
paciente.

La temtica preponderante y reiterativamente presente en las producciones

puede ser evaluada como la expresin de los conflictos restrictivos de un nio.
Las modalidades caractersticas de investimento y desinvestimiento psquico
predominante en las producciones de un nio, pueden deducirse de la calidad
de las figuras con las cuales se expresa y el modo de tratarlas en el dibujo
Las distintas formas de circulacin pulsional pueden constatarse en las maneras
singulares de produccin y calidad de la descarga grafica que el sujeto logra en
el plano.
La manera de significar los dibujos en el discurso o la escritura posterior puede
comprenderse como pare de un proceso asociativo-lingstico en el cual el
sujeto explicita elementos distintivos de su conflictiva psquica.

Propone focalizar la atencin en las huellas, las fracturas, errores y las tachaduras
diseminadas en los escritos como elementos altamente denotativos de la
subjetividad del escrito.
La actividad lectora: la lectura es complementaria de la escritura y por su valor
interpretativo permite la incorporacin de sentidos y aperturas en un juego de
aproximacin hacia nuevos caminos de investimento del mundo. Los nios con
problemas de aprendizaje suelen tener muchos problemas en la lectura por el
predominio de tendencias a la descarga sin postergacin del impulso, lo cual les
reduce la atencin necesaria para comprender un escrito.
La escritura y la lectura fluida, son el resultado de un proceso progrediente de
investimento de objetos sociales, en el cual la creatividad imaginativa nutre la
originalidad de un escrito y ampla la interpretacin del mundo del nio.
Tanto la escritura como la lectura, se sostienen satisfactoriamente cuando
muestran una ductilidad suficiente como para travesar situaciones de revuelta, a
partir de las cuales surgen aspectos imaginativos que comprometen al lector con
lo escrito.
Leer entonces es un volver a pensar, una re-vuelta en la cual se comprometen
aspectos de la subjetividad del lector, quien trata lo ajeno como si fuera propio e
ingresa con ellos a un campo espacial sesgado por interpretaciones imaginativas,
que se activan en los espacios grupales.
El tratamiento grupal en la clnica psicopedaggica
Los grupos se forman con nios de edades y niveles cognitivo parecidos; la asistencia
psicopedaggica grupal convierte el encuentro semanal de nios con dificultades de
aprendizaje en un espacio de extranjeridad y ligadura a partir del cual se agilizan cambios
potenciales en su productividad simblica. La focalizacin de la problemtica a analizar
sigue siendo individual y est centrada en la historia particular de cada sujeto, en sus
modalidades de productividad simblica y en los conflictos restrictivos que inciden en la
calidad de su actividad representativa.
El tratamiento psicopedaggico, sea grupal o individual, pone al sujeto y sus formas de
representar el mundo en el centro de cualquier anlisis teraputico. En el tratamiento
grupal las caractersticas de la produccin simblica de un paciente determinado se
confronta con las de los semejantes, en un espacio de entrecruzamiento de alteridades en
donde se significa la posicin del otro por complementariedad o contraposicin
proyectiva con todos o alguno de los compaeros del grupo. Se trata de una pluralidad en
el interior de la cual se pone en juego la singularidad de los conflictos restrictivos de cada
uno de los miembros del grupo, se concreta por la relacin frente a frente que motiva
intercambios discursivos y temticos. La envidia acta en los grupos como propulsora del
investimento de objetos desconocidos, incluyendo componentes ideales y deseables. A
diferencia de la hostilidad asociada a procesos destructivos, impulsa hacia una movilidad
tendiente a conquistar los objetos deseados, representados ir las carencias descubiertas.
No todos los sujetos pueden quedar incluidos en un tratamiento grupal. Muchos de ellos
necesitan un encuadre individual La actividad psquica de cada sujeto en el tratamiento

grupal se evala entonces en la calidad de sus representaciones, entendidas estas como

el modo distintivo de simbolizar los objetos con los cuales cada sujeto interacta.