Lamperiere, Lexico Liberal 1999
Lamperiere, Lexico Liberal 1999
Lamperiere, Lexico Liberal 1999
DEL LIBERALISMO*
Annick Lemperiere
Universidad Paris-I Pantheon-Sorbonne
Este artic ulo presenta algunas de las conclusiones de un trabaj o que es tamos llevando a cabo sob re Ia
cultura publica y el gobi emo en Mexico du rante los siglos XV III y XIX.
Yease Cha unu (1 963 : 5-24); Guerra (1993).
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0 sea, segun Ia hi stori ografi a mas rec iente: " Mexi cans' apparent incapacity to establi sh a stabl e and
enduring system of sel f-government", en Costeloe ( 1993: 2); el monstruoso e in verosi mil " Caud ill o
State" de Lynch (cap . IV , I 32 ss); el balance pesimista acerca de "the rapid transiti on from a strong,
stable colony to a weak, unstable nation", " the collapse of stable government" , por Stevens ( 199 1:
1-2).
general, Y de Mexico en particular. Para entender plenamente estas ambigtiedades, se hace necesario aclarar la significaci6n de los conceptos en la cultura
publica antigua, punto de partida de nuestro estudio. Tener bien claro que el
sentldo ongmal es la condici6n indispensable para medir la importancia de las
metamorfosis semanticas impuestas por el liberalismo, y Ia profundidad del
desacuerdo entre los hombres que actuan en la misma comunidad politica.
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Asi, se hace necesario interpretar la palabra gobierno segun los val ores que
s vasallos y sus autoridades le conferian. En efecto, una simple "traduccion"
. lenguaje moderno, una sustitucion de palabras que nos conduciria a decir
dministracion" o "Estado" en Iugar de "gobierno", nos llevaria a dejar
advertida la estructura politica de la sociedad antigua asi como a menospre:tr el sistema de val ores que regia las concepciones del gobierno durante el
1tiguo Regimen.
El sistema de valores que permite interpretar la significacion del gobierno
ttiguo, es al mismo tiempo juridico y teologico. Por una parte, el gobierno es
tr te de un ordenamiento juridico, cuyo rasgo mas caracteristico consiste en
r la expresion de un derecho objetivo; un derecho que existe, en su parte mas
1scendental, independientemente de la voluntad de los hombres: la ley
vina, la ley natural forman parte del ordenamiento juridico tanto como las
yes humanas positivas. Estas, a su vez, comprenden tanto las !eyes reales
mo los fueros de toda indole y "los usos y costumbres" de los pueblos. 3 Sin
:sconocer los derechos de los individuos, este ordenamiento juridico los
mcibe como la expresion de un estatuto personal vinculado a la pertenencia a
1 cuerpo o a un estamento dotado de sus fueros y privilegios, al mismo
~mpo colectivos y distintos de los de los demas cuerpos y estamentos.
Por otra parte, son valores cristianos los que inspiran las concepciones
>munes del gobierno en la monarquia catolica. El concepto de "gobierno", o
: "regimen y gobierno", segun la locucion mas usual, tiene en efecto,
iginariamente, un significado teologico y moral. 4
Gobernar quiere decir "conducir", "regir" segun el derecho divino y huma>, con justicia segun los preceptos cristianos. La nocion de gobierno fue
'rjada por los Padres de la Iglesia, digamos desde San Agustin hasta Santo
3mas para sacar, en el plano politico, todas las consecuencias del pecado
iginal y para conferir val ores y normas cristianas al "imperium", ala funcion
: mandar. Por lo tanto, la principal y primera funcion del gobernante cristia) consiste en dirigir las almas para que logren su salvacion en el mas alia, y
1 corregirlas cuando se muestran proclives a actuar mal, a pecar. Se vuelve
1tonces necesario que el gobernante empiece por regirse a si mismo; el buen
)bernante es el hombre capaz de dominar sus pasiones: el Principe virtuoso,
istiano, de los exempla y "espejos de los Principes" medievales. Gobernarse
sf mismo significa que se puede ensefiar a los demas hombres el "buen
5.
Vease Mesnard ( 1937); Skinn er ( 1986); y tambien Sene liar! (199 5).
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n" de los hombres para cumplir con sus finalidades colectivas se hace bajo
muy concreta de la creaci6n de institutos corporativos. En el siglo
, apenas terminadas las guerras de conquista, y mientras se establecian
)ien las autoridades reales, se fundaron en America numerosisimas institues corporativas cuyos modelos se encontraban en la Europa medieval en
!ral, yen Castilla en particular. Se fundaron ciudades, villas y pueblos; los
nos pobladores, pero tambien los indios vencidos y cristianizados, crearon
pronto instituciones muy diversas, pero que compartian rasgos comunes:
~obemadas por estatutos y autoridades propias; administrar bienes; desemtr funciones de utilidad publica. En este conjunto se pueden colocar los
1tamientos urbanos y las republicas indigenas, las cofradias y archicofradias,
1niversidades y los colegios, los Hospitales, recogimientos y hospicios; las
:nes religiosas y hospitalarias; los consulados de mercaderes; los gremios.
onjunto es aparentemente heterogeneo: reune a instituciones religiosas y
anas; algunas estan tuteladas por el Real Patronato, otras son tipicamente
nas; existen corporaciones territoriales (pueblos y ciudades), y otras
mentales (consulados, gremios, etcetera) . Sin embargo, en realidad este
1do corporativo demuestra una gran homogeneidad y confiere su coherent! tipo de gobiemo al cual se sometia la sociedad de Antiguo Regimen.
~odos estos cuerpos se gobemaban de manera aut6noma mediante sus
1stituciones", "estatutos", "ordenanzas", "reglamentos". La redacci6n de
:onstituciones u ordenanzas constituia casi siempre la primera etapa de la
laci6n de un cuerpo. 6 Cualquier fundaci6n requeria la licencia y aprobadel rey, que tomaba la forma de una real cedula. 7 Algunas de estas cedulas
n incorporadas en la Recopilaci6n de Leyes de los Reinos de Indias
:0), proporcionando modelos para creaciones posteriores. Pero cabe subralqui que esta incorporaci6n permite relativizar drasticamente la noci6n de
real": en efecto, los institutos corporativos producian su propio derecho,
la monarquia legitimaba siempre y cuando este derecho no contravenia a
regalias monarquicas o la ley divina, natural, y humana existente. No
ante, la aprobaci6n real no era una mera formalidad juridica; permitia
~rma
:1 origen de tales constituciones era muy variable: el Consulado de Mexico, por ejemplo, copi6 las
uyas sobre el de Burgos; Ia Audiencia redactaba las ordenanzas de fundaci6n de los ayuntamientos ,
ue a su vez redactaban las ordenanzas de los gremios .
.afecha de Ia real cedula se volvia Ia fecha de fundaci6n oficial de Ia corporaci6n , aunque en muchos
asos era muy anterior; asimismo Ia real cedula daba a en tender que el autor de las constituciones era
I mismo rey, lo que no era el caso.
hacer reconocer unos derechos que los institutos corporativos llamaban "fueros", "libertades", "privilegios"; estos derechos reconocidos por el rey garantizaban la longevidad de la corporaci6n y le conferian mayor prestigio, asi
como a cada uno sus miembros.
Las constituciones o las ordenanzas permiten entender precisamente que
queria decir "gobemar". Describian las finalidades concretas de la fundaci6n;
que se tratara de caridad, de devoci6n, ode "policia", la finalidad se definia
siempre como una "utilidad" para "las almas" o para "el publico", como un
"beneficia" para la comunidad bajo la forma del "crecimiento" de algo, la
devoci6n o el bienestar colectivo. Las constituciones describian tambien a las
autoridades que iban a gobemar el cuerpo, con sus cargos y sus deberes; las
calidades que se exigian de los hombres escogidos para desempefiar las
funciones de gobiemo, que fueran los regidores de una gran ciudad o los
diputados de una cofradia. Las constituciones mencionaban tambien las reglas
de administraci6n de los bienes con los cuales la corporaci6n cumpliria con
sus objetivos, asi como las contribuciones que debian hacer sus miembros.
Las autoridades corporativas se caracterizaban, en cualquier caso, por su
colegiabilidad. La direcci6n de un cuerpo se llamaba "mesa", "junta", o
"cabeza", y sus reuniones "cabildos" o "ayuntamientos". Se reservaba la
palabra "gobiemo", no ala mesa misma, sino ala acci6n de regir el cuerpo. La
mesa se componia de "cargos" (o "empleos"): rector (o prior, o primisario),
diputados (o consiliarios), tesorero, secretario. Fuera lo que fuere la superioridad del rector, las decisiones se tomaban siempre colegialmente: la junta era
un consejo, y se reunia segun intervalos mas o menos fijos. 8
Tales autoridades eran "elegidas". AI traducir esta practica de elecciones
en nuestro lexico contemporaneo, diriamos que eran "cooptadas". Sin embargo, hay que entender la palabra elecci6n bajo su sentido originario y literal,
que remite al hecho de "escoger". Para asegurar el acierto de este acto tan
importante, se empezaba siempre por una misa del Espiritu Santo o al minimo
por una oraci6n. Los criterios de la elecci6n eran exclusivamente morales: se
trataba de escoger a los individuos mas dignos de desempefiar las funciones de
gobiemo, a "los sujetos mas utiles y ejemplares", los sujetos de "mayor
aprobaci6n, suficiencia y partes", de "facultades no muy cortas", o sea perso-
8.
Cabe seiialar aqui que los ayuntamientos urbanos, por ejemplo , funcionan seg(m reglas identicas. Las
Minas de Zacatecas, antes de ser regidas por unas ordenanzas y un ayuntamiento formal, se gobemaron
durante varias decadas como una cofradia, bajo Ia autoridad de un "rector" y de "diputados" que se
renovaban cada al'io , vease: Primer libra (1990).
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Cabe sefialar que el famoso " Lieutenant de police" , instituido por Luis XIV en Paris por un edicto de
1667, tenia atribuciones de mantenimiento del " orden pitblico" que no eran solo de indole represiva y
"estatalista", sino que abarcaban un gran numero de funciones de Ia "policia" medieval en el sentido
que desatTollamos aqui; vease Napoli ( 1994: 183-196, nitm. 20 ).
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.o que los hombres del Antigua Regimen llamaban -pocas veces ade-10 "Estado", no tenia nada que ver con el aparato juridico, constitucional,
inistrativo, represivo, militar, que llamamos asi desde el siglo XIX en las
~dades occidentales. Por "Estado" se designaba la comunidad politica
:tituida (lo que era por su historia, sus derechos, sus leyes, sus costumbres,
rarquia, sus estamentos y cuerpos), gobemada por autoridades legitimas y
Jles, y preservada de la amenaza de los desordenes interiores como de los
nigos exteriores. El "Estado" no era otra cosa que el cuerpo politico, que
amaba tambien "republica"'' y a finales del siglo XVIII, algunas veces,
iedad civil". "El bien del Estado" se referia al conjunto de la sociedad: el
ico "formado en cuerpo", encabezado por sus autoridades naturales desde
y hasta los curas de parroquia, protegido por el ordenamiento juridico que
ntizaba derechos y fueros . El Estado no se contraponia a la "sociedad
"porque "Estado" y "sociedad" eran exactamente lo mismo.
,e podria pensar que si "Estado" no tenia el senti do modemo, stricto sensu,
potestad publica", remitia al sentido mas amplio y clasico de "territorio,
acion, potestad publica" .12 Sin embargo, lata o stricto sensu, el problema
hente en la palabra "Estado" queda siempre el de la "potestad publica".
.nosotros la "potestad publica" remite al aparato juridico y administrativo
monopoliza al mismo tiempo la produccion del derecho, la aplicacion de
1 uso de Ia palabra "Estado" era escaso; jamas se encuentra en los archivos. Se trata de una pal a bra
:lativamente culta y abstracta (siempre se esc1ibe con mayuscula), que se emplea dentro de situacioes de comunicacion que incluyen una argumentacion sobre Ia sociedad en general , por ejemplo en Ia
Representacion que hizo Ia ciudad de Mexico a! rey D. Carlos Ill en 1771 " (en Hemandez y Davalos,
IGIM, tomo I, 1985: 427-457), o en el panfleto de Villaroel, (1994).
e empleaba "republica" para hablar de una ciudad , pero tambien de un rei no, e incluso del conjunto
e Ia monarquia . "Reptiblica" no era entonces un regimen politico, sino Ia "respublica", el cuerpo
olitico con sus miembros y su cabeza , el rey.
e trata de Ia famosa definicion del jurista frances de principios del siglo XX , Cam~ de Mal berg vease:
ioravanti, (1996); tambien, sobre Ia America hispanica, el en sa yo de H. Piestchmann, en Annino, L
'astro Leiva y F. X. GueJTa ed., (1994: 75-103), en el cual el autor analiza Ia dimension teiTitorial de
1s distintas instituciones del gobiemo real. Cabe advertir que durante todo el siglo XIX la palabra
Estado", en el mundo hispanico , conservo su antigua significacion de "sociedad constituida" estableida sobre un teiTitorio . La Constitucion de 18 12, por ejemplo, menciona Ia " ... Constitucion politica
ara el buen gobiemo y recta administracion del Estado", don de el termino se entiende todavia con el
:ntido de "sociedad constituida y gobernada" . La dimension teiTitorial de Ia palabra se refuerza en
te xico durante los afios 1823-24: Ia " disolucion del Estado" a la cual a\ude el preambulo de Ia
'onstitucion de 1824 no es otra cosa que Ia dinamica centrifuga producida por Ia separacion de las
rovincias; cad a uno de los " Estados 1ibres y soberan os" de la Federacion , comprende un teiTitori o,
na constitucion y unas autoridades legitimas: se trata de " cuerpos" . Fue solo despues de Ia Revolu ion de principios del siglo XX cuando " Estado " adquirio en Mex ico s u signilicacion modema de
potestad publica" .
13. Skinner (1986: 8, I); el au tor a11ade (II, 368) que nose debe exagerar Ia difusion de Ia palabra "Estado"
en el vocabulario politico del occidente moderno: " Solo fue invocado por los teoricos politicos mas
refinados 'f de pensamiento mas secular; y los dejo en considerable confusion, especial mente en sus
intentos por analizar Ia relacion entre los poderes del Estado y los del gobernante, yen sus esfuerzos
por explicar lo que significa ser ciudadano de un Estado asi como Stibdito de un principe" .
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15 . Vease por ejemplo el ''Nuevo Estado" de Ia epoca ilustrada y el " Levi a tan mexicano"de Ia Reforma en
Brading (1991: 503 y 699). No siempre se observan las precauc iones de Brading al hablarde "Estado",
cuando por ejemplo se afirma tan tajantemente que "Como transformaci6n bajo Ia egida del Estado, Ia
reforma de Ia economia, Ia politica, Ia sociedad y Ia cultura, fue estimulada por Ia mode rni zac i6n
estatal y este proceso fue continuo y sostenido junto con Ia metamorfosi s de Ia sociedad espaiiola e
indiana. El signo de Ia reforma se fund6, basicamente , en Ia edificaci6n del Estado en si, es decir, en Ia
mutaci6 n de una organizaci6n de dominio bajo Ia forma de un imperio universal, en un Estado
mode mo propi a me nte hablando", en Gue1Tero (1994 : 69-70).
16. Burkholder yD. S. Chandler (1 984). Cabe advertir que los oidores, por cierto mas numerosos, tuv ie ron
sin embargo que encargarse de una multiplicidad de nuevas tareas que acrece ntaron hasta limites casi
insorportabl es sus obligaciones de servicio.
17 . Los v itTeyes de fin ales de Ia epoca colonial subrayaron repetidas veces, en sus memori as de gobiemo ,
el abandono e n el c ual se encontraba Ia plebe y el pesimo estado de sus costumbres y habitos, desde su
indecenci a corporal hasta su propensi6n a Ia ebriedad y su conducta despreciable en las tiestas
re ligiosas. Buena parte de las "reformas" borb6nicas se dedic6 a una " moralizaci6n " del gobie rno
corporativo med iante un esfuerzo para someterlo mas estrechamen te a Ia v ig ilancia de los jueces
civiles , oidores o alcaldes. Este control se enfoc6 tambien y principalment~ e n el manejo de los bie nes
(propios y arbitrios) de los ayuntamientos y de los pu eblos.
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No fue necesaria la idea de poder publico sino hasta cuando se perfilo una
nueva concepcion de lo que era o debia ser la sociedad; con ella aparecio la
voluntad de reformar "los usos y costumbres" del pueblo, o dicho de otra
manera, de acabar definitivamente con la antigua cultura publica. "Reformar"
cobro un sentido muy distinto del que habia tenido bajo los Borbones: se puso
en tela de juicio la coherencia moral que siempre habia existido, en el antiguo
ordenamiento juridico, entre el pueblo y sus autoridades, al deslegitimar la
intima conexi on entre religion y gobiemo.
Por cierto, hasta la Reforma liberal se trato de una transicion, y no de una
ruptura. Encontramos una prueba de ello, entre muchas otras, en la primera
creacion constitucional delliberalismo mexicano. Los constituyentes de 18231824, sin que exista la menor razon para dudar de su sinceridad, no percibian
oposicion alguna entre la moral religiosa y lo que llamaban la "libertad". AI
contrario, afirmaron que el catolicismo iba a ser el mas firme apoyo de las
nuevas instituciones, como lo demuestra el preambulo de la constitucion,
proclamada "En el nombre de Dios Todopoderoso, autor y supremo legislador
de la sociedad": sin "un religioso respeto a Ia moral", "sin la obediencia debida
a las !eyes y a las autoridades, sin un profundo respeto a nuestra adorable
religion, en vano tendremos un Codigo lleno de maximas liberates ... , en vano
proclamaremos la santa libertad" .22
. Pi etschman (! 996) .
. Para una aproximaci 6n a los datos cuantitativos, vease Va lle Pavon (I 997).
. Estamos si gui endo aqui a Trapper ( 1994).
del "despotismo". Se encontraron con una potestad publica vacia e insubstancial, que estaba enteramente por construir no solo en la estructura social sino,
y esto era lo mas dificil, en los espiritus de los nuevos ciudadanos. Lo que nos
ensefia la historia constitucional es que el Estado como "potestad publica" fue
una creacion de los juristas de finales del siglo XIX, cuando hicieron el
balance del siglo de experiencias politicas y constitucionales llevadas a cabo
por los regimenes liberales. 21 El Estado no fue el origen, sino el producto final
del nuevo ordenamiento juridico forjado por las revoluciones de finales del
siglo XVIII y principios del XIX.
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Baste advertir que sin moralidad de nada sirven las !eyes, y que en la opinion
comun la evangelica es la preferente, y las !eyes que sabre ella se dictaren deben
ser las de mas e~tabilidad y fmneza. Los Ministros de la religion son los que
establecen la base de las costumbres publicas, los que pres tan a la autoridad el mas
seguro apoyo de su poder, y quienes hacen que la religion estienda su influjo mas
alia de donde lo ejercen las !eyes mismas Y
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cambiado, ya que habia dejado de existir la antigua unanimidad del "espiritu
publico". El problema se complicaba con el hecho de que el repertorio de
palabras fundamentales no habia cambiado. AI hablar de la "ley", o del
"gobierno", ode la "autoridad", se podia pensar en modelos muy diversos de
sociedad. Tomaremos aqui otro ejemplo, el de las ideas existentes acerca de la
"moral publica". A pesar de su caracter aparentemente secundario frente a los
desafios de la epoca, la moral publica, tal como se planteaba en aquel entonces, encubre en realidad casi todos los elementos del debate sobre la forma de
sociedad que se deseaba para el nuevo pais. Que los publicistas no fueran, la
mayoria de las veces, muy clarividentes sobre la situaci6n politica en que se
encontraba la sociedad real, constituye para el historiador una ventaja: cuando
no proporcionan modelos ideales e insostenibles, revelan cual es la profundidad de la confusion reinante en los espiritus acerca de los valores propios de la
nueva comunidad politica.
Nos referiremos a dos publicistas mas bien idealistas, el primero de los
cuales, Jose Maria Luis Mora, es conocido como uno de los mas famosos
exponentes del primer liberalismo mexicano; la fuerza de su pensamiento hace
tambien de este autor uno de los mas dogmaticos de su epoca. El segundo, Luis
Gonzaga Cuevas, fue al contrario el portavoz de un extremo conservadurismo
que lo precipito en las vias de la colaboracion con el Imperio encabezado por
Maximiliano. Lo que nos interesa aqui es que, por una parte, ambos coinciden
en una misma preocupacion por la "moral publica" y, por otra, Began a
conclusiones radicalmente opuestas.
Para Mora, el mayor problema desde el punto de vista de la moral publica
radicaba en la confusion, por parte de la "masa del pueblo", entre las leyes
civiles y las religiosas:
En todo pueblo en que se confunden los deberes sociales con los religiosos es casi
imposible establecer las bases de la moral publica. Los pecados y los delitos son
por su misma naturaleza cos as de dis tin to orden [ ... ] Las masas [ ... ] se hallan con
la persuasion de que tales deberes [politicos y civiles] no reciben su fuerza sino de
la sancion religiosa, considerando su infraccion no como delito sino como pecado
[ .. .] y se estiman dispensados de los deberes sociales desde que un ministro del
Por lo tanto, segun Mora la moral publica en Mexico existia solo como un
royecto deseable : ''c_uando se sepa distinguir con rna~ precision los deberes
el ciudadano, de los del cristiano y de la perfecc10n rehgwsa, entonces
uedara establecida definitivamente la moral publica en Mexico"/6 la moral
ublica se habia vueito un proyecto de gobiemo que el "poder civil" debia
~tualizar mediante la difusion de las luces y la educacion civil de las "masas",
ero tambien relegando en la esfera privada las creencias religiosas y negando
los eclesiasticos el caracter publico de su ministerio y, por lo tanto, los
1edios legales de gobemar las conciencias.
Para Mora, el poder civil y el gobiemo debian ser, de ahara en adelante, una
isma
cosa. Lo que llamaba "moral publica" habia dejado de identificarse con
1
l antigua unidad de creencias y de normas morales entre el pueblo y sus
1toridades, y se limitaba a encamarse en la libre obediencia que los indiviuos ciudadanos prestaban a las leyes civiles y al gobiemo establecido por los
1ecanismos de la representacion politica.
Al contrario de Mora que pensaba que la religion "nada tiene que ver con la
rganizacion social", Gonzaga Cuevas se mostro el defensor de una politica
:istiana segun la cual el liberalismo era "ese conjunto de maximas que se
allan en abierta contradiccion con el espiritu del Evangelio"; desconfiaba
)mpletamente de la aptitud del constitucionalismo modemo para establecer
n gobiemo justa y obedecido: "la influencia cristiana sera mas eficaz para
:primir la anarquia, que las instituciones politicas mas bien calculadas". El
:media, decia, "cuando la corrupcion se ha fijado en la cabeza [ .. .] cuando el
rgullo y la independencia intelectual quieren ser los reguladores y arbitros de
uestros destinos", residia en el cristianismo, el unico principia capaz de
:estaurar el imperio del arden y de la justicia" .27
El fundamento de su diagnostico extremadamente severo sabre las expeencias politicas liberales radicaba en la conviccion de que se habia desvaneido la intima unidad entre el pueblo catolico y su gobiemo, cuando la
)munidad podia salvarse solo mediante una practica politica y una moral de
tdole catolica: "nadie que sepa apreciar la fuerza moral de los pueblos, puede
)nsiderar como defecto el sentimiento religioso que ha podido [ . ..] ser el mas
' Mora ( 1994: 298-299).
' Mora ( 1994 : 304 ).
' . Gonzaga C uevas ( 1992 : 47 -48. 1).
53
.
dt'spuesta a sublevarse o a pronunciarse para defender sus derechos
y stempre
colectivos, su religion y sus costumbres.
54
55
rantizarlos , sin renunciar simultaneamente al sistema de estructuras colecti; que sometian a la utilidad comun la moral, la voluntad y los bienes de los
lividuos. Pero que la idea del bien comun no haya desaparecido del espiritu
blico mexicano en la primera mitad del siglo XIX, esta fuera de toda duda.
lNTRODUCCI6N
Eguiara (I 986).
Beristain ( 1947).
Garcia Icazbalceta (1981).
Andrade (1894 ).
Leon (1902-1908) .
Meuina ( 1989).
Moreno (1986: 168).
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