Arquitectura Mortuoria
Arquitectura Mortuoria
Arquitectura Mortuoria
235-242
ISSN: 1696-0319
RESUMEN. El hecho fsico, tangible e inevitable de la muerte acompaa y condena al hombre desde su nacimiento. Como parte complementaria de su llegada a la tierra la muerte se convierte en la otra nica constante, exigiendo al
igual que la vida- el desarrollo de escenarios arquitectnicos exclusivos en los que sea presencia y protagonista. stos
han ido variando su morfologa en funcin de la imagen que sobre la vida y la ausencia de ella se ha ido conformando a
lo largo de los siglos, apareciendo hoy como espacios depurados de smbolos ostentosos, ms bien prcticos, aspticos y
neutros, dejando que los sentimientos los aporten los usuarios y que cementerios, tanatorios o crematorios acusen su
modestia frente a las sensaciones de paz, armona y calma que buscan transmitir.
Palabrasclave: arquitectura contempornea / cementerios / tanatorios / crematorios.
ABSTRACT. The physical, tangible and inevitable fact of death attends and condemns men since their birth. As a
complement to their entry into earth, death becomes the only other constant, demanding -like life- the development of
architectural scenarios where it is protagonist and presence. These places have changed their morphology over the
centuries depending of the conception about life and death that has been unfolded, appearing today as spaces purged of
ostentatious symbols, more practical, aseptic and neutral, letting that cemeteries, funeral homes or crematories accuse
their modesty in front of the feelings of peace, harmony and calm that they expect to transmit.
Keywords: contemporary architecture / cemeteries / funeral homes / crematories.
223
L. MUOZ
que no vemos no existe- sino que nos recuerdan con su presencia el hecho incontestable de la finitud humana. As, de hecho,
se concibe el edificio suizo, erigido sobre
una pequea loma del centro de la localidad y aprovechando la blandura del terreno no tanto para imponerse a la montaa
como para cobijarse en sus entraas. Presencia y discrecin se dan la mano en una
construccin que, no por necesaria, es aconsejable hacer masiva o intrusiva. De esta
manera, si bien parte de sus instalaciones se
acogen en el seno de la tierra ofreciendo
refugio e intimidad a quien padece la prdida de un ser querido, la presencia del
tanatorio se hace visible en su cubierta, que
queda a la vista y que, adems, se concibe
transparente gracias al vidrio que le da
forma- para aprovechar las posibilidades
lumnicas naturales y maximizarlas en el
interior. Es ms, si bien durante el da es
evidente que su apariencia no puede pasar
desapercibida para los ciudadanos, durante
la noche tambin queda de manifiesto su
personalidad, cuando es el tanatorio el que
se ilumina desde dentro y expande su resplandor a los alrededores.
Por su parte, los equipamientos internos se conciben priorizando la intencionalidad de la luz, la diafanidad y minimalismo de los espacios y la recurrencia a materiales puros, de extrema blancura, de
modo que la ausencia de una direccionalidad acusada permita al visitante sentir en
su dolor el consuelo de cierta libertad y
recogimiento, pudiendo dar rienda suelta a
sus emociones en un marco no condicionante sino asptico y respetuoso3.
Entre los construidos en la ltima dcada de la pasada centuria destaca tambin
el Tanatorio de Monuta, concebido en Apeldoorn por el Atelier Zeinstra Van der Pol
Lo que lleva a considerarlos infraestructuras cvicas, esto es, aconfesionales, antes que sagradas. Sobre
el proceso ver S. DIGUEZ PATAO y C. GIMNEZ SERRANO (eds.), Arte y arquitectura funeraria (XIXXX),
Madrid, 2000, p. 8.
224
L. MUOZ
en los albores del siglo XXI- como la transposicin y modernizacin de las habitaciones y salones de las residencias privadas
que antao actuaban como recintos donde
velar a los muertos cuando esta ceremonia
se realizaba en las casas de los difuntos. La
intimidad, la escala domstica de los espacios, la comodidad y la ausencia de formalismo eran entonces comunes al trance del
fallecimiento y en ese sentido tambin pretenden serlo en una obra, como se ha comentado, carente de cualquier ensea religiosa identificativa pues desea acomodarse
a la pluri-confesionalidad de la poblacin
holandesa.
Con el fin de conjugar los valores de
cercana reseados con los de respeto y
representacin de diferentes concepciones
vitales en el marco de este edificio, los autores lo conciben, en la lnea de lo observado
en Bonaduz, como un equipamiento ms de
la ciudad (cercano, por tanto, a las viviendas y no segregado a los extrarradios) que
toma la forma de un nico volumen, alargado y de escasa altura, forrado de lamas
de madera4 y abierto con algunos miradores vtreos y con pequeas zonas al aire
libre en forma de patios que dan respiro
fsico y psicolgico a la opresin de los
momentos que puedan vivirse all5; en definitiva, un enclave neutro, adaptable a los
cambios y desapercibido en el entorno que
dulcifica el impacto que el trnsito hacia la
otra vida provoca en quienes se quedan en
la terrena.
El Tanatorio de Len (1997-2001), trabajo salido del estudio de Josep Val y Jordi
Bada6 observa, pese a la distancia geogrfica, paralelismos con los recintos suizo y
holands en la medida en que se comienza
a pergear como equipamiento inherente al
urbanismo ciudadano y vinculado, obviamente, con l- y no como espacio arrinconado de la vida cotidiana, lo cual ha sido
hasta fechas recientes la tnica habitual de
la arquitectura mortuoria. En efecto, el
nuevo tanatorio de la capital castellanoleonesa se asienta entre bloques residenciales de un barrio de reciente creacin, lo cual
confirma el apriorismo que se ha comentado pero, sin duda, plantea a sus arquitectos
la dificultad de hacer convivir un equipamiento incmodo con el devenir diario de los
ciudadanos de la zona. Para evitarlo no les
basta con recurrir a la pureza y calidez de
las formas desapercibidas de Apeldoorn y
deciden ir un paso ms all. As, camuflan
las instalaciones del recinto bajo una losa
compacta y una lmina de agua que, en un
entorno arbolado, expresa los cambios atmosfricos del cielo que refleja y crea una
especie de parque natural el cual, en realidad, no es ms que parte de la cubierta del
tanatorio (y su autntica fachada, pues es la
nica faceta visible del mismo), bien es
verdad que lo suficientemente estudiada
como para que su presencia haga pasar
desapercibido el uso real de los espacios
que guarda en su seno (Fig. 1). De este modo, para acceder al interior es preciso iniciar
un descenso real y simblico (a travs de
una rampa) que, desde el bullicio de la vida
en superficie, conduce al visitante a un
entorno tranquilo y apacible donde el tiempo parece detenerse y las circunstancias
son, por tanto, ms adecuadas para dejarse
llevar por la meditacin y el recuerdo.
225
L. MUOZ
226
L. MUOZ
11
14
227
L. MUOZ
como madre, como lugar de partida y retorno, es lgica pues desde estos presupuestos, al igual que tambin lo son las
referencias asumibles en estas obras a pensamientos y vivencias de tiempos lejanos,
cuando las religiones de las que an se
alimenta el hombre todava no haban cuajado en el mundo. As se explica que los
arquitectos Axel Schultes y Charlotte Frank,
a la hora de concebir el Crematorio berlins
de Baumschulenweg (1992-2000), recurran a
tradiciones paganas y ancestrales, como el
mito de Orfeo, para dar forma a un edificio
que, desde el punto de vista que venimos
matizando, observa un carcter monumental por el trasunto que encierra. En efecto,
Schultes y Frank recurren a una tradicional
planta ortogonal, de forma rectangular, y a
slidos muros de hormign para materializar el espacio. Sin embargo son conscientes
de que un exceso de masividad podra provocar el rechazo de los usuarios a un edificio, per se, poco agraciado dada las funciones que alberga. De este modo, notan la
necesidad de incorporar sencillez y luminosidad a la obra (en relacin tambin a la
oposicin entre la claridad de la tierra y la
oscuridad del inframundo al que se acerca
Orfeo en su intento por rescatar a su esposa
Eurdice) y lo consiguen a travs de la
abundante presencia de soportes columnados en su interior (desmaterializndolo,
aligerndolo y, por ende, evocando la apariencia tradicional del templo clsico), as
como por la distribucin de aberturas circulares en la cubierta pozos de luz segn los
autores17- que iluminan hasta lo ms recndito de los espacios y los hacen etreos. El
contraste entre lo pesado y lo liviano, lo
rotundo y lo evanescente consigue dotar a
la obra de la seriedad y trascendencia consustanciales a su funcin pero tambin del
carcter suave y no agresivo que dicho
mismo uso exige (Fig. 7).
17
228
L. MUOZ
18
20
229
L. MUOZ
LasNecrpolisdeVillamurieldeCerrato
(1999) -obra de Gabriel Gallegos y Juan
Carlos Sanz- y Gerona, cuya ampliacin es
ejecutada por Joan Escrib y Maria Dolors
Nadal23, resultan, comparadas con las pre-
21
230
L. MUOZ
28
26
231
L. MUOZ
Fig. 1. Josep Val y Jordi Bada. TanatoriodeLen. 19972001. Len (Espaa). (Fotografa de la autora).
232
L. MUOZ
233
L. MUOZ
234