Branislava Susnik 1990 Guerra Tránsito Subsistencia
Branislava Susnik 1990 Guerra Tránsito Subsistencia
Branislava Susnik 1990 Guerra Tránsito Subsistencia
La presencia de los blancos fue difcil de guerrear, pero en muchos casos se recurri a las
retiradas o desbandadas, lo que indefectiblemente provocaba migraciones marginadoras
tribales que desataban conflictos intertnicos.
Luego la colonizacin y misionalizacin mvil provocaron una diferenciacin entre las
reas libres de tribus independientes y el de los pacificados y reeducados. (8)
Nueva valoracin de los cautivos porque estos eran bienes trocables en la sociedad
colonial.
[CITO TEXTUAL]
/53/ Las tribus chaqueas que pertenecen a la familia lingstica guaycur constituyen un
ejemplo del ethos guerrero agresivo y expansivo, una pauta cultural manifestada ya en su
antiguo complejo de cazadores-guerreros y luego -en la poca colonial al adoptar el
caballo y volverse ecuestres- una orientacin guerrera de violencia y destruccin. Los
mbayaes sureos del siglo XVI blasonaban con su invencibilidad; como nmadas
inmigrantes se apoderaban de los cazaderos y algarrobales de los protopobladores a
quienes exterminaban o marginaban; matar a enemigos significaba adquirir nuevo
espacio de recursos naturales. Los mbayes norteos obligaron -poco antes de la
conquista hispana- con sus propias incursones en las aldeas y los plantos de los
cultivadores chan-arawak a pactar un vasallaje logrando el control socioeconmico de
los mismos. La guerra intertribal no era motivada por una simple venganza por agravios
sino tambin por una agresividad pautada en busca de ventajas de nuevos recursos
subsistenciales; el rito inicitico preparaba a los adolescentes para tal fin. Segn un
antiguo mito mbay, el hroe cultural caracar primigenio era a la vez un ancestral
repartidor de los cazaderos; por no recibir un cazadero los mbayaes, el hroe les
entreg arco-flecha y lanza y les dio valor para guerrear-adquirir-asegurar la
subsistencia violentamente. Los antiguos guaycures ya organizaban expediciones
asaltantes, conceptuadas como caceras colectivas; a los guerreros solan acompaar las
mozas no casadas, encargadas de recolectar frutas y races durante el trayecto y traer
-cargar los despojos; la relacin / 54/ sexual era permitida, pero si ocurra la concepcin,
el aborto era obligatorio (cita a Lozano) ya que interfera un estado anmico anormal. A la
vuelta de la expedicin, los guerreros victoriosos traen scalps de los enemigos a sus
mujeres -la prueba de la valenta; las mujeres cuelgan el scalp en una estaca y entonan
cnticos de glorificacin de las hazaas de sus maridos, siempre presente una tcita lucha
entre los guerreros por el prestigio social. La danza del scalp constitua el ncleo del
festival de victoria; expuestos todos los scalps, los jvenes guerreros iniciaron la danza,
generalmente enmascarados para protegerse y no ser identificados por el alma vengativa
de la vctima; se usan las sonajeras de dientes de jaguar, smbolo de la agresividad
matadora; en ocasin de la danza, los participantes solan escarificarse para vigorizarse
fsica y anmicamente. (53-54)
El guerrero-cazador guaycur se jactaba de su prepotencia agresiva; el guerrero ecuestre
guaycur blasonaba de su superioridad dominadora frente a las tribus pedestres y frente a
la misma poblacin criolla en la poca colonial de donde su aprecio por los capitanes y
su desprecio por los simples soldados criollos; se acentuaba su etnocentrismo