Revista de Jurisprudencia y Doctrina
Revista de Jurisprudencia y Doctrina
Revista de Jurisprudencia y Doctrina
Constitucional
Revista de Jurisprudencia
y Doctrina
Ao I - N. 2 - agosto - diciembre, Lima, 2005
Publicacin semestral
Director:
Csar Landa
Secretario:
Jorge Len
Comit de
Redaccin:
Elena Alvites
Claudia Del Pozo
Pedro Grndez
Luis Huerta
Betzab Marciani
Mijail Mendoza
Victorhugo Montoya
Roger Rodrguez
Daniel Soria
Arel Valencia
Correspondencia a:
Calle Salaverry 187 Lima 18
[email protected]
Justicia Constitucional
Revista de Jurisprudencia y Doctrina
Ao I, N 2, Agosto - Diciembre, 2005
Copyright 2006
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Motivo de Revista:
Motivo mgico religioso Recuay. Combinacin de aves
con signos escalonados alusivos a la tierra.
Motivo de Cartula:
Inspirada en la lnea de Nazca El Colibr, por IVN ALEMN ROS
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Presentacin
PRESENTACIN ..........................................................................................
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DOCUMENTOS CONSTITUCIONALES
Cdigo Procesal Constitucional de la Provincia de Tucumn-Argentina
(Ley N. 6.944, de 08 de marzo de 1999) .................................................
Ley de la Jurisdiccin Constitucional de Costa Rica (Ley N. 7135 de
11 de octubre de 1989) .............................................................................
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ENTREVISTAS
Entrevista a Artur Maurcio, Presidente del Tribunal Constitucional
de Portugal ...............................................................................................
Entrevista a Nstor Pedro Sags ..........................................................
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REVISTA DE REVISTAS
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A. AMRICA
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Presentacin
En un Estado constitucional no existen ni pueden existir poderes constituidos ni rganos constitucionales exentos de control constitucional. Esta
exigencia, que se deriva del principio de supremaca constitucional, comporta la posibilidad, en principio, de que los actos de los poderes del Estado y de
la administracin puedan ser sometidas a control constitucional. En el caso
concreto del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), si bien es cierto que la
Constitucin le reconoce un mbito de autonoma e independencia como a
otros organismos autnomos, ello no quiere decir que dicho organismo sea
un ente autrquico y, por ende, exento de cualquier limitacin o control constitucional.
Es en este contexto en el que debe ser interpretado el artculo 142 de
la Constitucin, es decir, establece una excepcin limitada para el Poder
Judicial en su funcin ordinaria de control judicial de los actos administrativos, pero no para el TC, en la medida que la Constitucin reconoce a ste
como el rgano de control de la Constitucin (art. 201) y de la constitucionalidad (art. 1 de la Ley Orgnica del TC).
Presentacin
Dicha reforma legal supone el desconocimiento de principios constitucionales esenciales para todo Estado constitucional, cual es el de la fuerza
normativa de la Constitucin y el de la supremaca jurdica de la Constitucin,
segn lo establece el artculo 45 y 51 de nuestra Ley Fundamental. Por ello,
se debe decir que el artculo 5-8 del CPC cuestionado se funda, bsicamente, en el principio constitucional de supremaca de la Constitucin y en el de
control del poder de toda autoridad en base a la Constitucin y a la ley.
Presentacin
Presentacin
El segundo nmero de Justicia Constitucional, Revista de Jurisprudencia y Doctrina, est dedicado al estudio del proceso constitucional de amparo, tanto desde la perspectiva del anlisis de la jurisprudencia del TC as
como del punto de vista del Derecho constitucional comparado. Lo cual
responde, por un lado, a la novedosa regulacin que ha venido a introducir el CPC esencialmente a travs del artculo 5-2; de otro lado, al debate
acadmico que se ha generado en torno a este tema. En ese sentido, en la
seccin Jurisprudencia Temtica. Anlisis y Comentarios, se recogen dos
sentencias relevantes del TC Caso Anicama y Caso Bayln. A esta jurisprudencia acompaa el estudio de Carlos Hakansson Nieto (Profesor de
Derecho Constitucional en la Universidad de Piura) sobre el contenido
esencial de los derechos fundamentales en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional, del mismo modo, Luis Castillo Crdova (Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Piura) y Roger Rodrguez Santander (Asesor Jurisdiccional del Tribunal Constitucional) dedican sendos
estudios crticos al tema de la residualidad del proceso constitucional de
amparo.
En la seccin Doctrina Constitucional Comparada, Manuel Aragn Reyes (Magistrado del Tribunal Constitucional espaol y Catedrtico de Derecho Constitucional en la Universidad Autnoma de Madrid) analiza el tema
de las relaciones entre el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo en
Espaa. Pablo Prez Tremps (Magistrado del Tribunal Constitucional espaol y Catedrtico de Derecho Constitucional en la Universidad Carlos III de
Madrid) nos ofrece un estudio sobre el recurso de amparo en el ordenamiento espaol.
Presentacin
Asimismo, Joaqun Brage Camazano (Profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Complutense de Madrid) nos ofrece una visin panormica del recurso constitucional de amparo en algunos pases de Europa del
Este, tales como Eslovenia, Hungra, Polonia y Rusia. Jheison Torres vila
(Doctor en Derecho por la Universidad de Alicante y profesor de Derecho
Constitucional en la Universidad Santo Toms - Bogota) dedica un estudio,
desde la jurisprudencia de la Corte Constitucional colombiana y desde la teora
de los derechos sociales, del mnimo vital. Cierra esta seccin, Silvia Bagni
con una reflexin en torno a los modelos de justicia constitucional y defensa
de los derechos, realizando un ensayo preliminar para una nueva clasificacin
de los mismos.
Presentacin
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Presentacin
*
* *
No queremos finalizar esta Presentacin sin antes expresar, por un lado,
nuestro agradecimiento a los diversos autores que colaboran en este segundo nmero de Justicia Constitucional, Revista de Jurisprudencia y Doctrina;
y, de otro, nuestra esperanza de contribuir, a travs de la difusin de la jurisprudencia y de la doctrina constitucional, al fortalecimiento de nuestro
Estado democrtico a travs de la justicia constitucional.
Lima, diciembre de 2005.
Presentacin
CSAR LANDA
Director
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Jurisprudencia Temtica
Anlisis y comentarios
STC/Exp. N 1417-2005-AA/TC.
Sentencia Caso Anicama
STC/Exp. N 0206-2005-PA/TC.
Sentencia Caso Bayln
Comentarios
CARLOS HAKANSSON NIETO
El contenido de los derechos fundamentales como
un concepto abierto en la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional
ROGER RODRGUEZ SANTANDER
Amparo y Residualidad. Las interpretaciones
(Subjetiva y Objetiva) del artculo 5-2 del Cdigo
Procesal Constitucional
LUIS CASTILLO CRDOVA
El amparo residual en el Per. Una cuestin de ser
o no ser
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EXP. N. 1417-2005-AA/TC
MANUEL ANICAMA HERNNDEZ
LIMA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Manuel Anicama Hernndez, contra la sentencia de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
de fojas 148, su fecha 6 de octubre de 2004, que declar improcedente la demanda de
amparo de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 6 de mayo de 2003, el recurrente interpone demanda de amparo contra la
Oficina de Normalizacin Previsional (ONP), con el objeto que se declare la nulidad de
la Resolucin N. 0000041215-2002-ONP/DC/DL 19990, de fecha 2 de agosto de 2002,
por considerar que vulnera su derecho fundamental a la pensin, toda vez que resolvi denegar su solicitud de pensin de jubilacin adelantada.
Manifiesta que ces en sus actividades laborales el 25 de mayo de 1992 contando con
ms de 20 aos de aportaciones, luego de que la autoridad Administrativa de Trabajo
autoriz a su empresa empleadora a reducir personal; sin embargo, al calificar su solicitud de pensin de jubilacin, la entidad demandada consider que las aportaciones efectuadas durante los aos 1964 y 1965 haban perdido validez conforme al Reglamento de
la Ley N. 13640, por lo que, incluso si realizara la verificacin de las aportaciones efectuadas desde 1973 a 1992 no reunira los 20 aos de aportacin al Sistema Nacional de
Pensiones que se requieren como mnimo para obtener el derecho a la pensin de jubilacin por reduccin de personal. Agrega que el Tribunal Constitucional en reiterada jurisprudencia ha sealado que los perodos de aportacin no pierden validez, y que sumados
sus perodos de aportaciones, acredita los exigidos por la legislacin vigente, razn por
la que solicita el reconocimiento de su derecho a la pensin, as como los devengados e
intereses generados desde la vulneracin de su derecho fundamental.
Justicia Constitucional. Revista de Jurisprudencia y Doctrina
Ao I - N. 2 - agosto - diciembre, Lima, 2005
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En Lima, a los 8 das del mes julio de 2005, el Tribunal Constitucional, en sesin de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los seores Magistrados Alva Orlandini, Presidente; Bardelli Lartirigoyen, Vicepresidente; Gonzales Ojeda, Garca Toma, Vergara Gotelli
y Landa Arroyo, pronuncia la siguiente sentencia.
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La demandada deduce las excepciones de falta de agotamiento de la va administrativa y de caducidad, y solicita que se declare improcedente la demanada, por considerar que
la va del amparo no es la adecuada para dilucidar la pretensin del recurrente, siendo necesario acudir a la va judicial ordinaria donde existe una estacin probatoria.
El Dcimo Cuarto Juzgado Civil de Lima, con fecha 8 de enero de 2003, declar
fundada la demanda en el extremo en que se solicita la validez de las aportaciones efectuadas en los aos 1964 y 1965, ordenando su reconocimiento y la verificacin del periodo
de aportaciones de 1973 a 1992, respecto del cual no se ha emitido pronunciamiento administrativo.
La recurrida reform la apelada declarndola improcedente, por estimar que es necesario que la pretensin se ventile en la va judicial ordinaria, toda vez que el proceso de
amparo carece de estacin probatoria.
FUNDAMENTOS
1.
El inciso 2) del artculo 200 de la Constitucin, establece que el proceso de
amparo procede contra el acto u omisin, por parte de cualquier persona, que vulnera o
amenaza los derechos reconocidos por la Constitucin, distintos de aquellos protegidos
por el hbeas corpus (libertad individual y derechos conexos) y el hbeas data (acceso
a la informacin y autodeterminacin informativa). En tal sentido, es presupuesto para
la procedencia del proceso de amparo (y en general, de cualquier proceso constitucional) que el derecho que se alegue afectado sea uno reconocido directamente por la
Constitucin.
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A esta ltima categora pertenecen los derechos fundamentales econmicos, sociales y culturales (DESC) que, en tanto derechos subjetivos de los particulares y obligaciones mediatas del Estado, necesitan de un proceso de ejecucin de polticas sociales para
que el ciudadano pueda gozar de ellos o ejercitarlos de manera plena. Tal es el sentido de
la Undcima Disposicin Final y Transitoria (UDFT) de la Constitucin, al establecer que
[l]as disposiciones de la Constitucin que exijan nuevos y mayores gastos pblicos se
aplican progresivamente.
14. Si bien los DESC son derechos fundamentales, tienen la naturaleza propia de
un derecho pblico subjetivo, antes que la de un derecho de aplicacin directa. Lo cual no
significa que sean creacin del legislador. En tanto derechos fundamentales, son derechos de la persona reconocidos por el Estado y no otorgados por ste.
Sin embargo, su reconocimiento constitucional no es suficiente para dotarlos de
eficacia plena, pues su vinculacin jurdica slo queda configurada a partir de su regulacin legal, la que los convierte en judicialmente exigibles. Por ello, en la Constitucin
mantienen la condicin de una declaracin jurdica formal, mientras que la ley los convierte
en un mandato jurdico aprobatorio de un derecho social.
15. Lo expuesto significa que en determinadas circunstancias los DESC no pueden ser objeto de una pretensin susceptible de estimacin al interior del proceso de amparo
(vg. la exigencia judicial al Estado de un puesto de trabajo o una prestacin de vivienda).
Ello, sin embargo, no puede ser considerado como una regla absoluta.
En efecto, tal como se ha precisado en otro momento, el principio de progresividad
en el gasto a que hace alusin la UDFT de la Constitucin,
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STC.Exp. N. 1417-2005-AA/TC
toda poltica pblica nace de obligaciones objetivas concretas que tienen como
finalidad primordial el resguardo de derechos tomando como base el respeto a la
dignidad de la persona, y que en el caso de la ejecucin presupuestal para fines
sociales, esta no debe considerarse como un gasto sino como una inversin social.
Por esta razn, sostener que los derechos sociales se reducen a un vnculo de
responsabilidad poltica entre el constituyente y el legislador, no solo es una
ingenuidad en cuanto a la existencia de dicho vnculo, sino tambin una distorsin
evidente en cuanto al sentido y coherencia que debe mantener la Constitucin
(Morn Diaz, Fabio. La dignidad y la solidaridad como principios rectores del
diseo y aplicacin de la legislacin en materia de seguridad social. Anuario de
Derecho Constitucional. CIEDLA. Buenos Aires 2000. Pg. 668). (...).
En consecuencia, la exigencia judicial de un derecho social depender de factores
tales como la gravedad y razonabilidad del caso, su vinculacin o afectacin de
otros derechos y la disponibilidad presupuestal del Estado, siempre y cuando
puedan comprobarse acciones concretas de su parte para la ejecucin de polticas
sociales. (STC 2945-2003-AA, Fundamentos 18 y 33).
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19. As las cosas, en el Estado social y democrtico de derecho, la ratio fundamentalis no puede ser privativa de los denominados derechos de defensa, es decir, de aquellos
derechos cuya plena vigencia se encuentra, en principio, garantizada con una conducta
estatal abstencionista, sino que es compartida tambin por los derechos de prestacin que
reclaman del Estado una intervencin concreta, dinmica y eficiente, a efectos de asegurar
las condiciones mnimas para una vida acorde con el principio derecho de dignidad humana.
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De esta forma cabe distinguir entre las disposiciones de derecho fundamental, las
normas de derecho fundamental y las posiciones de derecho fundamental.
24. Las disposiciones de derecho fundamental son los enunciados lingsticos de la
Constitucin que reconocen los derechos fundamentales de la persona. Las normas de
derecho fundamental son los sentidos interpretativos atribuibles a esas disposiciones. Mientras que las posiciones de derecho fundamental, son las exigencias concretas que al amparo
de un determinado sentido interpretativo vlidamente atribuible a una disposicin de derecho fundamental, se buscan hacer valer frente a una determinada persona o entidad.
25. Tal como refiere el mismo Bernal Pulido,
Las posiciones de derecho fundamental son relaciones jurdicas que (...) presentan
una estructura tridica, compuesta por un sujeto activo, un sujeto pasivo y un
objeto. El objeto de las posiciones de derecho fundamental es siempre una conducta
de accin o de omisin, prescrita por una norma que el sujeto pasivo debe desarrollar
en favor del sujeto activo, y sobre cuya ejecucin el sujeto activo tiene un derecho,
susceptible de ser ejercido sobre el sujeto pasivo. (Op. cit. pg. 80. Un criterio
similar, Cfr. Alexy, Robert. La institucionalizacin de los derechos humanos en el
Estado Constitucional Democrtico, D&L, Nro. 8, 2000, pg. 12 y ss.).
Por ello, cabe afirmar que las posiciones de derecho fundamental, son los derechos fundamentales en sentido estricto, pues son los concretos atributos que la persona humana ostenta al amparo de las normas (sentidos interpretativos) vlidas deri-
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fundamental, no son susceptibles de ser estimadas en el proceso de amparo constitucional, pues ello implicara pretender otorgar proteccin mediante los procesos constitucionales a derechos que carecen de un sustento constitucional directo, lo que conllevara su
desnaturalizacin.
Y si bien la distincin concreta entre aquello regulado por la ley que forma parte de
la delimitacin del contenido directamente protegido por un derecho fundamental y aquello que carece de relevancia constitucional directa no es una tarea sencilla, los criterios de
interpretacin que sirvan a tal cometido debern encontrarse inspirados, en ltima instancia, en el principio-derecho de dignidad humana, pues, como ha sealado Ingo Von Mnch,
si bien resulta sumamente difcil determinar de modo satisfactorio qu es la dignidad
humana,
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35. As las cosas, cuando el inciso 20) del artculo 37 del CPConst. establece que
el amparo procede en defensa del derecho a la pensin, ello no supone que todos los
derechos subjetivos que se deduzcan de las disposiciones contenidas en el rgimen legal
relacionado al sistema previsional pblico o privado, habilitan un pronunciamiento sobre
el fondo en un proceso de amparo, pues un razonamiento en ese sentido apuntara a una
virtual identidad entre derecho legal y derecho constitucional de configuracin legal, lo que
a todas luces resulta inaceptable.
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c)
Por otra parte, dado que, como qued dicho, el derecho fundamental a la pensin tiene una estrecha relacin con el derecho a una vida acorde con el principio-derecho de dignidad, es decir, con la trascendencia vital propia de una dimensin sustancial
de la vida, antes que una dimensin meramente existencial o formal, forman parte de su
contenido esencial aquellas pretensiones mediante las cuales se busque preservar el
derecho concreto a un mnimo vital, es decir,
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En tal sentido, en los supuestos en los que se pretenda ventilar en sede constitucional pretensiones relacionadas no con el reconocimiento de la pensin que debe conceder
el sistema previsional pblico o privado, sino con su especfico monto, ello slo ser
procedente cuando se encuentre comprometido el derecho al mnimo vital.
Por ello, tomando como referente objetivo que el monto ms alto de lo que en nuestro ordenamiento previsional es denominado pensin mnima, asciende a S/. 415,00
(Disposicin Transitoria de la Ley N. 27617 e inciso 1 de la Cuarta Disposicin Transitoria de la Ley N. 28449), el Tribunal Constitucional considera que, prima facie, cualquier
persona que sea titular de una prestacin que sea igual o superior a dicho monto, deber
acudir a la va judicial ordinaria a efectos de dilucidar en dicha sede los cuestionamientos
existentes en relacin a la suma especfica de la prestacin que le corresponde, a menos
que, a pesar de percibir una pensin o renta superior, por las objetivas circunstancias del
caso, resulte urgente su verificacin a efectos de evitar consecuencias irreparables (vg. los
supuestos acreditados de graves estados de salud).
d) Asimismo, an cuando, prima facie, las pensiones de viudez, orfandad y ascendientes, no forman parte del contenido esencial del derecho fundamental a la pensin, en
la medida de que el acceso a las prestaciones pensionarias s lo es, son susceptibles de
proteccin a travs del amparo los supuestos en los que se deniegue el otorgamiento de
una pensin de sobrevivencia, a pesar de cumplir con los requisitos legales para obtenerla.
e)
En tanto el valor de igualdad material informa directamente el derecho fundamental a la pensin, las afectaciones al derecho a la igualdad como consecuencia del distinto tratamiento (en la ley o en la aplicacin de la ley) que dicho sistema dispense a personas que se encuentran en situacin idntica o sustancialmente anloga, sern susceptibles de ser protegidos mediante el proceso de amparo, siempre que el trmino de comparacin propuesto resulte vlido.
En efecto, en tanto derecho fundamental relacional, el derecho a la igualdad se encontrar afectado ante la ausencia de bases razonables, proporcionales y objetivas que
justifiquen el referido tratamiento dismil en el libre acceso a prestaciones pensionarias.
f)
Adicionalmente, es preciso tener en cuenta que para que quepa un pronunciamiento de mrito en los procesos de amparo, la titularidad del derecho subjetivo concreto
de que se trate debe encontrarse suficientemente acreditada. Y es que como se ha precisado, en el proceso de amparo
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casos de caducidad de las aportaciones declaradas por resoluciones consentidas o ejecutoriadas con fecha anterior al 1 de mayo de 1973. En ese sentido, la Ley N. 28407, vigente desde el 3 de diciembre de 2004, recogi este criterio y declar expedito el derecho de
cualquier aportante para solicitar la revisin de cualquier resolucin que se hubiera expedido contraviniendo lo dispuesto en los artculos 56 y 57 del decreto supremo referido,
Reglamento del Decreto Ley N. 19990.
b) En cuanto a las aportaciones de los asegurados obligatorios, los artculos 11 y
70 del Decreto Ley N. 19990 establecen, respectivamente, que Los empleadores (...)
estn obligados a retener las aportaciones de los trabajadores asegurados obligatorios (...),
y que Para los asegurados obligatorios son perodos de aportacin los meses, semanas
o das en que presten, o hayan prestado servicios que generen la obligacin de abonar las
aportaciones a que se refieren los artculos 7 al 13, an cuando el empleador (...) no
hubiese efectuado el pago de las aportaciones. Ms an, el artculo 13 de esta norma
dispone que la emplazada se encuentra obligada a iniciar el procedimiento coactivo si el
empleador no cumple con efectuar el abono de las aportaciones indicadas. A mayor abundamiento, el inciso d), artculo 7. de la Resolucin Suprema N. 306-2001-EF, Reglamento
de Organizacin y Funciones de la Oficina de Normalizacin Previsional (ONP), dispone que la emplazada debe Efectuar la verificacin, liquidacin y fiscalizacin de derechos
pensionarios que sean necesarias para garantizar su otorgamiento con arreglo a Ley.
42. En ese sentido, para acreditar la titularidad de derecho a la pensin y el cumplimiento de los requisitos legales que configuran el derecho, el demandante ha acompaado una serie de documentos, respecto de los cuales este Tribunal determina los siguiente:
42.1. Edad
1) Copia de su Documento Nacional de Identidad, con el cual se constata que naci
el 16 de junio de 1945, y que, por tanto, cumpli la edad requerida para la pensin reclamada el 16 de junio de 2000.
42.2. Aos de aportaciones
1) Copia de la Resolucin N. 0000041215-2002-ONP/DC/DL 19990 (Expediente N. 01300311802) y del Cuadro de Resumen de Aportaciones, de donde se evidencia que en aplicacin del artculo 95 del Decreto Supremo N. 013-61-TR, Reglamento
de la Ley N. 13640, la ONP desconoci la validez de las aportaciones realizadas durante
1 ao y 1 mes en los aos 1964 y 1965, y decidi no continuar su labor inspectiva porque
presumi que el demandante no acreditara el mnimo de aos de aportaciones requeridos.
2) Copia de dos Certificados de Trabajo expedidos por Motor Per S.A. en el ao
1992, en papel membretado y en formato del IPSS, y adicionalmente, otro Certificado de
Trabajo otorgado en el ao 1994 por Motor Per S.A. en liquidacin, en todos los cuales
se certifica que el demandante trabaj en la empresa desde el 5 de marzo de 1973 hasta el
25 de mayo de 1992, es decir, por un periodo de 19 aos, 2 meses y 20 das.
42.3 Autorizacin de la Autoridad de Trabajo y afectacin por reduccin de personal
1) Copia de la Resolucin Sub-Directoral N. 018-92-1SD-NEC y la Resolucin
Directoral N. 046-92-DR-LIM, del 21 de febrero y 24 de marzo de 1992, respectivamente,
en las que consta la autorizacin de la Autoridad de Trabajo para que Motor Per S.A. reduzca personal al haber acreditado causal econmica conforme a lo sealado en la Ley N. 24514.
2) Copia del Acta de Extraproceso de fecha 3 de julio de 1992, suscrita ante el Director Regional de Trabajo de Lima, por los representantes de Motor Per S.A. y el Sindicato de Trabajadores de la empresa, en la cual se transcribe la relacin del personal
afectado por la reduccin de personal, entre los que se encuentra el demandante. Asimismo, el cronograma de pago de los beneficios sociales que se entregar conjuntamente con
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7. Precedente vinculante
44. Es evidente que con relacin al derecho fundamental a la pensin reconocido
en el artculo 11 de la Constitucin, en la jurisprudencia de este Tribunal ha existido un
criterio de procedibilidad ms flexible que aquel desarrollado en el Fundamento 37 supra.
Ello, en su momento, se encontraba plenamente justificado en aras de proyectar desde la
jurisprudencia de este Colegiado las pautas de interpretacin que permitan convertir al
sistema de seguridad social, y, concretamente, al derecho fundamental a la pensin, en uno
plenamente identificado con los principios constitucionales que lo informan (dignidad,
igualdad y solidaridad).
45. Las materias que son competencia de la jurisdiccin constitucional no se
desarrollan sobre un espectro rgido e inmutable. Por el contrario, la incuestionable ligazn existente entre realidad social y Constitucin en los Estados sociales y democrticos
de derecho, imponen un margen de razonable flexibilidad al momento de decidir las causas que merecen un pronunciamiento por parte de la jurisdiccin constitucional, sobre todo
en aquellas latitudes en las que sta tiene reciente data. Slo as es posible sentar por va
de la jurisprudencia las bases mnimas para una verdadera identidad constitucional en cada
uno de los mbitos del derecho, y slo as es posible que este Tribunal mantenga inclumes sus funciones de valoracin, ordenacin y pacificacin.
46. El Tribunal Constitucional considera que dicho cometido ha sido cubierto con
la abundante jurisprudencia emitida en materia pensionaria, motivo por el cual considera
pertinente, a partir de la presente sentencia, restringir los criterios de procedibibilidad en
dicha materia sobre la base de pautas bastante ms identificadas con la naturaleza de urgencia del proceso de amparo.
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47. En tal sentido, este Tribunal advierte que los criterios jurdicos contenidos en
el Fundamento 37 supra para determinar la procedencia de demandas de amparo en materia pensionaria, a partir de la determinacin del contenido esencial del derecho fundamental a la pensin, reconocido en el artculo 11 de la Constitucin, constituyen precedente vinculante, de conformidad con lo dispuesto en el artculo VII del Ttulo Preliminar
del CPConst.
48. Por lo dems, dicho cambio de precedente se encuentra amparado por el principio de autonoma procesal que informa a las funciones de valoracin, ordenacin y
pacificacin de este Tribunal, conforme al cual, dentro del marco normativo de las reglas
procesales que le resultan aplicables, ste goza de un margen razonable de flexibilidad en
su aplicacin, de manera que toda formalidad resulta finalmente supeditada a la finalidad
de los procesos constitucionales: la efectividad del principio de supremaca de la Constitucin y la vigencia de los derechos fundamentales (artculo II del Ttulo Preliminar del
CPConst.).
El artculo III del Ttulo preliminar del CPConst. establece la obligacin del juez
constitucional de adecuar la exigencia de las formalidades previstas en ste Cdigo al logro
de los fines de los procesos constitucionales, por lo que goza de cierto grado de autonoma para establecer determinadas reglas procesales o interpretar las ya estipuladas, cuando se trate de efectivizar los fines de los procesos constitucionales.
En efecto, mediante su autonoma procesal el Tribunal Constitucional puede establecer reglas que tengan una pretensin de generalidad y que puedan aplicarse posteriormente a casos similares, siempre que estas reglas tengan como finalidad perfeccionar el
proceso constitucional, y se encuentren limitadas por el principio de separacin de poderes, la ya mencionada vigencia efectiva de los derechos fundamentales y los principios de
razonabilidad y proporcionalidad.
49. El precedente sentado es de vinculacin inmediata, motivo por el cual a partir
del da siguiente de la publicacin de la presente sentencia en el diario oficial El Peruano,
toda demanda de amparo que sea presentada o que se encuentre en trmite y cuya pretensin no verse sobre el contenido constitucional directamente protegido por el derecho fundamental a la pensin (Fundamento 37 supra), debe ser declarada improcedente.
8.
STC.Exp. N. 1417-2005-AA/TC
rios a los derechos subjetivos que a pesar de encontrarse relacionados con materia
previsional, sin embargo, no derivan directamente del contenido constitucionalmente
protegido por el derecho fundamental a la pensin. As lo estipula el artculo 1 de la
Ley N. 27584.
La accin contencioso administrativa prevista en el Artculo 148 de la Constitucin
Poltica tiene por finalidad el control jurdico por el Poder Judicial de las actuaciones
de la administracin pblica sujetas al derecho administrativo y la efectiva tutela
de los derechos e intereses de los administrados. (...)
52. Por ende, en los supuestos en los que se pretenda la estimacin en juicio de
pretensiones que no se encuentren relacionadas con el contenido directamente protegido
por el derecho fundamental a la pensin, los justiciables debern acudir el proceso contencioso administrativo a efectos de dilucidar el asunto controvertido.
En tal perspectiva, el artculo 3 de la Ley N. 27584 establece, de conformidad con
el principio de exlusividad, lo siguiente:
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55. Por otra parte, en aplicacin del principio pro actione que impone al Juez interpretar los requisitos de admisibilidad de las demandas en el sentido que ms favorezca
el derecho de acceso a la jurisdiccin, en los supuestos en los que en el expediente de amparo
obre escrito en el que la Administracin contradiga la pretensin del recurrente, el Juez del
contencioso administrativo, no podr exigir el agotamiento de la va administrativa.
En efecto, dado que la finalidad de la interposicin de los recursos administrativos
de impugnacin consiste en darle la oportunidad a la propia Administracin de revisar su
actuacin o reevaluarla y, en su caso, disponer el cese de la vulneracin del derecho, sera
manifiestamente contrario al principio de razonabilidad y al derecho fundamental de acceso a la jurisdiccin, exigir el agotamiento de la va administrativa en los casos en los que
resulta evidente que la propia Administracin se ha ratificado en la supuesta validez del acto
considerado ilegal.
56. Por el contrario, los expedientes de amparo en los que no sea posible verificar si la Administracin se ha o no ratificado en torno a la supuesta validez del acto considerado atentatorio de los derechos previsionales que no configuran el contenido directamente protegido por el derecho fundamental a la pensin, no sern remitidos al Juez
del contencioso administrativo, pues dado que en estos supuestos es plenamente exigible el agotamiento de la va administrativa prevista en el artculo 18 de la Ley N. 27584,
los recurrentes debern agotarla para encontrarse habilitados a presentar la demanda
contencioso administrativa.
57. En todo caso, es deber del Juez del contencioso administrativo, aplicar el principio de favorecimiento del proceso, previsto en el inciso 3) del artculo 2 de la Ley N.
27584, conforme al cual: Principio de favorecimiento del proceso.- El Juez no podr
rechazar liminarmente la demanda en aquellos casos en los que por falta de precisin del
marco legal exista incertidumbre respecto del agotamiento de la va previa.
Asimismo, en caso de que el Juez tenga cualquier otra duda razonable sobre la procedencia o no de la demanda, deber preferir darle trmite a la misma.
58. Por otra parte, dado que en los asuntos previsionales, es la Administracin
o, en su caso, la entidad en la que prest servicios el ex trabajador, las que se encuentran en mayor capacidad de proveer al Juez de los medios probatorios que coadyuven
a formar conviccin en relacin con el asunto controvertido, el hecho de que el recurrente no haya presentado los medios probatorios suficientes que permitan acreditar
su pretensin, en principio, no puede considerarse como motivo suficiente para desestimar la demanda. En tales circunstancias, es obligacin del Juez recabar de oficio
los medios probatorios que juzque pertinentes; mxime si el artculo 22 de la Ley N.
27584, establece que:
Al admitir a trmite la demanda el Juez ordenar a la entidad administrativa que
remita el expediente relacionado con la actuacin impugnable. Si la entidad no
cumple con remitir el expediente administrativo el rgano jurisdiccional podr
prescindir del mismo o en su caso reiterar el pedido bajo apercibimiento de
poner el hecho en conocimiento del Ministerio Pblico para el inicio del proceso
penal correspondiente (...). El incumplimiento de lo ordenado a la entidad
administrativa no suspende la tramitacin del proceso, debiendo el juez en este
caso aplicar al momento de resolver lo dispuesto en el Artculo 282 del Cdigo
Procesal Civil.
Dicho artculo del Cdigo Procesal Civil, establece:
STC.Exp. N. 1417-2005-AA/TC
10. Vulneracin continuada y ausencia de plazos de prescripcin en asuntos que versen sobre materia pensionaria
59. Todos los poderes pblicos, incluida la Administracin Pblica, debern tener
presente, tal como lo ha precisado este Colegiado de manera uniforme y constante en
criterio que mutatis mutandis es aplicable a cualquier proceso judicial o procedimiento
administrativo que prevea plazos de prescripcin o caducidad que las afectaciones en
materia pensionaria tienen la calidad de una vulneracin continuada, pues tienen lugar mes
a mes, motivo por el cual no existe posibilidad de rechazar reclamos, recursos o demandas que versen sobre materia previsional, argumentando el vencimiento de plazos prescriptorios o de caducidad.
En tal sentido, en los casos de demandas contencioso administrativas que versen
sobre materia pensionaria, el Juez se encuentra en la obligacin de considerar el inicio del
cmputo de los plazos de caducidad previstos en el artculo 17 de la Ley N. 27584, a partir
del mes inmediatamente anterior a aquel en que es presentada la demanda, lo que equivale
a decir, que, en ningn caso, podr declararse la improcedencia de tales demandas por el
supuesto cumplimiento del plazo de caducidad.
11. Jurisprudencia vinculante y exhortacin
60. Es preciso enfatizar que los criterios uniformes y reiterados contenidos en las sentencias expedidas por el Tribunal Constitucional en materia pensionaria, mantienen sus efectos
vinculantes. En consecuencia, a pesar de que determinadas pretensiones sobre la materia no
puedan en el futuro ser ventiladas en sede constitucional, la judicatura ordinaria se encuentra vinculada por las sentencias en materia pensionaria expedidas por este Colegiado.
61. Finalmente, el Tribunal Constitucional exhorta al Poder Judicial a aumentar
el nmero de Juzgados Especializados en lo Contencioso Administrativo en el Distrito Judicial de Lima y a crearlos en el resto de Distritos Judiciales de la Repblica, a efectos de atender con diligencia y celeridad las pretensiones que correspondan ser dilucidadas por la jurisdiccin ordinaria, como consecuencia de la expedicin de la presente sentencia.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional con la autoridad que le confiere la Constitucin y su Ley Orgnica,
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda.
2. Declarar la NULIDAD de la Resolucin N. 0000041215-2002-ONP/DC/
DL 19990.
Jurisprudencia Temtica
Cuando los medios probatorios ofrecidos por las partes sean insuficientes
para formar conviccin, el Juez en decisin motivada e inimpugnable, puede
ordenar la actuacin de los medios probatorios adicionales que considere
convenientes.
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Jurisprudencia Temtica
36
Publquese y notifquese.
SS.
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GONZALES OJEDA
GARCA TOMA
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
STC.Exp. N. 0206-2005-PA/TC
ANTECEDENTES
Con fecha 21 de abril de 2004, el recurrente interpone demanda de amparo contra la
E.P.S. EMAPA HUACHO S.A. y don Vctor Manuel Hacen Bernaola, en su calidad de
Gerente General de la citada empresa, solicitando que se declaren inaplicables la carta
notarial de imputacin de cargos de fecha 3 de marzo de 2004 y la carta notarial de despido de fecha 17 de marzo de 2004; y que, por consiguiente, se lo reponga en el puesto de
asistente de control patrimonial, con el pago de sus remuneraciones dejadas de percibir.
Asimismo, solicita que los demandados le paguen una indemnizacin de daos y perjuicios equivalente a 10,000.00 nuevos soles y que se disponga la apertura de instruccin al
Gerente General por ser responsable de la agresin sufrida.
Manifiesta haber sido despedido debido a que, con posterioridad a la poca en que
ocup el cargo de Jefe del Equipo de Facturacin, se detectaron una serie de irregularidades con motivo del Examen especial sobre presuntas irregularidades efectuadas en la
manipulacin del sistema SICI llevado a cabo por el rgano de control de la empresa. Al
respecto, refiere que no se hizo una adecuada calificacin de la causa justa de despido y
que no se observ el principio de inmediatez, contemplado en el artculo 31. del Decreto
Supremo N. 003-97-TR, TUO de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, toda
vez que el despido se produjo mucho tiempo despus de la fecha en que ocurrieron los
hechos por los cuales fue despedido. Agrega que tales actos vulneran sus derechos
constitucionales su derecho constitucional al trabajo, a la adecuada proteccin contra el
despido arbitrario y al debido proceso.
Jurisprudencia Temtica
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Csar Antonio Bayln Flores contra la sentencia de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de
fojas 461, su fecha 9 de diciembre de 2005, que declar infundada la accin de amparo de autos.
37
Jurisprudencia Temtica
38
FUNDAMENTOS
1.
En el caso sobre la Ley Marco del Empleo Pblico, Exp. N. 0008-2005-PI/
TC, (Fundamentos 17 a 42), este Tribunal precis una serie de criterios jurisprudenciales
relativos a los principios laborales constitucionales, tales como indubio pro operario, la
igualdad de oportunidades, la no discriminacin en materia laboral y la irrenunciabilidad
de derechos. Igualmente, en el citado caso, se hizo referencia a los derechos colectivos de
los trabajadores que reconoce la Constitucin, entre los que destacan de libertad sindical,
de sindicacin, de negociacin colectiva y de huelga. Al respecto, se sostuvo que tales
disposiciones, con las particularidades y excepciones que ella misma prev, se aplican tanto
al rgimen laboral privado como al pblico. El Tribunal Constitucional se ratifica en tales
criterios y reitera su carcter vinculante para la resolucin de los casos en materia laboral
que se resuelvan en sede constitucional u ordinaria.
2.
En esta oportunidad y complementando la jurisprudencia constitucional en
materia laboral individual, emitida en los casos derivados del rgimen laboral privado (en
particular los casos Sindicato Unitario de Trabajadores de Telefnica del Per S.A. y Fetratel,
Exp. N. 1124-2001-AA/TC, y Eusebio Llanos Huasco, Exp. N. 976-2001-AA/TC), as
como en los casos vinculados al rgimen laboral pblico, se formularn determinados
criterios jurisprudenciales para la aplicacin del artculo 5.2 del Cdigo Procesal Constitucional, referidos a las vas igualmente satisfactorias para la proteccin del derecho constitucional al trabajo y derechos conexos, que, conforme al artculo VII del Ttulo Preliminar del Cdigo Procesal Constitucional, constituirn precedentes vinculantes.
Va procedimental igualmente satisfactoria para la proteccin del derecho al trabajo y derechos conexos en el rgimen laboral privado
3.
La vigencia del Cdigo Procesal Constitucional supone un cambio en el rgimen legal del proceso de amparo ya que establece, entre otras cosas, la subsidiariedad para
la procedencia de las demandas de amparo. Con ello se cambia el anterior rgimen procesal del amparo que estableca un sistema alternativo. En efecto, conforme al artculo 5.,
inciso 2 del Cdigo Procesal Constitucional, no proceden las demandas constitucionales cuando existan vas procedimentales especficas, igualmente satisfactorias,
para la proteccin del derecho constitucional amenazado o vulnerado.
4.
Al respecto, este Colegiado precis que (...) tanto lo que estableci en su
momento la Ley N. 23506 y lo que prescribe hoy el Cdigo Procesal Constitucional,
respecto al Amparo Alternativo y al Amparo Residual, ha sido concebido para atender requerimientos de urgencia que tienen que ver con la afectacin de derechos directamente
comprendidos dentro de la calificacin de fundamentales por la Constitucin Poltica del
Estado. Por ello, si hay una va efectiva para el tratamiento de la temtica propuesta por el
demandante, esta no es la excepcional del Amparo que, como se dijo, constituye un mecanismo extraordinario. (Exp. N. 4196-2004-AA/TC, Fundamento 6).
5.
En efecto, en la jurisdiccin constitucional comparada es pacfico asumir que
el primer nivel de proteccin de los derechos fundamentales le corresponde a los jueces
del Poder Judicial a travs de los procesos judiciales ordinarios. Conforme al artculo 138.
de la Constitucin, los jueces administran justicia con arreglo a la Constitucin y las leyes, puesto que ellos tambin garantizan una adecuada proteccin de los derechos y libertades reconocidos por la Constitucin. Sostener lo contrario significara firmar que solo
el amparo es el nico medio para salvaguardar los derechos constitucionales, a pesar de
que a travs de otros procesos judiciales tambin es posible obtener el mismo resultado.
De igual modo, debe tenerse presente que todos los jueces se encuentran vinculados por
la Constitucin y los tratados internacionales de derechos humanos; ms an, la Constitucin los habilita a efectuar el control difuso conforme a su artculo 138.
6.
Consecuentemente, solo en los casos en que tales vas ordinarias no sean
idneas, satisfactorias o eficaces para la cautela del derecho, o por la necesidad de proteccin urgente, o en situaciones especiales que han de ser analizadas, caso por caso, por los
jueces, ser posible acudir a la va extraordinaria del amparo, correspondiendo al demandante la carga de la prueba para demostrar que el proceso de amparo es la va idnea y eficaz
para restablecer el ejercicio de su derecho constitucional vulnerado, y no el proceso judicial ordinario de que se trate.
7.
El Tribunal Constitucional estima que esta nueva situacin modifica sustancialmente su competencia para conocer de controversias derivadas de materia laboral individual, sean privadas o pblicas. Sin embargo, los criterios jurisprudenciales establecidos
en el caso Eusebio Llanos Huasco, Exp. N. 976-2004-AA/TC, para los casos de despidos incausados (en los cuales no exista imputacin de causa alguna), fraudulentos y nulos, se mantendrn en esencia. En efecto, si tal como hemos sealado, el contenido del
derecho constitucional a una proteccin adecuada contra el despido arbitrario supone la
indemnizacin o la reposicin segn corresponda, a eleccin del trabajador, entonces, en
caso de que en la va judicial ordinaria no sea posible obtener la reposicin o la restitucin
del derecho vulnerado, el amparo ser la va idnea para obtener la proteccin adecuada
de los trabajadores del rgimen laboral privado, incluida la reposicin cuando el despido
se funde en los supuestos mencionados.
8.
Respecto al despido sin imputacin de causa, la jurisprudencia es abundante y
debe hacerse remisin a ella para delimitar los supuestos en los que el amparo se configura como va idnea para reponer el derecho vulnerado. En cuanto al despido fraudulento, esto es, cuando se imputa al trabajador hechos notoriamente inexistentes, falsos o
imaginarios, o se le atribuye una falta no prevista legalmente, slo ser procedente la va
del amparo cuando el demandante acredite fehaciente e indubitablemente que existi frau-
Jurisprudencia Temtica
STC.Exp. N. 0206-2005-PA/TC
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Jurisprudencia Temtica
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de, pues en caso contrario, es decir, cuando haya controversia o duda sobre los hechos,
corresponder a la va ordinaria laboral determinar la veracidad o falsedad de ellos.
9.
Con relacin al despido nulo, si bien la legislacin laboral privada regula la
reposicin y la indemnizacin para los casos de despido nulo conforme a los artculos 29.
y 34. del Decreto Supremo N. 003-97-TR, TUO del Decreto Legislativo N. 728, Ley de
Productividad y Competitividad Laboral, el Tribunal Constitucional ratifica los criterios
vertidos en el caso Eusebio Llanos Huasco, en el punto referido a su competencia para
conocer los casos de urgencia relacionados con la violacin de los derechos constitucionales que originan un despido nulo, dadas las particularidades que reviste la proteccin de
los derechos involucrados.
10. En efecto, la libertad sindical y el derecho de sindicacin reconocidos por el artculo 28., inciso 1 de la Constitucin (Exp. N. 0008-2005-PI/TC, fundamentos 26, 27 y 28),
e interpretados conforme a la Cuarta Disposicin Final y Transitoria de la Constitucin y al
artculo V del Ttulo Preliminar del Cdigo Procesal Constitucional, imponen la obligacin
estatal de adoptar las medidas necesarias y apropiadas para garantizar a los trabajadores y
empleadores el libre ejercicio del derecho de sindicacin e impedir todo acto de discriminacin
tendiente a menoscabar la libertad sindical, tales como condicionar el empleo de un trabajador
a que no se afilie o a que deje de ser miembro de un sindicato; o despedir a un trabajador o
perjudicarlo en cualquier forma a causa de su afiliacin sindical o a su participacin en actividades sindicales fuera de las horas de trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas de trabajo (artculo 11. del Convenio N. 87 de la OIT, sobre libertad sindical y
proteccin del derecho de sindicacin, artculo 1. del Convenio N. 98 de la OIT, relativo a la
aplicacin de los principios del derecho de sindicacin y de negociacin colectiva).
11. En la misma lnea argumentativa, en el citado Exp. N. 0008-2005-PI/TC, se dej
establecido que la libertad sindical no slo tiene una dimensin individual, relativa a la constitucin de un sindicato y a su afiliacin, sino tambin una dimensin plural o colectiva que
se manifiesta en la autonoma sindical y en su personera jurdica (Fundamento 26). Esta
dimensin de la libertad sindical se justifica por cuanto el artculo 3.1. del Convenio N. 87
de la OIT, anteriormente citado, precisa que las organizaciones de trabajadores tienen el
derecho de elegir libremente a sus representantes, de organizar su administracin y sus
actividades y formular su programa de accin, en tanto que el artculo 1.2. del Convenio N.
98 de la OIT, como ya se dijo, establece la proteccin a los trabajadores sindicalizados contra todo acto que tenga por objeto despedirlo o perjudicarlo de cualquier otra forma a causa
de su afiliacin sindical o por su participacin en actividades sindicales.
12. Por tanto, debemos considerar que la libertad sindical, en su dimensin plural
o colectiva, tambin protege la autonoma sindical, esto es, que los sindicatos funcionen
libremente sin injerencias o actos externos que los afecten. Protege, asimismo, las actividades sindicales que desarrollan los sindicatos y sus afiliados, as como a los dirigentes
sindicales, para garantizar el desempeo de sus funciones y que cumplan con el mandato
para el que fueron elegidos. Sin esta proteccin no sera posible el ejercicio de una serie
de derechos y libertades, tales como el derecho de reunin sindical, el derecho a la proteccin de los representantes sindicales para su actuacin sindical, la defensa de los intereses de los trabajadores sindicalizados y la representacin de sus afiliados en procedimientos
administrativos y judiciales. Del mismo modo, no sera posible un adecuado ejercicio de
la negociacin colectiva y del derecho de huelga.
13. Es por ello que, a criterio del Tribunal Constitucional, la dimensin plural o
colectiva de la libertad sindical garantiza no slo la proteccin colectiva de los trabajadores sindicalizados (como fue reconocido por este Colegiado en el Exp. N. 1124-2001-AA/
TC, Fundamento 11), sino que tambin reconoce una proteccin especial para los dirigentes sindicales, toda vez que estos ltimos, libremente elegidos, detentan la representacin
de los trabajadores sindicalizados a fin de defender sus intereses. Consecuentemente, todo
acto lesivo, no justificado e irrazonable, que afecte a los trabajadores sindicalizados y a sus
dirigentes y que haga impracticable el funcionamiento del sindicato, deber ser reparado.
14. Este Tribunal Constitucional, en opinin coincidente con el Tribunal Constitucional
Espaol, estima que las garantas descritas se justifican por cuanto los sindicatos son formaciones con relevancia social que integran la sociedad democrtica (STC 292/1993, fundamento 5, del 9 de noviembre de 1993), adase, para la proteccin y promocin de sus
intereses (artculo 8.1.a. del Protocolo Adicional a la Convencin Americana sobre Derechos
Humanos en materia de Derechos Econmicos, Sociales o Culturales o Protocolo de San
Salvador). Consiguientemente, los despidos originados en la lesin a la libertad sindical y
al derecho de sindicacin siempre tendrn la tutela urgente del proceso de amparo, aun cuando
las vas ordinarias tambin puedan reparar tales derechos.
15. Del mismo modo, los despidos originados en la discriminacin por razn de
sexo raza, religin, opinin, idioma o de cualquier otra ndole, tendrn proteccin a travs del amparo, as como los despidos producidos con motivo del embarazo, toda vez
que, conforme al artculo 23 de la Constitucin, el Estado protege especialmente a la
madre. Deber que se traduce en las obligaciones estatales de adoptar todas las medidas
apropiadas para eliminar la discriminacin contra la mujer en la esfera del empleo, prohibiendo, en especial, bajo pena de sanciones, el despido por motivo de embarazo o
licencia de maternidad, as como la discriminacin sobre la base del estado civil y prestar proteccin especial a la mujer durante el embarazo (artculo 11 numerales 1 y 2 literales a y d de la Convencin sobre la eliminacin de todas las formas de discriminacin
contra la mujer de Naciones Unidas).
Igualmente, el proceso de amparo ser el idneo frente al despido que se origina en
la condicin de impedido fsico mental, a tenor de los artculos 7 y 23 de la Constitucin
que les garantiza una proteccin especial de parte del Estado. En efecto, conforme al artculo 18 del Protocolo adicional a la Convencin Americana de Derechos Humanos en
materia de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales o Protocolo de San Salvador,
sobre proteccin de los minusvlidos, toda persona afectada por una disminucin en sus
capacidades fsicas o mentales tiene derecho a recibir una atencin especial con el fin de
alcanzar el mximo desarrollo de su personalidad.
16. Por tanto, cuando se formulen demandas fundadas en las causales que configuran un despido nulo, el amparo ser procedente por las razones expuestas, considerando la proteccin urgente que se requiere para este tipo de casos, sin perjuicio del
derecho del trabajador a recurrir a la va judicial ordinaria laboral, si as lo estima conveniente.
17. Por otro lado, la Ley Procesal del Trabajo, N. 26636, prev en su artculo 4.
la competencia por razn de la materia de las Salas Laborales y Juzgados de Trabajo. Al
respecto, el artculo 4.2 de la misma ley establece que los Juzgados de Trabajo conocen,
entre las materias ms relevantes de las pretensiones individuales por conflictos jurdicos,
las siguientes:
a)
Impugnacin de despido (sin reposicin).
b) Cese de actos de hostilidad del empleador, incluidos los actos de hostigamiento
sexual, conforme a la ley sobre la materia.
c)
Incumplimiento de disposiciones y normas laborales cualquiera fuera su naturaleza.
d) Pago de remuneraciones y beneficios econmicos.
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STC.Exp. N. 0206-2005-PA/TC
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Jurisprudencia Temtica
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18. A su turno, el artculo 30. del Decreto Supremo N. 003-97-TR, TUO del
Decreto Legislativo N. 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral, considera que
constituyen actos de hostilidad:
a)
La falta de pago de la remuneracin en la oportunidad correspondiente, salvo
razones de fuerza mayor o caso fortuito debidamente comprobados por el empleador.
b) La reduccin inmotivada de la remuneracin o de la categora.
c)
El traslado del trabajador a lugar distinto de aquel en el que preste habitualmente
servicios, con el propsito de ocasionarle perjuicio.
d) La inobservancia de medidas de higiene y seguridad que pueda afectar o poner
en riesgo la vida y la salud del trabajador.
e)
El acto de violencia o el faltamiento grave de palabra en agravio del trabajador
o de su familia.
f)
Los actos de discriminacin por razn de sexo, raza, religin, opinin o idioma.
g) Los actos contra la moral y todos aquellos que afecten la dignidad del trabajador.
Consecuentemente, los amparos que se refieran a las materias descritas (fundamentos 17 y18), que por mandato de la ley son competencia de los jueces de trabajo, sern
declaradas improcedentes en la va del amparo.
19. De otro lado, conforme a la lnea jurisprudencial en materia de derechos laborales de carcter individual (por todas Exp. N. 2526-2003-AA), se ha establecido que el
amparo no es la va idnea para el cuestionamiento de la causa justa de despido imputada
por el empleador cuando se trate de hechos controvertidos, o cuando, existiendo duda sobre
tales hechos, se requiera la actuacin de medios probatorios a fin de poder determinar la
veracidad, falsedad o la adecuada calificacin de la imputacin de la causa justa de despido, que evidentemente no pueden dilucidarse a travs del amparo. En efecto, es claro que,
en este supuesto, para que se produzca certeza en el juzgador, respecto de los puntos
controvertidos, y pueda as sustentar su fallo en determinado sentido, necesariamente tendr
que desarrollar la actividad probatoria a travs de sus diversas etapas, en particular respecto
de la actuacin y valoracin de la prueba que, entre otras muchas, se relacionarn con
declaraciones de parte, testigos, documentos (libros de planillas, informes), peritajes y,
especialmente, las pruebas de oficio.
20. Por tanto, aquellos casos que se deriven de la competencia por razn de materia
de los jueces de trabajo, los actos de hostilidad y aquellos derivados del cuestionamiento
y calificacin del despido fundado en causa justa que se refieran a hechos controvertidos,
mencionados en los puntos precedentes, no sern tramitados en el proceso de amparo, sino
en el proceso laboral de la jurisdiccin laboral ordinaria, a cuyos jueces corresponde, en
primer lugar, la defensa de los derechos y libertades constitucionales y de orden legal que
se vulneren con ocasin de los conflictos jurdicos de carcter individual en el mbito laboral
privado. Slo en defecto de tal posibilidad o atendiendo a la urgencia o a la demostracin
objetiva y fehaciente por parte del demandante de que la va laboral ordinaria no es la idnea, corresponder admitir el amparo.
Va procedimental igualmente satisfactoria para la proteccin del derecho al trabajo
y derechos conexos en el rgimen laboral pblico
21. Con relacin a los trabajadores sujetos al rgimen laboral pblico, se debe
considerar que el Estado es el nico empleador en las diversas entidades de la Administracin Pblica. Por ello, el artculo 4. literal 6) de la Ley N. 27584, que regula el proceso contencioso administrativo, dispone que las actuaciones administrativas sobre el
personal dependiente al servicio de la administracin pblica son impugnables a travs del
proceso contencioso administrativo. Consecuentemente, el Tribunal Constitucional esti-
ma que la va normal para resolver las pretensiones individuales por conflictos jurdicos
derivados de la aplicacin de la legislacin laboral pblica es el proceso contencioso administrativo, dado que permite la reposicin del trabajador despedido y prev la concesin
de medidas cautelares.
22. En efecto, si en virtud de la legislacin laboral pblica (Decreto Legislativo N.
276, Ley N. 24041 y regmenes especiales de servidores pblicos sujetos a la carrera administrativa) y del proceso contencioso administrativo es posible la reposicin, entonces las
consecuencias que se deriven de los despidos de los servidores pblicos o del personal que
sin tener tal condicin labora para el sector pblico (Ley N. 24041), debern dilucidarse en
la va contenciosa administrativa por ser la idnea, adecuada e igualmente satisfactoria, en
relacin al proceso de amparo, para resolver las controversias laborales pblicas.
23. Lo mismo suceder con las pretensiones por conflictos jurdicos individuales
respecto a las actuaciones administrativas sobre el personal dependiente al servicio de
la administracin pblica y que se derivan de derechos reconocidos por la ley, tales como
nombramientos, impugnacin de adjudicacin de plazas, desplazamientos, reasignaciones o rotaciones, cuestionamientos relativos a remuneraciones, bonificaciones,
subsidios y gratificaciones, permisos, licencias, ascensos, promociones, impugnacin
de procesos administrativos disciplinarios, sanciones administrativas, ceses por lmite de edad, excedencia, reincorporaciones, rehabilitaciones, compensacin por tiempo de servicios y cuestionamiento de la actuacin de la administracin con motivo de
la Ley N. 27803, entre otros.
24. Por tanto, conforme al artculo 5., inciso 2. del Cdigo Procesal Constitucional, las demandas de amparo que soliciten la reposicin de los despidos producidos bajo
el rgimen de la legislacin laboral pblica y de las materias mencionadas en el prrafo
precedente debern ser declaradas improcedentes, puesto que la va igualmente satisfactoria para ventilar este tipo de pretensiones es la contencioso administrativa. Slo en defecto de tal posibilidad o atendiendo a la urgencia o a la demostracin objetiva y fehaciente
por parte del demandante de que la va contenciosa administrativa no es la idnea, proceder el amparo. Igualmente, el proceso de amparo ser la va idnea para los casos relativos a despidos de servidores pblicos cuya causa sea: su afiliacin sindical o cargo sindical, por discriminacin, en el caso de las mujeres por su maternidad, y por la condicin
de impedido fsico o mental conforme a los fundamentos 10 a 15 supra.
25. El Tribunal Constitucional estima que, de no hacerse as, el proceso de amparo
terminar sustituyendo a los procesos judiciales ordinarios como el laboral y el contencioso
administrativo, con su consiguiente ineficacia, desnaturalizando as su esencia, caracterizada por su carcter urgente, extraordinario, residual y sumario.
Anlisis del presente caso
26. El recurrente fue despedido el 17 de marzo de 2004, previo procedimiento de
despido, imputndosele las faltas graves previstas en los incisos a) y c) del artculo 25.
del Decreto Supremo N. 003-97-TR, concordadas con los incisos a), d) y f) del artculo
74. del Reglamento Interno de Trabajo de la E.P.S. EMAPA HUACHO S.A. A tal efecto,
en autos se advierte que se le curs la carta de pre aviso y que pudo efectuar sus descargos; de manera que la empleadora cumpli con la ley laboral atinente a este tipo de procesos. Consiguientemente, no se advierte vulneracin del debido proceso.
27. De otro lado, el demandante sostiene que se habra vulnerado el principio de
inmediatez. Sobre este punto debe precisarse que la causa de despido se origina en el Informe
N. 009-2003 EPS EMAPA-HUACHO-OCI Examen especial: sobre presuntas irregu-
Jurisprudencia Temtica
STC.Exp. N. 0206-2005-PA/TC
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33. Por ello, de conformidad con lo dispuesto en el artculo VII del Ttulo Preliminar del Cdigo Procesal Constitucional, los criterios contenidos en los fundamentos 7 a
25 supra, constituyen precedente vinculante, puesto que son indispensables para determinar la procedencia de la va del proceso constitucional de amparo.
34. Con ello el Tribunal Constitucional busca perfeccionar el proceso de amparo a
fin de que sea realmente eficaz y expeditivo. Por tanto, el precedente establecido ser de
vinculacin inmediata a partir del da siguiente de su publicacin en el diario oficial El
Peruano, de modo que toda demanda que sea presentada y que no rena las condiciones
del precedente, o las que se encuentren en trmite e igualmente no renan tales condiciones, debern ser declaradas improcedentes.
Va procedimental especfica y reglas procesales aplicables a los procesos de amparo en materia laboral en trmite
35. A partir de la expedicin de la sentencia del caso Manuel Anicama Hernndez (Exp.
N. 1417-2005-AA/TC), el Tribunal Constitucional estableci los casos de materia pensionaria que conocera, encausndose a la va contenciosa administrativa las demandas que,
por tal razn, se declarasen improcedentes.
36. Consecuentemente, y por la aplicacin de similares criterios respecto a la reconduccin de procesos, las demandas de amparo que sobre las materias laborales de carcter individual, sean del rgimen laboral pblico o privado descritos en la presente sentencia, debern ser encausadas a travs de las vas igualmente satisfactorias para resolver las
controversias individuales de carcter laboral, privadas o pblicas, y que son:
a)
El proceso laboral ordinario, para las controversias de carcter laboral individual privado.
b) El procedimiento especial contencioso administrativo (artculos 4. inciso 6
y 25 de la Ley N. 27584), para las materias de carcter laboral individual de carcter pblico).
37. Por lo tanto, haciendo uso de las funciones de ordenacin y pacificacin inherentes a este Tribunal Constitucional, se dispone que las demandas de amparo sobre materia
laboral, que en aplicacin de los criterios previstos en los fundamentos 21 a 25 supra, de
la presente sentencia, sean declaradas improcedentes, debern seguir las reglas procesales establecidas en los fundamentos 53 a 58 y 60 a 61 del caso Manuel Anicama Hernndez (Exp. N. 1417-2005-AA/TC), con las adaptaciones necesarias a la materia laboral
pblica.
38. Para los casos de procesos de amparo en materia laboral individual privada,
fundamentos 7 a 20 supra, los jueces laborales debern adaptar tales demandas conforme
al proceso laboral que corresponda segn la Ley N. 26636, observando los principios
laborales que se hubiesen establecido en su jurisprudencia laboral y los criterios sustantivos en materia de derechos constitucionales que este Colegiado ha consagrado en su
jurisprudencia para casos laborales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere
la Constitucin Poltica del Per
HA RESUELTO
1.
Declarar INFUNDADA la demanda en el extremo que denuncia la vulneracin
del principio de inmediatez.
2.
Declararla IMPROCEDENTE en los dems extremos, por cuanto el amparo no
es la va idnea para esclarecer hechos controvertidos sometidos a probanza no para determinar montos por daos y perjuicios.
Jurisprudencia Temtica
STC.Exp. N. 0206-2005-PA/TC
45
3.
Declarar que los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo en
materia laboral, previstos en los fundamentos 7 a 25, supra, constituyen precedente vinculante inmediato de conformidad con el artculo VII del Ttulo Preliminar del CPConst.;
motivo por el cual, a partir del da siguiente de la publicacin de la presente sentencia en
el diario oficial El Peruano, toda demanda de amparo que sea presentada o que se encuentre en trmite y que no cumpla con tales condiciones, debe ser declarada improcedente.
4.
Declarar que las reglas procesales de aplicacin a las demandas de amparo en
materia laboral pblica que a la fecha de publicacin de esta sentencia se encuentren en
trmite, sern las previstas en los fundamentos 53 a 58 y 60 a 61 del caso Manuel Anicama
Hernndez (Exp. N. 1417-2005-AA/TC), de modo que sern vinculantes tanto para los
jueces que conocen los procesos de amparo, como para los jueces que resulten competentes
para conocer las demandas contencioso administrativas a que se refiere la Ley N. 27584.
5.
Declarar que las demandas de amparo de materia laboral individual privada,
precisadas en los fundamentos 7 a 20 supra, debern ser adaptadas al proceso laboral que
corresponda segn la Ley N. 26636 por los jueces laborales conforme a los principios
laborales que han establecido en su jurisprudencia laboral y a los criterios sustantivos en
materia de derechos constitucionales que este Colegiado ha establecido en su jurisprudencia
para casos laborales.
Jurisprudencia Temtica
Publquese y notifquese.
46
SS.
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GONZALES OJEDA
GARCA TOMA
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
El Contenido de los
Derechos Fundamentales,como un
concepto abierto en la Jurisprudencia
del Tribunal Constitucional
CARLOS HAKANSSON NIETO
Doctor en Derecho (Universidad de Navarra), Titular de la Ctedra Jean Monnet
de Derecho Comunitario Europeo (Comisin Europea), Profesor de Derecho
Constitucional y Derecho de la Integracin (Universidad de Piura).
SUMARIO: I) EL CONTENIDO ESENCIAL EN LA JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.
II) UNA APROXIMACIN AL CASO MANUEL ANICAMA HERNNDEZ CONTRA LA ONP. III) LA DETERMINACIN DEL CONTENIDO DEL DERECHO FUNDAMENTAL A LA PENSIN. IV) E L CONTENIDO DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES COMO UN CONCEPTO ABIERTO EN LA JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
1.
Jurisprudencia Temtica
I.
47
Jurisprudencia Temtica
48
restriccin del derecho que se intente a nivel legislativo. En ese sentido, dado
que nos encontramos ante un ncleo cuyo contenido puede determinarse y
que llamamos esencial; contrario sensu, el contenido no esencial equivaldra precisamente a aquella parte del derecho que est fuera de ese contenido,
o ncleo, y que en consecuencia s es posible la intervencin del legislador
para regular su ejercicio y restringirlo si eventualmente le fuere preciso.
La segunda teora es la relativa y consiste en concebir que los derechos
carecen de un ncleo al cual el legislador no puede acceder, sino ms bien a
que todos los derechos son una unidad carente de zonas especiales, o nucleares, y que ms bien el legislador puede regular su ejercicio y establecer
restricciones gracias a la ayuda de una ponderacin de derechos al momento
de valorar cul de ellos debe prevalecer en un eventual conflicto entre derechos humanos2.
El Tribunal Constitucional espaol, por ejemplo, opt por la teora absoluta, sosteniendo que constituyen el contenido esencial de un derecho
aquellas facultades o posibilidades de actuacin necesarias para que el derecho sea reconocible como pertinente al tipo descrito y sin las cuales deja de
pertenecer a ese tipo y tiene que pasar a quedar comprendido en otro, desnaturalizado. El mismo Tribunal nos dice que hablar de una esencialidad del
contenido del derecho para hacer referencia a aquella parte del mismo que es
absolutamente necesaria para que los intereses jurdicamente protegidos, que
dan vida al derecho, resulten real, concreta y efectivamente protegidos, rebasa o desconoce el contenido esencial cuando el derecho queda sometido a
2.
Sobre las teoras absoluta y relativa el profesor FRANCISCO RUBIO LLORENTE nos dice que
[l]a doctrina del Tribunal Constitucional respecto de esta oscura nocin ha
evolucionado con el tiempo desde lo que cabra llamar una concepcin dura a otra
ms blanda o, para utilizar expresiones habituales en la doctrina alemana,
enfrentada desde hace ms tiempo con el problema, que tiene all su origen, desde
una concepcin absoluta a otra relativa (o relativista) del contenido esencial.
De acuerdo con la primera de ellas, los derechos fundamentales tendran una
estructura anloga en cierto sentido a la de ciertas frutas: un ncleo duro,
impenetrable, rodeado de una sustancia ms bien blanda, de la que cabe separar
trozos o capas sucesivas. De acuerdo con la segunda, la estructura del derecho es
homognea; no hay dentro de ella, como en la anterior, dos partes diferenciadas,
slo una de las cuales sera indisponible para el legislador, los lmites constitucionales
a la accin configuradora de ste vienen, en consecuencia, ms que del interior
mismo del derecho, de la relacin existente entre este y los restantes derechos
(eventualmente, tambin, con otras finalidades constitucionalmente protegidas);
cfr. RUBIO LLORENTE, Francisco: La configuracin de los derechos fundamentales en
Espaa, en Liber Amicorum a Hctor Fix Zamudio, Vol II, Corte Interamericana de
Derechos Humanos, Costa Rica, pg. 1340; sobre las teoras absoluta y relativa
tambin vase Carpio Marcos, Edgar: La interpretacin de los derechos fundamentales,
serie Derechos y Garantas, nmero nueve, Lima, Palestra, 2004, pgs. 85-96.
Cfr. Sentencia del Tribunal Constitucional espaol (en adelante STC) Nro 11/81
del 8 de abril de 1981.
Vanse por ejemplo las sentencias STC 13/84, de 3 de febrero de 1984, y STC
196/87 de 11 de diciembre de 1987.
Cfr. STC 71/94 de 3 de marzo de 1994.
Vase el Exp. Nro 0004-1996-AI/TC. De acuerdo con el profesor LUIS CASTILLO la
primera vez que el Tribunal Constitucional peruano se manifest sobre el contenido
de un derecho fue gracias a un voto singular en la sentencia que resuelve la accin
de inconstitucionalidad interpuesta por 36 congresistas contra la Ley 26592; la
cual reformaba la Ley 26300 disponiendo que, para la procedencia del referndum,
se requera una iniciativa legislativa popular que habiendo sido rechazada por el
Congreso, haya obtenido al menos 48 votos a favor. La cuestin a dilucidar consisti
si la exigencia previa de intervencin del Parlamento con 48 votos supona o no la
la satisfaccin de una condicin tan desproporcionada, que la propia institucin
del referndum se vea gravemente lesionada, al extremo de habrsele
desnaturalizado, y en consecuencia, aunque no se diga expresamente as, haberse
afectado su contenido esencial; cfr. CASTILLO CRDOVA, Luis: Elementos de una Teora
General de los Derechos Constitucionales, Lima, ARA editores, 2003, pgs. 148-149.
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49
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7.
50
En ese sentido vase el trabajo del profesor Luis Castillo en Castillo Crdova,
Luis: Los Derechos Constitucionales. Elementos para una teora general, Lima, Palestra,
2005, pgs. 246-249.
8.
Jurisprudencia Temtica
II.
51
Jurisprudencia Temtica
emitido pronunciamiento administrativo. En segunda instancia fue reformada la primera resolucin judicial declarndola improcedente, estimando
necesario que dicha pretensin se ventile en la va judicial ordinaria, toda vez
que el proceso de amparo carece de estacin probatoria. Finalmente, el recurrente interpuso recurso extraordinario ante el Tribunal Constitucional el
cual, con fecha ocho de julio de 2005, en sesin plenaria9, declara la nulidad
de la Resolucin Nro 0000041215-2002-ONP/DC/DL 19990 ordenando
que la demandada cumpla con reconocer la pensin de jubilacin adelantada
por reduccin de personal que corresponde al demandante, y abone las pensiones devengadas, reintegros e intereses legales correspondientes.
En segundo lugar, el Tribunal Constitucional declar que los criterios
de procedibilidad de las demandas de amparo que versen sobre materia pensionaria constituyen un precedente vinculante inmediato, de conformidad
con el artculo VII del Ttulo Preliminar del Cdigo Procesal Constitucional.
De este modo, a partir del da siguiente de la publicacin de la sentencia en el
diario oficial El Peruano, toda demanda de amparo que sea presentada o que
se encuentre en trmite y cuya pretensin no verse sobre el contenido constitucional directamente protegido por el derecho fundamental a la pensin,
deber ser declarada improcedente.
Finalmente, el mximo interprete de la Constitucin declar que las reglas
procesales de aplicacin a las demandas de amparo que a la fecha se encuentren
en trmite tambin resultan vinculantes, tanto para los Jueces que conocen los
procesos de amparo como para aquellos que resulten competentes para conocer
las demandas contencioso administrativas, exhortando al Poder Judicial, a que
aumente el nmero de Juzgados Especializados en lo contencioso administrativo
en el distrito judicial de Lima y los dems distritos judiciales de la Repblica.
Como hemos ofrecido en la introduccin de este trabajo, nos ocuparemos de analizar la determinacin del contenido constitucional a la pensin
que realiza el Tribunal para resolver la sentencia.
III.
9.
52
Constitucin para delimitar los llamados contornos del derecho fundamental a la pensin, de acuerdo con las pautas de interpretacin para poder
determinar su contenido. Nos estamos refiriendo a las herramientas para una
correcta determinacin del contenido constitucional de un derecho fundamental.
A) El principio de dignidad humana y los valores de igualdad material y
solidaridad
La necesidad de conocer el marco en el que se reconoce el derecho a la
pensin para comenzar a determinar el contenido constitucional de este derecho lleva al Tribunal a considerar al fundamento de todos los derechos: la
dignidad humana. En ese sentido, el mximo garante de los derechos sostiene
en su jurisprudencia el deber del Estado de no slo esforzarse para la realizacin de los derechos civiles y polticos, concretamente no interviniendo, sino
tambin constituyendo verdaderos mandatos de actuacin y deberes de proteccin especial de los poderes pblicos (). Este especial deber de proteccin
especial que se deriva de esta concepcin objetiva de los derechos fundamentales, impone como una tarea especial del Estado su intervencin en todos aquellos
casos en los que stos resulten vulnerados, independientemente de dnde o de
quienes pueda proceder la lesin (). Como se ha dicho, esta eficacia horizontal de los derechos fundamentales en las relaciones entre privados se deriva
del concepto de Constitucin como Ley Fundamental de la Sociedad ()10.
En el caso que nos ocupa descubrimos que el Tribunal, gracias al principio de
unidad interpreta la disposicin que reconoce el derecho fundamental a la
pensin con aquellos principios y valores que lo informan11, determinando as
el significado de su contenido constitucional. Es por eso que concluye diciendo
que dichos principios y valores superiores son la dignidad humana as como la
igualdad material y solidaridad12.
La realizacin de la igualdad material y solidaridad nos lleva a referirnos
acerca de la de los derechos sociales en una constitucin, la cual es distinta de
los derechos clsicos porque los primeros exigen una actuacin positiva por
parte del Estado, a diferencia de la libertad, la igualdad formal, y la propiedad
que demandan una actitud contraria, una abstencin a interferir en la esfera
de libertad de las personas. La finalidad de una declaracin de derechos
sociales en una constitucin es hacer efectiva la igualdad material del constitucionalismo clsico para as mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
10.
11.
12.
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53
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54
Como sabemos, la Constitucin peruana no distingue con claridad la igualdad formal de la material, a diferencia de la Carta Magna espaola que en su
artculo 9.2 encomienda a los poderes pblicos la remocin de los obstculos
que impiden la plena y efectiva realizacin de la igualdad. Sin embargo, la
igualdad material se puede inferir de la lectura de algunos de sus artculos.
Por ejemplo, el segundo prrafo del artculo 23 establece que el Estado
promueve condiciones para el progreso social y econmico, en especial mediante polticas de fomento del empleo productivo y de educacin para el
trabajo. De igual manera, podra entenderse como un reconocimiento a la
igualdad material el artculo 59 que dispone que el Estado brinda oportunidades de superacin a los sectores que sufren cualquier desigualdad.
El Tribunal Constitucional considera que el valor de igualdad material
informa directamente el derecho fundamental a la pensin, por tanto, las afectaciones al derecho a la igualdad como consecuencia del distinto tratamiento,
tanto en la ley o en su aplicacin, que dicho sistema dispense a personas que se
encuentran en situacin anloga, sern susceptibles de ser protegidos mediante
el proceso de amparo, siempre que el trmino de comparacin propuesto
resulte vlido13. De esta forma el Tribunal estima que en tanto derecho fundamental relacional, el derecho a la igualdad se encontrar afectado ante la ausencia
de bases razonables, proporcionales y objetivas que justifiquen el referido tratamiento dismil en el libre acceso a prestaciones pensionarias14.
La referencia de base a la dignidad humana as como a la igualdad
material y solidaridad son la plataforma jurdica necesaria para comenzar a
determinar el contenido constitucional del derecho a la pensin como derecho de configuracin legal15. De esta forma, el Tribunal tiene la pista de
carreras necesaria para avanzar hacia los lineamientos jurdicos que permitirn ubicar las pretensiones que, por pertenecer al contenido del derecho
fundamental a la pensin, podrn recibir proteccin judicial a travs del proceso de amparo16
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
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20.
21.
22.
23.
24.
25.
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26.
27.
28.
29.
30.
Jurisprudencia Temtica
IV.
59
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60
Amparo y Residualidad.
Las interpretaciones (subjetiva y objetiva)
del artculo 5. 2 del Cdigo
Procesal Constitucional peruano
ROGER RODRGUEZ SANTANDER
Profesor de los Post Ttulos en Derechos Fundamentales y en Derecho Procesal
Constitucional de la PUCP
Asesor del Tribunal Constitucional
Miembro del Comit de Redaccin de esta Revista
SUMARIO: I. INTRODUCCIN; II. LAS DIFERENCIAS ENTRE LOS ARTCULOS 5 1 Y 5 2 DEL CPCONST;
III. LA RESIDUALIDAD EN EL TIEMPO; IV. LAS INTERPRETACIONES DEL ARTCULO 5 2 DEL CPCONST:
A) INTERPRETACIN SUBJETIVO-FORMAL, B) INTERPRETACIN SUBJETIVO-SUSTANCIAL, C) INTERPRETACIN OBJETIVO-FORMAL, D) INTERPRETACIN OBJETIVO-SUSTANCIAL; V. AMPARO RESIDUAL O SUBSIDIARIO?. VI. REFLEXIONES FINALES.
INTRODUCCIN
1.
Art. 43 Const. argentina: Toda persona puede interponer accin expedita y rpida de
amparo, siempre que no exista otro medio judicial ms idneo, contra todo acto u omisin
de autoridades pblicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione,
restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantas
reconocidos por esta Constitucin, un tratado o una ley (...).
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I.
61
Jurisprudencia Temtica
II.
Corresponde, en primer trmino, diferenciar las reglas de improcedencia previstas en los arts. 5 1 y 5 2 CPConst. Confesamos que no consideraramos necesario detenernos cuando menos brevemente en distinguir los
2.
3.
4.
62
5.
Art. 83 Const. colombiana: Toda persona tendr accin de tutela para reclamar ante los
jueces, (...) mediante un procedimiento preferente y sumario (...), la proteccin inmediata de
sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que stos resulten vulnerados o
amenazados por la accin o la omisin de cualquier autoridad pblica. (...). Esta accin solo
proceder cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que aquella
se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable (...).
Art. 6 3 Ley N. 23506: No proceden las acciones de garanta: (...) 3) Cuando el
agraviado opta por recurrir a la va judicial ordinaria.
[R]eponer las cosas al estado anterior a la violacin o amenaza de violacin de un derecho
constitucional, tal como refera el art. 1 Ley N. 23506, y establece ahora el art. 1 CPConst.
Art. 5 1 CPConst.: No proceden los procesos constitucionales cuando: 1. Los hechos y
el petitorio de la demanda no estn referidos en forma directa al contenido
constitucionalmente protegido del derecho invocado.
Art. 38 CPConst.: No procede el amparo en defensa de un derecho que carece de sustento
alcances de estos artculos, si no hubisemos advertido como veremos luego alguna tendencia a confundirlos.
El art. 5 1 CPConst4 que tiene singular relacin con el art. 38 del
mismo Cdigo5 no constituye, strictu sensu, una nueva regla de procedencia de los procesos constitucionales. Se trata, tan slo, de la especificacin
legislativa de un presupuesto procesal consubstancial a tales procesos, proyectado desde el propio art. 200 de la Constitucin (C), y que consiste en reconocer que aquellos se encuentran orientados a proteger derechos reconocidos
de manera directa (explcita o implcitamente) por la Norma Fundamental, y
no derechos de origen legal o que configuran atributos subjetivos que, ms all
del grado de relacin que puedan ostentar con algn derecho constitucional,
no se encuentran referidos a su contenido constitucionalmente protegido6.
6.
7.
8.
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63
Jurisprudencia Temtica
[l]os procesos a los que se refiere el presente ttulo tienen por finalidad
proteger los derechos constitucionales.... No otros; slo los constitucionales!8.
Cierto es que el deslinde entre aquello que pertenece al contenido constitucionalmente protegido de un derecho fundamental y aquel mbito subjetivo que, aunque tutelado por el ordenamiento, es tributario directo de la mera
legalidad o, en general, del Derecho infraconstitucional, no es tarea sencilla.
Haciendo alusin a la dificultad que dicha tarea conlleva, Manuel Aragn, en
similar sentido al pensamiento de I. Diz-Picazo9, sostiene que [e]n materia de derechos fundamentales no hay una relacin de competencia entre el
Tribunal Constitucional y el Poder Judicial, sino de jerarqua. Querer sustentar la supuesta distribucin competencial en la distincin entre cuestiones de
constitucionalidad y cuestiones de legalidad conduce al fracaso, porque (sin
perjuicio de que, cuando esa diferencia se d netamente, el Tribunal Constitucional se autocontenga e inadmita o desestime el recurso de amparo si el
problema se reduce estrictamente a la interpretacin, por as decir, legal y
no constitucional de la ley), resulta que en la mayor parte de los casos de
amparo la distincin entre constitucionalidad y legalidad se hace prcticamente
imposible, entre otras razones porque al Tribunal Constitucional le corresponde ser el intrprete supremo de la Constitucin y de la constitucionalidad de
la ley y porque precepto constitucional de derechos fundamentales y legislacin de concrecin o desarrollo de stos forman un bloque que el Tribunal
Constitucional no puede escindir y ha de utilizar para resolver10.
Por su parte, y con relacin al escenario alemn, Rainer Wahl y
Joachim Wieland11 destacan cmo, a su criterio, las sentencias Elfes12 (en
9.
10.
11.
12.
64
13.
14.
15.
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65
Jurisprudencia Temtica
Consideramos que si bien las citas de los autores recin reseados, son
adecuadamente descriptivas de algunas de las causas que pueden tornar
compleja la distribucin entre el contenido constitucionalmente protegido
de los derechos fundamentales y cualquier otro mbito protegido por el Derecho, no son justificativas para condenar de antemano dicho intento al fracaso, a carecer de xito alguno o considerarlo prcticamente imposible.
Sin perjuicio de los interesantes criterios utilizados por los profesores
Bustamante Alarcn16 y Castillo Crdova17 para determinar la esfera protegida por los derechos reconocidos en la Norma Fundamental, entendemos
que el punto de inicio para emprender dicha labor se encuentra en la adecuada comprensin de la estructura de los derechos fundamentales (disposicin, norma y posicin de derecho fundamental), para que, a partir de ello,
en aplicacin de un ejercicio interpretativo objetivable slo mediante los
lmites consubstanciales a la metodologa hermenutica, y a travs de la
doctrina del precedente, cada caso concreto sirva para identificar las
normas adscritas a cada disposicin constitucional que reconoce un derecho fundamental, configurando el contenido constitucionalmente protegido por ste18.
16.
17.
18.
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19.
20.
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Problemas como estos, fueron los que llevaron a que, por ejemplo,
en el ordenamiento jurdico espaol, el art. 121 2 de la Ley N. 29/199820,
del 13 de julio, reguladora de la jurisdiccin contencioso-administrativa, establezca: La sentencia estimar el recurso cuando la disposicin, la actuacin o el acto incurran en cualquier infraccin del ordenamiento jurdico
(...) y como consecuencia de la misma, vulneren un derecho de los suscep-
67
Jurisprudencia Temtica
21.
22.
68
Cfr. Martnez Alarcn, Mara Luz: Nota sobre la dualidad de va (alternatividad) para
la proteccin de los derechos fundamentales en el contencioso-administrativo. En: Revista
de Estudios Polticos (Nueva poca), N. 107, Enero-Marzo 2000, p. 221, nota 19.
Dice as el FJ. 37. 1) de la STC 1417-2005-AA: forman parte del contenido esencial
directamente protegido por el derecho fundamental a la pensin, las disposiciones legales
que establecen los requisitos del libre acceso al sistema de seguridad social consustanciales
a la actividad laboral pblica o privada, dependiente o independiente, y que permite dar
23.
inicio al perodo de aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones. Por tal motivo, sern
objeto de proteccin por va del amparo los supuestos en los que habiendo el demandante
cumplido dichos requisitos legales se le niegue el acceso al sistema de seguridad social.
No obstante, consideramos que lo expuesto no es bice para que una vez emitida
reiterada jurisprudencia con relacin a un mismo supuesto referido al contenido
normativo de un derecho fundamental susceptible de ser protegido debidamente
por la jurisdiccin ordinaria, el TC, en aras de ahorrar tiempo y esfuerzo, acuda
Jurisprudencia Temtica
69
cin del segundo prrafo del artculo VI del Ttulo Preliminar del CPConst,
que establece que los jueces interpretan y aplican las leyes o toda norma con
rango de ley y los reglamentos, segn los preceptos y principios constitucionales conforme a la interpretacin de los mismos que resulte de las
resoluciones [entindase, autos o sentencias] dictadas por el Tribunal Constitucional23.
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24.
70
25.
26.
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27.
72
Cfr. Devis Echanda, Hernando. Teora General del Proceso. Tomo I. Buenos Aires: Universo,
1984, p. 154; Vscovi, Enrique. Teora General del Proceso. Bogot: Themis, 1984, p.103;
Parra Quijano, Jairo. Derecho Procesal Civil. Tomo I. Bogot: Themis, 1992, p. 88.
Tal expectativa tiene su primera materializacin al interior del proceso, en el derecho a que, cumplidos los requisitos de admisibilidad positivizados al momento de su presentacin, la demanda sea tramitada, as como
en el derecho a lograr un pronunciamiento sobre el fondo de la controversia, satisfechos los presupuestos procesales previstos en la misma fecha. De
ah en adelante, no sera posible que cualquier ampliacin de tales elementos alcance al recurrente previamente incurso en el proceso, so pena de mellar
el derecho al procedimiento predeterminado por la ley, adems de restringir ms all de lo constitucionalmente aceptable el derecho fundamental de
acceso a la justicia, como manifestacin implcita del derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva (art. 139 3 C), y actualmente previsto en el ordenamiento legal como componente de la denominada tutela procesal efectiva
(art. 4 CPConst29).
Lo expuesto, desde luego, no significa que pertenezca al contenido
protegido del derecho constitucional al procedimiento preestablecido por
la ley, la petrificacin pro futuro de todas las disposiciones procesales
vigentes al momento de la presentacin de la demanda, pues una visin tan
estricta no slo contravendra el principio conforme al cual ningn derecho constitucional tiene carcter ilimitado, sino que incluso llevara al
absurdo de negar a las partes la posibilidad de someterse a disposiciones
28.
29.
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30.
74
tisfactoria al proceso de amparo para la proteccin del derecho constitucional amenazado o vulnerado?
31.
32.
Como bien apunta Manuel Aragn Reyes: En realidad, no hay dos objetivos que la
Constitucin deba cumplir, sino uno, puesto que slo de una manera (mediante el Estado
Constitucional) puede el poder organizarse para garantizar la libertad. El nico fin de la
Constitucin es, pues, la libertad (la libertad en igualdad); la divisin de poderes es slo
una forma de asegurarla. (Cfr. La Constitucin como paradigma. En: AA. VV. El
significado de la Constitucin. Mxico D.F: UNAM, 1998, p. 21).
Zagrebelsky, Gustavo. Derecho Procesal Constitucional?. En: Revista Peruana de
Derecho Procesal. N. IV, Diciembre, 2001. Lima: Estudio Monroy, p. 404. Sobre
Jurisprudencia Temtica
75
A) Interpretacin subjetivo-formal.
A partir de una comprensin subjetivo-formal del art. 5 2 CPConst, para
que una va ordinaria pueda ser considerada tan satisfactoria como el amparo, debe encontrarse orientada - en abstracto- a conseguir la satisfaccin del
inters subjetivo inherente al proceso de amparo, es decir, situar al afectado
o amenazado, en posicin idntica o sustancialmente idntica a aquella en la
que se encontraba antes de que la violacin o amenaza tuviera lugar. Ello, desde
luego, no descarta las vas en las que puedan conseguirse fines adicionales o
accesorios al mencionado.
No obstante, si solamente fuese este el elemento a tener en cuenta, sencillamente, no existira causa revisable a travs del proceso constitucional que
situados en el plano etreo, terico o meramente teleolgico, prcticamente, toda pretensin en el amparo tendr satisfaccin en algn proceso ordinario, sea civil, laboral, contencioso-administrativo o de alguna otra ndole.
As pues, abordar el asunto desde esta orientacin slo ser til para
cubrir un requisito formal exigido tambin por el artculo 5 2 CPConst, consistente en que, para efectos de su aplicacin, la va ordinaria deber ser especfica, es decir, autnoma y claramente configurada por el ordenamiento
jurdico.
Jurisprudencia Temtica
76
33.
34.
35.
Cfr. Sags, Nstor Pedro. El rol subsidiario de la accin de amparo. En: Prudentia Iuris.
Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Polticas de la Pontificia Universidad
Catlica Argentina Santa Mara de los Buenos Aires, Mayo, 1993, p. 53.
Cfr. Espinosa-Saldaa, Eloy. La consagracin del amparo residual en el Per. Sus
alcances y repercusiones. En: AA. VV. Derechos Fundamentales y Derecho Procesal
Constitucional. Lima: Jurista, 2005, pp. 151 y 152.
Para revisar algunos ejemplos, Vid. Revista Jurdica La Ley. Buenos Aires, 1983B-100 y 1987-B-242.
Jurisprudencia Temtica
77
A nuestro criterio, lo que en estricto debe pesar sobre los hombros del
justiciable es slo lo segundo. Y no por un exceso de paternalismo jurisprudencial, sino porque pretender que sea el individuo y no el juez quien
deba sustentar la inexistencia en el ordenamiento procesal de vas idneas para
satisfacer su pretensin, significa invertir la presuncin que da lugar al principio iura novit curia aplicable en todo proceso, y no slo en los constitucionales, conforme al cual el juez debe aplicar el derecho (procesal o sustantivo) que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las
partes o lo haya sido errneamente (art. VIII Ttulo Preliminar CPConst).
Jurisprudencia Temtica
Es justamente una aplicacin del art. 5 2 CPConst. contraria al criterio recin expuesto, la que est llevando a la judicatura a rechazar liminarmente
demandas de amparo, sin tener siquiera la mnima consideracin de comunicar al demandante cul es aquella supuesta va igualmente satisfactoria en
virtud de la cual slo se le ha permitido mirar la puerta del proceso de amparo sin poder abrirla.
78
Y consideramos que este problema no es de ribetes simplemente legales, puesto que afecta el canon de suficiencia argumentativa exigible a toda
resolucin judicial, so pena de vulnerar el derecho fundamental a la motivacin de las resoluciones judiciales (art. 139 5 C); adems de incidir sobre el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva (art. 139 3 C), puesto que,
como tempranamente expuso el TCE, para que la tutela judicial sea efectiva ha de ser explcita y fcilmente determinable, y no se puede obligar a
un litigante a que averige y casi adivine en el conjunto del complejo ordenamiento procesal qu medios tiene para obtener la proteccin de sus derechos e intereses legtimos36.
En tal sentido, entendemos que lo que verdaderamente constituye carga
para el recurrente (entre otros factores, como demostrar la titularidad del
derecho y la existencia del acto reclamado), es acreditar que, a la luz de las
circunstancias del caso, existe un alto grado de posibilidades de que el dao
constitucional alegado se torne irreparable. Este elemento, que podramos
denominar factor de urgencia, ser el protagonista del anlisis subjetivosustancial del art. 5 2 del CPConst. que expondremos en el acpite siguiente.
Finalmente, cabe otra interpretacin subjetivo-formal de la clusula de
residualidad, ya no desde la perspectiva del modo cmo se encuentran reguladas las vas ordinarias, sino atendiendo a las particularidades del proceso de
amparo. En efecto, el legislador del CPConst, atendiendo a la especializacin
36.
37.
38.
39.
Jurisprudencia Temtica
Ninguna de estas peculiaridades del proceso constitucional, es compartida por los procesos ordinarios, de modo tal que si circunscribimos el anlisis comparativo a estos factores, difcilmente encontraremos una va que goce
79
de las mismas capacidades del proceso constitucional de amparo para satisfacer la pretensin.
Empero, si as acturamos, nuevamente estaramos realizando un estudio
abstracto de una regla que exige un examen concreto, es decir, a la luz de las
circunstancias del caso. Y es que si como se ver a continuacin el proceso
de amparo ha pasado a ser un proceso de urgencia, resulta evidente que las
particularidades recin reseadas, son privativas de esta clase de vas y no extensibles a procesos que, sin perjuicio de encontrarse equipados para la proteccin
de derechos constitucionales, no requieren gozar de un plus de medios heroicos
de proteccin, por el sencillo motivo de que no tendrn que enfrentarse a aquellas causas reservadas al proceso de amparo por el apremio que les es inherente.
B) Interpretacin subjetivo-sustancial.
Jurisprudencia Temtica
El proceso de amparo tiene tres prepuestos o exigencias procesales consubstanciales a su naturaleza y finalidad: a) que el derecho que se alega afectado sea constitucional; b) que se encuentre acreditada su titularidad; y, c) que
tambin lo est la existencia del acto reclamado40.
80
Ello ha sido expuesto en estos trminos por el TC: [m]ediante este proceso [el de amparo] no se dilucida la titularidad de un derecho, como sucede
en otros, sino slo se restablece su ejercicio. Ello supone, como es obvio, que
quien solicita tutela en esta va mnimamente tenga que acreditar la titularidad
del derecho constitucional cuyo restablecimiento invoca, en tanto que este
requisito constituye un presupuesto procesal, a lo que se suma la exigencia de
tener que demostrar la existencia del acto cuestionado. De ah que este remedio procesal, en buena cuenta, constituya un proceso al acto, en el que el juez
no tiene tanto que actuar pruebas, sino juzgar en esencia sobre su legitimidad
o ilegitimidad constitucional. Como dice Juventino Castro [El sistema del derecho de amparo, Editorial Porra, Mxico 1992, Pg. 169] `en el (...) am-
40.
de ejecucin. Efectuado el reclamo, el Juez resolver ste con previo traslado a la otra parte
por el plazo de tres das. La resolucin es apelable sin efecto suspensivo. La decisin que
declara la homogeneidad ampla el mbito de proteccin del amparo, incorporando y
ordenando la represin del acto represivo sobreviniente.
Es cierto, sin embargo, que a estas reglas de procedencia se pueden sumar otras,
ya no consubstanciales, sino instituidas por una poltica legislativa desenvuelta
dentro del marco de lo constitucionalmente posible. Nos referimos, por ejemplo,
a la necesidad (salvo determinadas excepciones) de agotar la va administrativa
previa (5 4 CPConst), a la previsin de un plazo de prescripcin (art. 5 10
CPConst), entre otras. (Sobre las reglas de procedencia del amparo Cfr. por
todos Abad, Samuel. El proceso constitucional de amparo. Lima: Gaceta Jurdica,
2004, pp. 100 a 131).
paro hay dos hechos a probar esencialmente: la existencia del acto reclamado,
que en ocasiones es una cuestin de hecho, y su constitucionalidad o inconstitucionalidad, que generalmente es una cuestin de derecho, valorable finalmente por el juzgador. Por ello, si en el amparo no hay conflicto de derechos
e intereses `subjetivos contrapuestos entre partes, ello es porque los trminos
de la controversia giran fundamentalmente en torno a una cuestin de interpretacin constitucional. Y, como lo ha sostenido el Tribunal Constitucional
Federal Alemn, dicha interpretacin `tiene la naturaleza de un disenso en el
que se mencionan los argumentos a favor y en contra y finalmente se llega a una
resolucin de acuerdo con las mejores [BverfGE, 82, 30 (38-39)]. La inexistencia de la estacin de pruebas, por tanto, no se deriva de la naturaleza sumaria
y breve del amparo, sino de la finalidad y el objeto del proceso41.
41.
42.
43.
44.
Jurisprudencia Temtica
81
De este modo, que la afectacin o amenaza de un derecho constitucional requiera una tutela de urgencia es una presuncin iuris tantum, slo
susceptible de convertirse en una presuncin iure et de iure, si no se exige
constitucional o legislativamente al demandante acreditar, siquiera prima
facie, la necesidad de acudir a un proceso sumarsimo como el amparo, para
tutelar su derecho constitucional.
Jurisprudencia Temtica
82
Por el contrario, entonces, debemos sumarnos a la conclusin del profesor peruano Castillo Crdova, cuando afirma que [n]o sirve como argumento para sustentar la sumariedad de un proceso judicial ordinario idneo
para la salvacin de un derecho constitucional, el que en su interior pueda
interponerse una medida cautelar46, aunque, ciertamente, por razones parcialmente distintas a las por l expresadas47.
Asunto distinto es que la existencia de medidas cautelares en los procesos ordinarios sea una razn de mayor abundamiento para justificar el rechazo de un amparo que tiene por objeto solicitar una tutela que en la fecha de
interposicin de la demanda, no evidencia requerimiento de solucin fulminante.
45.
46.
47.
Jurisprudencia Temtica
83
Jurisprudencia Temtica
As, por ejemplo, el profesor Castillo Crdova, tras un anlisis del art.
200 C, sostiene que si en los hechos ocurre una amenaza o una violacin
efectiva de un derecho constitucional, el mecanismo procesal constitucional
previsto por la misma Constitucin son las garantas constitucionales de hbeas corpus, amparo y hbeas data. Ser inconstitucional toda disposicin legal
que vaya en contra de la posibilidad de acceder a este mecanismo ante la afectacin de un derecho constitucional. Para luego referir que el nico modo
de que sea constitucional el acceso al procedimiento judicial ordinario por parte
del perjudicado en su derecho constitucional, ser si l decide libremente acudir
a l (...). Lo que est prohibido es obligarle. Y es que del texto constitucional brota la alternatividad en los procesos constitucionales que defienden
derechos constitucionales48.
84
48.
Por otra parte, para hacer frente a una supuesta incompatibilidad entre
la clusula de residualidad del amparo y el art. 25 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos (CADH)49, hacemos nuestra la siguiente
reflexin de Espinosa-Saldaa: En realidad, si analizamos lo sealado por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos como el Velsquez
Rodrguez (con sentencia del 29 de Julio de 1988) y sobretodo a lo prescrito
en sus prrafos 60 y 66, apreciaremos que lo requerido por el Alto Tribunal
Internacional no es solamente la existencia de medios procesales, sino la certeza
de que estos son adecuados y eficaces para determinar si se ha incurrido en
una violacin de los derechos involucrados y se han tomado las medidas
necesarias para recuperar su pleno ejercicio. Fjense que no se habla de estar
ante medios procesales ordinarios o especiales y especficos para la tutela de
49.
Jurisprudencia Temtica
85
Jurisprudencia Temtica
Es inevitable sospechar que en la alegada inconstitucionalidad de la clusula de residualidad, subyace un temor o poca fe frente a lo que el Poder
Judicial pueda hacer en lo que a la defensa de los derechos fundamentales
respecta. Resulta, sin embargo, que dicha desconfianza no desencadena en
modo alguno la inconstitucionalidad del art. 5 2 CPConst.
Cabe recordar que incluso cuando el amparo era alternativo, y toda afectacin de los derechos constitucionales deba necesariamente merituarse a travs del amparo (si as lo deseaba el recurrente), el Poder Judicial estaba llamado a ser el primer protector de dichos derechos (en instancia doble), y slo en
caso de resoluciones denegatorias (art. 202 2 C), el TC. Y es que en el sistema constitucional peruano tal como ocurre, por ejemplo, en Espaa51 la
tutela de los derechos fundamentales, tanto desde un punto de vista orgnico
como procesal, es difusa y no concentrada. Pues la Constitucin no ha confiado slo al TC su defensa, ni tampoco ha establecido que slo a travs del proceso de amparo puedan ser protegidos.
C) Interpretacin objetivo-formal.
Tal como sealramos, los procesos constitucionales tienen tambin
una dimensin objetiva, que pretende garantizar una proteccin adecua-
50.
51.
86
Jurisprudencia Temtica
87
Jurisprudencia Temtica
Ante todo, debemos advertir que a diferencia de la interpretacin subjetivo-sustancial del art. 5 2 CPConst, en la que, por evidentes razones, el
protagonista es el juez constitucional de la primera instancia del amparo, en
la interpretacin objetivo-sustancial, corresponde al TC situarse en el centro
del anlisis.
88
Descartadas las interpretaciones formales (tanto subjetiva como objetiva) del art. 5 2 CPConst, y acogida su interpretacin subjetivo-sustancial, hemos tratado de demostrar, hasta el momento, que el amparo
constitucional se ha convertido en un proceso excepcional o extraordinario, slo viable en aquellos casos en los que se encuentre presente el factor de urgencia. Se ha dicho que toda otra causa deber ser resuelta por
las vas procesales ordinarias, capaces tambin de proteger derechos fundamentales.
Sin embargo, bien puede ocurrir que los asuntos de relevancia constitucional no urgentes desde una dimensin subjetiva, sean indebidamente resueltos por la jurisdiccin ordinaria. En otras palabras, es posible que a pesar de no ser casos de real apremio para los individuos, la jurisdiccin ordinaria no identifique adecuadamente el contenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales y, como consecuencia de ello, no dispense
debida proteccin al derecho; o, por el contrario, estime pretensiones manifiestamente infundadas. Ello puede suceder, entre otras razones, por no seguir la jurisprudencia vinculante del TC, o, simplemente, porque ella no existe
o se encuentra confusamente formulada.
En estos casos, las vas que desde una perspectiva subjetivo-sustancial
aparecan como igualmente satisfactorias, en realidad no lo estn siendo. A
partir de una visualizacin de la tendencia de la jurisprudencia, es decir, de
Como bien seala Michele Taruffo, la definicin de lo que en una sentencia constituye ratio decidendi, no est sujeta a supuestas verdades irrefutables: Tal vez se trata del criterio usado para calificar los hechos relevantes
de la controversia y para decidir sobre ellos, con una acentuacin de la referencia a los hechos. Otras veces se entiende, al contrario, el principio jurdico usado como criterio para decidir, con una acentuacin sobre la norma en
52.
53.
54.
Sobre los alcances de este concepto, Vid. De la Vega, Augusto Martn. La sentencia
constitucional en Italia. Madrid: Centro de Estudios Polticos y Constitucionales,
2003, pp. 184 a 212.
Art. VII Ttulo Preliminar CPConst.: Las sentencias del Tribunal Constitucional que
adquieren la autoridad de cosa juzgada constituyen precedente vinculante cuando as lo
exprese la sentencia, precisando el extremo de su efecto normativo (...).
A pesar de que algunos merced a una lectura sesgada del concepto de
precedente se lo exigen. (Vid. Ariano Deho, Eugenia. Principio de autonoma
procesal del Tribunal Constitucional? Algunas glosas a la sentencia del caso Anicama.
En: Dilogo con la jurisprudencia. N. 85, Ao 11, Octubre 2005, pp. 33 a 35).
Decimos sesgada, pues nos sorprende la facilidad con la que pretende hacerse
extensivo el concepto estadounidense de precedente (que, por cierto, ni siquiera
en s mismo es pacfico) a ordenamientos sustancialmente distintos como el
nuestro. Cabe recordar que, sin dejar de lado las significativas similitudes que
hoy por hoy existen entre la Corte Suprema de los Estados Unidos y los Tribunales
Constitucionales, sus realidades y funciones no dejan de tener diferencias
importantes (Cfr. Beltrn de Felipe, Miguel y Gonzles Garca, Julio. Las sentencias
bsicas del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de Amrica (el estudio preliminar).
Madrid: Centro de Estudios Polticos y Constitucionales, 2005, pp. 20 a 58).
Jurisprudencia Temtica
Y dado que en estas circunstancias, antes que como un rgano tutelar de derechos subjetivos, el TC actuara como un unificador o integrador
de la jurisprudencia, sera preciso que no mantenga una apreciacin clsica del concepto de precedente54, sino, antes bien, una visin ms amplia de
la institucin.
89
vez del hecho. Otras veces se entiende el argumento jurdico empleado, para
justificar la decisin relativa a la calificacin de los hechos o la decisin relativa a la seleccin de la regula iuris, o ambas55.
A nuestro juicio, es importante que el TC, cuando menos en los primeros aos de vigencia del CPConst, no de la espalda a ninguno de estos conceptos de ratio decidendi, pues en la medida de que respete la claridad que
le exige el art. VII Ttulo Preliminar CPConst, todos ellos, en algn momento,
podran ser de utilidad en la necesidad de cumplir debidamente sus funciones de valoracin, ordenacin y pacificacin56.
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55.
56.
57.
90
Taruffo, Michele. Dimensiones del precedente judicial. En: Cinco lecciones mexicanas.
Memoria del Taller de Derecho Procesal. Mxico D.F.: Tribunal Electoral del
Poder Judicial de Federacin / Escuela Judicial Electoral, 2003, p.199.
Sobre estas funciones del TC, Vid. Jimnez Campo, Javier. Qu hacer con la ley
inconstitucional?. En: AA. VV. La sentencia sobre la inconstitucionalidad de la
ley. Actas de las II Jornadas de la Asociacin de Letrados del Tribunal
Constitucional. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales, 1997, pp. 24 a 33.
Cfr. Diez Canseco, Luis Jos. Stare decisis, intercambios comerciales y predictibilidad:
una respuesta para enfrentar la reforma del Poder Judicial. En: Revista de Economa y
Derecho. Lima: Fondo Editorial UPC Sociedad de Economa y Derecho. N. 2,
Otoo 2004, p. 19.
sentencia y sea posible garantizar la uniformidad en la aplicacin del ordenamiento constitucional58. En la misma direccin apunta Lpez Pietsch, quien
haciendo alusin a los magistrados del TCE, refiere que son ellos quienes (...)
pueden identificar con mayor facilidad las rationes decidendi de sus sentencias y, en general, conocen mejor que nadie el complejo entramado de cuestiones funcionales y sustantivas que subyace a la jurisprudencia constitucional, y que no siempre sale a relucir en toda su amplitud en los fundamentos
jurdicos de las sentencias59.
58.
59.
60.
61.
62.
63.
Jurisprudencia Temtica
Es justo reconocer, sin embargo, que, por ejemplo, la Corte Constitucional de Colombia sostiene una tesis contraria, refiriendo que no es el propio juez o tribunal que dicta la sentencia el encargado de determinar cul es
su ratio decidendi, sino el juez posterior60. Tesis que es defendida por Bernal
Pulido, criticando un proyecto para la reforma de la justicia en Colombia que
pretende incorporar al ordenamiento una disposicin que exija a la Corte fijar
explcitamente los contenidos normativos vinculantes de sus sentencias61.
91
difcilmente tendra posibilidad de xito. Es por ello que en materia de interpretacin de los derechos fundamentales y de interpretacin constitucional,
en general, no slo resulta vital que los precedentes se proyecten verticalmente
desde el TC de manera expresa, sino que ellos deben ser fundamento para
deconstruir el derecho a la igualdad en la aplicacin del ordenamiento jurdico (art. 2 2 C) analizado relacionalmente con el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva (art. 139 3), de modo tal que el alejamiento arbitrario del precedente por parte de los jueces, d lugar a la afectacin de aqul
y, consecuentemente, a habilitar el proceso de amparo, en el correcto entendido de que acreditada la inobservancia del precedente, no slo quedar acreditada, a su vez, la ausencia de una va igualmente satisfactoria para la proteccin del derecho fundamental cuya afectacin dio pie a la demanda planteada en la va ordinaria, sino tambin una nueva afectacin constitucional al
interior del proceso ordinario, slo susceptible de ser reparada a travs del
proceso constitucional de amparo.
Jurisprudencia Temtica
Asimismo, tal como ocurre con los casos de insumisin judicial en los
Estados Unidos64 o en Espaa65, consideramos imprescindible que los casos
flagrantes y deliberados de apartamiento del precedente vinculante dictados
por el TC, sean debidamente sancionados.
92
Tambin ser necesario, desde luego, que, tal como ha venido sucediendo en casos recientes66, el TC sea lo suficientemente preciso en definir el contenido normativo vinculante de su decisin, justificando debidamente el modo
cmo se ha arribado a l. La legitimidad de la regla o principio que pretenda
proyectarse como precedente reposar en la constitucionalidad y razonabilidad de la argumentacin que le sirva de sustento. El juez ordinario debe
reconocer la legitimidad del precedente normativo, de modo tal que se sien-
64.
65.
66.
67.
68.
Jurisprudencia Temtica
93
rari que permitira al TC, con algn grado de discrecionalidad, escoger las
causas que, a pesar de no exigir un pronunciamiento urgente por la gravedad que reviste el asunto en perspectiva subjetiva, merecern una decisin
sobre el fondo, en aras de integrar el orden normativo jurisprudencial en
materia de proteccin de derechos constitucionales.
Debe recordarse que esta institucin de origen estadounidense, ha tenido eco, con particularidades propias, en ordenamientos como el colombiano69, el alemn70 y el espaol, en el que tras algunos intentos de objetivar (por
69.
Jurisprudencia Temtica
70.
94
misma Constitucin, por encima del texto legal puede situarse la interpretacin que de
l haga el Tribunal Constitucional, mediante su doctrina (Cfr. El Tribunal Constitucional
y el principio de stare decisis. En: El Tribunal Constitucional. Madrid: Direccin
General de lo Contencioso del Estado, 1981, p. 1,439, nota 6).
El art. 33 del Decreto N. 2591 (del 19 de noviembre de 1991) que regula la accin de
tutela (smil del proceso de amparo) en Colombia, establece: Revisin por la Corte
Constitucional. La Corte Constitucional designar dos de sus Magistrados para que seleccionen,
sin motivacin expresa y segn su criterio, las sentencias de tutela que habrn de ser revisadas.
Cualquier Magistrado de la Corte o el Defensor del Pueblo, podr solicitar que se revise algn
fallo de tutela excluido por stos cuando considere que la revisin pueda aclarar el alcance de un
derecho o evitar un perjuicio grave. Los casos de tutela que no sean excluidos de revisin dentro
de los 30 das siguientes a su recepcin, debern ser decididos en el trmino de tres meses.
El artculo 93a de la Ley Orgnica del TCFA, tras la reforma realizada el 11 de
agosto de 1993, establece lo siguiente:
1. Las demandas de amparo requerirn admisin a trmite.
2. Debern ser admitidas a trmite:
a ) En la medida en que les corresponda relevancia constitucional fundamental.
b) Cuando est indicado para hacer valer los derechos mencionados en el artculo 90, ap.
1.; podr tambin ser ste el caso cuando la denegacin de una decisin sobre el fondo
cause al demandante un perjuicio especialmente grave.
(Para una descripcin sobre los avatares y expectativas de esta reforma Vid.
Rodrguez lvarez, Jos Luis. Seleccionar lo importante. La reciente reforma del trmite
de admisin de la Verfassungsbeschwerde. En: REDC. Ao 14, N. 41, Mayo Agosto,
1994, pp. 139 a 148.)
La insuficiencia de esta reforma para descongestionar la enorme carga procesal
que ha impedido racionalizar los esfuerzos del TCFA en la resolucin de las causas
verdaderamente merecedoras de una sentencia sobre el fondo, dio lugar a que en
1997, a peticin de los propios magistrados del TCFA, se formara una comisin
encargada de proponer una nueva reforma en el trmite de admisin del recurso de
amparo. La propuesta que se inspir mucho en los trabajos doctrinales de
Rainer Wahl y Joachim Wieland. Op. cit. pp. 11 a 35 fue finalmente presentada
en diciembre de 1997. El texto que sustituira al actual artculo 93a de la LOTCFA,
es el siguiente: El Tribunal Constitucional puede admitir un recurso de amparo. Para ello
tendr en cuenta si su decisin resulta de especial relevancia para la clarificacin de una
cuestin jurdico-constitucional o para la proteccin de los derechos fundamentales. Como
es evidente, la idea es pasar de una discrecionalidad relativa a una discrecionalidad
absoluta en materia de recursos de amparo al ms puro estilo norteamericano. (Un
anlisis completo de esta propuesta de reforma y su incidencia en el debate espaol,
en Lpez Pietsch, Pablo. Op. cit. pp. 115 a 151.)
71.
72.
73.
Jurisprudencia Temtica
95
Se podra pensar que en realidad no har falta adoptar una interpretacin objetivo-sustancial del art. 5 2 CPConst, en los trminos que acaban de ser expuestos, puesto que si en la va ordinaria no se remedia la afectacin constitucional que dio lugar a la presentacin de la demanda, siempre ser posible iniciar un proceso de amparo contra la resolucin judicial
firme (art. 4 CPConst) que no otorg adecuada proteccin a un derecho
fundamental.
Jurisprudencia Temtica
96
76.
77.
Jurisprudencia Temtica
Por ello consideramos que la residualidad o excepcionalidad del amparo impone que su procedencia contra resoluciones judiciales firmes quede circunscrita a aquellos supuestos de vulneraciones de derechos fundamentales originadas intra processum, contra aquellas resoluciones que impidan
97
el acceso al proceso, o cuando resulte imprescindible una interpretacin objetivo-sustancial de la residualidad, en aras de establecer el precedente
normativo.
VI. REFLEXIONES FINALES.
Jurisprudencia Temtica
98
Por otra parte, se ha reservado a la jurisdiccin ordinaria la debida tutela de los derechos fundamentales en el resto de casos. Ello exige que el juez
ordinario comprenda, hoy ms que nunca, que la adecuada y eficiente proteccin de los derechos fundamentales no son funciones exclusivas de algn
rgano ad hoc, sino que a l, en tanto miembro del Poder Jurisdiccional,
competen tambin, en igual intensidad, dichas tareas. Para tales efectos, ser
deber de todos los jueces capacitarse para una pertinente valoracin del contenido protegido por los derechos fundamentales, pues slo as se encontrarn en condiciones de determinar cundo corresponde declarar la inconstitucionalidad de algn acto. De otra parte, es deber del Estado adoptar medidas legislativas y logsticas que permitan potenciar a la jurisdiccin ordinaria en la defensa de los derechos fundamentales, sin perjuicio de implementar, cuanto antes, los juzgados especializados encargados de conocer los
amparos en primera y segunda instancia, a los que hace alusin la Tercera
Disposicin Final CPConst.
Asimismo, el art. 5 2 CPConst. representa una herramienta vital para
que el TC, adems de tutelar los derechos fundamentales en circunstancias
de grave afectacin subjetiva, logre objetivar el proceso de amparo, convirtindolo en un cauce orientado a unificar la jurisprudencia constitucional y a
irradiar, a travs del instituto del precedente, la proteccin de los derechos
fundamentales de la colectividad en general.
78.
A partir del ao 2002, las causas ingresadas al TC cada ao han ido en franco
aumento. En el referido ao, la totalidad de expedientes ingresados fueron 3,094,
prcticamente el doble que el ao anterior (1,585). Mientras que en el ao 2005, slo
entre hbeas corpus y amparos, sumaron 8,571. Y el futuro inmediato no parece
promisorio, pues slo en los dos primeros meses del ao 2006, ya han ingresado
1,587 expedientes. Lo curioso es que las causas que han merecido una sentencia
total o parcialmente estimatoria, lejos de aumentar se han reducido: en el ao
2002, fueron 782 y en el ao 2004, 434. (Fuente: Oficina de Planeamiento y
estadstica del TC).
De esta manera, el aumento de causas que ingresan al TC, no parece ser
sinnimo de una mayor cantidad de vulneraciones a los derechos fundamentales.
Sin embargo, lo que s resulta evidente es que las improcedencias o causas
manifiestamente infundadas estn demandando un tiempo que bien podra
ser dedicado a analizar con tanto rigor como prontitud, los asuntos
verdaderamente relevantes. La justicia tarda no es justicia, suele decirse. El
derecho a la duracin razonable del proceso se encuentra reconocido
implcitamente en nuestra Constitucin (art. 139 3) y explcitamente en el
artculo 8 1 CADH, cuya vulneracin ha dado lugar a cuatro sentencias
estimatorias dictadas por la Corte Interamericana en los Casos Genie Lacayo
vs. Nicargaua (prrafos 77 a 81), Surez Rosero vs. Ecuador (prrafos 70 a
73), Ricardo Canese vs. Paraguay (prrafos 141 a 151) y Tibi vs. Ecuador
(prrafos 168 a 177) ) (Cfr. Landa, Csar compilador. Jurisprudencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Lima: Palestra, 2005, pp. 182 a
183, 369 a 370, 1167 a 1170 y 1248 a 1250).
Asimismo, tal como se refiere en el informe de la Comisin Benda, el retraso de
los recursos de amparos ha dado lugar a sentencias estimatorias del Tribunal
Europeo de Derechos Humanos contra Alemania, emitidas el 1 de julio de 1997
(Cfr. Lpez Pietsch, Pablo. Op. cit, p. 121). Mientras que el retraso en la tramitacin
de un amparo se ha visto involucrado en la condena a Espaa por vulnerar el
derecho a un proceso sin dilaciones indebidas (Vid. Sentencia TEDH, 7 de julio
de 1989, Caso Unin Alimentaria Sanders S.A. vs. Espaa. En: Daz Revorio,
Francisco Javier compilador. Jurisprudencia del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos. Lima: Palestra, 2004, pp. 609 a 623. Tambin, Cfr. Borrajo
Iniesta, Ignacio. Los derechos a un proceso sin dilaciones indebidas y a un proceso
pblico. En: Cuadernos de Derecho Pblico. N. 10, Mayo Agosto, 2000, pp.
133 a 151; en especial pp. 134 a 137).
El Per no debe esperar a que le ocurra algo similar para adoptar las medidas
que permitan reducir el tiempo en la tramitacin de los procesos, mxime si se
Jurisprudencia Temtica
Por razones obvias, este estudio se ha encontrado circunscrito al proceso de amparo. Por otra parte, nuestro anlisis se ha desenvuelto en la normativa vigente y no en alguna potencial reforma o complementacin que pudiera caber. Sin embargo, ante el progresivo crecimiento de causas que
llegan al TC78, no nos son ajenas ciertas interrogantes: Cabe incorporar al
ordenamiento un instituto similar al certiorari para regular el acceso al TC
en la totalidad de los procesos constitucionales de la libertad? Para tales efec-
99
tos, es necesario reformar la Constitucin?79 Existe un derecho de acceso al TC en estos casos o la Constitucin admite que sta sea una posibilidad graciable? Acaso la tutela jurisdiccional con todos sus alcances no queda
agotada con la pluralidad de instancias cumplida en las dos instancias previas antes de llegar al TC? Esa famosa palabra denegatorias, establecida
en el artculo 202 2 C admite una interpretacin en clave objetiva, distinta de aquella que hasta ahora ha prevalecido?
Jurisprudencia Temtica
100
79.
INTRODUCCIN
El Cdigo Procesal Constitucional (CPC) peruano trae una clara novedad respecto de la legislacin anterior en lo que concierne a la procedencia
de la garanta constitucional. Se lee en el artculo 5 CPC que no proceden
los procesos constitucionales cuando 2. Existan vas procedimentales especficas, igualmente satisfactorias, para la proteccin del derecho constitucional
amenazado o vulnerado, salvo cuando se trate del proceso de hbeas corpus.
Este dispositivo abre una serie de interrogantes que intentarn ser abordadas
y resueltas a lo largo de este trabajo.
Antes de ello, sin embargo, conviene dejar establecidas algunas consideraciones previas. En primer lugar, el artculo 5.2 CPC se recoge dentro de
las disposiciones generales exigibles del hbeas corpus, del amparo, del hbeas data y del proceso de cumplimiento. Pero esto no significa que la causal de improcedencia sea predicable de todas estas garantas constitucionales. No lo es respecto del hbeas corpus porque el propio artculo 5.2 CPC
ha planteado respecto de l una clara excepcin; y no lo es respecto de la
demanda de cumplimiento porque este proceso constitucional no es apto para
defender derechos constitucionales (artculo 70.3 CPC). La mencionada
causal de improcedencia ser predicable del amparo y del hbeas data, aunque ser respecto del amparo que se planteen las cuestiones ms relevantes,
como se har en este trabajo.
En segundo lugar, en este trabajo se emplearn indistintamente las expresiones accin de amparo, garanta constitucional de amparo y proceso constitucional de amparo. Si bien el Cdigo Procesal Constitucional
Justicia Constitucional. Revista de Jurisprudencia y Doctrina
Ao I - N. 2 - agosto - diciembre, Lima, 2005
Jurisprudencia Temtica
I.
101
Jurisprudencia Temtica
1.
Slo puede entenderse la causal de improcedencia recogida en el artculo 5.2 CPC si se admite con carcter previo la naturaleza residual de la
accin de amparo. Qu significa que el proceso de amparo se constituya en
un mecanismo residual de defensa de derechos constitucionales? Desde una
perspectiva negativa significa que no podr acudirse al amparo para la defensa
de cualquier derecho constitucional, si esa misma defensa puede lograrse a
travs de algn proceso en la va judicial ordinaria. Al amparo slo se podr
acudir residualmente, cuando la defensa del derecho constitucional no ha sido
conseguida a travs de otros medios judiciales.
En este contexto, hablar de residualidad en referencia al amparo,
significar hablar de excepcionalidad. La excepcionalidad, por otra parte, se opone a la alternatividad , que predicada del amparo significa que
el quejoso tendr siempre la libertad de decidir acudir al proceso constitucional de amparo o acudir a la va judicial ordinaria en defensa de
su derecho constitucional. El amparo en el Per, antes de la entrada en
vigor del Cdigo Procesal Constitucional, era considerado un mecanismo constitucional plenamente alternativo. Durante la vigencia del artculo 6 de la Ley 23506 1, la jurisprudencia constitucional defini claramente que el proceso de amparo no era un proceso residual o excep-
1.
102
Definicin negativa
cional2, sino ms bien uno alternativo. El amparo, dijo el Tribunal Constitucional, es un proceso alternativo, en el que la proteccin de los
derechos constitucionales queda librada a la opcin que toma el justiciable 3. Dentro de este sistema de alternatividad, la nica limitacin
que tena el titular del derecho para acceder al amparo era que la agresin del derecho constitucional debera haber ocurrido de modo manifiesto, sin que sobre ella existiese duda alguna 4.
2.
Definicin positiva
2.
3.
4.
Jurisprudencia Temtica
103
no existe otro mecanismo de proteccin idneo. Por esta razn, en este trabajo, a este segundo supuesto se le llamar excepcionalidad por subsidiaridad.
Sobre estos dos supuestos que conforman la definicin positiva del carcter
residual o excepcional del amparo, se pasar a estudiar a continuacin.
III.
Definicin de la modalidad
Jurisprudencia Temtica
2.
5.
6.
7.
104
la va judicial en todas sus etapas e instancias, por agresiones provenientes tanto del Poder legislativo8, del Poder ejecutivo9, y del Poder judicial10.
8.
9.
10.
11.
12.
Jurisprudencia Temtica
Al interpretar este artculo 53.2 CE, se ha escrito con razn que [e]n su virtud
se impone (...) tanto un criterio de organizacin de la jurisdiccin de amparo como
una carga (...) para quien pretenda deducir su queja ante el Tribunal Constitucional. De conformidad con aquel criterio, el legislador debe articular las vas judiciales ordinarias de modo tal que la intervencin del Tribunal Constitucional, como juez
de amparo, sea siempre ulterior a la del juez ordinario11. Y es que [e]l amparo
constitucional es, (...), un recurso por el que se solicita del Tribunal Constitucional
la preservacin o, en su caso, restablecimiento de un derecho fundamental que se
reputa conculcado. Se configura, pues, como ltimo recurso para evitar la vulneracin de derechos fundamentales o, si ya se ha producido, repararla12.
105
Jurisprudencia Temtica
3.
106
El caso mexicano
13.
14.
15.
16.
de definitividad, [p]ara que la accin de amparo sea procedente es necesario que se agoten todas las instancias, recursos y medios de defensa ordinarios previstos por las leyes que rijan el acto que se reclama y que puedan
modificarlo o revocarlo17.
IV.
Definicin de la modalidad
El caso argentino
La excepcionalidad por subsidiaridad ha sido recogido en el sistema
constitucional argentino, en cuya Constitucin se ha establecido que [t]oda
persona puede interponer accin expedita y rpida de amparo, siempre que
no exista otro medio judicial ms idneo, contra todo acto u omisin de
autoridades pblicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta,
derechos y garantas reconocidos por esta Constitucin, un tratado o una ley.
En el caso, el juez podr declarar la inconstitucionalidad de la norma en que
se funde el acto u omisin lesiva (artculo 43 CA)19. Complementariamente, en el artculo 2 de la Ley 16.986, Ley de accin de amparo, se tiene dis2.
17.
18.
19.
Jurisprudencia Temtica
107
puesto que [l] accin de amparo no ser admisible cuando: a) Existan recursos o remedios judiciales o administrativos que permitan obtener la proteccin del derecho o garanta constitucional de que se trate.
Como bien se ha afirmado, [c]onforme el esquema de la ley
16.986, la accin de amparo resulta (en Argentina, no as en otros pases) un instituto excepcional, residual o heroico, como lo llama la doctrina (...). nicamente es admisible el amparo, entonces ante la inoperancia de todos los dems trmites procesales ya legislados, para atender idneamente al problema planteado: el amparo, se ha dicho, presupone el desamparo20. Esta afirmacin, sin embargo, parecera requerir
de precisin al constatarse que la Constitucin Argentina habla de medio judicial ms idneo a diferencia de la ley 16.986, cuyo texto es anterior al del actual artculo 43 CA. La precisin ira en la lnea de afirmar que la existencia de otras vas judiciales no obsta necesariamente al
empleo de la demanda constitucional de amparo, cuando esas vas judiciales sean menos idneas para la proteccin inmediata que depara el
amparo al derecho constitucional 21.
Jurisprudencia Temtica
V.
1.
En el ordenamiento jurdico peruano, la Constitucin peruana no dispone nada como se ha visto lo hace la Constitucin espaola, la mexicana
y la argentina, acerca del carcter excepcional del proceso constitucional de
amparo. Quien s lo ha hecho ha sido el legislador al disponer la procedencia
del amparo contra resoluciones judiciales firmes emanadas de un procedimiento irregular (artculo 4 CPC)22. En estos supuestos, producida la violacin del
derecho constitucional a la tutela procesal efectiva a travs de una resolucin
20.
21.
22.
108
El legislador peruano ha dispuesto que frente a una agresin a un derecho constitucional, con carcter previo y necesario el agraviado deber preguntarse si la misma proteccin que encontrara en el amparo la puede conseguir en algn otro proceso especfico en la va judicial ordinaria. Si es posible
esa otra igual proteccin, se habrn cerrado definitivamente las puertas del
amparo para el quejoso, y deber intentar encontrar la salvacin de su derecho constitucional en ese otro proceso especfico distinto del amparo. Slo
si no existiese una tal va procesal, subsidiariamente podr intentar defender
23.
24.
En el tercer prrafo del artculo 4 CPC se ha establecido que [s]e entiende por
tutela procesal efectiva aquella situacin jurdica de una persona en la que se
respetan, de modo enunciativo, sus derechos de libre acceso al rgano
jurisdiccional, a probar, de defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el
proceso, a no ser desviado de la jurisdiccin predeterminada ni sometido a
procedimientos distintos de los previstos por la ley, a la obtencin de una resolucin
fundada en derecho, a acceder a los medios impugnatorios regulados, a la
imposibilidad de revivir procesos fenecidos, a la actuacin adecuada y
temporalmente oportuna de las resoluciones judiciales y a la observancia del
principio de legalidad procesal penal.
Me remito a la argumentacin que en otro lugar he planteado para considerar
que la modalidad de amparo excepcional por definitividad se encuentra recogido
en el artculo 4 CPC; y que la modalidad de amparo alternativo se concluye de
una interpretacin contrario sensu del artculo 5.2 CPC. Cfr. mis trabajos
Alternatividad y excepcionalidad..., ob. cit.; Normas autoaplicativas ,alternatividad...,
ob. cit., y Comentarios al Cdigo procesal Constitucional, Universidad de Piura
ARA editores, Lima 2004.
Jurisprudencia Temtica
Pero el legislador peruano, tambin ha recogido la modalidad de excepcionalidad por subsidiaridad para referirla del amparo. Como ya se tuvo
oportunidad de decir al inicio de este trabajo, no proceden los procesos constitucionales cuando [e]xistan vas procedimentales especficas, igualmente
satisfactorias, para la proteccin del derecho constitucional amenazado o
vulnerado, salvo cuando se trate del proceso de hbeas corpus (artculo 5.2
CPC).
109
Jurisprudencia Temtica
1.
110
25.
26.
diendo obviamente del derecho agredido. As, incurrir en inconstitucionalidad toda disposicin legal que vaya en contra de la posibilidad de acceder
a estos mecanismos procesales frente a la afectacin real y manifiesta del
contenido constitucional de un derecho fundamental. Dicho con otras palabras, ser inconstitucional el dispositivo legal que obligue al afectado en su
derecho constitucional a acudir a mecanismos de proteccin distintos a los
previstos por la misma norma constitucional cuando se ha violado de modo
claro y manifiesto el contenido constitucional de alguno de sus derechos
fundamentales.
Y es que del texto constitucional brota la alternatividad en los procesos constitucionales que defienden derechos. El texto constitucional ha
previsto que estos procesos sean activados ante la afectacin de derechos
constitucionales, no ha planteado ninguna exigencia adicional. El hecho que
en la prctica jurisprudencial del Tribunal Constitucional se exija que para
la procedencia de la demanda constitucional, la afectacin del derecho
constitucional deba ser clara, manifiesta y no litigiosa27, es una exigencia que
no es inconstitucional en la medida que brota de la propia naturaleza urgente
y sumaria del proceso destinado a proteger derechos constitucionales.
En efecto, aunque en la norma constitucional no aparezca recogida
la exigencia de que la agresin deba ser indubitable para permitir el acceso al proceso constitucional, es razonable que se exija porque la gravedad
27.
Jurisprudencia Temtica
111
Jurisprudencia Temtica
Que existan otras vas menos urgentes, menos sumarias, menos efectivas para la salvacin del derecho constitucional y que el afectado opte por
esas vas, es una cuestin que debera quedar a la libre decisin del agraviado en su derecho constitucional. No se olvide que el sistema peruano no es
por ejemplo el sistema espaol, mexicano o argentino, en los cuales como
se hizo notar se ha previsto la posibilidad de que el afectado en su derecho
constitucional deba acudir a la va judicial ordinaria en lugar del amparo. Pero
en estos sistemas es posible precisamente porque as lo ha previsto su norma
fundamental. Si se desea que el sistema peruano sea uno excepcional, se hace
necesaria una reforma constitucional.
112
28.
29.
expresamente ha recogido la excepcionalidad del amparo (ya sea en su modalidad de subsidiaridad o de definitividad).
2.
Ese recurso sencillo y rpido para proteccin de los derechos fundamentales al que hace referencia el texto internacional, ha sido concretado y definido por el constituyente peruano al momento de disponer que tales recursos son el amparo, el hbeas corpus y el hbeas data30. Lo que se est previendo, con esta decisin de carcter constituyente, es un derecho a favor del
agraviado y adems de rango constitucional. As, se puede hablar del derecho constitucional de acceso a los procesos constitucionales cuando ocurra
la violacin de un derecho constitucional.
En este sentido se ha movido el criterio jurisprudencial del Tribunal
Constitucional, para el que detrs de la constitucionalizacin de procesos
como el hbeas corpus, el amparo o el hbeas data, nuestra Carta Magna
ha reconocido el derecho (subjetivoconstitucional) a la proteccin jurisdiccional de los derechos y libertades fundamentales31. Este derecho constitucional, ha dicho el Tribunal Constitucional, puede ser considerado como
una manifestacin del derecho a la proteccin jurisdiccional de los derechos
constitucionales. As, detrs (...) del establecimiento de los procesos constitucionales de la libertad, se encuentra implcito el derecho a la proteccin
jurisdiccional de los derechos [constitucionales]32.
30.
31.
32.
Jurisprudencia Temtica
113
Jurisprudencia Temtica
Este derecho, como todo derecho fundamental, cuenta con un contenido constitucional que se define a travs tanto de su dimensin subjetiva
o de libertad, como de su dimensin objetiva o prestacional33. En virtud de
la primera, el derecho faculta a su titular a que cada vez que exista una agresin clara y manifiesta de alguno de sus derechos fundamentales, pueda
acudir al proceso constitucional, sin que se le pueda constreir a no hacerlo o a hacerlo a travs de un procedimiento distinto. En virtud de la segunda dimensin (la dimensin objetiva o prestacional), obliga al poder poltico a realizar actos positivos (legislativos, ejecutivos y judiciales) que favorezcan a la plena vigencia del derecho constitucional, por lo pronto, de la
facultad de acceso que trae consigo la referida dimensin de libertad del
derecho de acceso.
114
A)
Una tercera lnea de argumentacin que puede presentarse para discutir la constitucionalidad del artculo 5.2 CPC, tiene que ver con la proporcionalidad de la restriccin del derecho constitucional de acceso a los
procesos constitucionales que trae consigo este dispositivo legal. En referencia a este derecho constitucional de proteccin jurisdiccional de los
derechos fundamentales a travs de los procesos constitucionales de la
33.
34.
libertad, ha dicho el Tribunal Constitucional que no puede obstaculizarse irrazonablemente su acceso o simplemente impedirse su cabal goce y
ejercicio35.
Dicho esto, corresponde plantear la pregunta siguiente: se ajusta al
principio de proporcionalidad o razonabilidad la restriccin que del derecho de acceso a los procesos constitucionales hace el artculo 5.2 CPC?
Esta pregunta ayudar a determinar la constitucionalidad del precepto legal
porque el principio de proporcionalidad o razonabilidad36 se configura
como un parmetro para determinar la constitucionalidad de las leyes
cuando stas recogen una limitacin de un derecho constitucional37. Como
se sabe, una medida que afecta un derecho constitucional es proporcional si supera conjuntamente los siguientes tres juicios: el juicio de idoneidad, el juicio de necesidad y el juicio de proporcionalidad en sentido estricto. Si no superase alguno de estos juicios, la medida sera irrazonable
y por tanto, inconstitucional.
B)
35.
36.
37.
Jurisprudencia Temtica
115
que la medida en s misma sea adecuada para el logro de ese fin38. En lo que
respecta a la primera exigencia, conviene determinar la finalidad del artculo
5.2 CPC atendiendo a lo expresado por los encargados de redactar lo que hoy
es el Cdigo Procesal Constitucional.
Jurisprudencia Temtica
116
38.
39.
40.
41.
42.
Como apuntaba Borea Odra a mediados de la dcada de los 90, [o]tro problema
del amparo es su inflacin, esto es, la proliferacin de juicios de amparo
decididamente inmotivados, carentes de fundamento o abiertamente fabricados.
Ello importa la manipulacin o adulteracin del amparo, como genuino producto
constitucional, a favor de intereses secundarios o rastreros. Naturalmente, todo
ello provoca una seria devaluacin institucional de esta accin, con su consecuente
desprestigio. BOREA ODRA, Alberto. Evolucin de las garantas constitucionales,
2 edicin, Grigley, Lima, 1996, p. 11.
Jurisprudencia Temtica
El artculo 5.2 CPC, se presenta como una medida idnea para la consecucin de la antes mencionada finalidad? Si obligamos al afectado en su
derecho constitucional a acudir a la va judicial ordinaria cuando exista en ella
un proceso especfico igualmente efectivo que el amparo para la defensa de
un derecho constitucional, nada asegura que se acuda al amparo slo cuando exista una verdadera agresin del derecho constitucional. En efecto, por
s sola la medida del artculo 5.2 CPC no impide la desnaturalizacin del
amparo, pues por s misma permite acudir al amparo con slo invocar la
agresin de un derecho constitucional y constatar fehacientemente que en la
va judicial ordinaria no existe un proceso que ni de cerca se asemeja en efectividad al proceso constitucional.
117
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C)
118
43.
44.
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paro slo cuando resulte indispensable, es ms, no logra que slo se tramiten por amparo las verdaderas violaciones de contenidos constitucionales de
derechos fundamentales, de hecho, favorece a que las referidas violaciones se
tramiten en las vas judiciales ordinarias. Mientras que con la medida de
comparacin se lograr no slo que no se acuda al amparo cuando sea constitucionalmente innecesario, sino que adems se conseguir que se acuda al
amparo cuando sea realmente indispensable. Como se puede constatar, entre una y otra medida hay una eficacia distinta: es manifiesta la mayor eficacia de la medida de comparacin que la medida recogida en el artculo 5.2 CPC44.
119
Jurisprudencia Temtica
sentencias interpretativas, se dispone que una disposicin legal no es inconstitucional si es que sta puede ser interpretada conforme a la Constitucin.
Como tal, presupone la existencia, en una disposicin legal, de al menos dos
opciones interpretativas, una de las cuales es conforme con la Constitucin
y la otra incompatible con ella. En tal caso, el Tribunal Constitucional declara que la disposicin legal no ser declarada inconstitucional en la medida en
que se la interprete en el sentido que es conforme a la Constitucin45.
Hasta ahora, se ha mantenido una interpretacin del artculo 5.2 CPC
que contradice a la Constitucin al afirmar que no permite tramitar a travs
del amparo verdaderas y manifiestas violaciones de derechos fundamentales
y al posibilitar que esas verdaderas violaciones se tramiten en la va judicial
ordinaria, en contradiccin al texto constitucional que dispone al amparo (el
hbeas corpus y el hbeas data) como el mecanismo procesal de defensa de
los derechos constitucionales. Pero, es posible una interpretacin del artculo
5.2 CPC que sea conforme a la Constitucin?
120
1.
45.
En este sentido, para la defensa de sus derechos fundamentales el agraviado cuenta con procesos en la va judicial ordinaria y con los procesos
constitucionales. Los primeros son procesos distintos al proceso constitucional
y que satisface la defensa de un derecho constitucional y consigue la reposicin de las cosas al estado anterior de una violacin constitucional47. La va
judicial ordinaria incluye tanto los procesos judiciales generales como especiales que se contengan en el Cdigo procesal civil o en alguna norma procesal especial, como la laboral o la contencioso administrativa. Estas vas
judiciales ordinarias, en principio, constituyen lo que se denomina en la teora procesal constitucional como vas paralelas (artculo 5.3 CPC)48.
2.
Va procedimental especfica
La segunda caracterstica que exige el artculo 5.2 CPC y que debe concurrir en la va procedimental para que se configure constitucionalmente
como el camino necesario al que ha de acudir el quejoso en su intento de
encontrar la salvacin de su derecho constitucional, es el de ser una va especfica. La especificidad, en este caso, debe ser entendida como singulari-
46.
47.
48.
Jurisprudencia Temtica
121
dad o individualidad, y esta debe ser definida en contraposicin a la generalidad. Las vas judiciales ordinarias de naturaleza general no son aptas para
ofrecer una defensa y proteccin adecuadas frente a agresiones de derechos
constitucionales. Ellas han sido pensadas y estatuidas para defender y proteger derechos de rango meramente legal o administrativo y, si bien son aptas
para la defensa de un derecho constitucional en la medida que son aptas para
la defensa de cualquier derecho subjetivo, en ningn caso podrn brindar una
proteccin igualmente eficaz a la que brinde, por ejemplo, el proceso constitucional de amparo.
Jurisprudencia Temtica
Ningn proceso general civil, laboral, tributario, contencioso administrativo, etc., servir para cumplir con la medida prevista en el artculo 5.2
CPC. Debe tratarse de procedimientos especficos, lo que requiere que la ley
procesal contencioso administrativa, civil, laboral o tributaria, defina en algn
proceso de defensa de los derechos fundamentales de naturaleza administrativa
(vulneracin de la libertad de empresa por resolucin administrativa que clausura indebidamente un local comercial), civil (honor, intimidad, etc.), laboral (libertad sindical, de huelga, proteccin adecuada frente al despido arbitrario, etc.), o tributaria (lesin al derecho a la propiedad por cobro de tributos confiscatorios, etc.).
122
Es por eso que no parece acertado cuando los redactores del anteproyecto del Cdigo Procesal Constitucional refirindose al artculo 5.2 CPC, han
manifestado que si ante la violacin o amenaza de violacin de un derecho
fundamental, puede iniciarse un proceso contencioso administrativo o un
amparo, el juez por regla general deber preferir el proceso contencioso
administrativo49. Pues, aunque el quejoso pueda acudir a un proceso contencioso administrativo, habr que preguntarse entre otras cosas si es un proceso contencioso administrativo general o especfico.
3.
A)
49.
As, lo igualmente satisfactorio se define tanto desde un punto de vista material, es decir, atendiendo al objeto de proteccin (la igual proteccin
del derecho constitucional que se obtendra a travs del amparo), como desde
un punto de vista formal, es decir, atendiendo al mecanismo procesal previsto para lograr el objeto de proteccin (la previsin de un proceso que asegure la igual proteccin). De la combinacin de ambos criterios, el formal y el
material, pueden concluirse algunos criterios que permitan definir a una va
procedimental especfica como igualmente satisfactoria, y que a continuacin
se especifican.
B) No basta una va judicial simplemente apta para la salvacin del
derecho
La va procedimental judicial no ser igualmente satisfactoria si es
simplemente apta para conseguir el resultado de salvacin del derecho
constitucional afectado, pues en principio siempre habr una va judicial
ordinaria apta para proteger derechos constitucionales. Lo que exige la norma procesal constitucional es que la va judicial ordinaria sea igualmente
satisfactoria, es decir, que exista una relacin de igualdad (igualmente,
dice la ley) entre la satisfaccin que de la pretensin de salvacin de su
derecho constitucional pueda esperar el agraviado tanto en la va procedimental judicial ordinaria, como en la va prodecimental constitucional.
Bien se ha dicho cuando se ha escrito que la sola existencia de una va
judicial como mecanismo de proteccin de un derecho fundamental, no
significa per se, que la misma sea, en todos los casos o supuestos, igualmente satisfactoria, que la estrictamente constitucional. Dicha va, debe
cuando menos y entre otras cosas, dispensar la misma dosis de tutela o sa-
Jurisprudencia Temtica
nerales de los procesos de hbeas corpus, amparo, hbeas data y cumplimiento, y en la medida igualmente que el artculo 5.2 CPC prev al hbeas corpus como excepcin y que el proceso de cumplimiento no defiende
derechos constitucionales (artculo 70.3 CPC), la respuesta es que lo igualmente satisfactorio deber verificarse entre la va procedimental especfica y el proceso de amparo (y de hbeas data, dependiendo siempre del
derecho constitucional invocado como agredido). Cabra tambin preguntar, complementariamente, igualmente satisfactoria para qu? Obviamente, para la salvacin del derecho constitucional, es decir, igualmente
satisfactoria en la consecucin de la finalidad de los procesos constitucionales: reponer las cosas al estado anterior de la violacin o amenaza de
violacin del derecho constitucional (artculo 1 CPC) o, como dice el mismo artculo 5.2 CPC, para la proteccin del derecho constitucional amenazado o vulnerado.
123
tisfacer con igual intensidad la pretensin reclamada50. Esta correspondencia en el grado de proteccin brindada por una u otra va define materialmente el significado de va procedimental igualmente satisfactoria.
Cul es esa proteccin que brinda el proceso constitucional y que ha de
servir de criterio para determinar si una va procedimental es igualmente
satisfactoria? Dos afirmaciones con carcter previo pueden establecerse antes de entrar a responder esta pregunta. Lo primero es que el anlisis deber
realizarse siempre en funcin de las previsiones legales, y no en funcin
a las disfuncionalidades que pueden ocurrir u ocurren en los hechos51. Y
lo segundo es que, si bien existen disposiciones generales predicables de
los procesos constitucionales, no debe olvidarse que tambin existen disposiciones particulares que individualizan a cada proceso constitucional y
a las que tambin hay que acudir para definir lo igualmente satisfactorio.
De modo que, aunque aqu se incidir en lo referido al proceso de amparo, se ha de estar igualmente a las disposiciones particulares del hbeas data
para definir si existe una va procedimental igualmente satisfactoria y se
configure as la causal de improcedencia del artculo 5.2 CPC.
Jurisprudencia Temtica
C)
50.
51.
124
52.
Jurisprudencia Temtica
125
Jurisprudencia Temtica
E)
En la lnea de afirmar los caracteres que, presentes en el proceso de amparo es razonable que se exijan de la va procesal especfica para ser considerada como igualmente satisfactoria, se encuentran dos cuestiones procesales que,
en principio, no encuentran ninguna razn para no ser requeridas de la referida va procesal especfica, ello en tanto que aparecen como garantas de quien
ha visto alguno de sus derechos constitucionales vulnerados.
Se trata, en primer lugar, de la previsin por la cual en los procesos
constitucionales slo adquiere la autoridad de cosa juzgada la decisin final que
se pronuncie sobre el fondo (artculo 6 CPC). La ausencia de esta garanta en
la va procesal igualmente eficaz, es un elemento ms para definir su ineptitud
como va igualmente satisfactoria que el amparo en la defensa de un derecho
constitucional. Igualmente, una va procesal especfica no llega a brindar una
igual proteccin que la que se brinda a travs del amparo, si es que no se prev la posibilidad de que el quejoso acuda a una suerte de instancia ltima si es
que en segunda instancia se le ha denegado la demanda constitucional53.
53.
126
54.
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127
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55.
56.
128
57.
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129
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1.
58.
59.
60.
61.
130
Idem, p. 67.
Bien se ha dicho cuando se ha afirmado que el [a]mparo residual puede resultar
[siendo] un remedio peor que la enfermedad si no se toman las debidas
precauciones. ESPINOSASALDAA BARRERA, Eloy. Cdigo Procesal
Constitucional: Estudio introductorio, en CASTAEDA OTSU, Susana y otros
Introduccin a los procesos constitucionales, ob. cit., p. 75.
CASTILLO CRDOVA, Luis. Alternatividad y excepcionalidad..., ob. cit., ps. 5658.
Tambin es reciente y sumamente preocupante el criterio jurisprudencial del
Tribunal Constitucional por el que ha definido las condiciones de procedencia del
proceso de cumplimiento. Algunos argumentos de crtica al referido criterio
62.
Jurisprudencia Temtica
131
Jurisprudencia Temtica
No slo no sirve, sino que adems no se ajusta a la prescripcin constitucional, considerar que el contenido del derecho constitucional a una proteccin adecuada contra el despido arbitrario supone la indemnizacin o la
reposicin segn corresponda, a eleccin del trabajador63. Una vez ms se
debe reafirmar la claridad con la que se manifiesta el artculo 27 CP al establecer que quien define la proteccin adecuada contra el despido arbitrario
no es el trabajador sino el legislador64. Y lo que es absolutamente sorprendente
es que el Tribunal Constitucional haya establecido que corresponde al demandante la carga de la prueba para demostrar que el proceso de amparo es la
va idnea y eficaz para restablecer el ejercicio de su derecho constitucional
vulnerado, y no el proceso judicial ordinario de que se trate65. Se presume
que ser el juez quien conoce el Derecho, y sabr l, el juez, si en la basta va
judicial ordinaria existe algn proceso que pueda ser o no tan eficaz que el
amparo para resolver la concreta pretensin que se le presente. Bien se puede advertir que esta exigencia procesal ser mal empleada por los jueces para
rechazar demandas de amparo, al margen de que lo controvertido sea o no
una manifiesta violacin del contenido constitucional de un derecho fundamental.
Advertidas estas primeras criticables manifestaciones del Tribunal
Constitucional, se ha de poner de manifiesto que este Alto Tribunal no ha
definido lo que se ha de entender por va judicial igualmente eficaz cuando de las pretensiones laborales se trata. Tan es as que para los casos de
despido sin imputacin de causa, el Supremo intrprete de la Constitucin
remite a su abundante jurisprudencia para delimitar los supuestos en los
que el amparo se configura como va idnea para reponer el derecho vulnerado66.
Una pista vlida, aunque no del todo correcta en su enfoque, recin la
formula el Tribunal Constitucional respecto de los llamados despidos fraudulentos. Este tipo de despido slo podr impugnarse a travs del proceso
de amparo cuando el demandante acredite fehaciente e indubitablemente
63.
64.
132
65.
66.
Idem, f. j. 7.
CASTILLO CRDOVA, Luis, El contenido constitucional del derecho al trabajo y el
proceso de amparo, en Asesora Laboral, noviembre 2004, ps. 914.
EXP. 02062005PA/TC, citado, f. j. 6.
Idem, f. j. 8.
Mientras que, y ahora s con acierto, el Tribunal Constitucional ha manifestado que es cuestionable por amparo las situaciones de despido nulo. No
poda ser de otro modo ya que, como bien afirma, nos encontramos ante
casos de urgencia relacionados con la violacin de los derechos constitucionales68. En estos casos no se configura la causal de improcedencia del amparo contenida en el artculo 5.2 CPC, consecuentemente, el trabajador tiene expedita esa va constitucional para ser empleada si as lo decide. Por lo que,
cuando se formulen demandas fundadas en las causales que configuran un
despido nulo, el amparo ser procedente por las razones expuestas, considerando la proteccin urgente que se requiere para este tipo de casos, sin perjuicio del derecho del trabajador a recurrir a la va judicial ordinaria laboral,
si as lo estima conveniente69.
En realidad el Tribunal Constitucional no manifiesta ningn criterio
til para la determinacin de una va judicial como igualmente eficaz que
el amparo, ya se trate de un despido incausado, fraudulento o nulo. Muy
por el contrario, su desacertado modo de entender el derecho constitucional al trabajo, le lleva a desafortunados resultados, como el admitir la
procedencia del amparo cuando se trata de despidos incausados y fraudulentos (siempre que no se exija de una etapa de actuacin de pruebas). Se
ha de insistir en que los despidos incausados o fraudulentos no dan lugar
al proceso de amparo, no porque en la va laboral ordinaria exista una va
igualmente eficaz que el amparo, sino porque el amparo slo protege el
contenido constitucional de un derecho fundamental, y no forma parte del
contenido constitucional del derecho fundamental al trabajo la reposicin
en caso de despido arbitrario.
67.
68.
69.
Ibidem.
Idem, f. j. 9.
Idem, f. j. 16.
Jurisprudencia Temtica
que existi fraude, pues en caso contrario, es decir, cuando haya controversia
o duda sobre los hechos, corresponder a la va ordinaria laboral determinar la veracidad o falsedad de ellos67. Como se ha argumentado en este
trabajo, la esencia (el contenido esencial) del amparo est dispuesta de tal
manera que lo hace radicalmente ineficaz para resolver cuestiones en las que
la violacin del contenido constitucional de un derecho fundamental no es
clara o manifiesta. Este tipo de cuestiones no se resuelven a travs del amparo, no porque existan en la va judicial procesos especficos igualmente
satisfactorios, sino por la sencilla razn de que el proceso de amparo es esencialmente ineficaz para resolverlas.
133
2.
Jurisprudencia Temtica
Hasta aqu se ha analizado lo manifestado por el Tribunal Constitucional respecto de las controversias que involucran trabajadores del sector privado. Aunque inicialmente pudiera parecer lo contrario, en realidad los resultados son prcticamente los mismos que los formulados para los trabajadores de la actividad privada. La regla general ser que en los casos en los que
el servidor pblico es despedido con vulneracin de alguno de sus derechos
fundamentales (supuestos del despido nulo), el amparo ser la va procesal adecuada. Ha dicho el Tribunal Constitucional que el proceso de amparo ser
la va idnea para los casos relativos a despidos de servidores pblicos cuya
causa sea: su afiliacin sindical o cargo sindical, por discriminacin, en el caso
de las mujeres por su maternidad, y por la condicin de impedido fsico o mental70.
134
La excepcin a esta regla general ser doble. En primer lugar, todos los
casos (que involucren o no el contenido constitucional de derechos fundamentales) que requieran de una especial actividad probatoria, debern ser tramitados a travs del proceso contencioso administrativo. Se debe insistir, con
el Tribunal Constitucional, en que el amparo no es la va idnea para el
cuestionamiento de la causa justa de despido imputada por el empleador
cuando se trate de hechos controvertidos, o cuando, existiendo duda sobre
tales hechos, se requiera la actuacin de medios probatorios a fin de poder
determinar la veracidad, falsedad o la adecuada calificacin de la imputacin
de la causa justa de despido, que evidentemente no pueden dilucidarse a travs del amparo71.
Igualmente, y en segundo lugar, se tramitar por este proceso judicial
ordinario todas aquellas pretensiones que no estn referidas a la defensa de
aspectos del contenido constitucional de ningn derecho fundamental, sino
que pretendan defender simples derechos o prerrogativas reconocidas por ley.
Bien dice el Tribunal Constitucional cuando afirma que sern tramitados por
la va contencioso administrativa los conflictos jurdicos individuales respecto
a las actuaciones administrativas sobre el personal dependiente al servicio de
la administracin pblica y que se derivan de derechos reconocidos por la ley,
tales como nombramientos, impugnacin de adjudicacin de plazas, desplazamientos, reasignaciones o rotaciones, cuestionamientos relativos a remuneraciones, bonificaciones, subsidios y gratificaciones, permisos, licencias,
ascensos, promociones, impugnacin de procesos administrativos disciplina-
70.
71.
Idem, f. j. 24.
Idem, f. j. 19.
Ninguna de estas dos excepciones, sin embargo, dice algo acerca de lo que
se ha de entender por va judicial igualmente satisfactoria, porque el hecho que
a travs del amparo no se tramiten asuntos litigiosos o asuntos no referidos al
contenido constitucional de los derechos fundamentales, son exigencias que se
desprenden de la propia naturaleza constitucional del proceso de amparo, y no
de la mayor o menor eficacia que, respecto del amparo, suponga el proceso
contencioso administrativo. Esta conclusin hace errnea la declaracin del
Tribunal Constitucional por la que si en virtud de la legislacin laboral pblica
(...) y del proceso contencioso administrativo es posible la reposicin, entonces las consecuencias que se deriven de los despidos de los servidores pblicos
o del personal que sin tener tal condicin labora para el sector pblico (...),
debern dilucidarse en la va contenciosa administrativa por ser la idnea, adecuada e igualmente satisfactoria, en relacin al proceso de amparo, para resolver
las controversias laborales pblicas73. Y es errnea porque, como se acaba de
ver, los despidos de los trabajadores pblicos terminarn por ser resueltos en
el proceso contencioso administrativo, no por constituir este una va igualmente
eficaz que el amparo, sino por ser el amparo un proceso esencial y radicalmente
ineficaz para resolver controversias litigiosas o para proteger derechos de contenido simplemente legal o reglamentario.
3.
72.
73.
Idem, f. j. 23.
Idem, f. j. 22. La cursiva de la letra es aadida.
Jurisprudencia Temtica
rios, sanciones administrativas, ceses por lmite de edad, excedencia, reincorporaciones, rehabilitaciones, compensacin por tiempo de servicios y cuestionamiento de la actuacin de la administracin con motivo de la Ley N.
27803, entre otros72
135
Jurisprudencia Temtica
SILVIA BAGNI
Modelos de justicia constitucional y defensa de
los derechos. Un ensayo preliminar para una nueva clasificacin
138
ESPAOL.
1.
139
140
141
cioso-administrativo, siendo, en esos casos, el acceso al Tribunal Constitucional slo una va alternativa y privilegiada.
Y por ltimo, en cuanto a la tutela de los derechos fundamentales frente sus vulneraciones producidas por actos de cualquiera de los poderes pblicos (o de los particulares) o por normas con rango inferior a la ley, la
confluencia entre ambas jurisdicciones es total, teniendo, adems, la jurisdiccin ordinaria un mbito material ms amplio incluso que el propio
Tribunal Constitucional, en cuanto que ste ve reducido su control a la tutela
de los derechos aludidos en el art. 53.2 CE, mientras que los jueces y tribunales amplan su mbito de proteccin a todos los derechos fundamentales.
142
2.
De entrada debe sealarse que la supremaca del Tribunal Constitucional sobre el Tribunal Supremo resulta clara en materia de tutela de los derechos fundamentales, y que ah no se plantea ningn problema dogmtico (otra
cosa es la prctica, si se aleja de las previsiones que el Derecho tiene establecidas), puesto que, segn la Constitucin y la LOTC, como acaba de recordarse ms atrs, mediante el recurso de amparo pueden remediarse las vulneraciones de los derechos determinados en el art. 53.2 CE producidas por
cualquiera de los poderes pblicos (incluido el poder judicial). De ese modo,
tanto por la va del art. 43 como del art. 44, ambos de la LOTC, el Tribunal
Constitucional tiene potestad para anular sentencias de los jueces y tribunales, y por lo mismo del Tribunal Supremo, con retroaccin, o sin retroaccin
de actuaciones cuando as lo exija el restablecimiento del recurrente en la
integridad de su derecho (art. 55.1 y 3 LOTC).
Aqu la capacidad revisora del Tribunal Constitucional respecto de la
jurisdiccin ordinaria (incluido, claro est, el Tribunal Supremo) es indudable, con la nica salvedad de que deber abstenerse de conocer los hechos
(pero, no, claro est, la aplicacin del Derecho a los mismos) que dieron lugar
al proceso judicial [art. 44.1. b) LOTC] y de efectuar cualquier consideracin sobre la actuacin de los rganos judiciales que no sea la de concretar
si se ha violado el derecho y la de preservarlo o restablecerlo, lo que quiere
decir que debe atenerse al examen de constitucionalidad (que es lo que le
corresponde) de la hipottica infraccin. El recurso de amparo es, pues, el
ltimo recurso, y por ello el Tribunal Constitucional la ltima instancia, en la
materia. Cuestin distinta es que el recurso de amparo, tal como est regulado, se haya convertido en la prctica en un recurso ordinario (con la correspondiente sobrecarga de trabajo para el Tribunal Constitucional), en lugar de,
como debiera ser, un recurso realmente extraordinario (y quizs incluso
excepcional). Es de esperar que una reforma de la LOTC contribuya decisivamente a esa necesaria transformacin. De todos modos, aunque mejor
regulado, el recurso de amparo (salvo en el caso previsto por el art. 42 LOTC)
seguir siendo, sustancialmente, lo que no puede dejar de ser mientras exista (y slo una imprudente reforma de la Constitucin puede hacerlo desaparecer): un control de la aplicacin de los derechos fundamentales por los
rganos judiciales.
a)
La supremaca jurisdiccional del Tribunal Constitucional en el
ejercicio de la justicia constitucional. El Tribunal Constitucional como supremo intrprete de la Constitucin.
143
Dicho lo anterior, es decir, constatado que en lo que se refiere concretamente al amparo de determinados Derechos fundamentales la supremaca
del Tribunal Constitucional sobre el Tribunal Supremo es patente (incluso
podra decirse que natural por ampliar un trmino no estrictamente jurdico pero s muy explicativo), la cuestin de las relaciones entre el Tribunal
Constitucional y el Tribunal Supremo debe plantearse de manera ms general, esto es, en el marco de la tarea de aplicacin-interpretacin de la Constitucin y de aplicacin-interpretacin de la ley. Para ello, lo expuesto en el
epgrafe primero de este escrito sobre el modelo de justicia constitucional
supone el presupuesto, necesario, para enfocar correctamente el tema de
aquellas relaciones.
144
145
146
Para tratar debidamente esa cuestin es preciso, por ello, efectuar primero algunas consideraciones terico-dogmticas. Ante todo debe diferenciarse la interpretacin de la Constitucin de la interpretacin constitucional
(pues sta, incluyendo a aqulla, la sobrepasa). La primera tiene por objeto
los propios preceptos de la Constitucin; la segunda tiene tambin por objeto, adems de los preceptos constitucionales, al resto del ordenamiento, que
ha de interpretarse de conformidad con la Constitucin misma. De manera
que, como es bien sabido, la interpretacin constitucional consiste, por un
lado, en la interpretacin de la Constitucin, y, por otro, en la interpretacin
constitucional de la ley (y de las dems normas jurdicas infraconstitucionales). Ambas dimensiones estn estrechamente enlazadas y, por ello, son difcilmente disociables. No slo porque para interpretar constitucionalmente
la ley primero hay que interpretar la Constitucin, sino, sobre todo, porque
las dos dimensiones las practican, necesariamente, en nuestro modelo, tanto
la jurisdiccin constitucional como la jurisdiccin ordinaria.
El Tribunal Constitucional, cuando ha de enjuiciar una ley, primero,
obviamente, ha de interpretarla y, a veces, no la expulsa del ordenamiento
precisamente por entender que la interpretacin constitucionalmente adecuada que le otorga evita su inconstitucionalidad. Pero ello no ocurre solamente en los procesos de control de la ley, sino tambin en todos los procesos constitucionales (incluido el recurso de amparo) en los que la ley regule
los actos o disposiciones sometidos a control, de tal manera que al mediar en
ellos la ley el Tribunal tiene tambin que enjuiciarla, pues si es inconstitucional ha de plantearse la autocuestin, si se trata de un amparo, o transformar
el proceso en recurso de inconstitucionalidad, si se trata de un conflicto. En
esos casos el Tribunal puede salvar la invalidez de la ley atribuyndole (si cabe)
una interpretacin constitucionalmente adecuada. Por esta sencilla e incontestable razn sera un error, injustificable, sostener que, en el ordenamiento espaol, la interpretacin de la ley (o la ltima interpretacin de la ley) le
corresponde en exclusiva al Tribunal Supremo.
El Tribunal Constitucional tiene facultad (e incluso obligacin) de realizar, pues, interpretacin constitucional de la ley en todos los procesos que
le estn atribuidos. Lo convierte ello en el supremo intrprete de la constitucionalidad de la ley? La respuesta debe ser afirmativa, sin duda alguna,
por todo lo dicho con anterioridad. Ahora bien, su supremaca interpretativa convierte a sus decisiones sobre la interpretacin constitucional de la
147
148
El Recurso de Amparo en el
Ordenamiento Espaol
PABLO PREZ TREMPS*
Magistrado del Tribunal Constitucional espaol. Catedrtico de Derecho
Constitucional de la Universidad Carlos III de Madrid.
SUMARIO: 1.- INTRODUCCIN 2.- CARACTERSTICAS 3.- DERECHOS PROTEGIDOS 4.- ACTOS RECURRIBLES 5.- TIPOS 6.- LEGITIMACIN Y PARTES 7.- PROCEDIMIENTO 8.- SENTENCIA 9.- UNA BREVE VALORACIN DEL LA FUNCIONALIDAD DEL RECURSO DE AMPARO Y LAS PERSPECTIVAS DE REFORMA
INTRODUCCIN
El art. 161.1.b) de la Constitucin Espaola (CE) atribuye al conocimiento del Tribunal Constitucional (TC) el recurso de amparo1, que se erige
en una de las competencias fundamentales de la jurisdiccin constitucional
tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. Su regulacin especfica se encuentra en el Ttulo III de la Ley Orgnica 2/1979, del Tribunal Constitucional (LOTC), denominado Del recurso de amparo constitucional, regulacin que se completa por algunos preceptos enmarcados en
otras Leyes y por algunos Acuerdos del Pleno del Tribunal Constitucional
dictados en ejercicio de la competencia que le reconoce el art. 2.2 LOTC2.
La introduccin del recurso de amparo entre la competencias del Tribunal
Constitucional fue una decisin del constituyente adoptada casi por unanimidad
y que contaba con el precedente histrico del recurso de amparo que la Constitucin de 1931 atribuy al Tribunal de Garantas Constitucionales de la II
Repblica Espaola3. No obstante, el modelo seguido por el constituyente de 1978
y, sobre todo, por el legislador de 1979 se separa bastante desde el punto de vista
1.
2.
3.
En el presente trabajo se ofrece una visin bsica del recurso de amparo en Espaa,
destacando, pues, slo sus aspectos ms relevantes; una visin ms amplia puede
verse en la bibliografa general existente sobre el recurso de amparo, en la que
pueden destacarse, por ejemplo, las siguientes monografas: G. FERNNDEZ FARRERES,
El recurso de amparo segn la jurisprudencia constitucional, Marcial Pons, Madrid 1994,
o P. PREZ TREMPS, El recurso de amparo, Tirant Lo Blanch, Valencia 2004.
Un trabajo sobre esta competencia del Tribunal Constitucional puede verse en P.
RODRGUEZ-PATRN, La autonoma procesal del Tribunal Constitucional, Civitas, Madrid 2003.
Sobre el recurso de amparo en la Constitucin espaola de 1931 puede verse J.L.
GARCA RUIZ, El recurso de amparo en el Derecho espaol, Editora Nacional, Madrid
1980 y bibliografa all citada.
1.-
149
150
CARACTERSTICAS
4.
5.
Una visin general del sistema de justicia constitucional en Espaa puede verse
en F. CAAMAO DOMNGUEZ, F. Y OTROS, Jurisdiccin y procesos constitucionales,
McGraw Hill, Madrid 1997; un estudio ms prolijo desde el punto de vista de la
propia jurisprudencia del TC puede verse en la obra colectiva coordinada por J.
L. REQUEJO PAGS, Comentarios a la Ley Orgnica del Tribunal Constitucional, Tribunal
Constitucional/Boletn Oficial del Estado, Madrid 2001.
Sobre esta doble dimensin subjetiva y objetiva del recurso de amparo puede verse
P. PREZ TREMPS, El recurso de amparo, cit., pgs. 29 y ss. y bibliografa all citada.
151
La cuarta y ltima caracterstica del recurso de amparo que cabe destacar es la de su flexibilidad procesal. En tanto en cuanto el recurso de amparo
es una garanta de derechos fundamentales, la interpretacin de sus requisitos
formales debe estar presidida por una cierta flexibilidad que, sin causar lesiones a derechos de terceros ni vulnerar el principio constitucional de seguridad
jurdica, permita cumplir eficazmente esa funcin de tutela; por lo dems, sta
es la lnea seguida por el TC en su prctica y jurisprudencia.
3.
152
DERECHOS PROTEGIDOS
tados internacionales y a la jurisprudencia dictada al hilo de ellos, singularmente a la del Tribunal Europeo de Derechos Humanos6, para concretar el
contenido y alcance de los derechos constitucionalmente consagrados.
4.
ACTOS RECURRIBLES
A pesar de la amplitud con la que se entiende dicha frmula, han surgido dudas en ocasiones sobre el carcter pblico o no del causante de la lesin, en especial ante actos u omisiones imputables a entes en los que concurren elementos pblicos y privados en su naturaleza o actividad. El TC ha
sealado que en estos casos dudosos hay que atender a las circunstancias concretas y en especial al ejercicio de imperio (STC 35/1983). Por otra parte, no puede el TC controlar actos de entes pblicos no espaoles, aunque
surtan efectos en el territorio nacional, y ms en concreto, de autoridades extranjeras o de organizaciones inter o supranacionales (STC 64/1991). Cuestin
distinta, y tcnicamente muy compleja, es el alcance del control que puede
ejercitarse sobre actos internos cuya finalidad es dar eficacia en Espaa a actos
de un poder pblico extranjero, como es el caso de las decisiones de extradicin o los exequatur que dan eficacia de sentencias extranjeras7.
Por lo que respecta a cules son los actos impugnables, tambin se deduce
del art. 41.1 LOTC y de la jurisprudencia del TC una visin muy amplia: cualquier acto u omisin que produzca una lesin real y efectiva, proceda de rganos administrativos, judiciales o parlamentarios. Los mayores problemas surgidos en este terreno se han centrado en el control de normas de carcter general,
6.
7.
Desde la perspectiva de qu lesiones son denunciables a travs del recurso de amparo, el art. 41.2 LOTC establece que el recurso de amparo
constitucional protege ... frente a las violaciones de los derechos y libertades
... originadas por disposiciones, actos jurdicos o simple va de hecho de los
poderes pblicos del Estado, las Comunidades Autnomas y dems entes
pblicos de carcter territorial, corporativo o institucional, as como de sus
funcionarios o agentes. En definitiva, se trata de una garanta frente a cualquier actuacin de poderes pblicos que pueda lesionar los derechos y libertades garantizados, entendiendo la expresin poderes pblicos de forma muy amplia.
153
sean reglamentarias o con fuerza de ley. En ambas se ha rechazado la posibilidad de utilizar el recurso de amparo como instrumento de control abstracto,
abrindose, en cambio, vas para su control en cuanto puedan generar directamente una lesin efectiva de derechos o libertades, aunque en el caso de las
normas con fuerza de ley dicho control debe realizarse de manera indirecta a
travs de los actos de aplicacin y del mecanismo del art. 55.2 LOTC. En efecto,
el control de las normas con fuerza de ley slo puede llevarse a cabo a travs
de los instrumentos procesales existentes al efecto, que son el recurso y la cuestin de inconstitucionalidad. Por ello, el art. 55.2 LOTC establece que, en
aquellos recursos de amparo en los que la el TC entienda que la lesin de un
derecho fundamental deriva no tanto del acto impugnado como de una norma con fuerza de ley que le da cobertura, el TC debe plantear lo que se ha
denominado una autocuestin de inconstitucionalidad para declarar l mismo,
pero en proceso distinto, y con efectos erga omnes, la inconstitucionalidad de
dicha norma con fuerza de ley8.
Como se ha sealado, el art. 41.1 LOTC configura el recurso de amparo como una garanta frente al poder pblico, lo que hace, en principio, que las lesiones de derechos y libertades imputables a particulares queden excluidas de la proteccin dispensada a travs de este mecanismo procesal. Sin embargo, en la prctica, esta regla se encuentra muy relativizada. Los derechos fundamentales desarrollan en las relaciones entre particulares una eficacia mediata; ello supone, entre otras consecuencias, el
que jueces y tribunales deban hacer efectivos esos derechos en las relaciones entre particulares, lo que equivale a que tengan que reparar o impedir las lesiones que en ese tipo de relaciones se produzcan. Si as no lo
hacen, estn incurriendo ellos mismos en una lesin de aquellos derechos;
al ser jueces y tribunales poderes pblicos, sus decisiones s son impugnables en amparo, de manera que a travs del control de stas se fiscaliza
la eficacia en las relaciones inter privatos de los derechos fundamentales
susceptibles de ser protegidos en amparo (STC 18/1984). Con esta construccin, adems de ampliar el campo de proteccin de los derechos fundamentales, el TC puede realizar una labor de interpretacin de stos
mucho ms coherente9.
8.
9.
154
Sobre el art. 55.2 LOTC puede verse, por ejemplo, L. J. MIERES MIERES, El incidente
de constitucionalidad en los procesos constitucionales: (especial referencia al incidente en el
recurso de amparo), Civitas, Madrid 1998, o J. URAS: La tutela frente a leyes, Centro
de Estudios Polticos y Constitucionales, Madrid, 2001.
Una visin del recurso de amparo desde la perspectiva de las relaciones entre
particulares puede verse, por ejemplo, en J. R. MERCADER y M. NOGUEIRA GUASTAVINO,
El recurso de amparo: un enfoque laboral, Tirant Lo Blanch, Valencia 2005.
TIPOS
La LOTC distingue tres tipos bsicos de recurso de amparo atendiendo al origen de la lesin que se denuncia, siendo las consecuencias de dicha
distincin especialmente procesales. Por una parte, el art. 42 se refiere al recurso de amparo contra decisiones parlamentarias; el art. 43 LOTC, en segundo lugar, regula el recurso de amparo contra decisiones gubernativas y
administrativas; el art. 44 LOTC, por ltimo, se ocupa del recurso de amparo
contra decisiones judiciales. Junto a estos tipos bsicos de recurso de amparo, en el ordenamiento jurdico se han regulado otros recursos de amparo especiales; todos ellos, sin embargo, tanto por su naturaleza, como por su tramitacin procesal pueden ser reconducidos a algunos de los tipos bsicos. El
primer recurso de amparo especial es el relativo a posibles vulneraciones del
derecho a la objecin de conciencia al servicio militar. Inicialmente, el art. 45
LOTC previ este recurso; con posterioridad, este precepto qued derogado al regularse la objecin de conciencia y fijarse por la LO 8/1984 el rgimen de recursos, para finalmente quedar vaco de contenido al haberse dejado en suspenso la obligatoriedad del servicio militar por la Ley 17/1999.
Por su parte, la Ley Orgnica 5/1985, de Rgimen Electoral General ha
establecido dos recursos de amparo electorales: contra la proclamacin de
candidatos (art. 49) y contra la proclamacin de candidatos electos (art. 114).
Ambos se dirigen, en principio, contra actos de la Administracin Electoral,
razn por la cual se tratan de otras variedades de recurso de amparo contra
actos administrativos, aunque con importantes peculiaridades procesales,
reguladas en el Acuerdo del Pleno del Tribunal Constitucional de 20 de enero de 2000, por el que se aprueban normas sobre tramitacin de los recursos de amparo a que se refiere la Ley Orgnica 5/1985, de 19 de junio, de
Rgimen Electoral General10. Por ltimo, la LO 3/1984 reguladora de la
iniciativa legislativa popular establece en su art. 6 la posibilidad de recurrir en
amparo las decisiones de no admitir ese tipo de iniciativa; resulta claro que este
recurso de amparo es un tipo especfico del recurso de amparo contra actos
parlamentarios (ATC 140/1992).
La anterior clasificacin de los recursos de amparo, derivada de los criterios del legislador, no supone, sin embargo, grandes diferencias entre unos
recursos y otros. Por el contrario, incluso, con cierta frecuencia, los recursos de amparo se plantean con lo que se ha denominado carcter mixto por
cuanto una misma demanda se dirige contra dos actos de distinto origen: por
10.
Sobre los recursos de amparo electorales puede verse, por ejemplo, P. PREZ
TREMPS, El recurso de amparo, cit., pgs. 341 y ss. y bibliografa all citada.
5.
155
lo general, contra un acto administrativo, por lesionar un derecho fundamental, y contra una resolucin judicial que revisaba ese acto y que, en consecuencia, ha recado en la va judicial previa al amparo, por lesionar ese mismo u
otro derecho fundamental. Las particularidades suelen concretarse en algunas previsiones procesales especficas, en especial en lo que se refiere a plazos.
6.
156
LEGITIMACIN Y PARTES
El recurso se inicia mediante demanda dirigida al TC donde deben hacerse constar con claridad y precisin la peticin que se haga (art. 85.1
LOTC). Dicha demanda debe estar presentada por Procurador del Colegio
de Madrid y bajo direccin de Abogado de cualquier Colegio de Espaa (art.
81 LOTC). La demanda fija los lmites del proceso, sin que stos puedan
ampliarse posteriormente. El plazo general para interponer la demanda de
amparo es de veinte das desde que se tuvo conocimiento de la resolucin que
puso fin a la va judicial previa. Algunos recursos de amparo especficos prevn plazos especiales, en concreto los dirigidos contra actos parlamentarios
(3 meses), y los recursos de amparo electorales (2 3 das, segn los casos).
Las Secciones, formadas por tres Magistrados, son los rganos encargados de resolver sobre la admisin del recurso. Las Salas, compuestas por
seis Magistrados, deciden sobre el fondo del asunto cuando ste ha sido admitido a trmite. Sin embargo, el Pleno puede recabar para s el conocimiento
de un recurso de amparo, de acuerdo con el art. 10.k), LOTC cuando lo
estime conveniente o cuando as lo acuerde la Seccin (art. 13 LOTC); ello
se hace con cierta frecuencia, atendiendo a la importancia del asunto o a la
necesidad de unificar criterios entre las Salas, entre otras circunstancias.
La inmensa mayora de los recursos de amparo resultan inadmitidos a
trmite (casi el 95% de los interpuestos). Ello se debe a que el art. 50 LOTC
permite decretar la inadmisin de la demanda no slo por la existencia de vicios
procesales: extemporaneidad, falta de legitimacin, falta de agotamiento de
la va judicial previa o falta de invocacin del derecho en dicha va judicial, etc...
Tambin cabe inadmitir por razones de fondo, tales como que el TC ya
hubiera desestimado asuntos similares o que la demanda carezca de conte-
7.
157
158
11.
Los recursos de amparo son gratuitos, ello sin perjuicio de las facultades que posee el TC de imponer costas e, incluso, multas ante actitudes
procesales indebidas (art. 95 LOTC). Por otro lado, puede solicitarse el
nombramiento de Abogado y Procurador de oficio cuando concurran los
requisitos generales legalmente previstos, segn lo dispuesto en el Acuerdo
del Pleno del Tribunal Constitucional, de 18 de junio de 1996, sobre asistencia jurdica gratuita en los procesos de amparo constitucional.
SENTENCIA
12.
8.
159
(TEDH), pueda ser demandada ante ste. En esos casos, por lo general, la
subsidiariedad de la actuacin de la jurisdiccin internacional exigir el agotamiento de los mecanismos internos de proteccin de derechos y, por tanto, del
recurso de amparo. Sin embargo, tcnicamente, lo que se recurre ante el TEDH
no es la sentencia o decisin del TC ni una eventual condena del TEDH puede
comportar automticamente la nulidad de dicha sentencia o decisin interna.
9.
160
UNA BREVE VALORACIN DEL LA FUNCIONALIDAD DEL RECURSO DE AMPARO Y LAS PERSPECTIVAS DE REFORMA
Transcurridos ms de veinticinco aos desde que se aprob la Constitucin de 1978, resulta hoy pacfico que el papel representado por el TC en
la tarea de instaurar y consolidar los principios y valores democrticos ha sido
imprescindible. Y es que, en efecto, la constitucionalizacin de Espaa y de
su ordenamiento jurdico pasa necesariamente por el trabajo del Tribunal
Constitucional. Especialmente significativo ha sido la labor llevada a cabo en
la proteccin e interpretacin de los derechos fundamentales, ms all, como
es obvio, de que se compartan en todos sus extremos las grandes lneas del
edificio jurisprudencial construido, acuerdo que nunca puede ser absoluto. Sin
embargo, junto a ese activo, incontestable e incontestado, del Tribunal
Constitucional, esos veinticinco aos de trabajo y de cambio de las estructuras jurdicas ponen de manifiesto algunas insuficiencias del sistema espaol de
justicia constitucional, insuficiencias tambin lgicas dado, entre otras cosas,
el tiempo transcurrido. Seguramente, la cuestin que ms problemas suscita en la actualidad, aunque son problemas ya presentes desde hace algunos
aos, es la relativa a la configuracin del recurso de amparo constitucional13.
Este proceso constitucional se ha convertido en una carga excesiva para el Tribunal Constitucional, que debe hacer frente a 9000 recursos de amparo anuales, cifra alcanzada en 2004, lo que representa, a su vez, aproximadamente
el 98% de los asuntos de que conoce, ocasionando un excesivo retraso en la
toma de decisiones. Pero, adems de los datos cuantitativos, el recurso de
amparo sigue planteando problemas de articulacin entre el propio Tribunal
Constitucional y los jueces y tribunales ordinarios14.
13.
14.
Ni los problemas de carga de trabajo ni los de articulacin con la jurisdiccin ordinaria son sencillos de resolver, entre otras razones porque responden a causas complejas y de muy distinta naturaleza, pero son problemas que tienen una gran entidad y que, si no ponen de manifiesto un agotamiento del modelo de recurso de amparo15, s hacen presumir que se est
en una profunda crisis. Esa situacin de crisis ha sido puesta de manifiesto
ya hace tiempo no slo por la doctrina16, sino por el propio Tribunal Constitucional. Como casi todas las crisis institucionales en el Estado de Derecho, aunque las soluciones no sean fciles ni unidimensionales, lo que suelen exigir es, al menos, la intervencin del legislador. El legislador, no
obstante, tras la reforma realizada en relacin con el trmite de admisin del
recurso de amparo en 198817, ha permanecido callado frente a esa necesidad de reformas, en un silencio que nicamente ha servido para agravar la
crisis no slo en lo cuantitativo, sino, tambin, en lo institucional. Finalmente, muy recientemente, el Gobierno ha presentado ante el Poder Legislativo un proyecto de ley de reforma de la LOTC18 en el que, al margen de otras
cuestiones tcnicas, destacan las reformas que se proponen para el recurso
de amparo, entre las que cabe destacar dos. La primera consiste en reforzar la subsidiariedad del recurso de amparo fortaleciendo el papel de los
jueces y tribunales ordinarios en la tarea de garantizar los derechos fundamentales. Ello se hace introduciendo una modificacin en la LOPJ permitiendo que, excepcionalmente, pueda recurrirse antes de acudir en amparo cualquier decisin judicial que se entienda vulneradora de derechos fundamentales, siempre que no hubiera podido realizarse la denuncia antes de
la decisin que pone fin al proceso.
15.
16.
17.
18.
161
162
Hasta aqu una visin sucinta de la configuracin del recurso de amparo en Espaa y de su virtualidad. Habr que esperar a ver si la reforma de la
LOTC prospera y, en ese caso, si su aplicacin produce los efectos deseados
de mejora en el funcionamiento del TC y en los mecanismos de proteccin
de derechos.
En el presente artculo esbozaremos los parmetros que ha desarrollado la Corte Constitucional colombiana para la realizacin del derecho al
Mnimo Vital, con este propsito haremos una revisin de su jurisprudencia
ms profusa que se desarrolla desde 1992 hasta la finalizacin de la denominada Segunda Corte en el 2002. En este estudio intentaremos seguir de igual
manera, la doctrina sobre la realizacin de los derechos sociales que se encuentra ntimamente ligada a una de las vas de anlisis del mnimo vital.
1.
Sobre este aspecto de la tutela como medio de reclamo ya nos referimos atrs.
Ver, GARCIA VILLEGAS, MAURICIO, Derechos sociales y necesidades polticas,
La eficacia judicial de los derechos sociales en el constitucionalismo colombiano,
en El caleidoscopio de las justicias en Colombia, Tomo I, Universidad Nacional
de Colombia, Siglo del Hombre, Bogot, 2001.
DERECHOS PRESTACIONALES Y FACULTADES DEL JUEZ DE TUTELA. NOTAS FINALES SOBRE EL MNIMO VITAL
163
ven amenazada su existencia ya que con estas prestaciones cubren sus necesidades bsicas. Ante esta situacin la Corte tutela su derecho a la vida digna,
a la salud y a la seguridad social con el objeto de realizar la cobertura de su
mnimo vital. Esta medida se toma casi siempre como medio subsidiario (tutela para evitar perjuicio irremediable) mientras se resuelve la accin judicial
ordinaria. Bajo este tipo de argumentacin, el mnimo vital no es un derecho
sino ms bien un valor que acta para propiciar la admisibilidad de la Tutela
ante el Estado de necesidad que se produce por la urgencia de exigibilidad de
las prestaciones debidas.
164
2.
3.
Desde el punto de vista de los derechos como participacin, no cabe duda que
ignorar la atencin del mnimo vital significa renunciar a la idea de sujetos que
pueden participar en la vida social y poltica del pas. As la atencin de estos
requerimientos se convierten en necesidades bsicas del orden poltico. Ver,
GONZALEZ MORENO, BEATRIZ, El Estado social: Naturaleza jurdica y estructura
de los derechos sociales, Civitas, Madrid, 2002, pg. 75 y ss.
Una lnea de precedentes en estricto sentido es el conjunto de ratios de las
sentencias, presentadas en un rango comparativo que permite observar los
social y econmica del Estado en diferentes instancias territoriales, municipales, departamentales o nacional.
4.
5.
6.
As las cosas, esta sublnea esta construida en su mayor parte por obiter3 de las sentencias, de forma tal que en principio no es en estricto sentido
una lnea jurisprudencial, pero es tal la importancia del tema4 y la ubicacin
estratgica5 de los dictum, que la Corte ha ido asumiendo compromisos que
van adquiriendo la fuerza suficiente para hablar de una lnea o cuando menos de una sublnea, sobre todo porque compromete en buena medida la realizacin de los derechos sociales.
165
166
7.
8.
9.
Los derechos prestacionales en sentido estricto son derechos del individuo frente
al Estado a algo que si el individuo poseyera medios financieros suficientes y si
encontrase en el mercado una oferta suficiente- podra obtenerlo tambin de
particulares. . ALEXY, ROBERT, Teora de los Derechos Fundamentales, Op. Cit.,
pg. 482.
Sobre su definicin y uso, REY MARTINEZ, FERNANDO, El derecho fundamental a
no ser discriminado por razn de sexo, Mc Graw Hill, Madrid, 1995, pg. 51.
La Corte por esta va de argumentacin asume que los derechos no estn plenamente
determinados en la ley, sino que estos pueden derivarse de los valores
constitucionales, lo que puede mostrarse como un episodio ms de superacin
de la visin constitucionalista francesa de la anterior constitucin, que entiende
que los derechos requieren siempre de determinacin explcita del legislador. Ver,
CRUZ VILLALON, Pedro, Formacin y evolucin de los derechos fundamentales,
El alcance del mnimo vital debe valorarse en el contexto que se produce, al verse como un conjunto de argumentos que van elaborando la idea
de mnimos existenciales dada su estrecha relacin con los deberes del Estado y las facultades que puede asumir el juez ante situaciones de violacin del
mnimo vital. Estas afirmaciones son vacas si se leen en el contexto de la sentencia, pero introducen la preocupacin por los derechos sociales fundamentales, como objetivo de la misma jurisprudencia11. Debo insistir con respecto
al empeo de estos argumentos pues no puede atriburseles la misma fuerza
gravitatoria que los de otra lnea, pues la elaboracin de la subreglas slo es
fuerte a partir del ao de 1998 como veremos ms adelante. Este es el estudio que prepara las subreglas del mnimo vital como derecho referido a prestaciones mnimas.
En el lapso de 1994 a 1996 no se producen sentencias de mnimo vital
que se refieran directamente a este punto de realizacin de derechos presta-
10.
11.
12.
167
cionales. Sin embargo, el debate sobre las facultades del juez para intervenir
en las polticas pblicas y en asignacin de recursos por sentencia se encontraba abierto. En la T-420 de 199412 el tutelante pretende que se protejan sus
derechos violados, debido a que su vivienda queda en las proximidades de la
crcel de la ciudad de Cartagena, y las fugas de presos y el psimo Estado de
higiene de dicho lugar amenazan sus derechos fundamentales. En esta
ocasin el alto Tribunal se expres:
En casos de la gravedad sealada en este caso, el juez podra emitir
ordenes encaminadas a la realizacin de los procedimientos administrativos
necesarios para llevar a cabo la inclusin presupuestal y posteriormente la
ejecucin de la obra. Para que ello pueda ser admitido como facultad del
juez, es tambin indispensable que dicha ejecucin sea el nico medio para
garantizar la proteccin de los derechos fundamentales. En cuanto al alcance
de la orden judicial, sta debe limitarse a dar instrucciones a la autoridad
competente para que lleve a cabo las diligencias necesarias, dentro de la normatividad vigente, con miras a que en la programacin posterior del presupuesto se proyecte el recurso necesario para efectuar el gasto y culminar
la obra, logrando as la proteccin razonable y efectiva del derecho.(cursiva
nuestra)
La Corte con lo dicho pretende regular la actividad del juez de tutela,
sin que ello signifique renunciar a la intervencin, que operara como la figura del reenvo13, y que presentara un panorama propicio en caso que el
juez requiriera llevar a cabo acciones que implicaran gastos del erario pblico para tutelar el derecho al mnimo vital. La articulacin de una argumentacin progresista y activista es uno de los objetivos de este tipo de
discurso que, desafortunadamente tiene una fundamentacin precaria puesto
que no dispone de un estudio detallado frente al principio democrtico, y
slo se cie a afirmar el asunto del dao a los derechos. Esta situacin hace
que la intencin de hacer del juez constitucional una opcin importante
dentro del panorama de los poderes de la constitucin de 1991 no se vea
fortalecida, siendo en ltimas una posicin fcilmente atacable y peligrosa
13.
14.
15.
168
16.
17.
18.
Con la SU-111 de 199714 se introducen importantes cambios al mnimo vital y se intenta la consolidacin de una subregla de derecho que determine cmo y cundo el mnimo vital podra ser un derecho15.
169
170
19.
Por lo expuesto, la Corte, con arreglo a la Constitucin, ha restringido el alcance procesal de la accin de tutela a la proteccin de los derechos fundamentales. Excepcionalmente ha considerado que los derechos econmicos, sociales y culturales, tienen conexidad con pretensiones amparables a travs de la accin de tutela. Ello se presenta cuando se comprueba
un atentado grave contra la dignidad humana de personas pertenecientes a
sectores vulnerables de la poblacin y el Estado, pudindolo hacer, ha dejado de concurrir a prestar el apoyo material mnimo sin el cual la persona
indefensa sucumbe ante su propia impotencia. En estas situaciones, comprendidas bajo el concepto del mnimo vital, la abstencin o la negligencia
del Estado se ha identificado como la causante de una lesin directa a los
derechos fundamentales que amerita la puesta en accin de las garantas
constitucionales.
Por fuera del principio a la dignidad humana que origina pretensiones subjetivas a un mnimo vital que impide la completa cosificacin de
la persona por causa de su absoluta menesterosidad , la accin de tutela,
en el marco de los servicios y prestaciones a cargo del Estado, puede correctamente enderezarse a exigir el cumplimiento del derecho a la igualdad de oportunidades y al debido proceso, entre otros derechos que pueden violarse con ocasin de la actividad pblica desplegada en este campo. En estos eventos, se comprende, la violacin del derecho fundamental es autnoma con relacin a las exigencias legales que regulan el servicio pblico.
20.
La dureza de su postura, empero, no representa la tesis ms dura20 sobre el tema que niega toda posibilidad de tutela. Lo que hace es ratificar un
test de exigibilidad complejo, que como afirmamos prrafos atrs, resulta
extremadamente ms restrictivo que el propuesto por Alexy:
171
En el contexto de un servicio estatal ya creado o de una actividad prestacional especfica del Estado, puede proceder la accin de tutela cuando quiera
que se configuren las causales para ello, ya sea porque no existe medio judicial idneo y eficaz para corregir el agravio a un derecho fundamental o bien
porque aqulla resulta indispensable como mecanismo transitorio con miras
a evitar un perjuicio irremediable. La intervencin del juez de tutela, en estos casos, opera forzosamente dentro del permetro demarcado por la ley y
las posibilidades financieras del Estado siempre que la primera se ajuste a la
Constitucin Poltica , vale decir, tiene naturaleza derivada y no es en s misma originaria. En este sentido, por ejemplo, puede verificarse que la exclusin de una persona de un determinado servicio estatal, previamente regulado por la ley, vulnere la igualdad de oportunidades, o signifique la violacin
del debido proceso administrativo por haber sido ste pretermitido o simplemente en razn de que el esquema diseado por la ley quebranta un precepto superior de la Carta.21 (cursiva nuestra)
172
La sentencia pretende frenar cualquier intento judicial de aplicacin directa de la Constitucin, por ello es enftica en referirse a que los parmetros
de actuacin se imponen desde la reserva de lo posible y el principio de legalidad. Este tipo de restricciones no parecen ajustarse con el constitucionalismo descrito por la Corte hasta ese momento, que precisamente haba preferido por la va de la ponderacin la restriccin de otros principios para la
defensa de los derechos. El peligro de esta fuerte autorrestriccin es nuevamente el que entraa el constitucionalismo sin los referentes democrticos
adecuados (sistema poltico slido, conciencia democrtica, etc.), que pueden terminar con el vaciamiento de los derechos, ya que el legislador no parece
tener como constante de actuacin para el desarrollo decidido de los derechos sociales.
Sin embargo, lejos de quedar zanjada la discusin, en el mismo ao la
Corte se volvi a pronunciar sobre el asunto. La T-27022 aparece con una tesis
que si bien no se aleja del intento de balance de la sentencia de unificacin,
si posee diferencias importantes con la anterior, esto significa que el tema no
21.
22.
qued zanjado en la SU-111, y que el consenso dentro del Tribunal es bastante dbil sobre la materia.
23.
173
174
Los argumentos en juego como el Estado Social, la dignidad humana, el principio democrtico y la facultad del juez para proteger los derechos derivados del mnimo vital no son nuevos, ya que estos apartes ya
venan haciendo carrera a lo largo de la lnea. Lo que sucede en este punto,
es que la Corte juega con dichos argumentos para tratar de crear los
balances constitucionales que generen seguridad a la hora de cumplir con
sus funciones. Los movimientos de un lado hacia otro, expresan la dificultad
del tema, y las limitaciones para expresar coherentemente una lnea jurisprudencial. Lo cierto es que hasta el momento no se ha logrado conseguir
una subregla slida que allane el camino y nos brinde un punto hito que
produzca una adecuada ponderacin entre el principio democrtico y la
responsabilidad del juez de proteger los derechos fundamentales.
Pero ante este panorama bastante difuso la SU-225 de 199824 vuelve
a intentar la unificacin de criterios para definir el mnimo vital y proteger su
ncleo bsico. El caso que se relata se distancia de lo sealado por la lnea
de pensiones. Aqu un grupo de padres de familia de un barrio de Bogot, pide
que se tutele el derecho a la salud de sus hijos debido a que ellos no tienen la
posibilidad de sufragar los gastos mdicos, ni cuentan con seguridad social ante
la inminente posibilidad de contagio de la enfermedad denominada meningitis y que para evitarla necesitan de una vacuna que no se ha suministrado por
las entidades de salud pblica correspondientes.
La subregla que postul la Corte es: la omisin del Estado y las autoridades pblicas en cuanto al despliegue de acciones conducentes a amparo del
ncleo bsico de un derecho fundamental prestacional, como la salud, de
un grupo de poblacin en condiciones de debilidad manifiesta y cuyo mnimo vital ha sido lesionado, posibilita la intervencin del juez constitucional en
aras de ordenar que se ponga trmino a la abstencin del Estado y conceder
el amparo de los derechos fundamentales invocados.
Esta sentencia de unificacin abre nuevamente la puerta a la posibilidad de proteger el mnimo vital frente a derechos prestacionales, ante la
determinacin de una regla de actuacin, y la fijacin de un objeto debido
(para el caso la proteccin del derecho a la salud de una comunidad). La in-
24.
Esta definicin de mnimo vital parece tomar una versin menos restrictiva sobre su subsistencia, ya que puede ser leda como proteccin a los mnimos para mantener la vida, o los mnimos para tener una vida digna. Sin
embargo, esto queda resuelto, como vimos, con la lectura que se realiza sobre
el Estado social de derecho cuyo contexto es la defensa, entre otros valores,
de la dignidad humana que entiende el mnimo como un mnimo social y no
biolgico.
Con lo manifestado por la Corte, no queda duda que el concepto de
mnimo vital ya pertenece al lenguaje constitucional y que una aproximacin
de este derecho doctrinal 25 debe hacerse bajo la lectura de la frmula poltica de la Constitucin. El mnimo vital, es entonces, un derecho que agrupa
un conjunto de derechos que son protegidos en un contexto determinado.
Este contexto es el que se presenta cuando un grupo o individuo vulnerable,
no posee sus necesidades bsicas cubiertas, debiendo el Estado actuar para
remediar esta dificultad.
Pero lo ms destacable de la SU-225 es su regla sobre la posibilidad
de accin del juez frente a problemas que deban ser resueltos por el legislador. Esta regla afirma que existen derechos prestacionales fundamentales, y estos son aquellos derechos prestacionales que tienen una conexin
inescindible con los derechos fundamentales. Estos derechos prestaciona-
25.
175
les fundamentales poseen un doble contenido, que como ya tuvimos oportunidad de ver, permiten la salvaguarda del mnimo vital y la ponderacin
del principio democrtico, puesto que el ncleo externo lo construye el
legislador a travs de las facultades de limitacin y configuracin, y el interno, lo define el juez como defensa de lo dispuesto por el constituyente26.
El juez podr actuar, en todos los casos en que el ncleo esencial se vea
afectado, es decir si se viola un derecho fundamental, y si este derecho es de
menores de edad con mayor razn el Estado o un particular est en la obligacin de acudir a solucionar la vulneracin del derecho. El juez determinar su actuacin conforme al anlisis de la poltica pblica que debera cubrir
o que cubre el derecho en discusin y en las circunstancias concretas de su
vulneracin.
Ante el obligado examen que debe llevar a cabo el juez de la carencia
de un derecho prestacional, en conexin directa con la nocin de mnimo
vital se deban agotar niveles diferentes de anlisis, a saber: evidenciar un
titular de una categora sospechosa, la demostracin de una necesidad
bsica insatisfecha, la relacin de esta necesidad con las acciones del Estado y su actuacin, calificando el grado de respuesta que debe realizar el
Estado ante estos casos. Una vez realizado este anlisis el juez podr sealar si la carencia de una poltica pblica es la causante de la violacin del
derecho y actuar. Si existe una norma que dirija la actuacin del Estado para
cubrir las necesidades bsicas de un grupo marginal, el peticionario de
manera igual tendra derecho a la accin de tutela pues en este caso la ley
ha radicado en concreto el derecho al mnimo vital que antes careca de un
sujeto claramente determinado. Este sera la circunstancia de los desplazados, que por medio de la ley 387 de 1997, pueden exigir la eficacia de la
poltica pblica con fundamento en la citada norma. Esta situacin de reclamo requiere el examen de las condiciones materiales de ejecucin, pues
la Corte o el juez constitucional no estn facultados para ordenar obras de
forma irresponsable desde el punto de vista fiscal, pero ellos s pueden revisar si la obra no se realiza por negligencia estatal.
Pero como sabemos, para determinar la proteccin del derecho al
mnimo vital debe definirse cul es ncleo esencial, y aclarar cul es el marco
de intervencin del juez, y cul es la parte del derecho cuya definicin per26.
176
Esta expresin de interno y externo no tiene que ver con la teora expuesta por
Borowski donde entiende estas expresiones referidas a pautas iusnaturalista
sobre el ncleo de los derechos. Aqu se atiende ms bien lo dispuesto sobre
desarrollo y limitacin de los derechos por el legislador y el juez constitucional.
BOROWSKI, Martn, La Restriccin de los derechos Fundamentales, en Revista
Espaola de Derecho Constitucional, No. 53, 2000.
tenece exclusivamente al legislador. La definicin del ncleo bsico del derecho al mnimo vital nos ocupar las siguientes lneas.
Si entendemos el Derecho al Mnimo vital como aquel derecho que tienen las personas a disponer de las condiciones materiales mnimas para subsistir, su ncleo estar delimitado por aquellas cosas que son vitales28 o como
lo expres la Corte, por el conjunto de necesidades bsicas29. Pese a esta
indeterminacin, la jurisprudencia ha ido generando un consenso de qu
bienes se encuentran dentro del concepto de mnimo vital. As una persona
necesita alimentacin, vivienda, seguridad social y medios dinerarios para
subsistir30. Esta definicin en consonancia por lo expresado por Sen, es definitivamente incompleta, puesto que la adquisicin de bienes no garantiza el
goce de la libertad para disponer de ellos. Pero esto parece superarse cuando la Corte hace referencia a la obligacin que tiene el juez de examinar la
27.
28.
29.
30.
Esto sobre todo frente a una concepcin que conciba el ncleo como algo esencial
e interno al derecho; MARTINEZ PUJALTE, Antonio, La Garanta del Contenido
Esencial, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1997; GAVARA DE
CARA, Derechos fundamentales y Desarrollo legislativo, Centro de Estudios
Constitucionales, Madrid, 1994.
El ltimo Censo Nacional de Poblacin de 1993 arroj las siguientes cifras con
respecto a las necesidades bsicas insatisfechas (N.B.I) en el total de la poblacin
Colombiana:
Con vivienda inadecuada
11.6%
Con hacinamiento crtico
15.4%
Con necesidades bsicas insatisfechas 35.8%
En condiciones de miseria
14.9%
Fuente Dane, boletn de estadstica No. 507, 1995.
Concepto de necesidad bsica insatisfecha: Carencias cuya satisfaccin escapa
al control de la persona que la sufre, que son ineludibles, pues no dependen de
suvoluntad o deseo cuya satisfaccin es absolutamente imprescindible para
evitar un dao que altere gravemente las condiciones mnimas esenciales del
concepto de dignidad humana.. SU-225 de 1998. M.P. Eduardo Cifuentes
Muoz.
T-426 de1992, MP Eduardo Cifuentes Muoz
177
178
31.
32.
33.
De la definicin anterior, que sin duda es la ms completa, debe hacerse una lectura cuidadosa; ya que como venimos estudiando, el juez no posee
la facultad de proteger todas estas necesidades34. El derecho a la vivienda
como prestacin obligatoria del Estado, por ejemplo, merece consideraciones especiales, y aunque no sale del mbito de lo que consideramos mnimo
vital, si se sita, segn la Corte, en el rango de derechos que el legislador debe
desarrollar, y slo en casos excepcionales el juez se pronunciar sobre este
derecho. Lo que pone de manifiesto que el rasero para la determinacin del
ncleo esencial esta circunscrito a una idea extrema de mnimo vital absoluto, que no corresponde a un parmetro universal de respeto, sino a una idea,
de todas maneras, relativa al sistema poltico y econmico donde se desenvuelve. La relatividad del mnimo vital se fija como una meta a conseguir,
manteniendo as la tesis de la progresividad de los derechos. De esta forma
el contenido del ncleo esencial esta permanente en discusin debido a que
son las condiciones del caso las que permiten la intervencin, resultando la conexidad con los derechos fundamentales inescindible para realizar la proteccin
constitucional35.
La delimitacin de la SU-225/98, como sentencia hito al regular las
posibilidades de proteccin al mnimo vital marca la clara posibilidad de
aumentar el grado de cobertura a los sectores excluidos de la poblacin,
rechazando la tesis restrictiva de la SU-111. El regreso a un modelo de juez
garantista en sentido dbil, permite mantener la promocin de los derechos
sociales por parte de la Corte, ms all del discurso de los derechos como
pretensiones morales sin consecuencias inteligibles.
As las cosas, el derecho al mnimo vital se convierte en una clara herramienta de lucha para aquellos grupos de la sociedad que poseen necesidades
34.
35.
179
180
Por ltimo, afirma la Corte que si no existe una poltica pblica mnima que proteja estos grupos, esto habilita automticamente al juez para que
intervenga, con lo cual construye la intervencin judicial a travs de la omisin legislativa, lo que parece tener mucho sentido frente a lo expresado por
Garca Villegas respecto a la relacin entre jueces capacitados y sistema poltico. Si el legislador o el actor competente en el sistema poltico son quienes tienen la obligacin de intervenir y no lo hacen, la omisin comprobada
respecto a un punto concreto de sus obligaciones autoriza a la defensa de los
valores y derechos constitucionales en virtud del peligro que revista la omisin al provocar la ineficacia de los contenidos de la Carta Fundamental.
La ltima sentencia de esta sublnea corresponde a la SU-1150 de
200037. Los hechos de esta sentencia giran en torno al problema del desplazamiento debido a la violencia indiscriminada en los campos de Colombia38.
Esta sentencia de unificacin pretende fijar criterios sobre el tema del
desplazamiento en Colombia. Los motivos del fallo no se alejan de lo que la
SU-225/98 y T-270/97 vienen afirmando, aunque en el fallo se registre un
retroceso con lo logrado en 1998. La subregla afirma: en casos en los cuales
se presente la violacin masiva de cualquier clase de derechos, incluidos los
de ndole econmica, social y cultural a un grupo de personas en condiciones de debilidad manifiesta, como son los desplazados; el juez constitucional
debe disponer que las autoridades administrativas desplieguen toda su capacidad de gestin y las medidas que se encuentren bajo la rbita de su competencia en aras de lograr la articulacin y eficacia de la normatividad y po-
36.
37.
38.
lticas pblicas que contengan mandatos para dar solucin a la lesin de los
derechos del grupo de poblacin afectada.
Sin embargo, esta sentencia es cautelosa con la utilizacin de las facultades que la violacin del ncleo esencial del mnimo vital le atribuye, y prefiere que las entidades encargadas de la poltica de desplazamiento sean las que
intervengan bajo la orden de la Corte. El fallo ordena al Presidente de la
Repblica que disponga de un albergue temporal a estas personas y que los
incluya en las polticas sobre desplazamiento.
181
El legislador deber definir los caminos en los que ese Estado social se
construye, si ste no lo hiciere la Corte podr intervenir con fundamento en
la teora que sostiene que los tribunales deben afianzar y mantener los canales de cambio poltico en el sistema, pues existe una conexin innegable entre el Estado social y la democracia, sin el primero la democracia es una simple
formalidad, pues la participacin se ve seriamente restringida ante las necesidades apremiantes de los ciudadanos.
Si el legislador razonablemente no toma cartas sobre asuntos que interfieren en la construccin o utilizacin de los canales democrticos, como lo
constituyen las condiciones mnimas de los ciudadanos, entonces la Corte
puede actuar39.
Los ciudadanos poseen un grupo de derechos que garantizan su accionar
en la sociedad, si estos son atacados y el legislador no hace nada, la Corte esta
en la obligacin de tomar medidas conforme las acciones establecidas. Estos
grupos de derechos lo constituyen los derechos a la seguridad personal y los
derechos a la subsistencia, o seguridad econmica mnima40. Estos derechos
en nuestro ordenamiento se encuentran tanto en los fundamentales como en
los constitucionales.
La Corte esta en la obligacin de asegurar estos derechos. Estas garantas se gradan conforme al grado de violaciones a ellos. Cuando la violacin
es tal que el individuo se encuentra en una posicin de indefensin total o que
el no reconocimiento del derecho impida el disfrute de otros derechos; la
Corte podr actuar con mayor poder. Pero cuando la violacin del derecho
no implique un detrimento en el disfrute de otros derechos, la Corte no podr
actuar con discrecionalidad, y deber estudiar con mayor detalle la restriccin
de ese derecho.
As las cosas, los tribunales no violan el principio democrtico si hacen
efectiva la clusula del Estado social. Si el legislador omite actuar o si las
condiciones de la vulneracin no permiten que este acte, y la Corte si lo
puede hacer41, pues sta lo debe hacer.
Como idea regulativa del sistema, debe entenderse a la justicia constitucional en su funcin integradora. En esta sede confluyen diversos conflic-
39.
40.
182
41.
Esta tesis la abordar la Corte, en la SU- 225 de 1998, M.P. Eduardo Cifuentes
Muoz. El juez constitucional proteger el ncleo esencial de los derechos sociales,
aunque ello implique la intervencin en asuntos que en principio le pertenecen al
legislador.
Para Shue los derechos bsicos constituyen barreras a las fuerzas polticas y
econmicas, SHUE, Henry , Op. Cit., pg. 18 y s.s.
Sobre las amenazas estndar, SHUE, Henry, Op. Cit., pg. 29 y s.s.
42.
Como ocurri en EE.UU. ante el reto del New Deal, frente al desmedido activismo
conservador de la Corte Suprema en asuntos que apremiaban un desarrollo
poltico ante la grave crisis econmica. WOLFE, Christopher, La transformacin
de la interpretacin constitucional, Civitas, Madrid, 1991.
183
Doctrina Constitucional
184
I.
INTRODUCCIN
1.
185
de sus correspondientes Constituciones y Leyes de la jurisdiccin constitucional. Tambin se ha manejado, limitadamente, alguna jurisprudencia relativa
a aspectos procesal-constitucionales en los respectivos ordenamientos nacionales.
II.
ESLOVENIA
Tambin el TC esloveno, establecido ya desde 1963 durante el gobierno comunista con tal denominacin pero operativo como verdadero tribunal
constitucional slo a partir de la Constitucin de 1991, tiene competencia para
conocer de las quejas constitucionales por violacin de derechos humanos y
fundamentales (artculo 160, 1 de la Constitucin) por actos particulares. El
crculo de derechos protegidos es muy amplio, comprendiendo a todos los
constitucionalmente garantizados y tambin a los derivados de convenios
internacionales ratificados por Eslovenia.
186
Una visin panormica del recurso const ... / JOAQUN BRAGE CAMAZANO
187
b)
La existencia de recursos legales no utilizados, sin perjuicio de
la facultad excepcional ya mencionada.
c)
d)
No subsanacin de los defectos advertidos dentro de plazo conforme al art. 54 LTC.
Son causas de inadmisin:
a)
Inexistencia de alguna prueba evidente de una violacin de derechos humanos y libertades fundamentales.
b)
Cuando la decisin no proporcionara una solucin a una cuestin jurdica importante y si la violacin de derechos humanos o libertades fundamentales no tuvo consecuencias importantes para el recurrente.
188
Aunque, en principio, si el acto particular supuestamente lesivo del derecho humano o libertad fundamental ya ha dejado de producir efectos, el TC
no decidir al respecto, ello no es as si hay un inters jurdico especial que as
lo justifique, como ocurre siempre, por ejemplo, segn estableci el TC en
su sentencia de 3 de julio de 2003, con relacin al derecho a la libertad personal, dada su importancia central (sentencia de 11 de diciembre de 2003).
Si el amparo se admite a trmite, se remitir una copia al rgano que
dict el acto particular impugnado para que conteste dentro de un plazo
determinado a las alegaciones planteadas. El amparo ser discutido por el TC,
incluso en una audiencia pblica en algunos casos.
Tanto la Sala como el Pleno puede suspender la aplicacin del acto
particular impugnado, e incluso de una determinada ley o de otra regulacin
o norma general para el ejercicio de poder pblico en que se basara el acto
individual, si se considera que esa aplicacin causara un dao irreparable, pero
la jurisprudencia constitucional ha precisado que, en todo caso, el TC no
puede decidir sobre una solicitud de dictar medidas cautelares si el amparo
no ha sido admitido (Sentencia de 28 de febrero de 1995). Y en todo caso,
la suspensin de una norma general ha de ser una excepcin, especialmente
tratndose de normas parlamentarias.
Una vez presentada la demanda, se dar traslado de la misma al rgano que dict el acto que se impugna para que la conteste en plazo. El TC resolver, en algunos casos, celebrando antes una audiencia pblica.
Una vez admitido y tramitado el amparo, el TC dictar sentencia. El TC
no entra a valorar, en ningn caso, en su sentencia, la correccin de la aplicacin del Derecho legal por los tribunales ordinarios ni la valoracin de la
Una visin panormica del recurso const ... / JOAQUN BRAGE CAMAZANO
prueba salvo en casos lmite de arbitrariedad por basarse en un error absoluto y carecer de todo fundamento (Sentencias de 26 de febrero de 1998, 16
de noviembre de 2000 y de 8 de marzo de 2001). En la sentencia, el TC
decidir si el amparo era infundado o no; en la segunda hiptesis, aceptar
el recurso de amparo y abrogar o anular, total o parcialmente y con efecto
retroactivo o slo prospectivo, el acto impugnado, devolviendo el asunto al
rgano competente. Pero el TC tambin puede anular, retroactiva o prospectivamente y total o parcialmente, e incluso de oficio, un acto o regulacin
general si considera el Tribunal que el acto individual anulado se bas en una
regulacin o acto general dictados para el ejercicio de poder pblico que
resultan ser inconstitucionales (art. 59, 2 LTC).
189
190
desde el principio las condiciones apropiadas para ello (segn parece), desde el principio ha funcionado en Budapest. Ha sido un tribunal extraordinariamente activo y, ante la sorpresa de todas las fuerzas polticas (que no saban muy bien qu era un tribunal constitucional cuando lo consagraron en
la Constitucin), ha tenido una actividad enorme, con una copiossima jurisprudencia que se extendi a prcticamente cada aspecto de la transicin a la
democracia de Hungra y as, en 1996, la media era que el Tribunal haba
anulado una de cada tres leyes aprobadas en el Parlamento y ha anulado leyes aprobadas tanto por los partidos de tendencia ms derechista como por
los ms izquierdistas o, por ejemplo, ha declarado inconstitucional la pena de
muerte, en contra de la mayora de la opinin pblica y probablemente tambin de los parlamentarios. No obstante, en 1998 fueron renovados casi al
mismo tiempo todos los magistrados y,o lo desde entonces, en parte por la
nueva composicin y en parte tambin por el contexto poltico (Hungra como
democracia y Estado de Derecho consolidado), el TC, bajo la presidencia de
Jnos Nemeth, ha tenido una deferencia mucho mayor hacia el Gobierno y
el Parlamento, perdiendo al mismo tiempo cierto prestigio entre los juristas
por achacrsele cierto dficit argumentativo, pero no entre la opinin pblica, para la que parece conservar todo el gran prestigio adquirido durante los
aos 90 bajo la presidencia de Lszl Slyom, quien en algn voto particular haba llegado a hablar de la Constitucin invisible que el TC haba construido. Lo cierto es, en todo caso, que el TC, en especial por medio de la
legitimacin popular, lleg a tener intervenciones que, al menos en circunstancias normales, superan el mbito en que un TC puede actuar legtimamente
en una democracia.
La Ley XXXII/1989, de 19 de octubre, reguladora del Tribunal Constitucional (LTC, en adelante), asigna a ste, entre otras, la competencia para
conocer de los recursos constitucionales planteados por violacin de derechos garantizados por la Constitucin (artculo 1,d), si bien el conocimiento
de tales recursos no se atribuye al pleno (once magistrados), sino a una Sala
de tres magistrados (art. 31). Este recurso de amparo, en realidad, es un
mecanismo procesal individual por medio del cual el individuo afectado por
una ley puede instar su control de constitucionalidad, sin que el Tribunal
pueda ir ms all de la revisin judicial de la ley en cuestin, y en particular
sin que el juicio del TC pueda extenderse a la actuacin u omisin de la
Administracin o de los jueces para alterarla o anularla, ms all de prohibirles, con efecto retroactivo, en el caso del recurrente, aplicar la ley que se
considere inconstitucional. De ah que algunos autores consideren que este
amparo tiene una naturaleza mixta: amparo/control normativo concreto de
la constitucionalidad.
Una visin panormica del recurso const ... / JOAQUN BRAGE CAMAZANO
d)
El plazo para plantear el recurso es el de sesenta das siguientes a haberse pronunciado la resolucin no recurrible (art. 48).
La demanda ha de presentarse por escrito, sealando las normas jurdicas impugnadas y los preceptos constitucionales que se juzgan inconstitucionales, y solicitando expresamente la nulidad de las normas impugnadas, as
como es aconsejable expresar si se pide que se prohba retroactivamente aplicar
la norma en el caso que da lugar al amparo. Las partes no tienen ninguna
intervencin ante el TC; no hay, como regla general, audiencias pblicas; en
consecuencia, los letrados deben exponer sus argumentos por escrito.
Una vez admitida la demanda, por cumplir todos los requisitos formales para ello, el TC dicta una sentencia, en la que el Tribunal no revisa los
hechos, ni los puede calificar de otro modo, aunque obviamente tiene que
examinarlos para resolver el caso ante l planteado. Y en caso de que el Tribunal declare la inconstitucionalidad de la norma jurdica o de cualesquiera
otros medios jurdicos de administracin pblica, ello conlleva su anulacin
(art. 40), debiendo publicarse su resolucin anulatoria en el Magyar Kzlny
(Boletn Oficial del Estado) o en el boletn oficial en el que el acto administrativo fue primeramente promulgado (art. 41). La norma jurdica o el precepto anulados dejan de producir efectos y el acto administrativo se considera como revocado en el da de la publicacin de la resolucin. En el caso de
que la norma jurdica declarada inconstitucional hubiera sido promulgada, pero
todava no hubiera entrado en vigor, quedar sin vigencia (art. 42 LTC).
En cuanto a los efectos de las sentencias en el tiempo, la regla general
es que la norma jurdica o el acto administrativo no pueden aplicarse desde
la fecha de la publicacin de la resolucin correspondiente en el Boletn Oficial
(art. 43, 1), sin que ello pueda afectar a las relaciones jurdicas originadas antes
c)
Han de haberse agotado todos los otros posibles medios legales o, en otro caso, no debe haber otros medios jurdicos disponibles;
191
192
de que la resolucin fuera publicada ni a los derechos y obligaciones derivadas de ello (art. 43, 2). Pero esta regla encuentra una excepcin, en todo caso,
conforme a exigencias que derivan ya del Derecho internacional, en las hiptesis en que el Tribunal Constitucional ha de ordenar la revisin de los procesos penales concluidos con una sentencia no recurrible y que se hubieran
basado en una norma jurdica o un acto administrativo que luego resultaren
inconstitucionales siempre y cuando el condenado no hubiera sido eximido de
todas las consecuencias adversas y la nulidad del precepto aplicado en el
proceso llevara a la reduccin o suspensin de la medida o a la exencin o
limitacin de la responsabilidad (art. 43, 3). Y otra excepcin, pero ya de
carcter general, aunque no preceptiva, es la que se deriva de la facultad otorgada al TC para separarse de la regla general de la inefectividad de la norma
jurdica o acto administrativo desde la fecha de la publicacin de la resolucin
del TC, pudiendo establecer un momento distinto a partir del cual la norma
jurdica deviene inefectiva o respecto de su aplicabilidad en un concreto caso.
Esta facultad del Tribunal es discrecional, pero no absolutamente libre, pues
la Ley le fija un elemento reglado: la fijacin de ese dies a quo especfico
tiene que estar justificada por el inters en la certeza jurdica o por un inters
particularmente importante de la entidad que inici el proceso (art. 43, 4);
en la prctica, cuando el Tribunal ha hecho uso de esta facultad, slo excepcionalmente ha sido para fijar una eficacia retroactiva (respecto de normas que
no han dado lugar a situaciones jurdicas amparadas por ellas o normas groseramente inconstitucionales y con un crculo estrecho de destinatarios) y por
lo general ha fijado una eficacia prospectiva. Si la norma se declara inconstitucional, el Tribunal debe ponderar si un inters especialmente importante del solicitante de amparo justifica una prohibicin de aplicarle dicha norma. Una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1952 permite desde
1999 que los demandantes de amparo soliciten un nuevo juicio por los tribunales ordinarios siempre que, sobre la base del recurso de amparo, el TC
declare la inconstitucionalidad de la aplicacin en el caso de que se trate de
la ley impugnada con carcter retroactivo.
Los condicionantes procesales y la delimitacin tan estricta del mbito
material del amparo hacen que las demandas de amparo no representen ms
que un porcentaje de un 1% respecto de los asuntos que ingresan en el Tribunal (157 en el perodo 1990-2000, mientras que, en el mismo perodo,
tuvieron entrada 4.954 asuntos de control normativo a posteriori de la constitucionalidad, respecto del que rige una verdadera legitimacin popular). Hay,
por ello, un amplio acuerdo en la doctrina y en el seno del propio TC sobre
la necesidad de reformar la regulacin del amparo, en especial para extenderlo
al control de actos individuales sin naturaleza normativa, algo que el propio
Una visin panormica del recurso const ... / JOAQUN BRAGE CAMAZANO
TC intent inicialmente por va jurisprudencial, pero encontr un fuerte rechazo ante la falta de toda base legal, lo que a la postre impidi seguir esa va.
POLONIA
IV.
193
a)
Una precisa identificacin de la ley u otro acto normativo sobre
cuya base un tribunal u otro rgano de administracin pblica ha adoptado una
decisin ltima respecto de derechos o libertades u obligaciones determinados
en la Constitucin y que es impugnado por el solicitante de amparo.
b)
Indicacin de qu derechos y libertades constitucionales han sido
conculcados segn el demandante de amparo y la forma en que lo han sido,
sin que sea admisible una designacin totalmente genrica e indeterminada,
pues ha de permitir llevar a cabo el enjuiciamiento sobre derechos y preceptos especficos (cfr. resolucin procesal de inadmisin de 16 de enero de 2002).
c)
Fundamentos de la demanda, incluyendo la precisa descripcin
de los hechos del caso.
Se adjuntar a la demanda la sentencia, orden u otra resolucin que se
hayan dictado sobre la base del acto normativo que se impugna, con una
indicacin de la fecha de haberse pronunciado, segn dispone el artculo 47
de la Ley del Tribunal Constitucional (en adelante, LTC).
La toma en consideracin del amparo por el TC se llevar a cabo sobre
la base de los principios y de acuerdo con el procedimiento previsto para el
control normativo de la constitucionalidad de las leyes y del control de la
constitucionalidad y la legalidad de otros actos normativos. De este modo, una
vez presentado el amparo, quedar sujeto a examen preliminar por un juez
constitucional designado por el Presidente del TC (arts. 49 y 36 LTC).
Se permite la subsanacin de los defectos formales apreciados en el plazo
de siete das desde su notificacin, pero si no se subsanan en plazo o, en todo
caso, si la demanda carece evidentemente de fundamento, el amparo ha de
ser inadmitido por el juez, si bien esta decisin puede dar lugar a un recurso
de queja ante el Tribunal en el plazo de siete das desde su notificacin.
El TC puede dictar una resolucin preliminar de suspender o detener la
ejecucin de la sentencia en el caso al que se refiere el solicitante de amparo
si la ejecucin de aquella, o de la decisin o de otra resolucin podra llevar
a consecuencias irreversibles vinculadas a un gran perjuicio para la persona
solicitante de amparo o cuando habla a favor de ello un inters pblico vital
u otro inters vital de la persona demandante de amparo. Esta decisin preliminar se entregar a continuacin a la persona solicitante de amparo y al
correspondiente rgano judicial o de ejecucin; pero el TC la modificar si
cesan las razones que hubo para adoptarla (art. 50 LTC).
Sern parte en el proceso de amparo:
194
a)
b)
Una visin panormica del recurso const ... / JOAQUN BRAGE CAMAZANO
c)
d)
El Comisionado de Derechos del Ciudadano, cuando notifique
su participacin en plazo.
El TC se pronuncia sobre la conformidad a la Constitucin de la norma cuestionada, por lo que los efectos de la sentencia sern los mismos que
los propios de un control normativo abstracto a posteriori (esto es, eficacia
erga omnes en cuanto a las disposiciones legales anuladas), pero ello no
conlleva la anulacin de la decisin o acto que se bas en la norma que se anula,
sino que se permite al solicitante de amparo y a las restantes personas a las
que se aplic la norma declarada inconstitucional pedir la continuacin de las
actuaciones, siendo la nica facultad exclusiva del demandante de amparo la
de solicitar que se dicte un auto de medidas cautelares suspendiendo la ejecucin de la decisin contra la que se plante el amparo, pero sin que la
estimacin del amparo conlleve una estimacin de sus pretensiones en las
instancias inferiores.
V.
RUSIA
El artculo 125, 4 de la Constitucin rusa atribuye al TC de la Federacin de Rusia la competencia para conocer de los recursos presentados por
violacin de los derechos y libertades de los ciudadanos, segn el procedimiento establecido por ley federal. Esta previsin constitucional ha sido desarrollada por medio de la Ley Constitucional Federal sobre el TC de la Federacin Rusa (en adelante, LTC), de 12 de julio de 1994.
El TC se ha referido muchas veces en sus decisiones, en las que tiene un
peso especfico muy considerable la normativa internacional sobre derechos
humanos, a la proteccin de los derechos a un juicio justo, a proteccin contra
una acusacin y frente a errores judiciales, el derecho de voto, el derecho de
huelga, de seguridad social de la tercera edad, libertad de movimientos dentro del pas y de salida del pas, el derecho a doble nacionalidad, a proteccin
195
La legitimacin activa para plantear el amparo constitucional corresponde a los ciudadanos, rusos o extranjeros (Sentencia de 17 de febrero de 1998),
cuyos derechos y libertades hayan sido supuestamente violados por la ley que
les ha sido aplicada o debe serles aplicada en un caso especfico, y a las asociaciones de ciudadanos (incluyendo a las sociedades mercantiles o los sindicatos: Sentencias de 24 de octubre de 1996 y de 17 de mayo de 1995), as
como a otros rganos y personas cuando as lo prevea el Derecho federal, que
lo prevn respecto del Fiscal General de la Federacin o el Ombudsman
federal las leyes federales que respectivamente los regulan, pero puede extenderse a otros supuestos al remitirse la Constitucin a la ley, segn la Sentencia de 24 de octubre de 1996.
196
Una visin panormica del recurso const ... / JOAQUN BRAGE CAMAZANO
b)
El nombre completo del solicitante de amparo, su direccin y
otros datos.
c)
Datos necesarios sobre el representante del demandante de amparo y sus poderes.
d)
La designacin y direccin del rgano estatal al que se supone
autor de la lesin combatida.
e)
Los preceptos de la Constitucin y la LTC que legitiman para
plantear el amparo.
g)
sideracin.
h)
La posicin del solicitante en amparo respecto de la cuestin
planteada y su sustanciacin jurdica con referencia a las disposiciones relevantes de la Constitucin.
i)
El petitum.
j)
f)
La precisa denominacin, nmero, fecha de aprobacin, fuente
de publicacin y otros datos sobre el acto a enjuiciar.
197
198
Una visin panormica del recurso const ... / JOAQUN BRAGE CAMAZANO
a)
b)
c)
El procedimiento para su firma, conclusin, adopcin, promulgacin o entrada en vigor.
d)
Perspectiva de la separacin del poder estatal en los poderes legislativo, ejecutivo y judicial tal y como lo prev la Constitucin.
e)
federales del Gobierno central tal y como est prevista por la Constitucin.
f)
Perspectiva de la delimitacin de jurisdiccin y poderes entre los
rganos del Gobierno estatal de la Federacin rusa y los rganos del Gobierno
estatal de las entidades constituyentes de la Federacin Rusa como se halla
prevista por la Constitucin, el Tratado de la Federacin y otros convenios
sobre la delimitacin de jurisdiccin y poderes.
Cuando se trate de normas preconstitucionales, los lmites de verificacin por parte del TC son mayores, pues se han de limitar, como es natural,
a la sustancia de las normas, y no pueden extenderse a la forma de su promulgacin.
En todo caso, el TC no est vinculado por las razones y argumentos de
las partes a la hora de enjuiciar la constitucionalidad (art. 74 LTC).
Enjuiciada la constitucionalidad de la ley con esta perspectiva y con estos parmetros, el artculo 100 de la Constitucin establece que el TC puede
dictar una de las siguientes sentencias:
1.- Reconocimiento de la conformidad de la ley o algunos de sus concretos preceptos con la Constitucin federal.
2.- Reconocimiento de la no conformidad de la ley, o algunos de sus
especficos preceptos con la Constitucin de la Federacin Rusa.
199
Si el TC declara la incompatibilidad con la Constitucin de la ley aplicada en el caso especfico, el caso en cualquier hiptesis estar sujeto a la revisin por el rgano competente de acuerdo con el procedimiento regular; y
los costes soportados por los ciudadanos y sus asociaciones sern reembolsados de acuerdo con el procedimiento ordinario (art. 100 LTC).
200
Conforme al artculo 87 LTC, adems, la declaracin de inconstitucionalidad ser fundamento para la anulacin conforme al procedimiento correspondiente de otras disposiciones legales basadas en la disposicin legal declarada inconstitucional o que reproducen o contienen las disposiciones declaradas inconstitucionales; stas no pueden ser aplicadas por los tribunales, otros
rganos y funcionarios. As pues, mientras para los recurrentes la Sentencia
estimatoria conlleva la inaplicacin automtica de la norma declarada inconstitucional, en el caso de los otros ciudadanos debe instarse la correspondiente revisin por los cauces procesales oportunos, si bien los tribunales y rganos administrativos no podrn aplicarla ms en el futuro.
Por otro lado, y para terminar, debe decirse que la efectiva aplicacin
de las declaraciones de inconstitucionalidad de las normas por el TC ha sido
un problema de primer orden, en especial frente a las regiones, dando lugar
a una polmica reforma legal de la materia dirigida a promover la aplicacin
y observancia efectivas de las declaraciones de inconstitucionalidad de las normas por el TC, que con toda frecuencia seguan siendo aplicadas en tanto no
fueran derogadas por su mismo autor, como si la declaracin de inconstitucionalidad no tuviera operatividad directa ex constitutione.
DERECHOS DE LIBERTAD: EL CASO DEL ABORTO; III.- JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL Y TUTELA DE LOS
IV.- CONCLUSIONES.
El objeto justicia constitucional, es seguramente uno de los ms observados por la doctrina del derecho comparado, tanto desde la ptica de la
microcomparacin (a travs de estudios especializados en un instituto particular, o componentes del proceso constitucional o estudios jurisprudenciales) como desde la macrocomparacin. Son, en efecto, numerossimas las propuestas de modelos y clasificaciones que buscan reducir a sistema, o quiz mejor dira a sistemas, en plural, el articulado panorama mundial de los
tribunales y cortes constitucionales y supremas. Este inters es seguramente
justificado por el hecho que los rganos de justicia constitucional, se han transformado, hoy en da, en los principales defensores de los derechos humanos
al interior de cada Estado, avanzando ms all de sus originarias funciones arbitrales en los conflictos entre Estado y entes territoriales2, para convertirse,
sobre todo, en jurisdiccin de la libertad3 al margen de la composicin o la
estructura de la magistratura constitucional.
1.
2.
3.
201
De otro lado, aunque exagerando un poco, se podra llegar a la conclusin de que en el fondo- cada Estado tendr, en este punto, su propio modelo
de justicia constitucional7. Si bien tal afirmacin resultara en verdad descriptiva de los actuales sistemas de justicia constitucional en el mundo, no obstante
implicara que la ciencia comparatista abdique a una de sus funciones vitales:
aquella que se encarga de estudiar los modelos y su circulacin8.
202
4.
5.
6.
7.
8.
El Derecho Procesal Civil suele distinguir entre demanda autodeterminada y heterodeterminada, en base a la naturaleza del derecho demandado
por el actor. El objeto del proceso determina el tipo de respuesta del juez, que
se pronunciar, consecuentemente, ya sea con una sentencia declarativa, constitutiva o de condena. En mi opinin, tambin en el proceso constitucional10
el objeto (es decir, la naturaleza del derecho violado) influye en el pronunciamiento del Juez Constitucional. En particular, se puede distinguir el caso en
el que, para eliminar la situacin de ilegitimidad, es suficiente la declaracin
de inconstitucionalidad del acto denunciado (por cuanto el objeto del proceso est representado por un derecho absoluto de primera o segunda genera-
9.
10.
No se trata de factual approach (sobre esto v., entre otros L. Pegoraro, A. Rinella,
Introduzione al diritto pubblico comparato. Metodologie di ricerca, CEDAM, Padova,
2002, p. 50; en sentido crtico G. Lombardi, op. cit., p. 31 ss.; U. Mattei, P.G.
Monateri, Introduzione breve al diritto comparato, CEDAM, Padova, 1997, p. 15; R.
Sacco, Introduzione al diritto comparato, 5a ed., UTET, Torino, 1992, p. 53 ss.)
porque no realza los trminos reales a partir del cual emana la pregunta. En
verdad se utiliza una convinacin del mtodo problemtico y el mtodo casustico,
buscando despojarse de la mejor manera posible de los esquemas clasificatorios
habituales para hacerles objeto de verificacin a la luz de la razn instrumental
(para el uso de tal expresin referida al derecho comparado como ciencia v. G.
Lombardi, op. cit., p. 11 ss.). propia de este trabajo, que es la de estudiar los
modelos de justicia constitucional en funcin del tipo de tutela ofrecida a los individuos
No entro al anlisis del debate acerca de la existencia o no de un Derecho Procesal
Constitucional (v. al respecto G. Bognetti, La Corte costituzionale tra procedura
e politica, en AA.VV., Giudizio a quo e promovimento del processo costituzionale,
Giuffr, Milano, 1990, p. 221 ss., vase adems y en el mismo sentido, las
intervenciones sobre el tema de C. Mezzanotte, Processo costituzionale e forma di
governo, p. 63 ss., S. Panunzio, Qualche riflessione sulla elasticit delle regole procedurali
nel processo costituzionale, p. 259 ss. y de G. Zagrebelsky, Diritto processuale
costituzionale?, p. 105 ss.; A. Pizzorusso, Uso e abuso del diritto processuale costituzionale,
en M. Bessone (al cuidado de), Diritto giurisprudenziale, Giappichelli, Torino, 1996, p.
133 ss.; las intervenciones de V. Angiolini, La Corte senza il processo o il processo
constitucional, me propongo en este ensayo aproximarme al tema de los modelos, pero utilizando para ello un mtodo de investigacin distinto al dogmtico y
prescindiendo de las clasificaciones doctrinarias que tratan sobre el particular. Lo
que quiero hacer es caminar a la bsqueda de semejanzas y diferencias entre
sistemas de justicia constitucional en las respuestas concretas que stas suelen dar
a las demandas individuales de tutela de los derechos, analizando la solucin que
la Corte o Tribunal propone para casos jurisprudenciales similares9. La atencin
estar entonces focalizada sobre los instrumentos que la Corte o Tribunal puede
utilizar para restablecer el derecho violado, buscando ordenar los sistemas de
justicia constitucional propio, sobre las analogas o divergencias en la fase de
ejecucin/actuacin de las sentencias que protegen o restituyen el derechos.
203
cin); o bien, cuando resulta necesaria una ulterior actividad positiva de parte
del Estado (porque el objeto del proceso es en este caso, un derecho considerado de prestacin). En otras palabras, podemos distinguir, dependiendo
de si la sentencia sea o no self-executing respecto a la exigencia de tutela individual sobre el cual el proceso constitucional se ha puesto en movimiento.
A la luz de esta distincin he tratado de seleccionar algunos casos ejemplificativos que permitan un anlisis transversal entre ordenamientos diversos y
representativos de modelos de justicia constitucional (Estados Unidos, Italia,
Espaa, Alemania). Soy conciente de que un trabajo metodolgicamente riguroso requerira una casustica bastante ms amplia de aquella que presenta este
ensayo, y tambin un esfuerzo ingente en la fase de verificacin de los resultados. Espero, por tanto, en virtud de la extensin de este trabajo, se me permita proponer en esta oportunidad los resultados como una especie de prembulo para una sucesiva investigacin mejor articulada al respecto.
204
II
11.
12.
13.
14.
ESTADOS UNIDOS
205
15.
206
16.
207
208
18
19
20.
21.
22.
23.
standing at its disposal, has done what is necessary to avert dangers from the
legal value to be protected (Trad. La Corte no reemplaza al Parlamento; sin
embargo, su tarea es examinar cuidadosamente si el Parlamento, en el marco de
las posibilidades puestas a su disposicin, hizo lo que era necesario para apartar
los peligros del valor jurdico que debe ser protegido (punto III).
V. tambin F.J. 12: el Estado tiene la obligacin de garantizar la vida, incluida
la del nasciturus (art. 15 Constitucin), mediante un sistema legal que suponga
una proteccin efectiva de la misma, lo que exige, en la medida de lo posible, que
se establezcan las garantas necesarias para que la eficacia de dicho sistema no
disminuya ms all de lo que exige la finalidad del nuevo precepto.
Al extremo que se llega a decir en la sentencia que los recurrentes admiten que la
vida intrauterina es un bien constitucionalmente tutelado. (FJ. 5).
lo que se plantea como un enfrentamiento entre los derechos de la mujer y el
del nasciturus.
es claro que nos adentramos en un terreno que por consecuencia de lo previsto
en el art. 117.3 de la C.E. est vedado a este Tribunal Constitucional, como
privativo del que tiene encomendado la jurisdiccin ordinaria (F.J. 5).
en Alemania, el Tribunal imputa al Estado, cuando exista conflicto de derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente, no slo un deber negativo de abstencin, sino tambin, una obligacin positiva de contribuir a
la efectividad de tales derechos, y de los valores que representan, aun cuando no exista una pretensin subjetiva por parte del ciudadano (FJ. 4)20. Se
reconoce que la vida del nascituro es un bien jurdico constitucional protegido por el artculo 15 de la Constitucin Espaola (CE) y que en consecuencia, resulta necesario ponderar el conflicto entre este bien y aquellos correspondientes a la madre, por lo que slo en determinadas situaciones particulares
resulta legtimo renunciar a la tutela penal.
209
ceso constitucional de amparo23. Finalmente, en cuanto al conflicto de los derechos constitucionales de los sujetos implicados, el Tribunal reenva la solucin a
la va legislativa, en debate en aquel momento24, recordando de este modo no
poder intervenir en el tema y, por tanto, rechazando de nuevo el recurso. Junto
a la sentencia, viene tambin publicado el voto particular del magistrado Toms
y Valiente el cual critica speramente la posicin asumida por el Tribunal. Para dicho
magistrado habra una evidente situacin de confrontacin de la normativa penal en materia de aborto con el artculo 15 CE. Consecuentemente, el Tribunal
Constitucional habra tenido el deber de declarar inconstitucional el artculo 411
del Cdigo Penal y de conceder el amparo, en cuanto la sentencia de mrito resulta
lesiva de los derechos fundamentales de los recurrentes25.
ANLISIS
24.
25.
210
Conforme a la XIV Enmienda Ningun Estado deber privar a ninguna persona de su derecho a la vida, a la libertad o a la propiedad, sin que medie un debido proceso legal 26 Esto no es por tanto un reconocimiento explcito de la inviolabilidad del derecho a la vida, que viene no obstante garantizado en los conflictos
con el Estado a travs de la obligacin del due process. De otro lado, tampoco el
derecho a la privacy est sancionado constitucionalmente, por lo que se ha extrado jurisprudencialmente a partir de las enmiendas IX o XIV. Finalmente, en lo que
respecta a Italia, el mecanismo de ampliacin del elenco de los derechos constitucionales a travs de la clusula abierta del artculo 2 es bastante conocida, por lo
que no requiere mayores comentarios.
La funcin de garanta de los derechos es ahora universalmente asumida
por todas las Cortes Supremas o por los Tribunales Constitucionales como tarea
inmanente del rgano, tanto que con frecuencia obliga a los jueces a ir ms all
de los lmites (literal, histricos culturales) de los textos constitucionales sobre
la base de los cuales juzgan. De este modo, en el proceso para la tutela de los
derechos deviene en parmetro, en caso sea necesario, incluso aquello que la
Constitucin no dice, para lo cual los derechos humanos, entendidos como
situaciones subjetivas para los que se requiere tutela, convierten de todos modos
en constitucionales, y en consecuencia, elevan formalmente a estas categoras jurdicas a la condicin de derechos dignos de tutela por parte del Estado.
Una primera conclusin sera entonces, que la ampliacin formal del parmetro, y por tanto, del texto de la Constitucin, no es un elemento que pueda
demostrar si el ordenamiento sea idneo o no para garantizar los derechos
humanos27. De una parte, porque, incluso en textos constitucionales largos,
puede no estar asegurada la garanta jurisdiccional de los derechos; de otra,
porque el parmetro se expande en directrices extratextuales28.
26.
27.
28.
nor shall any State deprive any person of life, liberty , or property, without due process of law
V. en sentido contrario, G. Pavani, Il ruolo del parametro nella classificazione
dei modelli di giustizia costituzionale, ensayo entroductorio a M. Savona, La
dinamica dei parametri di costituzionalit nella giurisprudenza del Conseil constitutionnel
francese, CCSDD Lecture Series, Bonomo, Bologna, 2004, p. 9.
V. A. DAloia, Argomenti per uno statuto costituzionale delle azioni positive: uno
sguardo allesperienza italiana, in L. Califano (al cuidado de), Donne, politica e
En efecto, si bien las constituciones alemana y espaola (esta ltima profundamente inspirada en la primera) reconocen explcitamente a cada persona el derecho a la vida y a la integridad fsica (y moral; art. 2, c. 2 GG; art. 15 CE). La
Constitucin americana, en cambio, nace como Constitucin concisa, si bien enriquecida en el tiempo con la aprobacin de los Bill of Rights.
211
Una ulterior observacin sobre estos casos tiene que ver con los instrumentos que las Cortes suelen usar para asegurar la tutela necesaria al derecho en cuestin. Habamos inicialmente dicho, que en el caso del aborto los
derechos constitucionales implicados son de tal naturaleza, que un pronunciamiento simple, de acogimiento o rechazo de la instancia, sera suficiente
para restablecer el derecho. No obstante, en realidad, slo el Tribunal espaol ha optado por una solucin de este tipo. Tanto la Corte Suprema estadounidense como el Tribunal Alemn, han considerado necesario, cada uno desde
su propio punto de vista, adems de declarar ilegtima la norma en cuestin,
dictar medidas constitucionalmente compatibles a travs de los instrumentos
tcnicos previstos en sus respectivos ordenamientos.
212
En Roe v. Wade la Corte Suprema, en el punto XI de la sentencia, individualiza tres distintos periodos del embarazo, y para alguno fija lmites a la
intensidad de la tutela penal del aborto, reconociendo en el primer trimestre la
prevalencia absoluta del derecho a la privacy sobre cualquier otro inters en
oposicin, e introduciendo el criterio de la viabilidad como lnea divisoria entre
el aborto penalmente lcito y aquel que es ilcito en el semestre sucesivo, dejando al legislador estatal, mrgenes de intervencin slo para el aborto en el ltimo trimestre de embarazo. La solucin ofrecida por la Corte americana recupera plenamente hasta sus lmites el ejercicio de sus poderes, ya que es el
ultimo nivel de jurisdiccin ordinaria en un sistema de fuentes del derecho en
base a la jurisprudencia. La Corte habra podido adoptar tambin una decisin
ejecutiva, sin embargo no lo consider necesario, confirmando as nuestro argumento inicial sobre la naturaleza self-executing de la sentencia.
213
sobre todo, teniendo en cuenta una reforma in itinere del Cdigo penal. En la
opinin disidente, el magistrado Toms y Valiente critica fuertemente la posicin asumida por la mayora, indicando como solucin ms oportuna la declaracin de inconstitucionalidad de la norma incriminatoria, en espera de una
regulacin distinta de los intereses en juego. La sentencia muestra quiz un
excesivo self restraint del Tribunal respetuoso con los lmites de la propia funcin en las relaciones con el Poder Legislativo. Slo en el juicio previo29, el
Tribunal espaol, a partir del ejemplo de su par alemn, se ha atrevido finalmente
a reconocer el derecho a la vida como un derecho de prestacin pero tambin
una obligacin positiva de intervencin para garantizar el mximo nivel de tutela, incluyendo desde luego, tambin la tutela penal. En este sentido, las sentencias de los dos tribunales (alemn y espaol) llevan a lmites extremos la jurisdiccin constitucional, haciendo derivar de la Constitucin una obligacin de
penalizacin de determinadas conductas lesivas de derechos constitucionales.
214
En conclusin, comparando los instrumentos con los cuales las Cortes aseguran tutela a los derechos constitucionales, se puede observar a la Corte italiana como aquella formalmente ms desprovista, aunque la laguna viene enseguida superada en va de hecho. El mximo de tutela es en cambio ofrecido por la
Corte americana y alemana, mientras el Tribunal espaol, aunque dotado de los
mismos instrumentos tcnicos (v. infra, 3), parece no obstante menos propenso a desarrollar un rol activo en su relacin con el legislador.
III
Para verificar las primeras conclusiones sobre el grado de efectividad de tutela de los derechos asegurado por cada uno de los ordenamientos examinados,
debemos pasar a analizar el comportamiento de las Cortes y Tribunales de cara a
los casos en los cuales el derecho constitucional objeto del proceso es de tipo prestacional, es decir, casos en los que una sola declaracin de ilegitimidad de la norma o del acto en conflicto con la Constitucin no garantiza que la situacin de derecho
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
215
tres casos de apelacin, la adopcin de las providencias necesarias para resolver conforme a la sentencia del caso Brown I 36. En el certiorari, la Corte de
mrito haba ya emitido una providencia de inmediata admisin a la escuela para
el recurrente, que viene confirmada, aunque el caso es igualmente diferido, puesto que el juez puede adoptar las otras providencias consecuentes a la sentencia
Brown. La Corte Suprema dicta entonces los modos y los tiempos de actuacin
de la sentencia: afirma por ejemplo que las autoridades educativas sern responsables de adoptar las medidas necesarias en consideracin de las exigencias de
cada una de las realidades escolares y que las cortes debern de verificar que las
acciones emprendidas por las referidas autoridades representan ejecucin en
buena fe de los principios constitucionales establecidos en Brown (good faith
compliance at the earliest practicable date).
La Corte Suprema, a travs de las cortes de mrito, emprende de forma del todo autnoma, un recorrido de actuacin del derecho extrado a partir
de la XIV Enmienda, poniendo a la cabeza a la autoridad educativa en va
primaria, y a las cortes de mrito en va subordinada un affermative duty de
proveer con cada medio necesario a la desegregacin. A tales procesos, inicialmente los gobiernos, y los legislativos de algunos Estados se opusieron
firmemente. En el caso Cooper et al. v. Aaron et al.37 la Corte Suprema toma
una de las decisiones ms fuertes de su historia, acerca del propio rol en el
sistema de las fuentes del derecho: no slo recuerda que los derechos reconocidos a travs de sus sentencias no pueden ser desconocidos o anulados por
la accin de los legisladores o Ejecutivos estatales, menos an por las Cortes
inferiores u otras autoridades administrativas; sino adems, afirma que ....la
interpretacin de la XIV enmienda enunciada por esta Corte en el caso Brown
es el supremo derecho de nuestra tierra y el artculo sexto de la Constitucin
le otorga efectos vinculantes para todos los Estados38.
37.
38.
216
nondiscriminatory basis with all deliberate speed the parties to these cases (Cursivas
mas). (Trad. ... para tomar tales procedimientos, y hacer de tales rdenes y decretos
compatibles con esta opinin, es necesario y apropiado admitir en las escuelas pblicas
una base de no discriminacin racial con toda la deliberada rapidez para las partes
en este tipo de casos.)
358 U.S. 1 (1958). Es el famoso caso en el que el Gobierno Federal debi enviar la
Guardia Nacional para garantizar la seguridad de cuatro estudiantes negros que
haban sido admitidos en una escuela para blancos en Little Rock, Arcansas en base
a un plan de desegregacin, a causa de la oposicin del Gobierno del Estado y los
disturbios en el orden pblico. La autoridad educativa, luego de los eventos haba
solicitado judicialmente la suspensin del Plan de desegregacin.
it follows that the interpretation of the Fourteenth Amendment enunciated by this
Court in the Brown case is the supreme law of the land and Art. VI of the Constitution
makes it of binding effect on the States.
39.
40.
41.
42.
217
43.
44.
218
45.
En el ms reciente caso sobre multitrattamento Di Bella46 el lmite de intervencin de la Corte Constitucional es todava ms evidente. Esta reconoce,
en efecto, ilegtima la disposicin que prohbe la insercin de frmacos para el
tratamiento en el elenco de medicamentos innovativos y, por lo tanto, suministrables gratuitamente por el S.S.N porque el goce del derecho a la salud terminara por depender de forma discriminatoria, de las condiciones econmicas de los pacientes. No obstante de constatar esto, no puede adoptar ninguna
medida para socorrer de manera inmediata a quien viene siendo afectado por
la disposicin ilegtima, ni tampoco las jurisdicciones ordinarias pueden adoptar algn tipo de medidas sobre la base de una tal sentencia, que se limita necesariamente a solicitar la intervencin del legislador47.
No obstante esto, tambin en Italia, sobre todo en los ltimos aos, los
ms recientes estudios sobre la jurisprudencia constitucional48, han puesto en
evidencia una evolucin de la misma en el sentido de una mayor atencin a
proponer soluciones para la inmediata tutela de los derechos en juego, a travs de una variedad de tcnicas decisorias, entre la que se pueden anotar las sen-
46.
47.
48.
el efectivo acceso de tales sujetos a la escuela. La Corte, mediante una sentencia sustitutiva, declara la disposicin inconstitucional en la parte en la que prev
que Ser facilitada, sustituyndola por la frase, Es asegurada la frecuencia a
la escuela media superior. Reconociendo en consecuencia el derecho y su naturaleza de prestacin por parte del Estado, el que est obligado a intervenir positivamente para acatar lo dispuesto en la Constitucin. En este punto, no obstante, la Corte se detiene, reconociendo que corresponde obviamente al legislador la tarea cuya importancia y urgencia es subrayada por las consideraciones desarrolladas precedentemente - de dictar en el mbito de su propia discrecionalidad una completa normativa idnea para dar una solucin orgnica a tal
relevante problema humano y sustancial. La pelota pasa entonces inevitablemente al legislador y a las administraciones competentes, sin que la Corte pueda
controlar las concretas soluciones que estas ltimas adoptaren.
219
220
tencias de tipo aditivo, mediante las que vincula a las jurisdicciones ordinarias
a dar actuacin a los principios constitucionales individualizados por la Corte,
en caso de que el legislador no intervenga49. En estos casos se genera una lnea
de colaboracin entre la Corte Constitucional y la magistratura ordinaria, similar
al reparto de competencias que existe entre Corte de Casacin y Juez de mrito, donde la Corte formula el principio de derecho, que no slo viene luego
concretamente aplicado en el proceso de reenvo, sino que todos los jueces estn
vinculados para actuar en casos futuros. De este modo la Corte acenta su propio
rol de juez de los derechos, y no slo del derecho, y segn mi punto de vista,
se aproxima mucho al modelo americano analizado supra. Otra confirmacin
en este sentido, viene de aquellos pronunciamientos en los cuales la Corte
Constitucional lleva a extremas consecuencias el principio de la interpretacin
conforme a la Constitucin, por ella misma introducido50. En el caso de quo
de la sentencia 198/2003 en el tema de otorgamiento del permiso de permanencia en un lugar para menores extranjeros bajo tutela, el juez administrativo,
tiene fuertes dudas sobre la constitucionalidad de la norma, por lo que haba
elevado una cuestin a la Corte, pues desde su punto de vista, la disposicin en
cuestin, no permita una interpretacin diversa de la que se poda deducir de
su lectura textual. La Corte Constitucional, a su turno, declara que la disposicin puede ser si no interpretada extensivamente de todos modos integrada
en va analgica, declarando por tanto infundada la cuestin deducida. Ahora, en el tema relacionado con la indemnizacin por maternidad, en el ao 2000
49.
50.
el legislador haba reformado la materia limitndolo a las trabajadoras subordinadas, fijando en 5 meses totales el periodo correspondiente a la indemnizacin, contados a partir de la fecha del parto. La modificacin no obstante no
haba incorporado a las trabajadoras del campo. Pero siendo la discriminacin
evidentemente reconducible como una imprevisin involuntaria del legislador,
el tenor literal de la norma no prestaba ninguna duda interpretativa. La Corte,
en la sentencia 197/2002, estableci que la citada reforma obliga al intrprete a una opcin hermenutica conforme a la evolucin del sistema normativo
y que la aplicacin de tales principios obliga por lo tanto a interpretar la denunciada norma en el sentido, conforme a la Constitucin, que la indemnizacin corresponde, en cada caso, a la duracin total de cinco meses51. Con esta
sentencia la Corte, en los hechos, invoca a los jueces a inaplicar la ley inconstitucional, en los casos en los que la ilegitimidad, sea ictu oculi reconducible a una
imprevisin involuntaria normativa de parte del legislador. De este modo la
Corte salta uno de los pasajes en el normal procedimiento de adaptacin del
ordenamiento a la Constitucin, acortando los tiempos para la actuacin del derecho en el caso concreto. Sin embargo, donde el contraste entre ley y la Constitucin es ms difuso, los casos en los que la Corte Constitucional ha buscado
de imponer esta va abreviada tambin han suscitado tensiones entre Corte
Constitucional y Corte de Casacin que parecen en este punto calmados52.
IV
Llegado a este punto, podemos intentar extraer algunas reflexiones de sntesis. El centro de anlisis utilizado en este ensayo para comprender la justicia constitucional ha estado focalizado en aquello de la concreta actuacin de los derechos
en va directa a travs de las sentencias de las Cortes. En todos los sistemas, el rgano
competente para la tutela de la constitucionalidad de las leyes desarrolla adems la
funcin de garanta de los derechos. El grado de tutela directa e inmediata para el
individuo puede no obstante variar desde una medida mnima, cuando la Corte se
limita a garantizar que el ordenamiento jurdico (para los sistemas que conocen slo
el control de constitucionalidad sobre los actos normativos), o la actividad de los
poderes pblicos (para los sistemas que adems del control sobre las leyes, cono-
51.
52.
221
cen de recursos directos contra actos ejecutivos, jurisdiccionales, o incluso, de actos de particulares), no sean contrarios a los preceptos constitucionales, desarrollando en consecuencia, un control negativo, de tipo sancionatorio; hasta una medida mxima, cuando la Corte persigue el objetivo de vigilar las actuaciones concretas de parte del Estado en el marco constitucional y, por tanto, desarrolla una
actividad en sentido positivo dictando los principios y ordenes de actuacin directa
de parte de los jueces en los casos pendientes y futuros, sin esperar la intervencin
del legislador. La diferencia no depende, desde mi punto de vista, del tipo de organizacin de las fuentes del ordenamiento (civil law o common law), sino ms bien
de la pertenencia o no de la Corte al Poder Judicial. Del anlisis del comportamiento de los elementos que inciden en la tutela de los derechos pareciera en cambio
importante la extensin de la eficacia vinculante de las sentencias constitucionales
y el poder de la Corte sobre la ejecucin de las mismas.
222
Doctrina Constitucional
223
224
A partir de la puesta en vigencia del Cdigo Procesal Constitucional (0112-2004), el Tribunal ha venido precisando algunos de sus alcances. Esto se
ha podido percibir ya con ms incidencia durante el segundo semestre de 2005.
En el presente reporte, vamos a tratar de resumir algunas de estas decisiones, empezando por las referidas a temas netamente procesales o de aplicacin del propio Cdigo y luego pasando a la revisin y resumen de temas de
naturaleza material, referidos a derechos fundamentales concretos.
I)
Se destacan en esta seccin las decisiones que, en forma de Resoluciones (Autos) o Sentencias, desarrollan principios o constituyen interpretaciones trascendentes para el orden jurdico y para las instancias judiciales a la hora
de asumir la defensa de los derechos fundamentales a travs del Proceso
Constitucional de Amparo.
225
al tipo de resolucin judicial que puede ser recurrido, segn lo establece el artculo 4 del Cdigo Procesal Constitucional: El hbeas corpus procede
cuando una resolucin judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad
individual y la tutela procesal efectiva.
226
I.2.
El Tribunal ha precisado, en el fundamento jurdico 2 de esta sentencia, que el artculo 5 numeral 3 del Cdigo Procesal Constitucional hace referencia a la Va paralela, cuando dice que los procesos constitucionales no
proceden en caso de que el agraviado haya optado por recurrir previamente
a otro proceso judicial para pedir tutela de su derecho constitucional. Define
a esta va como aquella va que satisface la defensa de un derecho constitucional y que, en virtud de ello, consigue la reposicin de las cosas al estado
anterior a la violacin de derechos constitucionales. (Segundo prrafo de los
fundamentos).
A continuacin, formula una interpretacin de la norma bajo comentario, sealando los requisitos que deben cumplirse para que opere dicha causal de improcedencia de los procesos constitucionales: este Tribunal considera
que la causal de improcedencia regulada en el artculo 5, inciso 3), del Cdigo
Procesal Constitucional, solo opera cuando el proceso ordinario sea seguido
entre las mismas partes; exista identidad de hechos y se persiga el mismo tipo
de proteccin idnea y eficaz que el amparo brinda. (FJ. 2).
Por tales motivos, declar improcedente la demanda, en vista de que en
el caso sometido a su anlisis se acredit la existencia de proceso laboral previo
entre las mismas partes.
I.3.
227
228
b)
Cese de actos de hostilidad del empleador, incluidos los actos
de hostigamiento sexual, conforme a la ley sobre la materia.
c)
Incumplimiento de disposiciones y normas laborales cualquiera fuera su naturaleza.
229
d)
Los criterios esgrimidos para el rgimen laboral pblico son los siguientes:
230
El Tribunal estim en su Fundamento 21 que la va idnea para resolver pretensiones individuales por conflictos jurdicos derivados de la aplicacin de la legislacin laboral pblica es el proceso contencioso administrativo, porque permite la reposicin del trabajador despedido y prev la concesin de medidas cautelares. Esta va es la adecuada e igualmente satisfactoria, en relacin al proceso de amparo (Fundamento 22). Lo mismo suceder con los nombramientos, impugnacin de adjudicacin de plazas, desplazamientos, reasignaciones o rotaciones, cuestionamientos relativos a remuneraciones, bonificaciones, subsidios y gratificaciones, permisos, licencias,
ascensos, promociones, impugnacin de procesos administrativos disciplinarios, sanciones administrativas, ceses por lmite de edad, excedencia, reincorporaciones, rehabilitaciones, compensacin por tiempo de servicios y cuestionamiento de la actuacin de la administracin con motivo de la Ley N.
27803, entre otros (Fundamento 23). De ah que la accin de amparo proceda slo en defecto de tal posibilidad o atendiendo a la urgencia o a la demostracin objetiva y fehaciente por parte del demandante de que la va
contenciosa administrativa no es la idnea,.... as como ....para los casos
relativos a despidos de servidores pblicos cuya causa sea: su afiliacin sindical o cargo sindical, por discriminacin, en el caso de las mujeres por su
maternidad, y por la condicin de impedido fsico o mental. (Fundamento 24).
El Tribunal Constitucional sent este conjunto de criterios procesales en
materia laboral tratando de que se llegue a una situacin en que el proceso
de amparo termine sustituyendo a los procesos judiciales laboral y contencioso
administrativo, restndoles eficacia y desnaturalizando la finalidad para la que
el amparo fue creado: ser una herramienta de tutela urgente, extraordinario,
residual y sumario. (Fundamento 25) Finaliza declarando en su parte resolutiva que los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo en materia
laboral, previstos en los fundamentos 7 a 25, supra, constituyen precedente
vinculante inmediato, en consecuencia, toda demanda de amparo presentada a partir del da siguiente de la publicacin de la sentencia en el Diario Oficial
El Peruano, o que se encuentre en trmite y que no cumpla con tales condiciones, deber ser declarada improcedente.
1.4.
Se trata de la Sentencia del TC expedida en el Expediente N 23022003, publicada en la pgina web del Tribunal el 30.06.05. El recurrente so-
licita la inaplicacin de dos normas: una con rango de ley (Decreto Legislativo N 776, referido al Impuesto a los Juegos); y, otra norma con rango
infralegal (Decreto Supremo N 095-96-EF, Reglamento del Impuesto Selectivo al Consumo a los juegos de azar y apuestas), por considerar que las
referidas normas vulnera sus derechos fundamentales a la igualdad ante la ley,
a la propiedad, a la iniciativa privada, a la no confiscatoriedd de los tributos
y al respeto del principio de legalidad.
Por su parte, la emplazaba afirma que no se tratan de normas autoaplicativas y que debera declarase improcedente la demanda por falta de agotamiento de la va administrativa, sustentando su posicin en la STC 12662001-AA/TC donde tambin se cuestion el inciso a) del Decreto Supremo
N 095-96-EF, y la cual seal: ...en el caso de autos, no se trata de una
norma con rango, valor o fuerza de ley, sino de una norma infralegal, es decir,
de un nivel jerrquicamente inferior al de la ley, cuyo control de validez s estn
obligados a efectuar los tribunales administrativos.
El Tribunal Constitucional ante un caso de doble criterio jurisprudencial
sobre el agotamiento de la va previa, estableci un precedente vinculante
respecto al tema en controversia. En consecuencia, declar:
a) Cuando se cuestionen actos concretos de aplicacin de una norma reglamentaria -Decreto Supremo- directamente contraria a la Ley e indirectamente contraria a la Constitucin, ser necesario agotar la va previa; b) la
excepcin a la regla precedente, sern los casos de afectaciones por normas
autoaplicativas, en cuyo caso, el juez constitucional deber fundamentar las
razones de tal calificacin.
La excepcin establecida por el Tribunal Constitucional en su precedente
vinculante resulta lgica, pues no puede exigirse el agotamiento de la va previa
de normas autoaplicativas porque ...al ser susceptibles de afectar derechos
fundamentales con su sola vigencia, el transito por esta va podra convertir
en irreparable la agresin. Ms an, al no requerir actos concretos de
afectacin, hara inviable un pronunciamiento por parte del Tribunal Administrativo.
231
1.
Los mbitos constitucionalmente protegidos del derecho a
la pensin (Exp. 1417-2005-AA/TC, publicado el 12-07-2005)
232
Establece la necesidad de que el contenido esencial de los derecho fundamentales no sea determinado a priori, sino derivado de un anlisis sistemtico de los principios, los valores y los dems derechos fundamentales que la
Constitucin reconoce, siendo uno de la mayor importancia el principio-derecho de dignidad humana (Fundamento 21).
Siguiendo la teora de los derechos y posiciones de derechos formulada
en la Teora de los derechos fundamentales de Robert Alexy, el Tribunal incorpora en su jurisprudencia las diferencias entre disposiciones de derecho fundamental, normas de derecho fundamental y posiciones de derecho fundamental. Las primeras son enunciados lingsticos de la Constitucin que reconocen
los derechos fundamentales de la persona. Las segundas son sentidos interpretativos atribuibles a esas disposiciones. Mientras que las terceras son exigencias
concretas que al amparo de un determinado sentido interpretativo vlidamente atribuible a una disposicin de derecho fundamental, se buscan hacer valer
frente a una determinada persona o entidad (Fundamento 24). Los derecho
fundamentales en sentido estricto se encuentran dentro de este tercer grupo.
Considerando ello, establece ciertas exigencias a cumplir en un proceso
constitucional sobre pretensiones a hacerse valer en reclamo de la aplicacin de
una determinada disposicin que reconozca un derecho fundamental:
a) dicha pretensin debe ser vlida, esto es, consecuencia de un sentido interpretativo (norma) que sea vlidamente atribuible a la disposicin constitucional que reconoce un derecho y b) a que en casos de pretensiones vlidas, stas deriven directamente del contenido esencial de un derecho protegido por una disposicin constitucional. Contrario sensu, ser improcedente
cuando la titularidad subjetiva afectada tenga su origen en la ley o, en general, en disposiciones infraconstitucionales.
233
En cuanto al tema de la determinacin del contenido esencial del derecho fundamental a la pensin, el Tribunal asume posicin respecto a que se
deriva de un anlisis sistemtico de la disposicin constitucional pertinente
(artculo 11) y de los principios y valores que lo informan: el principio-derecho de dignidad y los valores de igualdad material y solidaridad. (Fundamento 36). De ese modo, el contenido esencial del derecho a la pensin en
tanto derecho de configuracin legal y tutelable por la va del Amparo se delimitar sobre la base de los siguientes lineamientos jurdicos:
234
e) En tanto el valor de igualdad material informa directamente el derecho fundamental a la pensin, las afectaciones al derecho a la igualdad
como consecuencia del distinto tratamiento (en la ley o en la aplicacin
de la ley) que dicho sistema dispense a personas que se encuentran en
situacin idntica o sustancialmente anloga, sern susceptibles de ser
protegidos mediante el proceso de amparo, siempre que el trmino de
comparacin propuesto resulte vlido.
235
2.
Overruling en el tema de Ratificacin de magistrados por
parte del Consejo Nacional de la Magistratura (Exp. 3361-2004-AA/
TC, publicado el 16.12.2005)
El tema de la ratificacin ha sufrido un cambio importante en las consideraciones el TC a partir de la decisin producida en el Exp. N 3361-2004AA/TC, publicada en la pgina web del Tribunal Constitucional el 16 de
diciembre de 2005. Se trataba de una Accin de Amparo interpuesta por Jaime
Amado lvarez Guilln contra la Resolucin N 381-2002-CNM del Consejo Nacional de la Magistratura, por la cual este rgano decidi no ratificarlo
en el cargo de vocal superior, dejando sin efecto su nombramiento y ordenando la cancelacin de su ttulo, sin fundamentacin alguna. El demandante aleg que con ello se produca la afectacin de su derecho de defensa y el
principio de inamovilidad de los jueces.
236
El Tribunal Constitucional declar Infundada la demanda, argumentando que al momento de realizar el procedimiento de ratificacin para el presente caso, el CNM actu conforme a las normas vigentes e interpretndolas adecuadamente, no demostrndose violacin de derechos constitucionales invocados por el demandante. No obstante, modific los criterios que anteriormente haba establecido para la resolucin de este tipo de casos, sealando que sern precedentes vinculantes los fundamentos 7 y 8, 17 a 20 y 26
a 43 de la sentencia.
La tcnica a la que apela el Tribunal para el cambio de precedente es la
del Prospective overruling, proveniente de la tradicin jurisprudencial norteamericana: El Tribunal considera que ...la tcnica del overrruling permite
cambiar un precedente en su ncleo normativo aplicando el nuevo precedente, ya sea al caso en anlisis (eficacia retrospectiva) o, en la mayora de los
supuestos, a casos del futuro (prospecting overruling) (Fundamento 5), siempre que previamente se advierta a la comunidad del cambio, para as evitar
modificaciones repentinas de reglas vlidas. El cambio jurisprudencial consiste
en la afirmacin de la procedencia de los procesos constitucionales respecto
a resoluciones definitivas del CNM cuando stas sean inmotivadas o cuando
hayan sido emitidas sin audiencia del interesado.
2.1.
En la referida sentencia, el Tribunal desarrolla las razones constitucionales que hacen compatible la funcin que la Constitucin encomienda al
Consejo Nacional de la Magistratura referida a la ratificacin de magistrados,
con la independencia y autonoma del Poder Judicial a la que tambin se refiere
la propia Constitucin (arts. 139.2). En este sentido el Tribunal ha considerado que el Proceso de ratificacin antes que disminuir, ms bien refuerza la
237
en el cargo. Desde luego, ello no es posible, por ejemplo, en un esquema donde no se publicitan ni los procesos ni las decisiones de quienes ejercen dicha
funcin. (Fundamento jurdico 16)
238
do evaluado; y, c) la copia del Informe de la Comisin Permanente de Evaluacin y Ratificacin (Fundamento 30).
Finalmente, plantea un concepto de bloque de Constitucionalidad, proveniente de la experiencia jurdica francesa, que debe configurarse como el
parmetro constitucional del procedimiento de ratificacin de magistrados y
cuya observancia se convierte en garanta de respeto de los derechos fundamentales de los magistrados sometidos a procesos de ratificacin en el cargo
y de los principios que resguardan el ejercicio adecuado de sus funciones: Este
bloque es un conjunto normativo que contiene disposiciones, principios o
valores materialmente constitucionales, fuera del texto de la Constitucin
formal, figura a partir de la cual surge la fuerza normativa de la Constitucin,
que irradia a todo el ordenamiento jurdico (fundamento 47).
3.
Los fundamentos constitucionales del Proceso de Cumplimiento y los requisitos para exigir el cumplimiento de normas, actos administrativos y rdenes de emisin de resoluciones, por va de Accin de
Cumplimiento ( Exp. N 0168-2005-PC/TC, publicado el 03.10.2005)
Se trata de la sentencia recada en el expediente N 0168-2005-PC/TC,
publicada en la web del Tribunal el 03-10-2005, en la que se sent una serie
de criterios vinculantes referidos a la procedibilidad de la accin de Cumplimiento.
El caso se refiere a la contienda entablada por el seor Maximiliano Villanueva contra la Oficina de Normalizacin Previsional, para que sta cumpla
con determinar y ejecutar el pago de su pensin en conformidad con lo dispuesto
por la Ley N 23908, que establece una pensin mnima no menor de 3 remuneraciones mnimas vitales, y reintegre las pensiones devengadas con sus correspondientes intereses legales. La ONP formul su defensa argumentando que
dicha norma fue derogada y que adems no dispuso que fuera como mnimo
tres veces ms que el bsico de un servidor pblico en actividad, que no se
Se establece as mismo, el derecho de los magistrados a contar con evaluadores imparciales e independientes, lo que significa la inexistencia de posiciones predeterminadas respecto a los evaluados, garantizando de ese modo
la idoneidad para participar en la evaluacin. Este derecho se compagina con
la posibilidad de inhibicin de los evaluadores o su recusacin por parte de los
evaluados, aunque en casos restringidos.
El Tribunal tambin se pronuncia sobre la necesidad del establecimiento de una instancia plural dentro del CNM en materia de procesos de ratificacin de magistrados pues, dadas las graves consecuencias que acarrean estos
procesos, se requiere que un rgano superior revise la decisin adoptada en
un primer nivel. Esto guarda coherencia con el artculo 139 numeral 6 de la
Constitucin Poltica.
239
equipara al ingreso mnimo legal, compuesto por el Sueldo Mnimo y bonificaciones. El demandante, ante ello, interpuso accin de cumplimiento contra
la ONP ante el Primer Juzgado civil de la Corte Superior del Santa, que declar
fundada la demanda. Producida la apelacin, se declar improcedente la demanda aduciendo que el demandante no alcanz el punto de contingencia antes
del 19 de diciembre de 1992, fecha en que se derog la referida ley.
El Tribunal Constitucional conoca el caso por la va del recurso de agravio constitucional, declarando infundada la accin de cumplimiento, dado que
al demandante se le reconoci el derecho a pensin a partir del 1 de diciembre de 1994; esto significa que el demandante alcanz el punto de contingencia con posterioridad al 18 de diciembre de 1992, fecha en que la Ley N
23908 fue derogada, por lo cual no le corresponde el beneficio de pensin
mnima establecido en dicha norma.
240
El derecho a reunin ha recibido un tratamiento interesante en la sentencia recada en el expediente 4677-2004-PA/TC, referido a una Accin de Amparo interpuesta por la Confederacin General de Trabajadores del Per
241
242
sin e intercambio de ideas, tanto de las agrupaciones polticas, en particular, como de la ciudadana, en general, alcanza su punto ms elevado. (Fundamento 19).
243
244
materia de restriccin, atendiendo a los siguientes criterios: considerando la estrechez de las calles del Centro Histrico y la congestin vehicular en ciertas horas es constitucional la restriccin de horarios especficos
para las reuniones, a fin de proteger su ejercicio y a la vez respetar otros
derechos fundamentales de terceros, como el libre trnsito y el derecho
a la empresa; la PNP puede adoptar medidas represivas necesarias frente a reuniones en plazas o vas pblicas cuando los celebrantes no cumplan con avisar previamente a la autoridad competente del objeto, lugar
o recorrido, fecha u hora de la reunin; puede restringirse la reunin si
afecta manifiestamente las normas administrativas que regulan los niveles
mximos permitidos de incidencia acstica; en cumplimiento de normas
penales correspondientes, podr detenerse a toda persona que atenta
contra la integridad fsica de las personas y/o mediante violencia causa
grave dao a la propiedad pblica o privada, que pblicamente hace la
apologa de un delito o que haya sido condenada como su autor o partcipe, que atenta contra el transporte pblico; que impide, estorba o entorpece el normal funcionamiento de los transportes en una va pblica
ajena al lugar o recorrido programado para la reunin y, en fin, la que
incurra en cualquier atentado contra el orden pblico, bienes o personas
(Fundamentos 38 a 41).
La sentencia declar fundada la demanda, ordenando a la Municipalidad de Lima a abstenerse de aplicar el inciso f) del artculo 132 de la Ordenanza Municipal N. 062-MML y el Decreto de Alcalda N. 060-2003,
pudiendo restringir o prohibir el ejercicio del derecho de reunin atendiendo a los criterios sealados en la sentencia.
5.
Derecho a la gratuidad de la enseanza ( Exp. 06062004-AA/TC , publicado el 16.08.2005)
El Tribunal Constitucional ha establecido en la sentencia recada en el
expediente N 0606-2004-AA/TC, publicada el 16 de agosto de 2005, los
alcances del derecho a la gratuidad de la enseanza, con motivo de una accin de amparo interpuesta por Victor Manuel Otoya Petit contra la Universidad Nacional Federico Villarreal. El demandante afirm que la emplazada
le exigi el pago de cierta suma de dinero por concepto de pensin de enseanza, en virtud a la Resolucin C.R. N 1193-2000, de fecha 17 de abril de
2000, emitida con posterioridad a la fecha en que el demandante haba ingresado a la Universidad en la modalidad de segunda profesin, lo cual representa, entre otras cosas, una violacin al derecho a la gratuidad de la enseanza y a otros derechos constitucionales ms como el debido proceso, la
igualdad y el principio de no retroactividad de las normas.
A partir de estos requisitos el Tribunal estima, en principio, que el hecho de que se trate de una segunda carrera profesional no supone la prdida
del derecho a la gratuidad, toda vez que conforme advierte el Tribunnal ....
debe entenderse que el alumno, aunque sea por segunda carrera, tiene derecho a optar por becas o semibecas que alivien su carga econmica y no se
frustre sus deseos de superacin profesional, pues es a travs de estos mecanismos que el Estado garantiza la gratuidad de la enseanza en las universidades pblicas (Fundamento 13, tercer y cuarto prrafos).
En el caso especfico, el Tribunal declar infundada la accin de amparo, dado que el demandante no cumpli con demostrar la existencia copulativa de ambos requisitos sine qua non para efectos de exigir el derecho constitucional correspondiente. Es decir, segn el Tribunal no acredit tener buenas
calificaciones y, al mismo tiempo, no careca de recursos econmicos.
6.
Inconstitucionalidad de Decretos de Urgencia que suspenden importacin de vehculos usados. Aplicacin del principio Iura novit
curia. (Exp. 708-2005-PA/TC publicado el 11.08.2005)
Se trata de la sentencia N 708-2005-PA/TC, del 20 de abril de 2005,
referida a una accin de amparo interpuesta por V.S. REPUESTOS DE
CALIDAD S.A.C. contra la SUNAD, la Presidencia del Consejo de Ministros,
el Ministerio de Economa y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
La demanda tiene como fin la declaracin de inaplicable de la Circular N.
INTA-CR-46-2002, emitida por la Intendencia Nacional de Tcnica Aduanera
el 28 de junio del 2002, por vulnerar los derechos constitucionales de igualdad ante la ley, a contratar librementeo con fines lcitos y a la libre iniciativa
privada. Refieren las demandantes que la circular mantiene vigente la suspen-
Cuando la Constitucin prescribe como requisito mantener un rendimiento satisfactorio, ste debe ser verificado en un breve perodo en el que
la Universidad pueda concluir que, efectivamente, hay un rendimiento acadmico de ese tipo. Lo razonable ser un semestre o ao acadmico, segn
como est organizado el plan curricular de cada Universidad en particular. (...)
Aadido inseparablemente a este requisito est el de la precariedad de los
recursos econmicos, pues ambas condiciones son consustanciales para la
gratuidad de la enseanza universitaria.
245
246
El Tribunal estim que la circular cuestionada fue expedida en aplicacin directa y expresa de los Decretos de Urgencia 140-2001 y 006-2002,
por lo que para analizar su presunta lesividad cosntitucional es necesario
extender el anlisis a los referidos decretos: ...aunque las empresas recurrentes solo hayan demandado la inaplicabilidad de la Circular N. INTA-CR-462002, se hace necesario verificar si los Decretos de Urgencia 140-2001 y
006-2002 resultan compatibles o no con la Constitucin y particularmente
con los derechos que ella reconoce. Por lo tanto, debe interpretarse el
petitorio de la demanda con un alcance mucho ms amplio que el establecido expresamente en su contenido, asumiendo que lo que se solicita, en el
fondo, es tambin la inaplicabilidad de los citados Decretos de Urgencia. Este
modo de raciocinio, por lo dems, encuentra plena justificacin en el principio iura novit curia previsto en el artculo VIII del Cdigo Procesal Constitucional (Fundamento 2).
En el desarrollo de los fundamentos, el Tribunal apel a una sentencia
en la que trat los alcances del Decreto de Urgencia cuestionado. En efecto,
en la sentencia N 008-2003-AI/TC, el Colegiado seal que ...la legitimidad
de los Decretos de Urgencia debe ser determinada sobre la base de la evaluacin de criterios endgenos y exgenos a la norma, es decir, del anlisis de
la materia que regula y de las circunstancias externas que justifiquen su dictado. En cuanto al primer tpico, el propio inciso 19 del artculo 118 de la
Constitucin establece que los Decretos de Urgencia deben versar sobre
materia econmica y financiera (Fundamentos 59, 60 y 61 de la Sentencia
N 008-2003-AI/TC).
Y en la sentencia que es materia de actual resumen afirm que la materia econmica, interpretada a la luz del principio de separacin de los poderes, debe ser entendida como el contenido ms que el continente del Decreto de Urgencia, pues, estrictamente hablando, pocas son las cuestiones que, en ltima instancia, no sean reconducibles hacia el factor econmico, quedando, en todo caso, proscrita, por imperativo del propio parmetro de control constitucional, la materia tributaria. Seala adems
que sera irrazonable entender que el contenido econmico sea tanto el
medio como el fin de la norma, pues en muchos casos, las medidas econmicas buscan la consecucin de otros fines, principalmente de ndole
social (Fundamento 7).
Durante el periodo que es objeto de resumen, la actividad del Tribunal ha seguido siendo trascendente en el afn de dar contenido a los derechos del contribuyente y delimitar las potestades de fiscalizacin de los
rganos de la administracin fiscal. El amparo ha seguido siendo una va
eficaz en este sentido, pues ha permitido evidenciar una vez ms, que la
vigilancia constitucional de la actuacin recaudatoria o fiscalizadora de la
247
administracin Tributaria es un espacio donde es siempre posible los excesos y la arbitrariedad. A continuacin se resumen algunas de las decisiones
ms trascendentes:
248
1.
Al resolver el caso, el Tribunal recuerda que si bien ...declar la inconstitucionalidad de dichos artculos, (se refiere a los artculos 38 y 39 de la Ley
N. 27153, STC 0009-2001-AI/TC), tomando en cuenta una combinacin
de factores, entre ellos, que con el nombre de impuesto a la explotacin la
metodologa impositiva de la ley gravaba, en realidad, utilidades, por la excesiva alcuota del impuesto, y por el hecho de que recaa sobre una base fijada
sin deducir los gastos realizados para la obtencin de utilidades, las cuales,
adems, no eran consideradas como pago a cuenta para el Impuesto a la
Renta. No obstante, tambin precisa que Dichos dispositivos, luego de
declarada su inconstitucionalidad, fueron sustituidos por el artculo 17 de la
Ley 27796, modificndose la base imponible, reducindose la tasa de la alcuota de 20% al 12%, e incorporando la posibilidad de deducir gastos por
mantenimiento.
En su consideracin ms relevante, el Tribunal recuerda lo establecido
en el Expediente N 2727-2002-AA/TC, donde se precis que el principio
de no confiscatoriedad tena la estructura propia de lo que se denomina un
concepto jurdico indeterminado. Es decir, su contenido constitucionalmente
protegido no poda ser precisado en trminos generales y abstractos, sino que
deba ser analizado y observado en cada caso, teniendo en consideracin la
clase de tributo y las circunstancias concretas de quienes estuvieran obligados a sufragarlo; de modo que, si la empresa recurrente alega que, aun con
las modificaciones establecidas, la supuesta confiscatoriedad del impuesto
pervive en su caso, ha debido demostrarlo.
De este modo el Tribunal concluy que el proceso de amparo no ofreca el espacio adecuado para que se realizaran complicadas operaciones
de peritajes que determinen si la norma en cuestin resultaba o no confiscatoria en el caso de autos. En este sentido seal que ...Para que se
acredite de manera fehaciente la vulneracin de derechos en este tipo de controversias, y tomando en cuenta que debido a la naturaleza del proceso no
249
es posible llevar a cabo un peritaje especial que demuestre la confiscatoriedad alegada en este caso; es necesario que los medios probatorios que se acten, no slo den certeza de las afectaciones econmicas declaradas por los
demandantes, sino que demuestren su relacin con la aplicacin del impuesto cuestionado; de igual forma, que no dejen duda en cuanto a la imparcialidad de quien elabora los estados financieros., por lo que declar infundada la demanda en cuestin.
c) Principio de No Consfiscatoriedad de Tributos: Confiscatoriedad por sumatoria de tributos. Carga Probatoria para demostrar la
confiscatoriedad. (Exp. 2302-2003, publicado en la web del TC el 30
de junio de 2005)
250
251
1.
El recurrente solicita la inaplicacin del artculo 9, inciso a) del Decreto Supremo N 095-96-EF, Reglamento del Impuesto Selectivo al Consumo
a los juegos de azar y apuestas, por considerar que vulnera el principio de
reserva de ley en materia tributaria, pues fija la tasa de impuesto mediante un
norma reglamentaria, como es el Decreto Supremo, y no por Ley.
252
253
254
1.EXP. 00053-2004-PI/TC
12 de agosto de 2005 1
Demandante:
Defensora del Pueblo.
Normas sometidas a control:
Ordenanzas Distritales N.os 142 y
143 (2004); 116 (2003); 100 (2002);
86 (2001); 70-2000-MM (2000); 5799- MM(1999); N. 48-98-MM
(1998), y 33-97-MM (1997), que establecen y regulan el cobro de arbitrios
por limpieza pblica; parques y jardines; y serenazgo en la municipalidad
distrital de Miraflores.
Bienes demandados:
Los principios de legalidad (ratificacin dentro del plazo), no confiscatoriedad y capacidad contributiva,
establecidos en el artculo N. 74 de
la Constitucin.
El principio de no retroactividad
de la ley, previsto en el artculos 103
de la Constitucin.
1.
Petitorio:
Se declare la inconstitucionalidad de las Ordenanzas Distritales
N.os 142 y 143 (2004); 116
(2003); 100 (2002); 86 (2001);
70-2000-MM (2000); 57-99-MM
(1999), 48-98-MM (1998), y 3397-MM (1997).
Se declare la invalidez de los efectos jurdicos generados sobre la base
de las ordenanzas cuestionadas.
La sentencia desarrolla las siguientes materias de relevancia constitucional:
El marco constitucional de la
potestad tributaria de los gobiernos
locales desde el Bloque de Constitucionalidad.
La declaratoria de Inconstitucionalidad de normas derogadas que an
no agotan sus efectos en el tiempo.
El requisito de la ratificacin
como elemento esencial para la produccin normativa de ordenanzas
distritales sobre arbitrios y el plazo
para su validez y vigencia.
255
La apreciacin de razonabilidad
para establecer los criterios de distribucin del costo global por arbitrios.
La capacidad contributiva como
criterio de distribucin de costos y el
uso de autoavalo.
La verificacin de confiscatoriedad en el caso de arbitrios.
Los efectos en el tiempo de la
declaratoria de inconstitucionalidad.
256
CONCLUSIN:
1. La demanda es declarada
FUNDADA, respecto de las Ordenanzas N.os 142 y 143 (2004), 116
(2003), 100 (2002), 70-2000-MM
(2000), 57-99-MM(1999), 48-98MM(1998), y 33-97-MM(1997).
2. La demanda es declarada
FUNDADA en parte respecto de la
Ordenanza N. 86 (2001), en el caso
de la determinacin del importe de
los arbitrios de limpieza pblica y
serenazgo, e INFUNDADA respecto al caso de la determinacin de arbitrios de parques y jardines.
3. En el fallo se declara, tambin,
que las reglas de observancia obligatoria, as como el fallo respecto a la no
retroactividad en los efectos de esta
sentencia, vinculan a todas las
municipalidades del pas.
4. Esta Sentencia, al igual que la
STC N. 0041-2004-AI/TC (que desarrolla este mismo tema), tiene fuerza de ley, de modo que tiene calidad
de cosa juzgada y las reglas vinculantes establecidas en ella son de obligatorio contenido.
2.
2. EXP. 0042-2004-AI/TC
12 de agosto de 20052
Demandante:
Luis Alejandro Lobatn Donayre
y ms de cinco mil ciudadanos.
Normas sometidas a control:
Artculo 54 del Decreto Legislativo N. 776, Ley de Tributacin
Municipal, modificada por el Decreto
Legislativo N. 952, publicado el 3 de
febrero de 2004.
Disposicin constitucional
cuya vulneracin se alega:
El artculo 74 de la Constitucin,
que establece que los tributos se
crean, modifican o derogan, o se
establece una exoneracin, exclusivamente por ley o decreto legislativo en
caso de delegacin.
Petitorio:
Se declare la inconstitucionalidad
del artculo 54 del Decreto Legislativo N. 776, Ley de Tributacin Municipal, modificada por el Decreto
Legislativo N. 952.
La sentencia desarrolla las siguientes materias de relevancia constitucional:
La relacin entre el Estado social y democrtico de Derecho y la
Constitucin cultural:
Relacin existente entre el Estado social y democrtico de Derecho,
la Constitucin cultural y los derechos culturales
257
3. EXP. 0019-2005-AI/TC
23 de agosto de 20053
258
Demandante :
31 Congresistas de la Repblica
Normas sometidas a control :
Artculo nico de la Ley N. 28568.
Bienes constitucionales cuya
vulneracin se alega:
Derecho a la igualdad ante la ley
(inciso 2 del artculo 2 de la Constitucin) y el principio de que el rgimen penitenciario tiene por objeto
la reeducacin, rehabilitacin y reincorporacin del penado a la sociedad
(inciso 22 del artculo 139 de la
Constitucin)
Petitorio:
Que se declare la inconstitucionalidad del Artculo nico de la Ley
N. 28568, que modifica el artculo
47 del Cdigo Penal, y que, consecuentemente, se declaren nulos todos sus efectos.
Evala la constitucionalidad
de la ley impugnada en el extremo
que permite que el tiempo de detencin domiciliaria sea abonado
al cmputo de la pena, a razn de
un da de pena privativa de libertad por cada da de detencin,
para ello:
Se determina si la naturaleza
jurdica de la detencin domiciliaria,
3.
Publicacin en el diario oficial El Peruano; sin embargo, esta sentencia fue publicada
en la pgina web del Tribunal Constitucional el da 21 de julio de 2005.
4.
5.
259
260
Petitorio:
Se declare la inconstitucionalidad
de la Ley N. 28175.
La sentencia desarrolla las siguientes
materias de relevancia constitucional:
Consideraciones sobre la vigencia y la denominacin de la ley impugnada.
La funcin pblica conforme a
la Constitucin.
Titulares de la funcin pblica.
Finalidad esencial de la funcin
pblica al servicio de la Nacin conforme a la Constitucin y confianza
de los ciudadanos.
Rgimen Constitucional del
Trabajo.
Algunos consideraciones liminares sobre de la nocin trabajo.
Estado y trabajo.
Los principios laborales constitucionales: Indubio pro operario, la
igualdad de oportunidades, la no discriminacin en materia laboral, la
irrenunciabilidad de derechos, los
derechos colectivos de los trabajadores segn la Constitucin, la libertad
sindical, los alcances de la libertad
sindical, la Constitucin y los sindicatos, el convenio colectivo (elementos, caractersticas, tipologa, carcter, alcance y convenio colectivo articulado), la intervencin de terceros
en la solucin de los conflictos laborales, la huelga (titularidad y limitaciones)
La carrera administrativa como
bien jurdico constitucional.
Derechos de sindicacin, huelga
y negociacin colectiva de los servido-
6.
261
262
7.
Conclusin:
La demanda es declarada FUNDADA puesto que el Tribunal Cons-
8.
Petitorio:
Que se declare la inconstitucionalidad de la Ordenanza Municipal
N. 000011
La sentencia desarrolla las siguientes materias de relevancia constitucional:
Entre las consideraciones previas desarrolla los siguiente temas:
Las sentencias en materia constitucional
La jurisprudencia constitucional: el precedente constitucional vigente
Condiciones del uso del precedente constitucionales vinculante
El cambio de precedente vinculante
Los presupuestos bsicos para
el establecimiento de un precedente
vinculante
El precedente vinculante como
forma de cubrir una laguna normativa
La aplicacin del precedente
vinculante
La eficacia prospectiva del precedente vinculante (prospective overruling)
Los efectos de las sentencias
constitucionales con o sin precedente vinculante
La competencia en asuntos de
demarcacin territorial
263
264
9.
trndose en una situacin de desigualdad fctica, postulan a un cargo pblico. Asmismo, esta disposicin, no
resulta una medida injustificada, o
carente de base razonable, en el sentido de que ha cumplido con superar
los tests de adecuacin, de necesidad
y de proporcionalidad.
Finalmente, esta norma no es discriminatoria si se hace extensiva, o
no, para el caso de los Congresistas,
ya que pueden expedirse leyes por la
naturaleza de las cosas, pero no por
la diferencia entre las personas.
9. EXP. 0043-2004-AI/TC
2 de diciembre de 20059
Demandante:
Ms del 1% de los pobladores del
Distrito de Mncora.
Normas sometidas a control:
Ordenanza Municipal N. 013-2003MDM, publicada el 10 de octubre de
2003 y expedida por la Municipalidad
Distrital de Mancora
Bienes constitucionales cuya
vulneracin se alega:
Derecho a la propiedad de diversos pobladores del distrito (artculo 2
inciso 16 y 70 de la Constitucin
Petitorio:
Que se declare la inconstitucionalidad de la Ordenanza Municipal N.
013-2003-MDM
265
266
Jurisprudencia Constitucional
comparada
267
268
269
270
El Juez del Tribunal Constitucional Federal 2378/98, 1084/99en el proceso sobre la demanda de amparo 1. a) del 5 de mayo del
2001 del fallecido Dr. N... proseguida por su heredera, Sra. N... apoderado: abogado Dr. Dieter Selb, Leibnizstrasse 2, 68165 Mannheim b) del
Sr. S... apoderado: abogado Dr. Carl Eduard Bloem, Hebelstrasse 13 I,
68161 Mannheim contra artculo 13, inciso 3 hasta 6 de la Ley Fundamental en la versin del artculo 1 No. 1 de la Ley para la modificacin de
la Ley Fundamental (artculo 13) del 26 de marzo del 1998 (Gaceta Oficial
I pgina 610) y contra artculo 2 No. 2 letra a y No. 5 de la Ley para el mejoramiento de la lucha contra el crimen organizado del 4 de mayo del 1998
(Gaceta Oficial I pgina 845) 1 Juez del Tribunal Constitucional Federal 2378/98 2. a) del Seor Dr. H..., b) de la Seora L. ..., c) del Seor B...,
d) de la Seora H. ..., del Seor H. ... apoderados de los demandantes de
amparo b hasta e: abogado Dr. Burkhard Hirsch, Rheinallee 120, 40545
Dusseldorf contra a) directamente la ley para el mejoramiento de la lucha contra el crimen organizado del 4 de mayo de 1998 (Gaceta Oficial I
pgina 845), b) indirectamente contra la ley para la modificacin de la Ley
Fundamental (artculo 13) del 26 de marzo de 1998 (Gaceta oficial I pgina 610) 1 Juez del Tribunal Constitucional Federal 1084/99 -.
FALLO:
1. A la introduccin de la vigilancia acstica de viviendas con fines de persecucin antecedi una discusin controversial de muchos
aos en el pblico sobre el as llamado Gran Ataque del Chuponeo.
Ante el fondo de nuevas formas de aparicin de la criminalidad, especialmente el crimen organizado, desde inicios de los aos 90 se aleg repetidas veces una necesidad de vigilar acsticamente a viviendas para aclarar
delitos penales. Sin embargo, en primera instancia tales iniciativas legales no
tuvieron xito. Con la ley del 15 de julio del 1992 (Gaceta Oficial I pgina 1302)
que contena medidas para luchar contra el crimen organizado, se inclua en
el Cdigo Procesal Penal una autorizacin para escuchar las conversaciones
afuera de la vivienda. Sin embargo, una autorizacin para escuchar las conversaciones en una vivienda en presencia de un funcionario no identificado
abiertamente que ha sido previsto en primer lugar en el proyecto de ley fue
eliminado a causa de consideraciones constitucionales.
Tambin despus de la modificacin del Cdigo Procesal Penal la discusin pblica acerca de la introduccin de facultades para la vigilancia
acstica de viviendas sigui. En su mayora exista unanimidad sobre que
la posibilitacin por ley de llevar a cabo tales medidas de investigacin
necesitaba una modificacin de la Ley Fundamental. Sin embargo, la admisibilidad legal as como la necesidad desde el punto de vista de la poltica
en asuntos criminales de esta medida de investigacin segua cuestionada.
271
272
tculo 13, prrafo 6 de la Ley Fundamental (GG) obliga al gobierno federal a presentar anualmente un informe al parlamento federal sobre las
vigilancias de viviendas llevadas a cabo con fines de persecucin penal,
as como sobre la vigilancia preventiva policial de viviendas dentro de la
jurisdiccin de la Federacin. Una comisin elegida por el parlamento
federal realiza el control parlamentario basndose en este informe. Los
estados federados deben garantizar un control parlamentario igual.
273
EL artculo 100 c, prrafo 1 numeral 3, prrafo 2 y 3 del Cdigo Procesal Penal estipula en su versin de la ley para el mejoramiento de la lucha contra el crimen organizado:
(1) Sin conocimiento de la persona concernida...
a del Cdigo Penal),un delito contra la libertad personal ( 234, 234, 239, 239
b del Cdigo Penal) un robo en pandilla ( 244, prrafo 1, numeral 2 del Cdigo
Penal) o un robo calificado en pandilla ( 244 del Cdigo Penal), un robo calificado ( 250, prrafo 1 o prrafo 2 del Cdigo Penal), un robo seguido de muerte ( 251 del Cdigo Penal) o un chantaje violento ( 255 del Cdigo Penal), una
extorsin ( 253 del Cdigo Penal) bajo los requisitos estipulados en 253,
prrafo 4, inciso 2 del Cdigo Penal, un encubrimiento profesional, encubrimiento
en pandilla ( 260 del Cdigo Penal) o encubrimiento profesional en pandilla (
260 a del Cdigo Penal), lavado de dinero, ocultacin de patrimonio adquirido
de manera ilegal segn 261, prrafo 1 a 4 del Cdigo Penal, cohecho ( 332 del
Cdigo Penal) o corrupcin ( 334 del Cdigo Penal),
274
lizadas en las viviendas del acusado. En las viviendas de otras personas las
medidas en el sentido del prrafo 1, numeral 3 son slo admisibles, si basndose
en ciertos hechos se puede suponer que el acusado se encuentre all y que la medida realizada slo en las viviendas del acusado no llevara a la investigacin de
los hechos o del lugar donde se encuentra el autor y que de otra manera ofrecera
ninguna probabilidad de xito o sera desproporcionadamente difcil.
Mientras tanto se ha modificado varias veces 100 c, prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal sin que la autorizacin hay sido modificada sustancialmente. Mediante el artculo 3, numeral 2 de la ley para
la introduccin del Cdigo Penal Internacional del 26 de junio del 2002
(Gaceta Oficial I, pgina 2254) se reemplazaron en el art. 100 c, prrafo
1, numeral 3, letra a) las palabras un asesinato, un homicidio o un genocidio ( 211, 212, 220 a del Cdigo Penal) por un asesinato, un homicidio ( 211, 212 del Cdigo Penal) o un genocidio ( 6 del Cdigo Penal
Internacional). Mediante el artculo 3, numeral 1 de la 34. Ley para modificar el derecho penal - 129 b del Cdigo Penal del 22 de agosto del 2002
(Gaceta Oficial I pgina 3390) se insert en el art. 100 c, prrafo 1, inciso 1, numeral 3, letra e despus de la indicacin 129 a las palabras
tambin en conexin con 129 b, prrafo 1. Mediante artculo 6, numeral 1 de la ley para la nueva regulacin del derecho de armas del 11 de
octubre 2002 (Gaceta Oficial I pgina 3970) se reemplaz en 100 c, prrafo 1, numeral 3, letra b las palabras un delito segn 52 a, prrafo 1
a 3, 53, prrafo 1, inciso 1, numeral 1,2, inciso 2 de la ley de armas por
un delito segn 51, 52, prrafo 1, numeral 1, 2 letra c y d, prrafos 5,6
de la ley de armas. Mediante artculo 2 de la 35. ley para modificar al
derecho penal para la puesta en prctica de la resolucin marco del Consejo de la Unin Europea, del 28 de mayo del 2001 para luchar contra el
fraude y la falsificacin en relacin con medios de pagos no en efectivo,
del 22 de diciembre del 2003 (Gaceta Oficial I pgina 2838), se insertaron
en el art. 100c, prrafo 1, numeral 3, letra a) despus de la palabra tarjetas de pago las palabras con funcin de garanta y se reemplaz la
indicacin 152 del Cdigo penal por 152 b del Cdigo Penal.
Adems se modificaron desde la entrada en vigor del art. 100 c del Cdigo Procesal Penal algunas normas penales a las cuales se refiere prrafo
1, numeral 3. Para este proceso es especialmente de importancia la modificacin del art. 129 a) del Cdigo Penal por artculo 1, numeral 1 de la
ley para la puesta en prctica de la resolucin marco del Consejo, del 13
de junio del 2002, para la lucha contra el terrorismo y para la modifica-
275
cin de otras leyes del 22 de diciembre del 2003 (Gaceta Oficial I pgina
2836).
276
La vigilancia slo puede ser ordenada por una sala de proteccin del
estado del Tribunal Regional y, si hay peligro de demora tambin por el
Presidente del Tribunal. Se debe poner un plazo a esta medida de un mximo de 4 semanas segn el art. 100 d, prrafo 4, inciso 1 del Cdigo Procesal Penal. Es admisible una prolongacin limitada de este plazo bajo ciertas condiciones. Para la destruccin de los datos recabados el art. 100 d,
prrafo 4, inciso 3 del Cdigo Procesal Penal remite a la norma sobre la
intercepcin telefnica en el art. 100 b del Cdigo Procesal Penal. En lo que
concierne al escuchar y grabar conversaciones del acusado con personas
con facultad de abstenerse a declarar, el art. 100 d, prrafo 3 del Cdigo
Procesal Penal diferencia entre los portadores del secreto profesional descritos en el art. 53 del Cdigo Procesal Penal y los familiares y ayudantes
profesiones facultados a abstenerse a declarar segn los art. 52 y 53 del
Cdigo Procesal Penal. Para las conversaciones con portadores del secreto profesional vale la prohibicin de actuacin de pruebas. En lo que concierne a familiares y ayudantes profesionales la norma slo prev una prohibicin de valoracin de prueba, la cual no es absoluta, sino sujeta expresamente a la reserva de la proporcionalidad. 100 d, prrafo 5, inciso 2 del
Cdigo Procesal Penal regula la valoracin de conocimientos obtenidos accidentalmente. Segn 100 d, prrafo 6 del Cdigo Procesal Penal un recurso es admisible tambin despus de terminada la medida.
LAS NUEVAS REGULACIONES DEL ARTCULO DISPOSITIVO 100 DEL CDIGO PROCESAL PENAL DICEN:
(2) Medidas segn 100 c, prrafo 1, numeral 3 slo pueden ser dispuestas por la sala penal del Tribunal Regional en cuya jurisdiccin la
fiscala tiene su sede estipulado en el art. 74 a) de la ley orgnica del poder judicial. Si existe el peligro de demora tambin el presidente del Tribunal Regional puede dar la disposicin. Sin embargo, carece de valor si
no es confirmado dentro de un plazo de 3 das por la sala penal. El art.
100 b, prrafo 2, inciso 1 a 3 vale anlogamente.
(3) En los casos del 53, prrafo 1 una medida segn el art. 100 c, prrafo 1, numeral 3 es inadmisible. Esto tambin vale, si se puede esperar que
todos los conocimientos resultado de la medida estn sujetos a la prohibicin de valoracin. En los casos de los 52 y 53 a) se pueden slo valorar
los conocimientos obtenidos mediante una medida segn 100 c, prrafo
1, numeral 3 si considerando la importancia de la relacin de confianza en
la que se basa, no est desproporcionada frente al inters de investigar los
277
278
El dispositivo 100 f del Cdigo Procesal Penal concierne la utilizacin de los conocimientos obtenidos. Principalmente las informaciones
sobre personas obtenidas mediante la vigilancia segn el dispositivo
100 c, prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal, slo pueden ser utilizados con fines de un proceso penal. Este puede ser el proceso, en el cual
ha sido dispuesta la medida u otro proceso penal referente a un delito tipificado en el dispositivo 100 c, prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal ( 100 d, prrafo 5, inciso 2 del Cdigo Procesal Penal). Adems,
el prrafo admite la valoracin limitada para fines preventivos policiales.
El dispositivo 100 f del Cdigo Procesal Penal prev:
(1) Informaciones sobre personas que han sido investigadas mediante una
medida segn 100 c, prrafo 1, numeral 3 slo pueden ser utilizadas con fines
de un proceso penal ( 100 d, prrafo 5, inciso 2) y para defenderse de un peligro
existente contra la vida, la integridad fsica o la libertad de una persona o si se
usan considerables valores materiales o patrimoniales.
(2) Si se han obtenido informaciones sobre personas mediante una medida del derecho policial que equivale a una medida segn 100 c, prrafo 1,
numeral 3, stas slo se pueden utilizar como medios probatorios si al valorarlas
se llega a conocimientos necesarios para aclarar un delito estipulado en 100 c,
prrafo 1, numeral 3.
Finalmente mediante la ley para el mejoramiento de la lucha contra
el crimen organizado se redactaron parcialmente de nuevo las normas sobre la comunicacin de las personas. La regla de comunicacin para medidas segn el dispositivo 100 c, prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal equivale a las disposiciones vlidas para la intervencin de
telfonos y el registro de conversaciones fuera de viviendas. Sin embargo
la postergacin de la comunicacin en los casos del dispositivo 100 c,
prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal, por ms de seis meses despus de concluida la medida requiere del consentimiento del juez, para
Los demandantes de amparo del punto 1 dirigen su solicitud directamente contra artculo 13, prrafo 3 a 6 de la Ley Fundamental (GG) en
la versin de la ley del 26 de marzo de 1998. Adems, su demanda de amparo est dirigida contra la autorizacin por ley de escuchar conversaciones en habitaciones de una vivienda por medios tecnolgicos en el 100
c, prrafo 1, numeral 3 y prrafo 2 del Cdigo Procesal Penal, as como
contra las disposiciones modificadas acerca de la comunicacin en el
101, prrafo 1 y 4 del Cdigo Procesal Penal. Los demandantes de amparo alegan que las disposiciones contra las cuales han dirigido su demanda violan ahora y directamente sus derechos fundamentales resultantes
de los artculos 1, prrafo 1 y 3, artculo 2, prrafo 1, artculo 13, prrafo
1 en conexin con el artculo 19, prrafo 2 y el artculo 79, prrafo 3, as
como del artculo 19, prrafo 4 de la Ley Fundamental.
5. Alegan que no saben si se han dispuesto contra ellos medidas
segn el 100 c, prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal. Segn
las normas impugnadas no se puede tener conocimiento de estas medidas ni antes ni durante su realizacin. Tambin despus de concluida la
medida se puede no realizar la comunicacin durante meses e incluso
279
6. En este caso los demandantes de amparo alegan que la modificacin de la ley fundamental no cumple con los requisitos de una modificacin constitucional segn el artculo 79, prrafo 3 en conexin con el
artculo 19, prrafo 2 de la Ley Fundamental. La modificacin de la Ley
Fundamental no servira a diferencia del fallo del Tribunal Constitucional Federal en su sentencia del 15 de diciembre de 1970 (Tribunal Constitucional Federal 30,1) sobre la modificacin del artculo 10 de la Ley Fundamental (GG) a la proteccin de la constitucin, sino que slo hara
posible una persecucin penal ms efectiva. Aunque la persecucin penal efectiva es un importante bien jurdico, no justifica, an cuando se
trate de una criminalidad grave, restricciones del derecho fundamental.
Estas no cumpliran las exigencias del principio de proporcionalidad.
280
281
282
ta de que 101 del Cdigo Procesal Penal permite una suspensin duradera de la comunicacin, la ley excluye una apelacin judicial contra la
medida individual. Si los demandantes de amparo son informados sobre
el ataque del chuponeo y pueden presentar recursos en contra, depende
completamente de las consideraciones del ejecutivo y, por lo tanto, de circunstancias sobre las cuales los demandantes de amparo no tienen influencia. Que en su mayora no se comunica la medida muestran los informes anuales del gobierno federal al parlamento federal segn los cuales en 69 de 100 casos no se realiz una comunicacin. Despus no se
puede agotar la va jurdica, porque sino, los demandantes de amparo
tendran que presentar una accin de omisin cautelar sin ser capaces de
presentar circunstancias concretas. Tampoco est fuera de probabilidad
plausible que debido a sus condiciones personales o su actividad profesional seran o ya han sido objeto de un ataque de chuponeo. Sera una
exigencia problemtica si se le exige para salvaguardar sus derechos
fundamentales de presentar circunstancias reales que fundamentan una
sospecha de criminalidad simple contra ellos mismos y con ello posibilitaran las medidas de investigacin cuya anticonstitucionalidad alegan.
2.
283
284
de la opinin de los demandantes de amparo, de la premisa de la compatibilidad de la modificacin constitucional con el artculo 79, prrafo 3 de
la Ley Fundamental (GG). Ya el catlogo de delitos tipificados en el dispositivo 100 c, prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal excede el
mbito de los delitos especialmente graves. Aunque se trate de delitos de
considerable importancia, no todos los hechos delictivos ponen en peligro los principios del estado de derecho en una manera que la persecucin penal de estos delitos justifique intervenciones graves en los derechos
fundamentales de manera como se estn describiendo aqu. Adems la
disposicin violara el artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG)
porque, por encima del tenor literal de la norma de derecho fundamental,
admite intervenciones para averiguar el paradero del autor del delito. Las
prohibiciones de valoracin introducidas al final del proceso legislativo
no seran una suficiente proteccin contra las intervenciones graves en
los derechos fundamentales de los terceros no acusados. Con la referencia de muchas palabras al principio de la proporcionalidad en el dispositivo 100 d, prrafo 3 del Cdigo Procesal Penal, el legislador se sustrajo de la responsabilidad y viol el mandato de la claridad de las normas.
Especialmente si se trata de interceptar la conversacin entre cnyuges,
que no son acusados ellos mismos, no se puede sopesarlo con los intereses de una persecucin penal en vista de que entonces se afectara el
ncleo del derecho personal.
Las disposiciones impugnadas violan adems el mandato de la proteccin jurdica efectiva resultante de artculo 19, prrafo 4 de la Ley Fundamental (GG) y el derecho de ser odos en justicia resultante del artculo 103, prrafo 1 de la Ley Fundamental (GG). El dispositivo 100 d, prrafo 6 del Cdigo Procesal Penal preve sin embargo un control posterior
de la legitimidad del ataque de chuponeo. Pero en vista de que la ley permite omitir la comunicacin por tiempo prolongado, se privara potencialmente de sus derechos a los afectados. Si el tribunal llega despus de seis
meses a la conclusin de que existen razones para la continuacin de la
postergacin de la comunicacin, entonces no se realiza una vez ms una
verificacin judicial segn el dispositivo 101, prrafo 1 del Cdigo Procesal Penal. Recin despus de cuatro aos ms empezara la obligacin
de informar de la fiscala sin que la ley determine un plazo mximo, despus del cual se debera llevar a cabo la comunicacin. Tambin los informes del gobierno federal seran suficiente prueba que en la prctica en la
mayora de los casos se omite la comunicacin. La regulacin del artculo 13, prrafo 6 de la Ley Fundamental (GG) en conexin con 100 e,
prrafo 2 del Cdigo Procesal Penal sobre el informe del gobierno federal
Acerca de las demandas de amparo han opinado por escrito las siguientes entidades: el Ministerio Federal de Justicia en representacin del
gobierno federal, el gobierno de Bavaria, el delegado federal para la proteccin de datos, el delegado para la proteccin de datos de los estados
federados de Berln, Brandenburg, Bremen, Haumburgo, Hesse, Mecklenburg-Vorpommern, Baja Sajonia, Renania del Norte/Westfalia, SlesvigHolstein, y Sajona-Anhalt, el Colegio Federal de Abogados, la Asociacin
Alemana de Jueces y la comisin federal de especialistas Justicia del Sindicato Unido del sector servicios.
1. El Ministerio Federal de Justicia opina que las demandas de amparo carecen de fundamentos.
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2. La medida de verificacin para la modificacin de la ley fundamental es slo el artculo 79, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG) que se
debe interpretar estrechamente por su carcter excepcional. La modificacin del artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental no da lugar a una
intervencin en el mbito absolutamente protegido del desarrollo de la
vida privada. Los lmites entre el mbito ntimo intocable y el mbito de
la vida privada al cual el estado tiene acceso es muy difcil de describir de
manera abstracta. Finalmente, se puede determinar slo al ponderar bienes constitucionales de alto rango. La restriccin del derecho fundamental de la inviolabilidad de la vivienda se basa en la ponderacin de este
derecho fundamental con el tambin importante bien constitucional de
una persecucin penal y una lucha contra el crimen efectivas. El significado del derecho fundamental a la inviolabilidad de la vivienda habra
sido considerado por el legislador de la modificacin constitucional
mediante una estricta limitacin de los requisitos de intervencin.
Se habra limitado la intervencin a delitos especialmente graves y se
habra prescindido de una referencia al crimen organizado, porque no se
trata de un trmino tcnico jurdico sino de un trmino descriptivo del
fenmeno criminal. Mediante artculo 79, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG) no sera indicado elevar el umbral de sospecha a una sospecha
urgente. La sospecha urgente sera para la disposicin de la detencin
preventiva. No se podra exigir para medidas de investigacin, ya que
stas recin deberan posibilitar la fundamentacin de una sospecha suficiente para la acusacin. Se limita considerablemente el crculo de personas mediante el requisito que el acusado se encuentre presuntamente
en la vivienda y por la severa subsidiaridad. Adems no se debe interpretar el tenor literal del artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG)
de manera aislada. En la decisin sobre el uso de medios tcnicos para la
vigilancia acstica de viviendas se debe ms bien considerar los derechos
fundamentales de los afectados. El legislador cumpli este requisito
mediante la restriccin severa de la admisin de la medida en viviendas
de personas no acusadas y mediante la prohibicin de actuar y valorar
las pruebas. Adems los jueces deberan verificar al disponer la medida
la proporcionalidad.
3)las normas de la ley para el mejoramiento de la lucha contra el crimen organizado impugnadas mediante las demandas de amparo son tambin compatibles con la Ley fundamental. El dispositivo 100 c, prrafo 1,
numeral 3 del Cdigo Procesal Penal concuerda con artculo 13, prrafo 3
de la Ley Fundamental (GG). Los delitos mencionados son delitos especialmente graves. La circunstancia en que se redact de manera amplia el ca-
tlogo de delitos tipificados no fundamenta una violacin de la constitucin. Sin embargo se debe interpretar a el dispositivo 100 c, prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal en el sentido de que no se considera una
vigilancia acstica de vivienda si desde antemano la sospecha va en direccin de un delito menos grave. Tambin el dispositivo 100 c, prrafo 2,
inciso 5 del Cdigo Procesal Penal corresponde a los requisitos del artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG) para la restriccin de la intervencin en el derecho fundamental de no acusados.
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correcta de los bienes jurdicos afectados, una postergacin de la comunicacin despus de la confirmacin respectiva por el juez. Adems la obligacin es respaldada adicionalmente por las obligaciones de informar del
100 e del Cdigo Procesal Penal. Las recriminaciones de los demandantes de amparo que el informe al parlamento federal no es adecuado para un
control del caso aislado, cae en saco roto porque 100 e, prrafo 2 del
Cdigo Procesal Penal sirve al legislador para observar la eficiencia de la
norma as como para el control poltico, pero no tiene como objetivo una
verificacin de la legitimidad posterior por parte del parlamento. Tambin
las objeciones contra las normas de competencia en el 101, prrafo 1, inciso
3 del Cdigo Procesal Penal no proceden. Slo por el hecho de que los conocimientos obtenidos de la vigilancia de viviendas en el caso de la continuacin de su ocultacin no han sido considerados por los jueces al fallar
muestra que el artculo 103, prrafo 1 de la Ley Fundamental (GG) no es
violado por esta norma. Finalmente la utilizacin de los datos obtenidos es
regulada de manera precisa y especficamente segn mbito mediante 100
d, prrafo 5, inciso 2 y 100 f del Cdigo Procesal Penal.
7. El delegado federal para la proteccin de datos comunica que l
apoy las modificaciones del artculo 13 de la Ley Fundamental (GG). En
esencial, las sugerencias propuestas por l han sido consideradas. Esto
vale especialmente para la limitacin de la medida de investigacin a la
persecucin de delitos especialmente graves. Opina que los dispositivos
de proteccin previstos son suficientes. Tambin la obligacin de comunicacin cumple los requerimientos constitucionales. Mediante la necesidad del consentimiento del juez para la continuacin de la postergacin
de una comunicacin se puede contrarrestar eficazmente el manejo arbitrario de la obligacin. Un seguro adicional representa la obligacin de
informar al parlamento federal que se refiere al nmero y los motivos de
las comunicaciones no realizadas.
8. Los delegados para la proteccin de datos a nivel de los estados
federados que opinaron acerca de las demandas de amparo tienen dudas
constitucionales contra las normas impugnadas. La vigilancia acstica
de viviendas limitara la posibilidad irrenunciable para la realizacin del
derecho personal y de una vida digna de un ser humano de retirarse a su
vivienda para comunicarse de manera inobservada. Adems el informe
sobre la experiencia en lo que concierne a los efectos de la vigilancia de
viviendas del gobierno federal mostrara que la necesidad de esta medida no tiene fundamento alguno. El catlogo de delitos tipificados del 100
c, prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal no es compatible con
artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG), ya que a pesar de la
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290
IV
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en el caso de la esposa del demandante de amparo fallecido. La demanda de amparo tiene como objetivo exclusivo hacer valer los derechos muy
personales del fallecido.
Bajo estas circunstancias se puede slo fallar que el proceso se archive
por el fallecimiento del demandante de amparo.
II
La demanda de amparo del recurrente acerca de 2 contra el dispositivo 100 d, prrafo 4, inciso 3 y prrafo 5, inciso 2, 100 f, prrafo 1 del
Cdigo Procesal Penal es inadmisible, ya que no ha sido presentada dentro
del plazo de un ao del 93, prrafo 3 de la Ley Constitucional Federal.
292
Sin embargo falta una afectacin directa en el sentido de que el demandante de amparo acerca de 1b ataca aparte de las normas complementarias del Cdigo Procesal Penal tambin directamente la ley para
la modificacin de la Ley Fundamental del 26 de marzo de 1998. El
artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG), introducido mediante la modificacin de la Ley Fundamental, no da lugar a ninguna facultad constitucional de la intervencin en los derechos fundamentales, sino que requiere la ejecucin mediante ley simple. El diseo legal
simple de la barrera de derecho fundamental realiz el legislador con
el artculo 2 de la ley para el mejoramiento de la lucha contra el crimen
organizado.
La validez de la normas legales simples, especialmente la facultad
procesal penal de vigilar acsticamente viviendas en el dispositivo 100
c, prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal depende, sin embargo,
de la no objecin de la modificacin de la Ley Fundamental. Las objeciones contra la modificacin del artculo 13 de la Ley Fundamental (GG) no
deben verse bajo estas condiciones como objeciones independientes cuya
improcedencia se debe resolver por separado, sino como estmulo para la
revisin incidental de la admisibilidad de la modificacin de la constitucin, mientras que sea de importancia para la constitucionalidad de las
normas impugnadas (compare decisin del Tribunal Constitucional Federal 30, 1 [17]. Esta revisin es parte de la tarea del Tribunal Constitucional Federal en este proceso.
Las demandas de amparo de los recurrentes acerca de 1b y 2 cumplen
los requisitos de admisibilidad mientras que se dirijan contra la facultad
otorgada por ley de vigilar acsticamente viviendas en 100 c, prrafo 1,
numeral 3 del Cdigo Procesal Penal y las dems normas conexas.
A los demandantes de amparo acerca de 1b y 2 les compete presentar una
demanda de amparo directamente contra las normas impugnadas por ellos.
De manera general es requisito de una afectacin directa de los derechos que un acto de la aplicacin del derecho est entre la norma legal
abstracta y la esfera legal de los demandantes de amparo. Un demandante
de amparo que ataca la ley en s, por lo tanto debe poder alegar que sus
derechos han sido violados justamente por la norma legal atacada y no
293
294
La posibilidad de la afectacin propia y presente se cumple en principio si el demandante de amparo manifiesta que sus derechos fundamentales son afectados con alguna probabilidad mediante medidas que
se basan en las normas legales impugnadas (compare con decisin del Tribunal Constitucional Federal 67, 157 [169 s.]; 100, 313 [354]). El grado
exigido de probabilidad depende de la posibilidad que tenga el demandante de amparo para exponer que es afectado (compare con decisin del
Tribunal Constitucional Federal 100, 313 [335s.]). En este sentido es importante si la medida est dirigida a un crculo de personas limitado estrechamente a los hechos (compare al respecto decisin del Tribunal Constitucional Federal, primera Cmara de la primera Sala, Gaceta Administrativa Alemana 2001, pgina 1057) o si existe un gran espacio de dispersin y terceros tambin pueden ser concernidos accidentalmente. Explicaciones mediante las que el demandante de amparo tendra que autoacusarse de haber cometido un delito, no pueden exigirse.
En este sentido, son suficientes las alegaciones de los demandantes
de amparo para acreditar la afectacin personal y presente, ya que conversaciones de ellos pueden ser objeto de una medida de ejecucin basada en el dispositivo 100 c, prrafo 1, numeral 3 del Cdigo Procesal Penal. Cada persona es afectada es cada persona, en cuyos derechos personales se interviene mediante la vigilancia acstica de viviendas, aunque
esta persona no sea objeto de la disposicin.
La posibilidad de devenir objeto de una vigilancia acstica de vivienda existe prcticamente para cualquier persona y con ello tambin
para los demandantes de amparo. No slo la propia vivienda del acusado es objeto de la vigilancia acstica. Segn el dispositivo 100 c,
prrafo 2, inciso 5 del Cdigo Procesal Penal, se puede tambin vigilar
todos los ambientes que comprende el trmino vivienda de terceros si el
acusado presuntamente se encuentra en ellos. Con ello se puede afectar
a dueos de viviendas que estn bajo sospecha de haber cometido el
delito, pero tambin aquellos que slo estn en contacto con el acusado
sin estar implicado en el delito perseguido. Finalmente tambin aquellas
personas son afectadas por la vigilancia que se encuentran como terceros no sospechosos en la vivienda del acusado o de otra persona que es
objeto de la disposicin. Segn 100 c, prrafo 3 del Cdigo Procesal
Penal, se puede realizar tambin las medidas si inevitablemente terceros son afectados.
Los demandantes de amparo acerca de 1b y 2 son tambin ellos mismos y en el presente caso, afectados por las normas impugnadas.
295
En cuando a que las demandas de amparo son admisibles, son parcialmente fundamentados. Aunque la modificacin constitucional en artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG) cumpla los requisitos del
artculo 79 de la Ley Fundamental (GG), las normas impugnadas del Cdigo Procesal Penal no son completamente compatibles con la ley federal.
I
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297
ral 94,49 [103 s.]. Lo que pertenece dentro del marco de algunos derechos
fundamentales al contenido de garanta del artculo 1, prrafo 1 de la Ley
Fundamental (GG) se debe determinar de manera independiente al interpretar la norma del derecho fundamental correspondiente.
298
bunal Constitucional Federal 6, 32 [36]; 45, 187 [227]; 72, 105 [115]. El contenido de garanta de este trmino que seala valoraciones requiere de una
concretizacin. Esto ocurre en la jurisprudencia al examinar cada hecho
individual con miras al mbito de vida que se necesita regular y haciendo grupos casuales y ejemplos que confirman la regla (compare acerca del
artculo 100 de la Constitucin Federal por ejemplo la decisin de la Corte Constitucional, Gaceta Oficial de Bavaria 1982, pgina 47 [50]. Frecuentemente se describe el trmino dignidad humana desde el procedimiento
de su violacin (compare decisin del Tribunal Constitucional Federal 1,
97 [104]; 27, 1 [6]; 30, 1 [25 ]; 72, 105 [115 ss.]). Reanudando a las experiencias en el tiempo del socialismo nacional en primer lugar se encontraban
en el centro de la reflexin aspectos como maltrato, persecucin y discriminacin. Especialmente se trataba, como el Tribunal Constitucional Federal formulaba en una de sus decisiones, de la proteccin ante humillacin, estigmatizacin, persecucin y destierro etc. (compare con decisin del Tribunal Constitucional Federal 1, 97 [104]). Luego obtuvo importancia la garanta de la dignidad humana con miras a nuevos peligros, por
ejemplo en los aos ochenta el mal uso de la recabacin y valoracin de
datos (compare con decisin del Tribunal Constitucional Federal 65, 1).
En relacin con el procesamiento de la injusticia cometida en la Repblica Democrtica Alemana la violacin de principios de la humanidad,
entre otros al obtener y pasar informaciones, devinieron objeto de la jurisprudencia (compare con decisin del Tribunal Constitucional Federal 93,
213 [243]). En el momento sobre todo cuestiones de la proteccin de la
identidad personal y de la integridad psquica social determinan el anlisis del contenido de dignidad humana.
(3) El Tribunal Constitucional Federal enfatiz repetidas veces que
no es compatible con la dignidad humana que el ser humano sea objeto
puro del poder del Estado (compare con decisiones del Tribunal Constitucional Federal 30, 1 [25s. Y 39 ss.]; 96, 375 [399]). En este sentido no se
puede convertir a un delincuente, violando sus derechos sociales a ser
valorado y respetado protegidos por la constitucin, en un puro objeto de
la lucha contra el crimen y de la ejecucin procesal penal (compare con
decisiones del Tribunal Constitucional Federal 45, 187 [228]; 72, 105 [116].
Sin embargo, la fuerza productiva de la frmula del objeto tiene tambin sus lmites (compare con decisin del Tribunal Constitucional Federal 30, 1 [25]. El ser humano muchas veces es un puro objeto no slo de las
circunstancias y del desarrollo de la sociedad, sino tambin del derecho
el cual tiene que acatar. La dignidad humana no es violada por ser el objeto
de medidas de persecucin penal, pero ms bien si por el modo de las
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medidas tomadas se cuestiona en principio la calidad de sujeto del afectado. Este es el caso si el tratamiento del poder pblico carece del respeto
del valor que corresponde a cada ser humano por s mismo. Tales medidas tampoco pueden ser realizadas en el inters de la efectividad de la
administracin de justicia penal y de la investigacin de la verdad.
300
(5) Esta proteccin no puede ser relativizada mediante la ponderacin con intereses de persecucin penal segn el principio de proporcionalidad (compare con decisin del Tribunal Constitucional Federal 34,
238 [245]; compare tambin con decisiones del Tribunal Constitucional
Federal 75, 369 [380]; 93, 266 [293]). Aunque siempre van a existir formas
de criminalidad especialmente graves y las correspondientes situaciones
de sospecha, que a muchos les hace parecer ms importante la efectividad
de la administracin de justicia penal como inters de bienestar comn
que salvaguardar la dignidad humana del acusado. Tal valoracin est
sin embargo prohibida al Estado mediante artculo 1, prrafo 1 y artculo 79, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG).
bb) La vigilancia acstica de viviendas con fines de persecucin penal viola en aquellos casos la dignidad humana si no se respeta al mbito ntimo del desarrollo de la vida privada.
Si un hecho se puede clasificar dentro del mbito ntimo depende si
segn su contenido tiene carcter muy personal y tambin de qu manera e intensidad influye la esfera de otros o los asuntos de la colectividad
(compare con decisin del Tribunal Constitucional Federal 80, 367 [374]).
Decisivas son las caractersticas de cada caso (compare con decisiones del
Tribunal Constitucional Federal 34, 238 [248]; 80, 367 [374]. Decisivo es
si existe una situacin en la cual basndose en indicios concretos o de manera tpica y sin indicios reales en contra en el caso individual es afectado el mbito ntimo intocable del desarrollo de la vida privada, por ejemplo al observar las expresiones de sentimientos ntimos o formas de expresin de la sexualidad.
cc) La autorizacin para la introduccin de la vigilancia acstica de
viviendas por ley en artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental no viola el artculo 79, prrafo 3 en conexin con artculo 1, prrafo 1 de la Ley
Fundamental, ya que slo posibilita normas legales y las medidas a partir de ellas que salvaguardan estos lmites. Restricciones de la facultad
constitucional estn contenidas de un lado en artculo 13, prrafo 3 de la
Ley Fundamental (GG), pero resultan adems de otras normas que son
da, que puede ser cerrada para otros. Si el individo dispone de tal ambiente puede estar solo y desarrollarse en l segn su propia medida. La
vivienda privada es como ltimo refugio un medio para salvaguardar
la dignidad humana. Esto, sin embargo, no requiere una proteccin absoluta de la vivienda privada, pero una proteccin absoluta de la conducta
en estos ambientes, mientras que se trata del desarrollo individual en el
mbito ntimo del desarrollo de la vida privada.
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7. El artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG) regula requisitos sustantivos y formales de la legitimidad de la intervencin.
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9. Las restricciones del derecho fundamental introducidas mediante la modificacin de la constitucin deben interpretarse por lo tanto sistemticamente, considerando otras normas de derecho fundamental, especialmente artculo 1, prrafo 1 de la Ley Fundamental (GG) y aplicando el principio de la proporcionalidad. (compare con decisin del Tribunal Constitucional Federal 30, 1 [20 s.]). Los lmites de la interpretacin
del derecho constitucional estn tambin para una norma creada mediante una modificacin de la constitucin en el momento donde se otorgue un
sentido contrario a una norma clara en tenor y sentido, si se determina bsicamente de nuevo el contenido normativo de una norma a interpretar o
si se desacertara el objetivo normativo en un punto significativo (compare
con las decisiones del Tribunal Constitucional Federal 11, 77 [84 s.]; 33,
52 [69]; 54, 277 [299]; 82, 1 [11. ss.]).
10. Para la presuncin de haber pasado estos lmites en el presente
caso no hay indicio, ya que el artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental faculta slo para el diseo legal y considera suficientemente los lmites de intervencin exigidos por artculo 1, prrafo 1 de la Ley Fundamental (GG). De manera complementaria se debe recurrir al principio de proporcionalidad. Tal interpretacin no est en disconformidad con la voluntad del legislador que modifica la constitucin.
Aunque existan durante las consultas acerca de la modificacin de
la constitucin considerables controversias sobre los requisitos legales a
crear para una vigilancia acstica de viviendas y los esfuerzos para modificar la versin finalmente adoptada del artculo 13, prrafo 3 de la Ley
Fundamental (GG), no han sido exitosos. Sin embargo, en ello no se manifestaba la voluntad del legislador que modifica la constitucin de excluir futuras concretizaciones mediante otras normas constitucionales. En
este sentido se seal expresamente en el informe de la comisin legal del
8. En el artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG) no se describen de manera expresa todos los lmites para la realizacin de la vigilancia acstica de viviendas con fines de persecucin penal que resultan
del mandato de proteger el mbito ntimo intocable del desarrollo de la
vida privada. Ms lmites resultan como en el caso de todas las normas
de derecho fundamental de otras disposiciones constitucionales. El legislador que modifica la constitucin no est obligado, tambin en el caso de
modificaciones de normas de derecho fundamental, a normar de nuevo
todas las reglas constitucionales significativas. El artculo 13, prrafo 3
de la Ley Fundamental (GG) en conexin con estas otras normas constitucionales est, por lo tanto, sujeto a la verificacin segn artculo 79,
prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG).
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12. Por lo tanto, se necesitan las correspondientes regulaciones legales que aseguren considerando el principio de la claridad de normas
que el modo y la manera de realizar la vigilancia acstica de la vivienda
conduzca a una violacin de la dignidad humana. La vigilancia debe excluirse desde el inicio en situaciones en las cuales existen indicios que se
podra violar la dignidad humana mediante la medida. Si adems la vigilancia acstica de vivienda conduce repentinamente a la recabacin de
informacin absolutamente protegida, debe ser cancelada y los registros
deben ser borrados. Cualquier utilizacin de estos datos absolutamente
protegidos y recabados en el marco de una persecucin penal es excluida.
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Interceptar y escuchar palabras no pblicas expresadas en viviendas no debe realizarse para impedir intervenciones en al mbito ntimo del
desarrollo de la vida privada si alguien se encuentra solo o exclusivamente con personas en la vivienda, con las cuales tiene una relacin de confianza que pertenece al especial mbito ntimo, por ejemplo con familiares u
otras personas de confianza, y no existen indicios concretos que las conversaciones a esperar muestren, segn su contenido, una referencia directa al
delito. Aunque no todas las conversaciones que tiene un individuo con sus
personas de confianza ms cercanas pertenecen al mbito ntimo del desarrollo de la vida privada, sin embargo, en el inters de la efectividad de la
proteccin de la dignidad humana existe una sospecha a su favor. Se excluyen medidas de intercepcin de conversaciones si existe la probabilidad
que con ello se interceptan conversaciones absolutamente protegidas.
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cional Federal 32, 54 [75]). Les falta regularmente la familiaridad y el recogimiento de la vivienda privada. Por lo tanto, es justificado de considerarlas dentro del marco de las consideraciones tipificantes como ambientes
con menor proteccin, en comparacin con ambientes privados. Si a pesar
de ello se sostienen en ellos conversaciones muy personales, entonces entra en vigor la proteccin absoluta si se puede reconocer concretamente.
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caso dado se debe asegurar mediante las pre-investigaciones pertinentes, que no tocan la proteccin del mbito ntimo del desarrollo de la vida
privada, que la vigilancia acstica de viviendas se limite a procedimientos relevantes para el proceso en la vivienda. Por ejemplo no se puede intervenir en el mbito ntimo absoluto del desarrollo de la vida privada
para recin entonces constatar si la recabacin de la informacin afecta este mbito.
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El mandato de un proceso justo no es afectado por el artculo 13, prrafo 3 de la Ley Fundamental (GG). Este principio abarca el derecho a la
libertad de testificar y decidir dentro del proceso penal, que es reflejado
entre otros en los artculos 136 a, 163 a, prrafo 4, inciso 2 del Cdigo
Procesal Penal. Esto incluye que en el marco del proceso penal no se puede
obligar a nadie a acusarse mediante la propia declaracin de haber cometido un delito o de contribuir a demostrar su culpabilidad (compare con
decisin del Tribunal Constitucional Federal 56, 37 [49]). Tal influencia
sobre la conversacin falta en relacin con la vigilancia acstica llevada
a cabo clandestinamente.
La clandestinidad de medidas de persecucin penal no viola como
tal la prohibicin de engaar que est arraigada en el mandato de un proceso justo. Aunque la intercepcin clandestina de conversaciones se aprovecha de la idea errnea del afectado en lo que concierne a la proteccin
de su vivienda, la expresin del acusado se basa en su decisin voluntaria. Sin embargo, no voluntario es el poner a disposicin del poder estatal estas expresiones. Pero las investigaciones encubiertas son un requisito inevitable para el xito de una serie de medidas de persecucin penal
que slo por ello, no violan el principio del Estado de derecho.
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El Pleno del Tribunal Constitucional, compuesto por D. Manuel Jimnez de Parga y Cabrera, Presidente, D. Toms S. Vives Antn, D. Pablo Garca
Manzano, D. Pablo Cachn Villar, D. Vicente Conde Martn de Hijas, D.
Guillermo Jimnez Snchez, D Mara Emilia Casas Baamonde, D. Javier
Delgado Barrio, D Elisa Prez Vera y D. Eugeni Gay Montalvo, Magistrados, ha pronunciado
EN NOMBRE DEL REY la siguiente SENTENCIA
En el recurso de amparo nm. 3468/1997, promovido por don Pedro
A. T. y doa Lina V. R., representados por la Procuradora doa Pilar A. A.
L. y asistidos por el Abogado don Julio R. G., contra las Sentencias, ambas
-primera y segunda- de igual fecha, 27 de junio de 1997 (RJ 1997, 4987),
y con igual nmero, 950/1997, dictadas por la Sala de lo Penal del Tribunal
Supremo en el recurso de casacin nm. 3248/1996, que resolvieron recurso
de casacin interpuesto contra la Sentencia de 20 de noviembre de 1996 de
la Audiencia Provincial de Huesca, en la causa nm. 2/1995, seguida por delito
de homicidio, procedente del Juzgado de Instruccin de Fraga. Ha intervenido el Ministerio Fiscal. Ha sido Ponente el Magistrado don Pablo Cachn
Villar, quien expresa el parecer del Tribunal.
I.
ANTECEDENTES
1.
Mediante escrito registrado en este Tribunal el da 31 de julio de
1997, la Procuradora de los Tribunales doa Pilar A. A. L., en nombre y
representacin de don Pedro A. T. y doa Lina V. R., interpuso recurso de
amparo contra las Sentencias, primera y segunda, ambas de igual fecha, 27
de junio de 1997 (RJ 1997, 4987) de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, dictadas en recurso de casacin formulado contra la Sentencia, de fecha
20 de noviembre de 1996, de la Audiencia Provincial de Huesca, a la que
casaron y anularon, condenando a dichos recurrentes por delito de homici-
a) El Juzgado de Instruccin de Fraga tramit sumario, por el procedimiento ordinario, con el nmero 2/1995 por el fallecimiento del menor Marcos A. V., en el que, abierto el juicio oral, fueron acusados los ahora recurrentes
en amparo. Vista la causa en juicio oral y pblico por la Audiencia Provincial
de Huesca, sta dict Sentencia con fecha 20 de noviembre de 1996, cuyo
pronunciamiento es del tenor literal siguiente: Que debemos absolver y
absolvemos libremente a los acusados Pedro A. T. y Lina V. R. del delito que
se les vena imputando, dejando sin efecto cuantas medidas, personales y
reales, se han acordado en esta causa, y en sus piezas, contra sus personas y
contra sus bienes, declarando de oficio el pago de las costas causadas.
El delito de que se les acusaba, en concepto de autores, por el Ministerio Fiscal en sus conclusiones definitivas era el de homicidio por omisin,
previsto y penado en el art. 138, en relacin con el art. 11, ambos del Cdigo Penal de 1995 (RCL 1995, 3170 y RCL 1996, 777), por estimarse aplicable como norma ms favorable. Se estimaban concurrentes la circunstancia atenuante de obrar por estmulos tan poderosos que producen obcecacin,
como muy cualificada, y la circunstancia agravante de parentesco, previstas
respectivamente en los arts. 21.3 y 23 de dicho Cdigo. Se peda para cada
uno de ellos la pena de cuatro aos de prisin, accesorias y costas.
b) En la expresada Sentencia se declararon como probados los siguientes
hechos: Los acusados Pedro A. T., agricultor, y su esposa Lina V. R., ambos mayores de edad y sin antecedentes penales, mejor circunstanciados en
el encabezamiento de esta resolucin, en el mes de septiembre de mil novecientos noventa y cuatro venan residiendo en Ballobar (Huesca) junto con su
hijo Marcos A. V., quien entonces tena trece aos de edad. Pues bien, el menor
Marcos tuvo una cada con su bicicleta el da tres de septiembre de mil novecientos noventa y cuatro, ocasionndose lesiones en una pierna, sin aparente
importancia; tres das despus, el da seis, sangr por la nariz, siendo visto,
a peticin de sus padres, por un ATS que no le dio tampoco ms importancia; y el jueves da ocho lo hizo ms intensamente, ponindose plido, por lo
que su madre lo llev a la Policlnica que sanitariamente les corresponda, la
de Fraga (Huesca) donde aconsejaron el traslado del menor al hospital Arnau de Lrida, traslado que ambos acusados hicieron con su hijo ese mismo
jueves, llegando a dicho centro alrededor de las nueve o las diez de la noche.
Los mdicos del centro, tras las pruebas que estimaron pertinentes, detecta-
2.
Los hechos de los que trae causa la demanda de amparo relevantes para la resolucin del caso son sustancialmente los siguientes:
313
314
ron que el menor se encontraba en una situacin con alto riesgo hemorrgico prescribiendo para neutralizarla una transfusin de seis centmetros cbicos de plaquetas, manifestando entonces los padres del menor, los dos acusados, educadamente, que su religin no permita la aceptacin de una transfusin de sangre y que, en consecuencia, se oponan a la misma rogando que
al menor le fuera aplicado algn tratamiento alternativo distinto a la transfusin, siendo informados por los mdicos de que no conocan ningn otro
tratamiento, por lo que entonces solicitaron los acusados el alta de su hijo para
ser llevado a otro centro donde se le pudiera aplicar un tratamiento alternativo, peticin de alta a la que no accedi el centro hospitalario por considerar que con ella peligraba la vida del menor, el cual tambin profesaba activamente la misma religin que sus progenitores, rechazando, por ello, consciente y seriamente, la realizacin de una transfusin en su persona. As las
cosas, el centro hospitalario, en lugar de acceder al alta voluntaria solicitada
por los acusados, por considerar que peligraba la vida del menor si no era
transfundido, solicit a las cuatro horas y treinta minutos del da nueve autorizacin al Juzgado de guardia el cual, a las cinco de la madrugada del citado
da nueve de septiembre, autoriz la prctica de la transfusin para el caso de
que fuera imprescindible para salvar la vida del menor, como as suceda, pues
la misma era mdicamente imprescindible para lograr a corto plazo la recuperacin del menor, neutralizando el alto riesgo hemorrgico existente, y
poder as continuar con las pruebas precisas para diagnosticar la enfermedad
padecida y aplicar en consecuencia el tratamiento procedente.
Una vez dada la autorizacin judicial para la transfusin, los dos acusados acataron la decisin del Juzgado, que les fue notificada, de modo que no
hicieron nada para impedir que dicha decisin se ejecutara, aceptndola como
una voluntad que les era impuesta en contra de la suya y de sus convicciones
religiosas; es ms, los acusados quedaron completamente al margen en los
acontecimientos que seguidamente se desarrollaron. Haciendo uso de la
autorizacin judicial los mdicos se dispusieron a realizar la transfusin, pero
el menor, de trece aos de edad, sin intervencin alguna de sus padres, la
rechaz con autntico terror, reaccionando agitada y violentamente en un
estado de gran excitacin que los mdicos estimaron muy contraproducente, pues poda precipitar una hemorragia cerebral. Por esa razn, los mdicos desistieron de la realizacin de la transfusin procurando repetidas veces,
no obstante, convencer al menor para que la consintiera, cosa que no lograron. Al ver que no podan convencer al menor, el personal sanitario pidi a
los acusados que trataran de convencer al nio los cuales, aunque deseaban
la curacin de su hijo, acompaados por otras personas de su misma religin,
no accedieron a ello pues, como su hijo, consideraban que la Biblia, que Dios,
315
316
ternos), procediendo los acusados, una vez ms, despus de declarar sus convicciones religiosas, a acatar la voluntad del Juzgado, siendo el propio padre
del menor quien, tras manifestar su deseo de no luchar contra la Ley, lo baj
a la ambulancia, en la que el nio, acompaado por la fuerza pblica, fue
conducido al Hospital de Barbastro, donde lleg en coma profundo, totalmente inconsciente, procedindose a la realizacin de la transfusin ordenada
judicialmente, sin contar con la voluntad de los acusados quienes, como siempre, no intentaron en ningn momento impedirla una vez haba sido ordenada
por una voluntad ajena a ellos, siendo luego el nio trasladado, por orden mdica, al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, al que lleg hacia las veintitrs
horas y treinta minutos del da catorce de septiembre, con signos clnicos de
descerebracin por hemorragia cerebral, falleciendo a las veintiuna horas y
treinta minutos del da quince de septiembre de mil novecientos noventa y
cuatro. Si el menor hubiera recibido a tiempo las transfusiones que precisaba habra tenido a corto y a medio plazo una alta posibilidad de supervivencia y, a largo plazo, tal cosa dependa ya de la concreta enfermedad que el mismo padeca, que no pudo ser diagnosticada, pudiendo llegar a tener, con el
pertinente tratamiento apoyado por varias transfusiones sucesivas, una esperanza de curacin definitiva de entre el sesenta al ochenta por ciento, si la
enfermedad sufrida era una leucemia aguda linfoblstica, que es la enfermedad que, con ms probabilidad, padeca el hijo de los acusados, pero slo a
ttulo de probabilidad pues, al no hacerse en su momento las transfusiones,
ni siquiera hubo ocasin para acometer las pruebas pertinentes para diagnosticar la concreta enfermedad padecida por poder, aunque con menor probabilidad, tambin poda tratarse de una leucemia aguda en la que, a largo plazo,
el pronstico ya sera ms sombro.
c) El Ministerio Fiscal interpuso recurso de casacin por infraccin
de Ley contra la mencionada Sentencia de la Audiencia Provincial de
Huesca, de 20 de noviembre de 1996, fundamentado en un nico motivo, al amparo del art. 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, invocando la infraccin, por falta de aplicacin, de los arts. 138 y 11 del
Cdigo penal de 1995. La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, mediante Sentencia de 27 de junio de 1997, estim el recurso, casando y
anulando la Sentencia impugnada. A continuacin, mediante una segunda Sentencia de igual fecha, que expresamente acept los fundamentos
fcticos de la Sentencia de la Audiencia Provincial de Huesca, entre ellos
la relacin de hechos probados, pronunci el siguiente fallo: Que debemos condenar y condenamos a los acusados Pedro A. T. y Lina V. R.,
como autores responsables de un delito de homicidio, con la concurrencia, con el carcter de muy cualificada, de la atenuante de obcecacin o
317
3.
En la demanda de amparo se alega la violacin de los derechos
fundamentales a la libertad religiosa y a la integridad fsica y moral, protegidos por los artculos 16.1 y 15 de nuestra Constitucin (RCL 1978,
2836 y ApNDL 2875). Se afirma, al efecto, que dicha violacin se produjo al haber basado la Sentencia recurrida la culpabilidad de los recurrentes en la supuesta exigibilidad a stos de que, abdicando de sus
convicciones religiosas, actuaran sobre la voluntad expresa de su hijo,
negativa a la transfusin de sangre en su persona, conculcando as la libertad religiosa y de conciencia de ste y su derecho a su integridad fsica
y moral y a no sufrir tortura ni trato inhumano o degradante.
318
319
seala la demanda de amparo, al pleno ejercicio de los derechos constitucionales que, como a todos, se reconoce tambin al hijo, el cual, de haber discrepado del criterio paterno en este mbito de libertad de conciencia, podra incluso
haber ignorado la representacin legalmente atribuida a sus padres.
A la misma conclusin se llega, afirma la demanda de amparo, atendiendo a las previsiones articuladas en la Ley 14/1986, de 25 de abril (RCL 1986,
1316), General de Sanidad (art. 10.1, 4, 6 y 9), y en la Ley 30/1979, de 27
de octubre (RCL 1979, 2655 y ApNDL 13512), reguladora de la extraccin
y transplante de rganos [art. 6 a) y c) y Disposicin adicional segunda, en
relacin con el prrafo sexto de la exposicin de motivos del Real Decreto
1854/1993, de 22 de octubre (RCL 1993, 3122), de hematologa y hemoterapia].
320
El menor tena suficiente juicio y en tales circunstancias -razona la demanda de amparo- los padres estaban obligados, antes que a hacerle desistir,
a prestarle asistencia en el ejercicio personal y legtimo de sus propios derechos constitucionales de libertad de conciencia y religin, a la integridad fsica y moral y al rechazo a la tortura. La pretendida disuasin de los padres ante
la negativa del hijo a ser transfundido -sin entrar en consideraciones sobre la
supuesta bondad, injustificadamente prejuzgada, de las transfusiones de sangre- habra supuesto, por lo dems, una contribucin (la ms dolorosa y
angustiosa, segn se dice) a la conculcacin de sus derechos y a la violacin
de unas convicciones que los padres le inculcaron en el ejercicio de su derecho constitucional ex art. 27.3 CE.
Concluye la demanda de amparo, que asimismo se apoya en los fundamentos de la Sentencia casada, que es evidente la inconstitucionalidad de la
exigencia judicial del deber de disuadir a su hijo -de trece aos de edad y acreditada madurez de pensamiento y voluntad- de su personal y legtima decisin
de rechazar, en el ejercicio de sus derechos a la libertad de religin y de conciencia y a la integridad fsica y moral y a no sufrir tortura ni trato inhumano,
un tratamiento transfusional del que sus propios cuidadores mdicos y judiciales desistieron; con mayor razn si ello es hasta el extremo de erigir dicha
exigibilidad en presupuesto de omisin punible y determinante de una muerte que ellos nunca quisieron ni aceptaron, agotando las posibilidades a su
alcance de salvar la vida y la dignidad de su hijo -segn se dice- con un comportamiento ejemplar.
c) Finalmente se suplica en la demanda de amparo que se dicte Sentencia declarando la nulidad de las sentencias de la Sala de lo Penal del Tribunal
Supremo, ambas de fecha veintisiete de junio de mil novecientos noventa y siete
y ambas -primera y segunda- con nmero 950/1997 (RJ 1997, 4987), dic-
4.
Por providencia de 12 de febrero de 1998 la Seccin Segunda de este Tribunal acord admitir a trmite la demanda de amparo y, a tenor de lo dispuesto en el art. 51 LOTC (RCL 1979, 2383 y ApNDL 13575),
requerir atentamente al Tribunal Supremo, a la Audiencia Provincial de Huesca y al Juzgado de Instruccin de Fraga, para que en el plazo de diez das
remitiesen, respectivamente, testimonio del recurso de casacin nm. 3248/
1996, del rollo de Sala nm. 48/1995 y de la causa nm. 2/1995, interesando
al propio tiempo que se emplazase a quienes haban sido parte en el mencionado procedimiento, con excepcin de los recurrentes, para que, en el plazo
de diez das, pudiesen comparecer en este proceso constitucional.
5.
Por providencia de 30 de marzo de 1998 la Seccin Primera
acord, a tenor de lo dispuesto en el art. 52 LOTC, dar vista de las actuaciones recibidas al Ministerio Fiscal y a los solicitantes de amparo, por un
plazo comn de veinte das, para que presentaran las alegaciones que a su
derecho pudiesen convenir.
6.
La representacin procesal de los recurrentes formul sus alegaciones mediante escrito, registrado en este Tribunal el da 24 de abril de
1998, en el que, tras ratificarse en todos y cada uno de los fundamentos de
Derecho ya expuestos, procede a complementar lo ya dicho en los fundamentos de Derecho segundo y tercero de la demanda.
En primer lugar, se apoya en afirmaciones contenidas en la STC 120/
1990, de 27 de junio (RTC 1990, 120), referidas a la asistencia mdica coactiva, y a que sta constituir limitacin vulneradora del derecho fundamental a no ser que tenga justificacin constitucional, y en otras resoluciones
judiciales, entre ellas la Sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, de 14 de abril de 1993, concluyendo con la afirmacin, mediante cita
doctrinal, de que slo la vida compatible con la libertad es objeto de reconocimiento constitucional.
tadas en recurso de casacin nm. 3248/1996, casando y anulando la sentencia nm. 196/1996 de la Audiencia Provincial de Huesca, de veinte de noviembre de mil novecientos noventa y seis. Todo ello, segn concluye a continuacin la demanda, en inters de que se otorgue a los ahora recurrentes
el amparo en los derechos que se garantizan en los artculos 16.1 y 15 de la
Constitucin Espaola... y en consecuencia queden exonerados del delito de
homicidio por omisin por el que les condena tal sentencia al entender que,
siendo irrelevante el consentimiento de su hijo de trece aos, que se neg al
tratamiento transfusional por razones de su conciencia religiosa, les era exigible a mis representados una accin disuasoria de la voluntad de su hijo,
contraria a ste y a sus propias convicciones religiosas.
321
322
En segundo lugar, se hace referencia a la funcin de garante, atribuida a los ahora recurrentes, que, se afirma, no pueda extravasar ni las exigencias de la racionalidad, ni de los derechos fundamentales del agente ni, mucho menos an, los de tercero. Se indica, al efecto, que ni los mdicos llevaron su deber de garantes a extremos de violar la conciencia y la persona del
menor y poner en riesgo su vida con una actuacin coactiva (no lo consideraron ni tica ni mdicamente correcto) ni el Juzgado persisti... en presionarles para que cumplieran su funcin, ni en retener al menor en las circunstancias que l rechazaba. Y se concluye que, si bien la resolucin impugnada rehuye determinar la conducta especfica que les era exigible a los padres
en su condicin de garantes, ms all del consentimiento, aunque inoperante, suplido por el Juzgado, a fortiori no parece que pudiese existir otra que
la inhumana e inconstitucional de entender que les habra sido exigible que,
abjurando de sus creencias religiosas, hubiesen disuadido a su hijo de mantener sus propias convicciones, las mismas que ellos, sus padres, le haban
inculcado.
En suma, se afirma en el escrito de alegaciones que constituye [una]
evidente e inconstitucional distorsin del asunto presentar el problema como
un conflicto entre libertad religiosa de los padres recurrentes y el resultado de
muerte de su hijo opuesto a la aceptacin de transfusiones de sangre.
7.
El Ministerio Fiscal, por su parte, formul alegaciones por escrito registrado en este Tribunal el da 5 de mayo de 1998, interesando la
desestimacin del presente recurso de amparo por no vulnerar la Sentencia
impugnada los derechos fundamentales reconocidos en los arts. 15 y 16.1 CE.
A la tesis de los recurrentes de que, aunque fuese menor de edad, alnegarse a la transfusin, el hijo habra dispuesto de su libertad de decisin en el
ejercicio de una libertad religiosa que ellos no podan coactar, opone el Ministerio Fiscal la incapacidad legal del menor para adoptar una decisin irrevocable acerca de su vida o su muerte que, como titulares de la patria potestad, a los padres tocaba adoptar en cuanto garantes de la vida del hijo menor
durante todo el proceso mdico.
En el desempeo de la patria potestad, los padres han de responder, en
todo caso, de la vida y salud del menor como, en particular, establecen el art.
2 de la Ley Orgnica 1/1996 y el art. 154 del Cdigo Civil. Y, en el presente
caso, los padres, manteniendo el dominio de la situacin tanto en la peticin
de alta del hijo en los diferentes centros sanitarios, como en la doble negativa
por escrito a practicar la transfusin de sangre as como en el traslado al
domicilio familiar de donde sali por denuncia de la autoridad, hicieron siempre
su voluntad y no entregaron dicho dominio ni a la autoridad judicial ni a los
8.
El Pleno de este Tribunal dict providencia el 11 de diciembre
de 2001, en la que, de acuerdo con lo previsto en el art. 10 k) LOTC, acord recabar para s el conocimiento del presente recurso de amparo.
En este caso -dice el Ministerio Fiscal- el tratamiento especfico, transfusin de sangre, concreto y nico para el fin curativo pretendido, constituye un lmite vlido del derecho fundamental a la libertad religiosa de los recurrentes, no cuando la colisin es con su derecho fundamental a la vida sino
cuando el titular del derecho a la vida es una tercera persona respecto de la
que existe una especial relacin de responsabilidad por ser titulares de la patria
potestad.
9.
Mediante providencia de 12 de diciembre de 2001 el Pleno
del Tribunal, haciendo uso de las facultades concedidas por el art. 84
LOTC, acord or al recurrente y al Ministerio Fiscal a fin de que, en el
plazo comn de diez das, alegasen lo que estimaran pertinente sobre la
323
relevancia que, para la decisin del recurso de amparo, pudiera tener lo dispuesto en el art. 25.1 CE.
10.
La representacin procesal de los recurrentes en amparo present el correspondiente escrito de alegaciones el 27 de diciembre de 2001.
Afirma, en primer lugar, que la relevancia del expresado precepto constitucional es innegable pues, si se entendiera violado, los recurrentes se veran
exonerados de toda responsabilidad criminal aunque por una mera circunstancia temporal, a saber, la falta de tipicidad legal de la conducta por la que
fueron enjuiciados. Mas seala que no fue, sin embargo, ste el motivo que
condujo a mis representados a solicitar el amparo constitucional que se hallan
propugnando, sino el de haberse violado en el enjuiciamiento de las conductas afectadas, los derechos fundamentales garantizados por los artculos 15 y
16 de la Constitucin Espaola y por razn de los cuales les fue admitido.
324
11.
El Ministerio Fiscal formul las correspondiente alegaciones en
escrito presentado el 28 de diciembre de 2001, estimando que la sentencia
impugnada en amparo no lesiona el principio de legalidad penal establecido
en el art. 25.1 CE. Afirma, al respecto, que la aplicacin al caso de los preceptos del Cdigo Penal de 1995, pese a que los hechos acaecieron antes de
su vigencia -concretamente, en septiembre de 1994-,se debe a que se consideraron ms beneficiosos para los acusados que los correlativos del Cdigo Penal de 1973; ello significa, implcitamente, la aceptacin de que los
hechos tambin eran sancionados como delito en el Cdigo penal de 1973.
As pues, la pregunta clave de la cuestin planteada es si en el Cdigo
Penal de 1973 se castigaba el homicidio cometido por omisin; s estaba
previsto en dicho Cdigo.
El Ministerio Fiscal recuerda, en relacin con tal cuestin, las posiciones que se mantenan al respecto: a) La de quienes pensaban que los delitos
de comisin por omisin no quedaban cubiertos por los tipos de la Parte
Especial y que, al aplicarse stos, se produca una analoga in malam partem
prohibida, que vulneraba el principio de legalidad; ya que se estaban sancionando tipos no escritos en relacin con los tipos legales; proponiendo un
sistema de tipos especficos. b) La de quienes opinaban que los delitos de
comisin por omisin quedaban al margen del principio de legalidad, pero que
era preferible, antes que la tipificacin especfica de cada delito de esta clase,
la introduccin de una clusula genrica de cobertura en la Parte General. c)
La de quienes entendan que no era necesario ni lo uno ni lo otro (ni clusula
especfica ni genrica) pues tanto la comisin activa como la comisin por
omisin resultan de una correcta interpretacin de los tipos y no de una
analoga. Y aade que en esta ltima postura se enmarca la jurisprudencia
del Tribunal Supremo que ha venido pacficamente valindose del artculo 1
del Cdigo Penal anterior... en relacin con los tipos de resultado de la parte
especial (ejemplo: homicidio) para enjuiciar los supuestos de comisin por
325
326
El Ministerio Fiscal, tras recordar la doctrina del Tribunal Constitucional en relacin con el principio de legalidad penal (citando, entre otras, las
SSTC 133/1987 [RTC 1987, 133], 156/1996 [RTC 1996, 156], 159/2000
[RTC 2000, 159] y 278/2000 [RTC 2000, 278]), entiende que la sentencia impugnada dictada por el Tribunal Supremo no debe ser revisada por el
Tribunal Constitucional desde el prisma del principio de legalidad (art. 25.1
CE) porque, al adoptar uno de los criterios consolidados y posibles de interpretacin de los preceptos del anterior Cdigo Penal, que adems era el seguido constantemente por su jurisprudencia, el Tribunal Supremo se ha limitado a ejercer la funcin que le atribuye el art. 117.3 CE, no pudiendo considerarse su postura ni extravagante, ni ilgica, ni imprevisible para sus destinatarios, quienes, por otro lado, ni siquiera han suscitado o discutido el
problema en el proceso.
12.
Por providencia de 16 de julio de 2002 se seal para deliberacin y votacin de la presente Sentencia el da 18 del mismo mes y ao.
II.
FUNDAMENTOS JURDICOS
1.
La presente demanda de amparo se dirige contra las dos Sentencias, ambas de fecha 27 de junio de 1997 (RJ 1997, 4987), dictadas por
la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo en el recurso de casacin nm. 3248/
1996. La primera de ellas estima el recurso de casacin interpuesto por el Ministerio Fiscal contra la Sentencia de la Audiencia Provincial de Huesca, de
fecha 20 de noviembre de 1996, que haba absuelto a los ahora demandantes de amparo del delito de homicidio por omisin que aqul les imputaba.
La segunda de dichas Sentencias, como consecuencia de la expresada estimacin del recurso, los condena, como autores responsables de un delito de
homicidio, con la concurrencia, con el carcter de muy cualificada, de la
atenuante de obcecacin o estado pasional, a la pena de dos aos y seis meses
de prisin.
Los datos esenciales a que se refieren los trminos transcritos del fallo
son los siguientes: a) en primer lugar, la persona por cuya muerte se condena a los demandantes de amparo era un hijo de stos, de 13 aos de edad; b)
en segundo lugar, la condena lo es por omisin de la conducta exigible a los
padres del menor, dada su condicin de garantes de la salud de ste (condi-
2.
En la demanda de amparo se invoca la lesin de los derechos
fundamentales a la libertad religiosa (art. 16.1 CE [RCL 1978, 2836 y ApNDL 2875]) y a la integridad fsica y moral y a no sufrir tortura ni trato inhumano o degradante (art. 15 CE).
La titularidad de tales derechos fundamentales se atribuye explcitamente
en la demanda de amparo tanto al menor fallecido como a sus padres, los
ahora recurrentes. En primer lugar, tal atribucin se hace al menor en relacin con la afirmada irrelevancia de su oposicin a la transfusin: as, se dice
en la demanda de amparo (fundamento de Derecho II in fine) que resulta evidente la violacin de los derechos que al menor Marcos garantizan los
artculos 16.1 [y] 15 de la Constitucin Espaola, negando validez y relevancia
a su libre y consciente voluntad y consentimiento y trasladando as el centro
de la imputabilidad de su fallecimiento a los padres contra todo tenor racional, moral, constitucional y legal. En segundo lugar, la atribucin a los padres
de la titularidad de tales derechos, invocando su vulneracin, se hace en relacin con la exigencia de la conducta disuasoria o de la autorizacin de la
transfusin de sangre, a las que ya se ha hecho referencia.
Ahora bien, dado que el recurso de amparo se dirige contra el pronunciamiento condenatorio de los padres del menor, ha de entenderse que la vulneracin constitucional denunciada en la demanda de amparo es la del derecho fundamental a la libertad religiosa de los padres recurrentes. Y ello por ms
que la conducta que les es exigida en la Sentencia ahora impugnada pudiera
comportar, segn los trminos de la demanda de amparo, el desconocimiento
de los derechos del menor (en este caso, al respeto a sus creencias y a su integridad fsica y moral). Por tal razn la referencia a los derechos del menor ha
de entenderse hecha en este marco y en funcin de la efectividad de los derechos de los padres. En todo caso, conviene dejar sentado que no hay ningn
gnero de duda de que stos fundamentaron su actitud omisiva -que fue san-
327
cionada penalmente- en el referido derecho de libertad religiosa y en sus creencias de este orden, que oportunamente invocaron a tal fin.
La exposicin precedente acerca de lo que constituye el propio objeto del presente recurso de amparo se completa con la referencia a la relevancia que pudiera tener, a los fines del recurso, la previsin del art. 25.1
CE, relativo al principio de legalidad penal, segn lo acordado por el Pleno del Tribunal en provedo de 12 de diciembre de 2001, haciendo uso de
la facultad concedida por el art. 84 LOTC (RCL 1979, 2383 y ApNDL
13575).
328
sin, que fue concedida a continuacin para el caso de que fuera imprescindible para la vida del menor.
329
f) Los servicios mdicos del Hospital General, al igual que en los centros anteriores, consideraron necesaria la transfusin por no haber tratamiento
alternativo. La transfusin fue nuevamente rechazada por motivos religiosos
por el menor y sus padres. Nadie en dicho centro tom la decisin, bien de
realizar la transfusin, fuera por propia voluntad, fuera contando con la autorizacin concedida por el Juez de Lrida (que era conocida en este centro
mdico), bien de solicitar una nueva autorizacin, esta vez del correspondiente
Juzgado de Barcelona. Por todo ello los padres, no conociendo ya otro centro al que acudir, regresaron con el menor a su domicilio, al que llegaron sobre
la una de la madrugada del martes, 13 de septiembre.
330
331
preciso para evitar cualquier situacin que pusiese en peligro su salud o su vida,
estando obligados a proporcionar a su hijo la asistencia mdica que hubiere
precisado.
332
debe afirmarse la presencia del dolo eventual, que no queda excluido por el
deseo vehemente de que no se hubiese producido el resultado de muerte.
5.
La exposicin hecha en el fundamento jurdico tercero sirve para
quede establecida, con la necesaria precisin, cul es la concreta realidad
fctica -con sus peculiares caractersticas e incidencias- sobre la que se proyectan nuestro estudio y nuestro pronunciamiento.
La exposicin hecha en el fundamento jurdico cuarto sirve, asimismo,
para establecer, tambin con la obligada precisin, cules son las concretas
cuestiones jurdicas que, desde una perspectiva constitucional -en relacin con
la invocada vulneracin de derechos fundamentales-, se plantean en este
recurso. A este extremo nos referimos a continuacin.
La ratio del pronunciamiento condenatorio es el imputado incumplimiento por los padres del menor fallecido -los recurrentes en amparo- de las
obligaciones dimanantes de su atribuida condicin de garantes como titulares de la patria potestad, concretada en este caso en relacin con el derecho
del menor a la vida, condicin que resulta directamente de lo dispuesto en el
art. 39.3 CE. As pues, dados los trminos del recurso de amparo, segn se
explic en el fundamento jurdico segundo, el objeto del recurso -objeto que
delimita el mbito de nuestro examen- se centra en la relacin que puede existir
(y que, en todo caso, ha de precisarse) entre la condicin de garante (en los
trminos expuestos) y el derecho fundamental a la libertad religiosa y, en su
caso, la afectacin de tal relacin por el principio de legalidad, todo ello solamente desde la perspectiva constitucional que nos es propia.
Para proceder al precitado examen hemos de exponer previamente, en
primer lugar, cules son, segn nuestra doctrina, el contenido y lmites propios del derecho a la libertad religiosa y, en segundo lugar, cules son las
caractersticas peculiares del caso que nos ocupa que pueden afectar -y, en
su caso, en qu sentido- al ejercicio del derecho a su libertad religiosa por los
recurrentes en amparo. A todo ello nos referiremos en los cinco fundamentos jurdicos siguientes.
333
6.
El art. 16 CE reconoce la libertad religiosa, garantizndola tanto
a los individuos como a las comunidades, sin ms limitacin, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden pblico protegido por la Ley (art. 16.1 CE).
334
En su dimensin objetiva, la libertad religiosa comporta una doble exigencia, a que se refiere el art. 16.3 CE: por un lado, la de neutralidad de los
poderes pblicos, nsita en la aconfesionalidad del Estado; por otro lado, el
mantenimiento de relaciones de cooperacin de los poderes pblicos con las
diversas Iglesias. En este sentido, ya dijimos en la STC 46/2001, de 15 de
febrero (RTC 2001, 46), F. 4, que el art. 16.3 de la Constitucin (RCL 1978,
2836 y ApNDL 2875), tras formular una declaracin de neutralidad (SSTC
340/1993, de 16 de noviembre [RTC 1993, 340], y 177/1996, de 11 de
noviembre [RTC 1996, 177]), considera el componente religioso perceptible en la sociedad espaola y ordena a los poderes pblicos mantener las
consiguientes relaciones de cooperacin con la Iglesia Catlica y las dems
confesiones, introduciendo de este modo una idea de aconfesionalidad o
laicicidad positiva que veda cualquier tipo de confusin entre funciones religiosas y estatales (STC 177/1996).
En cuanto derecho subjetivo, la libertad religiosa tiene una doble dimensin, interna y externa. As, segn dijimos en la STC 177/1996, F. 9, la libertad
religiosa garantiza la existencia de un claustro ntimo de creencias y, por
tanto, un espacio de autodeterminacin intelectual ante el fenmeno religioso, vinculado a la propia personalidad y dignidad individual, y asimismo,
junto a esta dimensin interna, esta libertad... incluye tambin una dimensin externa de agere licere que faculta a los ciudadanos para actuar con
arreglo a sus propias convicciones y mantenerlas frente a terceros (SSTC 19/
1985 [RTC 1985, 19], F. 2; 120/1990 [RTC 1990, 120], F. 10, y 137/1990
[RTC 1990, 137], F. 8). Este reconocimiento de un mbito de libertad y de
una esfera de agere licere lo es con plena inmunidad de coaccin del Estado
o de cualesquiera grupos sociales (STC 46/2001 [RTC 2001, 46], F. 4, y,
en el mismo sentido, las SSTC 24/1982, de 13 de mayo [RTC 1982, 24], y
166/1996, de 28 de octubre [RTC 1996, 166]) y se complementa, en su
dimensin negativa, por la prescripcin del art. 16.2 CE de que nadie podr ser obligado a declarar sobre su ideologa, religin o creencias.
La dimensin externa de la libertad religiosa se traduce adems en la
posibilidad de ejercicio, inmune a toda coaccin de los poderes pblicos, de
aquellas actividades que constituyen manifestaciones o expresiones del fenmeno religioso (STC 46/2001 [RTC 2001, 46]), tales como las que se
relacionan en el art. 2.1 de la Ley Orgnica 7/1980, de libertad religiosa (RCL
7.
La aparicin de conflictos jurdicos por razn de las creencias
religiosas no puede extraar en una sociedad que proclama la libertad de
creencias y de culto de los individuos y comunidades as como la laicidad y neutralidad del Estado. La respuesta constitucional a la situacin crtica resultante
de la pretendida dispensa o exencin del cumplimiento de deberes jurdicos,
en el intento de adecuar y conformar la propia conducta a la gua tica o plan
de vida que resulte de sus creencias religiosas, slo puede resultar de un juicio ponderado que atienda a las peculiaridades de cada caso. Tal juicio ha de
establecer el alcance de un derecho -que no es ilimitado o absoluto a la vista
de la incidencia que su ejercicio pueda tener sobre otros titulares de derechos
y bienes constitucionalmente protegidos y sobre los elementos integrantes del
orden pblico protegido por la Ley que, conforme a lo dispuesto en el art. 16.1
CE, limita sus manifestaciones.
Como ya dijimos en la STC 141/2000, de 29 de mayo, F. 4, el derecho que asiste al creyente de creer y conducirse personalmente conforme a
sus convicciones no est sometido a ms lmites que los que le imponen el
respeto a los derechos fundamentales ajenos y otros bienes jurdicos protegidos constitucionalmente.
En este sentido, y sirviendo de desarrollo al mencionado precepto constitucional, prescribe el art. 3.1 LOLR que el ejercicio de los derechos dimanantes de la libertad religiosa y de culto tiene como nico lmite la proteccin
del derecho de los dems al ejercicio de sus libertades pblicas y derechos
fundamentales, as como la salvaguardia de la seguridad, de la salud y de la
moral pblica, elementos constitutivos del orden pblico protegido por la Ley
en el mbito de una sociedad democrtica.
Es esta limitacin la que, adems, resulta de los textos correspondientes a tratados y acuerdos internacionales que, segn lo dispuesto en el art. 10.2
CE, este Tribunal debe considerar cuando se trata de precisar el sentido y
alcance de los derechos fundamentales. As, el art. 9.2 del Convenio europeo
para la proteccin de los derechos humanos y las libertades fundamentales
(CEDH), de 4 de noviembre de 1950 (RCL 1979, 2421 y ApNDL 3627),
prescribe que la libertad de manifestar su religin o sus convicciones no puede
ser objeto de ms restricciones que las que, previstas por la Ley, constituyen
medidas necesarias, en una sociedad democrtica, para la seguridad pblica,
la proteccin del orden, de la salud o de la moral pblicas, o la proteccin de
335
los derechos o las libertades de los dems. Por su parte, el art. 18.3 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Polticos (PIDCP), de 19 de diciembre
de 1966 (RCL 1977, 893 y ApNDL 3630), dispone que la libertad de manifestar la propia religin o las propias creencias estar sujeta nicamente a
las limitaciones prescritas por la Ley que sean necesarias para proteger la
seguridad, el orden, la salud o la moral pblicos, o los derechos y libertades
fundamentales de los dems.
336
8.
La relacionada existencia de lmites en el ejercicio del derecho
fundamental a la libertad religiosa es expresin o manifestacin de que, en
general, los derechos fundamentales no tienen carcter absoluto. As, hemos
dicho en la STC 57/1994, de 28 de febrero (RTC 1994, 57), F. 6, citada al
efecto por la STC 58/1998, de 16 de marzo (RTC 1998, 58), F. 3, que los
derechos fundamentales reconocidos por la Constitucin slo pueden ceder
ante los lmites que la propia Constitucin expresamente imponga, o ante los
que de manera mediata o indirecta se infieran de la misma al resultar justificados por la necesidad de preservar otros derechos o bienes jurdicamente
protegidos (SSTC 11/1981 [RTC 1981, 11], F. 7, y 1/1982 [RTC 1982, 1],
F. 5, entre otras), y que, en todo caso, las limitaciones que se establezcan
no pueden obstruir el derecho fundamental ms all de lo razonable (STC 53/
1986 [RTC 1986, 53], F. 3).
De lo expuesto se desprende, segn afirman las mencionadas Sentencias, que todo acto o resolucin que limite derechos fundamentales ha de asegurar quelas medidas limitadoras sean necesarias para conseguir el fin perseguido (SSTC 69/1982 [RTC 1982, 69], F. 5, y 13/1985 [RTC 1985, 13],
F. 2), ha de atender a la proporcionalidad entre el sacrificio del derecho y la
situacin en la que se halla aquel a quien se le impone (STC 37/1989 [RTC
1989, 37], F. 7), y, en todo caso, ha de respetar su contenido esencial (SSTC
11/1981 [RTC 1981, 11], F. 10; 196/1987 [RTC 1987, 196], FF. 4 a 6; 12/
1990 [RTC 1990, 12], F. 8, y 137/1990 [RTC 1990, 137], F. 6).
9.
Expuestos los puntos fundamentales acerca del contenido y lmites del derecho a la libertad religiosa, hemos de pasar ahora al examen de
aquellos extremos que, dentro del marco de tal derecho, ofrecen aspectos peculiares o especiales que singularizan el caso que nos ocupa y que, adems,
pueden afectar de algn modo al ejercicio, por los ahora recurrentes en amparo, de su derecho a la libertad religiosa y de los deberes dimanantes de su
condicin de garantes. As sucede con el hecho de que la persona afectada
(afectacin hasta el punto de haberse producido su muerte) era un menor
cuya edad era la de trece aos, que se opuso decididamente a que se le transfundiese sangre, basndose tambin, a tal fin, en motivos religiosos.
Confirma este criterio la Ley Orgnica de Libertad Religiosa, de desarrollo de dicho precepto constitucional, que reconoce tal derecho a toda
persona (art. 2.1).
Esta conclusin se ve confirmada, dados los trminos del art. 10.2 CE,
por lo dispuesto en la Convencin de Derechos del Nio, de 20 de noviembre de 1989 (RCL 1990, 2712 (Instrumento de ratificacin de 30 de noviembre de 1990, publicado en el Boletn Oficial del Estado de 31 de diciembre
de 1990), en cuya virtud quedan los Estados parte obligados al respeto del
derecho del nio a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religin
(art. 14.1), sin perjuicio de los derechos y deberes de los padres y, en su caso,
de los representantes legales, de guiar al nio en el ejercicio de su derecho de
modo conforme a la evolucin de sus facultades (art. 14.2).
Asimismo, prescribe el art. 14.3 de dicha Convencin que la libertad
de profesar la propia religin o las propias creencias estar sujeta nicamente a las limitaciones prescritas por la Ley que sean necesarias para proteger
la seguridad, el orden, la moral o la salud pblicos o los derechos y libertades fundamentales de los dems.
En el plano interno, la Ley Orgnica 1/1996, de 15 de enero (RCL
1996, 145), de proteccin jurdica del menor, en esta misma lnea, sanciona
toda posible discriminacin de los menores (de dieciocho aos) por razn de
religin (art. 3) y les reconoce explcitamente derecho a la libertad de ideologa, conciencia y religin (art. 6.1), cuyo ejercicio tiene nicamente las
limitaciones prescritas por la Ley y el respeto de los derechos y libertades
fundamentales de los dems (art. 6.2). En relacin con este derecho dispone igualmente el art. 6.3 que los padres o tutores tienen el derecho y el deber
de cooperar para que el menor ejerza esta libertad de modo que contribuya
a su desarrollo integral.
337
338
10.
Pasemos ahora a considerar la relevancia que, en su caso, pueda
tener la oposicin manifestada del menor al tratamiento mdico prescrito.
Es cierto que el Ordenamiento jurdico concede relevancia a determinados actos o situaciones jurdicas del menor de edad. Ello se aprecia en
concreto atendiendo a la normativa que pudiera regular las relaciones entre
las personas afectadas por el tema que nos ocupa- tanto en la Compilacin
del Derecho Civil de Aragn (aplicable en cuanto tuvieran la vecindad civil en
dicho territorio foral) como, en su caso, en el Cdigo Civil. As, los actos
relativos a los derechos de la personalidad (entre los que se halla precisamente
el de integridad fsica), de los que queda excluida la facultad de representacin legal que tienen los padres en cuanto titulares de la patria potestad, segn
explcitamente proclama el art. 162.1 del Cdigo civil (precepto sin correlato expreso en la Compilacin); tal exclusin, por otra parte, no alcanza al deber
de velar y cuidar del menor y sus intereses.
Tambin cabe sealar diversos actos conducentes a la creacin de efectos jurdicos o a la formalizacin de determinados actos jurdicos, como son,
entre otros, los relativos a la capacidad para contraer matrimonio, para testar, para testificar, para ser odo a fin de otorgar su guarda o custodia a uno
de los progenitores. Y asimismo, en el mbito penal, para la tipificacin de
determinados delitos.
Ahora bien, el reconocimiento excepcional de la capacidad del menor
respecto de determinados actos jurdicos, como los que acaban de ser mencionados, no es de suyo suficiente para, por va de equiparacin, reconocer
la eficacia jurdica de un acto -como el ahora contemplado- que, por afectar
en sentido negativo a la vida, tiene, como notas esenciales, la de ser definitivo y, en consecuencia, irreparable.
De las consideraciones precedentes cabe concluir que, para el examen
del supuesto que se plantea, es obligado tener en cuenta diversos extremos.
En primer lugar, el hecho de que el menor ejercit determinados derechos
fundamentales de los que era titular: el derecho a la libertad religiosa y el
derecho a la integridad fsica. En segundo lugar, la consideracin de que, en
todo caso, es prevalente el inters del menor, tutelado por los padres y, en su
caso, por los rganos judiciales. En tercer lugar, el valor de la vida, en cuanto bien afectado por la decisin del menor: segn hemos declarado, la vida,
en su dimensin objetiva, es un valor superior del ordenamiento jurdico
En el recurso de amparo se alega precisamente, como ya hemos indicado, el error de la Sentencia impugnada al establecer la irrelevancia del
consentimiento u oposicin de un nio menor de trece aos de edad, mxime cuando, como en este caso, est en juego su propia vida.
339
340
constituye una cuestin fctica que, resuelta por el Tribunal en forma legal,
carece de dimensin constitucional.
No puede admitirse, en su radicalidad, la tesis expuesta, la cual en realidad hace supuesto de la cuestin sometida a debate. Los derechos y obligaciones que surgen en el mbito de las relaciones humanas -concretados por
las normas que estructuran la llamada legalidad ordinaria- son vlidos y eficaces en la medida en que su contenido no rebasa el marco constitucional,
respetando los lmites propios de los derechos fundamentales.
341
137), F. 5, el derecho fundamental a la vida tiene un contenido de proteccin positiva que impide configurarlo como un derecho de libertad que incluya
el derecho a la propia muerte. En definitiva, la decisin de arrostrar la propia muerte no es un derecho fundamental sino nicamente una manifestacin
del principio general de libertad que informa nuestro texto constitucional, de
modo que no puede convenirse en que el menor goce sin matices de tamaa
facultad de autodisposicin sobre su propio ser.
342
En el marco de tal delimitacin de los derechos en conflicto, las consecuencias del juicio formulado por el rgano judicial no tenan por qu extenderse a la privacin a los padres del ejercicio de su derecho fundamental a la
libertad religiosa y de conciencia. Y ello porque, como regla general, cuando
se trata del conflicto entre derechos fundamentales, el principio de concordancia
prctica exige que el sacrificio del derecho llamado a ceder no vaya ms all de
las necesidades de realizacin del derecho preponderante (acerca de este principio de proporcionalidad entre derechos fundamentales, por todas, SSTC 199/
1987, de 16 de diciembre [RTC 1987, 199], F. 7, y 60/1991, de 14 de marzo
[RTC 1991, 60], F. 5). Y es claro que en el presente caso la efectividad de ese
preponderante derecho a la vida del menor no quedaba impedida por la actitud de sus padres, visto que stos se aquietaron desde el primer momento a la
decisin judicial que autoriz la transfusin. Por lo dems, no queda acreditada ni la probable eficacia de la actuacin suasoria de los padres ni que, con independencia del comportamiento de stos, no hubiese otras alternativas menos
gravosas que permitiesen la prctica de la transfusin.
13.
Una vez realizada dicha ponderacin no concurra ya ningn otro
elemento definidor de los lmites al ejercicio de la libertad religiosa. Concretamente, el art. 16.1 CE erige el orden pblico como lmite de las manifestaciones de este derecho. Pues bien, entendido dicho lmite en el plano constitucional, cuando se trata de conflictos entre derechos fundamentales su
preservacin se garantiza mediante la delimitacin de stos, tal y como se ha
efectuado en este caso.
A partir de los arts. 9.2 CEDH (RCL 1999, 1190 y 1572) y 18.3 PIDCP
(RCL 1977, 893 y ApNDL 3630), anteriormente citados, podemos integrar,
asimismo, en esa nocin de orden pblico la seguridad, la salud y la moral pblicas (como por otra parte se cuida de hacer el art. 3.1 LOLR). Pues bien
es claro que en el caso que nos ocupa no hay afectacin de la seguridad o de
la moral pblica. Y tampoco la hay en cuanto a la salud, ya que los textos
internacionales, que sirven de pauta para la interpretacin de nuestras normas
(art. 10.2 CE), se refieren en los preceptos citados a la salud pblica, entendida con referencia a los riesgos para la salud en general.
14.
Sentados los anteriores extremos, procederemos al examen de
qu concretas acciones se exigan a los padres, en el caso sometido a nuestra
consideracin, en relacin con la prestacin del tratamiento mdico autorizado por la resolucin judicial.
En primer lugar, se les exiga una accin suasoria sobre el hijo a fin de que
ste consintiera en la transfusin de sangre. Ello supone la exigencia de una
concreta y especfica actuacin de los padres que es radicalmente contraria a
sus convicciones religiosas. Ms an, de una actuacin que es contradictoria,
desde la perspectiva de su destinatario, con las enseanzas que le fueron transmitidas a lo largo de sus trece aos de vida. Y ello, adems, sobre la base de una
mera hiptesis acerca de la eficacia y posibilidades de xito de tal intento de
convencimiento contra la educacin transmitida durante dichos aos.
343
bre l fuera ejercida la accin tutelar del poder pblico para su salvaguarda,
accin tutelar a cuyo ejercicio en ningn momento se opusieron.
2.
Restablecer en su derecho a los recurrentes en amparo y,
a tal fin, anular las Sentencias de la Sala de lo Penal del Tribunal Supre-
345
346
Documentos Constitucionales
347
Documentos Constitucionales
348
TTULO I
PRINCIPIOS GENERALES
Art. 2.- PROTECCIN JUDICIAL. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rpido o a cualquier otro medio efectivo ante los jueces o Tribunales competentes que la ampare contra actos que violen o amenacen sus
derechos fundamentales reconocidos por la Constitucin Provincial y Nacional, la ley o los tratados, an cuando tal lesin sea cometida por personas que
acten en ejercicio de sus funciones pblicas.
Art. 3.- MBITO DE APLICACIN. La aplicacin de este Cdigo corresponde a los Tribunales provinciales cuando el acto, omisin o simple hecho que lo motive emane de autoridad provincial, y si procede de un particular debe estarse a lo que establecen las normas de competencia.
Si se ignora inicialmente quin es la autoridad que produce el acto, omisin o hecho lesivo, conoce cualquier Tribunal segn las reglas que rigen su
competencia territorial hasta establecer el presupuesto del prrafo anterior que
determine definitivamente el Tribunal de aplicacin. Las actuaciones en este caso
se remiten al mismo para continuar segn su estado.
Art. 4.- COMPETENCIA. Las acciones de hbeas corpus, amparo y de
proteccin de los derechos comunes o difusos, y de inconstitucionalidad se
interponen y sustancian ante los Tribunales de primera instancia.
Cuando se trate de actos lesivos que emanen de los Poderes Ejecutivo, Legislativo, Cmaras de Apelaciones y Cmaras de Instancia Unica, tiene competencia exclusiva para entender en la peticin la Corte Suprema de Justicia. Si el acto
emana de un Juez de Primera Instancia, entiende la Cmara de Apelaciones.
Documentos Constitucionales
Art. 1.- OBJETO. El presente Cdigo tiene por fin garantizar los derechos de las personas consagrados por la Constitucin Provincial y Nacional,
los tratados y las leyes Provinciales.
349
Justicia Constitucional. Revista de Jurisprudencia y Doctrina
Ao I - N. 2 - agosto - diciembre, Lima, 2005
TTULO II
GARANTIAS A LOS DERECHOS PERSONALES
Documentos Constitucionales
CAPTULO I
DISPOSICIONES COMUNES.
350
Art. 12.- PLAZOS. Los plazos establecidos en este Cdigo son perentorios
e improrrogables. Cualquier retardo en su cumplimiento es sancionado disciplinariamente sin perjuicio de la accin por responsabilidad del funcionario.
No se interrumpen ni se suspenden por ningn incidente ni actuacin que
no est expresamente preceptuado por la ley.
Los trminos para las actuaciones y resoluciones judiciales se cuentan a
partir del recibo de la gestin que los motive, y para las actividades de las partes
desde la notificacin de la resolucin que las cause.
Art. 13.- IMPULSO PROCESAL. Una vez requerida la intervencin
judicial, el Tribunal acta de oficio y con la mayor celeridad sin que pueda
invocarse la inercia de las partes para retardar el procedimiento.
Art. 14.- FACULTADES DEL TRIBUNAL: PREFERENCIA Y CELERIDAD. La sustanciacin de un hbeas corpus o de un amparo, en este orden, se hace sin prdida de tiempo, posponiendo cualquier asunto de distinta
naturaleza que tuviera el Tribunal.
Art. 15.- COMPETENCIA. Se observan, en lo pertinente, las normas
sobre competencia por razn de la materia, salvo que aquellas engendren
dudas razonables al respecto, en cuyo caso el Juez requerido debe conocer de la
accin.
Si el Tribunal se considera incompetente as lo declara dentro de las veinticuatro (24) horas de promovida la demanda y en el acto eleva en consulta
inmediata la cuestin al Tribunal superior que decide a ms tardar dentro de
las veinticuatro (24) horas siguientes. Si confirma la incompetencia, remite inmediatamente los autos al Tribunal competente, quien debe ser determinado
en la sentencia. Si revoca la decisin, el Tribunal interviniente prosigue de
inmediato con el procedimiento.
Art. 16.- DEFECTOS FORMALES. El Tribunal debe proveer de inmediato las medidas necesarias para subsanar los defectos formales de un hbeas
corpus o de un amparo.
Si la presentacin es oscura de manera que no puede establecerse claramente el hecho que la motiva, o no llena los requisitos indicados, el Tribunal dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de recibida, si lo considera necesario, puede intimar al presentante para que en el trmino perentorio que
le fije, que no puede exceder de las setenta y dos (72) horas, aclare los trminos de su demanda o corrija defectos, los cuales deben sealrsele concretamente en la misma resolucin. Si el peticionante no lo hace, la presentacin
es rechazada de plano.
Documentos Constitucionales
351
Art. 17.- CONVERTIBILIDAD DE LA ACCIN. Cuando el Juez al conocer el asunto advierta que no se trata de un hbeas corpus sino de un amparo
o viceversa, as lo declara y prosigue la tramitacin de conformidad a lo establecido por esta ley.
El Juez, si lo estima necesario, puede conceder al interesado un trmino de hasta tres (3) das para que convierta la accin. Si ste no lo hiciere
resolver el asunto conforme a derecho.
Art. 18.- RECUSACIN. No es admisible la recusacin sin causa. Si
el Juez interviniente se considera inhabilitado por temor a parcialidad, as lo
declara pero debe seguir el curso del procedimiento hasta que se haga cargo el Juez subrogante. No pueden articularse cuestiones previas, reconvenciones ni incidentes.
Art. 19.- JURISDICCIN. Es competente para conocer de estas acciones, el Tribunal de Primera Instancia con jurisdiccin en el lugar en que
el acto se exteriorice, tenga o pueda tener efecto.
Documentos Constitucionales
352
Art. 20.- SUJETOS Y AUTORIDADES REQUERIDAS. OBLIGACIONES. Los mandamientos judiciales expedidos en los procedimientos de
hbeas corpus y amparo deben ser cumplidos de inmediato por los particulares y los funcionarios y empleados pblicos requeridos al efecto del modo
y en el plazo que aquellos establezcan.
Si se ignora la identidad de la autoridad directamente responsable, la orden
se libra al superior jerrquico del demandado o a quien el Tribunal determine.
Cuando un rgano o agente de la Administracin Pblica, o un particular
requerido al efecto, demore maliciosamente, niegue, o de alguna forma obstaculice la sustanciacin de estas acciones, el Tribunal debe pasar las actuaciones
al Juez competente a los fines de las responsabilidades penales incurridas.
Las dems autoridades de la Administracin Pblica, provincial o municipal, y de los organismos de seguridad de-ben adoptar los recaudos necesarios para
el efectivo cumplimiento de la presente ley, y poner a disposicin del Tribunal interviniente los medios a su alcance para la realizacin de su cometido.
Art. 21.- INFORME. El Tribunal deber ordenar al sujeto identificado
como autor del agravio que presente un informe por escrito.
El informe requerido debe contener de manera circunstanciada los antecedentes, motivos y fundamentos de la medida, los preceptos legales en que
se funda y la prueba que exista contra el denunciado.
2.
La correlacin entre la orden de restriccin de derechos o de
privacin de la libertad o la medida cuestionada y la situacin que dio origen
a la declaracin de estado de sitio;
3.
La agravacin ilegtima de la forma y condiciones en que se
cumple la restriccin de los derechos o la privacin de la libertad que en
ningn caso podr hacerse efectiva en establecimientos destinados a la ejecucin de penas;
Documentos Constitucionales
4.
El efectivo ejercicio del derecho de opcin previsto en la ltima parte del artculo 23 de la Constitucin Nacional.
Art. 26.- COSTAS. Cuando la decisin hace lugar a la accin, las costas son a cargo del responsable del acto lesivo, salvo el caso de inconstitucio-
353
Documentos Constitucionales
Los jueces y los funcionarios intervinientes que incurren injustificadamente en incumplimiento de los plazos que este Cdigo prev son sancionados con multa determinada segn el prrafo anterior, sancin que aplica el
Juez en la decisin cuando se trata de funcionarios requeridos y el superior
cuando se trata de magistrados judiciales, sin perjuicio de lo dispuesto por el
artculo 42 de la Constitucin Provincial.
354
El Tribunal Superior puede ordenar la celebracin de la audiencia prevista en este Cdigo, salvando los errores u omisiones incurridos por el Tribunal de Primera Instancia. El Superior resuelve el recurso en acuerdo fundado dentro de los tres (3) das de recibidos los autos y de veinticuatro (24)
horas cuando se trata de un hbeas corpus.
Art. 30.- QUEJA. Contra la decisin que rechaza el recurso procede la
queja ante el Tribunal Superior del Juez interviniente, la que debe interponerse
dentro de las veinticuatro (24) horas de notificada la misma. En el mismo trmino debe el Superior resolver sobre su concesin o denegacin.
Art. 31.- LEY SUPLETORIA
Son de aplicacin subsidiaria en la tramitacin de estos procedimientos
las normas procesales vigentes en cada fuero cuidando el Tribunal de adaptarlas a los principios de celeridad y eficacia.
CAPITULO II
Documentos Constitucionales
HABEAS CORPUS
355
6.
Ilegitimidad de la incomunicacin del detenido o exceso de las
condiciones establecidas por la ley o del plazo de tres (3) das de incomunicacin fijado por el artculo 32 de la Constitucin Provincial.
7.
Cuando la causa que motiva la detencin no est tipificada y
penada en ley vigente al momento del hecho.
Art. 33.- COMPETENCIA. Son competentes para entender en los
hbeas corpus los Jueces de Instruccin, segn las reglas que establecen su
jurisdiccin territorial.
Art. 34.- DENUNCIA. La presentacin del hbeas corpus debe contener la identidad y domicilio del denunciante y, todos los datos que se conocieren de la persona beneficiaria; identificacin y dems informacin sobre el
sujeto de quien emana el acto lesivo y sobre la ilegitimidad del mismo, en la
medida en que sean conocidos, y toda otra informacin que conduzca a la
mejor averiguacin de la verdad.
Documentos Constitucionales
356
Art. 36.- MINISTERIO PBLICO. Presentada la denuncia, el Tribunal debe ponerla en conocimiento del Ministerio Pblico por escrito. Este tiene
en el procedimiento todos los derechos otorgados a los dems intervinientes,
pero no es necesario citarlo o notificarlo para la realizacin de actos posteriores. Puede presentar las instancias que crea convenientes y recurrir la decisin
cualquiera sea el sentido de ella.
Art. 37.- AUTO DE HABEAS CORPUS. INFORME. El Juez interviniente ordena al sujeto identificado como infractor presente el informe escrito del artculo 21 dentro de un plazo de veinticuatro (24) horas.
Simultneamente, cuando exista privacin de la libertad de la persona,
ordena que se presente de inmediato al detenido por ante el Tribunal. Al mismo
tiempo, ordena abstenerse de efectuar, respecto del ofendido, acto alguno que
pueda causar la lesin amenazada, agravar o hacer imposible la resolucin definitiva que adopte el Tribunal.
El informe requerido, adems de las condiciones establecidas en el artculo 21, debe sealar la forma y condiciones en que se cumple la restriccin
de la libertad, si ha obrado por orden escrita de autoridad competente, caso
en el cual debe acompaar testimonio y, si el detenido hubiese sido puesto a
disposicin de otra autoridad, indicar ante quin, por qu causa y en qu oportunidad se efectu la transferencia. Las autoridades en cuya custodia estuvo
el detenido antes de ser transferido o que han sido notificadas de un hbeas
Documentos Constitucionales
En todo momento el Juez puede ordenar cualquier medida de proteccin de los derechos del amparado, pudiendo requerir su presencia cuantas
veces lo crea conveniente.
357
Documentos Constitucionales
1.
Da y hora de su emisin.
2.
Mencin del acto denunciado como lesivo, e identificacin del
sujeto que lo produjo y de la persona que lo sufre.
3.
Motivacin de la decisin, donde se examina entre otros aspectos
los siguientes:
a) si la autoridad tena competencia para dictar la restriccin de la libertad
o la medida impuesta.
b) si la detencin se orden ilegtimamente o contra lo dispuesto en el
artculo 18 de la Constitucin Nacional.
c) si existe auto de detencin o prisin preventiva legalmente decretada
o si la pena que se est cumpliendo es la impuesta por sentencia firme.
d) si, en caso de estar suspendidas las garantas constitucionales, se dan
los recaudos previstos en el artculo 25 de este Cdigo y la resolucin se dict dentro de las limitaciones constitucionales y de las razonablemente derivadas de la misma declaratoria de Estado de Sitio.
e) si por algn motivo fuere indebida la privacin de la libertad o la
medida impuesta.
6.
Documentos Constitucionales
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Documentos Constitucionales
Puede interponer el recurso el amparado, su defensor, el sujeto responsable del agravio, o su representante y el denunciante nicamente por la sancin o
costas que se le hubieran impuesto, cuando la decisin les cause gravamen.
360
Art. 48.- DENUNCIANTE. El denunciante puede intervenir en el procedimiento con asistencia letrada y tiene los derechos reconocidos a los dems
intervinientes, salvo lo dispuesto en el ltimo prrafo del artculo anterior.
Art. 49.- REGISTRO DE PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD. Crase el Registro Provincial de Personas detenidas, privadas o restringidas de su libertad fsica dependiente de la Corte Suprema de Justicia, al cual toda autoridad
pblica, nacional, provincial o municipal, de cualquier tipo o naturaleza debe
comunicar la restriccin de la libertad fsica impuesta a una persona bajo su jurisdiccin dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de producida, informando la
identidad y dems datos personales del afectado, clase y duracin de la limitacin,
debiendo mantener actualizada esta informacin y comunicar cualquier agravamiento o modificacin de las condiciones de la privacin de la libertad.
CAPTULO III
AMPARO GENERAL
Art. 50.- PROCEDENCIA. La accin de amparo se deduce contra todo
acto, omisin o hecho de rganos o agentes del Estado provincial o entes
autrquicos provinciales, o de particulares, que, en forma actual o inminente, viola, lesiona, restrinja, altera o amenaza violar con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, los derechos, libertades o garantas explcita o implcitamente
reconocidos por la Constitucin Provincial o Nacional y los tratados internacionales con jerarqua constitucional, con excepcin de los protegidos por el
hbeas corpus.
Art. 51.- INADMISIBILIDAD. La accin de amparo no es admisible:
1.
Cuando se trate de un acto jurisdiccional emanado de Tribunal
del Poder Judicial de la Provincia o de la Nacin; o del Tribunal de la Legislatura en el Juicio Poltico.
2.
Contra las leyes u otras disposiciones normativas con fuerza de
ley, salvo cuando se impugnen conjuntamente con actos de aplicacin individual de aquellas o cuando se trate de normas de accin automtica, de manera que sus preceptos resulten obligatorios inmediatamente por su sola promulgacin sin necesidad de otras normas o actos que los desarrollen o los
hagan aplicables al perjudicado y configure un supuesto del artculo anterior.
La falta de impugnacin directa de los decretos o disposiciones generales a
que se refiere este inciso o el transcurso del plazo para formularla no impide
que los actos de aplicacin individual puedan discutirse en la va de amparo,
siempre que se infrinja algn derecho fundamental del reclamante, protegido por el artculo 50.
Cuando la accin u omisin ha sido consentida por la persona
Art. 52.- PLAZO DE CADUCIDAD. El amparo se interpone en cualquier tiempo mientras subsista la accin u omisin que motiva el mismo, y
hasta noventa (90) das hbiles despus de que hayan cesado totalmente sus
efectos directos respecto del perjudicado.
Art. 53.- RECLAMO ADMINISTRATIVO PREVIO. No ser necesaria la reposicin o ningn otro recurso administrativo para interponer la accin de amparo. Cuando el afectado opte por ejercitar los recursos administrativos que concede el ordenamiento, se suspende el plazo de caducidad mientras la administracin no resuelva expresamente, sin perjuicio de que se ejerza directamente en cualquier momento.
Art. 54.- SUJETO PASIVO. La accin de amparo puede dirigirse contra el funcionario o titular del rgano que aparezca como presunto autor del
agravio. Si uno u otro han actuado en cumplimiento de ordenes o instrucciones
impartidas por un superior, o con su autorizacin o aprobacin, se tiene por
entablado el amparo contra ambos, sin perjuicio de lo que se decida en la sentencia. De ignorarse la identidad del agente pblico, la accin se tendr establecida contra el superior jerrquico.
Tambin, puede dirigirse contra particulares presuntos autores del agravio. Si se trata de una persona jurdica, contra su representante legal; y si lo
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3.
agraviada.
361
es una empresa, grupo o colectividad organizados, contra su representante aparente o el responsable individual.
Puede darse intervencin al tercero que tenga derechos subjetivos en relacin a la norma o acto que motive la accin de amparo. Adems, quien tenga
un inters legtimo en el resultado de la accin puede apersonarse e intervenir en procedimiento como tercero coadyuvante del actor o del demandado.
Art. 55.- DEMANDA. La accin de amparo se interpone por cualquier medio
de comunicacin escrito, por telegrama o carta documento y debe contener:
1.
El nombre, apellido, nacionalidad y domicilio real y constituido
y, en su caso, del accionante o personera invocada suficientemente justificada;
2.
La individualizacin, en lo posible, del autor del acto u omisin
impugnados o de quien hubiere ordenado la restriccin;
3.
La relacin circunstanciada, con la mayor claridad posible, de
los hechos, actos u omisiones que han producido o que estn en vas de producir la lesin que motiva el amparo;
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4.
362
der por los daos que tales medidas pudieren ocasionar. La solicitud debe resolverse el mismo da de su presentacin.
Cuando la suspensin acordada por la medida de no innovar afecte un
servicio pblico o a la administracin, el Juez puede dejarla sin efecto, declarando a cargo de la autoridad demandada o personalmente por los que la desempean, la responsabilidad por los perjuicios que se deriven de su ejecucin.
De igual modo, el Juez interviniente puede dictar cualquier medida de
conservacin o seguridad que la prudencia aconseje, para prevenir riesgos materiales o evitar que se produzcan otros daos como consecuencia de los hechos realizados, todo conforme con las circunstancias del caso.
El Juez, por resolucin fundada, puede hacer cesar en cualquier momento la
autorizacin de ejecucin o las otras medidas cautelares que se hubieren dictado.
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Art. 59.- INFORME. Cuando el Juez considere que la accin es formalmente procedente o no fuere del caso resolver interlocutoriamente el amparo, da inmediato traslado de la demanda al accionado y debe ordenar el informe del artculo 21. La omisin del pedido de informe es causa de nulidad
del proceso. La contestacin debe hacerse en el plazo que se le fije, en razn
de las particularidades del caso, que no podr exceder de las setenta y dos (72)
horas corridas.
363
Si quedase prueba pendiente de produccin por causas ajenas a la diligencia de las partes, o el Juez considera necesario ordenar medidas para mejor proveer puede ampliar dicho trmino por igual plazo. Cumplidas estas actuaciones
el Juez de inmediato dicta sentencia dentro de las cuarenta y ocho (48) horas.
Art. 61.- SENTENCIA. La sentencia debe contener:
1.
2.
Identidad del agraviado y mencin concreta de la autoridad o
el particular del cual emana la accin u omisin denunciados como lesivos;
3.
Fundamentos de la decisin;
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4.
Parte resolutiva expresando claramente el acogimiento o rechazo
del amparo, y determinacin precisa de los actos a cumplir, con las especificaciones necesarias para su debida ejecucin, y, en su caso, el plazo fijado para
su cumplimiento;
364
5.
6.
Art. 62.- EFECTOS. La sentencia que concede el amparo declara ilegtima la accin u omisin que dio lugar a la accin, y ordena que se cumpla
lo dispuesto por el Tribunal dentro del trmino que el propio fallo seale, segn
corresponda en cada caso.
Cuando el acto impugnado sea de carcter positivo, la sentencia que conceda el amparo tiene por objeto restituir o garantizar al agraviado el pleno goce
de su derecho, y restablecer las cosas al estado que guardaban antes de la violacin, cuando fuere posible.
Si el amparo ha sido establecido para que una autoridad reglamente,
cumpla o ejecute lo que una ley y otra disposicin normativa ordena, dicha
autoridad tiene el plazo que fija la sentencia para cumplir con la prevencin.
Cuando lo impugnado ha sido la denegacin de un acto o una omisin,
la sentencia ordena realizarlo u obliga al responsable a que acte en el sentido de respetar el derecho de que se trate, para lo cual otorga un plazo prudencial perentorio. Si se hubiere tratado de una mera conducta o actuacin
material, o de una amenaza, ordena su inmediata cesacin, as como evitar
toda nueva violacin o amenaza, perturbacin o restriccin semejante.
En todo caso, el Juez establece los dems efectos de la sentencia para el
caso concreto.
Art. 63.- CESACIN DE LOS EFECTOS. Si al tiempo de hacerse lugar el amparo han cesado los efectos del acto reclamado, o ste se ha consumado en forma que no sea posible restablecer al perjudicado en el goce de su
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AMPAROS ESPECIALES
Ser competente para conocer en esta accin el Juez en lo Civil y Comercial Comn.
Art. 68.- AMPARO ELECTORAL. Cuando un elector se considere arbitraria e ilegalmente, afectado en su inmunidad, libertad o seguridad electo-
365
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Sern competentes los Tribunales de I Instancia en lo Civil y Comercial Comn, del Trabajo o Contencioso Administrativo, segn la naturaleza
de la entidad de que se trate.
366
Art. 69.- AMPARO FISCAL. La persona individual o colectiva perjudicada en el normal ejercicio de un derecho o actividad por demora excesiva de
los empleados administrativos en realizar un trmite o diligencia a cargo de
la Direccin General de Rentas de la Provincia, puede recurrir en amparo por
los Tribunales en lo Contencioso Administrativo.
El Tribunal, si lo juzga procedente, en atencin a la naturaleza del caso,
requiere del funcionario a cargo de la Direccin General de Rentas que dentro de un plazo no mayor de tres (3) das informe sobre la causa de la demora imputada y forma de hacerla cesar.
Contestado el requerimiento o vencido el plazo para hacerlo el Tribunal
puede resolver lo que corresponda para garantizar el derecho del afectado, ordenando en su caso la realizacin del trmite administrativo o liberando de l
al particular mediante el requerimiento de la garanta que estime suficiente.
Art. 70.- AMPARO POR MORA DE LA ADMINISTRACIN. Cuando la Constitucin, la ley u otra norma con fuerza de ley imponga a un funcionario, reparticin o ente pblico administrativo un deber concreto de cumplir
en un plazo determinado y la administracin fuere morosa en la tramitacin
de un expediente administrativo, toda persona afectada que fuere parte del
mismo puede solicitar al Tribunal en lo Contencioso Administrativo, libre orden
de pronto despacho.
Dicha orden es procedente cuando la autoridad administrativa ha dejado vencer los plazos fijados y en caso de no existir stos, si hubo una irrazonable demora en su tramitacin sin emitir el dictamen o resolucin de mero
trmite o de fondo que requiere el interesado.
Presentado el petitorio, el Tribunal se expide sobre su procedencia, teniendo en cuenta las circunstancias del caso, y si lo estima pertinente requiere a la
autoridad administrativa interviniente, en el plazo que le fije, informe sobre las
causas de la demora aducida. La decisin del Tribunal es inapelable. Contestado el requerimiento o vencido el plazo sin que se lo haya evacuado, resuelve
librar la orden para que la autoridad administrativa responsable despache las actuaciones en el plazo que se establezca en atencin a las circunstancias del caso.
La desobediencia a la orden de pronto despacho es puesta en conocimiento de la autoridad superior correspondiente a los mismos a los efectos de
la sancin disciplinaria que proceda y a la Justicia Penal. Asimismo faculta al
Tribunal a aplicar, a peticin de parte, las sanciones pecuniarias compulsivas
y progresivas tendientes al cumplimiento de su decisin, cuyo importe es en
beneficio de la parte perjudicada por el incumplimiento. La condena ser graduada prudencialmente por el Tribunal de acuerdo a las circunstancias del caso
y a la entidad de la desobediencia, previa intimacin, bajo apercibimiento por
el trmino de cinco (5) das.
CAPTULO V
AMPAROS COLECTIVOS
Art. 71.- EXTENSIN. La defensa jurisdiccional de los intereses colectivos comprende la tutela de la salud pblica; la conservacin del equilibrio ecolgico, de la fauna y de la flora, y la proteccin del medio ambiente de conformidad a los principios contenidos en el Art. 36 de la Constitucin Provincial; la preservacin del patrimonio cultural y de los valores estticos, histricos, urbansticos, artsticos, arquitectnicos, arqueolgicos y paisajsticos amparados por el inciso 1 del artculo 124 de la Constitucin Provincial; la correcta comercializacin de mercaderas a la poblacin, la competencia leal y
los intereses y derechos del consumidor y del usuario de servicios pblicos; en
general, la defensa de valores similares de la comunidad y de cualesquiera
otros bienes que respondan, en forma idntica, a necesidades comunes de
grupos humanos a fin de salvaguardar la calidad de la vida social.
Art. 72.- AMBITO DE APLICACIN. Las normas bsicas sustanciales de esta ley tienen vigencia en todo el territorio de la Provincia, cualesquiera
sea el Tribunal que las aplique.
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367
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Art. 73.- SUBSIDIARIEDAD. No es admisible esta accin si se hubiera dejado de usar oportunamente vas de impugnacin especiales acordada por
las leyes o reglamentos salvo que por tales vas no pudiera obtenerse la finalidadtuitiva garantizada por esta ley.
368
Documentos Constitucionales
Art. 78.- LEGITIMACION ACTIVA. El Ministerio Pblico, el Defensor del Pueblo y las agrupaciones privadas legalmente reconocidas, constituidas
para la defensa de los intereses colectivos, adecuadamente representativas de
la comunidad registrados conforme lo establezca la ley, con exclusin de cualquier otro sujeto, estn indistintamente legitimados para proponer e impulsar
las acciones previstas en esta ley. Las dems personas pueden denunciar ante
el Ministerio Pblico o el Defensor del Pueblo, los hechos que permitan articular la accin reglamentada.
3.
Que la agrupacin est ligada territorialmente al lugar de produccin de la situacin lesiva del inters colectivo.
369
4.
El nmero de miembros, antigedad en su funcionamiento, actividades y programas desarrollados y toda otra circunstancia que refleje la seriedad y responsabilidad de la trayectoria de la agrupacin, en defensa de los
intereses colectivos.
Las asociaciones legitimadas estn habilitadas para tomar intervencin
como litis consortes de cualesquiera de las partes.
En caso de desistimiento o abandono de la accin de las entidades legitimadas, la titularidad activa es asumida por el Ministerio Pblico.
Cuando hay dificultades para la individualizacin de las legitimaciones, el Juez o Tribunal dispone las medidas ms idneas a los fines de la
regular constitucin del proceso, salvaguardando el principio de contradiccin.
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Art. 79.- PUBLICIDAD. Promovida la accin se da publicidad de la misma por edictos o por televisin, radio o cualquier otro medio de difusin que
el Juez estime conveniente. La publicidad de la demanda debe contener una
relacin circunstanciada de los elementos de la misma en cuanto a personas,
tiempo y lugar y la reproduccin literal del prrafo siguiente.
370
Dentro del plazo de cinco (5) das desde la ltima publicacin, pueden
postularse, interponiendo la demanda respectiva, las agrupaciones privadas de
defensa que invoquen mejor derecho para obrar como legitimado activo; asimismo pueden los sujetos singularmente damnificados acumular su pretensin a la accin colectiva, unificando personera en representante de la agrupacin legitimada.
Art. 80.- LEGITIMACION PASIVA. Son sujetos pasivos de las acciones previstas en la presente ley:
1.
Las personas privadas de existencia fsica o ideal que realicen en forma directa o a travs de los que estn bajo su dependencia, los hechos u omisiones lesivos; y quienes se sirvan o tengan a su cuidado las cosas o actividades, que
generen la privacin, perturbacin o amenaza de los intereses colectivos.
2.
El Estado y dems personas jurdicas pblicas, cuando asumen
la calidad prevista en el inciso precedente, o cuando los recaudos exigidos para
la autorizacin de la actividad privada o en la medidas adoptadas para el control
de su adecuada ejecucin, obra en ejercicio manifiestamente insuficiente o ineficaz de sus atribuciones, tendientes a la prevencin de los eventos daosos
para los intereses colectivos.
Art. 81.- EXONERACIN. Los sujetos responsables slo pueden repeler estas acciones cuando acrediten que el dao o amenaza al inters colectivo es consecuencia del hecho de un tercero por el que no debe responder, o
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Art. 84.- CONCILIACIN. El Juez puede citar a las partes a una instancia obligatoria de conciliacin de los intereses en conflicto.
Art. 87.- DISPOSICIN GENERAL. ALCANCE. Los Tribunales y juzgados de la Provincia en el ejercicio de sus funciones, proceden aplicando la
Constitucin nacional y provincial y los tratados internacionales con garanta
371
constitucional relativos a derechos y garantas fundamentales, como ley suprema respecto a las leyes y disposiciones normativas con fuerza de ley emanadas de cualquier autoridad de la Provincia.
La declaracin de inconstitucionalidad pronunciada por los Tribunales
slo tiene efectos especficos para la causa en que se entiende.
CAPTULO I
DE OFICIO
Art. 88.- DECLARACIN JUDICIAL DE INCONSTITUCIONALIDAD DE OFICIO. El control de constitucionalidad debe ejercerse por la Justicia, an sin peticin de parte interesada, en aquellas causas llamadas a su conocimiento.
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1.
La demanda debe interponerse dentro del plazo de sesenta (60)
das corridos a contar desde la publicacin oficial de la norma cuestionada, la
notificacin o conocimiento del acto administrativo. La caducidad del plazo
no impide la articulacin de la cuestin constitucional por va de excepcin,
si en atencin a las circunstancias del caso, correspondiere.
2.
Si lo cuestionado es una norma o acto administrativo provincial
o municipal, debe darse traslado de la demanda a la Provincia, a la Municipalidad o al ente autrquico que los produjo segn corresponda. En todos los
casos se da intervencin al Ministerio Pblico.
3.
En caso que la norma o acto cuestionado proteja los intereses
de alguna categora de personas; el Tribunal para integrar la litis debe dar intervencin a las entidades representativas de las mismas.
4.
El trmite se sustancia de acuerdo a las disposiciones del proceso sumario previsto en el Cdigo de Procedimientos en lo Civil y Comercial.
El caso contencioso a que da lugar a una accin declarativa de inconstitucionalidad no se limita a las cuestiones de ndole econmica de inters
privado del justiciable, sino que comprende la defensa por parte de cualquier persona o asociacin de los intereses pblicos que se encuentran protegidos explcita o implcitamente por el orden jurdico nacional y provincial o internacional aplicables en la Provincia.
CAPTULO III
POR APELACIN ANTE CORTE SUPREMA
Art. 91.- RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. SUPUESTOS.
Corresponde a la Corte Suprema de Justicia conocer de los recursos que se interpongan contra las sentencias definitivas dictadas en ltima instancia o los autos
que tengan la virtualidad de poner fin a la accin o hacer imposible su continuacin, de los Tribunales inferiores dictados en causa en que se hubiere controvertido la constitucionalidad o inconstitucionalidad de las leyes, decretos y reglamentos que estatuyen sobre materias regidas por la Constitucin provincial,
siempre que ello forme la materia principal de la discusin entre las partes, y la
sentencia o el auto fuere contrario a las pretensiones del recurrente.
Art. 92.- PROCEDENCIA.
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5.
Si la sentencia resuelve que la norma o el acto en cuestin es inconstitucional, ste no es aplicable a la actora ni a los representados por la actora
cuando sta fuera una institucin intermedia con personera jurdica cuyos estatutos contemplen tal representacin.
373
Una vez radicado un juicio ante los Tribunales provinciales es sentenciado y fenecido en dicha jurisdiccin y, slo puede apelarse a la Corte Suprema de Justicia por va del recurso de inconstitucionalidad las resoluciones
definitivas referidas en el artculo anterior en los casos siguientes:
1.
Cuando la inteligencia de alguna clusula de la Constitucin ha
sido controvertida y, en especial, si media el cuestionamiento de un derecho
fundamental protegido por aqulla.
2.
Cuando la validez de una ley, decreto, norma con fuerza de ley
o acto de una autoridad provincial se ha puesto en cuestin bajo la pretensin
de ser contrario a la Constitucin Provincial.
3.
Cuando el pronunciamiento de la causa sea arbitrario porque se
ha afectado la proteccin constitucional a la inviolabilidad de la defensa en
juicio de la persona y sus derechos o al debido proceso legal.
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La apelacin slo es concedida cuando resulte de los autos que la consideracin de los agravios en que el recurso se fundamenta tiene trascendencia institucional o general que exceda el mero inters personal del apelante;
y no se otorga cuando sean insustanciales.
374
personal o por cdula de su decisin, debe elevar de inmediato las actuaciones a la Corte Suprema.
La parte que no ha constituido domicilio en la Capital queda notificada
de las providencias de la Corte Suprema por ministerio de la ley.
Art. 95.- EFECTO. El recurso de inconstitucionalidad procede siempre
con efecto suspensivo.
Art. 96.- EJECUCION DE SENTENCIA. Si la sentencia recurrida fuese
confirmatoria de la dictada en primera instancia, concedido el recurso, el apelado puede solicitar la ejecucin de aqulla, dando fianza de responder de lo
que percibiese si el fallo fuera revocado por la Corte Suprema. Dicha fianza
es calificada por la Cmara o Tribunal que ha concedido el recurso y queda
cancelada, si la Corte Suprema lo declarase improcedente o confirmase la sentencia recurrida. La Provincia de Tucumn est exenta de la fianza a que se
refiere esta disposicin.
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Art. 97.- AUTOS. La recepcin de la causa por la Corte Suprema implica el llamamiento de autos. Dentro de los cinco (5) das de notificada la providencia de autos las partes podrn presentar una memoria sobre el recurso.
Art. 101.- TRMITE. En la queja por denegacin de recurso de inconstitucionalidad ante la Corte no es obligatoria la presentacin de copias junto
con la interposicin de la queja.
La Corte puede desestimar la queja sin ms trmite, exigir la presentacin de copias o, si considera necesario, la remisin del expediente.
Art. 102.- DEPSITO. Cuando se interponga recurso de queja
ante la Corte Suprema de Justicia por denegacin del recurso de inconstitucionalidad, debe depositarse a la orden de dicho Tribunal la suma de
doscientos pesos ($ 200.-). El depsito se hace en un banco de depsitos judiciales.
No efectan este depsito los que estn exentos de pagar sellado o tasa
judicial, conforme a las disposiciones legales respectivas.
Si se omite el depsito o se lo realiza en forma insuficiente se hace saber
al recurrente que debe integrarlo en el trmino de cinco (5) das.
Documentos Constitucionales
376
cedencia formal de los recursos respectivos a los efectos de un inmediato pronunciamiento si la solucin no admite demora alguna.
TITULO IV
DISPOSICIONES FINALES
Art. 108.- DEROGACIONES. Derganse las siguientes disposiciones
legales:
1.
La ley 6.230;
2.
Los artculos 409, inciso 7, y 812 del Cdigo de Procedimientos en lo Civil y Comercial de Tucumn (Ley 6.176);
3.
Los artculos 483 y 484 del Cdigo Procesal Penal de Tucumn
(Ley 6.203);
4.
Los artculos 103 inciso g, 117 inciso a, y 139 del Cdigo de Procedimientos del Trabajo de Tucumn (Ley 6.204);
Documentos Constitucionales
5.
Los artculos 70 y 71 del Cdigo Procesal Administrativo de Tucumn (Ley 6.205);
377
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TTULO I
DISPOSICIONES PRELIMINARES
CAPTULO NICO
Artculo 1- La presente ley tiene como fin regular la jurisdiccin constitucional, cuyo objeto es garantizar la supremaca de las normas y principios
constitucionales y del Derecho Internacional o Comunitario vigente en la Repblica, su uniforme interpretacin y aplicacin, as como los derechos y libertades fundamentales consagrados en la Constitucin o en los instrumentos internacionales de derechos humanos vigentes en Costa Rica.
Artculo 2- Le corresponde especficamente a la jurisdiccin constitucional:
a) Garantizar, mediante los recursos de hbeas corpus y de amparo, los
derechos y libertades consagrados por la Constitucin Poltica y los derechos
humanos reconocidos por el Derecho Internacional vigente en Costa Rica.
b) Ejercer el control de la constitucionalidad de las normas de cualquier
naturaleza y de los actos sujetos al Derecho Pblico, as como la conformidad del ordenamiento interno con el Derecho Internacional o Comunitario,
mediante la accin de inconstitucionalidad y dems cuestiones de constitucionalidad.
c) Resolver los conflictos de competencia entre los Poderes del Estado,
incluido el Tribunal Supremo de Elecciones, y los de competencia constitucional entre stos y la Contralora General de la Repblica, las municipalidades, los entes descentralizados y las dems personas de Derecho Pblico.
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Si la ausencia de propietarios fuere por licencia, se aplicar la regla anterior, excepto en los casos de enfermedad o de otro motivo justo.
Artculo 5- La Sala Constitucional regular la forma de recibir y tramitar
los recursos de hbeas corpus y de amparo, si se interpusieren despus de las
horas ordinarias de trabajo o en das feriados o de asueto, para cuyos efectos
habr siempre un magistrado de turno, quien les dar el curso inicial.
Artculo 6- En caso de impedimento, recusacin o excusa, el Presidente
de la Sala, odo el parecer del magistrado en cuestin, dispondr su reemplazo, sin ms trmite y sin que por ningn motivo se suspenda o interrumpa el
curso del procedimiento.
Artculo 7- Le corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional resolver sobre su propia competencia, as como conocer de las cuestiones incidentales que surjan ante ella y de las prejudiciales conexas.
Artculo 8- Una vez requerida legalmente su intervencin, la Sala Constitucional deber actuar de oficio y con la mayor celeridad, sin que pueda invocarse la inercia de las partes para retardar el procedimiento.
Los plazos establecidos por esta ley no podrn prorrogarse por ningn
motivo. Cualquier retardo en su cumplimiento ser sancionado disciplinariamente, sin perjuicio de la accin por responsabilidad del funcionario.
Los trminos para las actuaciones y resoluciones judiciales se contarn
a partir del recibo de la gestin que las motive, y, para las actividades de las
partes desde la notificacin de la resolucin que las cause. Ni unos ni otros
380
se interrumpirn o suspendern por ningn incidente, ni por ninguna actuacin que no est preceptuada expresamente por la ley.
En materia de hbeas corpus los plazos por das son naturales.
Artculo 9- La Sala Constitucional rechazar de plano cualquier gestin
manifiestamente improcedente o infundada.
Podr tambin rechazarla por el fondo en cualquier momento, incluso
desde su presentacin, cuando considere que existen elementos de juicio suficientes, o que se trata de la simple reiteracin o reproduccin de una gestin anterior igual o similar rechazada; en este caso siempre que no encontrare motivos para variar de criterio o razones de inters pblico que justifiquen reconsiderar la cuestin.
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Asimismo, podr acogerla interlocutoriamente cuando considere suficiente fundarla en principios o normas evidentes o en sus propios precedentes o jurisprudencia, pero si se tratare de recursos de hbeas corpus o de
amparo deber esperar la defensa del demandado.
381
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restrinja la libertad, el Magistrado instructor podr suspender, hasta por cuarenta y ocho horas, la tramitacin del recurso. En el mismo acto prevendr
a la autoridad judicial que practique las diligencias que correspondan e informe sobre el resultado de los procedimientos y si ha ordenado la detencin.
Cualquier restriccin a la libertad fsica, ordenada por autoridad competente, que exceda los plazos sealados por los artculos 37 y 44 de la Constitucin Poltica, deber imponerse mediante resolucin debidamente fundamentada, salvo si se tratare de simples rdenes de presentacin o de aprehensin.
Artculo 21.- La Sala puede pedir los antecedentes para resolver el recurso.
Tambin podr ordenar la comparecencia del ofendido o practicar una
inspeccin cuando lo considere necesario, de acuerdo con las circunstancias,
ya sea antes de pronunciarse sobre el hbeas corpus o para efectos de ejecucin, si lo considerare procedente, lo haya declarado con o sin lugar.
En cualquier momento se podrn ordenar medidas provisionales de proteccin de los sealados derechos.
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ch) Si, en caso de estar suspendidas las garantas constitucionales, la resolucin se dict dentro de las limitaciones de la Constitucin Poltica, y de
las razonablemente derivadas de la misma declaratoria.
d) Si por algn motivo fuere indebida la privacin de la libertad o la medida impuesta.
e) Si efectivamente hubo o existe amenaza de violacin de los derechos
protegidos por el recurso.
f) Si la persona hubiere sido ilegtimamente incomunicada, o si la incomunicacin legalmente decretada se mantiene por un plazo mayor al autorizado en el artculo 44 de la Constitucin Poltica.
g) Si la detencin, prisin o medida acordada se cumple en condiciones legalmente prohibidas.
h) Si el hecho que se le imputa est o no previsto por ley preexistente.
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Artculo 25.- Si del examen practicado resultare ilegtima la medida acordada por las autoridades, la Sala declarar con lugar el recurso, sin perjuicio
de lo que proceda contra la autoridad responsable.
384
Artculo 26.- La sentencia que declare con lugar el hbeas corpus dejar sin efecto las medidas impugnadas en el recurso, ordenar restablecer al
ofendido en el pleno goce de su derecho o libertad que le hubieren sido conculcados, y establecer los dems efectos de la sentencia para el caso concreto.
Adems, condenar a la autoridad responsable a la indemnizacin de los
daos y perjuicios causados, los cuales se liquidarn y ejecutarn en la va contencioso administrativa por el procedimiento de ejecucin de sentencia previsto en la ley reguladora de esa jurisdiccin.
Artculo 27.- Las resoluciones que se dicten se notificarn a los interesados cuando hubieren sealado casa u oficina dnde atender notificaciones.
Adems, la resolucin que decida el recurso deber notificarse personalmente al perjudicado, para lo cual las autoridades correspondientes le brindarn todas las facilidades al notificador. Sin embargo, no ser preciso notificarle al perjudicado la resolucin que declare con lugar el recurso, si en el
momento en que debe practicarse el acto ya hubiere sido puesto en libertad
o existiere imposibilidad material para hacerlo. El notificador dejar constancia
en el expediente de la informacin recabada durante la diligencia.
Artculo 28.- Cuando la Sala apreciare, al decidir el asunto, que no se
trata de un caso de hbeas corpus sino de amparo, lo declarar as, y continuar la tramitacin conforme con lo reglado en los artculos 29 y siguientes
de la presente ley.
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Artculo 34.- El recurso se dirigir contra el servidor o el titular del rgano que aparezca como presunto autor del agravio. Si uno u otro hubiesen actuado en cumplimiento de rdenes o instrucciones impartidas por un
superior, o con su autorizacin o aprobacin, se tendr por establecido el
amparo contra ambos, sin perjuicio de lo que se decida en sentencia. De ignorarse la identidad del servidor, el recurso se tendr por establecido contra el jerarca.
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Se tendr tambin como parte al tercero que derivare derechos subjetivos de la norma o del acto que cause el proceso de amparo.
Adems, quien tuviere un inters legtimo en el resultado del recurso
podr apersonarse e intervenir en l como coadyuvante del actor o del demandado.
Artculo 35.- El recurso de amparo podr interponerse en cualquier
tiempo mientras subsista la violacin, amenaza, perturbacin o restriccin,
y hasta dos meses despus de que hayan cesado totalmente sus efectos directos
respecto del perjudicado.
Sin embargo, cuando se trate de derechos puramente patrimoniales u
otros cuya violacin pueda ser vlidamente consentida, el recurso deber interponerse dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que el perjudicado tuvo noticia fehaciente de la violacin y estuvo en posibilidad legal de
interponer el recurso.
Artculo 36.- La prescripcin del amparo, por no haberse interpuesto
en tiempo, no ser obstculo para impugnar el acto o la actuacin en otra
va, si fuere posible hacerlo conforme con la ley.
Artculo 37.- La falta de impugnacin directa de los decretos y disposiciones generales a que se refiere el inciso a) del artculo 30, o el transcurso
del plazo para formularla, no impedirn que los actos de aplicacin individual
puedan discutirse en la va del amparo, si infringieren algn derecho fundamental del reclamante.
Artculo 38.- En el recurso de amparo se expresar, con la mayor claridad posible, el hecho o la omisin que lo motiva, el derecho que se considera violado o amenazado, el nombre del servidor pblico o del rgano autor de la amenaza o del agravio, y las pruebas de cargo.
No ser indispensable citar la norma constitucional infringida, siempre
que se determine claramente el derecho lesionado, salvo que se invoque un
instrumento internacional.
El recurso no est sujeto a otras formalidades ni requerir autenticacin.
Podr plantearse por memorial, telegrama u otro medio de comunicacin que
se manifieste por escrito, para lo cual se gozar de franquicia telegrfica.
Artculo 39.- La tramitacin del recurso estar a cargo del Presidente de
la Sala o del magistrado a quien ste designe, en turno riguroso, y se sustanciar en forma privilegiada, para lo cual se pospondr cualquier asunto de naturaleza diferente, salvo el de hbeas corpus.
Documentos Constitucionales
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prevenir riesgos materiales o evitar que se produzcan otros daos como consecuencia de los hechos realizados, todo conforme con las circunstancias del caso.
La Sala podr, por resolucin fundada, hacer cesar en cualquier momento la autorizacin de ejecucin o las otras medidas cautelares que se
hubieren dictado.
Artculo 42.- Si el recurso fuere oscuro, de manera que no pudiere establecerse el hecho que lo motiva, o no llenare los requisitos indicados, se prevendr al recurrente que corrija los defectos dentro de tercero da, los cuales
debern sealarse concretamente en la misma resolucin. Si no los corrigiere, el recurso ser rechazado de plano.
Artculo 43.- Cuando no fuere del caso rechazar de plano o resolver interlocutoriamente el recurso, se le pedir informe al rgano o al servidor que
se indique como autor del agravio, amenaza u omisin, lo que se har por el
medio escrito ms rpido posible.
Documentos Constitucionales
Al ordenarse el informe, se podr tambin pedir el expediente administrativo o la documentacin en que consten los antecedentes del asunto. La
omisin injustificada de enviar esas piezas al tribunal acarrear responsabilidad por desobediencia.
Si el recurso se dirigiere contra un rgano colegiado, el informe y las piezas se pedirn a su Presidente; si se tratare del Poder Ejecutivo o de un Ministerio, al Ministro respectivo, y si se tratare del Consejo de Gobierno, al
Ministro de la Presidencia.
Artculo 44.- El plazo para informar ser de uno a tres das, que se fijar segn sean la ndole del asunto, la distancia y la rapidez de los medios de
comunicacin.
Los informes se considerarn dados bajo juramento. Por consiguiente,
cualquier inexactitud o falsedad har incurrir al funcionario en las penas del
perjurio o del falso testimonio, segn la naturaleza de los hechos contenidos
en el informe.
Artculo 45.- Si el informe no fuere rendido dentro del plazo correspondiente, se tendrn por ciertos los hechos y se entrar a resolver el amparo sin
ms trmite, salvo que el tribunal estime necesaria alguna averiguacin previa, todo sin perjuicio de las responsabilidades en que incurra el servidor omiso
en el informe.
Artculo 46.- Si del informeresultare que es cierto el cargo, se declarar
con lugar el amparo, si procediere conforme a derecho.
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indispensables y, en su caso, se oir en forma verbal al recurrente y al ofendido, si ste fuere persona distinta de aqul, lo mismo que al servidor o representante, de todo lo cual se levantar el acta correspondiente.
Artculo 47.- Antes de dictar sentencia, para mejor proveer, la Sala podr ordenar la prctica de cualquier otra diligencia.
Artculo 48.- En cualquier momento en que la Sala considere que las actuaciones u omisiones impugnadas estn razonablemente fundadas en normas
vigentes, hayan sido stas atacadas o no tambin como violatorias de los derechos o libertades reclamados, as lo declarar en resolucin fundada, y suspender la tramitacin y le otorgar al recurrente un trmino de quince das
hbiles para que formalice la accin de inconstitucionalidad contra aqullas.
Si no lo hiciere, se archivar el expediente.
Artculo 49.- Cuando el acto impugnado sea de carcter positivo, la sentencia que conceda el amparo tendr por objeto restituir o garantizar al agraviado en el pleno goce de su derecho, y restablecer las cosas al estado que
guardaban antes de la violacin, cuando fuere posible.
Si el amparo hubiere sido establecido para que una autoridad reglamente, cumpla o ejecute lo que una ley u otra disposicin normativa ordena, dicha
autoridad tendr dos meses para cumplir con la prevencin.
Cuando lo impugnado hubiere sido la denegacin de un acto o una omisin, la sentencia ordenar realizarlo, para lo cual se otorgar un plazo prudencial perentorio. Si se hubiere tratado de una mera conducta o actuacin
material, o de una amenaza, se ordenar su inmediata cesacin, as como
evitar toda nueva violacin o amenaza, perturbacin o restriccin semejante.
En todo caso, la Sala establecer los dems efectos de la sentencia para
el caso concreto.
Artculo 50.- Si al declararse con lugar el amparo hubieren cesado los
efectos del acto reclamado, o ste se hubiere consumado en forma que no sea
posible restablecer al recurrente en el goce de su derecho o libertad conculcada, en la sentencia se prevendr al rgano o servidor que no deber incurrir en los actos u omisiones que dieron mrito para acoger el recurso, y que,
si procediere de modo contrario, cometer el delito previsto y penado en el
artculo 71 de esta ley, todo sin perjuicio de las responsabilidades en que ya
hubiere incurrido.
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Artculo 52.- Si, estando en curso el amparo, se dictare resolucin, administrativa o judicial, que revoque, detenga o suspenda la actuacin impugnada, se declarar con lugar el recurso nicamente para efectos de indemnizacin y de costas, si fueren procedentes.
El recurrente podr desistir del amparo, en cuyo caso se archivar el
expediente si, a juicio de la Sala Constitucional, el recurso involucrare solamente
derechos patrimoniales u otros renunciables. De lo contrario, continuar su
tramitacin.
Cuando el desistimiento se funde en una satisfaccin extraprocesal de los
derechos o libertades reclamados por el interesado, el expediente podr reabrirse en cualquier tiempo, si se demuestra que la satisfaccin acordada ha
resultado incumplida o tarda.
Artculo 53.- Firme la sentencia que declare procedente el amparo, el rgano o servidor responsable del agravio deber cumplirla sin demora.
Si no lo hiciere dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a su firmeza, la Sala se dirigir al superior del responsable y le requerir para que lo
haga cumplir y abra el correspondiente procedimiento disciplinario contra
aqul.
Al mismo tiempo, mandar abrir proceso contra el culpable o los culpables, y, pasadas otras cuarenta y ocho horas, contra el superior que no hubiere
procedido conforme con lo expuesto, salvo cuando se trate de funcionarios que
gocen de fuero privilegiado, en cuyo caso se comunicar al Ministerio Pblico para lo que proceda.
Artculo 54.- El cumplimiento de la sentencia que se dicte en el amparo
no impedir que se proceda contra el servidor, si los hechos u omisiones en
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que incurri constituyeren delito, a cuyo efecto se testimoniarn las piezas necesarias y se remitirn al Ministerio Pblico.
Artculo 55.- El rechazo del recurso de amparo no prejuzga sobre las responsabilidades en que haya podido incurrir el autor del agravio. El ofendido
o la Administracin, en su caso, podrn promover o ejercitar la acciones que
correspondan, o aplicar las medidas pertinentes.
Artculo 56.- La ejecucin de las sentencias corresponde a la Sala Constitucional, salvo en lo relativo a la liquidacin y cumplimiento de indemnizaciones y responsabilidades pecuniarias, o en otros aspectos que la propia Sala
considere del caso, en que se har en la va contencioso administrativa por el
procedimiento de ejecucin de sentencia previsto en la ley reguladora de esa
jurisdiccin.
CAPTULO II
La resolucin que rechace el recurso deber indicar el procedimiento idneo para tutelar el derecho lesionado.
No se podrn acoger en sentencia recursos de amparo contra conductas legtimas del sujeto privado.
Artculo 58.- Cualquier persona podr interponer el recurso.
Artculo 59.- El recurso se dirigir contra el presunto autor del agravio,
si se tratare de persona fsica en su condicin individual; si se tratare de una
persona jurdica, contra su representante legal; y si lo fuere de una empresa,
grupo o colectividad organizados, contra su personero aparente o el responsable individual.
Artculo 60.- El recurso ser inadmisible si no se interpusiere dentro del
plazo sealado en el artculo 35 de la presente Ley.
Artculo 61.- Cuando no corresponda rechazar de plano el recurso, se
dar traslado a la persona o entidad que se indique como autora del agravio,
amenaza u omisin, por un plazo de tres das, para lo cual se har uso de la
Documentos Constitucionales
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va escrita ms rpida posible. Ese plazo podr aumentarse si resultare insuficiente por razn de la distancia.
La notificacin del traslado se practicar o comunicar en el lugar de trabajo, o en la casa de habitacin del presunto autor del agravio, si se tratare
de personas fsicas. Si fuere una persona jurdica o una empresa, grupo o colectividad organizados, se har al representante o personero en su casa de habitacin, o en la sede de la sociedad, asociacin, empresa o corporacin.
Artculo 62.- La sentencia que conceda el amparo declarar ilegtima la accin u omisin que dio lugar al recurso, y ordenar que se cumpla lo que dispone la respectiva norma, segn corresponda en cada caso, dentro del trmino que el propio fallo seale, y condenar a la persona o entidad responsable
a la indemnizacin de los daos y perjuicios causados y al pago de las costas.
Si el acto fuere de carcter negativo, el efecto del amparo ser obligar al responsable a que acte en el sentido de respetar el derecho de que
se trate, con aplicacin en lo dems de lo dispuesto en el prrafo anterior.
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Documentos Constitucionales
Artculo 70.- Las resoluciones que se dicten en virtud del presente captulo sern ejecutorias, y se harn efectivas en la va civil por el procedimiento
ejecutorio de sentencia establecido en el Cdigo Procesal Civil.
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CAPITULO IV
De las sanciones
Artculo 71.- Se impondr prisin de tres meses a dos aos, o de veinte
a sesenta das multa, a quien recibiere una orden que deba cumplir o hacer
cumplir, dictada en un recurso de amparo o de hbeas corpus, y no la cumpliere o no la hiciere cumplir, siempre que el delito no est ms gravemente penado.
Artculo 72.- Se impondr prisin de seis meses a tres aos, o de sesenta a ciento veinte das multa, a quien diere lugar a que se acoja un nuevo recurso de amparo o de hbeas corpus, por repetirse en dao de las
mismas personas las acciones, omisiones o amenazas que fueron base de
un amparo anterior declarado procedente.
TTULO IV
DE LAS CUESTIONES DE CONSTITUCIONALIDAD
CAPTULO I
De la accin de inconstitucionalidad
Artculo 73.- Cabr la accin de inconstitucionalidad:
a) Contra las leyes y otras disposiciones generales, incluso las originadas en actos de sujetos privados, que infrinjan, por accin u omisin, alguna
norma o principio constitucional.
b) Contra los actos subjetivos de las autoridades pblicas, cuando infrinjan, por accin u omisin, alguna norma o principio constitucional, si no fueren
susceptibles de los recursos de hbeas corpus o de amparo.
c) Cuando en la formacin de las leyes o acuerdos legislativos se viole
algn requisito o trmite sustancial previsto en la Constitucin o, en su caso,
establecido en el Reglamento de Orden, Direccin y Disciplina Interior de la
Asamblea Legislativa.
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ch) Cuando se apruebe una reforma constitucional con violacin de normas constitucionales de procedimiento.
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ministrativa, en que se invoque esa inconstitucionalidad como medio razonable de amparar el derecho o inters que se considera lesionado.
No ser necesario el caso previo pendiente de resolucin cuando por la
naturaleza del asunto no exista lesin individual y directa, o se trate de la
defensa de intereses difusos, o que ataen a la colectividad en su conjunto.
Tampoco la necesitarn el Contralor General de la Repblica, el Procurador General de la Repblica, el Fiscal General de la Repblica y el Defensor
de los Habitantes.
En los casos de los dos prrafos anteriores, interpuesta la accin se seguirn los trmites sealados en los artculos siguientes, en lo que fueren compatibles.
Artculo 76.- Quien hubiere establecido la accin de inconstitucionalidad
no podr plantear otras relacionadas con el mismo juicio o procedimiento, aunque las funde en motivos diferentes; y la que se interponga en esas condiciones ser rechazada de plano.
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Artculo 78.- El escrito en que se interponga la accin deber presentarse debidamente autenticado.
Se expondrn sus fundamentos en forma clara y precisa, con cita concreta de las normas o principios que se consideren infringidos.
Artculo 79.- El escrito ser presentado ante la Secretara de la Sala, junto
con certificacin literal del libelo en que se haya invocado la inconstitucionalidad en el asunto principal, conforme con lo dispuesto en el prrafo primero del
artculo 75.
Adems, con todo escrito o documento se acompaarn siete copias firmadas para los magistrados de la Sala, y las necesarias para la Procuradura
y las partes contrarias en el proceso o procedimiento principal.
Artculo 80.- Si no se llenaren las formalidades a que se refieren los dos
artculos anteriores, el Presidente de la Sala sealar por resolucin cules son
los requisitos omitidos y ordenar cumplirlos dentro de tercero da.
Si no se diere cumplimiento a lo ordenado, el Presidente denegar el trmite de la accin. De esta ltima resolucin podr pedirse revocatoria dentro
de tercero da, en cuyo caso el Presidente elevar el asunto a conocimiento de
la Sala para que sta decida lo que corresponda.
Artculo 81.- Si el Presidente considerara cumplidos los requisitos de que
se ha hecho mrito, conferir audiencia a la Procuradura General de la Re-
Documentos Constitucionales
Artculo 83.- En los quince das posteriores a la primera publicacin del aviso
a que alude el prrafo segundo del artculo 81, las partes que figuren en los asuntos
pendientes a la fecha de la interposicin de la accin, o aquellos con inters legtimo, podrn apersonarse dentro de sta, a fin de coadyuvar en las alegaciones
que pudieren justificar su procedencia o improcedencia, o para ampliar, en su caso,
los motivos de inconstitucionalidad en relacin con el asunto que les interesa.
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Documentos Constitucionales
Artculo 89.- La sentencia que declare la inconstitucionalidad de una norma de ley o disposicin general, declarar tambin la de los dems preceptos de ella, o de cualquier otra ley o disposicin cuya anulacin resulte evidentemente necesaria por conexin o consecuencia, as como la de los actos
de aplicacin cuestionados.
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Artculo 92.- La sentencia constitucional anulatoria tendr efecto retroactivo, en todo caso, en favor del indiciado o condenado, en virtud de proceso penal o procedimiento sancionatorio.
Artculo 93.- La disposicin contenida en el artculo 91 no se aplicar respecto de aquellas relaciones o situaciones jurdicas que se hubieren
consolidado por prescripcin o caducidad, en virtud de sentencia pasada
en autoridad de cosa juzgada material o por consumacin en los hechos,
cuando stos fueren material o tcnicamente irreversibles, o cuando su reversin afecte seriamente derechos adquiridos de buena fe; todo lo anterior sin perjuicio de las potestades de la Sala, de conformidad con dicho
artculo.
Artculo 94.- Los efectos patrimoniales continuos de la cosa juzgada se
ajustarn, sin retroaccin, a la sentencia constitucional anulatoria, a partir de
su eficacia.
Artculo 95.- Lo dispuesto en los artculos anteriores no impedir la eliminacin, por nulidad absoluta, de los actos administrativos, conforme con
la Ley General de la Administracin Pblica.
De la consulta de constitucionalidad
Artculo 96.- Por la va de la consulta de constitucionalidad, la jurisdiccin constitucional ejercer la opinin consultiva previa sobre los proyectos
legislativos, en los siguientes supuestos:
a) Preceptivamente, cuando se trate de proyectos de reformas constitucionales, o de reformas a la presente Ley, as como de los tendientes a la
aprobacin de convenios o tratados internacionales, inclusive las reservas
hechas o propuestas a unos u otros.
b) Respecto de cualesquiera otros proyectos de ley, de la aprobacin
legislativa de actos o contratos administrativos, o de reformas al Reglamento de Orden, Direccin y Disciplina Interior de la Asamblea Legislativa, cuando la consulta se presente por un nmero no menor de diez
diputados.
c) Cuando lo soliciten la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Supremo de Elecciones o la Contralora General de la Repblica, si se tratara de
proyectos de ley o de mociones incorporadas a ellos, en cuya tramitacin,
contenido o efectos estimaren como indebidamente ignorados, interpretados o aplicados los principios o normas relativos a su respectiva competencia constitucional.
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CAPTULO II
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CAPTULO III
De las consultas judiciales de constitucionalidad
Artculo 102.- Todo juez estar legitimado para consultarle a la Sala
Constitucional cuando tuviere dudas fundadas sobre la constitucionalidad de
una norma o acto que deba aplicar, o de un acto, conducta u omisin que deba
juzgar en un caso sometido a su conocimiento.
Adems, deber hacerlo preceptivamente cuando haya de resolver los recursos de revisin a que se refiere el artculo 42 de la Constitucin Poltica,
fundados en una alegada violacin de los principios del debido proceso o de
los derechos de audiencia o defensa; pero esto solamente para los efectos de
que la Sala Constitucional defina el contenido, condiciones y alcances de tales
principios o derechos, sin calificar ni valorar las circunstancias del caso concreto que motiva el respectivo recurso.
Artculo 103.- Las consultas a que se refiere el artculo anterior sern procedentes en todo caso, sin perjuicio de otras que se hayan planteado, o de acciones
de inconstitucionalidad interpuestas o que se interpongan en el mismo proceso.
Documentos Constitucionales
Si no se solicitare o aprovechare el procedimiento de conversin indicado en el prrafo anterior, la Sala evacuar la consulta sin ms trmite y sin audiencia de partes, en un plazo mximo de un mes a partir de
su recibo.
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Artculo 106.- La Sala podr evacuar la consulta en cualquier momento, cuando considere que est suficientemente contestada mediante la simple
remisin a su jurisprudencia y precedentes, todo esto con las mismas salvedades previstas en el prrafo segundo del artculo 9 de esta ley.
Artculo 107.- La resolucin de la Sala se le comunicar al tribunal
consultante, al Procurador General de la Repblica y a las partes apersonadas, tendr los mismos efectos y se publicar de igual manera que la sentencia dictada en la accin de inconstitucionalidad, salvo que no precluir el planteamiento de sta en el mismo proceso, si fuere procedente.
Artculo 108.- En lo no dispuesto en el presente captulo, las consultas
judiciales de constitucionalidad se regirn por las normas del anterior y, supletoriamente, de la accin de inconstitucionalidad, en lo que fueren razonablemente aplicables.
TTULO V
DE LOS CONFLICTOS CONSTITUCIONALES
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CAPTULO NICO
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TTULO VI
DISPOSICIONES FINALES
CAPTULO NICO
Artculo 112.- Modifcanse:
a) El prrafo segundo del artculo 21 de la Ley Especial sobre Jurisdiccin de los Tribunales, No. 5711 del 27 de junio de 1975, reformado por el
artculo 6 de la ley No. 6726 del 10 de marzo de 1982,
para que diga as:
En materia de extradicin se estar a lo que disponga la ley respectiva.
Documentos Constitucionales
b) El prrafo segundo del artculo 20 de la Ley Reguladora de la Jurisdiccin Contencioso Administrativa, No. 3667 del 20 de marzo de 1966, para
que diga as:
403
que, dentro del quinto da, contado a partir del recibo del comunicado,
deposite en favor de la Caja Costarricense de Seguro el monto de las cuotas no retenidas.
Transcurrido ese plazo sin que se efecte el pago, el hecho se denunciar
al Ministerio Pblico para que se haga el requerimiento respectivo.
Ser sancionado con pena de sesenta a trescientos das multa el Patrono que realice maniobras, declaraciones falsas o cualesquiera otros actos u omisiones tendientes a defraudar los intereses de la Caja Costarricense de Seguro Social, tratndose de sus cotizaciones.
Artculo 113.- Derganse las siguientes leyes y disposiciones:
a) La Ley de Hbeas Corpus, No. 35 del 24 de noviembre de 1932.
b) La Ley de Amparo, No. 1161 del 2 de junio de 1950.
c) Los artculos 962 a 969 del Cdigo de Procedimientos Civiles, as
como el captulo IV del ttulo IV, artculos 534 a 541, Proceso de Inaplicabilidad, del nuevo Cdigo Procesal Civil que sustituye al anterior.
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ch) Todas las disposiciones legales que establezcan causales de apremio corporal, salvo aquellas referentes al incumplimiento de deberes alimentarios.
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Artculo 114.- Esta ley rige a partir de su publicacin y slo podr ser
modificada por otra destinada expresamente a complementar o modificar su texto.
Transitorio I.- Mientras no se promulgue la Ley del Defensor de los Habitantes, la actuacin que se le seala en esta Ley le corresponder al Procurador General de la Repblica.
Transitorio II.- Los recursos de inconstitucionalidad, de amparo y de
hbeas corpus que se encuentren pendientes de resolucin a la fecha de entrada en vigencia de esta ley, se ajustarn a ella respecto de todos los trmites que no se hayan cumplido o debido cumplir, salvo la redaccin de la
sentencia.
Las sentencias que no hayan sido redactadas o firmadas en los recursos ya votados, seguirn a cargo de los tribunales actualmente competentes, por un plazo improrrogable de dos meses a partir de la promulgacin
de esta Ley.
Los trminos perentorios e improrrogables establecidos en la presente
Ley, para las actuaciones de la Sala Constitucional, no se aplicarn a los recursos interpuestos con anterioridad a su promulgacin, ni tampoco a los que
se interpongan durante los primeros tres aos de su vigencia.
(Ref. por Ley 7209 de 8 de noviembre de 1990)
Transitorio III.- El Poder Ejecutivo, a solicitud de la Corte Suprema de Justicia y mediante decretos ejecutivos, har las modificaciones necesarias en el presupuesto del Poder Judicial, en todo lo que se relacione con las plazas nuevas y
compra de equipo necesarios para el funcionamiento de la Sala Constitucional.
Se autoriza el aumento de personal indispensable para el normal funcionamiento de la Sala.
Comunquese al Poder Ejecutivo.
Asamblea Legislativa.- San Jos, a los cinco das del mes de octubre de
mil novecientos ochenta y nueve.
Dado en la Presidencia de la Repblica.- San Jos, a los once das del
mes de octubre de mil novecientos ochenta y nueve.
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Ejectese y publquese
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Documentos Constitucionales
Entrevistas
ARTUR MAURCIO
Entrevista a Artur Maurcio, Presidente del Tribunal
Constitucional de Portugal.
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Entrevistas
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1. Cmo evala la situacin de la democracia en Amrica Latina en el momento actual y, cmo interpreta, en este contexto, la presencia cada vez ms expandida de Tribunales Constitucionales en la regin?
Por otro lado, en regiones donde son profundas las asimetras econmicas, es necesario que exista una preocupacin por la igualdad, no en trminos meramente formales, pero a travs de medidas que, en muchos casos, no pueden dejar de ser de discriminacin positiva. Mientras esas profundas diferencias se verifiquen, la democracia estar siempre en riesgo, a merced
de emprendimientos riesgosos, radicales y populistas que, de manera demaggica, empuarn las banderas de los ms desfavorecidos. Es fundamental an atender a particularidades locales y regionales, respetando sus valores culturales propios, sin pretender imponer a toda costa paradigmas de vida
que le son esencialmente extraos. En fin, hay que tener confianza en los progresos democrticos que se vienen registrando en Sudamrica, pero sin embarcarnos en la utopa de que la democracia es la cura de todos los males.
Es evidente que la presencia, cada vez ms difundida, de tribunales constitucionales en Sudamrica termina siendo un efecto de la evolucin democrtica que ah se verifica, pero constituye al mismo tiempo un factor que da
impulso a los nuevos avances.
Justicia Constitucional. Revista de Jurisprudencia y Doctrina
Ao I - N. 2 - agosto - diciembre, Lima, 2005
Entrevistas
Para nosotros, los europeos, son ntidos los avances democrticos que se
registran, por lo general, en todos los pases de Sudamrica. Las experiencias
autocrticas, por las cuales muchos de estos pases han pasado, acaban, en este
proceso, por tener su influencia en el despertar de las conciencias para los valores
de libertad e igualdad, que son estructurantes de los regmenes democrticos. De
todos modos y teniendo en cuenta lo que la historia de estos pases nos revela de
alternancia de regmenes democrticos y autoritarios, nos parece decisivo que la
evolucin que se est operando se asiente en bases slidas y estables que no permitan retrocesos frustrantes. Para ello, es fundamental que la democracia poltica
sea seguida de un crecimiento econmico e igualitario en trminos tales que el
pueblo sienta, en su quehacer cotidiano, los beneficios que la democracia le trae.
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Entrevistas
No se puede afirmar como ideal un determinado modelo de justicia constitucional que sea vlido para todos los pases. Es necesario ser cuidadoso en la
eleccin de ese modelo, con predominante atencin, una vez ms, a las especificidades nacionales. Creo, entre tanto, que la existencia de una jurisdiccin constitucional propia y autnoma ha respondido con eficacia, por lo general, a lo que
se le pide, como intrprete privilegiado da la Constitucin y garante del respeto
de la Ley Fundamental. Lo que desde luego se puede sealar es una especial
sensibilidad de esa jurisdiccin propia a las cuestiones de constitucionalidad, diferente de la que, tambin por lo general, los tribunales comunes revelan, con una
clara tendencia para la conservacin del Derecho ordinario.
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Entrevistas
Se verificaron algunos casos en que las decisiones del Tribunal Constitucional no han sido totalmente respetadas por el Supremo Tribunal de Justicia sin la reformulacin obligatoria por fuerza constitucional de las sentencias apeladas en conformidad con el juicio de constitucionalidad proferido por el Tribunal Constitucional. Hace poco, ha sido creado jurisprudencialmente por el Tribunal Constitucional un recurso por violacin de la cosa
juzgada, asegurando, as, a las partes un medio de hacer cumplir las sentencias de inconstitucionalidad que les haban sido favorables.
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mas. Seguramente no es as en lo que se refiere a las competencias del Tribunal Constitucional, ya atareado con tipos de procesos que no se inscriben
en la vocacin natural de un tribunal constitucional: contencioso electoral,
impugnacin de deliberaciones de rganos propios de los partidos polticos,
fiscalizacin de las cuentas de los partidos polticos, entre otros.
Son necesarias las reformas con relacin a la fiscalizacin concreta,
considerando el elevado porcentaje de recursos que no cumplen los prerrequisitos procesales exigidos para que se conozca profundamente. Aqu se debe
buscar una forma ms gil y rpida para el rechazo de los recursos, aunque
ya est prevista la posibilidad de que, por decisin sumaria (que se reclama para un colectivo de 3 jueces), el juez individual no conozca los recursos
por falta de los prerrequisitos pertinentes. Tambin se reconoce la poca eficacia de la fiscalizacin abstracta sucesiva de inconstitucionalidad por omisin,
estando jurisprudencialmente fundamentado que tal slo es posible cuando
la Constitucin contiene una orden concreta y precisa para legislar.
La ltima reforma de la Ley del Tribunal Constitucional ha sido realizada en el ao de 1998 y, debido al proceso legislativo exigible (ley parlamentaria), son siempre difciles y demoradas las alteraciones de la referida ley.
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7. Puede relatar de modo muy referencial algunos casos paradigmticos que ha resuelto la Corte o Tribunal, que usted integra, en los ltimos
aos. Cul cree que ha sido en todo caso, el mejor aporte de la Justicia
Constitucional a la defensa de los derechos fundamentales en su pas?
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cionales relacionados a este tema. La verdad es que hoy en da son ms numerosas las decisiones del TEDH que contradicen decisiones de los tribunales nacionales y, recientemente, en el caso portugus, el Tribunal Europeo entendi que la condena de un periodista por el delito de difamacin o injuria
violaba el derecho de libre expresin del pensamiento. Eso parece determinar una redefinicin de competencias y de procedimientos de los tribunales
nacionales y de los tribunales europeos, de modo a que no se instale entre ellos
una situacin de conflicto, que sera siempre daino.
En el caso del Tribunal Constitucional portugus, no habr hiptesis de
conflicto, ya que el recurso de constitucionalidad en fiscalizacin concreta no
es considerado para efecto del agotamiento de los recursos nacionales, necesaria para tener acceso al TEDH y, an, por la circunstancia de que nuestro
sistema no contempla el recurso de amparo. Es necesario sealar que nuestra
Constitucin escoge la Convencin como una de las fuentes de interpretacin
de los derechos, libertades y garantas, y el Tribunal Constitucional sigue con
atencin la evolucin de la jurisprudencia del TEDH, acogindola por lo general.
As se ha dado, como regla, el caso de una alteracin de nuestra jurisprudencia relativa a la posicin procesal del Ministerio Pblico en el proceso penal,
teniendo como parmetro el principio de la igualdad de armas entre las partes.
Entrevistas
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Entrevistas
se produzcan a penas ex nunc. Como ya refer, el Tribunal Constitucional viene admitiendo un recurso por violacin de caso juzgado cuando los tribunales
involucrados no reformulan sus decisiones de acuerdo al juicio de constitucionalidad por l proferido. En el caso de declaracin de inconstitucionalidad con
fuerza obligatoria general, es obvio que la aplicacin de la norma expulsada del
ordenamiento jurdico por cualquier tribunal concede a la parte afectada la
posibilidad de recurso para el Tribunal Constitucional. En el control preventivo de constitucionalidad, el juicio de inconstitucionalidad obliga al rgano autor
del decreto en causa a expulsarla del decreto o a alterarla en conformidad con
aquel juicio. En el caso de ser la Asamblea de la Repblica la autora del decreto, puede ella confirmar su deliberacin, siendo, entretanto, exigida para el
efecto una mayora de 2/3. La ponderacin de los intereses en conflicto, constitucionalmente tutelados, es tal vez la tarea ms compleja y delicada de los
tribunales constitucionales. Sin dejar de estar siempre atentos a los derechos
sociales y econmicos de los ciudadanos, en fase de recesin econmica casi
generalizada, as como a los nuevos derechos que enriquecen al hombre, los
tribunales constitucionales deben continuar a ser una ltima y firme instancia
de salvaguarda de los derechos, libertades y garantas; en particular, cuando se
advierten, en todos los pases, algunas amenazadoras preocupaciones con relacin a la seguridad. Y este es el principal reto a ser enfrentado por los tribunales constitucionales en los tiempos venideros.
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Entrevistas
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Entrevista a
Nstor Pedro Sags
1. Cmo evala la situacin de la democracia en Amrica Latina en el momento actual y, cmo interpreta, en este contexto, la presencia cada vez ms expandida de Tribunales Constitucionales en la
regin?
La democracia en Amrica Latina se est desenvolviendo quiz mejor que lo esperado. No obstante, hay serios riesgos, a saber: a) la demagogia y el populismo, muy marcados en el caso de Venezuela; b) el comportamiento de grupos decididamente antisistmicos, negadores de una
convivencia democrtica pacfica y pluralista, como ocurre en Bolivia y
Ecuador, por ejemplo; c) la corrupcin, visible en Brasil y en Argentina,
en este ltimo caso de modo notorio durante los aos noventa y que reaparece en las elecciones legislativas del ao 2005.
2. Cmo se expresa, en su pas, la contribucin de la justicia constitucional en el fortalecimiento de la democracia? Cul es su experiencia personal en este tema?
No hay en Argentina magistratura constitucional especializada, ya que
se sigue el modelo norteamericano de control difuso o desconcentrado de constitucionalidad. El juicio sobre el papel de la Corte Suprema federal en el
desarrollo de la democracia argentina no es lineal ni uniforme: hay que distinguir tramos histricos precisos, donde la sociedad valor de modo bien
distinto a ese Tribunal.
Entrevistas
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Justicia Constitucional. Revista de Jurisprudencia y Doctrina
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Entrevistas
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Entrevistas
8. Puede exponer, brevemente, su experiencia personal en la solucin de casos ante una Corte o Tribunal Constitucional? Cmo aborda un caso? Qu aspectos llaman su atencin? Cree que hay un mtodo de solucin de casos constitucionales o utilizan diversos mtodos?
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Entrevistas
12. Cules considera que son los retos principales de los Tribunales en Amrica Latina en el momento actual?
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Revistas de Revistas
A.
Amrica (Mxico)
Cuestiones Constitucionales (Mxico)
Pensamiento Constitucional (Per)
B.
Europa
Teora y Realidad Constitucional (Espaa)
Jahrbuch des ffentlichen rechts Neue folge
Der Staat (Alemania)
Archiv des ffentlichen Rechts (Alemania)
Revue francaise de droit constitucionnel
(Francia)
Quaderni constituzionali (Italia)
Jurisprudencia Temtica
421
Revista de Revistas
422
Revista de Revistas
A.
AMRICA
CUESTIONES CONSTITUCIONALES
Nmero 13 Julio-Diciembre 2005
CONTENIDO
ARTCULOS DOCTRINALES
Nuevas reflexiones sobre la funcin de investigacin de la Suprema Corte de
Justicia a 33 aos de distancia.
Jorge CARPIZO
El juez nacional como juez comunitario europeo de derecho comn. Las
transformaciones constitucionales dimanantes de ello.
Francisco FERNNDEZ SEGADO
Algunos planteamientos sobre el federalismo y la Unin Europea.
Augusto M. GUEVARA PALACIOS
La inscripcin registral de las entidades religiosas en Espaa.
Algunos aspectos conflictivos a raz de la inscripcin de la Iglesia de la
Unificacin.
Susana MOSQUERA
COMENTARIOS JURISPRUDENCIALES
Sobre la jerarqua normativa de leyes y tratados. A propsito de la (eventual)
revisin de una tesis.
Imer B. FLORES
La Declaracin1-2004 del Tribunal Constitucional espaol. Problemas de
articulacin entre el derecho nacional y el derecho de la Unin Europea.
Fernando SILVA GARCA
COMENTARIOS LEGISLATIVOS
Revista de Revistas
RESEAS BIBLIOGRFICAS
Brage Camazano, Joaqun, Los lmites a los derechos fundamentales.
Gabriel DOMNECH PASCUAL
Oconnor, Sandra Day, The Mayesty of the Law: Reflections of a Supreme Court
Justice.
Arturo ZRATE CASTILLO
Valads, Diego, El gobierno de gabinete.
Alfonso HERRERA GARCA
CONTENIDO
ENSAYOS
La justicia constitucional ante el siglo XXI: la progresiva convergencia de los
sistemas americano y europeo-kelseniano.
Francisco FERNNDEZ SEGADO
Revista de Revistas
NOTAS
La proteccin de los derechos del hombre por el Consejo Constitucional.
Michel FROMONT
424
Revista de Revistas
TEMAS EN DEBATE
Reflexiones constitucionales con Pedro Cruz Villaln (entrevista).
Csar LANDA
MONOGRAFAS Y TESIS
La posicin preferente del derecho fundamental a la libertad de expresin: un
anlisis crtico de sus fundamentos.
Betzab MARCIANI BURGOS
La denuncia constitucional.
Victor Hugo MONTOYA CHVEZ
FUENTES
La Constitucin de 1823. La ilusin de una Repblica Ilustrada.
Fernn ALTUVE FEBRES
DOCUMENTOS
Discurso de Orden a cargo de Csar Landa, Profesor del De partamento de
Derecho de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Catlica del Per
Discurso del Profesor Peter Hberle en la imposicin del Grado de Doctor
Honoris Causa de la Pontificia Universidad Catlica del Per.
B.
EUROPA
TEORA Y REALIDAD CONSTITUCIONAL (ESPAA)
N. 15 1er. Semestre 2005
CONTENIDO
Revista de Revistas
ENCUESTA
El tratado por el que se establece una Constitucin para Europa.
Juan Antonio CARILLO SALCEDO,
Luis Mara DEZ-PICAZO
Antonio LPEZ PINA
Gil Carlos RODRGUEZ IGLESIAS
ARTCULOS
Integracin por medio de la Constitucin. Propsitos y perspectivas en el proceso europeo de constitucionalizacin
Dieter GRIMM
El proyecto de tratado que establece una Constitucin de la Unin Europea,
entre el derecho internacional y el derecho constitucional
Vlad CONSTANTINESCO
Constitucin y derecho constitucional en la Unin Europea.
Jos Luis CASCAJO CASTRO
Revista de Revistas
426
Revista de Revistas
NOTAS
Tres crticas al proyecto de Constitucin europea.
Antonio Carlos PEREIRA MENAUT
Una prueba del carcter confederal de la Unin Europea: el mantenimiento
de la unanimidad estatal en el proceso de revisin del tratado por el que se
establece una Constitucin para Europa
Noem GARCA GESTOSO
Las fuentes del derecho en el tratado por el que se establece una Constitucin
para Europa
Jorge ALGUACIL GONZLEZ-AURIOLES,
PANORMICA SOBRE LA RATIFICACIN DEL TRATADO
POR EL QUE SE ESTABLECE UNA CONSTITUCIN PARA EUROPA
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
La Unin Europea en Constitucin y la Constitucin estatal en (espera de)
reformas. A propsito de la DTC 1/2004, de 13 de diciembre de 2004
Antonio LPEZ CASTILLO
CONSEJO DE ESTADO
El dictamen del Consejo de Estado sobre el tratado por el que se establece una
Constitucin para Europa
Mara Salvador NARTNEZ
RECENSIONES
El proyecto de nueva Constitucin europea: balance de los trabajos de la Convencin sobre el futuro de Europa, ALBERT ROVIRA (dir.) y ROIG MOLS(coord.)
Yolanda GMEZ LUGO,
Revista de Revistas
427
CORCUERA ATIENZA, Javier (coord.), La proteccin de los derechos fundamentales en la Unin Europea, Madrid: Dykinson (Coleccin Oati: Derecho y Sociedad, vol. 9) 2002, 685 pp.
Jos Manuel MARTNEZ SIERRA,
AA.VV: La proteccin de los derechos fundamentales en la Unin Europea,
dir. F. J. MATA PORTILLA, Ed. Civitas, Caja Espaa, Instituto Europeo de
Estudios Avanzados, Madrid, 2002, 201 pp.
Miguel AZPITARTE SNCHEZ,
RUIZ MIGUEL, Carlos et al., Estudios sobre la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unin Europea, Universidad de Santiago de Compostela, 2004.
Santiago SNCHEZ GONZLEZ
AZPITARTE SNCHEZ, Miguel: El Tribunal Cosntitucional ante el control
del derecho comuniatario derivado, Civitas, Madrid, 2002, 231, pgs.
Alberto LPEZ BASAGUREN
Daniel SARMIENTO: Poder Judicial e integracin europea. La construccin
de un modelo jurisdiccional para la Unin. Prlogo de D. Ruiz Jacobo. ED.
Thomson/Civitas y Garrigues, Madrid, 2004, 379 pginas.
Miguel AZPITARTE SNCHEZ,
Revista de Revistas
REPERTORIO BIBLIOGRFICO
Jorge ALGUACIL GONZLEZ-AURIOLES e Isabel SERRANO MALLO,
Repertorio bibliogrfico sobre el derecho constitucional de la Unin Europea
428
Revista de Revistas
DER STAAT
N. 44, 2005
Laicismo y libertad de religin en el espacio pblico
de Juliane KOKOTT,
Cooperacin o confrontacin? La relacin entre el Tribunal Constitucional Federal y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos,
de Stefan MCKL;
Entre Continuidad y discontinuidad: La reforma constitucional
de Johannes MASING.
Revista de Revistas
429
N. 43, 2004
Igualdad como proteccin de discriminacin. Una rplica a Huster
de Alexander SOMEK,
Hay y para qu es til una doctrina de la mutacin constitucional?,
de Andreas VOKUHLE;
De un mbito amplio de proteccin hacia un estrecho contenido garantista. Crtica a una nueva orientacin de la dogmtica alemana de los derechos
fundamentales
de Wolfang KAHL;
Aplicacin de derechos fundamentales bajo la pretensin de racionalidad. Una
crtica a la crtica de Kahl a los ms recientes enfoques en la dogmtica de los
derechos fundamentales
de Wolfgang HOFFMANN-RIEM.
N. 42, 2003
mbito de proteccin, intervencin, lmites inmanentes. Sobre la crtica de
la dogmtica actual de los derechos fundamentales
de Ernst-Wolfgang BCKENFRDE.
Revista de Revistas
430
Revista de Revistas
ETUDES
Franois Luchaire, Brves remarques sur une cration du Conseil
tutionnel: lobjectif de valeurconstitutionnelle
consti-
CHRONIQUES
Jurisprudence du Conseil constitutionnel (1er avril-30 juin 2005), Elise Besson, Amandine Capitani, Xavier Magnon, Joseph Pini
Revista de Revistas
431
Revista de Revistas
STUDI E RICERCHE
La programmazione dei lavori dAssemblea: una lettura critica
Michele Magrini pp. 767-786
I lavori in commissione referente tra regolamenti e prassi parlamentari
Chiara Bergonzini pp. 787-806
Nuovi statuti regionali e opposizione
Pier Luigi Petrillo pp. 829-854
NOTE E COMMENTI
Diritti universali e relativismo culturale
Giancarlo Rolla pp. 855-858
Castit di Stato?
Gladio Gemma pp. 857-859
Stato,
regioni e diritto comunitario nella legge n. 11/2005
432
Revista de Revistas
NOTE DALLEUROPA
Una costituzione con la C maiuscola o con la c minuscola?
Neil Walker pp. 881-883
Il caso Pupino e il principio di interpretazione conforme delle decisioni-quadro
Valentina Bazzocchi pp. 884-886
La Corte di Giustizia e la comunitarizzazione del Terzo pilastro
Patrizia Salvatelli pp. 887-890
RASSEGNE E CRONACHE
CRONACHE COSTITUZIONALI ITALIANE
Revista de Revistas
433
pp. 971-972
RASSEGNE E CRONACHE
CRONACHE COSTITUZIONALI DALLESTERO
Spagna pp. 978-979
Revista de Revistas
434
Revista de Revistas
Revista de Revistas
435