Directorio Diocesano para La Iniciacion Cristiana

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Seor Jesucristo, redentor del mundo,


a quien siendo verdadero hombre, nacido realmente del hombre,
Dios Padre declar ser su Hijo: cumple para con esta tu familia
que, sellada con tu nombre, purificada con el agua sagrada y
llena de tu espritu, se goce tambin saciada y redimida con tu
cuerpo y sangre, a fin de que practiquen sin cesar para la
salvacin necesaria estos sacramentos que recibieron para una
nueva vida, de tal modo que lleguen con seguridad desde aqu a
la recompensa de la bienaventuranza
San Ildefonso, De cognitione baptismi
Cap. CLX (2225-2231)
La Iniciacin cristiana
conduce a una vida de fe responsable
D. Braulio Rodrguez Plaza, Arzobispo de Toledo
Escrito dominical 6-II-2011

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SUMARIO

Siglas
Introduccin
Cap. I. Naturaleza de la iniciacin cristiana. Aspectos relevantes
Cap. II. Iniciacin cristiana de adultos
Cap. III. Iniciacin cristiana de nios no bautizados en su infancia
Cap. IV. Iniciacin cristiana de nios bautizados en la infancia
A) Bautismo de prvulos
B) La Confirmacin
C) La Eucarista
Conclusin
Anexo
Bibliografa complementaria

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SIGLAS
AG

CONCILIO ECUMNICO VATICANO II, Decreto Ad Gentes, sobre la


actividad misionera de la Iglesia.

BOAT

BOLETN OFICIAL ARZOBISPADO DE TOLEDO.

BOCEE

BOLETN OFICIAL DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA.

BPa

BIBLIOTECA DE PATRSTICA, Editorial Ciudad Nueva, Madrid.

CCE

CATECISMO DE LA IGLESIA CATLICA.

CCSS

CONSTITUCIONES SINODALES XXV Snodo Diocesano de Toledo


(1991).

CD

CONCILIO ECUMNICO VATICANO II, Decreto Christus Dominus,


sobre el ministerio pastoral de los obispos.

CIC

CDIGO DE DERECHO CANNICO.

DGC

CONGREGACIN PARA EL CLERO, Directorio General de Catequesis


(1997).

EE

JUAN PABLO II, Exhortacin Apost. Postsinodal Ecclesia in


Europa (28 de junio de 2003).

EN

PABLO VI, Exhortacin Apost. Evangelii Nuntiandi (8 de


diciembre de 1975).

FC

JUAN PABLO II, Exhortacin Apost. Postsinodal Familiaris


Consortio (22 de noviembre de 1981).

ICNBI

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA, Orientaciones pastorales


para la Iniciacin cristiana de nios no bautizados en su
infancia (26 de noviembre de 2004).

LG

CONCILIO ECUMNICO VATICANO II, Constitucin Dogmtica


Lumen Gentium sobre la Iglesia.

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LIC

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA, La Iniciacin cristia-na.


Reflexiones y orientaciones (27 de noviembre de 1998).

NC

COMISIN EPISCOPAL PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Nota sobre


algunos aspectos doctrinales del sacramento de la Confirmacin (24 de octubre de 1991).

OPC

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA, Orientaciones pastorales para el catecumenado (1 de marzo de 2002).

PL

MIGNE, J.-P. (ed..), Patrologiae Cursus Completus. Series Latina


Paris, 1856.

RBN

RITUAL DEL BAUTISMO DE NIOS.

RC

RITUAL DE LA CONFIRMACIN.

RICA

RITUAL DE INICIACIN CRISTIANA DE ADULTOS.

RM

JUAN PABLO II, Encclica Redemptoris Missio sobre la permanente validez del mandato misionero (7 de diciembre de 1990).

RP

JUAN PABLO II, Exhortacin Apost. Postsin. Reconciliatio et


Paenitentia sobre la reconciliacin y la penitencia en la misin
de la Iglesia hoy (2 de diciembre de 1984).

SaC

BENEDICTO XVI, Exhortacin Apostlica postsinodal Sacramentum Caritatis sobre la Eucarista fuente y cumbre de la vida
y de la misin de la Iglesia (22 de febrero de 2007).

SC

CONCILIO ECUMNICO VATICANO II, Constitucin Sacrosactum


Concilium sobre la Sagrada Liturgia.

SCh

SOURCES CHRTIENNES, Les ditions du Cerf, Paris.

VD

BENEDICTO XVI, Exhortacin Apost. Postsinodal Verbum Domini (30 de septiembre de 2010).

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INTRODUCCIN
1.

A lo largo de los siglos, en las ms diferentes circunstancias histricas,


nuestra Iglesia diocesana de Toledo ha cumplido la misin
encomendada por Cristo a los apstoles: Id, pues, y haced discpulos
a todos los pueblos, bautizndolos en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espritu Santo; ensendoles a guardar todo lo que os he
mandado1, dando innegables frutos de vida cristiana en las familias,
las comunidades eclesiales, las vocaciones sacerdotales, los
movimientos apostlicos o las diversas formas de vida consagrada. En
todo ello se ha manifestado un rico dinamismo apostlico, caritativo y
misionero, e incluso ha dado lugar a elocuentes testimonios de
santidad y de martirio, que han brotado de esa novedad esencial que
se opera en el cristiano por la fe y el Bautismo2.

2.

En el actual contexto social, cultural y eclesial3, y sabiendo que la


evangelizacin es una realidad rica, compleja y dinmica, que

Mt 28, 19-20.
La resurreccin de Cristo inaugur una nueva dimensin de la vida y de la
realidad, de la que brota un mundo nuevo, que penetra continuamente en
nuestro mundo, lo transforma y lo atrae a s. () Llega a nosotros mediante la
fe y el sacramento del Bautismo, que es realmente muerte y resurreccin, un
nuevo nacimiento, transformacin en una vida nueva. Es lo que dice san Pablo
en la carta a los Glatas: `Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en m
(Ga 2, 20). () Esta es la frmula de la existencia cristiana fundada en el
Bautismo, la frmula de la resurreccin dentro del tiempo, la frmula de la
novedad cristiana llamada a transformar el mundo (BENEDICTO XVI, Discurso
a los participantes de la IV Asamblea Eclesial Nacional Italiana en Verona, 19Octubre-2006).
3 En el reciente magisterio pontificio y episcopal son frecuentes los diagnsticos
pastorales de la actual situacin social y eclesial que reclaman una nueva
evangelizacin. Por ejemplo: JUAN PABLO II, Exhort. Apost. Postsinodal Ecclesia
in Europa, 7-9, 45-46; BENEDICTO XVI, Carta Apostlica Ubicumque et Semper,
con la cual se instituye el Consejo pontificio para la promocin de la nueva
evangelizacin (21-septiembre-2010); CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA,
Instruccin pastoral La familia, santuario de la vida y esperanza de la
sociedad (27-abril-2001), 9-44; IBDEM. Plan Pastoral de la C. E. E. 2002-2005.
Una Iglesia Esperanzada Mar Adentro! (Lc 5,4), 4-14. IBIDEM, Instruccin
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Arzobispado de Toledo
comprende momentos esenciales y diferentes entre s4, la necesidad
de una Nueva Evangelizacin requiere una valiente renovacin de la
pastoral de la Iniciacin cristiana, que es vital en toda la Iglesia
particular 5, para as poder afrontar los retos de los cristianos de hoy y
para dar respuesta coherente a la pluralidad de nuevas situaciones
presentes en nuestras comunidades eclesiales. De hecho, el beato Juan
Pablo II propona con rotundidad la Iniciacin cristiana como modelo
de toda la pastoral6.
3.

La Iniciacin cristiana implica un proceso catequtico, sacramental y


existencial por el cual la Iglesia, verdadera madre, engendra nuevos
hijos por la fe en Cristo Jess. En esta tarea la Iglesia ha volcado su
tiempo y sus anhelos ms profundos y adems nunca la ha dejado de
cumplir. La Iniciacin cristiana es la primera participacin sacramental en la muerte y resurreccin de Cristo7.

4.

A la profunda renovacin litrgica y pastoral impulsada por el Concilio


Vaticano II8, le ha seguido durante los ltimos aos una creciente
reflexin de los obispos espaoles acerca de la naturaleza de la
Iniciacin cristiana y de las lneas fundamentales para renovar toda la
accin pastoral, litrgica y catequtica mediante la cual la Iglesia ha de
hacer cristianos en las nuevas circunstancias. Adems de numerosas
intervenciones sobre el tema de diferentes obispos de Espaa, en
noviembre de 1998 apareci el documento de la Asamblea Plenaria de
la Conferencia Episcopal Espaola titulado La Iniciacin Cristiana.
Reflexiones y orientaciones; y en el ao 2004 public tambin las
Orientaciones pastorales para la Iniciacin cristiana de nios no
bautizados. De hecho, los Obispos espaoles afirman: la Iniciacin
cristiana es la expresin ms significativa de la misin de la Iglesia y
() constituye la realizacin de su funcin maternal al engendrar a
la vida a los hijos de Dios9. Por eso, la Iglesia que camina en Toledo
debe buscar en su actuacin una prioridad efectiva a la Iniciacin
cristiana, as como a los procesos evangelizadores que la impulsan y
acompaan.

pastoral Orientaciones morales ante la actual situacin de Espaa (23 de


noviembre de 2006), 8-21.
4 DGC 63.
5 DGC 91.
6 Cfr. JUAN PABLO II, Discurso a los Obispos participantes en la Asamblea Plenaria
de la Conferencia Episcopal Italiana, 20 de mayo de 2003.
7 RICA 8.
8 Cfr. LG 11; SC 64-71.
9 LIC 13.

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Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


5.

El presente directorio10, promulgado por el Arzobispo de Toledo,


pretende introducir en nuestra comunidad diocesana esa nueva
mentalidad que hoy resulta absolutamente imprescindible para una
nueva evangelizacin11. Su objetivo es doble: por un lado, quiere
ayudar a descubrir la Iniciacin cristiana como un proceso unitario y
ordenado, que, segn la Tradicin viva de la Iglesia, conoce dos modos
concretos de realizacin: el itinerario de adultos y el itinerario de
infantes; por otro, desea recoger y aplicar las orientaciones doctrinales
y pastorales del Magisterio actual, pontificio y episcopal, para
responder, desde la comunin eclesial, a los retos que hoy se nos
plantean. Para alcanzar este doble objetivo es necesario que
sacerdotes, catequistas, familias cristianas, movimientos apostlicos,
escuelas catlicas, etc., ofrezcan una respuesta unitaria y bien
articulada, mediante criterios comunes y normas precisas de obligado
cumplimiento para toda la comunidad diocesana.

10 Cfr.
11

CIC 311; 33. CCSS 650.


La catequesis de iniciacin es el eslabn necesario entre la accin misionera, que
llama a la fe, y la accin pastoral, que alimenta constantemente a la
comunidad cristiana. No es, por tanto, una accin facultativa, sino una accin
bsica y fundamental en la construccin tanto de la personalidad del discpulo
como de la comunidad. Sin ella la accin misionera no tendra continuidad y
sera infecunda. Sin ella la accin pastoral no tendra races y sera superficial
y confusa: cualquier tormenta desmoronara todo el edificio (DGC 64).

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Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana

CAPTULO I
NATURALEZA DE LA INICIACIN CRISTIANA:
ASPECTOS RELEVANTES
Qu es la Iniciacin cristiana?
6.

La Iniciacin cristiana es un don de Dios que recibe la persona


humana por mediacin de la Madre Iglesia12. De ah que se llame
Iniciacin cristiana a todo el proceso o camino en el que la Iglesia,
Madre fecunda y Maestra de la verdad y de la vida, hace nuevos
cristianos. Tres aspectos inseparables son esenciales en este proceso:
la iniciativa de Dios, la respuesta de la persona humana y la mediacin
de la Madre Iglesia.

7.

En primer lugar, la Iniciacin cristiana es un don de Dios () Slo


Dios puede hacer que el ser humano renazca en Cristo por el agua y
el Espritu; slo l puede comunicar vida eterna13. Suya es la
iniciativa y suya la capacidad santificadora del ser humano por su
gracia14. sta se comunica eficazmente en los sacramentos del
Bautismo, la Confirmacin y la Eucarista, que divinizan al hombre.15

8.

En segundo lugar, la Iniciacin cristiana es un don de Dios que


recibe la persona humana16: el hombre, auxiliado por la gracia
divina, responde libre y generosamente al don de Dios, recorriendo

LIC 9.
Ibidem.
14 Cfr. CCE 1996-1999.
15 La participacin en la naturaleza divina, que los hombres reciben como don
mediante la gracia de Cristo, tiene cierta analoga con el origen, el crecimiento
y el sustento de la vida natural. En efecto, los fieles renacidos en el Bautismo se
fortalecen con el sacramento de la Confirmacin y, finalmente, son
alimentados en la Eucarista con el manjar de la vida eterna, y, as por medio
de estos sacramentos de la Iniciacin cristiana, reciben cada vez con ms
abundancia los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la perfeccin de la
caridad. [CCE 1212 citando a Pablo VI en Const. Apostlica Divinae
consortium naturae (1971)].
16 LIC 9.
12
13

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Arzobispado de Toledo
un camino de liberacin del pecado y de crecimiento en la fe17. La
gracia santificante comunicada en los sacramentos es un don al que se
puede responder libremente con la ayuda del Espritu Santo18, e incide
en todas las dimensiones que configuran su existencia humana19.
9.

En tercer lugar, la Iniciacin cristiana es un don de Dios que recibe la


persona humana por mediacin de la Madre Iglesia20. La
Iglesia recibe la vida de Cristo para engendrar, por mandato suyo y
por la accin del Espritu Santo, nuevos hijos para Dios de todos los
pueblos de la tierra. Esta maternidad la ejerce la Iglesia mediante la
evangelizacin inseparablemete unida a la celebracin de los sacramentos21.
Lugares eclesiales de la Iniciacin cristiana

10. Esta misin maternal de la Iglesia, aunque pertenece a todo el cuerpo


eclesial, se lleva a cabo en las Iglesias particulares, en las que est
verdaderamente presente y acta la Iglesia de Cristo, una santa
catlica y apostlica22. Por eso, la Iglesia diocesana es el sujeto de

17 LIC

10.
Cfr. CCE 2001-2002.
19 Cf. LIC 18: La Iniciacin cristiana () ha de ser considerada una realidad que
implica a toda la persona, la cual ha de asumir existencialmente su condicin
de hijo de Dios en el Hijo Jesucristo, abandonando su anterior modo de vivir,
mientras realiza el aprendizaje de la vida cristiana y entra gozosamente en la
comunin de la Iglesia, para ser en ella adorador del Padre y testigo del Dios
vivo.
20 LIC 9.
21 Cfr. CCE 169. 757. LIC 13: Despus de su resurreccin Jess, confiando a los
apstoles la misin que haba recibido del Padre, los envi a predicar el
Evangelio a toda criatura y a realizar, mediante los sacramentos, la salvacin
que anunciaban. Para esta misin les asegur su presencia permanente hasta
el fin de los siglos y les infundi el Espritu Santo. El anuncio del Evangelio y la
accin litrgica responden, en consecuencia, a la iniciativa del Padre que ha
querido asociar a la Iglesia a la obra salvadora de su Hijo y Seor nuestro
Jesucristo, en el Espritu Santo.
22 LIC 14. Cada fiel, mediante la fe y el Bautismo es incorporado a la Iglesia una,
santa, catlica y apostlica. No se pertenece a la Iglesia universal de modo
mediato, a travs de la pertenencia a una Iglesia particular, sino de modo
inmediato, aunque el ingreso y la vida en la Iglesia Universal se realiza
necesariamente en alguna Iglesia particular (Cfr. CONGREGACIN PARA LA
DOCTRINA DE LA FE, Carta Communionis Notio sobre algunos aspectos de la
Iglesia considerada como comunin, 10).
18

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Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


toda la Iniciacin cristiana23. El Obispo, en virtud de su potestad
sagrada, es el responsable de la misma24, contando con la necesaria
colaboracin de los presbteros y diconos25. La comunin jerrquica
con el Obispo de la entera comunidad diocesana (sacerdotes, vida
consagrada y fieles laicos; familias cristianas, asociaciones y movimientos, escuela catlica, etc) es condicin necesaria en esta
ineludible tarea.
11. Dentro de la dicesis, la parroquia26 es el mbito propio y principal
para realizar la Iniciacin cristiana en todas sus facetas catequticas y
litrgicas del nacimiento y del desarrollo de la fe27. En ella estn
presentes todas las mediaciones eclesiales de la Iglesia de Cristo: la
Palabra de Dios, la Eucarista y los sacramentos, la oracin, la
comunin en la caridad, el ministerio ordenado y la misin28. La
presencia de la comunidad cristiana que ora, acompaa y apoya todo
el proceso, hace visible el don de Dios y el misterio de la Iglesia de
Cristo.
12. Lugar primordial de la Iniciacin cristiana es la familia, verdadera
iglesia domstica29. Dentro de la familia la persona humana ()
mediante la regeneracin por el Bautismo y la educacin en la fe, es

Cfr. LIC 14-16.


Cfr. JUAN PABLO II, Exhort. Apost. Postsinodal Pastores Gregis, 38. Este
documento concreta esta responsabilidad del Obispo en la Iniciacin cristiana
en que ha de procurar estructuras y agentes para asegurarla en la dicesis; en
que ha de regular y dar disposiciones sobre la apropiada preparacin
catequtica de nios y jvenes y su compromiso gradual en la vida de la
comunidad; en que se desarrollen itinerarios de catecumenado para adultos
segn las normas de la Iglesia; en su necesaria presencia y ministerio en la fase
final del catecumenado, sobre todo en la celebracin de los sacramentos del
Bautismo, Confirmacin y Eucarista, normalmente en la Vigilia Pascual; y en
que, en cuanto ministro originario del Sacramento de la Confirmacin, ha de ser
quien lo administre normalmente.
25 Cfr. LIC 2: El mandato del Seor encierra una misin que expresa el sentido
paternal y maternal a la vez del ministerio apostlico.
26 CIC 5151.
27 Cfr. LIC 32.33.
28 LIC 33.
29 Cfr. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA, Instruccin pastoral La Familia santuario
de la vida y esperanza de la sociedad, 96: La riqueza de la caridad conyugal
que viven los esposos se derrama en todos los miembros de la familia y hace de
ella una pequea Iglesia o Iglesia domstica() La transmisin de la fe
encuentra en la familia un entramado de comunicacin, afecto y exigencia que
permite hacerla vida (citando a FC 39).
23

24

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Arzobispado de Toledo
introducida tambin en la familia de Dios, que es la Iglesia30. Por eso
el seno de la familia es el primer lugar natural para la preparacin
de los sacramentos31. En virtud del sacramento del Matrimonio el
deber educativo de la familia cristiana recibe la dignidad y la llamada a
ser un verdadero y propio ministerio de la Iglesia32, por el que se
transmite e irradia el Evangelio, hasta el punto de que la misma vida
de familia se hace itinerario de fe y, en cierto modo, Iniciacin
cristiana y escuela de los seguidores de Cristo33. De ah la importancia
de seguir impulsando en las parroquias y en toda la dicesis una
pastoral familiar que ayude a los matrimonios y a las familias a
realizar su vocacin propia y asumir la tarea de educar en la fe a sus
hijos34.
13. Otros lugares eclesiales de la Iniciacin cristiana son la Accin
Catlica, las asociaciones y movimientos laicales, la escuela catlica,
como espacios y medios subsidiarios y complementarios35.
La contribucin especfica de estos lugares se realiza asumiendo el
proyecto de Iniciacin cristiana establecido por el Obispo y en
estrecha coordinacin con la parroquia, ltima localizacin de la
Iglesia en un lugar determinado36.

FC 15.
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA, Instruccin pastoral La Familia santuario de
la vida y esperanza de la sociedad, n. 96. Refirindose en concreto a la relacin
entre Iniciacin cristiana y familia, Benedicto XVI afirma: En la accin pastoral
se tiene que asociar siempre la familia cristiana al itinerario de Iniciacin.
Recibir el Bautismo, la Confirmacin y acercarse por primera vez a la
Eucarista, son momentos decisivos no slo para la persona que los recibe sino
tambin para toda la familia, la cual ha de ser ayudada en su tarea educativa
por la comunidad eclesial, con la participacin de sus diversos miembros (SaC
19).
32 Cfr. FC 38.
33 FC 39. Los padres cristianos estn llamados a dar un testimonio creble de su fe
y esperanza cristiana. Han de procurar que la llamada de Dios y la Buena
Nueva de Cristo lleguen a sus hijos con la mayor claridad y autenticidad ()
La familia cristiana transmite la fe cuando los padres ensean a sus hijos a
rezar y rezan con ellos (cf. FC 60); cuando los acercan a los sacramentos y los
van introduciendo en la vida de la Iglesia; cuando todos se renen para leer la
Biblia, iluminando la vida familiar a la luz de la fe y alabando a Dios como
Padre. [BENEDICTO XVI, en la Homila de Clausura del V Encuentro Mundial de
las Familias (Valencia 9 de julio de 2006)].
34 Cfr. DGC 227. CCSS 415-416.
35 LIC 32.
36 Ibidem.
30
31

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Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


14. Las asociaciones y los movimientos laicales, al igual que las
nuevas realidades eclesiales37, tienen hoy la misin de ayudar
eficazmente a concretar una experiencia eclesial y un espacio comunitario propicio para el crecimiento en la fe en el que aprender un
estilo de vida cristiana en la Iglesia y el ejemplo de un testimonio
pblico del creyente en la sociedad38. En el contexto de una sociedad
secularizada, constituyen una valiosa contribucin para superar la
tentacin actual de separar fe y vida, y de sucumbir a las exigencias
laicistas de la irrelevancia pblica de la fe.
15. La escuela catlica define su proyecto educativo por su referencia
explcita al Evangelio de Jesucristo, con el intento de arraigarlo en la
conciencia y en la vida de los jvenes, y constituye una comunidad
cristiana en constante referencia a la Palabra de Dios y al encuentro
siempre renovado con Jesucristo. Cuando acta as puede ser una
mediacin eclesial para la Iniciacin cristiana39. En cualquier caso,
deben seguirse las normas y disposiciones del obispo diocesano y
realizarse en coordinacin con la parroquia40, a fin de canalizar la
futura insercin parroquial de los alumnos y, a su vez, puedan
recibir los auxilios espirituales que el colegio no puede ofrecerles41.
16. La enseanza religiosa escolar, que no es propiamente un mbito
de Iniciacin cristiana como los anteriores, realiza su peculiar
contribucin en la educacin en la fe42. Por ello, aquellos nios,
adolescentes y jvenes que estn participando en la catequesis de
Iniciacin cristiana y se encuentran en edad escolar, deben tambin
estar inscritos en Religin y Moral Catlica en su correspondiente

Los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades son una de las novedades
ms importantes suscitadas por el Espritu Santo en la Iglesia para la puesta
en prctica del concilio Vaticano II. Se difundieron precisamente despus del
Concilio, sobre todo durante los aos inmediatamente sucesivos, en un perodo
lleno de grandes promesas, pero marcado tambin por pruebas difciles. Pablo
VI y Juan Pablo II supieron acoger y discernir, alentar y promover la
imprevista irrupcin de las nuevas realidades laicales que, con formas
diversas y sorprendentes, daban de nuevo vitalidad, fe y esperanza a toda la
Iglesia . [BENEDICTO XVI, Discurso a un seminario de estudio para obispos
organizado por el Pontificio Consejo para los Laicos (17 de mayo de 2008)].
38 LIC 35.
39 LIC 36.
40 Cfr. CCSS 411.
41 CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA, La escuela catlica. Oferta de la
Iglesia en Espaa para la educacin en el siglo XXI (2007), 40.
42 Cfr. LIC 37. DGC 73-75.
37

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Arzobispado de Toledo
centro de estudios43. Adems, para lograr una accin evangelizadora
ms eficaz, es muy conveniente la colaboracin de la enseanza
religiosa escolar y la catequesis parroquial, manteniendo claramente
diferenciados los respectivos objetivos y mbitos44.
Hacia una nueva mentalidad
17. El proceso de la Iniciacin cristiana se verifica principalmente
mediante dos funciones pastorales ntimamente relacionadas entre s
y vividas concretamente en el seno de una comunidad eclesial: la
catequesis y la liturgia. stas constituyen dos dimensiones de la
misma realidad: introducir a los hombres en el misterio de Cristo y de
la Iglesia45. No se trata, pues, de una catequesis entendida slo como
requisito previo para acceder a los sacramentos, y excesivamente
dependiente del estilo escolar. Es necesario introducir en toda la
comunidad diocesana, y especialmente en cuantos intervienen en la
Iniciacin cristiana (sacerdotes, padres, catequistas, etc), una nueva
mentalidad que nos haga entender que la celebracin de los
sacramentos debe ser precedida por la evangelizacin, la fe y la
conversin, porque slo as pueden dar sus frutos en la vida de los
fieles46.
18. Desde los tiempos apostlicos, para llegar a ser cristiano se sigue un
camino y una Iniciacin que consta de varias etapas () con unos
elementos esenciales: el anuncio de la Palabra, la acogida del
Evangelio que lleva a la conversin, la profesin de fe, el Bautismo, la
efusin del Espritu Santo, el acceso a la comunin eucarstica47. Este
camino por etapas se explica detalladamente en el captulo siguiente,
al presentar la forma tpica del catecumenado de adultos. Pero es
importante destacar algunos aspectos fundamentales en todo proceso
de Iniciacin cristiana:
19. Primero, el anuncio de la Palabra y la evangelizacin, que suscitan la
fe y la conversin, hoy tienen como destinatarios tanto a los que no
creyentes como a cuantos viven en la indiferencia religiosa48 El beato
Juan Pablo II seala en la exhortacin Ecclesia in Europa que en

Cfr. SECRETARA GENERAL DEL ARZOBISPADO


para el ao 2009 BOAT 2009 p. 23.
44 CCSS 400.
45 LIC 39.
46 CCE 1072 (citado en LIC 40).
47 CCE 1229.
48 Cfr. DGC 61.
43

20-

DE

TOLEDO, Disposiciones Generales

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


varias partes del viejo continente se requiere hoy un primer anuncio
del Evangelio porque crece el nmero de personas no bautizadas, sea
por la notable presencia de inmigrantes pertenecientes a otras
religiones, sea porque tambin los hijos de familias de tradicin
cristiana no han recibido el Bautismo49. Tambin afirmaba que es
necesario un nuevo anuncio incluso a los bautizados que creen saber
lo que es el cristianismo pero realmente no lo conocen50. Por eso entre
nosotros no hay prioridad ms grande que sta: abrir de nuevo al
hombre de hoy el acceso a Dios, al Dios que habla y nos comunica su
amor para que tengamos vida abundante51, y que da respuesta a la
sed que hay en el corazn humano52. Esta apertura, que es tarea de
toda la comunidad eclesial y que ha de realizarse por los ms variados
medios, slo es posible porque la palabra va acompaada del
testimonio de vida: por eso la santidad es requisito previo esencial
para una autntica evangelizacin53.
20. Segundo, la conversin inicial de los adultos equivale, en el caso de la
Iniciacin cristiana de los nios, al despertar religioso. Es
responsabilidad insustituible de los padres acompaar a sus hijos en
este despertar a la fe, que es bsico y fundamental en la Iniciacin
cristiana54. Su ausencia tendr consecuencias negativas en todo el
proceso, que en su caso correspondera subsanar a los padrinos y a los
catequistas. Este despertar religioso consiste en presentar al nio una
sencilla revelacin del Padre bueno y providente, unas brevsimas
oraciones que aprender a balbucir con sus primeras palabras, un
dilogo carioso con Dios Ante los padres cristianos nunca
insistiremos demasiado en esta Iniciacin precoz55.
21. Tercero, la necesidad del discernimiento en el proceso de la
Iniciacin cristiana. La Iglesia siempre juzg sobre quin poda o no
comenzar un proceso de Iniciacin, si haba vivido una autntica
primera conversin, y sobre quin la poda culminar o no, segn
hubiese asimilado la vida cristiana y sus exigencias a lo largo del
proceso de Iniciacin. Hay que considerar que la Iniciacin no es un
simple proceso escolar sometido a un examen slo de conocimientos y

Cfr. EE 46.
Ibidem 47.
51 VD 2.
52 Cfr. Ibidem 23.
53 EE 49.
54 Cfr. DGC 226 citando CT 68.
55 CT 36. Para este momento, una gran ayuda a padres y padrinos es el texto Los
Primeros Pasos en la Fe elaborado por la Subcomisin Episcopal de Catequesis
(2006).
49

50

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Arzobispado de Toledo
con un estricto e inflexible proceso de aos y cursos. Tiene que poder
verificarse una adhesin cordial, un cambio de valores y de conducta.
La Iniciacin se asemeja mucho ms a una relacin interpersonal. Esto
implica hoy discernir sobre una enorme variedad de casos y
situaciones personales y familiares. Mediante el dilogo pastoral entre
los padres y los responsables del proceso de Iniciacin deben
superarse los posibles conflictos e incomprensiones, tratando de hacer
descubrir la dignidad y la belleza de la vida en Cristo.
22. Cuarto, en la catequesis de Iniciacin cristiana la persona del catequista es bsica. Ejerce una autntica misin eclesial, que requiere
una profunda e ntegra experiencia de fe, adems de una slida
formacin en orden al cometido que ha de desempear: ser gua
espiritual de los catequizandos, acompandoles en el aprendizaje y
maduracin de la fe56. Para la aplicacin del presente Directorio, el
Secretariado Diocesano de Catequesis habr de intensificar y renovar
el fructuoso esfuerzo realizado hace unos aos mediante las Escuelas
de Catequistas, elaborando un nuevo Plan Diocesano de Formacin de Catequistas57. Adems, deber desarrollar el Proyecto
Diocesano de Catequesis que ofrezca, por un lado, un proceso
catequtico unitario para nios, adolescentes y jvenes y, por otro, un
proceso de catequesis para adultos58, y que integre todos los aspectos
que implica la Iniciacin cristiana59.
23. Quinto, igualmente, adquiere una especial relevancia el padrino (o
los padrinos), como garante del catecmeno60. En el caso del
Bautismo de un nio, representa a la familia como extensin
espiritual de la misma y a la Iglesia Madre, y, cuando sea necesario,
ayuda a los padres para que el nio llegue a profesar la fe y a
expresarla en su vida61. Por ello habr que tener en cuenta las
condiciones necesarias para ser admitido como padrino62.

Cfr. LIC 44. DGC 232. Observaciones previas al RICA 48. En relacin con la
formacin de los catequistas: DGC 234-252; Comisin Episcopal de Enseanza
y Catequesis, El catequista y su formacin (8 de septiembre de 1985). CCSS
486-491.
57 Cfr. COMISIN EPISCOPAL DE ENSEANZA Y CATEQUESIS, Proyecto marco de
formacin de catequistas (abril, 1998).
58 Cfr. DGC 274-275.
59 Una explicacin de la importancia y de las caractersticas de la catequesis al
servicio de la Iniciacin cristiana en DGC 65-68.
60 Cfr. Observaciones generales RICA 8-10.
61 RBN 16.
62 Cfr. Vid. n 84 del presente Directorio. Cfr. CIC 874.
56

22-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


24. En nuestra Iglesia diocesana, contamos con las dos formas de
recorrer el camino de la Iniciacin cristiana:
a) La Iniciacin cristiana de personas no bautizadas (nios,
jvenes y adultos) que se lleva a cabo mediante la participacin en el catecumenado, y que culmina en la celebracin de los
tres sacramentos de la Iniciacin. En el Cap. II se presenta la forma
tpica de la Iniciacin cristiana de adultos, con los que solicitan el
Bautismo a partir de los 14 aos. Y en el Cap. III, las necesarias
adaptaciones de esta forma tpica para los nios (de 7 a 14 aos) no
bautizados en la infancia.
b) En el Cap. IV se desarrolla el proceso de Iniciacin de los nios
que son incorporados en los primeros meses de su vida en el
misterio de Cristo y en la Iglesia por el Bautismo y que, despus,
a lo largo de la infancia, la adolescencia y la juventud, reciben los
sacramentos de la Confirmacin y de la Eucarista.

-23

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Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana

CAPTULO II
INICIACIN CRISTIANA DE ADULTOS
Necesidad del catecumenado
25. El catecumenado de adultos es el modelo de referencia de todo lo
que la Iglesia quiere hacer en la Iniciacin cristiana. En ste, los
adultos63 no bautizados solicitan celebrar los sacramentos de Iniciacin, despus de un proceso lo suficientemente extenso como para
poder acceder a ellos con un corazn convencido, alcanzado por
Jesucristo. San Pablo lo describe, de manera autobiogrfica y de
forma admirable, en la Carta a los Filipenses:
Todo eso que para m era ganancia, lo consider prdida a causa
de Cristo. Ms an: Todo lo considero prdida comparado con la
excelencia del conocimiento de Cristo Jess, mi Seor. () Slo busco
una cosa: olvidndome de lo que queda atrs y lanzndome hacia lo
que est por delante, corro hacia la meta, hacia el premio, al cual me
llama Dios desde arriba en Cristo Jess. Todos nosotros, los maduros, debemos sentir as. Y, si en algo sents de otro modo, tambin
eso os lo revelar Dios. (Flp 3, 7-8a.13b-15)
26. El catecumenado nace en la Iglesia primitiva como respuesta a la
misin encomendada por el Seor: Id, pues, y haced discpulos a
todos los pueblos, bautizndolos en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espritu Santo; ensendoles a guardar todo lo que os he
mandado 64. Es a la luz de la misin propia de la Iglesia como debe
entenderse la instauracin del catecumenado en nuestros das, de
modo que ste sea expresin tanto del vigor de la fe como del impulso
misionero de la Iglesia65.

OPC 29: De conformidad con el Cdigo de Derecho Cannico pueden


establecerse de un modo ms concreto como destinatarios del catecumenado: -Los adultos mayores de dieciocho aos; -Los adolescentes jvenes
entre los trece y los dieciocho aos; -Los nios entre los siete y los doce aos
(en nota remite a CIC 97 y 852).
64 Mt 29, 19-20.
65 OPC 2. Cfr. OPC 3-4: El Concilio Vaticano II en la Constitucin sobre la Sagrada
Liturgia dispone: resturese el catecumenado de adultos, dividido en distintas
etapas y grados, cuya prctica depender del juicio del ordinario del lugar (SC
63

-25

Arzobispado de Toledo
27. La instauracin del catecumenado en nuestra archidicesis y la
aplicacin del presente directorio implica una renovacin de nuestra
pastoral en clave catecumenal. Una mirada realista a nuestro entorno
social pone de manifiesto la analoga entre la situacin actual de
nuestra iglesia y la de los primeros siglos. El paganismo -como
situacin de hecho- da vueltas a nuestro alrededor como entonces. Por
eso, se requiere recuperar una conciencia catecumenal que lleve a cada
iglesia particular, a nuestra Iglesia Toledana, a ser madre e hija de la
Iniciacin. La importancia del catecumenado contribuir a formar esa
nueva mentalidad necesaria para hacer cristianos en la hora presente, y que tiene mucho que ver con la nueva evangelizacin, que
exige de nosotros nuevo ardor, nuevos mtodos, nueva expresin para
el anuncio del Evangelio66.
El catecumenado y el Ritual de Iniciacin Cristiana de
Adultos
28. La restauracin del catecumenado en la Iglesia est ntimamente
unida a la promulgacin del Ritual de Iniciacin cristiana de adultos
(RICA)67. El RICA es el documento oficial ms importante sobre la

64) El Decreto sobre la funcin pastoral de los Obispos encomienda a stos,


como tarea propia de su funcin de ensear, esforzarse en restablecer el
catecumenado de adultos (CD 14). Junto a esto la Constitucin dogmtica
sobre la Iglesia muestra a sta ejerciendo su funcin maternal con los
catecmenos que piden ser incorporados a la Iglesia, a stos la madre Iglesia
los abraza ya con amor tomndolos a su cargo (LG 14).
En cumplimiento de estos mandatos conciliares la Sagrada Congregacin
para el Culto Divino prepar el Ritual de la Iniciacin Cristiana de Adultos en
el ao 1972. Por su parte, el Cdigo de Derecho Cannico, al tratar, en el ttulo
dedicado a la actividad misional de la Iglesia, de la Iniciacin cristiana de
adultos no bautizados afirma: corresponde a las Conferencias Episcopales
publicar unos estatutos por los que se regule el catecumenado, determinando
qu obligaciones deben cumplir los catecmenos y qu prerrogativas se les
reconocen (CIC 788 3). A este respecto, la Conferencia Episcopal Espaola,
en su Segundo Decreto General sobre las normas complementarias al Nuevo
Cdigo de Derecho Cannico, del ao 1985, determin sintticamente las
obligaciones y prerrogativas. A su vez, el Ceremonial de los Obispos dice que
corresponde al Obispo diocesano organizar, dirigir y fomentar la instruccin
pastoral de los catecmenos (Ceremonial de Obispos 406).
66 Cfr. JUAN PABLO II, Exhortacin apostlica postsinodal Pastores dabo vobis, 18.
67 Fue promulgado el 6 de enero de 1972 por la Sagrada Congregacin para el Culto
Divino, y hecho pblico el 17 de febrero, fruto de una decena de aos de
investigaciones y experimentaciones.

26-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


Iniciacin Cristiana. No es slo un ritual del Bautismo, sino de toda la
Iniciacin Cristiana, como se da a entender en los preliminares del
Ritual (Observaciones generales y Observaciones previas). Ms an,
no conlleva solamente la celebracin de estos sacramentos (Bautismo,
Confirmacin y Eucarista), sino tambin todos los ritos del catecumenado cuyo valor est probado por la antiqusima prctica de la
Iglesia68.
29. La necesidad de la instauracin del catecumenado de adultos, recogiendo lo que dicen los documentos de la Iglesia69, ha sido presentada
de nuevo por la Conferencia Episcopal Espaola en las Orientaciones
pastorales para el catecumenado (2002).
Qu se entiende por catecumenado?
30. Se entiende por catecumenado (del verbo griego = resonar,
hacer sonar en los odos, instruir)70, en su sentido originario, la
instruccin transmitida de viva voz mediante la cual la Iglesia de los
primeros siglos preparaba y conduca a los convertidos a la fe (infantes
y adultos), mediante un proceso gradual, hasta el encuentro pleno con
Cristo en la comunidad eclesial. La instruccin tena una cudruple
dimensin (doctrinal, litrgica, moral y de oracin) y alcanzaba su
momento culminante en la celebracin de los Sacramentos de la
Iniciacin cristiana.
31. Este proceso se encuentra reflejado en la manifestacin de Jesucristo
Resucitado a los discpulos de Emas (cfr. Lc 24,13-35). Las palabras
y los gestos del Seor conducen a aquellos discpulos del desencanto a
la confianza, de la confianza a la fe en las Escrituras, de la fe en las
Escrituras al reconocimiento del Resucitado en la fraccin del Pan, y
del reconocimiento a la misin. Como dice el Concilio Vaticano II, en
el Decreto Ad Gentes, el catecumenado no es una mera exposicin de
dogmas y preceptos, sino una formacin y noviciado convenien-

Cfr. RICA. Observaciones previas, 2. Esto expresa al mismo tiempo su


importancia y su novedad. A pesar de estar ya cercanos los 40 aos desde su
promulgacin sigue siendo necesario estudiar ms profundamente este Ritual y
sus posibilidades.
69 AG 14; SC 64; CD 14; LG 14; RICA; CIC 7883; Ceremonial de Obispos 406.
70 El filsofo neoplatnico convertido al cristianismo en edad muy avanzada, MARIO
VICTORINO (s. IV) explicaba el sentido originario del trmino con estas palabras:
... resonar al lado de uno, como sucede cuando uno, al principio, quiere
hacerse cristiano y le suenan a su derredor los nombres de Dios o de Cristo:
Comentario a la Carta de Pablo a los Glatas, 2, 6, 6 (PL 8, 1194A).
68

-27

Arzobispado de Toledo
temente prolongado de la vida cristiana, en que los discpulos se unen
con Cristo su Maestro71.
A) Estructura del catecumenado
32. El Ritual de Iniciacin Cristiana de Adultos da al catecumenado una
estructura precisa y recuerda sus etapas72. En cuanto a la estructura,
comprende un proceso orgnico, sistemtico e integral que, por medio
de la catequesis, la accin litrgica y la vida comunitaria, en un tiempo
no prefijado, conduce al hombre a la madurez de la fe y a la
participacin religiosa, litrgica, caritativa y apostlica en el Pueblo
de Dios.
Es un Proceso: No algo puntual ni ocasional (conferencias
cuaresmales, charlas a padres de nios de primera comunin, a
padres de nios que han de ser bautizados...). El catecmeno
necesita tiempo73. El catecumenado est marcado por etapas a las
que se accede por un escrutinio de discernimiento, por la oracin
de la Iglesia y las bendiciones74.
Orgnico y sistemtico: Todas las partes del proceso deben
desarrollarse segn su orden propio y han de estar cohesionadas
para lograr el fin propuesto. Ha de conformar la fe de manera
vertebrada y coherente.
Integral: Ha de abarcar todas las dimensiones de la fe tanto
objetiva como subjetivamente. Debe tener un carcter de
fundamento de la experiencia cristiana.
La catequesis, la liturgia y la experiencia comunitaria75
son el cauce, el clima para llevar adelante el proceso. Tres

AG 14.
Cfr RICA, Observaciones previas 4-8.
73 Clemente de Alejandra, Strom. II, 96, 1 (SCh 38, 107; FuP 10, 227). Tambin
Orgenes afirmaba: Porque querer escuchar y escuchar efectivamente no son
simultneos; en efecto, del mismo modo que para la curacin de las heridas se
requiere tiempo, as tambin se precisa tiempo para la perfecta y pura
conversin a Dios (ORGENES, Hom. in Jer., V, 10 (SCh 232, 304; BPa 72, 128).
74 As, por ejemplo, en la obra del siglo III, la Traditio apostolica 16, se lee: Que los
recin llegados, que se presentan para escuchar la palabra, antes de nada sean
presentados a los doctores, antes que el pueblo llegue. Que se les pida la razn
por la cual ellos buscan la fe. Y los que les traen, que testimonien sobre ellos, a
fin de que se sepa si son capaces de escuchar. Que se examine tambin su
manera de vivir.
75 Toda la iniciacin cristiana es un camino de conversin, que se debe recorrer
con la ayuda de Dios y en constante referencia a la comunidad eclesial (SaC
71

72

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Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


experiencias totales que han de ir perfectamente conectadas entre
s. Si faltara alguna de las tres no se puede hablar propiamente de
catecumenado.
Limitado en el tiempo: Tiene un principio y un fin. Puede ser
breve, pero el mismo RICA afirma que puede prolongarse durante
aos76.
B) Etapas del catecumenado
33. a) La etapa inicial: anuncio misionero y precatecumenado. Es un
tiempo fuertemente kerigmtico, destinado al anuncio misionero,
durante el cual se proclama abiertamente y con decisin al Dios vivo y
a Jesucristo, enviado por el Padre para salvar a todos los hombres. La
proclamacin del kerigma es el inicio de la evangelizacin. El
kerigma no es simplemente una doctrina a la que adherirse, ni es slo
una verdad que tenemos que creer; a travs de la predicacin, Cristo
nos sale al encuentro de una manera personal, nos interroga y le
podemos aceptar o rechazar. Por eso el anuncio, para que sea creble,
requiere ser ofrecido desde el testimonio de personas transformadas
por la fe en Cristo, no como una bella filosofa o utopa, sino ms bien
como algo que se puede vivir y que hace vivir77. De la evangelizacin,
por la gracia del Espritu Santo, brotan la fe y la conversin inicial, que
conducen hacia la victoria sobre el pecado y a la participacin en el
misterio del amor divino. Los que comienzan el catecumenado deben
saber que en ellos realiza su accin el Espritu Santo que les lleva a
creer y a convertirse libremente al Seor78. Esta etapa acaba con el
ingreso en el grado de los catecmenos.
34. b) Tiempo del catecumenado: El segundo tiempo es el
catecumenado propiamente dicho. El rito de la entrada en el
catecumenado expresa la acogida por parte de la Iglesia de aquellos
que han aceptado el anuncio del Evangelio y se han sentido movidos a
la conversin inicial79. A partir de ese momento los catecmenos

19). La comunidad cristiana se convierte en referencia concreta y ejemplar


para el itinerario de fe de cada uno y de hecho viene a ser lugar visible del
testimonio de la fe, cuida la formacin de sus miembros, les acoge como
familia de Dios, constituyndose en ambiente vital y permanente del
crecimiento de la fe (DGC 158).
76 RICA Observaciones previas 20.
77 VD 97.
78 Cf. RICA Obs. Prev. 9-11; DGC 88.
79 Despus de la celebracin del Rito, deben inscribirse los nombres en el libro de
los catecmenos, con los nombres de los que sern sus padrinos, haciendo
constar el lugar y la fecha de la admisin al catecumenado (Cfr. CIC 788 1).

-29

Arzobispado de Toledo
son ya de la casa de Cristo: son alimentados por la Iglesia con la
Palabra de Dios y favorecidos con las ayudas litrgicas80. En relacin
con esta vinculacin de los catecmenos a Cristo y a la Iglesia, San
Ildefonso afirma: Ya llevan en la frente el signo de la cruz. Ya son de
la gran familia. Es preciso que renazcan, que de esclavos se hagan
hijos, de extraos se hagan ciudadanos. Ahora pues, ya son algo
porque pertenecen a la gran familia. Y cuando hubieren renacido,
entonces se confiar Cristo a los que participan de su cuerpo81.
En esta etapa, los catecmenos son ayudados por el ejemplo y el
auxilio de los padrinos y aun de todos los fieles, son instruidos en la fe
por los catequistas, para que adquieran el lenguaje de esta fe cristiana,
se ejerciten en la oracin personal y comunitaria, y aprendan a vivir
segn el modelo de Cristo; a esto ayudarn de manera particular las
celebraciones de la Palabra y los escrutinios. Tambin, los
catecmenos sern introducidos paulatinamente en las responsabilidades propias de la vida cristiana82.
35. En esta etapa, los catecmenos son iniciados convenientemente en los
misterios de la salvacin83. Es vital que aprendan un nuevo lenguaje,
esencialmente bblico y litrgico, que les ayude a expresar la fe con las
palabras de la Iglesia, sea cual sea su cultura concreta. Para ello, la
instruccin doctrinal presentar las etapas fundamentales de la
Historia de la Salvacin84 y los misterios de la fe tomando como gua el
Catecismo de la Iglesia Catlica y su Compendio.
36. c) El tiempo de la purificacin y de la iluminacin tendr
lugar en la Cuaresma anterior a recibir los sacramentos de Iniciacin

Cfr. RICA 18. AG 14.


SAN ILDEFONSO, De cognitione baptismi Cap. XXX (554-557): versin,
introduccin y notas de J. CAMPOS (BAC, Madrid 1971).
82 RICA Obs. Prev. 19. C.I.C. 7882.
83 RICA 98.
84 Egeria, peregrina de origen hispano, ya presentaba, a finales del s. IV, la
catequesis como una exposicin de la Historia sagrada: ...el obispo les ensea la
ley de esta manera: comenzando por el Gnesis, durante aquellos cuarenta
das va recorriendo todas las Escrituras, exponindolas primero segn el
sentido literal, y explicando luego el sentido espiritual. Lo mismo se hace
hablando de la resurreccin y de la fe, explicndolo todo durante aquellos
das; esto es lo que se llama catequesis: EGERIA, Itinerario, 46, 2 (BAC 416, 313315). Tambin san Agustn habla de la catequesis como una exposicin
completa de la Historia de la salvacin: La exposicin es completa cuando la
catequesis comienza por la frase: Al principio cre Dios el cielo y la tierra
(Gn 1, 1) y termina en el periodo actual de la historia de la Iglesia: San Agustn
de Hipona, De catechizandis rudibus, 3, 5 (CCL 46, 124; BAC 499, 453-454).
80
81

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Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


cristiana en la Vigilia Pascual. La Iglesia, en efecto, acabado el tiempo
del catecumenado, pone en manos de Dios a los que l ha elegido, y
como madre se dispone a engendrarlos en Cristo por la fuerza del
Espritu Santo. Por esto, intensifica su acompaamiento mediante la
catequesis, la liturgia cristiana, la penitencia cuaresmal y la oracin.
Para ello, a fin de excitar el deseo de la purificacin y de la redencin
de Cristo, se celebran tres escrutinios, con sus correspondientes
exorcismos, para que los catecmenos conozcan gradualmente el
misterio del pecado85.
37. Y juntamente con los escrutinios y exorcismos, las entregas. Una vez
completada la preparacin doctrinal de los catecmenos, la Iglesia les
entrega con amor los documentos que desde la antigedad constituyen
un compendio de su fe y de su oracin: el Smbolo y el Padre
nuestro86.
38. d) Tiempo de la Mistagogia: Este tiempo o etapa comienza a partir
de los sacramentos recibidos en la Vigilia Pascual, los sacramentos
de la Iniciacin cristiana. La celebracin de stos ha de hacerse en la
Vigilia Pascual, salvo excepciones, y es de una belleza y profundidad
muy intensas.
39. Estamos en la culminacin de todo un itinerario de Iniciacin, el
momento en el que la Trinidad Santa acta con toda su potencia, pues
en la celebracin del Misterio Pascual, la Iglesia engendra en Cristo a
los catecmenos por el sacramento del Bautismo, son liberados del
pecado y regenerados como hijos de Dios, llegan a ser miembros de
Cristo y son incorporados a la Iglesia y hechos partcipes de su
misin87.
40. En la misma celebracin, los nefitos son sellados por el don del
Espritu Santo en el sacramento de la Confirmacin, quedando as
configurados sacramentalmente a imagen de Cristo, el Ungido, y
constituidos miembros de la comunidad cristiana, con derecho pleno a
todas las acciones propias de la Iglesia. Tambin participan por
primera vez con todos los fieles en la oblacin del Sacrificio
eucarstico, memorial eficaz de la muerte y resurreccin del Seor, y
reciben la comunin del Cuerpo y la Sangre del Seor resucitado que consuma la unin con l, siendo hechos un solo cuerpo y
un solo espritu con Cristo por la fuerza del Espritu Santo.

RICA 157.
Cfr. Ibidem 181-192.
87 Cfr. Ibidem 157.
85

86

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Arzobispado de Toledo
41. Incorporados ya los nefitos a la vida de comunidad, y acompaados
por sta, perseveran en la escucha de la Palabra de Dios, en la
Eucarista y en la caridad, como nos dicen Hch 2,42 de los primeros
bautizados adultos. Esta etapa mistaggica88 debe ser, en primer
trmino, una etapa catequtica y sacramental que debe extenderse a lo largo del tiempo de Pascua al menos hasta Pentecosts. Es
tambin el tiempo de una comprensin mejor de la Reconciliacin, de
la confesin personal de los pecados y de su importancia en la vida
cristiana.
42. Vital importancia tiene en este periodo mistaggico que el nuevo
cristiano descubra en toda su riqueza la importancia que tiene en su
nueva vida la Eucarista dominical, celebrada con todos los dems
cristianos, de modo que forme parte de su identidad cristiana89. Es
tiempo de que lean abundantes textos de los Padres de la Iglesia, que
precisamente escribieron para los nefitos.
43. De la perseverancia en esta celebracin brota para los bautizados un
nuevo sentido de la fe, de la Iglesia y del mundo, al tiempo que se
consolidan los vnculos de la comunin eclesial y se fortalece el
testimonio delante de los hombres, sobre todo si se participa ya en
algn grupo parroquial o movimiento apostlico. El bautizado ha de
sentir que ha entrado en un universo nuevo, en una historia de
salvacin, en la familia de los hijos de Dios y, en definitiva, en el
Pueblo de Dios.
Orientaciones y disposiciones
44. Hace muchos siglos que en nuestras iglesias de vieja cristiandad
desapareci la institucin catecumenal y las funciones pastorales que
conllevaba. Esto supone una dificultad real. Por eso, hoy se necesitan
comunidades cristianas capaces de acompaar a los nefitos. En orden
a superar esta situacin:
45. Primero. Se instaurar, por medio de un decreto de nuestro Arzobispo
el catecumenado diocesano90, en el que se explicitar el tiempo, la
modalidad y los subsidios necesarios para su desarrollo.

Cfr. RICA, Obs. Prev. 37-40.


Es muy recomendable leer y meditar la Carta apostlica del beato Juan Pablo II,
Dies Domini (31 de mayo de 1998).
90 Cfr. OPC 35.
88
89

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Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


46. Segundo. Al Secretariado Diocesano del Catecumenado le
corresponde la misin de ayudar al Arzobispo a organizar la pastoral
catecumenal en la dicesis91, conforme al presente directorio.
47. Tercero. Hasta el momento en que se instaure el catecumenado,
cuando una persona adulta pida ser bautizada, le corresponde al
Secretariado Diocesano del Catecumenado orientar a los prrocos el
proceso que ha de seguirse y programar el calendario con los
catecmenos adultos, para que se asegure el proceso que propone el
RICA.
48. Cuarto. Es importante, valiosa y digna de agradecimiento, como lo
hace el documento de la Iniciacin cristiana de la Conferencia
Episcopal Espaola92, la tarea que hacen los grupos parroquiales y
movimientos apostlicos que van trabajando en esta direccin. En
particular, la experiencia del Camino Neocatecumenal, que en sus
estatutos, aprobados recientemente, se le reconoce, entre otros bienes
espirituales, el de ser tambin un catecumenado bautismal93. Las
realidades eclesiales presentes en las parroquias que tambin
desarrollan una pastoral catecumenal, habrn de asumir las directrices del futuro decreto para el Catecumenado.
49. Quinto. En ocasiones, los novios que solicitan el sacramento del
Matrimonio provienen de una mentalidad un tanto alejada de la
Iglesia y no es infrecuente que incluso sean bautizados que no han
completado su Iniciacin cristiana. Por esta razn, sera deseable
introducir la clave catecumenal en su preparacin prematrimonial y,
en su caso, proponerles completar su Iniciacin siguiendo las
indicaciones del cap. IV del RICA94.

Cfr. Ibidem 36.


Cfr. LIC 35.
93 El Pontificio Consejo para los Laicos aprob de manera definitiva los Estatutos
del Camino Neocatecumenal el 11 de Mayo de 2008, y declar al Camino como
una de las modalidades de realizacin diocesana de la Iniciacin Cristiana y
de la educacin permanente de la fe (Art 1, prrafo 2) (Statuta Neocatecumenale Iter. Aprobacin definitiva 11 mayo 2008). Y considera expresamente el catecumenado bautismal como uno de los bienes espirituales que lo
integran: Art 1. prrafo 3, 3.
94 Cfr. CIC 10651: Los catlicos an no confirmados deben recibir el sacramento
de la Confirmacin antes de ser admitidos al Matrimonio, si ello es posible sin
dificultad grave.
91

92

-33

34-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana

CAPTULO III:
INICIACIN CRISTIANA DE LOS NIOS
NO BAUTIZADOS EN SU INFANCIA
Introduccin
50. La prctica de bautizar a los nios pequeos pertenecientes a familias
cristianas es una tradicin inmemorial de la Iglesia, atestiguada desde
el siglo II, pero probablemente ya iniciada en los tiempos de la
predicacin apostlica95. De ah proviene la vigente obligacin de los
padres de hacer que los hijos sean bautizados en las primeras
semanas96, de acuerdo con las condiciones requeridas por la Iglesia97.
El Bautismo de hijos de padres catlicos no ha de retrasarse sin una
causa verdaderamente justa.
51. Sin embargo, en los ltimos aos ha ido creciendo entre nosotros el
nmero de nios que, al no haber sido bautizados en su primera
infancia, solicitan el Bautismo llegando a la edad de la discrecin98 y
de la catequesis infantil. El contexto familiar de estos nios suele
caracterizarse por un ambiente secularizado o, al menos, de cierto
desinters por la religin y la educacin religiosa de los hijos; as
como, en ocasiones, por la situacin cannica irregular de los padres.
52. Los motivos de la solicitud del Bautismo en ese momento del
desarrollo del nio pueden ser variados: como respuesta a procesos
personales de la aceptacin de la fe, fruto de la accin pastoral de la
Iglesia, o bien el deseo de acomodarse al contexto socioreligioso de
nuestra sociedad (donde estn tan arraigadas celebraciones religiosas
como la Primera Comunin). Generalmente las peticiones son
realizadas por los padres o tutores, aunque no faltan casos en que son

Cfr. CCE 1252.


CIC 8671. CCSS 656.
97 CIC 868. CCSS 658.
98 Segn el CIC, la persona que ha cumplido 18 aos es mayor, antes de esa edad es
menor. El menor, antes de cumplir 7 aos, se llama infante y se le considera sin
uso de razn; cumplidos los 7 aos, se presupone que tiene uso de razn (CIC
971-2). A su vez el CIC seala que las disposiciones de los cnones sobre el
Bautismo de adultos se aplican a todos aquellos que han salido de la infancia y
tienen uso de razn (CIC 852).
95

96

-35

Arzobispado de Toledo
los mismos nios quienes manifiestan su deseo de ser cristianos. En
definitiva, constituye una ocasin favorable para el anuncio del
Evangelio99.
53. Estos nios ya son idneos para concebir y alimentar una fe propia y
tienen en s mismos algn sentido del deber de conciencia100. Sin
embargo todava no pueden ser tratados como adultos, puesto que
poseen una mentalidad infantil, dependen de los padres o tutores y se
dejan influir excesivamente por los compaeros y por el ambiente101.
La Iglesia prev tambin para estos nios la institucin del
catecumenado bautismal, que les acompaar a lo largo de un
camino de formacin que, en ntima conexin con los sacramentos de
la Iniciacin cristiana, les ir introduciendo en la vida de fe hasta
alcanzar su insercin en el misterio de Cristo y la incorporacin en la
familia de los hijos de Dios102.
54. El Ritual de la Iniciacin Cristiana de Adultos, en el captulo V, ofrece
el proceso celebrativo de este itinerario de Iniciacin Cristiana.
Adems, la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Espaola
aprob el 26 de noviembre de 2004 las Orientaciones para la
Iniciacin cristiana de nios no bautizados en su infancia.
Desarrollar en nuestra dicesis estas disposiciones y elaborar este
catecumenado bautismal para nios, adaptado a su edad, condicin y
situacin, ser tambin una ayuda para renovar la catequesis
postbautismal segn el modelo del catecumenado103.
Orientaciones y disposiciones
55. Se requiere el permiso de los padres para comenzar la Iniciacin y
para llevar en el futuro la nueva vida cristiana104. Por eso, es
fundamental la acogida y el dilogo cordial y respetuoso con ellos por
parte del sacerdote y de los catequistas105. En efecto, como en la vida
de los nios la familia tiene un papel propio y especialmente
importante, es muy recomendable y deseable su implicacin en el
itinerario catecumenal de sus hijos, ayudndoles a que conozcan y
participen en el proceso de fe que recorren e invitndoles a momentos

Cfr. ICNBI 8.
Cfr. CIC 8521.
101 RICA 306.
102 Cfr. ICNBI 10.
103 Ibidem. DGC 91.
104 Cfr. RICA 308.b. y 320. CIC 8681.
105 Cfr. ICBNI 48. 57.
99

100

36-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


de oracin en familia106. Igualmente decisivo ser el papel del padrino
o madrina, que incluso puede asumir el mismo catequista107.
56. Las parroquias y los arciprestazgos, con el apoyo de los Secretariados
Diocesanos de Catequesis, de Catecumenado y de Liturgia, tendrn
que intensificar la tarea de formacin de los catequistas para que
puedan asumir -en estrecha colaboracin con el Obispo y los sacerdotes- la misin de acompaar el proceso catecumenal de los nios
con todas sus implicaciones catequticas, litrgicas y espirituales108, y
contribuir a realizarlo en toda su riqueza.
57. El grupo catecumenal tiene una importante funcin en el proceso
de educacin en la fe como una experiencia de comunidad y una
forma de participacin en la vida eclesial109. Cuando el nmero de
nios sin bautizar es suficientemente amplio, se puede formar un
grupo catecumenal homogneo. Pero lo normal es que la formacin
catequtica se lleve a cabo en el grupo con sus compaeros ya
bautizados110, haciendo que el itinerario seguido con stos responda
tambin a los objetivos propios de la Iniciacin111 y reforzando todo el
proceso con reuniones y otros encuentros especficos cuando sean
necesarios.
58. Este proceso de Iniciacin, en el que ha de implicarse toda la
comunidad eclesial112, debe prolongarse durante varios aos113,
desarrollando las dimensiones catequticas, los tiempos propios y los
ritos especficos del catecumenado (especificado todo ello en el
captulo V del RICA) y culminando con la celebracin conjunta de los
tres sacramentos: Bautismo, Confirmacin y Eucarista, preferentemente durante la Vigilia Pascual o en uno de los domingos de
Pascua114. Esta es la forma tipo de administrar los sacramentos a los
nios no bautizados cuando eran prvulos que, de forma paulatina, se
debe aplicar en toda la dicesis a estos casos de nios que se bautizan
en la edad escolar.

Cfr. Ibidem 22.


Cfr. Ibidem 20.
108 Cfr. Ibidem 21. 58-59.
109 Cfr. DGC 159 citado en ICBNI 23.
110 Cfr. ICBNI 51. Cfr. RICA 308.a.
111 Ibidem.
112 Cfr. ICBNI 442.
113 Cfr. Ibidem 46.
114 Cfr. Ibidem 45.
106
107

-37

Arzobispado de Toledo
59. En realidad es un proceso sencillo, en el que se adapta a la realidad de
los nios el proceso del catecumenado descrito en el captulo
anterior115:
a) Despus de un tiempo de Precatecumenado, dedicado al
despertar religioso y al primer anuncio de la fe, se celebrar el rito
de entrada en el catecumenado.
b) Con esta celebracin se inicia el tiempo del catecumenado
centrado en la catequesis propia de la Iniciacin cristiana, de
acuerdo con el itinerario catequtico descrito en el captulo III de
las citadas Orientaciones pastorales para la Iniciacin Cristiana
de nios no bautizados116.
c) Cuando ya est prxima la celebracin de los sacramentos de la
Iniciacin cristiana, los catecmenos celebrarn los escrutinios.
Con estas celebraciones se inicia el tiempo de purificacin e
iluminacin. Dicho tiempo coincide con la Cuaresma que conduce a la Pascua.
d) En la Vigilia Pascual se celebrarn conjuntamente los sacramentos
del Bautismo, de la Confirmacin y de la Eucarista. A la celebracin de los sacramentos seguir el tiempo propio de la
mistagogia, durante el cual los nios profundizarn en los
misterios celebrados, se afianzarn los conocimientos bsicos de la
fe y se consolidar su vida cristiana con la insercin ms plena en la
comunidad y con la participacin junto a los otros nios ya
bautizados en la Eucarista dominical.
60. Cuando los nios que han de ser bautizados en edad escolar sean
pocos para formar un grupo de catecumenado como tal, de cara a su
bautismo pueden formar parte de un grupo de catequesis de nios ya
bautizados que preparan su primera comunin, pero siempre como
excepcin. En este caso se puede proceder de la forma siguiente:
Despus de un periodo de catequesis con sus compaeros ya
bautizados, durante el cual se han celebrado los ritos propios del
catecumenado, reciben el Bautismo y la Eucarista cuando sus
compaeros ya bautizados son admitidos a la Primera Comunin117, preferentemente un domingo de Pascua. Si esto no se

Cfr. Ibidem 46.


Cfr. Ibidem 24-31.
117 Es decir, ese momento del proceso en que los nios son considerados ya
preparados para recibir la Primera Comunin, tras el correspondiente
115

116

38-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


considera oportuno, el nio puede ser bautizado y recibir la
Eucarista en una celebracin con este fin, asistiendo tambin sus
compaeros de catequesis. En su da, tambin podran participar
con todo el grupo en la Misa de la Primera Comunin118. Pero en
ningn caso se deber conferir slo el Bautismo, ni de manera
rpida u oculta para incorporarlo al grupo de catequesis de los ya
bautizados. Y, por supuesto, se deber seguir fielmente el RICA, no
el Ritual del Bautismo de Nios119.
Despus de la Primera Comunin, continuar el proceso catequtico con sus compaeros bautizados en la infancia hasta recibir,
junto con ellos, el sacramento de la Confirmacin y completar de
esta manera la Iniciacin cristiana, cuidando mantener la unidad
orgnica de la Iniciacin120.
61. Una vez concluida la Iniciacin cristiana de estos nios, se les
procurar las condiciones para integrarse plenamente en la vida
eclesial, como se explica ms detenidamente en el n. 121 de este
directorio.

discernimiento, y que se puede expresar con un rito de admisin a la Primera


Comunin.
118 ICBNI 54.
119 Ibidem.
120 Cfr. Ibidem 55.

-39

40-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana

CAPTULO IV
INICIACIN CRISTIANA DE LOS NIOS
BAUTIZADOS EN SU INFANCIA
62. La Iglesia tiene en gran aprecio la arraigada e inmemorial tradicin de
bautizar a los nios pequeos pertenecientes a familias cristianas121.
Para estos nios, que comienzan la Iniciacin cristiana con el
Bautismo en su primera infancia, tambin se requiere un catecumenado postbautismal que se inspire en el proceso descrito en el RICA
y que integre los elementos esenciales de la Iniciacin122.
63. En este caso, se ha de tener en cuenta la tradicin de la Iglesia latina
de administrar los sacramentos de la Confirmacin y de la Eucarista
en momentos diferentes y de manera gradual123, y de reservar la
celebracin de la Confirmacin al Obispo124. Es fundamental integrar
los aspectos kerigmticos, catequticos y litrgicos en un proceso que
salvaguarde la unidad esencial de los tres sacramentos de la Iniciacin
cristiana y d como resultado una fe madura y comprometida en la
Iglesia y en el mundo125.
A) BAUTISMO DE PRVULOS
Introduccin
64. La pastoral del Bautismo de los nios deber inspirarse en dos
grandes principios de los cuales el segundo est subordinado al
primero:

Cfr. CCE 1252. Tanto en Oriente como en Occidente, la praxis de bautizar a los
nios es considerada como una norma de tradicin inmemorial. Orgenes, y ms
tarde san Agustn, la consideraban una tradicin recibida de los apstoles. Los
principales testimonios de la antigedad sobre el Bautismo de nios estn
recogidos en el documento de la SAGRADA CONGREGACIN PARA LA DOCTRINA DE LA
FE, Instruccin Pastoralis actio (20 de octubre de 1980), 4-5.
122 Cfr. CCE 1231.
123 Cfr. Ibidem 1233.
124 Cfr. CIC 882.
125 Cfr. RBN 2.
121

-41

Arzobispado de Toledo
1) El Bautismo, necesario para la salvacin, es el signo y el
instrumento del amor preveniente de Dios que nos libra del
pecado original y comunica la participacin en la vida
divina: de suyo, el don de estos bienes a los nios no debera
aplazarse.
2) Deben asegurarse unas garantas para que este don pueda
desarrollarse mediante una verdadera educacin de la fe y
de la vida cristiana, de manera que el sacramento alcance
toda su verdad. Estas garantas normalmente son proporcionadas por los padres o la familia cercana, aunque sean
posibles diversas suplencias en la comunidad cristiana. Pero
si estas garantas no son serias, podr llegarse a diferir el
sacramento; incluso no se deber administrar el sacramento
si stas son ciertamente nulas126.
65. En efecto, el Bautismo es la fuente originaria de toda vida
cristiana127 y de la santidad a la que estn llamados todos los
cristianos128; cuando se desarrollan todas las virtualidades de este
sacramento que nos libera del pecado y nos da la vida nueva de Cristo
Resucitado. Segn la voluntad del Seor, es necesario para la
salvacin, como lo es la Iglesia misma, a la que introduce el
Bautismo129.
66. Por prvulos se entiende aquellos que, por no haber llegado todava a
la edad de la discrecin no pueden tener ni expresar una fe
personal130. Desde los primeros siglos, la Iglesia ha bautizado a los
nios considerando que no haba que privarles de la gracia de la
regeneracin que da acceso a la verdadera libertad131. Y los ha
bautizado en la fe de la Iglesia132, proclamada por los padres y
padrinos, que representan tanto a la Iglesia local como a la comunidad
universal133. En el Bautismo de los prvulos se manifiesta mejor el
amor gratuito del Padre de los cielos hacia alguien que no puede
presentar ningn mrito y, por tanto, se significa la pura gratuidad

SAGRADA CONGREGACIN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Instruccin Pastoralis actio


(30 de mayo de 1980), 28. CIC 8681.2.
127 Cfr. CCE 1265-1266.
128 Cfr. LG 40.
129 CCE 1277.
130 RBN 7. Cfr. CIC 97.
131 CCE 1282.
132 Cfr. LIC 75.
133 Cfr. RBN 8.
126

42-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


de la gracia de la salvacin134. De todo ello se deducen algunas
consecuencias importantes:
67. La primera, que el Bautismo de prvulos es un sacramento abierto
hacia el futuro, que exige otras fases posteriores y otras acciones
encaminadas a culminar la Iniciacin cristiana135. De ah la
mutua relacin, tambin en este caso, entre el Bautismo, la Confirmacin y la Eucarista, y las acciones que les preceden y
acompaan, aunque se celebren en momentos diferentes de la vida del
que ahora es bautizado136.
68. Segunda, la importancia del posterior desarrollo de la gracia
recibida mediante la educacin en la fe. El mismo sacramento
recibido ser el fundamento y la fuente de esta educacin137. En todos
los bautizados la fe debe crecer despus del Bautismo138, porque el don
recibido de Dios requiere por parte del hombre respuesta y conversin
ejercitando su fe. En el caso del nio bautizado en sus primeras
semanas o meses de vida ya existe la virtud infusa de la fe, que
ejercitar de manera consciente y libre cuando sea capaz de ello139.
69. Tercera, la grave responsabilidad de toda la comunidad
cristiana en garantizar ese futuro crecimiento de la fe del nio. La
comunidad cristiana, viva representacin de la Iglesia madre, debe
sentirse solidariamente responsable del crecimiento de la Iglesia,
considerando como misin de todos el comunicar por los sacramentos la vida de Cristo a los nuevos miembros y el ayudarles luego
a alcanzar la madurez y plenitud de vida140. Los primeros responsables de este proceso son los padres141, con quienes colaboran los
padrinos, que por su importante papel deben ser seriamente escogidos142. La comunidad eclesial, a la vez que debe exigirles a padres y

CCE 1250. Los Obispos espaoles recuerdan el valor del Bautismo de nios
afirmando que los prvulos son personas y, aunque no sean capaces de
manifestarlo mediante actos conscientes y libres, son ciertamente capaces de
recibir el don de ser hechos verdaderos hijos de Dios por el Bautismo, de
manera que su conciencia y su libertad podrn, despus, disponer de las
energas infundidas en su alma por la gracia bautismal (LIC 74).
135 Cfr. LIC 69.
136 Cfr. RBN 2.
137 Ibidem 9.
138 Cfr CCE 1254.
139 Cfr. Ibidem.
140 RBN 12.
141 Cfr. CIC 8681. 1. RBN 15.
142 Cfr. RBN 16-20.
134

-43

Arzobispado de Toledo
padrinos responsabilidad y compromiso al solicitar el Bautismo de un
nio, acompaar y ayudar al crecimiento del nio en su fe143.
Preparacin de los padres
70. Los padres tienen obligacin de hacer que sus hijos sean bautizados
en las primeras semanas de vida. Cuanto antes despus del
nacimiento, e incluso antes de l, deben acudir al prroco para pedir
el sacramento para su hijo y prepararse debidamente144. Si el nio se
encontrase en peligro de muerte debe ser bautizado sin demora145.
71. El Bautismo de un hijo es una buena ocasin para renovar la fe de
muchos padres, que tal vez viven alejados de la prctica religiosa o no
fueron educados suficientemente en la fe. Por eso, es muy importante
que la acogida a los padres que piden el Bautismo para su hijo tenga
todas las caractersticas de apertura personal y de ofrecimiento
evangelizador146. El prroco y sus colaboradores en la pastoral
prebautismal, mediante el dilogo pastoral con los padres y los
padrinos, les mostrarn la riqueza del Bautismo con una adecuada
preparacin catequtica y litrgica147, de modo que vivan plenamente
conscientes este acontecimiento de gracia y acepten las obligaciones
que conlleva148.
72. Es responsabilidad del prroco, con la colaboracin de su consejo
pastoral parroquial, crear este servicio de atencin a los padres en la
preparacin del Bautismo de sus hijos, suscitando el compromiso
de seglares que, debidamente formados, participen en la pastoral
prebautismal149. Este servicio parroquial, coordinado con las otras
parroquias del mismo arciprestazgo150, debe ser programado y
revisado anualmente.
73. El objetivo de la preparacin prebautismal con los padres y
padrinos es netamente evangelizador: proponerles una fe viva en
Cristo y su mensaje, un conocimiento bsico de la Revelacin de Dios

Cfr. Ibidem 100-103


CIC 8671. CCSS 656. En este contexto, es especialmente significativa la
bendicin a la madre gestante, en el marco de alguna celebracin litrgica
comunitaria.
145 CIC 8672.
146 Cfr. LIC 77.
147 Cfr. CIC 8512. CCSS 656.
148 RBN 15. 57-60.
149 Cfr. CCSS 665.
150 Cfr. Ibidem 664.
143

144

44-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


y de la Escritura, una experiencia, al menos mnima, de la Iglesia como
comunidad de salvacin y de amor fraterno, una conciencia de la
necesidad de dar testimonio evanglico y un compromiso sincero de
que sean, por su palabra y ejemplo, verdaderos iniciadores de los
nuevos bautizados en la vida cristiana personal y comunitaria
74. Esta preparacin de los padres puede realizarse de diferentes
modos segn las caractersticas de cada parroquia: mediante
encuentros programados con cada pareja o con varios padres a la vez,
catequesis, visitas a domicilio u otros medios que sirvan para suscitar
el dilogo y el compromiso de cada matrimonio.
75. La duracin de esta preparacin debe ser suficientemente amplia
como para que los padres sepan a qu se comprometen; pero, en
cualquier caso, parece insuficiente dedicar una sola reunin.
76. El lugar ms idneo para esta preparacin del Bautismo es la
parroquia a la que pertenecen los padres, incluso cuando por causa
justa se celebre en otro lugar.
77. Si los padres no estn dispuestos a ningn tipo de preparacin, y no hay esperanza fundada de que el nio vaya a ser
educado en la religin catlica debe diferirse el Bautismo, haciendo
saber la razn a sus padres151. Especialmente en estos casos, el
sacerdote y los responsables de la preparacin prebautismal han de
mostrar el rostro maternal de la Iglesia y la sublime dignidad del
Bautismo de nios, mediante un cuidadoso dilogo pastoral, evitando
cualquier apariencia de inflexibilidad152.
78. Como conclusin del dilogo prebautismal, se debe invitar a los padres
a que hagan por escrito la solicitud del Bautismo para su hijo, en
la que conste su compromiso de educarle convenientemente en la fe
cristiana153.

Cfr. CIC 8681.2.


Cfr. LIC 81. Debe quedar bien claro, ante todo, que el rechazo del Bautismo no
es un medio de presin. Por lo dems, no se debe hablar de rechazo, y menos
an de discriminacin, sino de demora pedaggica, destinada segn el caso a
hacer progresar la familia en la fe o a hacerle tomar una mayor conciencia de
sus responsabilidades [SAGRADA CONGREGACIN PARA LA DOCTRINA DE LA FE,
Instruccin Pastoralis actio (30 de mayo de 1980), 31].
153 Cfr. RBN 52. CCSS 658.
151

152

-45

Arzobispado de Toledo
Situaciones especiales
a) Padres creyentes con poca prctica religiosa.
79.

Es frecuente que pidan el Bautismo para sus hijos padres que se


profesan catlicos pero que omiten casi por completo sus deberes
religiosos o se sienten desvinculados de la Iglesia, llevados del
ambiente secularizado, por dejadez o falta de formacin religiosa. En
todos estos casos, el sacerdote y el equipo de pastoral de Bautismos,
con actitud de acogida, comprensin y dilogo pastoral, procurarn
suscitar en los padres su responsabilidad a la hora de cuidar la fe de su
hijo una vez bautizado. Ha de darse una esperanza fundada154 de que
la educacin cristiana estar garantizada, por ellos o por los padrinos.
Si esto no es as, se podr diferir el Bautismo segn lo sealado en el
nmero 77.
b) Padres catlicos en situacin irregular155.

80. Pueden considerarse dos casos:


1) Padres casados cannicamente anteriormente con otro cnyuge,
divorciados y vueltos a casar civilmente. stos reconocen su
situacin irregular pero, a pesar de todo, se sienten catlicos. Por eso
piden el Bautismo para sus hijos y tienen voluntad sincera de facilitar
su posterior educacin en la fe catlica. Cuando hay constancia de las
disposiciones positivas de los solicitantes y est asegurada la
educacin catlica del bautizado, se puede celebrar el Bautismo156. En
estos casos, la celebracin del Bautismo se ha de realizar de manera
que se eviten incomprensiones o rupturas en el seno de la comunidad
parroquial, dependiendo de sus circunstancias.
2) Padres casados civilmente o conviviendo habitualmente
more uxorio. Ante todo es necesario un dilogo pastoral de los
sacerdotes y sus colaboradores con estos padres para conocer las
causas concretas de esta situacin y, con discrecin y respeto,

CIC 8681.2. A propsito de las garantas, debe estimarse que toda promesa
que ofrezca una esperanza fundada de educacin cristiana de los hijos merece
ser considerada como suficiente [SAGRADA CONGREGACIN PARA LA DOCTRINA DE
LA FE, Instruccin Pastoralis actio (30 de mayo de 1980), 31].
155 En relacin con la situacin cannica y la atencin pastoral a los divorciados
vueltos a casar y a cuantos se encuentran en situacin matrimonial irregular,
cfr. SaC 29 y CONGREGACIN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Carta sobre la recepcin
de la comunin eucarstica por parte de los fieles divorciados que se han vuelto
a casar (14 de septiembre de 1994).
156 Cfr. CCE 1650-1651. FC 84.
154

46-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


ayudarles a allanar el camino para regularizar su unin157, hacindoles
ver la incoherencia de pedir el Bautismo para su hijo y negarse a
recibir la gracia del sacramento del Matrimonio. Si finalmente
decidieran regularizar su situacin, no se debe unir en la misma
celebracin el sacramento del Matrimonio con el Bautismo de su hijo.
81.

Si despus de este dilogo pastoral, persisten en solicitar el Bautismo


de su hijo rechazando el Matrimonio cannico, y no ofrecen garantas
suficientes para su educacin de la fe, el Bautismo debe ser diferido158.
Debe quedar claro que no se trata de una sancin por no estar casados
cannicamente, ni de una coaccin para que se casen y, menos an,
discriminacin hacia su hijo, sino consecuencia del valor del
sacramento de la fe y de la necesaria coherencia para educar en esa
misma fe, como se seala en el n 77.
c) Padres no creyentes o no catlicos.

82. Se impone en este caso un discernimiento mucho ms preciso acerca


de los motivos de la peticin del Bautismo y han de ser mayores las
garantas de la futura educacin en la fe de su hijo. Si hay una promesa
formalmente hecha y unas garantas suficientes, como pueden ser la
eleccin de unos padrinos que se ocuparn seriamente de la educacin
del bautizado, o por el apoyo cierto de una persona cualificada en la
comunidad cristiana, no puede razonablemente rechazarse el
Bautismo pues, en definitiva, lo primordial es la salvacin del nio. En
otro caso no se podra bautizar. Hay que tener prudencia en estos
casos tan especiales.
83. Puede tambin darse entre nosotros que padres no catlicos, pero
cristianos pertenecientes a otras Iglesias o comunidades cristianas en
dilogo ecumnico con la Iglesia Catlica, soliciten el Bautismo para
sus hijos, sobre todo si viven en pueblos alejados de la ciudad y sin
relacin con ningn ministro de su confesin cristiana. Es una ocasin
para establecer un dilogo pastoral con ellos mediante el cual
ofrecerles un conocimiento ms profundo de la fe catlica para
poderles ofrecer la plenitud de los medios de salvacin159. Ante esta
peticin de Bautismo, se ha de consultar a la Curia diocesana, pues no
todos los casos son iguales ni pueden solucionarse del mismo modo.
Dgase lo mismo de las peticiones de Bautismo que puedan hacer los

Cfr. FC 81.
Cfr. CIC 868 1.2.
159 CONGREGACIN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Nota doctrinal acerca de algunos
aspectos de la evangelizacin (3 de diciembre de 2007), 12.
157

158

-47

Arzobispado de Toledo
esposos casados en matrimonios mixtos y matrimonios con dispensa
de disparidad de cultos.
Eleccin de padrinos
84. Los padrinos tienen una verdadera funcin eclesial de ayudar al
desarrollo de la gracia bautismal junto con los padres160. Y su
importancia es an ms decisiva cuando los padres difcilmente
pueden garantizar la educacin de la fe del nio. La eleccin de los
padrinos, que corresponde a los padres161, no puede deberse a razones
de compromiso social, sino en cuanto puedan garantizar la
perseverancia en la fe y en la vida cristiana de sus ahijados162. Tngase
un solo padrino o una sola madrina, o uno y una163.
85. El prroco y sus colaboradores en la pastoral prebautismal procuren
dar a conocer a toda la comunidad parroquial los criterios
eclesiales para la eleccin de los padrinos:
elegido por los padres o por quienes ocupan su lugar o,
faltando stos, por el prroco o ministro; y que tenga
capacidad para esta misin e intencin de desempearla;
haya cumplido diecisis aos, a no ser que el Obispo diocesano
establezca otra edad, o que, por justa causa, el prroco o el
ministro consideren admisible una excepcin;
sea catlico, est confirmado, haya recibido ya el santsimo
sacramento de la Eucarista y lleve, al mismo tiempo, una vida
congruente con la fe y con la misin que va a asumir;
no est afectado por una pena cannica, legtimamente
impuesta o declarada;
no sea el padre o la madre de quien se ha de bautizar164.
Cuando la familia propone como padrinos a personas que no cumplen
alguno de estos requisitos pero que no se han apartado de la fe
catlica, se puede proponer que acten como testigos sacramen-

CCE 1255.
Cfr. CIC 8741.1.
162 CCSS 662.
163 CIC 873.
164 Ibidem 8741.
160
161

48-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


tales165, designando el prroco un padrino que s los cumpla y sea
idneo para colaborar en la futura educacin cristiana del nio.
Celebracin del Bautismo
a) Tiempo
86. El da apropiado y significativo para bautizar a los prvulos es tambin
la Vigilia Pascual, y tambin los domingos de Pascua, la Fiesta del
Bautismo del Seor o la Solemnidad de la Santsima Trinidad; son
das propios cualquier domingo o la tarde del sbado, que ya participa
de la liturgia del domingo, pascua semanal. Se deben evitar los
bautizos durante la Cuaresma, en espera de la noche o el domingo de
Pascua, para que se perciba con mayor fuerza la incorporacin de los
bautizados al Misterio Pascual166.
b)

Lugar

87. El lugar ordinario de la celebracin del Bautismo de un nio es la


parroquia a la que pertenecen sus padres167. Cuando por causa
justificada se celebre en otra parroquia, los padres han de presentar
testimonio escrito del prroco propio en el que conste su adecuada
preparacin y su conformidad, de manera que ningn sacerdote se
preste a un Bautismo sin este beneplcito expreso y sin la preparacin
debida168.
88. La fuente bautismal o baptisterio, como lugar destacado dentro
del conjunto del templo parroquial, ha de estar limpio y decoroso, de
modo que suscite la veneracin hacia el misterio bautismal. Debe
facilitar la participacin de los fieles pero, si el lugar es pequeo y no
cabe toda la asamblea, nada impide que dentro del baptisterio, adonde
se va en procesin, slo se realice el rito central del Bautismo y el resto
de la celebracin tenga lugar donde habitualmente se rene la
asamblea litrgica169. Si no se cuenta con baptisterio propiamente

De modo semejante al caso previsto en CIC 8742.


Cfr. CIC 856. CCSS 669.
167 Cfr. CIC 8572.
168 Es frecuente en la actualidad que haya familias que viven su fe en una parroquia
diferente de la del propio domicilio, sobre todo en domingos, fiestas y periodos
vacacionales; por eso, debe haber un verdadero dilogo pastoral para que lo que
importe ms sea la preparacin y el compromiso de los padres en la futura
educacin en la fe de su hijo y menos la materialidad de la parroquia territorial;
es una flexibilidad aconsejable en determinadas circunstancias.
169 Cfr. RBN 40.
165

166

-49

Arzobispado de Toledo
dicho, estdiese y pdase el conveniente asesoramiento artstico y
litrgico para colocar la fuente bautismal en lugar destacado y
apropiado, pero siempre fuera del presbiterio. En cuanto sea posible,
retrense las pilas bautismales de los presbiterios.
c) Rito del Bautismo
89. La parroquia debe tener preocupacin pastoral por conseguir una
digna celebracin del Bautismo. Para ello, se debe cuidar con
esmero su preparacin y aprovechar la riqueza litrgica del Ritual, de
modo que resulte una participacin activa, viva y de autntico tono
festivo, con plena comprensin de todos los signos y smbolos,
evitando la rutina y la repeticin de idnticas moniciones, lecturas,
homilas o cantos. Una valiosa contribucin para lograrlo es la
existencia de un equipo litrgico de la parroquia que ayude al prroco
o sacerdote en todo lo referente a la celebracin.
90. La naturaleza del Bautismo y la estructura del rito, por otra parte,
exigen la celebracin comunitaria170. sta no se define tanto por el
mayor nmero de bautizados, cuanto por la participacin activa de la
comunidad parroquial y de la asamblea litrgica presente. En
consecuencia, evtense la celebracin del Bautismo de un solo nio por
mera conveniencia o rechazo de otros padres y sus hijos, y sea prctica
comn la celebracin con varios nios nacidos en el mismo o cercano
mes. Donde haya muchos nios debern aumentarse los das
bautismales para poder desarrollar las celebraciones con toda
dignidad. Igualmente no se espere excesivamente a que haya varios
nios para celebrar el Bautismo.
91. Conviene, cuando sea posible, que se celebre el Bautismo dentro de la
celebracin de la Misa dominical. Es muy importante que se haga
efectiva y se advierta la relacin que existe entre el Bautismo,
comienzo de la Iniciacin cristiana, y la Eucarista, meta a la que
apunta esa Iniciacin. Si no fuera posible, conviene resaltar esta
unidad con distintos signos: peticiones en las Misas del Domingo
siguiente al Bautizo, etc.
Catecumenado postbautismal: itinerarios
92. Por su naturaleza misma, el Bautismo de nios exige un catecumenado postbautismal, para el desarrollo de la gracia bautismal en el

170

Cfr. CCSS 668.

50-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


crecimiento de la persona171. En efecto, con el Bautismo un nio
empieza el itinerario de la Iniciacin cristiana que culminar cuando
haya sido iniciado al domingo y a la celebracin de la Eucarista
dominical, sobre todo con su Primera Comunin y con la Confirmacin.
93. El Proyecto Diocesano de Catequesis habr de atender los diferentes
itinerarios de catecumenado postbautismal que se proponen en el
presente directorio, pero siempre de forma que se integren
catequesis y liturgia. En efecto, ser de gran ayuda que las diversas
etapas del mismo se jalonen con diferentes ritos litrgicos que
signifiquen comunitariamente los diversos pasos o grados que van
configurando el camino.
94. Desde el momento de la celebracin del bautismo del nio172 hasta que
comience propiamente el catecumenado postbautismal, debe continuar la relacin pastoral de la comunidad parroquial con la
familia del nio ya bautizado, mediante encuentros del sacerdote, los
catequistas u otros fieles laicos responsables de la pastoral familiar o
prebautismal con los padres, en diferentes ocasiones que manifiesten
cercana con la familia, como por ejemplo: celebraciones comunitarias
especiales como la Fiesta de la Presentacin del Seor, la felicitacin
en el aniversario de la boda de los padres o del bautismo del nio, la
entrega a los padres del texto Los Primeros Pasos en la Fe173 alrededor
de los tres aos del nio, etc. De esta manera, se les ayudar a que
alienten en sus hijos el despertar religioso, para el que es lugar
insustituible la familia174.
a) Itinerario sin interrupcin hasta completar la Iniciacin
cristiana
95. Cuando el nio llega a la edad de la discrecin, debe comenzar lo que
se puede denominar el itinerario deseable para la Iniciacin
cristiana de nios bautizados en su primera infancia, que no es slo
una catequesis preparatoria para recibir la Primera Comunin y la
Confirmacin, sino un proceso unitario inspirado en el modelo del

CCE 1231.
Sera muy interesante introducir en nuestras parroquias la costumbre de
entregar a cada Matrimonio, el da de su boda, el LIBRO DE FAMILIA
CATLICA (publicado en EDICE), donde el prroco puede ir anotando
convenientemente la recepcin de los sacramentos de cada uno de los hijos.
173 Materiales publicados por la Subcomisin Episcopal de Catequesis en 2006 para
ayudar al despertar religioso de los nios. Cfr. Supra n. 20.
174 Cfr. DGC 226.
171

172

-51

Arzobispado de Toledo
catecumenado bautismal, en el que armnicamente se completa el don
de la fe y de la gracia recibida en el Bautismo mediante la catequesis y
las celebraciones litrgicas que acompaan las etapas del proceso y
que culmina con los sacramentos de la Confirmacin y de la
Eucarista175. Puede decirse que todas las etapas del proceso son, al
mismo tiempo, catequesis de Bautismo, de Confirmacin y de
Eucarista176.
96. Dentro de este itinerario tpico, el proceso catequtico empieza en el
umbral de la edad de la discrecin, entre los 6 y 7 aos y concluye en la
preadolescencia, en torno a los 14 aos177. Consiste en un itinerario
completo y continuado, en el que se integren con acierto las diversas
etapas del camino de la fe178, que ha de llevarse adelante sin
interrupcin, no segn el modelo escolar, sino como un verdadero
catecumenado por etapas179. Este itinerario conforma el proceso
ordinario y normativo que han ofrecer todas las parroquias para la
Iniciacin cristiana.
97. La realizacin de este itinerario requerir, ciertamente, adoptar
nuevos mtodos pedaggicos. Ser de inestimable ayuda el
catecismo de infancia Jess es el Seor, en vigor en nuestra Iglesia de
Toledo, que tiene precisamente el carcter de un catecismo de
Iniciacin. A ste seguir un segundo catecismo que la Comisin
Episcopal de Catequesis de la CEE est preparando para la edad de 1011 aos en adelante y que ser muy til para la etapa de este itinerario
que conduce a la Confirmacin.
98. En el ANEXO se ofrece un posible esquema de este proceso, con sus
etapas y los posibles ritos.
b) Itinerario de adolescentes y jvenes que han recibido la
Primera Comunin sin haber sido confirmados
99. Muchos adolescentes y jvenes interrumpieron el proceso de
Iniciacin tras la Primera Comunin, y es preciso convocarles a un
catecumenado en el que reciban el sacramento de la Confirmacin y
completen su Iniciacin cristiana.

Cfr. Ibidem 91.


Cfr. LIC 22.
177 CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA, Decreto (25 de noviembre de 1983), art. 10, en
BOCEE 3 (1984) 102. CCSS 684.
178 DGC 171.
179 CCE 1229.
175

176

52-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


100. Es conveniente una previa campaa de informacin y sensibilizacin
de la comunidad parroquial sobre la Iniciacin cristiana y, en
particular, el sacramento de la Confirmacin, para poder despus
convocar a los adolescentes y jvenes de 14 aos en adelante que se
encuentren en esa situacin.
101. Tambin en este caso, la preparacin a la recepcin del sacramento de
la Confirmacin se debe concebir como un catecumenado
postbautismal en el que los adolescentes y jvenes reavivan la fe que
recibieron por el Bautismo para, mediante la catequesis, hacerla
progresar hasta una madura profesin de fe adecuada a su edad y
culminar la gracia bautismal con el don de la Confirmacin. Por tanto,
estar articulado, como el itinerario tipo, por diversas etapas que,
jalonadas por los correspondientes ritos litrgicos, ayudarn a un
progreso gradual180.
102. En la fase del precatecumenado, adems del anuncio kerigmtico
del misterio de Cristo que reavive la fe de estos adolescentes o jvenes,
acompaado del testimonio de vida de otros jvenes, convendr
purificar los motivos por los que solicitan la Confirmacin, superando
la rutina, el convencionalismo u otras motivaciones sociales, en los
que falta verdadera conviccin personal. Al finalizar el precatecumenado, es bueno que sean ellos mismos quienes soliciten iniciar el
catecumenado por escrito, aportando un extracto de la partida de
Bautismo si fueron bautizados en otra parroquia.
103. En el catecumenado propiamente dicho, la propuesta educativa en
la fe no se puede quedar en el nivel terico, sino que es toda una
Iniciacin a la vida, en la que juega un papel muy importante
elementos como la celebracin de la fe, la experiencia de la oracin, la
vivencia comunitaria, la actividad caritativa, la educacin afectivosexual y la formacin moral181. Por ello, junto a la catequesis
sistemtica, se cuidar el acompaamiento personal, as como los
encuentros-convivencias, la participacin en alguna experiencia de
voluntariado y los testimonios sobre las distintas vocaciones que se
dan en la Iglesia y a las que ellos deben sentirse invitados, para
discernir cul ser la suya propia182. Igualmente importante es
ayudarles a frecuentar el Sacramento de la Penitencia, donde junto a
la experiencia sanadora de la misericordia de Dios, los adolescentes y
jvenes pueden crecer en la recta formacin de su conciencia moral.

Cfr. LIC 91.


Las caractersticas de la catequesis con adolescentes y jvenes en DGC 184-185.
182 Cfr. LIC 92.
180
181

-53

Arzobispado de Toledo
104. Durante este proceso debe estar presente el discernimiento en los
diferentes grados y etapas. Finalmente, al concluir el proceso se debe
discernir si cada candidato rene las condiciones adecuadas de
maduracin en la fe y de compromiso activo en la Iglesia183. De forma
similar a como ocurra en el catecumenado bautismal antiguo, en el
que se le poda indicar al candidato que todava no estaba suficientemente preparado para recibir el don de Dios.
105. Los puntos de referencia o los criterios para discernir si los
confirmandos indican con su vida si estn preparados para recibir este
sacramento pueden ser:
Gesto voluntario de inscribirse personalmente en un grupo de
preparacin.
Permanencia en el grupo de catequesis de modo continuo y no
errtil.
Peticin formal del sacramento al avanzar el proceso de
preparacin.
Participacin habitual en la celebracin de la Eucarista
dominical.
Cierta prctica de oracin como trato con Cristo personalmente,
que dar al confirmando descubrir un Dios cercano, vivo, que
nos habla en Cristo.
Conciencia de pertenecer a la comunidad eclesial.
Conocer los contenidos adecuados de la fe cristiana, para
entenderse como discpulo de Cristo.
Comportamiento coherente tanto existencial como eclesial y
social.
106. El sacramento de la Confirmacin se recibir en el ltimo ao del
proceso pero antes de que ste concluya, de manera que pueda haber
un tiempo de catequesis mistaggica que fortalezca al mismo tiempo
el propsito de la perseverancia y facilite la incorporacin a grupos y
movimientos juveniles. El itinerario catequtico de los que interrum-

183

Como sintetiza el Catecismo de la Iglesia Catlica: El candidato a la


Confirmacin que ya ha alcanzado el uso de razn debe profesar la fe, estar en
estado de gracia, tener la intencin de recibir el sacramento y estar preparado
para asumir su papel de discpulo y de testigo de Cristo, en la comunidad
eclesial y en los asuntos temporales (CCE 1319).

54-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


pieron la Iniciacin cristiana y la completan en su adolescencia o
juventud no durar menos de dos aos.
c) Itinerario de adultos
107. Otro itinerario posible es el que conduce a adultos (a partir de los 21
aos) a completar su Iniciacin cristiana y recibir el sacramento de la
Confirmacin y, en su caso, de la Eucarista184. Los motivos por los que
solicitan concluir su Iniciacin cristiana pueden ser diversos: una
sincera conversin, el deseo de completar un proceso interrumpido en
su da por cualquier causa, la celebracin de su Matrimonio, el
sacramento de la Iniciacin de alguno de sus hijos, Es una ocasin
para profundizar qu es ser cristiano, qu lleva consigo pertenecer a la
Iglesia y cmo se entiende la Iniciacin cristiana adentrndose en el
misterio de Jesucristo.
108. Este catecumenado postbautismal de adultos seguir las pautas del
Cap. IV del RICA. Requiere el tiempo necesario para que la fe
infundida en el Bautismo pueda crecer, llegar a la madurez y ser
grabada plenamente por medio de la formacin pastoral que se les
proporciona185, que lgicamente ha de tener presente la peculiar
condicin de estos adultos186 . Si el proceso se interrumpi despus de
recibir la Primera Comunin, este catecumenado tendr aproximadamente la duracin de un ao litrgico, dentro del cual recibirn el
sacramento de la Confirmacin.
109. Puede ser oportuno que el Obispo presida en la Catedral la celebracin
en la que estos adultos, debidamente preparados, reciben el sacramento de la Confirmacin y, en su caso, tambin de la Eucarista.
Igualmente estas celebraciones especiales en las que adultos completan su Iniciacin cristiana pueden extenderse a arciprestazgos y
parroquias.
B) LA CONFIRMACIN
Introduccin
110. La Confirmacin perfecciona la gracia bautismal; es el sacramento
que da el Espritu Santo para enraizarnos ms profundamente en la
filiacin divina, incorporarnos ms firmemente a Cristo, hacer ms
slido nuestro vnculo con la Iglesia, asociarnos todava ms a su

Cfr. LIC 124.


RICA 296.
186 Ibidem 297.
184
185

-55

Arzobispado de Toledo
misin y ayudarnos a dar testimonio de la fe cristiana por la palabra
acompaada de las obras187.
111. Antes de la reforma conciliar, el sentido litrgico-pastoral y la
preparacin de este sacramento haba quedado, en buena parte,
supeditado a la Visita Pastoral del Obispo a las parroquias188. El nuevo
Ritual de la Confirmacin y la normativa cannica sobre este
sacramento189, unida a una praxis catequtica especfica, ha mejorado
algunos aspectos de la prctica anterior190, pero ha podido
distorsionar su genuino sentido teolgico, litrgico y pastoral al
vincularlo progresivamente a la pastoral con adolescentes y jvenes, y
retrasar la edad de su celebracin191. El momento y la edad en que ha
de administrarse el sacramento de la Confirmacin son cuestiones
abiertas sobre las que se precisa reflexionar192, ms an cuando el
Papa Benedicto XVI, en la Exhortacin Apostlica Sacramentum
Caritatis considera necesario volver sobre el tema del orden de los
Sacramentos de Iniciacin y, sobre todo, verificar qu praxis puede
efectivamente ayudar mejor a los fieles a poner de relieve el

CCE 1316. Cfr. CCE 1303; LG. 11.


Cfr. LIC 85.
189 CIC 891 seala que la Confirmacin se administra en torno a la edad de la
discrecin, a no ser que la Conferencia Episcopal determine otra edad. La
Conferencia Episcopal Espaola, por decreto del 25 de noviembre de 1983, fij
como edad para recibir el sacramento de la Confirmacin la situada en torno a
los catorce aos, salvo el derecho del Obispo diocesano a seguir la edad de la
discrecin a que hace referencia el c, 891 [BOCEE, 3 (1984) 102]. Nuestro
Snodo Diocesano del ao 1991 recoga esta norma y estableca la edad en torno
a los 14 aos para nuestra Archidicesis (CCSS 684).
190 Cfr. LIC 86.
191 Cfr. NC 1.
192 Cfr. LIC 87. A propsito de la edad, conviene recordar que la madurez espiritual
no coincide necesariamente con la madurez en el orden natural: Si a veces se
habla de la Confirmacin como del "sacramento de la madurez cristiana", es
preciso, sin embargo, no confundir la edad adulta de la fe con la edad adulta
del crecimiento natural, ni olvidar que la gracia bautismal es una gracia de
eleccin gratuita e inmerecida que no necesita una "ratificacin" para hacerse
efectiva. Santo Toms lo recuerda: La edad del cuerpo no constituye un
prejuicio para el alma. As, incluso en la infancia, el hombre puede recibir la
perfeccin de la edad espiritual de que habla la Sabidura (4,8): la vejez
honorable no es la que dan los muchos das, no se mide por el nmero de los
aos. As numerosos nios, gracias a la fuerza del Espritu Santo que haban
recibido, lucharon valientemente y hasta la sangre por Cristo (Santo Toms
de Aquino, S. Th. 3, 72, 8 ad 2) (CCE 1308).
187

188

56-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


sacramento de la Eucarista como aquello a lo que tiende toda la
Iniciacin193.
112. Tanto en la preparacin catequtica como en la celebracin del
sacramento de la Confirmacin, debe tenerse en cuenta la Nota sobre
algunos aspectos doctrinales del sacramento de la Confirmacin, que
public la Comisin Episcopal para la Doctrina de la Fe en 1991, con la
aprobacin de la Asamblea Plenaria, a fin de salvaguardar, en todo
momento, la verdadera naturaleza de este sacramento y el lugar
propio que le corresponde en la vida de la Iglesia y de los creyentes194. En sntesis, he aqu algunos aspectos a resaltar en relacin
con el sacramento de la Confirmacin195:

La Confirmacin est ntimamente vinculada al Bautismo y


culmina en la Eucarista, porque es uno de los tres sacramentos de
la Iniciacin cristiana, que se debe entender como un todo. Por esa
razn, el bautizado debe recibir la Confirmacin en el tiempo
oportuno196. Este sacramento no puede entenderse como un
sacramento de lites o slo para grupos de selectos197.

Lo fundamental en este sacramento, como en los dems, es el don


gratuito de Dios. Este sacramento no puede reducirse a una simple
ratificacin personal del Bautismo y de los compromisos bautismales. La Confirmacin, aunque implica necesariamente la
libre respuesta del creyente que tiene uso de razn, es, ante todo,
un don gratuito de la iniciativa salvadora del Dios198.

Dar todo su valor al sacramento de la Confirmacin no puede


significar una cierta minusvaloracin del Bautismo de los prvulos,
como si lo que aconteci por gracia en el Bautismo fuera
irrelevante mientras no se d esa aceptacin personal celebrada en
la Confirmacin. El Bautismo supone un nuevo nacimiento, una
nueva creacin en Cristo, y todo el proceso catequtico y litrgico
posterior consiste en desarrollar la gracia bautismal que se
perfecciona en la Confirmacin199.

SaC 18.
Cfr. NC 1.
195 Cfr. LIC 90.
196 Cfr. CIC 890.
197 NC 2.
198 Ibidem 3.
199 NC 4.
193

194

-57

Arzobispado de Toledo

La Confirmacin es prolongacin del acontecimiento de


Pentecosts, por eso acenta la dimensin eclesial y misionera de
la vocacin bautismal (). Esta dimensin eclesial supone que en
la catequesis preparatoria se transmita al candidato la fe ntegra de
la Iglesia, se le prepare para ser testigo de esa misma fe en el
mundo, y se le ayude a su discernimiento vocacional200.

113. En definitiva, por el sacramento de la Confirmacin, en el proceso de


Iniciacin cristiana, el bautizado recibe la efusin del Espritu Santo,
por cuya donacin se configurar ms perfectamente con Cristo y se
fortalecer con su aliento para dar testimonio de l y edificar su
Cuerpo en la fe y en la caridad201.
Preparacin inmediata a la celebracin de la Confirmacin
114. Por lo que se refiere a la preparacin ms inmediata a la Confirmacin, tngase en cuenta dos aspectos:
a. Primero, la importancia de explicar a los candidatos el rito de este
sacramento: la presencia del Obispo y su vinculacin eclesial en
este sacramento, la imposicin de las manos, la uncin con el Santo
Crisma, las palabras del sacramento, las oraciones, antfonas y el
prefacio de la Misa ritual. Igualmente, se les ha de instruir en el
sentido de este sacramento en el conjunto de la Iniciacin cristiana,
por qu se ha separado sta en tres momentos distintos de la vida
del candidato y, sobre todo, la unidad estrecha de los tres
sacramentos, Bautismo, Confirmacin y Eucarista.
b. Segundo, en el conjunto de la Iniciacin cristiana es preciso incluir
el sacramento de la Reconciliacin o de la Penitencia con
confesin individual. Hay que formar, pues, la conciencia de que la
confesin sacramental, individual e ntegra, constituye el nico
modo ordinario con que el fiel, consciente de pecado grave, se
reconcilia con Dios y con la Iglesia202. Puesto que el sacramento de
la Confirmacin se ha de recibir en gracia de Dios, se ha de incluir
en la preparacin inmediata la celebracin del sacramento de la
Penitencia, al que igualmente se invitar a padres y padrinos de los
confirmandos.

LIC 905.
Cfr. RC 1-2.
202 Cfr. CIC 960.
200
201

58-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


115. Es conveniente que se escoja como padrino a quien asumi esa
misin en el Bautismo203, para hacer ms visible el nexo entre ambos
sacramentos. No obstante, se puede escoger a otro padrino propio de
la Confirmacin con tal de que rena las condiciones exigidas204.
116. Es muy de desear que toda la comunidad cristiana se sepa
implicada y comprometida en la preparacin de los confirmandos
mediante su oracin y su apoyo: ayudar esto a renovar y profundizar
la misma Iniciacin ya terminada para tantos. Para ello, algunos pasos
del itinerario de preparacin se pueden celebrar en la Eucarista
dominical, por ejemplo, la presentacin de los confirmandos a la
comunidad.
Celebracin de la Confirmacin
117. La celebracin litrgica de la Confirmacin debe ser especialmente
cuidada con una participacin en ella que sea consciente, activa y
fructuosa205, siguiendo las orientaciones y posibilidades del Ritual, de
modo que toda la asamblea sienta reavivar el don del Espritu. Por lo
que se refiere a los confirmandos, para que esta participacin sea
activa no se necesita que todos y cada uno de ellos hagan algo en la
celebracin, sino sobre todo que, tras una adecuada catequesis
litrgica, puedan acoger con toda intensidad espiritual la riqueza de la
accin sacramental.
118. Es preferible que la proclamacin de la Palabra de Dios y la
lectura de las diferentes moniciones sea hecha por los catequistas u
otras personas idneas, incluso alguno de los padres o padrinos. Los
ya confirmados es mejor que intervengan en la Oracin universal o de
los fieles y en la presentacin de las ofrendas o dones para la
Eucarista. Se ha de evitar la presentacin de objetos que poco tienen
que ver con la celebracin eucarstica y, sobre todo, una oracin
dirigida a Dios al presentar los dones.
119. Respecto al formulario a utilizar para la Santa Misa en la
Confirmacin, se deben seguir las introducciones del Ritual o la
Introduccin General al Misal Romano. El Ceremonial de los Obispos,
en cualquier caso, resume dichas indicaciones as206:

Ibidem 8932.
Ibidem 893 seala que las condiciones exigidas para padrino de Confirmacin
son las mismas que para el padrino de Bautismo: CIC 874.
205 cfr. SC 11.
206 Ceremonial de los Obispos 459.
203

204

-59

Arzobispado de Toledo
a) en los das en que se permite la Misa Ritual de la Confirmacin,
puede utilizarse ese formulario, con sus lecturas propias, color
rojo o blanco;
b) si no se celebra la Misa Ritual porque se prefiere, por ejemplo,
la del Domingo correspondiente, puede ser elegida una de las
lecturas de las que se proponen en el Leccionario para esa Misa
Ritual;
c) pero, si la Confirmacin se celebra en los das sealados en los
n. 1-4 de la Tabla de los das litrgicos, se debe celebrar
siempre la Misa del da, con sus lecturas.
120. Se debe anotar la celebracin de la Confirmacin en el Libro
Parroquial correspondiente y notificrsela al prroco del lugar del
Bautismo, para que sea tambin realizada la anotacin en el Libro de
Bautismo, conforme a los cnones 895 y 535 del CIC.
Despus de la Confirmacin
121.

Es importante que los recin confirmados sigan en la parroquia


viviendo y madurando su fe207. Y para eso es preciso seguir
ayudndoles a asumir con decisin sus compromisos cristianos y
apostlicos. El Secretariado Diocesano de Pastoral de Juventud,
conforme al Proyecto Diocesano de Pastoral de Juventud, impulsar la
implantacin en nuestras parroquias de una oferta atractiva y honda
para estos confirmados, que incluya la educacin en el tiempo libre,
con responsables que les acompaen para que puedan asumir su papel
de discpulos de Cristo, de cuya vida y misin ya participan
plenamente. Si esto no es posible en una parroquia, se llevar a cabo
en los arciprestazgos. De ah la conveniencia de que ya durante el
periodo catequtico, en especial en el ltimo ao, se vaya
introduciendo un contacto de los nios o preadolescentes con los
grupos de pastoral de adolescentes y jvenes de la parroquia o
arciprestazgo o bien con los movimientos apostlicos aprobados de
infancia y juventud, especialmente la Accin Catlica General.

207

CCSS 690.

60-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


C) LA EUCARISTA
Introduccin
122. La Sagrada Eucarista culmina la Iniciacin cristiana. Los que han
sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y
configurados ms profundamente con Cristo por la Confirmacin,
participan por medio de la Eucarista con toda la comunidad en el
sacrificio mismo del Seor208. En efecto, ms all del orden y de las
edades en las que actualmente se administran los diferentes
sacramentos de la Iniciacin cristiana209, la Eucarista supone su
culminacin porque significa y realiza la comunin de vida con Dios y
en la Iglesia210.
123. La Primera Comunin de los que han sido bautizados tiene especial
importancia en el proceso de la Iniciacin cristiana. Es un momento
fuerte de encuentro con Jesucristo y de incorporacin a la comunidad
cristiana que les acoge y, si se celebra bien, deja huellas indelebles o
muy profundas en la conciencia del sujeto para toda su vida211. En el
momento actual, sta es la mayor urgencia: integrar la celebracin de
la Primera Comunin y su preparacin inmediata en un proceso
continuo de Iniciacin cristiana que produzca autnticos frutos de
vida cristiana.
La Primera Comunin en el conjunto de la Iniciacin
cristiana
124. Benedicto XVI afirma en la Exhortacin Apostlica Postsinodal
Sacramentum Caritatis: Quisiera subrayar la importancia de la
Primera Comunin. Para muchos fieles este da queda grabado en
la memoria, con razn, como el primer momento en que, aunque de
modo todava inicial, se percibe la importancia del encuentro
personal con Jess. La pastoral parroquial debe valorar adecuadamente esta ocasin tan significativa212.
125. Para que pueda administrarse la santsima Eucarista a los nios, se
requiere que tengan suficiente conocimiento y hayan recibido una
preparacin cuidadosa, de manera que entiendan el misterio de
Cristo en la medida de su capacidad, y puedan recibir el Cuerpo del

CCE 1322.
Cfr. Supra n 111.
210 CCE 1325.
211 CCSS 751.
212 SaC 19.
208
209

-61

Arzobispado de Toledo
Seor con fe y devocin213. Por tanto, antes de que un nio sea
admitido al banquete eucarstico se requerir un verdadero discernimiento acerca de la asimilacin de aspectos fundamentales de su
educacin en la fe214:

La participacin del nio en la sesin catequtica semanal.

El conocimiento y aceptacin, a su nivel, del Smbolo de la fe


catlica.

La iniciacin en la oracin y en la liturgia de la Iglesia,


especialmente en la Misa dominical.

Esfuerzo por un comportamiento cristiano coherente, mediante la formacin de su conciencia moral.

Deseo personal y gozoso de recibir a Jess sacramentado y de


pertenecer a la Iglesia.

La Eucarista es el compendio y la suma de nuestra fe: `nuestra


manera de pensar armoniza con la Eucarista, y a su vez la
Eucarista confirma nuestra manera de pensar (san Ireneo)215. Por
tanto, los nios admitidos a la Primera Comunin deben tener claro
que la Eucarista es fuente y cima de toda la vida cristiana.
126. En el conjunto de la catequesis de la Iniciacin cristiana es bsica una
verdadera introduccin y un cierto hbito de asistencia a la
celebracin eucarstica, sobre todo la del domingo216. La celebracin de la Misa en el da del Seor, el domingo, es una sea de
identidad de ser cristiano y de pertenecer a la Iglesia Catlica. Si bien
toda la comunidad parroquial tiene que contribuir a esta tarea de
iniciar en la Misa dominical a los nios, es especial responsabilidad de
los padres cuidar este aspecto en la educacin en la fe de sus hijos.
127. A este aspecto han de unirse otros como la catequesis familiar, que
reviste, a su vez, distintas modalidades ya presentes en nuestras
parroquias. En general, esta preparacin para el gran encuentro con
Jesucristo Eucarista, que es la Primera Comunin, requiere que los
padres se preparen al ritmo de los nios217. En este sentido, la
comunidad parroquial tiene ante s un reto importante. Habra que
sospechar bastante de la veracidad y efectividad de este tiempo de

CIC 9131.
Cfr. Ibidem 914.
215 CCE 1327.
216 LIC 58.
217 CCSS 752.
213

214

62-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


preparacin si los padres no quieren de ningn modo intervenir y, en
ese caso, invitarles con suave energa a que lo hagan, porque, de otro
modo, su hijo tendr dificultades en su Iniciacin. Sin duda sern
oportunos los encuentros con los padres, as como su participacin en
la celebracin de ritos, como las entregas del Padrenuestro, del Credo,
del Crucifijo o del Nuevo Testamento, la renovacin de las promesas
del Bautismo, la primera Penitencia. Y otras celebraciones ms
sencillas no litrgicas, pero que ayudan a los nios a celebrar la vida,
la luz
128. En esta preparacin tendr un papel insustituible la comunidad
parroquial, que debe ser referencia para padres y nios, y a la cual se
ir incorporando la familia lo suficiente para asegurar la veracidad y
efectividad de esa preparacin. Dentro de la comunidad, es bueno
tambin un grupo ms reducido que, junto con los catequistas,
acompae a padres y nios en su incorporacin a la vida parroquial.
129. En la preparacin prxima a la Primera Comunin es
necesaria una catequesis que incluya estos dos aspectos:
a) Una adecuada catequesis litrgica: Para que el nio se inicie
en la vida litrgica de la Iglesia, se le debe explicar con detalle la
celebracin de la Misa, con todas sus partes y con la riqueza de
signos y gestos que expresan la fe cristiana y eclesial en la
celebracin. Este aspecto de la catequesis ser una eficaz ayuda
al nio, conforme a su edad y proceso personal, para que se
familiarice con los grandes valores espirituales y humanos que
contiene toda Eucarista: la accin comunitaria del pueblo de
Dios, la escucha de su Palabra, el perdn recibido y ofrecido, la
accin de gracias, las expresiones simblicas que llenan su
propia vida, el gape fraterno y la celebracin festiva Es
fundamental que el nio, en su Primera Comunin, participe en
una celebracin que ya conoce a fondo, porque ha frecuentado
la celebracin dominical de la Santa Misa y conoce el significado
de cuanto se realiza.
b) Experiencia comunitaria de oracin. Sern tambin de
gran importancia otras celebraciones de diverso gnero, que
pueden contener algunos elementos litrgicos como el silencio,
el canto y la alabanza comn, la lectura de la Biblia o de los
Evangelios, donde caben expresiones ms espontneas,
catequticas y didcticas, que pueden iniciar a los nios en la
necesaria experiencia de oracin personal y comunitaria.

-63

Arzobispado de Toledo
Iniciacin al Sacramento de la Penitencia
130. Para un cristiano, el Sacramento de la Penitencia es el camino
ordinario para obtener el perdn y la remisin de sus pecados graves
cometidos despus del Bautismo218. Segn la tradicin genuina de la
Iglesia, que adems es norma219, los nios que van a recibir la Primera
Comunin han de realizar previamente su primera confesin
sacramental. Para ello, el nio debe ser iniciado a la celebracin de
este sacramento formando con rectitud y delicadeza su conciencia
moral: Al llegar a la edad de la discrecin, el nio podr ir descubriendo, a travs de una catequesis apropiada, el sentido del pecado
como crisis de las relaciones personales con Dios y con los dems, y
del perdn como reconciliacin220. El cuidado pastoral de esta
Iniciacin a la confesin, mediante el dilogo del sacerdote y los
catequistas con el nio y con sus padres, es condicin para una
experiencia gozosa del sacramento del perdn de Dios.
131. El Ritual de la Penitencia ofrece los formularios A y B como modos
ordinarios de celebrar este sacramento221. Tal vez es preferible utilizar
para la Primera Confesin de los nios el formulario B, celebracin
comunitaria con confesin y absolucin individual, debidamente
preparada y con participacin de los padres, catequistas y otros
miembros de la comunidad222. Ahora bien, no hay que olvidar que, en
el futuro, el modo ms frecuente de celebrar este sacramento ser con
el Formulario A, celebracin de un solo penitente; forma en la que
cobran mayor valor los aspectos ms propiamente personales de la
confesin, entre los cuales destaca el acompaamiento personal que le
ayude al nio a crecer en su responsabilidad como cristiano e, incluso,
en su discernimiento vocacional223. Para esta forma del Sacramento de
la Penitencia con un solo penitente se deben seguir las indicaciones y
posibilidades ofrecidas por el Ritual de la Penitencia e introducir ms
abundantemente la Palabra de Dios tanto en la preparacin de la
confesin, como en su misma celebracin224.

RP 31.
Cfr. CIC 914.
220 C.E.E. Orientaciones doctrinales y pastorales del Ritual de la Penitencia, 68
221 Cfr. RP 32.
222 El Snodo Diocesano recomienda que la Primera Confesin sea una celebracin
que revista el carcter de fiesta (CCSS 712).
223 Cfr. RP 32.
224 Cfr. VD 61.
218
219

64-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


Edad
132. Corresponde tambin al prroco vigilar para que no reciban la
santsima Eucarista los nios que an no han llegado al uso de la
razn o a los que no juzgue suficientemente dispuestos225. Teniendo
esto en cuenta, en nuestra Dicesis se ha determinado que los nios
comulguen por primera vez en torno a los 8 9 aos, despus de
completar satisfactoriamente al menos dos aos de catequesis226. No
se puede dar prioridad a meras conveniencias sociales o de otro tipo
por delante del crecimiento en la fe y en la vida cristiana de los nios.
Por eso, no es motivo suficiente para adelantar la Primera Comunin
el que un hermano mayor comulgue ese ao, y as conseguir una
celebracin nica para los dos hermanos.
Tiempo y lugar
133. El tiempo ms apropiado para celebrar la Primera Comunin es el
Tiempo Pascual. Tambin, salvo en Cuaresma, el domingo, da del
Seor, en que la comunidad reunida en asamblea hace memoria de su
Pascua. Debe celebrarse en el marco de la comunidad parroquial, pues
es el lugar ordinario donde la mayora de los cristianos celebran su fe,
donde se celebran habitualmente los sacramentos de Iniciacin y
tambin donde los nios seguirn cada domingo participando en la
Eucarista227.
134. La Iniciacin cristiana y la celebracin de la Primera Comunin se
realizar ordinariamente en la propia parroquia228. Ningn sacerdote
deber prestarse a admitir a un nio de otra parroquia, salvo por
causas justificadas, y con autorizacin escrita del prroco del nio.
Tampoco se preste ningn sacerdote a celebraciones privadas de la
Primera Comunin en ermitas, capillas, conventos, etc.
135. En el cap. I del presente directorio se haca referencia al papel de la
Escuela Catlica como lugar subsidiario de la Iniciacin cristiana y a
las caractersticas requeridas a los centros para que puedan ser lugar
idneo para esa Iniciacin229. En cualquier caso, los padres del nio
que recibe la catequesis de Iniciacin en el colegio catlico han de

CIC 914.
Cfr. CCSS 753.
227 Cfr. Ibidem 758.
228 Cfr. Ibidem 755.
229 Cfr. Supra n 15.
225

226

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Arzobispado de Toledo
procurar su integracin en la comunidad parroquial, especialmente en
la misa dominical.
136. Al iniciar el proceso catequtico, los padres han de presentar la nota
del Bautismo del nio230. Si solicitaran iniciar la preparacin de la
Primera Comunin nios no bautizados en su primera infancia, se
debe comenzar su Iniciacin cristiana conforme a los criterios del Cap.
III del presente Directorio.
Celebracin de la Primera Comunin
137. La celebracin de la Primera Comunin debe prepararse y realizarse
cuidadosamente por todos los que han intervenido en este tiempo de
preparacin: sacerdote, padres, catequistas, padrinos, etc. Evtese la
celebracin con un solo nio, salvo que sea el nico en la comunidad
parroquial de pueblos pequeos, o en otros casos muy extraordinarios;
igualmente no es conveniente una celebracin masiva, pues es mejor
la celebracin de grupos no muy grandes, donde pueda haber un cierto
carcter familiar sencillo y comunitario. Si el nmero total de
comulgantes es grande, se harn varias celebraciones, procurando, si
es posible, que quienes siguieron la catequesis en el mismo grupo la
celebren en el mismo da.
138. La celebracin de la Primera Comunin sea breve y sencilla,
suprimiendo adherencias, de manera que no caiga en la teatralidad
y se consiga la participacin de todos231. Esta celebracin no puede
ser absolutamente diferente de otras celebraciones festivas dominicales de la comunidad. Evtense, por ello, celebraciones recargadas,
complicadas, con demasiados gestos, y donde los nios hacen cosas
que no harn jams en otras celebraciones. Hay que cuidar, pues, que
se celebre de modo que la siguiente celebracin dominical no les
parezca a los nios totalmente alejada de la de su Primera Comunin.
Una hermosa celebracin festiva no tiene por qu prescindir de
buenos cantos, contestaciones en los dilogos de la liturgia, la
renovacin de las promesas bautismales, la oracin de los fieles o la
presentacin sencilla de los dones.
139. En la celebracin de la Primera Comunin se puede dar la comunin a
los nios bajo las dos especies. En el caso de nios celacos, se aplicar

230
231

CCSS 754.
Ibidem 760.

66-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


la normativa de la Comisin Episcopal de Liturgia que incluso prev la
posibilidad de comulgar bajo la sola especie del vino232.
140. Es deseable y conveniente que los padres celebren plenamente con sus
hijos el misterio de la Eucarista, preparndose mediante la confesin
sacramental y comulgando con ellos, siempre y cuando no se
encuentren en situacin cannica irregular233. Evtese que los padres
comulguen a la vez que sus hijos, ante esta eventualidad.
141. En ocasiones, en la Primera Comunin de un hijo, algunas familias se
dejan absorber por compromisos sociales, regalos y gastos exagerados,
desplazando as el verdadero inters de este sacramento de Iniciacin
cristiana. Sobriedad y sencillez no estn reidas con alegra y
celebracin gozosa, y se acercan mucho ms a la actitud evanglica y
coherente con la vida de Cristo, a quien reciben sacramentalmente.
Por eso, es preciso educar a los padres para que se evite todo tipo de
lujos, derroches y gastos superfluos234.
142. Para el momento de su Primera Comunin, lo ms conveniente para
los nios es que lleven un vestido sencillo, como por ejemplo una
tnica blanca, signo con fuertes connotaciones catecumenales y que
les puede ayudar a participar mejor en la celebracin, evitando cuanto
pueda ser motivo de distraccin235.
143. La Primera Comunin de un nio suele reunir, junto a familiares y
amigos creyentes e identificados con lo que se celebra, a otros que
acuden por compromiso social, por estar un tanto alejados de la vida
cristiana. Estas celebraciones pueden ser tambin un momento
evangelizador, mediante una celebracin digna, veraz, llena de piedad
y cercana, que introduzca en el misterio de la Eucarista que nos dej
Jesucristo, signo de la Alianza con Dios, en la que se nos permite
encontrarnos con l.

232Cfr.

COMISIN EPISCOPAL DE LITURGIA, Nota sobre la Comunin de los Celacos


(20 de febrero de 2003).
233 Cfr. SaC 29. CONGREGACIN DOCTRINA DE LA FE, Carta sobre la recepcin de la
comunin eucarstica por parte de los fieles divorciados que se han vuelto a
casar (14 de septiembre de 1994), 6.
234 CCSS 759.
235 Por ejemplo, debe regularse la presencia de fotgrafos u otros operadores
grficos, de modo que no sean obstculo para la celebracin ni motivo de
distraccin para los nios o para la asamblea litrgica [CCSS 761; SECRETARA
GENERAL ARZOBISPADO DE TOLEDO, Disposiciones Generales para el ao 2009
BOAT (2009) p. 21-22].

-67

Arzobispado de Toledo
Despus de la Primera Comunin
144. Es una fuente constante de preocupacin de prrocos y catequistas
cmo proseguir la educacin en la fe de los nios tras la Primera
Comunin, y evitar que este sacramento de Iniciacin cristiana sea un
momento aislado. Ciertamente, desde el inicio de la catequesis de la
Iniciacin cristiana hay que plantear este tema a los padres,
invitndoles a facilitar que los nios participen en la vida parroquial,
en actividades de tiempo libre, ms all del simple acto catequtico, y
alentando la participacin en la Misa con familias, donde se pueda
desarrollar el rico dinamismo de la liturgia dominical.
145. A la vez, es necesario proponer a los padres que participen en los
grupos parroquiales de matrimonios y familias, donde encuentren
apoyo en su primordial tarea de educacin en la fe de sus hijos, as
como igualmente es imprescindible la colaboracin entre familiaparroquia-escuela. En este sentido, los movimientos apostlicos y
familiaristas, las escuelas de padres, los itinerarios de formacin
permanente de adultos, la Accin Catlica General, etc., pueden
prestar una experimentada y eficaz colaboracin a las parroquias,
tanto en el acompaamiento de los padres como en la atencin
pastoral de los nios.

68-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana

CONCLUSIN
146. Con el presente Directorio, la Iglesia diocesana de Toledo desea
responder en la hora presente a su ms especfica vocacin: Ella
existe para evangelizar, es decir, para predicar y ensear, ser canal
del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios, perpetuar
el sacrificio de Cristo en la santa Misa, memorial de su muerte y
resurreccin gloriosa236. Igualmente, se propone realizar con
renovado vigor su misin maternal de engendrar nuevos hijos para
Dios en cuanto Iglesia, Esposa de Cristo. Como afirma San Ildefonso:
Para que hubiese seno donde el hombre nacido para la muerte
pudiese renacer a la vida, el Verbo de Dios se encarn. Y convoc a la
Iglesia () a la que con su muerte purific con el bao del agua, y la
consagr como su Esposa con alianza eterna () De Ella, por la
palabra de la fe y la fecundidad de su Espritu, engendra cada da a
innumerables hijos a los que abrazndolos como hijos por la
adopcin de la gracia, los adscribe como sus coherederos a la eterna
felicidad, ensendolos sobre su ley en esta desgraciada vida mortal
e iluminando con la luz de sus preceptos los ojos del alma para
conducir a los instruidos sinceramente a la herencia de la justicia237.
147. La Iniciacin cristiana es el itinerario que lleva a la madurez en la fe.
De ah que sea de capital importancia completar este itinerario
ntegramente y de manera satisfactoria, pues a travs de l la persona
es capacitada para vivir cristianamente de forma adulta y responder a
la propia vocacin. En efecto, habr completado bien la Iniciacin
cristiana quien, al final de la misma, se pregunte honestamente:
Seor, qu quieres de m?, qu lugar deseas que ocupe en la
Iglesia?. La eleccin de estado en la Iglesia es el resultado natural y
esperable de un proceso de iniciacin que ha alcanzado su meta.
148. Es responsabilidad de todos y de cada uno de los miembros de la
comunidad diocesana aunar esfuerzos, lineas de accin, prioridades y
esperanzas que manifiesten la misericordia y el poder santificador de
Dios, Uno y Trino, que quiere que todos los hombres se salven y

236
237

EN 14.
SAN ILDEFONSO De itinere deserti caps. IV-V (34-47) : versin, introduccin y
notas de J. CAMPOS (BAC, Madrid 1971).

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Arzobispado de Toledo
lleguen al conocimiento de la verdad238. Que Santa Mara Virgen,
Estrella de la evangelizacin y modelo de la Iglesia Madre, interceda
por pastores y fieles, y haga florecer entre nosotros una nueva primavera de santidad y de testimonio cristiano en nuestro tiempo.

238

1 Tm 2, 4.

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Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


ANEXO
A. PROPUESTA DE CELEBRACIONES DE RITOS Y ENTREGAS
CON LOS NIOS BAUTIZADOS
En estas celebraciones litrgicas se invita a padres, padrinos, abuelos,
hermanos y dems familiares:

En el ao de recepcin del Bautismo o al ao siguiente, el 2 de


febrero (Fiesta de la Presentacin del Seor) o el domingo
siguiente, realizar con los nios y sus madres la presentacin a la
Virgen.

En torno a los 3 aos del nio, convocatoria a los padres para


presentarles el texto Los primeros pasos en la fe de la
Subcomisin de Catequesis de la CEE.

Al inicio de la catequesis (6-7 aos) se hace el Rito del Effet,


aunque ya se haya realizado en el Bautismo.

En el primer ao de la catequesis, durante el tiempo de Cuaresma,


Renovacin de las promesas bautismales.

Con la primera confesin, se les hace la entrega y la imposicin de


la cruz.

En el segundo ao de catequesis se hace la entrega del Evangelio.

En torno a los diez aos se les entrega el Padrenuestro.

En torno a los once-doce aos se les entrega el Smbolo de la fe.

En la celebracin del sacramento de la confirmacin se les entrega


la luz.

Celebracin de la entrega del Declogo.

B) PROPUESTA DE CELEBRACIONES LITRGICAS CON ADULTOS Y


CON LOS NIOS NO BAUTIZADOS EN SU INFANCIA
Primer ao:
Inicio septiembre-octubre: Precatecumenado.

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Arzobispado de Toledo
Adviento: Rito de entrada en el catecumenado. Signacin en la frente.
Entrega del Evangelio (Celebracin diocesana, presidida por el Obispo).
Cuaresma: Bendicin de catecmenos. Presentacin a la comunidad
cristiana.
Segundo ao:
Adviento: Bendicin de los catecmenos y exorcismos.
Cuaresma:

Primer domingo: Rito de eleccin e inscripcin del nombre. Uncin prebautismal.

Escrutinios (domingos III, IV, V), entrega del Credo y del Padre
nuestro.

Pascua: Sacramentos de la Iniciacin cristiana y tiempo de la mistagogia.


Catequesis presacramental sobre el sacramento de la Penitencia y su
celebracin. En este tiempo del neofitado se sientan para la celebracin de
la Eucarista en lugar preferente; en Pentecosts, se sientan ya con todos.
BIBLIOGRAFA COMPLEMENTARIA
ASOCIACIN ESPAOLA DE CATEQUETAS (AECA), Hacia un nuevo paradigma
de la iniciacin cristiana hoy, Madrid 2008.
BLZQUEZ, RICARDO, Iniciacin Cristiana y Nueva Evangelizacin. Bilbao
1992.
CAMPO, MANUEL DEL, El nuevo paradigma de la catequesis en Snite vol
XLVII, n 141 (enero abril 2006).
CASTELLANO, JESS, La mstica de los sacramentos de la Iniciacin
cristiana. Barcelona 2008.
DANIELOU, JEAN, La catequesis en los primeros siglos. Madrid, 1975.
ELORRIAGA, CARLOS, Bautismo y Catecumenado en la Tradicin Patrstica
y Litrgica. Bilbao 1998.
LAURENTIN-DUJARIER, El catecumenado: fuentes neotestamentarias y
patrsticas. La reforma del Vaticano II. Bilbao 2002.

72-

Directorio Diocesano para la Iniciacin Cristiana


RICO PAVS, JOS, Los Sacramentos de la iniciacin cristiana. Introduccin
Teolgica a los sacramentos del Bautismo, Confirmacin y Eucarista.
Toledo 2006.
ROCCHETTA, CARLO, Cmo evangelizar hoy a los cristianos: el rito de
Iniciacin cristiana de adultos como propuesta tipo para una nueva
evangelizacin. Bilbao 1994.
SEBASTIN AGUILAR, FERNANDO, Evangelizar. Madrid 2010.
SEBASTIN AGUILAR, FERNANDO, Nueva Evangelizacin. Madrid 1991.

-73

74-

INDICE GENERAL

Decreto de aprobacin del Directorio 3


Sumario .. 7
Siglas. 8
INTRODUCCIN..

11

CAPTULO I.
NATURALEZA DE LA INICIACIN CRISTIANA: ASPECTOS RELEVANTES. 15
Qu es la Iniciacin cristiana?................................................................................ 15
Lugares eclesiales de la Iniciacin cristiana. 16
Hacia una nueva mentalidad 20
CAPTULO II.
INICIACIN CRISTIANA DE ADULTOS.. 25
Necesidad del catecumenado 25
El catecumenado y el Ritual de Iniciacin Cristiana de Adultos 26
Qu se entiende por catecumenado?.................................................................27
A) Estructura del catecumenado. 28
B) Etapas del catecumenado. 29
Orientaciones y disposiciones.. 32
CAPTULO III.
INICIACIN CRISTIANA DE LOS NIOS NO BAUTIZADOS EN SU INFANCIA. 35
Introduccin. 35
Orientaciones y disposiciones. 36
CAPTULO IV.
INICIACIN CRISTIANA DE LOS NIOS BAUTIZADOS EN SU INFANCIA
A) BAUTISMO DE PRVULOS..
Introduccin.
Preparacin de los padres..
Situaciones especiales..
a) Padres creyentes con poca prctica religiosa
b) Padres catlicos en situacin irregular.
c) Padres no creyentes o no catlicos
Eleccin de padrinos.
Celebracin del Bautismo..
d) Tiempo.
e) Lugar
f) Rito del Bautismo
Catecumenado postbautismal: itinerarios.

-75

41
41
41
44
46
46
46
47
48
49
49
49
50
50


a) Itinerario sin interrupcin hasta completar la Iniciacin cristiana.. 51
b) Itinerario de adolescentes y jvenes que han recibido la
Primera Comunin sin haber sido confirmados. 52
c) Itinerario de adultos. 55
A) LA CONFIRMACIN......................................................................................... 55
Introduccin. 55
Preparacin inmediata a la celebracin de la Confirmacin 58
Celebracin de la Confirmacin. 59
Despus de la Confirmacin. 60
B) LA EUCARISTA...
Introduccin..
La Primera Comunin en el conjunto de la Iniciacin cristiana
Iniciacin al Sacramento de la Penitencia
Edad ..
Tiempo y lugar.
Celebracin de la Primera Comunin..
Despus de la Primera Comunin

61
61
61
64
65
65
66
68

Conclusin.
Anexo
Bibliografa complementaria

69
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