La Base Conceptual Del Sistema Communities That Care

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 16

E d i c i n N o 29 Mar zo d e 2 0 1 3

El Modelo de Desarrollo
Social: la base conceptual
del sistema Communities
That Care

El Modelo de Desarrollo Social:


la base conceptual del sistema
Communities That Care
Javier Torres V.1
Jorge Varela T. 2

1. Introduccin
Communities That Care (CTC) es un sistema de planificacin, ejecucin y gestin del trabajo
a nivel de barrios o comunidades en materia de prevencin social, desarrollado por los investigadores J. David Hawkins y Richard F. Catalano del Grupo de Investigacin sobre el Desarrollo
Social (Social Development Research Group, SDRG) de la Universidad de Washington4, EE.UU.
Es un sistema debido a que propone una metodologa para el ciclo completo de la gestin comunitaria de la prevencin, y contempla desde la formacin del equipo de trabajo, la realizacin
de un diagnstico de necesidades y fortalezas de la comunidad, la priorizacin de problemas, el
desarrollo de un plan de prevencin, y la implementacin de programas de prevencin probadamente efectivos de acuerdo a las necesidades comunitarias, hasta el monitoreo de la ejecucin
del plan a travs del tiempo (Hawkins, Catalano, Arthur, Egan, Brown, Abbott y Murray, 2008;
Hawkins y Catalano, 2002).
Mientras dicho modelo ha sido adoptado en diversas partes del mundo, Fundacin Paz Ciudadana ha buscado promover dicha metodologa a nivel nacional con experiencias de intervencin
e investigacin. Al mismo tiempo, el Servicio Nacional para la Prevencin y Rehabilitacin del
Consumo de Drogas y Alcohol (Senda, ex Conace) lanz durante el 2011 el programa Chile
Previene en la Escuela, el cual tambin est inspirado en este modelo de prevencin social.

1- Investigador Fundacin Paz Ciudadana; mail: [email protected]


2- Investigador Fundacin Paz Ciudadana; mail: [email protected]
3- Este nmero de Conceptos presenta los elementos fundamentales descritos por los autores del modelo en Catalano.
R. y Hawkins, D. (1996). The Social Development Model: a Theory of Antisocial Behavior. En Hawkins, D. Delinquency
and Crime. Current Theories (149-197). Cambridge University Press.
4- Social Development Research Group (SDRG) actualmente pertenece a la oficina Substance and Mental Health Services
Administration (SAMHSA) del gobierno de Estados Unidos.

De esta manera, interesa describir qu hay en la base de este modelo terico para conocer sus
implicancias y aspectos claves en materia de intervencin y prevencin social, y para analizar la
posibilidad de su adaptacin a la realidad nacional, respondiendo siempre con fidelidad a su
propuesta terica, instrumentos y metodologas de trabajo.
El sistema CTC se basa en un modelo comprensivo del comportamiento desarrollado por los mismos autores, llamado Modelo de Desarrollo Social (MDS), el cual describe los distintos factores
que influyen en nios, nias y adolescentes y que podran explicar e incluso predecir comportamientos de carcter prosocial o antisocial (Hawkins y Weis, 1985). Integra distintas teoras del
campo de la criminologa, junto con elementos de la perspectiva del desarrollo humano, con el
objetivo de identificar la influencia de diversos factores contextuales y relacionales en el comportamiento, tanto en el presente como en el futuro (Catalano y Hawkins, 1996).
El presente nmero de Conceptos describe las bases tericas del MDS, luego sus elementos
claves y cmo stos se articulan en un modelo comprensivo sobre el comportamiento antisocial
y prosocial. Posteriormente se comenta de qu manera este modelo influye en el sistema CTC.
Para terminar, se realizan comentarios finales respecto a su utilidad en materia de prevencin
social del delito.

2. Descripcin general del Modelo de Desarrollo Social (MDS)


Este modelo pretende configurarse como una teora general del comportamiento humano, en
tanto hace suya la etiologa de conductas de carcter antisocial y prosocial (Catalano y Hawkins,
1996). El objetivo principal del MDS es explicar el inicio, la mantencin o el cese de este tipo
de comportamientos a travs de la identificacin de distintos elementos que influyen dentro de
estos procesos, a lo largo del ciclo vital (Brown, Catalano, Fleming, Haggerty, Abbott, Cortes y
Park, 2005). As, el MDS se enmarca dentro del enfoque de la criminologa del desarrollo, ya
que considera la evolucin del comportamiento antisocial o prosocial a travs del ciclo vital, y
la influencia de factores de riesgo y proteccin y de eventos importantes en distintas etapas del
desarrollo (Farrington, 2011).
El cuerpo conceptual del MDS se conforma de la sntesis de tres teoras del campo de la criminologa que tambin han contribuido a la etiologa del comportamiento antisocial (Catalano y
Hawkins, 1996). Por un lado, incluye la teora del aprendizaje social (Bandura, 1977), para subrayar la existencia de factores que propician o ponen fin a distintos comportamientos, por medio
de la influencia de personas o entornos sociales significativos para el individuo. Incluye, tambin,
la teora del control social (Hirschi, 1969), la cual identifica factores causales del comportamiento
antisocial. Por ltimo, la teora de asociacin diferencial (Sutherland, 1973) aporta herramientas
para distinguir el desarrollo del comportamiento antisocial y prosocial como procesos separados
y paralelos (Garca-Pablos de Molina, 2003; Bynum y Thompson, 2007).

De acuerdo a estas bases tericas, el modelo plantea que nios, nias y adolescentes, se encuentran expuestos a distintas influencias,
tanto internas como externas.
Dentro de las primeras, se encuentran factores de origen biolgico,
o factores constitucionales, los cuales corresponden a caractersticas
individuales que influyen en la forma cmo las personas conciben el
mundo, entre las que destacan el temperamento, las competencias
sociales, el reconocimiento emocional y las habilidades cognitivas,
entre otras (Sullivan y Hirschfield, 2011).
Las influencias externas, por su parte, son elementos presentes en el
ambiente y contexto de nios, nias y adolescentes que influyen en la generacin de distintos
tipos de comportamiento, y que pueden encontrarse en diversos mbitos sociales de la vida de
un individuo: en el barrio, en la escuela, en la familia y en el grupo de pares (Catalano y Hawkins, 1996). stas constituyen restricciones o limitaciones externas, que son reacciones sociales
frente al comportamiento, las cuales pueden ser formales (leyes, normativas, etc.) o informales
(desaprobacin y ridculo). El no cumplimiento de restricciones formales se asocian a una sancin explcitamente tipificada, no as en el caso de las de tipo informal, ya que son de carcter
ms implcito (Catalano y Hawkins, 1996). Entre ms claras y consistentes sean estas reacciones,
existir mayor conciencia de las consecuencias positivas o negativas asociadas, por lo que va a
influir en la decisin de realizar o no algn comportamiento.
El modelo seala, tambin, que estas influencias externas e internas van a variar en funcin de
la posicin en la estructura social, es decir, van a ser distintas segn sexo, nivel socioeconmico,
races tnicas, etc.
En cuanto a la naturaleza de los factores, ya sea internos como externos, stos pueden ser de
riesgo o protectores. Especficamente, los factores de riesgo son aquellos que aumentan las probabilidades de desarrollar comportamientos antisociales, mientras que los factores protectores
actan como mediadores del impacto de los primeros en la conducta (Hein, 2004). Segn el modelo, el efecto de estos factores va a estar mediado por variables como el nivel socioeconmico,
la edad, el sexo, la raza, etc. (Choi, Harachi, Gillmore y Catalano, 2005).
Sobre la base de resultados empricos de estudios longitudinales, los mismos autores sealan
que los comportamientos juveniles antisociales o problemticos -abuso de drogas, embarazo
adolescente, desercin escolar, delincuencia, violencia- son precedidos por al menos 25 factores
de riesgo que pueden estar presentes en la comunidad, la familia, la escuela o los grupos de pares o que forman parte de las caractersticas constitucionales de la persona (Hawkins, Catalano
y Arthur, 2002).

2.1. Elementos principales del modelo


Cabe destacar que dentro del MDS el concepto de percepcin cobra especial importancia, y es
definido como el proceso psicolgico mediante el cual el individuo interpreta las sensaciones y
estmulos del ambiente, sobre la base de su historia personal, sus experiencias, su conocimiento,
y otros elementos de carcter ms inconsciente. Este proceso determina de manera importante
la forma en que nios, nias y adolescentes, quienes se encuentran en plena etapa de configuracin de su identidad, adoptan y aprenden creencias y nuevas conductas. En este proceso, el
que de acuerdo a las teoras del aprendizaje social es denominado socializacin, otras personas
significativas, que poseen sus propias creencias, valores y normas, sirven de modelos de comportamiento (Garca-Pablos de Molina, 2003). Estas personas, que ejercen un rol socializador en
otros, son conocidas como agentes o unidades de socializacin, siendo los ms importantes para
el desarrollo vital de las personas los miembros de la familia, la escuela, el barrio de residencia y
el grupo de pares.
Sin embargo, el modelo sostiene que para que el proceso de socializacin se produzca, no basta
simplemente con la presencia de estos agentes, sino que es fundamental que exista un vnculo
cercano entre stos y el nio, nia o adolescente, es decir, que sea lo suficientemente fuerte
como para que sea capaz de modificar el comportamiento. En concreto, para que exista un
vnculo entre los agentes y los jvenes, deben ocurrir en conjunto cuatro condiciones fundamentales (Catalano y Hawkins, 1996; Fleming et al., 2008):
1. La existencia de oportunidades de participacin en actividades o interaccin con otros y que stas
sean percibidas, es decir, que el nio, nia o adolescente est consciente de su presencia.
2. Un alto grado o nivel de involucramiento de los nios, nias o adolescentes en dichas oportunidades de participacin.
3. Que los nios, nias o adolescentes tengan las habilidades, ya sean cognitivas, tcnicas,
emocionales, etc., para involucrarse de manera efectiva en las distintas actividades o interacciones con otros.
4. Un reforzamiento o reconocimiento externo por su desempeo en estas actividades, y que
ste sea percibido.
Como es posible observar, adems de la presencia de oportunidades y recompensas, para generar un vnculo efectivo es necesario que stas sean percibidas adecuadamente. Por ejemplo, es
importante que un establecimiento educacional presente una oferta de diversos talleres extraprogramticos para sus estudiantes, como es el caso de talleres de deportes, de esparcimiento,
entre otros; los cuales se llevan a cabo con el fin de lograr ciertos objetivos o resultados esperados, como ensear cosas nuevas, mejorar relaciones interpersonales o ayudar a desconectarse
de la rutina diaria, etc. Sin embargo, el modelo plantea que para que estos beneficios sean percibidos adecuadamente por los estudiantes, ellos deben saber de qu manera pueden contribuir
en sus intereses y/o desarrollo personal.

De esta manera, es importante sealar que, a diferencia de las teoras del aprendizaje, las cuales
plantean que el vnculo con un agente socializador es anterior a la participacin en actividades
o interacciones sociales, el MDS plantea el proceso inverso, ya que para que se establezca el
apego o la vinculacin fuerte con dicha unidad, son necesarias las cuatro condiciones planteadas
anteriormente (Brown et al., 2005).
As, tras un proceso en el que se presentan de forma consistente las cuatro condiciones planteadas
por el modelo, y una vez formado entonces el vnculo entre el menor y otras personas o grupos significativos, stos puede tener la capacidad de modificar el comportamiento (Fleming et al., 2008),
el que podr ser catalogado como antisocial o prosocial (Catalano y Hawkins, 1996).
Por ltimo, debido a que el este modelo est enmarcado dentro de la criminologa del desarrollo
y por ende, tiene una perspectiva del desarrollo humano, ste considera que los procesos de
socializacin y adquisicin de valores van a ocurrir en cuatro etapas fundamentales del ciclo vital,
las cuales han sido nombradas segn fases de la enseanza formal (Vsquez, 2003). Esta divisin
es realizada fundamentalmente porque en cada una de estas etapas van a presentar mayor importancia ciertas unidades de socializacin por sobre otras (Catalano y Hawkins, 1996).
Especficamente, en la etapa preescolar (hasta los cuatro aos) y la etapa de escuela primaria o
bsica (cinco a 11 aos aproximadamente) la familia o el grupo primario de apoyo van a tener
la mayor influencia, seguidos por el grupo de pares, pero con menor fuerza. Por otro lado, en
la etapa secundaria (12 a 14 aos) y en la etapa de enseanza media (15 aos en adelante), el
grupo de pares y el barrio ejercen gran influencia sobre el individuo.
Cabe destacar que durante el ciclo vital no slo ocurren procesos particulares de socializacin
y aprendizaje de comportamientos dentro de cada una de estas etapas de acuerdo a las cuatro
condiciones mencionadas anteriormente, sino que hay interrelaciones entre las etapas, toda vez
que, como se ver ms adelante, los comportamientos ejercidos en cada fase van a influir en las
decisiones o camino tomado de la etapa siguiente (Catalano y Hawkins, 1996).
Al respecto, la unidad socializadora puede presentar actitudes favorables al comportamiento
prosocial, al antisocial u ambas.

2.2. El camino prosocial y el camino antisocial


El modelo entiende por conductas prosociales aquellas que se adhieren al orden social o bien
al consenso normativo de una sociedad determinada, mientras que los comportamientos antisociales son lo contrario, es decir, son aquellas que se desvan (Catalano y Hawkins, 1996). El

MDS distingue ambas posibilidades de comportamiento como resultado5 del proceso descrito
anteriormente.
Como se observa en la figura 1, ambos caminos presentan las mismas cuatro condiciones fundamentales para que un comportamiento antisocial o prosocial se instale; sin embargo, el modelo
identifica algunas variables que tienen mayor influencia en ambos casos.
En concreto, tanto el camino prosocial como el antisocial tienen como punto de partida al nio,
nia o adolescente, rodeado de las limitaciones externas, con sus propias caractersticas individuales e insertos en una estructura social determinada. Dependiendo de los valores, las normas
y las creencias de la unidad socializadora que est ejerciendo dicho rol con mayor fuerza en el
nio, nia o adolescente, se van a desencadenar los comportamientos de carcter prosocial o
antisocial.

Figura 1. El modelo de desarrollo social


Camino Prosocial

Oportunidades Percibidas
para la Interaccin/
Participacin Prosocial

Participacin
e Interaccin
en actividades
Prosociales

Recompensas percibidas
por la participacin/
Interaccin prosocial

A oportunidades percibidas para la


Participacin/Interaccin prosocial en el
prximo perodo

Apego y compromiso
a otros y actividades
prosociales
Limitaciones externas
Creencia en el orden moral

Posicin en la estructura social:


Raza, edad, sexo

Habilidades para la
participacin/Interaccin

Factores constitucionales
individuales

Creencia en valores
antisociales
Apego y compromiso
a otros y actividades
antisociales

Oportunidades
Percibidas para el
comportamiento
problemtico e
interacciones
antisociales

Camino antisocial

Comportamiento antisocial

Participacin en
comportamientos
problemticos e
interaccin con otros
antisociales

(+)

(-)

Recompensas percibidas
por la participacin/
interaccin antisocial

A oportunidades percibidas por el


comportamiento problemtico y la
interaccin antisocial en el prximo perodo

(+, -)

Fuente: Catalano y Hawkins, 1996 (p.159). Traduccin Fundacin Paz Ciudadana.

5- En la literatura se refiere al trmino outcomes para referirse a resultados de comportamiento, los cuales son producto de distintas interacciones entre factores de riesgo y protectores, y otras variables.

En el caso del camino prosocial, las limitaciones externas (leyes,


normativas) van a tener un efecto directo en la percepcin de recompensas por acciones prosociales y en el desarrollo de habilidades para desempearse en ellas. As, la aparicin de oportunidades
percibidas para la interaccin o accin prosocial y la participacin
efectiva en ellas, son seguidas de las recompensas asociadas por dichas acciones, para finalmente generar apego y compromiso hacia
otras personas y actividades de tipo prosocial (figura 1).
El modelo destaca que, al haber una percepcin de reconocimiento
positivo, es decir, cuando un refuerzo es percibido como tal, se
desarrollarn habilidades que van a facilitar la percepcin posterior de este reforzamiento, generando una disposicin prosocial.
En otras palabras, en la medida que un nio, nia o adolescente
sea reforzado por sus acciones positivas en el orden prosocial, va
a tender a repetirlas, ya que habr generado mayor permeabilidad
a percibir dichos refuerzos, entendindose esto como una disposicin a actuar de acuerdo a las normas. Esto conlleva, por ende, a
una internalizacin de los estndares sociales y creencia en el orden
moral (Catalano y Hawkins, 1996).
En resumen, al generarse apego y compromiso con valores de tipo
prosociales mediante la presencia de oportunidades y reconocimiento, se genera una creencia en la validez moral de las normas
y leyes de la unidad socializadora, internalizndose como estndares de comportamiento y formando parte del sistema de valores propio, teniendo un efecto inhibidor de comportamientos
antisociales (Brown et al., 2005; Catalano y Hawkins, 1996), o en otras palabras, constituira un
efecto de factor protector.
En el caso del camino antisocial, ste se distingue crticamente del camino prosocial en que las
limitaciones externas no son internalizadas correctamente o bien stas no han sido presentadas
consistentemente en el proceso de desarrollo, por lo que no tienen un efecto inhibidor en la
percepcin de recompensas por acciones antisociales. Un ejemplo de esto son las reglas presentes en el hogar, las cuales, en forma general, indicaran lo que se debe o no debe hacer, lo que
es correcto o no es correcto, y su transgresin usualmente viene asociada a un castigo. No ser
presentadas de manera consistente se refiere a que una consecuencia o castigo asociado a una
transgresin no se presenta cada vez que sta se lleva a cabo, o no de la misma manera. Adems, cuando un castigo no es proporcional ni coherente con la conducta que se quiere evitar,
por lo general no se ve asociado un aprendizaje en relacin a ella.

As, siguiendo el mismo camino presentado anteriormente, pero al tener restricciones externas
ms dbiles o menos consistentes, y que por ende han tenido menor influencia sobre la persona,
las oportunidades para el comportamiento e interacciones antisociales son percibidas con mayor
intensidad, conllevando a una mayor probabilidad de participar en ellas. Tras un adecuado desempeo en dichas actividades, son recibidas y percibidas recompensas por ello, teniendo como
resultado apego y compromiso a otras personas y actividades antisociales (figura 1).
Cabe agregar que, las personas hacen un anlisis de costos y beneficios antes de tomar una decisin, realizar una actividad o llevar a cabo un comportamiento, ya sea prosocial o antisocial. Al
respecto, los autores han concluido, sobre la base de estudios empricos, que este razonamiento
tiene mayor importancia en el camino antisocial (Fleming, Catalano, Oxford & Harachi, 2002;
Catalano & Hawkins, 1996; Choi et al., 2005). Esto se afirma porque, una vez que se lleva a cabo
una actividad de carcter antisocial y se constata que los beneficios son mayores que los costos
(por ejemplo, robar algo sin consecuencias negativas), sumado que las limitaciones externas han
sido internalizadas dbilmente durante el proceso de socializacin, stas no actuaran como un
factor protector que me impida evitar esa conducta en el futuro o catalogarla como negativa
(Fleming, Catalano, Oxford & Harachi, 2002; Catalano & Hawkins, 1996).
Por lo tanto, al haber una efectiva participacin en actividades antisociales y una recompensa
por ello, se generar apego y compromiso con otros que se adhieren a este tipo de comportamientos y valores, y junto con esto una paulatina creencia en la validez de valores antisociales
(Catalano y Hawkins, 1996). Cabe destacar que la creencia en estos ltimos no implica el desconocimiento de las reglas de la sociedad.
Habiendo descrito el MDS, sus elementos principales y los procesos detrs de los caminos prosociales o antisociales, a continuacin se describe el sistema Communities that Care y su relacin
con este modelo.

3. El Modelo de Desarrollo Social y Communities that Care


(CTC)
El sistema Communities that Care (CTC) tiene por objetivo ayudar a una comunidad determinada a realizar una planificacin preventiva sobre la base de la identificacin de factores de riesgo
y protectores, el diseo e implementacin de un plan de accin o intervencin fundado en este
diagnstico, y la evaluacin y el monitoreo del proceso (Hawkins, Catalano y Arthur, 2002). En
el presente apartado en particular, slo se describir la relacin que tiene este sistema con el
Modelo de Desarrollo Social, especficamente en los procesos de diagnstico y diseo del plan
de accin previamente mencionado.

Para llevar a cabo esta tarea, la estrategia de CTC consiste, en primer lugar, en evaluar cules son
las variables que inciden en la generacin de comportamientos de riesgo, o antisociales, es decir,
los llamados factores de riesgo. Para esto, considera la aplicacin de una encuesta a los jvenes
y posteriormente el desarrollo un plan de intervencin sobre la base de los resultados de sta.
Ms especficamente, la encuesta CTC permite identificar factores de riesgo y protectores presentes en nios, nias y jvenes de un sector determinado, entregando, tambin, un diagnstico
del estado de oportunidades para participacin prosocial y antisocial, y la forma en que se provee reconocimiento por ambas acciones.
Por otro lado, el diseo del plan de accin que se encuentra fundamentado en la Estrategia de
Desarrollo Social, la que propone instalar o fortalecer dispositivos o programas en la comunidad
para los aspectos diagnosticados como deficitarios.
Como se ver a en la siguiente seccin, ambas acciones y sus contenidos precisos se encuentran
fundamentadas en el MDS, y se describen a continuacin en mayor detalle.

3.1. La encuesta de Communities that Care


El sistema CTC plantea la identificacin de factores de riesgo y protectores a travs del instrumento Communities that Care Youth Survey (Hawkins, Arthur, Pollard, Catalano y Baglioni Jr.,
2002). Esta encuesta fue diseada de acuerdo al Modelo de Desarrollo Social y las variables
consideradas en l, adems de otras variables identificadas como relevantes en diversos estudios
empricos (Hawkins, Catalano y Arthur, 2002).
Tanto factores de riesgo como protectores han sido identificados sobre la base de evidencia emprica, y se han agrupado en la encuesta segn los dominios o unidades socializadores consideradas en el Modelo de Desarrollo Social: familia, grupo de pares, escuela y barrio. As, dentro de
cada uno de estos ambientes de socializacin, la encuesta contempla las oportunidades para la
participacin antisocial/prosocial y las recompensas por la participacin antisocial/prosocial.6
Por ejemplo, en la seccin del cuestionario sobre factores de riesgo Individuales y del grupo de
pares, se indaga sobre Recompensas por participacin antisocial con preguntas como Qu
posibilidades tendras de que te consideraran una persona popular o bacn si: fumas cigarrillos; empiezas a beber alcohol regularmente; fumas marihuana ().

6- Traduccin Diccionario de Constructos del Communities that Care Youth Survey 2010. Diseado a partir del estudio
Community Youth Development Study. Documento no publicado. (Social Development Research Group, 2010).

Por otro lado, en los factores protectores de los cuatro dominios mencionados (familia, grupo
de pares, escuela y barrio), se incluyen las oportunidades para participacin prosocial y recompensas por participacin prosocial, habiendo preguntas como Mis vecinos se dan cuenta
cuando hago algo bien y me lo hacen saber; Si tuviera un problema personal le pedira ayuda
a mi mam o pap; y Los estudiantes tienen muchas oportunidades de ayudar a decidir cosas
como actividades de clase y normas de convivencia; entre otras.
Junto con lo anterior, el instrumento indaga sobre las relaciones de los menores de edad con estos distintos actores sociales, para evaluar el nivel de influencia en el comportamiento de nios,
nias y adolescentes que responden la encuesta (Social Development Research Group, 2010).
Adems, el cuestionario tambin recoge informacin sobre las actitudes o valores de otras personas significativas del nio, nia o adolescente, de tipo antisocial o prosocial. As, se identifican
factores de riesgo o protectores en el barrio y la familia cuantificando, por ejemplo, la percepcin
de los jvenes sobre prevalencia de Leyes y normas favorables hacia el consumo de drogas;
en el caso del primer mbito, o Actitudes favorables de los padres hacia el comportamiento
antisocial (y consumo de drogas) y Creencia en el orden moral; en el segundo.

3.2. La Estrategia de Desarrollo Social


Basndose en el MDS, es decir, considerando las caractersticas individuales, las limitaciones externas presentes y la posicin en la estructura social de los nios, nias y adolescentes, el sistema
CTC plantea que se deben brindar a oportunidades de participacin en actividades positivas7 a
los menores, promover el desarrollo de las habilidades necesarias para desenvolverse adecuadamente en ellas, y brindarles reconocimiento por su desempeo.
Tal como seala el modelo, estas condiciones generarn apego hacia las unidades socializadoras,
y con ello un vnculo positivo y compromiso hacia las acciones, valores y creencias de stas. Si
estas acciones, valores y creencias resultan ser positivas y adems son entregadas consistentemente, el resultado obtenido en nios, nias y adolescentes ser la promocin de conductas
saludables (figura 2).

7- Se refiere a distintas actividades que no incluyan las de carcter antisocial. No se refiere nicamente actividades
prosociales, con el fin que incluya otras de todo tipo, como por ejemplo deportes, aire libre, entre otras.

10

Figura 2. La estrategia de desarrollo social


CONDUCTAS SALUDABLES

CREENCIAS SANAS Y ESTNDARES DE


COMPORTAMIENTO CLAROS

VNCULOS

COMPROMISO
APEGO

OPORTUNIDADES

HABILIDADES

RECONOCIMIENTO

CARACTERSTICAS INDIVIDUALES
Fuente: Traduccin y adaptacin Fundacin Paz Ciudadana, 2011.

En esencia, la recomendacin de sistema CTC, basndose en el MDS, es que toda accin para
prevenir comportamientos de riesgo, problemticos o antisociales, debe enmarcarse dentro de
esta secuencia lgica, empoderando y haciendo responsables a nios, nias y adolescentes de
lo que ocurre en su entorno, guindolos por un camino saludable, por medio de la oferta de
oportunidades, la generacin de habilidades y el reconocimiento por su desempeo en estas
distintas acciones (Brown, Hawkins, Arthur y Briney, 2011).

4. Comentarios finales
El presente nmero de Conceptos buscaba dar a conocer los aspectos fundamentales del Modelo de Desarrollo Social propuesto por los investigadores David Hawkins y Richard Catalano.
Tomando como referencia sus trabajos, fueron descritos tanto los antecedentes como los supuestos del modelo, y brevemente su articulacin en un modelo general de comportamiento.
Un gran aporte del modelo es que logra explicar las variables que intervienen en el surgimiento
de una conducta antisocial, en su mantencin y su cese, lo cual es clave para poder comprender las conductas antisociales vistas a lo largo del ciclo evolutivo, y as lograr una comprensin
integral y comprehensiva. Tal como sealan los autores, la existencia de caminos prosociales y
antisociales, con procesos sociales similares, requieren de una buena y clara distincin entre las

11

interacciones y participaciones en ambos caminos. Esto va a permitir la identificacin ms precisa, de acuerdo a la edad, de las oportunidades que puedan brindar tanto la familia como
las comunidades escolares. De esta manera, la prevencin de comportamientos antisociales no
estar slo enfocada a identificar sus causas, sino tambin en la forma en que diversos factores
como los mencionados interactan a los largo del ciclo vital (Hawkins y Weis, 1985).
En materia de prevencin social del delito, resulta clave conocer qu variables influyen en el
fortalecimiento o proteccin del individuo frente a influencias de tipo antisociales, por medio de
modelos que expliquen posibles causas de stos. Segn el MDS, entre ms explcitas y consistentes sean las consecuencias de acciones positivas, o prosociales, de mejor forma sern percibidas
las recompensas para la participacin, mayores habilidades prosociales sern aprendidas y mayor
la percepcin de recompensas brindadas por interacciones prosociales, actuando como barrera frente a comportamientos antisociales. Por lo mismo, la familia, la escuela y los grupos de
pares, unidades de socializacin y aprendizaje de conductas, sern espacios o entornos sociales
pertinentes para promover estrategias de prevencin, dependiendo de la etapa del desarrollo de
los nios, nias y adolescentes.
En cuanto a las implicancias para polticas de prevencin, al momento de considerar intervenciones que resulten adecuadas para un contexto determinado, es importante poseer un modelo
conceptual a la base, que tenga en cuenta factores causales individuales y del entorno, coordinar
y facilitar una oferta local pertinente, priorizada e integral (Comprehensive Intervention) en distintos ambientes, como es el barrio y la escuela. En particular, se ha visto desde la investigacin
que estrategias integrales desde ambos entornos (School wide and Community Intervention)
tienen un efecto en reducir factores de riesgo y fortalecer factores protectores (Catalano, Arthur,
Hawkins, Berglund y Olson, 1998).
Cada uno de los elementos causales del modelo puede ser foco de intervencin; sin embargo,
al haber caminos mltiples, se requiere una intervencin de tipo integral capaz de hacerse cargo
de las distintas variables involucradas. Debido a la influencia de las causas y factores en las etapas posteriores y la conducta previa, es importante entonces, de acuerdo a Becoa (2002), velar
tambin por una intervencin temprana.
Por ltimo, cabe recordar que actualmente en Chile los estudios sobre violencia, delincuencia y
factores de riesgo han sido de corte transversal, lo cual ha sido un aporte para identificar algunas
variables claves que pueden predecir conductas de riesgo (Hein, 2004). Sin embargo, es necesario avanzar en nuevos estudios, idealmente de corte longitudinal, que permitan ir analizando e
identificando un recorrido a lo largo del ciclo vital, y por ende, reconocer el peso real de determinadas variables en Chile.

12

5. Referencias
Becoa, E. (2002). Bases Cientficas de la Prevencin de las drogodependencias. Madrid: Plan
Nacional de Drogas. Extrado de http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/pdf/Bases_cientificas.pdf
Brown, E., Catalano, R., Fleming, C., Haggerty, K., Abbott, R., Cortes, R. y Park, K. (2005). Mediator effects in the social development model: an examination of constituent theories. Criminal
Behavior and Mental Health, 15, 221235.
Brown, E., Hawkins, D., Arthur, M. y Briney, J. (2011). Prevention Service System Transformation
Using Communities That Care. Journal of Community Psychology, 39(2), 183-201.
Bynum, J. & Thompson, W. (2007). Juvenile Delinquency: A Sociological Approach (7 Ed.). Boston, Pearson Education, Inc.
Catalano, R., Arthur, M., Hawkins, D., Berglund, L. & Olson, J. (1998). Comprehensive Community and School-Based Interventions to Prevent Antisocial Behavior. En Loeber, R. & Farrington
(Eds). (pp. 248 283). Serious & Violent Juvenile Offenders. Risk Factors and Successful Interventions. Thousand Oaks, CA: Sage Publications, Inc.
Catalano. R. y Hawkins, D. (1996). The Social Development Model: a Theory of Antisocial Behavior. En Hawkins, D. Delinquency and Crime. Current Theories. 149-197. Cambridge University
Press.
Choi, Y., Harachi, T., Gillmore, M. y Catalano, R. (2005). Applicability of the Social Development
Model to Urban Ethnic Minority Youth: Examining the Relationship between External Constraints, Family Socialization, and Problem Behaviors. Journal of Research on Adolescence, 15,
505-534.
Farrington, D. (2011). Developmental and Life-Course Criminology: Theories and Policy Implications (cap. 10). En DeLisi, M. & Beaver, M. (eds.) Criminological Theory: A life-course approach.
Jones and Bartlett Publishers.
Fleming, C., Catalano, R., Oxford, M. y Harachi, T. (2002). A test of generalizability of the social
development model across gender and income groups with longitudinal data from the elementary school developmental period. Journal of Quantitative Criminology, 18, 423439.
Fleming, C., Catalano, R., Mazza, J., Brown, E., Haggerty, K. y Harachi, T. (2008). After-school
activities, misbehavior in school, and delinquency from the end of elementary school through

13

the beginning of high school: A test of social development model hypotheses. The Journal of
Early Adolescence, 28, 277303.
Garca-Pablos de Molina, A. (2003). Tratado de Criminologa (3 Ed.). Tirant Lo Blanch: Valencia.
Hawkins, D., Catalano, R., Arthur, M., Egan, E., Brown, E., Abbott, R. y Murray, D. (2008). Testing Communities that Care: The Rationale, Design and Behavioral Baseline Equivalence of the
Community Youth Development Study. Prevention Science, 9, 178-190.
Hawkins, D. y Catalano, R. (2002). Investing in your communitys youth: An introduction to the
Communities That Care system. South Deerfield, MA: Channing Bete.
Hawkins, J, Arthur, M, Pollard, J. Catalano, R. & Baglioni Jr, J. (2002) Measuring risk and protective factors for substance use, delinquency, and other adolescent problem behaviors: The
communities that care youth survey. Evaluation Review, 26(6).
Hawkins, D., Catalano, R. y Arthur, M. (2002). Promoting science-based prevention in communities. Addictive Behaviors, 27, 951-976.
Hawkins, D. y Weis, J. (1985). The social development model: An integrated approach to delinquency prevention. Journal of Primary Prevention, 6, 73-97.
Hein, A. (2004). Factores de riesgo y delincuencia juvenil: revisin de la literatura nacional e
internacional. Santiago, Chile: Fundacin Paz Ciudadana.
Social Development Research Group. (julio, 2010). Communities that Care Youth Survey: Item
Construct Dictionary. Community Youth Development Study. Documento no publicado.
Sullivan, C. y Hirschfield, P. (2011). Problem Behavior in the Middle School Years: An Assessment of
the Social Development Model. Journal of Research in Crime and Delinquency. 48(4), 566-593.
Vsquez, C. (2003). Prediccin y prevencin de la delincuencia juvenil segn las teoras del desarrollo social. Revista de Derecho, 14, 135-158.

14

Valenzuela Castillo 1881, Santiago de Chile


Telfono: (56-2) 363 3800 - Fax: (56-2) 363 3898
E- Mail: [email protected] - Sitio Web: www.pazciudadana.cl

También podría gustarte