Al Filo de Mi Cuerpo - Alenka Kurnikova
Al Filo de Mi Cuerpo - Alenka Kurnikova
Al Filo de Mi Cuerpo - Alenka Kurnikova
I
Empezare aclarando que TODO en este relato es real, exceptuando
nombres y ya sabrn porqu. Continuar presentandome, mi nombre es
Sandra* y tengo 21 aos; soy alta mido aprox 1.70, de los cuales la mayor
parte es gracias a mis largas piernas, tengo la tez blanca casi lechosa, mis
ojos son verdes, mi cabello castao oscuro que hace un hermoso contraste
con mi piel, mi cuerpo bueno nunca he sido demasiado delgada, y nunca
lo estare ya que eso de que sientan mis huesos no me apetece en lo ms
minimo, tengo mis carnes bien proporcionadas, un culo y unas caderas
que hacen voltear a mas de uno, grandes y bien formados; mis senos sin
ser exageradamente grandes son de buen tamao y bien parados, mis
piernas son, aparte de largas, muy gruesas y firmes; todo esto gracias a
que me gusta el ejercicio, bicicleta, tae bo, remos y uno que otro deporte
de contacto. En fin, soy una chica que llama la atencin.
Sin embargo tengo un pequeo secreto, y es que soy realmente
cachonda, pero solo lo saben unos cuantos privilegiados; ya que por fuera
parezco una chica normal aparte de linda, inteligente, tranquila, tengo un
trabajo y novio; saco las mejores notas y los que no me conocen "a
fondo" me podran considerar una oa.
Pero en la intimidad, oh! Eso es otra cosa, soy una fiera en la cama y
es muy difcil saciarme, ya que lo hago una y otra y otra vez, me encanta
probar cosas nuevas, el sexo oral, anal y vaginal. Me mojo y quiero sexo a
todas horas.
Mi experiencia sexual se remonta a cuando era aun algo pequea,
aprox de unos 18 aos, mis padres tenan gran confianza con un
matrimonio amigo, que tenan una hija aproximadamente de mi edad y un
hijo de unos 18 o 19 aos, ms de una vez me dejaban al cuidado de ellos,
para jugar y pasar el rato.
Pero para Mario*, el hijo de los amigos de mis padres, para jugar y
pasar el rato tenia ideas un poco diferentes. No recuerdo bien cuando
empezaron los toqueteos y los "jueguitos", pero ms de una vez estbamos
en su cuarto mientras jugbamos a las escondidas y su hermana nos
buscaba, y pronto se abalanzaba a "hacerme cosquillas", a tocarme las
-Esta bien- respond mientras con sus manos adolescentes recorra mis
blancas piernitas, desde la punta de los pies hasta llegar casi a mi conchita,
se detuvo y yo ya senta una especie de cosquillas. Mientras me miraba,
pasaba sus dedos por debajo de mi short, hasta llegar a mis aun infantiles
braguitas, toco mi rajita y una electricidad indescriptible recorri mi
cuerpo. Instintivamente cerr los ojos.
-Mrame- me ordeno mientras uno de sus dedos intentaba introducirse
en mi conchita, pero mis bragas se lo impedan; abr los ojos un poco
asustada ya que pareca haberse molestado, pens por un momento que no
bamos a seguir con nuestra travesura; pero no fue as.
Sac sus manos y desabrocho mi short, lo bajo rpidamente, y
observ mis bragas, acerco su cara y oli mis partes intimas, mientras yo
senta un calor insoportable y mis mejillas se tornaban rojas. En seguida
me bajo mis bragas, yo a estas alturas aparte del calor que senta, me
encontraba tremendamente confundida, no entenda pero nada de lo que
estaba haciendo, pensaba por una parte que no estaba bien y tenia deseos
de subirme mi ropa y salir corriendo, pero en vez de eso solo me quedaba
parada, equilibrndome sobre la cama, sintiendo como Mario me miraba
y me tocaba. Supongo que desde entonces tenia un poco de putita. Mario
me saco mis braguitas y las lami mientras se rea, ese detalle me pareci
gracioso y no pude evitar una risita. l me record no hacer ruido y me
lleve una mano a mi boca, levanto un poco los brazos y me quito mi
playerita, la nica prenda que me quedaba.
Llevo sus labios a mis tetas y empez a chuparlas como si fueran un
dulce, las cosquillas por poco me vencen y casi suelto una carcajada, pero
Mario se detuvo y me dejo descansar.
-Abre las piernas y levanta los brazos, ponlos sobre tu cabeza, y haga
lo que haga no te muevas ni hagas ruido
Le obedec y conservando el equilibro, separe mis piernitas y me lleve
las manos atrs de la nuca. Que imagen debi de tener, quien sabe que
retorcida fantasa cumpli vindome en esa postura, completamente
desnudita, con los brazos levantados, las piernitas separadas,
Relato II
Corra el mes de Julio del ao 2004.
Habamos salido toda la familia de vacaciones a las playas de La
Manga, que distan como 100 Km. de Murcia, lugar de Espaa donde
vivimos. Era ms o menos al filo del medio da, cuando me encontraba
medio dormido tomando el sol.
Mi nombre es Steve. Recuerdo que en esa poca yo tenia alrededor de
17 aos y las chavas me traan loco.
Las personas mayores de la familia se haban retirado a descansar, y
yo pens que me encontraba solo.
Estaba tirado en la arena cuando repentinamente siento que alguien me
besa en los labios.
Fue un beso fugaz pero apasionado.
Medio abr los ojos y descubr que era mi primita Estela, entonces de
14 aos, quien me vea fijamente y que sin despertarme quera seguir
besndome, sin que yo me diera por enterado
Me dej acariciar, me dej besar por mi prima Estela. En mis 17 aos
andaba casi siempre empalmado y esta no iba a ser la excepcin. La polla
se me empez a poner dursima
Recuerdo que a esa edad yo ya tena muchos pelitos y mi polla media
alrededor de 15 cms.
No pude evitar ponerme sper-excitado, por lo que, viendo que no
haba ninguna persona mayor de la familia en los alrededores, en total
silencio correspond al beso de mi prima Estela y la empec a acariciar.
Por supuesto de inmediato dirig mis manos a la parte de su cuerpo
que ms me interesaba: su entrepierna. Mi prima se impresion pero no
Pero ya habr oportunidad de contarles otras aventuras.
Relato III
Una llamada al celular, planes para encontrarnos en la noche, muchas
ganas de tirar, todo se haba dadosolo quedaba esperar la hora del
encuentro. Hacia las 08:00 p.m. conduzco y la ubico en el saln de belleza,
sale muy bella y llamativa, su cabello recin cepillado, maquillaje que
resalta su mirada y sus labios; viste camisa blanca que se cie a su silueta
y destaca sus curvas, jean ajustado que favorece el levantamiento de su
culo que siempre ha sido muy provocativo, botas tacn puntilla, sus tetas
son redonditas bien ubicadas, la blusa deja ver el caminito que el ajuste del
brasier forma al juntar esos dos ricos melones. Una vez en el automvil
las miradas se cruzan permitiendo identificar el agrado de encontrarnos,
conduzco un buen trayecto buscando en una ciudad vecina la discoteca en
la cual hemos de realizar el calentamiento para luego asistir al encuentro
ntimo.
Una vez hemos llegado a la discoteca el ambiente del lugar es
agradable, se encuentra bastante poblado y hay algunas mujeres atractivas
que llaman la atencin, pero no ms que mi compaa; estamos realmente
pensando en cada uno y la manera en como hemos de pasar un buen rato,
pedimos trago para la mesa eligiendo lo que le gusta a ella, el cual
combina con gaseosa, por el contrario a mi me apetece puro y fro, nos
dedicamos a bailar la msica que nos gusta y en este instante empieza el
roce que me excita, normalmente ella me refriega sus tetas mientras nos
abrazamos en el baile, se sienten calientes y bien paraditas, mi verga
recibe los estmulos que esta situacin provoca. Al regresar a las sillas
observamos a los bailarines buscando alguna situacin que nos inquiete,
para mi gusto encuentro algunos buenos culos y tetas bien puestas y
llamativas, pero definitivamente lo ms interesante se encuentra a mi lado.
En un momento se acerca a mi odo y me susurra el deseo que tiene de
mamrmela y tenerla dentro de ella a lo que respondo con mucho ms
morbo hacindole saber que me encantara chupar su coo, refregarle la
verga en sus senos descubiertos y clavarla por todos sus orificios.
Transcurridas unas tres horas el ambiente del lugar ya no es atractivo por
lo que decidimos regresar; una vez ms estamos en el automvil
recorriendo la ruta inicial, pero ahora en sentido contrario; llegamos al
lugar donde hemos de dar rienda suelta al deseo y pasin que sentimos, ya
nuestros genitales vienen preparados pues mutuamente nos hemos estado
ubicando una de sus piernas sobre mi hombro, luego quiere que la clave
por detrs subindose a una mesa pequea diseada para esta faena por lo
que puedo ver, pues ella en cuatro logra observarse a si misma por el
reflejo de los espejos que rodean esa rea, sabe que se ve espectacular,
definitivamente tiene un gran culo y verme penetrndola es an ms
excitante, la verga entra nuevamente por esa chocha grande, me pide que
le abra el culo haciendo fuerza con mis manos, as puedo observar el
hueco de su ano dilatndose y pidiendo otra polla all dentro, la fantasa
trabaja, el final se acerca, culiar seria ms excitante, pero su silueta, su
gran culo y clavarla por detrs provoca la eyaculacin, chorreo sus nalgas
y luego aplico como crema el semen por su cuerpo, viene otro orgasmo y
la calma total.
Relato IV
Despus de las excitantes y turbadoras experiencias que tuve con
Mario*, mi mundo empez a cambiar, si bien yo no sabia a ciencia cierta
de que se trataba esa tormenta de sensaciones que me invadan; mi primer
orgasmo, del cual yo no estaba plenamente consciente, me impresion de
tal manera que no pude evitar el percatarme de mi propio cuerpo, las
caricias en mis piernitas o en mi estomaguito, mi manita bajando hasta
mis braguitas y acaricindome mi aun inexperto coito.
Senta una necesidad enorme de tocarme a todas horas, y durante la
noche mientras me tocaba, deba reprimir alguno que otro quejido para
que mi hermana con la cual comparta cuarto y es algo mayor que yo, no
se percatara de la situacin.
Mis visitas a la casa de Mario continuaron, as mismo las "travesuras"
que tanto me entusiasmaban y divertan, pero con menor intensidad,
probablemente por el miedo de Mario a ser descubierto.
Cabe aclarar que a pesar de la intensidad de las experiencias con
Mario, yo segua sin saber muy bien lo que pasaba, la necesidad de mi
cuerpecito a ser tocado aun me era desconocida.
Pero lleg un da en el que a Mario, a su hermana y a mi nos dejaron,
nuevamente, sin mucha vigilancia a jugar a las escondidas. Yo llevaba
un pantaln pescador, bastante pegadito pero cmodo al mismo tiempo, y
una coqueta blusita que dejaba al descubierto mis hombros, no me vesta
para provocarle, pero me pusiera lo que me pusiera pareca agradarle.
Esta vez, nos escondimos en un closet que se encontraba en el cuarto
de visitas, el cual no era muy transitado. Cuando me meti en aquella
oscuridad, inmediatamente se abalanz a mi pequeo cuerpecito, dndome
besitos en mi cuello, hombros y boquita; pasando sus manos sobre mis
tetitas, mis piernas o mi culito, detenindose largamente sobre mi conchita
que a estas alturas se mojaba y palpitaba en espera de que le pusiera mayor
atencin. Sin embargo, el espacio no era suficiente y pronto se top con
las dificultades para poder tocar todo mi cuerpo.
As, intempestivamente, abri la puerta del closet; estaba desesperado,
hasta cierto punto me asustaba y excitaba esta forma de actuar; me acarici
vehementemente; mientras me besaba el cuello, sostena mis nalguitas una
en cada mano y las apretaba, las sobaba, las estrujaba; acariciaba mis
hombros, mis pechitos, mi conchita; todo con tal desesperacin que
pareca que la vida se le iba en ello, probablemente por la calentura
acumulada de das anteriores.
Esta vez un movimiento en particular llam mi atencin, ya no se
limitaba a acariciarme, ahora me restregaba su entrepierna, trataba de
bajar lo ms posible para alcanzar mi pubis.
Me senta como una muequita de trapo en sus brazos, me mova, me
acomodaba, me acariciaba, todo tal cual lo deseaba.
Me volte rpidamente, puedo decir hasta bruscamente; sus manos
sobre mis hombros y me restreg ese paquete que ya pareca romper sus
pantalones, lo restregaba contra mi paradito culito. Pos sus manos por
debajo de mi blusita tocndome los pechitos y pellizcndome, no muy
fuerte, mis rosaditos pezones.
Mi respiracin se aceleraba y se volva ms fuerte, as como las
palpitaciones de mi corazn, el color de mis mejillas y la calentura de mi
sexo. Senta su ardiente aliento en mi cuello y en mis orejas, y mientras
me encontraba de espaldas a l, me baj mis pantaloncitos y mis braguitas
de un solo tirn; me sorprendi de sobremanera pero poco tiempo tuve de
reaccionar ya que se agacho e inclinndome levemente, de tal forma que
mi culito y mi rajita quedaran expuestas al mismo tiempo; hundi
nuevamente su lengua en mi infantil sexo.
Pasaba su lengua de arriba abajo, se detena en mi botoncito, llegaba
hasta mi anito; tena sed, sed atrasada y solo mis juguitos parecan
saciarle. Tena sus manos en mis caderas, luego las pasaba a mis nalguitas
para separarlas y as, facilitarle su labor; luego las acomodaba de tal
forma que uno de sus dedos acariciara mi anito. Mientras tanto, yo segua
asombrndome por esa oleada de sensaciones. Indescriptible. Quera ms,
Relato V
Muchos pensamientos impuros materializados esa tarde, tal vez
demasiados. Dos cuerpos cincuentones para un joven veinteaero. Dos
altas morenas, casadas y con muchas ganas de dejarme seco.
Fue una de mis mejores historias, y aun a da de hoy la recuerdo en
alguna ocasin. De esto ya unos cuantos aos, pero el recuerdo sigue vivo
dentro de mi. Yo viva con mi familia en un edificio de una bonita ciudad
espaola. La relacin con todos los vecinos era la correcta, sin ningn
otro sobresalto con nadie en especial. Haba un poco de todo, pero
mencin aparte merecan cuatro personas : Una preciosa jovencita de
dieciocho aitos, una chica de veinte muchos, la madre de sta y otra
madurita viciosa de escandaloso cuerpo.
He tenido la fortuna de haber podido conseguir colarme en las ms
hondas intimidades de estas cuatro mujeres, pero ahora os voy a contar
como en un inolvidable da de primavera pude llegar a disfrutar de las dos
ltimas. Dos mujeres que me dieron el mayor placer concebido para un
hombre. Fue mi primera vez con dos mujeres y no la ltima.
Una de las maduritas se llamaba Mara, una mujer de bandera, casada y
con un nio de unos 7 aitos. La otra tena varios hijos, entre ellos la chica
que mencion anteriormente. El trato que mantena con todas ellas era
formal, sin una palabra ms alta que otra, intentando quedar como unos
buenos vecinos, sin ms. Ese da todo cambiara entre nosotros. La otra
seora se llamaba Paula, era mucho ms bonita que Mara, pero sta la
superaba en cuerpo.
Mara era una mujer discreta, vesta de forma clsica, sin muchos
aspavientos. Faldas y camisas llenaban su armario en un alto porcentaje
pero en ocasiones se atreva con unos vestidos que le quedaban
espectaculares y le favorecan en su figura. Tenia un andar morboso e
interesante que particularmente me volva loco. Paula era ms guapa, con
unos preciosos y grandes ojos negros, con ms kilos que Mara pero con
una dulce voz. Las dos medan cerca de 170 centmetros . Paula usaba ropa
ms atrevida , sobre todo destacaba por unos fantsticos escotes que no
dudaba en ensear.Tena menos pechos que Mara, aunque las dos tenan la
misma cantidad, dos.
Tocaba uno de esos das de primavera, en los cuales cualquier mujer
se pone mucho ms guapa de lo normal. Yo llegaba de estudiar con una
amiga, que por cierto est de muy buen ver, y entraba en el portal. En ese
instante llegaba Mara de la compara, eso deduje al verla con varias
bolsas. Tambin la acompaaba el nio. Abr la puerta y esper para
ayudarla a entrar.
"Gracias, vengo cargadsima, como siempre"
"De nada, es lo que tiene ejercer de ama de casa, y con este calor aun
peor"
"Vengo sudando y cansada de este nio que es un pesado" Dijo
mientras sonrea.
"Espera que te ayudo"
"Gracias, me viene muy bien".
Estaba espectacular pero sencilla. Llevaba una falda azul por las
rodillas con una raja que le llegaba hasta poco mas abajo del muslo
derecho. Para arriba un top blanco bien apretado que le marcaba todo el
pecho. Las dos tetas bien puestas, altas y bien juntitas bajo un sujetador
tambin blanco. Uno de los pezones se le estaba marcando un poquito,
luego pude comprobar que era el ms grande que tiene, un pequeo
defecto que no me produjo ningn inconveniente.
Su hijo iba comiendo un helado y estaba medio llorando por no se que
tipo de problema con un amigo. Le abr la puerta del ascensor y nos
metimos en l. Yo llevaba un pantaln de chndal y una camiseta. Mientras
subiamos yo no dejaba de mirar de reojo para sus pechos, imaginando lo
que podra hacer si tuviera "barra libre" sobre ellos. En una de esas
miradas ella me estaba mirando, sonri y baj la cabeza.
"Deja, deja que ya est listo" le respond.
"Ven hasta aqu, es un momento, como vas a llegar asi a casa".
La acompa hasta el bao pasando por una habitacin grande con una
cama de matrimonio y un gran espejo a los pies de la misma. Al llegar al
bao, Mara se sent en la taza del bao y yo de pie me puso frente a ella.
"Trae aqu que ahora saldr perfectamente".
Sigui frotando el chndal por la pierna y empez a subir. Tena
helado de chocolate por todo el pantaln. Se acerc a una zona peligrosa,
donde pens que no iba a tocar pero no se detuvo. Empez a frotar mi
entrepierna con la toallita. La imagen de Mara agachada con las dos
largas piernas a la vista mientras me frotaba la entrepierna hizo que me
empezara a excitar. Hice lo que pude para que no pasara a mayores pero
era demasiado tarde.
Ella empez a notar que algo debajo del pantaln creca y yo no saba
como parar. Intente volver a decirle que ya estaba.
"Parece que ya est".
Mara hizo como si no me escuchase y sigui frotando. Lo que
empez en una excitacin , continu por una verdadera ereccin. Tena la
polla dura y el chndal empez a estirarse y una barra de casi 20
centmetros estir el pantaln.
"Parece que el problema del pantaln ha cambiado" dijo mientras
tiraba la toallita a la papelera y empezaba a bajarme el chndal. Imagin lo
que iba a pasar despus, pens en su marido, en su hijo, en ella, en mi. Me
baj el chndal hasta los tobillos y acto seguido hizo lo mismo con los
calzoncillos , pero hasta las rodillas. Agarr mi polla y sin mediar
palabra, se la meti entera en la boca. Comenz a chuparla despacito para
ir cada vez ms rapido mientras me tocaba los huevos con la otra. Me
masturbaba lentamente de vez en cuando. Apart toda la piel haca atrs.
"Que bonita polla que tienes. Y que capullo ms rosadito. Quin le
diera tener esto a mi marido entre las piernas. Y a mi que lo tuviera"
Sigui chupando mientras yo no aguantaba del placer que me estaba
dando.
"Vamos para aqu" mientras me llevaba a la habitacin. Me tumb en la
cama, quitndome el pantaln y el calzoncillo. "No me creo que te est
comiendo la polla, y eso que lo pens en ocasiones".
Me qued a cuadros. Se haba estado pensando en comermela. Y lo
estaba haciendo. Y como lo haca de bien. Pareca todo perfecto pero son
el timbre. La ereccin que tena se vino debajo de repente como si me
hubieses cortado la sangre. Ella dej de chupar y se fue haca la puerta. Yo
estaba asustado, me levant y me vest. Joder, El marido?.
"Hola Paula, pasa , pasa, sintate en el saln que vengo ahora". Le dij
Mara a Paula. Menos mal. Que mal lo haba pasado. Pero Cmo sala
ahora de su casa con Paula ah? Y si el prximo en venir fuera su
marido?
Mara entr en la habitacin. "Vamos a darle una sorpresa a Paula". Yo
no saba que deca.
"Qu? " le pregunt.
"Nada, nada, ya vers que bien lo vamos a pasar" dijo mientras rea.
"Paula voy ahora, dame un minuto que me estoy poniendo algo que
acabo de llegar a casa". Se empez a desnudar delante de mi, se quit el
top blanco y el sujetador. Se volvi a poner el sujetador. Se quit la falda.
Se quit los zapatos. Y las medias. Con el tanga y el top se puso delante de
mi.
"Vamos a darle una sorpresa a Paula, pero ser una bonita sorpresa y
no se la contars a a nadie vale? prometido?"
" Juega con su culo , que le encanta. Su marido no la toca apenas y est
super salida"
Me agach y empec a comerle el culo, a pasar mi mojada lengua por
su ano mientras acariciaba sus nalgas. Estaba excitadisimo y no aguant
ms. Me puse de rodillas e intent metersela por detrs. En uno de mis
intentos logr poner la punta dentro de su ojete. Ella grit un poquito.
"Despacio" dijo Mara. El culo lo tiene estrechito, nunca se lo haban
follado hasta que yo tuve que jugar con un consolador el otro da.
Me estaba empezando a follar un culito virgen de una cincuentona
cachonda a la que conozco de hace aos. A veces pensaba en su marido. Si
el viera esto que pasara.
Al rato mi polla estaba dando embestidas en su ano de forma
contundente. Sus gritos se hicieron cada vez mayores.Mara gema por la
manera que le estaba chupando el coa y por escuchar los gritos de su
amiga. Entonces Mara le dijo algo a Paula.
"Te voy a sacar la venda, pero no vas a ver haca atrs, no quiero que
veas quien te est follando". Mara se acerc a Paula y le quit la venda y
empez a besarla mientras le acariciaba los pechos. Se los coma una y
otra vez, primero uno, luego el otro, y as sin parar. Yo estaba a punto de
correrme, tan a punto que lo avis.
"Me voy a correr" sentenci.
"Hazlo ahora, dale tu leche caliente a ese culito que nunca ha sentido
algo as"
Fue decir esa frase Mara y sali todo de mi polla. Le llene el culo de
leche, no par de correrme durante segundos y lanc el mayor de mis
gemidos.Mi polla se fue ablandando en el culo de Paula, rojo de tanto
meter mi pene.
Ahora vas a conocer al que desvirg tu culo. Dijo Mara.
Paula se dio la vuelta y al verme empez a ponerse colorada. No supo
que decir, hasta que dijo algo.
"joder, vaya polla tienes chaval, pens que no la tendras asi de grande
, gorda y dura".dijo Paula.
"Mira como la tiene ahora llena de semen todava, Pq no se la secas
bien? O yo me voy a ir sin una racin?
Paula empez comer lo que quedaba por comer. Mara se pudo detrs
de mi y juguete con mi culo, pas la lengua y meti el dedito un poco.
No se lo negu pero no me haca gracia en ese momento. No se el motivo
pero la agarr por la melena.
"Ponte a chupar tu tambin" le dije con tono amenazante.
Se gir hacia mi y entre las dos me pegaron una increble mamada.
Intercambiando bocas mi polla no saba cual de las dos preferir. Se me
volvi a poner dura en seguida y tan solo me faltaba follarme a Mara.
Paula se sent en la mesa del saln, yo en el sof y orden a Mara que
me montar mientras le coma el coo a su amiga. Ahora le tocaba a ella.
Mara empez a cabalgar encima de mi una y otra vez mientras le daba
lambetadas a su amiga en el coo y donde poda. Ahora los gemidos de
Mara se transformaron en gritos de placer, se corri una vez y otra, y
otra, result que era multiorgsmica.
"Llevo siete orgasmos" declar.
Mientras tanto Paula tuvo el segundo por la comida de coo que le
hizo su amiga.
Yo estaba a punto asi que saque mi polla de ah, se pusieron de rodillas
y empec a masturbarme. Esperaban mi leche con las bocas bien abiertas,
besndose de vez en cuando hasta que lleg lo que queran. Me corr en
cada una de sus caras, en sus bocas principalmente, aprovecharon toda la
leche que colgaba por mi pene, y se besaron como dos enamoradas. Asi
sucedi aquella primera noche de una larga historia que aun a da de hoy
no ha terminado con una de ellas.
Relato VI
El relato que hoy les escribo ocurri hace 5 aos, hay tantos que se
iniciaron conociendo gente en un Chat, desde una pgina de Amigos o
simplemente desde una de encuentros sexuales, el poder conocer gente de
distintos pases, ciudades o desde la propia para algn encuentro o
simplemente amistad.
Pues resulta que una noche que no me apeteca hacer nada entre a una
sala de Chat que una amiga me haba dicho que poda conocer gente de
donde vivamos, ella haba conocido a su actual novio en ese Chat y yo
vea que se la pasaban muy bien. Me dije pues nada pierdo sirve que
conozco a alguien interesante por aqu. Despus de pasarme dos horas
frente a la computadora sin ninguna suerte, me saluda por fin un chico y
empezamos a conversar, despus de hacer la presentacin de rigor,
empezamos a platicar de nuestras cosas, era nuevo para m el poder estar
ah conversando con alguien que no conoca.
Bueno pues para no aburrirlos les dir que a partir de entonces
empezamos a conversar, me pidi mi telfono y despus de muchas
invitaciones por fin aceptaba salir con el, la tpica cita a ciegas, nadie sabia
mas all de la descripcin fsica que nos habamos dicho.
Me llamo Liz, tenia 26 aos y mido 1.68, blanca, pechos grandes, ojos
miel (me cambian con la intensidad de la luz) y cabello largo ondulado
oscuro, el en cambio se haba dicho que se llamaba Alfredo, tenia 30 aos,
media 1.79, blanco, delgado, ojos verdes y cabello castao claro.
Quedamos de vernos en un caf en el centro de la ciudad, iba nerviosa,
me vest con una falda un poco arriba de las rodillas, blusa sencilla pero
con un escote discreto y sin faltar mi ropa interior sexy de puro encaje en
color blanco que tanto me gustaba, al entrar al lugar, lo vi y me quede
sorprendida pues se haba quedado corto en su descripcin, mas guapo de
lo que esperaba y con ese aire varonil que me encantaba. Se sorprendi al
verme al parecer tambin le haba agradado. Tomamos un caf,
platicamos de varias cosas y me llevo a mi casa, todo era nuevo para mi y
me gustaba sentirme admirada por el.
Salimos varias veces mas, pero bamos al cine, comer, cenar o algn
baile, ya que en la ciudad donde vivo los hacen seguido y se distingue mi
tierra por su msica de banda, por ser muy alegre. no pasaba de besos y
caricias, pero una noche regresando de un baile a las afueras de la ciudad
el traa su mano en mi pierna mientras regresbamos, se me ocurri
tambin poner mi mano en su pierna y no dijo nada, solo volteo a verme y
me sonri, segu avanzando a tocar su entrepierna, pero me dice si
sigues tocando me voy a poner mal y no responder de mi, a lo que le
respond que el siguiera manejando con cuidado de no voltearnos que me
dejara continuar. se detuvo en la orilla de la carretera para poder disfrutar
de lo que venia y desaboton su pantaln y saca el miembro, lo tomo en
mis manos, empiezo a frotarlo poco a poco va creciendo y luego lo llevo
a la boca, muy despacio se va empapando mientras entra y sale de la boca,
succiono lo mas que puedo, el estaba excitadsimo, recuerdo que gema y
peda que siguiera hacindoselo, yo en cambio me encontraba
empapadsima y excitada, ya su mano estaba bajo mi falda haciendo a un
lado mis braguitas con sus dedos buscando mi cltoris, ya estaba mas que
hmeda, as que tuvo mucha facilidad para frotar, de pronto sent como
mete y saca su dedo de mi cuquita unas sensacin fantstica, luego frotaba
el cltoris lo mas rpido que poda, senta que ya no poda mas, le dije que
me y termine en orgasmo largo. Me recupere un poco y continu con mi
tarea, met de nuevo lo mas que pude su pene a mi boca una y otra vez lo
mas rpido que poda, morda sus testculos y los jalaba despacio con mis
dientes para que sintiera rico, eso se vea que le gustaba y me dice que si
continuaba mamndosela as terminara en mi boca, asent con la cabeza y
no tardaron en salir chorros de semen que apenas pude atrapar en mi boca
procurando no hacer un reguero en el carro, nunca los haba probado, no
me desagrado el sabor y con mi lengua termine de limpiarla, nos besamos
y me dice de ir a otro lugar, se mete a un hotel que nos quedaba de
regreso, cuando llegamos al cuarto, me empieza a besar y nos
desvestimos con unas ansias locas.
Nos metimos a baarnos bajo el agua tibia, nos besamos y nos vamos
a la cama, se encuentra boca arriba y me acerco a el, beso su boca,
bajando despacio a su miembro que se encuentra erecto de nuevo, tomo un
preservativo y se lo puse, me dice - ponte de posicin de perrito y siento
Relato VII
La noche no haba tenido nada de especial. Fue la tpica cena entre
amigos que se celebra de cuando en cuando. Nos fuimos a un bonito
restaurante, y ms que comer, se nos dio por empinar el codo a casi todos.
Entre risas y bromas la cena se fue terminando y decidimos ir a un lugar
tranquilo para seguir tomando unas copillas.
De all nos pasamos a una discoteca. Los combinados empezaron a
hacer sus efectos, sobre todo a mi que empec a desinhibirme. No me
cort en ningn momento con bromas a algunas amigas de mi novia.
Alexa era una exuberante chica de 22 aitos con un delicioso cuerpo.
Rubia y de ojos claros estudiaba Filologa.
"Si no tuviera novia, lo que te hara", ella siempre sonrea, sin darle
ms importancia.
Otra de sus amigas era Laura, una morena que me traa loco desde
hace mucho tiempo pero que tena novio. Era muy timida y reservada, no
beba alcohol, ni fumaba y trabajaba en una oficina de una gran empresa.
Siempre me he llevado bien con ella , pero era a la nica que nunca me
atreva a decirle nada sobre su belleza, la cual era impresionante, de largo
la mejor de todas. Ese da no haba venido su novio por motivos laborales.
Cuando salimos del local para ir haca otro hubo disparidad de
opiniones. Al final se tom una solucin diplomtica, unos para un lado y
otros para otro. Mi novia prefiri seguir con sus mejores amigas que
haca tiempo que no estaban juntas y yo me fui con otro amigo y tres
amigas mas.
Entramos en otra discoteca y nos pasamos all un buen rato, tanto que
nos olvidamos por completo del resto del grupo. Yo estaba en un estado
eufrico desproporcionado y empec a encontrarme un poco mal. El otro
chico se haba ido para casa con su novia, y me qued con Alexa y Laura,
la otra amiga.
"Parece que me voy a ir para casa, que estoy bastante mal" les dije.
"Asi no puedes ir a ningn lado, te llevamos nosotras a tu casa, que
seguro que Marta (mi novia) est all" dijo Alexa.
"Mi novia no va a dormir conmigo hoy que se queda con Patricia, no
pasa nada que ya llego yo solo" asegur.
Insistieron en que no me iban a dejar ir solo a casa. Y entre el estado
que tena y el cansancio me llevaron el pequeo citroen hasta mi casa. En
el trayecto casi vomito en varias ocasiones pero pude contenerlo. Solo
deseaba llegar a cama y dormir. Aparcaron y cuando me iba a despedir v
como salan del coche.
"Ya subo yo, malo ser que no pueda meter la llave" dije en tono
irnico.
"No creo que seas capaz tal como ests". Esas fueron palabras de
Laura. De las primeras que me haba dicho esa noche. Estaba preciosa, su
pantaln vaquero ajustado que le haca un culo perfecto, y un top de
tirantes negro.
Intent abrir la puerta del portal y no fui capaz hasta el quinto intento
entre las risas de las dos. Alexa me ech una mano y consegu abrirla.
"Bueno, ya est, me caiga de sueo, hasta maana y gracias por
acompaarme".
"Y como abrirs la puerta de casa? " volvi a decir Laura. "Venga,
subimos contigo"
Yo me estaba cayendo del sueo y de la borrachera que llevaba, me
agarraron, una por cada lado y salimos del ascensor. Alexa abri la
puerta. A partir de ah no me enteraba casi de nada de lo que suceda. Tan
solo escuchaba alguna frase.
"Joder, como est el tio. Vaya borrachera.Vamos a meterlo en la cama.
Relato VIII
Esto que voy a contarles es algo que surgi en mi imaginacin a raz
de conocer a una personita que lea mis relatos y al estar lejos no
podemos concretar un encuentro, pero si puedo imaginarlo.
Ese chico se llama Salvador y es abogado, profesin que conlleva una
vestimenta ms que excitante para m.
Los hombres con pantalones de vestir y camisas con corbatas o trajes
son bastante atrayentes. Pero vamos a nuestro encuentro.
En un da de lluvia con bastante fri, tengo que salir a hacer unos
tramites a uno de los colegios donde doy clases.
Como era una entrevista formal con la directora fui vestida con una
ropa bastante incomoda para mi.
Llevaba un pantaln negro, una camisa tambin negra de seda, zapatos
altos y un saco de cuero tambin muy formal. Ropa de ejecutiva mas que
de profesora de Educacin Fsica, de ah mi incomodidad.
El tema es que yo llego al colegio y me dirijo a la Direccin, golpeo y
me indica que pase la directora.
Estaba sola y me dice que esperemos unos minutos que el abogado
estaba por llegar. Mientras me va adelantando sobre lo que me quera
informar; un asunto relacionado con la responsabilidad civil en mis
clases.
En pocos minutos ms, golpean la puerta y entra el abogado.
Yo estaba de espaldas y la primera impresin que recib fue un
perfume tan varonil como sensual.
Se acerco a m y se presento, nunca lo haba visto ya que era nuevo en
el colegio.
Al tomar su mano para saludarlo sent que eran muy suaves y supe que
esa piel maravillosa estara en toda la extensin de su cuerpo.
Salvador, as se llama, era un trigueo de 1,82, pelo castao claro,
ojos del mismo color y un cuerpo bien trabajado por el deporte.
Adems de ser una escultura de hombre traa puesto un traje negro con
camisa blanca y una corbata lila que le quedaba espectacularmente bien.
Yo me quedo atontada al ver semejante hombre y el muy simptico me
sonri al presentarse, dndose cuenta de cmo lo miraba.
Comenzaron a explicarme entre los dos el asunto y yo solo lo miraba
a los ojos y estaba fantaseando como seria esa piel debajo del traje.
El se dio cuenta que yo lo miraba mas interesado en su persona que en
lo que me explicaban.
As que como todo seductor se paraba y se acercaba a m, rodeando el
silln donde yo estaba sentada. De vez en cuando rozaba mi hombro con
su mano y esparca su perfume a mi alrededor como si quiera
emborracharme con el.
En un momento llaman a la seora Directora a un saln y nos pide que
la disculpemos, que en 10 minutos volva y que sigamos los dos con el
asunto.
Yo no poda creer mi suerte, ahora lo tenia solo para mi y no tendra
que disimular mas
El sigui en su actitud de seductor pero ahora yo cambie los papeles.
El se sent en un silln prximo al mo y entonces aproveche y me
levante, ahora yo lo rodeaba hacindole preguntas tontas que el no tengo
idea que contestaba porque no lo escuchaba.
Relato IX
Sola ir a casa de Juan dos o tres veces a la semana para estudiar en su
habitacin, y hacer los trabajos que nos pedan en su ordenador, ya que el
mo era, por decirlo de un modo sutil, una patata. Tambin
aprovechbamos para echar unas partidas a cualquier juego de moda, ver
alguna pgina morbosa o chatear.
He de decir que yo tambin disfrutaba contemplando la belleza de su
madre. Me encantaba ir a su casa y compartir un poco de conversacin
con ella , mientras la admiraba de arriba abajo. Era una mujer de unos
cuarenta aos, la tpica madre a la que te gustara volverla a hacer madre
una vez ms, muy coqueta y pija, con una figura espectacular y que sola
vestir algun da que otro con mucha provocacin. Sus ojos azules me
proporcionaban gran tranquilidad, en contrapartida a sus curvas que me
elevaban a un estado total de ansiedad.
Pienso que ella se daba cuenta de que me pona como un toro pero
nunca hizo mencin alguna a ello. Muy al contrario siempre evada
situaciones que podan llegar a ser compremetedoras. Pero como reza el
refrn "Tanto va el cntaro a la fuente "
En una de esas visitas a su casa, y mientras mi amigo y yo nos
echbamos unas partidas a la play alguien golpe la puerta, era la madre.
Comentar algo que siempre me result curioso de all, cuando una puerta
estaba cerrada era de obligado cumplimiento por cualquiera de los
habitantes de la casa el golpear la puerta y pedir permiso para pasar,
estando casi religiosamente prohibido entrar sin llamar. De hecho en
algunas puertas tenan una seal indicndolo.
El caso es que ella entr y pregunt si le podamos ensear una pgina
web, que no tena mucha idea de ordenadores y tena que ver algo del
trabajo. Result que tena que realizar un proyecto de arquitectura para no
se que tipo de Congreso en Cuenca, y no tena ni idea de informtica.
Deba tenerlo listo en dos das.
Le intentamos ensear lo ms rpido posible lo que le haca falta
"Bueno, a aguantarse toca"
"S, ya ves como voy, estoy casi sin ropa, no aguanto la verdad, y eso
que me acabo de dar una ducha fresca"
Vesta una falda hasta las rodillas y una camiseta negra de Armani. La
falda seguro que tambin era de marca, ya que le gustaban los lujos.
Llevaba tambin unas pendientes de brillantes, dos anillos y un colgante
grande en forma de corazn. En los pies unos elegantes zapatos de tacn.
Entramos en la habitacin, que estaba ms limpia y ordenada que de
costumbre. Me ofreci algo para beber.
"Notars un cambio en la habitacin en cuanto a orden y limpieza, mi
hijo es un desastre, ahora te traigo el agua"
La habitacin estaba impecable. Ola a perfume, la cama estaba hecha,
la mesa limpia y el armario cerrado. Los postres de las mujeres fruto de
deseo de mi amigo colgadas donde siempre. Angelina Jolie, Jennifer
Lopez , etc Yo estaba con Cristina Fernandez.
Al llegar empezamos con el trabajo. Ella se sent en el borde de la
cama y yo en la silla y le expliqu por encima el funcionamiento del pc.
Como mover el ratn, encender el ordenador, y esos pequeos detalles
principales.
"Tener hijos para nada, siempre dicindole que me ensee y tiene que
venir un amigo"
"Los hijos somos as de vagos"
Nos adentramos en Word y al rato le ced mi sitio para que fuera
familiarizndose con el PC. Al levantarse de la cama pude contemplar sus
piernas. Eran fuertes y estaban muy bien cuidadas. Depiladas y sin ninguna
variz. Era una mujer que se cuidaba y a la que le gustaba estar a la ltima.
Relato X
Todo esto sucedi cuando yo iba en tercer grado de la secundaria. En
aquel entonces tenia muchas amigas en el salon, pero de todas, una me
gustaba mucho. Su nombre es Claudia y era de tez blanca, cabello negro
hasta los hombros, piernas bien formadas y un trasero mediano pero
redondito y firme. En esa epoca tenia yo 14 aos de edad y ella me ganaba
por unos meses pues ya tenia 15 aos recien cumplidos.
Era la clase de Espaol cuando llega nuetro maestro y dice:
- Chicos, para la siguiente semana quiero que monten una obra de
teatro sobre
Uno de estos libros.
El profesor nos da tres libros y elegimos (a eleccion de las mujeres
del equipo) Romeo y Julieta. La obra la teniamos que preparar en una
semana y por lo tanto, para adelantar nos veiamos en la casa de alguno de
nosotros para hacer el escenario, ensayar y armar relajo.
El sabado siguiente estoy en la maana en mi casa y comienza a sonar
el telefono, levato la bocina y no es nada menos que claudia.
Hola, como estas?
Bien y tu?
Bien, oye te avisaron que nos reuniamos hoy en mi casa?
No, no me dijeron
Ja ja ja, me dijeron que te iban a avisar, bueno pues hoy a las cuatro en
mi casa
Ok, alla estare
Ok, bye
Bye
Esa tarde fui a su casa para segn yo, hacer el trabajo. Llego y ella
abre la puerta (algo que se me hizo raro porque siempre su hermano lo
hace), la saludo y le pregunto.
Quien ha llegado
Nadie, paco me dijo que tuvo que salir de mergencia y no vendra, a
magda tampoco le avisaron, laura y lucia (que son hermanas) tenian que
haber llegado hace media hora y no lo hicieron. Nada mas estamos tu y yo
Pero, entonces que vamos a hacer, no podemos ensayar entre los dos
Pues terminamos el escenario y vemos un rato la tele, que te parece?
Ah, pues me parece bien
Nos pusimos a hacer el escenario en el que tardamos menos de dos
horas porque ya solo le faltaban algunos retoques como iluminar o pegar,
terminamos y nos pusimos a ver la tele, en eso ella dice:
-Tienes hambre?
-La verdad si
-Ok, pues voy a la cocina a ver que encuentro
Antes de que se fuera ella cambia el canal a uno de esos que ya tiene
por numero mas del 300 y dice
Perdon, ah encuentras algo interesante
Me avienta el control y se va. Yo tomo el control y le cambio al
siguiente canal hacia abajo y da la casualidad que ese era un canal para
Yo con mi inexperiencia puse la punta de mi verga en la entrada de su
vagina y de un solo golpe la empuje hacia dentro, ella solo soloto un grito
de dolor mientras rasguaba mi espalada y mordia mis hombros, entonces
yo me detuve. Asi estuve por un par de minutos hasta que ella comienzo a
moverse rtmicamente emtiendo y sacando mi pene en repetidas ocasiones.
Yo le hice segunda y tambien me movia a su compas, mis huevos tocaban
sus nalgas y mi verga salia hasta la mitad para volver a entrar hasta su
base. Despus de estar un rato asi, ella se tomo de mi cuello y yo me sente
en la cama, entonces se puso en cunclillas y comenzo a cabalgarme, yo
besaba sus pechos mientras uno de mis dedos comenzaba a entrar en su
culo.
Ella al sentir mi dedo en su entrada dijo:
Tambien quiere por ah?
Siii, me encantaria.
Esta bien, pero esta vez yo lo hare
No entendi bien lo que me quizo decir hasta que me avento de espaldas
y se levanto, entonces fue al tocador de la habitacin y saco un aceite para
bebe. Mi alegria fue inmenza cuando lo vi ya que sabia para que era. Ella
comenzo a untarlo en el condon y unto otro poco en su dedo, el cual
introdujo en su ano ya un pcoo dilatado.
Entonces se puso de rodillas sobre mi verga y lentamente se fue
sentando sobre ella, la sensacin era dolorosa pero totalmente placentera,
ella se iba sentando poco a poco sobre mi, y cada vez que se metia mas
ella se detenia para similarlo. Tardo mas de 5 minutos pero al fin tenia
todo mi pene en su culo. Etonces ella se comenzo a mover lentamente
hacia arriba y hacia abajo, hasta ke ya todo eran sentones que se daban
sobre mi. En cuanto vi que ya no sentia dolor, la tome de la cintura, como
pude me levante y la puse de pie a lado del tocador viendose en el espejo.
Tome mi verga y de nuevom se la meti en su ya idilatado agujero mientras
mi otra mano masajeaba su vagina al mismo tiempo, no tardo mucho en
Relato XI
Era hermoso verla pasar, aprisa, entregando algn pedido, llevando a
alguien la cuenta o simplemente revisando que todos los clientes del
restaurante estuvieran bien atendidos. Su fro rostro contrastaba con el
colorido de su vestuario, con su cabello lacio y negro recogido bajo el
sombrero vaquero que coronaba su figura. Era excitante sentirla pasar a
un lado mo y percibir el aroma de su fragancia de Enzo, que todo lo
llenaba y que era imposible ser ignorado. Era muy divertido verla pasar a
un lado, echando un ojo a las mesas, pero ignorando la ma, mas bien,
ignorndome a m.
El desdn de Sonia hacia mi no haba nacido de la nada; el restaurante
donde ella trabaja es uno de mis preferidos; en un principio por sus
sirloines al carbn baados en salsa, despus por el gusto de verla a ella.
La primera vez que la vi iba yo con mi ex, en esos das donde uno sale a
hacerla de buen padre y civilizado ex marido. Ella nos atendi solcita, sin
saber cual era el status de ella y mo, a pesar de que no haba acercamiento
fsico entre mi ex y yo. Pocos das despus me vio en otro sector del
restaurante, acaramelado con la chica ms hermosa que mis manos hayan
tocado, poco antes de que saliramos embotados por el deseo y las copas a
refocilarnos entre los pliegues de las sbanas de mi cama. Esa vez, su
mirada reflej el disgusto que a ella le causaba el creer que un da iba con
la esposa y al da siguiente me apareca ah, cnicamente con la amante. Su
desdn se volvi mayor cuando fui a comer ah mismo con alguna
compaera del trabajo, sin que mediara por supuesto- caricia, ni beso, ni
nada parecido; pero la percepcin de ella respecto a m ya estaba bien
formada. La vez en que ca en cuenta de esa situacin fue durante una
comida con una de las compaeras de trabajo; necesitaba yo un cenicero y
al llamarla para pedrselo ella volte el rostro a propsito y pas de largo
mostrando declaradamente su disgusto. En un primer momento pens que
estara ella molesta en general, pero cuando la vi acercarse a otra mesa
con una abierta sonrisa, me di cuenta que la cosa era conmigo. Fue en ese
instante en que, vindola de lejos, prest mas atencin a su cuerpo, a su
forma delgada y atractiva, y hacia el hermoso par de piernas que
asomaban bajo una corta falda de cuero negro. Al levantar la mirada, vi
que ella me observaba mirndola, casi con una expresin de repulsin,
Sonia sac mi verga erecta del interior del pantaln y comenz a
acariciarla con sus manos, moviendo la piel entera del largo de mi falo y
dejndome sentir deliciosamente sus uas recorrindomelo. Con dos de
sus dedos, a manera de tijera, juguete con el circunciso glande de mi
pene, embarrando sus dedos con el lquido que comenzaba a escapar del
interior de mi cuerpo excitado. El movimiento de las caderas de Sonia en
mi cara dificultaba un poco el trabajo que mi boca haca en su entrepierna,
pero a la vez lo volva ms excitante. Lam con fuerza hacia su perineo,
sintiendo nuevamente como ella se tensaba, nerviosa y recatada. Chup de
su cltoris, jalndolo con mis labios, succionndolo para sentirlo en su
totalidad en mi boca. Sonia se arqueaba de placer, apretaba mi verga con
sus manos, y me haca desear la consumacin maravillosa de ese 69 cada
vez con mayor urgencia. Sus manos me masturbaban nicamente, de
manera torpe, apresuradamente, lastimando mi piel de tanto en tanto. El
punzante dolor de la piel lastimada reduca las sensaciones de placer que
yo senta, pero aumentaba mi deseo de que cambiara su manera de
estimularme. La necesidad de la humedad de su boca en mi glande era
cada vez mayor y me desesperaba, me enloqueca el querer sentirla ya. La
belleza de sus gemidos me calentaba y trastornaba cada vez ms; los
escuchaba aqu, los escuchaba mas all, los escuchaba en cada sitio de la
sala. Los gemidos suaves adquiran ms de un timbre, ms de una forma y
profundidad. Pareciera que Sonia gema de distintas formas, con acsticas
dispares, aumentando mi sed y enloquecindome de ganas. Mis manos
acariciaban sus nalgas y las apretaban con fuerza, extrayendo de la
garganta de Sonia sonidos cada vez ms intensos. Mis manos la iban
apretando cada vez con mayor amplitud, llevando mis dedos cada vez ms
cerca de su ano. Ella se estremeca ante el placer que senta y el riesgo de
sentirse hollada por primera vez en esa zona que haba mantenido lejos
hasta de sus fantasas y deseos mas ocultos.
La tensin corporal que antecede al orgasmo comenz a presentarse
en la cadera y piernas de Sonia. Sus gemidos se hicieron cada vez ms
agudos y continuos, al igual que su respiracin. Ella estaba a punto de
explotar, vinindose en mi boca, lo cual yo deseaba, lo cual quera para
beberla con prontitud viciosa. Disminu el ritmo de las lamidas a su coo,
suspend el avance morboso de mis dedos hacia su ano, mis labios dejaron
Relato XII
La historia comienza cuando yo apenas tena diecisis aos, era una
chica muy bonita, de piel blanca, ojos azules, cabello oscuro y
ligeramente ondulado.
El verano haba llegado, y mis amigos haban planeado unas
vacaciones para librarnos del agitado mundo escolar. Yo obviamente ped
permiso para asistir a ese viaje donde seguramente algo muy bueno iba a
suceder.
Cuando llegamos al destino, haba un bonito hotel en el cual nos
bamos a quedar. Tena alberca, un saln de juegos, y cancha de basketball.
Haba un chico que me llamaba mucho la atencin, y el cual iba
acompandonos en el viaje, era el primo de uno de los de mi saln, haba
otros chicos, pero ninguno como el. Alto, buen cuerpo, cabello corto,
ojos claros, muy guapo.
Los das pasaron y yo buscaba la forma de conocerlo, saba que se
llamaba Miguel, as que me le present.
-Hola, me llamo Laura y tu?
-Soy Miguel, mucho gusto.
-El gusto es mo, oye, me acompaas por un refresco?
-Claro, la verdad es que hace mucho calor, tengo sodas en mi
habitacin, Gustas ir?
-Emmm, no, creo que mejor vamos a la tienda.
-De acuerdo, como digas Laura, Bonito nombre ehh.
Ese fue un grave error, deb haberle dicho que furamos a su cuarto, y
de inmediato entregarme a el, pero deba esperar, para que todo resultara
ms placentero.
Ya de camino a la tienda
-Y dime Miguel, cuntos aos tienes?
-Tengo 24 y tu?
-16
-Pues no parece, las dems chavas se ven muy nias a comparacin
tuya.
-Qu lindo eres.
-Es solo lo que pienso, de verdad que si fueras un poco ms grande te
pedira ser mi novia.
-Lo dices en serio?
-Si, claro.
Una vez que llegamos a la tienda, el pidi una bebida con Alcohol, me
pregunt si gustaba una, y recordando el comentario de que yo pareca
ms grande que mis amigas acept la bebida.
Ya de regreso platicamos de trivialidades hasta que llego el momento
de entrar a la alberca, el agua estaba fra, y yo tena un bikini en 2 piezas
muy chiquito, me divert mucho en el agua pero no dejaba de observar a
Miguel quien no perda detalle de mis movimientos acuticos.
Llego la noche, y yo estaba en mi cuarto con una amiga, cuando de
repente escucho que tocan a la puerta, era Miguel.
-Qu haces aqu, son mas de las 10:00
-Solo quera platicar un momento, Puedo pasar?
-No creo, pues no estoy sola.
-No se preocupen, si quieren yo me salgo
Y sin decir ms, mi amiga se fue del cuarto, a dnde?, no me
importaba. Solo quera que nos dejara solos.
El pas y se recost en la cama.
-Me dijiste que solo quera platicar no?
-Bueno, la verdad vengo porque tengo algo que decirte.
-Bueno, pues dime qu es
-Espero que no te vayas a enojar
-Si no me dices ya qu es, tal vez me enoje
-Mejor lo hago y punto.
Inmediatamente despus me mir a los ojos, y con ternura me plant
un beso, yo no saba qu hacer, pues mi corazn empez a latir, por dios,
estbamos solos y seguramente mi amiga se fue a quedar a otro cuarto, as
que lo nico que pude hacer fue corresponderle al beso.
-Laura, te deseo
-y yo a ti Miguel, pero soy virgen
-No haremos nada que no quieras ehh.
Me cogi de la cintura y me hizo recostarme, segua besndome y
mordindome los labios de una forma muy caliente, me tocaba las nalgas
y acariciaba mis senos por encima de la ropa, yo solo senta cmo su pene
creca y creca, se quit los pantalones y mi nerviosismo aumento, me
Relato XIII
Era la primera vez que sala de viaje solo, en mi familia el dinero no
abunda y el salir de viaje solo era un bello sueo, pero se me present la
oportunidad y lo hice, no cre que podra obtener algo ms que viajar.
Estaba estudiando el bachillerato y como materia adicional obligatoria
se me ocurri tomar el taller de Danza, eran piezas compuestas de baile
tradicional de mi tierra, nada fuera del otro mundo y en muchas ocasiones
muy aburrido, lo nico rescatable ah eran los movimientos en ocasiones
atrevidos que solamos hacer los muchachos al tratar de frotarnos de ms
con las chicas del taller. En el Taller no lo hacamos del todo mal, puesto
que logramos ganar algunos concursos de baile tradicional, y como
premio obtuvimos el pase a un concurso mucho ms grande a nivel
nacional y fuera del estado, el viaje aquel nos tomara aproximadamente
10 hrs.
Pese a todos los preparativos que supuestamente hicieron las
autoridades del plantel, el autobs en el cul viajaramos nunca lleg,
naci un problema y fuerte, ya que nosotros participaramos en la apertura
del evento que sera al siguiente da, as que sin ms ni ms, el director del
colegio nos propuso algo: el posea una camioneta de carga pesada, con
redilas en la parte trasera, cubierta perfectamente, y por la parte de arriba
una lona gruesa, la proposicin era simple, el nos llevara al concurso.
No tomaron en cuenta los reclamos de los alumnos y el director y
algunos maestros apretujados se colocaron en la cabina de la camioneta,
todos los alumnos iramos en la parte trasera con un montn de cobijas
para protegernos del fro y del viento y nada ms, uno de los profesores
llevaba una de sus hijas, Susana.
Ella era delgada y alta para su edad, con slo 12 aos tenia casi mi
estatura, pero su cara era la de una chiquilla hermosa, ojos grandes y de
color marrn, su cabello era lacio y largsimo, llegaba hasta sus caderas y
lo mantena peinado con dos trenzas que le daban un aire encantador. Su
cuerpo apenas estaba en desarrollo, las formas de sus pechos apenas
comenzaban a florecer, pero prometan ser generosos cantaros de miel a
un futuro prximo, sus caderas pese a ser ella delgada eran abultadas y
carnosas, el complemento lo formaban dos exquisitas nalgas que se
apreciaban duras y respingonas, piernas delineadas y suaves, en fin un
contorno nada despreciable, Su cuerpo esa tarde iba cubierto slo por un
pequeo vestido color gris de una tela holgada y suave que se pegaba a su
cuerpecillo, dicho vestido solo alcanzaba a cubrir parte de sus lindas
piernas pues llegaba casi una mano arriba de las rodillas, ella simptica
como pocas nenas hacia migas con todo aquel que se acercaba a ella.
El inicio del viaje fue fantstico, inmediatamente apartamos lugares y
colocamos cobijas en lo que sera nuestra "cama" individual, muchos
quedamos demasiado juntos unos de otros pero no haba problema, todos
nos conocamos ya, las primeras horas fue pegarnos una divertida
tremenda, todos haciendo relajo, gritando, rindonos y haciendo lo
posible por tener a alguna chica entre nuestros brazos. Yo me enfoqu en
Luca, compaera del curso y con la cul haba tenido algunos escarceos,
no habamos pasado de frotarnos y tocarnos por encima de la ropa, pero
en sta ocasin ella se mostraba ms que reacia a tener algo por el
momento, as que para mi, no pintaba mucho en este viaje, me puse algo
sentido y decid echarme a dormir bajo algunas cobijas que haba
separado para mi, algunos otros hicieron lo mismo y en poco ms de una
hora ya todos aparentaban estar durmiendo.
No se escuchaba ms que el sonido del viento fuera de la camioneta, y
el motor de la misma, yo no poda dormir del coraje que tenia porque
Luca no me haba hecho caso, intentaba dormir pero no poda, pero eso
s, permaneca totalmente quieto y mi respiracin era profunda.
Cuando nos acomodamos al inicio del viaje, como estaba enfocado en
hacer caer a Luca, no me percat que al lado mo se haba acomodado
Susana, fue hasta que alguna luz logr penetrar dentro de la camioneta y
pude ver su rostro sereno an con sus ojos abiertos, recostada un poco de
lado cubierta por una cobija gruesa y tapada casi hasta el cuello, gir un
poco su cabeza y dirigi su mirada a la ma, una suave sonrisa devolvi
mi rostro a su mirada y ella correspondi con otra, me puse yo tambin
recostado de lado hacia ella y cuando intent abrir la boca para hablarle
ella se gir y qued dndome la espalda, nia tonta, un poco ms de coraje
Relato XIV
Fui a una fiesta con mi novio la cual estaba a fueras de la ciudad, me
arregle lo mejor que pude, me puse una faldita blanca cortita de esas a
media altura, as que mis piernas podan lucir a todo lo que daban, me
haba comprado una tanguita blanca para esa ocasin y una blusa rosa de
escote, la cual no dejaba nada a la imaginacin, en pocas palabras iba echa
un tiro.
Al ir a la fiesta mi novio en el camino no dejaba de verme, con
trabajos poda manejar y ver al mismo tiempo, eso la verdad me calent
mucho pues me sent deseada y bueno me suba segn sin querer la falda
para darle mas gusto ja ja ja. Bueno antes de llegar ya me haba dado mi
buena manoseada, con decirles que ya no quera entrar a la fiesta y quera
llevarme a otro lugar. Pero no se poda, tenia que estar ah.lo cual la
verdad me hizo enojar pues yo ya estaba cachonda, pero bueno entramos
saludamos a cuanto amigo de l nos encontramos, y no falto las miradas
sobre mi, unas discretas, otras no, las cuales eran las mejores pues yo les
sonrea mas ajaja.
Todo iba pasando sin mayores cosas, y la verdad como que me senta
desilusionada pues senta las miradas, uno que otro roce sent entre las
gente pero hasta ah.
Llegue al grado de decirle a mi novio que nos furamos, pensando que
ya estando en su carro podramos hacer algo, as que despus de un rato lo
convenc y nos fuimos con el pretexto de que tena que estar en mi casa
temprano, lo cual no era cierto por supuesto.
Cuando salimos de la fiesta y dirigirnos a su carro nos encontramos
con la sorpresa de que estaban ponchadas las llantas de su carro, as que l
me dijo que nos furamos en un taxi, pregunto con sus amigos y
consigui un taxi de sitio as que nos fuimos a mi casa, ah en el taxi entre
miraditas y cosas lo fui calentando, al grado de darme tremendos besos y
caricias como poda, pues no quera que el chofer se diera cuenta.
El chofer s se dio cuenta de todo pues de reojo lo pude ver, por el
me sac.
Ya estaba abajo del taxi, con esos tipos ah y dicindome como haban
planeado todo para tenerme en ese lugar y esa hora, a solas, para hacer
conmigo lo que quisieran, queran cogerme y saban que yo no
pondra resistencia por que era toda una putita para ellos, por estar
coqueteando con ellos en frente de mi novio, y as que iba a tener mi
merecido, segn ellos.
Me llevaron a donde haba pasto y me tiraron ah, se empezaron a
bajar los pantalones y mientras me decan -andale haz tu trabajo mami- y
ya la tenan a fuera todos hasta el taxista, a quien le dijeron que ese iba a
ser su pago.
Cuando pusieron la primer verga en mi boca me sent la mas sucia y a
la vez excitada, al ver todos eso tipos ah sin conocerlos y estaban a punto
de darme la cogida de mi vida y sin decir mas empec a chupar todas esas
vergas como una loca, con mis manos, mi boca y de amonton las tenia en
mi cara, me senta tan cachonda el sentir esos cuatro pedazos de carne en
mi cara y llegue al mximo cuando empec a sentir como se venan en mi
cara todos, pidindoles ms, les deca -mas denme mas leche- y ellos
dicindome -eres toda una golfa quien te viera pidiendo verga- no
tardaron en decirme que me quitara la faldita y la blusa, me dijeron queremos ver lo que nos vamos a comer-, cuando me vieron mi mini
tanga blanca y el brassiere que resaltaba mis senos empezaron a decir que
estaba muy buena, que era toda una golfa.
Me obligaron a ponerme en cuclillas mientras me deca -ponte como
lo que eres, una perra- y as lo hice, uno se inclin y se puso a chuparme
toda mi conchita, ah es cuando perd toda cordura y empec a pedir que
me penetraran, que me dieran verga, gritndolo mientras todos se rean y
satisfechos del logro que haban hecho y me empezaron a embestir uno
por uno mientras tenia una verga en mi culo tena a otro dndome sexo
oral y as me tenan, dndome verga con todo, me senta morir cada vez
que me embestan, pero despus era placer y peda ms y ms.
Yo gritaba de placer al sentir como se iban abriendo dentro de mi esos
pedazos de carne y saba que al final iba terminar sper dolida . pero
satisfecha .. as paso un par de horas hasta que los tipos estos
terminaron dentro de mis entraas y por todo el cuerpo senta semen, por
todos lados, ya estbamos agotados todos.
Ya estaba amaneciendo, recog mi ropa y me vest, el chofer me dijo vamos sbete al carro, te voy a llevar a tu casa- y me llevo a mi casa.
Durante el camino no dijimos mucho, yo iba algo ida por el sueo y
por lo que paso, llegamos no sin antes por inercia le bese, mientras l me
dio otra manoseada cachonda y me dijo -dame tu tanguita, ser mi
propina- sin mucho esfuerzo me la quit porque no puse resistencia, nada
ms me separ las piernas y me la bajo, pero no me dejo bajar sin antes
darme una dedeada en la conchita durante un buen rato, lo hizo hasta
hacerme sentir un orgasmo. Me oblig a que le diera una ltima mamada
y se vin en mi boca.
Baje como pude, entre a mi casa y sin que me vieran me met a mi
cuarto toda dolida y cogiday me fui a dormir y eso fue lo que me
paso ese da. nunca lo olvidare
Relato XV
Esos das de normalidad solo haban tensado ms las cuerdas del
placer. Se conocan cada gesto, cada mirada A veces, cuando el lugar se
prestaba, se tomaban las manos y entrelazaban los dedos, primero
suavemente y luego con lujuria. Mucha gente se tomaba de las manos,
pero cuando esas manos son el apndice de dos cuerpos que se desean
pueden sentirse muchas cosas.
Ese da era distinto, la hora de salida llegaba y Adriana deba quedarse
en la oficina por pedido de su jefe. Andr lo saba y no pensaba alejarse de
esa mujer que le mova el alma y el cuerpo.
Cuando todos se retiraron Andr espero en su oficina. Nada.
Desesperado de que todo fuera una elucubracin de su cerebro se
levant y fue hasta el escritorio de Adriana soledad. Slo su chaqueta
sobre el respaldo de la silla le informaba que ella estaba en algn lugar,
pero no en el que l tena para ella entre sus brazos.
La busc en varios lugares sin dar con ella, hasta que un sonido lejano
le ilumin el rostro: la fotocopiadora.
Camin lentamente hasta el pequeo cuarto que albergaba dicha
mquina, no porque no le urgiera llegar, sino porque tema que todo fuera
mentira. La encontr trabajando, nada fuera de lugar. Ella no lo esperaba,
y ni siquiera volvi la vista al escucharlo entrar. Un poco desilusionado
comenz a retirarse del lugar cuando ella, sin volver la mirada le dijo: te
debo algo Andr.
El se acerc a su cuerpo, la tom de sus caderas y le susurr al odo
que nada le deba, que todo lo haca por complacerla. Su cara se ech de
lado y hacia atrs y sus bocas se encontraron en un beso lleno de pasin.
Las manos de l rodearon todo su cuerpo y la estrujaron con locura,
tocando sus pechos sobre la blusa, sus caderas, su abdomen
Ella se volvi y comenz a besar su cuello, le quit la corbata y como
Relato XVI
La maldita rutina. Me miro al espejo y me veo nublado, tergiversado
por las nauseas del sueo que pretenden llevarme naufrago a las sabanas.
Estaba yo y el reflejo de ser humano, de veintitantos aos, incipiente
calvicie, barba de das, moreno, chascon y flojo. La pancita de la
acumulacin de los carretes me delataba poco atractivo. Me rasque el culo
antes de meterme a la ducha. Que flojera tena. Que hubiera dado para que
en la cama me esperase una pierna suave, que me diera un poco de amor
corporal, que me hiciese suspirar sudores de alivio.
La fra meada de la ducha me despert sin remedio. Mire hacia abajo y
la vi tan triste, tan solitaria y tuerta, tan negra y arrugada que pens en las
posibilidades de hacerla florecer en una rosa, en un huerto de flores
hmedas y calidaspero no tena ni un duro. Me haba gastado los
ltimos cntimos en una visita al Pub de turno, y no termine en ninguna
cama acompaada. Esa es la suerte del looser. Es la maldicin de esta
guata que me pesa como viejo acertijo.
Mis fantasas de pendejo azuzaban mis das y mis noches. Nada pudo
sacarme de mi depresin crnica, de esa melancola misgina y sin
sentido. Pero haba aprendido a rer ms a menudo. A burlarme de mis
propias desgracias. Para cuando exista un da luminoso, la gloria se
desparramaba en forma de cervezas que me llenaban la barriga y la
inconciencia festejando el merecer lo que la vida me diera en sus migajas.
Una de esos desperdicios se dejo caer una tarde de invierno en que
visite la casa de un amigo. El me invito a su casa que quedaba en el
permetro de la ciudad a revisar sus juegos de video en su computador.
Grande fue para m la sorpresa de que entre sus pertenencias se hallase un
juego de ligue sexual. Yo estaba fascinado. Haba que hacerse cada vez
mas perverso, engrupirse minas, follarlas y cometer mas pecados para
subir tu dominio y poder en el juego. Impresionante. Todo lo que no poda
hacer de verdad. Y era en 3 D. Guau. Empec a jugarlo mientras mi socio
me indicaba como haba que desempearse en l. Yo estaba muy
entusiasmado, hasta que a las siete de la tarde, se abri la puerta de su casa
y literalmente, dentro la gloria. Era la novia de mi amigo, vivan juntos,
maana.
El juego que llamaba mi atencin empez a desmotivarme. Como no
poda avanzarlo y no llegaban las escenas fuertes decid abandonarlo.
Empec a buscar otros juegos en el pc, la hora pasaba, hasta que d con
algo fabuloso. Las carpetas de archivos personales de los novios. Jams
habra imaginado esa carita de ngel haciendo lo que haca en los videos.
Ni en mis mejores bsquedas de pornografa en la red haba encontrado
material amateur tan bueno. En ellos aparecan mis amigos dandose duro
y parejo en lugares, sitios y poses, casi increbles. Yo saba de algunos
permitidos por la flexibilidad corporal o moral, pero excitadsimo
empec a verlos y como es normal, a calentarme. Ella en los videos daba
unos gritos tan candentes que poseerla se converta en un sueo casi
tangible.
Tarde me di cuenta del volumen, pero lo baje inmediatamente. Ruidos
se oan al lado, pero ninguna queja. Deba hacerlo todo con cuidado, si
quera ver todos los videos, y tena toda la noche para intentar llevrmelos
en una copia y soar con los gemidos de ella.
Al cabo de dos horas, haba respaldado todo. Mis amigos se habian
hecho bolsa follando en la pieza de al lado, estuvo a punto de pajearme
ante tanto sexo, pero me contuve, me daba plancha ser sorprendido por
mis jugos o mis olores, o por macaquero. Cansado, repose mis huesos en
el sueo.
Al despertar eran las 10 y 30. Justo. Tena clases a las 11 y media. Me
vesti. Nadie habia despertado, de seguro esperaban que me fuera, para
seguir" amndose", y yo por supuesto no tenia ningn problema con eso.
Me lave la cara y grite chaaauuuu, gracias por todo. Y un leve zumbido de
adis percibi desde el otro lado.
Marche convencido de que no me pillaran pues robe solo 3 DVDs que
contenan todo, absolutamente todo lo que haban hecho mis amigos. Me
haba prometido volver a restituir por la tarde los DVDs que habia
si?- le dije para consolarla. Soy un hijodeputa pero tengo mis emociones.
Daba pena verla as
Ella no dijo mas nada. Su hermoso culo estaba debajo del pijama y me
esperaba. Lo corri levemente para apreciar esa belleza, ese don que dios le
da a algunas mujeres. Perfecto, redondo, carnoso, con la sutil materialidad
de la grasa perfecta para redondearla, un bello poema griego de rigurosa
creacin tridimensional.
Puse mi mano sobre esas ancas mientras la boca de Gloria gema. Sus
lagrimas caan sobre la ropa de cama mientras contemplaba su cola
paradita y diafana. Me encantan los culos. Sobre todo los de las diosas. En
fin, era mi hora, dios me regalo esta migaja de cielo. Tenia para m un
cuerpo perfecto listo para ser penetrado. Pero no quera la frialdad del
roce seco, quera sexo forzado placido. Que se lubricara mi presa para
poder darle el placer que ella tambien iba a encontrar si olvidaba que yo
no era su amante.
se vean bien en esos videos, si supieras cuanto he pensado en t, en
follarte, en hacerte gemir de verdad- le dije para intentar amenizar el acto
mientras mis manos paseaban por sus piernas, en medio de ellas, en la
raya de su culo. Gloria lloraba. No haba pedido ms explicaciones, estaba
entregada. Mis manos temblaban. El slo pensar que estaba por poseer esta
diosa, me calentaba a mil. Mi corazn daba fuertes pulsaciones. Acabara
sin remedio sin mucho esfuerzo.
Pero no te sientas asi, cario, todo puede ser muy dulce
Eso es lo que crees, perro.nunca lo haras como el Fido- me dijo
sollozando.- a verde que tamao la tie.- murmuro sin alcanzar a
terminar la frase. Se haba volteado a ver mi polla. Estaba hinchada por las
pajas y el deseo.
No es tan chica - me dijo esto va a doler- y cerro los ojos.
masaje estrecho que nos otorga la piel en su area mas sensible. Calido,
ardiendo, profundo. Ella quera su orgasmo. Yo estaba en este juego real,
gracias oh bendito computador, permteme llegar mas adentro de su
secreto, de poseer todos sus sueos, toda su lujuria desbocada en este
furioso viaje genital a los gemidos y al goce.
-dame,..damemierda.esta
esta
bien.sigue
sigue..ooohhh,ooohhhh
Gritaba Gloria. PAF PAF PAF PAF, rebotaba la piel. Estaba mojada, los
fluido permitieron penetrarla de buena manera. Logr su orgasmo. Yo el
placer de follarmela. Derramada en la cama, continu suspirando su
placer un rato mientras yo me vesta. Deba irme a casa. A continuar
soando con ella, con otro orgasmo en otra ocasin.
y que haces? Te vasconchetumadreme vas a dejar as?....inquiri la bella completamente poseda y hambrienta de mas sexo.
Asi es, espero que ahora tambin me desees, amorcito, ya no publicar
tus folladas, las usar para cuando tenga ganas. Por ahora, toma, te
devuelvo uno, y no se te vaya a ocurrir decirle al Fido. Ah si que te cago.
Me entendiste?
Ni yo poda creer lo que dije. Me mereca un Oscar. Ella qued
estupefacta sin decir nada. Furiosos ojos me contemplaban con ira. Luego
fue vergenza, eso de que yo supiera de ella muchos secretos y de que le
hice lograr muchos gemidos pese a que esto era forzado. Record su
imagen de buena nia, y no chist mas nada. Saba cual era su lugar. Yo
era su amo y ella mi perra. Estaba listo para garantizarme folladas un buen
rato, o bueno, al menos hasta que esto terminara.
Con el tiempo ella termin con el Fido y seguimos siendo todos muy
buenos amigos. Yo baje un par de kilos, ella me llamaba cuando quera ser
socorrida, y yo a ella. Quien iba a imaginar que fuera el propio Fido el
que se vengara de ella por Internet. Ja. Las vueltas de la vida. Jams nadie
tampoco iba a imaginar que un gilipollas como yo, mas bien feo y gordo
podra cogerse cuando quisiera este joya de mujer. As es la vida. Cada
Relato XVII
Haca casi dos aos que viva con mi novio, pero desde hace seis
meses nuestra relacin iba de mal en peor. Y no es que discutisemos ni
nada de eso, simplemente nos ignorbamos. Hablbamos poco entre
nosotros y apenas follbamos (bueno, haban transcurrido dos meses
desde nuestro ltimo coito, para ser concreta). Pero lo peor de todo es que
nos habamos acostumbrado a comportarnos con tanta abulia que
semejbamos dos peces en un vaso de agua que se cruzan y se entrecruzan
sin dirigirse la palabra.
La primera seal seria de alarma surgi cuando una tarde lo sorprend
masturbndose en el cuarto de bao mientras ojeaba una revista de tas en
pelotas. l se cort de inmediato esa tarde yo haba quedado con unas
amigas y se supona que no llegara hasta la noche y yo me qued muda
por completo. Pero no nos dijimos nada. "Bueno, los chicos son as", me
dije, "les gusta hacerse pajas, no hay nada malo en ello". Pero aquel desliz
que cre ocasional, con el tiempo empez a convertirse en algo ms que
habitual. Por las noches, tras acostarnos, en vez de pegarse a m o
acariciarme con impudicia, como se supone que debe actuar una pareja, se
agarraba la polla con su mano derecha y comenzaba a cascrsela como si
estuviera solo en la cama. Y lo peor es que a m aquello me daba
absolutamente igual.
As que decid que haba llegado el momento de acabar con esto: una
maana fra de marzo hice la maleta y me fui de casa. El problema
principal se me present de inmediato: adnde ir? A casa de mis padres,
jams. Ya haba reido con ellos cuando me fui a vivir con mi novio.
Regresar derrotada hubiera significado darles la razn. Entonces pens en
Mara, mi hermana.
Mara era tres aos menor que yo, pero he de reconocerlo
pblicamente mucho ms espabilada. Dos meses despus de que yo me
fuera con mi novio, ella abandon tambin el hogar paterno, pero para
irse a vivir sola. Y todava segua viviendo de la misma manera,
independiente y osada. As que no me lo pens dos veces y la llam por
telfono.
Mara, escucha: he roto con Adolfo. Me he ido de casa. Las cosas no
iban bien entre nosotros. Bueno, ya te contar. Pero ahora necesito un
lugar adonde ir. Podras alojarme en tu casa hasta que encuentre algo que
me pueda permitir yo sola?
Not que Mara dudaba, y por un momento pens que iba a
contestarme que no. Pero al fin y al cabo era mi hermana, y yo me
encontraba en una situacin muy difcil.
De acuerdo contest, puedes venirte por aqu cuando quieras. No
voy a salir en toda la maana.
Quince minutos despus ya estaba llamando a su puerta. Tena tantas
cosas que contarle! Mara y yo habamos estado muy unidas de
pequeas, pero al llegar a la adolescencia la vida un tanto disipada de mi
hermana hizo que nos separramos antes. Por ese motivo, ahora estaba
muy ilusionada con la posibilidad de recuperar la vieja relacin que tanto
nos uni.
Antes de nada me dijo ella cuando me ense la habitacin que
durante unos das iba a se la ma, es imprescindible que sepas algo. Y
espero que no me juzgues por ello.
Yo estaba realmente contenta por haber roto con Adolfo y sobre todo
por irme a vivir junto a mi hermana, a la cual idolatraba como a una
diosa. Saba que desde que se fue de casa llevaba una vida absolutamente
independiente, as que lo que me fuera a decir la verdad es que no me
importaba demasiado: Mara me mereca todos mis respetos.
Aunque siempre os he dicho que trabajaba como secretaria, la verdad
es que no me dedico a eso. Bueno, estuve de secretaria un par de meses
nada ms irme de casa. Pero mi verdadero trabajo, el que me permite vivir
de esta manera, es otro: soy prostituta.
A tanto, sinceramente, no estaba yo preparada: mi hermana era puta!
Me deb quedar tan lvida que ella se sinti obligada a darme ms
explicaciones.
Ya s lo que vas a pensar de m, pero te rogara que no me juzgases
precipitadamente. Puede que no encaje en tu valor moral de las cosas, pero
te aseguro que es mucho menos duro que cuando trabajaba de secretaria.
Aqu soy mi propia jefa, trabajo lo que quiero y gano muchsimo ms.
Adems, esto que ves no sera posible de otra manera y se gir hacia la
casa para mostrarme el esplendor y el boato con el que viva.
No me fue fcil sobreponerme a aquella noticia inesperada. Me dije
que la vida de Mara era cosa suya, sobre la cual no me corresponda
opinar, e intent convencerme de que, en efecto, ser prostituta no es mejor
ni peor que muchos otros trabajos. Pero an as me doli ver a mi
adorable hermanita pequea convertida en una ramera, en una vulgar puta
que vende su cuerpo a cambio de dinero. Y ni siquiera saba entonces en
qu medida aquello iba a afectar a mi vida.
Cuando me encontr algo ms calmada, me explic que la mayor parte
de las veces trabajaba fuera de casa, pero que en ocasiones tambin traa
aqu a sus mejores clientes. Sobre esto ltimo, me dijo que no deba
preocuparme: se comprometi a que cuando fuera a venir con alguien,
previamente me llamara por telfono para avisarme. Durante ese tiempo,
deba quedarme recluida en mi habitacin y no salir por nada del mundo.
Esa fue la nica condicin que me puso que acogerme en su casa. Y yo, un
poco triste pero sin otra alternativa posible, acept sin rechistar. A partir
de ahora, hara mi vida junto a una prostituta: mi propia hermana.
Me instal en una de las habitaciones de la casa, un dormitorio amplio
y bien amueblado. "Es la habitacin de las visitas", me explic, "aqu
nunca follo con nadie". No me gust or esa palabra en boca de mi
hermanita, pero, bueno, "a cosas peores habr de acostumbrarme", me
dije.
Durante la primera semana de convivencia, las cosas marchaban con
normalidad. Por las maanas comamos juntas (Mara nunca se levantaba
antes de las doce, como es fcil comprender), y los das ms
madrugadores incluso nos bamos de compras. Por las tardes, sobre las
quedado en que si vena con alguien me llamara antes por telfono, pero
no s por qu motivo en esta ocasin no lo haba hecho. Al instante sent
vergenza de que aquel hombre me viera en ropa interior, pero pens que
hubiera sido una chiquillada esconderme a toda prisa o cubrirme como
una pacata.
Mi hermana Merche me present sin muchas dilaciones. Daniel, un
amigo.
Sonre con cara de tonta y le di dos besos con todo el recato del
mundo. Mis pezones son considerablemente erctiles, y me di cuenta
demasiado tarde de que sus "huellas" haban quedado fuertemente
marcadas bajo la tela de mi camiseta.
Ahora mismo me iba a dormir dije con evidente azoramiento, y
colorada como un tomate me met en mi habitacin.
La verdad es que estaba un poco molesta con mi hermana por no
haberme avisado a tiempo de que vena acompaada. Sin embargo, deba
reconocer que el hombre que haba trado consigo era realmente apuesto,
guapo, muy atractivo. "No tiene mal gusto mi hermanita con sus clientes",
me dije; "si todos fueran as, hasta a m misma no me importara hacer de
puta".
Despus de aquella frivolidad, que por supuesto ni yo misma me cre,
me met en la cama y trat de dormir, pero me haba alterado tanto que me
resultaba imposible coger el sueo. Lo cierto es que estaba un tanto
excitada, y con solo pasar la yema de mis dedos sobre el cltoris senta
vibrar por dentro como una endemoniada. Slo con recordar el momento
en que haba aparecido medio en pelotas ante aquel tipo, el cltoris se me
endureca como un hueso de oliva. En ese momento, alguien dio unos
golpes en la puerta e interrumpi mi soliloquio amoroso. Encend la luz:
era mi hermana.
Merche, escucha, tengo que proponerte algo.
Estaba nerviosa, lo cual no era habitual en ella. Yo ni siquiera quise
Ven, acrcate. Quiere que se la chupes.
No s la imagen que estara dando de m misma, en braguitas y
camiseta, con cara de lela, sin saber cmo comportarme: si quitarme la
ropa y quedarme en bolas tambin, o arrodillarme sin ms y meterme
aquel pedazo de carne violadora en mi boca. As que de repente me sent
ridcula, ridcula y estpida. Cmo poda ser tan cortada? Qu iban a
pensar ambos de m? Con la de tos que me haba llevado ya por delante
Ven, no tengas miedo. Estoy seguro de que lo vas a hacer muy bien
dijo l, tal vez para ayudarme a ganar confianza.
As que, tmida y nerviosa, casi como una colegiala asustadiza, me
arrodill ante la polla vibrante de aquel hombre y empec a lamrsela
como mejor supe. Me sorprendi la tersura y solidez de su piel, as como
su encomiable dureza. De vez en cuando, yo levantaba la vista hacia arriba
y vea sus ojos sonrientes hacia m, lo cual me resultaba alentador, y vea
tambin el rostro satisfecho de Mara, como si estuviera orgullosa de su
hermana, contenta de cmo complaca los deseos de aquel hombre que no
en vano era su cliente.
Tengo que admitir que cada vez disfrutaba ms introducindome aquel
falo rgido en mi boca, paladeando sus hechuras, sorbiendo su glande,
agitando su piel. Bueno, despus de todo, chuprsela a un desconocido no
era algo tan terrible. Tena que evitar, eso s, que se corriera en mi boca: el
sabor amargo del semen es algo que nunca he soportado.
Entonces, mi hermana Mara se separ unos metros de nosotros y se
vino hacia m. Yo segua chupando aquel polln con todo mi empeo, y ni
siquiera dej de hacerlo cuando mi propia hermana empez a bajarme las
bragas hasta liberar mi coito de sus ataduras. Entonces me tom por los
hombros y alej mi boca de su polla, para a continuacin acostarme con
suavidad sobre la cama y abrirme las piernas de manera que mi conejito
quedara libre y dispuesto para las acometidas de su cliente. No era eso en
lo que habamos quedado, pens, pero en ese momento ni siquiera me
import. Daniel se aproxim hasta m blandiendo su polla como una lanza
gustativas.
Le gusta que se la devuelvan tan limpia como la ha trado o que
deca Mara. As que volv a chuprsela de nuevo, y de nuevo volv a sentir
la dureza extrema de su miembro presionar sobre mi lengua, volv a
palpar las formas prominentes del glande recubiertas ahora por una
espesa capa de esperma. Aquel sabor me segua resultando tan
desagradable como lo haba sido siempre, pero en esta ocasin not un
matiz nuevo, un gustillo un tanto diferente que poco despus logr
identificar como procedente de mi propio flujo, el cual tambin se haba
adherido a su piel y haba dado lugar a un aroma nuevo, nico,
indescriptible: el sabor de nuestros respectivos placeres.
Y de tanto chuparla, aquella polla volvi por sus fueros, agigantndose
mgicamente en mi boca, como un muerto que vuelve a la vida tras un
"boca a boca". Entretanto, Mara me haba sujetado las manos a la espalda,
convirtindome en un simple pelele en manos de dos mentes perversas.
Cuando el hombre sinti su polla otra vez en forma y limpia ya de jugos,
Mara me tom del brazo y me puso de rodillas sobre la cama de cara a la
pared. Despus inclin levemente mi torso hacia delante. Tampoco me
resist.
No tengas miedo me dijo, todas hemos pasado por esto, y al final a
todas nos acaba gustando.
Not su saliva caliente sobre mi ano, y tambin sus pulgares rudos
abrindome el agujero como para exhibirlo en una exposicin. Yo tragu
saliva; hubiera debido negarme, gritar que me dejaran en paz, que no me
la metiera por el culo, que nunca me haban violentado ese agujero y que
me daba miedo que lo hicieran. Pero call, porque al mismo tiempo
deseaba que me dieran por ah, quera probar lo que se siente cuando te
rompen el ano con una polla tan inmensa como la de aquel hombre.
Me doli mucho al principio, aun cuando los primeros envites fueron
leves y cuidadosos. Me doli que me forzaran el esfnter, me doli el
tamao inmenso de aquel rgano rozando las paredes estrechas de mi
intestino. Pero an as, y con todo, goc como una perra, como una puta
sin principios ni normas, como una ninfmana que slo busca tener sus
orificios bien repletos de carne masculina, como una esclava entregada a
los caprichos de su amo. Y cuando el agujero se hubo abierto lo
suficiente, sent su polla entera llegar hasta el fondo, sus nosecuntos
centmetros de eslora entrar una vez tras otra en mi intestino, llegar hasta
lo ms profundo de m dignidad, entrar donde ninguna polla haba
penetrado jams. Y al mismo tiempo not cmo otros dedos comenzaban a
pellizcarme los pezones erectos y sensibles, y supe que esos dedos no eran
de Daniel sino de mi hermanita, y eso me excit an ms y llen mi coo
de flujo irreprimible, pero sobre todo me puse a gemir como una
desaforada cuando la lengua experta y prodigiosa de Mara se empleo con
frescura sobre mi cltoris erecto, provocndome innumerables espasmos,
logrando que me ahogara en mi propio xtasis, dominada por una
corriente de orgasmos que me elev hasta niveles de placer nunca antes
alcanzados.
Esta vez el hombre no se corri en mi interior. Sac antes la polla de
mi culo y dej que el esperma caliente cayera sobre mi espalda. Luego
sent la lengua de Mara sobre mi piel, recogiendo con cario todo el
semen an caliente para tragrselo como si de alimento divino se tratara.
Yo estaba rota, agotada, hundida a causa aquellos arrebatos orgisticos.
Pero Dios mo, cmo disfrut, cmo goc con mi cuerpo y con aquella
explosin de sexualidad incandescente! Estaba como ida, ya ni saba lo que
hacan conmigo.
Al final, Mara liber mis ojos. Me dijo que haba estado magnfica,
que incluso la haba sorprendido. Yo no dije nada. Toda palabra estaba de
ms, hubiera reducido aquellas sensaciones vividas tan intensamente a
algo falso, ridculo, vaco de sentido. Fue realmente magnfico.
Inolvidable. Con eso basta.
Ahora, Mara y yo formamos una pareja magnfica. Clientes no nos
faltan, y aunque cobramos caro, los hombres saben que lo valemos. No
hay putas en esta ciudad como nosotras dos: las hermanitas promiscuas,
las hermanitas sedientas y procaces, las devoradoras de pollas, las
hacedoras de orgasmos. Esas somos Mara y yo: las putas ms
incombustibles de la ciudad.
Relato XVIII
Comenzare diciendo que mi vida es la de una persona normal, salvo
que tengo una pequea hija, que es fruto de mi primer experiencia sexual
de mi adolescencia, que se ha convertido en la razn de mi vida, ella
cuenta con casi 19 aos, ya que en diciembre los cumplir, su nombre
Ingrid, hoy vivimos en una Unidad Habitacional ya que hasta dos aos
atrs siempre vivimos con mi madre, cuento ahora con una posicin
econmica desahogada, que nos permite de vez en cuando divertirnos y
salir a pasear.
Ingrid como toda adolescente es alegre e inquieta, es una criatura que
ya empieza a tomar forma de una mujercita, al igual que sus amiguitas y
compaeras de la secundaria, en ocasiones mi casa parece un saln de
fiestas, invita a sus amigas a la casa ya sea para realizar trabajos de la
escuela o para divertirse platicando de cosas de su edad.
Bueno ya les di antecedentes de mi vida, ahora empezare a relatarles lo
que sucedi hace apenas unas semanas; llegue a casa como a las 7:30 P. M.,
se encontraba charlando con una amiguita vecina de la Unidad, de nombre
Lucero.
-Yo: Hola buenas noches
-Ingrid: Hola Papi
-Lucero: Buenas seor
-Yo. Que hacen?
-Ingrid: Terminando la tarea papi
-Yo: Bueno las dejo voy a darme una ducha
-Ingrid: Si pa
-Lucero: Pase seor
Sub a la parte superior de la casa, entre a mi recamara y saque de los
cajones la ropa que me pondra despus del bao, me met bajo la
regadera para volver a la vida, ya que la tierra y el polvo que dejan en mi
cuerpo la construccin hace que uno se sienta incomodo, cerr la llave de
la regadera y me dispuse a ponerme la ropa, algo holgada para que
despus de cenar me fuera a mi habitacin ver algn programa y
descansar.
Cuando iba de bajada, escuche que Lucero casi como un susurro le
deca a mi hija todava aguanta un piano tu pap, al escuchar que descenda
yo por la escalera su platica solo se volvi en una serie de risitas entre
ambas, yo no le di importancia y baje.
-Yo: Ya cenaron?
-Ingrid: Mas al rato
-Lucero: No
-Quieren algo?
-Ingrid: Pizza, pa
-Yo: Otra ves
-Si pa, una hawaiana con doble queso si?
-Yo: Pdela pues
Me sent en un silln frente a ellas, Ingrid con alegra tomo el telfono
para hacer el pedido busco la propaganda de la mesita del telfono y
comenz a marcar, yo vi de frente a Lucero y le pregunte:
-Yo: Como van las clases?
-Lucero: Bien seor
-Yo: me da gusto y de calificaciones?
- Lucero: Mas o menos pero matemticas se me hace difcil
-Yo: Si en algo te puedo ayudar, t me dices
-Lucero: De verdad seor, yo si le tomo la palabra
-Yo: Claro que si Lucy
-Lucero: Puede ser maana seor?
-Yo: Pero despus de las 2 ya que tengo que ir a la obra porque es da
de pago
-Lucero: Si esta bien seor se lo agradezco
-Yo: Bueno, maana entonces.
Ingrid ya haba pedido la pizza, se sent y hablamos de lo mismo y de
cmo haba sido el da, llego la pizza cenamos e Ingrid se retiro
despidindose de mi hija y de mi con un beso en la mejilla, subimos a
nuestras recamaras y a la maana siguiente an deje dormida a mi hija y
sal al trabajo, paso muy rpido el da entre indicaciones de los trabajos
pendientes y el pago de los trabajadores, ya cuando me percate del tiempo
haban pasado las 2 de la tarde, sub al auto para regresar a casa, cuando
llegue estaba Lucero y ah me record que le haba dicho que la ayudara
con sus problemas de matemticas, ya pasaba de las 3 de la tarde.
-Yo: Una disculpa pero haba muchos pendientes
-Lucero: No se preocupe
-Ingrid: Hay papi te pasas, se te olvido
-Yo: No pero se paso el tiempo pero comemos y recuperamos el
tiempo ok?
-Lucero: Si seor no se preocupe
Un poco despus nos encontrbamos comiendo, algo censillo y fresco
ensalada de vegetales y pollo rostizado, ya que el calor de la temporada lo
ameritaba, terminamos e Ingrid levanto los platos y dems enceres que
habamos utilizado, as que le dije a Lucero que si pasbamos a la sala o
en el comedor empezbamos a ver las dudas que tenia con matemticas,
ella prefiri siguiramos en el comedor para aprovechar la mesa, fue por
un libro y una libreta para que comenzramos, me explico que no entenda
muy bien las ecuaciones, yo estaba en la parte de una de las cabeceras de la
mesa y ella se sent en el costado izquierdo de mi, comenc a ver los
ejercicios, recordando mis tiempos de estudiante, Ingrid termino su labor,
se acerco y me dijo que si poda ver la televisin mientras nosotros
trabajamos, asent con la cabeza, ya que estaba ensimismado en los
ejercicios, se retiro y comenc a preguntar que es lo que no entenda Lucy.
-Yo: Que es lo que no entiendes?
-Lucy: como se despejan las incgnitas
Comenc a explicarle y Lucy se acerco para ver mejor, senta su frgil
figura cerca de mi, un aroma de nia llegaba a mis narices, se acerco tanto
que hubo un contacto inesperado, sent su costado en mi brazo, ella dirigi
su mano hacia el cuaderno para sealar lo que no entenda y en esos
movimientos alcance a sentir como sus pequeos pechos rozaban mi
brazo y sin querer sent un estremecimiento, ella volteo su cara hacia mi,
yo la mire y hasta ese momento me percate de su carita angelical, ella
sonri, quiz por la expresin de mi cara, yo sal del trance y le trate de
explicar, ella se concretaba mas a mi cara que a poner atencin a lo que yo
deca.
-Lucy: No entiendo muy bien
-Yo: Concntrate y veras como lo entenders
-Lucy: Si seor
-Yo: Bueno sigamos
-Lucy: Ingrid se quedo dormida
Voltee la cara hacia la sala y me di cuenta que en verdad estaba
profundamente dormida.
-Yo: Bueno en lo que estamos
-Lucy: puedo sentarme
-Yo claro que si, t te levantaste de lasilla
-Lucy: No en la silla en su pierna para ver como hace los
ejercicios puedo?
-Yo: Eh no creo que estuviera bien
-Lucy: Por qu?
-Yo: Que dira tu mami si lo supiera se puede molestar
-Lucy: Yo no dira nada e Ingrid esta dormida si puedo
-Yo: Ok, pero nada de comentarios, ni con Ingrid
-Lucy: Se lo prometo
Se acomodo en mi pierna izquierda, sent su cuerpecito, el calor que
me proporcionaba de sus nalguitas me hizo reaccionar, senta que mi pene
se rectaba, pero segu con la clase de matemticas, pero pareca que a ella
le interesaba otra cosa, ya que poco a poco se iba mas al centro de mi
cuerpo, yo estaba ya distrado y casi con una ereccin total, ella inclino su
cuerpo hacia atrs, quedando su nuca en mi nariz, y su culito en mi verga
que en ese momento estaba al mximo, se inclino hacia delante y restreg
-Lucy: Chupalos ya, mamalos comtelos son para ti
-Yo: Gracias nena gracias
Los chupe por unos minutos, luego bese su cuello, su boca, su carita,
luego fui mas abajo, volv a besarlos y a chuparlos y comrmelos, luego
baje para besar su vientre, ella se retorca ya acostada en la cama, cuando
volv a sus pechos ella volvi a experimentar otro orgasmo, yo senta mi
verga a su mxima expresin, me sent al lado suyo para que pasaran sus
espasmos, cuando se repuso se incorporo y se quedo viendo mi bulto que
deca el grado de excitacin que tenia, ella sonri y llevo su mano a mi
bragueta, bajo el cierre y aflojo el cinturn, meti su manita dentro e hizo
contacto con mi pene.
-Lucy: OH! esta duro y grande me gusta como esta
-Yo: Scalo
-Lucy: Claro ahora ser mi caramelo tu ya tuviste los tuyos je,
je, je
-Yo: Si, pero ya
Saco mi verga, ella abri los ojitos, luego se inclino y comenz a
besar mi verga, luego la chupo como si fuera lamiendo un helado, no era
muy experta mamando, pero con sus movimientos yo ya estaba a punto de
explotar, ella sigui en su labor y cuando lo estaba chupando explote
como hacia mucho no o hacia, parte de mi semen acabo en su boquita y
otra parte escurra por su barbilla y parte de su cuello, era espectacular
ver esa carita angelical llena de mi semen y que saboreaba con su lengua
el esperma que estaba a su alcance.
-Lucy: Umm, sabe raro, pero esta buena esta lechita que sacaste que
es?
-Yo: Es mi semen linda
-Lucy: Esta bueno me gusta te gusto lo que hice?
-Yo: Si linda estuvo muy rico
-Lucy: Esta bien grade tu cosa me gusta solo haba visto una en
una revista de la escuela bueno que llevaron a la escuela pens que no
era real que un hombre tuviera una de esa tamao y ahora ya lo creo que
son reales puedo lamerla para limpiarla?
-Yo: Lo deseas?
-Lucy: Claro que si
Se arrodillo y termino por limpiarla toda, solo quedaba su saliva en
mi pene, se incorporo y me pregunto:
-Lucy: Quieres ver mi cosita?
-Yo: Cmo?
-Lucy: Que si quieres ver esto (sealo con su mano su vagina)
-Yo: Si me encantara nena
Ella volteo su faldita para que el cierre quedara al frente, yo sentado en
la cama esperaba, su faldita callo al suelo, ah estaba su pantaletita
desajustada de color crema, que bello espectculo, bajo poco a poco su
calzoncito, aparece su virginal monte de Venus perlado por un escaso
pelambre castao, me quede pasmado, era una imagen que nunca haba
soado.
-Lucy: Te gusta?
-Yo: Que si me gusta me encanta
-Lucy: Quieres besarlo o te da cosa
-Yo: No me da cosa como dices ven para besarlo
Ella avanzo, la cargue y la deposite a la orilla de la cama, abr sus
piernitas y coloque mi cara en su vagina, saque mi lengua y la dirig a la
entrada de su rajadita, abr con ella sus labios vaginales, introduje la punta
y sent como se estremeca, hice movimientos en su cosita con mi lengua
de arriba y abajo, descubr su botoncito, ella ya estaba gozando se mova y
se retorca como una trucha que quiere escapar.
-Lucy: Mas, mas, ummm, que rico mtela mas as mi amor, dame
mas por favor mas. mas mas, as, si, si
Yo no poda decir nada estaba ocupado en saborear su biscochito, que
tenia un sabor delicioso ya que sus venidas anteriores haban dejado un
rico saborcito, prosegu y sent que sus lquidos vaginales llegaban, que
delicia no pare hasta dejar limpio su hoyito y ella dejo de estremecerse.
-Lucy: Que lindo sent es riqusimo te quiero te quiero
-Yo: Te gusto pues a mi mas
-Lucy: Ahora quiero que me hagas mujer
-Yo: No, dejmoslo as el tiempo dira
-Lucy: No, quiero ser tuya por favor
-Yo: Clmate ya ser algn da
-Lucy: Lo quiero ahora
En ese momento se escucho un ruido, rpidamente comenc a
vestirme, volv a la realidad mi hija estaba en la parte de abajo, ella
tambin se incorporo y comenz a vestirse, yo estaba muy nervioso, ya
vestidos sal de la recamara seguido de Lucy, mi hija se estaba
desperezndose y haba tirado un vaso de la mesa de centro, nos vio
extraada y dijo.
-Ingrid: Donde estaban?
-Yo: Subimos para consultar un libro (alcance a decir)
-Ingrid: Estas muy sudoroso y Lucero muy colorada
-Yo: Eh, es que esta haciendo calor
-Ingrid: Y tu que Lucero, no dices que paso?
-Lucy: Lo que dice tu pap, solo subimos para ver un libro
-Ingrid: Ok, ya aprendiste algo?
-Lucy: Si mucho mucho no sabes cuanto pero me falta aprender
mas haber si tu pap quiere ensearme mas
-Ingrid: Si que eres burra yo le entiendo rpido a mi papi, con una sola
explicacin
Relato XIX
Est tranquilamente el adolescente Simen estirado en su cama
escuchando msica. Es Simen la pura encarnacin del espritu de la
juventud sin preocupaciones ni responsabilidades. Va a colegio y como
actualmente no es necesario estudiar para ir al colegio, las notas del
chaval son vergonzosas. O seran vergonzosas hace mucho tiempo,
cuando estudiar era una nota de respeto y sabidura. Pero en los actuales
planes de estudios impuestos por el gobierno el que estudia es porque no
tiene nada mejor que hacer.
Sigamos, escucha el chaval un estilo de msica que da cierta imagen
del actual concepto de conscienciamento con la sociedad que tiene; msica
hard-rock. Lo que da una fiable definicin de que el inters que siente el
chaval por los semejantes que le rodean es practicamente nulo. No le
importan sus padres, ni sus profesores, ni los deberes, ni la escuela, ni su
pas, ni en absoluto, su futuro. Ha crecido desde los 0 aos tenindolo todo
hecho y no ve razn alguna para trabar y aprender cosas para ser un
hombre de provecho. Y por qu? si es todo tan fcil. Es fcil en el
colegio simular que uno estudia, tan slo hay que mirar al profesor
cuando este explica y.. sentirse culpable cuando le entregan un examen con
una nota por debajo de 5. Pero eso no es problema pues es tan fcil como
al llegar a casa colgar la mochila y encender el equipo de msica.
-In your mind
-nothing but fear
-you can't face life
-or believe death's near
Una agresiva cancin suena ahora mismo del equipo de Simen. La
voz del cantante parece imposible de conseguir sin tener una
predisposicin gentica para ello, o ser de otra raza.. Pero para Simen no
es, adems de ms bajita, fea, con los ojos grandes, y prefiere Simen no
seguirla mirando pues nada ms que defectos podr este apreciarle.
Adems de que le parece reconocer en ella esa cra denotadamente fea de
la que ha tenido noticia que le iba detrs. Simen no ve otra opcin que
abrir la puerta y disipar toda duda.
-Simen: hola.
-Chica.guapa: hola, yo me llamo Eva y ella se llama Vanesa. Venimos
aqu porque queremos hablar contigo.
-Vanesa: habla t con l. Yo me voy a dar una vuelta y nos
encontramos despus en el bar o en . .
-Eva: pero qu dices, qudate Vani.
-Vanesa: no, habla t con l, hasta luego.
La llamada Vanesa en la que cree Simen haber reconocido el nombre
de que le haban hablado, abandona la puerta y se va quien sabe donde.
Simen resta inmvil y silente ante la Eva, an no sabiendo qu quieren
las chicas de l.
-Eva: bueno pues, Vanesa se fue. Podra yo hablar un momento
contigo? entramos y hablamos mejor?
-Simen: s claro, entra.
Simen y la recin conocida Eva entran en la entrada de la escalera y
all se ve la chavala con suficiente seguridad para comunicar a Simen de
qu va el tema.
-Eva: bueno pues, mi amiga Vanesa te quiere pedir para salir. Pero le
da mucha verguenza y me ha pedido a mi que te lo pida por ella. Es muy
bonita, ya lo has visto, y t le gustas mucho y, querra salir contigo.
-Simen: uhmmm, interesante. Ya haba tenido noticia de que Vanesa
me iba detrs, pero pens que iba a ser una tontera y que no se atrevera
tan slo a hablarme.
-Eva: pues ya lo ves, le gustas mucho y me ha pedido a mi que te lo
pida por ella. Porque quiere salir contigo y te quiere mucho.
Simen resta pensativo unos instantes repasando la foto mental que le
ha hecho a la Vanesa recin ida, y que no le apetece la verdad unirse
sentimentalmente a una persona que no le gusta. Pero la verdad es que la
mejor amiga de Vanesa; Eva, se ve deliciosa. Y hay una cosa que
caracteriza al macho hispano que es la picarda. El conseguir una cosa
usando la mente y la inexperiencia de los semejantes para afrontar tales
objetivos.
-Simen: pues, Eva, no s qu decirte. No s si me gustara salir con
Vanesa. Vanesa me gusta porque es guapa y creo que tambin buena chica.
Pero, unirme sentimentalmente, hacer una promesa con una persona a la
que apenas conozco, no lo acabo de ver claro.
-Eva: pero por favor Simen, dile que s y ya vers como es fantstica.
Es mi mejor amiga y vamos siempre juntas por lo que la conozco muy
bien y sera para ella, tu s, lo ms maravilloso que le podras dar.
-Simen: no s, no s. A ver. . . djame pensar . . si yo te pidiera a ti que
hicieras una cosa para que yo le dijera que s a Vanesa, la haras?
-Eva: por supuesto, yo hara lo que fuese por mi amiga. Dime qu
quieres?
-Simen: que t y yo, nos demos un beso.
-Eva: ups . . . que t y yo nos demos un beso? pero, qu cosa es esta?
por qu me pides esto?
-Simen: por nada, yo te digo esto, que si t y yo nos damos un beso le
dir que s para salir con Vanesa.
-Eva: . . . . . . . . promteme, que nunca lo va a saber Vanesa.
-Eva: nunca.
Dice Simen encargndose de que los pantalones caigan
definitivamente al suelo y ayuda a la chavala a sacrselos completamente.
Mientras Eva se desviste del todo Simen hace lo mismo con mayor
rapidez, pues era tan slo el pantaln del ligero pijama lo que le quedaba.
Una vez los dos desnudos planean como va a ser la incursin en territorio
enemigo.
-Eva: nos tumbamos en el suelo?
-Simen: no, grate.
-Eva: es que, me gustara verte a la cara, cuando me la metas por
primera vez.
-Simen: vale, entonces.
Simen estiende en el suelo un montn de ropa por lavar que haba
ante la lavadora preparando con ello un pequeo nido de amor. Eva no
necesita de mucha indicacin para, estirarse en el suelo encima de la
camita de emergencia.
-Simen: bien, bien.
Simen se posa encima de la chavala y con educacin en todo
momento le abre las piernas. Le inserta la cabeza en la rajita vaginal y le
dice;
-Simen: queras mirarme a la cara verdad?
-Eva: s.
Simen empuja un poquito insertando un tercio de la que tiene que
Relato XX
Su forma de hablar distinta a la nuestra, su forma de ser, de pensar,
poco a poco fueron produciendo una cario especial por esta mujer ,
deparados por miles de kilmetros. Muchas veces asista personalmente a
las bodegas de la empresa donde cargaban los grandes camiones,
intercambiando con los conductores pequeas conversaciones, tratando de
descubrir como era fsicamente la desconocida voz al otro lado de la
lnea.
Todos los comentarios me llevaban al mismo punto. Carmen, era una
mujer no muy atractiva, pero una excelente persona. Segn el perfil que
me comenc a formar con los datos obtenidos, ella era una mujer baja ,
morena, extremadamente gorda, pelo corto y negro, pero de todas formas,
siendo muy distintas al tipo de mujeres que yo acostumbraba a frecuentar,
me llamaba terriblemente la atencin.
Nuestras diarias conversaciones, por telfono o MSN, me hicieron
enterarme completamente de su vida, su escasos y espordicos amoros,
incluso yo mismo termin confesndole intimidades mas, que a ninguna
persona haba confesado. Yo por mi parte, no tena ningn perjuicio a
mostrar mi imagen a travs de la cmara del computador, o mi fotografa
en el MSN, mientras que ella celosamente, si bien es cierto se describa
fsicamente, nunca logre conseguir verla de ninguna forma.
Carmen era 7 aos mayor que yo. Tena 37 y yo 30. En varias
oportunidades, a travs de este intercambio comercial estuvo a punto de
viajar a Chile, pero siempre de una u otra forma, se solucionaban los
inconvenientes o acuerdos y su viaje siempre se fue postergando.
Durante ese tiempo yo conoc una mujer, con la cual viv un par de
aos. Pero esa buena relacin, lleg a su fin dejndome muy triste ya que
aun yo la amaba. Como una amiga siempre dispuesta a escuchar, Carmen
supo de toda mi relacin y me aconsej y consol.
Pasaron unos cuantos meses y una maana, ella me dice que tena que
viajar a mi pas, a cerrar un trato comercial con otra empresa. Me dio
mucho gusto que al fin, despus de casi 7 aos, al fin nos conoceramos en
persona. Me avis su horario de vuelo, y me confirm que de la misma
empresa, con la cual hara la transaccin comercial la ira a buscar al
aeropuerto.
Como yo viva solo, y nuestra amistad era muy grande, no lo dude ni
un segundo y le ofrec mi casa para que se quedara, mientras permaneca
en mi pas. Ella al principio no quiso molestarme, pero debido a m
insistencia, no tuvo otra opcin mas que aceptar.
Esa maana recib su llamada que ya se encontraba en Chile, que se
encontraba en la otra empresa y que cerca del medio da, quedara
desocupada. Yo me consegu la tarde libre y nos quedamos de juntar en un
lugar determinado. A travs de muchas llamadas a mi celular, me indic
en el lugar donde se encontraba.
Un gran nerviosismo me recorra todo el cuerpo. Al fin luego de 7
aos de amistad conocera a Carmen. Ya claramente saba que me
encontrara con una mujer morena, de baja estatura, de contextura gruesa,
por no decir gorda, pero eso no me importaba. Necesitaba ver en persona
esa suave voz al otro lado de la lnea y alejada de mi por miles de
kilmetros.
La ltima llamada a mi celular, me indic que se encontraba a una
cuadra de m. Se describi como estaba vestida, con una falda negra, y una
blusa blanca, al lado de un telfono pblico.
Al llegar la reconoc inmediatamente. Mis imgenes de ella eran tal
cual como yo la haba imaginado. Mujer de tez morena, baja y muy gorda,
pero con unos hermosos ojos y su suave y clida voz. Al llamarla por su
nombre, Carmen me brind una afectuosa sonrisa, y como si furamos
grandes conocidos, me abras y yo a ella.
Aprovechando la hora la invit a almorzar a un buen restaurante,
conversamos muchas cosas, de sus gestiones comerciales, de su viaje etc.
sintiendo y tomando con sus manos sus tobillos, levant sus piernas
dejndome todo su sexo a mi disposicin. Una y otra vez mi lengua le
entreg un inmenso placer, recorriendo toda esa parte de su cuerpo,
abarcando no solo sus genitales, si no que el contorno de sus piernas, sus
nalgas incluso la entrada de su ano, dejndola al borde del orgasmo.
No me hubiese molestado que ella acabara en mi boca, pero ella no
quiso hacerlo y cambiando de posicin, me hizo acostarme de espalda y
sin darme cuenta mi verga estaba completamente dentro de su boca,
hacindome una mamada espectacular, con ganas, con pasin,
chupndomela tan fuertemente que me acumulaba toda la sangre de mi
cuerpo en mi verga.
Su mamada era la de toda una profesional, hacindome sentir
sensaciones indescriptibles. La sacaba de su boca, y la frotaba contra sus
mejillas, para volver a meterla y chuparla con mayor intensidad todava. A
veces su mamada se dedicaba a mis bolas, las que entraban completamente
en su boca.
Tambin estuvo apunto de hacerme acabar, pero no quera hacerlo, no
sin antes penetrar a mi amiga paraguaya. Hacindola que se acostara de
espalda, me sub sobre ella y tomndola de sus carnosas nalgas, se la met
sin contemplacin. Ella gema como una loca y su cuerpo arqueado, y sus
gruesos brazos aferrados a mi cuello, me hacan volverme loco.
A mi odo, con su suave voz entre cortada, entre gemidos, me peda
que se la metiera mas y mas, que la tocara completamente , que mis manos
no quedaran sin recorrer ningn lugar de su cuerpo.
Me acost detrs de ella y nuevamente la penetr mientras mis manos
manoseaban sus tetas y su entre pierna. Ella estiraba su mano hacia atrs y
me empujaba de mi culo contra ella , confesndome que era una mujer
muy caliente, y que deseaba ser follada una y otra vez por mi.
Le dije que la quera en cuatro patas y sin pensarlo dos veces, se
coloc en posicin dejndome su generoso culo completamente a mi
disposicin. No dude en tomarla de la cintura y arrodillado detrs de ella
Relato XXI
La verdad es que con diez aos de casados, no me puedo quejar.
Escucho a otras parejas que aoran su pasado o buscan afuera de la pareja,
lo que no encuentran dentro. No es que nunca me hubiera parecido
aburrida nuestra vida sexual, una noche de sexo con ella, pero en
promedio fueron muy pocas, adems siempre que llegbamos a una de
esas etapas pasaba algo extrao o maravillosos que cambiaba nuestro sexo
de forma definitiva. No eran cosas para ir contando por all, ya que a
veces me avergonzaban, ni menos ir aconsejndoselas a mis amigos, pero
en el anonimato que me da esta pgina de relatos, quiero contrselas,
espero que le ayude a quienes le sea necesario.
Una clida noche de primavera, con los primeros calores que nos
hacen revivir, despus de un fro invierno, nos aprestbamos a ver una
pelcula que habamos alquilado. Estbamos en el silln, Mi esposa,
llevaba una remera ma, que siempre usaba y una bombacha comn, de esa
que usa todos los das.
Sheila, es hermosa, tiene un lomo bien formado, por sus aos de
natacin, su espalda es casi como la ma, sus tetas no son muy grandes, ni
muy chicas, son perfectas y se mantienen en su lugar, su cola es
proporcionada y sus piernas torneadas y cortitas, sus pies son pequeos
haciendo juego con sus tobillos. Quizs no te des vuelta por la calle, para
mirarla, pero si entra en un saln o sents su presencia, no pods dejar de
admirarla.
Yo estaba en short una camisa que era la que me haba quedado
despus de un da de trabajo. Prepar la pelcula y nos acomodamos en el
silln
Como a los quince minutos de estar mirando el film, siento como un
mareo, una mano, que al principio cre de ella tap mi nariz y fue all
cuando lo vi.
Un hombre encapuchado estaba detrs de nosotros. Con una cinta
adhesiva tap mi boca, todo se mova, aunque nunca perd la conciencia,
no poda entender lo que pasaba. Nos llev hasta nuestro cuarto Sheila y el
intruso hablaban, ella se resista, pero el tipo ni la tocaba, ni nada. Ellos
me miraban, me sealaban y yo no entenda que pasaba. Estaba embotado
por lo que haba olido, las palabras que pronunciaban me resultaban
incomprensibles y trascurra todo lento, me pesaban los msculos y mis
movimientos eran torpes . Unos instantes despus, mi esposa comenz a
desvestirme y cuando qued totalmente desnudo ella hizo lo mismo. Nos
acost, ella sobre m y no s de donde sac un rollo de envolver alimentos
pero nos estaba envolviendo a nosotros. Empez por los hombros, me
hizo abrazarla y prosigui con la tarea. Tena varios rollos y quedamos
muy pegados desde los hombros hasta la cintura. El maleante, apag la
luz, tir algo sobre la cama, que no pude ver que sera y luego cerr la
puerta. Nos quedamos paralizados unos minutos, solo se escuchaba los
sonidos de la pelcula, rodando en el living
Lentamente iba recuperando mi cuerpo y mi mente volvi a estar
lucida.
Sheila no paraba de sollozar, bajito, como para que nadie la escuchara.
Trat de calmarla pero era intil ya que tena una cinta en boca. Intent
zafarme de las ataduras, pero era imposible. Esos rollos parecen tan
frgiles, pero son muy resistentes. Mi cuerpo y el de ella estaban ms
juntos que nunca, sus pechos explotaban sobre el mo.
Sheila se rehizo y reaccion:
- Voy a intentar sacarte la cinta de la boca. Busc con su lengua, el
lmite de la cinta y cuando lo encontr, sus dientes intentaron en vano,
despegarla de mi piel. Me lama para tratar de aflojarla, pero todo result
intil.
Su boca en mi cuello, el sudor que nuestros cuerpos expulsaban, su
peso sobre m, el temor, hicieron que una extraa sensacin me invada. Mi
pija perdi su descanso y comenz a desperezarse. Mi esposa sinti ese
sutil movimiento entre sus piernas. Sus brazos haban quedado a los
costados de nuestros cuerpos y sus manos o por lo menos una, haba
quedado libre.
Tratamos de girar y yo qued arriba, pero as ella no poda aguantar
mucho ya que se le dificultaba el respirar y volvimos a la posicin
original. Toda esa movida hizo que mi pene ya estuviera pidiendo permiso
entre sus piernas y se haca molesto, para los dos. Luego de varias
maniobras y con la ayuda de su mano libre, consigui acomodar mi verga
entre sus piernas y con una ligera abertura de sus piernas, mi pija se
encontraba a las puertas de su rayita. Senta como iba entrando, milmetro
a milmetro por su cuerpo. Ella gema y yo tambin. Pese a todos los
esfuerzos, no pudo entrar mas que la cabeza y un poquito ms. Los
movimientos que podamos hacer eran mnimos, pero nos llenaban de
placer. Senta como los labios de su vagina, besaban mi pija y le daban
calor. Con cada jadeo, con cada nfimo roce, con el aroma de nuestros
cuerpos, nos estimulaban ms y ms. Sheila, acab y como nunca sent sus
contracciones, sent cono sus gemidos nacan en su vientre y brotaba en su
boca, sent como mi leche inundaban su concha, con un solo chorro
inmenso y largo. Hice fuerzas para apretarla ms a m, pero no pude.
- Te amo. me dijo.
As nos quedamos unos cuantos minutos, a m me costaba recobrar las
pulsaciones de mi corazn y tuve miedo de que ella se quedara dormida.
La mov un poco e intent darme vuelta, para poder respirar mejor y fue
cuando sent que haba algo en la cama, seguro que era lo que el ladrn
haba tirado antes de irse Nos fuimos corriendo hasta hacer que Sheila
lo tome con su mano libre. Era una trincheta, que el tipo nos haba dejado
para que nos podamos soltar. Tardamos como veinte minutos en lograrlo.
La pelcula haba terminado haca un buen rato. Todo era silencio, salvo
por los latidos de nuestros corazones.
Nunca entend bien que era lo que haba pasado, ya que el intruso, no
se llev nada. Sheila dice que se confundi de personas y por eso no nos
rob nada. Pero eso nunca me cerr, porque cosas extraas nos siguieron
pasando con el correr del los aos, cosas tan erticas y sensuales tan
fuertes como esa noche.
Pero Cmo se le pudo ocurrir algo as? Cmo lo pudo planear?
Quin fue el cmplic? No, creo que es muy intrincado para que ella o
alguien lo hubiera hecho, lo hubiera planeado con alevosa y
premeditacin.
Las veces que quise sacar el tema, ella se negaba a profundizar y hasta
llegu a pensar que ella saba mas de lo que yo crea pero eso era
mucho Nos les pareces?
Relato XXII
Cuando mi marido me dijo que mi hija tendra que acompaarme a mi
siguiente viaje de negocios no me import mucho. Por alejarme de l una
semana bien vala la pena tener a la mocosa estorbndome mis aventuras
sexuales. Lo que me cabre fue que adems de la nia me acompaaba
nuestro socio. Mi marido se haba vuelto increblemente celoso despus de
que no le contest las llamadas a mi celular la ltima vez que haba ido a
una convencin. Claro que, estando en medio de dos vergas -una en la
boca y otra en el coo- no estaba para responder al telfono... pero una
cosa es tener que llevar a la nia y otra es que me encaleten un
informador.
Manuel, nuestro socio, es relativamente joven (tenemos casi la misma
edad, 37 y 36 aos), con el atractivo particular de un rostro promedio, de
ojos claros y cabello castao que llevaba muy corto. No es muy alto,
cuando mucho mide 1.75m y pesar unas 150 libras; bastante delgado pero
est bien definido y a ojos expertos como los mos se nota que el paquete
est bien cargadito, jejeje...
Elena, mi hija, acababa de cumplir dieciocho aos y estaba
emocionadsima por irse de viaje. Yo no lo estaba tanto como en
ocasiones anteriores, resignada como estaba a mis dos chaperones.
El embarco fue peor que nunca, entre las nuevas medidas de seguridad
muchas gracias, terroristas de mierda- y la cabroncita que todo tena que
verlo y explorarlo. Maldije una vez ms la metida de pata que la trajo al
mundo; por mucho que la ame nunca me arrepentir lo suficiente de
haberle credo a mi ahora marido cuando me dijo que la primera vez que
una mujer tena sexo era mejor hacerlo sin condn. Yo en ese entonces
an no cumpla los dieciocho y no saba NADA acerca del sexo... qued
embarazada y mis padre, quien era en ese entonces el fiscal, le dio la
opcin de casarse conmigo o ir a la crcel. Nos casamos, para mi
desgracia.
Estbamos los tres en la misma fila y prefer cederle a Elena el asiento
de la ventana a tener que soportar sus lloriqueos. Maldije an ms a las
aerolneas por restarle cada vez ms espacio a los asientos por apretujar
ms gente en el mismo lugar.
El vuelo era largo y Elena se durmi a medio camino, as que Manuel
y yo nos pusimos a conversar. El tema eventualmente lleg al sexo y los
celos de mi marido. Result que Manuel saba perfectamente de mis
andadas; de hecho me haba pillado metindole mano a un ejecutivo del
banco de la empresa, pero no slo no se aprovech de ello para
chantajearme sino que siempre me defendi ante mi marido, as que
cuando me dijo que quera proponerme algo pens que sera que
follramos en lugar de yo irme a buscar diversin por ah.
- Supongo que estars con ganas de una aventurilla, no es as?
- T qu crees... Julin es casi impotente y me cela hasta con mi
sombra. Me extraa que te pidiese justo a t que vinieses a cuidarme,
parece que Elena no es suficiente garanta para l.
- Y si yo paso las noches con Elena? As t te diviertes...
- Y t... - mir alrededor para ver que no nos oyesen. La mayora de
los pasajeros dorma, y los que no estaban con los audfonos puestos
viendo la mierda que pasaban por el video. - Cmo piensas divertirte? susurr.
Por toda respuesta mir a Elena.
- Por dios...
- No seas hipcrita, Carmen, que t no crees ni en dios ni en ley.
- No... es que de haberlo imaginado la hubiese trado antes en algn
viaje. Es un plan perfecto, los dos conseguimos lo que queremos y Elena
te adora as que si la seduces caer redonda en tus brazos.
- Entonces tenemos un trato.
Relato XXIII
Jorgeeeee, estas dormido? S?, ok. Entonces deja me recuesto a tu
lado, aqu duermo a tu lado, solo djame sentir el calor que despide tu
cuerpo, or tu respiracin. Ok. prometo no despertarte, slo quiero
admirar tu rostro mientras duermes, totalmente relajado, con tus labios un
poquito entreabiertos, invitndome a un beso, slo uno, chiquito;
mmmmhhhh deliciosos, tus labios siempre me han gustado mucho, tienen
un sabor exquisito. Mi dedo recorre suavemente tu nariz, con dulzura para
no despertarte, bajando a dibujar la comisura de tus labios, sintiendo tu
aliento tranquilo, tu respirar acompasado, poco a poco mis dedos
recorren todo tu rostro, dibujndolo una y otra vez.
No puedo resistir la tentacin de acariciar tu cuello, tus hombros, mi
mano vaga con delicadeza por tu torso, apenas rozndolo para que sigas
durmiendo; tus pezones se erizan por el roce de mis dedos, con mis uas
los acaricio sutilmente; mi boca se mueve inconcientemente, saboreando
de ante mano tu sabor, la punta de mi lengua asoma entre mis labios
queriendo probarte, hasta que me rindo y me prometo que slo lo probar
un poquito, slo una pequea lamida, nada mas para probarte, slo un
segundo no, una vez probndote no puedo dejar de saborearte, primero
solo con la punta de mi lengua, solo rozando, despus con lametones mas
fuertes; sigues dormido, me imagino que unas cuantas cervezas antes de
dormir hacen tu sueo mas profundo, perfecto, as te tengo todo a mi
disposicin, puedo contemplarte a mi placer, tocar todos los puntos de tu
cuerpo que quiera.
Tu brazo derecho descansa sobre la almohada, a un lado de tu cabeza,
lo cual yo aprovecho para lamer la parte interna de tu brazo, la piel ah es
muy suave, poco a poco llego a tu axila, la cual esta cubierta por un bello
muy fino que me hace cosquillas en la nariz; mi lengua te recorre desde el
antebrazo hasta tu axila y un poquito el costado de tu torso, noto como tu
piel se pone chinita con mis caricias; pero salvo algunos movimientos
inquietos, tu sigues durmiendo. Ahora no me conformo con lamer tus
pezones, mi boca los besa, chupndolos como si fueron el chupete ms
delicioso, mientras mi mano baja por tu vientre hasta llegar a tu ombligo
el cual bordea una y otra vez, jugando con el bello que ah forma un
Relato XXIV
Despus de la experiencia que tuve con Lucy o Lucero, que es la
misma personita pero que ahora solo referir como Lucy, nombre que le
aplicamos por cario; pasaron unos das sin tener contacto con ella, yo
trataba de evitarla llegando tarde a casa, pero reviviendo los momentos
que habamos pasado, era una lucha entre mis convicciones y mi moral,
contra la reaccin natural de un hombre, pero el fin de semana llego y
como el siguiente lunes era un da feriado y mi hija pasara ese fin de
semana al lado de su prima hija de mi hermana en Tlaxcala, donde vivan
yo quede de pasar temprano por ella para llevarla a la casa de mam
donde la recogeran, yo no poda asistir ya que el sbado y el lunes
trabajara, puesto que la obra no se detiene.
As que llegue a casa como a las 3:00 de la tarde, cuando entre Ingrid
estaba con tres de sus amiguitas y entre ellas Lucy, que haban ido a
desearle que se la pasara bien en ese puente vacacional que tomara, yo
quera esquivar la mirada de Lucy, pero esto era imposible, las salude con
un beso en la mejilla como acostumbraba, pero me sent nervioso o
apenado cuando lo hice con Lucy, pasado esto le dije a Ingrid:
-Yo: Bueno Ingrid despdete porque se har tarde
-Ingrid: Si pa cuando quieras
-Yo: ya esta listo tu equipaje
-Ingrid: Si pa ya esta listo para subirlo
-Yo: Bueno yo lo subo no olvidas nada
-Ingrid: No pa todo va en la maleta
Sal cargando la maleta para ponerla en la cajuela, mi hija se despeda
de sus amigas y recoga los encargos que le hacan, se introdujo en el auto
al fin, sus amigas vinieron hacia mi para despedirse, la ultima fue Lucy,
que antes de darme el beso acostumbrado me dijo: vengo mas tarde, te
-Yo: Si, linda.
-Lucy: Que divino sigue mtela mas sigue amor sigue ahh
ahhh mas mas por Dios, sigue siento que me orino mas
aggg aggg. Aggg ya ya yaaaaaa divino.
Abandone despus de haber libado sus lquidos sexuales de su rajita,
ella se haba tendido en la cama prueba de que haba experimentado un
orgasmo intenso, la bese en sus labios y ella casi no respondi, estaba
bajo el deleite experimentado.
-Lucy: Gracias amor me haces feliz.
-Yo: T tambin me haces feliz Lucy
-Lucy: A ti no te ha salido t lechita djame sacarla me gust
mucho si
-Yo: Si nena scala
-Lucy: No me digas nena por favor
-Yo: Cmo quieres que te diga?
-Lucy: No se, pero no nena ni nia
-Yo: Ok, Lucy
-Lucy: Tampoco as dime amor o mi putita no se algo que
sea diferente y que sepa que soy mujer
-Yo: Ok, mi amor
Ella sonri, tomo mi an erecto pene y comenz a besarlo, saco su
lengua al mximo y empez a propinar unos lengetazos desde los
testculos hasta la punta de mi verga, luego alternaba los lengetazos con
una chupada a la cabeza del pene y una pequea parte de este, era una
delicia lo que yo estaba experimentando con esas caricias de su boquita, ya
estaba a punto, senta que mi verga palpitaba y que me recorra un
escalofro en mi espalda.
-Yo: Ya amor, me voy a venir
-Lucy: Que?
-Yo: Que ya viene mi leche
-Lucy: Dmela ya dmela la quiero disfrutar
No pude mas y explote justo cuando ella se introduca parte de mi
verga en su boquita, ella tosi producto de la venida abundante que haba
tenido, se recupero de ese malestar y fue a devorar todo mi semen de mi
pene, luego lo que haba quedado en su carita lo atrajo con sus dedos,
gozaba de mi semen como loca, yo solo contemplaba y me repona de la
venida que haba tenido, cuando termino vino a darle un beso a mi verga y
luego pego sus labios en los mos y nos abrazamos, senta el calor de su
cuerpecito y como se fundan nuestros cuerpos desnudos y hmedos.
-Lucy: Gracias Rafa me haces feliz
-Yo: T tambin me haces feliz
-Lucy: Ahora si me hars tuya por completo verdad Rafa?
-Yo: No me atrevo amor eres muy pequea
-Lucy: No tengas miedo quiero ser tuya quiero ser tu mujer
porque tu me hars mujer quiero entregarte mi virginidad no
imagino entregrsela a alguien mas
-Yo: Lo deseas tanto mira amor como te explico puede resultar
peligroso y doloroso tu vaginita esta muy estrecha y ya ves que mi
pene esta algo grande no se si lo podrs soportar
-Lucy: Si me han comentado que duele la primera vez que me va a
salir sangre de ah pero no me importa mteme tu pene en mi
conchita si Rafa
-Yo: No lo se me da un poco de miedo
-Lucy: Yo se que hars lo posible para que no me duela tanto t
tienes experiencia Rafa quiero ser tuya no sabes cuanto lo deseo
desde que te vi por eso me hice buena amiga de Ingrid para estar
cerca de ti mira que yo solo tenia 12 aos y ya soaba con estar en tus
brazos me gustas mucho mucho Rafa.
-Yo: Espera voy a ver si tengo unos condones y espero no te
arrepientas de lo que quieres mi amor
-Lucy: Nunca me arrepentira lo he soado 2 aos no uses eso de
condones si he esperado este tiempo quiero sentirlo todo al natural
-Yo: Eso no puede ser podras quedar embarazada imagnate que
li
-Lucy: No pasara te lo aseguro adems ya hay pldoras del da
siguiente
-Yo: Cmo sabes tanto
-Lucy: En la escuela nos informan de eso adems mi mami las usa
ella cree que no lo se pero las he visto en su cajn de noche
-Yo: Pero si tu padre no vive con ustedes
-Lucy: Pero es mujer y lo ha de necesitar como lo necesito yo. Tal
vez lo haga con alguno de los compaeros del trabajo o alguien mas
yo comprendo ahora no era tanto ir al sper, le llamo un tal Fernando
yo se que se va a tardar. Si no ya lo veras
-Yo: Si eres mi mujercita
-Lucy: Aggggh, Agggh, ya aggh, agh ya me vine. Aghh, que
rico dime que soy tu mujer lo quiero or aghh
-Yo: Eres mi mujercita si mi mujer Lucy
-Lucy: Si lo soy para siempre te amo Rafa
Me detuve un poco, dando tiempo a que se repusiera, quedo sin fuerza
y aflojo sus piernas, pero mas tardo en aflojar sus piernitas que en volver
hacerlo, as que prosegu en mi labor de mete y saca, saca y mete, ella
volva a sentir placer y yo estaba a punto, incremente los movimientos y
poco despus llegbamos juntos al paraso, senta como mi semen
inundaba su recin desflorada panochita en su interior, cuando mi pene iba
saliendo de ese recinto, senta como su vagina lo aprisionaba para no
permitrselo, que rica sensacin, lo saque para recostarme y no lastimarla
con mi cuerpo.
-Lucy: Gracias Rafa eres fabuloso al fin se que es coger y fue
con quien lo deseaba gracias
-Yo: Cmo te sientes?
-Lucy: Feliz feliz un poco adolorida pero feliz te amo
-Yo: Bueno vamos asearnos, puede venir tu mami
-Lucy: Espera un poquito abrzame Rafa y dime te gusto lo que te
di
-Yo: Eso ni lo preguntes fue maravilloso eres exquisita no haba
disfrutado nunca tanto
-Lucy: Que soy para ti?
una, nos metimos al agua tibia, nos relajo, la enjabone para quitarle los
residuos de semen y sangre que emanaban de su biscochito, la verdad yo
quera volver a cogrmela, pero me contuve, la seque toda y parti para
vestirse, yo hice lo propio y fui a vestirme, ella me dijo apenada que toda
la cama estaba ensangrentada, le dije que no importaba, que quizs iba a
guardar esa colcha para siempre as como estaba, para recordar ese
momento.
Bajamos para la sala, no le explique nada de matemticas, solo nos
besamos y nos contemplamos, como una hora despus tocaron a la puerta,
era Natalia, abr la puerta y la invite a pasar.
-Natalia: Que pena me tarde mucho
-Yo: No te preocupes
-Natalia: Terminaron?
-Yo: Faltan cosas por aprender pero avanzamos (que mentira no
habamos hecho nada de tarea)
-Natalia: Vamonos Lucero, dejemos descansar ya al vecino, algo has
de ver aprendido
-Lucy: Si no sabes cuanto mami pero me falta no se si el seor
pueda darme otras lecciones por que as ya no sacare malas notas
-Yo: Cuando lo quieras Lucy
-Natalia: No sabes como te lo agradezco y te tomaremos la palabra
-Lucy: Si llega temprano maana puedo venir
-Natalia: No lo presiones Lucero
-Yo: Ser un placer, as no estar solo, un rato si te ayudo
Relato XXV
Cierto da de lluvia, habamos llegado a nuestro trabajo. Adriana
estaba tras su escritorio sumida en sus tareas cuando recibi una llamada
interna: era Andr.
La conversacin fue corta pero suficientemente intensa para que ella se
excitara de inmediato. Siguiendo la peticin de Andr se encamin al bao
de la empresa y se quit sus pantaletas, quedando slo con su enagua a
media pierna.
Ella no entenda bien las intenciones de su amante, pues durante las
horas de trabajo era poco lo que podan verse. A media maana, mientras
la lluvia segua su frentico ritmo en la ciudad son la alarma de
simulacros de incendio.
Siguiendo el protocolo la gente comenz a buscar las salidas de
emergencia, Adriana camin hacia la escalera de incendios y al pasar
frente a la oficina de Andr lo vio en la puerta mirndola fijamente. Ella
se detuvo un momento y l avanz hasta tomarla del brazo y llevarla en
direccin opuesta, hacia una escalera de emergencia que daba a la parte de
atrs del edificio, y que no era la que les corresponda.
Terminaron de bajar hasta un pequeo parqueo en que haba unas
cuarenta personas agrupadas, que en caso de un incendio real estaran en
la calle, pero que al tratarse de una simulacin, se mantenan entre los
automviles.
Andr gui a Adriana hasta uno de los automviles, un cuatro por
cuatro enorme de uno de los jefes de la compaa y se acomod con ella a
un lado del mismo. Estado detrs de ella Andr comenz a acariciar sus
caderas con suavidad, la gente observaba hacia el edificio donde se
realizaban maniobras para evacuar heridos y personas por medio de
cuerdas, y nadie se fijaba en ellos. Las manos de Andr fueron acariciando
con ms fuerza sus caderas, mientras su pene se apretaba contra sus
nalgas. Ella miraba a los lados nerviosa, pero pronto se percat de que
nadie los miraba, por lo que correspondi a sus movimientos echando sus
pene y comenz a dar leves golpes contra el cltoris de esa jugosa vagina,
produciendo un suave sonido de choque de carnes, que contrastaba con el
enorme placer que les daba.
Luego volva a los frotamientos y restregadas. La humedad empez a
ser tanta que corra haca la superficie que sostena las nalgas de Adriana,
pero en su suave descenso mojaban sus nalgas y unas cuantas gotas
humedecieron su ano.
Esto no le pas desapercibido a Andr, quien aument la distancia del
recorrido de su glande, e iniciaba los viajes de ascenso sobre la vagina de
Adriana desde ese punto que une al ano con la vagina: el perineo.
El contacto era intenso y ambos estaban demasiado excitados para
soportarlo ms. En uno de los viajes de vuelta, y luego de tres o cuatro
golpecitos del glande sobre el cltoris, Andr empuj con fuerza sus
caderas y enterr todo su miembro en la vagina de Adriana, pero en vez
de comenzar un mete saca frentico se tom de las nalgas de ella, empuj
su cuerpo con fuerza, como queriendo hundirse entero en ella, y movi
sus caderas en crculos dentro esa deliciosa vagina.
Adriana senta que el glande de Andr estaba muy adentro de su
cuerpo, y ese movimiento profundo la hacia sentir que le remova las
entraas. Adems Andr hinchaba una y otra vez su pene, lo que haca que
Adriana sintiera dentro de s las palpitaciones de esa unin tan profunda.
Luego de unos minutos as, que fueron adems minutos llenos de
besos y declaraciones sobre el deseo que tenan de sentirse as, Andr
comenz un lento movimiento de entrada y salida. Meta ms o menos un
cuarto de su pene en la vagina de ella unas tres veces seguidas y despus le
daba un a profunda penetracin, esto haca que Adriana deseara que todos
los movimientos de penetracin fueran profundos, y l jugaba con esto,
pues a veces le daba hasta diez penetraciones leves antes de la estocada
profunda, o a veces embesta con furia tres o cuatro veces para despus
detenerse y comenzar las lentas acometidas una vez ms.
En cierto momento el orgasmo de ella era tan evidente que Andr se
entreg furioso a un profundo mete saca hasta que sinti los espasmos del
orgasmo de Adriana, para, sin darle tiempo de reponerse, hundirse entre
sus piernas y chuparle toda esa chorreante vagina, que todava se contraa
con los espasmos del orgasmos.
Andr sinti en su boca, no slo el nctar que manaba de esa cueva,
sino las contracciones propias de tan ancestral placer, mientras las manos
de Adriana presionaban la boca de su hombre contra sus ingles.
Cuando se repuso Adriana de su orgasmo, Andr la ayud a bajar del
lavamanos y se metieron a uno de los cubculos del bao. Se sent sobre
uno de WC cerrados y ella lo monto, introducindose todo su pene en su
vagina. Adriana le abri la camisa a Andr, para que su velludo pecho se
frotara contra sus pechos, adems de que poda restregar su cltoris contra
los vellos pbicos de Andr.
Andr por su parte trataba de chupar esos oscuros pezones que se le
ofrecan y, con sus manos en las nalgas de esa lujuriosa compaera, la
ayudaba a llevar el ritmo de la cabalgada.
El sudor comenz a empapar sus cuerpos, y los pechos de Adriana
resbalaban por el pecho de Andr. Este estrujaba las nalgas de Adriana y
jugaba con un dedo un su orificio trasero, cosa que a ambos los llenaba de
lujuria.
En cierto momento durante la cabalgada, Adriana se levant por
completo y apunto la punta de aquel pivote de carne hacia su orificio
anterior, y poco a poco fue bajando sus caderas hasta que logr introducir
todo su pene en su trasero. Andr la tom de sus nalgas y hundiendo su
cara entre los pechos de aquella hembra comenz a moverla con furia
sobre su pene. Adriana mantena su boca levemente abierta, producto de la
mezcla de dolor y placer que senta por esa penetracin anal, pero
sosteniendo con fuerza la cabeza de su amante entre sus pechos.
El orgasmo les lleg casi al mismo tiempo, y las contracciones del
pene de Andr dentro del chiquito de Adriana fueron acompaadas de las
de la vagina de ella. Mientras recobraban el ritmo normal de la
Relato XXVI
Un da en que estaba particularmente excitado, le ped a Adriana que se
quitara su ropa interior y se sentara en mi escritorio. Cuando hizo esto
remet debajo del mismo y levantando su falda comenc a besar sus
muslos, subiendo hasta su entrepierna. Le ped que mientras haca esto
siguiera trabajando y mi lengua explor su vagina de rincn a rincn. A
veces ella levantaba un poco las caderas y yo me deleitaba pasando mi
lengua por su ano, hasta que las contracciones de su pelvis me hicieron
entender que haba tenido un orgasmo.
Cambiamos de posicin y fue ella la que se meti bajo el escritorio y
sac mi pene por la bragueta de mi pantaln. Su boca y su lengua me
estaban llevando a la gloria, cuando de pronto mi secretaria llam para
avisarme de la llegada de uno de mis clientes. Adriana hizo el amago de
salir de debajo del escritorio pero no la dej. D el permiso para que
pasara y mi cliente entr saludndome con amabilidad y tomando asiento
frente a mi, que no haba guardado mi herramienta. Adriana se haba
metido al fondo del espacio del escritorio e intentaba no hacer el ms
mnimo movimiento. La charla de mi cliente se extenda, y mi pene segua
erecto por lo riesgoso de la escena. Muy pronto sent a Adriana comenzar
a pasar su lengua por mi glande y empezar a engullir mi pene.
Yo adelant mi silla y recost mis codos en el escritorio, de manera
que ella pudiera hacer su mamada ms profunda. Senta como me engull
casi por completo y me costaba seguir el hilo de la conversacin. En
cierto momento en que la excitacin me comenzaba a ganar, baj una de
mis manos a mi entrepierna y presion su cabeza contra mi, descargando
todo mi semen en su boca, no pudiendo suprimir mis caras de placer, lo
cual justifiqu con mi cliente diciendo que tena un desgarro en la ingle y
que me haba dado un fuerte tirn. El no me dijo nada ms y muy pronto
se retir de mi oficina, dejando el espacio para que mi amante saliera de
su escondite y con una pcara sonrisa me mostrara, abriendo su deliciosa
boca, todo el semen que retena en ella, para despus tragrselo con
lujuria.
Ese mismo da a la hora de almuerzo se me ocurri otro juego ms.
Relato XXVII
Yolima me haba resultado antiptica en principio cuando la conoc:
distrada y sumamente seca en su trato. Pero el devenir del da a da en el
trabajo me fue revelando en ella una mujer dulce y con mucho amor para
ofrecer. Luca siempre como una nia grande con sus ojos negros de cejas
preciosas tras los cristales de lentes de intelectual, sus mejillas rosaditas y
su cabello recogido en dos trenzas largas amarradas al final con sendos
moos infantiles.
Yolima era perfecta para enmarcar en un cuadro de Botero. Sus uno
sesenta y dos de estatura se complementaban con sus entonces setenta y
nueve kilos y medio metidos en un bello y voluptuoso cuerpo de curvas
suaves y parejas. El equilibrio de su bien matizada gordura infantil se
rompa sin embargo en un solo lado: en su pecho. Los senos
desproporcionados eran segn se mirara su mayor encanto o su elemento
antiesttico. Particularmente para m, esos senos infinitos constituan un
precioso don de Dios.
Venida de una ciudad lejana, algo gorda y poco abierta socialmente no
era pues una mujer que le interesara a hombres inmediatistas como los
que pululaban a su alrededor. Eso facilit mi camino hacia ella. No haba
interferencias indeseadas para conquistar a una mujer bonita,
medianamente voluminosa y con mucho deseo por expresar en sus 28
aos bien vividos.
Un sbado por la tarde, despus de media jornada laboral dura y
estresante la hall solitaria en el paradero de buses con su falda elegante
ondeando por la brisa suave. Ya estaba resignada a irse a morir de
aburrimiento solitaria frente al televisor en su estrecho apartamento
alquilado. Le ped, entonces de forma corts que tomramos algo y
contenta y extraada me expres un s con esa sonrisa perfecta. Su rostro
de nia se ilumin de pronto. Nos fuimos a un clido sitio cercano en el
que la msica caribea sonaba a volumen medio.
Despus de cinco cervezas el universo que nos rodeaba era otro. Ella
desinhibida y contenta bailaba resuelta y con profundo goce. Eso me
Mi boca resbalaba por su cuello suave y sudado. Esos sabores me
incitaban a continuar mientras Yolima, excitada y entusiasmada por tener
un hombre consigo, musitaba entre gemidos cosas a veces
incomprensibles.
Yo me quit la camisa y ella animosa me besaba el pecho velludo.
Recorra el camino vertical de pelos hasta llegar a mi abdomen. Sus
manos me acariciaban ya el bulto agreste de mi falo hambriento. Yolima
era otra, era mujer muy mujer. Estaba entregada y resuelta. Se senta tan
honesta y bella. Tan hermosa y deseable. Tan enamorada. Y me tena
encantado, excitado y entregado. Me sent de pronto tan enamorado de esa
mujer vetada por tantos hombres. Sus encantos eran tantos y a medida que
pasaban los minutos yo descubra ms y ms.
Su lengua suba lentamente por mi cuerpo, pasaba por mi cuello y
juguetonamente se una con la ma en un beso profundo. Me quit entonces
el blue jean. Mi boxer rojo y apretado constituy para ella una fantasa. Me
contempl con sus ojos llenitos de lujuria. Miraba mi bulto vulgar bien
pintado que amenazaba con romper la tela de la prenda interior. Sonriente,
Yolima desnud su tronco. Desbroch lentamente los seis botones blancos
y grandes de su blusa amarilla. Por fin ante mis ojos aparecieron ese par
de calabazas puras de carne blanca casi desbordadas de sus sostenes de
gran talla elegantes y de encajes amarillos que bien le combinaban con su
blusa. Casi se me sala la baba embobado por tamaas bombas preciosas.
Ya imaginaba mi pene metido en ese inmenso mar de carnes.
Me levant y me puse frente a su rostro hermoso an con los lentes
empaados. Ella solo contemplaba mi bulto. Se lo ofrec con un ademn
de mis cejas. Ella bien lo comprendi y se sinti autorizada para no
esperar ms. Me baj el boxer y mi verga dura y seca con las venas
infladas sali disparada quedando a centmetros de su boca. Yolima,
sorprendida se saboreaba haciendo un gesto seductor con su lengua al
humedecer sus labios.
La tom con su mano y sinti las palpitaciones.
Par para agacharme. Mi boca hambrienta se dio gusto chupando cada
centmetro cuadrado de esa superficie blanda y carnosa. Sus ricos pezones
endurecidos fueron el fruto favorito que chup, mord y lam hasta el
cansancio. Mis manos tuvieron el placer de acariciar su espalda tersa y
desnuda al tiempo.
Me volv a levantar y habiendo ensalivado su inmenso y hondo
entreseno, volv a masturbarme entre sus tetas. No me contuve esta vez y
aceler mis embestidas hasta la violencia misma y sin avisarle me derram
profusamente en esos senos gordos. El semen pegajoso humect el
entreseno que luego con mi palo yo jugaba a regarlo todo por toda esa
accidentada geografa hasta humedecer las cimas de sus pezones. Ella
sonrea con gracia disfrutando mi orgasmo en sus pechos que luego
limpi burlonamente con la tela de mi boxer.
Me agach hasta el piso. Bes sus pulcros pies ya descalzos y sub
lentamente por sus potentes pantorrillas alzando al paso su falda con mi
cabeza. Pronto me hall en sus carnosos muslos que ella bien separaba
para darme cabida. Empez a enloquecer cuando mi lengua revoleteaba en
la parte alta de sus muslos justo en el dobladillo de su ancho calzn
amarillo pollito. Mis manos neceaban por all arriba sus tetas
esparramadas. Yolima gema y musitaba cosas inconexas.
Mi boca, como mariposa en una flor, se pos en su encrucijada. El
vaho de jugos vaginales abundantes secretados desde hora y media atrs
combinado con los restos de orines cerveceros me excitaban hasta la
misma locura. Bes su amplia concha por encima del calzn obligndola a
abrir sus piernas de par en par. Estaba entregada. Entonces, sin necesidad
de quitarle la falda preciosa, retir lentamente la seda de su calzn de talla
amplia como si fuera el forro de un caramelo. Ante mis ojos se fue
revelando la cosa mas bonita que hasta ese momento haba visto: una
vulva gordita con apenas un moo de pelaje oscuro perfectamente
rebordeado y sus labios jugosos y rosados ensanchados completamente
embalsamados de sus jugos. Mi nariz se embriago con esos aromas
silvestres puros de mujer.
Relato XXVIII
A veces el presente se compone de recuerdos lejanos, basta con que la
memoria retroceda, casi siempre en desorden, hasta encontrar la primera
imagen de una persona, el primer recuerdo de una larga historia. Es lo que
me sucede mientras veo la tanguita mnima sobre la silla, la falda estirada
y la blusita sobre el respaldo.
Est lloviendo y el calorcito es reemplazado por una frescura que la
hace apretarse contra mi pecho. Estiro la sbana y la cubro, su respiracin
es rtmica y acompasada, mientras yo la contemplo con los ojos legaosos
en un insomnio feliz y retrocedo a 1986, cuando tena treinta aos y viaj
por ltima vez a un pueblito pequeo llamado San Bernardo para pasar
unos das con mi hija Vanesa, que entonces tena algo ms de dos aos,
aunque aparentaba ser un poco ms grande. En ese pueblucho de
descendientes de inmigrantes de la Europa del Este mi hija de pelo negro y
yo llambamos la atencin, no slo por nuestro aspecto sino por el hecho
de ser forasteros.
La mam de Vanesa y yo estbamos separados desde haca varios
meses, ella se haba ido con el marido de una prima suya, mientras su
prima se haba ido con el mejor amigo del ahora marido de la mam de
Vanesa. En ese extrao enroque marital familiar el que qued solo fui yo,
y no he vuelto a casarme desde entonces, primero porque me cost mucho
superar el dolor de la separacin y despus porque la sola idea de volver a
comprometerme en una relacin me provocaba un pnico total. Tuve
muchas novias, un par de amantes casadas con las que dur un tiempo,
pero nunca nada suficientemente serio como para volver al registro civil,
pese a que estoy definitivamente divorciado.
En esos das mi nica alegra era pasear con Vanesa por ese pueblito,
llevarla a la plaza y hamacarla en un largo columpio durante horas, correr
con ella montada sobre mi espalda y, a la vuelta, tomarnos un refresquito
o comernos unas facturas en la panadera del viejo Lenchuk. Frente a esa
panadera estaba la pequea mercera y tenducho de otro gringo, un
grandote bonachn que se llamaba Mirko Franch, segn sus vecinos, que
lo bautizaron simplemente como "Pirula". Mirko tena dos hijas, Shivetska
-S?
-Seorita Sofa, le habla el doctor Burgos, Cmo est?
-Ay, gracias por llamar, yo necesito hablar con usted, si usted me
dijera un lugar y una hora
-Si usted quiere puedo pasar por usted ahora mismo.
-Eso sera perfecto, le agradezco mucho, entonces lo espero en el hall
del hotel.
Tard poco ms de veinte minutos en llegar al hotel, situado frente al
malecn.
Tres
Como estaba con algo de dinero la invit a un restaurante con las
mesas casi junto al mar. La luna llena estaba en todo su esplendor y lo
nico que ensombreca un poco el panorama era la msica del local, un
poco estridente, adems de insoportable. Ella estaba vestida con una falda
violeta y una blusa de color crema, se haba puesto una bufanda
transparente que le quedaba muy bien. Tuvimos una charla formal sobre
cmo organizar una actividad en la universidad. Desde mi celular trac
contactos con dos periodistas amigos para que le hicieran una entrevista.
Despus le mand a mi secretaria un mensaje de texto para que preparara
un aula especialmente para la conferencia de Sofa. Cenamos unos
mariscos con vino blanco y la llev a su hotel apenas terminamos de
cenar, yo estaba cansado y mi nimo no daba para nada que no fuera una
larga noche de sueo.
La conferencia finalmente se hizo el viernes en la tarde. Una Sofa
muy desenvuelta respondi preguntas, concert citas y traz con un grupo
de representantes barriales una estrategia de apoyo a las bibliotecas
populares que llam la atencin de uno de mis amigos, un periodista del
diario de mayor tirada de la capital, que le hizo una entrevista con
misterio del que slo son capaces las mujeres hermosas y, pens, es lo que
las hace todava ms atractivas. Record otra noche en ese mismo lugar,
cuando bail un bolero con una italiana de risa estridente y pelo cortado al
ras que me pis un par de veces y
-Bailamos?
La voz de Sofa me sac de mis recuerdos. Cuando la tuve entre mis
brazos la morenota enton con una voz que despertara la envidia de los
dioses la letra de "Un mundo raro" de Jos Alfredo Jimnez. El pelo de
Sofa ola a sndalo persa "di que vienes de all de un mundo raro el
murmullo de los comensales de las otras mesas me llegaba como un
rumor apagado mientras los pasos de Sofa me guiaban como si la msica
se hubiera apoderado de su piel que no sabes llorar, que no entiendes de
amor desde una mesa en un extremo del saln una pareja joven nos
miraba, cre advertir un dejo de admiracin en la mirada del hombre y
hasta un brillo de complicidad en los ojos de la muchacha que cenaba con
l y que nunca has amado la luz que descenda de las araas
fluorescentes suspendidas del techo esparca sobre las cosas un resplandor
de ribetes casi mgicos, la voz de la morena repeta el estribillo de la
cancin con una meloda que se apoder de todos los corazones, aprision
la cintura de Sofa con ambos brazos y ella apoy su cabeza en mi
hombro fue un segundo, un fragmento de eternidad en que sus ojos se
detuvieron exactamente en el trayecto de mis ojos, juguete mi mente
durante una fraccin de segundo con la idea de besarla pero me contuve.
Cuando acomod su silla para que se sentara me sonri de una manera tan
especial que sent que su perfume me horadaba por dentro.
Salimos del restaurante sin hablar y, al llegar a la rotonda del obelisco
frente al malecn tuve que detener el auto porque una larga fila de
vehculos estaba doblando en sentido contrario, baj el vidrio y escuch
los bocinazos y las voces del festejo del triunfo de un equipo de bisbol.
Arranqu despus, ms despacio y, cuando llegamos casi frente al hotel de
Sofa ella sbitamente me abraz y me bes. Sorprendido al principio, me
dej ganar por el casi olvidado sabor de un beso y cuando nos separamos
ella pidi muy quedamente.
-Ests bien?- pregunt y ella asinti. Ahora la msica era una vieja
cancin de Roco Jurado. Despus de un rato de descanso en que ambos
recuperamos el aliento, Sofa se dio vuelta y ese culito blanco, suave,
cubierto por una infinidad de pecas que sugeran un universo de placeres
ocultos, qued a mi vista y no pude resistir la tentacin de darle
mordisquitos, como si estuviera catando el sabor de un elixir extico. Tal
cual si estuviera en una noche de aventura me mont sobre ella y comenc
a besarle la nuca, detrs de las orejas, no tard en excitarme al contacto de
esa tibieza dulce y tersa, Sofa levant el culito y acomod la punta de mi
pene en la entrada de su panochita caliente y empez a moverse despacito,
cuando sent que mi bastoncito entraba de nuevo me puse de rodillas y ella
me imit, pero volvi a agacharse para facilitar la entrada, vi en el espejo
los saltitos de sus senos al moverse mientras ese culito de terciopelo me
haca cosquillas en la pelvis, Sofa se apoy en el pequeo respaldo de la
cama y se lo fui metiendo cada vez ms, me mova con fuerza mientras
aprisionaba sus pezones endurecidos, el calor de esa panocha mojada me
estaba enloqueciendo, aguant hasta donde pude, pero cuando sent que
Sofa se haba corrido me sent liberado y un cosquilleo de electricidad
me invadi por completo, ngeles del Edn! Haca una eternidad que no
conoca un placer semejante. Sofa se acomod despus sobre mi pecho y
enseguida se qued dormida. Nos despert ms tarde el fro del aire
acondicionado. Esa maana desayunamos en el bar del hotel donde ella se
hospedaba. No quise subir a su habitacin. Me fui a mi casa y me tir a
dormir hasta casi medioda. Sofa vino en taxi y fuimos a almorzar en la
calle El Conde. Su avin sala al da siguiente a las ocho de la maana.
Esa noche hicimos el amor como dos desesperados, sin promesas, sin
mencionar siquiera la palabra futuro. El gran descubrimiento sucedi
cuando la acompa hasta el control de equipaje y vi su pasaporte por
primera vez. Supe entonces que su nombre completo es Sofa Federenka
Fankzuck, y que por esas jodidas casualidades del tiempo y la distancia,
las vueltas de la vida, los juegos del azar, lo que carajo se le quiera llamar,
Sofa, o Federenka, era la muchachita que en aquel pueblo llamado San
Bernardo, desde una ventana, se sacaba la lengua con mi hija Vanesa. Vio
la sorpresa en mi rostro y tuve que explicrselo. Le dio tanta risa que no
supe cmo hacer para que se calmara.
-Sabs una cosa?- dijo jams se me hubiera ocurrido, pero no me
importa en absoluto, y a vos?
-Tampoco
Sofa ha vuelto hace una semana, pasar unas vacaciones antes de
viajar a Europa. Me cuesta no llamarla Federenka, el nombre con que se
ha estacionado en mi memoria desde aquella eternidad en que la infancia
de mi hija Vanesa transcurra en las calles de un pueblito apacible y casi
olvidado.
Su chochito depilado se enrojece con cada lengetazo que le doy, ella
se toma los pies con ambas manos y me abre todo el panorama de su
perineo pecoso y ese culo hermossimo empieza a latir y le meto el dedo
ndice empapado en su propio jugo. Gime porque ha tenido un orgasmo y
entonces la penetro, me hundo en ese hoyo calentito y me muevo mientras
mis dientes se detienen en los pezones erectos de esas tetas rellenitas llenas
de pecas chiquititas, hermosas, dulces, todo es dulce cuando el chochito
caliente de Federenka se deja penetrar, y me muevo otra vez y la veo
enrojecer porque est por tener otra corrida, eso me enloquece, acelero
mis embestidas, la siento correrse, me siento diluir aprisionado en esa
preciosa almejita calentita, me dejo caer sobre Sofa, aunque me cuesta no
llamarla Federenka. Entonces ella duerme y otra vez estiro la sbana y la
cubro, veo sobre la silla junto a la cama, su falda y su blusita estirada
sobre el respaldo, y encima la tanguita mnima como el delicioso detalle
que corona y adorna ese rincn de mi cuarto.
Relato XXIX
De nuevo gracias a todos por los comentarios (a favor o en contra),
todos son positivos para mi, ya que me ayudan a mejorara mi forma de
relatar, en el sentido, de si hice bien o mal, respeto sus comentarios,
aunque dentro de mi, sigo con mis remordimientos y esa lucha constante
de no querer seguir esa relacin y huir de ah y el deseo de que nunca
termine, bueno espero sus comentarios.
A la maana siguiente (sbado), Sal de casa y me dirig a la obra, pase
toda la maana con observaciones y correcciones, creo que exageraba con
los trabajadores, tal vez esa era mi forma de defensa, para que no
estuviera presente las imgenes del da anterior, as paso el tiempo hasta
que el silbato del capataz daba por terminada la jornada.
Aborde mi auto y sal rumbo a comer algo, ya que no lo haba hecho
durante el da, solo llevaba un jugo y una rebanada de pan tostado en el
estomago, com en una fondita que encontr en el camino, cuando termine
fui directo a casa, iba pensando muchas cosas que no tenan sentido ni una
secuencia que las relacionara, estacione el auto y al bajar me percate que
en la puerta de entrada de la casa estaba sentadita Lucy, con una libreta y
un libro apoyados en sus piernitas, tenia una faldita corta que dejaba ver
una parte de sus muslos y una playerita de esas que les llaman
ombligueras ajustadita, lo que dejaba admirar su figurita en desarrollo y
me miraba con esa carita que me trastorna, mezcla de inocencia y picarda.
-Lucy: Hola
-Yo: Hola tienes mucho aqu?
-Lucy: Un poco porque tardaste?
-Yo: El trabajo esta atrasado pero ya llegue
Camine rumbo a la puerta y obvio hacia donde estaba ella, me recibi
con un beso en la mejilla al que le respond de la misma forma, saque las
llaves y abr la puerta de entrada, nos introducimos, cerr la puerta, solt
-Yo: Si estas muy bonita
-Lucy: Gracias verdad que ya soy una mujer
-Yo: Eres una mujercita
-Lucy: Es que quiero que me veas como una mujer para que no veas
a otra
-Yo: No hay otra Lucy
-Lucy: Quiero nunca la haya espera deja ensearte algo
-Yo: Que?
Ella no dijo nada, solo quiso tomar una pose estudiada de una mujer
fatal, llevo una mano a sus labios y me envi un beso, en este momento
quiero narrarles como la vea: una adolescente fresca, su carita adornada
con el pelo que caa a sus hombros, carita de forma ovalada, con unas
cejas bien delineadas de forma natural, ojitos color caf con un brillo en
sus pupilas, una naricita recta y delgada, unos labios delgados pero
paraditos y rosados, un cuello alto para su estatura, unos pechitos que se
imaginaban atrs de su playerita, redondos y firmes, un vientre plano y
liso, una cintura bien dibujada para su edad, caderas casi redondas, unos
muslos bien formados y tersos, unas piernas largas; comenz hacer
algunos movimientos de baile, despus se estaba despojando de su
ombliguera, la dejo en su mano dio unos giros y la lanzo hacia atrs, no
traa brasier, as que pude verlos en todo su esplendor, con aquellos
pezoncitos color marrn, sigui con los movimientos, ya se imaginaran
como estaba yo, volteo con un movimiento rpido su faldita la desabrocho
con algn problema, al fin cayo al piso, pude ver sus pantaletitas muy
ajustadas de un color rosa plido y con encajito en el costado, que imagen,
era algo que no haba disfrutado por como se haban dado las cosas
anteriormente, yo ya quera ver esa conchita que me haba dado tanto
placer, ella no se despojaba de esa prenda, yo no me acomodaba, me
mova en el silln, mi pene estaba bien erecto, ella segua bailando al
-Lucy: Si te gusto?
-Yo: Mucho mucho
-Lucy: Te baaras?
-Yo: Si he de estar oliendo a diablos verdad?
-Lucy: No, pero quiero hacerlo como ayer
-Yo: Vamos pues
La lleve cargando por la escalera, ella besaba mi cara y mi oreja, ya
iba muy excitado, la deposite en el piso, ah me desvest, entre al bao
atrs de ella y abr la llave para dejar correr un poco el agua, nos metimos
bajo el agua que caa, nos besamos mas, ya no me contuve y la levante
para ponerla en posicin de penetrarla.
-Lucy: Hoy no me lo metas
-Yo: Como digas (Molesto o desilusionado me senta)
-Lucy: No te vayas a enojar
-Yo: No para nada (Ment)
-Lucy: Es que ahora me siento muy adolorida de ah
-Yo: si, comprendo
-Lucy: Es que es grande tu cosa ayer no lo sent tan doloroso pero
hoy en la maana no quera ni levantarme me duele ah y los msculos
de mi cintura y mis piernas por eso hice ejercicio y sme ocurri el
baile
-Yo: No te preocupes linda
-Lucy: Pero tienes tu cosa muy dura
-Yo: Si, pero si te duele yo comprendo
-Lucy: Quieres que te lo bese
-Yo. Si lo deseas
-Lucy. Claro me gusta hacerlo y que te salga tu lechita
-Yo: Adelante linda
-Lucy: Estamos solos dime como te dije ayer
-Yo: Si amor, bsalo
No dijo nada mas, se arrodillo y comenz a lamer mi verga, con unos
lengetazos que recorran todo el tronco de mi pene, su lengua lo mismo
iban por debajo de mi pene, como por encima, beso esta vez mis
testculos, yo estaba extasiado, ella meti un poco de la cabeza de mi
verga en su boquita, despus toda la cabeza, rodeo con su lengua esta,
introdujo un poco mas, hasta que ya no pudo meter mas, un poquito mas
de la mitad de mi verga estaba dentro de ella, luego comenz a sacarla
para inmediatamente volverla a meter, era una delicia, pareca que alguien
la haba aleccionado, pero yo lo disfrutaba, fue mas rpido con la accin,
yo ya estaba fuera de si, sent que me iba a venir, se lo dije, ella no dijo
nada sigui con mas rapidez y estalle en un orgasmo supremo, perd la
nocin, volv a la realidad, ella recoga poco de mi semen mezclado con
el agua que segua saliendo de la regadera.
-Lucy: Te gusto
-Yo: Si amor si
Despus seguimos bandonos, nos secamos y salimos desnudos a mi
recamara, de paso recog mis prendas y saque de mis cajones algo para
-Yo: Si, yo se que es una locura, pero te amo pequea
-Lucy: No digas eso
-Yo: Si porque no se como va a terminar, tengo miedo
-Lucy: No lo dir a nadie te lo juro nunca lo dir pero no me
vayas a dejar nunca
-Yo: Ya no se que pasara pero te amo te amo
-Lucy: Y yo a ti tambin te amo Rafa no podra amar a nadie mas
-Yo: Bueno voy al bao a asearme tu no lo hars?
-Lucy: Si hazlo tu y descanso un poquito si?
Me di un regaderazo rpido, me seque y sal a la recamara, la vi
tendida en la cama, que imagen, una criatura hermosa y la haba
disfrutado, no me acerque a ella ya que estaba dormidita, se vea como un
ngel, me vest y baje a el comedor, tome un refresco del refrigerador en
la cocina y me fui a la sala a sentarme, las cosas vividas pasaban por mi
mente, en ese momento me senta feliz, no se cuanto paso y ella bajo
desnuda, baadita pero desnuda ya que sus prendas estaban en el piso de la
sala y su pantaletita en mi mano, no me di cuenta cuando la haba tomado,
se la entregue y se la puso, termino de vestirse y se sent a mi lado.
-Lucy: Eres divino gracias
-Yo: T lo eres mas
-Lucy: Puedo (Sealo el refresco)
-Yo: Te traigo uno
-Lucy: De este
-Yo: Ok, vamos a revisar tus apuntes no se a que hora llegue tu
mam
-Lucy: Si Rafa
Tome la libreta y el libro y se los di, comenzamos y de vez en cuando
nos besamos y remos, ella pona atencin y de nuevo me besaba, vaya
parecamos un par de adolescentes, cada vez que acertaba una respuesta la
abrazaba y le daba un beso en sus labios.
-Yo: Te puedo hacer una pregunta?
-Lucy: Claro mi amor veras que ya aprend je, je, je
-Yo: No es de los ejercicios
-Lucy: Entonces?
-Yo: Bueno como te digo bueno ya habas hecho lo que hiciste
con migo
-Lucy: No te diste cuenta que tu me hiciste mujer
-Yo: No me refiero a eso si no a la chupada a mi pene
-Lucy: Tampoco nunca porque dices eso
-Yo: Es que lo hiciste muy rico
-Lucy: Te digo algo mira me da pena pero mi mam en su
recamara tiene unos videos de los tres XXX y los vi una ocasin
que pena
-Yo: T mam no lo hubiera imaginado ella no se ve como te
dir de las mujeres que buscan satisfaccin
-Lucy: Que te puedo decir ella creo que siente deseos yo se que se
ve con un amigo y trato de comprender y me hago tonta pero en su
recamara yo me doy cuenta de lo que ella guarda
-Yo: Me imagino me da gusto que no la critiques
En eso estbamos, cuando omos el timbre, me incorpore y fui a abrir
la puerta, era Natalia, me saludo con un beso y me pregunto:
-Natalia: Ya has de estar harto de mi hija verdad?
-Yo: No como crees
-Natalia: Y yo de conchuda aprovechndome de tu prudencia
-Yo: No, No digas eso pero pasa
-Lucy: Hola Mami he aprendido muchas cosas (Volteo y me lanzo
una risa)
-Natalia: Que bueno pero ya despdete
-Lucy: Ya voy mami
Lucy recogi sus cosas, mientras su mam la esperaba, yo
inspeccionaba a Natalia, esperaba encontrar algo que me dijera si era una
mujer diferente a lo que aparentaba y lo que Lucy me deca, no pude
resolver ese dilema, ella me miro y me sonrea, Lucy termino y fue al
lado de Natalia.
-Natalia: Gracias nos vamos
-Lucy: Hasta maana seor
-Yo: que descansen no tienes que agradecer nada Naty es un placer
poder hacer algo por Lucy
Relato XXX
En una hermosa maana, Paola se levanto de su cama y noto que algo
no estaba bien, pero los cambios no eran muy perceptibles. Estos cambios
solo los poda notar cuando se miraba al espejo completamente desnuda
antes de entrar en la ducha, tenia ya algunos meses que poda ver en su
pecho como unos botoncitos comenzaban crecer, sus pezones seguan
siendo igualmente pequeos pero sus aureolas comenzaban a hacerse mas
obscuras y se agrandaban con el paso de los meses. Su piel era totalmente
clara y muy suave, cada da al estar frente al espejo gustaba de tocar
aquellas abultaciones en su pecho, poda pasar varios minutos viendo su
color de los pezones y aureolas que contrastaban con el resto de su pecho.
Pero adems poda observar ella misma que bajo su vientre una pequea
pelusa se asomaba, cubriendo aquella rayita totalmente rosada y cerrada.
Pasaba buena parte de la ducha enjabonando cada una de sus partes, era
una nia muy limpia y no dejaba de lavar cada una de las partes de su
cuerpo, cada vez que pasaba por su pecho le gustaba sentir el roce del
jabn con sus pezones y poder palpar las dureza de sus senos que
conforme pasaban los das se ponan mas bellas, mas grandes y mas
rgidos.
Fue en esta maana, cuando al estar completamente desnuda en la
baera, que sinti como una corriente circulaba por todo su cuerpo al
sentir el agua que entraba por su vagina virginal y tocaba cada parte de
ella. Como de costumbre comenz a lavar cada parte de su cuerpo,
primero la cabeza, despus la cara, seguidamente los pechos; en donde se
detuvo para masajear un poco y sinti como esas caricias le provocaban
grandes sentimientos de placer en todo su cuerpo. Fue entonces que llego
aquel lugar virgen y al tocarlo con el jabn y su mano sinti una corriente
que provocaba una sensacin de placer que comenzaba en su vagina y
circulaba por el resto de su cuerpo, sintiendo la mejor parte en la punta de
los pezones. Su primer impacto fue de espanto pues crey que se trataba
de una enfermedad o algn mal, pero no le importo y sigui con su ducha
pero no dejo de pensar en lo que haba sentido con tan solo rozar su
vagina rosada y bien cerrada. No pasaron muchos minutos antes de que la
curiosidad la invadiera de nuevo y sin pensarlo desplazo su mano aquel