Al Filo de Mi Cuerpo - Alenka Kurnikova

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Relato

I
Empezare aclarando que TODO en este relato es real, exceptuando
nombres y ya sabrn porqu. Continuar presentandome, mi nombre es
Sandra* y tengo 21 aos; soy alta mido aprox 1.70, de los cuales la mayor
parte es gracias a mis largas piernas, tengo la tez blanca casi lechosa, mis
ojos son verdes, mi cabello castao oscuro que hace un hermoso contraste
con mi piel, mi cuerpo bueno nunca he sido demasiado delgada, y nunca
lo estare ya que eso de que sientan mis huesos no me apetece en lo ms
minimo, tengo mis carnes bien proporcionadas, un culo y unas caderas
que hacen voltear a mas de uno, grandes y bien formados; mis senos sin
ser exageradamente grandes son de buen tamao y bien parados, mis
piernas son, aparte de largas, muy gruesas y firmes; todo esto gracias a
que me gusta el ejercicio, bicicleta, tae bo, remos y uno que otro deporte
de contacto. En fin, soy una chica que llama la atencin.

Sin embargo tengo un pequeo secreto, y es que soy realmente
cachonda, pero solo lo saben unos cuantos privilegiados; ya que por fuera
parezco una chica normal aparte de linda, inteligente, tranquila, tengo un
trabajo y novio; saco las mejores notas y los que no me conocen "a
fondo" me podran considerar una oa.

Pero en la intimidad, oh! Eso es otra cosa, soy una fiera en la cama y
es muy difcil saciarme, ya que lo hago una y otra y otra vez, me encanta
probar cosas nuevas, el sexo oral, anal y vaginal. Me mojo y quiero sexo a
todas horas.

Mi experiencia sexual se remonta a cuando era aun algo pequea,
aprox de unos 18 aos, mis padres tenan gran confianza con un
matrimonio amigo, que tenan una hija aproximadamente de mi edad y un
hijo de unos 18 o 19 aos, ms de una vez me dejaban al cuidado de ellos,
para jugar y pasar el rato.

Pero para Mario*, el hijo de los amigos de mis padres, para jugar y
pasar el rato tenia ideas un poco diferentes. No recuerdo bien cuando
empezaron los toqueteos y los "jueguitos", pero ms de una vez estbamos
en su cuarto mientras jugbamos a las escondidas y su hermana nos
buscaba, y pronto se abalanzaba a "hacerme cosquillas", a tocarme las

pequeas y apenas nacientes tetitas, mi culito y piernitas.



Una vez la tengo muy presente, creo que fue cuando se atrevi a un
poco ms.

En algn juego, terminamos solos en su habitacin, l cerr la puerta
con seguro y vindome llevo su dedo ndice a los labios en seal de
silencio.

- Shhh, no nos deben or.- Susurr.

- Es parte del juego?- pregunte inocentemente

- Mmm, es ms bien como una travesura- respondi

Seguramente mis ojitos verdes brillaron, pues siempre fui muy
traviesa; y dispuesta a todo para lograr una pequea diablura ms, sonre e
hice el mismo gesto de silencio.

-Sbete a la cama- su voz fue seria y autoritaria, no me pude negar. Me
sent en la cama,

-No! Sbete, prate en la cama
Aquello me pareci aun ms divertido ya que mis padres jams me
dejaban pararme sobre la cama, si que iba a ser una travesura.

Me par sobre la cama, no sin antes haberme quitado mis zapatitos y
mis calcetines, ese da llevaba unos shorts y una playera de tirantes. l se
qued mirando mi cuerpecito, situado aun en el piso, pero no dur mucho
en ese estado, ya que subi tambin a la cama, pero en vez de pararse
completamente, solo se arrodillo, quedando su cara a la altura de mi
estomaguito y de mi conchita.

- Sientas lo que sientas no debes hacer ningn ruido, de eso se trata.
sentenci.

-Esta bien- respond mientras con sus manos adolescentes recorra mis
blancas piernitas, desde la punta de los pies hasta llegar casi a mi conchita,
se detuvo y yo ya senta una especie de cosquillas. Mientras me miraba,
pasaba sus dedos por debajo de mi short, hasta llegar a mis aun infantiles
braguitas, toco mi rajita y una electricidad indescriptible recorri mi
cuerpo. Instintivamente cerr los ojos.

-Mrame- me ordeno mientras uno de sus dedos intentaba introducirse
en mi conchita, pero mis bragas se lo impedan; abr los ojos un poco
asustada ya que pareca haberse molestado, pens por un momento que no
bamos a seguir con nuestra travesura; pero no fue as.

Sac sus manos y desabrocho mi short, lo bajo rpidamente, y
observ mis bragas, acerco su cara y oli mis partes intimas, mientras yo
senta un calor insoportable y mis mejillas se tornaban rojas. En seguida
me bajo mis bragas, yo a estas alturas aparte del calor que senta, me
encontraba tremendamente confundida, no entenda pero nada de lo que
estaba haciendo, pensaba por una parte que no estaba bien y tenia deseos
de subirme mi ropa y salir corriendo, pero en vez de eso solo me quedaba
parada, equilibrndome sobre la cama, sintiendo como Mario me miraba
y me tocaba. Supongo que desde entonces tenia un poco de putita. Mario
me saco mis braguitas y las lami mientras se rea, ese detalle me pareci
gracioso y no pude evitar una risita. l me record no hacer ruido y me
lleve una mano a mi boca, levanto un poco los brazos y me quito mi
playerita, la nica prenda que me quedaba.

Llevo sus labios a mis tetas y empez a chuparlas como si fueran un
dulce, las cosquillas por poco me vencen y casi suelto una carcajada, pero
Mario se detuvo y me dejo descansar.

-Abre las piernas y levanta los brazos, ponlos sobre tu cabeza, y haga
lo que haga no te muevas ni hagas ruido
Le obedec y conservando el equilibro, separe mis piernitas y me lleve
las manos atrs de la nuca. Que imagen debi de tener, quien sabe que
retorcida fantasa cumpli vindome en esa postura, completamente
desnudita, con los brazos levantados, las piernitas separadas,

completamente sonrojada y a disposicin de lo que l deseara.



En esta postura obviamente, mi conchita quedo si proteccin y un poco
abierta; se mojo uno de sus dedos con saliva y lo dirigi a mi rajita;
primero me acaricio los labios exteriores, de adelante hacia atrs,
llegando a mi culito en el cual se detena unos momentos para regresar al
frente, luego lo fue introduciendo lentamente, no pareci costarle mucho,
no lo introdujo completamente por lo que no alcanzo a romper mi himen
ni nada por el estilo, pero lo sacaba y lo meta, primero lento y despus
aumentando la velocidad, mientras me besaba y lama mis tetas y con la
mano libre tocaba mi culito, me senta desfallecer, senta muy rico! No
quera que parara, pero lo hacia por unos momentos solo para llevar su
lengua hacia mi conchita y lamerla como una paleta. Lleg a meter uno de
sus dedos a mi ano, mientras me lama o bien me introduca otro dedo en
la concha, siendo prcticamente penetrada por los dos lados al mismo
tiempo.

Yo ya notaba que su cara se pona roja, sin perder nunca ese gesto
mezcla de seriedad y cachondez, sus pantalones parecan explotar, le
apretaban ya.

Que te pasa ah?- pregunt

Es que me gustas, eres una nia muy linda y por eso mi cuerpo
reacciona as, a ti tambin te gusta lo que te hago?

S, me gusta mucho- respond.

Entonces yo te gusto. no? Lo que hacemos solo lo hacen las personas
que se gustan y se quieren. Yo te quiero

Si me gustas y te quiero tambin apenas sabia de lo que estaba
hablando

Cuando le respond de esa forma, ocup sus manos en sacarse su
verga, yo qued impresionada pues ni siquiera me haba imaginado que
algo as existiera, la tenia casi a reventar, me tomo de la mano y me jal

hacia l, por lo que termine en cuclillas, dirigi mi mano a su pene, la


movi de arriba abajo para que lo masturbara. Como haba quedado en
cuclillas con su otra mano sigui su labor en mi concha.

Esa posicin era ms difcil para m y termine cediendo y cayndome
de espaldas sobre la cama, no tard nada Mario en hundir su cara entre
mis piernas mientras se masturbaba frenticamente.

Senta como todo mi cuerpo se calentaba aun ms y como de repente
senta que me estaba haciendo pipi. Mi primer orgasmo, inmediatamente
despus Mario lleg al suyo mientras descargaba todo su semen en mis
piecitos.

Me dio un poco de asco ya que sent que se haba orinado en mi, pero
pronto me limpio con su playera, y me dio un besito en la mejilla.

Esto es una travesura y como tal no debes decirle a nadie. De acuerdo?

De acuerdo, no lo dir.

Relato II
Corra el mes de Julio del ao 2004.

Habamos salido toda la familia de vacaciones a las playas de La
Manga, que distan como 100 Km. de Murcia, lugar de Espaa donde
vivimos. Era ms o menos al filo del medio da, cuando me encontraba
medio dormido tomando el sol.

Mi nombre es Steve. Recuerdo que en esa poca yo tenia alrededor de
17 aos y las chavas me traan loco.

Las personas mayores de la familia se haban retirado a descansar, y
yo pens que me encontraba solo.

Estaba tirado en la arena cuando repentinamente siento que alguien me
besa en los labios.

Fue un beso fugaz pero apasionado.

Medio abr los ojos y descubr que era mi primita Estela, entonces de
14 aos, quien me vea fijamente y que sin despertarme quera seguir
besndome, sin que yo me diera por enterado

Me dej acariciar, me dej besar por mi prima Estela. En mis 17 aos
andaba casi siempre empalmado y esta no iba a ser la excepcin. La polla
se me empez a poner dursima

Recuerdo que a esa edad yo ya tena muchos pelitos y mi polla media
alrededor de 15 cms.

No pude evitar ponerme sper-excitado, por lo que, viendo que no
haba ninguna persona mayor de la familia en los alrededores, en total
silencio correspond al beso de mi prima Estela y la empec a acariciar.

Por supuesto de inmediato dirig mis manos a la parte de su cuerpo
que ms me interesaba: su entrepierna. Mi prima se impresion pero no

dijo nada, lo cual me dio la seguridad de que le gustaba que la tocara.



Mi primita reaccion a mis caricias con gemidos de gusto, pero no se
atrevi a tocar mi polla.

Dentro de la excitacin que ambos tenamos en ese momento,
reaccionamos creo que con prudencia, debido a que estbamos teniendo
como techo el cielo y el sol y sin nada que alrededor nos cubriera de las
posibles miradas de las personas, principalmente de nuestros familiares
con quienes habamos acudido de vacaciones a las playas de La Manga,
cercanas a Murcia.

En silencio, mi prima Estela me inst a retirar mi mano de su
entrepierna, acomod sus braguitas, baj su faldita, se puso se pie y se
retir corriendo.

Momentos inolvidable que desde entonces no he podido olvidar,
mucho menos en lo que rest de ese da que qued para siempre en mi
memoria!

El tiempo que restaba de ese da, fueron horas que para m
transcurrieron lentamente: nunca ha tardado tanto el sol en ocultarse.

Para mi buena suerte, esa tarde todos los mayores, los abuelos, mis
padres y mis tos planearon irse juntos de paseo, de compras y luego al
cine. Algunos de mis primos decidieron hacer lo mismo.

Solo nos quedamos mis abuelos, que descansaban en habitacin por
separado, mi hermano que es 3 aos menor que yo y otro primo de 12
aos, mi prima Estela y yo.

Como el chalet que haba alquilado la familia para estas vacaciones no
era muy grande, las habitaciones solo ajustaban para que durmiramos
acomodndonos como podamos.

Los abuelos fueron hospedados en una habitacin especial, por su
edad, en la planta baja. Los primos ms pequeos cerca de los padres y los

que ya no ramos tan nios, escogimos las habitaciones de la planta alta. A


mi prima Estela y a mi nos toc, junto con otros primos y primas en la
misma habitacin.

Pero esa tarde todos se fueron. En la habitacin nos quedamos solos
mi prima Estela y yo. Todos regresaran por la madrugada y seguramente
con demasiado vino en las venas.

Ni mi prima Estela ni yo nos pusimos de acuerdo para quedarnos
solos. Todo fue en un silencio de cmplices para repetir lo de ese medio
da de haca unas cuantas horas.

Lleg el momento de acostarnos. Mis abuelos a su habitacin; mi
hermanito y mi primo a la suya, y mi prima Estela y yo a la nuestra. Mi
prima se retir primero y transcurridos algunos minutos la segu.

Cuando llegu a nuestra habitacin Estela estaba en su cama fingiendo
dormir.

Me quit mi ropa y me qued solo en trusas. Mi polla, sumamente
inquieta, estaba ms dura que nunca. Mis huevitos me dolan de la
excitacin.

Distend mi ropa de cama como para disimular que estaba acostado,
pero en silencio me dirig a la cama donde estaba mi prima Estela
fingiendo dormir.

Empec a besar a Estela en los labios y ella correspondi de inmediato
a mis caricias.

Las caricias empezaron rpidamente a subir de tono.

Mi prima traa una tanguita que le quit rpidamente.

Not que ella estaba asustada y extraada, pero en medio de ello estaba
tambin excitadsima, ya que nunca rechaz mis caricias.

Yo estaba al borde de la cama.



Le separ las piernas y empec a lamerle la panochita para que se
lubricara bien.

A sus catorce aos, mi primita Estela gema como una loca.

En medio de su miedo y su extras, se dej hacer todo lo que yo le
haca: se retorca de placer en la cama.

Al lamerle la panocha tuvo un superorgasmo tan fuerte que
rpidamente, con sus manitas, busc mi verga.

Me acomod de forma tal de darle oportunidad que tambin ella me
chupara, pero a la vez seguir yo lamindole sus jugos que me saban a
nctares nuevos y desconocidos.

En ese momento siento que me voy a correr y solo alcanc a tomarle
su cabeza con firmeza con mis piernas para que no me soltara la verga y
lanc abundantes chorros de mecos dentro de su boca.

Mi verga no se me baj.

Segu sper-empalmado y caliente.

Cambi de posicin.

Me baj de sobre de ella y abriendo sus piernas con mis manos separ
sus labios vaginales.

Apoy la punta de mi lanza en su pequea abertura y empuj.

Mi lanza empez a penetrar y al sentir mi punta la muestra de su
virginidad, empuj con mayor firmeza.

Mi prima Estela llor de dolor y me dijo un mont de groseras
(cabrn, hijo de p, me has desgraciado para siempre, y otras linduras),

pero el hecho de que no se sacara me impuls a bombearla.



La culi como un loco.

Mi verga me dola de su estrechez.

Estela, no obstante su estrechez, quiz por su corta edad, empez a
corresponder, abrazndome, gimiendo y a veces clavando sus uas en mi
espalda desnuda, debido seguramente, al dolor de su primera penetracin.

Cuando sent que de nuevo la sensacin de que mis mecos me
brotaran a chorros, le saqu mi verga.

Mis chorros fueron expulsados con fuerza baando sus chichitas
desnudas.

Nos quedamos ambos sin fuerzas.

No podamos seguir en la misma cama.

Aunque era seguro que todos regresaran tarde, podra ocurrir que
llegaran de un momento a otro.

En silencio me levant y con mis calzones en la mano me dirig a mi
cama.

Mi prima Estela se levant desnuda y caminando como patito y con sus
piernas un poco abiertas se dirigi a la ducha. Se ba y caminando en la
misma forma se regres a su cama y se acost.

El resto de la noche no dorm, y estoy seguro que mi prima tampoco.

Esas vacaciones fueron inolvidables para Estela y para mi.

Lo hicimos muchas veces. A la fecha lo seguimos haciendo, aunque no
a diario como lo hicimos en La Manga, playas que distan como 100 Kms.
de Murcia, nuestra ciudad.


Pero ya habr oportunidad de contarles otras aventuras.

Relato III
Una llamada al celular, planes para encontrarnos en la noche, muchas
ganas de tirar, todo se haba dadosolo quedaba esperar la hora del
encuentro. Hacia las 08:00 p.m. conduzco y la ubico en el saln de belleza,
sale muy bella y llamativa, su cabello recin cepillado, maquillaje que
resalta su mirada y sus labios; viste camisa blanca que se cie a su silueta
y destaca sus curvas, jean ajustado que favorece el levantamiento de su
culo que siempre ha sido muy provocativo, botas tacn puntilla, sus tetas
son redonditas bien ubicadas, la blusa deja ver el caminito que el ajuste del
brasier forma al juntar esos dos ricos melones. Una vez en el automvil
las miradas se cruzan permitiendo identificar el agrado de encontrarnos,
conduzco un buen trayecto buscando en una ciudad vecina la discoteca en
la cual hemos de realizar el calentamiento para luego asistir al encuentro
ntimo.
Una vez hemos llegado a la discoteca el ambiente del lugar es
agradable, se encuentra bastante poblado y hay algunas mujeres atractivas
que llaman la atencin, pero no ms que mi compaa; estamos realmente
pensando en cada uno y la manera en como hemos de pasar un buen rato,
pedimos trago para la mesa eligiendo lo que le gusta a ella, el cual
combina con gaseosa, por el contrario a mi me apetece puro y fro, nos
dedicamos a bailar la msica que nos gusta y en este instante empieza el
roce que me excita, normalmente ella me refriega sus tetas mientras nos
abrazamos en el baile, se sienten calientes y bien paraditas, mi verga
recibe los estmulos que esta situacin provoca. Al regresar a las sillas
observamos a los bailarines buscando alguna situacin que nos inquiete,
para mi gusto encuentro algunos buenos culos y tetas bien puestas y
llamativas, pero definitivamente lo ms interesante se encuentra a mi lado.
En un momento se acerca a mi odo y me susurra el deseo que tiene de
mamrmela y tenerla dentro de ella a lo que respondo con mucho ms
morbo hacindole saber que me encantara chupar su coo, refregarle la
verga en sus senos descubiertos y clavarla por todos sus orificios.
Transcurridas unas tres horas el ambiente del lugar ya no es atractivo por
lo que decidimos regresar; una vez ms estamos en el automvil
recorriendo la ruta inicial, pero ahora en sentido contrario; llegamos al
lugar donde hemos de dar rienda suelta al deseo y pasin que sentimos, ya
nuestros genitales vienen preparados pues mutuamente nos hemos estado

tocando; su coito viene mojado y mi verga dispuesta. El nuevo sitio es un


motel y debo referir que en estos lugares el grado de excitacin que he
notado en ella es muy bueno y de mi parte el nivel no es menor pues me
encanta escuchar los gritos y gemidos de las parejas vecinas dedicadas a
revolcarse y muchsimo ms los de ella misma. Empezamos a besarnos
buscando inmediatamente provocar el deseo, me encanta verla menearse
mientras se quita las prendas hasta dejarse en su ropa interior, tambin me
gusta mirar como unas buenas zapatillas o botas moldean sus piernas y le
levantan el culo deliciosamente.
La escena que describo a continuacin es de las mejores que he
disfrutado con ella; empieza con un meneo metindose la tanga en medio
de los labios de su coo, voltea y se agacha mostrando su culo delineado
por la misma prenda, acaricia lentamente cada una de sus tetas
desenganchando los broches de su brasier exhibindolas redondas y
calientes; procedo a tocar muy sutilmente con mis dedos agarrando
suavemente cada uno de sus pezones, estirndolos y provocando los
primeros gemidos de la pacienteme fascina ver como se estremece
una vez desprovista de prendas se recuesta en un mueble permitiendo
admirar como abre sus piernas y a su vez dirigiendo una de sus manos a
su estupenda chocha, se masturba buscando sacarse el gallito y atrayendo
mi lengua para que se encargue de explorarle con movimientos suaves,
circulantes y rpidos, lo cual ocurre, tiene un coo delicioso y jugoso, le
encanta una rica chupadita y mordidita de labios vaginales, le gusta que
me recueste en el sof mientras ella me pone su chocha en la boca, as
como el encuentro de mi lengua con su cltoris cuando al mismo tiempo
mi pulgar se clava en su culito vuelve a estremecerse, pero esta vez ha
alcanzado un orgasmo y grita como una puta satisfecha, se aleja por un
instante y al mismo tiempo reclama su turno con mi verga tomndola con
sus manos, llevndola inmediatamente a su boca, emitiendo gemidos de
gusto al tenerla llena de chorizo grueso (mi verga esta acostumbrada a sus
ricas mamadas), la examina y da su visto bueno, pues le gusta dura, gruesa
y que no haya sido masturbada, la ubica en su coo mojado y chupado
para sentir como bruscamente se la clavo hasta el fondo y se desliza una y
otra vez, grita y vocifera nuevamente el placer que siente, admira mi
pecho y la silueta de mi tronco, me acuesto sobre la cama mientras ella se
sienta sobre mi polla que la penetra deliciosamente; al mismo tiempo
observo sus curvas y hermosos melones, me la gozo tirandola de lado

ubicando una de sus piernas sobre mi hombro, luego quiere que la clave
por detrs subindose a una mesa pequea diseada para esta faena por lo
que puedo ver, pues ella en cuatro logra observarse a si misma por el
reflejo de los espejos que rodean esa rea, sabe que se ve espectacular,
definitivamente tiene un gran culo y verme penetrndola es an ms
excitante, la verga entra nuevamente por esa chocha grande, me pide que
le abra el culo haciendo fuerza con mis manos, as puedo observar el
hueco de su ano dilatndose y pidiendo otra polla all dentro, la fantasa
trabaja, el final se acerca, culiar seria ms excitante, pero su silueta, su
gran culo y clavarla por detrs provoca la eyaculacin, chorreo sus nalgas
y luego aplico como crema el semen por su cuerpo, viene otro orgasmo y
la calma total.

Relato IV
Despus de las excitantes y turbadoras experiencias que tuve con
Mario*, mi mundo empez a cambiar, si bien yo no sabia a ciencia cierta
de que se trataba esa tormenta de sensaciones que me invadan; mi primer
orgasmo, del cual yo no estaba plenamente consciente, me impresion de
tal manera que no pude evitar el percatarme de mi propio cuerpo, las
caricias en mis piernitas o en mi estomaguito, mi manita bajando hasta
mis braguitas y acaricindome mi aun inexperto coito.

Senta una necesidad enorme de tocarme a todas horas, y durante la
noche mientras me tocaba, deba reprimir alguno que otro quejido para
que mi hermana con la cual comparta cuarto y es algo mayor que yo, no
se percatara de la situacin.

Mis visitas a la casa de Mario continuaron, as mismo las "travesuras"
que tanto me entusiasmaban y divertan, pero con menor intensidad,
probablemente por el miedo de Mario a ser descubierto.

Cabe aclarar que a pesar de la intensidad de las experiencias con
Mario, yo segua sin saber muy bien lo que pasaba, la necesidad de mi
cuerpecito a ser tocado aun me era desconocida.

Pero lleg un da en el que a Mario, a su hermana y a mi nos dejaron,
nuevamente, sin mucha vigilancia a jugar a las escondidas. Yo llevaba
un pantaln pescador, bastante pegadito pero cmodo al mismo tiempo, y
una coqueta blusita que dejaba al descubierto mis hombros, no me vesta
para provocarle, pero me pusiera lo que me pusiera pareca agradarle.

Esta vez, nos escondimos en un closet que se encontraba en el cuarto
de visitas, el cual no era muy transitado. Cuando me meti en aquella
oscuridad, inmediatamente se abalanz a mi pequeo cuerpecito, dndome
besitos en mi cuello, hombros y boquita; pasando sus manos sobre mis
tetitas, mis piernas o mi culito, detenindose largamente sobre mi conchita
que a estas alturas se mojaba y palpitaba en espera de que le pusiera mayor
atencin. Sin embargo, el espacio no era suficiente y pronto se top con
las dificultades para poder tocar todo mi cuerpo.


As, intempestivamente, abri la puerta del closet; estaba desesperado,
hasta cierto punto me asustaba y excitaba esta forma de actuar; me acarici
vehementemente; mientras me besaba el cuello, sostena mis nalguitas una
en cada mano y las apretaba, las sobaba, las estrujaba; acariciaba mis
hombros, mis pechitos, mi conchita; todo con tal desesperacin que
pareca que la vida se le iba en ello, probablemente por la calentura
acumulada de das anteriores.

Esta vez un movimiento en particular llam mi atencin, ya no se
limitaba a acariciarme, ahora me restregaba su entrepierna, trataba de
bajar lo ms posible para alcanzar mi pubis.

Me senta como una muequita de trapo en sus brazos, me mova, me
acomodaba, me acariciaba, todo tal cual lo deseaba.

Me volte rpidamente, puedo decir hasta bruscamente; sus manos
sobre mis hombros y me restreg ese paquete que ya pareca romper sus
pantalones, lo restregaba contra mi paradito culito. Pos sus manos por
debajo de mi blusita tocndome los pechitos y pellizcndome, no muy
fuerte, mis rosaditos pezones.

Mi respiracin se aceleraba y se volva ms fuerte, as como las
palpitaciones de mi corazn, el color de mis mejillas y la calentura de mi
sexo. Senta su ardiente aliento en mi cuello y en mis orejas, y mientras
me encontraba de espaldas a l, me baj mis pantaloncitos y mis braguitas
de un solo tirn; me sorprendi de sobremanera pero poco tiempo tuve de
reaccionar ya que se agacho e inclinndome levemente, de tal forma que
mi culito y mi rajita quedaran expuestas al mismo tiempo; hundi
nuevamente su lengua en mi infantil sexo.

Pasaba su lengua de arriba abajo, se detena en mi botoncito, llegaba
hasta mi anito; tena sed, sed atrasada y solo mis juguitos parecan
saciarle. Tena sus manos en mis caderas, luego las pasaba a mis nalguitas
para separarlas y as, facilitarle su labor; luego las acomodaba de tal
forma que uno de sus dedos acariciara mi anito. Mientras tanto, yo segua
asombrndome por esa oleada de sensaciones. Indescriptible. Quera ms,

necesitaba ms; pero Qu ms? Cul necesidad deba satisfacer? Estaba


tan confundida, el calor suba desde entre mis piernas, para apoderarse de
todo mi ser; mi boca la senta tan seca, mi cabeza tan revuelta y mi
entrepierna tan hmeda. Cerr los ojos y me deje llevar, me deje sumergir
por su lengua en mi rajita, por sus manos sobre mi piel, por su dedo en mi
culito.

En eso una de sus manos se apart de mis nalguitas, supuse que la
llevaba a su pantaln para dejar libre su miembro de la opresin a la que
era sometido.

Sin embargo, un ruido me distrajo de mis suposiciones y al parecer
tambin distrajo a Mario de sus intenciones; pero no lograba distinguir
bien de que se trataba el ruido hasta que abr los ojos, tena delante de m
la puerta de la habitacin El seguro! En medio de su mpetu, Mario
haba olvidado asegurar la puerta de la habitacin. En ese momento, para
mi todo se volvi como una pelcula en cmara lenta; la manija de la
puerta movindose, Mario tratando de reponerse y evitar que la puerta se
abriera, yo con los pantalones y las bragas abajo, completamente
colorada y sudorosa; y la puerta abrindose, ms y ms, hasta que dej ver
la figura de la hermana de Mario y mi hermana! Mi hermana de 19
aos, en la puerta con los ojos y la boca abierta; se acerc rpidamente y
le solt un bofetn a Mario con tal fuerza, que reson por largo tiempo
aunado al sepulcral silencio que nos envolva.

Mario sali de su asombro cuando mi hermana me visti y me alej de
l, de su familia, de su casa.

Mi hermana debi de contar algo a mis padres, ya que me asediaron
por un tiempo con preguntas y cuestionarios tratando de averiguar, a lo
que yo responda que solo era un juego, una travesura. Mis padres despus
de un tiempo se resignaron pues mis respuestas no cambiaban, supongo
que esperaban que esta situacin no fuera tan grave y con le tiempo lo
olvidara, peor no fue as y la exploracin de mi cuerpo aument. En
cuento a Mario, bueno, mis padres dejaron de frecuentar su casa, no
dieron razones, y nunca ms lo volv a ver.

Relato V
Muchos pensamientos impuros materializados esa tarde, tal vez
demasiados. Dos cuerpos cincuentones para un joven veinteaero. Dos
altas morenas, casadas y con muchas ganas de dejarme seco.

Fue una de mis mejores historias, y aun a da de hoy la recuerdo en
alguna ocasin. De esto ya unos cuantos aos, pero el recuerdo sigue vivo
dentro de mi. Yo viva con mi familia en un edificio de una bonita ciudad
espaola. La relacin con todos los vecinos era la correcta, sin ningn
otro sobresalto con nadie en especial. Haba un poco de todo, pero
mencin aparte merecan cuatro personas : Una preciosa jovencita de
dieciocho aitos, una chica de veinte muchos, la madre de sta y otra
madurita viciosa de escandaloso cuerpo.

He tenido la fortuna de haber podido conseguir colarme en las ms
hondas intimidades de estas cuatro mujeres, pero ahora os voy a contar
como en un inolvidable da de primavera pude llegar a disfrutar de las dos
ltimas. Dos mujeres que me dieron el mayor placer concebido para un
hombre. Fue mi primera vez con dos mujeres y no la ltima.

Una de las maduritas se llamaba Mara, una mujer de bandera, casada y
con un nio de unos 7 aitos. La otra tena varios hijos, entre ellos la chica
que mencion anteriormente. El trato que mantena con todas ellas era
formal, sin una palabra ms alta que otra, intentando quedar como unos
buenos vecinos, sin ms. Ese da todo cambiara entre nosotros. La otra
seora se llamaba Paula, era mucho ms bonita que Mara, pero sta la
superaba en cuerpo.

Mara era una mujer discreta, vesta de forma clsica, sin muchos
aspavientos. Faldas y camisas llenaban su armario en un alto porcentaje
pero en ocasiones se atreva con unos vestidos que le quedaban
espectaculares y le favorecan en su figura. Tenia un andar morboso e
interesante que particularmente me volva loco. Paula era ms guapa, con
unos preciosos y grandes ojos negros, con ms kilos que Mara pero con
una dulce voz. Las dos medan cerca de 170 centmetros . Paula usaba ropa
ms atrevida , sobre todo destacaba por unos fantsticos escotes que no

dudaba en ensear.Tena menos pechos que Mara, aunque las dos tenan la
misma cantidad, dos.

Tocaba uno de esos das de primavera, en los cuales cualquier mujer
se pone mucho ms guapa de lo normal. Yo llegaba de estudiar con una
amiga, que por cierto est de muy buen ver, y entraba en el portal. En ese
instante llegaba Mara de la compara, eso deduje al verla con varias
bolsas. Tambin la acompaaba el nio. Abr la puerta y esper para
ayudarla a entrar.

"Gracias, vengo cargadsima, como siempre"

"De nada, es lo que tiene ejercer de ama de casa, y con este calor aun
peor"

"Vengo sudando y cansada de este nio que es un pesado" Dijo
mientras sonrea.

"Espera que te ayudo"

"Gracias, me viene muy bien".

Estaba espectacular pero sencilla. Llevaba una falda azul por las
rodillas con una raja que le llegaba hasta poco mas abajo del muslo
derecho. Para arriba un top blanco bien apretado que le marcaba todo el
pecho. Las dos tetas bien puestas, altas y bien juntitas bajo un sujetador
tambin blanco. Uno de los pezones se le estaba marcando un poquito,
luego pude comprobar que era el ms grande que tiene, un pequeo
defecto que no me produjo ningn inconveniente.

Su hijo iba comiendo un helado y estaba medio llorando por no se que
tipo de problema con un amigo. Le abr la puerta del ascensor y nos
metimos en l. Yo llevaba un pantaln de chndal y una camiseta. Mientras
subiamos yo no dejaba de mirar de reojo para sus pechos, imaginando lo
que podra hacer si tuviera "barra libre" sobre ellos. En una de esas
miradas ella me estaba mirando, sonri y baj la cabeza.

Fue en ese momento cuando el hijo en un gesto de enfado ensuci todo


mi pantaln con el helado. El ascensor se par en su planta. Mara grit al
nio, y me empez a pedir perdn.

"Mira como has puesto al chico". El nio segua llorando.

"No te preocupes, esto se limpia en un momento y luego a la lavadora"

"Espera, pasa un segundo a casa que le paso un pao o algo que luego
no va a salir" me dijo Mara.

"No hace falta, gracias, ya voy a mi casa y lo limpi yo"

"Pasa , pasa, que en nada lo limpio" " Y tu a tu habitacin castigado"
con voz alta y con aspavientos.

Entr en su piso. Mara fue haca la cocina.

"Espera un segundo que voy a coger algo para limpiarte eso".

El nio se fue a la habitacin, dej de llorar. Mara se fue a la cocina y
yo me qued en el hall de la casa esperando con el pantaln del chndal
lleno de helado de chocolate. Intent quitarlo con la mano lo que pude,
pero en ese momento apareci Mara.

"Deja, deja, que traigo esta toallita que es buensima para estas cosas".

"No te preocupes" Insist. "Esto ya sali casi"

"Si ests perdido. Este nio siempre hace lo mismo, es insoportable"
matiz enfadado y enrgicamente.

Se agach y empez a frotar mi pierna con la toallita que en nada se
ensuci de chocolate.

"Puff, como te ha puesto. Ven hasta el bao que te voy a dar con otro
producto"


"Deja, deja que ya est listo" le respond.

"Ven hasta aqu, es un momento, como vas a llegar asi a casa".

La acompa hasta el bao pasando por una habitacin grande con una
cama de matrimonio y un gran espejo a los pies de la misma. Al llegar al
bao, Mara se sent en la taza del bao y yo de pie me puso frente a ella.

"Trae aqu que ahora saldr perfectamente".

Sigui frotando el chndal por la pierna y empez a subir. Tena
helado de chocolate por todo el pantaln. Se acerc a una zona peligrosa,
donde pens que no iba a tocar pero no se detuvo. Empez a frotar mi
entrepierna con la toallita. La imagen de Mara agachada con las dos
largas piernas a la vista mientras me frotaba la entrepierna hizo que me
empezara a excitar. Hice lo que pude para que no pasara a mayores pero
era demasiado tarde.

Ella empez a notar que algo debajo del pantaln creca y yo no saba
como parar. Intente volver a decirle que ya estaba.

"Parece que ya est".

Mara hizo como si no me escuchase y sigui frotando. Lo que
empez en una excitacin , continu por una verdadera ereccin. Tena la
polla dura y el chndal empez a estirarse y una barra de casi 20
centmetros estir el pantaln.

"Parece que el problema del pantaln ha cambiado" dijo mientras
tiraba la toallita a la papelera y empezaba a bajarme el chndal. Imagin lo
que iba a pasar despus, pens en su marido, en su hijo, en ella, en mi. Me
baj el chndal hasta los tobillos y acto seguido hizo lo mismo con los
calzoncillos , pero hasta las rodillas. Agarr mi polla y sin mediar
palabra, se la meti entera en la boca. Comenz a chuparla despacito para
ir cada vez ms rapido mientras me tocaba los huevos con la otra. Me
masturbaba lentamente de vez en cuando. Apart toda la piel haca atrs.


"Que bonita polla que tienes. Y que capullo ms rosadito. Quin le
diera tener esto a mi marido entre las piernas. Y a mi que lo tuviera"
Sigui chupando mientras yo no aguantaba del placer que me estaba
dando.

"Vamos para aqu" mientras me llevaba a la habitacin. Me tumb en la
cama, quitndome el pantaln y el calzoncillo. "No me creo que te est
comiendo la polla, y eso que lo pens en ocasiones".

Me qued a cuadros. Se haba estado pensando en comermela. Y lo
estaba haciendo. Y como lo haca de bien. Pareca todo perfecto pero son
el timbre. La ereccin que tena se vino debajo de repente como si me
hubieses cortado la sangre. Ella dej de chupar y se fue haca la puerta. Yo
estaba asustado, me levant y me vest. Joder, El marido?.

"Hola Paula, pasa , pasa, sintate en el saln que vengo ahora". Le dij
Mara a Paula. Menos mal. Que mal lo haba pasado. Pero Cmo sala
ahora de su casa con Paula ah? Y si el prximo en venir fuera su
marido?

Mara entr en la habitacin. "Vamos a darle una sorpresa a Paula". Yo
no saba que deca.

"Qu? " le pregunt.

"Nada, nada, ya vers que bien lo vamos a pasar" dijo mientras rea.

"Paula voy ahora, dame un minuto que me estoy poniendo algo que
acabo de llegar a casa". Se empez a desnudar delante de mi, se quit el
top blanco y el sujetador. Se volvi a poner el sujetador. Se quit la falda.
Se quit los zapatos. Y las medias. Con el tanga y el top se puso delante de
mi.

"Vamos a darle una sorpresa a Paula, pero ser una bonita sorpresa y
no se la contars a a nadie vale? prometido?"

No saba a que se refera, estaba nervioso y excitado. Esto se estaba


yendo de las manos desde hace mucho tiempo. Y todo por un helado de
chocolate.

"Voy a ir a junto de Paula, es la vecina del quinto. Es muy amiga ma
como sabes. Quiero que te la folles"

Me qued sin saber que decir.

"Vengo ahora, voy a ir a junto de ella, va a quedar muy muy
sorprendida, vengo ahora" repiti.

Sali Mara de la habitacin con el tanga negro y el top blanco y se fue
haca el saln, donde estaba Paula. No pude llegar a escuchar nada en todo
el tiempo. Al rato volvi Mara.

"Ven conmigo, nos vamos a divertir mucho ahora"

Me llevo al saln de la mano, como si fuera su hijo, el hijo que me
estaba dando un da para recordar en mucho tiempo. Al entrar al saln me
encontr sentada en el sof blanco de cuero a Paula. Lleva un vestido
blanco tambin con botones en el centro del mismo negros, de arriba
abajo. Llevaba el pelo suelto por los hombros y estaba con las manos en el
regazo. Y en la cabeza una venda. Una venda que le tapaba los ojos.

"Ests ah Mara" pregunt Paula.

"S, aqu estoy. Mejor dicho, estamos".

"Paula se sorprendi. Estais? Quines?.

"Es una sorpresa Paulita" Mientras le contest se agach y le dio un
beso con lengua. Me qued todava ms sorprendido. Las dos mujeres que
deseaba dandose un beso en la boca delante de mi.

"Te toca" me indic.

No saba que me tocaba hacer.



"Venga , Paula est esperando. A que si Paula?.

"S, vamos"

Me agach para darle un beso pero Mara con unos gestos me dijo que
no. Con otros gestos simul que tena una polla como yo y me indic que
se la pusiera en la boca.

No me cort e hice lo que quera. Mi polla medio erecta entro en su
boca y Paula comenz a comer lo que le estaba dando. Con una mano me
la acariciaba mientras Mara no dejaba de mirarnos. Paula sigui
comiendo algo que cada vez se haca ms largo y gordo.

"Vaya polla ms rica. De quin es?"

Mara no le dij de quin era, ni tena pensado decirselo.Yo segu
dandole polla a Paula, mientras Mara le desabroch dos botones o tres
del vestido.As me dejaba ver el sujetador azul claro. Yo estaba como una
moto. Gir mi cara para ver a Mara. No me crea lo que estaba viendo. Se
haba tumbado en el otro sof y con las piernas bien abiertas se estaba
masturbando vindonos atentamente.

En esta situacin yo no tardara mucho en correrme. Mara se levant ,
hizo que Paula dejar de chuparme la polla , se llevo a Paula a su sof, se
tumb, abri las piernas, mando a Paula agacharse y le dio todo su coito.

"Ahora comeme mi coito Paula, como haces tan bien".

Paula estaba a cuatro patas comindose el coito de Mara. Y yo de pie
contemplando como dos mujeres casadas, objeto de deseo para mitad del
vecindario estaban delante de mi disfrutando del sexo. Mara me mir y
entre gemidos me indic que fuera haca ellas. Le levanto el vestido a
Paula hasta la espalda y me mostr todo el culo de su amiga. Aparto el
tanga azul a juego con el sujetador.

" Juega con su culo , que le encanta. Su marido no la toca apenas y est
super salida"

Me agach y empec a comerle el culo, a pasar mi mojada lengua por
su ano mientras acariciaba sus nalgas. Estaba excitadisimo y no aguant
ms. Me puse de rodillas e intent metersela por detrs. En uno de mis
intentos logr poner la punta dentro de su ojete. Ella grit un poquito.

"Despacio" dijo Mara. El culo lo tiene estrechito, nunca se lo haban
follado hasta que yo tuve que jugar con un consolador el otro da.

Me estaba empezando a follar un culito virgen de una cincuentona
cachonda a la que conozco de hace aos. A veces pensaba en su marido. Si
el viera esto que pasara.

Al rato mi polla estaba dando embestidas en su ano de forma
contundente. Sus gritos se hicieron cada vez mayores.Mara gema por la
manera que le estaba chupando el coa y por escuchar los gritos de su
amiga. Entonces Mara le dijo algo a Paula.

"Te voy a sacar la venda, pero no vas a ver haca atrs, no quiero que
veas quien te est follando". Mara se acerc a Paula y le quit la venda y
empez a besarla mientras le acariciaba los pechos. Se los coma una y
otra vez, primero uno, luego el otro, y as sin parar. Yo estaba a punto de
correrme, tan a punto que lo avis.

"Me voy a correr" sentenci.

"Hazlo ahora, dale tu leche caliente a ese culito que nunca ha sentido
algo as"

Fue decir esa frase Mara y sali todo de mi polla. Le llene el culo de
leche, no par de correrme durante segundos y lanc el mayor de mis
gemidos.Mi polla se fue ablandando en el culo de Paula, rojo de tanto
meter mi pene.

Ahora vas a conocer al que desvirg tu culo. Dijo Mara.


Paula se dio la vuelta y al verme empez a ponerse colorada. No supo
que decir, hasta que dijo algo.

"joder, vaya polla tienes chaval, pens que no la tendras asi de grande
, gorda y dura".dijo Paula.

"Mira como la tiene ahora llena de semen todava, Pq no se la secas
bien? O yo me voy a ir sin una racin?

Paula empez comer lo que quedaba por comer. Mara se pudo detrs
de mi y juguete con mi culo, pas la lengua y meti el dedito un poco.
No se lo negu pero no me haca gracia en ese momento. No se el motivo
pero la agarr por la melena.

"Ponte a chupar tu tambin" le dije con tono amenazante.

Se gir hacia mi y entre las dos me pegaron una increble mamada.
Intercambiando bocas mi polla no saba cual de las dos preferir. Se me
volvi a poner dura en seguida y tan solo me faltaba follarme a Mara.

Paula se sent en la mesa del saln, yo en el sof y orden a Mara que
me montar mientras le coma el coo a su amiga. Ahora le tocaba a ella.
Mara empez a cabalgar encima de mi una y otra vez mientras le daba
lambetadas a su amiga en el coo y donde poda. Ahora los gemidos de
Mara se transformaron en gritos de placer, se corri una vez y otra, y
otra, result que era multiorgsmica.

"Llevo siete orgasmos" declar.

Mientras tanto Paula tuvo el segundo por la comida de coo que le
hizo su amiga.

Yo estaba a punto asi que saque mi polla de ah, se pusieron de rodillas
y empec a masturbarme. Esperaban mi leche con las bocas bien abiertas,
besndose de vez en cuando hasta que lleg lo que queran. Me corr en
cada una de sus caras, en sus bocas principalmente, aprovecharon toda la

leche que colgaba por mi pene, y se besaron como dos enamoradas. Asi
sucedi aquella primera noche de una larga historia que aun a da de hoy
no ha terminado con una de ellas.

Relato VI
El relato que hoy les escribo ocurri hace 5 aos, hay tantos que se
iniciaron conociendo gente en un Chat, desde una pgina de Amigos o
simplemente desde una de encuentros sexuales, el poder conocer gente de
distintos pases, ciudades o desde la propia para algn encuentro o
simplemente amistad.

Pues resulta que una noche que no me apeteca hacer nada entre a una
sala de Chat que una amiga me haba dicho que poda conocer gente de
donde vivamos, ella haba conocido a su actual novio en ese Chat y yo
vea que se la pasaban muy bien. Me dije pues nada pierdo sirve que
conozco a alguien interesante por aqu. Despus de pasarme dos horas
frente a la computadora sin ninguna suerte, me saluda por fin un chico y
empezamos a conversar, despus de hacer la presentacin de rigor,
empezamos a platicar de nuestras cosas, era nuevo para m el poder estar
ah conversando con alguien que no conoca.

Bueno pues para no aburrirlos les dir que a partir de entonces
empezamos a conversar, me pidi mi telfono y despus de muchas
invitaciones por fin aceptaba salir con el, la tpica cita a ciegas, nadie sabia
mas all de la descripcin fsica que nos habamos dicho.

Me llamo Liz, tenia 26 aos y mido 1.68, blanca, pechos grandes, ojos
miel (me cambian con la intensidad de la luz) y cabello largo ondulado
oscuro, el en cambio se haba dicho que se llamaba Alfredo, tenia 30 aos,
media 1.79, blanco, delgado, ojos verdes y cabello castao claro.

Quedamos de vernos en un caf en el centro de la ciudad, iba nerviosa,
me vest con una falda un poco arriba de las rodillas, blusa sencilla pero
con un escote discreto y sin faltar mi ropa interior sexy de puro encaje en
color blanco que tanto me gustaba, al entrar al lugar, lo vi y me quede
sorprendida pues se haba quedado corto en su descripcin, mas guapo de
lo que esperaba y con ese aire varonil que me encantaba. Se sorprendi al
verme al parecer tambin le haba agradado. Tomamos un caf,
platicamos de varias cosas y me llevo a mi casa, todo era nuevo para mi y
me gustaba sentirme admirada por el.


Salimos varias veces mas, pero bamos al cine, comer, cenar o algn
baile, ya que en la ciudad donde vivo los hacen seguido y se distingue mi
tierra por su msica de banda, por ser muy alegre. no pasaba de besos y
caricias, pero una noche regresando de un baile a las afueras de la ciudad
el traa su mano en mi pierna mientras regresbamos, se me ocurri
tambin poner mi mano en su pierna y no dijo nada, solo volteo a verme y
me sonri, segu avanzando a tocar su entrepierna, pero me dice si
sigues tocando me voy a poner mal y no responder de mi, a lo que le
respond que el siguiera manejando con cuidado de no voltearnos que me
dejara continuar. se detuvo en la orilla de la carretera para poder disfrutar
de lo que venia y desaboton su pantaln y saca el miembro, lo tomo en
mis manos, empiezo a frotarlo poco a poco va creciendo y luego lo llevo
a la boca, muy despacio se va empapando mientras entra y sale de la boca,
succiono lo mas que puedo, el estaba excitadsimo, recuerdo que gema y
peda que siguiera hacindoselo, yo en cambio me encontraba
empapadsima y excitada, ya su mano estaba bajo mi falda haciendo a un
lado mis braguitas con sus dedos buscando mi cltoris, ya estaba mas que
hmeda, as que tuvo mucha facilidad para frotar, de pronto sent como
mete y saca su dedo de mi cuquita unas sensacin fantstica, luego frotaba
el cltoris lo mas rpido que poda, senta que ya no poda mas, le dije que
me y termine en orgasmo largo. Me recupere un poco y continu con mi
tarea, met de nuevo lo mas que pude su pene a mi boca una y otra vez lo
mas rpido que poda, morda sus testculos y los jalaba despacio con mis
dientes para que sintiera rico, eso se vea que le gustaba y me dice que si
continuaba mamndosela as terminara en mi boca, asent con la cabeza y
no tardaron en salir chorros de semen que apenas pude atrapar en mi boca
procurando no hacer un reguero en el carro, nunca los haba probado, no
me desagrado el sabor y con mi lengua termine de limpiarla, nos besamos
y me dice de ir a otro lugar, se mete a un hotel que nos quedaba de
regreso, cuando llegamos al cuarto, me empieza a besar y nos
desvestimos con unas ansias locas.

Nos metimos a baarnos bajo el agua tibia, nos besamos y nos vamos
a la cama, se encuentra boca arriba y me acerco a el, beso su boca,
bajando despacio a su miembro que se encuentra erecto de nuevo, tomo un
preservativo y se lo puse, me dice - ponte de posicin de perrito y siento

como me penetra poco a poco, va empujando una y otra vez, primero


despacio y luego las embestidas se hacen mas fuertes, como dicen en mi
pueblo ya no senta lo duro sino lo tupido, acariciaba mis pechos, luego se
acuesta en la cama y empiezo a montarlo subo y bajo fuerte sintiendo su
pene dentro una y otra vez mas fuerte, mientras acercaba mis pechos a su
boca, el los besaba, los morda como desesperado, as segu montndolo
una y otra vez por un largo rato hasta que le dije que estaba por venirme al
igual que el, que haba aguantado un poco su venida ya que esperaba que
terminramos juntos, entonces acelero mis movimientos y terminamos
con un riqusimo orgasmo, (ya que la nica forma de terminar que tengo
es estando arriba, siempre tardo mucho, no se porque, siempre ha sido
as), terminamos abrazados descansando de una gran noche de placer.

Al final de la noche cuando vamos de regreso a mi casa, me dice:

-Nunca espere que esta noche seria as, me has sorprendido y vaya que
bastante.

Solo le dije - Esta es la primera de muchas noches ya lo veras.

Me desped de el sellando nuestro encuentro con un beso.

Espero que les haya gustado, si es as espero sus comentarios y
calificacin.

Pronto tendrn noticias mas.

Relato VII
La noche no haba tenido nada de especial. Fue la tpica cena entre
amigos que se celebra de cuando en cuando. Nos fuimos a un bonito
restaurante, y ms que comer, se nos dio por empinar el codo a casi todos.
Entre risas y bromas la cena se fue terminando y decidimos ir a un lugar
tranquilo para seguir tomando unas copillas.

De all nos pasamos a una discoteca. Los combinados empezaron a
hacer sus efectos, sobre todo a mi que empec a desinhibirme. No me
cort en ningn momento con bromas a algunas amigas de mi novia.

Alexa era una exuberante chica de 22 aitos con un delicioso cuerpo.
Rubia y de ojos claros estudiaba Filologa.

"Si no tuviera novia, lo que te hara", ella siempre sonrea, sin darle
ms importancia.

Otra de sus amigas era Laura, una morena que me traa loco desde
hace mucho tiempo pero que tena novio. Era muy timida y reservada, no
beba alcohol, ni fumaba y trabajaba en una oficina de una gran empresa.
Siempre me he llevado bien con ella , pero era a la nica que nunca me
atreva a decirle nada sobre su belleza, la cual era impresionante, de largo
la mejor de todas. Ese da no haba venido su novio por motivos laborales.

Cuando salimos del local para ir haca otro hubo disparidad de
opiniones. Al final se tom una solucin diplomtica, unos para un lado y
otros para otro. Mi novia prefiri seguir con sus mejores amigas que
haca tiempo que no estaban juntas y yo me fui con otro amigo y tres
amigas mas.

Entramos en otra discoteca y nos pasamos all un buen rato, tanto que
nos olvidamos por completo del resto del grupo. Yo estaba en un estado
eufrico desproporcionado y empec a encontrarme un poco mal. El otro
chico se haba ido para casa con su novia, y me qued con Alexa y Laura,
la otra amiga.

"Parece que me voy a ir para casa, que estoy bastante mal" les dije.

"Asi no puedes ir a ningn lado, te llevamos nosotras a tu casa, que
seguro que Marta (mi novia) est all" dijo Alexa.

"Mi novia no va a dormir conmigo hoy que se queda con Patricia, no
pasa nada que ya llego yo solo" asegur.

Insistieron en que no me iban a dejar ir solo a casa. Y entre el estado
que tena y el cansancio me llevaron el pequeo citroen hasta mi casa. En
el trayecto casi vomito en varias ocasiones pero pude contenerlo. Solo
deseaba llegar a cama y dormir. Aparcaron y cuando me iba a despedir v
como salan del coche.

"Ya subo yo, malo ser que no pueda meter la llave" dije en tono
irnico.

"No creo que seas capaz tal como ests". Esas fueron palabras de
Laura. De las primeras que me haba dicho esa noche. Estaba preciosa, su
pantaln vaquero ajustado que le haca un culo perfecto, y un top de
tirantes negro.

Intent abrir la puerta del portal y no fui capaz hasta el quinto intento
entre las risas de las dos. Alexa me ech una mano y consegu abrirla.

"Bueno, ya est, me caiga de sueo, hasta maana y gracias por
acompaarme".

"Y como abrirs la puerta de casa? " volvi a decir Laura. "Venga,
subimos contigo"

Yo me estaba cayendo del sueo y de la borrachera que llevaba, me
agarraron, una por cada lado y salimos del ascensor. Alexa abri la
puerta. A partir de ah no me enteraba casi de nada de lo que suceda. Tan
solo escuchaba alguna frase.

"Joder, como est el tio. Vaya borrachera.Vamos a meterlo en la cama.

Si lo ve quien lo debera ver lo mata".



"Y tanto" respondi la otra.

Entramos en mi casa y fuimos a la habitacin. Me tumbaron en cama.

"Deberiamos quitarle algo de ropa, asi no puede estar"

"A mi me da rollo, es su novio. Y si le vemos algo?" dijo Alexa entre
risas.

Me intentaron levantar un poco y me quitaron los zapatos. Despus
empezaron con el pantaln. Despus de unos forcejeos estaba fuera. Estaba
tumbado con un slip y con dos amigas de mi novia. Totalmente grogui.

Alexa tambin iba un poco borracha. Laura no haba bebido nada,
como de costumbre. Entonces Alexa que estaba sentada sobre la cama,
llevo la mano haca mi paquete.

"Qu haces?" Le dijo Laura.

"Vamos a ver como va servido el novio de Mnica" contest.

Me baj el calzocillo hasta que pudo contemplar mi polla.

"Joder, no est nada mal este chorizo".dijo Alexa.

Yo escuchaba algunas frases. Esa hizo que me espabilara un poco.

"Laura, esto que no salga de aqu, confio en ti". Acto seguido Alexa se
tir sobre mi entrepierna y empez a masturbarme"

Al rato mi polla empez a tomar forma y tamao.

"Vaya rabo que tiene el cabrn, para comersela entera". Acto seguido
Alexa se la meti en la boca.

"Alexa, Qu haces?, se puede despertar de la borrachera". Dijo Laura.



"No creo, est totalmente grogui. No podra ni decir hola" replico
Alexa.

Laura estaba de pie viendo como estaba siendo masturbado por Alexa,
que estaba sentada a mi lado, y cada poco tiempo meta mi pene en su
boca.

Son un mvil. Era una amiga del otro grupo. Patricia le llamaba
desde su casa, estaba con mi novia, preguntaba que tal haba ido todo, que
nos habamos perdido.Alexa al colgar se empez a encontrar mal y se fue
al bao.

Me qued a solas con Laura en la habitacin donde habitualmente me
follaba a Mnica. Entonces Laura sin decir nada sali a ver que tal estaba
su amiga, no sin antes decirme al oido algo.

"Vengo ahora, vas a ver lo que es una buena boca mamandote toda la
verga"

Pens que no lo haba oido. Pero no fue asi. Sali en busca de Alexa,
que estaba totalmente tirada en el bao, durmiendo despus de haber
vomitado. Volvi a la habitacin quitndose la parte de arriba y enseando
sus dos preciosos pechos pequeos. No llevaba sujetador, y no me haba
dado cuenta hasta ahora.Me quit el slip hasta el final y la camisa y
empez a pasar la lengua desde mi boca hasta mis huevos, ah par y se
trag uno y despus el otro.Se levant y se quit el pantaln vaquero y
apareci un diminuto tanga delante de mi, era blanco y le transparentaba
una pequea hilera de pelo sobre su cltoris.

"Vaya morbo cabrn. Borracho como ests, con mi amiga durmiendo
al lado y tu novia durmiendo en otro sitio, estoy empapada"

Comenz a comerme la polla dulcemente, muy suave, con delicadeza,
la mojo toda y me la empin hasta limites nunca vistos. De vez en cuando
acariciaba y chupaba mis pezones, yo senta todo, pero no poda

moverme. Empec a ser consciente de la situacin, abr disimuladamente


un poco el ojo derecho y v como se estaba tragando mi verga. La tena
toda en su boca, no pens que eso pudiera entrar todo.

"Vas a follarme, me la vas a meter toda hasta el fondo y me vas a dar
un orgasmo de verdad" me dijo al odio mientras me lo morda.

Agarr mi mano y la llevo a su tanga , y entre los dos lo sacamos. Se
subi encima de mi, cogi mi polla con su mano y la meto en su coito,
yo tena la mano en su culo y empec a moverla por sus nalgas. Empez a
subir y bajar repetidamente , yo empezaba a sentir un inmenso placer e
inconscientemente me mova tambin. Pens que sera el momento de
hacer algo ms. Uno de mis dedos se dirigi haca su ano, empec a
estimularlo y Laura lo cogi y lo mand haca su boca, lo chupo como si
fuera mi polla y lo volvi a llevar a su ano.

"Juega con mi culo, que ser tambin para ti" Vea sus tetas como
botaban, como entraba mi polla en su coito rosado y senta como uno de
mis dedos entraba en su culo. No pudo ms que gemir y gritar de placer.
Entonces sucedi algo

Alexa apareci en la habitacin, totalmente borracha ya y se tir a
nuestro lado, ni si quiera se enter que estabamos follando.

Laura me sonri.

"Es tu da de suerte, te vas a follar a Alexa tambin".

Sal de su cuerpo, y Laura me pregunt algo.

"Qu prefieres, su culo o su coo? No tiene nada virgen, es una golfa
de mucho cuidado, se folla todo lo que pilla, y eso que tiene novio".

No pude contestar. Le dio la vuelta a Alexa con el culo haca arriba. Me
llevo hasta all, cogi mi polla con su mano y la dirigi al culo de su
amiga.

"Dale de verdad, rompele el culo, que al despertar lo sienta dolorido y


no sepa que la has follado tu, ser nuestro secreto" me dijo Laura mientras
me besaba.

Me foll el culo de Alexa. Lo foll hasta que no pude ms. No
consegua correrme. Alexa gema y gema. Pens que se despertara, que
se enterara de todo. Me iban a matar.

Laura estaba sentada contemplando como follaba el culito de su amiga.
Yo no aguantaba ms, sobre todo desde que Laura me empez a comer los
huevos. Al poco tiempo, dandose cuenta Laura de lo que iba a venir, me
sac el pene de culo de Alexa y sigui ella chupando. En un minuto Laura
se coma toda mi corrida mientras masturbaba el culo de su amiga. Me
corr como nunca.

Laura llevo a Alexa a su coche, mientras yo me qued en casa
durmiendo. Al da siguiente no saba si haba sido un sueo o una realidad.
El tanga que me encontr al despertarme fue la clave. De quin sera? Lo
ol pero no supe diferenciar. Sal haca el bao y al pasar por el pasillo
encontr una nota.

"El tanga que has olido es mi, est lleno de mis flujos, espero que los
recuerdes siempre, nunca vas vamos a follar y nuestra relacin seguir
siendo la de siempre, no le cuentes a nadie lo de Alexa, ni mucho menos
lo mio. Un beso de Laura".

Relato VIII
Esto que voy a contarles es algo que surgi en mi imaginacin a raz
de conocer a una personita que lea mis relatos y al estar lejos no
podemos concretar un encuentro, pero si puedo imaginarlo.

Ese chico se llama Salvador y es abogado, profesin que conlleva una
vestimenta ms que excitante para m.

Los hombres con pantalones de vestir y camisas con corbatas o trajes
son bastante atrayentes. Pero vamos a nuestro encuentro.

En un da de lluvia con bastante fri, tengo que salir a hacer unos
tramites a uno de los colegios donde doy clases.

Como era una entrevista formal con la directora fui vestida con una
ropa bastante incomoda para mi.

Llevaba un pantaln negro, una camisa tambin negra de seda, zapatos
altos y un saco de cuero tambin muy formal. Ropa de ejecutiva mas que
de profesora de Educacin Fsica, de ah mi incomodidad.

El tema es que yo llego al colegio y me dirijo a la Direccin, golpeo y
me indica que pase la directora.

Estaba sola y me dice que esperemos unos minutos que el abogado
estaba por llegar. Mientras me va adelantando sobre lo que me quera
informar; un asunto relacionado con la responsabilidad civil en mis
clases.

En pocos minutos ms, golpean la puerta y entra el abogado.

Yo estaba de espaldas y la primera impresin que recib fue un
perfume tan varonil como sensual.

Se acerco a m y se presento, nunca lo haba visto ya que era nuevo en
el colegio.


Al tomar su mano para saludarlo sent que eran muy suaves y supe que
esa piel maravillosa estara en toda la extensin de su cuerpo.

Salvador, as se llama, era un trigueo de 1,82, pelo castao claro,
ojos del mismo color y un cuerpo bien trabajado por el deporte.

Adems de ser una escultura de hombre traa puesto un traje negro con
camisa blanca y una corbata lila que le quedaba espectacularmente bien.

Yo me quedo atontada al ver semejante hombre y el muy simptico me
sonri al presentarse, dndose cuenta de cmo lo miraba.

Comenzaron a explicarme entre los dos el asunto y yo solo lo miraba
a los ojos y estaba fantaseando como seria esa piel debajo del traje.

El se dio cuenta que yo lo miraba mas interesado en su persona que en
lo que me explicaban.

As que como todo seductor se paraba y se acercaba a m, rodeando el
silln donde yo estaba sentada. De vez en cuando rozaba mi hombro con
su mano y esparca su perfume a mi alrededor como si quiera
emborracharme con el.

En un momento llaman a la seora Directora a un saln y nos pide que
la disculpemos, que en 10 minutos volva y que sigamos los dos con el
asunto.

Yo no poda creer mi suerte, ahora lo tenia solo para mi y no tendra
que disimular mas

El sigui en su actitud de seductor pero ahora yo cambie los papeles.

El se sent en un silln prximo al mo y entonces aproveche y me
levante, ahora yo lo rodeaba hacindole preguntas tontas que el no tengo
idea que contestaba porque no lo escuchaba.

En un momento me pare frente a Salvador y dejando de lado todo


decoro y profesionalidad me acerque a su cara y le dije, mirndolo a los
ojos, que me fascinaba su perfume.

El sin ms rodeos me dio un beso de golpe

Yo no tarde en contestarlo, el me tomo por la cintura y me hizo sentar
sobre el.

Ah enfrentados nos disputamos en una batalla de besos intensos y las
manos de los dos no tenan piedad del cuerpo del otro.

Salvador se paro conmigo sentada sobre el y me apoyo contra una
mesita de adorno que haba contra una pared en la direccin, mientras sus
manos se apresuraban a desprender mi pantaln.

Yo hacia lo mismo con el suyo mientras no dejaba de besarlo, morder
suavemente pero intensamente sus labios y recorrer su cuello con mi
lengua de vez en cuando.

Salvador me saco el pantaln al mismo tiempo que yo baje el suyo,
encontr un pene tan duro como caliente, estbamos muy excitados y era
una batalla de dos desconocidos que se queran comer.

Intente separarme para bajar y disfrutar de lamer y chupar su pene
duro, suave, caliente y brillante pero no me dejo. No haba tiempo y la
necesidad era otra

Me apoyo contra la pared y sostenindome las piernas rodendolo me
penetro con mucha fuerza y de golpe.

Mi cosita estaba muy mojada y angustiada por no tenerlo dentro.

Lanc un gemido cuando me la meti de golpe y el otro por el alivio
que sentamos los dos.

Inmediatamente comenz a bombearme con fuerza y muy rpido. Yo

golpeaba con mi espalda contra la pared y me haba apoderado de su boca


besndola mientras poda ya que me estaba cogiendo de tal forma que no
poda dejar de gemir.

Fueron unos minutos muy intensos donde yo me aferre a el con mis
manos, seguramente le deje las marcas y el apretaba mis piernas para
sostenerme a la altura adecuada para ensartarme de la forma que lo hacia.

Cogimos como dos animales salvajes, como si hiciera aos que no lo
hacamos. Su perfume segu excitndome tanto Y en cualquier momento
retornara la Directora.

Al cabo de unos minutos los dos no soportamos ms y acabamos con
un orgamos simultneo y explosivo que hacia rato no tenia.

Nos separamos, nos vestimos, nos acomodamos y sin palabras
intermedias nos sentamos uno en frente del otro mirndonos como no
pudiendo creer ninguno de los dos lo que habamos hecho.

En ese momento sentimos que se acercaba la Directora y entra al
despacho. Nos encuentra en silencio y da como entendido que habamos
acabado el tema.

Justamente habamos acabado, pero no el tema

Salvador se paro, se despidi de la Directora, luego de mi con un
apretn de mano y se retiro.

Yo me fui a mi casa luego y en el camino venia pensando en lo que
haba pasado y sin poder creerlo.

Bueno espero que te guste Salvador, y te espero por mi colegio para
que me expliques nuevamente

Relato IX
Sola ir a casa de Juan dos o tres veces a la semana para estudiar en su
habitacin, y hacer los trabajos que nos pedan en su ordenador, ya que el
mo era, por decirlo de un modo sutil, una patata. Tambin
aprovechbamos para echar unas partidas a cualquier juego de moda, ver
alguna pgina morbosa o chatear.

He de decir que yo tambin disfrutaba contemplando la belleza de su
madre. Me encantaba ir a su casa y compartir un poco de conversacin
con ella , mientras la admiraba de arriba abajo. Era una mujer de unos
cuarenta aos, la tpica madre a la que te gustara volverla a hacer madre
una vez ms, muy coqueta y pija, con una figura espectacular y que sola
vestir algun da que otro con mucha provocacin. Sus ojos azules me
proporcionaban gran tranquilidad, en contrapartida a sus curvas que me
elevaban a un estado total de ansiedad.

Pienso que ella se daba cuenta de que me pona como un toro pero
nunca hizo mencin alguna a ello. Muy al contrario siempre evada
situaciones que podan llegar a ser compremetedoras. Pero como reza el
refrn "Tanto va el cntaro a la fuente "

En una de esas visitas a su casa, y mientras mi amigo y yo nos
echbamos unas partidas a la play alguien golpe la puerta, era la madre.
Comentar algo que siempre me result curioso de all, cuando una puerta
estaba cerrada era de obligado cumplimiento por cualquiera de los
habitantes de la casa el golpear la puerta y pedir permiso para pasar,
estando casi religiosamente prohibido entrar sin llamar. De hecho en
algunas puertas tenan una seal indicndolo.

El caso es que ella entr y pregunt si le podamos ensear una pgina
web, que no tena mucha idea de ordenadores y tena que ver algo del
trabajo. Result que tena que realizar un proyecto de arquitectura para no
se que tipo de Congreso en Cuenca, y no tena ni idea de informtica.
Deba tenerlo listo en dos das.

Le intentamos ensear lo ms rpido posible lo que le haca falta

mientras me comentaba que era una intil en las nuevas tecnologas. Su


hijo tampoco es que fuera un experto informtico, asi que hablando un
poco sobre el tema, el hijo propuso algo.

"Puede ayudarte Juan con ese proyecto, l controla mucho de
informtica y estos das estamos de vacaciones"

Yo asent. Me pareca bien y no tena ningun problema por el tiempo.

"Me parece genial, si a Juan no le molesta. Es que estoy super
agobiada con esto y debo terminarlo, y no se apenas que es un ratn".

Quedamos en que me pasara el da siguiente a las 5 de la tarde para
asi acabar cuanto antes. Sali de la habitacin dandome las gracias. Eran
las 10 de la noche y me tena que ir.

"Joe, maana vas a tener que aguantarla toda la tarde, vaya tela" me
dijo mi colega.

"Bueno, no ser para tanto, tu madre parece muy lista ( aparte de estar
muy buena, pensaba) y lo terminaremos pronto". Le contest.

" A mi me da igual, no pienso estar aqu para aguantarlo, pirar a la
playa con la moto y mi novia"

Cojonudo, me quedara a solas con la madre, tendra historia para
masturbarme esta noche y alguna ms ya que nada ms podra pasar.

Eran las cinco y diez de la tarde y llegu al piso de mi amigo, este da
ms bien el de la madre.

"Hola Juan, Cmo ests? " me dijo dndonos dos besos.

"Bien, con mucho calor, con lo bien que se estaba en la playa"

"Creo que andan cerca de los 40 grados, esto es bochornoso, y sin aire
acondicionado en esta casa antigua. Ojala nos cambiemos pronto".


"Bueno, a aguantarse toca"

"S, ya ves como voy, estoy casi sin ropa, no aguanto la verdad, y eso
que me acabo de dar una ducha fresca"

Vesta una falda hasta las rodillas y una camiseta negra de Armani. La
falda seguro que tambin era de marca, ya que le gustaban los lujos.
Llevaba tambin unas pendientes de brillantes, dos anillos y un colgante
grande en forma de corazn. En los pies unos elegantes zapatos de tacn.

Entramos en la habitacin, que estaba ms limpia y ordenada que de
costumbre. Me ofreci algo para beber.

"Notars un cambio en la habitacin en cuanto a orden y limpieza, mi
hijo es un desastre, ahora te traigo el agua"

La habitacin estaba impecable. Ola a perfume, la cama estaba hecha,
la mesa limpia y el armario cerrado. Los postres de las mujeres fruto de
deseo de mi amigo colgadas donde siempre. Angelina Jolie, Jennifer
Lopez , etc Yo estaba con Cristina Fernandez.

Al llegar empezamos con el trabajo. Ella se sent en el borde de la
cama y yo en la silla y le expliqu por encima el funcionamiento del pc.
Como mover el ratn, encender el ordenador, y esos pequeos detalles
principales.

"Tener hijos para nada, siempre dicindole que me ensee y tiene que
venir un amigo"

"Los hijos somos as de vagos"

Nos adentramos en Word y al rato le ced mi sitio para que fuera
familiarizndose con el PC. Al levantarse de la cama pude contemplar sus
piernas. Eran fuertes y estaban muy bien cuidadas. Depiladas y sin ninguna
variz. Era una mujer que se cuidaba y a la que le gustaba estar a la ltima.

"Ahora te toca a ti"



Fue a encender el ordenador en la torre que estaba a la altura del suelo
y al bajarse le v de reojo para el hueco que dejaba entre la camiseta y su
cuerpo. Pude contemplar una de las copas de su sostn rojo de seda y uno
de los tirantes. Sus pechos no es que fueran exagerados pero tampoco
parecan pequeos, quizs llegase a una talla 95, puedo que casi 100.

Se encendi el ordenador y empezaron los problemas. No tena casi
pulso para mover el ratn. Me levant y puse mi mano encima de la suya
para ayudarle. Al entrar en contacto con ella por primera vez de esa
manera sent algo extrao. Cada vez que moviamos el ratn me desplazaba
por su mano y senta un excitante cosquilleo que me hizo poner la piel de
gallina.

Seguimos intentando abrir el Word, y lo conseguimos. Pareca que
empezaba a pillarle el truco. El calor que haca en la habitacin era
infernal. Nuestras manos sudaban al igual que el resto del cuerpo. Yo
llevaba pantaln corto y una camiseta y estaba que me mora.

"No se que vamos a hacer asi, nos vamos a achicharrar" me dijo.

"Esto es increble, vaya dia"

"Hagamos un descanso, me voy a duchar , si quieres luego dchate tu
cuando termine"

Sali de la habitacin y se meti en el bao que estaba en frente del
dormitorio. Escuche el ruido del agua sobre la baera hasta que vari el
sonido, se haba metido. Me levant y fui hasta all. La puerta estaba
entreabierta y pude contemplarla desnuda, de espaldas, mostrandome sus
dos nalgas bien duras. Intent desviar la vista y retirarme al ordenador, lo
que estaba haciendo no era lo correcto, era la madre de mi amigo.

No fui capaz y segu contemplando a esa preciosa y madura mujer.
Ahora se haba dado la vuelta y pude ver como de sus pechos mojados, de
sus rosados pezones caian gotas de agua que bajaban por su estomago y se

desviaban hasta sus piernas a traves de su depilado coo. En seguida not


como mi polla empezaba a crecer. Me empec a tocar presenciando esa
imagan, Me estaba masturbando en el pasillo de la casa de mi amigo
viendo a su madre duchndose. Ella me poda ver, cualquiera poda entrar
ahora en casa, su hermana, su marido

Decid que deba hacer algo ms, que estaba ante una oportunidad
nica. Despus de pensarmelo mucho pero en pocos segundos, me
desnud por completo y abr poco a poco la puerta. Al escuchar un
pequeo crujido, ella se gir y me vi completamente desnudo con la
polla en mi mano tiesa y quieto.

Se qued paralizada por un momento mirndo mi pene duro en mi
mano y con un gesto me pidi que fuese hacia ella. Llegu a la ducha y me
tendi la mano para entrar. Ya dentro me empez a frotar todo el cuerpo
con la esponja, a enjabonarme cada rincn de mi cuerpo.Pas agua por
delante y por detrs hasta que me quit toda la espuma que tena y lo
mismo hizo con ella. Y con su mano izquierda agarr mi polla y comenz
a masturbarme.

"No voy a follar contigo, no lo har"

"Te lo suplico, deseo follarte localmente"

"Si no lo haces, le comentar a tu familia lo que hemos hecho hoy"

"No lo vas a hacer, por que te matarian"

"Lo har, ya lo vers, quiero follarte"

Se agacho en la baera y comenzo a meterse todo mi miembro en su
boca, me hizo una mamada en toda regla. No dejo de mover la boca y la
lengua en un instante, lo hizo tan bien que estaba a punto de correrme. Sin
decirle nada, me empec a correr en su boca, ella no reaccion y sigui
chupando mi verga con muchas ganas. Lami todo lo que sala de mi polla
y se lo trag con energa, cuando acab y en tono de enfado me dijo.

"Vete de aqu , por favor, ya has tenido lo que querias cabrn de


mierda"

"No me ir todava, si no me das tu coo me dars tu culo , y me lo vas
a dar ahora"

La agarr por un brazo y la gir. Ella no puso impedimento alguno. Le
sub una pierna al lateral de la baera y abr sus nalgas. Agarr la polla
con mi mano y empec a buscar su ano. Cuando lo encontr hice un
movimiento haca arriba e insert mi polla por su culo. No tuvo ningn
obstculo para entrar en su culo, sus gemidos aparecieron, aunque muy
leves, se agarro a los barrotes de la mampara y llevo su cara al cristal,
hizo fuerza con todo el cuerpo. Segu follando su culo mientras tiraba de
su melena haca abajo para poder besarla, se resista a mis besos.

Cuando ya no podia ms, me corr dentro de su culo. Le d todo lo que
llevaba dentro y se lo d con mucho cario. Se dio la vuelta

"Vete de aqu de una puta vez cabrn"

"No te ha gustado?"

"Que te vayas de una vez"

Sal de la ducha y me sequ, ella qued sentada en la baera llorando,
tal vez arrepentida de haber hecho lo que hizo. Antes de salir del bao la
mir.

"Gracias Cristina, eres la mejor madre que conozco, y esto de la
informtica es muy placentero No crees? "

Me lanz un corte de mangas.

Relato X
Todo esto sucedi cuando yo iba en tercer grado de la secundaria. En
aquel entonces tenia muchas amigas en el salon, pero de todas, una me
gustaba mucho. Su nombre es Claudia y era de tez blanca, cabello negro
hasta los hombros, piernas bien formadas y un trasero mediano pero
redondito y firme. En esa epoca tenia yo 14 aos de edad y ella me ganaba
por unos meses pues ya tenia 15 aos recien cumplidos.

Era la clase de Espaol cuando llega nuetro maestro y dice:

- Chicos, para la siguiente semana quiero que monten una obra de
teatro sobre

Uno de estos libros.

El profesor nos da tres libros y elegimos (a eleccion de las mujeres
del equipo) Romeo y Julieta. La obra la teniamos que preparar en una
semana y por lo tanto, para adelantar nos veiamos en la casa de alguno de
nosotros para hacer el escenario, ensayar y armar relajo.

El sabado siguiente estoy en la maana en mi casa y comienza a sonar
el telefono, levato la bocina y no es nada menos que claudia.

Hola, como estas?

Bien y tu?

Bien, oye te avisaron que nos reuniamos hoy en mi casa?

No, no me dijeron

Ja ja ja, me dijeron que te iban a avisar, bueno pues hoy a las cuatro en
mi casa

Ok, alla estare

Ok, bye

Bye

Esa tarde fui a su casa para segn yo, hacer el trabajo. Llego y ella
abre la puerta (algo que se me hizo raro porque siempre su hermano lo
hace), la saludo y le pregunto.

Quien ha llegado

Nadie, paco me dijo que tuvo que salir de mergencia y no vendra, a
magda tampoco le avisaron, laura y lucia (que son hermanas) tenian que
haber llegado hace media hora y no lo hicieron. Nada mas estamos tu y yo

Pero, entonces que vamos a hacer, no podemos ensayar entre los dos

Pues terminamos el escenario y vemos un rato la tele, que te parece?

Ah, pues me parece bien

Nos pusimos a hacer el escenario en el que tardamos menos de dos
horas porque ya solo le faltaban algunos retoques como iluminar o pegar,
terminamos y nos pusimos a ver la tele, en eso ella dice:

-Tienes hambre?

-La verdad si

-Ok, pues voy a la cocina a ver que encuentro

Antes de que se fuera ella cambia el canal a uno de esos que ya tiene
por numero mas del 300 y dice

Perdon, ah encuentras algo interesante

Me avienta el control y se va. Yo tomo el control y le cambio al
siguiente canal hacia abajo y da la casualidad que ese era un canal para

adultos. Como cualquier adolescente no tarda mucho tiempo en que se


forme un bulto en mi pantaln consecuencia de los gemidos de placer de
la chica a la cual se la estaban cogiendo dos hombres por la vagina y por
el culo. En ese momento escucho detrs de mi.

-Veo que encontraste algo interesante !!!

- No es que -digo tratando de ocultar mi bulto y cambiar de canal
- No te preocupes, ese canal lo veo todos los dias, es mi favorito

- De verdad? mientras pregunto volteo y veo que ella se cambio su
pantaln de mezclilla por una falda que le llegaba a los muslos
- Si, me gustaria follar como esa tipa

Mientras lo dice se muerde los labios. Yo tratando de cambiar la
conversacin le pregunto porque se cambio y ella me dice que se le callo
una salsa que estaba mal puesta en el refrigerador. En eso se sienta a lado
de mi, toma el control casi tocando mi miembro y le sube el volumen a la
televisin el cual habia bajado para que no escuchara-, En eso veo que
comienza a abrir las piernas como tratando de sacar calor de su cuerpo,
pero en su rostro no se reflejaba tal alivio, entonces voltea hacia mi y me
pregunta:

Alguna vez te has masturbado viendo una de esas pelculas?

Su pregunta me saca de onda, pero ella me sigue mirando esperando
mi respuesta. Con la garganta seca, un bulto que me lastimaba por la
magnitud de mi ereccion y ta nerviosismo le respondo con la voz
entrecortada:

S Si

A mi me encanta hacerlo

En eso cierra las piernas, yo pense que ah se habia terminado todo,

pero en ese momento se one de pie y comienza a levantarse la falda la cual


deja al borde de su cintura, se sienta y comienza a tocarse por encima de
unas pantaletas blancas, las cuales despedian un olor que me parecia
exquisito:

Vamos, has lo mismo me dice
Aqu? Frente a ti?

Si, porque no?

Pues es que nunca me ha visto una mujer desnudo

Mmm ya se como se puede solucionar eso !!!!

En ese momento deja de tocarse, se levanta del sofa y se desabrocha la
falda, la cual dejua caer al piso, despus en un habil acto se levanta la
blusa para dejarme ver que no llebava sostn, si no que en su lugar se
asoman un par de pechos del tamao suficiente para llenar mi mano y
unos botoncitos rosas competamente erectos. Ella ve mi reaccion y refleja
una sonrisa en sus labios que tan solo tenian de maquillaje brillo, entonces
ella sin dejar de mirarme se agacha y se quita completamente sus pantys,
dejandome tras la mejor vision que he tenido en mi visa, una rajita con
una mata de vellos muy cortos arriba de ella, pero justo en donde estaban
sus labios no habia rastro de vello. Estando desnuda se sienta junto a mi y
dice:

Tu turno, ya que estamos los dos desnudos no tienes de que
avergonzate

Entonces me levanto y me quito rapidamente la playera que llevaba,
mis tenis, calcetas, jeans y me quedo en boxers, los cuales al ser de licra se
notaba completamente mi ereccion, ella no despegaba la mirada de esa
parte. Lentamente se acerco a mi y de un tiron me arrebato mi ropa
restante, despus se alejo un poco para admirar mi miembro que aunque
no es grande tampoco es pequeo (mide aporximadamente unos 17 cm de
largo). Ella se echa hacia atrs en el sillon, abre las piernas y comienza a

tocarse, intintivamente mi mano fue directamente a mi verga e hizo lo


mismo.

Despus de unos 5 minutos mirandonos mutuamente como nos
masturbabamos, ella se acerco a mi y tomando mi pene entre sus manos le
dio un beso a mi glade que se asomaba entre la piel de mi miembro,
despus de eso se alejo para verlo de nuevo y con un movimiento casi
poetico abrio la boxa y se lo fue introduciendo poco a poco. Me sentia
entre las nubes, su inexperta y virgen boca me estaba dando una mamada
espectacular, despus de un determinado tiempo de introducir y sacar se
retiraba un poco y la veia, tan solo para despus lamerla hasta mis huevos
y mertla de nuevo en su boca. Ya pasados otros 5 minutos, y al no soportar
mas tuve una tremenda eyaculacion en su boca de la cual no le pude
advertir y tan solo pude var el esfuerzo que hizo para no ahogarse y la
cara de sorpresa cuando se la paso.

Se levanto y de la mano me llevo a la habitacin de su hermano, se
subio a la cama y en un closet que tiene saco una caja, la abrio y tomo un
par de condondes. Me saco de ah y me llevo al cuarto de sus padres en
donde la cama matrimonial seria de mas comodidad. Ella se recosto y yo
como fiera me tumbe sobre ella lamiendo su cuello, lbulos, labios,
pezones, estomago, vientre y llegando a su preciado monte Venus, donde
un olor a sexo me embriago y lo unico que pude hacer fue introducir mi
lengua en su orificio, despus se saborear todos sus jugos jugue con sus
labios mientras mis manos daban masaje a su trasero y sus piernas que
tanto me gustaban. Despus de un gran masaje en sus piernas me dispuse a
penetrar su vagina con mis dedos en donde al introducir el primero y
continual lamiendo toda su zona pelvica le llego su primer orgasmo de la
tarde.

Al sentir que tuvo su orgasmo me levante y la bese tiernamente en al
boca, donde nuestras lenguas se juntaban rtmicamente. Ella se incorporo,
tomo uno de los condones que le habia robado a su hermano y con toda
suavidad me lo puso en mi miembro. Despus se recosto de nuevo y abrio
las piernas a mas no poder, gritando:

Metemela toda, la quiero sentir dentro.


Yo con mi inexperiencia puse la punta de mi verga en la entrada de su
vagina y de un solo golpe la empuje hacia dentro, ella solo soloto un grito
de dolor mientras rasguaba mi espalada y mordia mis hombros, entonces
yo me detuve. Asi estuve por un par de minutos hasta que ella comienzo a
moverse rtmicamente emtiendo y sacando mi pene en repetidas ocasiones.
Yo le hice segunda y tambien me movia a su compas, mis huevos tocaban
sus nalgas y mi verga salia hasta la mitad para volver a entrar hasta su
base. Despus de estar un rato asi, ella se tomo de mi cuello y yo me sente
en la cama, entonces se puso en cunclillas y comenzo a cabalgarme, yo
besaba sus pechos mientras uno de mis dedos comenzaba a entrar en su
culo.

Ella al sentir mi dedo en su entrada dijo:

Tambien quiere por ah?

Siii, me encantaria.

Esta bien, pero esta vez yo lo hare

No entendi bien lo que me quizo decir hasta que me avento de espaldas
y se levanto, entonces fue al tocador de la habitacin y saco un aceite para
bebe. Mi alegria fue inmenza cuando lo vi ya que sabia para que era. Ella
comenzo a untarlo en el condon y unto otro poco en su dedo, el cual
introdujo en su ano ya un pcoo dilatado.

Entonces se puso de rodillas sobre mi verga y lentamente se fue
sentando sobre ella, la sensacin era dolorosa pero totalmente placentera,
ella se iba sentando poco a poco sobre mi, y cada vez que se metia mas
ella se detenia para similarlo. Tardo mas de 5 minutos pero al fin tenia
todo mi pene en su culo. Etonces ella se comenzo a mover lentamente
hacia arriba y hacia abajo, hasta ke ya todo eran sentones que se daban
sobre mi. En cuanto vi que ya no sentia dolor, la tome de la cintura, como
pude me levante y la puse de pie a lado del tocador viendose en el espejo.
Tome mi verga y de nuevom se la meti en su ya idilatado agujero mientras
mi otra mano masajeaba su vagina al mismo tiempo, no tardo mucho en

venirse para cuando como aun yo no lo hacia me quito el condon y


comenzo a chuparla hasta que de nuevo su boca se lleno de mi leche.

Nos cambiamos y me fui de su casa, no sin antes pedirle que fuera mi
novia (jajaja, cosas de nios de secu), claro ella acepto y lo fue hasta que
al finalizar tercero se cambio a Veracruz y no la volv a ver. Despus de
esa tarde tuvimos otras experiencias de sexo, aun en la escuela lo
hacamos, pero nada como mi primera vez con ella.

Relato XI
Era hermoso verla pasar, aprisa, entregando algn pedido, llevando a
alguien la cuenta o simplemente revisando que todos los clientes del
restaurante estuvieran bien atendidos. Su fro rostro contrastaba con el
colorido de su vestuario, con su cabello lacio y negro recogido bajo el
sombrero vaquero que coronaba su figura. Era excitante sentirla pasar a
un lado mo y percibir el aroma de su fragancia de Enzo, que todo lo
llenaba y que era imposible ser ignorado. Era muy divertido verla pasar a
un lado, echando un ojo a las mesas, pero ignorando la ma, mas bien,
ignorndome a m.

El desdn de Sonia hacia mi no haba nacido de la nada; el restaurante
donde ella trabaja es uno de mis preferidos; en un principio por sus
sirloines al carbn baados en salsa, despus por el gusto de verla a ella.
La primera vez que la vi iba yo con mi ex, en esos das donde uno sale a
hacerla de buen padre y civilizado ex marido. Ella nos atendi solcita, sin
saber cual era el status de ella y mo, a pesar de que no haba acercamiento
fsico entre mi ex y yo. Pocos das despus me vio en otro sector del
restaurante, acaramelado con la chica ms hermosa que mis manos hayan
tocado, poco antes de que saliramos embotados por el deseo y las copas a
refocilarnos entre los pliegues de las sbanas de mi cama. Esa vez, su
mirada reflej el disgusto que a ella le causaba el creer que un da iba con
la esposa y al da siguiente me apareca ah, cnicamente con la amante. Su
desdn se volvi mayor cuando fui a comer ah mismo con alguna
compaera del trabajo, sin que mediara por supuesto- caricia, ni beso, ni
nada parecido; pero la percepcin de ella respecto a m ya estaba bien
formada. La vez en que ca en cuenta de esa situacin fue durante una
comida con una de las compaeras de trabajo; necesitaba yo un cenicero y
al llamarla para pedrselo ella volte el rostro a propsito y pas de largo
mostrando declaradamente su disgusto. En un primer momento pens que
estara ella molesta en general, pero cuando la vi acercarse a otra mesa
con una abierta sonrisa, me di cuenta que la cosa era conmigo. Fue en ese
instante en que, vindola de lejos, prest mas atencin a su cuerpo, a su
forma delgada y atractiva, y hacia el hermoso par de piernas que
asomaban bajo una corta falda de cuero negro. Al levantar la mirada, vi
que ella me observaba mirndola, casi con una expresin de repulsin,

pensando seguramente que a pesar de mis aparentes y continuas


infidelidades, ahora tambin me fijaba en ella a pesar de ir con otra mujer.

- No respetas, eso es lo que pasa.- me dijo cuando de plano termin
hablndole directamente y pidindole me explicara su aversin hacia m.
Te da lo mismo lucirte con una que con otra, sin importar si todos nos
damos cuenta de cmo las engaas.- Supongo que habr cruzado por su
mente darse la vuelta y largarse tras mandarme al demonio cuando vio de
pronto que lanc una estruendosa carcajada al or eso. Soy una
malpensada, disclpame- me dijo cuando le expliqu a detalle la situacin
y el por qu de tantos cambios de compaa. Mis siguientes visitas al
restaurante fueron acompaadas ya no por su desdn, sino por una risita
avergonzada de parte de ella. Justo en esas visitas, yo mismo decid
ocupar mesas de la zona que ella tiene a su cargo, por lo que hubo mayor
oportunidad de que ella me atendiera y de que en ocasiones entablramos
alguna breve charla.

Se estrenaba en esos das Basic Instinct 2 y no poda perdrmela. Sal
de la oficina y compr un boleto para la siguiente funcin. Me encantan
esas funciones de noche entre semana, en las cuales no hay filas enteras
para entrar a la sala, ni murmullos y ruidos distractores durante la
funcin. Faltaban 45 minutos para el inicio, as que fui al restaurante a
tomarme una copita de buen Glennfiddich, al fin que est a unos cuantos
pasos del cine. Ah estaba ella, de un lado para otro, con su misma
fragancia y con su coqueto sombrero vaquero. Tal como la vez anterior,
sus piernas hermosas acaparaban mi mirada, y tal como la vez anterior,
ella voltea y me pill con la mirada perdida en sus extremidades.

Me parece que no soy tan malpensada como pensaba- dijo
acercndose por detrs mo un par de minutos despus, para cambiar el
cenicero. Ya con esta van dos veces que te sorprendo in fraganti.

- Lo lamento mucho dije con una expresin de falso
arrepentimiento- quisiera evitarlo, pero creo que es imposible. Quitan el
aliento tus piernas, y por la falda que usas se nota que eres consciente de
cunto llamas la atencin o no?

- Vers mejores en el cine- dijo advirtiendo mi boleto sobre la mesa.



- Te parece? Ya viste la pelcula?

- No; por mi horario es difcil ir al cine. Solo podra ir a la ltima
funcin y como no tengo auto, ya sera muy tarde para volver a casa. Pero
Sharon Stone se hizo famosa por su cruzada de piernas en la primera
parte.

- Algo creo recordar de eso- dije dubitativamente pero, podramos ir
juntos a la ltima funcin y despus te llevo de regreso. Al fin ya me
conoces de aqu, sabes que soy de confianza.

Ella sonri sardnicamente Si, ya voy sabiendo como eres en
realidad.

No acept ir a la funcin ese da, pero por alguna razn desconocida
fue creciendo mi aficin por el Glennfiddich que sirven en ese restaurante,
tanto que, a la semana de ese dilogo, ambos entrbamos a ver a la Stone
hacer sufrir y cachondearse al buen David Morrissey. Realmente haba
poca gente en la sala, dos por aqu, alguien solo por all se prestaba
bien para esa clase de funciones donde el show principal son los
espectadores y no tanto la pelcula misma. Mi vista constantemente era
atrada como un imn hacia las piernas de Sonia; ahora bajo unos jeans y
no con la corta falda del restaurante, pero an as apetitosas, an as
embrujantes.

Desde la primera secuencia, con el vehculo a toda velocidad por las
calles londinenses, Sonia fue cambiando su mirada de manera radical. Sus
ojos se entrecerraron levemente, y para la secuencia donde el doctor est
arreando por la puerta trasera a su colega, ya haban adquirido
francamente una mirada hipnotizada y una expresin desencajada en el
rostro. De reojo pude ver como las piernas de Sonia apenas dejaban ver
un tenue movimiento de abrirse y cerrarse, y sus labios bucalesentreabiertos mostraban la rigidez que iba adquiriendo su mandbula al
apretar los dientes. Ya para la escena donde el doctor espa desde el
tragaluz cmo es penetrada la Stone, mi mano, que sostena la bolsa de

palomitas, perciba la respiracin acompasada e intensa de Sonia, cuya


mirada perdida en la escena se olvidaba siquiera de parpadear. Por mi
mente pasaba el deseo por voltear y atraer hacia m su rostro por la
barbilla, para besarla y poseerla en ese mismo instante. En mi mente la
vea desabotonando mi pantaln y extrayendo lentamente mi falo, para
engullirlo generosamente despus de haberlo acariciado con toda
suavidad con esa lengua que me enloqueca al mirarla. Las manos de
Sonia estaban entrelazadas por los dedos sobre su vientre, sintiendo todo
el calor que su entrepierna deba de emanar, sintiendo la palpitacin y el
movimiento rtmico de sus piernas al moverse excitadas. Sonia solamente
volte para sonrer de darse cuenta de la expresin que deba de haber
tenido en ese instante.

Godard deca que el cine no es una representacin de la realidad, sino
la realidad de la representacin; no mostrndonos la realidad de algo, sino
ofrecindonos aceptar una nueva realidad para vivir y llevar a cabo; y ah
estbamos encerrados todos en la cmara oscura de la sala de proyeccin,
aislados del ruido y prisas de nuestras calles, y viviendo solo para la
realidad existente en la proyeccin, viviendo todos en esas calles de
Londres y no en plena Ciudad de Mxico. Cuando uno pasea por esas
calles y esos mismos bares en donde en las pelculas se filman, se da
cuenta de que en un principio su ambiente no es tal como lo refleja el
filme, sino que son decididamente mas tranquilos, mas sobrios; pero
cuando los visita de nuevo uno ya que la pelcula los ha hecho famosos,
esos mismos antros se tornan tal como lo vimos en pantalla. Eso mismo
pasa con las personas; hay veces que creemos que el cine nos representa,
pero ms bien es el cine al igual que los dems medios- lo que nos va
formando. Un buen libro, una buena pelcula, es la que hace que despus
de experimentarlos no sigamos siendo los mismos de antes. Al salir de la
funcin, tom a Sonia suavemente por el codo y abrazndola suavemente
por atrs mientras que le ayudaba a colocarse su oscura gabardina le
invit una copa, aclarando que ella podra conducir de regreso hasta su
casa si dudaba en algn momento de mi sobriedad. Pero con una sonrisa
que seguro indicaba que la mente le remiti de inmediato a la primera
secuencia de la pelcula, prefiri que fuera yo el que condujera. Godard
tena razn.

El humo de mi Camel serva de pronto como difusor de luz delante del


rostro de Sonia que detrs del otro lado de la mesa sonrea levemente
mientras yo le miraba fijamente. Las luces filtradas de azul oscuro del bar
al lado del restaurante donde ella trabajaba le daba matices a su rostro que
la hacan verse mas deseable, mas atractiva. Cuando el humo del cigarro
llegaba demasiado cerca de ella, haca una muequita de desagrado, sin
percatar que mi mirada la cubra entera, intentaba penetrar su mente,
conocer sus secretos, desnudarla por dentro y por fuera. Ella meneaba de
pronto su copa de cocktail y deseaba yo tener esa mano movindose de esa
misma manera sobre mi falo erecto. Por momentos me olvidaba de
escuchar lo que ella deca, y mi atencin quedaba perdida en el
movimiento de sus labios al hablar o en el frio fuego que se vea en sus
negros ojos. Me estaba obsesionando esa mujer; ya cada pensamiento que
tena de ella terminaba en lujuriosas escenas de ambos, revolcndonos
obscenamente entre hmedas sbanas y ropas desgarradas; y sin embargo
ella no pareca muy animada a adentrarse ms en terrenos peligrosos a
pesar del visible impacto que tuvieron en ella las imgenes de la pelcula.

- No se como hay gente que con tanta facilidad puede hacer esas cosasdijo de pronto refirindose a la pelcula.

- No comenzaron hacindolas igual desde su primera vez; todos
empezamos desde abajo en algn momento. T misma habrs roto algn
lmite que antes tuvieras y consideraras impasable no es as?

Ella sonri profundamente, evocando quin sabe cuales y cuntos
recuerdos

- Alguna vez, si, pero no tanto. No me imagino haciendo todas esas
cosas.

- De verdad no te has imaginado as nunca?

- No tanto as y tu?

- Si, alguna vez

- Te has imaginado haciendo todo eso?



- No, te he imaginado a ti haciendo todo esoconmigo.





Tras un leve movimiento del volante, enfil el auto hacia el acceso del
segundo piso del perifrico; no sin antes echar un nuevo vistazo a las
piernas de Sonia que eran iluminadas cada tanto por las luces de la calle.

- Ya deja de sonrer as, no quiero ni siquiera saber qu tanto estars
pensando- me dijo en una de esas que un risueo bufidito sali de mis
labios.

- Nada peligroso, puedes estar tranquila. Solo son eso, pensamientos.Se mantuvo en silencio, pero advert nuevamente ese ligero abrir y cerrar
de sus piernas.

- Qu estas pensando?

- No quieres ni siquiera saber en qu tanto estoy pensando

- Si, dmelo







Ciertas calles de Mixcoac, a pesar de su poca iluminacin, no son las
mas atractivas para besarse, pero poco despus de haber dado vuelta en
una interseccin la punta de mis dedos acarici suavemente su rostro para
despus atraerla hacia mi boca que se diriga a sus labios para rozarlos
con un tibio beso, al cual sigui otro y despus ya no hubo marcha atrs.

Mis manos se posaron finalmente en esas piernas que tantas veces


inundaron mis pensamientos, sintiendo finalmente su firmeza, la tibieza de
su cuerpo joven y encendido. Sonia se estremeci y con sus manos separ
mi cuerpo que estaba pegado al suyo. No, aqu no- me dijo mientras
volteaba para todos lados. Apenas ocultos en el portal de su casa volvi a
reaccionar nerviosa. - Est despierta tu madre an?- le pregunt mientras
ella trataba de atisbar si haba luces o movimientos tras las ventanas al
otro lado del patio de la casa. No se, ya es tarde, pero luego suele
estarme esperando.- Me dijo medio arreglndose la ropa bajo la
gabardina. Ok, no te preocupes, podemos dejarlo para algn otro da- le
dije y me acerqu para despedirme con un beso. Tal vez ya se durmi;
no se, djame ir a ver.





Los ojos de Sonia brillaban en la oscuridad de la sala de su casa como
si tuvieran luz propia. Al recostarse en el sof la silueta de su hermoso
cuerpo se mostraba como una oscura promesa de los placeres ms
infinitos y de la entrega ms absoluta. En medio de los tenues chirridos del
mueble, nuestros cuerpos se enredaron, besndonos y tocndonos sin
freno. Nuestros besos se fueron haciendo cada vez ms intensos y
candentes, dejndonos rastros de calor y saliva en el rostro, en el cuello y
las manos. La mirada de Sonia se diriga de pronto hacia la oscuridad del
pasillo que llevaba al cuarto de su madre con el temor de que en algn
momento apareciera la seora; esa posibilidad la angustiaba, esa
posibilidad la excitaba tremendamente. Su cuerpo emanaba ese exquisito
aroma de sudor producido por la excitacin; su jadear cuando mis manos
aprisionaban sus nalgas generosas y firmes llenaba mis odos y
electrizaba cada uno de mis sentidos. Fuera de eso, solo el caracterstico
sonido del roce de las ropas se escuchaba en esa noche. Su boca -adems
del remanente sabor de Vodka- saba a hembra dispuesta, a xtasis y a
promesas morbosas, boca de la cual beb y saboree cuanto me dio la gana,
degustando su saliva como si del ms voluptuoso y embriagante nctar se
tratara. Mis dedos surcaron sobre la ropa primero- la lnea marcada de
sus nalgas, y posteriormente se fueron metiendo bajo la ajustada horma de

sus jeans para sentir su carne y la provocante hendidura de su trasero.



Sonia no tuvo reparos cuando mi boca lami y lengete sus senos y
sus pezones erectos; ni tampoco los tuvo cuando fui metiendo mi mano
por el frente de sus desabotonados jeans para acariciar el pelo de su pubis
con mis dedos, rascando mas y mas ampliamente hasta que mis dedos se
dejaron deslizar sobre su pequeo cltoris y sobre la humedecida abertura
de su entrepierna. Ella solo emiti un quedo jadeo, procurando
seguramente no hacer ms ruido y despertar a su madre. Jugu entonces,
impunemente con sus labios, oprimindolos y movindolos con mis
dedos; metiendo mis dedos en su vagina y arrastrando fuera, hacia su
cltoris, el generoso efluvio que su sexo ya emanaba. Un suave siseo sala
de entre los dientes de Sonia: -Sssii asssii- deca tan quedo que an en
ese apartado espacio apenas y poda yo escucharlo. El imprimir a
propsito una mayor fuerza a mis movimientos para excitarla ms y
hacerla gemir ms fuerte, y la lucha de ella por no hacer mas ruido se
converta entonces en un juego delicioso, en una confrontacin placentera
cargada de gusto por el riesgo. Sonia comenz ansiosa a bajar sus jeans
por sus piernas, jadeando y besuquendome obscenamente mientras mova
sus caderas al comps de mis dedos que la masturbaban con denuedo.
Difcilmente contena las expresiones de placer que quedaban aprisionadas
entre sus labios. El chirrido del sof comenz a hacerse mas insistente,
acompaado ocasionalmente por el crujir que hacen algunas veces las
paredes por las noches cuando el sol deja de pegarles, o los lejanos
sonidos de la calle, o los mil y un sonidos que se escuchan por las noches.
Pens que era tanta la apetencia por ser descubiertos que incluso hubiera
jurado or el rechinar de los goznes de una puerta abrindose lentamente.

Me gusta el aroma de la piel, siempre lo he expresado as. No hay nada
mejor que olfatear los diferentes humores que nuestro cuerpo produce
no todos, claro- . De esta forma, en cuanto tuve a mi disposicin las
piernas desnudas de Sonia, coronadas an por su ropa interior, mis
sentidos se dirigieron de lleno a deleitarse en ese par de soberbias
columnas que se ofrecan enteras para saciar mis apetitos. Ella suavemente
se fue recostando, hasta quedar completamente sobre el sof, de lado,
entregndose dcilmente, para que su carne fuera devorada a detalle. Mis
labios recorrieron la longitud entera de sus piernas; desde donde sus jeans

quedaban bajados hasta muy cerca de su entrepierna, en donde poda sentir


en mis mejillas el calor que de ella emanaba. Su blanca y firme carne fue
mordisqueada suavemente por mis dientes, lamida por mi lengua y
disfrutada por mi nariz, que no perda en absoluto registrar su
maravilloso aroma. Sonia estir su mano y la pase desde mi cadera hasta
el frente de mi pantaln, bajo el cual mi falo comenzaba a erectarse
rpidamente ante tan suave y clido tacto. Su mano comenz a frotar mi
pene encima del pantaln, primero de manera tmida, pero cada vez con
mayor enjundia y pasin. Mientras mas se erectaba mi verga, ella an
con los ojos cerrados- iba adquiriendo facciones cada vez mas viciosas,
cada vez mas calientes.

El antojo pudo mas que la mesura. Tras quitar rpidamente su ropa
interior, mi boca se dej deslizar hasta la hmeda entrada de su vagina,
para lo cual tuve que levantarme un poco, con la finalidad de poder ubicar
mi cara bien en medio de sus piernas. Sonia se tens inmediatamente,
quiso cerrar sus piernas en el instante en que sinti que mi boca
abandonaba sus piernas para pegarse completamente a su sexo.
Balbuceaba tmidamente, seguramente apenada por el hecho de que mis
sentidos pudieran percibir en ese instante el olor de los efluvios ms
ntimos de su cuerpo. Espera, espera- alcanz a decir apenas antes de que
sintiera mi lengua pegarse a sus labios vaginales para comenzar a
recorrerlos furiosamente. Sus manos quisieron tomarme por la espalda y
separarme de ella, pero eso ya no le era posible. Poco a poco su
resistencia fue siendo vencida, y la presin de sus manos en mi espalda
comenz a relajarse y a convertirse de nuevo en caricia. Mi lengua,
entonces, disminuy el ritmo con que la recorra; pas tambin a
convertirse en un gentil amante que acariciara con dulzura aquel santuario
hermoso que volva suavemente a abrirse entregado. Levantarme un poco
para voltear a su rostro y decirle suavemente Sonia, de verdad que me
fascina el aroma de tu sexo, me enloquece el sabor de tu vagina.- fue el
detonante para que ella abriera las piernas ya sin el menor recato y
comenzara a frotar mi falo con el denuedo mas absoluto, intentando abrir
mi pantaln con la otra mano. -Me permites beber de ti?- pregunt
falsamente dcil para dejarme caer de nuevo sobre su caliente entrepierna,
mientras sus jadeos cada vez mas ansiosos daban fe de la locura que iba
apoderndose de ella.


Sonia sac mi verga erecta del interior del pantaln y comenz a
acariciarla con sus manos, moviendo la piel entera del largo de mi falo y
dejndome sentir deliciosamente sus uas recorrindomelo. Con dos de
sus dedos, a manera de tijera, juguete con el circunciso glande de mi
pene, embarrando sus dedos con el lquido que comenzaba a escapar del
interior de mi cuerpo excitado. El movimiento de las caderas de Sonia en
mi cara dificultaba un poco el trabajo que mi boca haca en su entrepierna,
pero a la vez lo volva ms excitante. Lam con fuerza hacia su perineo,
sintiendo nuevamente como ella se tensaba, nerviosa y recatada. Chup de
su cltoris, jalndolo con mis labios, succionndolo para sentirlo en su
totalidad en mi boca. Sonia se arqueaba de placer, apretaba mi verga con
sus manos, y me haca desear la consumacin maravillosa de ese 69 cada
vez con mayor urgencia. Sus manos me masturbaban nicamente, de
manera torpe, apresuradamente, lastimando mi piel de tanto en tanto. El
punzante dolor de la piel lastimada reduca las sensaciones de placer que
yo senta, pero aumentaba mi deseo de que cambiara su manera de
estimularme. La necesidad de la humedad de su boca en mi glande era
cada vez mayor y me desesperaba, me enloqueca el querer sentirla ya. La
belleza de sus gemidos me calentaba y trastornaba cada vez ms; los
escuchaba aqu, los escuchaba mas all, los escuchaba en cada sitio de la
sala. Los gemidos suaves adquiran ms de un timbre, ms de una forma y
profundidad. Pareciera que Sonia gema de distintas formas, con acsticas
dispares, aumentando mi sed y enloquecindome de ganas. Mis manos
acariciaban sus nalgas y las apretaban con fuerza, extrayendo de la
garganta de Sonia sonidos cada vez ms intensos. Mis manos la iban
apretando cada vez con mayor amplitud, llevando mis dedos cada vez ms
cerca de su ano. Ella se estremeca ante el placer que senta y el riesgo de
sentirse hollada por primera vez en esa zona que haba mantenido lejos
hasta de sus fantasas y deseos mas ocultos.

La tensin corporal que antecede al orgasmo comenz a presentarse
en la cadera y piernas de Sonia. Sus gemidos se hicieron cada vez ms
agudos y continuos, al igual que su respiracin. Ella estaba a punto de
explotar, vinindose en mi boca, lo cual yo deseaba, lo cual quera para
beberla con prontitud viciosa. Disminu el ritmo de las lamidas a su coo,
suspend el avance morboso de mis dedos hacia su ano, mis labios dejaron

de succionar su cltoris, haciendo que el xtasis que ya era casi inminente


en ella no acabara de llegar. Sonia se revolva furiosamente recostada en
el sof, anhelando el orgasmo, necesitando explotar en mis labios. Cuando
irremisiblemente las sensaciones de placer escapaban de su alcance,
nuevamente mi lengua comenz a juguetear en ella, lamindole el cltoris
rpidamente hasta que esa tensin comenz a aparecer de nuevo en su
vientre y pude escuchar de nuevo su apresurada respiracin. Esa misma
tensin, aument la torpe manera en que ella me masturbaba,
lastimndome de nuevo sin que an hubiera felado mi sexo, tal como me
haca antojarlo. Suspend las lamidas que con tanto gusto le daba, y me
levant quedando sentado a un lado de ella. Sus ojos me reprochaban el no
continuar, el dejarla as, sin venirse, pero entendiendo que podra llegar al
placer supremo tenindome dentro de ella.

Me coloqu sobre el sof, detrs de ella, Sonia abriendo sus piernas
hacia lo alto, lo ms que poda permitir sus jeans a los tobillos. Su espalda
quedaba pegada a mi pecho, y sus nalgas pegadas a mi vientre.
Mordisquee rabiosamente su cuello y su nuca, emitiendo suaves gruidos
de placer y dando pequeas dentelladas a su sudorosa carne. Sonia se
estremeca al contacto de mis dientes con la piel de su cuello y hombros,
con mi respiracin agitada en su nuca, con mis expresiones de deleite
cerca de su odo. Mi mano gui mi falo erecto hacia su objetivo, y as
como una flecha lanzada por un diestro arquero da en el blanco, mi glande
se introdujo sin misericordia en la hmeda cavidad de su coo chorreante
de humedad. Sentir las nalgas duras de Sonia pegadas a mi vientre era un
deleite nico y exquisito. Mi verga se fue introduciendo en la vulva
cavernosa y caliente de Sonia, la cual no dejaba de jadear y de repegar la
espalda a mi pecho. No hubo prembulos para la penetracin; me deslic
completo hasta el fondo de su cuerpo, mientras mis manos la atraan, la
jalaban sintiendo las poderosas formas de una autntica hembra dispuesta
a ser apareada por un macho que exiga de ella el mayor placer. Sonia
ech hacia atrs su cabeza, recostndola en mi hombro, para poder ser
besada y mordisqueada, igual que una presa rendida se entrega al
predador para ser devorada y tomada sin piedad, a su entero antojo. Mis
manos acariciaron sus senos, cuyos pezones se erectaban y se suavizaban
una y otra vez. Luciendo una sonrisa malvola, me acerqu a su odo y
susurr: - Nena, ests segura de que tu madre no se despierta?- para

entonces ver su rostro asustado voltear para atisbar la oscuridad del


pasillo nerviosamente. A los pocos segundos, el ritmo del bombeo le
haca nuevamente cerrar los ojos, pero ya ms excitada por el intenso
sabor del riesgo que para ella representaba la posibilidad de ser
descubierta.



Mientras penetraba rtmicamente el coo de Sonia, ella se masturbaba
denodadamente, frotando as sus hermosas nalgas en mi cuerpo. Las
contracciones de su vagina eran constantes, anunciando a cada momento
que en cualquier instante podra llegar a un orgasmo avasallador.
Tomndola con mis manos fui llevndola a que quedara recostada sobre el
respaldo del sof para bombear a placer, de pi, detrs suyo. Cuando ella
recibi los furiosos embates de mi tronco hasta el ms profundo de sus
interiores, el paroxismo con el que comenz a contonear su cadera fue
imparable y enloquecedor. Sus gemidos pareca por un momento que
dejaran de contenerse y correran audiblemente por toda la casa, si bien
por toda la casa yo juraba escucharlos. Tanto ella como yo nos movamos
frenticos, disfrutando de nuestros cuerpos y del placer que ambos nos
estbamos provocando. A los pocos minutos, las contracciones de la
vagina de Sonia se hicieron irrefrenables, y ella, hundiendo su rostro en el
mullido respaldo del sof, comenz a venirse en medio de sincopados
arqueos, repitiendo mi nombre una y otra vez, y jadeando profundamente.

Sonia se dej caer en el sof, an apretando los puos por los restos
de las sensaciones orgsmicas que permanecan en los ms lejanos puntos
de su cuerpo. Mis manos masajearon sus hombros y sus brazos. Ella
volte y me sonri; consciente totalmente de que yo esperaba mas de ella.
- Como vers estoy acostumbrada a cosas muy tranquilas en el sexo - me
dijo cuando ambos nos acaricibamos mutuamente recostados, ella al
frente mo. - S lo que queras pero jams lo he hecho y no me gusta la
idea. Me da un cierto asco pensar en meterme a la boca o lamer aquello
con que orinas.- Muchas veces hemos ledo argumentos a favor o en
contra de este punto, para algunos tan importante. Nada es a fuerzas,
preciosa. Solo depende de lo que se te antoje hacer- le respond antes de
comenzar de nuevo a manosearla. Su cuerpo rpidamente respondi y sus

ojos se cerraron nuevamente para sentir mis manos pasendose


impunemente por su carne y tocarla a plenitud por cada rincn de su
cuerpo. Sonia se dio la vuelta, acurrucndose en mi pecho, alcanzando mi
falo nuevamente con sus manos y comenzando a masturbarme lentamente.
Tal como lo anhelaba en el cine, el subir y bajar de su mano en mi falo
comenzaron a hacerme sentir un placer infinito. A cada movimiento de su
mano, mi verga iba adquiriendo de nuevo su dureza y su longitud ideal
para dar y recibir placer. Ella, as acurrucada, dej sus caderas levantadas
de lado, por lo que deslic mi mano por detrs de su cuerpo para
masturbarla y para apretar sus nalgas a mi antojo.

No tard mucho en que el entrar y salir de mis dedos de su vagina
fuera arrastrando a Sonia a pegar su cara a la ma, jadeando en mi rostro,
y manipulando mi verga con mayor fuerza y ansiedad. Sonia peda ms y
ms placer, susurrando entrecortadamente los deseos de venirse
nuevamente, esta vez en mis manos. La forma en que me masturbaba era
completamente distinta a la manera torpe del inicio, y solamente suspendi
su tarea cuando el xtasis lleg nuevamente a la puerta. Si, si, as
dmelo de nuevo dmelo mi amor- deca cada vez con ms intensidad,
hasta que las sensaciones se ubicaron de golpe en un solo punto de su
cuerpo, volcndose dentro en una avalancha exquisita que la recorri
violentamente. En ese instante, mi dedo lubricado por su vagina se dej ir
hacia el tibio reducto de su ano, penetrndola apenas y acelerando
contundentemente el estallido de un orgasmo brutal en su interior. En la
fase final de sus convulsiones, y arrojada de lleno al abismo del deseo, se
lanz sin mediar palabra alguna sobre mi verga, tomndola con ambas
manos e introducindola de golpe en su boca. Sonia mamaba
enloquecidamente mi falo, an experimentando las ltimas contracciones
del orgasmo. Para m, el placer igualmente se acumul de inmediato, y a
los pocos segundos, mi cuerpo comenz a sentir el torrente exquisito de
placer. Sonia sac mi verga de su boca y aceler salvajemente los
movimientos de su mano, llevndome de lleno hacia un delicioso
estallido. El semen comenz a manar de mi verga, cayendo por el tronco
de mi falo hasta escurrir por sus dedos que an seguan pajendome
lentamente. Sonia miraba extasiada en la oscuridad como el blanco manto
de mi semen iba cubriendo su mano y salpicando sobre su cuerpo. Sonia
levant el rostro y con una gran sonrisa uni sus labios a los mos, que

an no dejaban de balbucear extasiados por la intensidad del orgasmo.


Nuestras lenguas se enfrentaron, se lamieron sin freno saborendonos y
bebindonos mutuamente. Apret su cuerpo contra mi pecho, quedando
ambos distendidos y sudorosos sobre el sof de la oscura sala, con
nuestros cuerpos satisfechos y cansados. Solo un ligero movimiento de la
cortina que estaba al lado nuestro me hizo levantar la vista; y en esa
penumbra, pude ver, o cre ver, el discreto movimiento y clickear de una
puerta al cerrarse al fondo del pasillo. Esa idea o esa certeza me hicieron
sonrer morbosamente.



Es hermoso verla pasar, aprisa, entregando algn pedido, llevando a
alguien la cuenta o simplemente revisando que todos los clientes del
restaurante estn bien atendidos. Su fro rostro contrasta con el colorido
de su vestuario, con su cabello lacio y negro recogido bajo el sombrero
vaquero que corona siempre su figura. Es excitante sentirla pasar a un
lado mo y percibir el aroma de su fragancia de Enzo, que todo lo llena y
que es imposible ignorar. Es muy divertido verla pasar a un lado, echando
un ojo a las mesas, pero ignorando la ma, ms bien, sabiendo que el
presuroso y laborioso movimiento de su cuerpo, tan cerca y a la vez tan
lejos del mo me vuelve a provocar.

Relato XII
La historia comienza cuando yo apenas tena diecisis aos, era una
chica muy bonita, de piel blanca, ojos azules, cabello oscuro y
ligeramente ondulado.

El verano haba llegado, y mis amigos haban planeado unas
vacaciones para librarnos del agitado mundo escolar. Yo obviamente ped
permiso para asistir a ese viaje donde seguramente algo muy bueno iba a
suceder.

Cuando llegamos al destino, haba un bonito hotel en el cual nos
bamos a quedar. Tena alberca, un saln de juegos, y cancha de basketball.

Haba un chico que me llamaba mucho la atencin, y el cual iba
acompandonos en el viaje, era el primo de uno de los de mi saln, haba
otros chicos, pero ninguno como el. Alto, buen cuerpo, cabello corto,
ojos claros, muy guapo.

Los das pasaron y yo buscaba la forma de conocerlo, saba que se
llamaba Miguel, as que me le present.

-Hola, me llamo Laura y tu?

-Soy Miguel, mucho gusto.

-El gusto es mo, oye, me acompaas por un refresco?

-Claro, la verdad es que hace mucho calor, tengo sodas en mi
habitacin, Gustas ir?

-Emmm, no, creo que mejor vamos a la tienda.

-De acuerdo, como digas Laura, Bonito nombre ehh.

Ese fue un grave error, deb haberle dicho que furamos a su cuarto, y
de inmediato entregarme a el, pero deba esperar, para que todo resultara

ms placentero.

Ya de camino a la tienda

-Y dime Miguel, cuntos aos tienes?

-Tengo 24 y tu?

-16

-Pues no parece, las dems chavas se ven muy nias a comparacin
tuya.

-Qu lindo eres.

-Es solo lo que pienso, de verdad que si fueras un poco ms grande te
pedira ser mi novia.

-Lo dices en serio?

-Si, claro.

Una vez que llegamos a la tienda, el pidi una bebida con Alcohol, me
pregunt si gustaba una, y recordando el comentario de que yo pareca
ms grande que mis amigas acept la bebida.

Ya de regreso platicamos de trivialidades hasta que llego el momento
de entrar a la alberca, el agua estaba fra, y yo tena un bikini en 2 piezas
muy chiquito, me divert mucho en el agua pero no dejaba de observar a
Miguel quien no perda detalle de mis movimientos acuticos.

Llego la noche, y yo estaba en mi cuarto con una amiga, cuando de
repente escucho que tocan a la puerta, era Miguel.

-Qu haces aqu, son mas de las 10:00

-Solo quera platicar un momento, Puedo pasar?


-No creo, pues no estoy sola.

-No se preocupen, si quieren yo me salgo

Y sin decir ms, mi amiga se fue del cuarto, a dnde?, no me
importaba. Solo quera que nos dejara solos.

El pas y se recost en la cama.

-Me dijiste que solo quera platicar no?

-Bueno, la verdad vengo porque tengo algo que decirte.

-Bueno, pues dime qu es

-Espero que no te vayas a enojar

-Si no me dices ya qu es, tal vez me enoje

-Mejor lo hago y punto.

Inmediatamente despus me mir a los ojos, y con ternura me plant
un beso, yo no saba qu hacer, pues mi corazn empez a latir, por dios,
estbamos solos y seguramente mi amiga se fue a quedar a otro cuarto, as
que lo nico que pude hacer fue corresponderle al beso.

-Laura, te deseo

-y yo a ti Miguel, pero soy virgen

-No haremos nada que no quieras ehh.

Me cogi de la cintura y me hizo recostarme, segua besndome y
mordindome los labios de una forma muy caliente, me tocaba las nalgas
y acariciaba mis senos por encima de la ropa, yo solo senta cmo su pene
creca y creca, se quit los pantalones y mi nerviosismo aumento, me

desaboton la blusa y sigui en su tarea comindose mis pechos.



Yo me senta muy caliente y empec a notar cmo se humedeca mi
conejito, sus hbiles manos me despojaron de mi pantaln estaba solo en
ropa interior, l se quito la playera para estar en igualdad de condiciones,
era un hombre montado sobre una nenita muy caliente, a punto de
entregarle la virginidad.

Con audacia me quito la poca ropa que me quedaba, y mi conejito
qued a merced de su boca y lengua, lo haca tan bien que tuve un
orgasmo muy jugoso, y cuando me bes la boca pude por primera vez
probar mi corrida, debo confesar que me exit.

Yo quera complacerlo as que le ped que me penetrara, que por favor
lo hiciera, ya que quera saber lo que era un hombre.

As lo hizo, y sin esperar ms, puso su pene en la entrada de mi vagina,
mis juguitos lubricaban su cabeza que poco a poco se abra paso en mi
intimidad, era un sensacin muy deliciosa, ms an que tocarse o ponerse
un vibrador, debo confesar que nunca me met nada, solamente me
acariciaba con objetos y con mis deditos.

Ya haba metido la cabeza cuando empez a hacer un movimiento muy
delicioso, como tratando de dilatar mi hmedo agujero con su
herramienta, cosa que no cost mucho trabajo ya que cada vez ms se
abra paso dentro de mi.

Yo notaba cmo aumentaba su respiracin, y la temperatura era cada
vez mayor. El encima de mi, penetrando a una nia, con un pene delicioso,
un pene que resbalaba de lo mojado de mi interior, el debera estar
sintindose en la gloria, y yo no estaba tan atrs, pues entre ms entraba
ms quera, cuando por fin lleg a mi barrera, el presion un poco ms,
pero no fue mucho el dolor, porque pronto todo volvi a ser placer, ahora
ya prcticamente todo su pene estaba dentro de mi, y mis paredes
vaginales le acariciaban como mis manos tambin lo hacan.

No deseaba que ese momento terminara, y el tampoco, as que yo le

ped cambiar de posicin.



Me saqu por unos instantes su pene, solo para subirme encima y
cabalgarle con todas las fuerzas que me quedaban.

Ya encima de el me result ms fcil controlar la penetracin, con mis
manos tom su pene y lo coloqu en mi entrada, de un sent me lo
introduje todo, u nuevamente me empec a mojar toda, resbalaba tan
delicioso que casi se escuchaba el Plock de friccin que le estaba
propinando a su herramienta.

Ya no poda ms, me quera venir y el tambin, me lo hizo notar
cuando me tomo de las caderas y me haca dar sentones ms fuertes. Era
una bestia cogindome, y yo una nenita caliente disfrutndole.

-Dmelo todo miguel, cgeme, me matas de placer, quiero que me
hagas un hijo, y que me llenes la vagina de leche

-Ohh pero que caliente eres, te voy a llenar toda tu matriz perrita.

El orgasmo lleg, y sus chorros de semen invadieron mi vagina, era
una sensacin deliciosa, mis contracciones vaginales hicieron que el
gritara mucho, no me importaba si alguien me escuchaba y yo tambin
grit. El segua movindose en mi interior, y pronto su pene perdi
ereccin volvindose flcido..

-Te voy a seguir cogiendo estos das que nos quedan

-Si, es lo que ms deseo, y tambin quiero que me cojas por aqu atrs
(sealndole mi anito)

Relato XIII
Era la primera vez que sala de viaje solo, en mi familia el dinero no
abunda y el salir de viaje solo era un bello sueo, pero se me present la
oportunidad y lo hice, no cre que podra obtener algo ms que viajar.

Estaba estudiando el bachillerato y como materia adicional obligatoria
se me ocurri tomar el taller de Danza, eran piezas compuestas de baile
tradicional de mi tierra, nada fuera del otro mundo y en muchas ocasiones
muy aburrido, lo nico rescatable ah eran los movimientos en ocasiones
atrevidos que solamos hacer los muchachos al tratar de frotarnos de ms
con las chicas del taller. En el Taller no lo hacamos del todo mal, puesto
que logramos ganar algunos concursos de baile tradicional, y como
premio obtuvimos el pase a un concurso mucho ms grande a nivel
nacional y fuera del estado, el viaje aquel nos tomara aproximadamente
10 hrs.

Pese a todos los preparativos que supuestamente hicieron las
autoridades del plantel, el autobs en el cul viajaramos nunca lleg,
naci un problema y fuerte, ya que nosotros participaramos en la apertura
del evento que sera al siguiente da, as que sin ms ni ms, el director del
colegio nos propuso algo: el posea una camioneta de carga pesada, con
redilas en la parte trasera, cubierta perfectamente, y por la parte de arriba
una lona gruesa, la proposicin era simple, el nos llevara al concurso.

No tomaron en cuenta los reclamos de los alumnos y el director y
algunos maestros apretujados se colocaron en la cabina de la camioneta,
todos los alumnos iramos en la parte trasera con un montn de cobijas
para protegernos del fro y del viento y nada ms, uno de los profesores
llevaba una de sus hijas, Susana.

Ella era delgada y alta para su edad, con slo 12 aos tenia casi mi
estatura, pero su cara era la de una chiquilla hermosa, ojos grandes y de
color marrn, su cabello era lacio y largsimo, llegaba hasta sus caderas y
lo mantena peinado con dos trenzas que le daban un aire encantador. Su
cuerpo apenas estaba en desarrollo, las formas de sus pechos apenas
comenzaban a florecer, pero prometan ser generosos cantaros de miel a

un futuro prximo, sus caderas pese a ser ella delgada eran abultadas y
carnosas, el complemento lo formaban dos exquisitas nalgas que se
apreciaban duras y respingonas, piernas delineadas y suaves, en fin un
contorno nada despreciable, Su cuerpo esa tarde iba cubierto slo por un
pequeo vestido color gris de una tela holgada y suave que se pegaba a su
cuerpecillo, dicho vestido solo alcanzaba a cubrir parte de sus lindas
piernas pues llegaba casi una mano arriba de las rodillas, ella simptica
como pocas nenas hacia migas con todo aquel que se acercaba a ella.

El inicio del viaje fue fantstico, inmediatamente apartamos lugares y
colocamos cobijas en lo que sera nuestra "cama" individual, muchos
quedamos demasiado juntos unos de otros pero no haba problema, todos
nos conocamos ya, las primeras horas fue pegarnos una divertida
tremenda, todos haciendo relajo, gritando, rindonos y haciendo lo
posible por tener a alguna chica entre nuestros brazos. Yo me enfoqu en
Luca, compaera del curso y con la cul haba tenido algunos escarceos,
no habamos pasado de frotarnos y tocarnos por encima de la ropa, pero
en sta ocasin ella se mostraba ms que reacia a tener algo por el
momento, as que para mi, no pintaba mucho en este viaje, me puse algo
sentido y decid echarme a dormir bajo algunas cobijas que haba
separado para mi, algunos otros hicieron lo mismo y en poco ms de una
hora ya todos aparentaban estar durmiendo.

No se escuchaba ms que el sonido del viento fuera de la camioneta, y
el motor de la misma, yo no poda dormir del coraje que tenia porque
Luca no me haba hecho caso, intentaba dormir pero no poda, pero eso
s, permaneca totalmente quieto y mi respiracin era profunda.

Cuando nos acomodamos al inicio del viaje, como estaba enfocado en
hacer caer a Luca, no me percat que al lado mo se haba acomodado
Susana, fue hasta que alguna luz logr penetrar dentro de la camioneta y
pude ver su rostro sereno an con sus ojos abiertos, recostada un poco de
lado cubierta por una cobija gruesa y tapada casi hasta el cuello, gir un
poco su cabeza y dirigi su mirada a la ma, una suave sonrisa devolvi
mi rostro a su mirada y ella correspondi con otra, me puse yo tambin
recostado de lado hacia ella y cuando intent abrir la boca para hablarle
ella se gir y qued dndome la espalda, nia tonta, un poco ms de coraje

se sum al que ya tena algunas palabras se quedaron rondando mi mente


para contra esa nia y cuando ms coraje senta, comenz ella a acercarse
a mi, juntando poco a poco su cuerpo al mo para intentar pasar
desapercibida, yo me qued totalmente paralizado, no entenda porqu lo
haca ella, pero todo lo poco o mucho que yo lo hubiera dudado,
desapareci en cuanto su delgada mano traspas su cobija para internarse
en la ma, as como estaba, de espaldas a mi, intentaba con su mano por
debajo de las cobijas palpar lo que haba dentro de mis pantalones, quise
ayudarle al querer abrir mi pantaln y que tuviera un fcil acceso, pero
cuando quise hacerlo, me quit las manos de ah y sigui ella sola, parece
que disfrutaba al encontrarse el obstculo y quitarlo ella misma.

Su piel estaba caliente y se senta delicioso al rozar la ma, comenz a
acariciar mi vientre y fue descendiendo hasta llegar al cinturn que
sujetaba mis pantalones, despacio fue abrindolo y despacio tambin abri
mi pantaln, sus dedos fueron reptando por entre mi bello pbico y se
entretena enredndose entre ellos jalando a veces suave y otras fuerte mi
bello, hasta que descendi y se encontraron sus dedos contra la base de mi
pene, erecto ya y chorreando liquido preseminal, hasta aqu, permaneca
yo ms que quieto, no quera despertar a nadie y mucho menos que me
sorprendieran en tan inoportuno momento con la hija de uno de los
profesores, pero reaccion y suavemente tambin, me acerqu a ella, y
tratando de cubrirla con mi cobija, comenc a hacer una exploracin de su
joven cuerpo, mis manos se entretuvieron jugando un poco con su cuello
hasta que mi boca se acerc lo suficiente y comenz a besar desde el sus
orejas hasta la base de sus hombros, ella solo se acurrucaba ms y
apretaba mi pene entre su mano, la junt un poco ms a mi, y mi pene se
clav entre sus nalgas, poda sentir el calor de su entrepierna cubierta solo
por su delgado vestido y sus bragas, mi mano subi nuevamente a sus
pechos y pude sentirlos firmes, turgentes y esperando atencin, deslic su
corpio y los tirantes de su vestido a un lado y pude por fin acariciarlos
desnudos, sus pequeos pezones parecan querer explorar por la sangre
acumulada dentro de ellos, mis dedos suavemente los fueron acariciando y
explorando me gustaba mucho la sensacin de tener a una nia entre mis
brazos y que fuera tan caliente como lo haba demostrado.

La gir poco a poco hasta que qued completamente boca arriba, mi

boca abandon su cuello para ir bajando hasta que mi cabeza se pos


sobre sus pechos y con un suave movimiento mi lengua hizo contacto con
sus pezones, ella emiti un pequeo gemido y un espasmo involuntario la
hizo arquear su pecho hacia arriba, intentando tener ms contacto con lo
que le haba provocado placer, con su cabeza hacia un lado cogi una
punta de las cobijas y la mordi, evitando as el emitir gemidos que nos
delataran. Mis manos y mi lengua no se estuvieron quietas un solo
segundo, mi boca devoraba uno y otro de sus pechos los intercalaba y los
succionaba, quera sentirlos completos en mi boca mientras mi mano
descendi por su torax y lleg hasta su ingle, mis manos buscaron ms
abajo el fin de su vestido y lo encontraron, subindole el vestido hasta ms
arriba de su cintura y bajando sus bragas hasta sus rodillas, la tenia a ella
casi desnuda y solo para mi, sus manitas mientras tanto me acariciaban el
pecho una, y el pene la otra, suba y bajaba su manita intentando darme
placer, y les juro que lo lograba.

Mi pene estaba duro como pocas veces lo haba sentido, y mi corazn
se quera salir de mi pecho escuchaba solamente en mi cabeza lo fuerte de
mis latidos y no poda contenerme, segua besando y chupando sus
pechos, acariciando su caliente raja de la cual ya chorreaban lquidos que
empapaban mis dedos y sus nalgas, con el dedo corazn le acaricie en
medio de sus labios vaginales y deslic mi dedo hacia abajo, ella levantaba
un poco sus caderas intentando tener ms contacto con mi mano y mi
dedo, e inici una masturbacin en regla, sus gemidos eran apagados por
la cobija entre sus dientes mientras su pecho suba y bajaba al ritmo de su
respiracin agitada y mis labios se prendan de sus senos, mamando como
nunca en mi vida unos dulces pechos, varios minutos de trabajo sobre su
cuerpo rindieron fruto porque ella comenz a respirar ms fuerte y a
resoplar por entre la cobija que cubra su boca, y un "Hummmmm" escap
de su boca y sus manos se prendieron ms una a mi hombro y la otra a mi
pene cuando se corri entre mis dedos. Las convulsiones de su pequeo
cuerpo nos podran delatar, as que cruc una de mis piernas sobre ella y
qued casi sobre ella, la mano que sostena mi glande no aflojaba la
presin y bajo ella se form un charco de sus humedades, cuando se
relaj, su mano solt mi pene y su carita se desmadej hacia un lado,
relajada completamente y satisfecha, pero yo no.

Yo estaba ms caliente de lo que haba estado en toda mi vida, as que


tomando mi pene con una mano, me encaram ms sobre ella quedando
ahora s totalmente sobre ella con las cobijas protegindonos un poco,
comenc a frotar la cabeza de mi pene sobre sus labios vaginales,
empapndolo completamente de sus jugos empec a hacer presin sobre
su entrada y para mi sorpresa no me cost mucho trabajo entrar
completamente en ella, no era virgen, pero no importaba, estaba dentro de
ella y apretaba como si nunca se hubiera internado en ella una garrancha,
disfrut del placer de sentirla apretada y suavemente comenc a bombear
poco a poco, sala un poco y volva a entrar, despacio, suave, estaba en
verdad disfrutando de esta nia, ella reaccion un poco y sus manos me
abrazaron por la espalda, yo bombeaba y ella me besaba el cuello y los
labios, bombee y bombee, ms y ms, senta sus jugos escurrir por mi
garrancha e inundarme los huevos, y estos los senta chocar contra sus
nalgas suaves, entraba y sala, entraba y sala, y sala ms y entraba ms y
empujaba con ms fuerza y ella se pegaba ms a mi, sus gemidos se
perdan entre mis labios y los mos en los de ella, juro que no resistira
mucho ms, llevaba al menos quince minutos en esta deliciosa tarea y
quera que durara ms, pero la excitacin estaba a tope, dos o tres
movimientos ms y me vendra, quise resistir y salirme de ella, pero
acerc su boca a mi odo y susurr "llname, llname toda por favor, no
te salgas" no pude aguantar y me vine copiosamente dentro de su chochito,
tres, cuatro o cinco chorros fueron los que salieron de mi y se internaron
en su cuerpo me bes con el mximo de pasin que una nia puede tener y
me dej caer a su lado.

Mientras acariciaba sus pechos y sus nalgas recuper mi respiracin y
la ereccin de mi pene volvi tambin, me acomod nuevamente tras de
ella y mi pene encontr el camino entre sus nalgas, ella pas su mano por
atrs y lo acomod otra vez en la entrada de su coo, e inici un suave
vaivn en el que se enterraba parte de mi pene y volva a retirarse, no me
pude resistir y mi boca se peg a su espalda, chupaba y besaba, mis manos
se movieron solas hacia sus pechos y mientras ella se mova, yo le
acariciaba los senos, los pezones, la pancita, su cuello, todo lo que
alcanzaba a acariciar le acariciaba, mi verga se enterraba dentro de ella y
ella se repegaba an ms para sentirla completamente dentro, y en un
momento, ella se qued completamente quieta, apretando sus piernas y

estrangulndome el pene dentro de ella, y sent sus lquidos correr


nuevamente entre nosotros me mov otro poco y otro orgasmo me
invadi y eyacul otra vez en ella, en menos cantidad, pero con mayor
intensidad, la vida se me iba y sta nia era la responsable, y as sin
salirme de ella se qued dormida, su rostro estaba completamente relajado
y una leve sonrisa apareci en ella, la abrac y qued recostado junto a
ella.

Relato XIV
Fui a una fiesta con mi novio la cual estaba a fueras de la ciudad, me
arregle lo mejor que pude, me puse una faldita blanca cortita de esas a
media altura, as que mis piernas podan lucir a todo lo que daban, me
haba comprado una tanguita blanca para esa ocasin y una blusa rosa de
escote, la cual no dejaba nada a la imaginacin, en pocas palabras iba echa
un tiro.

Al ir a la fiesta mi novio en el camino no dejaba de verme, con
trabajos poda manejar y ver al mismo tiempo, eso la verdad me calent
mucho pues me sent deseada y bueno me suba segn sin querer la falda
para darle mas gusto ja ja ja. Bueno antes de llegar ya me haba dado mi
buena manoseada, con decirles que ya no quera entrar a la fiesta y quera
llevarme a otro lugar. Pero no se poda, tenia que estar ah.lo cual la
verdad me hizo enojar pues yo ya estaba cachonda, pero bueno entramos
saludamos a cuanto amigo de l nos encontramos, y no falto las miradas
sobre mi, unas discretas, otras no, las cuales eran las mejores pues yo les
sonrea mas ajaja.

Todo iba pasando sin mayores cosas, y la verdad como que me senta
desilusionada pues senta las miradas, uno que otro roce sent entre las
gente pero hasta ah.

Llegue al grado de decirle a mi novio que nos furamos, pensando que
ya estando en su carro podramos hacer algo, as que despus de un rato lo
convenc y nos fuimos con el pretexto de que tena que estar en mi casa
temprano, lo cual no era cierto por supuesto.

Cuando salimos de la fiesta y dirigirnos a su carro nos encontramos
con la sorpresa de que estaban ponchadas las llantas de su carro, as que l
me dijo que nos furamos en un taxi, pregunto con sus amigos y
consigui un taxi de sitio as que nos fuimos a mi casa, ah en el taxi entre
miraditas y cosas lo fui calentando, al grado de darme tremendos besos y
caricias como poda, pues no quera que el chofer se diera cuenta.

El chofer s se dio cuenta de todo pues de reojo lo pude ver, por el

retrovisor poda ver sus ojos de lujuria y en ocasiones volteaba


discretamente para ver como mi novio me meta la mano por debajo de la
falda, de lo cual mi novio no se percat.

De pronto son el celular de mi novio y como pudimos nos separamos
mientras yo me arreglaba l contestaba, yo miraba coquetamente al chofer
que tenia una cara de querer participar en el festn.

Mi novio dio un gran grito -mi carro que !!!! y en voz alta contest voy para all en seguida- Colg y me dijo, tengo que regresar a la fiesta,
un borracho choc mi carro, pero ya bamos como a la mitad del camino,
le conteste diciendo que lo acompaaba pero l me contest que no pues
tena que estar temprano en casa, cosa que era una real mentira.

Me dijo que siguiera rumbo a mi casa y que despus me llamaba, se
bajo y abord busco otro taxi. En eso el chofer dijo que poda llamar por
radio a otro taxi, le dijimos que s y esperamos un ratito fuera del taxi,
mientras yo intentaba seguir en lo que nos habamos quedamos antes de la
llamada, y mi novio me empez a meter mano sin ms ni ms, creo que l
tambin estaba muy caliente, tanto o ms que yo.

No se si el chofer nos vio pero creo que ni a mi ni a mi novio nos
importo. En eso llego el otro taxi y se fue mi novio y yo me sub al taxi,
cuando arranco no quit la mirada de m cuerpo, y casi inmediatamente
me dijo -as que tu noviecito te dejo bien caliente mami- yo me quede
sin habla al escuchar esa palabras de l, me sorprendieron demasiado,
sigui diciendo -no te hagas la inocente si bien te gusto que te viera como
te estaba manoseando, adems se que ests bien caliente y quieres accinindudablemente el tipo tena razn, estaba apunto de estallar por dentro.

Giro bruscamente y se meti ms adelante en un estacionamiento de un
parque y saba que me iba a pasar ah pero prefer callar, y no dije nada
mientras l segua conduciendo hasta donde a lo lejos v que haba una
camioneta, lo cual me saco de onda. Se para a lado de una camioneta y
observe que estaban ah 3 tipos, los reconoc, eran los amigos de mi
novio, abrieron la puerta y se asomaron a verme, el chofer les dijo: -aqu
esta su putita esta que se funde- y rpidamente uno me tomo de la mano y

me sac.



Ya estaba abajo del taxi, con esos tipos ah y dicindome como haban
planeado todo para tenerme en ese lugar y esa hora, a solas, para hacer
conmigo lo que quisieran, queran cogerme y saban que yo no
pondra resistencia por que era toda una putita para ellos, por estar
coqueteando con ellos en frente de mi novio, y as que iba a tener mi
merecido, segn ellos.

Me llevaron a donde haba pasto y me tiraron ah, se empezaron a
bajar los pantalones y mientras me decan -andale haz tu trabajo mami- y
ya la tenan a fuera todos hasta el taxista, a quien le dijeron que ese iba a
ser su pago.

Cuando pusieron la primer verga en mi boca me sent la mas sucia y a
la vez excitada, al ver todos eso tipos ah sin conocerlos y estaban a punto
de darme la cogida de mi vida y sin decir mas empec a chupar todas esas
vergas como una loca, con mis manos, mi boca y de amonton las tenia en
mi cara, me senta tan cachonda el sentir esos cuatro pedazos de carne en
mi cara y llegue al mximo cuando empec a sentir como se venan en mi
cara todos, pidindoles ms, les deca -mas denme mas leche- y ellos
dicindome -eres toda una golfa quien te viera pidiendo verga- no
tardaron en decirme que me quitara la faldita y la blusa, me dijeron queremos ver lo que nos vamos a comer-, cuando me vieron mi mini
tanga blanca y el brassiere que resaltaba mis senos empezaron a decir que
estaba muy buena, que era toda una golfa.

Me obligaron a ponerme en cuclillas mientras me deca -ponte como
lo que eres, una perra- y as lo hice, uno se inclin y se puso a chuparme
toda mi conchita, ah es cuando perd toda cordura y empec a pedir que
me penetraran, que me dieran verga, gritndolo mientras todos se rean y
satisfechos del logro que haban hecho y me empezaron a embestir uno
por uno mientras tenia una verga en mi culo tena a otro dndome sexo
oral y as me tenan, dndome verga con todo, me senta morir cada vez
que me embestan, pero despus era placer y peda ms y ms.


Yo gritaba de placer al sentir como se iban abriendo dentro de mi esos
pedazos de carne y saba que al final iba terminar sper dolida . pero
satisfecha .. as paso un par de horas hasta que los tipos estos
terminaron dentro de mis entraas y por todo el cuerpo senta semen, por
todos lados, ya estbamos agotados todos.

Ya estaba amaneciendo, recog mi ropa y me vest, el chofer me dijo vamos sbete al carro, te voy a llevar a tu casa- y me llevo a mi casa.

Durante el camino no dijimos mucho, yo iba algo ida por el sueo y
por lo que paso, llegamos no sin antes por inercia le bese, mientras l me
dio otra manoseada cachonda y me dijo -dame tu tanguita, ser mi
propina- sin mucho esfuerzo me la quit porque no puse resistencia, nada
ms me separ las piernas y me la bajo, pero no me dejo bajar sin antes
darme una dedeada en la conchita durante un buen rato, lo hizo hasta
hacerme sentir un orgasmo. Me oblig a que le diera una ltima mamada
y se vin en mi boca.

Baje como pude, entre a mi casa y sin que me vieran me met a mi
cuarto toda dolida y cogiday me fui a dormir y eso fue lo que me
paso ese da. nunca lo olvidare

Relato XV
Esos das de normalidad solo haban tensado ms las cuerdas del
placer. Se conocan cada gesto, cada mirada A veces, cuando el lugar se
prestaba, se tomaban las manos y entrelazaban los dedos, primero
suavemente y luego con lujuria. Mucha gente se tomaba de las manos,
pero cuando esas manos son el apndice de dos cuerpos que se desean
pueden sentirse muchas cosas.

Ese da era distinto, la hora de salida llegaba y Adriana deba quedarse
en la oficina por pedido de su jefe. Andr lo saba y no pensaba alejarse de
esa mujer que le mova el alma y el cuerpo.

Cuando todos se retiraron Andr espero en su oficina. Nada.

Desesperado de que todo fuera una elucubracin de su cerebro se
levant y fue hasta el escritorio de Adriana soledad. Slo su chaqueta
sobre el respaldo de la silla le informaba que ella estaba en algn lugar,
pero no en el que l tena para ella entre sus brazos.

La busc en varios lugares sin dar con ella, hasta que un sonido lejano
le ilumin el rostro: la fotocopiadora.

Camin lentamente hasta el pequeo cuarto que albergaba dicha
mquina, no porque no le urgiera llegar, sino porque tema que todo fuera
mentira. La encontr trabajando, nada fuera de lugar. Ella no lo esperaba,
y ni siquiera volvi la vista al escucharlo entrar. Un poco desilusionado
comenz a retirarse del lugar cuando ella, sin volver la mirada le dijo: te
debo algo Andr.

El se acerc a su cuerpo, la tom de sus caderas y le susurr al odo
que nada le deba, que todo lo haca por complacerla. Su cara se ech de
lado y hacia atrs y sus bocas se encontraron en un beso lleno de pasin.
Las manos de l rodearon todo su cuerpo y la estrujaron con locura,
tocando sus pechos sobre la blusa, sus caderas, su abdomen

Ella se volvi y comenz a besar su cuello, le quit la corbata y como

en u juego rodeo las manos de l unidas en su espalda: no lo at, pero el


comprendi el juego y la dej hacer.

Abri los botones de su camisa y cada espacio de su velludo pecho se
fue llenando de besos y lamidas. Cuando se agotaron los botones de la
camisa, desabroch el cinturn y le baj lentamente el cinturn. Sus
anchas y velludas piernas recibieron el mismo tratamiento de rey.

Ella pas la lengua por los bordes del bxer que l usaba. Le daba
suaves mordiscos en la protuberancia que amenazaba romper la tela, y a
veces se iba a su espalda y morda sus nalgas.

En uno de esos viajes posteriores, y mientras le besaba esa parte de la
baja espalda tan sensible a las caricias, comenz a bajarle el ltimo
resguardo de tela de sus intimidades. Los besos de ella se extendieron por
todas las nalgas de l, mientras sus femeninas manos le daban vuelta a
todo su cuerpo y tomaban aquel miembro que temblaba de placer.

Con sus uas comenz a recorrer la espalda de Andr, una espalda que
se le haca ancha contra sus deliciosas manos, y que comenzaba a perlarse
del suave sudor de la excitacin.

Ella se arrodill frente a l y enterr su nariz entre los vellos pbicos
de l. Su aroma de hombre la embriagaba, y con sus manos apretaba con
furia su rostro contra su cuerpo. Su lengua comenz a probar cada
centmetro de Andr, y su boca se apoder de ese miembro palpitante que
rozaba sus mejillas. Andr segua con sus manos a la espalda, ya la
corbata haba cado al suelo, pero le gustaba sentirse entregado a aquella
deliciosa hembra.

Senta que era engullido por una diosa cada vez que su pena, hinchado
y henchido de placer, ingresaba a lo profundo de la garganta de Adriana.
Senta las uas de ella en sus nalgas y sus muslos, y deseaba que las
enterrara con furia en su cuerpo para que quedara una marca de ese
instante de placer.

Cuando ella tom su pene, hmedo con su saliva, y lo puso entre sus

grandes y suaves pechos, l saba que su perdicin estaba cerca. Ella


sostena sus pechos unidos, anidando su falo con fuerza. El comenz a
mover sus caderas entre ellos, ayudado por la humedad que aquella
deliciosa boca haba dejado en l, y comenz a sentir el galopar salvaje de
los caballos del Apocalipsis.

Cuando Adriana comenz a cazar con sus labios el glande de Andr,
cada vez que este empujaba con sus caderas, ya no pudo ms. Desde la
base de su pene comenz a subir con furia el icor de dioses ancestrales, su
semen rebals su glande y estall contra la boca de ella. Gotas de este
cayeron sobre sus pechos, sus mejillas y su boca, estas ltimas slo para
ser engullidas por la sedienta boca que las provoc.

Sus piernas flaquearon y tuvo que usar sus manos, liberadas de la
mstica atadura, para sostenerse del muble de la fotocopiadora. Cuando
Adriana termin de limpiar su pene, cay de rodillas frente a ella, meti
su cara entre su cuello y descans dejando que su aroma de mujer le
llenara la cabeza de ilusiones.

Relato XVI
La maldita rutina. Me miro al espejo y me veo nublado, tergiversado
por las nauseas del sueo que pretenden llevarme naufrago a las sabanas.
Estaba yo y el reflejo de ser humano, de veintitantos aos, incipiente
calvicie, barba de das, moreno, chascon y flojo. La pancita de la
acumulacin de los carretes me delataba poco atractivo. Me rasque el culo
antes de meterme a la ducha. Que flojera tena. Que hubiera dado para que
en la cama me esperase una pierna suave, que me diera un poco de amor
corporal, que me hiciese suspirar sudores de alivio.

La fra meada de la ducha me despert sin remedio. Mire hacia abajo y
la vi tan triste, tan solitaria y tuerta, tan negra y arrugada que pens en las
posibilidades de hacerla florecer en una rosa, en un huerto de flores
hmedas y calidaspero no tena ni un duro. Me haba gastado los
ltimos cntimos en una visita al Pub de turno, y no termine en ninguna
cama acompaada. Esa es la suerte del looser. Es la maldicin de esta
guata que me pesa como viejo acertijo.

Mis fantasas de pendejo azuzaban mis das y mis noches. Nada pudo
sacarme de mi depresin crnica, de esa melancola misgina y sin
sentido. Pero haba aprendido a rer ms a menudo. A burlarme de mis
propias desgracias. Para cuando exista un da luminoso, la gloria se
desparramaba en forma de cervezas que me llenaban la barriga y la
inconciencia festejando el merecer lo que la vida me diera en sus migajas.

Una de esos desperdicios se dejo caer una tarde de invierno en que
visite la casa de un amigo. El me invito a su casa que quedaba en el
permetro de la ciudad a revisar sus juegos de video en su computador.
Grande fue para m la sorpresa de que entre sus pertenencias se hallase un
juego de ligue sexual. Yo estaba fascinado. Haba que hacerse cada vez
mas perverso, engrupirse minas, follarlas y cometer mas pecados para
subir tu dominio y poder en el juego. Impresionante. Todo lo que no poda
hacer de verdad. Y era en 3 D. Guau. Empec a jugarlo mientras mi socio
me indicaba como haba que desempearse en l. Yo estaba muy
entusiasmado, hasta que a las siete de la tarde, se abri la puerta de su casa
y literalmente, dentro la gloria. Era la novia de mi amigo, vivan juntos,

hacan lo que queran, sus padres pagaban. Que envidia.



Cuando lleg ella yo me quede pegado en su cintura, luego en sus
pechos, mas tarde en su pelo. Era Gloria, un mujercita muy bien hecha en
cuanto formas.

- hola, que hacen dijo ella

- nada, este jugamos a ligar.
- pero como, si usted me tiene a m- le dijo a mi amigo Fido y tu no
te flirteas con nadie en la u?- me inquiri a mi con una sonrisa.

- en realidad no, me interesa el sexo sin compromisos- respond.

Y ambos rompieron en risas. Yo tambin me re aunque no le encontr
nada de gracioso. Es que era cierto. Y mi realidad solo me permita ligar
en una farsa.

Dejamos el computador y nos fuimos a la cocina para seguir
conversando y preparar la cena. A esa hora empez a susurrar mi
estomago un fiesta de trombones y rock and roll. Me ofrec para comprar
los ingredientes de la comida y part solo al almacn del barrio.

Al volver ellos tenan casi todo listo y compartimos la once hablando
de como nos estaba yendo en la u, que pensbamos hacer en las
vacaciones y como veamos el futuro. Fue asi que me encontr la hora
para marcharme de ah, y debido a las insistencias de mi amigo Fido,
decid quedarme. Gloria parti a su cuarto un poco cansada a dormir,
bueno, al menos eso crea yo.

Mi amigo me paso su pieza, donde estaba el computer y me dijo donde
estaban las carpetas de los juegos y videos caseros que juntos hacan con
Gloria, para que los mirase. Y me dejo el lugar para m para que jugase el
software de ligue o mire sus pelis caseras. El se iba a acostar, con su novia
por supuesto, en la pieza contigua a la ma. Yo mas agradecido no poda
estar. Jugara toda la noche en su computer y me marchara al llegar la

maana.

El juego que llamaba mi atencin empez a desmotivarme. Como no
poda avanzarlo y no llegaban las escenas fuertes decid abandonarlo.
Empec a buscar otros juegos en el pc, la hora pasaba, hasta que d con
algo fabuloso. Las carpetas de archivos personales de los novios. Jams
habra imaginado esa carita de ngel haciendo lo que haca en los videos.
Ni en mis mejores bsquedas de pornografa en la red haba encontrado
material amateur tan bueno. En ellos aparecan mis amigos dandose duro
y parejo en lugares, sitios y poses, casi increbles. Yo saba de algunos
permitidos por la flexibilidad corporal o moral, pero excitadsimo
empec a verlos y como es normal, a calentarme. Ella en los videos daba
unos gritos tan candentes que poseerla se converta en un sueo casi
tangible.

Tarde me di cuenta del volumen, pero lo baje inmediatamente. Ruidos
se oan al lado, pero ninguna queja. Deba hacerlo todo con cuidado, si
quera ver todos los videos, y tena toda la noche para intentar llevrmelos
en una copia y soar con los gemidos de ella.



Al cabo de dos horas, haba respaldado todo. Mis amigos se habian
hecho bolsa follando en la pieza de al lado, estuvo a punto de pajearme
ante tanto sexo, pero me contuve, me daba plancha ser sorprendido por
mis jugos o mis olores, o por macaquero. Cansado, repose mis huesos en
el sueo.

Al despertar eran las 10 y 30. Justo. Tena clases a las 11 y media. Me
vesti. Nadie habia despertado, de seguro esperaban que me fuera, para
seguir" amndose", y yo por supuesto no tenia ningn problema con eso.
Me lave la cara y grite chaaauuuu, gracias por todo. Y un leve zumbido de
adis percibi desde el otro lado.

Marche convencido de que no me pillaran pues robe solo 3 DVDs que
contenan todo, absolutamente todo lo que haban hecho mis amigos. Me
haba prometido volver a restituir por la tarde los DVDs que habia

tomado. Pero me dio flojera y me masturbe a placer en mi casa frente al


televisor y la cara de lacer de Gloria. Es que ella estaba de puta madre,
rebuena. La suerte de algunos fenmenos.

En fin. Al dia siguiente fui de nuevo donde mi amigo. Lo llame con
anterioridad para advertirle que haba robado sus X files. Jajajaja. Por
supuesto que no. Fue para decirle que le devolvera los discos que ocupe
para guardar unos "juegos". Sin problemas hice lo mismo otra vez,
jugamos hasta tarde, conversamos, y yo esperaba que se retirara a sus
aposentos con su novia. Me habia comentado que al dia siguiente tena
clases muy temprano ( lease 8 am) y que por favor durmiera en el silln.
Ningun problema le dije, apuesto que los palomos habian peleado. La
noche no fue muy larga, al contrario de mi verga que estuvo enhiesta
durante todo el lapso sin poder dormir. El solo imaginar que estaba en la
misma casa que la diosa me ponia caliente. Slo por el pudor de manchar el
silln no acudi a la paja.

8 am. Mi amigo se desperto, se despidio refunfuando y me dej ah,
supuestamente durmiendo. Tena la duda acerca del motivo de la pelea
pero no soy intruso, ni celestino as que intente dormir. Grande fue mi
sorpresa que Gloria se levantase al bao, ah la v, en pijamas. Paso a
decirme al sof que ocupara la cama del Fido, para dormir mas comodo,
pero me dio cosa. El solo pensar que se hubiera corrido la paja al no tener
su pierna, motivo mi asco.

- buenosi no quieres no voy a obligarte- me dijo Gloria mientras se
marchaba a su cuarto. Y yo la miraba avanzar hacia l con su tremendo
culo bajo la ropa. Divina.

Yo pensaba en los videos. Me encanta el amateur, es mas natural, casi
como pelcula independiente danesa. Sin gemidos falsos, ideas falsas, todo
falso. Y ella se vea gutural, sodomizada por el tremendo palo de mi
amigo, unos 20 centimetros de verga, y la disfrutaba, alcanzaba orgasmos
desmedidos, casi equivalentes al tamao de lo que entraba por su vulva o
por su boca. Estaba recaliente. Pero no solucionaba nada imaginando.
Estaba solo con ella, era mi oportunidad.

Inocentemente fui al bao y me acerque a la pieza de Gloria. Ella


dormida, se daba vuelta de un rato a otro por su incomodo dormir.

- Gloria - le dije despierta, quiero hablar contigo me hubiera
meado de miedo si no lo hubiera hecho. Agarre valor. Todo era en
beneficio de mi verga.

- Gloriaeeydespierta- continu dicindole

- Ahqueque pasa- me dijo aun somnolienta

- Oyeque cosas hacen ustedes con el Fido.son fenomenales en la
cama- le dije lascivamente. Ya me haba pasado a mierda, pero todos
tenemos nuestras necesidades.

- Que wea dijste ?- grito sorprendida. Al fin habia despertado

- Es que yo los vi en sus grabacionespersonales.
- .no- contesto enfurecida. Esa rabia reprimida la haca verse ms
sexy.

- Yo le dije al Fido que no dejara esas weas tan expuestas.por la
mierda.y que tanto tambien, acaso nunca viste a nadie culiando?.- se le
quito lo dulce al decir esto.

- Por la xuxa- continuo la bella Yo saba que no era bueno dejarte en
el computer, que vergenzano le digai a nadie por fa- me dijo algo asi
como reconcilindose o tratando de arreglar el impasse.

- Buenoyo pensaba publicarlas en la red, me daran buena plata- le
dije. Y parecio que le cay agua fria. Qued estupefacta

Me quedo viendo paralizada de horror. S, eso debi ser, horror y
vergenza. Que pasara si miles de tipos la vean en su intimidad mas
selecta gritando como puta. A ella, la mijita rica de la ciudad, o una de las
tantas que hay, conservadora, moral, decente. Me imagino que todo eso

deba pasar por su mente.



- ya, y que me dices si yo no hago eso sibuenotu sabes.me
deuelves el favor.- aqu salio mi lado perverso, mi instinto animal.

Una sorpresa placida volvio a reinar en los ojos de Gloria. Era una
salida, no grata, pero bienvenida al fin, una luz de esperanza frente al
abismo.

- eres un cerdo hijodeputa- me dijo mirandome fijamente a los ojos.
Fue lo mejor que pudo decirme. Que pena, esperaba algo mejor de ella.

- Bueno, si no quieres.me voy ahoratengo la tarde libre- el panico
volvio a tomarla.

- Y que queris que te haga, maricn, maricn, no tenis otro nombre,
puto, abusaste de nuestra confianza, sabs,.- dijo. Lo demas fue llanto.
Algunas mujeres no saben hacer otra cosa.

- Ponte en cuatro le ordene. vas a ser ma mijita, jajajaja, - le dije
mientras me acercaba al borde de la cama.

Ella vino hacia m y me peg una cachetada. Tena la mano dura. Me
re con la mejilla furiosamente roja.

- le voy a decir al Fido, ahora mismo, para que se venga y te saque la
chucha- me grito.

- Estas segura, cario?, si es as en el lapso en que lo llamas yo me
largo y no me vuelven a ver en un buen tiempo, jaja- le dije. Tengo claro
que puerto es una cuidad grande y perderle el rastro a alguien puede ser
factible sobre todo si ellos no saben donde vivo.

- Buuuuuuuu
- Ya ponete en cuatro Gloria, si no va a ser desagradable. Te prometo
que si lo haces te devuelvo los DVDs intactos. Y aqu no ha pasado nada,

si?- le dije para consolarla. Soy un hijodeputa pero tengo mis emociones.
Daba pena verla as

Ella no dijo mas nada. Su hermoso culo estaba debajo del pijama y me
esperaba. Lo corri levemente para apreciar esa belleza, ese don que dios le
da a algunas mujeres. Perfecto, redondo, carnoso, con la sutil materialidad
de la grasa perfecta para redondearla, un bello poema griego de rigurosa
creacin tridimensional.

Puse mi mano sobre esas ancas mientras la boca de Gloria gema. Sus
lagrimas caan sobre la ropa de cama mientras contemplaba su cola
paradita y diafana. Me encantan los culos. Sobre todo los de las diosas. En
fin, era mi hora, dios me regalo esta migaja de cielo. Tenia para m un
cuerpo perfecto listo para ser penetrado. Pero no quera la frialdad del
roce seco, quera sexo forzado placido. Que se lubricara mi presa para
poder darle el placer que ella tambien iba a encontrar si olvidaba que yo
no era su amante.



se vean bien en esos videos, si supieras cuanto he pensado en t, en
follarte, en hacerte gemir de verdad- le dije para intentar amenizar el acto
mientras mis manos paseaban por sus piernas, en medio de ellas, en la
raya de su culo. Gloria lloraba. No haba pedido ms explicaciones, estaba
entregada. Mis manos temblaban. El slo pensar que estaba por poseer esta
diosa, me calentaba a mil. Mi corazn daba fuertes pulsaciones. Acabara
sin remedio sin mucho esfuerzo.

Pero no te sientas asi, cario, todo puede ser muy dulce
Eso es lo que crees, perro.nunca lo haras como el Fido- me dijo
sollozando.- a verde que tamao la tie.- murmuro sin alcanzar a
terminar la frase. Se haba volteado a ver mi polla. Estaba hinchada por las
pajas y el deseo.

No es tan chica - me dijo esto va a doler- y cerro los ojos.

Le puso la verga al borde de su vagina. Estaba fra. Ningun fluido


haba asomado. En realidad ella no quera hacerlo. Fue por eso que pense
en jugar con el falo. Se lo pasaba de arriba a bajo de su abertura genital,
por los vellos, por toda la canaleta del culo. Frotaba mis bolas tambien en
ella, recorria todo su orificio sin lograr nada. Empujaba lentamente,
dando circulos con las pelvis y ella permaneca rigida, con la cara
apoyada en la cama y el culo mirandome displicente.

esta conchita no quiere jugar- murmure con sarcasmo mientras
acerque mi boca a su culo. Mi lengua paseaba por donde haba pasado mi
pene pensando en el regreso de mi amigo Fido, en las consecuencias de
esta mala jugada. Pero el olor de su sexo me obnubilo. Exquisito aroma.
Mi saliva enjugo todo esos contornos sin apuro. Moje con ella la entrada
de su sexo, mareado del placer que esta diosa provoca en los hombres.
Pero ya no es imperceptible. Haba imaginado que poda ser asi, el olor de
esta hembra, flores, shampoo de frutas, orina, todo muy suave, como si
fuera delicada. Yo saba que no era as, que le gustaba el sexo tanto como a
m, pero ella era hermosa. Y me negaba el placer de verla gemir de
verdad.

Vas a tener que chuprmela le dije si no nunca te vas a calentar. Ya
date la vuelta.- ordene

Lo hizo en silencio. Me miraba desde abajo obediente. No lo dudo, se
puso mi verga en la boca, apenas le entraba pero se esforz en cumplir
rpido para satisfacerme y dejarme libre. Para quedar ella libre. Pero no
saba nada.



Su boquita estaba tibia. Mi sexo fue recibido por su paladar y su
garganta, despacio, sin contratiempos. Gloria tena los ojos cerrados, no
quera verme. Tal vez me imaginaba como Fido y reciba la carne sin
tanto asco, entraba y sala, su boca era solo un orificio, sin intenciones, sin
deseo. Mi verga rozaba los contornos de su boca, se lubricaba para no
doler, entraba y sala desmotivado, hasta que perd el control. Sujete su
cabeza para manipularla como yo quera, se lo meta mas adentro, ella se

sofocaba, se atragantaba de m, de mis pulsaciones excitadas, de mi sangre


concentrada en aquella parte de mi cuerpo. Mova mi pelvis, ella no se
resista, aceptaba ser follada por la boca como un sacrificio necesario, le
daba mas rpido, sus pezones se levantaron, mi verga estaba la mitad en
ella, sus lagrimas llegaban a mi falo, mi bella diosa se entregaba a mi
goce, fabuloso, dndole a la novia de mi amigo por la boca sin que nadie
supiera, el deseo me colmaba, el placer era un fluido preseminal, su sabor
deba sentirlo ella, en sus labios y su lengua, en el sudor que comenz a
aflorar de ella, de seguro se haba calentado, sus mejillas sonrojadas lo
decan, su garganta sofocada lo comprobaba, todo era as, exquisito
hasta que acab en ella.

El semen sala a chorros, la calentura debi crear mas leche, toda mi
leche en su boca. Quiso retirarse cuando sinti el sabor, yo le sujet la
cabeza, quera furiosamente que se lo tragara, esto era de otro mundo, me
miraba compungida, asqueada, algunos chorros huyeron por los bordes,
el olor a polla no le caba en la boca, la culpa comenzaba a rebosarla.
Pero se lo trago en gran mayora, llorando, tristemente bella, y
corrompida.

debes continuar le dije quiero darte lo que te mereces, amiga ma

Gloria estaba muda. Continu mamando. Deba hacerlo por vergenza,
la culpa asomaba como mejillas lascivas en tinte rojo, ya no poda caer
mas bajo. Si bien la obligacin de ocultar el desparpajo de fornicar con su
amante se trasformo en esta penetracin oral, no todo estaba salado. Un
dulce sabor a placer de sumisin se le asomaba en los ojos. Le empezaba a
satisfacer todo este trabajo.

sigue as querida, voy a calentarme y te dar lo que quieres- le dije
pasando mi mano por su pelo. Siempre quise hacer eso. Dominarla.

Mi verga no tard en recuperarse. Estaba enhiesta mirando como
llegaba al fondo de la garganta de Gloria. Lgrimas y otros fluidos
corran por ella. Brillaba lubricada aguardando el calor de los sexos.

date la vuelta, ahora si querida, vas a ser violada como te gusta dije

al pensar en los videos y su placer en una hermosa mueca enajenada.



Si? Estas seguro de que podrs hacerme mujer, idiota,?- contest la
bella, rebelde, pero sumisa.

Se lo puse a la entrada, en el borde de su vagina. Pasi por sus bellos,
dibujando todo el contorno de su sexo. Ella estaba tibia. Ahora si poda
meterlo por ah, estaba jugosamente lubricada. Yo ya haba encontrado
placer y solo quera que ella se entregase al orgasmo, que no se
reprimiera, que gritase para m todos sus improperios de amor. La cabeza
del glande cupi con dificultades. Es cierto que ella se entregaba. Abri
las piernas, levanto el culo para que la penetracin tuviera espacio. Se
afirmo en las sabanas y estaba lista para recibirlo. Yo solo daba pequeos
empujones, para que entrara de a poco al secreto de esta diva. Me re al
creer que estaba todo ejecutado, que ella no se resistira.

El movimiento circular poco a poco fue deshacindose en su interior.
Mi polla estaba en la mitad dentro de ella y ella no deca nada. Mi pelvis se
tambaleaba de adelante hacia atrs, con sumo cuidado, esperando que ella
gimiera. Pero nada. No olvidaba que esto era forzado.



Bombe ms fuerte. Comenz a azotar mis muslos en contra de su
culo, ese pequeo placer de penetrar a lo perrito, o a los pollitos pastando,
sometiendo sin ver el rostro de quien se penetra, sometiendo sin ser visto,
ideal para imaginar cualquier cosa, y tocar sin medida tanto el ano que
queda expuesto, como las tetas que bailan libres en su pecho. El galope lo
hice intenso. Le daba con intensidad pero con cuidado de no herirla. Y mi
victoria lleg cuando Gloria comenz a suspirar. La imaginaba con los
ojos cerrados, negndose a lo que ya no poda frenar. Su culo a dos manos
lo sostena para entregarse mas profundo a mi falo, una y otra vez, hasta
que ningn gemido me detuvo. Era una fiera, un animal que posea esta
diosa, y ella redima todos sus pecados en el placer que yo le estaba dando.
Suspiraba una y otra vez, yo tambin poda darle lo que su amante, y ella
me imaginaba como a l, pero no, me la serva a lo bestia, rebotando
desde su matriz a mis bolas, rozando a reparir nuestros sexos, sintiendo el

masaje estrecho que nos otorga la piel en su area mas sensible. Calido,
ardiendo, profundo. Ella quera su orgasmo. Yo estaba en este juego real,
gracias oh bendito computador, permteme llegar mas adentro de su
secreto, de poseer todos sus sueos, toda su lujuria desbocada en este
furioso viaje genital a los gemidos y al goce.

-dame,..damemierda.esta
esta
bien.sigue
sigue..ooohhh,ooohhhh
Gritaba Gloria. PAF PAF PAF PAF, rebotaba la piel. Estaba mojada, los
fluido permitieron penetrarla de buena manera. Logr su orgasmo. Yo el
placer de follarmela. Derramada en la cama, continu suspirando su
placer un rato mientras yo me vesta. Deba irme a casa. A continuar
soando con ella, con otro orgasmo en otra ocasin.

y que haces? Te vasconchetumadreme vas a dejar as?....inquiri la bella completamente poseda y hambrienta de mas sexo.

Asi es, espero que ahora tambin me desees, amorcito, ya no publicar
tus folladas, las usar para cuando tenga ganas. Por ahora, toma, te
devuelvo uno, y no se te vaya a ocurrir decirle al Fido. Ah si que te cago.
Me entendiste?
Ni yo poda creer lo que dije. Me mereca un Oscar. Ella qued
estupefacta sin decir nada. Furiosos ojos me contemplaban con ira. Luego
fue vergenza, eso de que yo supiera de ella muchos secretos y de que le
hice lograr muchos gemidos pese a que esto era forzado. Record su
imagen de buena nia, y no chist mas nada. Saba cual era su lugar. Yo
era su amo y ella mi perra. Estaba listo para garantizarme folladas un buen
rato, o bueno, al menos hasta que esto terminara.

Con el tiempo ella termin con el Fido y seguimos siendo todos muy
buenos amigos. Yo baje un par de kilos, ella me llamaba cuando quera ser
socorrida, y yo a ella. Quien iba a imaginar que fuera el propio Fido el
que se vengara de ella por Internet. Ja. Las vueltas de la vida. Jams nadie
tampoco iba a imaginar que un gilipollas como yo, mas bien feo y gordo
podra cogerse cuando quisiera este joya de mujer. As es la vida. Cada

cuanto se deja caer una de sus migajas en mi miserable existencia. Y la


belleza de Gloria me ilumina, cuando creo que todo se vuelve un oscuro
laberinto de mierda del que preferira huir con la muerte o evadirlo
jugando horas infinitas frente al computador. Quien sabe, en una de esas,
logro extorsionar aunque sea de mentira, a otra perra.

Relato XVII
Haca casi dos aos que viva con mi novio, pero desde hace seis
meses nuestra relacin iba de mal en peor. Y no es que discutisemos ni
nada de eso, simplemente nos ignorbamos. Hablbamos poco entre
nosotros y apenas follbamos (bueno, haban transcurrido dos meses
desde nuestro ltimo coito, para ser concreta). Pero lo peor de todo es que
nos habamos acostumbrado a comportarnos con tanta abulia que
semejbamos dos peces en un vaso de agua que se cruzan y se entrecruzan
sin dirigirse la palabra.

La primera seal seria de alarma surgi cuando una tarde lo sorprend
masturbndose en el cuarto de bao mientras ojeaba una revista de tas en
pelotas. l se cort de inmediato esa tarde yo haba quedado con unas
amigas y se supona que no llegara hasta la noche y yo me qued muda
por completo. Pero no nos dijimos nada. "Bueno, los chicos son as", me
dije, "les gusta hacerse pajas, no hay nada malo en ello". Pero aquel desliz
que cre ocasional, con el tiempo empez a convertirse en algo ms que
habitual. Por las noches, tras acostarnos, en vez de pegarse a m o
acariciarme con impudicia, como se supone que debe actuar una pareja, se
agarraba la polla con su mano derecha y comenzaba a cascrsela como si
estuviera solo en la cama. Y lo peor es que a m aquello me daba
absolutamente igual.

As que decid que haba llegado el momento de acabar con esto: una
maana fra de marzo hice la maleta y me fui de casa. El problema
principal se me present de inmediato: adnde ir? A casa de mis padres,
jams. Ya haba reido con ellos cuando me fui a vivir con mi novio.
Regresar derrotada hubiera significado darles la razn. Entonces pens en
Mara, mi hermana.

Mara era tres aos menor que yo, pero he de reconocerlo
pblicamente mucho ms espabilada. Dos meses despus de que yo me
fuera con mi novio, ella abandon tambin el hogar paterno, pero para
irse a vivir sola. Y todava segua viviendo de la misma manera,
independiente y osada. As que no me lo pens dos veces y la llam por
telfono.


Mara, escucha: he roto con Adolfo. Me he ido de casa. Las cosas no
iban bien entre nosotros. Bueno, ya te contar. Pero ahora necesito un
lugar adonde ir. Podras alojarme en tu casa hasta que encuentre algo que
me pueda permitir yo sola?

Not que Mara dudaba, y por un momento pens que iba a
contestarme que no. Pero al fin y al cabo era mi hermana, y yo me
encontraba en una situacin muy difcil.

De acuerdo contest, puedes venirte por aqu cuando quieras. No
voy a salir en toda la maana.

Quince minutos despus ya estaba llamando a su puerta. Tena tantas
cosas que contarle! Mara y yo habamos estado muy unidas de
pequeas, pero al llegar a la adolescencia la vida un tanto disipada de mi
hermana hizo que nos separramos antes. Por ese motivo, ahora estaba
muy ilusionada con la posibilidad de recuperar la vieja relacin que tanto
nos uni.

Antes de nada me dijo ella cuando me ense la habitacin que
durante unos das iba a se la ma, es imprescindible que sepas algo. Y
espero que no me juzgues por ello.

Yo estaba realmente contenta por haber roto con Adolfo y sobre todo
por irme a vivir junto a mi hermana, a la cual idolatraba como a una
diosa. Saba que desde que se fue de casa llevaba una vida absolutamente
independiente, as que lo que me fuera a decir la verdad es que no me
importaba demasiado: Mara me mereca todos mis respetos.

Aunque siempre os he dicho que trabajaba como secretaria, la verdad
es que no me dedico a eso. Bueno, estuve de secretaria un par de meses
nada ms irme de casa. Pero mi verdadero trabajo, el que me permite vivir
de esta manera, es otro: soy prostituta.

A tanto, sinceramente, no estaba yo preparada: mi hermana era puta!
Me deb quedar tan lvida que ella se sinti obligada a darme ms

explicaciones.

Ya s lo que vas a pensar de m, pero te rogara que no me juzgases
precipitadamente. Puede que no encaje en tu valor moral de las cosas, pero
te aseguro que es mucho menos duro que cuando trabajaba de secretaria.
Aqu soy mi propia jefa, trabajo lo que quiero y gano muchsimo ms.
Adems, esto que ves no sera posible de otra manera y se gir hacia la
casa para mostrarme el esplendor y el boato con el que viva.

No me fue fcil sobreponerme a aquella noticia inesperada. Me dije
que la vida de Mara era cosa suya, sobre la cual no me corresponda
opinar, e intent convencerme de que, en efecto, ser prostituta no es mejor
ni peor que muchos otros trabajos. Pero an as me doli ver a mi
adorable hermanita pequea convertida en una ramera, en una vulgar puta
que vende su cuerpo a cambio de dinero. Y ni siquiera saba entonces en
qu medida aquello iba a afectar a mi vida.

Cuando me encontr algo ms calmada, me explic que la mayor parte
de las veces trabajaba fuera de casa, pero que en ocasiones tambin traa
aqu a sus mejores clientes. Sobre esto ltimo, me dijo que no deba
preocuparme: se comprometi a que cuando fuera a venir con alguien,
previamente me llamara por telfono para avisarme. Durante ese tiempo,
deba quedarme recluida en mi habitacin y no salir por nada del mundo.
Esa fue la nica condicin que me puso que acogerme en su casa. Y yo, un
poco triste pero sin otra alternativa posible, acept sin rechistar. A partir
de ahora, hara mi vida junto a una prostituta: mi propia hermana.

Me instal en una de las habitaciones de la casa, un dormitorio amplio
y bien amueblado. "Es la habitacin de las visitas", me explic, "aqu
nunca follo con nadie". No me gust or esa palabra en boca de mi
hermanita, pero, bueno, "a cosas peores habr de acostumbrarme", me
dije.

Durante la primera semana de convivencia, las cosas marchaban con
normalidad. Por las maanas comamos juntas (Mara nunca se levantaba
antes de las doce, como es fcil comprender), y los das ms
madrugadores incluso nos bamos de compras. Por las tardes, sobre las

ocho o las nueve, Mara variaba completamente su atuendo y se vesta tan


maravillosamente que ni la modelo ms despampanante hubiera podido
hacerle sombra. Era entonces cuando comenzaba su jornada de trabajo.

El telfono sonaba muy a menudo, y como es lgico, siempre lo coga
ella. La primera noche que vino a casa con alguien yo me intranquilic
mucho. Como habamos quedado, antes me llam por telfono
anuncindome la visita, as que me reclu en mi habitacin como una
monja y trat de hacer el menor ruido posible. La verdad es que las
paredes de la casa estaban muy bien insonorizadas, porque me cost or el
ms mnimo ruido. Cuando el hombre se march, sal un tanto nerviosa de
mi cuarto, pero apenas tuve tiempo para intercambiar dos o tres frases con
Mara. "He quedado con un cliente", me dijo, "debo darme prisa".

Las horas se me hacan enormes en aquella casa silenciosa y vaca. Yo
segua sin encontrar trabajo, aunque debo adelantar que todava no me
haba puesto a buscarlo en serio, y apenas haca otra cosa que ver la tele y
leer novelas; an andaba un tanto "depre" por mi ruptura, y adems, he de
confesarlo, aquella vida de ocio y apata me gustaba.

Cierta tarde, estaba yo viendo la televisin tranquilamente, como haca
a menudo. Mara haca rato que haba salido de casa. Estbamos en verano,
as que iba yo en ropa interior: tan slo llevaba puestas unas finas
braguitas de algodn y una breve camiseta (siempre he sido un tanto
pudorosa y me da no s qu ir completamente desnuda, como si alguien
pudiera avistarme a travs de la ventana). Ponan en la tele una pelcula de
Richard Gere, mi actor favorito, y en cuanto finalizara estaba dispuesta a
irme a dormir.

De repente, el ruido de una llave abriendo la puerta me sac de la
concentracin. Pens que Mara haba regresado a casa antes de lo
previsto, y la verdad es que me alegr de poder pasar una noche juntas las
dos. As que sal corriendo al pasillo a recibirla y cul no fue mi sorpresa
cuando vi que vena con alguien ms, un seor muy elegante y apuesto que
entr tras ella.

Yo me qued completamente cortada, no supe qu decir. Habamos

quedado en que si vena con alguien me llamara antes por telfono, pero
no s por qu motivo en esta ocasin no lo haba hecho. Al instante sent
vergenza de que aquel hombre me viera en ropa interior, pero pens que
hubiera sido una chiquillada esconderme a toda prisa o cubrirme como
una pacata.

Mi hermana Merche me present sin muchas dilaciones. Daniel, un
amigo.

Sonre con cara de tonta y le di dos besos con todo el recato del
mundo. Mis pezones son considerablemente erctiles, y me di cuenta
demasiado tarde de que sus "huellas" haban quedado fuertemente
marcadas bajo la tela de mi camiseta.

Ahora mismo me iba a dormir dije con evidente azoramiento, y
colorada como un tomate me met en mi habitacin.

La verdad es que estaba un poco molesta con mi hermana por no
haberme avisado a tiempo de que vena acompaada. Sin embargo, deba
reconocer que el hombre que haba trado consigo era realmente apuesto,
guapo, muy atractivo. "No tiene mal gusto mi hermanita con sus clientes",
me dije; "si todos fueran as, hasta a m misma no me importara hacer de
puta".

Despus de aquella frivolidad, que por supuesto ni yo misma me cre,
me met en la cama y trat de dormir, pero me haba alterado tanto que me
resultaba imposible coger el sueo. Lo cierto es que estaba un tanto
excitada, y con solo pasar la yema de mis dedos sobre el cltoris senta
vibrar por dentro como una endemoniada. Slo con recordar el momento
en que haba aparecido medio en pelotas ante aquel tipo, el cltoris se me
endureca como un hueso de oliva. En ese momento, alguien dio unos
golpes en la puerta e interrumpi mi soliloquio amoroso. Encend la luz:
era mi hermana.

Merche, escucha, tengo que proponerte algo.

Estaba nerviosa, lo cual no era habitual en ella. Yo ni siquiera quise

pensar en lo que iba a proponerme.



Ya s que a simple vista puede parecer algo indigno o bajo, impropio
de ti, pero al menos pinsalo un poco, vale? hizo una pausa y continu.
Tienes la oportunidad de ganarte 500 euros esta noche por no hacer casi
nada. Mralo de ese modo. Daniel me ha dicho que si tomas parte t
tambin, nos dar 1000 euros a las dos. Yo cobro 150 por sesin, as que
esto est muy por encima de mis tarifas habituales. Pero si te niegas, se ir
y no me pagar nada. Te haces cargo?

Yo trat de mostrarme ofendida, aunque la verdad es que no lo estaba
en absoluto.

Me ests proponiendo que me acueste con ese to? Eso quieres
decir?

Escucha, Daniel quiere un tro, aunque le he dejado claro que t no
eres prostituta y que por lo tanto no ests dispuesta a todo. Mira, a lo
mejor con que se la chupes un poco vale, no s, no es de los ms
exigentes.

Yo deba mostrarme indignada, ofenderme hasta el lmite. Sin
embargo, lo cierto es que en ningn momento haba perdido el control de
mis emociones. Bien mirado, se trataba de ganar 500 euros por chuprsela
a un to al que, adems, en otras circunstancias no me hubiera importado
hacrselo gratis. Qu haba de malo en ello si adems me sacaba unos
dinerillos?

Pero yo no soy ninguna puta, Mara, yo no hago eso por dinero.

Bueno, y qu diferencia hay entre hacerlo gratis y hacerlo por
dinero? Te estoy hablando de 500 euros por un rato, pinsatelo bien. Creo
que merece la pena.

Mara me llev de la mano hasta su dormitorio sin permitir que me
vistiera ("le has gustado as como vas", me dijo), donde nos esperaba
aquel tipo, tumbado en pelota picada sobre la cama, con su polla todava

no del todo enhiesta pero lo suficientemente amenazante y prometedora


(me gusta ver las pollas de los tos antes de que se pongan duras; me gusta
su forma, el detalle de sus msculos, su glande apenas entrevisto bajo la
piel del prepucio, sus venas azuladas, los huevos que rugosos y peludos
S, me gusta ver tos en pelotas, soy un tanto "salidorra"). Mara le dijo
que yo haba aceptado, pero que no estaba dispuesta a hacer de todo.

Est bien dijo l, pero seguro que sabe ms de lo que aparenta.

Mi hermano comenz a desnudarse delante de los dos. Lo haca con
extremo celo, marcando cada movimiento, afinando cada gesto. Yo no
saba qu hacer; haca mucho tiempo que no vea a Mara desnuda (creo
que desde que ramos adolescentes), y he de reconocer que en este
momento luca un tipo de los que quitan el hipo. Despus, se acost junto
al hombre y comenz a sobarle la polla y los huevos y a besarle con cierta
lujuria en la boca. Yo estaba inquieta, fuera de mi mundo, incapaz de
mover un solo msculo de mi cuerpo. Todava no saba lo que aquel
hombre pretenda de m, pero por un momento sent envidia de mi
hermana.

La polla del hombre comenz a crecer en centsimas hasta convertirse
en una autntica barra de acero. Dios, cmo me gustaba su porte, su
fortaleza, su podero brutal! Incluso me dije que aquella musculatura era
mucho ms gruesa de lo que mi coo admitira: desde luego no estaba
acostumbrado ha medidas como aquella.

He de decir que entretanto Mara se comportaba con una maestra
innegable: se mostraba cariosa y atenta, suave, melosa, un experta en
llenar de caricias el cuerpo de su partenaire. Su boca era poderosa e
incansable, y su lengua dctil e lasciva. Y yo all, de pie, absorta,
contemplando impvida cmo aquel hombre le meta de golpe a mi
hermanita pequea tres dedos en su coo hmedo ya como el ocano. En
fin, que no estaba acostumbrada a eso. Todava mi pudor me impeda
aceptar como algo natural que se follaran a mi hermana delante de mis
ojos.

Entonces ella se gir hacia m y me dijo:


Ven, acrcate. Quiere que se la chupes.

No s la imagen que estara dando de m misma, en braguitas y
camiseta, con cara de lela, sin saber cmo comportarme: si quitarme la
ropa y quedarme en bolas tambin, o arrodillarme sin ms y meterme
aquel pedazo de carne violadora en mi boca. As que de repente me sent
ridcula, ridcula y estpida. Cmo poda ser tan cortada? Qu iban a
pensar ambos de m? Con la de tos que me haba llevado ya por delante

Ven, no tengas miedo. Estoy seguro de que lo vas a hacer muy bien
dijo l, tal vez para ayudarme a ganar confianza.

As que, tmida y nerviosa, casi como una colegiala asustadiza, me
arrodill ante la polla vibrante de aquel hombre y empec a lamrsela
como mejor supe. Me sorprendi la tersura y solidez de su piel, as como
su encomiable dureza. De vez en cuando, yo levantaba la vista hacia arriba
y vea sus ojos sonrientes hacia m, lo cual me resultaba alentador, y vea
tambin el rostro satisfecho de Mara, como si estuviera orgullosa de su
hermana, contenta de cmo complaca los deseos de aquel hombre que no
en vano era su cliente.

Tengo que admitir que cada vez disfrutaba ms introducindome aquel
falo rgido en mi boca, paladeando sus hechuras, sorbiendo su glande,
agitando su piel. Bueno, despus de todo, chuprsela a un desconocido no
era algo tan terrible. Tena que evitar, eso s, que se corriera en mi boca: el
sabor amargo del semen es algo que nunca he soportado.

Entonces, mi hermana Mara se separ unos metros de nosotros y se
vino hacia m. Yo segua chupando aquel polln con todo mi empeo, y ni
siquiera dej de hacerlo cuando mi propia hermana empez a bajarme las
bragas hasta liberar mi coito de sus ataduras. Entonces me tom por los
hombros y alej mi boca de su polla, para a continuacin acostarme con
suavidad sobre la cama y abrirme las piernas de manera que mi conejito
quedara libre y dispuesto para las acometidas de su cliente. No era eso en
lo que habamos quedado, pens, pero en ese momento ni siquiera me
import. Daniel se aproxim hasta m blandiendo su polla como una lanza

en el instante de la batalla y me la meti bien metida consiguiendo que al


primer envite me estremeciera de placer.

Qu me dices? o que le preguntaba mi hermanita: merece o no
merece la pena?

Dios, qu sacudidas! Pareca que me estuvieran electrocutando. Nunca
me haba corrido de aquella forma, nunca haba tenido tantos orgasmos
seguidos con una sola penetracin. Mientras tanto, Mara comenz a
quitarme la camiseta, dejando mis pechos al aire. A continuacin, la boca
del hombre cay sobre mis pezones con la fiereza de un ave de presa y
comenz a mordrmelos con la codicia de un hambriento. Nunca en mi
vida haba gozado tanto como en aquel momento, jams una polla me
haba hecho estremecerme de aquella forma. Buf, ya ni recuerdo todos los
orgasmos que tuve.

Entonces not cmo su polla explotaba en mi interior, como se corra
dentro de m y una sus espasmos a los mos, convergiendo al unsono con
mi propio estallido corporal. Sent que todo mi coo se haba inundado
con su leche, que me haba llenado de esperma, que sus lquidos haban
pasado a morar dentro de m.

Bueno, por 500 euros, desde luego que haba merecido la pena. Y
hasta gratis tambin! Y haba de reconocer que el que mi propia hermana
pequea hubiera estado presente ayud lo suyo a generar en m aquel
estado brutal de excitacin incontrolada.

Entonces Mara sac de no s dnde una pequea venda y me la puso
alrededor de los ojos. Estaba tan extasiada, tan agotada por el momento
sublime que acababa de vivir, que ni siquiera me opuse.

Qu vas a hacerme? pregunt tmidamente.

Entonces el hombre sac su polla de mi interior y sent que las manos
de Mara me incorporaban hacia delante. De repente, la misma polla que
haba tenido antes en mi boca volva a mis labios coronada, eso s, de un
semen pegajoso y amargo que inund de su spero sabor mis papilas

gustativas.

Le gusta que se la devuelvan tan limpia como la ha trado o que
deca Mara. As que volv a chuprsela de nuevo, y de nuevo volv a sentir
la dureza extrema de su miembro presionar sobre mi lengua, volv a
palpar las formas prominentes del glande recubiertas ahora por una
espesa capa de esperma. Aquel sabor me segua resultando tan
desagradable como lo haba sido siempre, pero en esta ocasin not un
matiz nuevo, un gustillo un tanto diferente que poco despus logr
identificar como procedente de mi propio flujo, el cual tambin se haba
adherido a su piel y haba dado lugar a un aroma nuevo, nico,
indescriptible: el sabor de nuestros respectivos placeres.

Y de tanto chuparla, aquella polla volvi por sus fueros, agigantndose
mgicamente en mi boca, como un muerto que vuelve a la vida tras un
"boca a boca". Entretanto, Mara me haba sujetado las manos a la espalda,
convirtindome en un simple pelele en manos de dos mentes perversas.
Cuando el hombre sinti su polla otra vez en forma y limpia ya de jugos,
Mara me tom del brazo y me puso de rodillas sobre la cama de cara a la
pared. Despus inclin levemente mi torso hacia delante. Tampoco me
resist.

No tengas miedo me dijo, todas hemos pasado por esto, y al final a
todas nos acaba gustando.

Not su saliva caliente sobre mi ano, y tambin sus pulgares rudos
abrindome el agujero como para exhibirlo en una exposicin. Yo tragu
saliva; hubiera debido negarme, gritar que me dejaran en paz, que no me
la metiera por el culo, que nunca me haban violentado ese agujero y que
me daba miedo que lo hicieran. Pero call, porque al mismo tiempo
deseaba que me dieran por ah, quera probar lo que se siente cuando te
rompen el ano con una polla tan inmensa como la de aquel hombre.

Me doli mucho al principio, aun cuando los primeros envites fueron
leves y cuidadosos. Me doli que me forzaran el esfnter, me doli el
tamao inmenso de aquel rgano rozando las paredes estrechas de mi
intestino. Pero an as, y con todo, goc como una perra, como una puta

sin principios ni normas, como una ninfmana que slo busca tener sus
orificios bien repletos de carne masculina, como una esclava entregada a
los caprichos de su amo. Y cuando el agujero se hubo abierto lo
suficiente, sent su polla entera llegar hasta el fondo, sus nosecuntos
centmetros de eslora entrar una vez tras otra en mi intestino, llegar hasta
lo ms profundo de m dignidad, entrar donde ninguna polla haba
penetrado jams. Y al mismo tiempo not cmo otros dedos comenzaban a
pellizcarme los pezones erectos y sensibles, y supe que esos dedos no eran
de Daniel sino de mi hermanita, y eso me excit an ms y llen mi coo
de flujo irreprimible, pero sobre todo me puse a gemir como una
desaforada cuando la lengua experta y prodigiosa de Mara se empleo con
frescura sobre mi cltoris erecto, provocndome innumerables espasmos,
logrando que me ahogara en mi propio xtasis, dominada por una
corriente de orgasmos que me elev hasta niveles de placer nunca antes
alcanzados.

Esta vez el hombre no se corri en mi interior. Sac antes la polla de
mi culo y dej que el esperma caliente cayera sobre mi espalda. Luego
sent la lengua de Mara sobre mi piel, recogiendo con cario todo el
semen an caliente para tragrselo como si de alimento divino se tratara.
Yo estaba rota, agotada, hundida a causa aquellos arrebatos orgisticos.
Pero Dios mo, cmo disfrut, cmo goc con mi cuerpo y con aquella
explosin de sexualidad incandescente! Estaba como ida, ya ni saba lo que
hacan conmigo.

Al final, Mara liber mis ojos. Me dijo que haba estado magnfica,
que incluso la haba sorprendido. Yo no dije nada. Toda palabra estaba de
ms, hubiera reducido aquellas sensaciones vividas tan intensamente a
algo falso, ridculo, vaco de sentido. Fue realmente magnfico.
Inolvidable. Con eso basta.

Ahora, Mara y yo formamos una pareja magnfica. Clientes no nos
faltan, y aunque cobramos caro, los hombres saben que lo valemos. No
hay putas en esta ciudad como nosotras dos: las hermanitas promiscuas,
las hermanitas sedientas y procaces, las devoradoras de pollas, las
hacedoras de orgasmos. Esas somos Mara y yo: las putas ms
incombustibles de la ciudad.

Relato XVIII
Comenzare diciendo que mi vida es la de una persona normal, salvo
que tengo una pequea hija, que es fruto de mi primer experiencia sexual
de mi adolescencia, que se ha convertido en la razn de mi vida, ella
cuenta con casi 19 aos, ya que en diciembre los cumplir, su nombre
Ingrid, hoy vivimos en una Unidad Habitacional ya que hasta dos aos
atrs siempre vivimos con mi madre, cuento ahora con una posicin
econmica desahogada, que nos permite de vez en cuando divertirnos y
salir a pasear.

Ingrid como toda adolescente es alegre e inquieta, es una criatura que
ya empieza a tomar forma de una mujercita, al igual que sus amiguitas y
compaeras de la secundaria, en ocasiones mi casa parece un saln de
fiestas, invita a sus amigas a la casa ya sea para realizar trabajos de la
escuela o para divertirse platicando de cosas de su edad.

Bueno ya les di antecedentes de mi vida, ahora empezare a relatarles lo
que sucedi hace apenas unas semanas; llegue a casa como a las 7:30 P. M.,
se encontraba charlando con una amiguita vecina de la Unidad, de nombre
Lucero.

-Yo: Hola buenas noches

-Ingrid: Hola Papi

-Lucero: Buenas seor

-Yo. Que hacen?

-Ingrid: Terminando la tarea papi

-Yo: Bueno las dejo voy a darme una ducha

-Ingrid: Si pa

-Lucero: Pase seor


Sub a la parte superior de la casa, entre a mi recamara y saque de los
cajones la ropa que me pondra despus del bao, me met bajo la
regadera para volver a la vida, ya que la tierra y el polvo que dejan en mi
cuerpo la construccin hace que uno se sienta incomodo, cerr la llave de
la regadera y me dispuse a ponerme la ropa, algo holgada para que
despus de cenar me fuera a mi habitacin ver algn programa y
descansar.

Cuando iba de bajada, escuche que Lucero casi como un susurro le
deca a mi hija todava aguanta un piano tu pap, al escuchar que descenda
yo por la escalera su platica solo se volvi en una serie de risitas entre
ambas, yo no le di importancia y baje.

-Yo: Ya cenaron?

-Ingrid: Mas al rato

-Lucero: No

-Quieren algo?

-Ingrid: Pizza, pa

-Yo: Otra ves

-Si pa, una hawaiana con doble queso si?

-Yo: Pdela pues

Me sent en un silln frente a ellas, Ingrid con alegra tomo el telfono
para hacer el pedido busco la propaganda de la mesita del telfono y
comenz a marcar, yo vi de frente a Lucero y le pregunte:

-Yo: Como van las clases?

-Lucero: Bien seor


-Yo: me da gusto y de calificaciones?

- Lucero: Mas o menos pero matemticas se me hace difcil

-Yo: Si en algo te puedo ayudar, t me dices

-Lucero: De verdad seor, yo si le tomo la palabra

-Yo: Claro que si Lucy

-Lucero: Puede ser maana seor?

-Yo: Pero despus de las 2 ya que tengo que ir a la obra porque es da
de pago

-Lucero: Si esta bien seor se lo agradezco

-Yo: Bueno, maana entonces.

Ingrid ya haba pedido la pizza, se sent y hablamos de lo mismo y de
cmo haba sido el da, llego la pizza cenamos e Ingrid se retiro
despidindose de mi hija y de mi con un beso en la mejilla, subimos a
nuestras recamaras y a la maana siguiente an deje dormida a mi hija y
sal al trabajo, paso muy rpido el da entre indicaciones de los trabajos
pendientes y el pago de los trabajadores, ya cuando me percate del tiempo
haban pasado las 2 de la tarde, sub al auto para regresar a casa, cuando
llegue estaba Lucero y ah me record que le haba dicho que la ayudara
con sus problemas de matemticas, ya pasaba de las 3 de la tarde.

-Yo: Una disculpa pero haba muchos pendientes

-Lucero: No se preocupe

-Ingrid: Hay papi te pasas, se te olvido

-Yo: No pero se paso el tiempo pero comemos y recuperamos el

tiempo ok?

-Lucero: Si seor no se preocupe

Un poco despus nos encontrbamos comiendo, algo censillo y fresco
ensalada de vegetales y pollo rostizado, ya que el calor de la temporada lo
ameritaba, terminamos e Ingrid levanto los platos y dems enceres que
habamos utilizado, as que le dije a Lucero que si pasbamos a la sala o
en el comedor empezbamos a ver las dudas que tenia con matemticas,
ella prefiri siguiramos en el comedor para aprovechar la mesa, fue por
un libro y una libreta para que comenzramos, me explico que no entenda
muy bien las ecuaciones, yo estaba en la parte de una de las cabeceras de la
mesa y ella se sent en el costado izquierdo de mi, comenc a ver los
ejercicios, recordando mis tiempos de estudiante, Ingrid termino su labor,
se acerco y me dijo que si poda ver la televisin mientras nosotros
trabajamos, asent con la cabeza, ya que estaba ensimismado en los
ejercicios, se retiro y comenc a preguntar que es lo que no entenda Lucy.

-Yo: Que es lo que no entiendes?

-Lucy: como se despejan las incgnitas

Comenc a explicarle y Lucy se acerco para ver mejor, senta su frgil
figura cerca de mi, un aroma de nia llegaba a mis narices, se acerco tanto
que hubo un contacto inesperado, sent su costado en mi brazo, ella dirigi
su mano hacia el cuaderno para sealar lo que no entenda y en esos
movimientos alcance a sentir como sus pequeos pechos rozaban mi
brazo y sin querer sent un estremecimiento, ella volteo su cara hacia mi,
yo la mire y hasta ese momento me percate de su carita angelical, ella
sonri, quiz por la expresin de mi cara, yo sal del trance y le trate de
explicar, ella se concretaba mas a mi cara que a poner atencin a lo que yo
deca.

-Lucy: No entiendo muy bien

-Yo: Concntrate y veras como lo entenders

-Lucy: Si seor

-Yo: Bueno sigamos

-Lucy: Ingrid se quedo dormida

Voltee la cara hacia la sala y me di cuenta que en verdad estaba
profundamente dormida.

-Yo: Bueno en lo que estamos

-Lucy: puedo sentarme

-Yo claro que si, t te levantaste de lasilla

-Lucy: No en la silla en su pierna para ver como hace los
ejercicios puedo?

-Yo: Eh no creo que estuviera bien

-Lucy: Por qu?

-Yo: Que dira tu mami si lo supiera se puede molestar

-Lucy: Yo no dira nada e Ingrid esta dormida si puedo

-Yo: Ok, pero nada de comentarios, ni con Ingrid

-Lucy: Se lo prometo

Se acomodo en mi pierna izquierda, sent su cuerpecito, el calor que
me proporcionaba de sus nalguitas me hizo reaccionar, senta que mi pene
se rectaba, pero segu con la clase de matemticas, pero pareca que a ella
le interesaba otra cosa, ya que poco a poco se iba mas al centro de mi
cuerpo, yo estaba ya distrado y casi con una ereccin total, ella inclino su
cuerpo hacia atrs, quedando su nuca en mi nariz, y su culito en mi verga
que en ese momento estaba al mximo, se inclino hacia delante y restreg

su culito sin recato en mi verga, volteo y me planto un beso en los labios,


yo no lo respond por la sorpresa, y la aleje de mi.

-Yo: Esto no esta bien Lucy

-Lucy: Por qu no?

-Yo: Eres una nia y amiga de mi hija bueno no esta bien y ya

-Lucy: No tan nia ya tengo 18 aos y me gusta usted

-Yo: Es que podras ser mi hija comprende

-Lucy: Pero afortunadamente no lo soy

-Yo. Pero no puede pasar nada

Ella avanzo hacia mi, yo segua sentado y agarro mi cabeza con sus
manitas, plantndome un beso en los labios, yo no sabia que hacer, solo
voltee la cara y me di cuenta que mi hija estaba totalmente dormida en una
posicin fetal, volv la cara y de nuevo vi su angelical carita, mezcla de
inocencia y picarda, no me pude contener y a bese, ella correspondi al
beso, no se cuanto duro, pero cuando nos separamos aspiramos una
bocanada de aire, ya en ese momento esa criatura haba logrado ponerme
a mil, ahora la tome por su diminuto talle y la atraje, propinndole otro
beso de larga duracin.

-Yo: No esta bien esto Lucy

-Lucy: No le gusto?

-Yo: Si Lucy, por eso te digo que no esta bien, yo soy una persona
mayor y tu una nena.

-Lucy: Pero que importa la edad usted me encanta y me gusto
esto

-Yo: Puede despertar Ingrid imagnate que pasara mejor


olvidmoslo

-Lucy: Uno ms por favor no va a despertar si, se lo suplico

Ella vino a mi, se prendi de mis labios y le correspond, repego su
vientre en mi verga, comenc a sentir palpitaciones en mi pene, ella
tambin las senta, se mova de un lado para otro y de arriba abajo,
comenc a acariciar su espalda, llegue en un momento a su culito
redondo, ella suspiraba, sin pensar sub su faldita y comenc a sentir sus
carnes y sus pantaletitas, fui mas arriba y sent el resorte de su pantaleta,
intruduc un poco mi mano en su culito, llegue a la separacin de sus
nalguitas y toque con la punta de mi dedo medio su ano, ella en ese
momento se estremeci y aflojo su cuerpo, prueba de que haba llegado su
orgasmo, la incorpore y tome su mano, me incorpore y con un ademn le
hice saber que no hiciera ruido, ella asinti con la cabeza, la fui llevando a
la parte de arriba de la casa, abr con cuidado la puerta de mi habitacin,
nos introducimos y cerr la puerta, la sent en la cama y yo a su lado,
acaricie su angelical carita y con la misma mano la acerque a mis labios
por su barbilla, ella se prendi a los mos y comenc a acariciar su frgil
cuerpo, ella me abrazaba frenticamente, yo no dejaba de acariciar su
cuerpo, met mis manos por entre nuestros cuerpos y empec a
desabotonar su blusa, ella tambin meti las suyas y desabotonaba mi
camisa, la separe y termine con su labor y ella con la ma, vi por primera
vez sus pechitos a travs de su brasier, estire mis manos y desabroche su
brasier, con un movimiento ella dejo caerlo y me di cuenta que eran dos
peritas que invitaban a saborearlas, las bese y casi las desaparezco en mi
boca, eran dos pechitos casi rosaditos con unos pequeos pezones color
marrn que contrastaban con su piel.

-Lucy: Te gustan?

-Yo: Si, estn lindos y deliciosos

-Lucy: Son tuyos tmalos

-Yo: Si nena, gracias


-Lucy: Chupalos ya, mamalos comtelos son para ti

-Yo: Gracias nena gracias

Los chupe por unos minutos, luego bese su cuello, su boca, su carita,
luego fui mas abajo, volv a besarlos y a chuparlos y comrmelos, luego
baje para besar su vientre, ella se retorca ya acostada en la cama, cuando
volv a sus pechos ella volvi a experimentar otro orgasmo, yo senta mi
verga a su mxima expresin, me sent al lado suyo para que pasaran sus
espasmos, cuando se repuso se incorporo y se quedo viendo mi bulto que
deca el grado de excitacin que tenia, ella sonri y llevo su mano a mi
bragueta, bajo el cierre y aflojo el cinturn, meti su manita dentro e hizo
contacto con mi pene.

-Lucy: OH! esta duro y grande me gusta como esta

-Yo: Scalo

-Lucy: Claro ahora ser mi caramelo tu ya tuviste los tuyos je,
je, je

-Yo: Si, pero ya

Saco mi verga, ella abri los ojitos, luego se inclino y comenz a
besar mi verga, luego la chupo como si fuera lamiendo un helado, no era
muy experta mamando, pero con sus movimientos yo ya estaba a punto de
explotar, ella sigui en su labor y cuando lo estaba chupando explote
como hacia mucho no o hacia, parte de mi semen acabo en su boquita y
otra parte escurra por su barbilla y parte de su cuello, era espectacular
ver esa carita angelical llena de mi semen y que saboreaba con su lengua
el esperma que estaba a su alcance.

-Lucy: Umm, sabe raro, pero esta buena esta lechita que sacaste que
es?

-Yo: Es mi semen linda


-Lucy: Esta bueno me gusta te gusto lo que hice?

-Yo: Si linda estuvo muy rico

-Lucy: Esta bien grade tu cosa me gusta solo haba visto una en
una revista de la escuela bueno que llevaron a la escuela pens que no
era real que un hombre tuviera una de esa tamao y ahora ya lo creo que
son reales puedo lamerla para limpiarla?

-Yo: Lo deseas?

-Lucy: Claro que si

Se arrodillo y termino por limpiarla toda, solo quedaba su saliva en
mi pene, se incorporo y me pregunto:

-Lucy: Quieres ver mi cosita?

-Yo: Cmo?

-Lucy: Que si quieres ver esto (sealo con su mano su vagina)

-Yo: Si me encantara nena

Ella volteo su faldita para que el cierre quedara al frente, yo sentado en
la cama esperaba, su faldita callo al suelo, ah estaba su pantaletita
desajustada de color crema, que bello espectculo, bajo poco a poco su
calzoncito, aparece su virginal monte de Venus perlado por un escaso
pelambre castao, me quede pasmado, era una imagen que nunca haba
soado.

-Lucy: Te gusta?

-Yo: Que si me gusta me encanta

-Lucy: Quieres besarlo o te da cosa


-Yo: No me da cosa como dices ven para besarlo

Ella avanzo, la cargue y la deposite a la orilla de la cama, abr sus
piernitas y coloque mi cara en su vagina, saque mi lengua y la dirig a la
entrada de su rajadita, abr con ella sus labios vaginales, introduje la punta
y sent como se estremeca, hice movimientos en su cosita con mi lengua
de arriba y abajo, descubr su botoncito, ella ya estaba gozando se mova y
se retorca como una trucha que quiere escapar.

-Lucy: Mas, mas, ummm, que rico mtela mas as mi amor, dame
mas por favor mas. mas mas, as, si, si

Yo no poda decir nada estaba ocupado en saborear su biscochito, que
tenia un sabor delicioso ya que sus venidas anteriores haban dejado un
rico saborcito, prosegu y sent que sus lquidos vaginales llegaban, que
delicia no pare hasta dejar limpio su hoyito y ella dejo de estremecerse.

-Lucy: Que lindo sent es riqusimo te quiero te quiero

-Yo: Te gusto pues a mi mas

-Lucy: Ahora quiero que me hagas mujer

-Yo: No, dejmoslo as el tiempo dira

-Lucy: No, quiero ser tuya por favor

-Yo: Clmate ya ser algn da

-Lucy: Lo quiero ahora

En ese momento se escucho un ruido, rpidamente comenc a
vestirme, volv a la realidad mi hija estaba en la parte de abajo, ella
tambin se incorporo y comenz a vestirse, yo estaba muy nervioso, ya
vestidos sal de la recamara seguido de Lucy, mi hija se estaba
desperezndose y haba tirado un vaso de la mesa de centro, nos vio

extraada y dijo.

-Ingrid: Donde estaban?

-Yo: Subimos para consultar un libro (alcance a decir)

-Ingrid: Estas muy sudoroso y Lucero muy colorada

-Yo: Eh, es que esta haciendo calor

-Ingrid: Y tu que Lucero, no dices que paso?

-Lucy: Lo que dice tu pap, solo subimos para ver un libro

-Ingrid: Ok, ya aprendiste algo?

-Lucy: Si mucho mucho no sabes cuanto pero me falta aprender
mas haber si tu pap quiere ensearme mas

-Ingrid: Si que eres burra yo le entiendo rpido a mi papi, con una sola
explicacin

Relato XIX
Est tranquilamente el adolescente Simen estirado en su cama
escuchando msica. Es Simen la pura encarnacin del espritu de la
juventud sin preocupaciones ni responsabilidades. Va a colegio y como
actualmente no es necesario estudiar para ir al colegio, las notas del
chaval son vergonzosas. O seran vergonzosas hace mucho tiempo,
cuando estudiar era una nota de respeto y sabidura. Pero en los actuales
planes de estudios impuestos por el gobierno el que estudia es porque no
tiene nada mejor que hacer.

Sigamos, escucha el chaval un estilo de msica que da cierta imagen
del actual concepto de conscienciamento con la sociedad que tiene; msica
hard-rock. Lo que da una fiable definicin de que el inters que siente el
chaval por los semejantes que le rodean es practicamente nulo. No le
importan sus padres, ni sus profesores, ni los deberes, ni la escuela, ni su
pas, ni en absoluto, su futuro. Ha crecido desde los 0 aos tenindolo todo
hecho y no ve razn alguna para trabar y aprender cosas para ser un
hombre de provecho. Y por qu? si es todo tan fcil. Es fcil en el
colegio simular que uno estudia, tan slo hay que mirar al profesor
cuando este explica y.. sentirse culpable cuando le entregan un examen con
una nota por debajo de 5. Pero eso no es problema pues es tan fcil como
al llegar a casa colgar la mochila y encender el equipo de msica.

-In your mind
-nothing but fear
-you can't face life
-or believe death's near


Una agresiva cancin suena ahora mismo del equipo de Simen. La
voz del cantante parece imposible de conseguir sin tener una
predisposicin gentica para ello, o ser de otra raza.. Pero para Simen no

representa problema seguir la cancin orando la mitad de las slabas que


canta el salvaje cantante del grupo de rock.

-Simen: betrayer! . . . . . . betrayer!

Sigue el chaval, al igual que con su voz, con sus puos en el inocente
escritorio que se hizo para algo muy diferente a simular una batera. Pero
el destino ha sido cruel con las maderas que encarnaron el escritorio de
Simen y ahora pagan por las malas acciones que hicieron en
practicamente todas sus anteriores encarnaciones.

-bom- -bom- -bom- -bom- -bom
-Simen: betrayeeeeeeeeeeer!

Le pareca a Simen estar muy lejos en el infierno del rock duro pero
eso era slo una ilusin, y su cuerpo se encontraba en su casa aporreando
el escritorio. Es por eso que sus orejas oyen, adems de la cancin, el
timbre que suena.

-ning- -nang
-Simen: oh maldita sea, quien es ahora!

A desgana apaga el chaval el atronador rugir del equipo y se dirije a
ver quien era que le ha interrumpido en su unin con el demonio del rock.
La casa del Simen cuenta con dos puertas, una interior desde donde se
sale a la escalera, y siendo esta casa en planta baja slo tiene que abrir la
puerta del domicilio para ver en la encristalada puerta de la calle que son
dos chavalas que han llamado.

-Simen: uhmm, y estas?

Simen mira ambas caras de las chicas y reconoce una importante
diferencia entre ellas. Las dos son al parecer un poco ms pequeas que l,
quiz un par de aos. La hay una que es rubia, guapa y pragmada de esa
inocencia que an no sabe el chaval que se acaba perdiendo. Pero la otra

es, adems de ms bajita, fea, con los ojos grandes, y prefiere Simen no
seguirla mirando pues nada ms que defectos podr este apreciarle.
Adems de que le parece reconocer en ella esa cra denotadamente fea de
la que ha tenido noticia que le iba detrs. Simen no ve otra opcin que
abrir la puerta y disipar toda duda.

-Simen: hola.

-Chica.guapa: hola, yo me llamo Eva y ella se llama Vanesa. Venimos
aqu porque queremos hablar contigo.

-Vanesa: habla t con l. Yo me voy a dar una vuelta y nos
encontramos despus en el bar o en . .

-Eva: pero qu dices, qudate Vani.

-Vanesa: no, habla t con l, hasta luego.

La llamada Vanesa en la que cree Simen haber reconocido el nombre
de que le haban hablado, abandona la puerta y se va quien sabe donde.
Simen resta inmvil y silente ante la Eva, an no sabiendo qu quieren
las chicas de l.

-Eva: bueno pues, Vanesa se fue. Podra yo hablar un momento
contigo? entramos y hablamos mejor?

-Simen: s claro, entra.

Simen y la recin conocida Eva entran en la entrada de la escalera y
all se ve la chavala con suficiente seguridad para comunicar a Simen de
qu va el tema.

-Eva: bueno pues, mi amiga Vanesa te quiere pedir para salir. Pero le
da mucha verguenza y me ha pedido a mi que te lo pida por ella. Es muy
bonita, ya lo has visto, y t le gustas mucho y, querra salir contigo.

-Simen: uhmmm, interesante. Ya haba tenido noticia de que Vanesa

me iba detrs, pero pens que iba a ser una tontera y que no se atrevera
tan slo a hablarme.

-Eva: pues ya lo ves, le gustas mucho y me ha pedido a mi que te lo
pida por ella. Porque quiere salir contigo y te quiere mucho.

Simen resta pensativo unos instantes repasando la foto mental que le
ha hecho a la Vanesa recin ida, y que no le apetece la verdad unirse
sentimentalmente a una persona que no le gusta. Pero la verdad es que la
mejor amiga de Vanesa; Eva, se ve deliciosa. Y hay una cosa que
caracteriza al macho hispano que es la picarda. El conseguir una cosa
usando la mente y la inexperiencia de los semejantes para afrontar tales
objetivos.

-Simen: pues, Eva, no s qu decirte. No s si me gustara salir con
Vanesa. Vanesa me gusta porque es guapa y creo que tambin buena chica.
Pero, unirme sentimentalmente, hacer una promesa con una persona a la
que apenas conozco, no lo acabo de ver claro.

-Eva: pero por favor Simen, dile que s y ya vers como es fantstica.
Es mi mejor amiga y vamos siempre juntas por lo que la conozco muy
bien y sera para ella, tu s, lo ms maravilloso que le podras dar.

-Simen: no s, no s. A ver. . . djame pensar . . si yo te pidiera a ti que
hicieras una cosa para que yo le dijera que s a Vanesa, la haras?

-Eva: por supuesto, yo hara lo que fuese por mi amiga. Dime qu
quieres?

-Simen: que t y yo, nos demos un beso.

-Eva: ups . . . que t y yo nos demos un beso? pero, qu cosa es esta?
por qu me pides esto?

-Simen: por nada, yo te digo esto, que si t y yo nos damos un beso le
dir que s para salir con Vanesa.

-Eva: esto pues.



Dice la mejor amiga de Vanesa con el ms tremendo conflicto socio
amoroso que ha tenido nunca entre ceja y ceja.

-Eva: pero, saldrs con ella si nos damos un beso?

-Simen: claro, eso te he dicho.

-Eva: y no se lo dirs a ella, esto?

-Simen: claro que no, nunca nadie va a saberlo.

-Eva: pues.

Dice la chavala mirando a un lado y a otro que nadie la vea en la
inspita escalera de casa de Simen.

-Eva: vale, pero slo uno, nos damos un beso y le dirs que s a
Vanesa.

-Simen: espera que no he acabado. No ser un pico corto y ya est, el
beso tiene que durar 5 minutos y nos lo daremos arriba, en el fregadero de
la terraza.

-Eva: . . uhmm, bueno vale, vamos rpido, arriba.

Simen y Eva suben hasta la terraza que hay en el 4 piso y all se
meten dentro de la habitacin en que hay la lavadora. Simen cierra la
puerta y ata la manivela con un cordel que ah estaba para impedir la que
no van a tener visita inoportuna. Eva resta inmvil al lado de la lavadora,
mientras Simen ata la manecilla, ignorando en absoluto qu hacer o que
no. A la que Simen tiene atrancada la puerta se acerca a Eva.

-Eva: mi reloj tiene cronmetro. Lo enciendo ahora y cuando den los 5
minutos paramos.

-Simen: vale, enciende.



Eva activa el cronmetro de su reloj y Simen se lanza avaricioso a
besar esos que ha conocido hoy tan bellos labios. Simen sabe que tiene
que aprovechar el tiempo pues 5 minutos no dan para mucho, su plan es
hacer que esos 5 minutos se alarguen y multipliquen.

Para Eva no parece ser este su primer beso, por la razn de haberlo
aceptado sin oponer herica resistencia y porque lo saborea sacando la
misma lengua que Simen mete dentro de ella. Las manos del chico
adquieren su tambin papel y van acariciando el juvenil cuerpo de la chica.
Eva parece permitir esa mano que la abraza por la barriga y de momento
no ve fallado el favor que le est haciendo a su mejor amiga.

-Simen: muac, muac, te gusta?

-Eva: muac, s, cmo no me va a gustar darme un beso con un chico,
muac.

-Simen: pues esprate que vas a conocer cmo los doy yo, muac.

La mano de Simen va tomando valor y repasa con extensin ese
redondo pandero que sin saberlo le ha ofrecido Eva.

-Eva: eh, no te pases, muac.

-Simen: djate ir Eva, te veo muy cortada, muac.

-Eva: uhm, quiz tienes razn, muac.

Eva se vuelve ahora ms permisiva y permite esa pecadora caricia que
se desarrolla en su culete. La permisividad de Eva abre tambin otras vas
y ella misma acaricia los criados por el ftbol hombros del enamorado de
su amiga.

-Simen: muac, y hablis de mi a veces? t y Vanesa?

-Eva: muac, s claro, est muy enamorada de ti, muac.



-Simen: y cmo se qued pillada de mi? si ni la conozco? muac.

-Eva: muac, te vio en las fotos del colegio, muac.

-Simen: muac, ya, y t las has visto esas fotos, con ella?

-Eva: s, ya te he dicho que hablamos mucho, muac.

-Simen: y a ti qu te parece? muac.

-Eva: muac, qu me parece qu?

-Simen: qu va a ser, muac, yo.

-Eva: si me pareces guapo?

-Simen: muac, s claro, t saldras conmigo? muac.

-Eva: muac, pues, nunca lo he pensado. T eres el enamorado de
Vanesa y nunca me lo haba planteado.

-Simen: muac, plantatelo, cielo, muac, saldras conmigo? muac.

-Eva: muac, no veo, muac, el por qu, muac. Vanesa te quiere y yo no
sera capaz de traicionarla, muac.

-Simen: muac, pero ahora te ests besando conmigo, muac.

-Eva: s, muac, pero para hacerle un favor a ella, muac, y que seas su
novio.

-Simen: claro, ah quera llegar, muac.

En esta ltima frase Simen parece envalentonarse con el propsito
que llevaba desde que le fue hecha esa extraa proposicin por Eva y con

ms extraa proposiciin le sali l. Sus manos desabrochan cual si no


hubiera vado existente la blusa de la recin conocida Eva. Ella se ha, con
los ya pasados 5 minutos que llevan besndose, animado por igual y en
principio no muestra rechazo a la caricia pectoral de que disfruta tanto
Simen, como ella.

-Eva: uhmmm, nos estamos pasando, muac.

-Simen: djate ir cielo, te veo muy cortada.

-Eva: pero, uhmmm, que nos estamos pasando.. muac.

-Simen: muac, hazme caso, muac, olvdate de Vanesa y disfruta.

-Eva: quiz tienes razn, muac.

Eva resulta aparentemente convencida pues tambin saca la camisa del
pijama con que desde el primer momnto iba Simen vestido.

-Simen: as, Eva, ests venciendo tus frenos. Cmeme el cuello.

-Eva: muac, vale, muac, muac.

Los labios de Eva descienden y patinan por el cuello de Simen
efectuando sus rituales mordiscos.

-Simen: aaah, oooh, uhmmm s.

Eva muerde un rato el cuello de su nuevo amigo hasta que este pide
jugar al mismo juego. Se dispone a morderla en el cuello cuando esta se
alarma.

-Eva: no, en el cuello no por favor, que despus se nota.

-Simen: pues si no en el cuello, en otro sitio.

Dice el chaval descendiendo en picado su lengua y chupando

prenatalmente el pezoncito de la chica.



-Eva: aaah, que bien sabe, uhmmm, nunca me lo haban hecho, uhmm.

Las manos de Simen no toleran quedarse quietas y sin verse detenidas
por valla alguna desabrochan los pantalones de Eva. Ella siente como esa
primera mano se le mete con cautela dentro de las braguitas pero a la
altura a que han llegado las cosas no ve en ello mucha ms prdida de lo
perdido ya.

-Eva: aaaaah, Simen, uhmmmm, oooooh.

-Simen: ah, hazme lo mismo, cielo, oh.

Eva le desabrocha tambin los pantalones y no necesita de mucha
llamada la verga que sale en el mismo instante en que salta el botn. Toma
con delirio y evidente curiosidad la primera verga calientemente erecta
que ha tocado nunca. Le da ese usual movimiento que ha visto en alguna
pelcula pornogrfica, con Vanesa, de masturbacin, arriba y abajo.

-Simen: uhmmm, muy bien Eva, sabes lo tuyo.

-Eva: es la primera que toco, nunca lo haba hecho.

-Simen: bueno, tanto da, el caso es que lo haces muy bien para ser la
primera paja.

-Eva: je je, ser que lo recuerdo de mi anterior encarnacin.

-Simen: y ms cosas que tendras que recordar no?

Dice Simen insertando con longitud su ms largo dedo en el interior
de la chavala.

-Eva: oooooh, ooooh, ese dedo, fuuuu, me vuelves loca.

-Simen: te atreveras?


-Eva: . . . . . . . . promteme, que nunca lo va a saber Vanesa.

-Eva: nunca.

Dice Simen encargndose de que los pantalones caigan
definitivamente al suelo y ayuda a la chavala a sacrselos completamente.
Mientras Eva se desviste del todo Simen hace lo mismo con mayor
rapidez, pues era tan slo el pantaln del ligero pijama lo que le quedaba.
Una vez los dos desnudos planean como va a ser la incursin en territorio
enemigo.

-Eva: nos tumbamos en el suelo?

-Simen: no, grate.

-Eva: es que, me gustara verte a la cara, cuando me la metas por
primera vez.

-Simen: vale, entonces.

Simen estiende en el suelo un montn de ropa por lavar que haba
ante la lavadora preparando con ello un pequeo nido de amor. Eva no
necesita de mucha indicacin para, estirarse en el suelo encima de la
camita de emergencia.

-Simen: bien, bien.

Simen se posa encima de la chavala y con educacin en todo
momento le abre las piernas. Le inserta la cabeza en la rajita vaginal y le
dice;

-Simen: queras mirarme a la cara verdad?

-Eva: s.

Simen empuja un poquito insertando un tercio de la que tiene que

entrar completamente verga.



-Eva: aaah.

l vuelve a empujar y entra ahora el segundo tercio de la verga.

-Eva: ayy, para para, ayy.

-Simen: ok, tanquila, me detengo.

Eva muestra en su mismo rostro el agudo dolor que ha sentido. Le
cuesta un par o tres de instantes reponerse para dar paso libre de nuevo a
Simen.

-Eva: ahora, despacito.

Es ahora cuando Simen inserta lo que quedaba de polla, quedando
esta enteramente rodeada de rojas paredes vaginales que contienen el
primer falo de su vida.

-Eva: aaaaaah. oh, oh, qu bien, uhmm sigue sigue.

Simen obediente concede generoso la peticin de su nueva amiga e
inserta la verga y la saca repetidamente con primeriza pausa.

-Eva: aah, aaah, aaah, aah, oooh, oooh.

-Simen: ves como, si te dejas ir es mejor, umf, umf.

-Eva: oooh, oooh, s querido s, uhmmm, por Dios que no lo sepa
nunca Vanesa, oooh, me has desvirgado, uhmmm, ooooh.

El coger del malvado adolescente se alarga cariosamente un buen
rato. Durante l da oportunidad a su amiga de botarle, tambin mirndole
a la cara y, es mirndole a la cara que queda ella completamente
enamorada de su nuevo amigo y amante.

-Eva: oooh, oooh, Simen, yo tambin te quiero, uhmm.



-Simen: ay que no s cmo me lo voy a hacer.

-Eva: oooh, pues es simple, en civil te coges a Vanesa y en secreto a
mi, oooh, ooh, no podramos ser amantes secretos?

-Simen: umf, umf, claro que podramos, pero. Si Vanesa se entera,
sera un golpe dursimo para su frgil personalidad.

-Eva: mmmh, mmh, no veo otra salida. Si le dices que no y, empiezas a
salir conmigo, ser igual o peor que llevarlo nosotros en secreto, mmh,
mmmh.

-Simen: reto aceptado, umf, vamos a ser amantes en secreto, umf, y
en pblico saldr con Vanesa.

-Eva: gracias, ummh, ummmmh, por hacerme ese favor, oooh, por,
ummf, hacernos ese favor, umhh, cielo.

Eva da por terminada la compleja conversacin y se estira, de rodillas
encima de Simen, abrazando con sus brazos y sus pechos el nuevo amor
del que espera gozar cuanto ms pueda hasta que la bomba, que se ha ido
haciendo cada vez ms grande, estalle.

-Eva: uhmm, uhmmm, Simen, cielo, me matas, s, as, bota, bota
cielo.

Eva permanece casi inmvil encima de su nuevo amante y, es la cintura
del chaval la que se autoimpulsa hacia arriba y abajo metesacando la verga
de la recin estrenada pucha. Eva ve perdida toda su fuerza por el estmulo
vagino-neuronal que inflinge la polla de Simen en su panocha, por lo
que tan slo pide silenciosamente piedad porque la desvestida verga no la
deje embarazada y encienda la mecha de la que augura va a estallar muy
fuerte bomba. La bomba parece llegar antes de lo previsto en forma de
blanco orgasmo que nota ella descargarse en su interior, la blanca
descarga que nota en su conducto vaginal desencadena tambin una larga

relacin interneuronal estallando en su cabeza las mismas hormonas que


en la de la cabeza, superior e inferior, de Simen, la del orgasmo.

-Eva: ooohii, Sime, ooohhi, oohi, te quiero, te quiero, oohi, slo para
mi, para mi, oooohhii.

El largo derribo del domin sexual de ambos jvenes termina
llegando a su fin y se desploman los dos entre el amasijo de ropa sucia y
el suelo.

-Eva: oh, oh, oh, que bestia.

-Simen: buuf, buuf, para mi tambin ha sido mi primera vez.

-Eva: qu me dices, pues ya sabes, no te vayas de la boca.

-Simen: tranquila, la boca cerrada.

-Eva: je je, llena de polla pero cerrada.

Dice la chavala estallando a rer y lanzndose de nuevo encima de su
nuevo amor. Eva le masturba un poco la verga y esta acaba adoptando de
nuevo la tensin adecuada para penetrar en ella. Por segunda vez ahora es
Eva que folla a Simen y se siente felicsima, botando la que tanto ansiaba
verga de Simen, su mejor amiga.

Relato XX
Su forma de hablar distinta a la nuestra, su forma de ser, de pensar,
poco a poco fueron produciendo una cario especial por esta mujer ,
deparados por miles de kilmetros. Muchas veces asista personalmente a
las bodegas de la empresa donde cargaban los grandes camiones,
intercambiando con los conductores pequeas conversaciones, tratando de
descubrir como era fsicamente la desconocida voz al otro lado de la
lnea.

Todos los comentarios me llevaban al mismo punto. Carmen, era una
mujer no muy atractiva, pero una excelente persona. Segn el perfil que
me comenc a formar con los datos obtenidos, ella era una mujer baja ,
morena, extremadamente gorda, pelo corto y negro, pero de todas formas,
siendo muy distintas al tipo de mujeres que yo acostumbraba a frecuentar,
me llamaba terriblemente la atencin.

Nuestras diarias conversaciones, por telfono o MSN, me hicieron
enterarme completamente de su vida, su escasos y espordicos amoros,
incluso yo mismo termin confesndole intimidades mas, que a ninguna
persona haba confesado. Yo por mi parte, no tena ningn perjuicio a
mostrar mi imagen a travs de la cmara del computador, o mi fotografa
en el MSN, mientras que ella celosamente, si bien es cierto se describa
fsicamente, nunca logre conseguir verla de ninguna forma.

Carmen era 7 aos mayor que yo. Tena 37 y yo 30. En varias
oportunidades, a travs de este intercambio comercial estuvo a punto de
viajar a Chile, pero siempre de una u otra forma, se solucionaban los
inconvenientes o acuerdos y su viaje siempre se fue postergando.

Durante ese tiempo yo conoc una mujer, con la cual viv un par de
aos. Pero esa buena relacin, lleg a su fin dejndome muy triste ya que
aun yo la amaba. Como una amiga siempre dispuesta a escuchar, Carmen
supo de toda mi relacin y me aconsej y consol.

Pasaron unos cuantos meses y una maana, ella me dice que tena que
viajar a mi pas, a cerrar un trato comercial con otra empresa. Me dio

mucho gusto que al fin, despus de casi 7 aos, al fin nos conoceramos en
persona. Me avis su horario de vuelo, y me confirm que de la misma
empresa, con la cual hara la transaccin comercial la ira a buscar al
aeropuerto.

Como yo viva solo, y nuestra amistad era muy grande, no lo dude ni
un segundo y le ofrec mi casa para que se quedara, mientras permaneca
en mi pas. Ella al principio no quiso molestarme, pero debido a m
insistencia, no tuvo otra opcin mas que aceptar.

Esa maana recib su llamada que ya se encontraba en Chile, que se
encontraba en la otra empresa y que cerca del medio da, quedara
desocupada. Yo me consegu la tarde libre y nos quedamos de juntar en un
lugar determinado. A travs de muchas llamadas a mi celular, me indic
en el lugar donde se encontraba.



Un gran nerviosismo me recorra todo el cuerpo. Al fin luego de 7
aos de amistad conocera a Carmen. Ya claramente saba que me
encontrara con una mujer morena, de baja estatura, de contextura gruesa,
por no decir gorda, pero eso no me importaba. Necesitaba ver en persona
esa suave voz al otro lado de la lnea y alejada de mi por miles de
kilmetros.

La ltima llamada a mi celular, me indic que se encontraba a una
cuadra de m. Se describi como estaba vestida, con una falda negra, y una
blusa blanca, al lado de un telfono pblico.

Al llegar la reconoc inmediatamente. Mis imgenes de ella eran tal
cual como yo la haba imaginado. Mujer de tez morena, baja y muy gorda,
pero con unos hermosos ojos y su suave y clida voz. Al llamarla por su
nombre, Carmen me brind una afectuosa sonrisa, y como si furamos
grandes conocidos, me abras y yo a ella.

Aprovechando la hora la invit a almorzar a un buen restaurante,
conversamos muchas cosas, de sus gestiones comerciales, de su viaje etc.

Luego tomando su maleta nos dirigimos a donde estaba mi auto, y nos


dirigimos a mi casa. A cada rato ella me abrazaba y yo a ella. Era algo
muy especial, un cario enorme que nos demostrbamos a cada rato.
Pasamos toda la tarde juntos y en la noche la llev a recorrer la ciudad. Me
encantaba su compaa, sus temas de conversacin sin importarme su
fsico, para nada..

En la noche terminamos en una simple fuente de soda y luego de
muchas cervezas, y una gran conversacin, regresamos a casa. Ella ya en
la tarde se haba acomodado en la habitacin que me quedaba disponible.
Al llegar a casa, luego de conversar un rato ms y tomarnos nuestro
ultimo trago, nos despedimos con un gran abrazo y nos fuimos a acostar,
muy entrada la noche.

Al poco rato de acostarme, sin estar seguro de haber cerrado la puerta
de calle con llave, me levant y me fui a cerciorar. Al pasar por el bao,
me di cuenta que la luz estaba prendida, por lo supuse que Carmen tendra
que estar ah. Cerr la puerta con llave y al volver, me encontr con
Carmen saliendo del bao.

Nos topamos justo a la salida del bao, con solo la luz de este
encendida. Carmen usaba una camisola blanca, que trasluca sus grandes y
redondos pechos, apenas cubiertos por un sensual brasier. Nos quedamos
mirando, ella me sonri y nuevamente, con su suave y calida voz, me dio
las gracias nuevamente por mi hospitalidad.

Pero yo no poda dejar de ver esos hermosos y grandes pechos a
travs de su transparente camisola, sus hermosos ojos, y esa exquisita voz
que me fascinaba y sin darme cuenta, me fui acercando y la bes en los
labios. Ella se sorprendi un poco, pero me correspondi mi beso.

Ese beso no se detuvo, y poco a poco fue aumentando de intensidad.
Sintiendo su grueso cuerpo en mis brazos, sus grandes pechos contra el
mo, su suave lengua jugando dentro de mi boca, su respiracin que poco
a poco aumentaba de intensidad, la delgada tela de su camisola contra m,
termin por excitarme y ya mis manos acariciaban directamente sus
grandes nalgas, por debajo de su camisola. Ambos nos abrazbamos mas

fuertemente, frotando nuestros cuerpos contra el del otro. Era algo


completamente distinto, diferente a todo lo que haba vivido. Aun siendo
Carmen muy distinta al resto de las mujeres que frecuentaba, ese gordo
cuerpo, esas anchas caderas, esas grades tetas, acompaado de esa
hermosa voz, y ese sentimiento de amistad, me tenan completamente
fuera de mi.

Sin dejar de besarnos, fuimos avanzando hasta mi habitacin. Ya al
lado de la cama le quit los tirantes de su camisola, la que cay al piso,
dejndola solo con un diminuto calzn.

Suavemente la acost en mi cama y subindome sobre ella, comenc a
atacar su cuello, besndolo apasionadamente, bajando suavemente hasta
apoderarme de esos grandes y redondos pechos. Ella entre gemidos me
confes que hace ms de dos ao que no tena relaciones, cosa que me
caus mas placer aun. Sus pechos eran deliciosos, y mi boca no dejaba de
succionar esos morenos y grandes pezones. Mientras lo haca, termin de
desnudarme, pero sin dejar ni un momento de chuprselos.

Besando su vientre, comenc a bajar, sin separar mis labios de su piel,
hasta que mis labios se encontraron con esa diminuta prenda de vestir.

Senta su olor a hembra, excitada, mojada, sedienta de placer.
Suavemente fui bajndoselos, dejando al descubierto su sexo, poblado por
una abundante vellosidad. Ya completamente desnuda, le separ sus
piernas. Ella mostraba un poco de nerviosismo, se notaba que no estaba
acostumbrada hacerlo con la luz encendida.

Le separ sus piernas, y mientras ella cerraba los ojos y se entregaba
completamente a m, fui besando el interior de sus piernas, hasta llegar a
pocos centmetros de su vulva. Su olor me volva loco y al ver su hmeda
cavidad ah, a pocos centmetros de mi boca fue una invitacin que no
pude rechazar y en segundos, separndole sus labios vaginales con mis
manos, me fui adentrando con mi lengua, recorriendo cada centmetro de
su sexo.

Mi amiga argentina no poda creer las sensaciones que estaba

sintiendo y tomando con sus manos sus tobillos, levant sus piernas
dejndome todo su sexo a mi disposicin. Una y otra vez mi lengua le
entreg un inmenso placer, recorriendo toda esa parte de su cuerpo,
abarcando no solo sus genitales, si no que el contorno de sus piernas, sus
nalgas incluso la entrada de su ano, dejndola al borde del orgasmo.

No me hubiese molestado que ella acabara en mi boca, pero ella no
quiso hacerlo y cambiando de posicin, me hizo acostarme de espalda y
sin darme cuenta mi verga estaba completamente dentro de su boca,
hacindome una mamada espectacular, con ganas, con pasin,
chupndomela tan fuertemente que me acumulaba toda la sangre de mi
cuerpo en mi verga.

Su mamada era la de toda una profesional, hacindome sentir
sensaciones indescriptibles. La sacaba de su boca, y la frotaba contra sus
mejillas, para volver a meterla y chuparla con mayor intensidad todava. A
veces su mamada se dedicaba a mis bolas, las que entraban completamente
en su boca.

Tambin estuvo apunto de hacerme acabar, pero no quera hacerlo, no
sin antes penetrar a mi amiga paraguaya. Hacindola que se acostara de
espalda, me sub sobre ella y tomndola de sus carnosas nalgas, se la met
sin contemplacin. Ella gema como una loca y su cuerpo arqueado, y sus
gruesos brazos aferrados a mi cuello, me hacan volverme loco.

A mi odo, con su suave voz entre cortada, entre gemidos, me peda
que se la metiera mas y mas, que la tocara completamente , que mis manos
no quedaran sin recorrer ningn lugar de su cuerpo.

Me acost detrs de ella y nuevamente la penetr mientras mis manos
manoseaban sus tetas y su entre pierna. Ella estiraba su mano hacia atrs y
me empujaba de mi culo contra ella , confesndome que era una mujer
muy caliente, y que deseaba ser follada una y otra vez por mi.

Le dije que la quera en cuatro patas y sin pensarlo dos veces, se
coloc en posicin dejndome su generoso culo completamente a mi
disposicin. No dude en tomarla de la cintura y arrodillado detrs de ella

comenc a follarla mas fuertemente aun. Luego de mucho rato, me pidi


que me acostara de espaldas y montndose sobre mi, comenz a moverse,
completamente erguida, con sus ojos cerrados y con una cara llena de
placer, mientras que mis manos no se decidan entre seguir tocndoles las
tetas o jugar en su entrepierna.



Sin decirme nada, se sali y colocndome su todo su gran culo en mi
cara, me comenz a chupar la verga con la misma intensidad, mientras yo
con mi lengua le entregaba placer oral

Entre gemidos le confes que ya no durara mucho rato ms y me dijo
que quera que acabara en su boca. La idea me encant y le ped que ella
tambin hiciera lo mismo. Al poco rato de estar en esa posicin,
entregndonos mutuo placer oral, las sensaciones entregadas por su boca
fueron demasiadas y ya sin poder aguantarme le avis que ya me
descargaba. Ella en vez de sacarla de su boca, me la chup ms
fuertemente aun, mientras con espasmos de su culo frotndolo por toda mi
cara, y con un gran gemido, tampoco aguant mas y como un grifo
abierto, comenz a botar un abundante lquido, con gran presin que sin
ningn asco beba, al mismo tiempo que mi semen sala a chorros
terminando en su boca.

Aun despus de acabar cada uno en la boca del otro, continuamos
chupndonos nuestros hmedos sexos. Exhaustos quedamos uno al lado
del otro , con sus pies a la altura de mi cara y las mas a la altura de ella,
mientras nuestras manos seguan acariciando el sexo del otro.

Esa noche lo hicimos varias veces y follamos en todas las posiciones
durante los 4 das que se qued en mi pas. Con mucha pena la lleve al
aeropuerto, sabiendo que era muy improbable que la volviera a ver. Un
ltimo y gran abrazo fue a la despedida , esperando que quizs algn da ,
pudisemos reafirmar esa amistad internacional.

Relato XXI
La verdad es que con diez aos de casados, no me puedo quejar.
Escucho a otras parejas que aoran su pasado o buscan afuera de la pareja,
lo que no encuentran dentro. No es que nunca me hubiera parecido
aburrida nuestra vida sexual, una noche de sexo con ella, pero en
promedio fueron muy pocas, adems siempre que llegbamos a una de
esas etapas pasaba algo extrao o maravillosos que cambiaba nuestro sexo
de forma definitiva. No eran cosas para ir contando por all, ya que a
veces me avergonzaban, ni menos ir aconsejndoselas a mis amigos, pero
en el anonimato que me da esta pgina de relatos, quiero contrselas,
espero que le ayude a quienes le sea necesario.

Una clida noche de primavera, con los primeros calores que nos
hacen revivir, despus de un fro invierno, nos aprestbamos a ver una
pelcula que habamos alquilado. Estbamos en el silln, Mi esposa,
llevaba una remera ma, que siempre usaba y una bombacha comn, de esa
que usa todos los das.

Sheila, es hermosa, tiene un lomo bien formado, por sus aos de
natacin, su espalda es casi como la ma, sus tetas no son muy grandes, ni
muy chicas, son perfectas y se mantienen en su lugar, su cola es
proporcionada y sus piernas torneadas y cortitas, sus pies son pequeos
haciendo juego con sus tobillos. Quizs no te des vuelta por la calle, para
mirarla, pero si entra en un saln o sents su presencia, no pods dejar de
admirarla.

Yo estaba en short una camisa que era la que me haba quedado
despus de un da de trabajo. Prepar la pelcula y nos acomodamos en el
silln

Como a los quince minutos de estar mirando el film, siento como un
mareo, una mano, que al principio cre de ella tap mi nariz y fue all
cuando lo vi.

Un hombre encapuchado estaba detrs de nosotros. Con una cinta
adhesiva tap mi boca, todo se mova, aunque nunca perd la conciencia,

no poda entender lo que pasaba. Nos llev hasta nuestro cuarto Sheila y el
intruso hablaban, ella se resista, pero el tipo ni la tocaba, ni nada. Ellos
me miraban, me sealaban y yo no entenda que pasaba. Estaba embotado
por lo que haba olido, las palabras que pronunciaban me resultaban
incomprensibles y trascurra todo lento, me pesaban los msculos y mis
movimientos eran torpes . Unos instantes despus, mi esposa comenz a
desvestirme y cuando qued totalmente desnudo ella hizo lo mismo. Nos
acost, ella sobre m y no s de donde sac un rollo de envolver alimentos
pero nos estaba envolviendo a nosotros. Empez por los hombros, me
hizo abrazarla y prosigui con la tarea. Tena varios rollos y quedamos
muy pegados desde los hombros hasta la cintura. El maleante, apag la
luz, tir algo sobre la cama, que no pude ver que sera y luego cerr la
puerta. Nos quedamos paralizados unos minutos, solo se escuchaba los
sonidos de la pelcula, rodando en el living

Lentamente iba recuperando mi cuerpo y mi mente volvi a estar
lucida.

Sheila no paraba de sollozar, bajito, como para que nadie la escuchara.
Trat de calmarla pero era intil ya que tena una cinta en boca. Intent
zafarme de las ataduras, pero era imposible. Esos rollos parecen tan
frgiles, pero son muy resistentes. Mi cuerpo y el de ella estaban ms
juntos que nunca, sus pechos explotaban sobre el mo.

Sheila se rehizo y reaccion:

- Voy a intentar sacarte la cinta de la boca. Busc con su lengua, el
lmite de la cinta y cuando lo encontr, sus dientes intentaron en vano,
despegarla de mi piel. Me lama para tratar de aflojarla, pero todo result
intil.

Su boca en mi cuello, el sudor que nuestros cuerpos expulsaban, su
peso sobre m, el temor, hicieron que una extraa sensacin me invada. Mi
pija perdi su descanso y comenz a desperezarse. Mi esposa sinti ese
sutil movimiento entre sus piernas. Sus brazos haban quedado a los
costados de nuestros cuerpos y sus manos o por lo menos una, haba
quedado libre.


Tratamos de girar y yo qued arriba, pero as ella no poda aguantar
mucho ya que se le dificultaba el respirar y volvimos a la posicin
original. Toda esa movida hizo que mi pene ya estuviera pidiendo permiso
entre sus piernas y se haca molesto, para los dos. Luego de varias
maniobras y con la ayuda de su mano libre, consigui acomodar mi verga
entre sus piernas y con una ligera abertura de sus piernas, mi pija se
encontraba a las puertas de su rayita. Senta como iba entrando, milmetro
a milmetro por su cuerpo. Ella gema y yo tambin. Pese a todos los
esfuerzos, no pudo entrar mas que la cabeza y un poquito ms. Los
movimientos que podamos hacer eran mnimos, pero nos llenaban de
placer. Senta como los labios de su vagina, besaban mi pija y le daban
calor. Con cada jadeo, con cada nfimo roce, con el aroma de nuestros
cuerpos, nos estimulaban ms y ms. Sheila, acab y como nunca sent sus
contracciones, sent cono sus gemidos nacan en su vientre y brotaba en su
boca, sent como mi leche inundaban su concha, con un solo chorro
inmenso y largo. Hice fuerzas para apretarla ms a m, pero no pude.

- Te amo. me dijo.

As nos quedamos unos cuantos minutos, a m me costaba recobrar las
pulsaciones de mi corazn y tuve miedo de que ella se quedara dormida.
La mov un poco e intent darme vuelta, para poder respirar mejor y fue
cuando sent que haba algo en la cama, seguro que era lo que el ladrn
haba tirado antes de irse Nos fuimos corriendo hasta hacer que Sheila
lo tome con su mano libre. Era una trincheta, que el tipo nos haba dejado
para que nos podamos soltar. Tardamos como veinte minutos en lograrlo.
La pelcula haba terminado haca un buen rato. Todo era silencio, salvo
por los latidos de nuestros corazones.

Nunca entend bien que era lo que haba pasado, ya que el intruso, no
se llev nada. Sheila dice que se confundi de personas y por eso no nos
rob nada. Pero eso nunca me cerr, porque cosas extraas nos siguieron
pasando con el correr del los aos, cosas tan erticas y sensuales tan
fuertes como esa noche.

Pero Cmo se le pudo ocurrir algo as? Cmo lo pudo planear?

Quin fue el cmplic? No, creo que es muy intrincado para que ella o
alguien lo hubiera hecho, lo hubiera planeado con alevosa y
premeditacin.

Las veces que quise sacar el tema, ella se negaba a profundizar y hasta
llegu a pensar que ella saba mas de lo que yo crea pero eso era
mucho Nos les pareces?

Relato XXII
Cuando mi marido me dijo que mi hija tendra que acompaarme a mi
siguiente viaje de negocios no me import mucho. Por alejarme de l una
semana bien vala la pena tener a la mocosa estorbndome mis aventuras
sexuales. Lo que me cabre fue que adems de la nia me acompaaba
nuestro socio. Mi marido se haba vuelto increblemente celoso despus de
que no le contest las llamadas a mi celular la ltima vez que haba ido a
una convencin. Claro que, estando en medio de dos vergas -una en la
boca y otra en el coo- no estaba para responder al telfono... pero una
cosa es tener que llevar a la nia y otra es que me encaleten un
informador.

Manuel, nuestro socio, es relativamente joven (tenemos casi la misma
edad, 37 y 36 aos), con el atractivo particular de un rostro promedio, de
ojos claros y cabello castao que llevaba muy corto. No es muy alto,
cuando mucho mide 1.75m y pesar unas 150 libras; bastante delgado pero
est bien definido y a ojos expertos como los mos se nota que el paquete
est bien cargadito, jejeje...

Elena, mi hija, acababa de cumplir dieciocho aos y estaba
emocionadsima por irse de viaje. Yo no lo estaba tanto como en
ocasiones anteriores, resignada como estaba a mis dos chaperones.

El embarco fue peor que nunca, entre las nuevas medidas de seguridad
muchas gracias, terroristas de mierda- y la cabroncita que todo tena que
verlo y explorarlo. Maldije una vez ms la metida de pata que la trajo al
mundo; por mucho que la ame nunca me arrepentir lo suficiente de
haberle credo a mi ahora marido cuando me dijo que la primera vez que
una mujer tena sexo era mejor hacerlo sin condn. Yo en ese entonces
an no cumpla los dieciocho y no saba NADA acerca del sexo... qued
embarazada y mis padre, quien era en ese entonces el fiscal, le dio la
opcin de casarse conmigo o ir a la crcel. Nos casamos, para mi
desgracia.

Estbamos los tres en la misma fila y prefer cederle a Elena el asiento
de la ventana a tener que soportar sus lloriqueos. Maldije an ms a las

aerolneas por restarle cada vez ms espacio a los asientos por apretujar
ms gente en el mismo lugar.

El vuelo era largo y Elena se durmi a medio camino, as que Manuel
y yo nos pusimos a conversar. El tema eventualmente lleg al sexo y los
celos de mi marido. Result que Manuel saba perfectamente de mis
andadas; de hecho me haba pillado metindole mano a un ejecutivo del
banco de la empresa, pero no slo no se aprovech de ello para
chantajearme sino que siempre me defendi ante mi marido, as que
cuando me dijo que quera proponerme algo pens que sera que
follramos en lugar de yo irme a buscar diversin por ah.

- Supongo que estars con ganas de una aventurilla, no es as?

- T qu crees... Julin es casi impotente y me cela hasta con mi
sombra. Me extraa que te pidiese justo a t que vinieses a cuidarme,
parece que Elena no es suficiente garanta para l.

- Y si yo paso las noches con Elena? As t te diviertes...

- Y t... - mir alrededor para ver que no nos oyesen. La mayora de
los pasajeros dorma, y los que no estaban con los audfonos puestos
viendo la mierda que pasaban por el video. - Cmo piensas divertirte? susurr.

Por toda respuesta mir a Elena.

- Por dios...

- No seas hipcrita, Carmen, que t no crees ni en dios ni en ley.

- No... es que de haberlo imaginado la hubiese trado antes en algn
viaje. Es un plan perfecto, los dos conseguimos lo que queremos y Elena
te adora as que si la seduces caer redonda en tus brazos.

- Entonces tenemos un trato.

- Vale, pero quiero poder ver cmo la desvirgas.



- Eres mirona adems de proxeneta? Qu mujer tan talentosa...

- Payaso.... si no te molesta, la har depilarse, que ya le ha crecido el
vellito pero an no menstra.

- Mmmmmm... carajo, ya hiciste que se me parara.

No pude evitar caer en tentacin. Mejor dicho, me lanc en picada en
los brazos de mi vicio favorito: el sexo.

- Te la mamo?

Manuel sonri esa sonrisa que le hace tan atractivo a pesar de ser un
rostro ms del montn.

- Vale. Psame la manta para ponrtela encima.

Fing que me acostaba en su regazo y en cuanto me tap con la manta
le abr el cierre y saqu su pinga erecta. Me di cuenta de que haba
calculado un poco mal, era ms gruesa de lo que pensaba, aunque no tan
larga. Estaba circuncidado y ola a limpio. Es una verga de esas que dan
gusto mamar... lo envolv con mis labios y empec a chupar ese mazo de
carne con movimientos firmes y pausados. Manuel respiraba pesadamente
y trataba de no moverse mucho para que nadie ms se diese cuenta de lo
que hacamos. Al poco rato empez a sacudir las caderas y gemir
quedamente, seal inequvoca de que estaba al borde del orgasmo.

Cuando se vino en mi boca me lo tragu todo. El sabor del semen
nunca ha sido muy de mi agrado, y cualquier cuento ertico que diga que
sabe bien miente descaradamente. Afortunadamente el semen de Manuel
no tena mucho sabor as que pasarlo no fue muy difcil. Sequ la saliva
que le haba dejado en la piel y le di un ltimo beso en la punta del pene
como despedida antes de guardar esa vara mgica que hara de mi nia
inocente y virgen una mujer hecha y derecha.

Mir hacia arriba y el me dio un guio de complicidad. Cambiamos de


asiento y yo me acomod para tomar una siesta de verdad mientras Elena
dorma el sueo de la inocencia y el avin segua su itinerario...

Relato XXIII
Jorgeeeee, estas dormido? S?, ok. Entonces deja me recuesto a tu
lado, aqu duermo a tu lado, solo djame sentir el calor que despide tu
cuerpo, or tu respiracin. Ok. prometo no despertarte, slo quiero
admirar tu rostro mientras duermes, totalmente relajado, con tus labios un
poquito entreabiertos, invitndome a un beso, slo uno, chiquito;
mmmmhhhh deliciosos, tus labios siempre me han gustado mucho, tienen
un sabor exquisito. Mi dedo recorre suavemente tu nariz, con dulzura para
no despertarte, bajando a dibujar la comisura de tus labios, sintiendo tu
aliento tranquilo, tu respirar acompasado, poco a poco mis dedos
recorren todo tu rostro, dibujndolo una y otra vez.

No puedo resistir la tentacin de acariciar tu cuello, tus hombros, mi
mano vaga con delicadeza por tu torso, apenas rozndolo para que sigas
durmiendo; tus pezones se erizan por el roce de mis dedos, con mis uas
los acaricio sutilmente; mi boca se mueve inconcientemente, saboreando
de ante mano tu sabor, la punta de mi lengua asoma entre mis labios
queriendo probarte, hasta que me rindo y me prometo que slo lo probar
un poquito, slo una pequea lamida, nada mas para probarte, slo un
segundo no, una vez probndote no puedo dejar de saborearte, primero
solo con la punta de mi lengua, solo rozando, despus con lametones mas
fuertes; sigues dormido, me imagino que unas cuantas cervezas antes de
dormir hacen tu sueo mas profundo, perfecto, as te tengo todo a mi
disposicin, puedo contemplarte a mi placer, tocar todos los puntos de tu
cuerpo que quiera.

Tu brazo derecho descansa sobre la almohada, a un lado de tu cabeza,
lo cual yo aprovecho para lamer la parte interna de tu brazo, la piel ah es
muy suave, poco a poco llego a tu axila, la cual esta cubierta por un bello
muy fino que me hace cosquillas en la nariz; mi lengua te recorre desde el
antebrazo hasta tu axila y un poquito el costado de tu torso, noto como tu
piel se pone chinita con mis caricias; pero salvo algunos movimientos
inquietos, tu sigues durmiendo. Ahora no me conformo con lamer tus
pezones, mi boca los besa, chupndolos como si fueron el chupete ms
delicioso, mientras mi mano baja por tu vientre hasta llegar a tu ombligo
el cual bordea una y otra vez, jugando con el bello que ah forma un

hermoso remolino. Por arriba de la sbana puedo notar como tu pene, a


diferencia de ti, si ha despertado, su tamao me indica tu excitacin, retiro
la sbana para poder ver como crece, como la sangre inunda tu pene y lo
hincha de una manera suculenta. Amor, no tienes ropa interior!
Definitivamente es mi noche de suerte, totalmente desnudo para mi.

Mi boca viaja por tu vientre hasta llegar a tu ombligo que antes mi
mano acaricio, ahora mi lengua juega en l, entrando y saliendo,
lamindolo mientras mi mano acaricia tu cadera, tu muslo, rondando tu
pene, asechndolo, acercndose a l y volvindose a alejar; para este
momento ya tu pene esta completamente erecto, hermoso, mi boca no
resiste mas y continua con su viaje al sur de tu cuerpo, siguiendo el mismo
juego de mi mano, solo rondando tu pene, chupando la parte interna de tus
muslos pero sin poder evitar que mis ojos se dirijan a tu hermosa
masculinidad como atrados por un imn. No puedo dejar de mirarte, de
desearte, de ansiarte. Ya , mi boca ya no quiere esperar mas para tenerte,
para cobijarte dentro de ella, para sentir como la llenas, no sabes lo que es
tenerte en mi boca, sentir como me posees, es algo tan intimo, el amarte
con mi boca, es es adorarte; pero justo antes de llegar a tu pene algo se
atraviesa en mi camino, dos deliciosos testculos, llenos, tensos, excitados,
mmmmhhh ok. me quedo un ratito aqu, chupando, metindolos en mi
boca uno por uno. Para este momento ya no me preocupa si te despierta,
todo mi atencin esta centrada en saborearte, besarte, chuparte, comerte
completito; mi mano toca por fin tu pene caliente, duro, suave como
terciopelo, grueso, mi boca se debate entre seguir chupando tus testculos
o por fin llegar a tu centro, hasta que tu pene le exige que lo atienda.
Aaaaaaaahhhhh que delicia, por fin, tu sabor, mi lengua toca tu glande en
un beso largamente esperado, lamiendo la humedad que lo perla, que pone
en evidencia, por si fuera necesario, tu excitacin; ese delicioso liquido
que emana de tu pene es devorado por mi lengua, Ya, ya te quiero dentro
de mi! Mmmmmmhhhhhhh que caliente, que delicia sentirte dentro de mi
boca, por fin; mi boca te succiona, queriendo beber de ti por siempre,
sube y baja por tu miembro sin cansancio, sin dejar un slo milmetro por
saborear, difcilmente te puedo abarcar con mi boca, pero mi lengua no
tiene descanso, te recorre una y otra vez, mi vida, que delicia.

Tenso, cada vez estas mas duro, mas tenso, tus testculos estn que

revientan y mi entrepierna esta empapada por todo este placer, y mas


anticipando el momento en que tu leche roce mis labios, en que tu sabor y
tu olor me inunden, me hagan sentir tuya; yo te hago el amor, me
aprovecho de tu inconciencia, pero es como pertenecerte cada vez ms,
como refrendar que soy tuya, an estando tu dormido, perdido en tus
sueos, soy tuya. Tus piernas flexionadas me indican que en tus sueos
disfrutas de mis caricias, de mi amor. Tu pene se tensa an mas en mi
boca, indicndome que estas a punto de derramarte en mi boca, Siiiiiiii
amor!, djame probarte, beberte, llenarme de tu esencia; aaaahhhh tu leche
sale directo a mi boca, inundando mi paladar, mi garganta, quemando con
su calor mi lengua, acaricindola, empapndola de su sabor; tu semen me
recorre desde mis labios hasta lo mas profundo de mi ser provocando que
mi boca chupe y chupe de ti, queriendo sacarte todo, que no quede una
sola gota.

Te limpio como lo hara una gatita con sus cachorros, lamiendo tu
pene para recolectar el semen que escurri de mi boca y que se desliza por
tu pene como la lluvia por un cristal; no descanso hasta dejarte totalmente
limpio, relajado.

Me acomodo nuevamente a tu lado besando ligeramente tus labios y
recostndome en tu pecho.

Que duermas bien mi amor.

Tuya, de todas las formas posibles.

Relato XXIV
Despus de la experiencia que tuve con Lucy o Lucero, que es la
misma personita pero que ahora solo referir como Lucy, nombre que le
aplicamos por cario; pasaron unos das sin tener contacto con ella, yo
trataba de evitarla llegando tarde a casa, pero reviviendo los momentos
que habamos pasado, era una lucha entre mis convicciones y mi moral,
contra la reaccin natural de un hombre, pero el fin de semana llego y
como el siguiente lunes era un da feriado y mi hija pasara ese fin de
semana al lado de su prima hija de mi hermana en Tlaxcala, donde vivan
yo quede de pasar temprano por ella para llevarla a la casa de mam
donde la recogeran, yo no poda asistir ya que el sbado y el lunes
trabajara, puesto que la obra no se detiene.

As que llegue a casa como a las 3:00 de la tarde, cuando entre Ingrid
estaba con tres de sus amiguitas y entre ellas Lucy, que haban ido a
desearle que se la pasara bien en ese puente vacacional que tomara, yo
quera esquivar la mirada de Lucy, pero esto era imposible, las salude con
un beso en la mejilla como acostumbraba, pero me sent nervioso o
apenado cuando lo hice con Lucy, pasado esto le dije a Ingrid:

-Yo: Bueno Ingrid despdete porque se har tarde

-Ingrid: Si pa cuando quieras

-Yo: ya esta listo tu equipaje

-Ingrid: Si pa ya esta listo para subirlo

-Yo: Bueno yo lo subo no olvidas nada

-Ingrid: No pa todo va en la maleta

Sal cargando la maleta para ponerla en la cajuela, mi hija se despeda
de sus amigas y recoga los encargos que le hacan, se introdujo en el auto
al fin, sus amigas vinieron hacia mi para despedirse, la ultima fue Lucy,
que antes de darme el beso acostumbrado me dijo: vengo mas tarde, te

quiero; nos dirigimos a la casa de mam, pase un tiempo platicando y


llegaron por ellas, me desped y fui hacia mi casa, senta temor en llegar o
no se que haba dentro de mi, al fin llegue a la casa y me introduje rpido
en ella, no haban pasado ni 15 minutos y el timbre de la puerta se
escucho, me acerque temeroso a la puerta y abr.

-Natalia: Hola Rafa cmo estas? (mam de Lucy) ella una mujer
de aproximadamente mi edad, esbelta una cara muy bonita ojos color
miel, que mas les puedo decir es muy atractiva, de esas mujeres que uno
admira y desea.

-Yo: Bien Naty (tono nervioso) psenle (iba con Lucy)

-Natalia: No interrumpimos?

-Yo: No Naty en que puedo servirte

-Natalia: Aqu mi hija que esta de necia, quiere que le expliques una
tarea de la escuela, dice que le habas prometido ayudarla y como el
martes tiene examen, quera ver si tienes un tiempo para hacerlo

-Lucy: Verdad que usted me lo dijo..?

-Yo: Si yo le promet sintense gustan algo de beber?

-Natalia: Dirs que soy una encajosa, la puedo dejar contigo y luego
regreso por ella voy rpido al centro comercial no necesitas algo?

-Yo: No, Naty gracias si la puedes dejar, si no hay problema?

-Natalia: No hombre como voy a desconfiar de ti gracias vuelvo
mas tarde

La desped con un beso en la mejilla y se fue con una sonrisa rumbo a
su casa, cerr la puerta y voltee algo nervioso, all estaba esa carita
angelical, antes de que yo avanzara mas a dentro ella fue hacia mi, tendi
sus brazos y me propino un abrazo y un beso en la barbilla, yo la tome en

mis brazos y le propine un beso en sus exquisitos labios, as abrazada la


conduje a la sala, se haban esfumado mis temores, la deposite en uno de
los sillones y me sent a su lado, no pude evitarlo y de nuevo la bese, ella
corresponda, comenc a recorrer con mis manos ese frgil y bello
cuerpo de nia, las caricias subieron de tono, mis manos ya buscaban su
rajita y ella buscaba mi pene con las suyas, sus calzoncitos estaban
hmedos y mi pene en ereccin, sin pensarlo me incorpore y la alce en
mis brazos, la conduje a mi habitacin, la deposite en la cama y vi su
carita angelical con una expresin de deseo y de satisfaccin, le bese la
carita toda, ya no haba pudor en mi.

-Yo: Lucy esto no debe pasar no es natural

-Lucy: Porque no tu eres hombre y yo mujer

-Yo: Eres una nia muy bonita, pero una nia

-Lucy: Casi una mujer ya tengo 18 lo has olvidado bsame
bsame

Fui hacia ella, la tome de nuevo en mis brazos, la bese en sus labios,
ella jugueteaba con su lengua con la ma, no lo pens mas y fui de nuevo a
recorrer ese cuerpo que me incitaba an con su edad, la despoje de su
camiseta desabroche su pequeo brasier, baje su pantaln junto con su
pantaleta, ah estaba ese bello cuerpecito de mujer, la separe para verla
completa, ella vino a mi y desabrocho mi camisa, de ves en ves me besaba
sin dejar de quitar mis ropas, quedamos al fin desnudos, nos subimos a la
cama, nos seguimos besando y acariciando nuestros cuerpos, toque su
virginal chochito sent la humedad de su rajita, ella tomaba con sus
manitas mi viril miembro, se separo y se invirti para besar mi verga,
sent ese divino placer ya experimentado por su boquita, la puse encima de
mi y le devolv la caricia, abra su rajita con mi lengua y la iba
introduciendo, ella chupaba como poda mi pene, yo segua estimulando
su pequeo cltoris, ella ya se retorca pero no abandonaba su labor, me
senta en la gloria.

-Lucy: As sigue as amor sigue


-Yo: Si, linda.

-Lucy: Que divino sigue mtela mas sigue amor sigue ahh
ahhh mas mas por Dios, sigue siento que me orino mas
aggg aggg. Aggg ya ya yaaaaaa divino.

Abandone despus de haber libado sus lquidos sexuales de su rajita,
ella se haba tendido en la cama prueba de que haba experimentado un
orgasmo intenso, la bese en sus labios y ella casi no respondi, estaba
bajo el deleite experimentado.

-Lucy: Gracias amor me haces feliz.

-Yo: T tambin me haces feliz Lucy

-Lucy: A ti no te ha salido t lechita djame sacarla me gust
mucho si

-Yo: Si nena scala

-Lucy: No me digas nena por favor

-Yo: Cmo quieres que te diga?

-Lucy: No se, pero no nena ni nia

-Yo: Ok, Lucy

-Lucy: Tampoco as dime amor o mi putita no se algo que
sea diferente y que sepa que soy mujer

-Yo: Ok, mi amor

Ella sonri, tomo mi an erecto pene y comenz a besarlo, saco su
lengua al mximo y empez a propinar unos lengetazos desde los
testculos hasta la punta de mi verga, luego alternaba los lengetazos con

una chupada a la cabeza del pene y una pequea parte de este, era una
delicia lo que yo estaba experimentando con esas caricias de su boquita, ya
estaba a punto, senta que mi verga palpitaba y que me recorra un
escalofro en mi espalda.

-Yo: Ya amor, me voy a venir

-Lucy: Que?

-Yo: Que ya viene mi leche

-Lucy: Dmela ya dmela la quiero disfrutar

No pude mas y explote justo cuando ella se introduca parte de mi
verga en su boquita, ella tosi producto de la venida abundante que haba
tenido, se recupero de ese malestar y fue a devorar todo mi semen de mi
pene, luego lo que haba quedado en su carita lo atrajo con sus dedos,
gozaba de mi semen como loca, yo solo contemplaba y me repona de la
venida que haba tenido, cuando termino vino a darle un beso a mi verga y
luego pego sus labios en los mos y nos abrazamos, senta el calor de su
cuerpecito y como se fundan nuestros cuerpos desnudos y hmedos.

-Lucy: Gracias Rafa me haces feliz

-Yo: T tambin me haces feliz

-Lucy: Ahora si me hars tuya por completo verdad Rafa?

-Yo: No me atrevo amor eres muy pequea

-Lucy: No tengas miedo quiero ser tuya quiero ser tu mujer
porque tu me hars mujer quiero entregarte mi virginidad no
imagino entregrsela a alguien mas

-Yo: Lo deseas tanto mira amor como te explico puede resultar
peligroso y doloroso tu vaginita esta muy estrecha y ya ves que mi
pene esta algo grande no se si lo podrs soportar


-Lucy: Si me han comentado que duele la primera vez que me va a
salir sangre de ah pero no me importa mteme tu pene en mi
conchita si Rafa

-Yo: No lo se me da un poco de miedo

-Lucy: Yo se que hars lo posible para que no me duela tanto t
tienes experiencia Rafa quiero ser tuya no sabes cuanto lo deseo
desde que te vi por eso me hice buena amiga de Ingrid para estar
cerca de ti mira que yo solo tenia 12 aos y ya soaba con estar en tus
brazos me gustas mucho mucho Rafa.

-Yo: Espera voy a ver si tengo unos condones y espero no te
arrepientas de lo que quieres mi amor

-Lucy: Nunca me arrepentira lo he soado 2 aos no uses eso de
condones si he esperado este tiempo quiero sentirlo todo al natural

-Yo: Eso no puede ser podras quedar embarazada imagnate que
li

-Lucy: No pasara te lo aseguro adems ya hay pldoras del da
siguiente

-Yo: Cmo sabes tanto

-Lucy: En la escuela nos informan de eso adems mi mami las usa
ella cree que no lo se pero las he visto en su cajn de noche

-Yo: Pero si tu padre no vive con ustedes

-Lucy: Pero es mujer y lo ha de necesitar como lo necesito yo. Tal
vez lo haga con alguno de los compaeros del trabajo o alguien mas
yo comprendo ahora no era tanto ir al sper, le llamo un tal Fernando
yo se que se va a tardar. Si no ya lo veras

-Yo: Espero no pase nada



Con esa platica me haba excitado un poco, nunca haba imaginado que
Natalia tenia sus encuentros, si bien es cierto es muy atractiva, tambin en
la Unidad tiene fama de muy recatada, fui hacia Lucy, la empec a besar
toda, no haba espacio donde no hubiera posado mis labios, cuando de
nuevo llegue a su rajita le deje un poco de saliva en ella, puse un cojn
bajo su espalda, abr sus piernitas, me coloque en medio de ella, apunte
con mis manos mi verga a su entradita, ella suspiraba, yo lo pensaba antes
de penetrarla, al fin se nublo mi mente y deje mi miembro justo en la
entrada de esa cuevita, ella suspiraba mas y mas, empuje un poco, pareca
que no iba a entrar, ella gimi, hazlo ya Rafa, dijo con voz suplicante,
volv a empujar un poco mas con mas fuerza, yo contemplaba sus gestos,
vi que apretaba sus labios y cerraba sus ojitos, estaba esperando lo que
haba soado, en el tercer intento mi verga abri camino en su rajita, ella
gimi mas fuerte, una lagrima broto de sus ojos, ya no poda detenerme,
su angelical carita me excitaba, di un empujn mas y entro unos
centmetros mas, volvi a apretar sus labios y sus ojos, que imagen.

-Yo: Te duele amorcito

-Lucy: Un poco pero lo soporto sigue

-Yo: Si no lo soportas lo saco

-Lucy: Si lo soportare adelante sigue lo quiero

Su estreches la senta en mi verga, empuje mas ya la cabeza del pene y
un poco mas estaba dentro de su panochita, gema y reprima el llanto y
quiz un grito por la penetracin que estaba sintiendo, me incline y le bese
su boquita, ella aprovecho para corresponderme y abrazarme con sus
piernitas alrededor de mi cadera, presiono y yo le met la mitad de mi
pene, solo se detuvo al encontrar ese frgil obstculo de su virginidad, ya
las lagrimas brotaban abundantemente de sus ojitos, yo la segua besando.

-Yo: Quieres que pare

-Lucy: Nunca dmelo todo aunque me destroces dmelo


dmelo

-Yo: Aguanta entonces falta un poco

-Lucy: Si amor lo soportare te lo juro pero ya

-Yo: Voy mi amor

Me arme de valor y empec a introducirlo todo, poco a poco pero sin
retroceder, sent como se desgarro su himen, era ya mi mujer, la haba
desvirgado, lloraba y gema, la ultima arremetida fue total, estaban mis 20
cm. Dentro de ella, que delicia, pero me contena para que su biscochito se
acostumbrara a mi miembro, as permanec unos minutos hasta que vi su
rostro relajado, lloroso pero como aceptando o acostumbrado a tener mi
verga dentro, entonces fui despacio hacia atrs, luego lentamente adelante,
comenc un mete y saca, saca y mete pausado, ella paso de una cara de
dolor a una carita de gusto, despus fui movindome mas rtmicamente y
acelerando, ella ya lo estaba disfrutando.

-Lucy: Asi Rafa dale mas mas amor, mas, mas dale dale

-Yo: Si linda

-Lucy: Te gusto amor dale duro as si, si as, as

-Yo: Claro que me gustas amor

-Lucy: Me gusta que te agrade esta mujer tuya dale amor que me
orino dale amor, mas mas mas ahg ahg ahg

-Yo: no es que te vayas a orinar es que vas a tener tu orgasmo te
vas a venir y vaya que si eres mi mujercita

-Lucy: Vaya que si soy una mujer tuya quiero serlo siempre ahg,
ahg, ahg, dime que soy tu mujer ahg, ahg, ahg, aggghhh agggghh,
Dios.


-Yo: Si eres mi mujercita

-Lucy: Aggggh, Agggh, ya aggh, agh ya me vine. Aghh, que
rico dime que soy tu mujer lo quiero or aghh

-Yo: Eres mi mujercita si mi mujer Lucy

-Lucy: Si lo soy para siempre te amo Rafa

Me detuve un poco, dando tiempo a que se repusiera, quedo sin fuerza
y aflojo sus piernas, pero mas tardo en aflojar sus piernitas que en volver
hacerlo, as que prosegu en mi labor de mete y saca, saca y mete, ella
volva a sentir placer y yo estaba a punto, incremente los movimientos y
poco despus llegbamos juntos al paraso, senta como mi semen
inundaba su recin desflorada panochita en su interior, cuando mi pene iba
saliendo de ese recinto, senta como su vagina lo aprisionaba para no
permitrselo, que rica sensacin, lo saque para recostarme y no lastimarla
con mi cuerpo.

-Lucy: Gracias Rafa eres fabuloso al fin se que es coger y fue
con quien lo deseaba gracias

-Yo: Cmo te sientes?

-Lucy: Feliz feliz un poco adolorida pero feliz te amo

-Yo: Bueno vamos asearnos, puede venir tu mami

-Lucy: Espera un poquito abrzame Rafa y dime te gusto lo que te
di

-Yo: Eso ni lo preguntes fue maravilloso eres exquisita no haba
disfrutado nunca tanto

-Lucy: Que soy para ti?

-Yo: Ahora mi mujercita si mi mujercita



-Lucy: Solo eso no soy tu putita tambin

-Yo: Bueno si tambin

-Lucy: pues dmelo as que soy tu mujer y tu putita me encantara
orlo de tus labios

-Yo: porque insistes en que te diga as es duro lo que quieres

-Lucy: No s me excita dmelo si

-Yo: Si eres mi mujer y mi putita, mi putita desde hoy

Ella sonri y se levanto poco a poco, yo no la deje incorporarse por
completo la tome de la cintura y la atraje hacia mi, la bese la volv a tender
y sin pensarlo me la acomode arriba de mi para que ella dirigiera las
acciones, le acomode la verga que tenia de nuevo al mximo en su
entrada, le dije ahora tu sabrs cuanto te la metes, ella sonri y comenz a
meterla en su panochita, la poda contemplar toda, vea sus tetas, su vientre
y esa carita angelical, rostro que expresaba su placer, sin miramientos se
dio un sentn y se la meti toda, poco despus suba y bajaba en mi pene,
ya lo hacia con desesperacin, se detuvo porque su nuevo orgasmo haba
llegado, aproveche para acariciar su culito y tocar con mi dedo su ano,
ella se estremeci, segu en esa accin, ella repuesta volvi a subir y bajar,
yo con una mano le acariciaba sus tetitas y con la otra friccionaba su ano,
su siguiente orgasmo llego rpido por las caricia, me voltee para
acomodarla boca a bajo y le bombe como desenfrenado, yo estaba a
punto de terminar, as lo hice y ella me alcanzo, que divino placer.

-Yo: Ahora si vamos a levantarnos

-Lucy: Si estoy feliz cansada y adolorida, pero gracias, gracias (accin
que acompao de un beso)

Fuimos al bao abrazados, le puse una gorra de bao y tambin use

una, nos metimos al agua tibia, nos relajo, la enjabone para quitarle los
residuos de semen y sangre que emanaban de su biscochito, la verdad yo
quera volver a cogrmela, pero me contuve, la seque toda y parti para
vestirse, yo hice lo propio y fui a vestirme, ella me dijo apenada que toda
la cama estaba ensangrentada, le dije que no importaba, que quizs iba a
guardar esa colcha para siempre as como estaba, para recordar ese
momento.

Bajamos para la sala, no le explique nada de matemticas, solo nos
besamos y nos contemplamos, como una hora despus tocaron a la puerta,
era Natalia, abr la puerta y la invite a pasar.

-Natalia: Que pena me tarde mucho

-Yo: No te preocupes

-Natalia: Terminaron?

-Yo: Faltan cosas por aprender pero avanzamos (que mentira no
habamos hecho nada de tarea)

-Natalia: Vamonos Lucero, dejemos descansar ya al vecino, algo has
de ver aprendido

-Lucy: Si no sabes cuanto mami pero me falta no se si el seor
pueda darme otras lecciones por que as ya no sacare malas notas

-Yo: Cuando lo quieras Lucy

-Natalia: No sabes como te lo agradezco y te tomaremos la palabra

-Lucy: Si llega temprano maana puedo venir

-Natalia: No lo presiones Lucero

-Yo: Ser un placer, as no estar solo, un rato si te ayudo

-Natalia: Eres un encanto, gracias ah te la mando maana, abusando.



Se despidieron con un beso en la mejilla y Lucy me guio un ojito,
Hasta maana Seor

Nunca haba sido tan hipcrita, remordimiento que me acompaa,
donde los valores que me inculcaron, pero me he dejado llevar por el
deseo y por una criatura, que nunca paso en mi mente, yo se que no es una
excusa valida, pero as se ha dado, una lucha encontrada entre mi moral y
el placer.

Relato XXV
Cierto da de lluvia, habamos llegado a nuestro trabajo. Adriana
estaba tras su escritorio sumida en sus tareas cuando recibi una llamada
interna: era Andr.

La conversacin fue corta pero suficientemente intensa para que ella se
excitara de inmediato. Siguiendo la peticin de Andr se encamin al bao
de la empresa y se quit sus pantaletas, quedando slo con su enagua a
media pierna.

Ella no entenda bien las intenciones de su amante, pues durante las
horas de trabajo era poco lo que podan verse. A media maana, mientras
la lluvia segua su frentico ritmo en la ciudad son la alarma de
simulacros de incendio.

Siguiendo el protocolo la gente comenz a buscar las salidas de
emergencia, Adriana camin hacia la escalera de incendios y al pasar
frente a la oficina de Andr lo vio en la puerta mirndola fijamente. Ella
se detuvo un momento y l avanz hasta tomarla del brazo y llevarla en
direccin opuesta, hacia una escalera de emergencia que daba a la parte de
atrs del edificio, y que no era la que les corresponda.

Terminaron de bajar hasta un pequeo parqueo en que haba unas
cuarenta personas agrupadas, que en caso de un incendio real estaran en
la calle, pero que al tratarse de una simulacin, se mantenan entre los
automviles.

Andr gui a Adriana hasta uno de los automviles, un cuatro por
cuatro enorme de uno de los jefes de la compaa y se acomod con ella a
un lado del mismo. Estado detrs de ella Andr comenz a acariciar sus
caderas con suavidad, la gente observaba hacia el edificio donde se
realizaban maniobras para evacuar heridos y personas por medio de
cuerdas, y nadie se fijaba en ellos. Las manos de Andr fueron acariciando
con ms fuerza sus caderas, mientras su pene se apretaba contra sus
nalgas. Ella miraba a los lados nerviosa, pero pronto se percat de que
nadie los miraba, por lo que correspondi a sus movimientos echando sus

nalgas hacia atrs para aumentar el contacto.



Las manos de Andr se aventuraron an ms y se metieron bajo su
falda, hasta alcanzar su hmeda y descubierta vagina, que pronto comenz
a ser acariciada desde atrs por los gruesos y fuertes dedos del hombre.
Adriana notaba su introduccin y se mojaba cada vez, el placer que senta
al ser acariciada al aire libre y con tantas personas alrededor era muy
grande. Los dedos de Andr rezumaban en lquidos vaginales y muy
pronto uno de sus dedos comenz a acariciar el otro orificio de Adriana.
El sentir estas caricias la estaban llevando a un fuerte orgasmo que se vio
interrumpido por la sirena que anunciaba el final del simulacro.

Ambos se recompusieron y caminaron de regreso a sus escritorios,
detrs de todas las dems personas. Al pasar junto a los baos del
estacionamiento Andr la tom de su brazo y la introdujo en ellos. Antes
de que ella pudiera decir nada la volte y comenz a besarla con fuerza,
tomndola de sus nalgas y entregndole con su saliva toda la pasin
contenida de los encuentros anteriores.

Andr lev a Adriana hasta los lavamanos y la sent en ello, con su
enagua recogida hasta la cintura. El fro de stos le puso a Adriana la piel
de gallina, cosa que se increment al ver que Andr dejaba desnudo su
pene y comenzaba a acercarla poco a poco a su vagina. Ella cerr sus ojos
esperando la introduccin de este miembro, pero en vez de esto comenz
a sentir como Andr frotaba su glande de arriba abajo en su vagina. Ella
abri los ojos y se top con los de su amante que le hizo un gesto para que
mirara. Ella bajo la mirada y vio el glande rojo e hinchado frotndose
contra sus labios vaginales. Vea como la tierna piel de su vagina se mova
al ritmo de aqul pice masculino, vea como esa cereza roja iba tomando
un color ms intenso gracias a la humedad que sala de su interior. La
mano de Andr, varonil y velluda, tomaba con fuerza ese pene y lo frotaba
desde la base de su vagina hasta su cltoris, y una vez ah lo mova como
el arco de un violn sobre sus cuerdas.

Adriana tom la piel de sus labios vaginales y trat de unirla sobre ese
miembro, envolvindolo como una funda, hmeda funda, que les daba
mucho placer. Cuando ella solt sus delicados pliegues Andr tom su

pene y comenz a dar leves golpes contra el cltoris de esa jugosa vagina,
produciendo un suave sonido de choque de carnes, que contrastaba con el
enorme placer que les daba.

Luego volva a los frotamientos y restregadas. La humedad empez a
ser tanta que corra haca la superficie que sostena las nalgas de Adriana,
pero en su suave descenso mojaban sus nalgas y unas cuantas gotas
humedecieron su ano.

Esto no le pas desapercibido a Andr, quien aument la distancia del
recorrido de su glande, e iniciaba los viajes de ascenso sobre la vagina de
Adriana desde ese punto que une al ano con la vagina: el perineo.

El contacto era intenso y ambos estaban demasiado excitados para
soportarlo ms. En uno de los viajes de vuelta, y luego de tres o cuatro
golpecitos del glande sobre el cltoris, Andr empuj con fuerza sus
caderas y enterr todo su miembro en la vagina de Adriana, pero en vez
de comenzar un mete saca frentico se tom de las nalgas de ella, empuj
su cuerpo con fuerza, como queriendo hundirse entero en ella, y movi
sus caderas en crculos dentro esa deliciosa vagina.

Adriana senta que el glande de Andr estaba muy adentro de su
cuerpo, y ese movimiento profundo la hacia sentir que le remova las
entraas. Adems Andr hinchaba una y otra vez su pene, lo que haca que
Adriana sintiera dentro de s las palpitaciones de esa unin tan profunda.

Luego de unos minutos as, que fueron adems minutos llenos de
besos y declaraciones sobre el deseo que tenan de sentirse as, Andr
comenz un lento movimiento de entrada y salida. Meta ms o menos un
cuarto de su pene en la vagina de ella unas tres veces seguidas y despus le
daba un a profunda penetracin, esto haca que Adriana deseara que todos
los movimientos de penetracin fueran profundos, y l jugaba con esto,
pues a veces le daba hasta diez penetraciones leves antes de la estocada
profunda, o a veces embesta con furia tres o cuatro veces para despus
detenerse y comenzar las lentas acometidas una vez ms.

En cierto momento el orgasmo de ella era tan evidente que Andr se

entreg furioso a un profundo mete saca hasta que sinti los espasmos del
orgasmo de Adriana, para, sin darle tiempo de reponerse, hundirse entre
sus piernas y chuparle toda esa chorreante vagina, que todava se contraa
con los espasmos del orgasmos.

Andr sinti en su boca, no slo el nctar que manaba de esa cueva,
sino las contracciones propias de tan ancestral placer, mientras las manos
de Adriana presionaban la boca de su hombre contra sus ingles.

Cuando se repuso Adriana de su orgasmo, Andr la ayud a bajar del
lavamanos y se metieron a uno de los cubculos del bao. Se sent sobre
uno de WC cerrados y ella lo monto, introducindose todo su pene en su
vagina. Adriana le abri la camisa a Andr, para que su velludo pecho se
frotara contra sus pechos, adems de que poda restregar su cltoris contra
los vellos pbicos de Andr.

Andr por su parte trataba de chupar esos oscuros pezones que se le
ofrecan y, con sus manos en las nalgas de esa lujuriosa compaera, la
ayudaba a llevar el ritmo de la cabalgada.

El sudor comenz a empapar sus cuerpos, y los pechos de Adriana
resbalaban por el pecho de Andr. Este estrujaba las nalgas de Adriana y
jugaba con un dedo un su orificio trasero, cosa que a ambos los llenaba de
lujuria.

En cierto momento durante la cabalgada, Adriana se levant por
completo y apunto la punta de aquel pivote de carne hacia su orificio
anterior, y poco a poco fue bajando sus caderas hasta que logr introducir
todo su pene en su trasero. Andr la tom de sus nalgas y hundiendo su
cara entre los pechos de aquella hembra comenz a moverla con furia
sobre su pene. Adriana mantena su boca levemente abierta, producto de la
mezcla de dolor y placer que senta por esa penetracin anal, pero
sosteniendo con fuerza la cabeza de su amante entre sus pechos.

El orgasmo les lleg casi al mismo tiempo, y las contracciones del
pene de Andr dentro del chiquito de Adriana fueron acompaadas de las
de la vagina de ella. Mientras recobraban el ritmo normal de la

respiracin se prometan a s mismo volverlo a repetir, esta vez en la casa


de alguno de los dos, con ms calma y de una forma que les diera chance
de explorarse a placer.

Relato XXVI
Un da en que estaba particularmente excitado, le ped a Adriana que se
quitara su ropa interior y se sentara en mi escritorio. Cuando hizo esto
remet debajo del mismo y levantando su falda comenc a besar sus
muslos, subiendo hasta su entrepierna. Le ped que mientras haca esto
siguiera trabajando y mi lengua explor su vagina de rincn a rincn. A
veces ella levantaba un poco las caderas y yo me deleitaba pasando mi
lengua por su ano, hasta que las contracciones de su pelvis me hicieron
entender que haba tenido un orgasmo.

Cambiamos de posicin y fue ella la que se meti bajo el escritorio y
sac mi pene por la bragueta de mi pantaln. Su boca y su lengua me
estaban llevando a la gloria, cuando de pronto mi secretaria llam para
avisarme de la llegada de uno de mis clientes. Adriana hizo el amago de
salir de debajo del escritorio pero no la dej. D el permiso para que
pasara y mi cliente entr saludndome con amabilidad y tomando asiento
frente a mi, que no haba guardado mi herramienta. Adriana se haba
metido al fondo del espacio del escritorio e intentaba no hacer el ms
mnimo movimiento. La charla de mi cliente se extenda, y mi pene segua
erecto por lo riesgoso de la escena. Muy pronto sent a Adriana comenzar
a pasar su lengua por mi glande y empezar a engullir mi pene.

Yo adelant mi silla y recost mis codos en el escritorio, de manera
que ella pudiera hacer su mamada ms profunda. Senta como me engull
casi por completo y me costaba seguir el hilo de la conversacin. En
cierto momento en que la excitacin me comenzaba a ganar, baj una de
mis manos a mi entrepierna y presion su cabeza contra mi, descargando
todo mi semen en su boca, no pudiendo suprimir mis caras de placer, lo
cual justifiqu con mi cliente diciendo que tena un desgarro en la ingle y
que me haba dado un fuerte tirn. El no me dijo nada ms y muy pronto
se retir de mi oficina, dejando el espacio para que mi amante saliera de
su escondite y con una pcara sonrisa me mostrara, abriendo su deliciosa
boca, todo el semen que retena en ella, para despus tragrselo con
lujuria.

Ese mismo da a la hora de almuerzo se me ocurri otro juego ms.

Tom una pequea botellita de licor de esas de muestra y comenc a


masturbar a Adriana con ella, llevndola a alcanzar un rpido orgasmo.
Mientras an se recuperaba saqu sus bragas de mi escritorio y se las puse
sin sacar la botellita de su hmedo nido, y llevndola del brazo nos fuimos
a almorzar. Cuando regresamos del almuerzo, Adriana me coment el
morbo que le daba sentir la botellita en su vagina mientras almorzbamos
con el resto de compaeros de trabajo, cosa que me demostr
mostrndome sus bragas empapadas de humedad, que no dude en chupar y
saborear los jugos de la excitacin que despus probara de su propia
fuente.

Sin embargo el juego ms morboso lo realizamos das despus,
cuando estbamos solos en la oficina y le ped a Adriana que se sentara
sobre m, dndome la espalda. En esta posicin mi pene se introdujo en su
vagina mientras con mis manos acariciaba su cltoris, buscando llevarla a
un orgasmo. Estando en esto son el telfono mvil de Adriana, quien no
dud en contestar a pesar de tenerme dentro de s.

No recuerdo nada de su conversacin, pero me comenc a mover,
penetrndola lo ms profundo que permita la posicin, para deleitarme
viendo como trataba de disimular sus gemidos. El punto culminante de
este juego lleg cuando, levantndola de las caderas, la hice sentarse de
nuevo sobre mi pene pero apuntando a su orificio anterior. La penetracin
fue lenta, y no en varias ocasiones tuvo que taparse su boca para no soltar
ningn ruido delator.

Al terminar la llamada me cabalg con furia hasta hacer que mi semen
se derramara en su chiquito, mientras recostada contra m, me dejaba
acariciar sus deliciosos pechos, hasta casi dormirnos sobre la silla de mi
escritorio.

Relato XXVII
Yolima me haba resultado antiptica en principio cuando la conoc:
distrada y sumamente seca en su trato. Pero el devenir del da a da en el
trabajo me fue revelando en ella una mujer dulce y con mucho amor para
ofrecer. Luca siempre como una nia grande con sus ojos negros de cejas
preciosas tras los cristales de lentes de intelectual, sus mejillas rosaditas y
su cabello recogido en dos trenzas largas amarradas al final con sendos
moos infantiles.

Yolima era perfecta para enmarcar en un cuadro de Botero. Sus uno
sesenta y dos de estatura se complementaban con sus entonces setenta y
nueve kilos y medio metidos en un bello y voluptuoso cuerpo de curvas
suaves y parejas. El equilibrio de su bien matizada gordura infantil se
rompa sin embargo en un solo lado: en su pecho. Los senos
desproporcionados eran segn se mirara su mayor encanto o su elemento
antiesttico. Particularmente para m, esos senos infinitos constituan un
precioso don de Dios.

Venida de una ciudad lejana, algo gorda y poco abierta socialmente no
era pues una mujer que le interesara a hombres inmediatistas como los
que pululaban a su alrededor. Eso facilit mi camino hacia ella. No haba
interferencias indeseadas para conquistar a una mujer bonita,
medianamente voluminosa y con mucho deseo por expresar en sus 28
aos bien vividos.

Un sbado por la tarde, despus de media jornada laboral dura y
estresante la hall solitaria en el paradero de buses con su falda elegante
ondeando por la brisa suave. Ya estaba resignada a irse a morir de
aburrimiento solitaria frente al televisor en su estrecho apartamento
alquilado. Le ped, entonces de forma corts que tomramos algo y
contenta y extraada me expres un s con esa sonrisa perfecta. Su rostro
de nia se ilumin de pronto. Nos fuimos a un clido sitio cercano en el
que la msica caribea sonaba a volumen medio.

Despus de cinco cervezas el universo que nos rodeaba era otro. Ella
desinhibida y contenta bailaba resuelta y con profundo goce. Eso me

fascinaba y yo haca una fiesta con su cuerpo tierno. La abrazaba por su


cintura y pegado a su cuerpo sudado me embelesaba con su perfume
ligero. Solo interrumpamos cuando ella iba al bao a mear los excesos
cerveceros. Estaba contenta mi gordita y yo an ms que ella.

Senta sus senos grandes y blandos como almohadones apretujarse
contra mi pecho y mi mejilla pegada con la clida suya. El deseo empez a
subirse de tono. No solo en m, sino tambin en ella.

Bailando nos pusimos poco a poco de acuerdo y sin darnos cuenta nos
estbamos besando como chicos traviesos. Su boca suave besaba con
tantas ansias y entrega, que me transport de inmediato a mis primeros
besos con Ins, mi primera novia. Mis manos resbalaban insistentemente
por su espalda y las de ellas tambin sobre la ma. Estbamos encendidos
de deseos. Era evidente.

-Te deseo tanto Yolima.- le susurr al odo con tono decente.
-Yo tambin - me respondi con voz traspirante.
-Vamos a otro sitio donde estemos solos tu y yo le propuse con
desespero.
-Vayamos a casa. Te parece? resolvi con ansiedad

Nos tom diez minutos eternos en taxi llegar a su pulcro y ordenado
apartamento en un tercer piso en un edificio del centro de la ciudad.
Durante el trayecto casi ni respetamos al conductor, porque lo mismo
hubo besos tiernos que caricias obscenas al interior de ese automvil
amarillo.

Llegamos. Hubo pocas palabras. Cerrada la puerta solo hubo escasos
segundos para echar un vistazo al bonito piso. Su boca pronto inund la
ma. Su lengua juguetona que haba sido tmida, se desbord en lujuriosos
movimientos dentro de mi boca. Era seductora y suave esa preciosa mujer.
Mi verga endurecida pronto se hizo evidente. Nos sentamos en el sof a
lado y lado y nos ofrecimos un beso intenso y corto como de novios que
aprovechan cuando la suegra se levanta. Ella tena una falda blanca y larga
hasta las pantorrillas que la haca lucir elegante. Su blusa conservadora de
mangas largas no ocultaba, sin embargo el busto inmenso de su cuerpo.


Mi boca resbalaba por su cuello suave y sudado. Esos sabores me
incitaban a continuar mientras Yolima, excitada y entusiasmada por tener
un hombre consigo, musitaba entre gemidos cosas a veces
incomprensibles.

Yo me quit la camisa y ella animosa me besaba el pecho velludo.
Recorra el camino vertical de pelos hasta llegar a mi abdomen. Sus
manos me acariciaban ya el bulto agreste de mi falo hambriento. Yolima
era otra, era mujer muy mujer. Estaba entregada y resuelta. Se senta tan
honesta y bella. Tan hermosa y deseable. Tan enamorada. Y me tena
encantado, excitado y entregado. Me sent de pronto tan enamorado de esa
mujer vetada por tantos hombres. Sus encantos eran tantos y a medida que
pasaban los minutos yo descubra ms y ms.

Su lengua suba lentamente por mi cuerpo, pasaba por mi cuello y
juguetonamente se una con la ma en un beso profundo. Me quit entonces
el blue jean. Mi boxer rojo y apretado constituy para ella una fantasa. Me
contempl con sus ojos llenitos de lujuria. Miraba mi bulto vulgar bien
pintado que amenazaba con romper la tela de la prenda interior. Sonriente,
Yolima desnud su tronco. Desbroch lentamente los seis botones blancos
y grandes de su blusa amarilla. Por fin ante mis ojos aparecieron ese par
de calabazas puras de carne blanca casi desbordadas de sus sostenes de
gran talla elegantes y de encajes amarillos que bien le combinaban con su
blusa. Casi se me sala la baba embobado por tamaas bombas preciosas.
Ya imaginaba mi pene metido en ese inmenso mar de carnes.

Me levant y me puse frente a su rostro hermoso an con los lentes
empaados. Ella solo contemplaba mi bulto. Se lo ofrec con un ademn
de mis cejas. Ella bien lo comprendi y se sinti autorizada para no
esperar ms. Me baj el boxer y mi verga dura y seca con las venas
infladas sali disparada quedando a centmetros de su boca. Yolima,
sorprendida se saboreaba haciendo un gesto seductor con su lengua al
humedecer sus labios.

La tom con su mano y sinti las palpitaciones.

-Est caliente musit par s




La frot por sus mejillas con ternura inusitada como si mi verga fuera
un mueco de felpa. Con sus labios rosados y seductores regaba besitos
ligeros a lo largo del meandro que formaban las venas hinchadas de mi
palo que yo senta como suaves aleteos de maripositas. Un dulce
cosquilleo haca temblar mis piernas mirando a tamaa nia grande hacer
travesuras tiernas con mi sexo.

Yolima, inhalando los aromas viriles de mi pene jugaba graciosamente
a pelar y cubrir con mi prepucio mi glande rosado e hinchado. Sus deditos
pulcros y redondos empezaron entonces a masturbarme y un una tibia
humedad pronto cubri la puntita de mi sexo: lo haba metido en su
boquita salada.

Liberada y con creciente confianza, Yolima me regal una mamada
profunda y bellamente excitante que me suscit oleadas de placer por todo
mi cuerpo. Sacuda su cabeza hacia delante y hacia atrs comiendo mi palo
golosamente. Sus trenzas echadas hacia delante caan sobre las sinuosas
curvas de sus grandes tetas de vaca lechera.

Mientras me mamaba desbroch su brazier cayendo ste con
melodrama en su regazo. Por fin sus famosos y comentados senos gordos
al desnudo. Belleza, esttica, sorprendente sensualidad y mucho morbo
son las cosas que puedo afirmar que me produjo mirar esas tetas para m
perfectas.

Esparramadas a lado y lado, pero sorprendentemente firmes y blandas
a la vez, de una blancura europea y unos pezones redondos, amplios
pintados de un rosado hermoso e indefinible; sus tetas pronto fueron el
refugio de mi pene ardiente. Ella, con sus manos que lo mismo pueden
acariciar flores que mi verga agreste, las apretuj creando un hermoso y
sensual canal profundo. En un vaivn espontneo y con el morbo en mi
cabeza me hice la paja rusa entre sus senos. No par de mirar y mirar el
espectculo porno que esos senos recogidos daban con mi verga dentro.
Evit derramarme. Faltaba mucho todava.


Par para agacharme. Mi boca hambrienta se dio gusto chupando cada
centmetro cuadrado de esa superficie blanda y carnosa. Sus ricos pezones
endurecidos fueron el fruto favorito que chup, mord y lam hasta el
cansancio. Mis manos tuvieron el placer de acariciar su espalda tersa y
desnuda al tiempo.

Me volv a levantar y habiendo ensalivado su inmenso y hondo
entreseno, volv a masturbarme entre sus tetas. No me contuve esta vez y
aceler mis embestidas hasta la violencia misma y sin avisarle me derram
profusamente en esos senos gordos. El semen pegajoso humect el
entreseno que luego con mi palo yo jugaba a regarlo todo por toda esa
accidentada geografa hasta humedecer las cimas de sus pezones. Ella
sonrea con gracia disfrutando mi orgasmo en sus pechos que luego
limpi burlonamente con la tela de mi boxer.

Me agach hasta el piso. Bes sus pulcros pies ya descalzos y sub
lentamente por sus potentes pantorrillas alzando al paso su falda con mi
cabeza. Pronto me hall en sus carnosos muslos que ella bien separaba
para darme cabida. Empez a enloquecer cuando mi lengua revoleteaba en
la parte alta de sus muslos justo en el dobladillo de su ancho calzn
amarillo pollito. Mis manos neceaban por all arriba sus tetas
esparramadas. Yolima gema y musitaba cosas inconexas.

Mi boca, como mariposa en una flor, se pos en su encrucijada. El
vaho de jugos vaginales abundantes secretados desde hora y media atrs
combinado con los restos de orines cerveceros me excitaban hasta la
misma locura. Bes su amplia concha por encima del calzn obligndola a
abrir sus piernas de par en par. Estaba entregada. Entonces, sin necesidad
de quitarle la falda preciosa, retir lentamente la seda de su calzn de talla
amplia como si fuera el forro de un caramelo. Ante mis ojos se fue
revelando la cosa mas bonita que hasta ese momento haba visto: una
vulva gordita con apenas un moo de pelaje oscuro perfectamente
rebordeado y sus labios jugosos y rosados ensanchados completamente
embalsamados de sus jugos. Mi nariz se embriago con esos aromas
silvestres puros de mujer.

El manjar era inevitable. Era un pecado no comerse semejante almeja


preciosa. No nos hicimos esperar. Con todas las ganas del mundo sabore
primeramente con la puntita de mi lengua de abajo hacia arriba el dulce
canal carnoso y rosado de sus labios mayores. Hice luego un poco de
presin y los jugos de sus blandos labios menores me inundaron. Me fui
lanza en ristre con todo a lamer como can domado su abundante y
generosa concha hasta encontrarme con la perla: su pepita inflada.

Se la lam y se la com hasta hacerla estallar en un orgasmo violento
que expres empujando mi cabeza con fuerza contra su sexo y cerrando
sus piernas como tenazas contra mis sienes. Casi me apachurra esa mujer
mientras gritaba y aullaba como perra el orgasmo intenso, gozosa e
inconscientemente fuera de s.

Tomamos un respiro de minutos. La dej gozar y recuperarse de su
derroche de energa orgsmica. Mi tubo ya estaba hambriento y listo para
comerse lo que mi boca le haba preparado. Nos fuimos entonces a la
cama en su clido y demencialmente organizado cuarto.

Se postr boca arriba con su falda plegada sobre su panza y sus tetas
gordas y esparramadas apuntando hacia horizontes opuestos. Era linda,
tremendamente linda. Sus piernas abiertas y semirecogidas me ofrecan ya
su capullito abierto. Me ensart, entonces como lanza. Mi verga entr en
su horno totalmente y el goce fue indecible. Ese fogn me daba tanto
placer que senta que mi cuerpo se quemaba cada vez que el mete y saca
cobraba fuerza. Mis bolas castigaban el rededor de su culo y Yolima solo
gema y peda ms y ms con sus trenzas tiradas sobre la almohada. Mi
verga ardiente entraba con fuerza y mi vello pbico se besaba con el de
ella. Yo aprovechaba para chupar sus tetas cuando recostaba por
momentos mi regazo encima de su panza y me rostro quedaba inmerso en
su senos.

Le ped, luego que se pusiera en cuatro. Quera poseerla mirando su
espalda y su trasero. Con ansiedad lo hizo y sus nalgas desnudas por fin se
revelaron. Eran rosadas plidas, pero rojizas en el centro. Le retir su
falda y qued por fin completamente desnuda. Que mujer!. La contempl
con placer y luego hund el sexo en el suyo desde atrs. Un plap plap plap

intenso era la msica en la estrechez de esa alcoba. Mi pelvis golpeando


contra sus nalgas y mi verga roja de tanto frotarse entre sus carnes entraba
y sala viciosamente resbalndose en su an abundante viscosidad. Fue
entonces cuando estall por segunda y ltima vez en esa tarde de fantasas.
Chorro a chorro y gota a gota me corr en lo ms profundo de su vagina
carnosa. Ella gustosa me dira despus que senta palpitar mi verga en su
interior.

Nos baamos jugueteando, cenamos despus y borrachos de amor
decidimos quedarnos juntos esa noche de sbado. Ella me cant canciones
de amor acompandose de su guitarra con esa prstina voz de ensueo.
Luego hicimos el amor de mil maneras.

Vendran luego, decenas de fines de semanas ms en los que
derrochamos nuestro profundo amor secreto.

Relato XXVIII
A veces el presente se compone de recuerdos lejanos, basta con que la
memoria retroceda, casi siempre en desorden, hasta encontrar la primera
imagen de una persona, el primer recuerdo de una larga historia. Es lo que
me sucede mientras veo la tanguita mnima sobre la silla, la falda estirada
y la blusita sobre el respaldo.

Est lloviendo y el calorcito es reemplazado por una frescura que la
hace apretarse contra mi pecho. Estiro la sbana y la cubro, su respiracin
es rtmica y acompasada, mientras yo la contemplo con los ojos legaosos
en un insomnio feliz y retrocedo a 1986, cuando tena treinta aos y viaj
por ltima vez a un pueblito pequeo llamado San Bernardo para pasar
unos das con mi hija Vanesa, que entonces tena algo ms de dos aos,
aunque aparentaba ser un poco ms grande. En ese pueblucho de
descendientes de inmigrantes de la Europa del Este mi hija de pelo negro y
yo llambamos la atencin, no slo por nuestro aspecto sino por el hecho
de ser forasteros.

La mam de Vanesa y yo estbamos separados desde haca varios
meses, ella se haba ido con el marido de una prima suya, mientras su
prima se haba ido con el mejor amigo del ahora marido de la mam de
Vanesa. En ese extrao enroque marital familiar el que qued solo fui yo,
y no he vuelto a casarme desde entonces, primero porque me cost mucho
superar el dolor de la separacin y despus porque la sola idea de volver a
comprometerme en una relacin me provocaba un pnico total. Tuve
muchas novias, un par de amantes casadas con las que dur un tiempo,
pero nunca nada suficientemente serio como para volver al registro civil,
pese a que estoy definitivamente divorciado.

En esos das mi nica alegra era pasear con Vanesa por ese pueblito,
llevarla a la plaza y hamacarla en un largo columpio durante horas, correr
con ella montada sobre mi espalda y, a la vuelta, tomarnos un refresquito
o comernos unas facturas en la panadera del viejo Lenchuk. Frente a esa
panadera estaba la pequea mercera y tenducho de otro gringo, un
grandote bonachn que se llamaba Mirko Franch, segn sus vecinos, que
lo bautizaron simplemente como "Pirula". Mirko tena dos hijas, Shivetska

y Federenka, gemelas e indistinguibles, cuyo deporte favorito era


asomarse a una de las ventanas del negocio y sacarles la lengua a todos
los que pasaban por esa cuadra.

Para la abuela de Vanesa eran solamente "Las Mirko", ambas rubias, de
ojos azules y llenas de pecas, pecas y pecas. Vanesa volvi a ese pueblo en
algunas vacaciones, hasta que, cumplidos sus quince aos, nos
establecimos en este rincn del Caribe y su nico contacto con su madre y
sus medio hermanos fue por carta y despus por email. El ao pasado
Vanesa gan una beca para especializarse en la universidad de La Plata y
tuve que acompaarla, ayudarla a instalarse, volver a ver a su madre que
viaj para reencontrarse con su hija despus de varios aos, en fin, fueron
unos das muy intensos que se me pasaron volando hasta que, un domingo
a las dos de la tarde, me desped de mi hija en el aeropuerto de Ezeiza. Era
otoo en la Argentina de esos das, mi hija tena veintids aos, y yo
senta que el otoo entraba tambin en mi corazn, no volvera a ver a
Vanesa hasta fines de noviembre y eso me deprima un poco.

Mientras me instalaba en el asiento junto a la ventanilla me promet a
m mismo que me sumergira en mis dos trabajos y que me pondra a
terminar mi primer libro para acostumbrarme un poco a la ausencia de mi
hija. Me calc los auriculares y me dispuse a escuchar msica clsica
mientras las azafatas daban las instrucciones sobre cmo proceder en caso
de emergencia y el resto de los pasajeros se acomodaba. Cuando el avin
levant vuelo una pesada somnolencia me fue ganando y me quit los
auriculares hasta que, supongo que despus de una hora o ms, despert y
mir por la ventanilla para ver debajo un cerrado manto de nubes. Volv a
dormirme varias veces y despus, casi a las siete de la tarde, con las
piernas entumecidas y el cuerpo dolorido por tantas horas sentado,
descend con mi equipaje de mano y me dediqu a caminar por los
pasillos de la zona restringida del aeropuerto de Panam, la mochila al
hombro con el peso de las tres botellas de vino sanjuanino que constituan
para m un verdadero tesoro.

Tras casi una hora y media de espera vi caer la noche desde el
aeropuerto de El Tocumen y volv a acomodarme en el asiento de otro
avin, ms pequeo, que me devolvera a mi amada y odiada ciudad de

Santo Domingo. Empec a hojear un ejemplar de Selecciones del Reader s


Digest que compr en Panam y me distraje un rato mientras senta cmo
los vientos del Caribe zarandeaban con implacable entusiasmo el avin y
la voz de la azafata recomendaba que cada pasajero permaneciera en su
asiento con el cinturn ajustado.

-Disculpe, estos asiento estn ocupados?

La muchacha que me hablaba era rubia, de ojos grises y carita ovalada,
llevaba puesto un pantaln de jean y una blusita de mangas cortas con el
logo de una ONG en un bolsillo: Fundacin TEA.

-No, no, puede sentarse.

-Gracias.

Se sent, reclin el asiento y se qued dormida.

Dos

Por la ventana de mi oficinita en la Universidad alcanc a divisar por
encima de los rboles la franja gris azulada del mar. El da era muy claro
y el cielo estaba increblemente despejado y yo me senta contento, el da
anterior Vanesa me haba llamado y me haba contado lo bien que se senta
en el pensionado donde viva y cmo iba recuperando de a poco tantas
cosas argentinas que ya casi ni recordaba, como el mate, las facturas y el
gusto por las pastas italianas. Eran las nueve de la maana y mi secretaria
me pas una llamada de la rectora.

-Doctor Burgos, djeme ponerle al rector.

-S?

-Ramiro, perdona que te moleste, hombre, mira, hay una muchacha,
una abogada que est camino de tu oficina, hazme el favor de recibirla y
trata de brindarle tu apoyo para la vaina que ella necesita, puedes?

Esa pregunta del rector equivala a una orden, y cuando l me mandaba


a alguien para que yo lo atendiera era por dos razones, porque l no se
animaba a decirle que no, o porque se trataba de un pelmazo de alguna
institucin extraa o de una ONG dedicada a las cosas ms extraas, como
la proteccin de las ranas verdes o las lombrices californianas, y pedan
apoyo de la universidad o un espacio para dar una conferencia o permiso
para repartir sus folletos entre los estudiantes, cosas as.

Tuve que decir que s mientras mi otro yo mandaba al rector a un
lugar donde lo aguardaba su maldita madre y prepar mi mejor cara de
piedra.

Mi secretaria entr para avisarme que alguien vena a verme de parte
del rector. Asent mientras cerraba mi correo en la PC.

-Pase- dijo la vocecita de Mirna.

-Permiso, el doctor Burgos?

Asent con la cabeza mientras trataba de recomponerme porque me
haba quedado sin habla. La muchacha que se haba sentado a mi lado en el
avin estaba ah, frente a m, preciosa, elegante en un trajecito sastre de
color bord, zapatos negros de taco chino, el pelo suelto, llevaba unos
aretes en forma de estrellitas y apenas s se haba maquillado, un brillo en
los labios, un toquecito de sombra en los ojos.

-Mi nombre es Sofa Frankzuk dijo y me estrech la mano antes de
sentarse. En ese momento entend por qu el rector me la haba enviado,
su misoginia estara esa maana en su pico ms intenso.

-El rector me dijo que con usted me poda entender mejor porque es
argentino, como yo.

-En realidad hace mucho que vivo en este pas, pero s, soy argentino.
La escucho.

Con frases cortas me explic el motivo de su visita, trabajaba para una

ONG que vena con un proyecto de la UNESCO para ofrecer apoyo


logstico a bibliotecas populares, la biblioteca que se haba contactado con
ella haba sido trasladada al interior por el cura del barrio, que tambin
fue trasladado y se la llev con l, en la secretara de educacin no le
dieron ni la hora y entonces decidi buscar por otro lado, fue a un
peridico donde una ex alumna ma que ahora era periodista le
recomend venir a verme. Me pareci que era muy inteligente, adems de
preciosa, de manera que decid ayudarla. Llam a un conocido de la
secretara para que la recibiera, puse a Mirna a buscar una lista de
bibliotecas pblicas, que en este pas son pocas, y le ofrec un aula de la
universidad para que desarrollara su actividad. Se fue feliz y me dej su
tarjeta.

Sofa F. F. de Revigliatti. Licenciada en Bibliotecologa. Estaba su
email y su nmero de celular en la Argentina.

Pasaron varios das hasta que tuve noticias de ella. Era viernes, de
noche. Yo haba salido de la universidad y, como haba cobrado un cheque
de una asesora que tena con el gobierno, pensaba cenar en un restaurante
del malecn mientras decida si invitar a Yesenia o a Claudia, dos viejas
amigas, ambas divorciadas y sin problemas de horarios para cenar y
charlar un rato y a veces algo ms.

Mi celular son en el momento en que un agente de trnsito hizo
detener a los vehculos que iban por mi mismo carril.

-Doctor, la chica esa que lo fue a ver el otro da quiere hablar con
usted, yo le dije que no estoy autorizada a darle su celular, me pidi que
usted la llame a su hotel, le mando el nmero por mensaje de texto est
bien?

-Perfecto, no hay problema.

Me estacion un poco ms all de la esquina de Mximo Gmez con
avenida Independencia y marqu le nmero del hotel.

-Habitacin 405, por favor.


-S?

-Seorita Sofa, le habla el doctor Burgos, Cmo est?

-Ay, gracias por llamar, yo necesito hablar con usted, si usted me
dijera un lugar y una hora

-Si usted quiere puedo pasar por usted ahora mismo.

-Eso sera perfecto, le agradezco mucho, entonces lo espero en el hall
del hotel.

Tard poco ms de veinte minutos en llegar al hotel, situado frente al
malecn.

Tres

Como estaba con algo de dinero la invit a un restaurante con las
mesas casi junto al mar. La luna llena estaba en todo su esplendor y lo
nico que ensombreca un poco el panorama era la msica del local, un
poco estridente, adems de insoportable. Ella estaba vestida con una falda
violeta y una blusa de color crema, se haba puesto una bufanda
transparente que le quedaba muy bien. Tuvimos una charla formal sobre
cmo organizar una actividad en la universidad. Desde mi celular trac
contactos con dos periodistas amigos para que le hicieran una entrevista.
Despus le mand a mi secretaria un mensaje de texto para que preparara
un aula especialmente para la conferencia de Sofa. Cenamos unos
mariscos con vino blanco y la llev a su hotel apenas terminamos de
cenar, yo estaba cansado y mi nimo no daba para nada que no fuera una
larga noche de sueo.

La conferencia finalmente se hizo el viernes en la tarde. Una Sofa
muy desenvuelta respondi preguntas, concert citas y traz con un grupo
de representantes barriales una estrategia de apoyo a las bibliotecas
populares que llam la atencin de uno de mis amigos, un periodista del
diario de mayor tirada de la capital, que le hizo una entrevista con

fotografas y todo, y hasta se le tir un lance donjuanesco que ella supo


esquivar con admirable soltura. Cuando toda la gente se haba ido algunos
estudiantes la ayudaron a desmontar el atril y a guardar el proyector de
transparencias que yo le haba prestado. Se la vea muy contenta.

-Doctor, le estoy completamente agradecida, sin su ayuda esta
actividad no hubiera sido posible, en serio

-Me alegra haberle sido til- dije y me desped con un apretn de
manos pero ella me retuvo.

-Sabe una cosa? No s si ser porque llama la atencin encontrar a un
argentino en este pas, pero tengo la sensacin de haberlo conocido antes,
no me haga caso, a veces me da esa sensacin con alguna gente yo

Permaneci en silencio un instante, como si dudara.

-Cmo est de tiempo?

Consult mi reloj.

-Bueno, pensaba ir a cambiarme y salir a dar una vuelta- dije.

-Mire, a m me gustara invitarlo a cenar, digo, si le parece, me
gustara conocer a su esposa

Sonre complacido.

-No tengo esposa, soy separado desde hace aos, vivo solo y
bueno es una larga historia

-Oh, lo lamento, es que a veces soy algo torpe, perdneme

-No se preocupe, acepto su invitacin, pero bajo ciertas condiciones.

Se qued expectante, como esperando.

-Usted invita- dije pero nada ms



Pareci no entender pero estuvo de acuerdo.

Pas a buscarla a su hotel a las diez de la noche, hice una reservacin
en la taberna espaola de la ciudad vieja y le ped al chef, que era un viejo
conocido, que me preparara una cena liviana con el mejor amontillado
que tuviera.

Sofa se puso un vestido azul elctrico enterizo y se dej el pelo
suelto, la tela brillante pareca ceirse a su cuerpo como si la aprisionara,
dioses, estaba hermossima. El escote discreto dejaba adivinar dos esferas
perfectas capaces de poner a soar a cualquiera. El rostro sin maquillaje,
apenas una sombrita en los ojos y un poquitn de brillo labial, pareca
resaltar sus ojazos grises.

Le abr la puerta del auto, la ayud a sentarse en el restaurante, me
comport como un caballero andante y evit en todo momento mostrarme
meloso ni insinuarme en ningn sentido. Tuvimos una charla de lo ms
interesante sobre sus actividades y sus viajes. Me cont que era divorciada
desde haca ms de un ao pero que como la ONG le haba regalado un
paquete de casi mil tarjetas, todava no la haba corregido. El postre
espaol, acompaado de una copa de moscato, le encant a pesar de que,
dijo, hara estragos con su dieta.

-Eso no es para una muchacha como usted, las dietas son para los
viejos como yo, que ya estamos llenos de achaques

-Oh, ya quisiera ms de un viejo verse tan bien como usted, doctor.

En ese momento una orquesta apareci y mont rpidamente sus
atriles, sus instrumentos y antes de cinco minutos se empez a escuchar un
ritmo de bachata que enseguida, y a pedido del pblico, fue reemplazado
por otra msica ms antigua. Una morena regordeta de pechos
voluminosos comenz a cantar Noche de ronda. Los ojos de Sofa se
entrecerraron por un momento, hubiera dado todo el oro del mundo por
saber en qu estara pensando, pero acaso ese instante forma parte de ese

misterio del que slo son capaces las mujeres hermosas y, pens, es lo que
las hace todava ms atractivas. Record otra noche en ese mismo lugar,
cuando bail un bolero con una italiana de risa estridente y pelo cortado al
ras que me pis un par de veces y

-Bailamos?

La voz de Sofa me sac de mis recuerdos. Cuando la tuve entre mis
brazos la morenota enton con una voz que despertara la envidia de los
dioses la letra de "Un mundo raro" de Jos Alfredo Jimnez. El pelo de
Sofa ola a sndalo persa "di que vienes de all de un mundo raro el
murmullo de los comensales de las otras mesas me llegaba como un
rumor apagado mientras los pasos de Sofa me guiaban como si la msica
se hubiera apoderado de su piel que no sabes llorar, que no entiendes de
amor desde una mesa en un extremo del saln una pareja joven nos
miraba, cre advertir un dejo de admiracin en la mirada del hombre y
hasta un brillo de complicidad en los ojos de la muchacha que cenaba con
l y que nunca has amado la luz que descenda de las araas
fluorescentes suspendidas del techo esparca sobre las cosas un resplandor
de ribetes casi mgicos, la voz de la morena repeta el estribillo de la
cancin con una meloda que se apoder de todos los corazones, aprision
la cintura de Sofa con ambos brazos y ella apoy su cabeza en mi
hombro fue un segundo, un fragmento de eternidad en que sus ojos se
detuvieron exactamente en el trayecto de mis ojos, juguete mi mente
durante una fraccin de segundo con la idea de besarla pero me contuve.
Cuando acomod su silla para que se sentara me sonri de una manera tan
especial que sent que su perfume me horadaba por dentro.

Salimos del restaurante sin hablar y, al llegar a la rotonda del obelisco
frente al malecn tuve que detener el auto porque una larga fila de
vehculos estaba doblando en sentido contrario, baj el vidrio y escuch
los bocinazos y las voces del festejo del triunfo de un equipo de bisbol.
Arranqu despus, ms despacio y, cuando llegamos casi frente al hotel de
Sofa ella sbitamente me abraz y me bes. Sorprendido al principio, me
dej ganar por el casi olvidado sabor de un beso y cuando nos separamos
ella pidi muy quedamente.

-Llvame contigo, no quiero estar sola, no esta noche



Cuatro

Entr a una cabaa y Sofa baj rpidamente para dirigirse al tocador,
pagu por la noche completa y encend la msica, ped dos gin tonic, y al
darme vuelta Sofa me abraz y volvi a besarme, bailamos una cancin
de La oreja de Van Gogh y ella comenz a desatarme la corbata, afloj
mis botones, me quit el cinturn y, cuando empec a desnudarme, dej
caer su vestido, se quit el sostn y me regal la visin de su figura
esbelta, su pelvis apenas cubierta por una tanguita rosa de la que sobre
salan algunos vellos sobre la parte superior. Desnuda en mis brazos me
hizo sentir el rey del universo, era suave como la espuma de los jabones
de coco y dulce como los licores aejos, mi lengua enrojeci sus pezones,
anduvo entre su cuello, juguete entre la pelusilla de su ombligo y baj
hasta su chochito que tena el sabor salobre de las frutas silvestres, la sent
gemir suavemente mientras mi estilete de carne penetraba entre sus
pliegues, mis manos jugaban a amasar la arcilla de sus pezones y su
cltoris era una golosina pequea que creca entre mis labios, su almejita
mojada tena la tibieza de las auroras, la entrada de su templo prohibido
lata cada vez ms, moj el pulgar entre los juguitos de su concha tibia y
se lo met en el culito palpitante, eso la aceler, comenz a abrir y cerrar
las piernas acompasadamente hasta que esa chuchi se puso caliente y tens
la cintura para gemir hasta gritar en un orgasmo que me puso a mil, tanto
que hasta sent que se me sala un poco de lquido. La o respirar hondo
para recuperar el aliento, por los anillos de Saturno, me dije, he hecho el
amor con esta hermosura de mujer, no, debo de estar soando y me voy a
despertar de un momento a otro, pero el sueo se acomod sobre mi
cuerpo, se introdujo la punta de mi bastn endurecido en el chochete
empapado y empez a moverse como si me cabalgara, sus pechos saltaban
como si me desafiaran a atrapar sus pezones con los dientes, me los
refreg como si me masajeara la cara con esas delicias esfricas de carne
y me dej llevar hasta que sent que el orgasmo me vena, intent
retrasarlo, me contuve, pero mi excitacin aument de tal manera que,
cuando la sent moverse en un delicioso envin me vaci dentro de ella
con un largo suspiro y ella se acomod sobre mi pecho mientras
levantaba el culito hacia arriba para retirar mi pene de su chuchi mojadita.


-Ests bien?- pregunt y ella asinti. Ahora la msica era una vieja
cancin de Roco Jurado. Despus de un rato de descanso en que ambos
recuperamos el aliento, Sofa se dio vuelta y ese culito blanco, suave,
cubierto por una infinidad de pecas que sugeran un universo de placeres
ocultos, qued a mi vista y no pude resistir la tentacin de darle
mordisquitos, como si estuviera catando el sabor de un elixir extico. Tal
cual si estuviera en una noche de aventura me mont sobre ella y comenc
a besarle la nuca, detrs de las orejas, no tard en excitarme al contacto de
esa tibieza dulce y tersa, Sofa levant el culito y acomod la punta de mi
pene en la entrada de su panochita caliente y empez a moverse despacito,
cuando sent que mi bastoncito entraba de nuevo me puse de rodillas y ella
me imit, pero volvi a agacharse para facilitar la entrada, vi en el espejo
los saltitos de sus senos al moverse mientras ese culito de terciopelo me
haca cosquillas en la pelvis, Sofa se apoy en el pequeo respaldo de la
cama y se lo fui metiendo cada vez ms, me mova con fuerza mientras
aprisionaba sus pezones endurecidos, el calor de esa panocha mojada me
estaba enloqueciendo, aguant hasta donde pude, pero cuando sent que
Sofa se haba corrido me sent liberado y un cosquilleo de electricidad
me invadi por completo, ngeles del Edn! Haca una eternidad que no
conoca un placer semejante. Sofa se acomod despus sobre mi pecho y
enseguida se qued dormida. Nos despert ms tarde el fro del aire
acondicionado. Esa maana desayunamos en el bar del hotel donde ella se
hospedaba. No quise subir a su habitacin. Me fui a mi casa y me tir a
dormir hasta casi medioda. Sofa vino en taxi y fuimos a almorzar en la
calle El Conde. Su avin sala al da siguiente a las ocho de la maana.

Esa noche hicimos el amor como dos desesperados, sin promesas, sin
mencionar siquiera la palabra futuro. El gran descubrimiento sucedi
cuando la acompa hasta el control de equipaje y vi su pasaporte por
primera vez. Supe entonces que su nombre completo es Sofa Federenka
Fankzuck, y que por esas jodidas casualidades del tiempo y la distancia,
las vueltas de la vida, los juegos del azar, lo que carajo se le quiera llamar,
Sofa, o Federenka, era la muchachita que en aquel pueblo llamado San
Bernardo, desde una ventana, se sacaba la lengua con mi hija Vanesa. Vio
la sorpresa en mi rostro y tuve que explicrselo. Le dio tanta risa que no
supe cmo hacer para que se calmara.


-Sabs una cosa?- dijo jams se me hubiera ocurrido, pero no me
importa en absoluto, y a vos?

-Tampoco

Sofa ha vuelto hace una semana, pasar unas vacaciones antes de
viajar a Europa. Me cuesta no llamarla Federenka, el nombre con que se
ha estacionado en mi memoria desde aquella eternidad en que la infancia
de mi hija Vanesa transcurra en las calles de un pueblito apacible y casi
olvidado.

Su chochito depilado se enrojece con cada lengetazo que le doy, ella
se toma los pies con ambas manos y me abre todo el panorama de su
perineo pecoso y ese culo hermossimo empieza a latir y le meto el dedo
ndice empapado en su propio jugo. Gime porque ha tenido un orgasmo y
entonces la penetro, me hundo en ese hoyo calentito y me muevo mientras
mis dientes se detienen en los pezones erectos de esas tetas rellenitas llenas
de pecas chiquititas, hermosas, dulces, todo es dulce cuando el chochito
caliente de Federenka se deja penetrar, y me muevo otra vez y la veo
enrojecer porque est por tener otra corrida, eso me enloquece, acelero
mis embestidas, la siento correrse, me siento diluir aprisionado en esa
preciosa almejita calentita, me dejo caer sobre Sofa, aunque me cuesta no
llamarla Federenka. Entonces ella duerme y otra vez estiro la sbana y la
cubro, veo sobre la silla junto a la cama, su falda y su blusita estirada
sobre el respaldo, y encima la tanguita mnima como el delicioso detalle
que corona y adorna ese rincn de mi cuarto.

Relato XXIX
De nuevo gracias a todos por los comentarios (a favor o en contra),
todos son positivos para mi, ya que me ayudan a mejorara mi forma de
relatar, en el sentido, de si hice bien o mal, respeto sus comentarios,
aunque dentro de mi, sigo con mis remordimientos y esa lucha constante
de no querer seguir esa relacin y huir de ah y el deseo de que nunca
termine, bueno espero sus comentarios.

A la maana siguiente (sbado), Sal de casa y me dirig a la obra, pase
toda la maana con observaciones y correcciones, creo que exageraba con
los trabajadores, tal vez esa era mi forma de defensa, para que no
estuviera presente las imgenes del da anterior, as paso el tiempo hasta
que el silbato del capataz daba por terminada la jornada.

Aborde mi auto y sal rumbo a comer algo, ya que no lo haba hecho
durante el da, solo llevaba un jugo y una rebanada de pan tostado en el
estomago, com en una fondita que encontr en el camino, cuando termine
fui directo a casa, iba pensando muchas cosas que no tenan sentido ni una
secuencia que las relacionara, estacione el auto y al bajar me percate que
en la puerta de entrada de la casa estaba sentadita Lucy, con una libreta y
un libro apoyados en sus piernitas, tenia una faldita corta que dejaba ver
una parte de sus muslos y una playerita de esas que les llaman
ombligueras ajustadita, lo que dejaba admirar su figurita en desarrollo y
me miraba con esa carita que me trastorna, mezcla de inocencia y picarda.

-Lucy: Hola

-Yo: Hola tienes mucho aqu?

-Lucy: Un poco porque tardaste?

-Yo: El trabajo esta atrasado pero ya llegue

Camine rumbo a la puerta y obvio hacia donde estaba ella, me recibi
con un beso en la mejilla al que le respond de la misma forma, saque las
llaves y abr la puerta de entrada, nos introducimos, cerr la puerta, solt

lo que tena en las manos cayendo al suelo, se volvi a mi y me abrazo, yo


tambin la abrace, as permanecimos unos instantes, nos separamos y
levante las cosas que estaban en el piso y las deje en la mesa de centro de
la sala.

-Lucy: Por qu tardaste? Pens no llegaras que no te gusto lo de
ayer que te fueras por ah no se que tantas cosas

-Yo: Ya te dije que tena trabajo, claro que tena que volver si me
encanto lo de ayer y eso me da miedo no pienses cosas aqu estoy

-Lucy: Miedo no entiendo

-Yo: Si Lucy, es que me puedo encariar con tigo y tu tienes una vida
por delante va haber chicos de tu edad y te iras yo lo comprendo la
gente no aceptara que existiera una relacin as como la nuestra no
se que pensara Ingrid y mam tu propia madre son tantas cosas

-Lucy: No te dejare nunca, no habr chicos que me hagan dejarte y que
digan lo que digan los dems yo te amo y no me importa nada

-Yo: Eso dices ahora pero es una situacin embarazosa

-Lucy: Olvida por favor olvida

Camino y me abrazo, yo la abrace y acaricie su cabecita, ella alzo su
cabeza y yo baje la mirada, vi su carita y baje mi cabeza para besarla, ella
correspondi a mi accin, la bese un largo rato y despus bese toda su
carita, sus orejitas y parte de su cuello, nos separamos y me dirig a la
sala, ella se quedo paradita, le hice una sea para que tomara asiento, pero
no lo hizo.

-Lucy: Te gusto?

-Yo: Si mucho

-Lucy: Te gusta como me vest?


-Yo: Si estas muy bonita

-Lucy: Gracias verdad que ya soy una mujer

-Yo: Eres una mujercita

-Lucy: Es que quiero que me veas como una mujer para que no veas
a otra

-Yo: No hay otra Lucy

-Lucy: Quiero nunca la haya espera deja ensearte algo

-Yo: Que?

Ella no dijo nada, solo quiso tomar una pose estudiada de una mujer
fatal, llevo una mano a sus labios y me envi un beso, en este momento
quiero narrarles como la vea: una adolescente fresca, su carita adornada
con el pelo que caa a sus hombros, carita de forma ovalada, con unas
cejas bien delineadas de forma natural, ojitos color caf con un brillo en
sus pupilas, una naricita recta y delgada, unos labios delgados pero
paraditos y rosados, un cuello alto para su estatura, unos pechitos que se
imaginaban atrs de su playerita, redondos y firmes, un vientre plano y
liso, una cintura bien dibujada para su edad, caderas casi redondas, unos
muslos bien formados y tersos, unas piernas largas; comenz hacer
algunos movimientos de baile, despus se estaba despojando de su
ombliguera, la dejo en su mano dio unos giros y la lanzo hacia atrs, no
traa brasier, as que pude verlos en todo su esplendor, con aquellos
pezoncitos color marrn, sigui con los movimientos, ya se imaginaran
como estaba yo, volteo con un movimiento rpido su faldita la desabrocho
con algn problema, al fin cayo al piso, pude ver sus pantaletitas muy
ajustadas de un color rosa plido y con encajito en el costado, que imagen,
era algo que no haba disfrutado por como se haban dado las cosas
anteriormente, yo ya quera ver esa conchita que me haba dado tanto
placer, ella no se despojaba de esa prenda, yo no me acomodaba, me
mova en el silln, mi pene estaba bien erecto, ella segua bailando al

comps de una meloda imaginaria, al fin fue bajndola lentamente, la


dejo a mitad de sus muslos, dio media vuelta dndome la espalda, pude ver
su cabello a dos tercios de su espalda, una espalda muy lisita, unas
nalguitas redonditas y la separacin de sus nalguitas, ella se inclino
adelante, pude ver en todo su esplendor su anito, ese hoyito oscuro y
cerradito, saco su pantaletita completamente, la dejo en la mano, giro y me
la lanzo, yo la tome de mi pierna donde haba llegado y sin pensarlo la
lleve a mis narices y a mis labios, ese olorcito y sabor que tenan no se
puede descifrar, ah las deje por un buen rato, se arqueo y me dejo ver su
chochito poco poblado en toda su magnitud, una vaginita de labios
carnosos, una cavidad de un rosadito exquisito, se incorporo y se quedo
viendo como estaba deleitado con su prenda intima.

-Lucy: Te gusto?

-Yo: Si mucho

-Lucy: Y te gusta mi calzn?

-Yo: Tu calzn eh bueno el aroma que esta en el (lo aspire
una ves mas y lo deje a un lado, un poco apenado)

-Lucy: Quieres el olor al natural? O con mi prenda?

-Yo: Es como te dir algo que me gusta de todas formas

-Lucy: Quiero me beses

-Yo: Ven aqu

Ella avanz, se sent en mi pierna, tomo mi cabeza y me beso, yo la
acompae en el beso con pasin, con una mano la tome de su cabeza y con
la otra acariciaba su desnudo cuerpo, una y otra ves nos besamos, yo
estaba fascinado, tenia ese frgil cuerpo desnudo a mi alcance, me separe
y la volv a contemplar.

-Yo: Eres linda


-Lucy: Si te gusto?

-Yo: Mucho mucho

-Lucy: Te baaras?

-Yo: Si he de estar oliendo a diablos verdad?

-Lucy: No, pero quiero hacerlo como ayer

-Yo: Vamos pues

La lleve cargando por la escalera, ella besaba mi cara y mi oreja, ya
iba muy excitado, la deposite en el piso, ah me desvest, entre al bao
atrs de ella y abr la llave para dejar correr un poco el agua, nos metimos
bajo el agua que caa, nos besamos mas, ya no me contuve y la levante
para ponerla en posicin de penetrarla.

-Lucy: Hoy no me lo metas

-Yo: Como digas (Molesto o desilusionado me senta)

-Lucy: No te vayas a enojar

-Yo: No para nada (Ment)

-Lucy: Es que ahora me siento muy adolorida de ah

-Yo: si, comprendo

-Lucy: Es que es grande tu cosa ayer no lo sent tan doloroso pero
hoy en la maana no quera ni levantarme me duele ah y los msculos
de mi cintura y mis piernas por eso hice ejercicio y sme ocurri el
baile

-Yo: No te preocupes linda


-Lucy: Pero tienes tu cosa muy dura

-Yo: Si, pero si te duele yo comprendo

-Lucy: Quieres que te lo bese

-Yo. Si lo deseas

-Lucy. Claro me gusta hacerlo y que te salga tu lechita

-Yo: Adelante linda

-Lucy: Estamos solos dime como te dije ayer

-Yo: Si amor, bsalo

No dijo nada mas, se arrodillo y comenz a lamer mi verga, con unos
lengetazos que recorran todo el tronco de mi pene, su lengua lo mismo
iban por debajo de mi pene, como por encima, beso esta vez mis
testculos, yo estaba extasiado, ella meti un poco de la cabeza de mi
verga en su boquita, despus toda la cabeza, rodeo con su lengua esta,
introdujo un poco mas, hasta que ya no pudo meter mas, un poquito mas
de la mitad de mi verga estaba dentro de ella, luego comenz a sacarla
para inmediatamente volverla a meter, era una delicia, pareca que alguien
la haba aleccionado, pero yo lo disfrutaba, fue mas rpido con la accin,
yo ya estaba fuera de si, sent que me iba a venir, se lo dije, ella no dijo
nada sigui con mas rapidez y estalle en un orgasmo supremo, perd la
nocin, volv a la realidad, ella recoga poco de mi semen mezclado con
el agua que segua saliendo de la regadera.

-Lucy: Te gusto

-Yo: Si amor si

Despus seguimos bandonos, nos secamos y salimos desnudos a mi
recamara, de paso recog mis prendas y saque de mis cajones algo para

ponerme, ella se sent en la cama y me dijo:



-Lucy: No te vistas an

-Yo: Como?

-Lucy: Que no te vista anda ven aqu

-Yo: Ok

Me dirig a ella, Bsame me dijo, la tome y la bese, ella acariciaba mi
espalda y yo todo su menudo cuerpecito, la bese con deleite, la tend en la
cama, fui recorrindola toda con mis labios, sin llegar nunca a su
conchita, ella se prenda de mi cabello, en un momento la acomode boca
abajo, comenc a besar desde su nuca, bajando por su espalda, llegue a sus
caderas, segu hasta la separacin de sus nalguitas, bese una nalguita y
despus la otra pasando por su abertura, fui mas abajo la recorr hasta las
plantas de los pies, fui de nuevo arriba, pero esta ves iba recogiendo sus
piernas, para dejarla completamente empinada, ella se dejaba llevar, gema
de placer, cuando llegaba de abajo hacia arriba encontr la parte posterior
de su conchita, la lam con cuidado y placer, ella gema mas, llegue a la
entrada o salida de ano, le plante un beso, ella reacciono con un suspiro,
yo succione un poco su ano, lo lametee, ella suspiro y contrajo su colita,
inmediatamente se vaci, sus lquidos salan de su conchita, fui por ellos
sin propinar presin, solo los recoga, hasta que extendi sus piernas, era
la prueba de que haba tenido un orgasmo, un poco despus la voltee y la
bese, ella entreabri sus ojitos y se entrego al beso, fui a sus tetitas y las
disfrute de tal forma que quedaron un poco irritadas, la verdad es que esos
pequeos pechitos me atraan demasiado, bese su vientre despus y su
rajita con precaucin, la besaba por todas partes y acariciaba su cuerpo,
despus hice que frotara su culito contra mi verga, se mova rico,
llegamos a otro orgasmo juntos, yo me quede besando su nuca y mis
manos en sus tetitas.

-Yo: Te amo Lucy

-Lucy: De verdad Rafa?


-Yo: Si, yo se que es una locura, pero te amo pequea

-Lucy: No digas eso

-Yo: Si porque no se como va a terminar, tengo miedo

-Lucy: No lo dir a nadie te lo juro nunca lo dir pero no me
vayas a dejar nunca

-Yo: Ya no se que pasara pero te amo te amo

-Lucy: Y yo a ti tambin te amo Rafa no podra amar a nadie mas

-Yo: Bueno voy al bao a asearme tu no lo hars?

-Lucy: Si hazlo tu y descanso un poquito si?

Me di un regaderazo rpido, me seque y sal a la recamara, la vi
tendida en la cama, que imagen, una criatura hermosa y la haba
disfrutado, no me acerque a ella ya que estaba dormidita, se vea como un
ngel, me vest y baje a el comedor, tome un refresco del refrigerador en
la cocina y me fui a la sala a sentarme, las cosas vividas pasaban por mi
mente, en ese momento me senta feliz, no se cuanto paso y ella bajo
desnuda, baadita pero desnuda ya que sus prendas estaban en el piso de la
sala y su pantaletita en mi mano, no me di cuenta cuando la haba tomado,
se la entregue y se la puso, termino de vestirse y se sent a mi lado.

-Lucy: Eres divino gracias

-Yo: T lo eres mas

-Lucy: Puedo (Sealo el refresco)

-Yo: Te traigo uno

-Lucy: De este


-Yo: Ok, vamos a revisar tus apuntes no se a que hora llegue tu
mam

-Lucy: Si Rafa

Tome la libreta y el libro y se los di, comenzamos y de vez en cuando
nos besamos y remos, ella pona atencin y de nuevo me besaba, vaya
parecamos un par de adolescentes, cada vez que acertaba una respuesta la
abrazaba y le daba un beso en sus labios.

-Yo: Te puedo hacer una pregunta?

-Lucy: Claro mi amor veras que ya aprend je, je, je

-Yo: No es de los ejercicios

-Lucy: Entonces?

-Yo: Bueno como te digo bueno ya habas hecho lo que hiciste
con migo

-Lucy: No te diste cuenta que tu me hiciste mujer

-Yo: No me refiero a eso si no a la chupada a mi pene

-Lucy: Tampoco nunca porque dices eso

-Yo: Es que lo hiciste muy rico

-Lucy: Te digo algo mira me da pena pero mi mam en su
recamara tiene unos videos de los tres XXX y los vi una ocasin
que pena

-Yo: T mam no lo hubiera imaginado ella no se ve como te
dir de las mujeres que buscan satisfaccin

-Lucy: Que te puedo decir ella creo que siente deseos yo se que se
ve con un amigo y trato de comprender y me hago tonta pero en su
recamara yo me doy cuenta de lo que ella guarda

-Yo: Me imagino me da gusto que no la critiques

En eso estbamos, cuando omos el timbre, me incorpore y fui a abrir
la puerta, era Natalia, me saludo con un beso y me pregunto:

-Natalia: Ya has de estar harto de mi hija verdad?

-Yo: No como crees

-Natalia: Y yo de conchuda aprovechndome de tu prudencia

-Yo: No, No digas eso pero pasa

-Lucy: Hola Mami he aprendido muchas cosas (Volteo y me lanzo
una risa)

-Natalia: Que bueno pero ya despdete

-Lucy: Ya voy mami

Lucy recogi sus cosas, mientras su mam la esperaba, yo
inspeccionaba a Natalia, esperaba encontrar algo que me dijera si era una
mujer diferente a lo que aparentaba y lo que Lucy me deca, no pude
resolver ese dilema, ella me miro y me sonrea, Lucy termino y fue al
lado de Natalia.

-Natalia: Gracias nos vamos

-Lucy: Hasta maana seor

-Yo: que descansen no tienes que agradecer nada Naty es un placer
poder hacer algo por Lucy

Se retiraron con el clsico besito en la mejilla, y yo me quede parado


en medio de la sala, reviviendo los momentos vividos, pens que estaba
volvindome un mentiroso e hipcrita, pero la nia me hacia perder la
cabeza; bueno eso paso espero les agrade.

Relato XXX
En una hermosa maana, Paola se levanto de su cama y noto que algo
no estaba bien, pero los cambios no eran muy perceptibles. Estos cambios
solo los poda notar cuando se miraba al espejo completamente desnuda
antes de entrar en la ducha, tenia ya algunos meses que poda ver en su
pecho como unos botoncitos comenzaban crecer, sus pezones seguan
siendo igualmente pequeos pero sus aureolas comenzaban a hacerse mas
obscuras y se agrandaban con el paso de los meses. Su piel era totalmente
clara y muy suave, cada da al estar frente al espejo gustaba de tocar
aquellas abultaciones en su pecho, poda pasar varios minutos viendo su
color de los pezones y aureolas que contrastaban con el resto de su pecho.
Pero adems poda observar ella misma que bajo su vientre una pequea
pelusa se asomaba, cubriendo aquella rayita totalmente rosada y cerrada.

Pasaba buena parte de la ducha enjabonando cada una de sus partes, era
una nia muy limpia y no dejaba de lavar cada una de las partes de su
cuerpo, cada vez que pasaba por su pecho le gustaba sentir el roce del
jabn con sus pezones y poder palpar las dureza de sus senos que
conforme pasaban los das se ponan mas bellas, mas grandes y mas
rgidos.

Fue en esta maana, cuando al estar completamente desnuda en la
baera, que sinti como una corriente circulaba por todo su cuerpo al
sentir el agua que entraba por su vagina virginal y tocaba cada parte de
ella. Como de costumbre comenz a lavar cada parte de su cuerpo,
primero la cabeza, despus la cara, seguidamente los pechos; en donde se
detuvo para masajear un poco y sinti como esas caricias le provocaban
grandes sentimientos de placer en todo su cuerpo. Fue entonces que llego
aquel lugar virgen y al tocarlo con el jabn y su mano sinti una corriente
que provocaba una sensacin de placer que comenzaba en su vagina y
circulaba por el resto de su cuerpo, sintiendo la mejor parte en la punta de
los pezones. Su primer impacto fue de espanto pues crey que se trataba
de una enfermedad o algn mal, pero no le importo y sigui con su ducha
pero no dejo de pensar en lo que haba sentido con tan solo rozar su
vagina rosada y bien cerrada. No pasaron muchos minutos antes de que la
curiosidad la invadiera de nuevo y sin pensarlo desplazo su mano aquel

punto donde haba sentido una corriente extraa, deslizo lentamente su


mano y poco a poco llego a la exquisita entrada de aquel tesoro. Primero
toco un poco su labios vaginales los acaricio suavemente como si se
tratara de un gatito tierno, con el paso de cada caricia su sentimiento de
placer comenzaba a deslizarse por todo su cuerpo sintiendo como sus
pezones se ponan rgidos y una corriente que circulaba por sus nalgas,
pero so sobre todo senta el inmenso placer que le producan las caricias
en su vagina. Una mano la desplazo hacia su pecho y comenz a frotar sus
senos y con la otra acariciaba solo los bordes exteriores de su vagina.

Por propio instinto meti suavemente su dedo ndice en su vagina y
comenz a explorar cada rincn de su vagina y entonces encontr un
pequeo botoncito que se senta duro pero cada vez que era tocado senta
ms y ms corrientes de placer, tocaba su cltoris. Fue cuando se entretuvo
jugando con el mucho tiempo y con cada caricia poda sentir aquella
corriente que circulaba por todo su cuerpo. Jugando con su dedo ndice en
su vagina y con su otra mano acaricindose los senos sinti como una
corriente de placer le inundaba poco a poco, con cada caricia se
incrementaba ms y ms el placer. De pronto se encontr con la necesidad
de acelerar el ritmo del juego y en un instante sinti como si tuviera las
ganas de orinar as que se levanto rpidamente de la baera y saco su dedo
pero en ese momento le llego su primer orgasmo. Senta como su vagina
deba una corriente de placer y satisfaccin a todo su cuerpo, sus pezones
palpitaban y sentan una extraa sensacin de placer y ardor, sus nalgas se
contraan automticamente, su mirada se perdi en la nada y su vagina
expulsaba un lquido resbaloso. Por el inmenso placer que sinti no pudo
estar mucho tiempo de pie y volvi a sentarse en el suelo de la baera
recordando el inmenso placer que haba tenido al jugar con su vagina.
Despus de tanto placer solo llego un enorme rato de calma muy
placentero y a los pocos minutos lavo su vagina totalmente para
asegurarse de que estuviera totalmente limpia. Al terminar de hacer salio
de la baera y se vio al espejo, poda ver como sus pezones estaban
colorados e hinchados, senta algo de temperatura en todo su cuerpo pero
todo esto era reconfortante, simplemente se seco y visti pero en su mente
segua el recuerdo de aquel placer que su vagina le haba dado en la
baera.

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