Cuaresma Moniciones Reconciliacion
Cuaresma Moniciones Reconciliacion
Cuaresma Moniciones Reconciliacion
Para el tiempo de Cuaresma se ofrecer una gua para cada una de las
homilas dominicales, tomando como elemento central la lectura
evanglica del ciclo A. Estas guas homilticas pretenden, al tiempo
que sensibilizar a toda la comunidad eclesial respecto a la transmisin de
la fe, desvelar su enraizamiento evanglico.
MIRCOLES DE CENIZA
1 Marzo 2006
MONICIN DE ENTRADA
Iniciamos hoy la Cuaresma, el tiempo que nos prepara para celebrar con el
corazn limpio y la vida renovada las fiestas de Pascua. El Seor nos propone
vivir estos cuarenta das como un tiempo de gracia, de conversin, y de
responsabilidad, que haga posible la renovacin gozosa de nuestra fe y de
nuestras actitudes.
Comenzamos este camino cuaresmal con la imposicin de la ceniza sobre
nuestras cabezas. Con este gesto, queremos reconocernos pequeos, pecadores,
necesitados del perdn y del don de la conversin. Pero lo hacemos con
esperanza, porque sabemos que el amor y el perdn de nuestro Padre-Dios es
siempre mayor que nuestro pecado y nuestros fracasos. Con l siempre
podemos empezar de nuevo.
PROCESIN Y CANTO DE ENTRADA
SALUDO DEL PRESIDENTE
La gracia y el amor de Jesucristo,
que nos convoca al camino de la conversin cuaresmal,
est con todos vosotros.
Se omite el acto penitencial, al quedar sustituido
por la bendicin e imposicin de la ceniza que realizaremos ms tarde,
y se dice la Oracin colecta.
ORACIN COLECTA
MONICIN A LA PALABRA DE DIOS
Convertirse es volver a Dios con nimo firme y sincero. Se trata de rasgar
los corazones, no los vestidos. En este tiempo de gracia y reconciliacin, el
Seor nos ofrece tres pistas para el encuentro con nosotros mismos y con Dios,
que debemos interpretar y vivir adecuadamente: el ayuno, la oracin y la limosna.
En vez de Aleluya, cantamos una aclamacin a Jesucristo antes del Evangelio.
Por la paz, en el mundo y en nuestro pueblo. Para que se acaben las guerras,
cese todo tipo de violencia, y se ponga fin a la desigualdad y a la pobreza.
Roguemos al Seor.
Por las personas que sufren, por las que se sienten solas o no encuentran
sentido a su vivir. Para que, a travs de nuestro apoyo solidario, puedan
sentir el cario cercano de Dios-Padre que nunca les abandona. Roguemos al
Seor.
Por todos nosotros. Para que durante la Cuaresma vivamos con especial
intensidad el Tercer Plan Diocesano de Evangelizacin, buscando una mayor
cercana a Jesucristo y una mejor transmisin de la fe a nuestros hermanos.
Roguemos al Seor.
Por la Iglesia. Para que el alimento de la Palabra de Dios nos ayude a ser ms
fieles a Jesucristo, y a trabajar por el pan que hace crecer la vida de todas las
personas. Roguemos al Seor.
Por los enfermos, por los oprimidos, por los afligidos con el azote de las
guerras, por todas las personas necesitadas. Para que sientan nuestra
cercana y la presencia del Espritu de Dios en ellos. Roguemos al Seor.
Para que hagamos de nuestra vida un continuo caminar por los senderos del
Reino y renovemos los cauces de transmisin de la fe que da sentido a
nuestro vivir. Roguemos al Seor.
MONICIN DE ENTRADA
En el proceso de conversin que representa la Cuaresma, el pasado
domingo tuvimos la oportunidad de acompaar a Jess en la experiencia del
desierto. Hoy, segundo domingo de cuaresma, se nos propone vivir con l la
experiencia del monte Tabor.
Frente a nuestros miedos, Cristo transfigurado nos ofrece una seal
cargada de esperanza: si seguimos su camino, nuestras vidas y nuestro mundo
tienen futuro, aunque antes tengamos que pasar por la cruz.
Dispongmonos a vivir esta Eucarista como un nuevo Tabor al que el
Seor nos invita, donde sentir una profunda experiencia del amor de Dios.
PROCESIN Y CANTO DE ENTRADA
SALUDO DEL PRESIDENTE
Jesucristo, el Hijo amado de Dios,
a quien queremos escuchar y seguir,
est con todos vosotros.
ACTO PENITENCIAL
Somos pecadores, pero tambin hijas e hijos de Dios; por eso nos
dirigimos al Seor confiando en su misericordia y su perdn:
-
T, que eres Perdn y Promesa para cuantos te buscan . Seor, ten piedad!
T, que con tu entrega radical das sentido a la Cruz y haces posible nuestra
salvacin. Seor, ten piedad!
ANTES DE LA ACLAMACIN
Por la lectura del Evangelio, Jess se har especialmente presente entre
nosotros. Aclammosle con fe, antes de escuchar esta Palabra de vida.
CREDO
Confesemos juntos nuestra fe en el Dios de Jesucristo, la que nos une al
resto de los creyentes, y que deseamos ilumine todos los corazones cuando es
anunciado el Evangelio.
ORACIN DE LOS FIELES
En Jess, en su cruz, est nuestra vida y la de la humanidad entera. Puesta
nuestra mirada en el crucificado glorioso, oremos:
Por la Iglesia. Para que reconozca sus pecados con humildad, viva la
autntica conversin, y se fe ms de las promesas de Dios que de sus propias
seguridades. Roguemos al Seor.
Por quienes tienen poder para influir sobre la paz y la guerra, la justicia y la
opresin. Para que hagan posible un mundo ms justo donde todas las
personas quepan sin distincin ni privilegios. Roguemos al Seor.
Por quienes formamos parte de esta Iglesia local de Bizkaia. Para que,
viviendo con ilusin el tercer Plan Diocesano de Evangelizacin, seamos ante
la gente signo creble del Dios que anima nuestro caminar. Roguemos al
Seor.
MONICIN DE ENTRADA
Despus de dos semanas en camino hacia la Pascua, iniciamos hoy una
segunda etapa de tres domingos que son los centrales de la Cuaresma. En cada
uno de ellos, nos encontraremos con un personaje entraable en el que
podremos vernos reflejados; estamos hablando de la samaritana, el ciego de
nacimiento y Lzaro.
Son tres encuentros con Jess de los que marcan una vida para siempre.
Son tres encuentros que el Seor quiere actualizar con cada uno de nosotros,
para ayudarnos a cambiar la mente y el corazn.
En este marco de conversin y esperanza, celebramos tambin la Jornada
de las Misiones Diocesanas Vascas, [aunque la festividad religiosa de San Jos
se celebre maana, lunes]. La actualizacin de nuestro compromiso misionero,
tambin forma parte de los frutos de conversin que Dios espera de nosotros. Es
la razn por la que se nos urge a colaborar activamente en esta gran tarea
evangelizadora, con este lema sugerente: SE EST PINTANDO OTRO MUNDO TE
SUMAS?.
Puestos en pie, comenzamos nuestra celebracin.
PROCESIN Y CANTO DE ENTRADA
SALUDO DEL PRESIDENTE
Jesucristo es la fuente de agua viva
que mana hasta la vida eterna.
Que su gracia y su paz est con vosotros.
ACTO PENITENCIAL
- T, siempre sales a nuestro encuentro.
Seor, ten piedad
- T, nos ayudas a reconocer nuestras miserias y nuestro pecado.
Cristo, ten piedad
- T, eres el agua viva frente a nuestra sed de sentido y de esperanza.
Seor, ten piedad
MONICIN A LA PALABRA DE DIOS
Dios mantiene su fidelidad con el pueblo de Israel en el desierto, y le da el
agua que necesita para calmar su sed. Ms adelante, le dar a su hijo Jess, el
agua viva que apaga la sed de las necesidades ms profundas que habitan en el
corazn de las personas.
En vez de Aleluya, cantamos una aclamacin a Jesucristo antes del Evangelio.
ANTES DE LA ACLAMACIN
Dispongmonos a escuchar a Jess, que se acerca a nosotros como se
acerc a la mujer samaritana. l es la fuente del agua de la vida.
ORACIN DE LOS FIELES
A Jess, la fuente de agua viva, pidmosle por nosotros y por toda la
humanidad diciendo (o cantando): Seor, escchanos.
Por quienes formamos la Iglesia. Para que vivamos atentos a las necesidades
de los nuevos tiempos, y sepamos responder a la sed y a las ansias de los
hombres y mujeres de hoy. Oremos.
Para que nunca falten voces profticas que, con valenta, denuncien nuestra
comodidad y nos recuerden las exigencias del Evangelio. Oremos.
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IV DOMINGO de CUARESMA
26 Marzo 2006
Recordemos que, por razones pastorales (III PDE),
los domingos III, IV y V utilizaremos las Lecturas bblicas del ciclo (A)
Este domingo es el Domingo de Laetare (algrate), denominacin tradicional de
este 4 domingo de Cuaresma. En medio del ambiente de sobriedad cuaresmal, hoy se
nos invita a poner un toque especial de alegra en la celebracin, mediante el uso de
instrumentos musicales o poniendo unas flores... Quiere ser un detalle pedaggico de
la Iglesia para alentar nuestro caminar, al haber superado la mitad de la travesa
cuaresmal, y estar cada da ms cerca de la Pascua.
MONICIN DE ENTRADA
Celebramos hoy el cuarto domingo de Cuaresma, en nuestro caminar hacia
la Pascua. Hemos superado la mitad de la travesa y, aunque a veces resulte
duro reconocer nuestros fracasos y nuestro pecado, no nos desesperamos,
porque Jesucristo sigue saliendo a nuestro encuentro para curar nuestras
cegueras y abrirnos el camino de la esperanza.
En la celebracin de hoy, el Seor nos propone hacer nuestra la
experiencia del ciego de nacimiento, dejndonos curar, saliendo de nuestras
oscuridades, y dicindole de corazn: Creo, Seor. Un da ms, tenemos
motivos para la alegra.
PROCESIN Y CANTO DE ENTRADA
SALUDO DEL PRESIDENTE
La gracia y la paz de nuestro Seor Jesucristo,
luz de vida para quienes creen en l,
estn con todos vosotros.
ACTO PENITENCIAL
No siempre nos dejamos curar, no siempre dejamos que Dios nos
transforme, no siempre dejamos que la luz de Cristo nos ilumine. Por eso, en
unos instantes de silencio, reconozcamos nuestra necesidad de conversin.
Instantes de silencio...
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ANTES DE LA ACLAMACIN
No hay peor ciego que el que no quiere ver. Jess quiere acercarse a
nosotros, como se acerc al ciego de nacimiento. Dejemos que tambin cure
nuestras cegueras.
ORACIN DE LOS FIELES
Unmonos en una misma oracin para que la luz de Cristo aleje de nuestro
mundo las tinieblas del pecado y de la muerte. A cada peticin responderemos:
Seor, ilumnanos con tu luz.
Por las personas que sufren, por quienes viven en la oscuridad de la miseria,
por las vctimas de la violencia y de la guerra. Para que vivamos favoreciendo
la cultura de la justicia, la paz y la solidaridad. Oremos.
V DOMINGO de CUARESMA
2 Abril 2006
Recordemos que, por razones pastorales (III PDE),
los domingos III, IV y V utilizaremos las Lecturas bblicas del ciclo (A)
MONICIN DE ENTRADA
Hemos llegado al 5 domingo de Cuaresma, y entramos en la recta final de
este tiempo de conversin. Hoy, podremos contemplar a Jess gritando, para
que Lzaro salga del sepulcro y pase de la muerte a la vida. Es todo un signo de
que Cristo es la resurreccin y la vida en plenitud, pero tambin una llamada a
salir de nuestros sepulcros de pecado y de muerte.
Dejemos que el Seor nos ayude a pasar de la Muerte a la Vida, y vayamos
poniendo todo a punto en nuestro interior, para renovar con pleno sentido
nuestro Bautismo y vivir como hijas e hijos de Dios renacidos.
PROCESIN Y CANTO DE ENTRADA
SALUDO DEL PRESIDENTE
La gracia y la paz de Jesucristo,
el Seor de la Vida,
est con todos vosotros.
ACTO PENITENCIAL
El Seor Jess, a travs de la conversin y el perdn, nos llama a pasar de
la muerte a la Vida de Dios. Con sencillez y humildad, pidamos perdn por
nuestros pecados.
T, el Dios empeado en abrir nuestros sepulcros. Seor, ten piedad.
T, el Dios que libera en toda situacin de dolor y muerte. Cristo, ten
piedad.
T, que eres la Resurreccin y la Vida. Seor, ten piedad.
MONICIN A LA PALABRA DE DIOS
Frente a toda situacin de muerte, la Palabra de Dios es promesa de Vida.
Tambin nosotros somos llamados a pasar de la muerte a la vida, impulsados
por el Espritu que ha sido derramado sobre nosotros. Ojal el grito del Seor a
Lzaro, llamndole a salir del sepulcro, resuene hoy con fuerza en cada uno de
nuestros corazones!
En vez de Aleluya, cantamos una aclamacin a Jesucristo antes del Evangelio.
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ANTES DE LA ACLAMACIN
Pongamos a punto nuestro corazn para escuchar el grito de Jess, que
nos llama a salir de nuestros sepulcros, como lo hizo con Lzaro. l es la
Resurreccin y la Vida.
ORACIN DE LOS FIELES
En Jess, en su cruz, est nuestra vida y la de la humanidad entera. Puesta
nuestra mirada en el crucificado glorioso, oremos:
Por las personas bautizadas que hoy formamos la Iglesia de Jesucristo. Para
que con la fuerza de su Espritu apostemos por poner vida y esperanza donde
no hay ms que experiencia de muerte y frustracin. Roguemos al Seor.
Padre y autor de la vida, mira compasivo a los que hoy vivimos en sombras
de muerte; y, por la accin vivificadora de tu Espritu, renueva y transforma
nuestras vidas. Por Jesucristo nuestro Seor.
Prefacio propio: La resurreccin de Lzaro
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CELEBRACIN COMUNITARIA
DEL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIN
CUARESMA 2006
Notas previas:
1. Esta propuesta celebrativa es la misma que la del curso pasado, ya que desde
el IIIPDE se nos invita a recoger el gran mensaje catecumenal de los tres
ltimos domingos del Ciclo (A).
2. Es importante preparar y realizar bien la parte simblica, dar tiempo al
silencio, a los espacios entre las diversas partes... Por consiguiente, aunque
cada comunidad tendr que adaptar la celebracin a sus circunstancias,
seamos generosos con el tiempo, para no caer en la tentacin de recortarlo
todo o hacer la celebracin con prisas.
3. La lecturas se han escogido de estos tres domingos; pero no tal y como se han
ledo en la eucarista, sino con prrafos seleccionados. Si parece oportuno,
pueden omitirse las primeras lecturas y los salmos, y leer slo los
textos evanglicos.
INTRODUCCIN A LA CELEBRACIN
Sera bueno...
hacer una procesin de entrada con las personas que van a realizar algn
servicio en la celebracin. La procesin podra ir abierta por la cruz y por el
libro de la palabra de Dios. El canto podra ser el oficial: Me invocar y lo
escuchar, u otro conocido, propio de Cuaresma.
MONICIN INICIAL
Hermanas y hermanos: Buenas tardes (noches). Nos damos la bienvenida
a esta celebracin que quiere ser alegre y esperanzadora.
En estos ltimos domingos de Cuaresma la palabra de Dios nos est
pidiendo un cambio: abrirnos al amor misericordioso de Dios, dejar de beber en
fuentes amargas y acercarnos a las fuentes de agua viva, dejarnos curar la
ceguera y salir de nuestros sepulcros.
En esta celebracin queremos recoger todo este mensaje liberador de
Jesucristo para pedirle que nos convierta. Como catecmenos, escucharemos la
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palabra de Dios para encontrar en ella el corazn nuevo y los ojos nuevos de
Jess.
Nos ponemos de pie para expresar con el canto el sentido de lo que nos
disponemos a celebrar.
CANTO DE ENTRADA PENITENCIAL
SALUDO DEL PRESIDENTE
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo.
Hermanas y hermanos:
Que Cristo Jess nos llene de sus sentimientos,
de sus ideales,
de la vida nueva de su Espritu,
y que su amor, su misericordia y su perdn
estn con todos vosotros.
ORACIN PRESIDENCIAL
Oremos pidiendo a Dios que nos ilumine
para ver con claridad el camino de la conversin. (Instantes de silencio)
Dios Padre, rico en misericordia,
al ponernos en tu presencia y revisar nuestras vidas,
descubrimos que estamos lejos de responderte con total generosidad
y reconocemos tu bondad y nuestro pecado.
Danos nimo para recorrer con entusiasmo el camino de conversin a Ti.
Por Jesucristo, nuestro Seor.
Primera parte
EL AGUA VIVA
MONICIN
El tema de la sed es la primera catequesis que se nos ofrece para hablar de
nuestros deseos e insatisfacciones humanas.
Jess, sediento, ofrece la posibilidad de saciar definitivamente nuestra sed.
El Espritu Santo colocado en nuestras entraas es el don de Dios que se nos
comunica sin medida.
Se trae una jarra de cristal vaca y se pone a la vista de todos.
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PALABRA DE DIOS
Lectura de la carta del apstol san Pablo a los Romanos (Cf. Rm 5, 5-8)
Salmo responsorial: 94
Ojal escuchis hoy la voz del Seor: "No endurezcis vuestro corazn."
Venid, aclaremos al Seor, / demos vtores a la Roca que nos salva; / entremos a
su presencia dndole gracias, / aclamndolo con cantos. R.
Ojal escuchis hoy su voz: / "No endurezcis el corazn como en Merib, /
como el da de Mas en el desierto; / cuando vuestros padres me pusieron a
prueba / y me tentaron, aunque haban visto mis obras." R.
Lectura del santo evangelio segn san Juan (Cf. Jn 4, 5- 42)
En aquel tiempo, lleg Jess a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca
del campo que dio Jacob a su hijo Jos; all estaba el manantial de Jacob. Jess,
cansado del camino, estaba all sentado junto al manantial. Era alrededor del
medioda.
Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jess le dice: "Anda, llama a tu
marido y vuelve." La mujer le contesta: "No tengo marido." Jess le dice:
"Tienes razn, que no tienes marido: has tenido ya cinco, y el de ahora no es tu
marido. En eso has dicho la verdad." La mujer le dice: "Seor, veo que t eres un
profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decs que el sitio
donde se debe dar culto est en Jerusaln."
Jess le dice: "Creme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni
en Jerusaln daris culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocis;
nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvacin viene de los
judos. Pero se acerca la hora, ya est aqu, en que los que quieran dar culto
verdadero adorarn al Padre en espritu y verdad, porque el Padre desea que le
den culto as. Dios es espritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espritu y
verdad."
La mujer le dice: "S que va a venir el Mesas, el Cristo; cuando venga, l
nos lo dir todo." Jess le dice: "Soy yo, el que habla contigo."
PETICIN DE PERDN
Una persona trae un recipiente de agua. A cada invocacin va echando
un poco en la jarra que habamos colocado vaca. Donde sea posible sera ms
significativo que varias personas lean las invocaciones y ellas mismas echen
despus el agua.
Segunda parte
LA LUZ DE LA FE
MONICIN
El ciego de nacimiento nos representa. Somos ciegos para las cosas ms
hermosas e importantes. Nos quedamos en las apariencias y no vamos al
corazn. Lo ms importante es que reconozcamos nuestra ceguera, que no nos
instalemos en ella, que queramos ver.
La segunda catequesis nos habla de la fe. Cristo toma la iniciativa, mira al
ciego, le dice lo que ha de hacer para poder ver. El ciego es humilde y dcil, se
deja llevar y va creciendo en la fe hasta ser un valiente testigo.
Estamos dispuestos a recorrer ese camino en la luz?
Se trae un cirio grande apagado y se deja junto a la jarra con agua.
PALABRA DE DIOS
Lectura de la carta del apstol san Pablo a los Efesios (Cf. Ef 5, 8-14)
Hermanos: En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Seor. Caminad
como hijos de la luz toda bondad, justicia y verdad son fruto de luz, buscando
lo que agrada al Seor, sin tomar parte en las obras estriles de las tinieblas,
sino ms bien denunciadlas.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: 22
El seor es mi pastor, nada me falta.
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Tercera parte
LA VIDA NUEVA
MONICIN
La principal herida humana es la muerte. Jess llora la muerte de su
amigo Lzaro. La ltima catequesis nos presenta a Jess como Resurreccin y
Vida. Esta vida que es Cristo, es libertad, valenta, alegra, paz, superacin,
fecundidad, compasin, amor.
Se coloca un recipiente adecuado con carbones encendidos junto a los
smbolos anteriores. Se pone tambin un recipiente con incienso.
PALABRA DE DIOS
Lectura de la carta del apstol san Pablo a los Romanos (Cf. Rm 8, 8-11)
Hermanos: Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios. Pero
vosotros no estis sujetos a la carne, sino al espritu, ya que el Espritu de Dios
habita en vosotros. El que no tiene el Espritu de Cristo no es de Cristo. Pues
bien, si Cristo est en vosotros, el cuerpo est muerto por el pecado, pero el
espritu vive por la justificacin obtenida.
Palabra de Dios.
Desde lo hondo a ti grito, Seor; / Seor, escucha mi voz; / estn tus odos
atentos / a la voz de mi splica. R.
Si llevas cuentas de los delitos, Seor, / quin podr resistir? / Pero de ti
procede el perdn, / as infundes respeto. R.
Lectura del santo evangelio segn san Juan (Cf. Jn 11, 1-45)
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Presidente:
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Cuarta parte
CELEBRACIN DE LA RECONCILIACIN
Por ejemplo: Podra ponerse uno de los cirios que se haban encendido y, tras recibir
la absolucin, invitar al penitente, que ya tiene su vela, a encenderla de aquel cirio y
llevarla as a su sitio para dar con ella gracias a Dios por su perdn.
CONCLUSIN
ACCIN DE GRACIAS
Puede cantarse un canto de accin de gracias o el Magnificat.
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