Benjamín Carrión - Cartas Al Ecuador
Benjamín Carrión - Cartas Al Ecuador
Benjamín Carrión - Cartas Al Ecuador
';.,
BENJAMIN CARRION
RTAS
AL
ECUADOR
ES PROPIEDAD DEL--~-~~
AUTOR
~~~~~.~
BENJAMIN CARRION
CARTAS AL ECUADOR
PRIMERA
SERI~
OU n:,o~ECUAOO!<
Etl'l'fORIA!.IaiJTlHJEJE~'0
En preparacin:
Biografa de
una~
infamia.
POCAS
PALABRAS
"Hay que mostrar al pueblo el ho
rror de su envilecimiento y su miseria;
la lepra no se cura escondindola con
guante blanco".
VI
Este pas ha sido adormecido por todas las
falacias. Se lo ha engaado tanto con los falsos
cuentos de una grandeza que debi ser creada, que
pudo ser creada, pero que no se cre. Se le ha
prometido caminos, y no se le ha dado caminos.
Se le ha prometido fuerza para defenderse, y se lo
ha mantenido desarmado hasta la hora misma del
peligro. Se le han prometido libertades-que tiene
bien ganadas con valor y con sangre-y se lo ha
mantenido esclavizado, agarrotado, abiertas las fronteras para el destierro, abiertas las crceles para la
prisin.
De algo tan claro, tan luminoso, tan sencillo,
que todo el pueblo dt::be conocer, como la defensa
nacional, s hizo ciencia esotrica, tremendo miste~
ro, que unos pocos ini~.:iados slo conocan, de que era
prohibido ocuparse al comn de la ciudadana, que
era preciso mantener en reserva, en el crculo de
sabios en Fronteras, felizmente hoy desaaeditado,
pem no menos boyante p triunfador ...
A ms de los muchos mitos nacionales creados para verguenza v derrota de esta tierra, se
cre otro, con caractersticas supremas: EL SE~
CRET!SMO.
VIl
La luz del da es para la acezan noble v honrada. La luz del da es para lo obra de hombres,
franca, sin miedos, generosa. Se hupe de ella, se
recurre a las sombras del secreto, para el acto vergonzoso, lJ.fame, desaseado. En la cueva de AliBab, se contaban las monedas hurtadas, en secre~
to. Judas de lscarioth, recibi los treinta dineros
en secreto .......... Y en secreto, en un bochornoso se
creto, se han jugado el destino de este pobre pas,
hasta conducirlo a la derrota ...
V/!1
ecuatorianos, se hubieran tratado temas de anormal
sicalipsis, se hubieran exaltado vicios de aquellos
que provocaron el fuego de Dios en las ciudades
malditas de la Biblia ....
La voz, el verbo, era el pecado,' El secreto, la
sumisin, era virtud. Por eso, en secreto se nos
maniat, se nos condujo a la indefensin militar, se
disminup la fuerza de nuestras posibilidades jurdicas p diplomticas .....
Y lo que es peor, horriblemente peor, se lo enga a este pueblo, hasta los mismos das del desastre, p an en los floridos vergeles oratorios de los
das de la catstrofe. Se lo hizo sobreestimar una
fuerza militar de la que habamos estado totalmen
te hurfanos, se le asegur que todas las medidas
de defensa haban sido. tomadas. Se le minti que
estbamos, triunfando. Pobre, triste, caricaturesca
imitacin de los sistemas to(alitarios que hop asuelan al mundo. Pero ellos tienen como disculpa la
grandeza verdadera del crimen. Y nosotros, tenemos como agrav~nte, la pequeez del ridculo ....
Y as como insurgimos contra la fatalidad del
secretismo, insurjamos, ms implacablemente an,
contra el recurso maldito del perdn p olvido,
que estn acuando los culpables, para ver si, como otras veces, engaan a este pueblo ingnuo, confiado, pero no imbecil como seguramente creen. Des-
IX
quienes
X
das en las capitales de la diplomacia panamerica~
na, nuestra responsabilidad se hundi en medio de
sonrisillas de benvolo desdn .....
.Cmo puede ser responsable el ecuatoriano
comn, el hombre de la calle de nuestra indefen~
sin militar, si siempre-aos de aos-se le ha ve~
nido haciendo pagar, en todos los actos de su vida:
nat;imiento, matrimonio, muel'fe, timbres patriticos
para la defensa nacional, cupo empleo se le ocultaa
ba misteriosamente?
No; seores . . El primer imperativo de la hora,
es hablar, alto, patritico firme. Por eso tambin,
el primer imperativo de aquellos a quienes no cona
viene que se hable, es . impedir todas las expresioa
nes del pensamiento libre: prensa, discurso, conver~
sacin ptivada.
V a hablar, serena, tranquilamente, vengo con
este libro. Verdades que va dz}e antes de la dezTota. Verdades que nos ha enseado la derrota. Sin
pesimismos, sin ingnuos optimismos tampoco. Con~
vencido de que jams, ni en las horas sombras de
1859~60, esta pobre tierra ha cado tan bajo, ha
sido conducida a una situacin ms trgica, se Iza
hallado en una poca peor. Un paso ms en el descenso, V. es la muerte de la patria. Pero hap muchos pasos, duros pero posibles, para el resurgi~
miento.
XI
La publicacin en libro de estas Cartas al
Ecuador, quiere ser una contribucin para,-buscando previamente la verdad, haciendo luz en los
pozos profundos,-emprender con seguridad por, un
camino de resurreccin. La obra est por hacerse
integralmente. Pero el Ecuador sabr hacerla. Hacer la obra supa, buscar 'su salvacin. Sabiendo
que. an cuando todo, todo se ha perdido, tambin
tenemos todo, todo por {Janar.
CARTAS
AL
ECU.ADOR
PRIMERA
Sobre el caramelo literario,
el que"' me .. importismo
~1
ct!lto de la
~:tueja
digerir la 1/erdad....
BENJAMIN CARRION
rido dar.
t:;Ofr!!PC~n
Ellectoral,
CARTAS AL ECUADOR
BENJAMIN CARRION
6,
-.,
En lo internacional? Chist....Tenemos la mar de hroes, que en el momento preciso, ofrecen a la patria su espada. y juran derramar la ltima gota de sangre en defensa de los sacrosantos derechos territoriales. (1)
El caramelo y .... la dispepsia.
*~
* *
CARTAS AL ECUADOR
7.
----------
Del !ono de queja con protesta -explicable por su rabia viril, que alguna vez puede ser fecunda~ se baja a la
queja con lloriqueo, a la actitud flojamente derrotista, que
proclama nuestra inflicidad irremediable, que se duele de
una eterna posicin de parientes pobres, al margen de la sabrosa merienda de los pueblos. Para qu emprender en
esto_ o en aquello? Si somos tan pobres, tan ladrones, tan
tropicales, tan desgraciados y tan brutos ....
Asistit a una competencia deportiva? Para qu, si
si.empre hemos de ocupar el ltimo lugar, que tenemos con
qistdo para siem-pre, 'detiniti\iamente, No_ importa _que_ lriun
s.
BENJAMIN CARRIOf-!
ternos en una olimpiada bogotana, en campeonatos de natacin en Lima, en eventos tensticos de Ro, Buenos Aires
o New York Esas son casualidades.
La intelectualidad nacional contempornea? Un desas-
tre, un grupillo de e:,critorzuelos pornogrficos y bolcheviques,
que no sirven sino para desacreditar al Ecuador, contando al
mundo civilizado un secreto vergonzoso: la existencia de
los indios y de loa pobres en esta tierra desgraciada. Si alguien observr1 que esos libros y esos escritores estn triunf;=mdo en Europa y Amrica. Que se traducen a idiomas
extranjeros. Que escritores ecuatorianos contemporneos estn llevando el nombre literario nuestro a centros donde jams haba llegado hasta hoy. Que novelistas pertenedc>ntes
a ese grupillo despreciable, triunfan en concursos continentales promovidos por las ms valiosas v moderadas editoriales
yanquis .... Esas son casualidades ....
En lo internacional? Si no nos conquistan, es porque
no servimos para nada. Ninguno de los posibles adversarios
tendra para ITI( dia hora con nosotros. Con un globo y una
caja de fsforos, se quema Guayaquil. No nos queda ms
solucilJ.n que la del antioqueo: que nos coma el tigre, si es
que se digna comernos, o el suicidio en masa, que seguramente sera lo mejor.... ( l)
>1<
* *
CARTAS AL ECUADOR
JO
BENJAMIN CABRION
SEGUNDA
Sobre el clima nacional:
afirmacin orgullosa de nuestro tropicalismo
El trpico es el cielo verdadero, el
nico cielo-ielo; el trpico es la fruta
ptima: pia o mango admirables; el
fl-pco es el rbol casi humano que se
llama del pan, el bananero que, l slo,
puede alimentar gentes; v el !'o que no
debiera llevai nombte, el Amazonas, cuvas cuatro slabas hacen un horizonte
de agua poderosa.
GABRIELA MISTRAL.
"Prlogo a LOS C:REAQORES DE LA NllE
VA AMERlCA.-!928.
'i'
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BENJAMIN __s:_f\RHION
C/\HTAS AL ECUADOR
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.....
nes y pedantes, es nuestro signo nacional irrecusable, autntico.
Tropicales, eso somos. V debemos serlo valiente, orgullosam~nte.
Porque esa es nuestra realidad fsica. Nuestra
r0alidad biolgica. Nuestra realidad econmica. Nuestra realidad integral. V si se quiere siempre el testimonio de la
historia, como una necesidad de afianzamiento para nuestras
cobardas mentales, podemos recorrer rpida-y profundamente-nuestra realid~d histrica: tropicales nuestras grandes fe- "
chas: 10 de Agosto, 9 de Octubre, 6 de Marzo. Tropicales
-an~en el mal sentido- nuestras fechas ensangrentadas: 6
de Agosto, 28 de En.ero, 15 de Noviembre. (Por cobarde y
malvada, no es tropical, no es nuestra, esa fecha asquerosa
del 28 de Noviembre de Pez, de asesinato popular premeditado y fro). Tropicales son asimismo nuestros hombres
signos: Rocafuerte, Garca Moreno, Alfaro. Tropicales nuestros hombres de inteligencia: Espejo, Olmedo, Montalvo, Gonzlez Surez.
Somos tropicales, una, mil, un milln de veces. De ese
trpico desacreditado por extranjeros interesados y nacionales
rastacueros, cuya defensa hiciera hermosamente Gabriela Mistral, en el prlogo que escribi en 1928, para mi libro LOS
CREADORES DE LA NUEVA AMERICA.
Dice as Gabriela:
El trpico es el cielo verdadero; el nico cialo-cieloi
el trpico es la fruta ptima, pia o mango admirables; el
trpico es el rbol casi humano que se llama del pan; el bananero que; l solo, puede alimentar gentes; y el ro que no
debiera llevar nombre, el Amazonas, cuyas cuatro slabas hacen un horizpnte de agua poderosa. Perci, nos contestan, y
el mosquito, y l! vbora, y otras bestias que un maniqueo
atribuira a una paralela creacin demonaca? Ah, es que se
pagan de algn modo esos colores y esos olores y esas excelencias sobrenaturales de un suelo; v se muerde la pitahaya,
que es la mejor prpura, durante una vida, aceptando que
alguna vez la cobra nos pruebe la sangre. ,
Aparte de que el trpico malo, el de la fiebre paldica y el cacique matn -nuestros dos descrditos mayores-
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Esmeraldas hasta Tmbes, aptas para recibir las mejores corrientes inmigratorias; sobre todo, la inmigracin espaola,
cuya capacidad para dominar el trpico, est ampliamente de
mostrada. Esa corriente humana, generosa- y fecunda, aventada a los cuatro vientos por la barbarie nazi-fascio-falan
gista ....
Creamos en el milagro de la imaginacin creadora, atributo tropical por excelencia. Rechacemos a quienes, domi~
nados por un imitacionismo eunuco, quieren dar un tono despectivo a la palabra TROPICAL, la ms ecuatoriana t:le las
palabras espaolas. Pensemos que, nada ms absurdo que
aceptar, como base de un complejo de inferioridad irremediable, nuestra realidad fsica ms exaltadora: el clima clido.
Realidad fsica inmutable, adems.
Hagamos uno de nuestros evangelios nacionales, el de
la fe en el trpico. Nuestra fe en la posibilidad histrica-absoluta de poder vivir. en el trpico una vida racional; de
poder edificar en el trpico un pas respetable, en el que
haya bienestar material, pan, libertad y justieia.
TERCERA
Sobre el clima humano nacional:
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BENJAMIN CARRIOf\3
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de Mosc para izarla, el da de la gran noche, en el Palacio Nacional.. .. (Rigurosamente histrico: la tal bandera, result una colcha, para una corrida de toros en un pueblo
vecino .. ;.pero el pap fu al destierro). Con stas v otras
burdas invenciones, se hace todo un expediente, que sirve
para decretar prisiones, confinios v destierros, cuando existe
una dictadura no constitucional; o para pedir al Consejo de
Estado las facultades Extraordinarias, cuando se trata de una
constitucional ...
V eso es lo que calienta al pueblo. (El trmino es
insustituble, en el hablar popular, v es una expresin tropi~
cal v ecuatoriana por excelencia). Eso, la farsa, el embuste,
idigna ms a este pueblo ingnuo pero extraordinariamente
perspicaz e intuitivo, que la franca v directa energa guber"
nnmental. Prefiere que lo hostilicen en forma varonil v responsable. No sopor.ta que lo quieran hacer el. ... tonto. V
encuentra brutal, tirnico, sanguinario, un Jambeli garciano;
un 25 de Abril alfarista; pero le parece repugnante un 28 de
Noviembre ....
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l)!
'
...
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CUARTA
Sobre una posibilidad democrtica en nuestro pafs:
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BENJAMIN CARRION
capital del trpico americano, nos demuestra toda la potencialidad de la gente nuestra para la asimilacin de la cultura
y, sobre todo, para hacer que la cultura asimilada se ponga
al servicio de la accin poltica, de la creacin de inquietu
des constructivas, de la rectificacin de desorientaciones.
El criollo de Guayaquil fu a Europa, en los momentos en que Europa-Francia e Inglaterra en especial- haban
planteado perentoriamente al mundo el problema de. la libertad del hombre, y su necesidad ineludible de resolverlo fa
vorablemente. La risita demoledora de Voltaire, las elucubraciones de los enciclopedistas; pero sobre todo, Juan Jacobo, el ginebrino romntico, que estaba inspirando el nuevo
estatuto de los hombres, una especie de anti-Prfncipe, contrapuesto al del florentino genial, Nicols Maquiavello, De
todo eso estaba lleno el ambiente de Europa. Los gritos de
'Dantn y los severos apotegmas del Incorruptible, la msica libertaria de los girondinos y de La Marsellesa, se g_anaban a las gentes de toda la tierra. V las bayonetas. del
Corso--que acaso quisieron . traicionar la Revolucin pero n
lo lograron-haban llevado la lla:na revolucionaria a los ms
lejanos planteles humanos.
Aqu, en el continente nuevo, los Estados Unidos-Verdad, seor de La Fayette?- haban dado la leccin fecunda
de la libertad triunfante. Hombres de Europa vinieron a
aprenderla, v seguros de su sabidura,. regresaron a ensearla en sus tierras.
Rocafuerte, como Na rio y Miranda antes, haba ido a
Europa en ese tiempo. V Europa haba sentado una generosa ctedra de libertad, a -la cual asistan alumnos de todas
las latitudes del planeta. El guayaquileo fu un estudiante
aprovechado de la nueva ciencia. Pero al mismo tiempo, representa una de los casos ms convincentes del poder de la
cultura occidental sobre el hombre del trpico. Ese. poder
que ya lo haban demostrado Miranda v Bolvar, Rivadavia v
Atamn. Que ms tarde, lo demostraran Garca Moreno v
Portales, Montalvo v Marti, Gonzlez Prada v Vasconcelos.
finalmente, ms cerca de nosotros, en el tiempo v la simpata, en la verdad v la pasin, Jos Carlos Maritegui y
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Haya de la Torre. Estos dos nombre3 actuantes v clarificadores que ,-pese a diferencias ms circunstanciales que pro
fundas- no debiera separarlos jams la izquierda americana.
* * *
A nuestro Rocafuerte le di el tr-pico la pasin, la inteligencia penetrante, la agilidad mental, el mpetu de hacer
y eso que -a pesar del amargado teutn de la superhombr --, es tan tropical y tan nuestro: la voluntad de podero.
Le di el occidente europeo la sabidura acumulada en siglos,
la experiencia adquirida en sangre y carne de hombre, la
mesure francesa, el dominio vital de los ingleses. V en los
momentos precisos de su visita a Europa, momentos exaltados de revolucin democrtica, adquiri el morbos febril de
la libertad humana, que dominaba a las antiguas tierras absolutistas de occidente. El jacobinismo, el mal de Juan Ja
cobo, se haba ganado todas las inteligencias. Hasta el fro
maestro de la razn pura, Kant, declar: Hqbo un tiempo que pens orgu/losamente que el saber constitua el honor de la humanidad, ; despreci al pueblo ignorante. Rus
seau ha sido quien me ha abierto los ojos. Esta ilusorh
superioridad se ha desvanecido: he aprendido a honrar a
los hombres.
Pero, no hay que negarlo: Rocafuerte, junto con el mal
jacobino, fr9jo tambin otro mal malo, del que se cur ~;?n
sus postrimeras. El mal cesarista, causado pr ese ,.gran
deslumbrador de hombres que fu Bonaparte. Serias fallas
tuvo en su gobierno al respecto, pero su obra democrtica
fu de tal magnitud que, si no las explica, por lo menos las
aminora y debilita. Era una poca de conhsioriismo, como
30,'--------------~.....:B:__E.....:N~J~A::..M..::..:l..::..:N~CA....;..::.:;.R::..:.R.....:IO~N
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o los sempiternos conspiradores de vela de sebo v pual bajo el poncho, que slo podemos vivir eri un ambiente de
cuartelazo traicionero y sinvergenza ....
Finalmente, el gobierno de Rocafuerte, realizado con
xito v en medio de una popularidad muy slida, comprueba
que no somos tampoco el con ven lo sombro v torvo de que
alguien hablara, que cierra sus ventanas al aire y a la luz
que le vienen de fuera, en nombre del 1ndex y del S,~Jflabus ....
BENJAMIN CARRION
al
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QUINTA
Sobre Gabriel Garca Moreno: configuracin,
afirmacin y lmites de la ecuatorianidad
V se quiere que haya entusiasmo, v
se invoca el amo patrio, cua.ndo la rapia v la fuerza destrupen las garantas,
cuando la violencia se sobrepone a las
lepes ...... ~
BENJAMIN CARRION_
e'IJ
'11\:J.itltnu ttfi'chrlmtn~l)l>.
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tARTAS AL ECUADOR
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Bf:NjAMiN CA~~N
!2ARTAS AL ECUADOR
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SEXTA
Sobre la patria en peligro
(Cuando la patria fue invadida el 5 de
julio de 1941, y el Ecuador se oft-eci6,
heroicament-e a defendeda. Pero ... .)
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CARtAS AL ECUADOR
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El prsnale de Vctor Hugo, se presenta ante la Cltlata de Jos Altos Lores de Inglaterra,
v anuncia:
lores, po existo.
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1}7
El puebl ecuatoriano, este pueblo que Jo da todo, quisiera que no se le oculte, sistemticamen!e, todo lo que ocurre en torno a su existencia, como en la logia masnica, o
en una organizacin de Ku- Kux- Klan. El pueblo intuye que
para nada sirve el secretismo. Adems, lo ha comprobado
ya. El pueblo adivina que, tras el secretismo, siempre hay
algo inconfesable y turbio. Porque es mentira, gran mentira
de todos los tiempos, eso de que las cosas delicadas, deben ser dichas a obscuras, en la caverna de Ali-Bab alumbrada slo por velones de sabidura fronteriza, a espaldas del
nico interesado fundamental: el pueblo. Slo las obras de
la depredacin y la conquista, las obras de rapia y gansterismo internacionales, se resuelven en la sombra, entre el
cuchicheo de cmplices sombros. La diplomacia de los condottieros italianos, la de Bonaparte o Catalina de Rusia --asaltadores de caminos internacionales- o finalmente la del pintoresco Mussolini o el feroz Hitler, -jefes de pandillas de
atraco, Fra Diavolos modernos-- slo esa diplomacia ha necesitado preparar sus golpes en secreto. Pero nosotros, luminosos de nuestra justicia, imitan.io lo extrao, podemos exceder los lmites de lo tragicmico. A Europa se le pueden
copiar los guantes y la filosofa, los sombreros de mujer y la
tcnica. Pero no se le debe copiar la diplomacia ni la guerra. La diplomacia secreta, es histricamente, la antesala ineludible de la guerra.
El pueblo ecuatoriano quiere que se abran las ventanas
de las alturas oficiales, para que entre el sol y el aire, que
purifique atmsferas enrarecidas. El pueblo ecuatoriano quiere que a l mismo se le abran las puertas de la patria, que
no se lo deje fuera ....
Que esta inmensa puesta de pie del pueblo, sirva para
algo ms que para tener auditorio propicio -no conseguido
antes- para pronunciar discursos, sabidos antes de escuchads .... Oue sirva para decir un poco de verdad, aunque sea
amarga. Guerra al caramelo literario, como declaramos
en nuestra primera carta. La ms dura verdad, no es nP.cesariamente camino para el p;simismo. Casi siempre es ms
bien slida. base para la construccin .. As la necesitan todos
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BENJAMIN CARR!ON
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SEPTIMA
Sobre el segundo ciclo de ecuatorianidad:
Eioy Alfaro
BENJAMIN CARRION
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'"
' 54
BENJAMIN CARRION
~----------------~----------~~~~--~--~~~
f/\RTAS AL 'ECUADO.R
55
.de.
- . fra.m;ia:
' ._.,,. 1a de. Cum~a
- . V \V;Id~-,~au.......
-
.
.
...
. ,.
BENJAMIN CAJ{R.!QN
". ~c':~l -g~ie:~o de: Alfa~o. f~:~~ :un,~$~b}Hn.o. fuerte,,:cO~ frecuentes e moogbl~"-tl:lsi:J!bn~s tia~H~ la urana.' P-atadlegat
CARTAS AL ECUADOR
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OCTAVA
Sobre el clima literario
60
~-~-~-~~~--~-B_E_.N_,J:_A_M_I_N_C_A_R_R_I_O~
6!
CARTAS AL ECUADOR-~~-~-~---_
... .
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CARTAS AL ECUADOR
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NOVENA
Sobre las nuev?s generaciones literarias .
<furctJ!e tJI cuello al dsne dtJ enga
oso plumaje>.,
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. . . la hora,
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BENJAMIN CARRION
66
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CARTAS AL ECUADOR
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El poeta-mstil de las nuevas jornadas, Alejandro Carrin, une a su transparencia, a su podet de dominacin de
lo inefable, una fuerza telrica capaz de producir poemas
como INUNDACION, como SEQUJA. Pedro Jorge Vera,
otra cabeza de fila de la nueva lrica, en. su ecuatotial Guayaquil, entiende el corazn de las naranjas ....
68
---~--
BENJAMIN CARRION
CARTAS AL ECUADOR
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BENJAMIN" CARRION
70
~A.RTAS AL ECUADO~.
71
~o
BENJAMIN CARRION
DECIMA
Sobre el cumpleaos de la Patria
Inerme pero entusr'asta, sin ms
gua que el patriotismo, .~in ms impulso que fa desesperacin, la nadn se
levant en cada uno de los departamentoS>.
GABRIEL GARCIA MORENO.
(Proclama cuando la invasin peruana nel Oe
neral Castilla, en 1859).
'
YENJAM1N CARI'{IN
74
.
Por eso, el hogar est triste, en este cumpleaos de la
madre, en este t.Q. de Agosto de gloria antigua v libertad
antigua ...
de
CARTAS AL ECUADOR
75
BENJAMIN CARRION
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CARTAS AL ECUADOR
>
17
moros, tudescos y bachiches. A Etiopa cuando, con el aplauso de un tiranuelo ecuatoriano, fu invadida por los '<mantenedores del record mundial de la carrera de obstcuios ....
Tan cierto es que con el dbil nadie quiere compaa que
hasta con Gran Bretaa, cuando la creyeron vencida en oesta
guerra, la fueron abandonando todos, desde Francia hasta
Turqua ....
Tercer imperativo: Reconocer nuestras culpas, gobernantes y gobernados. Matar ese bajo espritu dom3tico, que
hace que los de arriba vean en todo hombre que habla o
escribe, un conspirador peligroso, que quiere arrebatarles el
poder; y los goberndos, ---,por reaccin natural- vean en
los gobernantes a sus naturales enemigos, a sus explotadores,
martirizadores y opresores. Es preciso que, buscando cooperacin, entendimiento, armona, se busque la respetabilidad
poltica de los dirigentes, que traer la confianza del pueblo.
Se busque -el prestigio moral e intelectual de la patria para
afirmar su posicin internacional. Que se busque, en concierto de gobernantes y gobernados, la estructuracin nacional
con fuerzas nacionales. Guerra, entonces al odio, a este odio
funesto de los de arriba y los de abajo, engendrador de
desconfianza, de lucha, de muerte fratricida. Cooperacin
armnica, para construr, dentro de un presente febril de
impaciencia patritica, un maana claro para nuestros hijos.
Cuarto imperativo nuestro: fortalecimiento de la unidad,
de la estructura nacional. Sin pesimismo ni optimismo. Con
.verdad. Lo nico que edifica es la verdad. Decirla, es el
mximo de los patriotismos. As vemos como, escritores peruanos tan patdotas \' lcidos como Jorge Basad re, no se
avergenza al confesar que no existe plena unificacin nacional en el Per. V as lo ha afirmado tambin un hombre
de derechas, casi un clrigo, Vctor Andrs Belande, en su
libro La Realidad Nacional>>, y un gran hnmbre de izquierdas, Jos Carlos Maritegui, en su obra fundamental, Siete
ensayos de interpretacin de la realidad peruana.
No nos engaemos, pues: falta mucho que hacer para
reali?ar la unidad nacional. En primer lugar, no mantener
indefinidamente abandonadas a las regiones fronterizas de.
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BENJAMIN CARRION
Laja v El Oro. En una vergonzosa, inexplicable incomunicacin con el resto del pas. En un descuido abominable desde
e! punto de vista de todas las actividades del Estado. Que
es una excusa la distancia? M > lejo1 se hillla Lim 1 de
Tmbes v de Piura. Pobreza? S. Pero ha debido pospo
nerse todo a la habilitacin, a la comunicacin, al robustecimiento de la zo.na fronteriza ....
Luego, es preciso combatir, hasta borrarla, la emulacin
regionalista entre Sierra y Costa, en su sentido de incom
prensin mutua, de odio personalista, de antipata popular.
Esa dtferP.ncia racional, que nos hace un pas econmicamente complementario, debiera ser un estmulo para el pro
greso, una fuerza extraordinaria de unificacin nacional.
Sexto imperativo nuestro: unificacin de los espritus,
hacia el amor. por la justicia, pot la comprensin, por la benevolencia. Convenzmonos: no se ha d~ conseguir ningn
resultado duradero, por la imposicin, por la restriccin, por
la violencia. Este es un pueblo inteligente, bueno, llevado
por el bien, No hay que ex<lcerb.Hio: hay que comprenderlo.
Su fuerza de gratitud y amor a ios que le han hecho bienes.
a los que le han inspirado confianza, es tangible, si se recorre nuestra historia .. Asimismo, no hav dique de fuerza o de
ley, que contenga sus pasiones de odio o desconfianza.
Seguramente, con el cump!imiento de estos imperativos,
que comportan muchos otros, realizado con honda fe, con
tenacidad implacable, po_demos alzar pronto nuestra voz fuerte
y clara en_el concierto americano, solamente para reclamar
nuestro derecho, solamente para exigir que se nos deje vivir
en paz, en nuestra tierra grande. Pero no pedirlo, en espera
de fraternidades comprobadamente falsas: para exigirlo: Las
hermanas sern cariosas, cuando teng:Jmos buena moneda,
abundancia de comestibles y armas ....
justo.
DECIMA PRIMERA
Despus de la derrota:
sobre la vocacin nacional
EUGENIO D'ORS
cLos accidentes de la naturaleza, producen costumbres y usos peculiares a.
estos accidentes .... "
v Barbarie.
BENJAMIN CARRION
80
nunca como hoy el tiempo ms propicio para hacer una especie de examen de conciencia nacional que, seguido de
un serio propsito de enmienda, nos pueda llevar a la formulacin de un acto de fe, de un acto de esperanza, de un
acto de amor hacia la patria.
Si nuestra pobre y triste megalomana de parvenus
de la poltica, de las finanzas, de la administracin, nos ha
llevado al establecimiento de los monopolios del talento, del
acierto -hasta de la <<honradez, en esta poca de la estafa
cotidia11a, de la estafa nuestra de cada da>>-; no debemos
estar dispuestos, no estamos dispuestos a aejar establecer el
<<monopolio del patriotismo, como una dependencia adscrita
a las antesalas y a las salas de quienes <<ocupn el Poder.
Queremos pues, hacer una escapada de este campo de
concentracin del pensamiento>>, en que se nos tiene recludos .... Ouien sabe si ello significa -qu importa-, un billete
de entrada hacia el presidio o un billete de salida hacia el
destierro ....
..
Es abundante la liietatura nacional llena de pi'OCi.lpa
ciones patriticas, anhelosa de desentraar la verdad, de ob
tener datos. de la realidad para, a base de ellos, buscar al
gn ru111bo a los destinos de la Repblica. Pero; he de ob"
servar qtJe se ha dado preferencia excesiva al estudio de la
historia. De la historia pura, pudiramos decir, llena de
cifras y de fechas; de eso que, ms propiamente, pudiramos
llamar a!Jales. Por eso es que temo que nos estemos cargando demasiado. de pasado, que nos. estemos saturando de
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13ENJAMIN CARRION,
Porque los pueblos, como los hombrt's, tienen una vocacin indeclinable que seguir en su v;da. Vocacin profe
sional y vocacin espiritual. Algunos ejemplos han de servirnos para ilustrar esta afirmacin:
Israel, pueblo semita, originario de regiones ridas v
clidas, donde la lluvia es un milagro v el sol es un castigo.
Donde la noche es plcida y la luna un ensueo. Israel ha
dado la interpretacin ms bella- de la vida del esprit~.- con
una teora de renunciamiento y de resignacin, con un mesianismo de espera interminable. En Jo profesional, Israel es
pueblo de trnsito, cuya vida est en todos los caminos, no
siente la necesidad de la raz, del arraigamiento al suelo que
da la agriculura y el oficio: es mercader, mercader de cosas
livianas, sedas, joyas, tapices v ca:nciencias. V lo ms liviano
an: el cheque y la letra d cambio.
Grecia, en lo espiritual, est dominada pqr la claridad
azul del mar Mediterrneo. Encrucijada de p'eblos, esquina
principal del mundo, comienzo v fin. All llega, cernido, todo
_ lo ms fino del espritu humano. V sintindose bella v sola
--:le p(us bcau ropaume sous le solei/-,-como se bautizara a
_si mismo la moderna Grecia, esta frncia de todos, hov airo
pellada por los brbaro5; la Hlade, decimos, siente la nece~
sid.ad de ir hacia los dems pueblos, para contarles v cantar)(\~ su sabidu.ril: La 04isea, es su smbolo mayor y p~~ma
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C/\RTAS AL ECUADOR
BENJAMIN CARRION
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El denominador de Espaa, de lo espaol-por lo vasco o por lo moro, vale decir hombre del norte que busca el
sur, hombre del sur que busca el norte- es la potencia de
viaje, la facultad de deslumbramiento por la lejana, la atraccin de la aventura y del peligro. Una especie de nomadismo heroico, muy semita y muy del norte tambin.
El espaol frente a la tierra; en el Ecuador, quizs en
toda Amrica, ha adoptado actitudes de dominacin v explo-
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"
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rica, ha sido reconocido ampliamente por nacion_es tan comprensivas como Inglaterra y Estados Unidos. V a base de
ese buen entendimiento, la colaboracin cordial, consciente,
amistosa -pero soberana- de Mxico con esas grandes po
tencias, es estrecha, sincera, de igual a igual, como debiera.
serlo con todos estos pases soberanos del hemisferio nuevo,
refugio ltimo de la democracia y la justicia.
V el argumento supremo de los entreguistas, de que el
capital huye cuando se lo arregla a la Ley, ha tenido su ms
grande ments en el caso mexicano: el capital no ha huido.
Se ha afirmado. Sabe a qu atenerse. El capital puede
ahuyentarse ms bien, cuando su llegada es esperada mendicantemente por turbas de rabulillas y abogadillos, que lo atracan detrs de cada puerta, para sacarle vergonzosas gabelas
personales.
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DEC1MA SEGUNDA
Sobte la vocacin nacional:
~nclinaciones
ANGEL OANIVET.
<ldearium Espaol.
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"BENJAMIN CARRION
Primero, la lucha contra la invasin del Inca, que blcmqueci de huesos los campos de Mocha, y ti de sangre
la laguna terrible: Vahuarcocha. Luego, las epopeyas rebeldes
de Atahuallpa y Rumiahui. V ya, en_trada la colonia, tenemos la Revolucin de las Alcilbalas que debe ser historiada
.:...-verdad, Germn Arciniegas? . .;.__ como se debe historiar estas
cosas, no con la hialdad matadora de datos y de fechas.
Luego, el grito heroico de los patriotas del 10 de Agosto,
que clavaron el hito ms alto de la insurgencia americana.
El 9 de Octubre, el 3 de Noviembre. La rebelda romana
de los jvenes intelectuales de El Quiteo Libre. Esa hora
de re-fundacin nacional, acaso la ms bella v firme desde la
'poca de la independencia, y que culmin el 6 de Marzo de
1845. La conjuracin libertaria que tri! jo como final la Iragedia del 6 de Agosto de 1875. Ese Octubre popular contra
los Salazares, despus del derrumbamiento de Garca Moreno. El movimiento de la Restauracin, contra la tirana
villana de Veintemilla. El 5 de Junio, protesta organizada
contra la disolucin nacional, contra los peculados, contra la
venta de la bandera; pero, principalmente, por obtener todas
las libertades humanas, una posibilidad ms racional para
vivir. El 25 de Abril y el 11 de Agosto contra Alfara, cuando el viejo dolo de las multitudes liberales, atent contra la
libertad electoral en el pl'imer caso, v quiso hacer el.. .. tonto!j al pas, en el segundo. El 15 de Noviembre de 1922
-fecha de un valoi insurgente extraordinario, pero, sobretodo, el primer gran bautismo de sangre de las luchas sociales
en el Ecuador- fu una rebelin contra la opresin bancaria, contra el gamonalismo explotador: ese movimiento popu~
lar magnfico, en el que se ensayaron ya vocaciones de tiranuelos del maana, fu ahogado en delacin e intriga; constituyendo, la pgina ms negra de la historia nacional anterior
a las que hoy estamos viviendo, y que en su horror no admiten comparacin con nada ....
En todas esas ocasiones, el hombre ecuatoriano ha salido a la calle armado de su grito, o se ha lanzado al campo
de batalla armado de su rifle o su machete, a defender su
libertad. V casi siempre ha triunfado en el empeo, aunque
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Romains.
Espejo, el Precursor, el que con Miranda y Nario,
predicaron a Amrica el Evangelio de las luchas por la libertad. Meja,. que defendiera la libertad de opinin, de palabra
y de prensa, junto a Argelles, en las Cortes de Cdiz. Pedro
Moncayo, inspirador de ese momento noble de nuestra historia que produjo El Quiteo Libre. Olmedo, cantando como
nadie al Libertador, e interviniendo en todas las luchas
libertarias, desde el 9 de Octubte hasta esa . segunda independencia, que fu el 6 de Marzo de 1845. Montalvo, la
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t]os enemigos de la patria. Gonzlez Surez, admonicin severa, palabra guiadora, grito constante en pro de la patria y
,de la libertad.
Ni una sola excepcin vlida.. Ni un solo hombre de
altitud verdadera, que hubiera traicionado o delinquido contra
la libertad: los grandes de esta tierra, fueron sus permanentes
defensores. Los hombres de la independencia -los verdaderos, no los estafadores del espritu-- han sido, invariablemeqte, los hombres de la libertad.
Si se ,quiere aprovechar el material humano de esta
tierra, lo primero es no atentar contra sus derechos fundamentales, contra su libertad. Los hombres de esta tierra;
.quieren una posibilidad racional de vida. Acaso no son an
lo bastante exigentes en materia de administracin, en materia
de buena direccin fiscal, en materia de honradez. Pueden,
en SUilJ.a, soportar al mal gobernante, al desfalcador, hasta al
ladrn. Pero quieren que se les deje vivir su vida de
hombres. V, como ya lo dijimos en una CARTA anterior,
que no se los engae.
En esta hora del .mundo, estamos viviendo, estremecidos
de ira, el terrible ejemplo de Francia, el gran pueblo para
la vida humana integral. El mejor clima espiritual y material
para los hombres. All, el florecer de todas las excelencias
del espritu. All, la rectora intelectual del mundo. All, todo
lo amable junto a todo lo valioso, lo viril junto a lo delicado.
Pasteur y Bergson, Zola y Henri Poincar, foch y Maree(
Proust, Painlev y Roger Martin du Gard ....
Ese pueblo, ante la atona del mundo, se halla aplastado por la bota nazi. V todo su espritu se ha muerto o ha
emigrado.
V muerto se halla el espritu de Alemania, ese pueblo
grande .para el espritu y la sensibilidad, gran productor de
pensamiento y arte~~ Creador, como pocos, de belleza y
ciencia. Pero, la muerte de la libertad, ha hecho que no
puedan darse en su clima, la suprema floracin de un Bethoven y de un Goethe, de un Kant o un HeJel, de un Juan
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BENJAMIN CARRlON
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por este pueblo -'-como por todos los pueblos de la tierrasi se la respalda con sinceridad y, singularmente, con realizaciones efectivas. Este pueblo -como todos los pueblos de
la tierra- quiere libertad para vivir. A quien se la quiera
dar e'n realidad sincera, lo seguir sin reservas. No es pro
fesa: es comprensin elemental del anhelo humano -espiri
tual y material-~ de vivir y ser libre.
bEtlMA TERCERA
Sobre "nuestra agitada vida. democrtican
< utz prncipe lamas .podr domihat a .un pueblo cuando lo tenga por
enemigo, porque son muchos los que lo
forman. Lo peor que puede esperar un
prflcipe de un pueblo que no lo ame,
es el ser abandonado por l.
El que llegue a prnoipe med,iante
e'l fervor del pueblo, il2be esforzarse en
'Conservar su <1.fecto, cosa fiicil, pues el
pueblo slo pide no ser oprimido>.
NICOLAS MAQUIAVELO.
<E! Prncipe.
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ro ....
En aquella carta llamamos a la poca alfarista, el se{imdo ciclo de ecuatorianidad, a.n cuando, por all, saltaron
descontentos, los que, sin creerlo -porque nadie, absoluta
mente nadie lo puede creer- afirman que estamos ahora, a
pesar de la vergenza y del desastre ms grande de toda
nuestra historia, viviendo como Pangloss en el mejor de los
mundos posibles.
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* "' *
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dis~nuyendo
cotidianamente)
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20.-AcJsaciones de falta de honradez fiscal, dilapidaCion, chanchullo, peculado, inversin inepta de las rentas pblicas.
Nepotismo comprobado de los altos funcionarios.
30.-Descontentos regionales ms o menos confesados.
El equilibrio de Sierra y Costa en toda combinacin gubernamental o legislativa, es algo que se ha tenido que cuidar
como cosa sagrada, so pena de agitacin poltica, de guerra
civil.
40,_:_Qrigen viciado del reg1men imperante: imposicin
oficial, fraude en las elecciones, cuar telzo inicial. Toda la
gama de las frmulas para burlar los derechos democrticos,
pomposamnte consignados. en la Carta Poltica 'y en las Leyes respectivas, Esta ha sido una de las banderas ms usadas en la poltica nacional, porque es la. expresin, la traduccin beligerante de la expresin nacional: yo no me dejo
hacer el .. tonto.
50 .~Causas de orden religioso.
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V no ha sido imposible el caso en que, como las SIETE PLAGAS de Egipto, las siete causas se hayan abatido
sobre esta pobre tierra.
* *
.*
Correlativamente, para justificar una dictadura, para hacerla por lo menos soportar resignadamente por los pueblos,
se ha recurrido a usar de pretextos o de procedimientos que
. pudieran ser agrupados as:
1o.- Incremento de obra3 ptblicas de mayor apariencia,
sin exclusin-naturalmente, del engao, del bluff: embellecimiento o proyecto de embellecimiento de las principales ci
dades. Ereccin de monumentos a ciudadanos d~ feliz memoria y queridos por el pueblo, aunque sean de ideologa adversa a la del dictador. Iniciacin bullada-con primera piedra, naturalmente.......:de vas de utilidad para los grandes centros urbanos. V sobre todo, promesas.
20.- Producir ,-artificialmente- una apariencia de holgura general: emprstitos que hagan correr la plata; concesiones mineras y agrcolas; entrega de monopolios nacionales a cambio de crditos inmediatos, an cuando signifiquen
hipoteca de la soberana nacional; alza de salarios en las
obras pblicas, para producir una impresin de que se trabaja ....
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el ms desgraciado de los sistemas de justificacin de dictad(lras- ni siquiera se ha tenido, en muchsimos aos, el-mrito o el talento de innovar. Minsculos ~endarmes encaramados en los altos puestos, han venido repitiendo, sin variacin, el mismo pretexto infeliz. V es entonces cuando, en
un remedo de gansterismo poltico -ms cobarde que el de
los pistoleros de Chicago, porque se hace desde arriba y no
se expone nada-se inventan conjuraciones, cohechos al ejrcito, se desnaturaliza movimientos sociales u obreros-ejem- plo mximo -el 15 de Noviembre dP 1922.-En este campo,
la ferocidad poltica de los aventureros de la altura, t;to se
ha det.enido en nada: desiierros, confinamientos, secuestros,
prisiones de personajes estorbosos. Abaleos, caballaaas, atropellos al pueblo, a los estudiantes. Multas, confiscaciones disimuladas y cobardes. Todo_. __
40.- Defe,nsa de la hegemona del Partido en el' Poder. (fracesita acuada hace un siglo, v que lo mismo han
empleado conservadores como liberales). Cuando el caudillo
o el grupo encaramado arriba es conservador, se pondera el
peligro de revueltas liberales -cuyas pruebas se tienen el
cuidado de aparejar cuidadosam~nte, mediante declaraciones
de esbirros y soplones. En este caso, y para impresionar al
pueblo catlico, se promueve la cuestin- religiosa, y se habla de que el adversario poltico es masn-despus se ha
agregado comunista- enemigo de su Iglesia, de la Santsima
Virgen y de todos los santos.... Cuando el ho~bre o grupo
encaramado en el Poder es liberal se invocar, para seguir
con la hegemona, v la conspiracin ultramontana terrorista, reaccionaria, caverncola_. .. Y se recurrir a los mismos
medios, un poco corregidos y aumentados, con la hipocresa democrtica.
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BENJAMIN .CARRION
DECIMA CUARTA
Sobre los males del pretorianismo
Necesidad de una democracia sincera
<Nunca. ha. sido tan grave la respon
isabilidad de los (]obiemos de Amrica
como en la hoia presente. Nosotros, los
mexicanos, tenemos la fortuna de con
tar con un (]obierno que siente con su
pueblo 1' no se hace sentit sobte szt
pueblo. Pe!'D desdichados de aquellos
pases regidos por (]obiernos impopula
tes, que tienden tan slo il mantenerse
t' a fortalecetse con el pretexto de la
guet'l'iii
]. RUBEN ROMERO.
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~ARTA'S
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'hacia la normalidad sobre base de voluntad del pueblo, entreg el Poder, en un rapto de buen humor sin duda -porque no tiene otra explicacin posible aquel absurdo_.....:... al ms
conocido chistoso de trastienda y Plaza Grande, un hombrecillo hasta entonces fra:::asado en todo lo que haba emprendido, cuyas graciosas tonteras corran por estanquillos y
conversaderos, provocando las risotadas de desocupados.
Aquel hombrecillo de la dictablanda, que se dedic a organizar festejos para una hipottica visita del .Presiclente de
Colombia Alfonso Lpez, sin importarle el sin duda trascendental objeto del viaje de aquel ilustr.e estadista continental
--viaje que despus se hizo fracasar, por inconsciencia del
Dictador, por .sabidui'a de quienes fraguaron el complot en
Lima-. Aquel hombrecillo decimos, alentado por ,e'l apoyo de
'buen humor -pero incondicional- del .Ejrcito, con una inconsciencia monstruosa, se dedic a organizar -l tambin'falsas conspiraciones. V en este juego trgico, se consum
una de las fechas ms horrendas de nuestra historia: el asesinato del pueblo de Quilo el 28 de Noviembre de 1936, en
esa jornada sangrienta, conocida popularmente con el nombre
de la batalla de las .cuatro 'horas. Toda la habilidad del
chusco encaramado en el Poder por o~ra y gracia del Ejrcito, consisti en declarar que la conspiracin -su ms genial invento-- era netamente comunista.
V para probar el comunismo de dicha conspiracin
-en realidad fraguada en las oficinas de 'Seguridad entregadas entonces a un famoso aventurero internacional, expulsa-do de diez y siete pases americanos, prontuariado policialmente en todos ellos -todo esto lo conoca :el Dictador y
.es era la mejor hoja de servicios del pesquisa aquel-.
Para probar el comunismo, se hicieron prodigios de ridcu-lo. V entre esas pruebas, estuvo el artculo cuyos prrafos
~relacionados con el Ejrcito he copiado en esta CARTA.
fu al destierro. Pero lo que era verdad entonces, sigue
siendo verdad ahora. V hay qr.~e' volverlo a ddr, aunque
;fas circu~stancias generales acaso no han cambiado muy ra
.dicalmente ....
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DECIMA QUINTA
Cuando ellos fueron derrotados ..
(Los peruanos en 1883)
He reledo, en estos das, al gran escritor y gran patriota peruano Manuel Gonzlez Prada. El fu el hombre
que, despus del desastre de su patria frente a Chile, alz
la voz m;: alta, de rabia, de aliento, de optimismo. V grit
a las gentes nuevas del Per su deber de hacer, su deber
de edificar, su tremendo e ineludible deber de castigar. He
reledo a Manuel Gonzlez Prada en estos das.
V -lo he reledo, porque, en nuestra angustia presente,
que a rafes nos parece sin precedentes en la historia, tanto
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es de pesante y oprimidora-he sentido la necesidad de recordar cmo pensaron los intelectuals del Per, los hombres
de la calle del Per, cuando sobre su patria se abati la catstrofe. Cuando su patria se vi por los suelos, derrotada,
humillada, mutilada. Porque ellos, los peruanos, que ahora
se anotaron un bien poco honroso triunfo sobre un pas abandonado, que pisotearon una tierra ecatoriana que no se defendi: ellos, los peruanos, tambin fueron vencidos.
Pero ....
.. * *
Oigamos a Prada:
En la guerra con Chile, no slo derramamos la sangre;
exhibimos la lepra. Se disculpa el encalle de una fragata
con tripulacin nobel y capitn atolondrado; se perdona la
derrota de un ejrcito ind.isciplinado con jefes ineptos o cobardes, se concibe el amilanamiento de un pueblo pot los
continuos descalabros en mar y tierra; pero no se disculpa,
no se perdona ni se concibe la reversin del orden moral,
el completo desbarajuste de la vida pblica, la danza macabra de polichinelas con disfrz de Alejandros p Csares.
Sinembargo --contina Gonzlez. Prada-n el grotesco y sombro drama de la derrota, surgieron de cuando en
cuaudo. figuras luminosas y simpticas. La guerra, con lodos
sus males, nos hizo el bien de probar que todava sabemos
et:tjendrar hombres de temple viril. Alentmonos, pues: la rosa no florece en el pantano; y el pueblo en ,que nacen un
Grau- y un Bolognesi no est muerto ni. completamente degerierado.' Regocijmonos, si es posible; la tristeza de- los
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DECIMA SEXTA
Cuando ellos fueron derrotados ...... ..
(Los espaoles en 1898)
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CA~TAS AL EttJADOR
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:niilidad dQ
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Re.s.e.n~a.
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Sagasta contra Si~veJ;, despus de la muerte del gran Cno\'as. Liberales contra conseavadores. Alternabilidad. Pero
Espaa estaba libre para pensar, para investigar, para buscar
solucin a sus problenas, No era n campo de concentracin de las ideas~. La prensa, era m;; libre que nunca. V
an ms: se estimulaba ampliamente a los grandes intelectua
les, a los grandes artistas. Pero Costa no estaba salisfecho
con esto. Costa quera accin. Reclamaba el milagro. Hay
que hacer obra de faquirsmo poltico, proclamaba, qu
reproduzca el milagro de la India, haciendo germinar y ere"
cer !a planta a la vista del espectador ....
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SEP.TIMA
suprem~u
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1943
- INDICE-
1'110.
CARTA 11.-S?br~ el clima nacional: afirmacin orgullosa de nuestro trop 1cahsmo............ . . . . . . . . . . . . .. . . . .. .. ... . . .. . . .. . . . . .. . . . . ..
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CARTA III.-Sobre el clima humano nacional: .el tropicalismo poltico, y su expresin ms alta, la pasin por la libertad.....
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CARTA V.-Sobre Gabriel Garca Moreno: configuracin, afirmacin y lmites de la ecuatorianidad ............................ ....
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51
CARTA Vl!I.-Sobre el clima literario -Lricos, panfletarios, histriadores- De Vel asco a Gonzlez Surez....... ... .. . . . . . ..
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