Caso La Cantuta - Maestria

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UNIVERSIDAD NACIONAL

DEL ALTIPLANO
MAESTRA EN DERECHO
CONSTITUCIONAL
Y PROCESAL
CONSTITUCIONAL
CASO LA CANTUTA

INTEGRANTES:
-

Cahuana
Urrutia oscco carlos Enrique
Modesto
Aldo
Raul Perez

Abancay - 2015

INTRODUCCIN

La Masacre de La Cantuta tuvo lugar en el Per el 18 de


julio de 1992 durante

la presidencia de Alberto

Fujimori.

Un

profesor universitario y nueve estudiantes de la Universidad


Nacional

de

como La

Cantuta debido al nombre de la zona donde se

encuentra)

Educacin

fueron

Enrique

secuestrados

Guzmn

Valle (conocida

desaparecidos por

el

destacamento Grupo Colina, pertenecientes al Ejrcito Peruano. El


incidente es notable no slo por las violaciones a los derechos
humanos que implic, sino por la subsecuente impunidad que
disfrutaron sus perpetradores. Fue uno de los crmenes que el
gobierno peruano estableci en su pedido de extraditacin de
Fujimori frente el gobierno de Japn el 2003 y es uno de los que
tambin present al gobierno de Chile por el mismo motivo.

ANTECEDENTES

La Universidad Nacional de Educacin Enrique Guzmn y


Valle fue fundada como un centro de preparacin de docentes
en 1822, logrando el estatuto de universidad en 1965. Fue cerrada
por el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas del
Per en 1977 y reabierto en 1980.
Debido a su remota ubicacin, lejos del centro de la ciudad
de Lima, la mayora de sus estudiantes provienen de zonas
empobrecidas del interior del pas que buscaban tener la profesin
de educadores, profesin que tena un alto nivel de politizacin. De
esa forma La Cantuta se gan la reputacin de ser un centro de
cultivo de polticas radicales desde los aos 1950. Fue justamente
una serie de protestas estudiantiles en el campus; incluyendo el
bloqueo de la lnea ferroviaria que une Lima con el interior del
pas lo que llev a la suspensin de sus actividades en 1977.
Con el retorno a la democracia en 1980, el presidente Fernando
Belande Terry reabri la universidad. Los elementos radicales
entre los estudiantes regresaron rpidamente y, a mediados de

los aos

1980,

las

principales organizaciones

terroristas del

pas, Sendero Luminoso y el MRTA, tuvieron una fuerte presencia


en dicho campus. A inicios de los aos 1990, debido a un retiro
estratgico del MRTA y a la fragmentacin de los otros grupos
izquierdistas en el campus (tanto legales como ilegales) Sendero
Luminoso logr tener un rol predominante. En 1991, estudiantes
senderistas de la universidad asesinaron a la Sra. Rosa Pretell,
encargada y supervisora de las residencias universitarias, y luego
del crimen, tomaron por la fuerza las residencias, alojando a sus
militantes y desalojando a los estudiantes que ah vivan por
razones econmicas. Luego asesinaron al Profesor de Historia
Franklin

Tvara,

que

estaba

postulando

la

alcalda

de Chaclacayo. Este largo predominio senderista en la UNE se


logr a pesar de las operaciones policiales como la que se llev a
cabo el 13 de febrero de 1987 cuando 4.000 policas llevaron
adelante una redada nocturna en los dormitorios de La Cantuta y
otras dos universidades nacionales, el 20 de abril de 1989 cuando
una fuerza conjunta de la Polica Nacional del Per y el Ejrcito
del Per intervinieron a La Cantuta y a la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, arrestando a ms de 500 estudiantes bajo

cargos de subversin; o el 22 de mayo de 1991 cuando, en


respuesta a la toma de rehenes y a los rumores de bomba en el
campus,

Fujimori

restablecer

el

orden

orden

en

que
la

el

ejrcito

universidad.

intervenga
Gran

para

cantidad

de graffiti alusivo a Sendero Luminoso y a su lder, Abimael


Guzmn Reynoso, fue remplazado por el ejrcito con eslganes
patriticos; los estudiantes entraban a la universidad pasando
varios puntos de control y bajo estricta supervisin de las fuerzas
armadas, y el campus se mantuvo bajo control militar por varios
aos.
VIOLACIN DE DERECHOS HUMANOS

En la madrugada del 18 de julio de 1992, 2 das luego de la


explocion del coche bomba en la cntrica calle miraflorina de
Tarata, miembros del Servicio de Inteligencia del Ejrcito as como
de la Direccin de Inteligencia del Ejrcito, muchos de los cuales
aparentemente miembros del recientemente establecido Grupo
Colina, entraron a las residencias de la Universidad Enrique
Guzmn y Valle.

Una vez dentro, las tropas forzaron a todos los estudiantes a


salir de sus habitaciones y echarse boca abajo en el piso. Nueve
estudiantes, sospechosos de estar conectados a la explosin de
Tarata, Bertila Lozano Torres, Dora Oyague Fierro, Luis Enrique
Ortiz Perea, Armando Richard Amaro Cndor, Robert dgar
Teodoro Espinoza, Herclides Pablo Meza, Felipe Flores Chipana,
Marcelino Rosales Crdenas, y Juan Gabriel Marios Figueroa
fueron separados de los dems y llevados aparte. Mientras tanto,
en las residencias de los profesores, un grupo de soldados
irrumpi en la casa del profesor Hugo Muoz Snchez. Luego de
registrar su dormitorio, se lo llevaron.
PROCESO INTERNO

En abril de 1993, un grupo de oficiales militares peruanos


liberaron annimamente un documento detallando los eventos en
La Cantuta. Su documento sealaba que el escuadrn de la
muerte haba secuestrado, torturado y asesinado a las vctimas
enterrndolas rpidamente luego. Posteriormente, tal como se
seal durante una investigacin iniciada por el Congreso, las
fuerzas armadas exhumaron, incineraron, y volvieron a enterrar

los cuerpos en otra ubicacin. Los "soplones" militares nombraron


a los miembros del Grupo Colina que participaron en el incidente,
identificando al jefe de las operaciones Mayor Santiago Martin
Rivas y sealaron que el grupo operaba bajo rdenes directas
de Vladimiro Montesinos, la cabeza del Servicio de Inteligencia
Nacional (SIN) y asesor del presidente Fujimori quien tambin
tena conocimiento de estos acontecimientos.
El 6 de mayo, el General de Divisin Rodolfo Robles
Espinoza, tercer oficial de mayor rango del ejrcito, denunci
pblicamente

varias

violaciones

los

derechos

humanos

cometidas por el SIN y las fuerzas armadas, incluyendo la


matanza de La Cantuta. (Posteriormente fue dado de baja del
ejrcito y fue vctima de amenazas de muerte. Finalmente huy del
pas logrando el asilo poltico en Argentina.
En Junio de 1993, Justo Arizapana Vicente, un reciclador
que trabajaba, y su amigo Guillermo Catacora, entregaron un
plano al congresista Roger Cceres Velsquez y al periodista de
Radio Comas Juan Jara Berrospi. Cceres comparti luego el
plano con la revista S que lo public en julio de ese ao. Una

investigacin en el sitio indicado en el plano por el fiscal revel


cuatro fosas clandestinas. Los anlisis forenses llevados en los
restos, y en otro grupo de huesos encontrados en otro sitio,
revelaron que pertenecan a Muoz Snchez y a varios de los
estudiantes, y que al menos algunos de ellos mostraban signos de
tortura y de haber sido ejecutados mediante un disparo en la
nuca. (Barreto fue asesinada algunos aos despus su cuerpo
decapitado

desmembrado,

con

muestras

de

haber

sido

torturada, se encontr en marzo de 1997.)


Las autoridades militares iniciaron una investigacin de las
matanzas en mayo de 1993. Adicionalmente, en diciembre de
1993, un fiscal levant cargos contra varios miembros del ejrcito.
Un conflicto de jurisdiccin se motiv entre los fueros militar y
civil. La controversia se ventil ante la Corte Suprema de la
Repblica la que, el 3 de febrero de 1994, decidi que no era capaz
de determinar qu fuero deba aplicarse. Consecuentemente, la
noche del 7 de febrero, el Congreso aprob una ley segn la cual
la Corte Suprema poda decidir ese tipo de materias mediante la
existencia de mayora simple, en vez del voto unnime que se

exiga. En un voto de tres a dos, la Sala Penal de la Corte Suprema


decidi que el caso deba ventilarse bajo la jurisdiccin militar.
El 21 de febrero de 1994, el Consejo Supremo de Justicia
Militar sentenci a diez de los autores a sentencias de prisin
entre 1 y 20 aos.
Luego de la reeleccin de Alberto Fujimorien abril de 1995,
en otra sesin nocturna del 14 de junio de 1995, el Congreso
aprob la Ley N 26749 conocida como la "Ley de Amnista", que
ordenaba la liberacin de todos los oficiales policiales, soldados y
civiles presos o acusados por crmenes civiles o militares durante
la lucha antiterrorista. El 15 de julio, el Consejo Supremo de
Justicia Militar orden la liberacin de todos los individuos presos
por la matanza de La Cantuta.
FALLO DE LA SALA

Durante el juicio al ex presidente Alberto Fujimori, la Sala


Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia finalmente
determin que ninguno de los estudiantes, ni el profesor del caso
La Cantuta, tenan vnculos con algn grupo subversivo. Fujimori

recibi el 7 de abril de 2009 una pena de 25 aos de prisin


efectiva, por considerarse estos asesinatos selectivos como delitos
de lesa humanidad.
El da 02 de enero del 2010, la Primera Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema confirm la sentencia de 25 aos
de prisin a Alberto Fujimori por los casos La Cantuta y Barrios
Altos, y el secuestro de Gustavo Gorriti y Samuel Dyer.
FALLO DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS
HUMANOS EN EL CASO LA CANTUTA VS PERU
En el caso La Cantuta vs. Per, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos declar la responsabilidad estatal en la
violacin de los derechos a la vida y la integridad personal de
los nueve estudiantes y un profesor de la Universidad Nacional de
Educacin

Enrique

Guzmn

Valle,

unos

ejecutados

extrajudicialmente y otros desaparecidos; as como de los


derechos a la integridad personal y a las garantas judiciales de
sus familiares.

En extenso fallo, el tribunal da por probado que tales


crmenes fueron perpetrados en el contexto de una prctica
sistemtica y generalizada; que su planeacin y ejecucin no
habra

podido

perpetrarse

sin

el

conocimiento

rdenes

superiores de las ms altas esferas del Poder Ejecutivo y de las


fuerzas armadas y de inteligencia, especficamente de las jefaturas
de inteligencia y del mismsimo Presidente de la Repblica de ese
entonces; y que, operativamente, los hechos fueron producto de
una operacin ejecutada en forma coordinada y encubierta por el
grupo Colina, con el conocimiento y rdenes superiores de los
servicios de inteligencia y del presidente Alberto Fujimori.
Correctamente sostiene que lo ocurrido en La Cantuta
constituye crmenes contra la humanidad y, en tal virtud, no
pueden quedar impunes, son imprescriptibles, la cosa juzgada no
es aplicable y el Estado, bajo ninguna circunstancia, puede
excusarse de su deber de investigar alegando cualquier otro
excluyente de responsabilidad. En cuanto a las leyes de amnista,
refiere que ellas ya fueron analizadas por la Corte en el caso
Barrios Altos, entendindose que nunca surtieron efectos, que hoy
en da no los generan ni podrn hacerlo en el futuro (el voto

razonado del juez Canado llega a declarar que no son verdaderas


leyes sino una aberracin jurdica).
Estando al hecho que los crmenes de La Cantuta fueron
practicados en un contexto de ataque contra sectores de la
poblacin civil, el tribunal recuerda que la obligacin estatal de
investigar y juzgar adquiere particular intensidad e importancia;
que los catorce aos transcurridos desde el horror sobrepasan
largamente todo plazo que puede considerarse razonable para la
investigacin y proceso de los responsables; que los resultados de
las investigaciones y procesos penales reabiertos tras la cada del
rgimen autoritario de Alberto Fujimori son "bastante parciales"
en lo que se refiere a la formulacin concreta de cargos y la
identificacin y eventual condena de los autores; que la ausencia
de uno de los principales procesados, el ex presidente Fujimori,
determina una parte importante de la impunidad de los hechos; y
que no se han adoptado acciones en el proceso penal y fuera de l
para determinar el paradero de las vctimas o buscar sus restos
mortales.

Tras la crtica, la Corte demanda al Estado realizar


inmediatamente

las

debidas

diligencias

para

completar

eficazmente y llevar a trmino, en un plazo razonable, las


investigaciones abiertas y los procesos penales incoados en el
Poder Judicial, as como activar los que sean necesarios, para
determinar las correspondientes responsabilidades penales de
todos los autores. Tambin, iniciar las investigaciones contra
quienes fueron investigados, condenados, absueltos o cuyas
causas fueron sobresedas en los procesos penales internos, ante
el Poder Judicial o la justicia militar.
En el caso especfico de Alberto Fujimori, dispone que el
Estado contine adoptando todas las medidas necesarias, tanto
de carcter jurdico como diplomtico, e impulsando la solicitud
de extradicin.
El fallo, atento a la naturaleza y gravedad de los hechos, ms
aun tratndose de un contexto de violacin sistemtica de
derechos humanos, concluye que la necesidad de erradicar la
impunidad se presenta ante la comunidad internacional como
deber de cooperacin interestatal; que los Estados no deben dejar

en la impunidad esas violaciones, por lo que deben juzgar a los


responsables o colaborar con otros Estados que lo hagan o
procuren hacerlo.
Finalmente, ordena la bsqueda y localizacin de los restos
de

ocho

vctimas,

la

realizacin

de

un

acto

pblico

de

reconocimiento de responsabilidad, la inscripcin de los nombres


de las vctimas en el monumento "El ojo que llora", la publicacin
de la parte sustancial de la sentencia, el otorgamiento de
tratamiento mdico a los familiares, la implementacin de
programas permanentes de educacin en derechos humanos para
los miembros de las fuerzas de seguridad y la magistratura, y los
respectivos pagos de compensaciones econmicas.

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