El Agnosticismo de Protágoras Cappelletti PDF
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28, 1982
EL AGNOSTICISMO DE PROTAGORAS
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Prodico y Critias) convienen Teodoro el ateo y, se8 El ateismo de nuestro sofista no representa,
para el, sino la conjetura de ciertos autores, a la cual ni adhiere ni deja
de adherir,
Sabemos por Ciceron que uno de los libros de Protagoras,? titulado,
segun nos aclara Eusebio de Cesarea;w Sobre los dioses (nEQ!. 6EWV), comenzaba precisamente con una proposicion acerca de la incognoscibilidad de 10 divino. Esta proposicion, parafraseada por Filostrato, aparece
tam bien citada en Eusebio, en Hesiquio= y en Sexto Empfricoj= pero, de
un modo mas completo, en Diogenes Laercio: "Acerca de los dioses no
puedo saber ni si existen ni si no existen ni cual es la forma esencial
que tienen: muchas son, en efecto, las cosas que impiden el conocer esto,
no solamente su propia oscuridad sino tambien el hecho de que la vida
del hombre es breve.">
La posicion agnostica de Protagoras queda, con estas ipsissima uerba,
bastante clara.
Sin embargo, no es suficiente distinguir a nuestro sofista de los ateos,
como hemos hecho; es preciso diferenciarlo tam bien de otro tipo de
agnosticos que le precedieron.
Estos fueron el predecesor y el sucesor
de Parmenides, es decir, jenofanes y Meliso.
El segundo considera que no se puede decir nada acerca de los dioses,
porque no es posible tener un conocimiento autentico de los mismos.tEl primero, en uno de sus fragmentos, afirma que no hubo ni habra
nunca hombre alguno que posea un conocimiento cabal sobre los dioses.w
Este agnosticismo, derivado, por 10 menos en Meliso, del caracter "opinativo" (Mn) de "los dioses" (en plural), por oposicion al caracter "verdadero" (&.A1J6~)del conocimiento del Ser, tiene, sin duda, un Csentido
objetivo, y se expresa en proposiciones que pretenden, de por si, una
validez universal.
Pero se basa precisamente en el heche de que, para Jen6anes y Meliso,
los dioses necesariamente forman parte del mundo fenomenico, el cual
no se puede captar con la razon,
El agnosticismo de Protagoras se fund a, por el contrario, no en la
afirmacion de que solo la razon puede conducir a la verdad sino, al conEvemero, Diagoras,
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55.
24, 63.
3, 7.
Schol. Plat. Resp. 600 c.
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mas que
la percepcion sensorial.
Si se tiene en cuenta que la percepci6n sensorial nunca es erronea sino
siempre verdadera para el sujeto que la experimenta, puede decirse que
el agnosticismo tiene, pues, para el un sentido subjetivo (al reves del
anterior). Quiza por eso la forma de la citada proposicion inicial del
tratado Sabre los dioses es, como advierte Guthrie, la de una opini6n
personal ("no puedo saber") y se contra pone as! a la proposicion agn6stica (0 cuasi agn6stica) de Jen6fanes.16
El agnosticismo de Protagoras debe ser entendido, ante todo, a la luz
de su teoria del conocimiento.
Frente al flujo de fen6menos que constituye la realidad de la naturaleza, cada sujetocapta
determinados mementos. Todo 10 que capta existe y es verdadero para el, Protagoras afirma: Como yo no he percibido
con mis sentidos a los dioses, no puedo decir que existen. Sin embargo,
el flujo de la naturaleza es infinito y mi vida, demasiado breve, capta
demasiado pocos fen6menos en ese lujo (tal vez los mas evidentes y superficiales). Por eso, no me atrevo a afirmar tampoco que no existan.
Mucho men os osare decir algo acerca de su esencia 0 naturaleza.
En realidad, no deja de tener raz6n Jaeger, cuando hace no tar que el
pasaje que hemos citado "es una referencia a los dos principales problemas que habian ocupado a los filosofos presocraticos en 10 que respecta
a los dioses, los problemas de la existencia y de la forma de 10 Divino't.F
En efecto, la proposici6n citada se descompone en dos partes: en la
primer a, el autor expresa su opini6n respecto a la no cognoscibilidad de
10 divino; en la segunda, da las razones de esta opini6n (las cuales, pese
al alcance subjetivo que, como dijimos, tiene la afirmaci6n, pueden ser
utilizadas como fundamentos de una teoria agn6stica).
La primera parte se plante a, a su vez, como una oraci6n principal ("no
puedo saber"), que rige oraciones subordinadas, coordinadas disyuntivamente entre si, Estas oraciones subordinadas, por su parte, constituyen
dos unidades disyuntivas de primer grado ("ni si existen, ni si no existen" y "ni cual es la forma esencial que tienen"). Dentro de la primera,
como es facil ver, hay todavia una disyunci6n de segundo grado (Hni si
existen" y "ni si no existen"),
Asi, pues, en la primera parte (pr6tasis) la duda se plantea: 1) respecto a la existencia 0 no existencia de los dioses (adviertase que Protagoras no dice s610 no saber si estes existen sino tam bien no saber si no
existen); 2) Respecto a su forma (tMa), 10 cual, como es evidente, por
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el termino empleado, alude a "aquello que hace que los dioses sean 10
que son", esto es, a su esencia,
En realidad, en esta proposicion con que iniciaba su obra Sabre los
dioses, Protagoras no solo hace referencia a "los dos principales problemas que habian preocupado a los filosofos presocraticos",
en este terreno,
sino, mas todavfa, a los dos principales problemas de toda la teologta
occidental, desde Anaximandro
hasta Jaspers y desde Aristoteles hasta
Whitehead,
pasando por Anselmo de Canterbury, Tomas de Aquino,
Descartes y Kant.
Un lector atento de los fragmentos protagoreos no puede dejar de preguntarse, sip. embargo, si tiene en cuenta el contexto doxografico, cual
seria el contenido de este tratado Sabre los dioses, cuando en su proposicion inicial niega el autor la posibilidad de conocer nada sobre la existencia y la esencia de los mismos.w
No parece probable que la obra se ocupara, como sugiere Nestle, de
refutar las pruebascorrientes
entre el vulgo sobre la existencia de los
dioses y su providencia.
Platen, por boca de Socrates, le hace decir a Protagoras, en el Teeteto,
que el ha prescindido totalmente, tanto en su ensefianza oral como en
sus libros, de tratar cualquier problema concerniente a la existencia 0 no
existencia de los dioses.w Y si el libro hubiera desarrollado la tematica
que Nestle supone, es claro que 10 dicho por Platen serfa falso. Si se
tiene en cuenta que en el mito del Protagoras, nuestro sofista, quien, sin
duda, valora positivamente el VO!lO; y la cultura en general, considera
el culto de los dioses como rasgo espedfico de la especie humana y como
inmediata consecuencia de sus primeros progresos tecnicos (que en el
mito son un privilegio divino), parace 16gico suponer que la obra esta
dedicada a mostrar las variedades de la religiosidad griega y barbara y,
sobre todo, el papel que en las diversas sociedades ha desempefiado la
religion.
EI Sabre los dioses tendria as! un caracter historico-sociologico.
Supondria, en primer lugar, un estudio comparado de las mitologias y los
cultos, en cuya elaboracion Protagoras pudo haber utilizado obras de
historiadores anteriores a el, como Herodoto y Hecateo, y tambien investigaciones, y experiencias personales, como las que tal vez tuvo en su
nifiez, al entrar en contacto con los "mages" persas.
Pero supondrfa, ademas, la tesis de la necesidad de la religion como
parte de la eultura y como elemento mediante el cual el VO!lO; asegura
la vida del hombre en la Sociedad y el Estado. "Esta manera de abordar la cuestion tuvo que ser tambien extremadamente
simpatica a las
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tendencias de aquellos tiempos; pues a pesar de toda la critica racionaIista y toda la incertidumbre
corriente, habia un sentimiento creciente
de que la religion era indispensable, y la opinion publica se estaba volviendo sensible como nunca antes a los reales y los presuntos ataques
contra los dioses del Estado", dice jaeger.w Y afiade: "Pero este conservadurismo tuvo que venir enteramente del lado de la moral y de la polltica practica."
Algo semejante habia de suceder siglos mas tarde con Saint-Simon y
su "Nuevo cristianismo", con Augusto Comte y su "Religion de la hum anidad". A pesar de la demoledora critica de la Enciclopedia, en la Europa de la primera mitad del siglo XIX no solo la nobleza sino tam bien la
ascendente burguesia senna la necesidad de afirmar el valor de la religion en la Sociedad.
De ahi surgieron, por un lado, las "apologias" de creyentes, como De
Bonald y Lammenais; por otro, las "apologias" de agnosticos, como
Saint-Simon y Comte.
Un texto de las Bacantes de Euripides, que Nestle considera como una
alusion polemica contra el agnosticismo de Protagoras, pareceria mas
bien resumir la posicion de este rente a la religion y rente a la critica
filos6fica radical:
Cadmo: No desprecio a los dioses, pues mortal he nacido.
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Stuttgart,
1901,