Fe y Conversion
Fe y Conversion
Fe y Conversion
El que estaba con los ojos vendados senta miedo de dejarse caer porque no vea
lo que estaba sucediendo.
Tuvo menos miedo quien tena confianza en la persona que lo iba a recibir, o si
saba que quien lo iba a recibir era lo suficientemente fuerte para sostenerlo.
Cuando quien se le dijo que lo iba a recibir era alguien pequeo y con no mucha
fuerza, se sinti poca confianza y algo de miedo.
Haba alguien esperndolo con los brazos extendidos para recibirlo y quitarle la
venda de los ojos.
Era preciso tener confianza, aunque no se viera al que lo estaba esperando
Era preciso "dejarse caer".
Fe y Conversin
Con la salvacin que nos trajo Jesucristo ocurre lo mismo. En el encuentro anterior,
dijimos que El ya nos salv de una vez y para todas, no hace falta nada ms de su
parte. Pero todava no: hace falta que nosotros hagamos nuestra esa salvacin. Y
cmo se hace nuestra esa salvacin? Tiene mucho que ver con lo que acabamos de vivir
en la dinmica.
1 paso: Tener fe:
La fe es el requisito para la salvacin. Repartir a los participantes los siguientes
textos narran numerosos milagros de Jesucristo, y uno de Pablo.
-Mt 9,1-2: Curacin de un paraltico
-Mt 9,20-22: Curacin de una mujer con flujo de sangre
-Mt 9,27-29: Curacin de 2 ciegos
-Mt 15,21-28: Curacin de la hija de una cananea
-Mc 10,46.51-52: Curacin del ciego de Jeric.
-Lc 7,36-38.48.50: La pecadora arrepentida
-He 14,8-10: Pablo cura a un cojo
Pedir a los participantes que descubran el comn denominador en todos ellos: el requisito
indispensable para que el enfermo fuera curado, era que tuviera fe. Quien obra el
milagro, siempre termina diciendo: "Vete, tu fe te ha salvado". Lo mismo ocurre con
nosotros. El primer requisito para que recibamos la Salvacin de Jesucristo es que
tengamos fe.
Y qu es la fe? San Pablo la define muy bien en su carta a los Hebreos: "La fe
es garanta de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven" (Heb
11,1).
-Ante la pregunta del carcelero: "Qu debo hacer para alcanzar la salvacin?", Pablo le
responde: "Cree en el Seor Jess y te salvars t y toda tu familia" (He 16,30-31)
-"El que crea y sea bautizado se salvar. El que no crea se condenar" (Mc 16,16)
-"Todo el que crea en El, alcanza por su nombre el perdn de los pecados" (He 10,43)
-"Ustedes deben saber que la remisin de los pecados le ha sido anunciada por El. Y la
justificacin que ustedes no podan alcanzar por la Ley de Moiss, gracias a El la alcanza
todo el que cree" (He13,38-39)
2 Paso: Conversin
Pero para recibir la salvacin de Jesucristo, no basta solamente con "creer" en El y en su
salvacin. Para que el nio del cuento fuera rescatado de las llamas, no bast con que
creyese en que su pap estaba ah abajo, sino que tuvo que "saltar". Este acto de
valenta y de confianza plena, se llama Conversin.
La conversin es un cambio de vida, para lo cual hay que nacer de nuevo. Como
le dijo Jess a Nicodemo: "Te aseguro que el que no renace de lo alto, no puede
ver el Reino de Dios" (Jn 3,3)
es posible que semejante animal se deje retener por una pequea estaca clavada en el
suelo? Cmo semejante bestia capaz de arrancar de cuajo un rbol con su trompa
permanece atado a una minscula estaca que le sostiene una pata?
Ocurre que alguna vez ese inmenso animal, fue un elefantito beb, del tamao de un
ternero. Y siendo pequeo, ataron su dbil patita a una cadena y con ella a una estaca
clavada en el suelo. El pequeo animalito tirone y tirone para tratar de soltarse, sin
lograrlo. Tal vez pas das jalado de la cadena intentando liberarse, sin conseguirlo. As
luch y forceje hasta que por fin, un da, exhausto cay rendido al suelo, dndose por
vencido.
Pasaron los aos, y el beb elefantito se convirti en un enorme elefante adulto y fuerte.
Pero de su memoria no se ha borrado nunca aquella imagen de haberse sentido
derrotado por la estaca, y de aquellos frustrantes das de forcejeo. Hoy, siendo un adulto,
cuando siente su pata atada a la estaca, ni siquiera intenta liberarse, porque en su
interior sigue siendo el elefantito beb derrotado por la pequea estaca"
En nuestra vida ocurre lo mismo. Despus de tantos aos de vivir esclavizados al
pecado, nos hemos acostumbrado a sentirnos ms dbiles que el pecado. Sin embargo,
Jess, por medio de su muerte y resurreccin nos ha dado la fuerza suficiente para
liberarnos, pero hace falta que nosotros nos demos cuenta y demos el gran paso: la
conversin.
Oracin:
Se invita a los participantes a realizar un Acto de Fe y un Acto de Conversin, dicindole
a Jess que creemos en El, que lo amamos y que queremos que entre en nuestras vidas
y las transforme.
Como motivacin puede utilizarse la advertencia de Jess: "Mira que estoy a la puerta y
llamo. Si alguno oye mi voz y me abre, entrar a l" (Ap. 3,20)
Cantos: "Djame nacer de nuevo" u otro similar.