KPD en La Guerra Civil Española
KPD en La Guerra Civil Española
KPD en La Guerra Civil Española
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ISSN: 0018-2141, e-ISSN: 1988-8368, doi: 10.3989/hispania.2014.007
RESUMEN:
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The KPD in the Spanish Civil War and the building of a Popular Front: some reflections
ABSTRACT: The aim of this article is to demonstrate the importance for the Communist German Party (KPD) of its participation in the Spanish Civil War,
the redefinition of its political line, and the elaboration of a strategy to
build in his exile a Front Popular against the Nazi dictatorship, especially in Germany. I have used the documentation from Bundesarchiv
(Berlin) and Archives Nationales / LE CARAN (Paris). I have analyzed
the debates of the exiled International Brigades between German communists and socialists. Besides, I studied some characteristics of the
German communists, members of the International Brigades to draw a
profile helpful to understand the behaviour of the KPDs members in
Spain. I conclude that the active participation of the German Communists
in the civil war allowed, in contrast to the enormous difficulties in the
resistance inside Germany, to have a leading role in promoting the front
populist line in its fight against fascism, thereby recovering the
confidence and self esteem of these militants, to redeem part of the
responsibility of the KPD in the inability to stop, with the SPD, the
arrival to power of National Socialism.
KEY WORDS:
SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237/ 1 /13, p. 45, 7/1/1938: Seit Bestehen der Internationalen
Brigaden kmpfen wir Sozialdemokraten und Kommunisten gemeinsam gegen den Faschismus.
Mit der Waffe in der Hand haben wir in den Schutzengrben in Spanien die Einheit verwirklicht.
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WEBER, 1969. Inicialmente este autor databa el comienzo de ese proceso a partir de
1924, pero en una obra reciente lo adelanta, al perodo de 1921-22 lo que le obliga a considerar
el proceso como una bolchevizacin ms estalinizacin, ver LAPORTE, 2008: 23-25.
3 MALLMANN, 1996. WEITZ, 1997.
4 MALLMANN, 3 (Berln, 1999): 403-406. Este autor denomina a esa sociedad en
paralelo nicho ecosocial socialista del Kaiserreich [sozialistischen Nischengesellschaft des
Kaiserreiches],
5 MALLMANN, 3 (Berln, 1999): 409.
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Los planteamientos de Mallmann coinciden en gran parte con los enunciados hace ms de treinta aos por Milos Hjek en su libro, ya clsico, sobre el
Comintern, as como con los de otros autores, como Donna Harsch, quien ha
estudiado las relaciones entre socialdemcratas y comunistas frente al avance
del nazismo, desde la perspectiva del SPD6. Si bien estos planeamientos se
centran ms en el perodo previo a 1933, podemos hallar otros, como el de
Detlev Peukert o el de Milo Hjek, que sostienen que el giro hacia la recuperacin de la propuesta del Frente nico, ncleo esencial de cualquier ampliacin de la alianza antifascista hacia otros sectores polticos y sociales, se detecta en las iniciativas locales de organizaciones comunistas para llegar a
acuerdos con las organizaciones socialdemcratas con el fin de enfrentar a la
dictadura nazi, que se anticipaban a las decisiones tanto del vrtice del KPD
como del Comit Ejecutivo del Comintern7. Los motivos de estas decisiones
caben ser atribuidos a percepciones de las dificultades de la lucha antifascista
a nivel local, ya que a nivel de la direccin del KPD predominaba el rechazo
al Frente nico y, en general e inclusive en los medios de la IC, continuaba
vigente la lnea del Tercer perodo y se continuaba utilizando el trmino
social-fascismo para referirse al SPD8.
Tambin citan estos autores cuestiones de orden general que contribuan a
recuperar la propuesta del frente nico. Entre ellas incluyen el impacto del 30
de junio de 1934 que, con el fortalecimiento definitivo del rgimen hitleriano, disipaba las expectativas de una crisis prxima que favorecera su derrocamiento, la insatisfaccin popular por las situacin socioeconmica y
su disposicin a la movilizacin masiva contra el rgimen, las enormes dificultades para el trabajo poltico clandestino y el mantenimiento en pie de las
organizaciones brutalmente golpeadas por la accin de la Gestapo. A todo
ello suman el proceso desarrollado en Leipzig contra los acusados del incendio del Reichstag, que fue acompaado de una intensa campaa internacional
en su defensa en la que participaron comunistas, socialistas y demcratas9.
Pero tambin existan factores que persistan en dificultarla, ya que no se haban disipado los recelos recprocos de comunistas y socialdemcratas, empeados todava en acusarse mutuamente como responsables de la llegada de los
nazis al poder. La consecuencia, entre otras, era el mantenimiento por una
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HJEK, 1984: 297298. Para este autor, uno de los datos que confirman esa situacin
era el relativamente significativo trasiego de militantes socialdemcratas a las filas del KPD.
11 El SPD rechaz las primeras ofertas del KPD sobre un frente comn antinazi aduciendo que todava estaban frescas en la memoria las maniobras y mentiras del KPD sobre la
unidad de accin de 1922 y 1923, Wolfgang Benz, 2004: p. 194. La reticencia y las dudas de
la socialdemocracia sobre la conveniencia del acuerdo con los comunistas no slo se registra
en el caso alemn; tambin aparecen en donde haba circunstancias ms favorables, como era
el caso de Francia: mientras el PCF haba conseguido imponer la propuesta del frente popular
por el presidium del ejecutivo del Comintern a finales de 1934, la SFIO recin la aprobara en
junio de 1935 en el congreso de Mulhouse, HJEK, 1984: 302304.
12 Un informe confidencial del KPD afirmaba a fines de julio de 1937, en medio de la ola
represiva de los procesos de Mosc desatada por el rgimen estalinista, que: con la ayuda
de grupsculos, ante todo sus agentes en el SAP [que participaba en el Deutsche Volksfront]
dirigen los trostkistas su trabajo de desmoralizacin en las filas de los antifascistas alemanes
alcanzando hasta al mismo SPD, tambin denunciaba la accin de grupos brandleristas,
F/7/15131 /8/a, AN (Paris).
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paola. Las tres circunstancias produjeron en los militantes del partido, tanto
en los que continuaban la lucha en la clandestinidad en el interior como en
quienes participaban en el exilio, la sensacin de apertura de una nueva etapa,
un nuevo comienzo y, tal vez, una segunda oportunidad para el comunismo
alemn. Tambin estas circunstancias indujeron un cambio de actitudes y expectativas en los miembros del partido. Paradjicamente, como explica Detlev Peukert, las exigencias de frrea disciplina que conllevaba la lucha clandestina se vieron moduladas por las de los militantes del interior, quienes
muchas veces rechazaban determinadas directrices procedentes de los cuadros
en el exilio. As mismo, tambin entre los exiliados aparecieron exigencias de
una mayor democracia interna, la libre eleccin de los dirigentes y la cogestin del partido, tal como plantearon los miembros del KPD en Holanda en
193816. A pesar del redoblado intento de mantener los marcos de discusin
bajo control, era inevitable la aparicin de opiniones divergentes e incluso
contradictorias con la lnea oficial. Es dable suponer que a este estado de debate interno, con mayor o menor intensidad segn las circunstancias y oportunidades, no fueran ajenos los militantes comunistas que estaban participando en la guerra civil espaola y especialmente los que estaban encuadrados en
las Brigadas Internacionales.
Tambin podemos agregar otros factores favorables a la renovacin de la
capacidad de intervencin poltica del KPD: la recuperacin de la autoestima
colectiva como miembros de una organizacin poltica a la que se le presentaba la oportunidad de enfrentar al fascismo y contribuir a vencerlo, la participacin en el soporte prctico y no slo poltico-ideolgico de una experiencia de frente popular como la que se estaba produciendo en Espaa y la
posibilidad concreta de colaboracin mutua con los socialistas alemanes, especialmente en el mbito de las Brigadas Internacionales. Por ltimo, debe
considerarse como factor decisivo en la importancia que adquiri la actividad
del KPD en relacin a Espaa el descenso de la actividad resistente en Alemania por efecto de la implacable represin ejercida por la Gestapo. A partir
de 1936 se detectan indicios de una marcada disminucin de la actividad
clandestina en relacin al perodo 1933-1935, trasladndose el peso mayor de
la actividad al exilio17.
LA PARTICIPACIN DEL KPD EN LAS BRIGADAS INTERNACIONALES
Oficialmente la constitucin de las Brigadas Internacionales data del 22 de
octubre de 1936, cuando lo autoriza expresamente el gobierno de la Repbli
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KINNER, 2005, VOL. 2: 207. SKOUTELSKY, 2006: 37-45. CASTELLS, 1974: 19-35.
Informe de Werner Hermelin, perteneciente al servicio de prensa en Albacete y
previamente comisario poltico para todos los combatientes extranjeros en el frente de
Aragn, quien adems seala que el KPD estaba en estado de alerta tres das antes del inicio
de la sublevacin militar, SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237/ 1 /4, pp. 1 y 53.
20 Egon Illfeld perteneci al KPD, como miembro de este partido fue condenado a seis
meses de prisin, marchando luego al exilio, primero en el Sarre y ms tarde en Espaa,
donde se incorpor al Grupo Thlmann, del que form parte hasta septiembre de 1936
combatiendo en el frente de Aragn, adhiriendo luego la DAS y colaborando con el Comit
Regional de la CNT hasta el fin de la guerra; Emil Hessenthaler, tambin miembro del KPD,
despus de pasar por el Grupo Thlmann se uni al DAS y hasta mayo de 1937 colabor
con la FAI, ver NELLES, LINSE, PIOTROWSKI, GARCA, 2010: 414-415. Tambin
Grupo Thllmann Die Ereignisse der ersten Woche nach dem 19. Juli, SAPMO-BArch,
SgY 11/ V 237/1/4, 1.
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camaradas catalanes que les acogan en sus filas, sino que en la nueva formacin vean la proyeccin y la objetivacin de sus aspiraciones respecto a la
recuperacin del Frente nico, como prerrequisito para un frente alemn antifascista. Debe agregarse la experiencia del propio grupo Thlmann, que comparta sus primeras acciones de combate con militantes de otras tendencias, en
un clima de cierta coexistencia ideolgica. En el mismo informe en que destacaban la formacin del PSUC, anunciaban su incorporacin al mismo reconociendo que lo hacan ...a pesar de que, obviamente, haba tambin muchos
anarquistas y republicanos entre nosotros, lo cual era un reconocimiento
tcito de que, al menos en ese momento, la diversidad ideolgica no era obstculo si exista una firme decisin de unidad antifascista21.
A partir de este ncleo inicial se iran conformando en poco tiempo los
dispositivos ms importantes de las Brigadas Internacionales. Despus del
grupo Thlmann se organizarn, ya bajo la supervisin del KPD y el Comintern, los tres batallones alemanes, integrados en la brigada XI, que llevarn el
nombre, respectivamente, de Edgar Andr, Ernst Thlmann y Hans Beimler,
luego de la muerte de ste en el frente de Madrid. Los miembros del KPD
sern los ms numerosos entre los brigadistas de habla alemana. De un total
de 4.221 brigadistas, a finales de 1937, el 70,8 por ciento corresponda a militantes comunistas y slo el 8,7 por ciento a militantes socialistas o pertenecientes a otras organizaciones antifascistas, mientras que el resto eran independientes o no se conoce su filiacin poltica22. Al mismo tiempo se
organizar una efectiva propaganda a favor de la Repblica espaola y del
reclutamiento de voluntarios para las Brigadas Internacionales (BI), especialmente en Francia, donde se concentraba una gran mayora de exiliados.
En esta tarea tendr una actividad central Willi Mnzenberg, dirigente principal de IAH (Ayuda Obrera Internacional)23 y miembro del KPD, quien a fines
de julio de 1936 cre el Comit de Ayuda a la Repblica Espaola24.
La experiencia de colaboracin de los brigadistas con el pueblo espaol no
se limitaba a los combates sino que abarcaba tambin las actividades de carcter civil que desarrollaban en los diferentes pueblos en que se hallaban25.
Die Thlmann Gruppe die erste internationale Einheit, SAPMO-BArch, SgY 11/ V
237/1/4, 65.
22 SAPMO, ZPA, V 237/4/24: 96.
23 Willy Mnzenberg haba sido el fundador de este organismo internacionalista creado
por una iniciativa de Lenin en agosto de 1921, ver: ANDREASSI, 2010: 40; GROSS, 2007:
389-390.
24 NIEMEYER, 2001: 162.
25 Para una informacin detallada sobre el funcionamiento y organizacin de las Brigadas
Internacionales y especialmente de su base en Albacete, as como sobre las relaciones
mantenidas con el tejido social y poltico local, consultar REQUENA GALLEGO, 1998: 147179. Tambin ver SKOUTELSKY, 2006: 71-87.
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Constituyendo comisiones polticas que reunan a los representantes del Frente Popular local, del Socorro Rojo Internacional (SRI) y a miembros de las
BI, organizaban y desarrollaban tareas vinculadas a la salud pblica, a la educacin y la cultura, intentando conseguir la complicidad del campesinado, de
cuya ayuda, para que en el frente no faltara nada de lo necesario, dependa la
futura victoria, y proyectaban esa actividad como un motivo y resultado de
la colaboracin entre comunistas y socialistas, por lo tanto como una objetivacin del Frente nico26. Esta es una actividad que las BI continuaron incluso despus de su despedida oficial por el gobierno republicano, en diciembre
de 1938; un buen ejemplo de ello fueron las actividades de los hogares infantiles para nios refugiados y residentes en las localidades de Montesquiu y
Bisaura de Ter (Sant Quirze de Besora) de Catalua27. Esta ltima actividad
se desplegaba en el marco de una apreciacin optimista de la situacin en
Alemania, que los hechos demostraran errnea, que auguraba la profundizacin de las dificultades para el rgimen nazi y las crecientes perspectivas para
la consolidacin de un frente popular en el interior, capaz de derribar a la dictadura cuando se hiciera insoportable la tensin entre las exigencias econmicas de la carrera armamentista que estaban llegando a su clmax a comienzos de 1939 y las necesidades populares28.
Otro de los aspectos fue el de la formacin de los militantes para que colaboraran con el PCE. A fines de 1937 comenz a funcionar la escuela de cuadros del KPD en Pozo Rubio, Albacete, que tena por objetivo la adaptacin
de sus miembros en Espaa a las necesidades y tareas de PCE, pero que tambin se consideraba como una contribucin a la lucha contra el rgimen hitleriano, como parte de la lucha en el interior de Alemania. El programa de actividades defina claramente los temas alrededor de la conquista de la unidad
de accin, el frente nico y el objetivo de la constitucin del partido obrero
unificado, para lo cual el PSUC constitua un referente, hasta el punto que, en
la bibliografa indicada a los partcipes en la escuela, junto a Marx, Engels
Lenin y Stalin se incluan textos de Joan Comorera29. Su director sera Anton
Ackermann, autor de un texto en el que elabora el concepto de democracia
popular, que constituira la definicin oficial del KPD, redactado en mayo de
1937 en Barcelona30.
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SAPMO-BArch SgY11/V237/1/2 y /3
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40346
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3164
2477
1088
13702
3737
2348
15935
143258
%
39,9%
28,2%
2,2%
0,1%
2,2%
1,7%
0,8%
9,6%
2,6%
1,6%
11,1%
100,0%
La estructura social revela el predominio absoluto de los trabajadores industriales y, entre stos, el de los ms cualificados respecto a otras categoras. En ese sentido se asemeja bastante a la estructura del KPD durante la
Repblica de Weimar, aunque con un fuerte sesgo a favor especialmente de
las actividades ms cualificadas32.
La antigedad en el KPD en el momento de su llegada a Espaa es uno de los
datos ms interesantes en cuanto a la tipologa de estos militantes. Casi el 60 por
ciento tienen una antigedad mayor de una dcada, lo cual indica que haban
tenido la oportunidad de convivir con las distintas culturas polticas que se haban
desarrollado antes del VI Congreso de la IC, el inicio del tercer perodo y la tctica de clase contra clase que tan desastrosos resultados iba a producir especialmente en Alemania. Un nmero no despreciable de los mismos revistaban en el
KPD desde su fundacin, y un 30-35 por ciento lo hacan al menos desde 192021, lo que posiblemente les permiti participar en los primeros debates sobre la
oportunidad del Frente nico y su prctica, ya iniciados en la poca en que Paul
Levi ocupaba el secretariado, y contrastarlo con la llamada teora de la ofensiva, signo distintivo del ala izquierda de la IC, contempornea de aquella, y fundamento ideolgico de la fracasada insurreccin de 1923.
32 Por ejemplo, esta estructura registrada en Wienand Kaasch, Die soziale Struktur der
KPD, Die Kommunistische Internationale, 9:19 (1928) en WEITZ, 1997: 245.
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La llamada tctica del caballo de Troya, WEITZ, 1997: 94. Ver tambin KINNER,
2005, VOL. 2: 166167.
36 Resolution des ZK der Kommunistischen Partei Deutschlands zur Lage (Beschlossen
am 14. Mai 1938), Rundschau, pp. pp. 1109 y 1110, F/7/15131 Kommunistische Partei
Deutschland (K.P.D.) 1934-1939), AN (Paris).
37 HJEK, 1984: 298299. DEGRAS, 1965: 334335. Para ambos autores, hasta los
primeros meses de 1935 la mayor parte del Bur Poltico del KPD Schubert, Schulte, Florin,
Heckert y Dahlem- rechazaba el frente nico, mientras Ulbrich y Pieck lo defendan. Franz Dahlem
(miembro de la Comisin Poltica Central de las Brigadas Interncionales, junto a Luigi Longo y
Andr Marty) cambiar de actitud en el VII Congreso del Comintern y criticar la lnea
izquierdista de Schubert y Schulte, y en la conferencia de Bruselas del KPD, octubre de 1935,
introducir la propuesta de infiltrar las organizaciones nazis de masas en su informe Die
revolutionre Organisation in Deutschland Formen und Methoden der illegalen Massenarbeit,,
Nationalsozialismus, Holocaust, Widerstand und Exil 1933-1945. Online-Datenbank. De Gruyter.
Oct 20, 2011. http://db.saur.de/DGO/basicFullCitationView.jsf?documentId=BHB-0578
38 Sozialistische Arbeiterpartei Deutschlands (tambin SAPD).
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51 Kinner, 2005, vol. 2: 234. Para este autor esta presin est orientada por la propia
direccin del KPD, sin embargo, la documentacin examinada parece mostrar que era una
iniciativa del Comit de Albacete.
52 SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237/ 1 /13, pp. 29-30 y 33-36, 5/1/1938.
53 Sustituy en diciembre de 1937 a Franz Dahlem como miembro de la Comisin Poltica
Central de las Brigadas Internacionales; fue representante del KPD ante el C.C. del PSUC,
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La Conferencia de Valencia
La conferencia para la unidad de los antifascistas alemanes celebrada en
Valencia el 13 de marzo de 1938, con la participacin de 13 delegados comunistas y 9 socialistas, tena como objetivo debatir la constitucin del Frente
Popular y sus posibilidades de desarrollo en la lucha contra la dictadura nazi
tanto en el interior de Alemania como en los medios del exilio antifascista,
cuya sede principal se hallaba en Pars; y todo ello a partir de la experiencia
del Frente Popular espaol recogida por los exiliados alemanes que estaban
colaborando con la Segunda Repblica, y especialmente los miembros alemanes de las Brigadas Internacionales58. Fue convocada por iniciativa del
comit unitario de la XI Brigada, y de los tres puntos que constituan el orden
del da, el segundo rezaba: La significacin de la derrota de Franco, Hitler y
Mussolini en Espaa para la lucha de las masas de Alemania para la cada de
la dictadura fascista59.
Los ejes del debate, respondiendo al orden del da de la misma, se refirieron a las contribuciones que la experiencia espaola poda aportar para la
constitucin de un frente popular alemn, a las caractersticas que dicho frente deba adquirir y las tareas que deba emprender una vez derrocada la dictadura nazi y tambin a la importancia de la recuperacin del concepto de Frente nico como eje alrededor del cual deba girar la construccin de Deutsche
Volksfront60. En general hubo acuerdo en cada uno de ellos entre los delegados comunistas y socialistas, y especialmente en la necesidad de recuperar la
frmula del Frente nico, que sellara la imprescindible unidad entre KPD y
SPD sin condiciones previas. Ello revela que para el comunismo alemn, o al
menos para quienes estaban protagonizando el combate contra el fascismo en
Espaa, haba llegado la hora de enterrar todos los resquemores y desconfianzas, todos los desgarros entre KPD y SPD que databan como mnimo desde
1928, y que haban conducido al desastre de 1933. Por esa razn se reivindicaba la Conferencia de Bruselas de octubre de 1935, en la que el KPD haba
confirmado la lnea aprobada por el VII Congreso del Comintern y se asuman
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los objetivos planteados poco tiempo antes por Wilhelm Pieck, que coincidan
con los establecidos en los Diez Puntos de abril de 193761. Respecto a estos
ltimos, Mewis cerraba los debates planteando que la reconstruccin de Alemania despus del final de la dictadura pasara por la constitucin de una
nueva republica democrtica que tendra poco en comn con la Repblica
de Weimar, ya que constituira una etapa hacia la construccin del socialismo62.
Los socialdemcratas presentes, a su vez, reforzaban estas propuestas considerando que era imprescindible la inmediata constitucin del Frente Popular
alemn, y lanzaban la idea de un contra-eje, que implicaba un frente internacional que agrupara a socialistas y comunistas alemanes, austracos e italianos.63 Pero al mismo tiempo afirmaban que la construccin del mismo deba adecuarse a las condiciones existentes y a las tradiciones culturales,
sociales y polticas de cada pas. Ponan como ejemplo de las diferencias que
afrontaba la constitucin y objetivos del mismo los casos de Austria, donde
un objetivo primordial era recuperar la independencia, liberndose del yugo
nazi, y de Francia, donde esta situacin no se daba64. El caso austraco estuvo
presente en casi todos los parlamentos durante esta conferencia, no slo porque tena obvias vinculaciones con Alemania y demostraba la agresividad de
la poltica exterior de Hitler (no olvidar que la conferencia se celebraba al da
siguiente de consumarse la ocupacin de Austria por los nazis), sino porque
serva tambin como contraste con el caso espaol, ya que a pesar de la unidad de socialistas y comunistas no se haba conseguido sumar a la alianza a
las clases medias, lo que s haba sucedido en Espaa. En ese sentido cobra
valor la pregunta retrica de Karl Mewis:
Existe alguna duda sobre quien conduce a las masas en Espaa, no vemos cotidianamente las medidas adoptadas por los comits conjuntos del partido comunista y socialista y la actividad de los rganos del Frente Popular, que hacen posible
su xito?65
El xito era, por lo tanto, atribuido no slo a la unidad comunista y socialista, sino tambin a la alianza con los sectores sociales ajenos a la clase obrera.
Los diferentes oradores tambin coincidan en que, siguiendo el ejemplo espa-
SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237 1/12: Vorschlge zur Schaffung einer deutschen
Volksfront. Entwurft von Wilhelm Pieck, Vorsitzender des ZK der KPD, 41-45.
62 SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237 1/12: Aus dem Schlusswort von Fritz , 45-47.
63 SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237 1/12: Diskussionsredner: Ernst Braun , 38-39.
64 Situacin que se modificara pocos aos despus, cuando a partir de 1940 la lucha por
la independencia nacional se transformara tambin en un objetivo de la lucha unitaria
antifascista en Francia.
65 SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237 1/12, 43: Schlusswort von Fritz Arndt.
61
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ol, en Alemania tambin deban hacerse los esfuerzos necesarios para incorporar a los partidos burgueses a la lucha contra la dictadura, aunque teniendo en
cuenta las mayores dificultades y las diferentes condiciones de la lucha antifascista en ambos pases, que en Espaa se realizaba mediante la confrontacin
armada y con el soporte de una estructura de estado, mientras que en Alemania
deba realizarse en condiciones de rigurosa clandestinidad, lo que dificultaba la
vinculacin estable con las clases medias.
Tambin deben consignarse diferencias en las opiniones sostenidas por los
participantes en la conferencia. Unas hacan referencia a las condiciones distintas
impuestas al frente popular espaol y al hipottico en Alemania, as como a la
importancia que el KPD otorgaba a la incorporacin de las clases medias en dicho frente. Otro de los puntos de friccin fue el prrafo de la carta dirigida al
comit central del KPD y a la ejecutiva del SPD, donde se consideraba la
necesidad de la eliminacin del trotskismo, ya que una parte de los delegados socialdemcratas haba manifestado su desacuerdo con esa exigencia, aunque
otros delegados socialdemcratas estaban dispuestos a aceptarla66. Este debate
reflejaba, por una parte, la incapacidad de los miembros del KPD para distanciarse de las consignas que procedan de Mosc y que apoyaba el Comintern,
contribuyendo a la criminalizacin de quienes eran vctimas de las purgas, en
el momento en que culminaba la tercera ola de los juicios de Mosc, ya que
esa declaracin no haba sido introducida en los documentos que certificaban
la constitucin del Comit de Albacete67. Posiblemente esa ausencia de sectarismo en la constitucin de este comit haba facilitado el encuentro entre
socialdemcratas y comunistas. Pero tampoco el rechazo a la criminalizacin
de los perseguidos por Stalin en el encuentro de Valencia haba alcanzado
suficiente intensidad como para bloquear la marcha del mismo, como lo refleja la falta de acuerdo de los socialdemcratas participantes sobre esa cuestin.
Posiblemente haba actuado como mecanismo compensatorio el reconocimiento en el curso de dicha conferencia de que la unidad antifascista poda
lograrse incluso entre organizaciones que podan mantener diferencias
tcticas e incluso en las cuestiones fundamentales al aceptar como natural y
lgico que los comunistas se encontraran compartiendo ese frente comn con
los anarquistas o los republicanos, tal como lo demostraba el caso de la Repblica espaola. Una cuestin sobre la que insistira tambin Franz Dahlem
en un artculo titulado Qu deben aprender los alemanes de los espaoles,
sealando que la presencia mayoritaria de los anarquistas en el movimiento
66 SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237 1/12: Bericht ber die Einheitskonferenz der
deutschen Antifaschistenvom 13. Mrz 1938 in Valencia, 162-163; Die Konferenz der
deutschen Antifaschisten in Spanien , 160.
67 SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237 1/13: Antwort an eine Reihe sozialdemokratischer
Funktionre die Verfasser des Mahnruf zur Einheit, 85.
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obrero, si bien era una dificultad aadida al desarrollo de la unidad frentepopulista, no la consideraba un obstculo para la misma. Los distingua del POUM,
al que adjudicaba la habitual filiacin trotskista, y afirmaba que la unidad
entre UGT y CNT haba permitido superar las fisuras y amenazas debidas a la
incapacidad de Largo Caballero como presidente de gobierno68. Es razonable
pensar que las dificultades para materializar la unidad de socialdemcratas y
comunistas en Alemania actuaban como acicate para concretarla en el exilio.
As permite suponerlo un llamamiento que efectan los representantes de las
juventudes en el exilio, tanto comunistas como socialdemcratas, dirigido a las
organizaciones juveniles comunistas, socialdemcratas, catlicas, evanglicas e
incluso a los jvenes en las organizaciones nazis en el interior de Alemania,
para actuar unitariamente contra el nazismo69. Por ello es de suponer que en
Espaa el propio contexto, en razn del dramatismo con el que se realizaba
una activsima praxis de lucha contra el fascismo, actuara an como mayor
acicate para la unidad. Para destacar todo ello, la Conferencia de Valencia
registraba la constitucin en Albacete de un Comit de Unidad entre socialdemcratas y comunistas alemanes, as como otro similar en Barcelona70.
A pesar de los puntos de friccin mencionados, que reflejaban la persistencia de dificultades para superar la mutua desconfianza y los enfrentamientos entre comunistas y socialistas, la culminacin de la conferencia delataba
su xito, al obtenerse acuerdos que resultaban de gran utilidad para el trabajo
del KPD, resumidos en la conclusin predominante: Espaa ensea que la
unidad de socialdemcratas y comunistas es la clave para la victoria, el Frente
Popular es el martillo con el cual destruir el fascismo71.
CONCLUSIONES
El impacto que produjo la guerra civil en los comunistas alemanes no fue
acusado exclusivamente por ellos. En realidad afect en mayor o menor grado
68 SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237 1/12, Franz Dahlem, Was wir Deutsche von den
Spaniern lernen sollen, 129-130. La postura de Dahlem es idntica a la sostenida por el PCE
cuando tendi su mano a la CNT por boca de Jos Daz en su informe de noviembre de 1937.
69 SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237 1/12: Fr die Lebensrechte der jungen Generation, 124125. Firman el documento, Willi Brandt, por la juventud socialista, Karl Kunert por la juventud
comunista, Edwin Sander, por la juventud obrera socialista, Otto Friedlander, por los Estudiantes
socialistas en Alemania, quienes conforman los grupos en el exilio de la Juventud Alemana Libre.
70 SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237 1/12: Die Konferenz der deutschen Antifaschisten in
Spanien, 158.
71 SAPMO-BArch, SgY 11/ V 237 1/12: Die Konferenz der deutschen Antifaschisten in
Spanien, 156; Bericht ber die Einheitskonferenz der deutschen Antifaschisten vom 13.
Mrz 1938 in Valencia, 162-163.
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LAPORTE, 2008: 176179. Ver tambin el testimonio del propio TOGLIATTI, 1980:
143-147, en el que tambin defiende la necesidad de aproximarse a la CNT sin romper o
enfriar las relaciones con los socialistas y con los dems partidos del FP, p. 145.
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llegada al poder de los nazis73. Su lucha como brigadistas les permiti realizar
una experiencia directa de lucha contra el fascismo as como demostrar la
factibilidad del frente nico con sus compaeros socialdemcratas, ampliando
incluso la alianza a otros militantes demcratas. La derrota de los sublevados
en Espaa se haba transformado en un factor esencial en el derrocamiento
del nazismo. De este modo, la lucha internacionalista de los comunistas alemanes era incorporada no slo simblicamente sino tambin fcticamente a la
lucha contra el fascismo en el interior de Alemania, tal como enunciaba el
orden del da de la Conferencia de Valencia. Para el logro de esa unidad actuaba tambin como acicate el sentimiento de una obligacin ante el propio
pueblo que estaban tratando de ayudar, tal como refleja este prrafo:
Es para nosotros humillante que no podamos todava dar cuenta a nuestros camaradas espaoles del logro de la unidad total entre el SPD y el KPD y agrupar a
todas las fuerzas antifascistas en la lucha contra la poltica belicista de Hitler74.
Ello sugiere tambin que el peso adquirido por los militantes del KPD en
el frente de batalla como miembros de las Brigadas Internacionales les haba
permitido recuperar un mayor nivel de autonoma en el debate interno y en la
relacin con otras organizaciones. Otra muestra de ello fue la actitud de varias
decenas de militantes comunistas alemanes, predominando entre ellos los
excombatientes de las Brigadas Internacionales, que en agosto de 1939 firmaron junto a Willi Mnzenberg, en ese momento expulsado del KPD y el Comintern, un documento a favor de la unidad socialista en Alemania bajo el
significativo ttulo Quien conoce la verdad y no la expresa, es un cobarde75.
Para quienes haban firmado el documento, ste tena dos destinatarios. Por
una parte el SPD, ya que con ese texto defendan una accin unitaria en la que
se manifestaba la predisposicin a efectuar concesiones a sus interlocutores
socialistas. Con ello reconocan que la solidez de los frentes populares exiga
una amplitud tal que deban incluir a fuerzas que en otro tiempo hubiesen sido
consideradas ajenas al movimiento comunista, como era el caso de las corrientes anarquistas; o sea, sometiendo la poltica de alianzas a las condiciones especficas de cada pas. Pero tambin se dirigan al comunismo alemn,
ya que las militantes del KPD respaldando un documento junto a Mnzen-
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