Francisco Rodríguez Adrados Cap 5

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FRANCISCO RODRGUEZ ADRADOS:

LINGSTICA ESTRUCTURAL
CAPITULO V (Seleccin)

SINTAGMAS, ORACIONES Y UNIDADES SUPERIORES


I. LA ORACIN SIMPLE. DEFINICIN Y SEGMENTACIN

1. LA ORACIN SIMPLE: SU DEFINICIN


1. La oracin simple es el tercer nivel en que coinciden claramente una unidad de
sentido y una unidad funcional y formal: y en que esta unidad funcional y formal tiene
al menos algunos rasgos especficos, que faltaban en los niveles anteriores. En cambio,
el sintagma, al que ya hemos aludido, equivale funcionalmente a una palabra, mientras
que su diferencia formal es puramente negativa: faltan en l ciertas marcas propias de
la palabra y, aunque hay algunos que tienden a asimilarse a la palabra por su orden fijo
de elementos, lo normal es que slo funcionalmente y por las marcas de sus elementos
componentes puedan identificarse.
En el captulo precedente hemos visto cmo de la palabra se asciende a la oracin
mediante una serie de expansiones de la misma. Ahora vamos a seguir el camino
contrario: identificar la oracin, establecer luego sus clases y estudiar a continuacin la
combinacin de elementos que en ella se integran para, finalmente, considerar las
unidades superiores a ella (oracin compuesta y perodo).
2. Antes que nada, es preciso definir la oracin simple. Hay tres tipos de
definiciones, todos ellos justificables: lo importante es ver cul se presta a menos
ambigedades.
a) Por el sentido. Es el tipo tradicional de definicin: la oracin simple se define
como la expresin completa de un pensamiento o de un juicio. Pero la definicin es,
segn los casos, demasiado amplia (puede servir tambin para la oracin compuesta) o
demasiado estrecha (se aplica mal a oraciones como madre!, fuego!, aqu!, etc.). Se
ha tratado de precisarla en muchas formas diferentes: por ejemplo, como independencia o autosuficiencia de sentido (Bhler 1), resolucin de un afecto o un acto de
voluntad (Kretschmer 1), la menor unidad del discurso que expresa un contenido en
lo que respecta a su relacin con la realidad (Res 1). La definicin de Bhler, sin
embargo, puede aplicarse tambin a unidades mayores o menores; la de Kretschmer es
quiz la ms adecuada, pero resulta poco prctica a la hora de segmentar un perodo en
oraciones. En definitiva, en este caso como en los dems, la unidad de sentido, y de un
sentido a un nivel superior al de otras unidades lingsticas, es indudable en la
medida en que la unidad de sentido es realmente una unidad, pero se prefiere, por su
mayor seguridad, operar con criterios formales y funcionales antes de pasar a hablar del
sentido.
b) Por la funcin de los elementos componentes. Ya hemos visto que algunas
relaciones que se dan entre los elementos de la oracin, no existen entre los
componentes del sintagma o de la palabra. De otra parte, hemos visto que otras
relaciones existen dentro de la oracin pero caracterizan a los elementos componentes,
no a la oracin misma. La oracin tiene, pues, funciones internas que la caracterizan
y que a su vez son diferentes de las de otros elementos que se le puedan aadir. En
suma, es posible una definicin funcional. As la de Martinet (6), que la define por la

existencia de un predicado, entendiendo por predicado un elemento (nominal o verbal)


que puede constituir el mensaje por s mismo prescindiendo de elementos marginales
eliminables: por ejemplo, ayer y en el pueblo en ayer haba fiesta en el pueblo. De
igual modo, la subordinacin es una expansin: su funcin no se encuentra
preexistente en una oracin simple, puede en efecto ser eliminada.
Esta definicin se basa en un mtodo para segmentar un perodo hasta obtener la
oracin simple o, mejor, su ncleo esencial: el de la escisin de elementos suprimibles.
Tiene el inconveniente de que presupone, como toda definicin funcional, un anlisis
previo del contenido que puede, de otra parte, apoyarse en la forma.
Es tambin funcional (aunque l lo llama formal) el mtodo de Hiorth (1), para
analizar oraciones: estudiar, en alemn, las consecuciones de clases de palabras (sobre
la base de las diez tradicionales) que son admisibles en las oraciones que l llama
atomales, concepto no enteramente equivalente al de oracin simple: oraciones que no
pueden ser expresadas por otras ms breves en la misma lengua. En realidad, parte de
oraciones delimitadas intuitivamente, sealando sus grados posibles de complejidad a
partir de tipos elementales.
c) Puramente por la forma. Son definiciones como la de Bloomfield (1): forma
lingstica independiente no incluida por virtud de ninguna construccin gramatical en
ninguna forma lingstica ms amplia; o la de Hockett (4): un constituyente que no
es un constituido, lo que viene a ser lo mismo (constituyente es unidad superior al
morfema; constituido, elemento de un constituyente). En estas definiciones, como en
las anteriores, se insiste en la independencia de la oracin, pero en vez de justificarla
con el sentido o la funcin, se define formalmente por la inexistencia de relaciones
gramaticales con otras unidades superiores, deducida de la forma. A veces al dato
negativo puede aadirse la existencia de marcas formales de la oracin, ya morfemas (o
palabras) ya junturas o pausas especiales. Esto es importante y ayuda a separar entre la
oracin simple y las subordinadas.
Tambin hay definiciones mixtas, basadas en el sentido y en la pausa final, as la de
Gardiner (1): palabra o serie de palabras seguida de una pausa y que revela un
propsito inteligible. Pero la cosa no es tan sencilla, cf. pg. 378 sig.
()

II. CLASES Y SUBCLASES DE ORACIONES


1. CLASES DE ORACIONES
1. Eliminando las diversas expansiones de que hemos hablado, unas referentes a los
elementos fundamentales y otras a la oracin en su conjunto, nos quedamos con el
esquema estructural de la oracin simple: un grupo de palabras de determinadas clases
que estn entre s en determinadas funciones o relaciones, expresadas a su vez por una
diversidad de procedimientos formales segn las lenguas. Pero este esquema no es
nico, ni en trminos de lingstica general, ni tampoco en cada lengua: ya hemos dicho
algo sobre esto. Ni siquiera existe un criterio objetivo para sealar cules son los
elementos fundamentales, aunque se suelen tomar como tales no slo el sujeto sino
tambin los complementos (en realidad, determinaciones del verbo). Lo que nos

importa aqu es sealar algunos tipos centrales de oracin simple, haciendo algunas
consideraciones sobre ellos. En lo esencial, haremos referencia a hechos ya expuestos.
No pretendemos, por supuesto, ser exhaustivos.
2. A. CLASES CENTRALES. I. Clases nominales.
a) Un nombre slo: esp. fuego!; o, bien, acompaado de determinaciones (al. morgen
geschlossen), incluso complementos (ingls having trouble with parking?). Sobre la
funcin predicativa del nombre, cf. pg. 285; sobre el estilo nominal, confrntese pg.
308. A veces slo en un determinado contexto funciona un nombre como frase nominal:
Matemticas (respuesta a la pregunta: qu estudias?), uvas (letrero junto a una casa en
que se venden). Cf. pg. 59.
b) Un nombre con un nombre o adjetivo conectado con l, tipo ao de nieves, ao de
bienes, lat. triste lupus stabulis. En general, sin ms marcas que el orden de palabras,
pero confrntese otras, pg. 284. En este caso y el siguiente hablamos de sujeto y
predicado nominal o atributo.
c) El tipo anterior con un verbo copulativo, del tipo de ser: la conexin sigue
siendo muy amplia, cf. pg. 285. Pero se crean otros verbos que definen ms
precisamente la conexin: ingl. I feel tired, fr. il devint triste, lat. nominor quia leo, etc.
y otros ejemplos con verbo predicativo, ingl. they were given a present. Las oraciones
con verbo copulativo son el origen del tipo pasivo yo soy amado; tambin de oraciones
de infinitivo como lat. Galli dicuntur in Italiam transisse.
d) Un nombre con predicado nominal y, sin embargo, verbo predicativo intransitivo
que es determinado por l al tiempo que el sujeto. Es el tipo complejo de pg. 288
(corre rpido!, gr. , lat. ibant obscuri). El lmite con el tipo c) no
es claro.
3. II. Clases verbales.
Si el verbo no es imprescindible, tampoco lo es el sujeto: confrntese pg. 286 sig.
sobre las oraciones impersonales y las sin sujeto y con caso agente (ergativo) en varias
lenguas. Unas y otras de estas oraciones pueden llevar complementos varios, eso s,
idnticos a los del tipo III. Aadamos que en Indoeuropeo los nombres inanimados no
podan, originariamente, ser sujeto.
En lo que conviene insistir aqu es en que la falta de sujeto ha sido enmascarada en
las lenguas que han generalizado el tipo oracional III mediante la presencia de un sujeto
formal: es ist kalt, it appears, il pleut. Y a veces se interpreta como sujeto lo que
evidentemente no lo era en el comienzo, al menos (confrntese pg. 287). De aqu surgen
oraciones con sujeto infinitivo: gr. Pndaro, Fr. 127;
(Dem., Org. Fin. 16).
Hay incluso lenguas que son incapaces de usar un verbo sin que lleve un sujeto,
mientras que esto es factible en espaol, en verbos personales, siempre que el contexto
sea claro. Si no, hay que distinguir, por ejemplo, entre l y Vd.; marca al menos las
personas. El japons y coreano, en cambio, no las marca (pg. 307).
En suma, junto a la oracin nominal pura existe tambin la verbal pura, que es no
slo un arcasmo, sino tambin un tipo general que se abre camino incluso en lenguas
dominadas por la clase III. Todava existen, de otra parte, huellas de una indiferencia

verbo/nombre, que constituira un tipo an ms primitivo (cf. pg. 305 sigs.).


4. III. Clases nominal-verbales.
Son las que se han impuesto con ms generalidad, como producto de una visin dual
y animada del mundo que opone sujeto (agente) y verbo (accin). Pero el modelo es
seguido en cierta medida slo formalmente en diversos tipos citados en I y II en que no
hay agente y a veces tampoco accin; incluso en muchas oraciones de III, aun
descontando los usos animados (gtita cauat lapidem).
En realidad, el sujeto es, en principio, una determinacin ms de ciertos verbos,
comparable a los complementos; se colocaba junto al verbo simplemente y la subclase
de palabras de ste defina su funcin de sujeto. De ah que el nominativo, cuando no
proviene de un ergativo, suele tener marca cero, la misma del complemento de los
transitivos en lenguas con ergativo (pg. 286). Sin embargo, en la etapa de pleno
desarrollo de la oracin predicativa, sujeto y verbo van considerados como trminos
igualmente fundamentales; con mucha frecuencia van en relacin de referencia
cruzada indicando una referencia o marca la persona del sujeto y viceversa. Sujeto y
verbo se definen recprocamente, pues, en cuanto a la persona, y la subclase de
palabras del uno selecciona la del otro.
5. Igual puede decirse de la relacin del verbo y sus complementos, de los que con
frecuencia se puede prescindir y cuyo lmite con las determinaciones adverbiales es
poco definido. Cf. los ejemplos de pg. 279 y otros del tipo de cambiar de vestido,
disponer de dinero, disponerse a marchar, etc., en que a) el giro preposicional tiene
carcter fijo con esos verbos y carece de autonoma, pero b) no hay sistematismo
suficiente para hablar de complementos. Ha sido discutido incluso el carcter de
complemento de la construccin espaola con a en dar pan al pobre (cf. pg.
279). En principio los complementos son determinaciones del verbo ms fijas que
las dems, pero no indispensables ni de un carcter esencialmente diferente. Como
hemos visto, su relacin con el verbo es de un tipo que se halla a niveles inferiores
a la oracin.
Sin embargo, en muchas lenguas uno o ms complementos son tratados como
elemento esencial de la oracin, con funcin gramatical definida en forma
sistemtica. As, son caracterizados formalmente o por el orden de palabras,
oponindolos al sujeto (y a veces a otros complementos); y hay verbos que no
pueden emplearse sin ellos, como hay verbos que no pueden usarse sin sujeto. El
uso del complemento o de uno de los posibles complementos influye
decisivamente en el sentido de toda la oracin. Hay, en efecto, subclases del verbo
que son definidas por los complementos que aquel lleva. Y, en algunas lenguas se
ha creado un sistema de referencia cruzada que une al verbo y sus complementos
(otras veces simplemente incorporados al primero, representados por
pronombres), sistema comparable al que une en otras al sujeto y el verbo;
confrntese ejemplos en pg. 217 sigs.
6. Veamos ahora algunas clases de oraciones con sujeto y verbo:
1) Intransitivas. Son aquellas en que el verbo no lleva complementos: o es incapaz
de llevarlos o no los lleva en esta ocasin. Son del tipo el ro suena, el ro corre, el
viajero se marea (en el origen transitivo).
2) Con complementos. Estos pueden ser uno, dos o ms.
La clase con un complemento puede tenerlo repetido, perteneciendo en cada

ocasin a una subclase. Cf., por ejemplo, los dos complementos de persona o cosa
(pg. 279) en espaol {dar pan al pobre), ingl. (I asked the boy a few questions), gr.
(, . Od. XIX, 393), etc.; la construccin con
complemento de persona e infinitivo (they asked me to go, they watched him go, lat.
dicunt illum uenisse, esp. oye otra vez, dios mo, mi corazn clamar, Machado); y
otras ms. La introduccin como complemento de diversas subclases de palabras
puede producir nuevas subclases de oraciones en funcin de las diversas
construcciones de stas.
La distincin entre los dos complementos se logra bien por caractersticas
formales externas (esp. a, ingl. to ante personas), bien por las caractersticas internas
de clases o subclases (el infinitivo, por ejemplo), bien por el orden de palabras. En
ingls, este ltimo es estricto: she asked me a question, pero she asked a question to
me; en esp. a veces s (se lo dio, drselo), pero otras no (dio una propina al
camarero o al revs).
En otros complementos ocurren cosas semejantes: lat. matri morae esse (dos
dats., uno de persona y otro un abstracto), dono dar alicui, etc.
La distincin entre los dos complementos de igual tipo repetidos puede depender
de hechos lexicales, en la medida en que las subclases de palabras acaban por
desintegrarse, en sus niveles inferiores, en hechos lexicales (cf. pg. 317). As, por
ejemplo, en el caso de los llamados acusativos de todo y parte (
Ilada 4, 501), con hechos comparables en dativo (lat. mihi est cordi).
Estos casos son distintos de los de dos o ms complementos. Frente a la oposicin
formal personal/impersonal en esp. e ingls y a otras aludidas el latn opone en
amat puerum y dat panem puero, puero a puerum y panem; tambin conoce parte al
menos de las subclases de palabras. Lo mismo ocurre, por ej., en la oposicin
gen./acus. en gr. T K (gen. y acus.
pueden ser de persona o cosa), Jenof., Anab. I, 2, 5: los casos tienen funciones
diferentes. Hay que atenerse a lo formal en la medida en que no est anulado por
hechos de sinonimia (aloformas) y juzgar sobre las funciones a su luz, no dndoles
carcter general, interlingstico. Cuanto ms claro queda el carcter especfico de
estas funciones es, de todas maneras, cuando se oponen dos complementos junto al
mismo verbo.
7. Tngase adems en cuenta:
a) No hay correspondencia entre las lenguas. Lo que en una es un doble
complemento directo, en otra es complemento directo + complemento indirecto:
esta ltima situacin se deduce de que ambos aparecen juntos y de que no tienen
distribucin complementaria en relacin con clases de palabras. As, al doble
complemento directo del espaol e ingls responde el latn con cus. + dat. (lo que
ha trado la mala interpretacin de los hechos ingleses y espaoles). Cf. tambin el
tipo lat. Ioui bibere ministrare frente al tipo dicunt illum uenisse: el ingls no
distingue entre ambos, slo puede poner dos complementos, uno de persona y otro
en infinitivo. De construcciones de este tipo surgen subordinadas de infinitivo
cuando el acus. o el dat. se entienden como sujetos, lo que se entiende ms claramente cuando no tienen ya una interpretacin en la oracin principal: gaudeo te
proficisci (gaudeo lleva abl.), aesl. ne dobro jest mnogom bogm byti 'no es
bueno que haya muchos dioses'.
b) Tambin ocurre que en una lengua la oposicin entre dos casos sea clara

cuando aparecen juntos o se usan alternativamente con igual valor (gr. -nveiv ovov
o ovou, con acus. o gen.), pero no si van aislados y son irreemplazables (es decir,
cuando hay reccin mecnica). Entonces el caso ha quedado simplemente ligado a
tal verbo: cf., por ej., utor, -fruor en lat. con abl., verbos griegos de tocar, alcanzar,
etc. con genitivo, etc. Verbos de igual sentido tienen as en distintas lenguas
construccin diferente: , o etctera con acus. / lat. bene facer,
nacer, etc. con dat.; verbos de 'or' con acus. (latn) o gen. (griego): en ambos
casos indicando persona o cosa, cf. gr. KOELV 0eoo Od. VII, 11, KTTTOO Od.
XXI, 237, puellas... audis, Hor. C. III, 22, 3, a. uerbum Ter., Heaut. V, 4, 8.
A partir de estos hechos se llega incluso a la neutralizacin de los casos, en
construcciones alternativas en una misma lengua: por ej. lat. tardo uitam fung
(por uita) que demuestra, al convertirse el acus. en objeto nico, que los diversos
complementos eran sentidos igual. Por lo dems, hay que tener cuidado en
distinguir entre el valor sincrnico de un caso y el histrico o etimolgico. ste es
el error de las Gramticas tradicionales, que ven un instrumental en la
construccin latina de utor, un gen. ablativo en la griega de verbos de 'or', etctera.
c) Decamos arriba (pg. 279) que el lmite entre complemento y determinacin
adverbial o circunstancial es a veces indeciso. De ah las discrepancias entre las
lenguas: pagars tu crueldad, pero ingl. you will pay for your cruelty; fr. fournir
quelque chose quelqu'un pero ingl. furnish someone with something, etc. Aqu se
oponen complemento y determinacin adverbial; cuando sta se fija y se convierte
en un complemento, puede hacerlo de distintos modos y de ah las discrepancias
segn las lenguas aludidas en b).
8. Tambin sucede en ciertas lenguas que la posicin aparte que en indoeuropeo
tiene a pesar de todo (salvo casos lmite) el complemento directo respecto a casos
concretos o adverbiales, no existe en absoluto. Por ej., en vietnams frases que
traducimos por 'comer pescado', 'ir a Saign' y 'comer en un restaurante' no se
distinguen formalmente, pues constan siempre de un verbo seguido simplemente de
un nombre: n c, di Si-gn y un cao-lu respectivamente.
Cuando intervienen pre o postposiciones ocurren cosas que son en sustancia
equivalentes. As, la postposicin pe se aade en guaran no slo a lo que nosotros
llamaramos complemento directo, sino tambin a lo que llamaramos locativo. En
tagalo, todos los complementos del verbo se relacionan con ste por medio de una
preposicin, con lo que el complemento directo es uno de tantos complementos. Pero
hay ms. Son dos las preposiciones que marcan relaciones comprendidas dentro de la
nuestra de complemento directo: una indica un complemento definido (/ qa ba.ta qa
kuma..qin sa maga / 'el nio el que comi el mango') y otra el indefinido (/ qa ba . ta
qa kuma. qin na marjga / 'fue el nio el que comi mango, mangos'). Pero no es esto
slo, sino que la preposicin de complemento indefinido va tambin ante lo que
nosotros llamaramos un adverbio (/ qa ba. ta qa luma. kad na mala. yoq / 'fue el
nio el que pase muy lejos'). Todo ello segn Constantino (1).
No faltan, ciertamente, lenguas en que el complemento directo est muy separado
formalmente de los casos adverbiales, ms que en indoeuropeo. As en groenlands,
donde el caso subjetivo y el objetivo difieren de los dems en que son capaces de
marcar el nmero. Adems, en ambos se indica la relacin de posesin (cf. pg. 220), al
contrario de los dems.
En definitiva, hay que, dentro de cada lengua, establecer grupos de verbos con un
esquema fijo de complementos o con posibles determinaciones adverbiales y tratar de

distinguir entre unos y otros y luego entre los diversos complementos o determinaciones, sabiendo que hay casos lmite: sinonimia parcial de los complementos
(aparte del caso en que hay uno slo con distribucin complementaria segn las
subclases de palabras) y de los determinativos. Se llega as a subclases del verbo que
son las que la antigua gramtica distingua por el sentido (los verbos que significan...
rigen...); algunos verbos pueden pertenecer alternativamente a varias subclases de
palabras. Cuando hay doble complemento de un mismo tipo, solo algunas subclases del
verbo pueden tenerlo.
9. 3) Construcciones predicativas. Son las de tipo complejo estudiadas en pg. 287
sigs. En ellas el complemento es determinado por un adjetivo, que a su vez determina al
verbo. Se usan tambin fuera del acusativo.
10. 4) Construcciones con orientacin de la accin respecto al sujeto. Es un grupo
heterogneo. En unas lenguas se trata de formas reflexivas ( l se lava) que, a veces,
tienen un lmite indeciso con las intransitivas (l se marcha lo es ya claramente). En otras,
como el georgiano, de una flexin interna del verbo que indica que la accin es
realizada sin precisin del beneficiario, para s, en relacin con otro, para otro, sobre
otro: los dos primeros tipos equivalen a las voces activa/media del griego etc.
Aqu entramos ya en el tema de las categoras verbales: en las lenguas indoeuropeas
es la voz media, efectivamente, la que desempea una funcin de este tipo. Como en
otras ocasiones, lo que unas lenguas expresan dentro de una construccin, otras lo
incluyen en la palabra: cf. los verbos con construccin objetiva, que sustituyen a ciertas
construcciones con complementos, aunque, a veces, se aaden tambin estos, con lo que
surgen hechos de referencia cruzada. Aqu hay tambin paralelos en construcciones como
gr. 'se lava las manos', en que la voz media indica que el complemento
pertenece o tiene una relacin estrecha con el sujeto.
En suma, puede decirse que las oraciones orientadas respecto al sujeto son una
subespece de las de complemento y concretamente de las que llevan una marca en el
verbo indicadora de cul va a ser el complemento; solamente, ste puede ser innecesario.
Y en este caso el tema deja de interesar a la teora de las oraciones y por afectar slo al
de las categoras verbales.
Hay todava otros tipos verbales que tienen trascendencia para la construccin: as
los causativos, que exigen forzosamente complemento directo. Pero, en suma, son
construcciones que entran dentro de las enumeradas y no ofrecen inters especial
aunque s, por supuesto, estos tipos de verbos, que unas veces son considerados como
formas de uno mismo y otras como verbos independientes.
11. 5) Otras construcciones. Podra hacerse entrar aqu la voz pasiva, las
interrogativas, exclamativas, etc., pues tienen marcas formales propias. Pero como
pueden aplicarse a todas o casi todas las clases hasta aqu enumeradas, es preferible
hablar de estas construcciones aparte (infra pg. 370) bajo el encabezamiento de
tipos de oraciones.
B.

CLASES MARGINALES.

12. IV. Oraciones determinadas contextualmente.


Junto a las oraciones nominales, verbales y nominal-verbales hay otras an que
pueden equivaler a todas ellas pero son formalmente defectivas: slo se
convierten en oraciones por efecto del contexto externo o del verbal, comnmente
por el introducido por el otro interlocutor. Con la mayor frecuencia, aparte de ser

abreviadas, tienen un carcter sustitutivo.


As, los adverbios-oracin: s, no, bien, maana, quizs... Se entienden slo
como respuesta y equivalen a una oracin completa. As tambin los nombres y
adjetivos-oracin en la medida en que no tienen marcas formales propias; cf.
ejemplos en pg. 255. Ciertos nombres-oracin en anuncios, rtulos, etctera, se
entienden por el lugar en que estn colocados. Un adjetivo-oracin puede
convertirse en adverbio-oracin: bueno. Hay tambin palabras que tienen,
propiamente, la funcin de sustitutos y el valor oracional al tiempo: los
interrogativos como quin?, qu? Estos son fenmenos comunes en todas las
lenguas.
13. V. Otras clases de oraciones.
Conviene tener muy en cuenta que las clases de oraciones mencionadas arriba
tienen validez muy amplia, pero no son absolutamente universales. Ya hemos
hecho observar la no generalidad del verbo subjetivo (que est en la base de algo
tan normal para nosotros como el grupo sujeto-verbo-complemento), de la
clasificacin que nos es familiar de los complementos, etc.
Damos, para insistir ms en esto, el ejemplo de las clases de oraciones en las
lenguas filipinas, establecidas por E. Constantino (1) segn criterios formales. La
base es dividir las oraciones en definidas, indefinidas y situacionales: las dos
primeras con orden sujeto-predicado y la tercera con el inverso; las dos primeras con
una marca del predicado y la tercera sin ella; la primera y tercera con sujeto
precedido por un artculo o demostrativo. Lo notable es que no solamente la divisin
entre oraciones transitivas e intransitivas est subordinada a sta (la clasificacin de
los complementos no es la misma que entre nosotros, cf. pg. 341) y que la nica
relacin obligatoria es que las oraciones situacionales no pueden tener un
complemento definido, sino que dentro de cada una de las tres clases hay que dividir
las oraciones entre las verbales y las no verbales. Estas ltimas pueden ser
subdivididas en adjetivales, nominales y con partcula. Las adjetivales y nominales
equivalen a las que hemos llamado arriba oraciones nominales; las con partcula son
una clase especial, cf., por ejemplo, tagalo /qa bulaklak qa pa. ra sa dala. ga/ 'la flor
la para la muchacha' (con una marca de locativo), e. d., 'es la flor que es para la
muchacha'. A su vez, las oraciones verbales se subdividen en activas y pasivas. Y
junto a estas tres clases de oraciones y sus subdivisiones, predicativas todas ellas,
hay otras ms an: existenciales, meteorolgicas, descriptivas y temporales, todas
ellas con sus marcas.
Confrntese
tambin
oraciones
copulativas
del
turco
el verbo 'ser' se aglutina a diversos casos: siendo 1. a
cuando se aade al gen. ser 'soy de...'; al loe., 'me
en...'; al abl., 'pertenezco a...'.

en
que
sg. -im,
encuentro

2. EJEMPLOS DE SUBCLASES DE
ORACIONES EN ALGUNAS LENGUAS
1. An sin entrar en los tipos de oracin (cf. pg. 370) y prescindiendo de las
complicaciones introducidas por la expansin (infra pg. 348), es decir, cindonos a
las clases bsicas de la oracin simple declarativa, la descripcin anterior ha podido

dejar ver que hay un gran nmero de posibilidades, no realizadas todas en ninguna
lengua. Pero cada lengua, a su vez, aade posibilidades nuevas, como consecuencia de
combinar las posibilidades de los sistemas generales con sus propios sistemas de
clases y subclases de palabras y de categoras verbales y nominales. Llamamos a las
oraciones as engendradas subclases de oraciones y consideramos preferible dar unos
ejemplos a hacer una exposicin sistemtica. Nos limitaremos a sealar algunos del
ingls y el espaol, junto con sus coincidencias y discrepancias. Prescindimos de
aquellos hechos que se estudian mejor en la teora del verbo y tambin de aquellos otros
que se refieren solo a la diferente formalizacin de iguales construcciones
(concordancia, orden de palabras, diferentes tipos de morfemas).
Una primera diferencia: el sujeto puede faltar en espaol, deducindose slo de las
desinencias y del contexto.
En la clase I (oraciones nominales) el esp. opone ser y estar, lo que establece dos
tipos diferentes de conexin; reserva el tipo ser + part. pasivo a la construccin pasiva,
lo que no es el caso del ingls, en que the door is closed es ambiguo, frente a la puerta
es cerrada.
La subclase de verbos con construcciones intransitivas es mucho ms amplia en
ingls que en espaol: es frecuente que a una oracin intransitiva responda en esp.
una con se (he gets up at seven 'se levanta a las siete').
En las transitivas, los complementos de persona y cosa no se distinguen cuando no
van juntos, contra lo que ocurre en espaol (come pan / ama a su madre): la
distincin es slo proporcional sobre la base de las construcciones con dos complementos, que se diferencian por el orden de palabras o por to ante personas, pero
esto slo dentro de un cierto orden de palabras.
2. En el detalle, hay diferencias entre el ingls y el espaol en el manejo del doble
complemento. Por ej., el ingls no posee el tipo objetivo (cf. pg. 218) le di el
libro a tu madre frente a di el libro a tu madre / di a tu madre el libro); pero marca
otras diferencias de nfasis, cf. he gave me the ball / he gave the ball to me. Esta
bsqueda de nfasis lleva a veces en ambas lenguas a sustituir un complemento por una
determinacin adverbial (trajo un libro para m, he built a house -or himself) en forma
no siempre coincidente.
La existencia en los personales espaoles de una oposicin acus./dat., tambin
comporta diferencias.
La construccin con complemento de persona e infinitivo aparece en ingls en
muchos verbos que en espaol llevan que + subjuntivo (I asked him to visit us 'le ped
que nos visitara'); otras veces el esp. lleva, a ms del infinitivo, un acus. o dat. (los
hice salir / les orden salir). As, el esp. responde a veces con una oracin compuesta a
una simple del ingls, pero los infinitivos, a veces, son ya entendidos como
constituyendo oraciones subordinadas.
El tipo con gerundio como segundo complemento (they saw him going) tiene en esp.
muy escasa correspondencia: slo con verbos de percepcin hay construcciones como
le vi robando y aun en este tipo robando se entiende como adverbio; es una
construccin alternativa con le vi robar, con un matiz de diferencia (robando es
descriptivo), mientras que un verbo ingls tiene normalmente que elegir entre ambas
construcciones, sin matiz diferencial.
Al tipo con there are (there anticipatorio) responde el esp. con hay, respecto al cual

el grupo nominal se entiende hoy como sujeto.


stas y otras son las diferencias dentro de dos sistemas esencialmente idnticos.
Habra que aadir tambin la diferencia de sujetos: el esp. no tiene correspondencia con
el gerundio sujeto en -ing; la diferencia en las subordinadas tras verbos de sentido
equivalente; las diferencias de nfasis basadas en el orden de palabras ( h e mentioned it
to me only yesterday / only yesterday mentioned he it to me) y que son ms frecuentes y
con ms posibilidades en alemn (ich kenne diesen Mann seit langer Zeit / seit langer
Zeit kenne ich diesen Mann / diesen Mann kenne ich seit langer Zeit); etc., etc.
Mayores son las diferencias del esp. y el ingl. con una lengua todava prxima, como
el griego antiguo, que tiene varios complementos siendo a veces difcil separarlos de las
determinaciones adverbiales; posee construcciones predicativas con participios y aun
con adjetivos que no hallan correspondencia; construcciones de infinitivo marcando
aspecto, tiempo y modo; etctera. Y, claro est, si pasamos a lenguas exticas de cuyos
tipos de estructura oracional y de cuyas funciones al nivel del morfema y la palabra
hemos dado alguna idea, las diferencias sern mayores.
()
V. TIPOS Y SUBTIPOS DE ORACIONES
1. TIPOS DE ORACIONES
1. Volviendo a ascender de los fenmenos de la expansin y la coordinacin
asociativa y de las marcas de las relaciones suboracionales a. las clases de
oraciones, nos encontramos con que cualquiera de las examinadas en II puede ser
multiplicada por otras varias: mandato, interrogacin, etc. Es ms prctico estudiar
aparte estas clases que, para distinguir, llamamos tipos de oraciones. Se pueden
estudiar y as se ha hecho siempre con ayuda de leyes: indicando mediante
qu cambios, adiciones o eliminaciones una oracin aseverativa, por ejemplo, se
convierte en una interrogativa. Tambin la relacin entre las clases de oraciones
puede estudiarse, como dijimos, transformacionalmente, es decir, en definitiva
formalizando esas mismas leyes. En uno y otro caso se trata de paradigmas de
oraciones: si una de ellas se estudia mediante anlisis de sus elementos o por
transformacin a partir de otra, es una simple cuestin de comodidad metodolgica.
Los tipos de oracin pueden determinarse en una lengua bien por su estructura
interna marcas formales y funcin multiplicables por varias clases bien por su
distribucin respecto a unidades superiores. Por supuesto, la suma de esas marcas y
funciones y la suma de esas distribuciones sern definitorias del gnero a que
pertenecen los tipos de oraciones. Arriba llamamos la atencin, efectivamente,
sobre el hecho de que a ms de las marcas formales de toda oracin simple (en una
lengua), existen las de los tipos de oraciones simples, que definen, por tanto, al
tiempo la oracin.
2. En el libro de Fres repetidamente citado se estudia la segmentacin de los
tipos de oraciones en ingls sobre la base de la distribucin. Del material por l
reunido se deduce que hay en ingls, juzgando por este criterio, cuatro tipos de oraciones: aseverativas, interrogativas, de mandato y exclamativas.
Para llegar a ello, clasifica primero las oraciones en comunicativas y no

comunicativas, que no provocan respuesta: son las oraciones exclamativas. Las


comunicativas, a) obtienen respuestas orales (afirmaciones o negaciones, preguntas,
etc.); o b) la respuesta es una accin; o c) hay respuestas orales o no que consisten
en seales de atencin convencionales (s, bien, claro, ruidos nasales, gestos...). El
tipo a) es el de las oraciones Interrogativas, el b) el de las de mandato y el c) es el
de las asevera ti vas.
La distribucin depende, por supuesto, de la reaccin (o falta de ella) provocada
por las oraciones: en definitiva, de mi funcin en unidades lingsticas superiores al
perodo. Como t N lgico, esta funcin es captada por el oyente mediante marcas
formales de la unidad. Estas marcas pueden referirse a) a su segmentacin, b) a sus
elementos integrantes. Pero uno y otro criterio se combinan con mucha frecuencia.
3. Segn Navarro Toms (1), en espaol la interrogacin como es comn en
todas las lenguas en general se opone a los dems tipos de oraciones por tener al
final entonacin ascendente en lugar de descendente; hay luego una distincin entre
las oraciones aseverativas, las exclamativas (con ms intensidad y agudeza de la slaba
acentuada, a veces, adems, toda la oracin con mayor tensin muscular) y las de
mandato (como stas, pero con mayor elevacin y descenso de la entonacin y mayores
intervalos, por tanto).
Sin embargo, Pike (1) ha sealado para el ingls que los tipos de oracin no
coinciden exactamente con diferencias de entonacin, esto es, que stas tienen que ser
complementadas con otros criterios. Sealando con 12 3 4 los tonos de la curva
meldica del ingls, del ms agudo al ms grave, seala que las entonaciones
ascendentes 3 2 1, 3 2 indican ya interrogacin, ya continuacin del perodo;
las descendentes (3 2 4) indican aseveracin, mandato y tambin ciertos tipos de
pregunta (what did you tell him?); otras descendentes del tipo 2 3 indican
continuacin.
En lenguas de familias lingsticas diferentes de la nuestra, los tonos pueden tener
una funcin como marca del tipo de oracin. As en ngkaba (grupo sudans) el verbo es
caracterizado por un tono como imperativo, lo que indirectamente caracteriza una
oracin de mandato.
4. Son muy variables y diferentes segn las lenguas las marcas formales internas de
los cuatro tipos de oraciones.
En las interrogativas totales (que preguntan por ,1a veracidad de la frase), es
frecuente el cambio de orden de palabras: ing. have you seen it?, al. haben Sie es
gesehen?, esp. ha salido Juan? Pero no en otras lenguas; y en estas mismas hay excepciones: ingl. you are going already?, esp. Juan viene con nosotros? Por otra parte, el
cambio del orden de palabras presenta diferencias: ingl. has she written?, pero esp. ha
escrito ella? A veces se complementa con otras marcas, as en ingls la perfrasis con
do: do you want...? Y tambin puede ocurrir que estas marcas se basten para indicar la
interpretacin, sin cambio de orden de palabras: aadiendo al verbo o a la palabra por
que se corresponda un elemento (chino ma, lat. -ne, rus. li) o ponindolo al comienzo
(fr. est-ce que...?). Hay luego subtipos diversos de interrogaciones, sobre todo de las
parciales, que suelen llevar palabras interrogativas especiales.
Tambin las oraciones de mandato y las exclamativas tienen marcas formales. Las
primeras suelen caracterizarse por formas verbales especiales (imperativo o subjuntivo)
y, a veces, por falta de sujeto en lenguas en que por lo dems es obligatorio (ingl. have
tea with us, please) o por inversin del orden de ste y el verbo (sintate t, pero

tambin t sintate). Las exclamaciones llevan con frecuencia junto a s determinados


indicios, como son las interjecciones y palabras equivalentes.
Aunque una u otra de las marcas pueda faltar, con ayuda de la entonacin puede
evitarse la ambigedad.
En cuanto al sentido, es obvia la diferencia entre los cuatro tipos: captada por el
interlocutor, provoca las reacciones que hemos sealado arriba. Sin embargo, una vez
que existen pueden estilsticamente usarse con una funcin diferente. Ahora mismo
vienes = ven ahora mismo; quiere Va. entrar? = entre, por favor, etc. En otras lenguas
hay fenmenos enteramente comparables.
Estos hechos deben estudiarse con los usos anmalos de otras unidades lingsticas.
Son neutralizaciones momentneas de las oposiciones entre los tipos (cf. pg. 506). en
que, por cortesa u otras varias razones (dar como seguro lo que no lo es, como
voluntario lo obligado, etc., y lograr as ciertos efectos psicolgicos), se usa un tipo de
oracin que no corresponde al referente verdadero. Son diferentes de las
neutralizaciones que consisten en la falta de referencia a la nocin de la oposicin:
pueden compararse con la metfora (cf. pg. 538). El contexto verbal o extraverbal
suministra la clave para la interpretacin: la oracin toma otro sentido del que tendra
aislada.
2. SUBTIPOS DE ORACIONES
1. Estos son los tipos de oraciones considerados fundamentales que son ms
frecuentes; pero junto a ellos existen subtipos en que se dividen. Por otro lado, el criterio
para jerarquizar las oraciones en tipos y subtipos no siempre es inequvoco (la
negacin y la pasiva suelen considerarse como tipos); hay construcciones que
merecen ser consideradas como un subtipo en una lengua, pero en otra no; y,
finalmente, hay subtipos (o tipos, como se quiera) que no se dejan clasificar
fcilmente dentro de los cuatro tipos fundamentales. Adase que algunos de
estos subtipos, as las oraciones negativas, pueden multiplicarse por los diversos
tipos.
2. Sealamos a continuacin algunos de los subtipos de oraciones ms
frecuentes en nuestras lenguas, con algunas de sus marcas formales.
Prescindimos de las subordinadas.
a) Oraciones aseverativas. Navarro Toms distingue diferencias de entonacin
en las parentticas (entonacin descendente, con poca altura) y complementarias
(ciertas coordinadas intercaladas en otra aseverativa: tras ellas el tono baja ms
de lo normal).
Son importantes las negativas y pasivas. Las primeras no forman un subtipo en
espaol, en general: no viene es viene con una determinacin adverbial como
tantas otras. Pero en no viene nunca el no ha impuesto un adverbio temporal
negativo, es decir, ha influido en la construccin de toda la oracin: hay que
pensar en un subtipo diferente. En ingls, la complejidad formal de oraciones
negativas como he does not work es comparable a la de las interrogativas.
3. En cuanto a la pasiva, se ha propuesto, a veces, que es una simple variacin
formal de la activa. Esto no es cierto, aunque, a veces, puedan alternarse. En
lneas generales, puede decirse que la pasiva evita un sujeto impersonal o uno que
es evidente de por s o que, por el contrario, se prefiere no poner de relieve: nos
da un centro de inters distinto de uno que queremos dejar en segundo plano.

Ese centro de inters es un sujeto que no es agente.


La expresin de la pasiva es varia: ya una forma perifrstica (~soy amado), ya
varias flexionales (ai. yujyte 'es unido'), mientras que otras veces conserva la
forma de oraciones orientadas (cf. pg. 342), de las que ha nacido. Pero
siempre se coloca como sujeto la palabra que en otro caso ira como complemento; cuando hay un sujeto agente lleva una preposicin o un caso no
nominativo ni acusativo: es un complemento derivado de una determinacin
adverbial.
En el detalle hay mltiples diferencias entre las lenguas. Mientras en esp. ambas
pasivas, la perifrstica y la con se, son transformaciones de oraciones transitivas con
un solo complemento (Juan es amado; la tienda se abre a las nueve) y el problema
consiste en saber cundo se usa uno u otro tipo (que no son exactamente sinnimos),
en ingls hay tres pasivas, que ejemplificamos siguiendo a Jos (1):
) Primaria (the answer must be written in ink).
) Secundaria (we were not given any information). Confrntese en griego y latn
construcciones anlogas en que el acusativo de cosa permanece en acusativo al
realizarse la transformacin pasiva: (Jenofonte, An. II 6, 1).
) Terciaria (Mr. Smith was telephoned for).
De estos tipos, ) transforma oraciones transitivas con un complemento ) con
dos, ) oraciones con un complemento y una determinacin adverbial. Como se ve,
en ingls son ms numerosos que en espaol los elementos de la oracin que pueden
convertirse en centros de inters con ayuda del subtipo pasivo.
Naturalmente, la lista de subtipos de las oraciones aseverativas no se agota con
esto. Por citar uno ms, cf. las aseverativas que indican una cita: fr. il serait tomb
malade; al. er wre ein Spanier.
Tngase finalmente en cuenta que a veces hay diferencias entre las oraciones del
primer interlocutor y las del segundo, que les sirven de respuesta. Por supuesto,
vara la distribucin dentro del total. Pero adems en la respuesta se dan, a veces,
caractersticas formales especiales: as en el caso de la mayor parte de las oraciones
defectivas, cf. pg. 344.
4. b) Las oraciones interrogativas tienen muchos subtipos. Es general la
oposicin de una interrogativa total y varias parciales, que en espaol tienen
diferente entonacin: antes del descenso final, hay en las segundas una ligera
elevacin, confrntese supra pg. 372; en otras lenguas la diferencia de entonacin es
otra, pero suele haberla. Hay luego diversos subtipos segn las palabras que
introducen las interrogaciones parciales, sus diferencias de orden de palabras, etc.
Hay su multiplicacin con las negativas y pasivas, mediante recursos formales
diversos.
c) Las oraciones de mandato tienen a su lado otras ms o menos prximas que
indican ruego, deseo, etc. mediante diversos modos logrados inflexionalmente unas
veces, otras con ayuda de palabras funcionales, otras an con formas perifrsticas.
Mientras estos modos no tienen trascendencia para la construccin de la oracin,
deben estudiarse en las categoras verbales; pero a veces la tienen. En espaol el
ruego presenta diferencia de entonacin respecto al mandato; suele aadir otros
indicios, palabras como por favor, si me permite (confrntese ingl. please, al. bitte,
etc.). En primera de plural hay oraciones en que el sujeto exhorta al grupo y que

suelen diferir formalmente de las de mandato; lat. eamus (subj.) frente a ite.
La multiplicacin de las oraciones de mandato por las negativas da las de
prohibicin, que suelen variar en la construccin respecto a unas y otras. Por
ejemplo, usan subjuntivo en vez de indicativo (no vayas / ve) y an hay otras
restricciones: en ai. (e indoeuropeo antiguo) se usaba como modo de las de
prohibicin el injuntivo, es decir, un indicativo de pasado sin aumento, usado
atemporalmente; en griego se usa el subjuntivo slo si es de aoristo y el imperativo si
de presente; etc. La expresin suele ser distinta de la de las otras oraciones negativas:
lat. non / ne, gr. / , pero no siempre, cf. esp. no en ambos usos.
Hacen transicin entre las oraciones interrogativas y las de mandato las deliberativas
del tipo ; no siempre las hay con una forma propia: cf. esp. hablamos
o callamos?, ingl. shall we speak? Diversas oraciones modales, de otra parte, pueden
hacer transicin respecto a las deliberativas.
d) Finalmente, se pueden establecer subtipos dentro de las oraciones exclamativas, por
ej., en esp. exclamaciones como magnfico! tienen un refuerzo en la tensin con que se
pronuncian respecto a otras en que nos referimos a otra persona: insensato!, maldito!
VI. ORACIONES COMPUESTAS Y UNIDADES SUPERIORES
1. RELACIN CON LAS SIMPLES
1. Por encima de la oracin simple est la oracin compuesta, a la que ya nos hemos
referido varias veces. Se distinguen dos tipos:
a) Oraciones coordinadas, que aaden algo la una a la otra pero pueden tener
autonoma por s mismas. La relacin puede ser copulativa, pero tambin causal,
adversativa, disyuntiva, etc.
b) Oraciones subordinadas: una de ellas determina a la otra y es inconcebible sin
ella.
En principio, slo debe hablarse de composicin de oraciones cuando hay una marca
formal de la misma. La relacin ideolgica no tiene de por s entidad gramatical. Si
decimos llueve, no voy a salir es claro que el primer hecho es causa del segundo: la
simple yuxtaposicin de los mismos lo-hace claro. Sin embargo, no existe
subordinacin. Lo mismo debera decirse de las coordinadas asindticas del tipo ueni,
uidi, uici. Si se las llama coordinadas, es que se consideran como una variante
estilstica de las con conjuncin, como a veces las oraciones aludidas arriba son usadas
como variantes estilsticas de las subordinadas con conjuncin. Igual sucede con las
subordinadas relativas en ingls, donde se dice, por ejemplo, the book I bought is on
the desk o bien the book which I bought, etctera.
Esto sucede solamente en lenguas en que las oraciones compuestas con marca
gramatical son las predominantes. No es esto lo ms comn, sin embargo, por ms
que as nos lo parezca a los hablantes de lenguas como la nuestra, con un gran
desarrollo de la subordinacin. En las lenguas con poco o ningn cultivo literario
la subordinacin es, en general, poco frecuente o inexistente. Concretamente, el
gran desarrollo de la subordinacin en las lenguas indoeuropeas procede, en parte,
de la difusin de tendencias propias, pero sobre todo del influjo ejercido por el
griego y el latn, segn los casos despus del influjo del primero sobre el latn
. En definitiva, el modelo ltimo es la sintaxis de la prosa artstica griega. El ai.,
que permaneci aislado de esta tradicin occidental, desarroll la subordinacin en
un grado mucho menor (empleando, en cambio, abundantemente la composicin

nominal).
Por poner otro ejemplo, las lenguas uralo-altaicas no conocen en sus fases
antiguas ni la coordinacin ni la subordinacin. Luego han tomado, para
desarrollarlas, prstamos de lenguas ide. ('y' se dice en mordvo, etc. con i, del ruso;
en finlands con ya, del germnico); o, por influjo de stas han desarrollado, sobre
todo en hngaro y finlands, un sistema de conjunciones y relativos a partir de los
pronombres interrogativos y demostrativos.
En suma: solo los indicios formales definen de una manera tajante la existencia
de coordinacin o subordinacin.
2. Pero an en el caso de que haya estos indicios formales, encontramos casos
de transicin o duda entre oracin simple y compuesta:
a) La coordinacin de oraciones no es en principio otra cosa que la coordinacin
de dos verbos con ayuda de una conjuncin. Es decir, algo comparable a la
coordinacin de dos sujetos o dos complementos. Coordinados los dos verbos, pueden continuar teniendo el mismo sujeto o complemento: confrntese ejemplos en
pg. 351. No hay pues una sntesis de dos oraciones diferentes con reduccin de
elementos: es un tipo de coordinacin que est an prximo a la oracin simple. La
prueba de ello es que con mucha frecuencia las conjunciones que coordinan
oraciones son idnticas a las que coordinan palabras. Este tipo de coordinacin slo
se considera tal cuando se difunde la coordinacin entre oraciones con todos sus
elementos completos.
b) Hemos visto arriba (pgs. 340, 347) que tanto las oraciones de infinitivo con
sujeto en acusativo como las con participio predicativo, son, en principio, oraciones
simples, incluso si el infinitivo o el participio llevan a su vez un complemento. Concretamente, las oraciones de infinitivo provienen de verbos con dos acusativos, uno
de los cuales se entendi luego como sujeto del infinitivo; en otras lenguas, de
verbos con complemento directo e indirecto, siendo el dativo considerado como
sujeto (aesl. ne dobro jest nam sde byti 'es bueno para nosotros estar aqu');
incluso un giro preposicional puede ser entendido as (ingl. it is good for a man not
to touch a woman). Si el infinitivo Reg a ser considerado como oracin
subordinada y el caso como sujeto suyo, ello sucedi a partir del uso del infinitivo
con verbos cuya construccin no explica la del caso que se entiende como sujeto:
en lat. gaudeo eos uenisse el eos (acus.) es forzosamente sujeto de uenisse, pues
gaudeo exigira un complemento eis (abl.) (cf. pg. 340). A partir de un cierto
momento, el simple hecho de existir un acusativo y un infinitivo (o un dativo y un
infinitivo, en otras lenguas) dependiente del verbo, es ya indicio de subordinacin.
Y como la construccin con infinitivo es paralela a la con participio predicativo e
incluso existe junto a ella en algunos verbos, tambin sta se siente como
subordinada. As en griego son subordinadas tanto la oracin introducida por las
conjunciones , ( ) como la de infinitivo (
) y la de participio predicativo ( ).. En espaol no se ha
desarrollado la subordinacin de infinitivo, pero la hay en la lengua antigua.
3. Otras veces todava ha sucedido que un elemento propio de una oracin pueda
alternativamente ser entendido como indicio de subordinacin; a veces en una
fecha dada queda como nico este segundo papel, pero otras quedan casos ambiguos. En ellos el criterio decisivo es, sin duda, la existencia o no de pausa bien
sealada entre las dos oraciones. Pero este dato, si se trata de textos escritos, puede
faltarnos. Ejemplos:

/ Il. V, 148.
Puntuando as se trata de dos oraciones (a ellos...); puntuando de otro modo, una
(a los cuales...).
urbem quam statuo uestra est (Verg., Aen. I 573) la ciudad que construyo es
vuestra o bien construyo una ciudad: es vuestra.
En casos como estos, la relacin que se senta entre dos oraciones independientes
acab por marcarse gramaticalmente, por as decirlo, con determinados elementos de
una de ellas convertidos as en nexos de subordinacin. Es ste el ms frecuente origen
de estos nexos.
En la interpretacin de un perodo con dos verbos (incluso uno en forma no personal)
como un perodo subordinado hay, en definitiva, un hecho de interpretacin
paradigmtica: se le considera equivalente a la suma de dos oraciones simples ms una
cierta relacin de dependencia entre ellas. Esta relacin de dependencia acaba por
considerarse marcada por un determinado elemento formal, que luego se difunde con
esa finalidad. Dado que este empleo es secundario, nada de extrao tiene que las marcas
de las oraciones compuestas, incluido el uso de tiempos y modos, se hallen a veces
tambin en la oracin simple: es su presencia en una oracin que modifica a otra la que
las hace significativas.
4. En el origen, sin embargo, las oraciones subordinadas son meras expansiones de
las simples o meras transformaciones de un elemento de ellas:
a) Expansiones de carcter adjetival de un nombre: son las oraciones de relativo, ya
especificativas (el hombre que vimos ayer es un italiano), ya explicativas (Juan, que es
muy buena persona, hizo lo que pudo), divisin que coincide con la de la atribucin y
coordinacin explicativa (cf. pg. 283).
b) Transformaciones de un nombre en verbo para ocupar una funcin nominal de
sujeto o complemento (oraciones de infinitivo y participio, completivas, con
conjuncin): me cont que lleg Juan = me cont la llegada de Juan,
c) Transformaciones de un verbo en adverbio, para dar una determinacin adverbial
a la oracin.
Puede darse una serie de reglas para derivar de una oracin simple una subordinada
mediante una expansin o una transformacin. Pueden tambin establecerse relaciones
entre las diversas transformaciones posibles, que dan subordinadas. Esto es lo que ha
hecho siempre la Sintaxis tradicional y lo que ahora intenta llevar a cabo con ms rigor
la Gramtica transformacional, de que nos ocuparemos en el cap. VII. Es un mtodo, en
definitiva, para exponer en forma fcilmente abarcable paradigmas complejos (cf. pg.
468).
2. MARCAS FORMALES
1. Como en otros casos de que nos hemos ocupado antes, las marcas formales de la
oracin compuesta son de rdenes diversos: pausas y entonacin; orden de palabras;
palabras y formas flexionales diversas. A veces aparecen con redundancia, a veces hay
una sola marca; ya se refieren a la segmentacin total de la oracin compuesta, ya a la
existencia pura y simple de la coordinacin o subordinacin, ya a la de un cierto tipo de
coordinacin o subordinacin. En ocasiones las marcas faltan y es la simetra con tipos
bien marcados la que decide la segmentacin.
a) Pausas y recursos suprasegmentales.

Veamos en pg. 333 que la oracin compuesta va seguida de pausa terminal, en


algunas lenguas al menos; la simple integrada en una compuesta va seguida de pausa,
pero no siempre. Por ello el criterio de la pausa es til para separar las oraciones
simples escindiendo las compuestas; pero deja oraciones simples por escindir. Por
ejemplo, la diferencia entre oraciones especificativas y explicativas es precisamente que
las primeras carecen de pausa inicial.
La entonacin puede ser una ayuda. En espaol lo normal es que la primera de dos
oraciones que forman una compuesta (sea la principal o la subordinada) tenga una
entonacin final ascendente y la segunda una descendente: esto slo ayuda a marcar
subordinacin en oraciones como a quien se humilla, Dios le ensalza; y es, con la
pausa, el solo indicio de ella en, por ejemplo, el mal camino, andarlo pronto (ejs. de
Navarro Toms).
Las frases coordinadas, por su parte, se caracterizan porque tras cada una de ellas el
descenso de la entonacin es menor que ante pausa terminal.
Aparte de la entonacin, se han usado, a veces, otros suprasegmentales para
diferenciar la subordinada de la principal. Concretamente, puede encontrarse
diferencias de acento o tono entre el verbo de la principal y el de la subordinada. Por
ejemplo, en vdico el verbo de la principal es tono, con determinadas excepciones; el
de la subordinada, tnico.
2. b) Orden de palabras.
Puede ser diferente en la principal y subordinada. Hay tendencias en este sentido,
ms o menos estrictas, en diversas lenguas, pero en ninguna funciona este recurso tan
claramente como en alemn, en que el verbo finito va siempre en posicin final en las
subordinadas: ich weiss nicht, ob er margen abreisen wird; sagen Sie mir, warum die
Kinder so ungehorsam waren; es freut mich sehr, dass ihre Schwester wiederhergestellt
ist; wenn er mich liebte, hatte er dies nicht getan. Por otra parte, el orden sujeto/verbo
se invierte en ciertas condiciones: irre ich nicht, so hatte sich das zugetragen ehe Sie
gekommen waren. Lo mismo ocurre en ingls: were I rich, I would buy a lot of things.
Otro recurso es el de asignar un orden fijo a la subordinada en relacin con la
principal. Es lo que sucede, por ejemplo, en japons (pg. 225).
3. c). Palabras y formas flexionales diversas.
1. Las ms comunes son las conjunciones y los pronombres relativos: a veces
aparecen tambin en oraciones principales, como hemos dicho, mientras que otras
veces los nexos de subordinacin estn ya diferenciados o se siente que se trata de un
empleo especial.
Vanse algunos ejemplos en lenguas indoeuropeas:
Como comunes al uso en composicin de oraciones y dentro de la oracin simple,
podemos citar los siguientes elementos:
Gr. : es adverbio ('tambin') y sirve para coordinar copulativamente palabras y
oraciones.
Ai. va, gr. f^: coordinacin de palabras o de oraciones.
Al. der: artculo y relativo (de un antiguo demostrativo).
Lat. ne: adverbio de negacin; conjuncin tras verbos de temor o indicando
finalidad negativa.

Ingl. where?, esp. dnde? y otros equivalentes: indican interrogativa directa


(simple) o indirecta (subordinada).
Algunas de estas palabras, por el mismo hecho de desempear funciones
diferentes, acaban por ser sentidas como dos palabras diferentes (homonimia): lat.
quod, gr., , ai. yad son a la vez neutros del relativo y conjunciones (con frecuencia
el segundo valor se concreta con ayuda de un segundo recurso, por ej., el uso del
modo o tiempo del verbo en la subordinada).
Confrntese en pg. 309 hechos semejantes en otro dominio lingstico (guaran);
y supra pg. 378 sobre el uralo-altaico.
En cuanto a las palabras reservadas a marcar la composicin de oraciones, pueden
citarse ejemplos como lat. ut, ai. yadi 'si', gr. 'de suerte que'; relativos como aesl.
ie, lat. qui, etctera.
4. 2. Hay una serie de usos especiales del verbo que indican subordinacin. A veces
son forzosos, a manera de los hechos de reccin: bien indican simplemente
subordinacin, 'bien un tipo especial de subordinacin, bien dependencia de
determinadas oraciones principales. Otras veces en la subordinacin alternan formas
verbales propias de la subordinacin con otras que no la marcan: se elige entre unas y
otras segn la intencin del hablante. En uno y otro caso las formas que marcan
subordinacin son o bien las mismas usadas en oraciones independientes, o bien
formas especiales que slo se dan en subordinacin. En cuanto a la coordinacin, su
uso del verbo es el mismo de las oraciones simples.
) Ante todo, la subordinacin se marca mediante cambio de la persona del verbo: a
la oracin simple ir? responde a la subordinada pregunt si ira; cf.lat. timent ne
excludantur frente a ne excludamur.
) Subordinacin con infinitivo y participio: cf. lo dicho arriba, pg. 379.
) Subordinacin indicada por el modo. En espaol y otras lenguas romnicas se ha
cumplido, dejando pocas excepciones, un proceso ya comenzado en latn y que halla
paralelos en otras lenguas indoeuropeas: el subjuntivo es esencialmente un modo de
subordinacin. Unas veces se trata de una reaccin mecnica, por ej., tras verbos de
voluntad (quiero que venga, pero si no cambia el sujeto hay infinitivo: quiere venir), en
oraciones de finalidad (llmalo para que venga), etc. Otras veces el subjuntivo se usa
junto al indicativo, teniendo ambos diferente valor: una secretaria que escribe / escriba
bien a mquina son dos cosas diferentes, lo mismo que cuando viene / venga. El
subjuntivo aade aqu la idea de indefinicin.
Por otra parte, es habitual en muchas lenguas el uso modal del indicativo pasado en
ciertas subordinadas: as en el ejemplo ingls citado en pg. 58. Segn la oracin
principal, el pretrito de la subordinada tiene valor de tal o de irreal. En griego tico el
imperfecto adquiri valor de irreal de presente y el aoristo de irreal de pasado cuando
hay principales adecuadas; en Hornero ambos son an irreales de pasado.
Existen tambin oraciones en que es forzoso el indicativo en funcin de tal, por ej.,
en esp., en las completivas con verbos de saber, decir...: en espaol el indicativo indica
subordinacin solamente cuando se combina con ciertos verbos regentes y ciertas
conjunciones, es decir, en tipos de subordinacin especiales. En otras lenguas hay usos
ms o menos semejantes, pero el detalle vara: el al., por ejemplo, dice man sagt, er sei
gestorben, donde el subjuntivo atribuye la responsabilidad de la noticia al informante;
el espaol, en cambio, traduce: se dice que ha muerto.

Los usos del subjuntivo espaol en subordinadas tienen pese a todo el mismo valor
fundamental de los escasos subjuntivos de oraciones principales, salvo cuando son
sentidos como simple recurso de subordinacin. En griego tico existen ni contrario
subjuntivos de subordinacin que incluso formalmente difieren de los de la oracin
principal e igual los optativos: en la principal no hay ms que el subjuntivo voluntativo
en 1.a pers. y en subordinada hay voluntativo y prospectivo (con ) en todas; en
principal hay optativo cupitivo (sin v) y potencial (con v) y en subordinada ambos,
pero sin v.
Existen lenguas que poseen modos especiales, usados solamente en oraciones
subordinadas: as el groenlands, que junto al presente, optativo e interrogativo
de las oraciones principales tiene el conjuntivo y el subjuntivo de las subordinadas:
takugpago (subj.) es 'si l le ve', takungmago (conj.) 'porque (cuando) le vio'. Es un
estadio al cual est prximo el Subjuntivo de las lenguas romnicas, apenas usado en
principales.
5. Existen, de otra parte, hechos de consecucin, en los que el modo del verbo
subordinado depende, como decamos, de lit oracin principal. El tipo ms frecuente es
aquel en que I tiempo pasado del verbo principal implica un modo especial. Este es el
caso del griego, que tiene tras verbo principal en pasado optativo oblicuo en la
subordinada; pero se trata de un hecho opcional, se puede usar bien este optativo, bien
el modo usado tras presente. Ello depende de que se quiera destacar el punto de vista
del sujeto de la principal o el del de la subordinada. Por otra parte, en estas oraciones el
optativo puede conservar, aparte de su valor subordinante, su valor propio de indicar la
posibilidad: as cuando comenz a desarrollarse esta construccin. Un caso mixto que
es comparable es el del gtico: tras pretrito, el opt. de pretrito puede indicar
anterioridad respecto a la accin de la principal, pero tambin simplemente
subordinacin, sustituyendo al subjuntivo de presente propio de la oracin simple: frah
hwa wesi pata , ,
En espaol la consecucin es obligatoria: quiere que venga / quiso (tambin querra,
quisiera) que viniera; desea que hayas tenido xito / deseaba que hubieras tenido
xito. Aqu un subjuntivo es sustituido por otro. En vendr / dijo que vendra, el ind.
futuro de la principal es sustituido por el potencial.
En latn los hechos son ms complejos. Los diversos indicativos de la oracin
principal tienen subjuntivos correspondientes en la subordinada: a qui es? responde dic
qui sis y paralelamente a fuisti responde fueris; tras verbo en pasado hay
respectivamente esset y fuisset. Hay, ciertamente, excepciones a esta consecucin en
un estilo menos ligado y ms conversacional.
Pese a lo dicho arriba, el modo de una oracin coordinada puede a veces asimilarse
al de otra (casos llamados de atraccin):
(Tucdides II 72, 2) donde atrae el opt.
de la subordinada.
Aparte de todos estos usos modales que indican la subordinacin, tambin es
caracterstica de sta que en la mayora de las lenguas excluye a un modo como es el
imperativo.
6. 5) Subordinacin indicada por el tiempo. Hay lenguas en que el tiempo de la
subordinada permanece inalterado, pero en otras es asimilado a un pasado de la oracin
principal: esp. dijo que vena, cuando lo que el sujeto de la subordinada dijo es voy o
ir.

3. FUNCIN DE LA ORACIN COMPUESTA. SUBCLASES.


UNIDADES SUPERIORES
1. Igual que la oracin simple y que las unidades inferiores, la oracin compuesta
constituye en cierto sentido una unidad de contenido. Igual que ellas se subdivide en
clases: hemos citado las completivas, relativas y adverbiales. Estas clases se dividen a
su vez en subclases, que varan notablemente de lengua a lengua, pues cuanto ms
complejas son las unidades mayores son las variaciones que comportan. Hemos dicho
algo sobre estas subclases en las lenguas indoeuropeas. Algunas
subdivisiones parecen presentar un carcter de generalidad: por ejemplo, las oraciones
relativas son ya especificativas, ya explicativas; las interrogativas indirectas, ya
generales, ya particulares. A estas subdivisiones suelen corresponder marcas formales
bien definidas.
Otras veces ello no es as. La Gramtica tradicional suele trazar sus subdivisiones
con criterio semntico y despus indica las diferentes expresiones de cada una; si bien
en el fondo el criterio formal se ha tenido en cuenta las ms veces para postular los
grupos semnticos. La mayor dificultad est en sealar subclases correspondientes en las
diversas lenguas, pues las marcas varan considerablemente y las correspondencias de
las subclases son con frecuencia precarias. Renunciamos aqu a este estudio, que debe
hacerse lengua por lengua y con criterios formales.
2. Las oraciones compuestas son ms frecuentes en la lengua literaria, la prosa sobre
todo, que en la coloquial, segn dijimos. Aun en la primera, su frecuencia depende de
las modas y del estilo del autor: la estructuracin de las unidades superiores de la lengua
es una de las zonas en que ms margen de libertad se encuentra. Y no solamente entre
usar subordinadas, coordinadas u oraciones simples, expresar las relaciones mediante
marcas gramaticales o no, dejando al oyente o lector el cuidado de establecer las
relaciones habida cuenta de la simetra con oraciones en que se marcan formalmente.
Sucede que las oraciones compuestas pueden ser muy complejas.
En ciertos tipos de prosa, que est bajo el influjo de la latina ciceroniana e
indirectamente de la prosa artstica griega, se han desarrollado perodos que involucran
varias oraciones, subordinadas y coordinadas, en esquemas sumamente complejos. Hoy
este tipo de prosa poco adecuado, de otra parte, para lenguas sin casos est en
retroceso. Pero ha producido ejemplos de notable perfeccin que constituyen la sntesis
ms avanzada de unidades inferiores para lograr una superior absolutamente coherente y
compacta. Suele tratarse de una o varias subordinadas dependientes de una principal,
arrancando luego de cada una de ellas otras subordinadas, y as sucesivamente,
entremezclndose coordinadas a las subordinadas y construcciones absolutas. Otras
veces hay primero coordinacin y luego subordinadas sucesivas dependientes de cada
coordinada. Es caracterstico un gran paralelismo entre los distintos elementos. Por el
contrario, otro tipo de prosa busca la variacin o asimetra e incluso incurre en
abundantes anacolutos o roturas de construccin: la eleccin de las construcciones
depende de razones de estilo. Se trata, en efecto, como en el caso de las subclases de
palabras y las subfunciones, de una zona marginal de la Gramtica en que el factor de
regularidad y simplicidad es inferior a lo usual.
3. Pondremos solamente dos ejemplos del estilo peridico complejo: uno griego de
Iscrates, otro espaol de Hurtado de Mendoza.

()1
4. Hurtado de Mendoza, Guerra de Granada, 1. III:
Y considerando yo las causas por qu nacin tan animosa, tan aparejada a sufrir
trabajos, tan puesta en punto de lealtad, tan vana en sus honras (que no es esto en la
guerra la parte de menor importancia), obrase en esta al contrario de su valenta y
valor, truje a la memoria numerosos ejrcitos disciplinados y reputados en que yo me
hall, guiados por el emperador Carlos, uno de los mejores capitanes que hubo en
muchos siglos; otros por el rey Francisco de Francia, su mulo y hombre de no menos
nimo y experiencia.
Anlisis:
A)

Oracin principal con una determinacin adverbial, un sujeto y un


complemento y llevando a su vez la determinacin adverbial, que es un
gerundio, su complemento: considerando yo las causas... truje a la memoria
numerosos ejrcitos disciplinados y reputados.

B) I. Interrogativa indirecta dependiente de la determinacin adverbial: por


qu... obrase.
1)

Oracin de infinitivo dependiente de una de las expansiones del


sujeto de I: a sufrir trabajos.

2)

Oracin causal dependiente de otra expresin coordinada con la


anterior: que no es esto en la guerra la parte de menor importancia.

II. Relativa dependiente del complemento directo de A: en que yo me hall.


1)

Relativa dependiente de una cadena de expansiones de dicho


complemento directo: que hubo en muchos siglos; dicha cadena contiene dentro de s una serie de aposiciones que forman anttesis.
4. UNIDADES SUPERIORES A LA ORACIN
COMPUESTA

1. Si de la oracin compuesta y el perodo complejo ascendemos en busca de


unidades superiores, la variedad ser, por supuesto, mayor y las marcas gramaticales
menos frecuentes. Es un terreno apenas accesible al estudio propiamente gramatical y
ms propio del estilstico: cf. cap. x, donde volvemos sobre este tema.
Hay, sin embargo, dos observaciones que hacer.
a) Existen nexos gramaticales que enlazan oraciones compuestas diferentes. As, los
anafricos; diversas partculas continuativas; usos modales justificables solamente por
la existencia de una determinada forma verbal en otra oracin: ejemplo, el estilo
indirecto latino, que usa largas series de infinitivos en principio dependientes de un
verbo dicendi (de decir), pero que pueden incluso abrir perodo.
b) En todas las lenguas existe una unidad, que llamamos aqu perodo (ingl.
utterance), que comprende aquello que dice un interlocutor entre dos intervenciones de
otro o entre una intervencin y un silencio o entre dos silencios. Existen interrupciones
y otros fenmenos que hacen a veces que el perodo tenga fronteras que corten unidades
inferiores, como la oracin compuesta y aun la simple. La unidad de sentido puede ser
1

Se excluye el ejemplo de Iscrates.

muy laxa.
2. Cuando pasamos del dilogo a la obra literaria, el perodo es sustituido por otras
unidades. En un cierto sentido toda obra literaria es una unidad, esto es, un signo
lingstico con determinadas marcas formales y una real unidad de sentido: la impresin
que nos deja su lectura no es una suma de impresiones parciales, sino una de totalidad.
Esta unidad est perfectamente estructurada, no ya solo en partes o captulos, sino en el
tipo de subunidades que descubre el anlisis literario al estudiar la composicin de la
obra. En un discurso a la manera tradicional, por ejemplo, el exordio y la peroracin
constituyen unidades autnomas que, de otra parte, tienen una funcin demarcativa.
Esta funcin es clara tambin en el procedimiento conocido con el nombre de
Ringkomposition o composicin en anillo. Al llegarse a estas unidades de mxima
jerarqua, del estudio gramatical se pasa al estilstico o, mejor, al propiamente literario.
Pero en sustancia los principios a seguir son los mismos.
En poesa, las subunidades en que se organiza un poema estn con frecuencia
marcadas formalmente de un modo especialmente claro. Las pausas, rimas, ritmos
acentuales, etc., estn al servicio de la demarcacin de unidades como las estrofas,
versos, etc. Las unidades mtricas tienden a coincidir con las
gramaticales, pero tambin pueden .cortar stas, producindose as efectos claramente
buscados (casos de encabalgamiento, por ejemplo). De otra parte, la lengua de la poesa
es un subsistema (o un grupo de subsistemas) dentro del sistema general de la lengua:
relaja determinadas coerciones (por ejemplo, el orden de palabras, la esfera de uso de
ciertos vocablos, la subordinacin...) e introduce, en cambio, elementos nuevos. De todo
esto nos ocuparemos en el captulo de Estilstica (x), como hemos anticipado.
Conviene aqu dejar constancia de que con unos u otros elementos y un margen
mayor o menor de libertad en su empleo, Gramtica, Estilstica y Literatura se ocupan
en sustancia, a niveles diferentes, de hechos esencialmente iguales. Cada vez resulta
ms claro que sus mtodos deben, en consecuencia, aproximarse.

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