Portolés (2003) Pragmática y Sintaxis 7h
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Portolés (2003) Pragmática y Sintaxis 7h
clac
lingstica
aplicada a la
comunica
cin
16/2003
PRAGMTICA Y SINTAXIS
Jos Portols
Resumen
La concepcin de la pragmtica como perspectiva tiene como piedra angular la idea de eleccin. Desde este punto de partida
la gramtica no es solo la estructura que permite levantar el edificio de una lengua, es tambin uno de los mbitos de una
lengua en los que el hablante puede elegir entre distintas opciones para comunicar lo que desea de una manera determinada.
ndice
1. Qu es la pragmtica? 42
2. Comunicacin inferencial 44
3. Orientacin argumentativa 45
4. Agentes 47
5. Presuposiciones 48
6. Hiprbole y metfora 49
7. El territorio 51
8. Conclusin 53
Bibliografa 53
1. Qu es la pragmtica?
En la primera mitad del siglo pasado, el semitico Charles W. Morris (1938) concibi el
estudio de la Teora de los signos, o semitica, a partir de tres disciplinas: la sintaxis, la semntica y
la pragmtica. La sintaxis atendera a la relacin formal entre un signo y otro; la semntica, los
vnculos entre los signos y los objetos a los que se refieren; y se ocupara de la relacin entre los
signos y sus intrpretes, la pragmtica1 . Esta ltima abarcaba todos los fenmenos psicolgicos,
biolgicos y sociolgicos que tienen lugar en el funcionamiento de los signos. Con palabras ms
sencillas, la pragmtica estudiara todo lo relacionado con el uso de la lengua.2
1
Esta investigacin ha sido financiada por el proyecto BFF 2000-1438 de la DGICYT. Agradezco a Marina
Fernndez Lagunilla los comentarios a una primera versin de este texto. Aparecer en las actas del curso La
sintaxis para el aula celebrado en Madrid, marzo de 2002.
2
Libros sobre pragmtica en espaol o traducidos a esta lengua son: Briz (1998), Calsamiglia Blancafort y Tusn Valls
(1999), Calvo Prez (1994), Escandell Vidal (1996), Fuentes Rodrguez (2000), Gutirrez Ordez (1997a, 1997b, 2000a,
2000b), Levinson (1983), Moeschler y Reboul (1994), Reyes (1990, 1995), y Reyes, Baena y Urios (2000).
A partir de la dcada de 1970 los lingistas que se han ocupado del estudio del uso de
la lengua han procurado delimitar el objeto de la pragmtica buscando unas bases tericas con
las que dar cuenta de los problemas que se les presentan. En la actualidad buena parte de esos
investigadores considera que la pragmtica no es un componente de la teora lingstica como
puedan ser la fonologa, la morfologa, la sintaxis o la semntica, tampoco pertenece a las
disciplinas que relacionan el lenguaje con la realidad extralingstica como la psicolingstica,
la sociolingstica o la neurolingstica. La pragmtica, en su opinin, constituye una
perspectiva de estudio que puede ocuparse de cualquiera de estas disciplinas.
En estos casos las circunstancias son distintas, a Marlon Brando lo hemos conocido delgado
por interpretaciones en pelculas antiguas y preferimos decir que est gordo, aunque sepamos
que nunca va a volver a adelgazar; en cambio, a Khl slo lo conocemos desde su etapa de
canciller alemn, cuando ya era una persona gruesa y decimos de l que es gordo. Por ltimo,
Juan, persona a quien no conocemos, puede ser gordo o estar gordo, precisamente por esta
ausencia de restriccin contextual. En definitiva, gramaticalmente gordo es un adjetivo que
admite los dos verbos copulativos, no obstante, este hecho se puede estudiar desde una
perspectiva pragmtica y comprobar que existen limitaciones en el uso real.
3
Permtaseme olvidar el verbo parecer y los otros verbos con usos copulativos.
4
Este signo, que se denomina sostenido, no indica que un enunciado sea agramatical, sino que es
pragmticamente extrao, es decir, que es costoso encontrar un contexto en el que se pueda comprender.
2. Comunicacin inferencial
(2) Jess, lleno del Espritu Santo, regres del Jordn y fue conducido por el Espritu al
desierto, donde estuvo cuarenta das y fue tentado por el diablo. No comi nada en
estos das, y al final sinti hambre. Entonces le dijo el diablo:
- Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.
Y Jess le respondi:
- Escrito est:
No slo de pan vivir el hombre.
Despus el diablo lo llev a un lugar elevado y le mostr todos los reinos de la
superficie de la tierra en un instante y le dijo:
- Te dar todo este poder y su gloria, porque me han sido entregados y los doy a quien
quiero. Por tanto, si me adoras, todo ser tuyo.
Y Jess le respondi:
- Escrito est:
Adorars al Seor tu Dios
y solamente a l dars culto.
Entonces lo llev a Jerusaln, lo puso sobre el pinculo del Templo y le dijo:
- Si eres Hijo de Dios, arrjate de aqu abajo, porque escrito est:
Dar rdenes a sus ngeles sobre ti
para que te protejan y te lleven en sus manos,
no sea que tropiece tu pie contra alguna piedra.
Y Jess le respondi:
- Dicho est: No tentars al Seor tu Dios.
Y terminada toda tentacin, el diablo se apart de l hasta el momento oportuno.
(Lucas, 4, 1-13).
En este texto comprendemos cada respuesta de Jess como un rechazo del ofrecimiento del
diablo, pero, si lo analizamos con detenimiento, se puede comprobar que no se expresa
literalmente este rechazo, slo se infiere. La capacidad espontnea, automtica e inconsciente
de nuestra mente para inferir hace que comprendamos las respuestas de Jess como una serie
de rechazos porque el rechazo es la interpretacin de sus palabras ms pertinente en ese
contexto. El filsofo del lenguaje H.P. Grice (1975) denomin estas conclusiones inferidas
implicaturas conversacionales.
(3) [...] condujo a los tres hombres por un pasillo hasta una habitacin en cuyo interior
dorma un invlido en una silla de ruedas. Junto a la silla de ruedas del invlido haba
una maleta cerrada que contena, segn dijo la enfermera jefa, la ropa del invlido y
otras pertenencias, tambin del invlido. El invlido, siempre segn la enfermera jefa,
haba sido preparado para el viaje, con lo que haba dado a entender, esta vez segn
Magnolio, que le haba sido administrado un especfico para dejarlo grogui. Tras este
concilibulo, haban sacado al invlido y su equipaje de la residencia y metido en el
coche al invlido y en el maletero la silla de ruedas del invlido y la maleta del
invlido y haban partido con el invlido y la impedimenta del invlido. [E. Mendoza,
La aventura del tocador de seoras, Barcelona, Seix Barral, 2001, pg. 254]
3. Orientacin argumentativa
La realidad es la misma en los dos casos -a saber, le falta por redactar la conclusin-
pero ser diversa la representacin que quien le escucha se haga de esa realidad. Sobre la
relacin entre la forma lingstica y la comprensin de un enunciado, son muy interesantes los
conceptos desarrollados por la Teora de la Argumentacin en la Lengua de Oswald Ducrot y
Jean-Claude Anscombre (Ducrot y Anscombre 1994). Revisemos algunos de ellos.
Supongamos que alguien que pilota un avin lo estrella contra las Torres Gemelas de
Nueva York. Los periodistas que relatan estos hechos pueden decir que se trata de un
secuestrador:
(5) Una pasajera de uno de los cuatro aviones secuestrados y utilizados para atacar
objetivos estratgicos en Estados Unidos logr contactar a travs de un telfono mvil
con su marido desde el aparato y le relat la situacin a bordo: todos los pasajeros, los
miembros del equipaje y los pilotos haban sido obligados a situarse en la parte trasera
del avin y los secuestradores se haban hecho con los mandos.[en El Pas Digital, 12-
IX-2001]
Los significado de los palabras condicionan las posibles continuaciones discursivas que
esperamos a partir de ellas y, en nuestra opinin, tambin las inferencias. Este hecho lo
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portols: pragmtica 46
Cmo resolver este problema? La sintaxis le da una solucin: modificar el sustantivo con un
adjetivo calificativo pospuesto. Con este recurso sintctico se puede aumentar la fuerza como
argumento de un sustantivo, pero tambin se puede invertir esta fuerza, es decir, cambiar su
orientacin (Ducrot 1998). En el caso de aumentar la fuerza, hablaremos de un adjetivo
realizante, si la disminuye o la invierte, desrealizante. Una prueba para distinguir uno u otro
tipo de adjetivos la encontramos en el uso de y, adems, o de pero. As, tenemos, por ejemplo:
Una amiga ntima tiene ms fuerza argumentativa que una amiga, lo mismo sucede con
un coche grande frente a coche, y un escritor bueno y un escritor. ntima, grande y
bueno son adjetivos realizantes en relacin con los nombres a los que modifican. Con los
siguientes adjetivos sucedera lo contrario:
Reciente, pequeo o malo son adjetivos desrealizantes con respecto al nombre al que
modifican. Esto quiere decir que si a una amiga le puedo pedir un favor:
(12) a. La nica forma eficaz, segn los expertos, de evitar atentados como los cometidos el
martes en Estados Unidos es que los terroristas no suban al avin. Una vez que un
piloto suicida ha tomado los mandos, slo queda una manera de impedir que alcance
su objetivo: derribarlo. [en El Pas Digital, 12-IX-2001]
b. El telfono de su domicilio en Madrid figuraba en la agenda encontrada en un piso
de Hamburgo (Alemania) a un compaero de Mohamed Atta, piloto suicida que
estrell el avin contra la primera de las Torres Gemelas. [en El Peridico de
Catalunya, 20-XI-2001]
c. Los pilotos suicidas fueron entrenados en EEUU. [en El Mundo, 13-IX-2001]
Es fcil comprobar en las noticias de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que el
sustantivo piloto, referido a los secuestradores, rara vez se utiliza sin el adjetivo suicida. Las
inferencias que ocasiona este sustantivo son contrarias a las deseadas y se precisa un
modificador que las invierta, este es el cometido de dicho adjetivo.
4. Agentes
Como todos sabemos, los atentados de septiembre han influido en la economa
mundial. No obstante, la economa es un objeto que, desde el punto de vista lingstico, en
muchas ocasiones sufre procesos sin que quede claro el agente que los efecta. En este
cometido son imprescindibles los verbos pronominales con interpretacin media. El uso de
estos verbos lo aprendemos en nuestra ms tierna infancia. El nio ha roto el jarrn tiene una
interpretacin activa, el sujeto ha efectuado la accin; El jarrn ha sido roto por el nio tiene
una interpretacin pasiva, existe lo que la gramtica tradicional denominaba un sujeto
paciente El jarrn y un sujeto agente por el nio. Lo que aprendemos pronto es a decir El
jarrn se ha roto donde el jarrn resulta roto, pero no se especifica quin lo ha roto; se trata
del uso de un verbo pronominal con interpretacin media.
En los comentarios de economa el uso de estos verbos es frecuente. Veamos un
ejemplo:
(13) Una vez se disipe la distorsin por el clima, en los prximos dos meses, creo que el
cuadro reflejar que la economa se frena y el mercado de trabajo se contrae
paralelamente, opin Robert Brusca, economista jefe de Ecobest Consulting. Un
elemento que indica que el mercado laboral se enfra es el salarial: los sueldos se
mantuvieron como en diciembre, en una media de 14,02 dlares por hora, pese a que
todas las estimaciones prevean un alza del 0,3%. [en El Pas Digital, 3-II-2001]
De este modo, la poltica econmica del gobierno de turno crea empleo y riqueza, pero, si esto
no sucede, nadie tiene la culpa y la economa se convierte en sujeto de un verbo pronominal.
Ms ejemplos:
(14) a. La reduccin de los tipos de inters en medio punto por parte de la Reserva Federal
de Estados Unidos ha tranquilizado a los mercados de valores al cumplir las
5. Presuposiciones
Continuemos con una serie de verbos que tambin utilizan habitualmente aquellos que
hablan de materias econmicas. Los gobernantes, sobre todo si llevan tiempo en el poder,
deben mostrar, por una parte, que actan frente a los problemas, pero, por otra, han de indicar
que la situacin en s misma ya era buena y que slo se puede aumentar esta bondad. En este
cometido, son tiles una serie verbos y sustantivos deverbales con los que se presupone una
existencia anterior. Veamos los siguientes textos:
(15) a. El presidente del Gobierno, Jos Mara Aznar, propuso este fin de semana
intensificar la actuacin de los rganos de control y supervisin y reforzar los
controles propios del Estado de Derecho con el objeto de impedir enriquecimientos
conseguidos mediante el engao, en alusin al caso Gescartera. [en Expansin
Directo, 27-VIII-2001]
(16) a. El gobierno obliga/ fuerza la actuacin de los rganos de control, porque no exista
antes.
y
b. #El gobierno intensifica/ refuerza/ fortalece la actuacin de los rganos de control,
porque no exista antes.
Tanto con intensificar como con reforzar o fortalecer exista ya una actuacin en un
sentido determinado que slo se debe aumentar en intensidad.
Un caso cercano es la sustitucin del verbo mejorar por optimizar. Aqu los dos
verbos presuponen una existencia anterior del objeto directo, as:
Con optimizar el control no slo ya exista, sino que era bueno; nicamente hay que conseguir
que sea ptimo. Como se ve, una presuposicin muy til para quien gobierna.
Algo semejante tendremos con los verbos agilizar o dinamizar, con ellos se muestra
que ya se avanza y que slo es necesario acelerar el paso:
(20) a. Economa quiere llevar en breve al Consejo de Ministros dos nuevos anteproyectos
con el objetivo de optimizar y agilizar las actuaciones de control de competencia. [en
Expansin Directo, 25-V-2001]
b. Las diferencias estructurales entre ambas regiones econmicas son ms que
evidentes, lo que debe llevar a Espaa a seguir avanzando en las reformas necesarias
para dinamizar su economa. [en Expansin Directo, 3-IX-2001]
c. La Agencia Tributaria quiere dinamizar su actual sistema de subastas y, con este
objetivo, sacar a Internet la venta de los bienes que embarga a los contribuyentes por
deudas tributarias. [en Expansin Directo, 13-II-2001]
6. Hiprbole y metfora
Todos sabemos que nadie lleva toda la vida esperando una solucin, que siempre se puede
aguantar un poco ms a una persona, que caba un alfiler en el metro, que los madrileos no
nos morimos de asfixia cada invierno y, por ltimo, que, aunque empeados hasta la
jubilacin, al final conseguimos comprarnos un pisito. No obstante, el oyente no percibe estas
hiprboles como exageraciones falsas, pues no utiliza un criterio de verdad para juzgarlas,
sino que busca en ellas inferencias pertinentes.
Una vez que los trabajadores y sus derechos y deberes se convierten en un objeto (mercado
laboral) se le otorgan propiedades fsicas. Por lo general, este objeto se presenta como rgido.
(23) El reto consiste en obtener que la moneda nica -el euro- opere como una fuerza que
remueva los obstculos que an limitan la competitividad en la regin: la rigidez del
mercado laboral, el peso excesivo y la escasa eficiencia del Estado Social, la elevada
carga impositiva, el exceso de regulacin en los servicios pblicos y la reducida
capacidad de producir innovaciones en comparacin con las otras grandes reas
econmicas del mundo. [en El Mundo, 8-I-1999]
puede probar gracias a la locucin preposicional en aras de. El trmino de esta locucin se
comprende como axiolgicamente positivo, as se explica el contraste entre:
(26) a. Para el jefe del Ejecutivo, estos problemas se resolveran a travs de una mayor
flexibilidad salarial y del mercado laboral [...]. [en Expansin Directo, 10-IX-2001]
b. Nuestro objetivo [de Aznar] es la profundizacin del mercado interior en sectores
como la energa; la superacin de la fragmentacin fsica de los mercados mediante el
desarrollo de las necesarias infraestructuras; un reforzamiento de la competencia de la
Unin Europa; una mayor flexibilidad y movilidad en nuestros mercados de trabajo, y
la mejora de los niveles de formacin y educacin de los europeos para los retos que
nos aguardan. [en Actualidad Econmica, 14-XII-2001]
7. El territorio
(27) Una maana estuvo aqu un diputado andaluz, que es hombre graciossimo. Fue en las
Corte pasadas. De su nombre no me acuerdo, de su cara s: alto, moreno, con patillas
de boca de jacha, dientes muy blancos, y un decir ameno, con chiste en cada frase, y
los ademanes tan sueltos y desahogados que ellos bastaran para hacer rer. Narvez se
divirti oyndole contar cosas de la tierra: aquel da ceceaba como en su mocedad. El
pobre granadino, viendo a su paisano tan gozoso y bromista, se fue del seguro y
cometi la pifia de ponerle la mano en el hombro. Sentir la mano del andaluz en su
hombro fue para don Ramn como sentir la picadura de una vbora. Volvise, cogi
con violencia la insolente mano, y echando lumbre por los ojos, le dio un fuerte estirn
hacia abajo, diciendo: Esa mano en los calzones! Quedse el otro de una pieza. No
volvi a soltar chistes, ni don Ramn se los hubiera redo aunque a chorros los echara.
[B. Prez Galds (1902): Narvez, Madrid, Historia 16, 1995, 111]
(28) a. El jefe del Ejecutivo cree que es necesario profundizar en la reforma laboral para
alcanzar el objetivo del pleno empleo en esta dcada, tal y como prometi durante la
pasada campaa electoral. [en El Mundo, 7-III-2001]
Otro ejemplo. Una ampliacin del Concierto Econmico del Pas Vasco se puede
comprender por los ciudadanos espaoles que no son vascos como un ataque a sus intereses,
su pensamiento es que aquello que no paguen los ciudadanos vascos lo pagar el resto. Por
ello, no extraa que la Vicelehendakari tambin profundice:
8. Conclusin
Bibliografa