Represura 1 Nueva Epoca 2015 PDF
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COMIT DE REDACCIN
Codireccin
Jos Andrs de Blas
Fernando Larraz
Consejo de Redaccin
Jos Andrs de Blas
Max Hidalgo (Universitat de Barcelona)
Fernando Larraz (Universidad de Alcal)
Francisco Rojas (Universidad de Alicante)
Eduardo Ruiz Bautista
Secretara de Redaccin
Cristina Somolinos Molina
Comit Cientfico
Alicia Alted Vigil (UNED)
Manuel Aznar Soler (Universitat Autnoma de Barcelona)
Jaume Claret (Universitat Oberta de Catalunya)
Carmen Diego (Universidad de Oviedo)
Josep Fontana (Universitat Pompeu Fabra)
Jean-Louis Guerea (Universit de Tours)
Alberto Lzaro (Universidad de Alcal)
Ana Martnez Rus (Universidad Complutense de Madrid)
Raquel Merino (Universidad del Pas Vasco EHU)
Luca Montejo Gurruchaga (UNED)
Michael Thompson (University of Durham)
Diseo y maquetacin
Vernica Enamorado
REPRESURA
NMERO 1 Nueva poca (2015)
ndice
ARTCULOS
Xos Manuel DaSilva: De A esmorga a La parranda, de Eduardo Blanco
Amor. Censura, autotraduccin y restauracin textual
32
MONOGRFICO
La censura franquista y la literatura y la cultura en lengua catalana
(Coord. Enric Galln)
Enric Galln: Presentacin
62
66
93
RESEAS Y COMENTARIOS
Max Hidalgo Ncher: Una literatura intervenida (Fernando Larraz,
Letricidio espaol. Censura y novela durante el franquismo)
217
Jos Andrs de Blas: Hogueras, infiernos y buenas lecturas (Ana
Martnez Rus, La persecucin del libro. Hogueras, infiernos y buenas
lecturas (1936-1951))
223
Fernando Larraz: La disidencia como proyecto editorial (Francisco
Rojas Claros, Dirigismo cultural y disidencia editorial en Espaa (19621973))
226
Jos Andrs de Blas: Un comentario: La mina de Armando Lpez
Salinas (Armando Lpez Salinas, La mina. Edicin y estudio previo a
231
cargo de David Becerra Mayor)
Editorial
Cuando en el ao 2006 se dio inicio al proyecto deRepresura, pareca difcil
vaticinar el creciente inters que han ido suscitando sus contenidos y la relevancia
que la revista ha llegado a alcanzar entre los investigadores. En aquel momento,
los estudios sobre la censura y la represin cultural no estaban definidos como
campos de investigacin autnomos y en consecuencia eran contemplados como
acercamientos marginales o episdicos en el campo genrico de la historia cultural.
Nueve aos despus, podemos constatar que se ha producido un considerable
incremento bibliogrfico que ha puesto de manifiesto que ambos fenmenos
represin y censura deben ser considerados aspectos nucleares de la cultura
producida durante la guerra civil y el franquismo.
A partir de esta premisa, y con la expectativa de un campo de investigacin
que ahora se abre, iniciamos una nueva etapa, en la que la revistaRepresuraquiere
ser plataforma de lanzamiento y difusin de estas investigaciones. Nuestra
intencin es dar a la revista un impulso cualitativo dotndola de rigurosos
estndares de calidad acadmica, sin renunciar a seguir poniendo a disposicin
de los investigadores, a travs de su pgina web, los contenidos y el apoyo
documental que siempre ha ofrecido. Para ello nos hemos dotado de un consejo
de redaccin que garantizar el rigor acadmico de la revista y de normas de
evaluacin y de presentacin de textos.
Represura se publicar a partir de ahora con una periodicidad anual,
cada mes de mayo. Este nmero 1 de la nueva etapa se abre con dos valiosas
6 l REPRESURA
aportaciones sobre las vicisitudes que la recepcin de dos escritores sufri a causa
de la censura. Xos Manuel DaSilva analiza la complejidad de la recepcin de la
novela de Eduardo Blanco Amor A esmorga, entre la autotraduccin, el exilio y
la censura y advierte sobre la necesidad de efectuar una restauracin textual de
una de las novelas ms importantes del siglo XX. Por su parte, Jordi CornellDetrell examina las particulares vicisitudes de la obra de James Baldwin ante
la censura franquista en relacin con el contrabando de libros, las relaciones
editoriales transatlnticas latinoamericanas y el desarrollo del mercado editorial
en Espaa.
Ofrecemos a continuacin el dossier monogrfico que ha coordinado Enric
Galln sobre La censura franquista y la literatura y la cultura en cataln, que
se abre con el trabajo de Mireia Sopena sobre la censura eclesistica en el mbito
cataln. Este artculo supone un esclarecedor repaso de las personalidades que
supervisaron los textos religiosos o incluidos en publicaciones religiosas. Laura
Villardell, a continuacin, examina la reaccin de la censura franquista a las
versiones en cataln de la obra de Albert Camus en la coleccin Isard, de la
Editorial Vergara. Sigue el trabajo de Josep Miquel Ramis sobre la censura de las
reediciones de las novelas que Sebastin Juan Arb haba publicado antes de la
guerra, con un exhaustivo repaso de las reescrituras a las que se vieron sometidas
las distintas versiones en cataln y castellano de dichas obras y las reacciones del
autor ante el sistema censorio. El dossier se cierra con dos artculos sobre la escena
teatral catalana. El primero, de Enric Galln aborda los obstculos que, con el
pretexto de que atacaba los fundamentos de la moral catlica, la censura puso al
estreno de la versin catalana de Mon coeur balance, de Michel Duran, que haba
traducido Xavier Regs. En cuanto al trabajo de Francesc Foguet, se trata de un
anlisis en profundidad de un amplio corpus de tentativas de estrenos teatrales
en cataln durante el tardofranquismo. A partir de los veredictos cosechados, el
autor ilustra cmo se aplicaban los criterios de censura sobre el teatro.
El nmero se cierra con tres reseas y un comentario sobre libros de reciente
publicacin, que abordan la censura y la represin editorial.
REPRESURA l 7
Artculos
De A esmorga a La
parranda, de Eduardo
Blanco Amor.
Censura, autotraduccin y
restauracin textual
From A Esmorga to La Parranda,
by Eduardo Blanco Amor.
Censorship, Self-Translation and
Textual Restoration
Xos Manuel DASILVA
Universidade de Vigo
ARTCULOS l REPRESURA l 9
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Introduccin
En fechas relativamente recientes sali en Buenos Aires una nueva edicin de
La parranda, autotraduccin al castellano del original en gallego A esmorga, en
la que se reproducen fragmentos de la famosa novela de Eduardo Blanco Amor
adulterados hace ms de cuatro dcadas para satisfacer a la censura franquista.
La obra, editada en la capital argentina en 1960 a fin de eludir la prohibicin
de que haba sido objeto en Espaa, regres as al pas americano, por una
desdichada irona de la historia, de forma absolutamente espuria. En este
artculo trataremos de explicar el proceso que ha conducido a una situacin tan
anmala. Nuestro objetivo final se cifra en reivindicar que, una vez restaurado
no hace mucho el texto en gallego de la novela, igualmente sea recobrada la
palabra verdadera de Blanco Amor en la versin en castellano.
esmorga
(1959)
La
parranda
(1959),
editadas en
A rgentina
En otros trabajos nos hemos referido en detalle a las innumerables peripecias que
conforman el periplo editorial tan agitado de A esmorga (Dasilva, 2009, 2010,
2012). En sntesis, se hace preciso recordar que la obra, escrita a lo largo de 1955
en poco menos de cinco meses del 25 de mayo al 8 de octubre concretamente,
segn una anotacin de Blanco Amor en el mecanoscrito de la misma, lleg a
Galicia a principios del ao siguiente, transportada por el intelectual y artista
Isaac Daz Pardo, para que la publicara Galaxia.
Como director literario de esta editorial, Ramn Pieiro supo apreciar
inmediatamente la extraordinaria calidad de A esmorga, a pesar de que las
principales lneas narrativas en aquellos aos eran el universo ficcional de lvaro
Cunqueiro y el mundo popular de nxel Fole, adems de las contribuciones
experimentalistas de los autores ms jvenes. Pieiro fue capaz, sin embargo,
de intuir a la par las dificultades que el texto tendra para franquear la barrera
de la censura. Es interesante observar cmo el responsable de Galaxia, bastante
tiempo despus, reiteraba en una carta enviada a Basilio Losada aquella primera
impresin suya:
ARTCULOS l REPRESURA l 11
Desgraciadamente la premonicin de Pieiro acabara por cumplirse, al
frustrar las autoridades administrativas de modo taxativo la salida de A esmorga.
Era otra vez Daz Pardo quien pona la desoladora noticia en conocimiento del
escritor, al que le recomendaba, en una carta del 11 de septiembre de 1956, que
aprovechara su residencia en Argentina para denunciar internacionalmente el
veto:
12 l REPRESURA l ARTCULOS
ARTCULOS l REPRESURA l 13
aquel quien se brind a cobijar el libro. Blanco Amor revelaba: Seoane este
estupendo e incansable Seoane acaba de lanzar los primeros volmenes de su
editorial Citania. Ah sale ahora mi novela A esmorga prohibida por esa
censura. Con respecto al permiso denegado para estampar la obra en Galicia,
Blanco Amor llegara a proponerle a Seoane que advirtiera de forma visible tal
circunstancia en la edicin, con fines comerciales: A propsito de faja, no te
olvides de poner en A esmorga una que diga: Novela prohibida por la censura de
Espaa. Os sugiero esto al menos para los ejemplares de aqu porque sera
muy publicitario (Neira Vilas, 1995: 205).
A esmorga se imprimi en Buenos Aires por fin el 3 de abril de 1959,
segn reza el correspondiente colofn (Blanco Amor, 1959a). Blanco Amor se
ocup personalmente de trasladar la narracin al castellano, que con el ttulo
La parranda sala un ao ms tarde tambin en la capital argentina (Blanco
Amor, 1960). Esto es lo que se recoge en el colofn de esta edicin: Terminse
de imprimir el 30 de septiembre de 1960, en los Talleres Grficos de la Compaa
General Fabril Financiera S. A., Iriarte 2035, Buenos Aires.
El texto de A esmorga haba sido juzgado por el censor Miguel Piernavieja
del Pozo, de militancia falangista, quien en un informe firmado el 4 de agosto de
1956 desaprob sin remisin la obra en su totalidad:
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La
primera edicin de
esmorga en
G alicia (1970)
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La
primera edicin de
La
parranda en
E spaa (1973)
ARTCULOS l REPRESURA l 17
1.
La parranda (1 ed., 1960):
Disimule, seor! Le pido que me dispense, pero usa no sabe lo que
es verse en poder de unos charranes forasteros que se ponen a zurrar
en un hombre conocido, hijo del pueblo, dndole hostias en la cara y
vergajazos en los lomos y aun patadas en sus partes, con perdn sea
dicho, que no es cosa de machos, y todo porque lo tienen trabado
como un animal (Blanco Amor, 1960: 143).
La parranda (Ediciones Jcar, 1973):
Disimule, seor! Le pido que me dispense, pero usa no sabe lo que es
verse en poder de unos charranes forasteros que se ponen a zurrar a
un hombre conocido, hijo del pueblo, arrendole tortazos en la cara y
vergajazos en los lomos y aun patadas en sus partes, con perdn sea
dicho, que no es cosa de machos, y todo porque lo tienen trabado a
uno como un animal (Blanco Amor, 1973a: 120).
2.
La parranda (1 ed., 1960):
Sigo, sin ms, y Dios le pague la paciencia que tiene conmigo. Muchas
gracias!, ya no s cmo decrselo, que para no ser ust de aqu bastante
considerado es, y no como este sayn de sargento, que castellano tena
que ser (Blanco Amor, 1960: 144).
La parranda (Ediciones Jcar, 1973):
Sigo, sin ms, y Dios le pague la paciencia que tiene conmigo. Muchas
gracias!, ya no s cmo decrselo, que para no ser ust de aqu bastante
considerado es, y no como ese sayn mandams, que forastero tena que
ser (Blanco Amor, 1973a: 121).
3.
La parranda (1 ed., 1960):
Sin comer, sin beber ni dormir, empujado de aqu para all,
preguntndome para luego no dejarme responder, tapndome la boca
a puetazo limpio cada vez que voy a contestar, sin poder pedir una
gota de agua, ni siquiera poder hacer mis necesidades sin tenerlos ah,
mirando, que hasta vergenza tendra que darles (Blanco Amor, 1960:
144).
18 l REPRESURA l ARTCULOS
4.
La parranda (1 ed., 1960):
No, no, no; eso no, seor! Se lo pido por Dios, por sus hijos, se
lo pido por quien ms quiera! Se lo pido de rodillas! No, que no me
lleven stos! Al cuartelillo, no! Soltarme, hijos de puta, asesinos!
(Blanco Amor, 1960: 161).
La parranda (Ediciones Jcar, 1973):
No, no, no; eso no, seor! Se lo pido por Dios, por sus hijos, se
lo pido por quien ms quiera! Se lo pido de rodillas! No, que no me
lleven stos! Al cuartelillo, no! Soltarme, hijos de perra! (Blanco
Amor, 1973a: 133).
5.
La parranda (1 ed., 1960):
Porque hay gente de tal condicin que para librarse del pensamiento
tiene que matarlo dentro de s; aunque nunca qued claro, entre las
gentes del pueblo, si muri de la cuchillada o de los culatazos que, all
mismo, le atizaron los dos guardias de la Benemrita que le custodiaban
(Blanco Amor, 1960: 161).
La parranda (Ediciones Jcar, 1973):
Porque hay gente de tal condicin que para librarse del pensamiento
tiene que matarlo dentro de s; aunque nunca qued claro, entre
las gentes del pueblo, si muri de la cuchillada o de los golpes que le
atizaron (Blanco Amor, 1973a: 134).
Adems, Blanco Amor se autocensur por precaucin en algunos lugares en
los que no haba hecho transformaciones, puesto que no haban sido solicitadas
por el Ministerio de Informacin y Turismo, en la versin en gallego:
ARTCULOS l REPRESURA l 19
6.
La parranda (1 ed., 1960):
No es por echrmelas ahora de inocente, pero me puede ust creer que
en esa faena de pcaros yo no tuve arte ni parte, que nadie encontr
nada sobre mi cuerpo que no fuese mo, como ust sabe y como dije
en el cuartelillo de la Guardia Civil, por ms que aquellos criminales me
zurrasen a matar para que dijese dnde haba escondido las cosas, que
no hay cosas ni cosas, y lo que all dije lo digo ahora y lo dir ante la
cara de Dios (Blanco Amor, 1960: 131).
La parranda (Ediciones Jcar, 1973):
No es por echrmelas ahora de inocente, pero me puede ust creer que
en esa faena de pcaros yo no tuve arte ni parte, que nadie encontr
nada sobre mi cuerpo que no fuese mo, como ust sabe y como dije
en el cuartelillo de la Guardia Civil, por ms que me zurrasen a matar
para que dijera dnde haba escondido las cosas, que no hay cosas ni
cosas, y lo que all dije lo digo ahora y lo dir ante la cara de Dios
(Blanco Amor, 1973a: 109-110).
7.
La parranda (1 ed., 1960):
Y menos mal que usa es tan bueno que no me deja llevar al cuartelillo,
porque entonces sera ya perder todo el juicio Porque usa tiene que
considerar que un mozo, con todas sus fuerzas enteras y con sus cosas
en su sitio, que siempre lo demostr como hombre, tenga que aguantar
que otro hombre, aunque fuese su padre, le ponga las manos en la
cara, una vez y otra, sin ofensa entre ellos y sin podrselas devolver,
esposado como lo tienen a uno, que hasta no me cabe en la cabeza
cmo puede haber cristianos tan asquerosos en su alma cabrona, hijos
de tan mala madre, que se pongan a pegarle a otros hombres que nada
les hicieron, ni les faltaron, ni los conocen y que no se pueden valer,
que eso ni es justicia ni carajos que la fund, porque (Blanco Amor,
1960: 142-143).
20 l REPRESURA l ARTCULOS
Existe un tercer grupo de modificaciones, por ltimo, que Blanco Amor
intercal por razones tambin de cautela, si bien en este caso afectan a fragmentos
ausentes en la versin en gallego. Tales fragmentos son ampliaciones que el
autor llev a cabo al autotraducirse desde el gallego al castellano, constituyendo
verdaderas recreaciones del texto de partida:
8.
La parranda (1 ed., 1960):
Lo comprendo, seor, pero por eso lo dije, porque estn stos delante y
ahora, aqu, nada me pueden hacer, creo yo, y para que se lo cuenten a los
otros verdugos (Blanco Amor, 1960: 144-145).
La parranda (Ediciones Jcar, 1973):
[...]
9.
La parranda (1 ed., 1960):
Ya no aguanto ms! Que se sepa que no aguanto ms, porque lo que
quiero es que me dejen ya tranquilo de una vez! igalo bien, carajo,
que por la madre que me pari...! (Blanco Amor, 1960: 161).
La parranda (Ediciones Jcar, 1973):
Ya no aguanto ms! Que se sepa que no aguanto ms, porque lo que
quiero es que me dejen ya tranquilo de una vez, que por la madre que
me pari! (Blanco Amor, 1973a: 133).
ARTCULOS l REPRESURA l 21
22 l REPRESURA l ARTCULOS
Bocas, que entre sus animaladas tena fama de flatoso del vientre, iba
echando uno de esos seguidos, como quien rasga tela, que era no tener
fin (Blanco Amor, 1973a: 93-94).
Pero con todo, las cosas no fueron as, aunque lo diga la guardia
civil, la ta Esquilacha o el sunsuncordia, con permiso de su cara
(Blanco Amor, 1973a: 15).
ARTCULOS l REPRESURA l 23
En la misma pgina se pona nfasis con una raya lateral en el mismo color
aqu:
Debajo del informe antes transcrito del censor se insert, no obstante, una
nota a mano de otra persona por la cual se estimaba apropiado el silencio. Tal
propuesta de resolucin debi de parecerle a Ediciones Jcar comprometedora,
por lo que prefiri retirar el depsito a fin de proceder ms tarde a tramitar, con
ejemplares diferentes, un nuevo depsito. En el expediente se halla una carta
del 25 de febrero de 1974 remitida al Ministerio de Informacin y Turismo por el
escritor Jos Manuel Caballero Bonald, entonces director literario de Ediciones
Jcar, con tal peticin: Por la presente se solicita aplazamiento de depsito de la
obra La parranda de Eduardo Blanco Amor, en espera de realizar las correcciones
oportunas sealadas por ese departamento.
De forma explcita, el servicio de Ordenacin Editorial no haba exhortado
a la editorial a eliminar o rectificar nada. A pesar de ello, Ediciones Jcar le
enviara una carta a Blanco Amor el 1 de marzo de 1974 en la que le peda que
variase una parte del texto en una pgina especfica:
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ARTCULOS l REPRESURA l 25
L as ediciones posteriores
A rgentina (2008)
de
La
parranda en
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ARTCULOS l REPRESURA l 27
1.
Disimule, seor! Le pido que me dispense, pero usa no sabe lo que
es verse en poder de unos charranes forasteros que se ponen a zurrar
28 l REPRESURA l ARTCULOS
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7.
Y menos mal que usa es tan bueno que no me deja llevar al cuartelillo,
porque entonces sera ya perder todo el juicio Porque usa tiene que
considerar que un mozo, con todas sus fuerzas enteras y con sus cosas
en su sitio, que siempre lo demostr como hombre, tenga que aguantar
que otro hombre, aunque fuese su padre, le ponga las manos en la
cara, una vez y otra, sin ofensa entre ellos y sin podrselas devolver,
esposado como lo tienen a uno, que hasta no me cabe en la cabeza
cmo puede haber cristianos tan asquerosos en su alma cabrona, hijos de
tan mala madre, que se pongan a pegarle a otros hombres que nada les
hicieron, ni les faltaron, ni los conocen y que no se pueden valer, que
eso ni es justicia ni carajos que la fund, porque
8.
Lo comprendo, seor, pero por eso lo dije, porque estn stos delante y
ahora, aqu, nada me pueden hacer, creo yo, y para que se lo cuenten a los
otros verdugos
9.
Ya no aguanto ms! Que se sepa que no aguanto ms, porque lo que
quiero es que me dejen ya tranquilo de una vez! igalo bien, carajo,
que por la madre que me pari...!
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OBRAS CITADAS
BLANCO AMOR, Eduardo (1959a): A esmorga. Buenos Aires, Editorial Citania.
(1959b): Libros gallegos. A esmorga, Galicia, marzo-abril, pg. 17.
(1960): La parranda. Buenos Aires, Compaa Fabril Editora.
(1970): A esmorga. Vigo, Editorial Galaxia.
(1973a): La parranda. Madrid, Ediciones Jcar.
(1973b): La parranda. Madrid, Ediciones Jcar.
(1976): La parranda. Barcelona, Crculo de Lectores.
(1985): La parranda. Madrid, Ediciones Jcar.
(2001): La parranda. Gijn, Ediciones Trea.
(2008): La parranda. Buenos Aires, Ediciones Corregidor.
(2010): A esmorga. Vigo, Editorial Galaxia. 4. edicin revisada en Biblioteca
Blanco Amor.
CERECEDO, Francisco (1974): La parranda vuelve del exilio, Triunfo, 620,
pg. 48.
DASILVA, Xos Manuel (2009): As vicisitudes editoriais dA esmorga, Grial,
184, pgs. 36-51.
(2010): A esmorga luz da Penzol, en Mara Dolores Cabrera; Henrique
Monteagudo, eds., Fermn Penzol. Unha obra para un pas, Vigo, Fundacin
Penzol Editorial Galaxia, pgs. 130-131.
(2012): As traducins dA esmorga, en X Congreso da Asociacin
Internacional de Estudos Galegos (Cardiff-Reino Unido, Cardiff University,
12-14 septiembre de 2012). Publicado en Grial, 203, 2014, pgs. 84-89.
NEIRA VILAS, Xos (1995): Eduardo Blanco-Amor, dende Buenos Aires. Sada-A
Corua, Edicis do Castro.
PIEIRO, Ramn y LOSADA, Basilio (2009): Do sentimento conciencia de
Galicia. Correspondencia (1961-1984). Vigo, Editorial Galaxia.
ARTCULOS l REPRESURA l 31
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Jordi Cornell-Detrell
desafortunada prctica, ya detectada por Laprade (1991: 66; 2005: 71) y Lzaro
(2004: 81), justificara por s sola la investigacin en torno al tema que nos ocupa.
Si se hubiese puesto ms nfasis en la recuperacin de los textos cercenados que
en los informes de los censores, la comunidad investigadora quiz podra haber
establecido vnculos con el sector editorial, cosa que habra revertido en una
mayor visibilidad e impacto de los estudios en este campo. Estos vnculos apenas
se han producido, perdindose as una excelente oportunidad para atajar un
problema, el de la reedicin de obras mutiladas, que solo ha merecido comentarios
a pie de pgina, como si fuese una cuestin ajena a la labor investigadora.
Una de las fuentes principales de informacin del presente artculo son
los expedientes dedicados a la obra de Baldwin que se encuentran en el Archivo
General de la Administracin (AGA). No cabe duda de que visitar este archivo es
imprescindible para cualquier investigador interesado en las polticas represivas
de la dictadura por lo que respecta al libro, pero no es menos cierto que ceirse
exclusivamente a los materiales archivados en Alcal de Henares puede
acarrear distorsiones. Dada la gran cantidad de material que produjeron los
autodenominados lectores y su fcil consulta, la dependencia de los estudios
sobre la censura respecto a la documentacin del Ministerio de Informacin y
Turismo es bien comprensible. El indudable valor del material guardado en el
AGA, sin embargo, ha dado lugar a una aproximacin tal vez excesivamente
reverencial hacia los expedientes, con frecuencia transcritos como si fueran
valiosos manuscritos medievales. El inconveniente de este enfoque es que la
prosa de los censores, a menudo incoherente y desaliada, acaba adquiriendo
tanta importancia o ms que las obras prohibidas u objeto de recortes. Quizs
convendra tener menos respeto hacia lo que solo debera ser una fuente secundaria
de informacin: la fuente primaria no deberan ser los informes de los lectores,
sino la obra objeto de su lectura.
A pesar de que los expedientes aportan una informacin amplia y rica en
detalles, cabe no olvidar que solo ofrecen un punto de vista: el de los censores.
En el campo cultural de posguerra, los editores, crticos, libreros, importadores
de libros y, naturalmente, los lectores, tambin tenan sus propios intereses,
valores y prioridades, amn de mecanismos para sortear las imposiciones del
Rgimen, entre los cuales destacan la importacin y venta ilegal de libros. Es
cierto que, a causa de su naturaleza ilcita, este es un mbito de la historia
cultural de posguerra muy difcil de documentar. Aun as, no puede dejarse
de lado, ya que de otro modo se corre el riesgo de otorgar un protagonismo
36 l REPRESURA l ARTCULOS
ARTCULOS l REPRESURA l 37
Jordi Cornell-Detrell
entonces, que la cuestin racial y sexual fuesen los dos aspectos destacados
con ms frecuencia por los censores, asombrados e indignados por igual ante la
actitud reivindicativa y el descaro del autor. Baldwin alcanz un rpido xito con
sus dos primeras novelas, Go Tell it on the Mountain (1953) y Giovannis Room
(1956). En Espaa, el desembarco de su obra tuvo lugar a mediados de los aos
60, un poco ms tarde que en Francia e Italia: Les lus du Seigneur traduccin
de la primera obra citada y la polmica La camera di Giovanni se publicaron
respectivamente en 1957 y 1962. Esta ltima, que trata sobre las vivencias de
un homosexual norteamericano en Pars, no se tradujo en la pennsula hasta
1980; el tema era tan espinoso que durante la dictadura ninguna editorial
siquiera se atrevi a pedir permiso para publicarla. Ve y dilo a la montaa corri
mejor suerte: Lumen pudo editarla en 1972, aunque con varios cortes. Entre
estas dos novelas, Baldwin public una coleccin de ensayos nunca vertido al
espaol (Notes of a Native Son, 1955) que afianz su reputacin como lder del
movimiento por los derechos civiles (Field 2011: 6; Scott 2009). Fue su tercera
novela, Another Country (1962), la primera que se intent ofrecer a los lectores,
pero la Editorial Mateu, que present la solicitud en noviembre del 1962, no tuvo
demasiada suerte:
Hay que destacar que una breve nota adicional escrita a mano indica
que el libro es Contrario al D[erecho] Natural: es una morbosa invocacin de
cmo hacen el amor los homosexuales . Respecto a las injurias al Caudillo, un
1 Archivo General de la Administracin (AGA), Seccin de Cultura (SC), caja 6258, expediente
21/14264.
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ARTCULOS l REPRESURA l 39
Jordi Cornell-Detrell
de la traduccin al cataln, que en 1965 lleg a suponer el 55% del total de libros
publicados (Vallverd 1975: 106).
El segundo factor que hay que considerar es el estado de la industria
editorial espaola de posguerra, igualmente perjudicada por la actitud hostil
del Rgimen respecto a la industria del libro. Durante la dcada de los 40 y
principios de los 50, el bloqueo de los aliados y las polticas autrquicas
hicieron que, como las divisas eran escasas, no hubiese medios econmicos para
contratar los derechos de obras extranjeras, que el papel fuese insuficiente y de
mala calidad y que importar maquinaria deviniese difcil y caro. El desdn del
Rgimen por la cultura era tal que, tal como apunt Josep Maria Castellet en sus
Notas sobre literatura espaola, dificlmente podr el escritor espaol encontrar
algn ejemplar en las libreras del pas de Joyce, Faulkner, Sartre, Moravia, Dos
Passos (1957: 28). Este contexto tan adverso provoc que el centro de la edicin
en espaol se desplazara a Argentina y Mxico, pases que podan garantizar
a autores y agentes literarios que sus obras apareceran ntegras. Intelectuales
de renombre como Aldous Huxley, por ejemplo, se negaron a ser traducidos
en Espaa para evitar que se distorsionara su obra (Hurtley 1986: 289). Aun
as, Como veremos en el caso de Otro pas a veces este supuesto respeto hacia
el original era en realidad una ilusin, pues en Latinoamrica muchos textos
eran mutilados igualmente, pero no por imposiciones legales, sino por los
escrpulos morales de los editores y/o traductores. Sea como fuere, las empresas
ms activas del mundo hispnico en cuanto a la traduccin se encontraban muy
lejos de la pennsula, y los derechos de muchos autores de primera categora
fueron adquiridos por editoriales latinoamericanas. Irnicamente, muchas de las
empresas competidoras (como Sudamericana, Losada o Grijalbo) fueron creadas
o se expandieron bajo el liderazgo de republicanos exiliados, que de esta manera
llevaron su lucha contra la dictadura al terreno cultural (vase Lago Carballo y
Gmez-Villegas, 2006).
En cualquier caso, a principios de los aos 60 la repentina pujanza de la
edicin en cataln colision con los intereses de las editoriales latinoamericanas.
Las empresas mexicanas y argentinas que posean los derechos en espaol de
las obras literarias y del pensamiento ms relevantes de la poca no pudieron
predecir el sbito auge de la traduccin al cataln y, por tanto, asistieron atnitos
a un fenmeno totalmente imprevisto: la aparicin en la pennsula, en lengua
catalana, de decenas de libros traducidos que ya constaban en sus catlogos.
Esta situacin obviamente cogi por sorpresa a los editores latinoamericanos,
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que solo haban adquirido los derechos en espaol de los textos y poco pudieron
hacer cuando empezaron a aparecer traducciones al cataln de obras que
pensaban tener bajo su dominio. Como resultado, durante algunos aos en la
pennsula hubo una cantidad importante de obras de vanguardia que solo se
podan encontrar en la lengua de Josep Pla, incluyendo algunos ttulos de James
Baldwin. El crtico Joaqun Marco lo expuso en Destino:
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Comparado con los informes de 1965, este de 1969 sorprende por su relativa
moderacin y objetividad: ahora ya no nos encontramos delante de un censor
profundamente indignado por un libro a todas luces inmoral, sino con un juicio
ms pragmtico que intenta, dentro de lo que cabe, salvar la novela. Tanto el
estilo como la forma han cambiado: en vez de valoraciones moralizantes y un tono
iracundo y derogatorio, el lector ofrece un resumen neutral de la trama y unas
breves sugerencias para adecentar el texto. Este no es un ejemplo aislado, sino un
patrn que se repite con frecuencia: muchas obras terminantemente prohibidas
en los 40, 50 o incluso a principios de los 60 fueron obteniendo autorizacin en el
transcurso de esta dcada. Si bien las tres valoraciones restantes no fueron tan
positivas, ninguna de ellas llega a la crudeza de las de 1965, y una la primera
incluso se permite elogiar el estilo del autor:
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manipulacin del original que, como hemos visto, desvirta por completo
algunos de sus elementos clave. Para mayor escarnio, el propio Baldwin visit
Espaa para promocionar su novela ignorando, claro est, hasta qu punto
haba sido adulterada (Fuentes, 1984: 45). El caso de Otro pas pone en evidencia
que, como el Cid, el aparato censorio sigue ganando batallas despus de muerto.
Asimismo, demuestra que cuando tratamos el tema de la censura no debemos
limitarnos a destacar los cortes o las prohibiciones que sufri determinada obra,
sino que tambin es necesario investigar cul fue la trayectoria del texto a medio
y largo plazo. El estudio de la recepcin de esta novela, en fin, debera tener un
objetivo claro y tangible: ayudar a promover la retraduccin o revisin de un
texto que fue burdamente desnaturalizado.
Dado lo que hemos visto, no debera sorprender que la primera obra de
Baldwin publicada en la pennsula fuese una traduccin al cataln (La prxima
vegada el foc, Proa, 1966). La versin argentina de esta coleccin de ensayos (1964,
Sudamericana), sin embargo, parece que tambin circul ilegalmente, ya que no
dispone de informe en los archivos del Ministerio y no se conserva en ninguna
biblioteca pblica. A pesar de ello, en julio de 2012 haba cinco copias en libreras
de lance (tres en Madrid, una en Barcelona y una en Valladolid), y en junio de
2013 haba una ms (dos en Madrid, dos en Barcelona, una en Valladolid y una
en Valenciana de la Concepcin). Es normal que, como en el caso de Otro pas, la
mayora de ejemplares argentinos se encuentren a la venta en las dos ciudades
ms grandes, pero es significativo que se puedan localizar copias en Valladolid,
Murcia y Valencia, pues sugiere que los tentculos de las redes de distribucin
ilegal llegaban a algunas capitales de provincia.
En 1965, Lumen solicit traducir Nada personal tanto al cataln como
al castellano. Ambos textos aparecieron el ao siguiente y solo sufrieron el
corte de una frase: el sexo se manifiesta bajo un aspecto tan implacable y
desalentador que incluso la masturbacin (ni siquiera mutua) aparece como una
de las pocas soluciones posibles de placer que han desaparecido con el Edn12.
El primer informe no pudo ser ms breve: Se trata de unas expansiones de
unos Americanos del Norte sobre su pas como fenmeno filosfico y cultural.
PROCEDE SU AUTORIZACIN13. El segundo presenta varios de los
argumentos habituales en los expedientes dedicados a Baldwin, como la idea
que el autor desenmascara la falta de valores y el concepto falso de libertad que
12 AGA, SC, caja 1133, expediente 21/15921.
13 AGA, SC, caja 1133, expediente 21/15921.
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por el hecho de no poseer su tez el mismo color, con ignorancia de los principios
cristianos. Los cortes que impuso fueron mnimos: supresin del disfemismo
hijo de puta y dos breves fragmentos de corte ertico16.
A lo largo de la dcada de los 70 se produjo un importante giro en la
industria editorial peninsular y, como los restantes libros de Baldwin, Blues para
Mr. Charlie ya no se tradujo al cataln ni se public en Latinoamrica. Medidas
como la desgravacin fiscal a la exportacin de libros aprobada en 1962 (INLE,
1973: 47) y la Ley de Prensa de 1966, que dio ms margen a los editores, pusieron
freno y, poco a poco, invirtieron la dependencia de los lectores peninsulares
respecto del libro argentino o mejicano. Tambin cabe destacar que, a partir
de 1969, las editoriales catalanas atravesaron una aguda crisis provocada por
la falta de pblico y el exceso de oferta, lo que hizo reducir drsticamente el
nmero de traducciones. El rpido crecimiento de la economa tambin dio alas
al sector editorial y Lumen ya no tuvo problemas para conseguir los derechos
en exclusiva de varias obras de Baldwin y publicarlas sin menos contratiempo
que algunos cortes. A principios de los 70 aparecieron dos de ellas: Nadie sabe mi
nombre (1970) y Ve y dilo en la montaa (1972).
La primera solo requiri un absurdo corte de tipo moral, la eliminacin de
la palabra Dios en la frase Y yo contest que iba a ser un escritor, aunque se
opusieran Dios, Satans o el Missisipi17. Sorprendentemente, se permiti que
en este volumen apareciera una entrevista en torno a la homosexualidad del
autor a Andr Gide, cuya obra completa haba figurado hasta haca poco en el
Index Librorum Prohibitorum del Vaticano. Los tiempos estaban cambiando. Ve
y dilo en la montaa fue descrita como una novela excesivamente cruda cuya
expresividad descarnada puede ocasionar escndalo. Adems no est claro su
objetivo tico si es que lo tiene18. El texto sufri numerosos tijeretazos por
contener, ya expresiones obscenas, ya descripciones pornogrficas, y, en algn
caso, incluso irreverencias. El censor, adems, llam la atencin sobre la
portada de la edicin original, donde aparece un hombre afroamericano vistiendo
16 AGA, SC, caja 579, expediente 21/16994. Los dos cortes fueron los siguientes: haces la escena, la consabida escena, con una blanca y blanda zorra. Haces la escena, y sin apenas darte cuenta, te despiertas a la maana siguiente con la mujer a tu lado, llena de vida y salud y dispuesta
a repetir la escena, y tienes que aguantarte para no estrangularla o matarla a tortas, que es lo
que uno quisiera hacer. y Solo hay una cosa que les interese. Y esta cosa se encuentra un poco
ms abajo del ombligo.
17 AGA, SC, expediente 6947.
18 AGA, SC, caja 66/05293, expediente 790.
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una casulla y una mujer que lo mira, cosa que podra dar pbulo a malvolas
interpretaciones. Cabe sealar que, lamentablemente, esta versin censurada
fue reeditada de nuevo en 2001 por Crculo de Lectores, por aadidura en una
coleccin considerada por la UNESCO de inters cultural y educativo. Segn
la contraportada, la Biblioteca Universal del Crculo de Lectores, que cuenta
con el beneplcito de esta organizacin, se ofrece como legado bibliogrfico que
recoge algunas de las ms decisivas aportaciones de la humanidad en el campo
de la cultural y pretende
Las razones de este dislate son complejas. El hecho de que una editorial
se tome la molestia de dar otra oportunidad a un clsico y encargue una nueva
composicin del texto ya indica que no es una cuestin de desinters, sino ms
19 El manuscrito de la traduccin censurada se encuentra en AGA, SC, caja 66/05293, expediente 790.
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Sudamericana.
(1964): Un altro mondo, trad. Attilio Veraldi. Miln, Feltrinelli.
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(1966): La prxima vegada el foc, trad. Rafael Tasis i Marca. Barcelona, Proa.
(1966): Blues para Mr. Charlie, trad. Andrs Bosch. Barcelona, Lumen
[reeditado en 1973].
(1970): Nadie sabe mi nombre, trad. Gabriel Ferrater, Barcelona, Lumen.
(1972): Ve y dilo en la montaa, trad. Andrs Bosch. Barcelona, Lumen.
(1974): Dime cunto hace que el tren se fue, trad. Andrs Bosch. Barcelona,
Lumen.
(1984): Otro pas, trad. Luis Echvarri. Barcelona, Versal.
(1990): Another Country. London, Penguin.
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KAMEN, Henry (2008): The Disinherited: Exile and the Making of Spanish
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MONOGRFICO
La censura franquista y la
literatura y la cultura en
lengua catalana
Coord. Enric Galln
PRESENTACIN
Enric GALLN
Universitat Pompeu Fabra
Sin duda alguna es imprescindible citar los trabajos del malogrado Manuel
L. Abelln, como principal promotor y mxima autoridad en los estudios
relacionados con la censura en Espaa durante la etapa franquista. Abelln
traspas sin embargo el marco general espaol y abord tambin en un artculo
el tema de la censura en Catalua1. La primera contribucin de peso en relacin
con la censura en la cultura y literatura catalanas es la monografa de Maria
Josepa Gallofr i Virgili sobre Ledici catalana i la censura franquista (19391951)2, publicada en 1991 y obra hoy de obligada referencia, sin descuidar
otras aportaciones de la autora sobre el tema3. Podemos decir que, en trminos
globales, la edicin, la traduccin y el estudio de determinados escritores han
sido los mbitos que han motivado hasta el presente las contribuciones ms
significativas en el campo de la censura durante la etapa franquista en Catalua.
As, en relacin con la edicin, hay que destacar especialmente los estudios
de Mireia Sopena4, mientras que en lo concerniente a la literatura catalana,
1 Apunts sobre la censura literria a Catalunya, Revista de Catalunya, 27, 1980, pgs. 123-132.
http://www.represura.es/represura_6_marzo_2009_articulo7.pdf, fecha de acceso: 21/01/2015.
2 Barcelona, Publicacions de lAbadia de Montserat, 1991.
3 Las nuevas normas sobre idiomas regionales i les traduccions durant els anys cinquanta,
Els Marges, 44, 1991, pgs. 5-17; La meditacin catalanista: una de les obsessions persistents
de la censura durant el franquisme. Alguns exemples dels anys cinquanta i comenaments del
seixanta, en Miscellnia Joan Fuster, vol. IV. Barcelona, Publicacions de lAbadia de Montserrat, 1991, pgs. 339-348; La conjuntura de 1951 i els criteris de censura, en Miscellnia
dhomenatge a Josep Benet. Barcelona, Publicacions de lAbadia de Montserrat, 1991, pgs. 621630.
4 Editar la memria: letapa resistent de Prtic (1963-1976). Barcelona, Publicacions de lAbadia
de Montserrat (2006); Josep Pedreira, un editor en terra de naufragis. Els Llibres de lssa Menor
(1949-1973). Barcelona, Proa, 2011; Francesc Foguet y Mireia Sopena, Editar contra la censura. El cas de Teatre catal de postguerra (1973), de Jordi Arbons. Estudis Romnics, 33, 2011,
pgs. 237-262. Vase tambin Santi Corts, Bajo la responsabilidad del editor. La censura
franquista sobre leditorial Tres i Quatre , LEspill, 36, 2010, pgs. 155-167.
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aquellos textos originales o traducidos que podan atacar los cimientos ideolgicos
y morales del rgimen franquista.
Las contribuciones que ensanchan temticamente el estudio de la censura
en la cultura y la literatura catalanas de postguerra corresponden a Josep Ramis
y a Mireia Sopena. Ramis se basa en la obra narrativa de juventud en cataln
de Sebasti Juan Arb, que posteriormente el mismo autor modific, tradujo y
retradujo; los informes de la censura sobre la obra de Arb afectan al marco de la
moral sexual y de las creencias religiosas. Por su parte, Sopena, en Los satlites
de la curia diocesana. Censores eclesisticos en la Barcelona de los sesenta,
ofrece una investigacin indita sobre la posicin del Arzobispado de Barcelona,
que, tras la celebracin del Concilio Vaticano II, mantuvo el celoso control de las
editoriales religiosas de signo progresista para evitar la exposicin de cualquier
tipo de manifestacin o consideracin poltica crtica contra los postulados
ideolgicos de la dictadura franquista.
En resumen, las cinco aportaciones ofrecen un panorama global de los
criterios firmes y eficaces, pero tambin discriminatorios y gradualmente
cambiantes, que la censura adopt en relacin con la cultura y la literatura
catalanas desde los aos cuarenta hasta el final del rgimen franquista en el
campo de la obra original y de la traduccin de textos narrativos o dramticos.
Se trata de una censura poltica y oficial, que convivi asimismo con la singular
censura eclesistica de los aos sesenta.
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Mireia Sopena
Universitat de Barcelona
1 El presente artculo abarca los libros en cataln presentados en el Arzobispado de Barcelona durante el periodo de actividad de Estela (1958-1971), la editorial religiosa ms activa de la
posguerra, y se inscribe en el Grup dEstudi de la Traducci Catalana Contempornia (GETCC)
(2014, SGR 285), reconocido por la Agncia de Gesti i Ajuts Universitaris de la Generalitat de
Catalunya, y en el proyecto La traduccin catalana contempornea: censura y polticas editoriales, gnero e ideologa (1939-2000) (FFI2014-52989-C2-1-P), financiado por el Ministerio de
Economa y Competitividad.
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S eminario C onciliar
Dependiente del Obispado de Barcelona, el Seminario Conciliar de Barcelona
estaba afiliado a la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. En 1968 se
asoci a las Facultades de Teologa y Filosofa de Sant Cugat del Valls, de cuya
fusin germin la Facultad de Teologa de Catalua en 1983 (Llopis 1987). Una
academia de este nivel albergaba profesores que solan alternar la docencia con
la labor investigadora, aunque algunos, una vez ganado el puesto, tendieron a
centrarse casi en exclusiva en la labor docente y el ministerio sacerdotal. Fue
una excepcin uno de los censores ms activos, el cannigo Cebri Montserrat
(1885-1962), que adems de dedicarse a la investigacin trabaj en valiosas
actividades editoriales de carcter divulgativo. Escribi, entre otras obras,
manuales escolares en castellano sobre el dogma y la moral cristiana (algunos
reeditados en varias ocasiones por Lumen) (Corts, Galts y Manent 1998-2001:
2, 672-673), y tradujo al cataln varios volmenes de la Biblia dirigida por el
capuchino Miquel dEsplugues y clsicos grecolatinos de la prestigiosa Fundaci
Bernat Metge, dos iniciativas patrocinadas por el controvertido ex lder de la
Lliga Regionalista, Francesc Camb4.
La seguridad que Cebri Montserrat inspiraba en el entorno de Modrego
queda sobradamente probada por su prolfica e ininterrumpida dedicacin
a numerosas censuras, las cuales incluan obras de cariz sospechoso como las
revistas del pensamiento catlico ms abierto: Qestions de Vida Cristiana, Serra
dOr y Estudios Franciscanos5. Censor con veleidades literarias (haba participado,
como poeta en cataln, en tertulias clandestinas)6, tuvo el dudoso privilegio de
denegar dos de las escasas obras literarias registradas: la primera era de Aym
3 En anexo, adjuntamos la relacin completa de censores de 1958 a 1971, los aos de dedicacin,
el nmero de lecturas que realizaron y en qu sentido las resolvieron.
4 Curiosa fue la coincidencia de tres ediciones de la Biblia en cataln financiadas por otras tres
entidades (Parcerisas 2009:19-143). Para un panorama de las editoriales catalanas religiosas,
vase Llanas (2006) y Corts, Galts y Manent (1998-2001) y, para la Fundaci Bernat Metge
en concreto, Franquesa (2013). Existe una aproximacin al mecenazgo de Francesc Camb en
Sams (2005: 41-60).
5 El entonces editor de la Abada de Montserrat, Just M. Bruguera (nombre religioso de Jordi
Bruguera), dedic dos monografas a Qestions de Vida Cristiana (1974 y 1988).
6 Haba sido invitado a la tertulia del pasaje Permanyer, segn registra Sams (1995: 1, 221236).
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y la segunda, de una editorial dirigida por un catlico tan ortodoxo como Joan
Sales, el Club dels Novellistes7. As como en 1958 Montserrat proscribi sin
empacho alguno Entre dos silencis (1958), de la novelista Aurora Bertrana, con
un lacnico No ha lugar que la Secretara de Cmara y Gobierno comunic
verbalmente al editor8, un ao despus, con la obra El Crist de nou crucificat
(1959), de Nikos Kazantzakis, dej algn resquicio para la aprobacin con el
dictamen Non expedit, salvo meliora9. Ante la duda, Pech se dispuso a encargar
un segundo informe a Ramon Cunill, pero el editor se anticip retirando el libro
una vez aprobado por censura civil, con lo que la curia, habilidosa equilibrista,
desapareci del posible imbroglio persuadida de que Mejor inhibirse, dada la
ndole de la obra.
Cebri Montserrat supo escurrir el bulto cuando top con el que fue el
caso ms virulento de la censura eclesistica. En 1959 el Arzobispado, siguiendo
su consejo, esquiv la denegacin de La Renaixena, avui (1960) e inst al
incombustible capuchino Basili de Rub, sucesor del P. Miquel como provincial, a
que la presentara previamente a la censura gubernativa10, dado que en opinin
del censor justificaba Pech en un informe se reflejaba confusionismo histrico
y peligroso matiz poltico11. Con ello la curia no solo se asegur de que la
tachadura de un prrafo que el rgimen haba impuesto se aplicara a rajatabla,
sino que ojo al dato: fue una excepcin exigi las galeradas corregidas para
conceder la bula. Ni el plcet eclesistico ni la aprobacin gubernativa a la
circulacin de los ejemplares impresos bastaron para que las facciones integristas
del rgimen lo denunciaran al Ministerio de Informacin y Turismo (MIT), que
acab presentando una querella criminal por separatismo contra uno de los
autores y corrobor, por si caba alguna duda, la provisionalidad de sus propias
autorizaciones y el discutido valor de la censura eclesistica12.
7 La editorial Aym ha sido estudiada por Sams (1995: 2, 267-289) y Aym (2001), y la editorial de Joan Sales por Pasqual (2012).
8 No se conserva el informe del censor. Nota escrita en cataln y en lpiz por Joan Mestres, auxiliar de Alejandro Pech, s.f., en el dorso de la solicitud del editor: Diu el Dr. Montserrat que:
No ha lugar. Horas o pocos das despus, el 18-XI-1958, el propio Mestres confirm la notificacin en otra nota escrita en castellano y a lpiz en la misma cara de la solicitud: Comunicado
verbalmente al recurrente y devueltos los originales (ADB, Fondo Censuras, c. 61, exp. 352/58).
9 Informe manuscrito del 10-VIII-1959 (ADB, Fondo Censuras, c. 62, exp. 251/59).
10 Se puede conocer la trayectoria del padre Basili de Rub y de Francisclia por Raurell (1986)
y Piol (1986).
11 Informe sobre la censura eclesistica de la obra La Renaixena, avui (ADB, Fondo Censuras, c. 62, exp. 321/59).
12 Vase el efecto que la persecucin del MIT tuvo en posteriores censuras eclesisticas de los
capuchinos en Sopena (en prensa).
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16 Segn Jordi Bruguera (1974: 30), Briva deneg dos artculos de la revista (1963 y 1965) y
mutil nueve ms (1962-1965), de cuyos expedientes no hay rastro en el ADB. Por otro lado, el
propio Bruguera, como Maria Martinell (Sella 2005: 102-103), aseguran que Briva tambin haba
defendido con firmeza algunos artculos que haban escandalizado a las autoridades eclesisticas.
17 Informe mecanografiado s.f. (ADB, Fondo Censuras, c. 71, exp. 483/64).
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22 Para ms detalles sobre las causas de la denegacin de Sol, vase Sopena (en prensa).
23 Ficha sacerdotal (ADB, Fondo Presbteros, C. 54/21).
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Mireia Sopena
28 Informe mecanografiado [s. l.], fechado el 8-VI-1964 (ADB, Fondo Censuras, c. 70, exp.
199/64).
29 Segn la solicitud de censura, el texto estaba comentado por Frederic Bass, Josep Espins
Xivill, Octavi Fullat, Marta Marta y Josep M. Rovira Belloso.
30 Informe mecanografiado fechado en Barcelona el 14-VIII-[1967] (ADB, Fondo Censura, c.
75, exp. 149/67).
31 Doctor Cunill: una vida. Semblanza biogrfica, La Vanguardia Espaola, 8-XI-1975, pg.
30.
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censor de oficio desde 195132, se mostr tolerante con las aportaciones del Concilio
Vaticano II y aprob sin reservas las seis obras que ley, algunas de ellas sobre el
laicismo (Estela) y el apostolado seglar (Nova Terra).
Bastante ms puntilloso que Cunill era Quirze Estop (1906-1990),
predecesor de Briva como rector del Seminario, un cargo que, al decir de sus
allegados, desempe amb una gran prudncia i serenitat pese a la agitacin
que se viva en los aos sesenta (Busqu 1991: 5). All donde las ms de las
veces los censores estampaban simplemente el nihil obstat, Estop disfrutaba
de lo lindo razonando sus comentarios teolgicos y llegaba incluso a recalcar,
en sus momentos de gloria, errores lingsticos o traductolgicos que, a ojos
de Josep Massot i Muntaner, actual editor de la Abada de Montserrat, no
siempre eran atinados: Vaig conixer de prop mossn Quirze Estop, que tenia
ms aviat inters pels aspectes lingstics i que era molt primmirat en aquesta
qesti, encara que no tenia una formaci gaire bona i no sempre seguia criteris
encertats33. Eficiente y responsable a tenor de los informes de sus superiores34,
recort expresiones estrictamente teolgicas a las que concedi una carga
semntica desproporcionada, en especial en una obra de Ivn Gobry editada
por Nova Terra, La pobresa del laic (1963), y en dos obras de Pierre-Andr Lig
editadas por Estela, Noi, aixecat! (1963) y Viure el cristianisme (1962), de la que
declar35:
[...] 4) Es una obra que intenta despertar la conciencia adormecida
de los cristianos en orden a un consciente, sincero y prctico viure
en cristi [ttulo con el que se present a censura], con todas las
exigencias de fe, santidad, responsabilidad, trascendencia, servicio,
testimonio que llevan consigo el Bautismo, el Evangelio, el ser
cristiano en el mundo y miembro asimismo de la Iglesia de los santos.
Sin embargo, no considero superfluo hacer notar de un modo especial
teniendo presente a nuestras juventudes, principalmente las cultas,
ansiosas de un mejoramiento individual y social del verdadero viure
en cristi la relatividad de algunos puntos de vista y de ciertas
afirmaciones del autor, casi en globo [sic] y un tanto injustas, acerca
de los creyentes y del cristianismo en pocas pasadas hasta nuestros
32
33
34
35
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Mireia Sopena
C olegio S an F rancisco
de
B orja 37
A estas alturas no resulta muy novedoso, habida cuenta del papel que nos consta
tuvieron los jesuitas en la censura gubernativa, confirmar que, en el microcosmos
de la censura eclesistica, fueron muchos los que formaron parte de ella. La curia
recurri, en concreto, a los profesores del Colegio San Francisco de Borja, el centro
universitario que, surgido de las facultades eclesisticas de Teologa y Filosofa
instaladas en el Colegio de San Ignacio del barrio de Sarri en Barcelona, se erigi
en 1949 en Sant Cugat del Valls y que sigui su particular andadura hasta que
se produjo la fusin con el Seminario a finales de los sesenta. En la actualidad
los jesuitas mantienen en el mismo emplazamiento la facultad y la comunidad,
formada por profesores vinculados al trabajo teolgico, filosfico, cientfico y
biotico de la orden, como lo estuvieron los censores de la posguerra que hemos
podido identificar, a saber: entre los ms habituales, Josep M. Fondevila y Josep
M. Dalmau, y entre los espordicos, Francesc de P. Sol y Alfred Mondria.
Colaborador como perito teolgico en varias constituciones y decretos
del Concilio Vaticano II (Corts, Galts y Manent 1998-2001: 2, 191), Josep M.
Fondevila (1915-2003) perteneca al ala ms abierta de la orden. Los cursos que
daba en la Pontificia Universidad de Comillas o en Deusto le haban granjeado
alguna suave amonestacin de Pech, que le apremiaba cuando al cabo de las
36 Informe mecanografiado fechado en Barcelona el 9-III-1962 (ADB, Fondo Censura, c. 66,
exp. 59/62).
37 Agradecemos al padre Francesc Casanovas del Arxiu Histric de la Companyia de Jess de
Catalunya las facilidades que nos ha procurado.
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Mireia Sopena
3) Pg. 46 lin. 2 del fin: Cuando dice Fragreu podra dar a entender
o podra el lector fcilmente creerlo as, que se habla de pecado grave.
Por esto sera mejor usar otro trmino, como lamentable, falso,
etc.
4) Pg. 59 al medio: Cuando dice Segons lopini dels moralistes,
sera mejor y ms propio y exacto, decir: Segons doctrina de lIglesia
[sic], pues no estamos en terreno opinable, sino de doctrina cierta.
5) Pg. 59 penltimo: Cuando dice: Al principi no es exacto, pues
el mismo Jesucristo en Mt. 19,8, como se cita luego, dijo lo contrario:
Al principio no fue as. La tolerancia vino ms tarde en el Antiguo
Testamento por la dureza de corazn de los judos41
41 Informe mecanografiado fechado [en Sant Cugat del Valls] el 16-III-1962 (ADB, Fondo
Censura, c. 66, exp. 10/62).
42 Memorndum (ADB, Fondo Censuras, 1970).
43 Para una aproximacin a las intrigas palaciegas que suscit el libro, cf. Sopena (en prensa).
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44 Informe mecanografiado fechado en Sant Cugat del Valls el 3-IX-1965 (ADB, Fondo Censura, c. 73, exp. 381/65).
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Mireia Sopena
rbita
editorial
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47 Sobre el nombramiento episcopal de Guiu Camps como censor diocesano, cf. Sopena (en
prensa).
48 Agradezco a Josep Massot que me facilitara el nombre de fuentes de Romuald Daz Carbonell.
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Mireia Sopena
84 l REPRESURA l MONOGRFICO
modo de conclusiones
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Mireia Sopena
del pas, principal vehculo de transmisin del mensaje evangelizador, el uso del
cataln en las traducciones de los aos sesenta no los abland en absoluto, pues
su nica obsesin, por encima de cualquier afn identitario, era salvaguardar el
dogma. Desde el Palacio Episcopal, se tena en cuenta la orientacin teolgica
de los censores externos en la medida en que las autoridades eclesisticas se
esforzaban por situarse en un punto medio entre la permisividad de los censores
afines a las corrientes teolgicas ms renovadoras y la intransigencia de los ms
retrgrados. De hecho, tras el Concilio Vaticano II, se vislumbr una relativa
tolerancia de la curia con las posiciones ms aperturistas, aunque jams accedi
a admitir, como norma general, uno de los requerimientos ms insistentes de los
editores: la posibilidad de encargar las censuras diocesanas a los propios censores
de la orden, lo que sin duda hubiera podido convertirse en un autntico coladero
de aprobaciones. En definitiva, el Arzobispado no cej en el control sobre las
editoriales progresistas por si estas cometan algn desliz poltico que, con las
autoridades franquistas al acecho, tuviera que lamentar a corto o largo plazo.
86 l REPRESURA l MONOGRFICO
OBRAS CITADAS
A.C.R. (1975-1976): Ramn Cunill Puig. Enciclopedia Universal Ilustrada
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Cinc-cents anys de les Publicacions de lAbadia de Montserrat. Barcelona,
Publicacions de lAbadia de Montserrat.
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1, pgs. 163-173.
BENTEZ, Josep M. (1996): Jesutes i Catalunya. Fets i figures. Barcelona,
Publicacions de lAbadia de Montserrat.
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(1958-1974). Qestions de Vida Cristiana, nm. 73 (septiembre).
BRUGUERA, J.[ordi] (1988): Trenta anys de Qestions de Vida Cristiana.
Qestions de Vida Cristiana, nm. 140 (mayo).
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Diccionari dhistria eclesistica de Catalunya. Barcelona, Generalitat de
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Edicions 62.
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Mireia Sopena
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MONOGRFICO l REPRESURA l 89
Mireia Sopena
90 l REPRESURA l MONOGRFICO
A nexo . N ombres
(1958-1971)
Dictmenes
Aos
N.
informes
1965-1968
1958-1967
1961-1967
21
20
Camprub Alemany,
Francesc
1959-1964
1964-1968
1962-1966
1961-1966
18
14
1962-1965
1958-1962
44
38
1962-1963
1968
1963
1967-1968
1958-1971
65
64
1960-1964
1969
1961-1967
1963-1970
1964
1964
Dalmau Puig de la
Bellacasa, Josep M.
1960-1967
17
1962-1970
37
36
1964
1962-1964
1966-1967
1961
1964-1967
Grupo censorio
Aprobaciones Mutilaciones
Reservas Denegaciones
Seminario Conciliar
MONOGRFICO l REPRESURA l 91
Mireia Sopena
1961-1964
1968-1970
1965
1960-1965
17
16
1969
1966-1969
1964
Evangelista de Montagut
(Blanch Busquets, Esteve)
1961-1966
1960-1967
1970
Sever de Montsons
(Rives Camats, Rau)
1958
1962-1968
21
21
1961-1966
1966-1970
1968
1960
1962-1964
1958-1967
13
12
1966
1958
1966
1960
1966
1966-1968
1968
Otros censores
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MONOGRFICO l REPRESURA l 93
94 l REPRESURA l MONOGRFICO
C amus
y la censura franquista
La resistencia del rgimen a autorizar las obras del autor argelino sobrepas
la dcada de los 60. Tanto fue as que justamente en 1960, Aguilar quiso editar
las obras completas del autor argelino, pero se encontr con la prohibicin entera
de la publicacin. Probablemente, porque como apunta Cruces (1998: 286), en los
casos anteriores se trataba de ediciones con muy poco impacto por su reducida
tirada, pero Aguilar quera pedir permiso para una tirada de 15.000 ejemplares,
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Laura Vilardell
L as traducciones
I sard
96 l REPRESURA l MONOGRFICO
La
presencia de
A lbert C amus
en la coleccin
I sard
Con un total de cinco obras, Camus fue el autor ms publicado por Isard.
Empez, en 1962, con La Pesta, nmero 1 de la coleccin y traducido por el
conocidsimo Joan Fuster; continu, en 1964, con el nmero 17, La Caiguda,
con traduccin de Bonaventura Vallespinosa; ms adelante, y con el nmero
30, apareci El mite de Ssif, en versin de Joan Fuster y Josep Palcios; con
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Laura Vilardell
98 l REPRESURA l MONOGRFICO
sobre lo que deba hacerse con ella debera tomarse a base del historial
de informes. Que la obra es Firme. Desde mi punto de vista puede
autorizarse.
4 El texto literal era: Benvolgut amic Boix: Per correu a part, certificat, us envio un paquet
amb la traducci de La Pesta de Camus. Una de les prximes setmanes us nenviar el prleg i
la nota final. // Confio que no ho haur fet malament del tot. Ja men direu la vostra opini. La
traduccin es nuestra.
MONOGRFICO l REPRESURA l 99
Laura Vilardell
El Malents. Calgula
Este libro es el nico anunciado y no publicado del autor argelino. El volumen
consta con fecha de entrada en el MIT de 14 de mayo de 1964 y con nmero de
Laura Vilardell
La obra, como hemos visto, pas por censura y, aunque necesit dos
avaladores, al final se autoriz sin ninguna tachadura. Entonces, nos podemos
preguntar por qu no se public. Lo cierto es que en el Fondo Josep M. Boix i
Selva, de la Biblioteca de Catalunya, por el momento no se han localizado cartas
ni de Bonaventura Vallespinosa ni tampoco de Jordi Carbonell, quien tena que
ser el encargado de realizar el prlogo de la obra. Por consiguiente, hasta hoy no
podemos saber si fue una negativa de la editorial, del traductor o del prologuista.
C onclusiones
La coleccin Isard, de la Editorial Vergara, a lo largo de los 39 ttulos que
comprende dicha coleccin, agrup autores de distintas ideologas y de todos
los tiempos y culturas. Destacamos este punto por el carcter politemtico de la
Laura Vilardell
en cataln. Desde nuestro punto de vista y una vez examinados los expedientes,
vemos que los veredictos favorables no pueden ser interpretados de esta forma,
sino que seguramente lo que ms influy para su importacin fue el tipo de obra
publicada, la tirada y no tanto la editorial que publicaba la obra. No obstante,
tambin es evidente que no todos los libros de Camus se editaron finalmente,
aunque s pasaron por censura.
Laura Vilardell
OBRAS CITADAS
BACARD, Montserrat (2012): La traducci catalana sota el franquisme. Lleida,
Punctum.
BOIX FUSTER, Emili J. (2014): Josep Maria Boix i Selva, poeta de flama
vivent, Serra dOr, 655-656, pgs. 7-9.
BOIX-MASRAMON, Josep M. (1996): Josep M. Boix i Selva, Serra dOr, 439440 (julio-agosto), pg. 4.
BOLL-JOHANSEN, H. (1979): Lidologie cache de La Chute de Camus,
Revue Romane, vol. XIV, 2, pgs.174-184.
CALDERS, Pere (1964): La collecci Isard, dEditorial Vergara, Serra dOr, 4
(abril), pgs. 54-55.
CORNELL-DETRELL, Jordi (2013): Lauge de la traducci en llengua
catalana als anys 60: el desgla de la censura, el XVI Congreso Internacional
de Editores i el problema dels drets dautor, Quaderns. Revista de Traducci,
20, pgs. 47-67.
(2010): Traducci i censura en la represa cultural dels anys 1960, Laven,
359 (julio-agosto), pgs. 44-51.
CRUCES COLADO, Susana (1998): Traduccin y reescritura de Camus en
Espaa (1949-1975), en Mara Dolores OLIVARES VAQUERO, Teresa
G. DAVALOS, G., D. C. HERNNDEZ (1964): Polmicas Sartre Camus.
Buenos Aires, El Escarabajo de Oro, http://www.fundanin.org/Polemica.
pdf, fecha de acceso: 17/01/2015.
(2006): Las traducciones de Camus en Espaa durante el franquismo,
Transitions: Journal of Franco-Iberian Studies, 2, pgs. 82-113.
(2007): La recepcin de Camus en Espaa, en Julio-Csar SANTOYO, Juan
J. LANERO FERNNDEZ (coord.): Estudios de traduccin y recepcin.
Len, Universidad de Len, pgs. 137-146.
EAST, B. (1984): Albert Camus ou lhomme la recherche dune morale. Montral,
Bellarmin-Cerf.
FAUL, Josep (1996): Josep M. Boix i Selva: traductor, editor i poeta, Serra
dOr, 437 (mayo), pgs. 15-16.
muy significativos para indagar en las historias que se esconden tras los archivos
de censura y su literatura epistolar asociada.
Cabe sealar de antemano que la temtica de las obras de Arb no es, a
priori, especialmente conflictiva respecto a los criterios aplicados por la censura
literaria franquista, como tampoco lo era en exceso su posicin poltica. No
obstante, su relacin con la censura no fue plcida: existen numerosos expedientes
de puro trmite, pero entre ellos se encuentran otros verdaderamente conflictivos,
especialmente el de su biografa sobre Jacinto Verdaguer (Verdaguer, el poeta, el
sacerdot i el mn, 1952), que desat una fuerte polmica en los ambientes literarios
catalanes, pero que previamente ya haba desatado una gran tormenta en la
sede de censura, con un trasfondo de movimientos de tacticismo poltico para
conseguir que se aprobara su publicacin.
La biografa de Verdaguer es un tema tan amplio, singular e interesante
que merecera un artculo aparte. Sin embargo, este artculo pretende centrarse
en las novelas que Arb escribi en los aos treinta, su obra de juventud, y
que configuraron lo principal de su universo literario. Estas novelas, escritas
originalmente en cataln, no sufrieron ningn tipo de censura en sus primeras
ediciones por razones cronolgicas obvias. A pesar de ello, al ser las novelas que
Arb utiliz para introducirse en las letras castellanas a partir de la dcada de los
cuarenta, y el hecho de no dejar nunca de reescribirlas y publicarlas asiduamente
en ambas lenguas, convierten este material en un documento valiossimo para
apreciar el diferente trato que merecieron a la censura con el paso de los aos y
en sus diversas ediciones, as como la aplicacin de un criterio diferente segn
fueran publicadas en cataln o en castellano.
L intil
combat
/ La
luz escondida
La primera obra que Arb public en cataln no es la primera que vio la luz en
castellano. Lintil combat se public en 1931 y abri la puerta a una dcada
imparable de publicaciones del autor. Lintil combat es una novela de juventud,
formalmente precaria, pero que ya deja ver al autor de raza que es Arb. En ella
tambin se perfilan algunos de los puntos cardinales de su narrativa: el uso de la
primera persona, desde el punto de vista del personaje principal, y el empleo del
recurso del diario personal, es decir, un tipo de novela subjetivista.
T erres
de l E bre
/ T ierras
del
E bro
Galerada
168
172
223
En consecuencia:
SUPLICO a V.I. tenga a bien considerar, por todo lo antedicho y
teniendo en cuenta las modificaciones efectuadas, la conveniencia
de que la obra TERRES DE LEBRE sea publicada con su texto
ntegro.
10 En ningn catlogo francs consta esta traduccin, aunque s que constan otras, como la
traduccin francesa de Camins de nit (Chemins de la nuit), publicada por Albin Michel en 1950, y
la de Tino Costa, publicada por Gallimard en 1954 (para ms informacin sobre la traduccin de
esta ltima obra, vase Ramis, 2011), lo que demuestra un cierto inters en la obra de Arb por
parte de las letras francesas. Emili Rosales, en la edicin de 1992, tambin indica que existe una
traduccin francesa de la novela sin precisar ningn dato concreto, que tampoco pudo aclarar en
una consulta personal. De todos modos, entre la correspondencia de Arb que se conserva en el
fondo especfico que tiene dedicado en el archivo municipal de Sant Carles de la Rpita, su pueblo
natal, se encuentran algunas pistas sobre el misterio de esta traduccin fantasma. Por una carta
de Jean Viet traductor francs de Camins de nit sabemos que la traduccin estaba acabada en
1949, que la tena que publicar ditions du Pavois, que Arb no estaba satisfecho con el resultado y que quera que Viet se la arreglara. La lectura de la correspondencia de Arb con el editor
de ditions du Pavois, Pierre F. Cain, lo confirma. No obstante, esta traduccin no lleg nunca
a publicarse en esta editorial a causa de problemas econmicos de la editorial derivados de la
crisis del libro. Cain liber a Arb del compromiso adquirido y le dio va libre para que buscara
un nuevo editor. Parece, pues, que la bsqueda del editor francs para publicar Terres de lEbre
result infructuosa.
boig
/ La
hora
Notes dun estudiant que va morir boig fue la tercera obra publicada por Arb,
en 1933, justo un ao despus de Terres de lEbre, con lo que mantena su
ritmo al publicar una obra por ao. Con esta obra, breve en extensin, pero de
amplia profundidad, Arb recupera, acenta y mejora el recurso de la primera
persona en forma de diario personal, que ya utilizara en su primera novela,
Lintil combat. Mantiene tambin la temtica general en torno a los personajes
marginados, solitarios e inadaptados, pero con la salvedad de que introduce un
nuevo escenario en su novelstica, la ciudad. Los escenarios, rurales o urbanos,
son fundamentales para entender la obra de Arb, siendo esta la nica obra de
esta primera poca del autor en la que opta por tal escenario.
La historia de esta obra es larga y compleja. Solo dos aos despus de su
publicacin en la Collecci Balaguer, en 1935 apareci una nueva edicin en
Quaderns Literaris ya con el ttulo de Hores en blanc. Notes dun estudiant que va
morir boig. No fue hasta veinte aos despus, en 1955, cuando apareci la versin
autotraducida al castellano; se trata de La hora negra. Notas de un estudiante
que muri loco, publicada en Argentina por Sudamericana. En 1961 aparecieron
dos nuevas versiones casi paralelas, una en cataln (Selecta) y otra en castellano
(Planeta), con el ttulo de Lhora negra y La hora negra, respectivamente. Cinco
aos despus, en 1966, Sergi Beser reprodujo la segunda versin, la de 1935, en la
12 Entre los expedientes, falta el de la versin de 1955, publicada en cataln por Editorial Selecta. Se trata de los expedientes 2283-56, 4323-65, 8429-65, 12518-71, 2840-73, 2876-74, 6662-75,
7216-75, 4098-77, 12417-78 y 11254-80, respectivamente.
Obra Catalana Completa I. Les novelles de lEbre (Edicions 62). Hay una cuarta y
definitiva versin del ao 1983 (Laia), con el ttulo de Hores en blanc.
Junto con Terres de lEbre, Hores en blanc. Notes dun estudiant que va morir
boig es uno de los ejemplos paradigmticos del trabajo de creacin/reedicin y
su correspondiente autotraduccin que Arb practic constantemente. Sus
reediciones no son simples reimpresiones. Arb retocaba, rehaca y ampliaba su
obra y la correga incansablemente con una clara voluntad de mejora, sobre todo
desde un punto de vista estilstico13.
De todos modos, en el caso de la obra que nos ocupa, y a diferencia de su
proceder habitual, las modificaciones que Arb introdujo en cada nueva edicin
acabaron por convertir la obra original en otra bastante diferente, incluso en
la concepcin misma de la obra. Del Notes dun estudiant que va morir boig de
1933 al Hores en blanc de 1983, la novela se fue desvirtuando y pas de ser un
conjunto de notas sueltas y desgarradoras, como el mismo ttulo de la novela
indicaba, a una obra perfectamente estructurada, con captulos titulados y con
la introduccin de hechos histricos que todava no haban acontecido en el
momento de escribirla por vez primera. Esta desvirtuacin de la idea original del
texto, especialmente en la ltima versin de 1983, es comentada por Josep Maria
Balaguer (1991: 24-30) y Joaquim Molas (1961: 77-78)14.
Como en el caso de Terres de lEbre, la primera versin que pas por censura
fue la primera autotraduccin de la obra al castellano. La hora negra se public
en la editorial Sudamericana de Argentina en 1955. Se trata de la nica obra
de Arb publicada fuera de las fronteras espaolas y la nica que no pas el
proceso de censura. Tal hecho obedeci a una libre decisin de Arb, ya que no
fue presentada a la censura en Espaa.
Si tenemos en cuenta las memorias del autor, la nueva publicacin de la
obra fue casi una casualidad:
13 Para conocer los pormenores del complejo proceso de creacin, autotraduccin y recreacin
de Arb, vanse Ramis (2010a, 2010b y 2011a).
14 Para profundizar en la lectura de esta obra y conocer todos los pormenores de sus diferentes
versiones, vase Ramis (2012).
15 Se trata de Juan Arb, Sebasti (1954): Tino Costa. Pars, Gallimard. [Traduccin de Victor
Crastre.]
16 Puede consultarse la historia de la novela Tino Costa y su traduccin francesa en Ramis
(2011b)
17 No debemos olvidar, de todos modos, que una cosa no quita la otra, y que Arb poda estar
amedrentado ante la posibilidad de que se malinterpretara una novela de juventud un tanto atrevida a ojos de la moral y la ideologa franquistas, tal como explica Manuel L. Abelln (1980: 69):
Sebastin Juan Arb, en uno de los momentos ms severos del oscurantismo cultural de Arias
Salgado, en 1955, estim prudente y necesario publicar en Argentina, en la Editorial Sudamericana, su novela La hora negra por temor a que fuese rechazada por censura. La obra, ms tarde,
fue ntegramente publicada por Planeta en 1961 y en 1968 por Plaza y Jans.
18 Exp.: 3079-55. AGA.
El enojo de Lpez Llauss tuvo que ser an mayor cuando parte de las
objeciones que imposibilitaban la importacin de la edicin argentina de 1955
aparecieron en las nuevas ediciones de la obra publicadas en Espaa; y las que
haba eran del mismo orden que las detectadas en la edicin de 1955. Por lo
tanto, la suspensin de la importacin de la edicin de 1955 fue debida a un
exceso de celo hacia las publicaciones aparecidas fuera de Espaa y no a un
verdadero ataque a ningn dogma ni idea poltica.
En los archivos de censura se encuentra tambin una versin fantasma de
la novela, posterior a la de 1955. El 4 de julio de 1959 la editorial Pareja y Borrs,
afincada en la Rda. Universidad de Barcelona, present el original de La hora
negra a censura para que autorizara su publicacin19. Aunque en el expediente
consta el antecedente de la edicin de 1955 y su pertinente suspensin, el lector
24, P. lvarez Turienzo, dio su consentimiento a la autorizacin sin tachadura
alguna en las galeradas, ni ningn otro tipo de reparo. Solo escribi un breve
comentario sin ningn tipo de repercusin:
El 8 de julio de 1961, el editor Jos Miracle envi una instancia informando
del cumplimiento de las ltimas supresiones requeridas, en la que expone:
Otra nota manuscrita informa de que se han efectuado las tachaduras
sealadas y que se autoriza el 10 de julio de 1961. Hay tambin una segunda
instancia de Miracle solicitando la autorizacin de la cubierta y contracubierta
del libro, que le es concedida de inmediato. El tipo de supresiones hacen referencia
Quan era infant, un da vai somniar en Du. Tena laspecte dun bon
home. Jo lagafava de la m i jugvem; la meva mare, asseguda a
lombra ens mirava i sen reia. Ell tena un aspecte de captaire, per
semblave un bon home. Em puj a les seves espatlles: fu com si salts
i em deij caure des de dalt. Ell sen reia, per vaig anar-men amb la
meva mare i no vaig voler jugar ms. [Pgina 96 del mecanoscrito.]
C amins
de nit
/ C aminos
de noche
La ltima novela de Arb de los aos treinta, y la ltima obra que public antes
de la guerra con continuidad posterior, fue Camins de nit. Con esta novela Arb
volvi a los paisajes del delta del Ebro y a su gente y tradiciones. Tambin recuper
la novela de concepcin ochocentista, utilizando la tercera persona y el narrador
omnisciente. Se trata de una obra extensa, con gran nmero de personajes y
varias tramas entrelazadas. La principal novedad de esta novela es que, dentro
de la temtica general de fatalidad y marginalidad de sus protagonistas, en
este caso se vislumbra una cierta esperanza, un cierto optimismo respecto a la
absoluta fatalidad de las circunstancias.
Camins de nit es una novela importante y peculiar a la vez. Es importante
porque fue su carta de presentacin a la literatura castellana antes del desenlace
de la Guerra Civil. Ya en 1937 apareci en la editorial Luis Miracle la primera
obra de Arb en castellano, precisamente traducida por su amigo y poeta Flix
Ros28. Es tambin importante porque fue, asimismo, su carta de presentacin a
la literatura francesa, ya que en 1950 la editorial Albin Michel public su primera
traduccin al francs, Chemins de la nuit, en traduccin de Jean Viet.
Por otra parte, Camins de nit es una novela peculiar dentro de la bibliografa
de Arb, puesto que adems de su final optimista, es la nica obra no traducida
directamente por l al castellano en todas sus ediciones. Ya se ha mencionado la
traduccin de Flix Ros de 1937, pero adems hubo otra traduccin algrafa al
castellano a cargo de Fernando Gutirrez, publicada originalmente en 1955 y
posteriormente reeditada en 1962 y 1973. Abundando ms, estas dos traducciones
muestran una serie de cambios que van ms all del trabajo habitual de un
traductor algrafo y que se parecen bastante al proceso de mejora y reelaboracin
continua que ejercitaba Arb, lo que nos lleva a pensar que dichas traducciones
se realizaron sobre un original cataln previamente revisado por Arb, versiones
que por su parte nunca vieron la luz como tales.
28 Flix Ros fue un reconocido poeta y escritor falangista, especialmente durante el primer
franquismo.
La primera edicin que pas por censura es la nica que consta como
directamente autotraducida por Arb, que es la versin castellana de 1947
publicada por el combativo Jans. El expediente de censura29 vuelve a mostrar
precisamente ese carcter rebelde de su editor. Constan dos informes. El primero,
fechado en el registro el 1 de mayo de 1947, fue a parar a las manos del lector
19, quien en su informe detecta problemas con la moral, tal como l mismo
detalla. Estos problemas comportan una serie de supresiones que, como en
los casos anteriores, hacen referencia a la mencin explcita de Dios y a varias
escenas consideradas como excesivamente sexuales:
Es una novela interesante con algunos momentos inmorales de
accin y descripcin en las pginas marcadas. Hay un excesivo abuso
de la palabra puta (p.) pp. 31, 253, 257, 258, 259 y 270 y frases
demasiado plebeyas: mal que le pese al propio Dios (p. 249) o que
no te valdr ni Dios! (271). El argumento es la vida de un pueblo en
dos generaciones. No obstante la descripcin de una semana Santa(1),
la novela es de gran paganismo.30
(1) Precisamente en plena Semana Santa se desarrolla una escena de
amor inmoral, con una mujer que puede considerarse casada, pues no
sabe que su marido ha muerto.
Junto a este informe hay otro de un nuevo lector, Pedro Muoz, con fecha
de 10 de mayo de 1947. Aunque no hay constancia documental, parece muy
probable que Jans volviera a rebelarse contra la censura, tal como hemos visto
para el caso de Terres de lEbre, y que argumentara para no llevar a cabo las
supresiones indicadas. Sin embargo, Muoz no hace otra cosa que ratificar las
indicaciones del primer lector: Creo que deben suprimirse los prrafos y palabras
inmorales o groseras de las pginas sealadas por el anterior Lector.
El Director General de Propaganda comunic directamente a Jans la
ratificacin de la decisin tomada diez das despus de este segundo informe, el
20 de mayo de 1947:
Esta Direccin General a propuesta del servicio correspondiente, ha
resuelto: trasladarle el referido texto, para que suprima lo indicado
en las pginas 31-58-145-148-162-223-249-253-257-258-259-270-271.
29 Exp.: 1722-47. AGA.
30 Esta ltima frase est subrayada con un lpiz de color rojo.
De esta carta se deriv un tercer informe del mismo lector que el del
informe anterior, Pedro Muoz, fechado el 19 de abril de 1948, en el que se
anotaba: No se han hecho las tachaduras, tal como se haban indicado en el
texto original de las pginas 74-181-267-304 del nuevo texto. No obstante, una
nota manuscrita del 26 del mismo mes y ao apunta: Segn manifestacin oral
del censor eclesistico D. Pedro Muoz, sera suficiente con imponer una sancin
para evitar la repeticin, y autorizar la obra con carcter de tolerada y si piden
nueva edicin que hagan las tachaduras indicadas.
As pues, Jans y Arb se salieron parcialmente con la suya y publicaron
la novela sin suprimir aquello que consideraban llanamente insuprimible. Eso
s, a Jans le cost una multa y a la obra una calificacin de autorizada con el
carcter de tolerada, que seguramente no mereca.
En 1954, Arb volvi a publicar la novela, en esta ocasin en cataln y con
la editorial Selecta. Josep Miracle, en nombre de la editorial, present la obra
34 Junto a la carta se encuentran las hoja mecanoscritas con indicacin de lo que se ha tachado
y con la solucin propuesta por Arb.
El da 10 del mismo mes, Arb insiste tras percatarse de que el
procedimiento seguido no era el establecido. En la nueva misiva, Arb vuelve
a mandar las correcciones por duplicado y en galeradas, siguiendo el cauce
reglamentario. Aprovecha la ocasin para rebajar el posible enfado de beda
por tanta insistencia y exigencias, no sin dejar de recordarle que la resolucin
apremiaba por la inmediatez de la fiesta del libro.
Mi buen amigo Malagalada me ha comunicado esta maana el
resultado de su conferencia con Vd. Me ha dicho que era absolutamente
necesario que mandara por duplicado las pruebas de mi obra, con las
modificaciones que practiqu.
He hecho tirar por duplicado las pginas correspondientes; lo he
hecho en seguida, y le escribo y se las remito urgentemente, con la
esperanza cada vez ms dbil, es cierto de que podemos an sacar
la obra para la fiesta del libro.35
Quiero, a parte de esto, hablarle de algo, que me preocupa en gran
manera, y mucho ms desde luego que la aprobacin de la obra.
A travs de las palabras de Malagalada me ha parecido, en efecto,
adivinar que Vd. se ha sentido ofendido conmigo por algo que le dije
en mi carta. Estoy verdaderamente desolado de que Vd. haya podido
interpretar en este sentido alguna frase de mi carta, de que se haya
podido sentir Vd. no ya ofendido, sino ni siquiera disgustado por
alguna de las cosas que escrib en ella. No sabe Vd. cuanto me ha
preocupado y lo que me ha hecho cavilar sobre el texto de mi carta,
que ya no recuerdo.
35 Junto a la carta se adjuntan las pginas de las galeradas con la indicacin de lo que la censura
haba suprimido y el cambio introducido.
Como puede apreciarse, aunque Arb se adapta a los cauces legales y a
las recomendaciones censoras, insiste en no modificar uno de los fragmentos.
Estos principios condicionan la respuesta de beda, que vuelve a escribirle
una carta mecanografiada totalmente asptica, que contrasta con las cartas
personales y manuscritas de su interlocutor. La distancia que establece uno y
otro interlocutor resulta muy notoria. As el 13 de abril, le escribe lo siguiente:
Ante todo, debo darle las gracias por su inters en aprobar las
modificaciones, y en comunicrmelo enseguida por el amigo
Malagalada. Lstima que no se incluyeran todas! No obstante, fu
un poco culpa ma, pues me descuid de introducir en el fragmento
correspondiente a las pginas 30 y 31 las modificaciones que tena
sealadas.
Perdneme que insista sobre este fragmento. Ustedes propusieron
la supresin del trozo censurado. El que ha ledo la obra no se ha
dado cuenta de la grave interrupcin que significa; si lee atentamente
ver que en seguida despus se hace alusin a los hechos indicados en
este trozo y que el lector ha de sentirse forzosamente desorientado;
adems, aparte del aspecto moral (que queda subsanado, como
ver) se suprime un trozo de valor puramente literario, y para m,
estimable. A m no me pesa suprimir trozos que afectan al aspecto
moral; en cambio, suprimir los que afectan al aspecto literario de la
obra, me produce casi un dolor fsico. Trabajo mis obras demasiado
honestamente, con demasiada sinceridad para que no sea as.
Le remito dos copias de este trozo tal como queda ahora, despus de
las modificaciones que he introducido.
Al lado de stos y le ruego me perdone esta molestia me permito
mandarle (aunque no creo que haga falta) el trozo correspondiente,
en la edicin castellana (pgina 181), a fin de que pueda Vd. mismo
hacerse cargo de los hechos. He visto, de paso, que la Censura, ya
entonces me suprimi unas lneas, lneas que yo no suprim, por no
figurar as en la edicin catalana que me sirvi de pauta.
En esta pgina, lo puesto entre rayas al lpiz, seala el trozo suprimido
por Vdes.; en los mrgenes, escrito a mano, est lo que me suprimi
entonces la Censura; lo sealado al lapiz con rayas oblicuas es lo que he
suprimido yo ahora. El texto castellano, tal como queda, corresponde
exactamente al texto cataln que le acompao.
Vd. mismo podr comprobar, me parece, que, con esto, el texto queda
limpio de toda dureza e inofensivo. En cambio, se salva esta escena,
en que el protagonista, despertando de su sueo, oye los sones del
Cuando finalmente recibe la carta de beda, Arb vuelve a coger la pluma
y, el 18 de abril, le remite una nueva carta a beda. En este caso la epstola
insiste en suplicarle una vez ms que acepten su ltima modificacin y se pueda
as, por fin, tirar la obra.
Arb es incansable y, una vez perdido definitivamente el tren de la fiesta
del libro, decide curarse en salud. Las ltimas instrucciones que le remiten son
a travs de un intermediario, por lo que decide insistir sobre la idoneidad de las
ltimas modificaciones realizadas para que, de una vez por todas, no haya ms
obstculos a su publicacin.
Ante todo, le doy las gracias una vez ms por el inters que ha
mostrado y tambin por la paciencia con mi asunto. Espero que
sta ser la ltima carta, hasta la nueva obra, que confo ir mejor.
El amigo Malagalada me comunic, en efecto, lo que Vd. le dijo sobre
la ultima tachadura. No obstante, como no estaba muy seguro sobre
la exactitud de sus indicaciones, y como por otra parte hacamos ya
tarde para la fiesta del libro, he preferido, antes de proceder al tiraje,
mandarle a Vd. las modificaciones, para que vea si estn conformes
con lo que Vd. indic. De este modo, estaremos todos ms tranquilos.
Segn el amigo Malagalada deba hacer dos modificaciones: la
primera suprimir la frase la tena sobre las rodillas; la otra borrar
otra frase estaba al lado de l en el lecho. Esto es, cuando menos,
lo que entend.
Estas dos supresiones han sido hechas, y le acompao las pginas
corregidas as, por duplicado; en ellas he sealado con una cruz
los lugares donde he hecho las modificaciones, para que puedan
comprobarlo fcilmente. Podrn ver tambin que he corregido
otra frase un poco ms adelante (pg. 31), que Vdes. no me haban
sealado; es decir que he hecho ms de lo que pedan.
Le agradecer me diga, a la mayor brevedad, si ahora est conforme
todo, para proceder al tiraje definitivo.
Finalmente, el 23 de abril, precisamente el da de la fiesta del libro, Joaqun
beda remite la carta de confirmacin en la que se muestra conforme con las
modificaciones efectuadas y autoriza la edicin. Esta autorizacin tambin
aparece anotada en el informe en la misma fecha.
36 Esta galerada no se adjunt, siguiendo las directrices expuestas en la ltima carta de Joaqun
beda.
37 Se trata del exp.: 7535-54.
La carta surti su efecto, ya que, adems de anotar el antecedente de
la versin catalana, en el expediente se aadi una nota manuscrita, fechada
el 12 de enero de 1955, en la que se indica que se debe Comprobar si en la
autorizacin se orden suprimir o cancelar las tachaduras y caso de persistir
si figuran en la presente edicin. As pues, el informe de lector no deba ser
una nueva valoracin, sino que se deba limitar a la comprobacin de que las
modificaciones solicitadas se mantenan en la nueva versin. El 1 de febrero
de 1955, el lector nmero 7 fue solcito e hizo simplemente lo que se le peda:
La versin castellana de esta novela parece adaptarse en general a la edicin
catalana, autorizada previamente, por lo que puede autorizarse. Por lo tanto,
la autorizacin lleg sin dilacin el 2 de febrero de 1955. Y a partir de esta, el
resto de reediciones en castellano, procedentes de esta versin (publicadas por
Vergara en 1962 y por el mismo Noguer en 1973)38, se aprobaron solo con la
comprobacin del presente expediente.
La Obra Catalana Completa de 1966 volva a sacar a la luz la problemtica
versin catalana de Camins de nit39. No obstante, con la remisin al expediente
de la edicin de 1954 y toda su historia, se conformaron para autorizarla sin
ningn problema aadido.
C onclusin
Sebastin Juan Arb tuvo una relacin ambivalente con la censura. Sin ser
acribillado indiscriminadamente por ella, el autor cataln s que tuvo sus ms
y sus menos a la hora de publicar sus obras. Su posicin poltica no tena que
plantearle demasiados problemas a priori, aunque al final la censura era igual para
todos, a pesar de que hubo autores considerados con ms o menos benevolencia.
40 Sobre la autocensura en los autores de postguerra ha escrito, entre otros, Manuel L. Abelln
(1982; 1989).
OBRAS CITADAS
Obra de Sebastin Juan Arb
Tierras del Ebro. Barcelona, Luis Miracle, 1940.
La luz escondida. Barcelona, Iberia, 1943.
Caminos de noche. Barcelona, Jos Jans, 1947.
Terres de lEbre. Barcelona, Josep Jans, 1947.
Tierras del Ebro. Barcelona, nsula, 1948.
Camins de nit. Barcelona, Selecta, 1954.
Caminos de noche. Barcelona, Noguer, 1955. (Trad. de Fernando Gutirrez.)
La hora negra. (Notas de un estudiante que muri loco). Buenos Aires,
Sudamericana, 1955.
Terres de lEbre. Barcelona, Selecta, 1955.
Tierras del Ebro. Barcelona, Noguer, 1956.
Lhora negra. Barcelona, Selecta, 1961.
La hora negra. Barcelona, Planeta, 1961.
Caminos de noche. Barcelona, Vergara, 1962. (Trad. de Fernando Gutirrez.)
Obra Catalana Completa. Barcelona, Edicions 62, 1966.
Lintil combat. Barcelona, Proa, 1969.
Tierras del Ebro. Barcelona, Plaza & Jans, 1971.
Caminos de noche. Barcelona, Noguer, 1973. (Trad. de Fernando Gutirrez.)
Los hombres de la ciudad. Barcelona, Planeta, 1982.
Bibliografa secundaria
ABELLN, Manuel L. (1980): Censura y creacin literaria en Espaa (19391976). Barcelona, Ediciones Pennsula.
(1982): Censura y autocensura en la produccin literaria espaola, Nuevo
Hispanismo. Revista Crtica de Literatura y Sociedad, 1, pgs. 169-180.
(1989): Apunts sobre la censura literria a Catalunya durant el franquisme.
Revista de Catalunya, 27, pgs. 123-132.
Enric Galln
P resentacin
En la segunda mitad de los aos cincuenta se apreci en la escena barcelonesa
una tmida revisin de los criterios de censura aplicados a la representacin del
teatro extranjero, el de la inmediata postguerra en particular (Galln 2013a),
sin que por ello llegaran a modificarse substancialmente las normas de censura
establecidas en la evaluacin de los textos literarios ante cualquier tipo de
cuestionamiento o transgresin de la moral catlica ortodoxa. Es lo que sucedi
con Mon coeur balance, una obra de bulevar de Michel Duran, traducida por
Xavier Regs (Galln 2013b), quien con anterioridad ya haba obtenido la
aprobacin de otra versin suya de un texto del dramaturgo francs (Bricaire)1.
Aunque en otras ocasiones el autor, traductor y empresario cataln no consigui
convencer a la Censura de la bondad moral de las versiones teatrales que
someta a su consideracin, pocas veces se mostr tan contrariado como a raz
de la prohibicin de la obra de Duran. Le molest y doli profundamente e
hizo todo lo que estuvo a su alcance para lograr la autorizacin en un contexto
histrico de mutacin, el de finales de los cincuenta, cuando un tipo determinado
de textos dramticos surgidos en la postguerra, singularmente de procedencia
norteamericana, no toparon con tantas dificultades para su representacin,
tras el pase inevitable por la evaluacin censora con los consabidos cortes y/o
tachaduras en la mayora de los casos.
Con el ttulo de Con cul se queda Monique?2, la versin de Regs de Mon
coeur balance fue sometida a la consideracin de la Junta de Censura en dos
ocasiones. La primera solicitud, presentada por la compaa de Adolfo Marsillach
el 18 de marzo de 19593, fue denegada en trminos absolutos, y provoc la
1 Se trata de Bolero, que se estren con xito en el Teatro Windsor de Barcelona el 13-11-1956
(Galln 2013b). Sobre Michel Duran, vase Bricaire.
2 Vase una breve exposicin del argumento de la obra: Gertrude [Monique, en la versin de Regs], hija de una pareja divorciada l, francs; ella, norteamericana exhibe como su madre un
carcter voluble en las cuestiones sentimentales. No sabe con cul de los dos pretendientes quiere
casarse. Uno, Louis [Remi, en la versin de Regs] es un hombre seguro de s mismo y dispone de
una slida situacin econmica; el otro, Stef, es un escritor bohemio, de carcter tmido. Gertrude se casa con Louis, tanto porque Stef cede como porque Remi la convence, y tambin por ser el
firme candidato de Molinier, su padre. El matrimonio mantiene la relacin con Stef, puesto que
Louis gestiona los negocios que su amigo hered. Gertrude conoce a Andr, un amigo de Stef, de
quien se enamora sbitamente y con quien est dispuesta a fugarse a Roma. En el ltimo instante Gertrude cambia de parecer y decide trasladarse a Amrica a la quinta boda [o sptima, segn
uno de los censores] de su madre con el fin de conocer al hijo de su futuro padrastro, de quien se
ha quedado prendada tras conocerlo mediante una fotografa.
3 Caja 73/09291.Expediente nm. 0106/59. AGA [Archivo de la Administracin General de Alcal de Henares]
reaccin del traductor, que elev su malestar a Jos M. Muoz Fontn, director
general de Cinematografa y Teatro del Ministerio de Informacin y Turismo
desde 1956. Tras conocer los motivos opuestos a la representacin, Regs realiz
las modificaciones que le fueron sugeridas. En la segunda ocasin, el empresario
Joan Brillas Vil gestion el 17 de diciembre de 19594 el permiso para su
representacin en el Teatro Alexis de Barcelona, pero una vez ms la traduccin
de Regs fue rechazada por la Junta de Censura.
C on
cul se queda
M onique ?
ante la censura
Enric Galln
Por otro lado, el 1 de mayo Regs recibi una carta de Michel Duran, en la
que ste se sorprenda de la prohibicin: Ce que vous mapprenez est alucinant.
Sil y a une pice qui ne reprsente aucun danger dordre moral ou religieux, cest
bien celle ci. Mon cur balance est mme reprsent en France dans de cercles
catholiques8. El 11 de mayo, Regs dirigi una carta a Luis Fernndez Ardavn,
presidente de la SGAE, al que pidi que intercediera cerca de Jos M. Muoz
Fontn, director general de Cinematografa y Teatro. El adaptador cataln se
reafirm en el carcter ms bien inocuo del texto:
Enric Galln
En definitiva, reclamaba:
Enric Galln
el mal efecto que podran causar, lo que supongo fue el motivo que
aconsej la prohibicin de la obra. En cuanto a la pgina 7 del
acto tercero, siempre atenindome a las sugerencias del informe, ha
sido suavizada una frase, aunque me permito opinar con todos los
respetos, que tal vez la indicacin que se me hizo referente a dicha
pgina, podra obedecer a confusin o a exceso de celo, ya que el
comentario sobre las relaciones entre dos personas de diferente sexo
relaciones que, segn consta en el texto, no han llegado a ningn
extremo reprochable se refiere a un chico y a una chica en estado
de soltera y, en consecuencia, no podra resultar despectiva para la
sagrada institucin del matrimonio. Finalmente, en cuanto a la frase
que cerraba el texto anterior de la obra y que tambin fue objeto
de indicacin concreta en el informe, puedo manifestar a V. I., que,
de acuerdo con el autor de la comedia, se ha modificado el final en
forma de que conste que la intencin del protagonista no sea la de
aprovecharse de una futura situacin que pueda producirse, sino la
mucho ms noble de sacrificarse para evitar que el carcter veleidoso e
inconstante de su oponente femenino pueda llevarla el da de maana
a una situacin de indignidad.12
12 Carta de Xavier Regs a Jos M Muoz Fontn (17-12-1959). Caja 73/09291. Expediente
0106/59. Se conserva una copia en E. 140/14. Fondo Xavier Regs. (Ver doc. n. 13)
13 Caja 73/09291. Expediente nmero 3214/59. Entrada en la Seccin de Teatro nmero 2176,
con fecha del 21-12-1959. AGA.
Enric Galln
Esta vez la obra fue sometida solamente a la revisin del padre Villares,
quien remiti su primer informe y no hall modificaciones sustanciales en la
nueva versin (ver doc. n. 4). Finalmente, el 7 de enero de 1960, el Jefe de la
Seccin de Teatro, visto el informe emitido por el Censor Eclesistico de este
Departamento, Rvdo. Padre Manuel Villares, tiene el honor de proponer que se
ratifique la prohibicin de la comedia original de Michel Duran, adaptacin de
D. Javier Regs, titulada Con cul se queda Monique?, dictada por este Centro
Directivo en fecha 8 de agosto de 1959. No obstante V. I. con mejor criterio
resolver lo ms acertado. Tras la firma del jefe de la Seccin de Teatro, en la
misma hoja y da, se anotaba la Resolucin de la Direccin General con la firma
del director general, y escrito a mano de manera superpuesta estas tres palabras:
Con la Seccin. Si no estoy equivocado, la traduccin de Xavier Regs del
texto de Michel Duran no lleg a representarse en la ciudad de Barcelona.
I nflexin
14 Vase el texto de las Normas en el Anexo documental (ver doc. n 14). La regulacin de
los teatros de cmara permiti en un principio que se representaran obras como Escuadra hacia
la muerte y Ana Kleiber, de Alfonso Sastre, o Los tridas y El payaso, de Jos Martn Recuerda.
En Barcelona, la obra de Sastre fue representada en el Teatro CAPSA por un grupo amateur con
Mara Paz Ballesteros e Ivan Tubau de intrpretes, y por la compaa madrilea Nueva Generacin de Teatro en el Teatro Candilejas, en febrero de 1959; ambas representaciones se llevaron a
cabo en sesin nica. M.[artnez] T[oms]: Teatros. Candilejas. Presentacin del grupo escnico
Nueva Generacin, La Vanguardia Espaola, 25-2-1959, p. 25.
Enric Galln
tradujo Vuelve, pequea Sheba, de William Inge, con la que se inaugur el Teatro
Candilejas en diciembre de 1957.
Qu explicacin hay que dar, pues, al varapalo consecutivo de la Junta de
Censura a la versin de Mon coeur balance? Todo da a entender que la prohibicin
confirma el papel an determinante del equipo de asesores y censores del ministro
Gabriel Arias Salgado (Vadillo Lpez), que se mostraba del todo inflexible
con el cuestionamiento de la doctrina moral catlica ortodoxa, especialmente
la relacionada directamente con el matrimonio y su transgresin a travs del
adulterio y el divorcio, por lo dems inviable en Espaa. Durante la etapa en
la que Jos M. Muoz Fontn ejerci de director general de Cinematografa y
Teatro17, aunque se dieran ya muestras de una cierta flexibilidad de aplicacin
con algunos de los textos norteamericanos citados por Regs en su carta a
Muoz Fontn18, el criterio de los miembros de la Censura tendi a asumir el
planteamiento doctrinal defendido por el ministro Arias Salgado.
De los tres censores que informaron sobre la obra de Michel Duran, destaca
especialmente la personalidad del presbtero Avelino Andrs Esteban y Romero
(1910-1971) (Snchez Chamorro), que ejerca de asesor religioso y censor literario
(Abelln 1980: 288) y de espectculos. En comparacin con Emilio Morales de
17 En mayo de 1961, tuvo que dimitir a raz de la polmica generada por la presentacin de
Viridiana, de Luis Buuel, en el Festival de Venecia: Tras ganar la Palma de Oro en el Festival
de Cannes de 1961 como pelcula de nacionalidad espaola, fue prohibida por el Vaticano al calificarla de blasfema y sacrlega, lo que provoc el cese del entonces director general de cinematografa, Jos Muoz Fontn, adems de retirrsele la titularidad hispana al filme. Esto ltimo supuso
para el Gobierno Espaol cierto descrdito internacional cuando la obra de Buuel se empez a
estrenar en los cines de todo el mundo (Navarrete-Galiano).
18 Los tres censores evaluaron tambin a algunos de los autores y textos del teatro espaol crtico de postguerra, como Antonio Buero Vallejo, Alfonso Sastre, Lauro Olmo, Jos M. Rodrguez
Mndez, o la versin de Madre Coraje, de Brecht, a cargo de Buero. En estos casos, el criterio
dominante de valoracin fue de carcter poltico o ideolgico. As, para Morales, Tierra roja
(1958), de Sastre, no debi representarse, al tratarse de un verdadero mtin socialista revolucionario que provocara escndalo entre los espectadores (I., p. 111-112), mientras que El crculo
de tiza de Cartagena (1962), de Rodrguez Mndez, fue valorado como un mediocre espectculo
dramtico-folklrico, plagado de frases revolucionarias y demaggicas y... de faltas de ortografa. Creo que para poder ser autorizado habra que rehacerle de nuevo para despojarle de tanta
chabacanera, ramplonera y revolcionarismode baja estopa de que est plagada toda la obra.
(I., p. 374). En cuanto a Madre Coraje, la primera vez que se present a Censura en 1962, cont
solo con el informe de Esteban Romero, que anot lo siguiente: Autorizar para mayores de 18
aos, en atencin al clima general de la trama; y tal vez limitacin para ciertas localidades espaolas de muy viva sensibilidad moral, dejando al criterio de esta Jefatura el posponer o no esta
sugerencia. (I., 31-37). El mismo Esteban Romero autoriz La camisa (1961) slo para funciones de cmara y para mayores de 18 aos en los grandes centros urbanos (I., p. 235-236). En
esta ocasin, el otro censor, Adolfo Carril, la prohibi en trminos absolutos (Muoz Cliz 2006).
Enric Galln
C oda
Las manifestaciones y alegaciones de Xavier Regs cobran un inestimable valor
histrico al situarlas en el contexto del giro poltico iniciado por el rgimen
franquista a finales de los cincuenta, que, en el mbito cultural, culmin con
el nombramiento de Manuel Fraga Iribarne como ministro de Informacin y
Turismo en 1962.
Las consideraciones crticas de Regs sobre las diferentes varas de medir
aplicadas por la Junta de Censura, expuestas en su carta a Muoz Fontn,
respondan al malestar generalizado entre los escritores espaoles a propsito
de la censura20. De hecho, ante la constatacin de la falta de criterios claros en
materia de censura, en diciembre de 1960, un nmero importante de escritores e
intelectuales, encabezados por Jos M. Pemn, dirigi una carta a los ministros
de Educacin Nacional e Informacin y Turismo en la que se expona:
19 Estudio de la Ley de Bases de la Informacin, La Vanguardia Espaola, 28-7-1959, p. 1;
Se rene la comisin que estudia el anteproyecto de Ley de Bases de la Informacin. Presidi
el acto, en la abada del Valle de los Cados, D. Gabriel Arias Salgado, ABC, 28-7-1959, p. 27.
20 A propsito de las dificultades de Regs con la censura, en carta del 28-5-1958, Antonio Buero Vallejo se solidariz con l en estos trminos: Tomo buena nota de lo que te ha ocurrido con
la censura. Cada vez que me entero de una de esas tropelas y son legin- enfermo, pero de una
saludable enfermedad: de rabia. Como sabes, particip a fondo del ms serio intento que en la
Sociedad se hizo de remediar esas cosas, aunque, claro, sin el menor resultado. Pero tal vez ms
adelante se pueda y se deba- volver a la carga, E. 140/4. Fondo Xavier Regs.
Enric Galln
Enric Galln
OBRAS CITADAS
ABELLN, Manuel L. (1980): Censura y creacin literaria en Espaa (19391976). Barcelona, Pennsula.
BASCOMPTE, Ramiro (1963): 5 aos del Teatro Candilejas. Primer Acto, 45,
pgs. 30-37.
BRICAIRE, Jean-Jacques: Michel Duran ou lagressif romantique. En:
http://www.regietheatrale.com/index/index/thematiques/auteurs/duran/
Michel-Duran- accueil.html, fecha de acceso: 13/01/2015.
COCA, Jordi (1978): LAgrupaci Dramtica de Barcelona. Intent de Teatre Nacional (1955-1963). Barcelona, Edicions 62 Publicacions de lInstitut del
Teatre (Monografies de Teatre, 9).
DE JONGH, Nicholas (1992): Not in front of the Audience. Homosexuality on
Stage. London, Routledge.
TIENNE, Anne (2005): Qui a peur du Lord Chamberlain? Influences rciproques entre thtre et censure, Coup de Thtre, 20, pgs. 231-240.
GALLN, Enric (2012): Xavier Regs, traductor teatral. El cas de Camarada
Cupido, en Jos Luis MART FERRIOL y Ana MUOZ MIQUEL (eds.):
Estudios de Traduccin e Interpretacin, vol II. Entornos de especialidad. Castell de la Plana, Universitat Jaume I, pgs. 213-219.
(2013a): Traducci i censura teatral sota la frula franquista dels anys
cinquanta, Quaderns. Revista de Traducci, 20, pgs. 95-116.
(2013b): Xavier Regs, traductor del teatre de bulevard. Bulletin Hispanique,
115 (2), pgs. 573-588.
(2013c): Traduir teatre durant el franquisme. El cas dels Quaderns de Teatre A.D.B., en M. ngels VERDAGUER (ed.): Traduir els clssics, antics
i moderns. Barcelona, Publicacions de lAbadia de Montserrat (Biblioteca
Mil i Fontanals, 60), pgs. 327-350.
(en prensa): Traducci i difusi de textos dramtics en temps de censura i
moral de postguerra.
MARTNEZ TOMS, Antonio (1958): La vida del espectculo en Barcelona.
La Vanguardia Espaola, 1-1-1958, pg. 11.
(1956): Rquiem para una mujer, de W. Faulkner. La Vanguardia Espaola,
10-5-1956, pg. 26.
Enric Galln
D ocumentos
de archivo
Centre de Documentaci i Museu de les Arts Escniques (CDMAE) del Institut del
Teatre de la Diputaci de Barcelona. Fondo Xavier Regs
E- 135. Mon coeur balance. Sin ttulo de la traduccin en la cubierta. Comedia
en cuatro actos, de Michel Duran. Adaptacin espaola de Xavier Regs.
Ejemplar mecanografiado con enmiendas autgrafas.
E- 140. 1. 8-4-1959. Notificacin de la Direccin de Cinematografa y
Teatro a la compaa de Adolfo Marsillach (seccin Teatro nm. 333-59); 2. 114-1959. Carta original de Manuel L. Aguado a Regs (11-4-1959); 3. 1-5-1959.
Carta original de Michel Duran a Xavier Regs; 4. 28-5-1959. Carta original
de Antonio Buero Vallejo a Xavier Regs; 5. 11-5-1959. Copia de la carta de
Xavier Regs a Luis Fernndez Ardavn; 6. 4-6-1959. Copia de la carta de Jos
M Muoz Fontn a Luis Fernndez Ardavn; 7. 10-6-1959. Carta original de
Luis Fernndez Ardavn a Xavier Regs; 8. 15-6- 1959. Carta original de F.
Campo Galarza a Xavier Regs; 9. 16-6-1959. Copia de Luis Fernndez Ardavn
a Xavier Regs; 10. Copia de una carta sin fechar de Xavier Regs a Jos M
Enric Galln
ANEXO DOCUMENTAL
I nformes
de
C on
cul se queda
M onique ?
[Doc. n. 1]
Emilio Morales de Acevedo (24-3-1959)
Breve exposicin del argumento: Mnica, muchacha tan agraciada, como
voluble y desaprensiva, tiene dos pretendientes, Stefano y Remi, sin saber por
quin decidirse. Al fin, siguiendo los consejos de su padre, se decide por Remi.
Remi resulta un egosta odioso. El otro, es su anttesis. Mnica va de mariposeo
en mariposeo, toreando a los dos y engandolos, hasta que a la postre, resuelve
abandonar el hogar e irse a los Estados Unidos por haberse enamorado a su
modo del hijo del sptimo marido de su madre, divorciada otras tantas veces.
Valor puramente literario: Estimable de forma.
Valor teatral: Para teatro de cmara.
Matiz poltico: No
Matiz religioso: No
Juicio general que merece al Censor: Se trata de un picante vaudeville francs, sin
escndalo de lxico, pero enormemente escandaloso para nuestras costumbres.
Posibilidad de su representacin: PARA TEATRO DE CMARA
Otras observaciones del Censor: No radiable
[Doc. n. 2]
Manuel Villares (30-3-1959)
[Doc. n. 3]
Andrs Avelino Esteban Romero (8-4-1959)
Informe moral: Esta comedia se malogra para la autorizacin en su ltima mitad
ACTOS III y IV, y especialmente en su desenlace. Tal como se desarrolla
y soluciona queda reducida a una exhibicin del mal en este caso divorcios,
enamoramientos y adulterios sin la ms indirecta contrapartida. Es verdad que
no presenta brusquedades de formas; pero la mentalidad que la inspira es ajena
por completo al sentido familiar cristiano.
La trama no dira que tiene tesis, aunque se encierre alguna leccin muy
aleccionadora en torno a la protagonista MONIQUE se desenvuelve sobre
Enric Galln
[Doc. n. 4]
Manuel Villares (5-1-1960)
Juicio general que merece al Censor: Examinada de nuevo la obra no encuentro
modificaciones sustanciales en la nueva versin. Me remito, pues, al informe
anterior. La protagonista, una mujer casada, tiene por confidente al antiguo
novio y despus se enamora de otro en el que se completan las cualidades de los
dos anteriores, y cuando est decidida a marcharse con l, en el ltimo instante
cambia de parecer para ir a enamorar al hijo del que va a casarse con su madre. No
hay en la comedia una explcita reprobacin de esta conducta, si bien tampoco
se aprueba, aunque por el tono general de la obra y las manifestaciones de los
personajes hay una indirecta reprobacin de la volubilidad de esta mujer. Esto
creo que es lo nico que puede salvar un argumento de suyo tan escabroso y poco
respetuoso para la institucin matrimonial.
C orrespondencia
[Doc. n. 5]
Madrid, 11 Abril 1959
Sr. D. Javier Regs
BARCELONA
Estimado Sr. Regs.
Hace ya bastante tiempo me encarg nuestro comn amigo Adolfo
Marsillach que mandase sacar copias y llevase a Censura su estupenda adaptacin
de la graciosa comedia Con quin se quedar [sic] Monique? Lo hice as. Y hasta
ayer no me entregaron el resultado.
En el Departamento de Censura rechazan la comedia y prohben su
representacin, determinacin que dan a conocer en oficio que firma el Director
General de Cinematografa y Teatro. La razn de que hayan empleado bastante
ms tiempo del corriente en dar a conocer su veredicto, es, aparte de haber
coincidido la Semana Santa por medio, que todos y cada uno de los miembros
del jurado que dictaminan, han ledo la comedia segn me dicen para tratar
de salvarla.
Contra esta decisin le cabe a Vd. la posibilidad de presentar un recurso
de revisin, una vez que haya eliminado o transformado todo cuanto exista
en la comedia, que crea Vd., pueda haber sido la causa de la determinacin
tomada. La instancia de dicho recurso debe ser dirigida al Director General de
Cinematografa y Teatro. Si a pesar del recurso, la prohibicin persistiese, puede
aun presentar un ltimo recurso de Alzada. Es muy difcil, as me lo dicen en
el Departamento, que los dos recursos fallen, siendo en realidad lo molesto del
caso, la serie de trabajos, eliminaciones y transformaciones que hay que realizar
para conseguir que levanten el veto.
Maana y junto con esta carta, le enviar el ejemplar de la obra y el oficio
a qu he aludido.
Lamentando lo desagradable de las noticias que en contra de mi deseo le
comunico. Ah lleva un afectuoso saludo de su amigo
Manuel L. Aguado
s/c.- c/ Bretn de los Herreros, 32.- MADRID.
Enric Galln
[Doc. n. 6]
Barcelona, 11 de mayo de 1959
Sr. D. Luis Fernndez Ardavn
Presidente de la SGAE
Fernando VI, 4
MADRID
Mi distinguido amigo,
Me veo en la precisin de poner en su conocimiento un asunto que si, a
primera vista, parece de ndole particular y sin ms trascendencia que el perjuicio
que pueda ocasionarme personalmente, lo estimo, en realidad, de inters general
y digno de ser conocido por quien ostenta la representacin de los autores
espaoles.
Segn Oficio de la Direccin General de Cinematografa y Teatro (Seccin
Teatro n 333-59), que lleva fecha del 8 del pasado mes de abril, dirigido al
Seor Director de la Compaa de comedias de Adolfo Marsillach y del que he
tenido conocimiento con el retraso natural en estos casos, la Direccin General
sealada ha decidido prohibir la comedia del autor francs Michel Duran, Mon
coeur balance, segn adaptacin espaola que lleva mi firma. Puedo asegurarle
querido amigo y presidente que la comedia, como decimos en el lenguaje
teatral, no tiene nada. El personaje femenino de la misma est a punto de
cometer un adulterio. Pero repetidamente en el curso del dilogo, se hace constar
que el hecho no se ha producido. Al final de la obra, dicho personaje se muestra
decidido a huir con el tercero en discordia. Pero en el ltimo momento, lo piensa
mejor y, en vez de reunirse con l, toma el avin para hacerlo con su madre, una
seora norteamericana que lleva muchos aos separada de su marido. Eso es
todo.
La arbitraria decisin de la Direccin General ha constituido para m,
para Adolfo Marsillach y para cuantos conocan la comedia, una sorpresa del
todo inexplicable. En ningn momento cremos que pudiramos tener la menor
dificultad con la censura. Tengo incluso a su disposicin una carta del autor en la
que me dice que, en su pas, es representada habitualmente por las agrupaciones
amateurs de centros y entidades de carcter explcitamente catlico.
Me doy perfecta cuenta de que cuanto llevo explicando no es suficiente
para molestarle a usted, ni mucho menos para pedir su intervencin como
Presidente. Pero si hacemos un poco de memoria y repasamos los ttulos que han
Enric Galln
[Doc. n. 7]
DIRECTOR GENERAL DE CINEMATOGRAFA Y TEATRO
Madrid, 4 de Junio de 1959
Ilmo. Sr. D. Luis Fernndez Ardavn.
Presidente de la Sociedad General de Autores
MADRID
Mi distinguido amigo:
Obra en mi poder su atenta carta del da 20 del pasado mes de mayo, relativa
a las quejas formuladas por D. Javier Regs, a causa del dictamen prohibitivo
adoptado por este Centro sobre su adaptacin espaola de la comedia francesa
Mon coeur balance.
Sinceramente creo que no tiene razn, aunque me parece lgico que el Sr.
Regs opine lo contrario y de la forma que lo hace en el escrito cursado a esa
sociedad.
Enric Galln
[Doc. n. 8]
16 de junio de 1959
Sr. Don Luis Fernndez Ardavn
Presidente de la SGAE
Fernando VI, 4
MADRID
Mi distinguido amigo y Presidente,
Solo unas lneas para corresponder a su amable carta dndome cuenta de
la gestin realizada cerca de la Direccin General de Cinematografa y Teatro.
No me hago ilusiones con respecto a la posible eficacia de tal gestin que,
ni que decir tiene, le agradezco en el alma pero pienso insistir. Por lo menos hacer
uso del ofrecimiento contenido en la carta del Director General, que manifiesta
tener siempre abierta la puerta de su despacho a los autores. En todo caso, es el
nico medio porque cmo voy a entablar los recursos que indica, si no s porqu
se ha prohibido la comedia ni tan solo despus de leer la extensa carta del Seor
Director General, que usted ha tenido la gentileza de remitirme? Es como si a
un Abogado le encargaran un recurso de casacin sin darle conocimiento de los
Considerandos de la sentencia recurrida.
Dicho sea de paso, la propia carta del Sr. Muoz Fontn constituye el
mejor argumento a favor de mi punto de vista. Si contra todas las apariencias,
mi adaptacin no puede ser autorizada y s las que yo citaba en mi carta, es
que debe existir una norma que desconocemos y que obliga a prohibir la ma
y a permitir las otras, en apariencia enormemente ms atrevidas y escabrosas.
Conocer cul sea esta norma que el Seor Director General no indica a fin de
saber a qu atenernos los autores, constituye mi nico empeo.
[Doc. n. 9]
JAVIER REGS
ABOGADO
BARCELONA
Balmes, 53, l, 2
Telf. 22 15 95
Enric Galln
[Doc. n. 10]
Madrid, 27 de julio de 1959
El Director General de Cinematografa y Teatro
Sr. D. Javier Regs
BARCELONA
Muy Sr. mo:
En contestacin a su atenta carta relativa a la prohibicin por este Centro
Directivo de la comedia francesa, traducida por V. Con cul se queda Monique?, me
es grato enviarle una cuartilla que recoge los reparos fundamentales observados
por la censura, por si ello pudiera servir para los deseos que he tenido a bien
exponer.
Le saluda atentamente
Jos Muoz Fontn
y soluciona queda reducida a una exhibicin del mal en este caso divorcios,
enamoramientos y adulterios sin la ms indirecta contrapartida. Aunque su
desarrollo no presenta brusquedades de forma, la mentalidad que la inspira es
ajena por completo al sentido familiar cristiano.
Se cierra la obra con una frase de Stef, uno de los muchos que pretenden a
Monique, que pone de relieve la amoralidad total de los criterios acerca del
matrimonio: Stef recobra la esperanza de que, entre tantos balanceos amorosos
de Monique, le llegue tambin a l su momento.
En los actos 3 y 4 se formulan teoras anticristianas del todo. A travs de la
obra hay afirmaciones de la misma ndole.
Paginacin:
Acto 3: pgs. 7 y 29.
Acto 4: pgs. 12, 16, ss. y 31.
No es provocativa pero es destructora de los criterios de respeto al matrimonio,
ya que todo se mezcla con incidencias y hasta a veces con reacciones de sentido
moral.
[Doc. n. 12]
[Hoja suelta con el membrete de Ministerio de Informacin y Turismo.
Delegacin Provincial de Barcelona. Se adjuntaba en la carta de Jos Muoz
Fontn a Xavier Regs]
APARTADO IV
RECURSOS
Art. XIV.- La disconformidad del Director de Compaa o del Autor
de una obra dictaminada por la Direccin General de Cinematografa
y Teatro con la totalidad o parte de la resolucin adoptada, les otorga
el derecho de interponer ante el Ilmo. Sr. Director General de aquel
organismo un Recurso de Revisin cuya tramitacin se ajustar a los
siguientes requisitos.
a) El recurrente formular un escrito solicitud debidamente
reintegrado en el que se expondrn las razones que le determinan a
pedir que el dictamen emitido sea modificado total o parcialmente. Su
presentacin y entrega se har en el Registro General del Ministerio
Enric Galln
[Doc. n. 13]
Barcelona, 17 de diciembre 1959
JAVIER REGS
Balmes, 53, 1, 2
ABOGADO
Telf. 22 15 95
BARCELONA
Ilmo. Sr. D. Jos Muoz Fontn
Director General de Cinematografa y Teatro
Fernando el Santo, 20
MADRID
Ilmo. Sr.,
Me permito una vez ms abusar del generoso ofrecimiento de V. I. Para
referirme a la prohibicin decretada por esta Direccin General de la comedia,
Con cul se queda Monique? Y a la atencin que, con tal motivo, se dign
concederme y que motiv las cartas de V. I. de 4 de junio y 27 de julio del corriente
ao.
De acuerdo con las indicaciones contenidas en la nota de la oficina de
censura que acompaaba a la ltima de las cartas citadas, he refundido el texto
Enric Galln
sea un teatro de los llamados de bolsillo. Dicha sala de espectculos tiene una
capacidad reducidsima, la menor, sin duda, que debe existir en Espaa en locales
pblicos: 139 butacas. Y, como es de suponer, carece de localidades populares. No
dispone ms que de butacas de platea. Ello equivale a decir que la comedia no
ser representada ante un pblico popular, sino ante un auditorio en principio
mucho ms preparado y la difusin que la misma pueda tener aun en el caso
de xito extraordinario, que a mi, como adaptador, podra ilusionarme tendra
siempre una limitacin forzosa.
Ruego a V. I. que quiere disculpar el uso tal vez abusivo de su anterior y
amable ofrecimiento y suplico respetuosamente de su autoridad que se digne
prestar atencin al nuevo texto de la comedia, refundida con la sincera intencin
de amoldar su contenido a los puntos de vista que V.I. se dign darme a conocer.
Reciba V. I. El testimonio de mi ms respetuosa consideracin,
Javier Regs
[Doc. n. 14]
Normas a qu habr que ajustarse el nuevo rgimen que se establece, con carcter
provisional, para representar obras extranjeras en cataln24
En primer lugar, la autorizacin que con carcter provisional y a ttulo
de ensayo se establece, queda limitada exclusivamente al teatro profesional,
con prohibicin absoluta de representar obras extranjeras por parte de las
agrupaciones o cuadros de aficionados que actan regularmente en locales
propios, en la regin catalana.
Limitada, por tanto, la interpretacin de obras extranjeras al teatro
profesional, las representaciones que se autoricen habrn de ajustarse a las
siguientes condiciones:
Primero. En cada temporada que se lleve a cabo, se podr estrenar una
traduccin o adaptacin extranjera por cada cuatro estrenos de obras originales
de autores catalanes que figuren en la programacin de dicha temporada.
Segundo. No se podr estrenar, en cataln, ninguna traduccin de obras
extranjeras hasta que hayan transcurrido dos aos como mnimo, desde su
estreno en el pas de origen, salvo que se acredite por escrito la autorizacin del
24 Coca 1978: 50-51.
El teatro cataln y la
censura franquista.
Una muestra de los
criterios de censura de
textos destinados a la
representacin (19661977)
Catalan Theatre and Francoist
Censorship. A Sample of Censorship
Criteria on Texts Intended for
Performance (1966-1977)
Francesc Foguet
Universitat Autnoma de Barcelona
Francesc Foguet
O bras
prohibidas
En la muestra que ofrecemos, hay pocas obras que reciban una tajante prohibicin
por parte de la censura (vase el anexo 1). stas, en su mayora, eran piezas
1 Arxiu Nacional de Catalunya. Fondo Delegaci Provincial a Barcelona del Ministeri dInformaci
i Turisme (nm. 1-318), UC 1-13.
2 La citada Direccin General, dependiente del MIT, tom varios nombres con el curso de los
aos: Cinematografa y Teatro, Cultura Popular y Espectculos y Teatro y Espectculos.
Francesc Foguet
Francesc Foguet
Francesc Foguet
5 Recelosa de cualquier repunte del inters por lo popular, la censura prohibi incluso, en 1975,
un espectculo basado en textos de Frederic Soler, Pitarrades 1833-1895, bajo la direccin de
Joan Maria Gual, aunque ms tarde, en 1976 y 1977, se autoriz con un solo corte: el grito Abajo los Borbones!.
tambin poda achacrsele sin problemas, por el culto a los dioses de que hace
gala, la vulneracin de la norma 17.1 (Rubi i Tudur 1935). Inspirado en el mito
de Midas, el texto de Rubi es una divertida farsa sobre los delirios de poder y el
cinismo solemne del rey de Frgia, rodeado de un pueblo sumiso que le idolatra y de
sbditos aduladores que lo encuentran todo perfecto y proclaman con insistencia
retrica los beneficios de la poltica oficial (trabajo y orden, pan y circo y otros
lugares comunes similares). Sin embargo, la llegada de Syressis, un adivinador
que no est para monsergas ni pompas, turba la aparente paz y concordia del
reino, ya que avisa a Midas de que los dioses se han ofendido profundamente
por su mana de querer alcanzar la perfeccin y le han impuesto un pequeo
castigo: unas portentosas orejas de asno que sembrarn en el rey la inquietud y el
descrdito en su pueblo. Las argucias para mantenerlo en secreto y el repentino
cambio de carcter de Midas, cada vez ms orgulloso y desptico, provocan el
creciente descontento entre sus sbditos, que conspiran contra l. Como en el
cuento de El traje nuevo del emperador, de Hans Christian Andersen, es la
mirada infantil la que se atreve a desvelar el secreto del rey Midas y a derribar la
autoridad que se atribuye y que el pueblo le disputa. Al fin, los dioses le libran de
la maldicin, Midas aprende la leccin y otro lder le sustituye en el poder, sin que
se produzca ningn cambio significativo. Doble corolario de la farsa: por ms que
se crea estupendo e invulnerable, 1) cualquier gobernante puede convertirse de la
noche a la maana en un tirano cruel, inclemente, arbitrario y depravado, y 2)
cualquier gobernante tiene que gozar del asentimiento ms o menos explcito de
su pueblo, al que, por otra parte, no le cuesta demasiado destronarle del poder.
Sorprendentemente, esta pieza alegrica publicada en 1935 tena muchos puntos
que podan extrapolarse a la dictadura del Caudillo.
No deja de ser curioso que Corona per a una necro, de Joan Vila Casas [1973],
fuese prohibida por atentar contra la norma 18, que vedaba cualquier obra que
crease, por reiteracin, un clima lascivo, brutal, grosero o morboso. No es
difcil comprobar, no obstante, por qu razn la censura la prohibi. Corona per
a una necro est protagonizada por mujeres de la vida que, durante el velatorio
de una compaera suya, en una vetusta y pobre pensin, el da de Navidad, se
quejan de las dificultades de subsistencia y hablan sin pelos en la lengua de los
gajes del oficio ms antiguo del mundo (Vila Casas 1973). Por si fuera poco, la
difunta Pili ejerca la prostitucin tras separarse de su marido, tena un seor
pequeo-burgus dignamente casado como cliente habitual de toda la vida
Francesc Foguet
y ha dejado una hija que ejerce tambin, con ms exigencia que su madre, de
prostituta de lujo. Pero su autntica familia era otra pobre prostituta (Lul),
amiga ntima de la muerta, y un joven homosexual necrfilo (el Nen, ahijado de
Pili y Lul), fantico de las autopsias hasta el extremo de que se muere de ganas
por probarlo con el cuerpo presente. Una intensa nevada impide enterrar a la
muerta de inmediato, con lo que se suceden mltiples chcharas y peripecias, a
cual ms descarada. La forma desacomplejada y naturalista de abordar el tema
del sexo y las condiciones de las prostitutas de calle, homosexuales y travests
del submundo urbano, as como el cmulo de irreverencias morales, procacidades
sexuales e intrepideces necrolgicas que expona la pieza justificaban con creces
que fuera prohibida segn la norma 18.
Ante la prohibicin de Corona per a una necro, la directora de escena Maria
Llusa Oliveda Puig, como empresaria de la compaa del Teatro Don Juan de
Barcelona, elev un recurso al director general de teatro del MIT, el 25 de febrero
de 1974, contra la decisin denegatoria adoptada por la Junta de Censura de
Obras Teatrales el 11 de diciembre de 1973. La argumentacin del recurso para
que se reconsiderase la decisin se basaba en los puntos siguientes:
O bras
Una larga lista de piezas presentadas a censura fueron autorizadas con supresiones
de mayor o menor grado (vase el anexo 2). Por regla general, los textos
mutilados se aprobaron para ser representados solo para mayores de 18 aos
(o ms excepcionalmente para mayores de 14 aos y, ms raro an, para todos
6 En muy pocas ocasiones los autores o los empresarios a los que se les prohiba una obra presentaban un recurso a la decisin tomada por la censura teatral. En la documentacin consultada
solo tenemos constancia de otro caso, el de Porositat ingrvida, de Josep Madrenas (un autor de
Folgueroles, Osona), prohibida el 11 de junio de 1974. El mismo Madrenas intent rebatir, en su
recurso al delegado provincial del MIT, que su pieza no incurra en la infraccin de la norma 13
en estos trminos: Esta obra, quiere ser una experimentacin sobre los sentidos, especialmente el tctil. Pueden observarse diferentes momentos en la interpretacin de la obra, en que los
actores ejercitan estos sentimientos. Se observa un crescendo en la obra, para culminar en la
ceremonia final, donde el personaje (5) realiza el acto de experimentar la sensacin de ser mojado
con agua coloreada; sta es arrojada tambin en ceremonial por diferentes personajes situados
entre el pblico, a un gran cubo de plstico situado sobre la cabeza del citado personaje, para
pasar del color blanco al del lquido coloreado. As se obtiene un tipo de escultura cambiante y
de gran belleza plstica. No creo, en conciencia, que todo esto atente a las normas del artculo
13, que prohbe las expresiones coloquiales y las escenas o planos de carcter ntimo que atenten
contra las ms elementales normas del buen gusto, por cuanto dichas acciones solo responden a
la modalidad actual del teatro plstico.
Francesc Foguet
los pblicos). En todo caso, tampoco se permita que las obras fueran radiadas,
es decir, no se podan difundir simultneamente por las emisoras radiofnicas
durante la representacin. Adems, como era tambin preceptivo, estaban
sujetas al visado del ensayo general que era el filtro previo al estreno. Del abanico
de supresiones que presentan las piezas de la muestra analizada puede deducirse
que la censura se centr en dos grandes ejes, a menudo interdependientes: el
moral y el ideolgico. Como veremos, se ensa especialmente con las obras
que planteaban problemas o cuestionaban algunos aspectos de las normas en
relacin con el rgimen, la moral y la religin.
En trminos generales, eran suprimidas aquellas referencias directas o
indirectas, a veces muy tangenciales, al Jefe del Estado, al Ejrcito o a la Iglesia,
tres de los pilares del rgimen franquista. Haba, por lo dems, una autntica
obsesin por censurar en los textos y en las escenificaciones todo aquello que,
desde el decoro franquista, fuera considerado de mal gusto, sobre todo en
relacin con el sexo, de ah que muchas de las tachaduras propuestas reflejan la
legendaria pudibundez de la censura en todo lo relativo a la moral social y a lo
procaz. Las supresiones queran evitar, en efecto, las alusiones de carcter sexual,
las referencias escatolgicas o los excesos verbales (las palabras malsonantes)
que, segn los criterios censorios, atentaban contra la moral pblica.
A ttulo de ejemplo, vamos a analizar algunos casos emblemticos que
puedan contribuir a delimitar mejor las inquietudes y las preocupaciones de
la censura, cuyos dictmenes a menudo entremezclaban diferentes criterios.
Uno de los espectculos que tuvo el honor de recibir ms cortes por parte de la
censura fue Balades del clam i la fam, de Xavier Fbregas [1967], autorizado
solo como acto de fin de curso de la Escola dArt Dramtic Adri Gual que
diriga Ricard Salvat (se estren el 27 de junio de 1967 bajo la direccin de
Josep Anton Codina). El texto se basaba en sainetes ochocentistas de la vida
picaresca (Fbregas 1967), amenizados con poemas de la misma poca de autores
como Abd Terrades (La campana), Josep Sol i Padrs (Desperta, ferro!) y
Joaquim Rubi i Ors (Barcelona). Si bien los sainetes no padecieron supresin
alguna, estos poemas, de carcter eminentemente patritico cataln, fueron por
el contrario eliminados del espectculo, junto con un par de fragmentos alusivos
a las insurrecciones populares en la Barcelona de 1856 que condujeron al fin del
Bienio Progresista.
Deudora del expresionismo, Defensa ndia de rei, de Jaume Melendres
[1967], quera exponer el proceso de integracin de un individuo pacfico
Francesc Foguet
las intervenciones del forastero Grivel, que remite a las lejanas aspiraciones
para cambiar Drudnia, y las del viejo Mrius, que alude impertinentemente al
espritu sumiso de los drudaneses, incapaces de articular una respuesta colectiva
a la tirana en la que viven (Benet i Jornet 1970: 187, 188, 203-204, 205 y 208).
Entre las obras de Alexandre Ballester, uno de los autores catalanes ms
afectado por el rigor de la censura, hay dos textos que sufrieron cortes muy
significativos: Un bal groc per a Nofre Taylor [1968] y Massa temps sense
piano [1970] (Ballester 1969). No es extrao que fuera as, pues, a la manera
de Drrenmatt, Ballester presentaba caricaturas de personajes, como el mismo
Nofre Taylor, obsesionados por la posesin del poder. Nofre Taylor es un hombre
de negocios de xito, hecho a s mismo, personificacin del capitalismo en estado
puro, que tiene una desmesurada ambicin por dominar el mundo en una guerra
sin cuartel contra la competencia y por controlarlo todo, desde el mercado de
armas hasta el paisaje, la cultura o el consumo. En Un bal groc per a Nofre Taylor,
la censura suprimi las rplicas de este personaje arrogante, cnico, amoral y
desptico, cuya forma de actuar y pensar poda presentar excesivos paralelismos
con los gerifaltes y las arbitrariedades del rgimen franquista (Ballester 1969: 214,
223, 225, 233, 236, 245 y 249). As, Nofre Taylor defiende que sus subordinados
sean libres y que gocen de un criterio formado, naturalmente, segn unos cauces
decididos y controlados por l. Asimismo, proclama, magnnimo, que se ofrezca
pan, vino y mujeres a los hombres para que el pueblo sea feliz y no tenga
veleidades revolucionarias. Se censur tambin la reflexin de Bubi, uno de los
sirvientes de Nofre Taylor, que se queja de que los valores de antao se han
trasmudado (el amor se ha convertido en materia de consumo y la libertad ha
sido limitada por las disposiciones oficiales) y, mucho ms anecdticamente, las
alusiones a la hiperblica capacidad sexual de Taylor, a la primera comunin de
una de sus queridas, al acto de arrodillarse y al adjetivo rojo aplicado al gran
enemigo de Taylor, alegora a su vez del comunismo.
Aunque situada en un pas imaginario en una secuencia temporal que
abarca desde la posguerra mundial hasta el presente, Massa temps sense piano es
una disparatada farsa que alude, de modo ms o menos alegrico, a los pactos
entre los Estados Unidos y Franco. La familia aristocrtica, venida a menos, pero
con delirios de grandeza, que protagoniza la comedia, pasa de ser admiradora de
los nazis a elogiar a los norteamericanos porque son los que disponen de dlares
contantes y sonantes. En sus intervenciones, el abogado de la familia pone en
evidencia, con datos reales, los avances sociales y las contradicciones del mito de
la American life, la poltica exterior y el imperialismo econmico y militar (guerra
del Vietnam) de los Estados Unidos. Autorizada la obra solo para sesiones de
cmara, la censura suprimi el discurso que el abogado hace ante el pblico, en el
cual expone sin tapujos el efecto perverso, en cuanto a la moralidad imperante,
de la instalacin de bases americanas en territorio europeo (ergo tambin espaol)
y relata con todo lujo de detalles los graves accidentes nucleares de Palomares
(Almera) y Thule (Groenlandia), ambos provocados por la Fuerza Area de los
Estados Unidos en 1968. Elimin tambin la rplica sobre la intencin de doa
Victoria de abrir un pleito contra el inquilino americano y el gesto de Perico,
nieto vividor de la seora de la casa, que apunta con un revolver al pblico, as
como, ms adelante, su arenga inspirada en la historia de Guillermo Tell sobre la
libertad del pueblo (Ballester 1969: 130-131, 135-136, 139 y 153)8.
La creaci, un espectculo basado en poemas de Miquel Mart i Pol que
estren el grupo Vermell x 4 en Centelles en 1969, fue duramente censurado (Mart
i Pol 1969). Se suprimieron ntegra o parcialmente poemas como Crniques
canten, Moral nova, s el que diu un amic meu y Romano de El Poble
(1956-1958); La fbrica de La fbrica (1958-1959); Colors de Autobiografia
(1965-1966) y La creaci de La fbrica (1970-1971), y otros de las primeras
dcadas de su trayectoria (Ser un dia rod, I, sobretot, no oblidis que el teu
temps y s clar que, si volgus, podria dir ms coses) (Mart i Pol 1989). En
general, con un celo excesivo, las supresiones queran eliminar cualquier rastro
de stira contra la burguesa catlica y su doble moral; crticas e ironas a la
religin o a los rigores del decrum franquista; menciones al sexo, al amor libre
o a la prostitucin; referencias escatolgicas; escenas erticas de lo ms lricas;
alusiones a la Guardia Civil o a los representantes de la iglesia; insinuaciones
sobre las formas de represin coetneas, y llamadas al compromiso social y a la
lucha por salvar la lengua y la cultura catalanas.
Un home s un home, de Bertolt Brecht [1970], en una traduccin de
Feliu Formosa que la compaa Adri Gual tena permiso para representar en
el Teatro Romea de Barcelona, solo recibi dos recortes en las rplicas de dos
personajes que mencionaban a los soldados, considerados como la gente peor
del mundo e incapaz de pensar. En este caso, contamos con una carta de Jos
Luis Pardo Fernndez, el delegado provincial del MIT en Barcelona, del da del
ensayo general, el 18 de noviembre de 1970, enviada al MIT, para dar fe del
visado correspondiente:
8 Las pginas que se indican en la resolucin de la censura de Massa temps sense piano coinciden
en este caso con las de la obra editada.
Francesc Foguet
La petita histria dun home qualsevol [1971], de Ramon Gomis, premio Joan
Santamaria de 1970 y primer texto de su triloga sobre la Catalunya coetnea,
tambin recibi algn que otro tijerazo. Esta obra quera reflejar, de modo muy
realista, las diferencias sociales en el mundo rural, con especial atencin a las
dificultades que tenan los payeses ms pobres en contraposicin a los ms ricos
(Gomis 1970). Las penurias por el agua que hay en el pueblo dan pie a criticar
Francesc Foguet
para sacarse de encima a los rebeldes y gozar de la paz del cementerio, en velada
mencin a la poltica pacificadora de la dictadura franquista. Editada bajo el
ttulo de Estat demergncia, las supresiones se centraban sobre todo en algunas
rplicas del personaje del secretario del ayuntamiento manifestando la necesidad
de acatar la decisin del alcalde como mxima autoridad del lugar y de adoptar
medidas de seguridad y directrices de actuacin contra los elementos disidentes
a fin de garantizar el orden y el bienestar de la poblacin (Romeu 1972: 35, 78
y 79). Asimismo se eliminaron las alusiones a categoras militares que, de modo
figurado, realiza una de las prostitutas del burdel, una parte de la cancin del
final del segundo acto sobre la existencia de un gua que dicta la paz y, en el
eplogo, la referencia a la prisin, donde ha sido encerrado uno de los personajes
por sus excesos revolucionarios (Romeu 1972: 51, 80 y 85).
Por otra parte, una buena muestra de la preocupacin de la censura teatral
por evitar palabras consideradas groseras o indecentes en el escenario, sobre
todo de carcter sexual, son las supresiones hechas a la iconoclasta Sassaja amb
noses, de Carles Reig [1975], una pieza pardica de teatro dentro del teatro (dos
actores ensayan, bajo la batuta de un director desptico y demente, una presunta
parbola mstica hind) que fue autorizada para sesiones de cmara (Reig 1975).
Adems de eliminar palabrotas y expresiones de cierto voltaje sexual, la censura
cort varias rplicas que aluden, casi de soslayo, a los mutilados de guerra que
gozaban del respeto de la iglesia, el ejrcito y la nacin, a la vigencia de la pena
de muerte en plena dictadura y a la necesidad de los actores de transmudarse en
monja y fraile por exigencias del texto (Reig 1975: 46, 51, 56, 65-66, 67, 73, 77,
81 y 82).
Si tenemos en cuenta tanto el espritu como la letra de las normas
de censura, Preguntes i respostes sobre la vida i la mort de Francesc Layret, de
Maria Aurlia Capmany y Xavier Romeu [1976], tena muchos puntos para ser
duramente castigada tanto por su contenido como por su forma. Basada en la
tcnica prestada del Living Newspaper y siguiendo como modelo el montaje de
El vicario, de Rolf Hochhuth, dirigido por Peter Brook, la obra tena la voluntad
de analizar el contexto histrico-social de la Barcelona de Layret y los motivos
de su asesinato por los pistoleros de la patronal (Capmany y Romeu 1971). En
realidad, sin embargo, la censura no se ensa demasiado con la pieza de Capmany
y Romeu al ser incluida en la programacin de la Sala Villarroel de Barcelona en
la primavera de 1976. Cierto es que, publicada por Edicions Catalanes de Pars en
1971, ya haba circulado clandestinamente por diversos espacios e incluso haba
Francesc Foguet
Ilustrsimo Seor Don Luis Fernndez y Fernndez
Delegado provincial de Informacin y Turismo
Barcelona
Mi querido amigo:
La Junta de Ordenacin de Obras Teatrales ha considerado
con especial inters la obra titulada Preguntes i respostes sobre
la vida i la mort de Francesc Layret, original de Mara Aurelia
Capmany y otros, cuya autorizacin recaba el grupo PromoTeatro La Roda para su representacin en la Sala Villarroel de
esa ciudad.
Es pieza teatral cuyo dictamen ofrece especiales
dificultades. Es, en principio, una exaltacin sobre hechos
histricos de la figura de Francisco Layret, poltico y abogado
de los obreros catalanes, muerto asesinado en el ao 1920.
Es tambin una historia de la lucha obrera en aquel tiempo.
Expresamente, no se insiste en la apologa de los partidos o
grupos de la extrema izquierda. La apologa se desprende,
por s sola, de la presentacin o evocacin de los hechos.
Los paralelismos con la hora actual saltan a la vista. El
enfrentamiento entre Sindicato Libre y Sindicato nico, ms
la Federacin Patronal, dice mucho hoy, junto a temas como la
huelga, la represin (Ejrcito y Guardia Civil), manifestaciones,
etctera.
El Pleno deliber ampliamente sobre las dificultades que,
evidentemente, se derivan del texto en cuestin. A lo expuesto
hay que agregar algunas observaciones complementarias
consideradas asimismo, por la Junta, entre las que destacan:
La personalidad del autor: Mara Aurelia Capmany.
La calidad teatral y dramtica de la pieza.
Francesc Foguet
[Firma]
Gracias y un abrazo!
Francesc Foguet
O bras
Un tercer bloque de obras lo constituyen las autorizaciones sin recortes que, sin
embargo, estaban sujetas a restricciones muy diversas (vase el anexo 3). Su
casustica es variadsima. De menor a mayor grado de cortapisas, hallamos desde
las autorizadas para todos los pblicos (3.1, 42 expedientes, 11,9%) hasta las que
lo estn solo para teatros de cmara (3.6, 9 expedientes, 2,5%), en ambos casos
las ms de las veces se condicionaba la aprobacin definitiva al visado previo del
ensayo general. Entre estos dos extremos, algunas obras podan autorizarse para
todos los pblicos, pero sin permiso para ser radiadas in situ (3.2, 36 expedientes,
10,2%), podan aprobarse para mayores de 14 aos (3.3, 64 expedientes, 18,1%)
o para mayores de 18 aos (3.4, 166 expedientes, 47,1%), e incluso, en este ltimo
caso, podan estar sujetas a una especial atencin al visado del ensayo general
(3.5, 35 expedientes, 9,9%). Aunque parezca paradjico, cuantos ms obstculos,
ms factible resulta concretar qu sentido tenan los criterios censorios aplicados.
El primer subbloque (3.1) afecta a bastantes piezas destinadas al teatro
infantil y juvenil, clsicos de la literatura dramtica universal y obras ms bien
inocuas que generalmente se aprobaban con autorizacin para ser radiadas y
sin visado previo. Entre los autores clsicos universales, cabe subrayar algunas
piezas de Chjov (Laniversari [1968]) y Shakespeare (El mercader de Vencia
[1969]) y, entre los catalanes, Rusiol (La casa de lart [1967]) y Mestres (En Joan
de ls [1968]). En cuanto a la dramaturgia coetnea escrita en cataln, destacan
un texto de Pedrolo (Monleg [1975]), que la censura consider intrascendente,
y algunas piezas de teatro infantil y juvenil a veces no tan inofensivas como
crean los censores de Jordi Voltes (Lhome de Tars [1968] y El vell viol [1970]),
Joana Raspall (El Pou [1970]), Guillem dEfak (El dimoni Cucarell [1973]), Josep
Maria Benet i Jornet (Helena a lilla del bar Zodac y El somni de Bagdad [ambas
de 1975]), o Nria Tubau (El cronombil [1975]).
El segundo epgrafe (3.2) incluye tambin muchas obras de teatro infantil
y juvenil y algn que otro clsico, que estaban sujetas al visado previo y que no
podan ser radiadas. En este encasillado se encontraban desde una adaptacin
de un cuento de Andersen (El gran Claus i el petit Claus [1972]) hasta varias
piezas breves de Chjov (Un prometatge [1967], Ls [1967] y Els estralls del tabac
[1969]), pasando por clsicos catalanes como Rusiol (El titella prdig [1968])
e Iglsias (Lescur [1971]), y autores coetneos como la infatigable Maria
Aurlia Capmany (Breu record de Tirant lo Blanc [1969]). Entre los textos de
teatro infantil y juvenil, es obligado citar a Els pastorets [1967], de Josep M.
Folch i Torres, una de las obras ms representadas en Navidad por los elencos
aficionados catalanes, y algunos ttulos de autores coetneos del gnero como
Nria Tubau (Brindis a la joventut [1969]), Joana Raspall (Linvent [1971]) o
Josep Vallverd (La caputxeta i el llop [1971]).
La tercera seccin (3.3) impone ya un lmite de edad (14 aos), adems
de impedir su difusin por radio y estar pendiente del visado, y atae a autores
clsicos (Esquilo, Aristfanes, Molire, Shakespeare, Chjov) y contemporneos
Francesc Foguet
Benet i Jornet (La nau [1970]), Teixidor (La jungla sentimental [1975]), Oliver
(La fam [1976]), Sirera (Plany en la mort dEnric Ribera [1976]) o Romeu (La
roda de mol [1976]), por distingir una muestra significativa entre una larga lista
de autores y ttulos.
Como el anterior, el quinto epgrafe (3.5) incumbe a las obras autorizadas
para mayores de 18 aos, generalmente tambin sin permiso de difusin
radiofnica, pero con especial atencin al visado del ensayo general. Muy
pendiente ste de vigilar y controlar que la puesta en escena (realizacin,
vestuario, escenografa, etctera) se ciera a la poca y al contexto de la obra
para evitar identificaciones con la actualidad o con algunos de los pilares del
rgimen (las fuerzas del orden, el ejrcito, el clero), o que se incluyeran canciones,
fotografas o imgenes cinematogrficas que dieran pie a interpretaciones
subversivas o contuvieran a su modo de ver escenas erticas, procaces o
de mal gusto. Siguiendo estos criterios, se pide un riguroso visado del ensayo
general para Homes i No, de Manuel de Pedrolo [1967], porque el vestuario
poda identificarse con la actualidad, las fuerzas del orden o el ejrcito; Neu de tot
lany [1968], de Prudenci Bertrana, por tratarse de una obra fechada en 1936
cuya accin se desarrolla en un prostbulo; Insults al pblic, de Peter Handke
[1970], por incluir escenas abiertas de provocacin a los espectadores; Macbeth,
de William Shakespeare [1970], que deba atenerse, en la puesta en escena y en
particular en el vestuario, a la poca a la que se refera el texto, o, entre otros
ejemplos, Antgona, de Salvador Espriu [1972], cuya escenificacin poda dar
lugar, segn los censores, a intencionalidades aproximativas. Con semejante
carcter cautelar se oblig a vigilar con esmero la puesta en escena de obras
de Pirandello (Aquesta nit improvisem [1967]), Casona (Prohibit sucidar-se a la
primavera [1968]), Drrenmatt (Els fsics [1969]), Brecht (Ascensi i caigua de la
ciutat de Mahagonny [1970]) e incluso Schiller (Guillem Tell [1971]).
El ltimo subbloque (3.6), el ms restrictivo y en el fondo el ms revelador,
comprende las obras autorizadas solo para teatros de cmara (sesiones de
representacin nica y aforo limitado a los asociados), sin permiso de difusin
radiofnica y con sujecin al visado. Entre los textos que se ven afectados por
estas disposiciones coercitivas, lgicas si tenemos en cuenta los parmetros
censorios que hemos ido comentando, cabe sealar las obras de Maquiavelo (La
Mandrgora [1973]), Jean-Paul Sartre (Les mans brutes [1967]), Peter Weiss (Sr.
Mockimpott [1974]) y Arnold Wesker (Les arrels [1967]), todas ellas susceptibles,
en realidad, de lecturas peligrosas o indebidas.
Francesc Foguet
modo de conclusin
Francesc Foguet
OBRAS CITADAS
ARAG, Narcs-Jordi (2013): Periodisme sota sospita. 25 anys entre la censura i
la llei de premsa. Barcelona, A Contra Vent.
BADIA, Alfred (1971): Una croada. Barcelona, Edicions 62.
BALLESTER, Alexandre (1969): Joc de tres. Fins al darrer mot. Massa temps
sense piano. Un bal groc per a Nofre Taylor. Palma de Mallorca, Moll.
BENET I JORNET, Josep Maria (1970): Fantasia per a un auxiliar administratiu.
Canons perdudes. Palma de Mallorca, Moll.
BENET I JORNET, Josep M. (1974): Locell fnix a Catalunya o alguns papers
de lauca, en La desaparici de Wendy i altres obres. Barcelona. Edicions 62,
pgs. 45-62.
CAPMANY, Maria Aurlia y ROMEU, Xavier (1971): Preguntes i respostes sobre
la vida i la mort de Francesc Layret, advocat dels obrers de Catalunya. Pars,
Edicions Catalanes de Pars.
CAPMANY, Maria Aurlia (1974): Lombra de lescorp. Valencia, Gorg.
FBREGAS, Xavier (1967) (ed.): Sainets de la vida picaresca. Barcelona,
Edicions 62.
(1972): A lfrica, minyons! Francesos, liberals i trabucaires. Palma de Mallorca, Moll.
FORMOSA, Feliu (1970): Cella 44. Cinc anys en la vida i lobra dErnst Toller.
Barcelona, Edicions 62.
GIBERT, Miquel M. (1999): Prleg, en Joan OLIVER: Teatre original. Barcelona, Proa, pgs. 56-57.
GOMIS, Ramon (1970): La petita histria dun home qualsevol. Barcelona, Edicions 62.
(1976): Vermell de xaloc. El llum dor. Barcelona, Edicions 62.
GUBERN, Romn y FONT, Domnec (1975): Un cine para el cadalso. 40 aos de
censura cinematogrfica en Espaa. Barcelona, Euros.
MART I POL, Miquel (1969): La creaci. Ejemplar mecanografiado. Centelles.
Legado Vidal-Capmany de la Universitat Rovira i Virgili. [Agradecemos a
nuestra colega Montserrat Corretger que nos facilitara una copia de este
documento.]
RESEAS
Fernando Larraz
Letricidio espaol. Censura y novela durante el
franquismo
Gijn, Trea, 2014, 384 pgs.
Reseas
Reseas
Para que yo haya sabido cul era ese primer texto, tachado y reescrito,
presentado a publicacin, ha sido necesario que Fernando Larraz haya
examinado pacientemente recnditas cajas del repertorio de la moderna
inquisicin, regentada por un grupo social oscuro e informe de censores, y
revisado en torno a un millar de expedientes de censura del inmenso repertorio
de textos tachados, ajados o subvertidos localizado en el limbo de las cajas que
se encuentran acumuladas en el Archivo General de la Administracin, en Alcal
de Henares.
Ahora bien, como muestra Letricidio espaol. Novela y censura durante el
franquismo, los efectos de la censura no acaban ni mucho menos ah, hasta el
punto que podramos afirmar que esas marcas sin duda relevantes son huellas
secundarias de una realidad intangible ms fundamental: ms que como la
potestad de la mano tantas veces arbitraria que decide sobre la tachadura de
uno u otro pasaje, el sistema de la censura contribuy a delimitar, a travs de
imperativos polticos y morales, un espacio de posibles literarios.
El gran logro del libro que tenemos entre las manos es hacer visible ese
problema generalmente descuidado, situndolo en el centro de la reflexin sobre
la narrativa espaola del franquismo, al afirmar: Todo estudioso de la literatura
espaola debe saber que en los textos que pudieron ser publicados entre 1939 y
1977 no fueron traspasados los lmites que demarcaban los confines de lo decible.
Esos confines marcados por la censura hacen de cualquier libro publicado en el
periodo un libro tolerado por la censura. Acudiendo a sus archivos, se descubre
el repertorio de libros y fragmentos infames que el lector habr descubierto en
las citas de Benet que fueron intervenidos. Ese rgimen poltico que reconoce
en la circulacin pblica de la escritura un elemento de desestabilizacin
potencialmente transgresivo obliga al fillogo que es Fernando Larraz a pasar
por los archivos de la burocracia civil para explicarse la produccin de la literatura
espaola del siglo pasado y, a travs de ello, proponer una reinterpretacin de la
historia literaria espaola entre 1939 y 1975 destacando el hecho de que se trata
de una literatura intervenida por el rgimen poltico y que, por tanto, se produce
y divulga en circunstancia de excepcin. La censura fue as una presencia
callada pero ineludible que intervino poderosamente sobre la configuracin
del campo literario y que convirti a toda obra publicada en una literatura
tolerada.
De ese modo, el libro de Larraz tiene el gran mrito de mostrar a partir
del estudio de casos concretos cmo operaba la censura y, en un nivel general,
Reseas
cul era su funcin en el sistema poltico y cultural del franquismo. Esa doble dimensin, que combina la labor archivstica con un complejo conocimiento de la
realidad cultural, social e ideolgica del franquismo, hace de l un libro complejo
y polidrico. Su virtud es la de construir un problema que, retrospectivamente,
no se explica cmo no haba sido visto antes para, a continuacin, situarlo en
el centro de la reflexin sobre la novela del franquismo. De ese modo, este libro
cubre con creces la necesidad de un estudio sistemtico sobre la censura de la novela en el franquismo, al tiempo que sienta los cimientos para llevar a cabo otros
estudios en reas anlogas de la produccin escrita.
Larraz muestra cmo la intervencin poltica del franquismo en el campo
cultural se sald con una prdida de autonoma de la cultura que, lejos de ser
excepcional como podra haberse pensado durante la guerra era, en realidad,
una premisa de un rgimen que se vali de dos recursos para imponer su doctrina
en el campo cultural: el exilio de los escritores y la censura de lo escrito (el
control de todo texto escrito pblico mediante la imposicin de la censura previa,
acompaado de la proscripcin de una gran parte de la literatura inmediatamente
anterior a la guerra civil y la destruccin de numerosos libros impresos antes del
golpe de estado de 1936). En este contexto, el Estado se atribuy el deber de
tutelar el pensamiento de los espaoles en una lgica regida por el dirigismo y
la represin.
Dicha abolicin de la autonoma cultural, en un contexto claramente antiintelectualista, implica, en el mbito de la retrica y la potica, la promocin de
un modelo nico. Como recuerda Larraz citando un lema falangista, se trataba de
promocionar una potica, una poltica, un Estado. Con todo ello, se entiende
que en ese nuevo contexto regido por la poltica y la moral, la novela se vuelve
peligrosa. Producto de una teora autoritaria de la lectura en la que el lector
comn es juzgado como un irresponsable (teora que podra hacerse remontar a
Platn), la censura, que es un tutelaje, trabajar para eliminar la ambigedad, el
perspectivismo, el dialogismo o la irona, virtudes todas ellas de la novela, dado que
la multiplicidad de puntos de vista contradice la unicidad dogmtica. En este
punto cobra pleno sentido la cita de El arte de la novela de Milan Kundera con la
que se abre el libro, en la que se lee que la novela presenta una incompatibilidad
no solo poltica o moral, sino tambin ontolgica con el universo totalitario.
Esta incompatibilidad adquiere un carcter paradigmtico en la imposibilidad
de leer que experimentan los censores, los cuales como recalca el autor son
lectores denotativos con muchas dificultades para entender discursos ficcionales
Reseas
Reseas
Carlos Barral, citado por Larraz, la nueva ley es ms peligrosa que la antigua
[]. Ms peligrosa por ser menos clara. Mantiene una especie de autocensura
entre los editores y escritores y da la impresin de una amenaza latente. Esta
nueva ley descargaba a las autoridades oficiales, adems, de una gran parte de
trabajo, dado que la produccin editorial se haba multiplicado por cinco en el
ltimo cuarto de siglo. Con todo, a finales de los sesenta, como escribe Larraz, la
censura no era ya sino un instrumento de sobrevivencia del rgimen en el que
nada importaba tanto como la conveniencia []. Para entonces la censura, como
el mismo Estado espaol, haba perdido todo norte ideolgico y era un mero
mecanismo represor cuya nica funcin era participar en el mantenimiento de las
estructuras de poder vigentes. Los censores, desde el ms humilde administrativo
del servicio hasta el mismo ministro, eran peones al servicio de una maquinaria
cuyo fin se desconoca por completo.
El libro, finalmente, trata de esclarecer hasta qu punto llega al da de
hoy la marea represiva de la censura. El libro de Benet con el que abramos
esta resea encontr una reedicin a cargo de Ignacio Echevarra en 2010,
en la coleccin Debolsillo, la cual incluye, adems, una Relacin de pasajes
alterados. Sin embargo, hay otros textos que todava se leen y se reeditan en
su versin censurada sin que los editores hagan ni siquiera notar ese pequeo
detalle. En relacin a este punto, el ltimo mrito pero no el menor de este
libro es que en l se percibe un esfuerzo por interpelar a una actualidad que
presenta como congelada, y que solo puede empezar a ser pensada y, a travs
de ello, transformada a condicin de que alguien la nombre, como el autor hace
aqu. Por lo dems, con este libro, Larraz contina con un slido proyecto de
construccin de una historia cultural de la Espaa posterior a la guerra civil,
ya iniciado en El monopolio de la palabra. El exilio intelectual en la Espaa
franquista (Madrid, Biblioteca Nueva, 2009). Trabajos como estos dan elementos
para pensar crticamente la contemporaneidad y para intervenir, a partir de
problemas concretos, en el actual panorama cultural.
Hogueras, infiernos y
buenas lecturas
Jos Andrs de Blas
Reseas
Reseas
La disidencia como
proyecto editorial
Fernando Larraz
Reseas
Reseas
Reseas
Reseas
Un comentario: La mina
de Armando Lpez
Salinas y su edicin
ntegra
Jos Andrs de Blas
Reseas
Reseas
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