Cuevas Mendez Felipe
Cuevas Mendez Felipe
Cuevas Mendez Felipe
de la dominacin
Argonutica
de la dominacin
Imagen de Portada,
Hombre de Fuego o El Hombre de Fuego
mural de Jos Clemente Orozco pint en
la cpula del Instituto Cultural de Cabaas, Guadalajara, Mxico.
Formacin y diseo de portada:
Oscar LP
Ediciones El comunista
ndice
Presentacin
Introduccin
I. Configuracin de la relacin social
1.- La relacin social como categora de estudio
2.- Enfoque sobre el enlace relacional
3.- Cartografa de la relacionalidad
4.- Carga relacional
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Bibliografa
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Presentacin
El documento ante ti es una sntesis de las experiencias, estudios
y anlisis largo tiempo observados, pero que fueron agregadas una
por una conforme se presentaban en mi realidad. Haba que reconsiderarlas de acuerdo a los hechos, en mi formacin deba cuidar su
naturaleza, muchas veces expuse algunos resultados, pero top con
resistencias para siquiera ponerlas en discusin. Sin embargo segu
con mis renglones torcidos, en medio de otras tareas fui acumulando mis puntos y piedras, aprendindolas como observaciones de
un autodidacta, una forma de comprender el problema del fluir de
nuestras relaciones sociales.
Debo sincerarme contigo lector, lectora, mi modesta condicin
con la cual fui asimilando la realidad y la teora revolucionaria en
todas sus vertientes. Nac en el ao de 1970, en el pueblo de Nautla,
Veracruz, Mxico, estudi licenciatura en educacin en el internado
Luis Villarreal, El Mexe, Hidalgo gracias una beca para hijos de
campesinos, ah me hice maestro proletario. Desde entonces (mi
ingreso al internado a los 15 aos) me dediqu al estudio de la teora
revolucionaria y al activismo revolucionario en la defensa de nuestros internados para hijos de campesinos.
Posteriormente labor como profesor en los estados de Michoacn y Edomex, mientras realic distintas labores sindicales y
estudiantiles, y de prensa independiente, participando adems entre
otras luchas del pueblo mexicano.
En el ao 2000 escrib un ensayo contra la teora de la globalizacin por Editorial comuna, en 2006 publiqu un breve libro sobre
la situacin del pas denominado La dictadura perfecta, Edicin del
Sindicato Mexicano de electricistas.
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En el mismo sentido realic otras publicaciones sobre la realidad poltica del pas y textos sobre las condiciones del imperialismo
(El sistema y la revolucin) y contra la teora de la globalizacin.
Mi participacin en los movimientos sociales me inclin a colaborar semanalmente para peridicos y revistas independientes en
mi pas hasta que en 2009 emigr a Venezuela.
Aqu (Estado Lara) he colaborado en la Misin Sucre y la Universidad Bolivariana de Trabajadores Jess Rivero (UBTJR). Mis
recursos no dan para una edicin impresa, pero no se me confundan
porque an en medio de mis dificultades materiales le he metido
todas mis fuerzas a sta investigacin.
Introduccin
Esta es una teora sobre las relaciones sociales de dominacin en la
era del capitalismo. La relacin social constituye el rasgo bsico en
que se sustentan las sociedades, moldea y es moldeada por la accin
del individuo y su asociacin. En la historia esta es una conquista
trascendental del ser humano en que funda la civilizacin. No es
extrao que para todo acto revolucionario el principio y el fin de
la vida social sea transformarla en unin de igualdad profunda que
proporcione plena satisfaccin a los actos e intereses colectivos y a
la persona sobre su presente y su futuro.
A donde apunten nuestros sentidos, donde se desarrolle nuestra accin, en cualquier direccin temtica que vayamos, siempre
estamos ante nuestras relaciones y las de los dems; es tan obvio
y absorbente que la reflexin sobre su naturaleza se ve complicada porque usualmente dedicamos el anlisis a todo aquello (objeto,
fenmeno o relacin concreta) que es motivo de incertidumbre. Su
atencin frecuentemente slo es introductoria en los estudios que
apuestan a las estructuraciones sociales ya formadas (relaciones
institucionalizadas o solidificadas).
Ahora bien, el estudio general sobre las relaciones sociales se
justifica en s mismo, es necesario de pies a cabeza, lo mismo que el
de cada una de sus ramas y ciencias como es el caso del sistema de
relaciones de produccin, el Estado y las relaciones polticas, son
siempre apropiados para abundar sobre la marcha de la historia; sin
embargo, la carencia en torno al estudio particular de la relacin
social debe cubrirse dado que tambin permite especificar la reconfiguracin del mundo moderno en otras dimensiones de inters.
El conjunto de relaciones sociales, su movilidad, sus caractersticas y el sello de dominacin que les es comn en el marco de
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disimulos sobre las formas relacionantes con que se explaya la dominacin burguesa.
Hacen falta procesos democrticos y revolucionarios para trascender las relaciones sociales de dominacin articulando las luchas
en todos los planos. Para que se tome el hilo de la destruccin sobre cuanta relacin de poder, de control, de opresin y explotacin
se vayan despejando en su variada consistencia; definitivamente es
necesario trascender a la creacin de relaciones que sean la mxima
expresin de la actividad del pueblo para la constitucin de relaciones de agregacin colectiva, fraternas, solidarias, de comunidad. Lo
que proponemos en ste esfuerzo es razonar la relacin social dentro del capitalismo con las raigambres de su conflicto, para estar en
condiciones de crear ms herramientas en la ampliacin de nuestros
horizontes.
Proyectando la centralidad del trabajo vivo, o lo que es lo mismo, el inters supremo de la especie y el mundo por encima de sus
riquezas acumuladas; se perfilarn las caractersticas de las nuevas
relaciones en germinacin tras algunos principios que la historia
humana va arrojando como grandes aspiraciones de comunidad universal. En esa perspectiva concurrirn nuevos factores formativos:
tendencias al trabajo, la cultura y la mancomunidad como expresin
de gratificacin y realizacin humana; disfrute pleno y pasin por la
vida; solidaridad y sentido del deber con el mundo, movimiento y
lucha constantes por forjar relaciones de total confraternidad.
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ticas
racionalizaciones
Reprimir-anular la anomia (falta de valores, normas, controles y prohibiciones), como negacin, desviacin o quebrantamiento de cualquier relacin preestablecida.
Tener un rol entre los semejantes (sentido de pertenencia y
diferenciacin.
Vislumbrar procesos naturales y procesos sociales.
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Distinguir las
sus relaciones.
diversidades,
manejar
mantener
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Nuestra trama relacional pone en concurrencia necesidades bsicas y complejas en procesos creadores de civilizacin (la lucha
por la vida trascendida a existencia humana), de historia y sociedad que alcanzan a sobreponerse como nuevas bases sobre las que
descansan, se significan, o se retoman los hilos de la existencia humana, de la supervivencia social y las formas de conservacin o
sustentacin del medio indispensable. Cabe afirmar que a diferencia
del reino animal las necesidades fundamentales del ser humano estn mediadas por sus relaciones sociales bajo las cuales es y existe
en su condicin humana.
Ambas condiciones (carga gentica y carga relacional social)
bajo interaccin desde sus puntos de contacto, sin ser una pura
suma, resultan imprescindibles en la base formativa del sujeto siempre histrico. Para su desarrollo, humanizacin, culturizacin y su
estratificacin, precisan los niveles de nuestros pensamientos, inteligencias, capacidades, habilidades, caracteres, emociones y actos;
segn corresponda en las distintas pocas (inclusive en las edades
y generaciones). Por tanto, estas cargas son dignas de atencin al
superar la idea simplista de la relacin eslabn, al renunciar tambin a su conceptualizacin reduccionista como partcula inerte,
programable y modificable a criterio de voluntades.
Hay que introducir un matiz, este ltimo fenmeno (modificacin de las relaciones intencionalmente) en efecto se presenta slo
sobre el seguimiento de unos cdigos de asentamiento en las relaciones imperantes si las condiciones lo permiten, robustecindolas
o suprimiendo sus ejes sometidos a desgaste; nuestra observacin
consiste en que no se darn sin conflictos de tipo social, sin cambios
en la historia, sin atender al desarrollo social alcanzado.
Si bien el tema da para mucho, de aqu pasamos a objetar otro
detalle. Dudar del juicio reduccionista respecto a que la relacin
social no debe ser tratada cientficamente deparaba amargos conflictos, perturbaba nuestras rutinas relacionales, desarmonizaba con
los dogmas. Dado que el programa diseado indicaba que se deba
operar de acuerdo a la lgica de que: 1.- una relacin es un hecho
dado, 2.- cada relacin opera en diferente espacio, 3.- un conjunto
de relaciones definen un proceso o condicin, y 4.- esos conjuntos
constituyen una sociedad, punto. Por tanto se estudian los procesos,
los conjuntos, pero no algo tan profano como la relacin social.
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Pero cuidmonos de reclamos frente a tantos actos de fe, nunca terminaramos por salir de all.
Tales situaciones corroboran por su cerrazn a toda evidencia,
que la relacin social es un elemento dinmico del espectro social,
que presenta un difcil manejo y una complicada comprensin; aunque cada vez ms necesaria de integrar en todas sus correspondencias antes que seguir edificando proposiciones que pretendiendo
explicarla por sus manifestaciones la eluden en su contenido ntimo.
Haba que establecer entonces el fundamento orgnico de la relacin social. Ser conscientes del problema requiri acumular gran
cantidad de informacin, exploraciones, observaciones y experiencias. Haba que mantenerse en el torrente de las relaciones sociales,
otearlas en sus movimientos, ir de un extremo a otro de sus manifestaciones, detenerse a razonar sobre sus aspectos y las formas en que
se expresaban, ubicando sus elementos, hasta que se comprobaran
claramente.
Exponerse a ella, advertir su dialctica, encontrarse con sus
efectos, pasar sus presiones y resistencias hasta la fractura visible
de sus componentes, verse inmersos en el fuego cruzado de todas
las relaciones sociales; todo eso es parte de la vida diaria en el ser
humano porqu desistir de comprender su mecanismo interior?,
cmo descartar llanamente las posibilidades de integralidad relacional?
La propuesta contempla que el estudio de la relacin social se
atiende retomando los amplios horizontes en que se encuadran hoy
las ciencias humanas y las filosofas, capturando los procesos en
que se desenvuelve el capitalismo, yuxtaponiendo a estas dos cuestiones todas las formas y planos de las luchas de clases que ponen
de relieve las relaciones, sus problemas, la prctica y experiencia de
masas en la construccin relacional orientada a fines particulares,
todas las relaciones conflictivas entre las clases sociales fundamentan su accin y reaccin.
Consideremos ahora sus estudios concretos. Es de tomar en
cuenta que la economa poltica marxista se ha encargado de analizar unas relaciones especficas y sus impactos; por su parte las
ciencias sociales y polticas como principales medios de plantearse
el poder y sus procesos acometieron exhaustivamente la interpre23
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relacin
social
sujetos
un nexo
un concreto
recursos
lenguaje
un empo
un contraste
sensaciones
espacio
norma
necesitas
accin
estructuras
suceso
correlaciones
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Complementamos estos elementos con la visualizacin secuencial de la relacin. Este es el curso perceptible por nosotros:
Vspera
Tensin
entre
sujetoobjeto-sujeto
Proceso
Concepciones,
centralidad,
elaboracin,
exposicin,
jerarquizacin
de objevos
Inicio
Concentracin
de recursos
y descarga
de energas
para
tomar impulso
Final
Realizacin
de metas,
propsitos
o potencias
Connuacin
Reproduccin
de nuevas
relaciones
Ruptura
Paso a
relaciones
disntas
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donos a sus inercias dominantes, eso slo se puede hacer afrontndolas en todos sus escenarios.
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Al respecto nos planteamos conjugar las herramientas esenciales que se vinieron creando al paso de las conquistas trascendentales
en el conocimiento del capitalismo. Sin embargo dado que cada una
naci sin la suficiente ligazn, absortas en su autodescubrimiento, o
les fue complicado integrarse a un cuerpo estructurado y dinmico.
Este ltimo aspecto en atencin a las distintas relaciones sociales con la robustez estructural que debieron adquirir, creara problemas de exceso, no porque sus aportes fuesen superfluos, sino
porque se inclinaron a una recarga de sus criterios en contraposicin
al conjunto de relaciones. Por lo dems seran entorpecidas con el
paso del tiempo, sus conflictos, sus aconteceres y procesos, donde
ms que agregar cosas, se hace prioritario refundir elementos en
pleno contexto, en tanto las inclinaciones dominantes llevaban a la
segmentacin o la multiplicacin de disciplinas e interpretaciones
adaptadas.
Con estos considerandos conduciremos nuestro enfoque hacia
aspectos ya perceptibles en distintas reas de estudio. Lo haremos
aprovechando las ciencias particulares sin sobreponer unas u otras
de sus conclusiones sobre las relaciones que analizan. Complejidad
que permiti y potenci un tipo de desarrollo en el estudio particularizado y de lneas generales sobre las relaciones sociales, sin alcanzar a esclarecerse una base terico-cientfica propia, integradora
de la relacin social. Esto es parte del ejecutar y edificar nuestras
relaciones, tanto nos empujan adelante como nos pueden reforzar
controles deshumanizantes que con tenacidad se revelarn en sus
interpretaciones, pretendiendo que las cosas sean vistas ya desde
cualquier ngulo, frenando con ello la coherencia general, o lo que
es lo mismo, ejerciendo la accin terica represiva al servicio de
unas u otras relaciones dominantes.
Aspectos en proyeccin del enfoque relacional
carcter,
contexto y
conceptualizacin
de la relacin social
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elementos
de la
relacin
social
carga
niveles
rasgos
relacional relacionales de las
relaciones sociales
generales
sistemas,
formaciones,
estructuras
relacionantes
y sus crisis
teoras,
mtodos e
ideologas
relacionales
emancipacin,
humanismo,
cultura
y revolucin
para el cambio
relacional
Esta aparente tentativa de atomizacin entre el manejo analtico de relaciones sociales concretas al de relacin social abstracta, nos posibilita la continuacin en unos considerandos abiertos
y viables para la concentracin en el mbito social y sus cambios
profundos, porque no olvidemos que lo que mujeres y hombres del
pueblo anhelamos es precisamente construir relaciones sociales fraternales, despejar particularmente la relacin social de sus ataduras
de barbarie.
3. Cartografa de la relacionalidad
A partir de la relacin social como categora, puede interpretarse
y delinearse aquella base de la que venimos hablando como categora de anlisis, es decir de la carga relacional, que se encuentra
diluida en el torrente de todas las relaciones sociales, llevndonos
a una apreciacin an ms dinmica de las mismas y sus distintos
niveles de organizacin, concrecin e impacto.
Con estos elementos avanzaremos a otros tantos de relevancia
en el nivel de categorizacin de rasgos, aspectos y cruzamientos,
como eje delineante de lo social. Y de la propia relacionalidad en
el marco del sistema capitalista como plataforma adquirida en el
establecimiento de las relaciones sociales dominantes.
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Considrese por un instante el problema de las relaciones sociales en torno a las justas mundialistas de futbol, en estas prevalecen visiones crticas inmediatistas sobrecogidas por el contenido
deportivo, enfocadas en torno a las manipulaciones alienantes y el
mercado que generan, pero al centrarse en esas tramas, poco espacio se le da a la forma de impedir las condiciones onerosas que sus
organizadores imponen a los pases. Poco nfasis se hace en las
perspectivas de lucha que se ofrecen para detenerles, los conflictos
de primer nivel suelen mantenerse en un plano secundario gracias a
las fuerzas del mercado, los intereses burgueses y el papel altamente
atractivo que juega el deporte en nuestras sociedades.
La insuficiencia de puntos conectivos entre las diversas esferas
de lo social constituye uno de los grandes problemas de la actualidad, en que si bien se fijan unos lazos bipartitos, pronto o tarde
cuando actan, se percibe la existencia de otros elementos vinculantes que deben sumarse.
Otro asunto a no quitar ojo es la concurrencia de la sustancia
crtica multidireccional que sigue siendo una promesa insuficientemente trazada o cimentada, generalmente abocada a lo externo,
mecanizada a tendencias, temerosa de desbordar sus fronteras; que
requiere de desarrollo frente a la complejizacin de las relaciones
generales.
La premura por la generalizacin unilateral a partir de unas normas valederas parcialmente pero postuladas como definitivas, es
tambin un grave problema que permea los avances y reduce las
posibilidades para una comprensin relacional integral que demanda una grande y permanente inversin de energas.
Los problemas son muchos, incluyen la falta de comprensin, la
desatencin a unas definiciones que an no logran corresponderse
y explicarse todos los campos relacionales de la humanidad, mientras que se encuentran bajo fuego de grandes ejrcitos de ciencias y
artes ya consolidados que se resisten a modificar las trayectorias de
su formacin y desarrollo.
Con todos sus problemas, consideramos que ya est suficientemente avanzada la apertura y construccin terica coherente en lo
relacional, no resulta extraa, sera inexcusable postergarla mientras nos enfrentamos a un acrecentado bagaje de sus elementos.
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As tenemos que no se debe soslayar: 1.- La compilacin de experiencias diversificadas de distintos cortes relacionales, 2.- la prctica de las relaciones en sus distintas reas y en el cuerpo general de
la sociedad, 3.- el enfoque sobre las propias premisas relacionales
en cada medio y su contraste con la realidad, 4.- el rastreo de las
tendencias, factores y mtodos relacionales.
Esto nos conduce a reforzar instrumentos de anlisis destacando los baluartes consolidados, ubicando sus alcances y potenciales,
adems de su pertinencia en el escenario actual. Anlogamente nos
proporciona la facultad de crear nuevas herramientas que en el proceso se requieran, para asimilar mucho mejor, tanto en el detalle
como en la generalidad los elementos vinculantes del capitalismo.
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sistemas de abstracciones presuntamente en conflicto con la sociedad imperante pero bajo el marco de relaciones de dominio.
Precisamente donde se reprime una asimilacin plena de las
relaciones sociales, lo revolucionario cuestiona ese empeo por
manufacturar estratagemas astutamente recubiertas de apelativos
altisonantes, bajo los que solapadamente se consolidan esquemas
de avasallamiento, con sus valores, controles, idolatras, prejuicios
y creencias sobre determinadas relaciones (econmicas o polticas),
la forma de sacarles ventaja, el medio que las circunda y los cambios estrictamente a su favor. Lo revolucionario asume la autocrtica de sus viejas debilidades, explora todas las aristas relacionantes,
su grado de permeabilidad, los horizontes de sus prefiguraciones,
los contextos de concurrencia, y la ndole multifactica de la trama
dominante.
Adems debe comunicar pautas, indicar los sentidos de la historia de la lucha de clases, encontrar el contenido de las transformaciones sociales imperiosas al gnero humano, retomar el espritu
crtico-prctico frente al sistema de explotacin, opresin y problematizacin de la vida desde sus realidades inmediatas.
Hay que explotar todos nuestros recursos, aprovechar la riqueza
que el pensamiento libertario tiene a cuestas. Cada elemento aporta
en su terreno y al resto lneas de trabajo, enfoques, esclarecimientos
que retomaremos sin menoscabo de los contextos en que fueron
concebidos, para acoplarnos a la visin completa de la espiral de
relaciones sociales en el capitalismo.
En lugar de quedar absortos en esquemas e instrumentos racionalistas de la dominacin, lo ms importante es concentrarnos en
aquello que ha hecho de nuestra realidad histrica actual un mundo
complejo en el lmite de profundos conflictos sociales. Marx cre
un mtodo para tal efecto, un mtodo que constantemente recibe
refuerzos y nuevos elementos de combate contra el capitalismo, dicho mtodo se atiene a los hechos, los ve de frente, los confronta y
postula sus planteamientos por y a travs de la experiencia viva. Tal
aspecto del mtodo, que por diversas vas va retomndose, se ajusta
fielmente al movimiento de la historia actual.
En algo ha tenido que ver la problemtica social general con su
realidad aplastante, para que por sobre todo comience a conside46
4. Carga relacional
Ya sea tras objetivos individuales, de grupo, de clase, o colectivos, la objetivacin de toda relacin social adems de activar conocimientos, habilidades y experiencias; moviliza una carga rela47
A
Configuracin del enlace
B
Composicin en los sujetos,
fenmenos, procesos
C
Relatividad de los rangos
de alcance
1.- De atadura
trato
mediacin
concatenacin
coligar
correlacin
acuerdo
involuntariedad
voluntariedad
2.- De difusin
comparacin
comunicacin
ilacin
3.- De congruencia
comportamiento
correspondencia
pertenencia
equivalencia
diferencia
4.- De coercin
declinacin
imposicin
segregacin
violencia
represin
coaccin
supresin
pesos
contrapesos
En su desarrollo y supervivencia
nuestras relaciones presentan
condiciones de presin-tensin
Presenta la prolongacin o
reduccin del radio de accin
segn el potencial vinculante
Relaciones
concretas
sociales
Complejidad y sistemas de
formacin en tipologas de
relaciones existentes
Econmicas
propiedad
produccin
laborales
urbanas
jurdicas
polticas
policiacas
familiares
religiosas
educacin
grupo
prisin
tnicas
raciales
nacionales
internacionales
de gnero
deportivas
artsticas
patriarcales
criminales
burocrticas
militares
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leza, resalta hechos histricos, se muestra crtico frente al pensamiento nico, resalta la importancia de actualizar las ideas sobre el
tema, como es tambin el caso de la concepcin sobre la mujer en
el mundo moderno. El profesor asegura que la constitucin poltica
habla de que el poder es intransferible y recae en el pueblo, que no
puede hablarse de lucha por el poder ni de empoderamiento puesto
que si la carta magna dice que el poder es del pueblo entonces ya
todo est definido. La sesin dura dos horas, en el transcurso slo
existieron dos intervenciones, una alumna afirm sus convicciones
en defensa del empoderamiento, otro alumno se solidariz con ella
en su intervencin, ambos se inclinaron a la idea de que el pueblo
debe luchar por el poder. El profesor retom la conduccin del seminario y dio un tajante no a la sugerencia de la alumna, con respecto del otro participante se mostr un tanto analtico sobre los elementos de su intervencin. El profesor continu el seminario hasta
su trmino reivindicando el alto grado que cumple la colectividad
del pueblo, despotric contra las inasistencias e interrupciones a su
ctedra, aplic su idea del compromiso y el sujeto histrico diluido
en el ente pueblo, sealando que en adelante esta sera la base de
sus exposiciones. Subray que habra de romper todos los tradicionalismos del anlisis social para acoplarse a los avances, indic a
los ochenta participantes que se reunieran en grupos e hicieran un
trabajo de campo sobre la cuestin del poder en sus centros de actividad, de acuerdo con las opiniones que l emiti en el evento. Para
cerrar exterioriz que no le gustaba hablar de su persona, pero chape a los presentes, dio a conocer sus dotes e historial intachable.
Tanto como el consumo suele significar una manifestacin de
dominacin de quien posee la fuerza para consumir ms y mejor,
el consumo de conocimientos en la sociedad capitalista acompaa
esos pasos. Este caso entre tantos, no implica en nada que el sector magisterial acte as en todos los niveles formativos, aunque se
suelen presentar esos ejercicios, cosas peores suceden en el mundo;
recurrimos a l porque al margen de su aleccionar, en las complejidades de la vida, sus contradicciones nos hacen ver con relativa
facilidad el tremendo relacionamiento interior.
Siguiendo este caso reparemos en los aspectos de la carga relacional:
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en marcha una reaccin en cadena con la extensin represiva cotidiana a toda la poblacin. Persecuciones, masacres,
violaciones, saqueo, comercio con la situacin especial, palizas, racismo, asesinatos selectivos, desprecio de la cultura,
esclavizacin, un sistema de crceles legales, clandestinas e
ilegales; esa ha sido la tendencia dominante de interacciones
por ahora, es cierto que las fuerzas opuestas a ello han actuado todava en un grado que no permite parar la situacin
y cambiarla de fondo, un nuevo tipo de movimientos sociales revolucionarios en masa comienza a paralizar muchos de
esos actos.
e) Pesos y contrapesos. Entrando en todo el cuerpo de la configuracin relacional, implican la maniobrabilidad, recursos
y hasta la credibilidad de por medio de los sujetos para favorecer sus tendencias y debilitar las contrarias, revelando
una actividad consciente o inconsciente por ganar posiciones dentro de la relacin. Para nuestro ejemplo es evidente
que sin el grado de coercin y represin que medi entre
los sujetos sera imposible sostener la sesin hasta el final,
se hubiese vuelto una rebelin de no existir ciertos niveles
de coaccin y sumisin; la fraternidad demostrada por dos
alumnos fue todava insuficiente para contener el panorama
de control en esas largas e insufribles horas de gran aprendizaje.
f) Trasmisin de las conexiones. Los sujetos dan paso a la difusin, comunicacin, correspondencia, ilacin, coligar, reunir, correlacionar; que son bases para un comportamiento
que inclina las relaciones repercutiendo en las tendencias,
contra-tendencias, pesos y contrapesos firmemente manejadas sea por espontaneidad de sus fuerzas o por conciencia
de stas, hacia la definicin de reglas ocultas en cuanto al
poder, la autoridad y la sujecin que se les merece. Son estas
vas por las cuales todo eso del autoritarismo se rechaza pero
se incuba, basta cuestionar quin trasmite una relacin de
poder en el seminario, evidenci un antifeminismo, articul
la relacin hacia la conservacin de su estatus y se mostr
fiel a los principios de autoridad-control e intimidacin. En
tanto en el lado extremo el brote de inconformidad dio clara
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As dan forma a determinadas condiciones de recursos, tecnologas, fuerzas sociales y productivas, mentalidades y formaciones
del pensamiento, de las que son parte o a las que estn ligadas por
miles de hilos, establecindose unas contradicciones operantes. Las
relaciones que debieran presentarse directa y naturalmente terminan
embrollando y haciendo conflictivos sus pasos.
Tal organicidad de la carga relacional entre sujetos, fenmenos
y procesos entraa la aglomeracin de cualidades atesoradas individual y colectivamente. La agrupacin causal y casual de elementos que dan vida a los hechos sociales, a los mecanismos que los
organizan histrica y procedimentalmente, tanto como a las tramas
en que se ven involucrados se nos presentan en la siguiente forma:
a) Sujetos. Los estudiantes juegan el rol de representar intereses de colectividad en aprehensin de conocimientos, sean
cuales sean sus fines, en tanto el profesor asume un rol de
control sobre los saberes, an cuando los saberes que se esfuerza en inculcar se refieran a los antagonismos sociales y
la crtica a la cuestin del poder. La diversidad de los sujetos
puede ser tan amplia como las mentes que ah concurren,
pero sobre todo, de la extraccin de clase y el estatus que
posee cada cual, sin embargo las relaciones que establecen
dada la distribucin de sus fuerzas, trazan y demandan una
unin sobre los sujetos, funcional a los propsitos que fundan esa actividad. Como ya se ha expresado, cualquier fisura, conservacin irreductible o modificacin drstica depender de los sujetos sociales integrados o en agotamiento, de
las fuerzas involucradas, cmo stas se desempeen, y los
factores externos que impulsen mayores controles, cambios
o alteraciones.
b) Fenmenos. Estos son aspectos sumamente variables en
tamao e impacto, les caracterizaremos como objeto de la
prctica clave de una o un conjunto de relaciones sociales. El
fenmeno relacional sobresaliente es esa experiencia resultante del dilema contradictorio entre lo que se hace y lo que
se predica en el seminario, lgicamente en el transcurso se
mezclarn otros fenmenos movilizando un conjunto de asociaciones mayores o menores que ste. En la relacin capitalista fundamental el fenmeno perceptible es la explotacin
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casos una simple denuncia), pues slo de este modo apreciaremos que el profesor expres tantas y tan serias preocupaciones por confrontar viejas problemticas que termin
reproducindolas de manera singular. Reconocer la trama
relacional, facilita el sondeo de las condiciones en que se
mueve toda accin y reaccin social, lo mismo que aqu nos
ayuda a ver las insuficiencias con que contamos quienes nos
dedicamos a la enseanza y quienes la recibimos por los medios tradicionales o modernos de dominios sociales, nada
tan sustancial a otros temas en que los buenos propsitos
conducen a descalabros maysculos.
Tramas relacionales en el mbito de las redes sociales
Tomado de hpcomparendoexperienciasysaberes.blogspot.com
Los enfoques involucrados van desprendindose tanto del sentido que cobran estos aspectos para su ms amplia definicin como
los compromisos y consciencia social en el nivel que asegure en
efecto la expresin consecuente con la naturaleza de las relaciones,
procesos, etc., que se desee explicar.
Dicha estructuracin es la materia general, con sus soportes,
patrones, tendencias, pesos, protagonismos, de toda nuestra carga
relacional, mediante la cual cobra vida todo el movimiento social,
expandindose las relaciones sociales generales que la viabilizan.
Esto llama la atencin del rol-estatus que los sujetos se ven obligados a poner en marcha durante el desarrollo de sus relaciones, los
fenmenos que tengan lugar y los procesos en que se inserten sus
vidas.
Para el caso particular que retomamos la forma de control considerada tradicionalista (inteligencia vs barbarie) por sus mtodos,
responde ah a una articulacin relacional concreta an no resuelta
en cuanto a la cuestin de la opresin en sus elementos micro.
Relatividad de los rangos de alcance (C)
Como subrayamos anteriormente, entre la estabilidad y el cambio van a concurrir fuerzas internas y externas, conocidas y desconocidas, conscientes e involuntarias que modificarn la correlacin
que sostuvo la relacin hacia unas u otras tendencias.
La cuestin ahora consiste en las transformaciones, concentraciones o disoluciones, integracin o desintegracin que ocurrirn
en los fenmenos, tramas y procesos relacionales, as como la afectacin que sufrirn las personas, estructuras y condiciones que las
sostenan.
Todos sus alcances esperados o inesperados tienen una magnitud sea por vinculacin con otras relaciones, contactos, difusiones
e influencia de sus actos. Las relaciones en la sesin repercutieron
de distinta forma entre los asistentes, tejieron su red, fue motivo
para relaciones en las familias, los equipos de trabajo, las instancias
educativas y posicionamiento obligado hacia la siguiente sesin, a
pesar de sus distintos niveles y formas de consciencia, el fenmeno
se observ o sinti.
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e) Atrofia. Este tipo de relacin educativa basada en mecanismos desgastados pero efectivos, no dejar de significar una
atrofia respecto de su desarrollo de acuerdo a los propsitos
vinculantes en su origen, pues exigir concentrar fuerzas en
los problemas originados, la condicin de enfrentar nuevas y
verdaderas represiones y presiones.
h) Determinantes. Existe una tendencia institucional ms fuerte, aunque ello no indica en este caso los resultantes de antemano en los procesos por venir, pues se est frente a una
instancia que implica poderes estructurados.
62
Pone de relieve los nexos entre las relaciones econmicas y todas las dems relaciones de la vida social. Segn algunas creencias,
slo existiran relaciones sociales a nivel de las relaciones centrales
sobre las que se desarrollan las sociedades, esto es, sus relaciones
sociales de produccin o a la inversa, el campo poltico o las claves ideolgicas seran la respuesta al devenir social, todo lo dems
seran estructuraciones y formaciones conceptuales para sostenerlas.
63
Las teoras de los campos son una notable ampliacin del reconocimiento de las relaciones sociales por mbitos de accin y aglomeracin (medio econmico, poltico, cultural, ecolgico, ideolgico y otros campos especiales o subcampos).
Esas teoras tienen sustento en la catalogacin de las relaciones
generales, al igual que de algunas de sus notables caractersticas y
mecanismos de realizacin, aunque no exentas de contenidos racionalizantes de carga ideolgica para alejarse lo ms posible de
la concepcin revolucionaria sobre las relaciones sociales de produccin y su lugar en la sociedad. Lo que no es obstculo para que
contribuyan al conocimiento de las relaciones generales, ya que, al
definir mejor todos los mbitos sociales, abundan en aspectos donde
64
Escalas relacionales
lo ms alejados del centro neurlgico poltico-econmico contribuyendo a resucitarlo cuando las cosas se le ponen difciles. La rearticulacin es uno de tantos aspectos de las escalas relacionales, lo
valioso de estas es la consolidacin de sus procesos a modo que
operen constante y preventivamente antes que verse frente a las
eventualidades revolucionarias.
d)
La divisin social del trabajo implica la configuracin de clases, sectores, grupos, estratificaciones, sujetos sociales, segmentos
y otras formas en que se divide la sociedad. Desde las relaciones
precedentes y las bsicas que fueron formndose para sustentar
la acumulacin originaria de capital, pasando a las gradaciones y
controles impuestos por sus estructuras; el capitalismo es la ms
extensa divisin social del trabajo, un sistema complejo de antagonismos y desenvolvimientos en el seno de sus relaciones sociales
generales. Sobre la base de la divisin social se genera una fragmentacin social en que las relaciones y sus mbitos operan con
aparente independencia hacia la anarqua de sus estructuras, la aparente horizontalidad de sus campos y la desintegracin de la sociedad. La fragmentacin social tiende al divorcio de los sujetos, pero
lo principal de sta es que constituye una fractura de las relaciones
sociales en cuanto a la apreciacin de su totalidad y la accin unificada de sus fuerzas hacia el cambio revolucionario.
e)
Relaciones econmicas
Relaciones de ambitos
frente a relaciones
de vida general
Divisin Social
Escalas
Estructura
Superestructura
Orden Mundial
66
Nacin
Estado
Familia
Imperialismo
y rasgos
Clases
Sectores
Estratos
Sociedad Civil
Pueblo
Relaciones de fuerza,
de lucha de clases,
sujetos sociales y
agentes sociales
Formacin Social
modo de produccion
Sistema de relaciones
sociales generales
Contexto histrico
Bloqueo histrico
Relaciones
hegemnicas
La carga relacional se halla ante un universo de relaciones sociales dominantes en que se recrean y reproducen sus lneas. En
nuestra opinin su manejo consciente puede permitir la mxima
aproximacin a sus realidades y perspectivas en la construccin de
una correlacin social revolucionaria.
Una percepcin revolucionaria de las relaciones sociales de dominacin se construye y se teje ampliamente en la cotidianeidad;
hay que apostar energas y compromisos ms fuertes en clases, sectores o incluso sujetos que se encontrarn en mayor condicin de
elevarla al rango de combatividad que va siendo necesaria. La cues67
En primer lugar siempre resalta su historicidad, pero sta debiera: 1.- relativizarse a la luz de los avances en sus correlaciones con
otros campos que las estudian, y especialmente de la vinculacin e
integralidad con que alcanza su correspondencia y coherencia, 2.replantearse en tanto que las relaciones sociales actuantes tambin
constituyen un fenmeno histrico que define buena parte de nuestra humanidad.
68
obligados a mantener la cuestin juda, alentarla, empujarla, cederle e incluso seguirla, creando un amplio espectro de patrones
y mecanismos relacionales en su entorno. De cambiarse la correlacin, la cuestin juda al ser en buena medida un fenmeno
de la poltica, economa y geoestrategia, volvera a replantearse
una vez ms. Esta ltima (la geoestrategia) habitualmente irreconocible bajo el ejercicio de un muy elevado protagonismo sionista en las entraas del imperialismo, pero he ah que la ausencia de estrategia es una forma de estrategia ms para el uso de
Israel dejndolo hacer su juego hasta unos lmites permisibles,
enturbiando, perturbando o desprestigiando la poltica yanqui,
a la vez que consiguiendo una distraccin, fabricando salidas
airosas, al tiempo que nuevas preocupaciones y amenazas a los
pueblos rabes.
He ah encerrado un elemento ms que no debe escaprsenos, la
multilateralidad de las relaciones sociales dominantes ejerciendo su
rol, no disminuye la relevancia de relaciones centrales, slo las dimensiona permitiendo ver otras correspondencias interiores y campos con que ejercen su magnetismo as como el juego de fuerzas en
que deriva la accin del conjunto de relaciones.
Coneonesllaterales
RED CENTRALIZADA
RED DESCENTRALIZADA
RED DISTRIBUIDA
Tomado de hp.expoliointelectual.net
En estas redes las lneas de tiempo segmentadas que introducimos engarzan unos ejes que apuntan a ubicar-controlar un presente
con sus problemas, reconocer-apelar un antes con sus trascendencias y a proyectar-construir un despus con sus interrogantes relacionales. Entre las dotes que nos deja la relacionalidad est esta
70
Resulta sintomtico y aplicativo el mecanismo policiaco burgus que asimila fielmente este tipo de relaciones, en que pasa por
encima verdades y realidades que devienen, persiguiendo su propia dogmtica en el sentido de encontrar un culpable, perseguirlo
y castigarlo. La transgresin de sus reglas es slo un aspecto, la
carga relacional dominante es el abc de su dinmica interior, ello es
catapultado a todo tipo de relaciones dominantes lo mismo en las
estructuras del sistema como en las relaciones de grupo o religiosas.
Una vctima siempre proporcionar algo que potencie la aplicacin del castigo, en veces basta con que, que sea pobre para que
se le ponga el dedo, pronunciar una mala palabra contra el orden,
contar con un recurso codiciado o estar en medio del camino de
intereses y estrategias hegemnicas; volvindola virtualmente vul72
73
75
76
78
doles a la mxima presin laboriosa. La posesin es una fuerza presente en todas las relaciones sociales, por medio de esta se presenta
la imposicin de todo tipo de condiciones materiales, mentales y de
las circunstancias de los poseedores a los desposedos.
Adopcin de vas histricas
Una de las ms potentes es el patriarcado, indivisamente en su
mxima expresin se asimila y adapta para trasmitir preeminentemente buena parte de los mecanismos de dominacin-sumisin del
capitalismo dando supremaca al hombre sobre la mujer, al fuerte
sobre el dbil, al vigoroso sobre viejos y adolescentes, controles
familiares. Adems de predominio a unas conductas masculinas sobre otras en el largo proceso de divisin social, concentracin de la
riqueza y de los poderes que de ella emanan, y articulando en otros
mbitos sociales esa particin de conductas sobre las que se afianza
una forma peculiar de hacer presente el control de unos sobre otros
sujetos.
Ese sistema que guarda mucho en el comienzo de la divisin
social, con sus logros indiscutibles hasta sus ambientes retrgrados
tambin indiscutibles, envuelve mltiples mecanismos dentro de la
moderna sociedad bajo los cuales se sujetan a la mitad de la poblacin y se deforma a su otra mitad. Entretanto la supremaca patriarcal ha de expandirse en otros medios y formas de relacionarse los
seres humanos, en la forma de la supremaca de clase que confiere
la posesin de medios de produccin, extendindose a todos los
mbitos de las relaciones sociales generales.
Tenemos pues que subsuncin, posesin y supremaca son matrices para la forja de las formas relacionales. Es bajo el capitalismo
que las relaciones sociales se intensificaron y explayaron ms que
nunca, sus formas se desarrollaron sin igual, sin que por ello las
condiciones y todas las clases sociales dejen de persistir en asimilar
continua y a veces metdicamente el ajuste de las viejas vas para
mejor sustentarse.
El estudio del desenvolvimiento histrico de las formas relacionales est bastante diseminado, en algn momento su estudio
especfico ser una necesidad obligada no simplemente por razones
de visin estratgica, sino directamente por intereses prcticos que
79
Rasgos
Organicidad
Formas
Subjeas
Sistemas
Dimensiones
Las clasificamos en cuanto a las manifestaciones en que se activan, como se podr ver, no son nada extraas, sencillamente en
nuestra opinin no les hemos puesto el debido inters cientfico
social que ameritan pasando desapercibidas o las consideramos de
bulto en el conjunto de relaciones polticas especialmente. Esto es,
otra manera ms de su invisibilizacin a causa de sus manifestaciones sobresalientes, debido a que prevalecen los procedimientos
lgicos, racionales, culturales y estructurales que nos impiden apreciar su configuracin. Procedimientos que operan como mecanismos aplastantes para la interpretacin del sistema de las relaciones
sociales generales sobre la base de sus formaciones edificadas y
para su operacin establecida.
Aqu no comenzaremos con el porqu, ni por las causas u orgenes, pues nos parece que lo primero debe ser exponerles tal cual
se nos presentan, lo dems, es decir el porqu, se puede entrever lo
suficiente como para postergar un anlisis detallado hasta el momento de contemplar las relaciones sociales generales. Adems de
que considerando el rol y las inercias que despiertan dichas formas
en nuestros actos y pensamientos (causa-resultado), as nos beneficiamos de un recurso contra la predisposicin sobre cualquier
opinin que prejuzgue antes de observar los componentes de estas
formas y la sinfona con que operan, consecuentemente resultadocausa y causa-resultado bien pueden servirnos en nuestro inters de
destacar las formas relacionales a planos todava mayores una vez
saldada nuestra prioridad de configuracin.
Baste sealar que tanto las formas como las relaciones en que
fluyen han tenido una larga marcha en la historia humana tendiente
a su desarrollo y articulacin por caminos de lo ms intrincados
pero que al fin y al cabo se dispone del conjunto para evaluarlas en
estricto sentido.
Subrayando con esto que intentamos desbloquear ciertos mecanismos que maniobran en concentracin de fuerzas una vez que
se inicia con aquello del origen para derivar en el determinismo de
las diversas representaciones sobre las relaciones sociales generales
que entre otras cosas presentan el inconveniente de diluir como lo
cotidiano las formas especiales en que corre la relacin social y
sus tantos vehculos de enajenacin-alienacin, de opresin-domi-
Normaidad
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83
85
post-apocalptico The Walking Dead, con su muy particular agenda social entre zombis y supervivientes.
No nos desentendemos de las diversas impresiones que la historia del joven mago ha generado, para otros es simplemente cautivante y merece mil menciones por la fluidez y asimilacin a que nos
lleva, pero nada ms. En cambio para sus crticos ultraizquierdistas
y las escuelas de la literatura ms conservadoras, Harry Potter es
simplemente literatura reaccionaria; en tanto para los cultivados es
obra de mala calidad por no ajustarse a sus cnones; en definitiva
envueltos por semejantes vendas no podramos apreciar el fondo
de desarrollo en la cultura de masas el hroe-centrismo y las motivaciones que trasmite. En todos los casos se trata de un impacto de
gran alcance cien por ciento certificado, reflejado hasta en el deseo
de su continuidad, con una forma de ubicar las formas de adoctrinarnos, lo cual bien puede dar para un anlisis especial fuera del
mbito que en este momento pretendemos considerar.
Estamos ante una obra trascendente que encarna la conciencia
de su escritora Joanne Rowling acompaando el paso de una generacin y la pulsin de sus problemas recurrentes, tolerable a criterio
de los monopolios y regmenes occidentales que ni se dan por aludidos en la crtica implcita para ellos, mediatizndola y proyectndola a sus enemigos, creando distencin en la situacin social, pero lo
que nos llama la atencin en este momento son los moldes con que
se engancha unas formas de relacionalidad para la vida humana.
Desde el acto en que hemos derivado en nuestro adiestramiento
para asimilar los ambientes imaginarios ms complicados, la saga
permite distinguir las formas relacionales a pesar y gracias a los
encubrimientos extremos a que se les somete, la cuestin puede ser
obrar como los hroes o tener sus atributos para hacerse de relaciones dominantes y triunfar en la vida apoyndose en la aspiracin
del ser social a darle un motivo a su existencia. Al evadirse de la
realidad permite distinguir una sntesis irreductible de los patrones
de conducta social-humanos que ms enaltece el capitalismo contemporneo an con las crticas que en Harry Potter se proclaman
en su contra: flagelos sociales, servidumbre, manipulacin meditica, burocracia o justicia ciega, pero sujetos a la voluntad, predestinacin o libre albedro de los individuos.
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Esto asegura que la relacin social no slo sea sentida por sus
actores, sino que adems sea observada a plenitud independientemente de dnde tenga lugar, sin cortapisas, atendiendo lo que emana de ella y cunto debe combatirse a travs de esta reinterpretacin; con la ventaja que proporciona el que no se le deba juzgar
por los hechos de ste mundo, pues se dice es fantasa, pero con un
propsito muy real.
2. Pulsiones relacionales
Comenzaremos pues por las formas en que se expresa la relacionalidad, en donde puede optarse por seguir la fantasa o la realidad.
Tales pulsiones son ordenamientos que se ponen en movimiento
a la hora de establecer nuestras relaciones en sus aspectos bsicos,
expresan elementos tales como: reflejos, aptitudes, actitudes, tenacidad, determinacin, fluctuaciones, hbitos, tradicin, costumbre,
tendencias a lo imaginario o bien a lo realista, si bien se ven en la
cotidianeidad orientando las relaciones a ciertos arquetipos. Actan
sobre la base de la existencia de:
a) Un imperativo irreductible hacia la realizacin del ser social
entre los que podemos delinear las necesidades primarias,
obligaciones, responsabilidades, deseos, apetencias, deberes, tareas, forzamientos, presiones, distenciones.
b) Una fuente de y para los sujetos que requieren relacionarse,
conformada por vnculos, medios y espacios.
c) Una condicin obligada por la cual cumplir la relacin por la
vida, el crecimiento, el desarrollo o la muerte bajo circunstancias, tramas, escenarios, procesos, etapas.
d) Un curso ms o menos indispensable de procedimiento
como los modos, usos, mecanismos de conexin, normas,
protocolos y lineamientos.
e) Un objetivo ineluctable que deba atenderse an cuando no
concluya su realizacin, tal como liberacin de tensiones y
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e) Del ejercicio de movimientos tras poderes, controles y predominancias sobre los otros, que estimulan a la consolidacin de herramientas propicias para materializarlos.
f) De reconocimiento contextual, que implica su ubicacin
para medir las fuerzas a desplegarse, la altura, rango, medios
y expectativas de toda relacin.
g) De estadios, lo que representa la identificacin de la madurez propia y ajena sea inferior, primitiva, impulsiva o desarrollada entre los sujetos o grupos al entablar relaciones,
percatndose de sus distintas cualidades, ventajas o desventajas; prestndoles atencin segn sus capacidades y contingencias.
b) Pulsin integracionista de unicidad o identidad entre los sujetos a fin de ubicar los propsitos y actos propios de los
ajenos, as como las posibilidades que abre una relacin para
afirmar o modificar la coexistencia.
c) Tambin resulta una pulsin el que una relacin social pueda ofrecer intercambio, transferencia, complementacin,
refuerzo, desafo o sustraccin de informaciones, experiencias, objetos, energas y otros valores.
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p) De ejercicio de la fuerza, violencia, represin, terror, miedos, angustias, en la promocin o persecucin de pautas relacionales, sea por encontrarse en un mundo desconocido,
amenazante, ventajoso o lleno de posibilidades, de acuerdo
con los propios intereses puestos en juego.
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Los marcos socializadores en que se movilizan las pulsiones relacionales se encontrarn atravesados por la prefiguracin de los
intereses en disputa, necesidades, conocimientos adquiridos, experiencias, actividades e historia; son productos y efectos de la divisin social del trabajo y de clases, como por ejemplo en la teora de
los grupos que produce sus esquemas para que a su vez stos reproduzcan el panorama de los conjuntos con sus resguardos y opresiones internas, con sus necesidades orgnicas y sus aberraciones de
control extremo y desprecio por los dems, simbolizan una de las
conjugaciones del instinto, la tradicin, el soporte, la costumbre y
los hbitos en los marcos de proliferacin de las actuales relaciones
sociales dominantes.
Estos reflejos activos derramados por todo el escenario humano
describen referencias, cuadran inclinaciones, conceden prioridades,
con lo que de esta manera constituyen poderosos ejes resorte en la
concrecin de las relaciones sociales. No se trata de relaciones definidas, sino de resortes relacionales en el ejercicio de aquellas, que
en determinado momento sern sometidas al anlisis.
3. Organicidad
Ya hablamos de algunos aspectos orgnicos en las relaciones
sociales, ahora nos centramos en las formas de organicidad relacional. Toca considerar exclusivamente el sentido con que las relaciones sociales implican la condicin de existir en consonancia con un
entorno social referente con funciones normadas, reglamentadas o
previamente dispuestas.
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4. Sistemas y estructuras
Sistemas, mtodos y estructuras se consideran como objetos,
aparatos sociales y procesos, pero ello es slo la parte ms sobresaliente del tema, por nuestra parte ya hemos visto que adems revisten la caracterstica de tendencias edificantes de las relaciones
sociales. Ahora con esto, tambin se trata de formas en el tejido de
las relaciones.
Estirando los conceptos, la sistemtica y la estructuracin, ms
all de sus expresiones peliagudas (estructuralismo y sistematismo), rechazan por lo general la subjetividad, por suponerse que esta
guarda una forma indeterminada de la relacionalidad en el cuerpo
social. Sin embargo lo mismo que este supuesto antagnico, la sistemtica y la estructuracin operan en todas las relaciones sociales
an cuando tengan preponderancias en unas o se vean supeditadas
en otras. Digamos para el caso que obviando sus pilares materiales,
las relaciones polticas en que se consolidan sistemas y estructuras
rechazan con mayor efectividad las subjetividades que se escapan
a sus controles, medidas y propsitos, por su parte las religiones
subordinan sus sistematizaciones a sus reas especulativas si la subordinacin de estas resultase vital para conservarse y cumplir con
sus objetivos especficos
Las formas de sistematizacin y estructuracin relacional por lo
general rechazan ese aspecto y lo confrontan porque sus prioridades
frecuentemente tropiezan con la cobertura imaginativa en tanto no
acoplan o no vencen las poderosas inercias de mecanicismo tan intrnsecas en sus procesos de control impersonales como hegemona
de los aparatos.
Estas formas al tiempo que afirman avances en la relacionalidad, se enfrentan a s mismas al mediatizarse por las ventajas y
recursos que ofrece la conquista de una disposicin prctica de las
cosas as sean al precio de reducir sus postreras perspectivas.
Existe un culto a los sistemas y estructuras muy necesario de
resaltar. Sobre la contextualizacin de la condicin dogmtica inherente a todas las relaciones sociales, que se considera ultrajada
frente a todo intento de abundar en procesos complicados y a la vez
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concretos siempre propensos a salirse de los cnones por la naturaleza de su desenvolvimiento; al sealar a toda modificacin como
una amenaza que supone en juego concepciones ms elevadas, debe
ubicrsele en un radio ms amplio que aquel que lo restringa a algunas corrientes conservadoras y esquemticas ya en la poltica, la
religin o la ciencia. Sin caer en el escepticismo o cualquier suerte
de destruccin de la razn, la realidad y sus relaciones, tampoco se
le puede echar en cara esa condicin dogmtica si previamente no
se hace el balance de cierta defensa indispensable que esta se arroga
sobre el desarrollo normal en las relaciones; sino que enfilamos su
crtica a la desatinada imposicin cuando rebasa los lmites de la
conveniencia para un ulterior avance, con la requerida unidad de
comprensin y contribucin para que todas las fuerzas favorables al
cambio de relaciones sociales generales.
Conviene resaltar que el iluminismo, esencialismo, chamanismo, cbala, idealismo y el animismo por ejemplo son rechazados
y despojados de tajo sin hacer distingos entre lo que se encierra de
valor y de ficcin porque simplemente atentan contra principios estructurales de la sistematizacin, no obstante nos dedicaremos brevemente a ubicar el papel de sta en tanto una de las formas relacionales ms pujantes e influyentes formas de enlazar las relaciones.
En un nivel superior los medios estructurales y sistemticos
permiten la organizacin de las relaciones sociales dominantes en
grandes bloques que a su vez otorgan ventaja para su marcha y hegemona. Las estructuras y sistemas de relaciones sociales son verdaderos acumuladores y generadores de la fuerza del capitalismo,
tomemos de referencia simplemente a sus empresas, economas,
naciones-estados, familia, produccin, cultura, tecnologa, ciencias,
poltica, organizaciones e iglesias.
Las formas estructural-sistemticas resultan ser tambin movimientos relacionales en sentido que apuntan los siguientes ejes para
atemperar las relaciones sociales en el trazo general de nuestras sociedades:
a) Razones de comportamiento.
b) Tendencias de aglomeracin concreta.
c) Lneas de cooperacin y coordinacin de sus partes.
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5. Dimensiones
Estas formas nos ayudan a comprender y resaltar ms de un
ngulo de accin relacional o mbitos en que existen y actan las
relaciones sociales y sus grandes campos:
a) Fsicas. El medio objetivo es el eje rector, las circunstancias y los actores resaltan en la realizacin concreta de las
relaciones, en conocer el entorno, comunicarse las vivencias, los hechos de la vida. Entre los sujetos participantes,
los afectados y los observantes de una relacin, nos da unas
dimensiones concretas delineadas en sus diversas condiciones y circunstancias cotidianas de clase, sector, grupo, etnia,
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al igual que el mbito de objetividad, hacerse valer, demostrarse o ser destruidas; dando connotacin particular a cada
relacin.
e) Temporal-espaciales. Sobre los ritmos de los distintos fenmenos, sus particularidades temporales, sus marchas, maduracin, escalas, acumulaciones, geografas, revoluciones,
construcciones y ciclos en que se ejecutan las relaciones:
la celeridad de las acciones, el equilibrio, o la lentitud que
definen unos rasgos para cada sociedad y cada uno de sus
campos. Por ejemplo en la conceptuacin de los problemas
sobre la institucin de la familia, el orden familiar burgus
y la familia burguesa notaremos tres procesos ligados, pero
uno ms amplio que los siguientes, en tanto el segundo da
cuenta de la organizacin de la familia en general bajo el
capitalismo demarcando tiempos y espacios socialmente establecidos, mientras que el ltimo se concentra sobre una
franja concreta del tema.
f) Demogrficas. En relacin a la aglomeracin, conglomerado o escasez de poblacin en interaccin que proporcionar
siempre unas caractersticas especiales a las relaciones y sus
resultados.
Las dimensiones del drama humano describen la confluencia
diversa de necesidades, intereses y contradicciones bajo las que se
abre paso la interaccin (hambre, sexo, energa, actividad, significacin, carencias, abundancias, dignificacin, muerte, naturaleza)
sustanciales de nuestra sociedad.
La ponderacin de estas asimetras, contradicciones, parmetros
y magnitudes en la relacionalidad es uno de los grandes problemas
a la hora en que nuestro ser social acta. La ponderacin aqu es un
aspecto en que comienza a reconocerse la existencia de distintas
dimensiones donde las relaciones se ponen en pie, presionndose
unas a otras, sobre unos u otros sujetos y sus agrupaciones, ejerciendo poderes abrumadores favorables a sus manifestaciones reinantes. No obstante cada dimensin aporta tendencias y presiones
en el ejercicio de sus influencias sobre el conjunto general de las
relaciones sociales y el campo que entra en su competencia.
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6. Normativas
Como vimos en un principio, las normas hacen parte sustancial
de toda relacin social, permiten que las presiones de realizacin
de las relaciones dominantes adquieran pautas inquebrantables de
confianza y compromiso con el sistema.
La fijacin de las normativas apunta a un conjunto de factores
que suelen estar diluidos en cada campo de las relaciones sociales,
en el ejercicio de control; considerndose comnmente objeto de
estudio y elaboracin de algunas reas (jurdica, tica, esttica, sicolgica, poltica y moral) y en parte bajo la indumentaria de las relaciones humanas. La impresin que logran es que las normas sean
visualizadas como si slo se tratase de tomar de unas fuentes para
solventar los distintos asuntos sociales (en poltica la tica, el pragmatismo o el cinismo, en economa los ordenamientos industriales
o artesanales, en la familia la moral o inmoralidad). Al igual que las
racionalidades imponen sus criterios para nuestro relacionamiento,
otro tanto les corresponde a las normativas jalonando su atencin.
Es cierto que en primer plano las formas normativas, o simplemente normas, en los marcos de sistemas y estructuras funcionan
como reglas del terreno: los hbitos del cmo proceder en una relacin de amor, de odio, de grupo, de trabajo, de juego, de recreacin,
de negocios. Las normativas relacionales directamente son impulsoras de orden, control, disciplina, convencionalismos y estndar
en la secuencia de la relacin, ellas permiten que las relaciones generales se fortalezcan y encuentren canales de realizacin, se precisen, se disciplinen y mantengan su factibilidad. Sus prescripciones
pueden consistir en asumir, propensiones, obligaciones, u opciones
que regulan la pauta relacional.
Si bien se sustentan en hechos repetidos continuamente por la
fuerza de las condiciones generales y la accin cotidiana, las normas suelen reproducir extensamente un tipo de fenmenos y relaciones, los formalizan, tal es as en efecto con el derecho, con las
leyes materiales del trabajo y los distintos cdigos y sistemas morales de conductas o creencias que suministran la familia, la escuela
y el medio circundante.
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A ello sumamos que es en la repeticin, consistencia y coherencia de las relaciones en que las normas desde las rudimentarias a las
complejas se constituyen para concretar sus procedimientos, tanto
para plantearse una mentira como una verdad, un bien o un mal.
Con lo cual se da paso a su sistematizacin tomando sus mecanismos ms regulares en el conjunto de las relaciones sociales y sus
ordenaciones en la base normativa.
Las normas emanan de la accin del conjunto de relaciones articuladas interiormente, exteriormente o en sincrona, que van tendiendo procedencias, reglas y vas conformes a su regularizacin,
consolidacin y ensanchamiento. Simbolismos que as crean y recrean las normativas relacionales.
Toda accin puede ejecutarse de cualquier modo dentro de lo
posible, pero se ejecutar de acuerdo con un conjunto de normas
aceptadas o aceptables en el espacio social, sus variaciones se sometern a escrutinio, aceptacin o rechazo segn se reconozca conveniencias de todo tipo. Por ejemplo, el nacimiento de un ser se rige
por normas clnicas, culturales, familiares, religiosas y/o ateas que
afirman procedimientos en pos de su asimilacin, festejo, seguridad, cuidado, conduccin.
Las normas del trabajo aparentemente en pos de la eficiencia,
la proteccin y el aprendizaje, llevan mecanismos de induccin
del control social y moral, la autoridad de la propiedad, los lmites
del menor esfuerzo, adaptacin y presteza para soportar las cargas
laborales. Las normativas con que nuestro mago incursiona en la
escuela, se relaciona y aprende su oficio llevan todo el simbolismo
de conversin del sujeto en agente de unas tendencias sociales e
incluso de un estado.
Otro caso en el empleo de normas ms generales. No es as que
la represin resulta uno de los puntos de mayor coincidencia a la
hora de crear normas que corrijan, enderecen, reorienten o distorsionen todo tipo de conflictos y en todos los campos de la vida social? Formalmente las normas aplicables varan segn el caso, pero
interiormente se complementan, reafirman y dividen el trabajo de
quebrar el espritu, el cuerpo, los espacios del sujeto, sus comportamientos, su vida misma y sus ncleos sociales de cara a someter
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7. Formas subjetivas
El tema exige hacer algunas consideraciones para desglosar y
concretar una interpretacin ponderada en torno a la subjetividad y
las formas relacionales en que prevalece el sentido de subjetividad,
as no nos queda ms remedio que comenzar configurando cierto
marco conceptual con que abrimos camino a nuestras formas subjetivas.
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8. Rasgos
Sobre todo lo concreto, los hechos y sus contextos existen elementos de referencia que ayudan a puntualizar los procedimientos y
sentidos en que canalizan sus energas y las fuerzas actuantes (energas en tanto flujo interno de cada relacin, fuerza en tanto jalonamiento de otros recursos a los fines de una relacin). Dichos elementos existen a modo de referentes de orientacin en el entorno de
las ciencias de lo complejo en sus segmentos o mbitos de estudio
(economa, derecho, sociologa, historia, demografa y las ciencias
aplicadas...). Necesitamos despejarlos para ver los detalles con que
proporcionan los aspectos generales de nuestros relacionamientos
emanados de lo cotidiano y lo histrico conectados en los ejes que
constituyen la sociedad.
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113
ras, atributos, registros, organicidad, consecutividad, orientacin; es as que se instituye en relacionamiento. En nuestra
condicin latinoamericana la relacin es preocupacin constante como problema o alternativa, dada nuestra compleja
situacin de sojuzgamiento imperialista, la opresin interna
y la amplitud de nuestra sociedad; as como las cadenas nos
vienen de todas partes, tambin las condiciones de emancipacin se nos dan desde todos los ngulos, las conexiones nuestras se generan de todos los ambientes sociales. La
decodificacin de nuestro relacionamiento en la teora y la
prctica es necesaria para apuntar con precisin y jalonar
todo ese hilo conductor de premisas hacia una sociedad de
mujeres y hombres libres.
b) Lo social. Axiomticamente el rasgo relacional distintivo
consiste en la esencia de todo vnculo que es la sociabilidad.
Tras la frmula de que somos seres sociales por excelencia
encontramos el anticipo de lo que constituye el eje rector de
la vida. Toda relacin se encamina a una sociabilidad sea con
propsitos claros u obscuros, precisos o imprecisos, vastos
o precarios, benignos o tenebrosos. Esta obviedad sera
simplemente una redundancia de no ser porque nos remarca
la pauta vital de nuestras relaciones, exigindonos redefinir
hasta aquellos actos que se suelen sealar como asociales.
c) La dominacin. De donde deviene un siguiente rasgo definitorio es el consistente en la dominacin, en base a la consabida conformacin de relaciones para el sometimiento. Dominio caracterstico en varios aspectos: 1.- sobre el medio
ambiente y los otros seres humanos, 2.- dominio especfico
en lo econmico, cultural, poltico, laboral 3.- como posibilidad de control, opresin, marginacin, discriminacin, violencia, 4.- como potestad de una minora privilegiada hacia
las mayoras laboriosas, 5.- superioridad de las relaciones
impuestas y establecidas, 6.- dominio de los mecanismos de
asociarse. Dominio que en la idea revolucionaria slo puede anularse comenzando por sustituirlo con otro dominio al
revs de la mayora hacia la minora hasta que ste rasgo
quede superado y desterrado de las formas de relacionarse
nuestra especie sin que se reviertan o sostengan sus efectos.
114
de la explotacin, las ventajas del monopolio como concentracin de recursos, situacin de prerrogativa, condicin de
mercado y modelo de relaciones dispuestas. De igual manera
en todo escenario social se palpa bajo los ejes de control, superioridad, nivel formativo, calificacin, rango, mayorazgo
y esfuerzo en los objetivos que darn distincin.
Para comprender la magnitud e impacto de los procesos relacionales, el conocimiento de la configuracin de estos rasgos es un requerimiento, as mismo para explicarse las realidades que vivimos.
9. Horizontes sociales
El concepto de horizonte, mxime su categorizacin social parten de este principio general: La actividad social y la visin de sta
se sustentan siempre en el reconocimiento de una realidad, la necesidad de ser parte de ella y de orientarse para transformarla de
cualquier modo.
Sera cuestin de reconsiderar la realidad social en el atlas
geopoltico mundial: conflictos por petrleo en el mundo, presiones
a los pases poseedores de reservas estratgicas en minerales y otros
recursos, corrupcin e inseguridad mundial, potencias que se redistribuyen la riqueza, el mapa de distribucin del hambre y la pobreza, responsables de las crisis, clases que pagan la crisis econmica...
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las primeras comunidades la antropologa ya dio suficiente testimonio de los distintos horizontes con que nuestros antepasados apreciaban el decurso de las cosas, sus posibilidades y los objetivos a
perseguir (bajo la envoltura del mito, las primeras observaciones
fragmentarias y confusas del entorno, el totemismo, el desarrollo
del pensamiento y el lenguaje se describan distintos horizontes entre ellos el de la vida, la comunidad y el dominio de la naturaleza
circundante); por lo que cabe decir de las experiencias revolucionarias de socialismo, tampoco se descarta la observancia de los
distintos horizontes, en una sociedad libre slo se propone hacer
consciente su ubicacin y concentracin.
Cuntas veces nos hemos confundido con la cercana, la realizacin, la lejana o la imposibilidad de que un evento ocurra? Particularmente en cuestiones revolucionarias el asunto del horizonte
crea graves conflictos y tropiezos.
Y no es hablar slo de la marcha de las cosas, sino de la perspectiva que nos trazamos y de la que debemos trazar a partir de un
mejor enfoque y accin, que aunque se parecen no son exactamente
lo mismo, su diferencia est entre la suposicin y la veracidad que
nos reclama congruencia tanto como rigor cientfico social.
Vayamos a sus rangos:
Ejes integrantes
Los horizontes son intrnsecos a toda comunidad de hombres y
mujeres, indican los marcos en que se desata el devenir, la naturaleza de su direccionalidad y la perspectiva de futuro, nos plantean
estos aspectos de la visin social:
a) Implican la distancia que asignamos a nuestras acciones en
el tiempo hacia adelante a efecto de orientarnos, los cuales
suelen ser muy cortos o amplios, pueden parecernos inalcanzables o cercanos. Al tratar de la trayectoria a dnde podemos y debemos ir en la marcha histrica, resulta el aspecto
ms relevante a la hora de hablar del horizonte social.
b) El segundo aspecto resulta de que perfilan panormicas que
contextualizan el mbito de accin humana. Nos parecern
factibles o imposibles, convenientes o inconvenientes, pero
en todo caso ampliarn nuestra visin y sentido de accin.
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Sociedad
Relacin
Sujeto
Mediatos e inmediatos
Clasistas
Humanscos
La relacin social
imperante nalmente es
reconocida en su
condicin fundamental
capitalista como unidad y
lucha de contrarios.
Mercadera humana de
Producto natural cuyo
menor o mayor valor
cuidado y conservacin
segn sus condiciones y
ser prerrogava
desarrollo, que deber
temporal de acuerdo a
ajustarse
las relaciones que se
constantemente a los
vayan construyendo.
requisitos y posibilidades
de la realidad social.
El sujeto alcanzar su
plena condicin como
producto natural-social
con su liberacin bajo la
humanizacin del marco
colecvo general.
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Cuando nos enfrentamos a condiciones abrumadoras que imposibilitan nuestra capacidad de sobreponernos a estas, somos presa
de la configuracin de un horizonte sometido a las circunstancias.
Las y los migrantes visualizamos durante un tiempo con las experiencias pasadas y lo que se nos presenta al frente como alternativa de expresin a designios prediseados, an no encontramos
plenamente las nuevas condiciones. Nos volvemos objeto de las
circunstancias, se nos forma un retroceso en las capacidades asociativas en tanto no se recree la nueva vida, mientras cada hecho
por mnimo que sea sugiere reacomodos directos del actuar y la
consciencia con tropiezos constantes.
Horizontes aparentes
Exploremos entonces dichos horizontes. Recapitulando la ficcin escrita por Joanne Rowling, los horizontes se proyectan vertiginosamente en su historia como un todo, en sus estructuraciones,
en los personajes y sus conjunciones; empero debemos abrirnos a
otros elementos de la realidad. Recurramos a algo ms concreto que
involucra un drama de nuestro tiempo, trasladmonos a la condicin migrante para definir los horizontes que en particular se constituyen en base a ella.
Atributo de ste horizonte: Las condiciones presentes son dominantes de la humanidad, los objetos, construcciones, comunicaciones, tecnologas, ciencias, creencias, capital, recursos, adquieren
vida transformndose en supuestos inexorables de la sociedad. Ese
es el fundamento del horizonte aparente.
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Trasladmonos al ejemplo que hemos seleccionado. Los migrantes permanentes o temporales, legales o ilegales, lo somos de.
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En este horizonte se recogen las necesidades totales de la sociedad en general y los pueblos, incluso aquellas ms lejanas que se
lanzan en pos de un relacionamiento armonioso y libre de todo tipo
de dominacin o condicionado por la existencia de mecanismos hechos para tal efecto como son la propiedad, el estado, las desventajas sociales, jerarquas o controles polticos.
Remitindonos nuevamente a la migracin, tenemos que los intereses de las y los emigrantes se han establecido hasta ahora en
un mximo y un mnimo de derechos por debajo de otros intereses
de quienes forman parte por nacimiento u origen de una nacin receptora del movimiento migratorio. Los intereses de clase quedan
restringidos o subordinados al contexto en que se desenvuelve la
nacin y su rango con respecto de las dems naciones y clases dominantes; es decir, la condicin humana general no es plenamente
satisfecha para los emigrantes salvo que se cree un horizonte humanstico de comunidad general sin importar el origen nacional
de las personas sino su integracin al desarrollo de la sociedad en
cuestin.
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o sus representantes polticos tambin a menudo nos permiten visualizar horizontes de mediano plazo o de muy corto plazo que es
conveniente tomar en cuenta.
Particularmente la lucha de la juventud proletaria y popular
frente a la crisis mundial traza horizontes de combate para el corto
plazo y bosqueja perspectivas de mediano plazo. La lucha democrtica por reivindicaciones polticas y an los nuevos contextos de
lucha electoral en los pases neocolonializados establece premisas
de horizontes para el mediano y corto plazo en la batalla de los pueblos por su independencia y lucha revolucionaria. Pero puesto que
estos horizontes generalmente van muy ligados los contemplaremos
como uno solo.
Resultado de una comprensin amplia y aplicable de los horizontes humansticos, clasistas y aparentes enfocndose a la razn
mediata e inmediata de la existencia, estos horizontes son instrumentos para la transformacin de nuestra realidad social.
Para nuestro actuar cotidiano se requiere una frmula balanceada que no suprima los horizontes ms amplios, sino que los contemple al tiempo, que los adapte, los desarrolle, y se asimile como
manera de afianzarse en nuestras relaciones cotidianas.
Una vez ms echemos una mirada a la cuestin migrante, ahora
es que se dispone de informacin, experiencia e historia sobre la
migracin y otras disporas provocadas por el capitalismo imperialista, el problema es su interpretacin. Los horizontes mediatos e
inmediatos son pasos necesarios en la recuperacin de la identidad
social adquirida, en clases y sectores contribuyen a la precisin de
objetivos prximos por la consolidacin de condiciones indispensables de lucha; particularmente en la cuestin migrante han sido
centralizados en torno a varias problemticas expuestas por los movimientos de emigrantes durante la ltima dcada:
a) Enfrentar condiciones materiales, combatir la discriminacin en todas sus manifestaciones.
b) Afrontar su nueva condicin social precaria dependiente por
un lado slo de su empleo en el pas receptor y de sus envos
o lazos al pas de origen.
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c) Solventar estrs, depresin, sentimientos de abandono, descalificacin y/o desautorizacin de todo cruce fronterizo.
d) Resolver situaciones de ilegalidad, inseguridad e incertidumbre.
e) Restablecer y amplificar las relaciones interpersonales.
f) Detener los extremos de la explotacin, opresin, abuso
sexual, asesinatos, agresiones, atropellos, silencio impuesto,
discrecin obligada, neutralidad y estigmatizacin.
g) Recuperar la visin de futuro y los valores culturales.
h) Romper con la poltica marginal de concesiones temporales
o provisionales.
i) Asegurar derechos sociales, democrticos, laborales y humanos.
j) Despejar el terreno hacia un movimiento abierto por la asuncin de condiciones universales liberalizantes.
k) Culminar la crisis de las condiciones de vida, econmicas,
culturales, morales, sociales, de personalidad y de legitimidad.
l) Rechazar el apartheid urbano y las distintas formas de segregacin de los migrantes.
m) Reivindicacin de nuestro derecho humano a la emigracin
e integracin social.
Pero en este sentido mediato, la migracin sigue siendo considerada como un problema a atender. Todo esto implica un prolongado
proceso es necesario en el prembulo para dejar atrs la disolucin
entre el anterior espacio temporal y el nuevo, asumiendo que la
migracin es un proceso general que data del principio de los tiempos humanos, hoy sujeta a controles, falacias, formas de dominacin y otros poderes del sistema.
Se demanda flexibilidad y adaptacin a las circunstancias. Los
horizontes de este tipo as como encuentran una gran diversidad y
dificultades de conjugacin en el espectro social, traen una carga
fortificante del proceso general de lucha de clases hacia cambios
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verdaderamente revolucionarios, analizarlos tanto como cohesionarlos hacia grandes procesos de lucha es una de las grandes tareas
sociopolticas de los pueblos.
Horizontes personales, de ambiente y colectividad
Debemos tomar en cuenta la existencia de horizontes personales, familiares, profesionales, urbanos, de ambiente y de la colectividad en que nos encontramos, los cuales no son simples concreciones de los horizontes generales.
Los horizontes generales proceden en buena medida tambin de
lo particular en el entendido de que constituyen la armazn y conjuncin de todos nuestros propsitos hasta confirmarlos en lneas
generales bien definidas.
A la vez que les sirven de base en su diseo, nuestros horizontes menores trazan mltiples perspectivas en nuestro desenvolvimiento especfico, reconcentran nuestras energas lanzndonos a la
lucha. Si bien pueden ser objeto de la manipulacin del individualismo, continuamente nos exigen replantearnos aquellos horizontes
generales, por ejemplo, cada vez adquiere ms relevancia la cuestin de que el cambio profundo de relaciones y el relacionamiento
es imposible sin la participacin general de sentido popular-democrtico.
Por si fuera poco, los horizontes personales y colectivos son
los que nos hacen ver que la totalidad del horizonte social tiene un
corrimiento, se sacude de continuo en lo concreto y lo general, de
manera correlativa y mutuamente influyente segn el movimiento
general de la sociedad.
Como los horizontes se concretan en los diversos campos de
la vida social, se les reconoce formalmente segn la rbita en que
gravitan y la mentalidad en que se construyen, su denominacin
guarda aspectos relevantes de escenario, as se habla prolficamente
de horizonte familiar, policiaco, de guerra, de paz, poltico, esttico,
educativo, entre muchos ms y sus composiciones.
Cada aspecto tiene mltiples imbricaciones, pero consideremos
nica y particularmente una composicin especial, el horizonte
poltico del concepto comunidad en su historia, que es parte del
armazn para dimensionarlo en la poca actual. ste ha cambiado
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drsticamente en la historia humana, su mbito fsico, de colectividad natural amenazada por las condiciones denominadas externas,
hasta llegar a la comunidad sistmica que divide a los ciudadanos
en categoras, restringe la comunidad a la libertad segn los recursos y su sujecin a las relaciones dominantes, pero de aqu tenemos
que replantearnos su recuperacin y construccin de acuerdo con el
carcter colectivo consciente de la convivencia humana que debe
ejercitarse y asimilarse en todos los momentos de la accin humana.
As pues nuestros conceptos tienen horizontes de acuerdo con las
coordenadas clasistas y humanistas.
Dinmica social y horizontes
Acerqumonos a la dinmica social y su relacin con los horizontes, como sabemos, atalayar cada vez ms alto o cada vez ms
claro sobre el entorno, lleva a un movimiento progresivo de nuestras capacidades naturales, individuales y sociales que enfrenta barreras bastante tangibles.
Las implicaciones de esta cuestin se perfilan de la siguiente
manera:
a) La capacidad de vislumbrar determinados horizontes est en
relacin directa con las fuerzas productivas, las relaciones
establecidas, las estructuras sociales que se generan, la organizacin especfica, condicin, espacio, nivel y nmero de la
colectividad sobre la cual se hace reflexin.
b) Las posibilidades de horizonte variarn segn el resultado
que arrojen estas premisas. A partir de ellas debe evaluarse
la movilizacin en grado variable de dicha colectividad a fin
de alcanzarlos o extenderlos; y su capacidad para cambiar en
cierto punto crtico, dado que los horizontes mismos conllevan lmites y dificultades.
c) Los horizontes son referencias que visibilizan a los sujetos
portadores, otorgndoles adems perspectivas de reconocimiento de acuerdo a cmo estn organizados en una sociedad.
La realidad seala en todas partes que a travs de los horizontes
se expresa as mismo un panorama de la dinmica interna de las
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Imperavo:
defender la
educacin gratuita
movilizacin
contra la
privazacin educava
horizonte
mediato:
educacin universal,
gratuita y pblica
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III.
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Relaciones sociales
de produccin
Relaciones
econmicas
Sistema
capitalista
Derechos, Estado
y otros aparatos
Superetructura
Representaciones
ideolgicas de
las relaciones
Relaciones de vida
sicial-cultural
Si sostenemos simplistamente que la estructura son las relaciones econmicas, las condiciones de vida materiales, y que la superestructura son las instituciones, ideologas, ciencias, concepciones
polticas, el derecho, las condiciones de vida social (el marco institucional, ideolgico y cultural); seguiremos manejando la vieja imprecisin de estimar elementos desiguales como si no lo fueran y se
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La cuestin es, las ideologas subversivas surgen dentro del sistema, son la expresin de los conflictos sociales, de las relaciones
antagnicas, ameritando su ubicacin como parte de sus contradicciones, pues basta recordar que las ideologas burguesas existen
precisamente porque deben combatir a opuestos concretos en todos
los escenarios. Las ideologas revolucionarias que por su proyeccin pertenecen a sociedades por construir, tienen un arraigo sustentable dentro de las viejas sociedades en tanto son crticas de sus
realidades y surgen de cada punto de conflicto en el seno de sus
relaciones como formas en que los seres humanos toman conciencia
del conflicto y luchan por resolverlo segn Marx, sobreviven constantemente asediadas por sus opuestos, crean sus rganos en los
mrgenes del sistema caduco, se filtran en los planos superestructurales para combatir en todo terreno. Esta dualidad crea un conflicto (antinomia del esquema) de reconocimiento en los mrgenes de
unas categoras generalmente usadas para identificar al oponente
atribuyndole propiedades absolutas, es decir para identificar directamente los contenidos del capital suprimiendo el otro rostro de la
relacin social.
Volviendo al hecho de que algunas veces se les define como
base y superestructura, para hacer notar que existe un arriba y un
abajo, algo que sostiene y algo que es sostenido, similitud evidentemente prxima por cuanto el sistema se comporta como una inmensa arquitectura social para la dominacin. Las fuerzas que obligan a
que el edificio se comporte como lo que es y no se ponga de cabeza,
que delinee la ubicacin de las distintas relaciones sociales existentes en cuanto a su lugar en la constitucin de la sociedad burguesa,
se encuentran en la produccin social de nuestra vida:
a) La lucha por asegurar la existencia humano-social, solucionar parte de sus necesidades y apropiarse del trabajo ajeno.
b) Aprovechar las condiciones, fuerzas, potenciales, organizacin y vnculos en que tiene lugar tal sociedad.
c) La naturaleza interna del total de sus relaciones, rganos y
mecanismos que la conforman.
De ah que las relaciones sociales econmicas concentren el elemento vital del constituyente social. Razn por la cual es necesario
insistir una vez ms de que en todo nos enfrentamos con relaciones
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clases que a esos planos se desarrolla, asimilando tambin los procesos estructurales-superestructurales en sus distintos aspectos e
impactos.
Cerremos con un ejemplo sobre esta fusin e identidad de los
elementos el sistema:
Internet, el fenmeno implica produccin de alta tecnologa, sistemas electrnicos, equipamientos, un flujo constante de energa,
penetracin en todas las esferas de la produccin capitalista y de sus
superestructuras, y la formacin de un escenario bio-electrnico,
por tanto se inserta en otras actividades productivas, extractivas y
comerciales. Internet hoy da es inconcebible sin la forma monopolista de las empresas por la cantidad de recursos financieros que
debe movilizar. En sus orgenes surge del seno de los aparatos estatales europeos, norteamericanos y rusos para posicionar parte de sus
actividades y abrir nuevos caminos a la inversin econmica de las
empresas. Internet es una autopista ciberntica para la realizacin de
mltiples operaciones financieras. Estados y monopolios controlan
las principales formas de actividad a travs de la red, sus equipos y
programas, aunque se presentan procesos alternos. El desarrollo de
internet corre a la par del mercado y las presiones tecnolgicas tanto
de ste como de las fuerzas productivas que lo integran. Ha replanteado las relaciones sociales para abrirles un nuevo espacio, de un
lado afectando las formas tradicionales de comunicacin y distorsionando nuestras conductas, del otro ampliando nuestra cobertura
de conexin. A travs de internet no slo se expresan las ideologas
y las ciencias, tambin se refuerzan nuevos aspectos ideolgicos y
relacionales tales como:
conformacin del espacio virtual.
sucedneos de libertad.
invisibilizacin de los controladores.
patologas de comunicacin e informacin inhabilitantes del
pensar propio y concreto.
disociacin del sujeto con respecto de su entorno.
reconfiguracin del contexto social propio.
modificacin de las nociones espacio-temporales.
149
la Economa Poltica, redacta do con fecha de 1859), sus interpretaciones se colocan en dos nociones eje sobre si es o no trascendental
para el anlisis del capitalismo y de qu forma. De si se escribi en
una situacin poco reflexiva o fue el punto de remate de su concepcin socioeconmica. Por su presentacin visible cierta consideracin a no adelantarse a los frutos de la investigacin, adems de ser
expresado as por Marx, manteniendo una exposicin sucinta del
proceso de estudio, as se atuvo, aunque decirlo en este sentido es
un indicador de que ya se encontraba armado de sus conclusiones
pues los prlogos se escriben una vez concluida toda la obra,
resultando en primer plano una serie de reflexiones agudas sobre el
marco general de las relaciones sociales. Pronto Engels (quien tena
un peso crtico sobre Marx, adems de ser su primer lector de borradores), identific otra de las brillantes tesis de Marx esforzndose
por popularizarlas, de lo que se ha dicho durante mucho tiempo que
vulgariz el planteamiento, no obstante pasar por desapercibido el
hecho de que en el mismo Prlogo Marx reconoce que ya Engels
haba llegado por otros caminos a sus mismas conclusiones. De esta
manera, la redaccin rpida que puede percibirse en el texto, en
un Prlogo que no pretende ser exhaustivo, fue bastante digerida
por su autor y compaero de armas desde los comienzos de una
labor acumulada. En este mismo tenor se asever que en El Capital Marx no volvi a mencionar sus planteamientos al respecto, lo
que tendra que considerarse como un producto (el Prlogo a la
Contribucin: en la produccin social de su vida) desatinado e
intrascendente en su gran obra. Pero se menciona ya desde el Primer
Prlogo a El Capital:
En primer lugar, en su Prlogo de 1867 Marx sostiene que El
Capital es la continuacin de su Contribucin a la Crtica.
En segundo lugar, ah mismo subraya que lo que ha de investigar es el modo de produccin capitalista y las relaciones de
produccin e intercambio.
En tercer lugar, sigue insistiendo en la existencia de antagonismos producto de las leyes econmicas, de igual forma nos
habla de relaciones econmicas anteriores y sus cohortes de relaciones sociales y polticas anacrnicas (la alusin es clara a su
propuesta de estructura-superestructura).
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sociedad, tanto las de tipo weberiano (sociologa, relacionamiento dominante, racionalizacin del mundo desde la
perspectiva burguesa) como en general todas aquellas que
tienen que ver con la maximizacin de ganancias, la codicia,
la afinacin del sistema, el afn de lucro y/o el deseo de una
vida mejor en los marcos del capitalenvolviendo a todas
las capas sociales, que acoplados empujan todo esfuerzo
de explotacin laboral. Toda concepcin ensea algo sobre
la relacionalidad, est clavada en alguno de sus procesos,
suscribe unas perspectivas, representa una forma en que las
relaciones se abren paso expresando parte de sus pugnas.
c) Las nociones existencialistas. En que se es libre y totalmente responsable de sus actos, proponen una reinterpretacin
a-histrica de la dominacin capitalista. Yo y mis circunstancias, este es uno de los modos de gran impacto en la
dinmica de la sociedad burguesa para crearse su tica de
la responsabilidad del sujeto como fundamento en s mismo
al margen de otros sistemas de creencia-accin. Lo que repercute por todas partes en el diseo de propuestas morales
sobre la base de la responsabilidad social sin tener que superar el sistema de relaciones dominantes. Es la intentona
de sobreponerse a los moralismos y prejuicios al margen de
las condiciones histricas, negando a estos mismos su conformacin social. Su gran xito est en la propuesta de una
tica, legalidad y legitimidad universales para nuestras relaciones sin considerar toda su raigambre econmico-cultural,
suprimiendo la apreciacin completa de los antagonismos y
dimensiones de la relacin.
d) El sentido comn. Asistiendo al proyecto existencial est el
arraigado modo del sentido comn, una construccin de criterios sobre las relaciones establecidas, apoyada en el hbito.
El sentido comn es a la vez la forma ms simple y ms
perdurable sobre la asimilacin contingente de las relaciones
que las sociedades van registrando en su actividad. Mas todo
mundo entiende que siendo una herramienta bsica de nuestro discernimiento, resulta insuficiente para asumir nuestro
rol social, no en vano se han desarrollado las ciencias de las
relaciones sociales concretas. No se niega con esto su papel
155
por la mxima visin hasta que esta encuentre o se tope con nuevos lmites histricos, pero las nociones previas nunca pierden su
valor como pasos dados a la vez que acervos del desarrollo cultural
humano.
Sentido histrico interior
Prosigamos, cuando de crtica histrica se discute, comnmente
se indican las debilidades o fortalezas de hombres y mujeres por
obrar de una u otra forma en las condiciones sociales que viven, se
cuestiona a unas u otras personas o colectividades de acuerdo con
el propsito de sus actos. Pero al hacerlo se les evala desde otros
propsitos afines o contrapuestos, ya sea desde los mbitos generales de los nuevos sistemas establecidos y sus clases dominantes
(dictmenes y conclusiones de la burguesa sobre las civilizaciones
que le precedieron y las sociedades que le son hostiles), o desde las
clases subalternas para remarcar unos objetivos bajo un contexto
inmediato y sus perspectivas de futuro, tal es nuestro propsito al
hablar de las relaciones sociales dominantes frente a la transicin
revolucionaria de una sociedad emancipada. Eso en parte hasta el
presente es inevitable e indispensable, la cuestin est en alcanzar
un anlisis con toda la verdad por delante.
Los sistemas de relaciones generales datan del principio del
tiempo histrico, nunca terminan de construirse, mientras existe
el marco que les da cabida. Aunque logran postular las tendencias
necesarias a cada proceso, siempre se reexaminan por sus actores
u otros ajenos en el marco de nuevos discursos sobre lo que desde
otro momento puede corregirse o asimilarse a la historia por hacer.
Unas relaciones encuentran condiciones y continuidades propicias
en planos civilizatorios de divisin social de mayor escala, en tanto otras o algunas de sus particularidades o formas sucumben por
sus marcos ms restringidos. Relaciones de parentesco, relaciones
de castas, relaciones de clases, relaciones de fraternidad, junto con
todas las luchas que dieron lugar; implican procesos de largo alcance, larga duracin en la historia humana, e inagotable expresin.
Considrense las mltiples visiones de las sociedades primitivas,
los tantos esclavismos, sociedades asiticas, transiciones, mixturas,
feudalismos, y ni se diga de sus fases, todas prolficas en forma
y contenido, donde ya los esquemas son slo eso, puntos de apoyo
para el anlisis. Hay mucho qu decir sobre esa larga marcha, pero
158
Repercusin sobre
la fuerza de trabajo
Mecanismos de operacin
asimilados
Produccin
artesanal
Acumulacin originaria
mediante despojo del
producto de campesinos,
indgenas y artesanos,
comercio desigual y opresin
de los productores
Concentracin
manufactura
Explotacin directa de la
fuerza de trabajo de presos,
mujeres, nios, trabajos
forzados, y de trabajadores
desposedos, apoyndose en
sus propias experiencias,
ocios y modos de producir
Maquinizacin
del proceso
de produccin
Implementacin de tcnicas
ciencas burguesas de
produccin, control de las
mismas e intensicacin del
ritmo de trabajo
Automazacin
Encadenamiento de la fuerza
de trabajo a una lnea de
produccin. Prdida del
sendo de la produccin
general bajo el inujo de la
tarea inmediata.
Cadenas de montaje,
organizacin empresarial y
tendencias a la produccin en
serie que reducen la labor de
la fuerza de trabajo a tareas
repevas sujetas a la
dinmica industrial
Cibernca
Individualizacin, autocontrol
y segmentacin a gran escala
de los procesos de
produccin, exibilizacin
para su arculacin con el
mercado mundial y las crisis
recurrentes
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empresa familiar
mutualidad
fabrica
sindicato
compaa
confederacin
munopolio
transnacional
pardo polico
frente
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162
e) Como en las personalidades apoyadas en grandes ejes relacionantes, que entre lo individual y una raigambre especfica
de conexiones concntricas, influyen poderosamente en la
accin social.
f) En el conflicto continuo contra los sistemas relacionales. As
en la historia de los pueblos, lo mismo su rebelin que su
resistencia, en todas las luchas proletarias, con sus actos se
cuestiona las relaciones imperantes, las batallas tambin son
replanteadas por las clases dominantes para reforzar su sistema.
g) El debate bajo los mrgenes del sistema para desarrollarse y
fortificar sus bases al tiempo que afrontar los discursos que
se le oponen.
h) La formacin de sus izquierdas y derechas para mantenerse
atadas a las dinmicas conflictivas del sistema sin alcanzar
a rebasar sus marcos, ni idearse perspectivas coherentes de
emancipacin.
i) A la perspectiva revolucionaria le impone tendencias que
oscilan entre las permutaciones materiales o las ticas, alienndoles respecto de sus grandes perspectivas, cayendo en
la celada del sistema: disgregar-dislocar sus fuerzas en el
ataque a los distintos segmentos de esa realidad capitalista, y
desviando sus propuestas estratgicas de una a otra cuestin.
Cuando lo que se tiene al frente es la lucha de los pueblos
apoyada en la fusin de premisas para la destruccin total
del sistema de relaciones dominantes por la brega por una
nueva relacionalidad.
As la obra de Marx fue el gran preludio anunciante de lo que
sera el capitalismo y el despliegue de sus fuerzas, an cuando sus
formas y nuevos procesos era imposible de delinear, en cambio
le fue posible vislumbrar la dinmica sustancial de las relaciones
dominantes y sus postrimeras, como la cspide de las sociedades
opresivas acumuladas por toda la historia humana. Aquello que en
su momento se consider un pronstico, es captar el sentido histrico interior del capitalismo, las causa ltimas de su relacionamiento.
Si este sentido histrico del capitalismo se soslaya comienzan las
ilusiones respecto de sus constantes cambios de piel, la imposibili165
asentamiento
consolidacin
mundializacin
competencia
expansionismo
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168
h) Los inconvenientes de justificacin en las relaciones sociales capitalistas de momento se mitigaban con la sacralizacin del rgimen econmico y su poltica ascendente.
i) Estabilizacin de unas relaciones, desestabilizacin de otras,
segn qu tanto cuajaban en el conjunto de procesos sociales.
Para fines del siglo XVIII se abre paso una concentracin de
capital clave en el dominio mundial. Se consolidan en Europa, nuevas relaciones de produccin (manufactura, fbrica) y propiedad
capitalistas (bancos, compaas) que reordenaran las sociedades
sobre nuevos ejes de dominacin e inters; se abre brecha un reposicionamiento de los lazos econmicos y polticos burgueses sobre
todo el mundo. El proceso de asentamiento de funciones burguesas
sobre las sociedades sera una postura obligada en toda incursin
del capital.
Consolidacin del capitalismo pre monopolista del siglo XIX
Entre otras posturas a l adscritas, nos atrevemos a proponer
que el famoso clrigo Thomas Robert Malthus (1766-1834) con sus
principios sobre la poblacin y sus opiniones contrarias a introducir mejoras en las condiciones salariales de los trabajadores porque
sera pernicioso para su condicin de clase, afectando el desarrollo
social-burgus; manifestaba en el fondo la preocupacin burguesa de la poca en que su modo de produccin distaba de estar tan
plenamente consolidado como para permitirse proceder por otros
medios sus relaciones con las clases oprimidas, adems de su aeja
avaricia. Cuntas veces en un terreno menos vital, entre la codicia
y la inseguridad, otros sectores burgueses y pequeoburgueses volveran a replantearse el maltusianismo?
Los alcances de las relaciones para entonces afirmadas plantean
serios conflictos contra las formas no capitalistas de ejercer dominio tanto en los territorios colonizados, pases subordinados sujetos
al saqueo, como en las llamadas metrpolis. Entre muchas cosas
ms, hacan falta formas apropiadas de centralizacin del capital y
redundantemente de las relaciones sociales generales para perfeccionar la maquinaria.
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Competencia
Tan funcional desde los orgenes del capital, ha logrado hacerse de sus propios instrumentos, sin renuncia alguna a sus atributos
originales. Es en el surgimiento del imperialismo que se consolida
como medio de acelerar crecimiento y desarrollo del modo de produccin reorganizado por la monopolizacin. Causa y consecuencia
del accionar burgus en la lucha por prevalecer por encima de sus
congneres. Constituida en ley econmica del capitalismo, le circunda en todas las acciones de las relaciones econmicas.
La competencia rebasa los planteamientos esquemticos que la
suscriben a la actividad burguesa empresarial, permea el conjunto
de relaciones sociales e invade la accin de las clases y sectores
sociales. La competencia es ahora un componente coercitivo de la
sociedad capitalista, que la orienta a la lucha por la existencia bajo
las prerrogativas de la acumulacin y toda forma de existencia burguesa.
Podemos mirar sin extraarnos, ni desmoralizarnos al ser testigos de la influencia del individualismo competitivo en todos los
mbitos; es la influencia y avasallamiento de las relaciones dominantes, que asimila y acondiciona los procedimientos del rea econmica a todo el escenario social.
La competencia multiplic sus reglas en todos los campos: competitividad laboral, competencia de bloques, competencia poltica,
de las ideologas, del intelecto, de los grupos, organizacional, de las
profesiones, de los deportes, cultural El sistema de relaciones sociales encontr un fuerte asidero a su desarrollo con la accin competitiva a toda escala. La competencia en todos los planos abona al
caos social y el impulso de los intereses burgueses, con sus valores
y antivalores a salvaguardar bajo cualquier condicin.
Expansionismo
Para todo el siglo XX las relaciones afianzadas exigieron una
accin expansiva en todos los terrenos, (comercial, empresarial,
financiero, territorial, transnacional, cultural, comunicacional, tecnolgico, monoplico, organizacional, poltico, religioso, cientfi-
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viejas restricciones pre-capitalistas; a partir de ello se consolidaran las tendencias relacionales y se fraguaran importantes concepciones reforzando una lucha cada vez ms convergente contra los
antiguos regmenes. Las ideas juegan un enorme papel, pero sin
fraguarse la descomposicin de las relaciones arcaicas y presentarse
la posibilidad de nuevas relaciones, pronto entran en conflicto con
la realidad que les exige apego y concrecin.
Sin embargo la nocin de progreso, corriendo en las ideologas
y en el sentido de desarrollo de las relaciones, pronto mostr su vigor hasta en los peores escenarios del capitalismo. El cambio a travs de la norma relacional del progreso, as sea como paso lento o
simulado, se convirti en un poderoso constituyente de las relaciones sociales capitalistas, pronto tambin en un elemento de combate
contra el propio sistema, porque tambin en su seno se expresaran
las contradicciones de aquellas relaciones.
La ideologa y lo ideolgico tienen su espacio en ello, aunque
bastante sometido al hecho de que se requieren fuerzas que acten
en el sentido del crecimiento del capital y desarrollo de sus procesos, ya que por ejemplo en las sociedades esclavistas no encontraremos algo semejante.
En el capitalismo al hacerse posible un avance progresivo general, las ideas del progreso encontraron cabida y se impusieron,
resguardando sus antagonismos y exclusiones. En la medida que dichas ideas van dejando de funcionar, son rechazadas en nuestras relaciones sociales e infectndose de conflictividad, son vilipendiadas
y enfrentadas (por lo que regularmente son sustituidas por otras ms
frescas), como falsas en las circunstancias actuales hasta por las
capas medias que en otro tiempo encontraron amplias perspectivas
a travs del vehculo del progreso y la igualdad de oportunidades.
En tanto que prctica, la clase burguesa proporcion estos principios bastante sugestivos para s y para el conjunto de las sociedades,
para el perfeccionamiento de sus relaciones sociales en detrimento
de las anteriores o por el acoplamiento de estas a los nuevos propsitos. Llega el momento de considerar al progreso como parte de los
patrones que sigue la relacin social, as a partir de este aspecto se
desbrozaron formas concretas de impulsar el desarrollo de las relaciones sociales con prioridad en las econmicas. Sobre sus pilares
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5. Ordenamiento y centrismo
A partir de las construcciones burguesas posibles, una vez que
las formas feudales fueron vencidas sustancial y definitivamente;
se crea el mbito de la redefinicin del mundo con relaciones dominantes propias que establecen los lineamientos del nuevo orden.
En su primer momento sus antagonismos llevaran directamente
al desarrollo de revoluciones proletarias y populares como respuesta al rgimen del capital y las formas en que se haban diseado el
conjunto de sus relaciones. Pero las relaciones sociales burguesas se
retroalimentaron de los procesos revolucionarios en sus manifestaciones conocidas para detenerlos o revertirlos.
Despus de las revoluciones de los siglos XIX y XX la burguesa fue acuando entre sus armas los sustentos de estructura178
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6. La razn relacional
Considerada como nuestra capacidad de pensar, reflexionar e
inferir argumentos lgicos, la razn no existe sin que se adscriba a
una relacin, a tal grado que tambin suele indicarse que la razn
es una relacin de trminos en estricto apego a sus realidades y con
fundamento en una racionalizacin.
A partir de aqu se habla tambin de la razn de ser en un sentido
racionalizado de los grupos, clases, sectores o individuos, restringida como factor de su cohesin, motivo para la existencia. As la
razn tiene diversas caractersticas pero la principal es sostenerse
en dicha parcialidad bajo las llamadas posiciones y razones instrumentales de los sujetos, sin pretender explorar todos los ngulos
de su papel en la relacin social. Las clases oprimidas necesitan de
la razn relacional amplia para sobreponerse a la limitacin de sus
circunstancias a la vez que despejar sus acciones con certidumbre
en la lucha por una nueva sociedad.
En lo relativo al concepto de razn relacional, ste tiene algunos usos en la pedagoga, aqu lo empleamos en una connotacin
distinta aunque partiendo del mismo principio de vinculacin. En
educacin se subraya como mecanismo de aprendizaje apoyado en
lo que hace referencia a la asociacin de las cosas y fenmenos, o
en otros trminos, el reconocimiento de un objeto de conocimiento
por sus relaciones con otros objetos.
Particularmente los sectores burgueses ligados al inters meditico con sus oligopolios comunicacionales, pregonan la defensa de
la libertad en general, pero la razn relacional que los lleva a la
racionalizacin de actos y pensamientos es la defensa del negocio,
la mercantilizacin de la cultura, la comunicacin y la informacin,
adems de la alienacin de los pueblos. Las guerras del petrleo
son otra tentativa de confusin, se las ensalz como lucha contra el
terrorismo, el autoritarismo y por la libertad, pero el inters petrolero hegemnico prevaleci, la razn relacional permite esclarecer
la cimentacin de los procesos a estos fines: control de recursos,
demolicin de ejrcitos y estados, control financiero, contratos
monopolistas, fomento de alianzas, bloqueo de enemigos potencia-
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les, todo cuanto las potencias hicieron era evidente desde antes
de comenzar sus guerras, en direccin del despojo de los recursos,
la lucha hegemnica y el dominio de la poblacin.
De igual forma una secta religiosa puede abrillantar una defensa radical de intereses sagrados, pero su razn relacional siempre
ser ms terrenal por: 1.- condiciones externas que presionan a su
complexin y resistencias (otras religiones, condiciones polticosociales, crisis de diverso gnero, maniobras de control y divisin
poblacional como en el sur de Mxico, Guatemala y frica Central, 2.- el control financiero, emocional, social e intelectual sobre
las personas, 3.- el inters de sus jerarcas, 4.- la supervivencia en
aislamiento altamente controlable, 5.- adoctrinamiento intensivo,
mesianismos, posesin de una verdad absoluta, restricciones y
privaciones para unificar a sus miembros. Teniendo que derivarse
en todos los casos unas racionalidades y relaciones a aplicar en
cualquiera de las circunstancias que pasen. En apariencia sus argumentos corren en sentido contrario a sus propsitos (razn de
la sinrazn), pero una revisin exhaustiva confirma que hasta en
la forma de auto-negacin se involucra un medio de deslizamiento
para lograr sus intereses bajo marcos conflictivos, presentando criterios especficos como si fuesen frmulas generales del dominio
pblico (fundamentalismo). La razn relacional evidente, obliga a
cierto amortiguamiento frente a las resistencias que la secta enfrenta
para cumplir sus objetivos.
La modernidad de la razn burguesa es que se mecaniza, explica a s misma, sin tener que colocar dolos o creencias de por
medio entre las relaciones sociales. Existen varias formas de instrumentalizar la razn relacional suprimiendo las revelaciones de
sus antagonismos, sobre el ejercicio exclusivo de la razn burguesa.
Dichas formas vienen de la consistencia misma de las relaciones,
consideradas como racionalidad del sistema a la que se apegan invariablemente sus ideologas para encontrar su lgica y establecer
sus criterios de accin a las distintas manifestaciones de opresin
y explotacin. De esta manera suele hablarse de una racionalidad
poltica, econmica, de Estado, de familia, de empresa, de grupo,
forjando las prerrogativas de cada conjunto de relaciones.
Las relaciones econmicas y en general todas aquellas que dimanan de aparatos construidos, suelen estar dotadas por premisas
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de subordinacin, eslabonamiento y sujecin que orientan su proceso de realizacin a fines predefinidos, estos no pueden romperse
a condicin de restablecerse con otros medios del sistema en tanto
siga en pie.
7. Razn pragmtica
Si bien toda razn emana de una forma continua de operar las
relaciones bajo condiciones y fines, en el capitalismo la razn dej
de ser un aparente asunto filosfico, religioso o mstico para asegurarse como mecanismo lgico de ejecucin-comprensin de los
elementos afines a sus relaciones de dominio. Por su importancia
especial para el sistema y en tratndose de su recurso racionalista
ms extendido sobre las relaciones, ahora pasamos a dedicarnos al
pragmatismo y la pragmatizacin de las relaciones generales.
El pragmatismo es una de las formas de racionalizar las relaciones dominantes, forjada como mecanismo prctico y terico
particularmente inventado en sus rasgos esenciales bajo el desarrollo del capitalismo en Estados Unidos y su cultura de la empresa.
Aunque sus orgenes se remontan a la revolucin industrial europea
y la praxis de las burguesas en ascenso como abanderadas de sus
descarnadas relaciones sociales. En muchos aspectos simboliza el
trnsito de las viejas formas de dominio sobre la conciencia apoyadas en la religin y el alcoholismo, hacia la cultura de masas, el
positivismo y la asimilacin a las relaciones burguesas.
Aunque el pragmatismo es una forma de ejercer la razn formal
sobre nuestras relaciones, a nivel de su concepcin cabe resaltar su
proceso de formacin ideolgica. Algunos de los tericos que fueron formulando y evolucionando el pensamiento pragmtico, son
C. S. Pierce, William James, Dewey, Karl Popper, Richard Rorty, Z.
Brzezinski. Cada cual expres en su momento los puntos de vista
de los monopolios y sus intereses, sus contradicciones y discordancias; caracterstica distintiva del propio pragmatismo, su acoplo a
los intereses concretos del capital y sus distintos monopolios en los
diversos contextos.
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Dicha perspectiva la burguesa se la plantea a travs del establecimiento de atenuantes que en apariencia liman los conflictos
sociales en pro de falsas soluciones y mediatizaciones reformistas
de la forma ms variopinta, y el establecimiento de polticas disuasorias de orden material como ideales a alcanzar dentro de los mrgenes de las actuales estructuras de dominacin. Tales atenuantes y
disuasiones podemos verlas sobre la base de la fenomenologa del
consumismo, de los logros al fin alcanzados por el capital de llevar las cosas al mercado, de entregar los bienes al comprador, de
aportar los medios y condiciones para una experiencia social pura
exenta de la lucha de clases, canalizada al confort y la satisfaccin
individualista de ciertas necesidades, ocultando las mezquindades
y la inamovilidad del rol de clase, ni la alteracin de la propiedad
privada de los medios de produccin. Por este conducto se ofrece
entonces una prctica libre de revolucin, se puede aludir a sta sin
comprometerse en sus tareas, libre de lucha de clases, propensa al
formulismo de instrucciones sobre las normas del capitalismo, la
conducta correcta y la aclimatacin por alienacin. De la mano
del existencialismo y el individualismo, el pragmatismo lleva a los
pueblos la promocin de posturas acordes a su condicin, bajo el
ideal de la utilidad social y la conveniencia del bien comn,
por ejemplo a travs de otra corriente ideolgica denominada desarrollismo, promulga elecciones, traza regmenes opresivos, reclama
su apoyo incondicional, hace ver que no existe nada ms que esta
visin y otras circunscritas a la ideologa capitalista, que por tanto
hay que claudicar y ser comparsa.
Se trata de todo un ropaje modernista y futurista de lo que ha
de ser la sociedad bajo el capital, sin conciencia social, con una
conciencia civil ligera muy afecta a reforzar al sistema en mbitos
menos significativos, reservando todos los derechos de mando, todo
el poder en manos de la oligarqua financiera, pues se dice que slo
ella es condicin de xito social conveniente.
Pero lo que conviene a la humanidad es una sociedad libre de sus
divisiones sociales, pero de esto no se trata segn el pensamiento
pragmtico, sino de lo que ahora es conveniente, algo tan abstracto
como mezquino, nuestra humanidad se compone de clases sociales,
y lo que conviene a unas casi siempre es lo que no conviene a otras.
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Modo
de produccin
Fuerzas
producas
Relaciones
de produccin
La labor titnica del pensamiento por la precisin y el esclarecimiento de tales bases en el momento de su maduracin y expansin
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Medios de
produccin
Fuerzas
producas
Fuerzas de
trabajo humana
Objetos
de trabajo
Naturaleza y
materias primas
Medios
de trabajo
Instrumentos
de produccin
Clases sociales
producas
relaciones
tcnicas
Y las relaciones sociales de produccin que ms adelante delinearemos (relaciones de produccin en base al eje: capital-trabajoexplotacin), pero que igualmente desentraadas por los fundadores de la teora revolucionaria sintetizamos en el esquema siguiente:
Formas
de propiedad
Posesin
de los medios
de produccin
Situacin
de las clases
Produccin
social
de su vida
Formas de
distribucin
Apropiacin
privada
Formacin social
histrica concreta
Relaciones sociales
generales establecidas
Modos de produccin
dominante y
formas subyugadas
Relaciones sociales
de produccin artesanal,
capitalista, colecvista,
esclavista, servidumbre
Totalidad de fenmenos:
Estado, jurdicopolcos,
regmenes, formas de
la conciencia, aparatos
e instuciones
Relaciones
sociales polcas,
religiosas, familiares
y sus entrecruzamientos
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Debemos tender por necesidad y obra de la lucha de clases, a rebasar los viejos marcos y esquemas relacionados con otras circunstancias ya remontadas por la vida y la historia, lo mismo sobre sus
proyecciones originarias, como sobre su siembra en nuevos terrenos
de la manutencin del capitalismo. Seguimos encarrilando hacia un
conjunto de posiciones sobre la esencia histrica del capitalismo, la
significacin de sus bases y sus alcances en el contexto actual del
sistema en tanto permiten explicarnos el conjunto de las relaciones
dominantes.
No se nos ocurre reducir sus postulados a una suerte de breviario
determinista, la revelacin emancipadora claramente apunta a remover el capitalismo tomando en cuenta todas sus aristas diseadas
y adaptadas a unos patrones especficos y en unas condiciones dadas. Considerando adems las matrices que persisten en posteriores
expansiones, de cuyos trazos y despojos an se presentan formas retorcidas en los pases con mayor grado de sometimiento al neocolonialismo; que muchas veces se usan para justificar una incomprensin de rechazo a la concepcin modo de produccin, formacin
social capitalista y relaciones sociales, cuando es esa condicin
neocolonial ejemplo concreto en que se observan tales categoras
de anlisis. Es verdad que el planteamiento de Marx toma nota de
las prioridades en la lucha y sus perspectivas en el siglo XIX: abordar las bases del modo de produccin capitalista dando cuenta de su
gnesis, naturaleza, formacin, tendencias, vas, desarrollos, secuelas e impulsos, en todo ello, la centralidad de las relaciones sociales
de produccin. Pero ha sido sobre esta base concreta y esa realidad
especfica que logr ubicar la problemtica social y la perspectiva
emancipadora en sus fundamentos como mil veces se ha afirmado
aqu y all, por esto cada que un movimiento de los pueblos se produce, sern seducidos a requerir y enriquecer el enfoque marxista
como su teora.
Ordenacin de las relaciones sociales
Las relaciones sociales fueron apareciendo y desarrollndose, se
acoplan y son motivo de cambios en el sistema en cada fase de su
desarrollo, desde la poca de Marx a la fecha han sufrido grandes
transformaciones. Siguen su marcha inexorable, se establecen entre
las mujeres y los hombres, consisten en los puntos de unin, que la
totalidad de seres humanos de una sociedad concreta tienen entre s
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b) Otro ms, las relaciones de poder mediadas por las tendencias burguesas han hecho otro tanto inclusive yendo de las
herramientas bsicas del Estado y la propiedad privada a copar los espacios de la vida social. Tal rplica de las facultades de poder en todo elemento de agrupacin social se logr
gracias al alcance en el acervo capitalista, la continuidad en
la divisin del trabajo, el impulso de la jerarquizacin de
ste y al despliegue de los incentivos del modo de vida burgus ms all de sus fronteras iniciales.
c) Las relaciones econmicas en general tambin traspasaron
todo tipo de empresa y relacin comercial, anexando en la
pequea propiedad la organizacin capitalista ya fuese por
necesidad interna de esta, o por imposicin de controles monopolistas y/o estatales.
d) Las relaciones menos directamente econmicas, sin negar
su aeja funcin colateral en ste mbito, como las de educacin han logrado insertarse exitosamente en su capitalizacin, la creacin de sus jerarquas y estructuras de poder
y la distribucin burguesa de los recursos a un escenario
piramidal centrado en relaciones internas entre lo estructural, lo intelectual, lo formativo y lo poltico. Tan es as que
las oligarquas y sus estados se empean en privatizarla por
completo.
Su orden de importancia, roles y transformaciones de toda relacin social, constituye el centro de atencin de todas las disciplinas sociales de los ltimos tiempos; han sido el teatro de batalla
de distintas posturas sociolgicas; e indican, en el resto de disciplinas, ciencias y tecnologas, una manifestacin de su fuerza para
hacerlas avanzar en la prosecucin de conquistas del saber y sus
aplicaciones. Est fuera de duda esta accin combinada en que a
ms de las condiciones materiales generales indispensables juega
un gran rol la enseanza burguesa y la pujanza de las relaciones de
poder hegemnico para el avance en cuestiones como: la energa
atmica, el armamentismo, produccin en serie, computarizacin,
robotizacin, productividad y comunicaciones. Su importancia y
roles varan de acuerdo con un contexto general de las mismas y el
carcter especfico de las condiciones socio-econmicas sobre las
que se recrean.
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econmicas
de produccin
de propiedad
econmicas especicas
agrarias
laborales
polcas
de poder
jurdicas
de grupo
estructurales
burocrcas
de fuerza
de vida social
educacin
religin
familia
tnicas
raciales
gnero
Aunque hasta el momento slo damos pie a abreviar las principales relaciones sociales, por este esquema podr advertirse la complicacin que representa ubicar unilateralmente una relacin social.
Nos encontramos como es visible con sus interdependencias,
con su traspaso a otros rubros en cada uno de estos tres factores, con
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estudiarlas de manera seccionada resaltando que el conjunto de relaciones econmicas se distinguen en que implican todo acto o proceso en que tiene lugar un flujo de recursos, siendo la produccin
una parte bsica de ste.
Resaltan dos argumentos de confusin en esa idea diluyente de
las relaciones econmicas en las relaciones de produccin, el primero corresponde a que en las relaciones de produccin las relaciones econmicas restantes de intercambio, propiedad, servicio y consumo operan directa y consecuentemente como ejes fundamentales
de la relacin global capital-trabajo; en el segundo argumento se sigue el criterio de abstraccin de las dems secciones de la sociedad
en donde habiendo ausencia de produccin existen estas relaciones
econmicas restantes. Pero estos hechos dan cuenta de la importancia de tratar por separado cada relacin econmica al tiempo que se
demarcan sus dependencias de grado respecto de las relaciones de
produccin, y sobre todo, se pone en claro una constitucin estructural compleja de las relaciones econmicas capitalistas.
Relaciones sociales de produccin capitalistas
Incansablemente se ha ahondado en este tema a lo largo de la
historia del capitalismo, ya que nuestras sociedades se definen por
el trabajo, las fuerzas y energas en que se sustentan, adems que
aqu se juegan parte de su crdito las posiciones clasistas. Por si esto
fuera poco, los mecanismos sociales y del anlisis de la realidad
econmica capitalista ejercieron inmensa influencia en su descubrimiento.
Al centro de las relaciones sociales generales de esta sociedad
mercantil se encuentran las relaciones sociales de produccin, en
este caso, del proceso de produccin de los productos que llevan
en sus entraas el valor incrementado por la actividad de la fuerza
de trabajo, la forma ms verstil y de mayores consecuencias para
intensificar la explotacin del hombre por el hombre. Su sustancia
radica en la relacin burguesa-proletariado, apropiacin privada
frente a trabajo socializado, compraventa de la fuerza de trabajo
proletaria en el epicentro de la relacin capital-trabajo para sustraer
las riquezas en los distintos desarrollos del capitalismo.
Primordialmente y de manera ms acabada en su obra El Capital, Marx al tiempo que lleva a cabo la ms monumental explica202
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n) Administracin discrecional de derechos laborales de acuerdo con los estndares de produccin, para incrementar el
riesgo, la tensin u otras exigencias de mercado, en industrias como la nuclear, qumica, pesquera, petrolera.
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i) Controles monoplicos de propiedad sobre la pequea empresa: hipotecas, acciones, inversiones, infraestructuras y
equipos.
j) Apropiacin en usufructo de instrumentos financieros: manejo de pagos, jineteo de ahorros, especulacin de la vivienda, desviacin de pensiones, y empleo de otros recursos de
los trabajadores para obtener beneficios privados.
k) Tambin juega un rol la propiedad pblica con fines generales al capitalismo para la manutencin del Estado, la
poltica social y la organizacin de recursos al desarrollo
capitalista; generando un sentido de propiedad social al
conjunto de la clase dominante.
No obstante su papel, las relaciones de propiedad no encarnan
un impulso creciente a modo de progresismo infinito de sus recursos, dado que media la ganancia privada. Al tiempo que arrojan las
secuelas extremas de marginacin y pauperizacin masivas, correlacionan sus potencias con fines ms terrenales como la conservacin del estatus y la hegemona, las cuales representan unidades de
medida sobre la marcha de su verdadero crecimiento. Adems de
que los mercados, las leyes de la ganancia y sus tendencias, las propensiones de los ciclos econmicos y las contradicciones sociales
no les toleran cualquier otra forma de arreglo social.
Relaciones de intercambio
La relacin capital-trabajo en tanto matriz relacional, es una relacin motora de intercambio, expresa parte de su realidad a travs
del intercambio entre poseedores de capital y poseedores de fuerza de trabajo, para su compra-venta, con un vasto radio de accin.
Este es un conocimiento elemental de las relaciones econmicas
que debe resaltarse.
Partiendo de la teora del valor-trabajo, las relaciones de intercambio se extienden a todas las capas sociales, se filtran en todas
direcciones, pero al hacerlo llevan el sello de la desigualdad social
y la invisibilizacin de los sujetos para la preponderancia de objetos
mercantiles.
En las condiciones del capitalismo se forma un amplsimo proceso de intercambio que consiste en que ste se constituye, segn
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nmicas de importancia en la actualidad, en donde los apetitos de capital manifiestan su exacerbacin y dominacin.
En su constitucin inciden factores tales como el desarrollo de
la burocracia, las tendencias a la redistribucin de ganancias, el
desarrollo de nuevos sectores sociales en pugna por los recursos,
y ramas econmicas de servicios, alta concentracin de recursos,
fermentacin de relaciones burguesas sin parar en sus viejas tesis
morales, nuevas perspectivas de acumulacin como el rentismo
moderno, tareas socio-econmicas de mantenimiento del sistema
capitalista, y mecanismos de compensacin frente a las agravantes
contradicciones sociales.
Las funciones econmicas de las relaciones generales
Por su parte las relaciones econmicas manifiestan otros contenidos especiales en el seno de todas las relaciones sociales, a modo
de funciones econmicas que reconstituyen relaciones singulares de
lo econmico. Las que a nuestro modo de ver resaltan son:
a) Una de estas funciones consiste en la naturaleza econmica
implcita de las relaciones sociales generales para hacerse
cumplir. Una disposicin de sus recursos y medios de realizacin, considerando en ello propiedad, produccin, cambio, distribucin y consumo. Elemento dinmico que las organiza bajo la influencia de la contradiccin capital-trabajo,
pero que tambin expresa otras contradicciones econmicas
y sociales en su seno.
b) La canalizacin de recursos econmicos para la buena marcha de las relaciones sociales generales en el propsito de
mantenerlas y acrecentarlas obviamente crea lazos econmicos tales como presupuestos, donaciones, empresas propias, sistema administrativo interno, empleados asalariados,
inversiones y formas de financiamiento de las que no se escapan siquiera las iglesias.
c) Otra de sus funciones est en la distribucin de las personas
en el espacio econmico, que hilvana conexiones continuas
con ste y sus reguladores tanto pblicos como privados que
moldean sus pautas internas.
217
d) Expresan tambin el punto mximo en que el capital ha penetrado en el seno de la sociedad para acondicionar los procesos de dominacin y acumulacin, que a su vez vuelven
a copar las relaciones sociales de produccin invadiendo los
espacios que an no haban sido sometidos, ligando adems
mltiples formas de la propiedad privada.
El imperio del capital, las relaciones econmicas as consideradas son fuente de penetracin en todas las clases y sectores sociales,
en todos los sectores de actividad humana para homogeneizar el
espritu del capitalismo, a la vez que compacta cada rea a su exclusividad. Aun considerando las autonomas y relaciones genricas
que se registran en las relaciones sociales generales, tal es la regla
de la sociedad mercantil.
Mientras tanto los mecanismos de monopolizacin llevados a
todas las reas sociales han servido de vehculos formidables para
el extenso desarrollo de las relaciones sociales econmicas capitalistas rompiendo continuamente las barreras comunitarias y de
cooperacin social.
Relaciones laborales
Bajo esta misma premisa, por su contenido bsico y la envoltura
con que se presentan este tipo de relaciones de todos los sectores
sociales de trabajadores, profesionales, empleados, jerarquas gerenciales y pblicas, se encuentran en un puente de transicin entre
lo econmico y lo poltico.
Dado lo intrincado del sistema, su devenir histrico plagado de
conflictos en la relacin capital-trabajo, y el perfeccionamiento de
las estructuras polticas, estas relaciones se desglosaron de las relaciones sociales de produccin y de empresa.
De ser un simple anexo indispensable y rudimentario, del cual
poda encargarse el patrn o uno de sus allegados frente a la junta
o asamblea de trabajadores; ahora se extienden, norman y regulan
toda la gama de actividades laborales en la sociedad. Generalmente
sobre las bases econmicas dominantes indican el acuerdo de tres
elementos: los trabajadores, el Estado, los patrones en un teln de
fondo social.
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Es evidente que las luchas de clases en medio del desarrollo capitalista han tenido mucho que ver para que se complique la trama
de las relaciones laborales en su ngulo econmico. Para adquirir
una amplia perspectiva de las relaciones sociales laborales debemos
poner atencin en sus aspectos centrales:
a) El derecho laboral, la poltica sindical, la poltica empresarial, los grados de compartimentacin entre estos, los puntos
de conflicto y sus tendencias correspondientes o divergentes.
b) Las condiciones socio-polticas particulares que rodean estas relaciones, situacin general, condiciones nacionales e
internacionales, procesos estructurales.
c) El contexto de problemticas relacionales del momento y
proceso social, como la concurrencia de conflictos laborales
ya sea a la par o por mismas causas, luchas de otros sectores,
situaciones de tensin poltica-econmica.
d) La crtica de las relaciones tcnicas del trabajo y de la inteligencia capitalista aplicada al proceso de produccin, tales
como la inseguridad, falta de equipo, intensificacin de la
explotacin, nuevos requerimientos de mercado o gubernamentales.
e) Los problemas y conflictos laboral-empresariales especficos, que con los dispositivos que tienen colocados generalmente accionan en forma retardada, o suelen presentar una
forma de partida que apenas da una idea de la envergadura
del problema hasta que captan la atencin para posteriormente destacar el conjunto de la situacin.
Las relaciones laborales incluidas las llamadas relaciones humanas en la empresa son mediaciones del capital frente al trabajo, se
consagran especficamente respecto del tratamiento institucional
que reciben y del cual estn impregnadas.
Las relaciones laborales en tanto que sujetas a las relaciones de
propiedad y de produccin establecidas, se abocan a las relaciones
regulatorias de la explotacin y control de todos los trabajadores, la
continuidad o discontinuidad, rigidez o flexibilidad, su eficiencia, la
intensificacin de su labor, la disminucin de su costo y las jerar-
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quas en la divisin del trabajo, a su vez dan cuenta del nivel alcanzado en la lucha sindical de la clase obrera y sectores de empleados.
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capital y la sujecin del trabajo, la facultad de control que proporcionan sobre los hombres y las mujeres. La relacin de propiedad es
una de las fuentes originarias de la relacin de poder en su sentido
opresivo. La manera de hacerse efectivo este poder econmico es
mediante el empleo de mecanismos polticos de conduccin y gobierno de los subordinados al cumplimiento de reglas y conductas.
El Estado, sus instrumentos, instituciones como parte de sus
estructuras de poder, la poltica burguesa y la gran empresa capitalista cohesionan dicho poder econmico, personifican la forma de
fetichizar las relaciones sociales dominantes bajo las relaciones de
poder poltico, que se constituyen en el mismsimo centro del poder
poltico burgus; se instituyen en complejos aparatos de todo un
mundo de relaciones polticas de poder y de fuerzas a que dedicaremos un captulo posterior.
Mucho antes de que este aparato de poder poltico se conformara, cuentan los antroplogos que las emanaciones de poder provenientes de la experiencia, los saberes, las habilidades, divisin del
trabajo, las relaciones sexuales y fortalezas para resolver problemas
comunes y afrontar liderazgos, constituan elementos relacionales
de poder para la supervivencia del hombre primitivo; aunque se encuentran en su forma originaria, el principal vehculo que las hizo
modificarse sustancialmente hacia la dominacin del hombre por
el hombre fueron justamente las relaciones de propiedad privada.
Toda relacin social entraa una u otra manifestacin de relaciones de poder, ya que contienen la facultad, capacidad o potencia
para controlar las conductas y obtener logros, lo cual las hace presentes en el torrente de todas las relaciones sociales.
Tenemos entonces unas pautas para explicarnos la cuestin sin
satanizarla, profundizando el tema de las divergencias de clases, el
problema del poder y los impulsos de la dominacin social; las relaciones de poder se construyen sobre antagonismos entre la libertad,
y la opresin, la relacin de poder no requiere relaciones sociales
fraternas, sino al contrario, fomenta complicidades sociales, culturales y econmicas de dominacin. Las relaciones democrticas del
sistema, como relaciones de poder democrtico-burgus estimulan
la nocin de un contrato cuasi fraternal en que las relaciones de po-
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mayoras, tal como se resea sobre las polticas neoliberales de flexibilizacin laboral.
Sus procesos se sustentan en la formacin capitalista, pero tambin manifiestan los remanentes de otras formaciones sociales, por
ejemplo, la relacin armada en este mbito es una relacin milenaria, es con el capitalismo que se constituye en una relacin de
poder y para el poder dominante mediante el monopolio de las armas, inspiracin de superioridad burguesa y de la coercin, el miedo y el terror a los pueblos. En conjunto adquieren un dinamismo
y expansin debido a las condiciones de divisin social modernas
y sus nuevas tecnologas que descomponen los espacios sociales
para incorporarlos a la accin capitalista, adems de que refuerzan
sus lazos centrales en detrimento de sus viejos espacios del saber
hacer en la proximidad con la sociedad, a fin de enrolarse en sus
aspectos gerenciales.
Las relaciones de poder permiten construir, normalizar, reproducir, proyectar, ejecutar, transformar y actuar en todas las relaciones
sociales, sus estructuras y las estructuras de los propios aparatos
diseados especficamente para trazar el dominio burgus. Bajo el
capitalismo las relaciones sociales de poder estn abocadas a ejercer pautas disciplinarias, coercitivas, de coaccin, de dominacin
y control sobre la base de acciones, estrategias e institucionalidades donde corresponde al Estado y la poltica burguesa su principal
fuerza conductora.
En parte se derivan de las relaciones sociales econmicas establecidas y en parte se erigen a s mismas encontrando en conjunto
un cauce y organicidad en la construccin de los Estados, las jerarquas en la divisin del trabajo, la formacin de grupos, las sociedades tnicas, nacionales, los sistemas internacionales.
Las relaciones de poder son indispensables a la propiedad privada y las formas de explotacin del trabajo, con ellas la clase
dominante, sus fuerzas dominantes y sus polticos pueden influir,
determinar, condicionar u obligar el pensamiento y accin de las
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de dominio por facciones, mafias de poder, nepotismo, oportunismo, peculado o trfico de influencias, corrosin de servicios e instituciones.
m) Se promueven y desarrollan nuevos mecanismos burocrticos de formacin de las relaciones capitalistas, haciendo de
este campo un laboratorio donde se produce nueva burguesa.
n) Al adecuar los medios a los fines, la realidad a los ideales
de eficacia, las relaciones burocrticas generan improductividad, deficiencia administrativa, sobresaturacin de funciones, sobre-especializacin, excesiva regulacin, complejizacin de los aparatos, mala distribucin de funciones,
desatencin de problemas y pugnas por mantener el estatus
social inamovible resistente a los cambios. Las consecuencias ms dolosas de las relaciones burocrticas, est de ms
repetirlo, las padecen los pobres del campo y la ciudad.
o) Elevado papel de las burocracias en los conflictos locales,
nacionales o mundiales tanto para interferir en los asuntos
nacionales de los pueblos, vender o comprar funciones, entrampar procesos sociales, doblegar estructuras a merced de
los grandes intereses coludidos con sus altas jerarquas pblicas y privadas, impedir polticas por diferendos burocrticos, etc.
Las relaciones burocrticas de dominacin adems de nublar la
naturaleza burguesa de las estructuras sociales y su administracin
cientfica, al presuponer que el manejo de sus instancias es imposible sin la pirmide creada (funcionalismo y poder de decisin del
hombre organizacional), consiguen negar la posibilidad de ejercer
control popular y reconstituir estructuras alternas que cumplan con
los objetivos libertarios e intereses generales de los pueblos que es
sociabilizar, asimilar y actuar con todos los recursos e instrumentos
de poder social en el horizonte de sus relaciones revolucionarias.
228
Relaciones de grupo
Los grupos son conjuntos de sujetos, van desde las clases sociales a instancias de organizacin social. Esta ltima especificacin es la que nos interesa examinar, la agrupacin de sujetos que
interactan orgnicamente tras una labor y propsito operando en
forma regular. En la prosecucin de objetivos propios y de reivindicaciones generales, van de pequeas a grandes estructuras, son
formados independientemente del aparato dominante o se presentan
como resultados u rganos de ste. Es reconocido que los grupos
son sumamente diferenciados unos de otros por sus estructuras, involucramientos, metas, procedimientos, accin comn, esfuerzos,
colaboracin, compromisos, responsabilidades, formacin, pensamiento, unidad de la pluralidad de miembros, conciencia de las dos
formas de unidad isolgica-sinolgica (unidades de clase popular y
unida interna) con sus particularidad de tareas, resistencias, y contra-tendencias en cada aspecto. Sindoles comn poseer estas cualidades, por lo tanto tambin la constitucin obligatoria de relaciones
internas frente a una generalidad circundante, lo que hace de estas
circunstancias un relacionamiento complejo y cohesivo de s mismo
ante el entorno social. En todo grupo existirn estas cualidades.
La tendencia a la formacin de grupos y sus lazos se desarrolla
en todos los espacios humanos, sean religiosos, cientficos, culturales, familiares, territoriales, clasistas, militares o econmicos. Recalcando la cuestin de que los grupos integrarn relacionamientos
en cualquiera de los mbitos de accin social humana, de todos
ellos, el grupo poltico merece atencin suplementaria dado que se
centra por partida doble en las caractersticas de las relaciones polticas, es decir, se sostiene en base a estas y las tiene como propsito
fundamental.
Retomemos del estudio de los grupos sus principales redes de
comunicacin interna:
229
parte importante de su desarrollo, mas su vertebracin se vincul directamente al escenario de las relaciones sociales sper desarrolladas, constituyndose y fragmentndose los grupos por todas
partes. No obstante jugaron grandes roles sociales, pero sufrieron
cierto divorcio que fue dando paso a la identificacin propia como
entes cuasi independientes con intereses especiales que regeneran a
partir de s mismos las pugnas sociales en su beneficio y las relaciones de dominacin en sus cadenas. Todo esto, an cuando muchos
grupos se sostienen en principios organizativos populares o clasistas; es una dinmica interna (unidad sinolgica) que sus integrantes,
afectadas y afectados en primer plano, deben afrontar teniendo en
cuenta:
a) Las relaciones sociales dominantes interno-externas que estresan y alteran la visin grupal, las relaciones del grupo y de
ste con su base social que se transfiguran el mundo en una
burbuja apegada a sus reglas.
b) El sectarismo, segmentacin de corrientes de pensamiento
y aislamiento natural en la estructura grupal que les impide trascender por encima de su radio primitivo, les dota de
cierta visin marginal de su ser colectivo (totalizacin), y les
imposibilita el desarrollo de una curva de experiencias nutridas en la riqueza poltica del pueblo, su experiencia total y
sus diversos grupos.
c) La cooperacin, colaboracin, resistencia, polmica y divergencias de sus miembros tan vital a su desarrollo. Por ejemplo, el trabajo de equipo y de coordinacin de sus partes en
su desempeo y constitucin de nuevos grupos, subgrupos
o clulas puede no objetivarse plenamente dado su sometimiento a relaciones de poder.
d) El desarrollo de las capacidades colectivas e individuales, la
transferencia constante de material humano del medio o
clase de pertenencia, nunca como ahora haba sido una prioridad.
e) La democracia necesaria que supere la poltica preponderante de instrucciones desde arriba, de lneas incuestionables
convertidas en orden supremo, la autocensura, las purgas,
las presiones internas, concentracin de responsabilidades y
231
b) Irregulares como las bandas que van del pequeo grupo del
barrio a las bandas criminales internacionales ligadas estrechamente a poderes poltico-econmico-militares.
c) Continuos sin toma de decisiones como las redes y los grupos informativos o comunicacionales.
d) Regulares en agrupamientos peridicos, grupos primarios
con duracin a algunos meses, grupos secundarios con duracin de hasta 10 aos, sectas polticas, partidos por dcadas.
e) Grupos compuestos o en interrelaciones como los mismos
partidos amplios o de masas, frentes, coordinadoras, foros,
con fuerte discurso organizativo, roles jerrquicos y programas tctico-estratgicos de distinta efectividad.
Sus acciones van de la apata, a la disciplina de la vida de sus
miembros alrededor de sus proyectos, pasando por la espontaneidad, acciones limitadas, innovadoras, planificadas, habituales e
ideologizadas al extremo. Y en trminos de sus relaciones estas
pueden mantenerse en el mbito de las emociones, o pasar sucesivamente a la identidad de un propsito, el dominio de la conducta de
los sujetos pertenecientes, la superficialidad como pauta vinculante,
cohesin de intereses, el funcionalismo y la integracin consciente. Muchos de estos grupos juegan un destacado papel en la lucha
social mundial de hoy da al lado de otros que van en detrimento o
hasta complican las tareas populares. Su interaccin interna y con
el medio o base social de respaldo tambin se abre en arcoris, el
grupo puede ser sumamente abierto, receptivo y concentrador de
intereses generales como vertical, autoritario y lineal, por lo que
no operan modelos de ste, sino la sociedad es quien los modela a
imagen y semejanza de sus diferencias.
Los grupos sostienen una dinmica dada por la naturaleza del
propsito que los forma (deportiva, cultural, resistencia, juvenil, comunicacin), sin embargo hilvanan relaciones polticas de trabajo,
y juegan un rol socio-poltico en su medio de accin. De los grandes
problemas a atender por los grupos resaltan el sostenimiento de propsitos, la ampliacin de retos claros y objetivos, el acoplamiento
al cambio de las condiciones sociales, la persistencia de relaciones
de poder, la influencia social del grupo, el desarrollo consecuente
de liderazgos, la eficacia y productividad de sus acciones, la reali233
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239
Relaciones patriarcales
En suma: los aspectos positivos del complejo patriarcal
son: razn, disciplina, conciencia e individualismo; los aspectos
negativos son: jerarqua, opresin, desigualdad, sumisin. Erich
Fromm.
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Lo que antes era ms temido por los poderes dominantes (econmicos y polticos) respecto del miedo instintivo al saber cuando
ste produca tsunamis que desestabilizaban sus esquemas, hoy, con
las debidas cautelas burguesas, el ejercicio del monopolio educativo monopolio econmico y tambin cultural burgus donde otros
sectores revolucionarios y populares fueron desincorporados de sus
roles de direccin o vanguardia formativa, y las distancias necesarias sobre los sistemas de educacin popular; lleva a decir que los
acumulados de educacin cuentan con un importante lugar en el
rango de capital humano.
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f) Absorcin de devociones, ideas religiosas, morales y creencias populares para capturar nuevos escenarios y sectores
acoplndoles a las estructuras de los credos previamente
constituidos.
g) Relaciones de sujecin internas y hacia sus feligreses, que
involucran imposicin de criterios, conductas, laborales,
intolerancia, violencia contra otros grupos religiosos, represin y castigo del cuerpo, vejaciones fsicas y sexuales.
h) De confirmacin o adoracin de las relaciones sociales dominantes, proponiendo su armona, su bien y la obra que
pueda profundizarlas.
i) Proyeccin del androcentrismo religioso, la compasin y la
subordinacin femenina.
Las religiones invaden todos los campos, protagonizan la divisin social en el seno de los pueblos a travs de la competencia
religiosa, proyectan el control de la dimensin religiosa y presionan
contra las posturas no religiosas. De esta suerte se postula la manipulacin del espectro social con el recurso de los dioses castigadores, dioses del miedo y todopoderosos e implcitamente amar a los
opresores, ante la inferioridad y culpabilidad humana; por esto no
es de extraarse que las burguesas e imperialistas promuevan la
formacin de nuevas religiones y sectas, su intervencin en stas
para catapultar sus intereses directos frente a las grandes religiones
que mantienen cierto estatus de poder sobre las mentes. En paralelo las clases dominantes aprovechan la condicin natural de las
relaciones en el seno de la vida social de los pueblos tendientes a
recrearse nociones, creencias y deseos devotos que no encuentran
plena satisfaccin o rompen con una u otra doctrina a la zaga de
los acontecimientos. Pero como nada est alejado de los dilemas y
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En estas notas custicas por as requerirlo el tema, agregaramos que el conflicto idealismo-materialismo por sus desenfoques,
sus desatinos y el propio prejuicio religioso sirvi durante mucho
tiempo a las clases dominantes y las capas religiosas superiores para
aislar a los y las luchadoras del pueblo, para que esta batalla de las
ideas por concientizar se perdiese en una batalla estrecha que a ratos
perda su horizonte.
En el llamado sometimiento a la voluntad de dios nos encontramos que ste, renunciando a cuanto placer humano haya, no renuncia al ms grande placer humano de ser dios, se imponen por
este vnculo sagrado, relaciones de poder humano sobre las mentes,
suavemente complementadas con el basamento del amor, la piedad
y el perdn.
Otras relaciones de la vida social
Es importante observar en toda actividad humana el aspecto
relacional y las tramas que las conectan a la sociedad capitalista.
Sus estudios e institucionalizacin estn ms que extendidos, como
conjunto de relaciones sociales que involucran la salud, la familia,
los deportes, lo antropolgico, lo intelectual, la comunidad, la lingstica, de identidad tribal, racial, tnica o nacional, las artes, el
baile, el juego, la convivencia, el amor, amistad, las profesiones,
migraciones, de aislamiento carcelario Sostienen un acervo propio, se encuentran afectadas por las relaciones sociales econmicas
y polticas dominantes, entraan sus cdigos, son fuente de desarrollo del capital en tanto se instituyen en patrones de la divisin en
clases sociales.
Estas relaciones ponen de manifiesto cada vez ms su influencia
directa en los procesos del desarrollo capitalista, las clases dominantes y sus regmenes en general se concentran en ciertos nive-
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gisteriales y de gnero han contribuido significativamente a explicarnos la creciente raigambre de las relaciones de vida social.
El uso de las necesidades de acumulacin para inducir consumismo y en reciprocidad uso del consumismo para incentivar la
produccin, desarrollo del consumismo en el plano de de relaciones
en una comunidad o grupo, o el recurso del miedo para fortalecer
las relaciones de poder y la irrupcin de estos en el reforzamiento
de nuevas condiciones para la produccin capitalista. Las relaciones sociales se desarrollan continuamente, en el capitalismo actual
crean una dinmica particular en que discurren las estructuras construidas y los apetitos ms feroces del sistema contra las urgentes
necesidades de los pueblos.
Otro ejemplo lleno de contradicciones y conflictos es el de la
influencia de la religin en el movimiento independentista, de una
parte se cuenta con las evidencias del respaldo imperial de las estructuras eclesisticas en lo que sera la Amrica Latina, de otra parte la actuacin de sacerdotes revolucionarios y pueblos fervorosos.
Adems de la proyeccin de ideas que impulsaban el principio de
independencia a travs de la cosmovisin de contar con el consentimiento divino para marchar separados de las Coronas portuguesa y
espaola, que podemos encontrar en el surgimiento de las vrgenes
y su manto protector al indio y todo creyente del nuevo mundo
an propugnando el componente de alienacin, fue impactando
y amalgamando la unidad en la esfera de las relaciones nacionales,
tnicas y polticas, cumpliendo con el reto de ir en paralelo con el
desarrollo de las fuerzas productivas.
Algunas de estas grandes redes de relaciones caben analizarse
en sus rasgos generales al expresarse a travs de ellas matices y
refuerzos de la dominacin burguesa, es el caso del orden familiar,
las sexuales, de nacionalidad y del crimen.
Orden familiar
En el orden familiar como en las relaciones de nacionalidad la
mujer y el hombre deben someterse a poderes especiales entre otras
cosas para asegurar una identidad propia. Sus sistemas son descritos
con extraordinario detalle en sus variadas formaciones esparcidas
por el mundo, todas estn asimiladas a las relaciones sociales dominantes, ms all de sus distintas fuentes y conceptualizaciones lo
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La mujer realiza mayores esfuerzos por incorporarse y protagonizar los procesos sociales de toda ndole, debe decirse que superiores, pero dada la jerarquizacin de las relaciones sexuadas
reinantes, la divisin de clases y sectores que pujan a concesiones
favorables a espacios o secciones de estas; su reconocimiento y colocacin a la par del sexo masculino sigue a la zaga respecto de
todas sus acciones.
Relaciones de salud
Salud y enfermedad se corresponden de acuerdo con el desarrollo de cada sociedad, en el capitalismo estn sujetas al valor de
cambio, sostenindose sobre la base de relaciones para la sujecin y
la cosificacin del cuerpo. Las patologas actuales guardan estrecha
relacin con la dominacin capitalista sobre el cuerpo: Enfermedades de la pobreza, cncer, sida, estrs, profesionales, neurosis, por
contaminacin, de la condicin reproductiva, por el tipo de desarrollo tecno-cientfico, por la industria mdica, promocin de nuevas
patologas, jerarquizacin hospitalaria y formas de existencia; estn
conectadas a la sociedad mercantil y el trabajo asalariado.
Sera irresponsable de nuestra parte pretender abundar en profundidad en los aspectos de estas relaciones, a lo sumo podemos
corroborar su existencia y su sujecin a ciertas normas sociales que
regulan la vida, la salud y la muerte:
a) La desarmona de las relaciones generales con el cuerpo produce enfermedad.
b) Cada sociedad instaura y desarrolla sus tipos de enfermedad
social como patologas del ser social.
c) Los sistemas de salud que atienden nuestros problemas estn
impregnados de relaciones burguesas, burocrticas y de poder.
d) El capitalismo promueve el comercio de la salud, el monopolio del conocimiento mdico facultado por sus instituciones, y la anulacin de vas no burguesas en el restablecimiento de la armona del cuerpo con sus relaciones de salud
ancestrales.
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e) Las relaciones mdico-pacientes van constrindose (deshumanizacin) al dominio monoplico de las ciencias mdicas,
farmacuticas y hospitalizacin.
f) Terapias, medicinas, drogas e intervenciones son succionadas al propsito de la activacin para cumplir con las presiones de las relaciones burguesas e incentivar una gran cadena
de enriquecimiento en torno a la salud.
g) Las crisis del sistema y sus antagonismos son responsables
directos de las enfermedades ms graves del cuerpo.
h) La reproduccin, el desarrollo del cuerpo quedan sometidos
a relaciones de compraventa.
Este tema es arduamente debatido en el seno de nuestros pueblos, surge como una de las grandes preocupaciones por una vida
saludable, seguridad social de calidad, avances en la medicina con
relaciones armnicas.
As entonces tenemos que se es ms saludable cuando el sujeto
es valorado en su condicin humana por su medio, adquiere respeto
de los otros por su existencia, controla sus actos, realiza un trabajo
gratificante, se siente estimulada(o) ante la vida, su cotidianeidad
responde a sus aspiraciones, sus relaciones familiares se desarrollan
armoniosamente, sus vnculos sociales son profundos y amplios, y
su cuerpo est en constante atencin.
V. Establecimiento e institucin
de la dominacin
Las relaciones sociales repetidas infinitamente hasta hacerse normas y rganos, se establecen e instituyen en dominantes. La clase
dominante concibe la sociedad, impone su organizacin, sus intereses supremos y su pensamiento y al hacer todo ello moldea las
relaciones sociales generales a su imagen y semejanza.
Ahora reconcentramos nuestro enfoque en las grandes categoras, aparatos e instituciones que se tejen como producto histrico
en la formacin social capitalista. Repetimos, este es el mbito ms
abordado en el estudio de las ciencias sociales, dado que en l se
concentra su papel de instrumentos sociales.
Para consolidar la opresin burguesa, las relaciones sociales
descansando en las estructuraciones precedentes, se articularon,
transformaron sus distintas partes en rganos destinados a fortificar
e institucionalizar las inmensas sociedades modernas tan complejas
y divididas. Indicio de este podero estructurado es el sistema mundial del imperialismo con sus desarrollos y subdesarrollos, conglomerado de relaciones verticalmente instaladas para el control oligrquico y monopolista de unas cuantas potencias junto al continuo
despliegue de sus agresiones.
En esta escala debemos pasar al balance de las condiciones y la
dinmica general de las relaciones sociales dominantes en su eje:
opresin-explotacin-problematizacin, con la dilatacin de sus potenciales, y la oferta social del mundo histrico burgus.
Por ende la agudizacin del conflicto social viene entonces de
toda la consistencia de las relaciones de dominacin, consolidndose en sus estructuras e instituciones. Aunque es bien cierto que tal
agudizacin no la provoca un slo factor, bien se pude rastrear de
dnde emana sus rasgos generales:
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a) La consolidacin de relaciones fundamentales (de las fuerzas productivas y de produccin, mercantiles, liberales y de
poder poltico).
b) La intensificacin en la explotacin, sus formas y acumulacin de capital.
c) De las crisis y trastornos polticos.
d) De los problemas sociales, culturales, militares y religiosos.
e) Del contenido de dominacin en la relacin social.
f) De cambios estructurales impuestos desde las cumbres del
poder (mercado interno, centralizacin y concentracin del
poder poltico-econmico, reorganizacin social, formacin
del estado-nacin.
En la escala sistmica de la realidad de dominacin que nos
dispensa el capitalismo actual las relaciones cobran un podero de
conjura contra los pueblos, por eso urge el combate en todos sus
frentes, hacer patente las relaciones de dominacin s tienen vulnerabilidad, tanto como la centralidad para nuestras fuerzas de verdaderas relaciones socialistas de los pueblos.
espinal productiva como en sus circuitos sociales de reciente proliferacin. Y es as porque independientemente del gran nivel que la
explotacin burguesa alcanz, sobre el cual puja por su predominio;
la cuestin de la opresin an cuando para oprimir se requieren
recursos es otra de las grandes lneas histricas que se desarrollan
en distintos planos de la sociedad.
Pasemos al rgano principal que encarna en s mismo el establecimiento e institucionalizacin de la opresin (s s, y la explotacin, claro).
2. El Estado
El Estado burgus como espectro de las relaciones de poder
poltico-social imperante en una sociedad, se constituye a base de la
prctica de dominacin, medios y recursos institucionales, proyeccin de horizontes para su rol y la disposicin de pautas de relacionamiento general.
Entre sus intelectualidades orgnicas hay la obsesin por sustraer el carcter del Estado moderno de sus cualidades, es decir,
de velar su forma histricamente desarrollada de montaje de una
inmensa maquinaria de relaciones en torno al poder poltico, econmico y social, redundante en la organizacin de las relaciones de
dominacin. Es una obsesin de descontextualizar los fenmenos
por los que se atraviesa nuestra realidad actual con la internacionalizacin del capital, con el podero de los grandes estados, con el
desarrollo de la oligarqua y de los monopolios. La idea bsica de
esas elites es argumentar la prdida de las cualidades estatales, la
degradacin e impotencia de la administracin pblica para cumplir su rol. De este modo se refleja la molestia de la mentalidad
financiera respecto de la condicin burocrtica del Estado y ante los
recursos sociales que dejan de entrar a las arcas burguesas; sin que
por un instante se desistan de apuntalar los roles estatales represivos
y guerreristas en el panorama internacional.
Sin embargo hasta estos fenmenos de depreciacin del Estado, dan pie a la configuracin de lo que acontece a nivel del mbito
estatal. Para nadie es un secreto el firme control que de ste en
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una sociedad)
areo, supercial, terrestre,
marmo, acufero,
Poblacin
subterrneo, recursos,
(Relaciones de regulacin y orden
desarrollos urbanos,
sobre la propiedad y la vida social)
produccin agrcola,
control social, constucin polca,
reservas de biomasa,
derecho, clases sociales,
comunicaciones
concentracin de la riqueza,
formacin y organizacin social,
mercado, propiedad privada, formas
de produccin, trabajo asalariado,
historia, cultura, religiones,
naciones, tnias.
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Es necesario que capturemos en su radio de accin estos aspectos. Podemos retomarlos como procesos de abstraccin de la condicin social humana:
Fenmenos de desposesin de la condicin humana
enajenacin
privacin del control
de la relacin
fechizacin
predominio
de las relaciones
entre las cosas
(cosicacin-reicacin)
invisivilizacin
imposibilidad
de apreciar
la relacin real
alienacin
asimilacin
a la relacin
dominante
tar (enajenacin), en tanto el otro quedaba en las tinieblas (alienacin). Tambin son notorias las propuestas metodolgicas con
alternancias de ambos trminos sin que se argumentase con sustento su designacin o eleccin. Por supuesto, otras iniciativas fueron rigurosamente mecnicas al elevar estas categoras al mbito
filosfico, obstruyendo la comprensin de procesos de los que se
debe dar cuenta en la marcha actual del capitalismo. Frente a tantas
propuestas con cierta razn se habl de una crisis conceptual por
falta de desarrollos integradores principalmente entre los conceptos
de enajenacin y alienacin.
Consideramos que las confusiones frecuentes se deben a una
insipiente ubicacin de los elementos que se abordan y su clasificacin inadecuada. En el caso del concepto de invisibilizacin su uso
frecuente ha sido establecido como simple resultado del movimiento de los primeros, o como una carencia de estos para contextualizar
otros elementos ausentes en los formulismos cerrados.
En el fondo de los conceptos expresados por Marx y Engels se
nos habla de extraacin, distanciamiento y exteriorizacin, pero
no debemos deslindarnos del problema a una cuestin de traduccin, debemos rearmar nuestros sentidos partiendo de esta base:
a) Resaltar un principio general que la sociedad capitalista
afianz como ninguna otra, la relacin social de dominacin
que requiere de estas armas material-espirituales.
b) La expresin de un estado de cosas que parte de una condicin material a los mbitos de la subjetividad, y que retorna
de ste a la objetividad hasta constituirse en una dinmica
integral.
c) Comprender el proceso superior en que ocurren estos fenmenos o procesos especficos garantes de un modo especial
de sustentar todas las relaciones sociales generales.
d) Percibir todos los mbitos en que discurre nuestro desvanecimiento como sujetos en el sistema.
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cionalidad de relaciones depredadoras del planeta, su contaminacin y degradacin de los ambientes naturales.
Cada vez que la conciencia asciende, que los proletarios y sectores populares combaten, reconquistan ms que simples reivindicaciones, inclusive cuando estas no se alcanzan, o en torno a procesos
sociales, artsticos, culturales de actividad grupal y an individual
con que se aviva el espritu libertario; conceden vislumbrar importantes destellos de luz de la humanidad mancillada que antes fueron
arrebatados, aferrndose a la vida, la dignidad y los sueos de un
futuro libre, de emancipacin social.
La contraofensiva de los poderosos nunca se hace esperar, asumen que son sabotajes contra su sistema, estn dispuestos a aceptar algunos usos y costumbres pero desvindolos de sus fines. Se
lanzan contra estas manifestaciones y contra todo reducto de la
condicin social humana en nuestros pueblos, su comunidad y su
tenacidad por mantener en pie.
Si bien es cierto que enajenacin alienacin y deshumanizacin
al grado que crean nuevos problemas para el capitalismo, por la
trayectoria de sus acciones puede decirse que la burguesa prefiere
lidiar con ellos, aprovecharlos, tomar su fuerza, crear nuevos escenarios de irracionalidad, si unas posiciones no le sirven (especialmente las frontales) trazar otras que aturdan ms los procesos, que
aletarguen las consecuencias; antes que enfrentarse a una situacin
de insurreccin revolucionaria de masas.
Establecida la triangulacin de estos elementos (1.- bases de la
explotacin capitalista, 2.- el Estado, 3.- los procesos de abstraccin
de la condicin social humana) que trasmiten las pautas fundamentales del sistema capitalista mundial pasamos a un siguiente aspecto del desenvolvimiento conceptual sobre el sistema de relaciones
capitalistas.
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Suscritas dichas lneas en relaciones sociales concretas (polticas y econmicas fundamentalmente) por vas objetivas o subjetivas, luego reproducidas al conjunto de las relaciones sociales (religiosas, de educacin, entre otras), dando cauce a la hegemona de la
clase burguesa; entraan los puntos de partida a la problematizacin
y deshumanizacin de las relaciones sociales generales.
La relacin social muestra su naturaleza y contradiccin, sustentada en una necesidad desarticulada hasta construir un mecanismo
desquiciado por los intereses capitalistas. Envuelve as sus distintos
actos, fenmenos o procesos en complicadas maniobras incapaces
de resolver sus dinmicas.
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varan consigo los conflictos entre la sociedad y el individuo, entre relaciones muertas y vivas, las estructuras para dominar y enriquecerse seran obsoletas, las relaciones tendran que ser ntidas
y congruentes en todos los planos con las mltiples necesidades
humanas.
Una conexin inter-relacional de interferencias
Lo que significa que las relaciones sociales se estn dando en
una constante influencia y presencia entre ellas para agravar su desenvolvimiento. Una relacin suele presentar cadenas como esta:
poder-control-violencia-formacin.
Vayamos a nuestro singular y dantesco ejemplo, la generacin
de energa elctrica presenta fuertes caractersticas de contenido
militar, sin entrar en discusin acerca de sus verdaderos resultados
econmicos, lo que resalta en ella es el eje transportador de relaciones en torno a rentabilidad-reconversin-consentimiento de lo
militar a lo pacfico y viceversa.
En este seguimiento nos encontramos con una historia en que
bajo unas relaciones previas el avance cientfico postul determinados principios inmediatamente captados por los sectores militares estratgicos, hasta la creacin de las primeras bombas y posteriormente la canalizacin del proceso a las inversiones y ganancias
en la construccin de reactores nucleares para submarinos (Westinghause con el Reactor de Agua Presurizada) y plantas generadoras de energa elctrica (General Electric con el Reactor de Agua
Hirviendo), considerando la competencia y otras relaciones ah
implicadas, adems de otros diseos europeos, Estados Unidos interferira por diversos mecanismos hasta imponer en la mayora sus
propios diseos a nivel internacional, reforzando tendencias relacionales monopolistas para la energa nuclear, asegurndose el crecimiento desmedido de su monstruosa hegemona nuclear imperial
y la comparsa en sus aventuras, posibles mejores modelos seran
desechados por desacoplarse a los patrones dominantes.
La implantacin de un ciclo para hacer circular los recursos
acumulados en el campo armamentstico en investigacin, materia
prima y personal hacia la generacin de ganancias; al tiempo que
se revitaliza la industria militar gracias a la experimentacin con
energa nuclear en los reactores de nueva generacin, aumento de
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te con estruendo para que nadie ose cuestionar los poderes fcticos
de quienes controlan la energa atmica.
Alegando la poltica de seguridad mundial el lobby nuclear
como expresin poltica de las potencias pretende impedir que los
pueblos o siquiera sus gobiernos enfrenten los trminos en que tiene lugar la extraccin de minerales radiactivos, la construccin de
plantas nucleares, la tecnologa aplicable, el almacenamiento de
deshechos, la radiacin en general que desde 1942 se nos impuso,
la propagacin de enfermedades y muertes por radiacin, la tica
de las compaas, o la fascinante difusin cinematogrfica, y del
entretenimiento televisivo, llevando al surrealismo, la poltica de
hechos consumados y la falsa sensibilidad empresarial.
Vemos cmo se manifiesta una de las geniales deducciones de
Marx y Engels Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada poca; o, dicho en otros trminos, la clase que
ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo
tiempo, su poder espiritual dominante. (La Ideologa Alemana).
Cuntas veces vemos a diario este mecanismo problematizador en
que ya sea por conjeturas o por hechos reales, las relaciones dominantes se disparan a la toma de decisiones y nuevos actos enmarcados en contextos opresivos, de los mecanismos impulsores con que
los conflictos se proyectan mas no se solucionan. En este caso el
juego macabro de lo nuclear resulta ser la peor de las recreaciones
de la relacionalidad burguesa, si se quiere tambin de su racionalidad e irracionalidad.
Bloqueo de los canales de escape a sus presiones
El sistema de relaciones econmicas por ejemplo tensa todas las
fuerzas sociales a la estrategia de acumulacin obstruyendo cualquier posibilidad o brecha que permita nuevas relaciones o que las
actuales se reacomoden de acuerdo a perspectivas que temporalmente aligeren la carga.
Otro caso son los sistemas de control-coaccin poltico y meditico que atenazan los conflictos de clases a un mximo nunca
visto. Lo que conlleva a que todas las relaciones sociales presenten
dificultades, expresndose un complicado dilema relacional en los
procesos del capitalismo sujetos a un estira y afloja continuos sin
romper con sus fundamentos.
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problemaacin
de la vida
explotacin
opresin
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Amenazas que en su teln de fondo delatan una profunda reestructuracin de los frutos, los actos y conflictos del capitalismo.
Trance por dems peligroso en el que se debe tomar la delantera
para la reconstitucin de la explicacin causal ntegra y compleja
de los problemas del capitalismo y la revolucin.
La ilustracin que nos dispensa el quehacer popular lleva a tomar en cuenta tal cnclave de situaciones a efecto de no casarse
con la clsica sumatoria, el enlistado de partes que nos arrastrara
a quedar discapacitados para ver el conjunto de problemas involucrados, sus duplicidades en estos y las posibilidades de solucin
revolucionaria de masas.
Partiremos de las amenazas dado que describen en el nivel inmediato el entorno problemtico del desarrollo actual del sistema
proporcionndonos una ordenacin abierta y amplia de las mismas
y la posibilidad de que nos creen vas ms anchas para explicarnos
la convulsin social que nos acontece.
All a la distancia, lejos, en la ultratumba, los cautivos de las
prevenciones, las suspicacias insufribles y las descalificaciones de
doctrinarismos arrogantes contra cualquier esfuerzo que irrumpa en
sus ilusiones, ya han hecho demasiado dao con sus incongruencias
e incapacidades. Proponemos este punto de partida porque precisamente podemos reubicar las amenazas del capitalismo en torno a
esas dimensiones e interacciones.
Simplificamos en el siguiente esquema el compendio de vulnerabilidades generales del sistema, remitindonos en este caso con
exclusividad al estatus existente ya que es el punto que se condiciona resaltar:
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Orgnicas
Amenazas de
ullaterales
Sendo de diversidad
implosin como
en los problemas a que
situacin en la que sus
nos enfrentamos en todos
s o p o r te s s e d e b i l i ta n
los mbitos de nuestra vida
(acumulacin de capital y
en sociedad (crisis
connuidad de sus ciclos)
econmicas, crisis
nacin tras nacin,
alimentaria, catstrofe
extremo por extremo;
ecolgica, crisis de la
reduciendo sus
polca burguesa e
posibilidades de desarrollo
imperialista en parcular,
y de contencin de las
choque de civilizaciones,
l u c h a s p o p u l a re s p o r
conictos religiosos,
reivindicaciones
formas de acumulacin
econmicas, polcas y
parcularmente violenta);
sociales.
a f e c t a n d o
Insolvencia frente a las
inmediatamente la
explosiones exteriores
estabilidad de nuestras
(guerras de rapia, guerras
sociedades.
civiles, crisis y protestas
Sendo de la transferencia
polcas) como situacin
de problemas de unas a
en que todo po de
otras esferas (tomemos
c o n t r a p e s o s y
slo las crisis econmicas
antagonismos salen a la luz
que alteran la polca o
y se despliegan;
crisis polcas que alteran
restringiendo sus
la economa, problemas
p e r s p e c v a s
ecolgicos que de ecos se
globalizadoras.
convierten en ejes de
desviacin a dicultades
sociales); generando
inseguridad y
desconanza sobre
el futuro
humano
Estratgicas
Respecto de las
tendencias al cambio en la
correlacin de fuerzas
imperialistas, la alteracin
d e l o s m a n d o s
hegemnicos y sus
impactos en la polca
imperialista mundial hacia
s u ra d i c a l i za c i n p o r
bloques.
Respecto de la reapertura
del proceso de lucha de
clases, revoluciones
sociales y proletarias, con
el obligado giro en los
acontecimientos
mundiales hacia cambios
posivos y revolucionarios
por la humanidad.
290
Ahora bien, en el esquema se echa de ver que hay un entrelazamiento de conceptos, as como nos lleva a ponderar someramente sobre los vnculos internos de las tres esferas consideradas.
El objetivo es rehacer nuestra habilidad para compensar cualquier
restriccin contra el aprovechamiento de los elementos de anlisis,
contra los repartos de filones de sntesis e instrumentales hechas
por diversas propuestas, y contra las segmentaciones impuestas que
impiden un trato multifactico de los problemas.
En esta misma tnica advirtamos, en materia de contradicciones,
el carcter de su eyeccin actual bajo un corrimiento y proyeccin
conjugados frente a su frgil interpretacin como pura linealidad
y prediccin. Interpretacin debida en razn de la influencia de un
rgimen que nos sustrae consecutivamente de la valoracin plena
de sus factores, cualidades y tendencias, y en razn tambin de las
estrecheces de apreciacin venidas de condiciones marginales que
no terminan de romperse definitivamente. Casos que en conjunto
inducen en muchos asuntos a la infraccin o la seduccin del argumento preferido y bien dotado de escrupulosidades asimismo arbitrarias contra los embrollos del capitalismo, pero atoradas en una
inclinacin mecnica.
Prosigamos sin desaprender, en el da a da puede verse que bajo
el capitalismo al reproducirse sus recursos y expandirse sus vnculos, tambin lo hacen sus intereses, sus contradicciones, con lo que
crecen y aceleran sus ciclos. Para empoderarse en otra escala, se
tornan porfiados sus instrumentos de penetracin, adaptacin, alojamiento, prescripciones, amenazas, conflictos, antagonismos.
El capitalismo mundial estrecha las expectativas para las mayoras populares, incrementa la explotacin y otras medidas de sustraccin de los recursos del trabajador, los mrgenes de soluciones
positivas se restringen, las necesidades insatisfechas aumentan;
todo, reflejo de las condiciones de produccin y desarrollo capitalista.
Una cuestin cuyo tratamiento slo se encamina a sucedneos
de satisfaccin y soporferos que pronto deben ser alternados debido al aprendizaje popular acelerado sobre los enemigos de clase.
Vertiginoso proceso en el cual los imperialistas alcanzan a concebir
una poltica geoestratgica de contencin a la oleada popular revo-
291
lucionaria.
Con este ltimo fenmeno se hace patente una poltica general
de contencin de las amenazas al sistema, as en instancias o niveles internacionales como en las esferas nacionales y locales, hemos
pasado de los supuestos de polticas liberales y neoliberales a las
evidencias de una tendencia mundial reaccionaria por mantener al
mundo bajo el dominio de las relaciones capitalistas en todos sus
mbitos.
Lo mismo en sus tendencias fascistas que en el resto de posturas
burguesas, ya no es simplemente el fenmeno con el que se combata en un punto del mundo a la amenaza comunista, sino la antisepsia contrarrevolucionaria y antipopular decadentes para la marcha
del sistema a como d lugar.
A este efecto el intervencionismo consumado es una de las expresiones sustentadas en los supuestos del globalismo, sin el menor
sonrojo los imperialistas actan sobre y contra los pueblos que osan
cuestionar sus delirios o a sus testaferros instalados a base del terror.
Nadie pecar de ignorancia sobre la funcin de la propaganda
meditica y artimaas de las polticas burguesas locales que cumplen otro tanto de cometidos para inyectar tranquilizantes, encubrir
y prolongar ms tiempo el imperio del capital.
Las fisuras se estn ensanchando irremediablemente por diversos puntos que como parte de esa actuacin de la clase dominante se
han pretendido poner como actos delirantes, irracionales, pero que
no han hecho ms que resaltar las irracionalidades superiores del
sistema contra las mayoras; cada accin individual o colectiva de
masas comienza a tener un peso especfico en la fractura estructural
del sistema, la ruptura de sus pactos sociales, sus concepciones religiosas y laicas, revelando las causas originales en las relaciones del
capital contra el trabajo.
El contexto social mundial
Convulsiones sociales iban y venan, apenas unas cuantas tuvieron repercusiones o contextos mundiales como fue el caso de las
grandes guerras, revoluciones y crisis mundiales, en todos los casos
sus tratamientos y rupturas tambin han estado presentes.
292
mundiales.
d) Un sistema mundial que atenaza las fuerzas productivas al
fin de lucro sin importar cualquier consecuencia social o natural.
e) Desequilibrio de los mecanismos de legitimacin democrtico burguesa ante la preponderancia del gran capital, la corrupcin institucionalizada en el escenario de la tcnica y
poltica de masas santificada en la ONU, la derechizacin y
descomposicin de sus gobiernos bajo control de instancias
financieras internacionales, la conduccin dictatorial, la sujecin de intereses democrticos a consideraciones polticas
emanadas desde arriba, los dilemas de la democracia representativa, el estado de bienestar y el sueo americano.
f) Opresin de las sociedades nacionales bajo intensas relaciones de fuerza frente a las grandes potencias, control que bajo
mltiples medios y formas que transfiere continuamente los
recursos o logros del trabajo humano a los centros del capital
financiero internacional.
g) Debilitamiento de la llamada sociedad civil frente a los aparatos estatales, instituciones, monopolios e instrumentos internacionales del gran capital.
h) Movimiento migratorio internacional en beneficio de las
principales potencias y mercados, atenazando o hundiendo
a los pueblos a la dependencia respectiva.
i) Asechanza burguesa tras formas de acumulacin originaria
y/o expansin mediante los recursos del narcotrfico, robo a
gran escala, trfico humano, crimen organizado o contrabando.
j) Poltica y geopoltica burguesas especialmente diseadas
por reas de preponderancia hegemnica como respuesta al
declive, la cada o el ascenso de viejas y nuevas potencias
imperialistas.
mantener inmensos mercados bajo control en aras de una supuesta integracin armoniosa del ciclo circadiano burgus.
l) Guerras de rapia, empleo de medidas terroristas, golpes de
estado, asesinatos polticos por todo el orbe, control de los
recursos estratgicos para la acumulacin capitalista fiscalizada desde los centros financieros.
m) Diseo de influencias ideolgicas, campaa meditica sistemtica las 24 horas del da, aplicacin de patrones de control
sicolgico, teoras del shock, para alterar la toma de conciencia entre los pueblos.
Derivando en una constante reestructuracin de toda nuestra
riqueza humana, que lleva en consecuencia la enajenacin a nuevos confines incluido la desincorporacin de nuestra historia y sus
conflictos sociales, el desarraigo de nuestra mltiple naturaleza antropolgica-social-biolgica-medioambiental-planetaria-universal,
y tambin la incapacidad de ver la solucin finalmente alcanzada
con el esfuerzo y vida del hombre sobre la posible satisfaccin de
nuestras necesidades, caminos de libertad y anhelos populares.
Estos elementos a la vez de ser parte de las tensiones, son generadores de intensas presiones sociales de fuego cruzado que obturan
todo retorno a la estabilizacin, llevan a un clima en que subyace
la inestabilidad como ambiente en que se reproduce el capitalismo
de hoy.
Toda esta desestabilizacin tiene su origen en las presiones desatadas tras la lucha por la hegemona mundial, la competencia de
los monopolios y el ejercicio continuo del poder del gran capital.
Son escasas las medidas de reforma que desde el sistema capitalista
se hacen, su fuerza se nulifica constantemente, cada vez es menor
la posibilidad de que sus reformas trasciendan frente al vigor de su
composicin mundial.
294
295
Formacin de
regiones con inters
mundial
Desarrollo del
mercado mundial
Alcances de los
niveles
destrucvos del
sistema
Al respecto, partidos, polticos del vociferado primer nivel, gobernantes, capas burguesas de importancia en los pases ms diversos, promueven en sus plataformas reivindicaciones reformistas,
ya sea en el papel, que no han alcanzado las metas pregonadas o
que definitivamente no han alcanzado a resolver los grandes problemas propuestos en el mbito democrtico burgus que se proponen; tanto debido a causas y compromisos externos como a la
dinmica superior en que se encuentra el capital financiero con sus
controles sobre sus naciones, sin embargo durante un tiempo fueron
respaldados con el beneficio de la duda teniendo xitos histricos
importantes.
Prevalece la agudizacin de los conflictos que as tras este medio se presentan en forma de crisis poltica, destruccin o disolucin
de sociedades especficas, crisis econmica, cultural, hegemnica,
orgnica, ecolgica, institucional, nacional, internacional, interimperialista, general, sistmica, estructural, del capital y sus agentes
dominantes.
296
297
Mucho se las ha descrito como fenmenos en s mismos especiales, aqu retomamos slo el contexto que las reduce como relaciones sociales que permiten ligar nuestra actividad sea entre los
hombres o frente a la naturaleza.
Las lneas en que se ensanchan nos hablan del tipo de relacin
social, su significacin y los procesos adyacentes podemos concentrarlas en su mapeo:
a) Relaciones sociales de produccin. Incremento de la masa
acumulada de capital en infraestructura y recursos financieros, el cambio tecnolgico en s, la reorganizacin interior
del proceso de produccin y la internacionalizacin del ciclo
productivo, que afirman la relacin capital-trabajo; difundieron y desdoblaron dichas relaciones con un amplio repertorio de mecanismos de vigilancia y explotacin.
b) Nuevos puntos de conexin. Se adquieren enlaces antes insospechados para las relaciones sociales en general dando
pie a otras nuevas de relativa importancia, como es el caso
de la informtica y las comunicaciones, (velocidad, integracin, conexin sin movilizacin ni desgaste, relacin automtica, organizacin y debate en red), las recreaciones masivas y conexiones circunstanciales.
c) Descubren causas agregadas. En sus ejes y pautas, como
las relaciones de poder desmenuzadas por todo el campo de
actividades humanas en que se identifican rasgos finos del
control y mecanismos de dominacin subsistentes que continan reproducindose en todo ambiente social.
d) Multiplican interferencias. Afectando su funcionamiento regular, tal es el caso de los refuerzos que por adoctrinamiento
acentuado, incremento de instituciones del aparato estatal,
distraccin empresarial, amagues, cultura poltica del gremio, a pesar del descontento retienen las discrepancias que
podran expresarse radicalmente.
e) Potenciacin de problemticas. En oposicin al aspecto anterior, tambin subyacen relaciones sociales que potencian
problemas, conflictos menores se extreman debido a la conjugacin de intereses creados, el descubrimiento de las im-
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299
Como se nos vienen revelando, los esquemas deben ser utilizados como herramientas, en este punto puede variarse la composicin de ejes y aspectos, lo primordial es considerar la variabilidad
de campos en que se manejan las relaciones sociales, su vala y la
centralidad que para el capitalismo tienen en tanto que refuerzan
la relacin fundamental, amplan su radio de accin y texturizan la
barbarie burguesa y despliegan el panorama de la vida social, recrea
las paradojas y contradicciones de la sociedad al tiempo que paraliza sus posibilidades humansticas de supervivencia y emancipacin
ms all de toda explotacin u opresin.
300
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Es importante por supuesto, tener en claro la emanacin del poder y las formas del sentido hegemnico, acabar con el retraso respecto a sus fenmenos e instrumentos. A falta de esa asimilacin, la
teora se asemejara a las limitaciones de la aviacin del s. XIX que
teniendo los medios, careca de su teora de la aerodinmica.
Las estructuras establecidas en nuestra manera de conocer, as
como aseguraron avances en lnea, tambin obstaculizaron el tipo
de avance revolucionario en la ciencia social como recurso para
hacer progresar pensamiento y accin, no es que no trajeran consigo buenos y valiosos resultados, sino que en la forma y cantidad
obtenidos resultaron insuficientes para las tareas y propsitos en el
entorno del sistema moderno.
Al precio de un universalismo formal podr argumentarse unas
condiciones para no retroalimentarse del conjunto. Un obstculo
para aprovechar lo que se aporta as en los pequeos medios como
en las tendencias que se disociaron de las premisas bsicas renunciando al sostn de banderas radicales con su innovacin ideolgica
desprendida muchas veces del sustento objetivo, aunque aportando
a las claves de avance en el entendimiento de las cosas.
Por su parte la secta en las diversas esferas sociales fue la respuesta frecuente a las incapacidades ante la ofensiva de un capitalismo avanzado y empeado en primer plano en aplastarla lucha proletaria. Ms que una contraofensiva, era la defensa marginal, la ltima
morada que sobretodo se propona la defensa del ideal antes que
concretar sus tareas, lo que no poda ms que llevar a infinidad de
relaciones grupales antes que dar pasos serios. Unas tras otras esas
formas sucumban, vctimas de la agresin capitalista, de los malos
tiempos para consolidarse, de la proliferacin en su seno de la vida
de secta, de las relaciones esquemticas con que deban operar, de
la involucin por sus problemticas, de la imposibilidad de romper
con el marco encajonado y la incapacidad de superar sus dinmicas.
Frente a los distintos planos de la vida social la defensa de la
teora revolucionaria no poda ms que convertirse en una cosa sesgada e incompleta, en correspondencia con el grupo, la escuela, la
secta, la corriente o el sector. Se le expuso a limitaciones de todo
tipo y prejuicios aberrantes, se cultivaron las tendencias ms por
307
han comprendido cuando levantan su rechazo a los sucesos histricos y las condiciones en que se desenvolvieron, por aquella falta de
elementos y exceso de juicios de la que hicimos alusin.
Cierto que se juzga los resultados y prcticas que se imponan
por las fuerzas sociales y sus estructuras, ello debe ser una labor
de siempre, anteponindose a cualquier irritacin, estamos ante los
frutos de la necesidad no superada, una dimensin olvidada, ante
circunstancias que no caba pensarse plenamente a falta de su maduracin insuficiente, si las interrogantes todava no se planteaban,
menos se presentaran las respuestas.
Hablar de poder es traer a colacin las implicaciones de la dominacin en que se organiza la actual sociedad, los aparatos del
Estado, su maquinaria completa, el poder econmico sobre los medios de produccin, el capital, la estructura social, las ideologas,
los seres humanos sujetos a esclavitud asalariada, la naturaleza y el
planeta mismo.
Hablar de hegemona es demarcar el campo de la supremaca
que sustenta el poder en todas sus formas, con sus relaciones de
mando, control y preponderancia, es llevar nuestra visin al plano
de la consolidacin de una direccin y unas condiciones determinantes para el sostenimiento y reproduccin del sistema y la clase
social dominante en ste.
Percibimos cunto se entrelazan ambos conceptos, cunto se
crean una interdependencia, sin perder de vista sus formas y el grado en que uno y otro ejercen su rol de primer plano, ninguno puede
llevarse al reduccionismo del juego mundial, aunque quiz ah sus
aspectos resalten ms que en ningn otro escenario, por obra de su
conjugacin y concentracin de sus fuerzas.
El problema de la hegemona como supremaca sobre la esencia
de los poderes establecidos, con sus formas y mecanismos, sobresale en el centro de los acontecimientos mundiales, tanto en su prctica como en el pensamiento, este es su aspecto visible, el prevalecer
de una clase social sobre otras es la naturaleza de la hegemona.
A la par de la accin popular contra el rostro visible de la hegemona imperante, tambin existen grandes esfuerzos por despejar
sus incgnitas, valiosos en tanto que tienden a demostrar el sentido
309
Anexo
Algunos anlisis
sobre las relaciones sociales
La relacin social est gobernada por tendencias de atraccin,
conduccin, integracin, cohesin y sus antagnicos; como se ha
visto, es una condicin de nuestra existencia histrica, por ello debemos apoyarnos en anlisis que globalicen sus marcos a la vez que
penetren en sus pormenores.
Para esto recordemos que todo anlisis social implica mtodos y
pensamientos en su campo de accin (praxis) sobre la realidad que
producimos y reproducimos, esto es:
existencia
relacin
interaccin
sociedad
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313
314
316
lgica
dialcca
materialismo
subjevidad
hermenuca
histrico
mtodo
pensamiento
procedimiento
sistemaador
humansca
crica
revolucionario
creavo
El pensamiento en este sentido nos lleva a la secuencia de articulacin constante de los fenmenos que vivimos, en tanto el mtodo guiar de manera consecuente el anlisis hasta que las implicaciones sean rematadas, y lo que se estudia sea asimilado. En ste
entronque ambos conceptos exigen un replanteamiento, no puede
hablarse de mtodo puro excluido de todo pensamiento social, ni
cabe referirse a pensamiento que intente abocarse a examinar la
cosa social si no cuenta con mtodos del tipo que sean; a menos
que en ambos casos nos quedemos acorralados a restricciones en el
campo del conocimiento.
Apuntamos hacia la concepcin integral de estos mtodos y
sistemas de pensamiento. Lo que nos han aportado las ciencias en
cuanto a pensamiento y mtodo nos indica que cada elemento tiene
mltiples relaciones con los otros de tal grado que su conexin potencia ms sus cualidades.
Pongamos un caso edificante, rebasando esa crtica maliciosa
de demostrar supuestos desfases, sustentndose ms en jerarquas,
instancias y observaciones sobre los errores, que en demostraciones especficas del contenido. El materialismo dialctico e histrico
317
las relaciones sociales fracturando esquematismos pero cuidndose de la fantasa. Contribuye a que la dialctica materialista profundice en nuevos mbitos rompiendo con los
esquemas de sobre lo ideolgico y reduccionismos dualistas
que se le incrustaron, ayuda a la inmersin activa de importantes aspectos de la subjetividad. Da a la hermenutica la
perspectiva de enfocar procesos ideolgicos en su impacto
y desenvolvimiento social. Plantea al materialismo la posibilidad de encontrar la interaccin dinmica de lo objetivosubjetivo y sus transferencias. Da a la crtica un mayor radio
de accin en el espectro social. Ante la cuestin revolucionaria le aporta al sujeto otros rasgos de protagonismo valiosos
para las condiciones actuales y su visibilizacin de las formas de opresin interior.
c) La lgica general mantendr un apoyo sostenido a la base
general del anlisis, la lgica formal y matemtica, sus principios generales resultan fundamentales en el punto de partida de todo anlisis, por ms que se entiende restringidos
para las fases superiores de ste, tambin ah sus leyes hacen
presencia, no puede desdearse su facultad de razn en pensamiento y mtodo.
d) La crtica vigorizar el enfoque a un cuestionamiento de todos los actores y sus circunstancias, posibilita a cada mtodo
y pensamiento trazar mapas concretos de su ejecucin. Proporciona la condicin que obliga a cada elemento enfrentar
su crtica social y su radical autocrtica. Ahora que se destaca
el pensamiento crtico como un sistema especfico, resaltamos los lineamientos que expanden sus atributos a todos los
mtodos a la vez que proponemos lleve estos mismos a su
interior.
e) La hermenutica inspirar profundidad sobre los contextos,
dar a la dialctica materialista y el historicismo la facultad
de que los contextos sean panormicas flexibles, multifacticas, de varios niveles y dinmicas en lugar del tradicional
esquematismo con sus sumatorias habituales; dar a la subjetividad otro piso para que sus consideraciones y otroriedad
sean replanteadas sobre lo que los contextos le influyen; dar
a la lgica general un claro escenario con sus atributos y
319
limitantes de apreciacin; permitir que el factor de la crtica no se desborde sin propsitos clasistas, o se limite a las
prioridades inmediatas de la vida social.
f) El rasgo creativo, por mucho que suele asegurarse ser parte
constituyente de cada mtodo cientfico social, no deja de
contemplarse en una atmsfera mgica, con lo cual generalmente solemos quedarnos al margen de toda creatividad haciendo gala de doctrinarismo. En sus postulados lo creativo
es una ruptura constante con lo establecido, aunque se apoya en las realidades, siendo su consecuencia ms ambiciosa
para superarse y proyectarse nuevos. Es proponerse romper
la rutina de las fuerzas dominantes a base de trabajar continuamente para que los cambios puedan darse por alguna de
sus fisuras hasta estallar el sistema siendo capaces de crear
un mundo nuevo arrancando la falsa premisa de que ste tendra que llegar por s mismo. Es hacer que los enfoques de
mtodo y pensamiento tengan nuevos puntos de apoyo para
organizar y transformar las relaciones de los pueblos.
g) Todo descubrimiento de mtodo y pensamiento encierra en
su ncleo algo de revolucionario, que ha dejado de ser patrimonio de uno u otro, sin descartar que algunos lo exhiben
como sustancia fundida en sus planteamientos. Los mtodos suelen revolucionar uno u otro aspecto del anlisis, o
la totalidad si se quiere, sin embargo hoy estn sometidos
a esta necesidad social, la realidad es acuciante al respecto, no basta con la vieja denuncia esquemtica, esta misma
debe revolucionar sus formas e instrumentos, debe bajar de
la congratulacin reduccionista apostndose en el desmenuzamiento de los fenmenos y la gua para su revolucin real.
El pensamiento revolucionario en la metodologa conduce a
poner de manifiesto todo el universo de las relaciones sociales con el objetivo de trazarnos su misma revolucin.
h) La humanstica como forma de trascendencia que recoge
la sensibilidad habida en nuestra historia para plantearse la
batalla permanente por la vida de una sociedad libre, emancipada de relaciones opresivas, con el bien comn como
bandera, debe estar en impresa en la labor metdica y de
320
y necesaria para comprender su funcionamiento y las problemticas que le surgen en sus mltiples componentes antes impensables
porque sencillamente no existan, como tampoco existan las altas y
bajas interacciones modernas.
Con lo indicado nos queda adems el papel que juega la correlacin metodolgica en sus corrientes de procedimiento, para la
necesaria fluidez que asimile sus confluencias, divergencias, fronteras, posibilidades y complementariedades en un campo superior
de aprovechamiento de sus logros y de otra concepcin de su pensamiento conjugado.
Es cierto que sobre de estas se ha dicho tanto de sus aciertos
como de sus inconsistencias, cada pensamiento ha salido a cuestionar lo suyo, pero hasta el momento la idea relacional esencial era la
de mantener las cosas como estaban, cada quien por su camino, se
reforzaban sus herramientas, se blindaban de influencias disolventes, se empataban algunos procedimientos controlables, y el empleo
de los mtodos se vea constreido a ciertos lineamientos
Tal cuestin gira en torno al esfuerzo emprico para la generacin evolutiva de concepciones ms claras (pasos experimentales),
en la puntualizacin crtico evolutiva de paso a nuevas formulaciones demarcando las distintas posturas (pasos del anlisis terico),
en la reflexin-imaginacin creadora concretizante de posicionamiento en los nuevos panoramas con amplias visiones de asimilacin (anlisis creativos), y en el replanteamiento de los hechos, sus
resultados y nuestras ideas para el cambio profundo (ejercicio de
revolucionario).
322
Son varias las teoras que intentan describir los problemas, apoyndose en segmentos significativos de unas u otras relaciones para
reconstituir los hechos, acomodndolos en sus disputas e intentos
por lograr cierta prioridad analtica, obteniendo sin duda valiosos
resultados.
A travs de la historia hemos recibido planteamientos de distinto
orden respecto de las relaciones y sus marcos siempre temporales:
En Aristteles no
se admite
denicin, pero se
sosene su
naturaleza en "lo
polco
En Rousseau es un
contrato social
externo para la
comunidad de los
hombres
En Hegel la
relacin ene su
eje en la idea
dialecsada del
individuo
Weber sita la
relacin en la
fenomenologa
capitalista y la
reicacin del
sistema egosta
323
3. Determinismo economicista
La nocin determinista econmica se promueve en todas las
ciencias sociales para determinar-cuantificar linealmente las dependencias econmicas de todas las relaciones sociales. Al margen de
reavivar antiqusimas controversias, es necesario ajustar algunas
325
en aras de un supuesto equilibrio de la balanza o relacin de importancia piramidal entre el conjunto de aspectos que configuran la
totalidad social fenomenolgica. En resumen se ostenta la idea de la
economa vista como simple factor, prioritario para unos, para otros
uno ms, pero la cuestin est en que se ha cado en esta degradacin de las relaciones sociales de produccin como factor.
De ah que el trmino determinismo a todos nos da grima, siendo explotarlo con relativa facilidad para despachar cualquier propsito (correcto o incorrecto) de acodar sus lneas en direccin de las
relaciones econmicas.
328
formaciones o condiciones sociales concretas, lo que puede traducirse en interpretaciones mecnicas sobre la historia de los pases o
regiones, determinismos econmicos sobre sociedades complejas
ya desaparecidas, adems, en diversos casos la redefinicin economicista de las teoras sociales.
Sinopsis del eje determinista
Realidad
unidimensional
Comportamiento
predecible
La intervencin de otros
"factores" se considera
puramente de complemento o
relleno de la materia
econmica
El futuro est
determinado
Las cosas responden a
premisas cerradas, deben
suceder hasta llevarnos a otra
situacin por acumulacin, de
lo obevo a lo subevo, del
capitalismo al socialismo, del
atraso al progreso
frutos especficos. As entonces, aunque inicialmente supieron reflejar las tareas por llevar concrecin y resaltar el papel de los elementos econmicos en el capitalismo, quedaron encadenadas a sus
conquistas y procesos; volvindose contestatarias de frente a otros
logros en los saberes de lo social y en la misma prctica de otras
reas hoy tan valiosas en la experiencia humana como pueden ser
las relaciones de organizacin.
Mas disponer del determinismo en el mismo sentido nos prestara un mal servicio en la conceptualizacin de las relaciones sociales en general y a las econmicas primordialmente, derivndolas en ordenaciones de una sola proyeccin, de por s duramente
cuestionadas por ponerse a morder la cola. Sin embargo insistimos
en no juzgar la causa de su problema sustancial determinista, generalmente como contemplacin atrasada o inexperta de la sociedad en un psimo ajuste de cuentas que otros determinismos y universalismos le han pretendido propinar, lo que habla mal de estos
situndose como deterministas en la crtica del determinismo. El
determinismo se apoya para empujar unas contradicciones, tendencias, intereses o aspiraciones.
Al mismo tiempo para solventar las presiones del mundo exterior, completando su mapa conceptual este mecanicismo del determinismo economicista acusa cualquier otra observacin en su
contra como desviacin ideolgica, ya sea por:
a) Acomodarse a los esquematismos habituales, como puntos
que se considera fuertes de su pensamiento.
b) Porque se autoevala como lneas nicas e indiscutibles.
c) Porque no desea indagar ni apercibirse de las evidencias sobre todas las relaciones sociales existentes.
d) Porque adems no est en su inters interpretativo el enfrentarse a la realidad, sino a tentativas de confinacin de sta.
e) A que lleg al punto estructural en que sus esquemas slo le
proporcionan las normas que desea y puede considerar.
Tomada de la prctica y condiciones pasadas del impulso burgus para establecer su orden, esta interpretacin viene a representar una mala pasada para todas las versiones fundamentalistas que la
330
comparten, sean de la ultraderecha neoliberal o de los tantos radicalismos verbales, puesto que termina ahogndose a s misma cuando
el mundo exterior se hace presente en la propia constitucin de las
relaciones econmicas cuya naturaleza vamos a ubicar en sus distintos aspectos y en el entorno de las relaciones sociales generales.
Su problema fue sujetarse a un romanticismo econmico debido
a la ausencia de planteamientos en la base relacional, pues todo lo
supedita a un principio general sin encontrar la forma de articular la
relacionalidad dominante en el todo de la sociedad capitalista. De
este modo la otra pugna en que se suscribe el determinismo entre
objetividad-subjetividad, estructura-superestructura que todo esto
enmarca, admite ubicar una limitante de fondo en la falta de estos
elementos: 1.- complementariedad relacional, 2.- penetracin medular de la esencia relacional dominante en todas las esferas de la
vida, 3.- dimensiones de las relaciones de produccin en la existencia humana. Tal es la limitante del esquematismo como medio
de dominacin. Sin embargo el sentido determinante multifactico
del conjunto de las relaciones sociales de produccin a pesar de las
distorsiones economicistas todava queda fuera del alcance de estos
rangos de anlisis, su carcter ser objeto de anlisis en el captulo
de las relaciones econmicas.
Los determinismos fueron recursos para despejar ciertos procesos u orgenes de las cosas, pero no debemos descartar el hecho
de que tambin son recursos polticos de ejercer supremaca, por lo
mismo ya no mas pueden proyectarse como mtodos generales del
anlisis social.
No todo puede ser execrable, el movimiento revolucionario est
seriamente fracturado, no es nuestro propsito agravar nada, sino
buscar la forma de salir de los problemas as sea renovndolo por
encima de sus tendencias actuales, cuestionando sus propias propuestas de regeneracin parcial nunca alcanzables ni satisfactorias
por estar impregnadas de mecanismos de afincar unas relaciones y
posiciones deterministas por encima de otras.
El determinismo lleva a un objetivismo vulgar que pierde rumbo en cuanto a la causalidad de procesos, relaciones o fenmenos
especficos en el intento de enfocarlos, los objetos se vuelven causa
ltima, los contextos son degradados a simples argumentos teatra331
4. Globalismo
De estas cabe cuestionarse que estamos eligiendo asuntos invisibles fuera de la estructura concreta de alguna corriente terica, o no
reclamadas como propias por parte de las escuelas de pensamiento,
es bien cierto, nadie se reclama determinista, sin embargo el determinismo existe, nadie se reclama interaccionista, a pesar de que
tambin se abrazan algunos de sus rasgos.
Nuestro trabajo gira en torno a puntos que venimos encontrando en el centro de diversos posicionamientos, de los cuales nos ha
interesado ms su debate que la confrontacin a ultranza, con la
aspiracin de atender su contenido difuso en un conjunto de teoras
en que se desarrolla, caso contrario nos encontraramos atrapados
por el anlisis de teoras especficas en lo sociolgico, lo sicolgico,
etc., de lo cual ya tenemos suficiente para nuestros fines, adems
que complica el rastreo del globalismo, o los subjetivismos por concentrarse en otros deberes.
Con esta salvedad que no pretende abstraerse de los hechos,
tan slo estar en condicin de ejercer un anlisis sobre los patrones
transversales del dependentismo en las relaciones sociales generales, continuamos nuestras acotaciones.
Otras concepciones emparentadas con la lnea de fondo de
captar las relaciones generales a tras luz de los llamados factores,
aseguran una vinculacin unidimensional de estas apostando que
332
olca
cultura
economa
sicologa
biolgia
hbitat
organicidad
Nadie en sus cabales se atrevera a contradecir estas correspondencias en la formacin del individuo o sus colectividades, que
indiscutiblemente componen una lnea vinculante, tendramos que
caer en el despropsito de una subversin de la ciencia y la realidad,
si bien de eso a engaarnos con que no existen los sesgos es mejor
ir a su puntualizacin.
Omitiendo los distintos ropajes con que se cubri el globalismo o interaccionismo (tanto como modernismo o como retorno
a un Marx con atuendo de socilogo); el espacio de comprensin
fue asaltado por ste como medio de fundamentar los ambientes
sociales que se generaban al comps del despliegue capitalista, en
la medida que el determinismo se enfrentaba a serias problemticas
respecto de estos rubros:
a) Su debilidad para de atender los nuevos temas ms que al
precio de hacer de ellos una uniformidad.
b) Que haca crisis al quedar fuera de su alcance la asimilacin
de procesos sociolgicos, ideolgicos y sicolgicos, tanto
cuanto era llevado a los excesos de slo responder con polticas economicistas.
c) O su imposibilidad de contrarrestar suficientemente las etiquetas, faltas de toda clase y prejuicios que se le aadan.
Aunque el determinismo hay que dejarlo quieto, la cuestin
es que en la pugna con ste como se fortalecieron las nuevas teoras la interaccin. La exaltacin del interaccionismo afect hasta
el concepto de sujeto social en sentidos que van desde lo aclasista, semiclasista, sectorizacin, hasta la ciudadanizacin, pues por
333
muy innovador que pueda sonar plantea reservas contra conceptos claramente definidos, sobre nuestro lugar en la sociedad para
acolchonarlo, lo mismo que menguar a la propia naturaleza de sus
antagonismos.
Los casos sintomticos estn en que aprovechando los extravos
del determinismo en su cuadratura, llegado al extremo de reducir la
clase proletaria a su clase obrera industrial por acomodarle mejor a
sus conceptos economicistas; el interaccionismo se encontr con las
manos libres para intentar la suya versin en el tema acomodando
el concepto del proletariado al pauper o pobre para disolver el antagonismo clasista y hablarnos de la marginalidad del otro, de sus
mltiples condiciones, del estar afuera de todo con su subjetividad
a cuestas, de la exclusin considerada obra aparte de la proletarizacin, que le lleva a rehacerse con su cultura. Desmemoriando
las realidades de la produccin social, lo mismo el hecho de que
la exclusin es un producto sui gneris de la proletarizacin en la
situacin de los pases neocoloniales, forma peculiar de extremar
las condiciones crticas de la clase proletaria haciendo heterognea
su existencia en la marginacin.
Se nos acostumbr tanto a enfocar las cosas de esta suerte que
resulta inesperado se cuestione sus fundamentos, la literatura de
este contenido est extendida a todas las ciencias sociales, en donde indiscutiblemente aporta a su ordenacin, contribuye significativamente a establecer mltiples lazos entre estas, su penetracin
se desprende en programas acadmicos sustentantes de patrones
ideolgicos integracionistas que pretenden comparar manzanas con
manzanas, hacer irrelevantes los contenidos y categoras de las relaciones sociales concretas.
La relacin social en sus procesos vinculantes, interaccionistas
como hemos visto hace parte de una realidad. El problema no est
en buscar las conexiones mostradas en el cuadro sobre la vinculacin fenomnica, estas existen y deben atenderse obligadamente,
el problema consiste en quedarnos en sta a modo de extensiones
interdependientes, realidad mxima del fenmeno o proceso en estudio para no pisar el duro terreno de las relaciones donde se marcan
los relieves: que tengan tal o cual distribucin, tal o cual disposicin, que escenifican su propia existencia, que delimitan su actuacin para determinados contextos burgueses.
334
Sin intentar negar su valor, pero para mostrar la situacin condicional y el margen de maniobra, recurrimos a la muestra de un grupo de trabajadoras sociales preocupadas (encargadas dentro de un
programa oficial) por la inseguridad de la poblacin, que recurran
a datos indicativos sobre el aumento de la delincuencia afectando a
los ms pobres porque ah se cometan ms fechoras (robos, violencias de todo gnero), la organizacin de sus datos borr toda otra
forma y circunstancia de criminalidad, se asimil a la idea de que
los pobres se hacen un mayor dao entre s, su propuesta consisti
en el desarme de la poblacin, en su vigilancia, castigos severos,
en la concientizacin por decirlo as, cualquier otra propuesta la
rechaz e identific como inocua y saboteadora, las matrices socioeconmicas quedaron slo como repertorio manejable de entre
otros factores, que si la educacin, que si la desintegracin familiar,
que si los grupos preexistentes, mas no aparecan esas finas relaciones de poder que da la posesin de recursos, ni el escenario crtico
socioeconmico, ni las perspectivas de reorganizacin y concentracin criminal que frecuentemente provocan campaas de esa naturaleza o los peligros de atentar contra el inters popular, cualquier
premisa qued desenfocada por mezclar todos los factores sobre
las motivaciones de la inseguridad y quienes son responsables directos de ella, las causas originales no tuvieron culpables, ni forma
de atenderse ms que dentro de lo fenomenolgico, de la confianza
superior en los instrumentos y debilitada en las relaciones sociales
propiamente.
Aqu afrontamos otra distorsin que niega la anterior, aunque
esta tiene muchos ms rostros que los del determinismo econmico.
Funciona en ocasiones como coartada y perspectiva de ciertas capas
dominantes o intermedias para mantener el estatus de unas relaciones a las que se desea sustraer su vigor preponderante, aunque son a
menudo componentes de deslices de accin y apreciacin tambin
entre demcratas, progresistas, intelectuales y revolucionarios.
El interaccionismo as concebido se apoya en los procesos que
vinieron a diversificar la naturaleza del capitalismo como los siguientes:
a) El movimiento contradictorio y regresivo de las relaciones
sociales en el imperialismo, hacia la generacin de expec-
335
Este ejercicio modernista fue amplificado en su radio de averiguaciones bajo una condicin acumulativa de gran riqueza ideolgica con varias dcadas de auge en toda la segunda mitad del siglo
XX para eso de la historia de las ideas. Se conjugaron el desarrollo
de patrones para la dinmica capitalista, el progreso de la poltica
imperialista de interconexin tutelada por Estados Unidos, la masificacin de diversos sectores sociales y el fortalecimiento del papel
de estos.
c) La direccionalidad infundida al desarrollo de las ciencias hacia su colaboracionismo y el ejercicio de elite intelectual en
cada ramo.
d) Y el impulso multilateral de sus fuerzas tras el empleo de
todo recurso que beneficie sus intereses acumulativos as en
el capital, la cultura o el conocimiento.
Puede recapitularse el espacio de su aparicin cuando diversos
fenmenos estancaron las luchas sociales, se lleg a ciertos lmites
del desarrollismo postulndose el post-industrialismo y sus visiones
modernistas, al tiempo que potentes movimientos sociales se desplegaron en nuevos contextos y sectores con demandas especiales
con una base sustentable ante los cuales la respuesta oficial sera
enfocarlos con el criterio de que no ponan en disputa la posesin de
los medios de produccin, sino otras demandas que aparentemente
podan manejarse en y con otras categoras.
Condiciones histricas, circunstancias, rostros de la sociedad y
expresiones antes impensables, limitados en su existencia, o simple
y llanamente inasequibles a la composicin previa de la sociedad;
que a falta de una nueva respuesta revolucionaria en su primer momento, sirvieron como caldo de cultivo para intentar desembarazarse de ciertas inconveniencias tales como las premisas indispensables que constituyen la sociedad y las luchas que entraa.
La intencin modernista sostiene que nada puede disputar ya un
grado de valor mayor que el resto de factores, sino tendr que equilibrarse la balanza al gusto intelectualista o de las socialdemocracias de nueva generacin; fortalecidos en el marco del denominado
post-industrialismo que no pudo ser enfrentado como los anteriores
puntos de anlisis. Donde se aprecia su vulnerabilidad que as como
en el determinismo anterior, es en que no advierte la especificidad
y contenido de las relaciones sociales dominantes aplicadas en los
distintos terrenos, suponindolas variables dadas, evolutivas pero
336
5. El subjetivismo
Por otro lado, ahora difundindose en tantas ideas desde lo abstracto a lo ms prctico, tenemos las interpretaciones que certifican el valor del espritu, el predominio de lo subjetivo como medio
relacionante. Concepciones que al igual del resto tienen auges y
crisis de acuerdo con las circunstancias y la retroalimentacin que
sean capaces de efectuar. As el subjetivismo se beneficia de las
otras concepciones para catapultar su discurso dentro de la espiral
de relaciones sociales, en pro de correspondencia y preponderancia.
Con su tradicin a cuestas en el hacer de patrones vinculantes,
tanto en las ciencias, las teoras, las filosofas, como en las teolo338
gas, los destellos subjetivistas parpadean con persistencia, posibilitando que nos cuestionemos justo su naturaleza por encima de los
esquemas y crticas de rigor.
Concisamente cabe resaltar que en las ideologas dominantes
y religiosas el subjetivismo es un arma que data de mucho tiempo
atrs, afincado entre:
a) Lo ineluctable del conflicto social que direcciona el esfuerzo
de las capas dominantes y los sectores dependientes de su
rgimen, a sortear sus realidades.
b) Lo forzoso de las condiciones de error que inclinan la accin
a transitar por mbitos de la subjetividad y la exigencia especulativa que corrobora el recurso de creencias y razonamientos de todo gnero.
Del subjetivismo existen referencias al por mayor, para hacer
aquello fuera del perol, por eso queremos dedicarnos a los caracteres especficos con que en pocas ms recientes cobr impulso.
Fue hacia fines del siglo pasado que ste tuvo su revuelo ms
all de sus esferas tradicionales. A partir de ah los escenarios para
su adopcin se prefiguraron, el subjetivismo no subi a escena simplemente como por un llamado de la historia; con un sistema mil
veces ms opresivo, la diversidad y aceleracin de todas las relaciones, el subjetivismo se forj e hizo indispensable a mayor escala
y diseo.
Con la internacionalizacin de las relaciones sociales capitalistas, en el sistema mundialmente construido entonces el subjetivismo
encontr precisin y nuevos ejes sobre los cuales sustentarse entre
el desvi de intereses, la manipulacin de esas mismas relaciones
sociales, y el incremento en el rol de las subjetividades, para juzgar
todos los rasgos de la relacin social, enhuesando soberanamente a
las academias.
No estamos asegurando que el subjetivismo moderno haya nacido puro como teora especial, sino que presentaba sus propios antagnicos, bajo los que fue desarrollndose. En el modelo de Freud
encontraremos tanto un cuestionamiento de la opresin del individuo como la subjetivizacin de dicho estado de opresin hacia la
infancia, el comportamiento y los complejos por ejemplo.
339
Previamente el subjetivismo trajo a colacin elementos cuestionables, en tanto fueron las capas rancias quienes se apoyaban en l
con mayor ahnco, con dios como su apoderado para afirmar su dominio social; la diferencia de la sicologa freudiana indudablemente
cre en ello una ruptura, su nuevo subjetivismo fue punto de ataque
desde la derecha y la izquierda, lo seguro es que as haya sido con
una notoria debilidad sociolgica, llev a colacin aspectos de gran
valor asumiendo al individuo en una sociedad humana.
Los campos propios del subjetivismo siempre han tenido dificultades agudas de argumentacin, unos como las religiones los
llevan en su propia consistencia, otros bregan en pos de su afianzamiento en la base cientfica, tal es el caso de los problemas para el
desarrollo de la sicologa que padece ms la recurrente inmersin
en el subjetivismo a travs de ramales seudocientficos, ante las circunstancias de su trabajo de atencin a la subjetividad.
Sin eximir de pecados, no se debe negar que el subjetivismo juega su papel en el desarrollo del pensamiento, as sea por error, que
no es el nico caso, cuando escasea el material concreto, pero existen premisas de investigacin sobre los fenmenos, el subjetivismo
da pie a escrutar perspectivas que si bien no pueden tomarse como
irrefutables, deben considerarse en la estimacin de las relaciones
propias o ajenas.
340
del marxismo como sistema terico que les da forma. Los aportes
sobre las realidades especiales de los sectores sociales valen por s
mismos.
Por el caso que hemos atendido resaltamos que en s los problemas con el subjetivismo se remontan a la solidificacin de las nuevas condiciones, las relaciones en torno a lo poltico, lo individual,
la vida social, la esttica, el deporte, la religin, la sicologa, la ciencia mdica, la gentica o cualquiera del catlogo que no incluya el
tema econmico ms que en una escala degradada y sujeta a alguno
de sus despliegues; segn sus supuestos, las cuestiones subjetivas
habran pasado a ser la fuerza propulsora de nuestras sociedades,
lo que retornando al punto de entrada nos indica una concepcin
fincada en contrastar esa bipolaridad objetivo-subjetivo ms que en
identificar los sentidos de las relaciones sociales. Bipolaridad a la
cual le cuesta tanto enfocar el conflicto de los distintos ambientes
en que objetivismo y subjetivismo suelen estar ensartados, replanteando otras definiciones como es en las religiones que al tiempo de
sustentar una forma de opresin y subyugacin, implican cohesin
de lo social a travs de lo moral, que no por ello dejan de constituirse en opino de los pueblos, sino que ubican el escenario humano
histrico-cultural en que actan, influyen, pero que incluso contribuyen a construir y moldear.
Frente a la tensin en que discurren las relaciones sociales generales y el flujo de la tendencia a hacer prevalecer lo subjetivo, en la
liberacin del sujeto se formaron criterios para explotar la realidad,
enmarcados entre el optimismo y el pesimismo.
Muy contemporneo, muy conveniente tomando en cuenta que
as slo se combate la realidad inmediata en cuanto que cada cual se
enfrentara a su propio destino, pero se congenia entonces con toda
la realidad existente para permitir que las fuerzas dominantes no
encuentren reparos a su libre ejercicio de lo poltico y lo econmico
en tanto nos entregaramos a la filosofa, a curar las lceras en el
espejo.
De esta manera la categorizacin de la relacin social queda
supeditada al escenario particular en que se viva sin dar pauta a
mayores explicaciones, aligera su carga, se retrae de sus elemen-
343
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