El documento analiza las ideas educativas de José Martí, Manuel Ugarte y José Vasconcelos. Martí promovió una educación integral que desarrolle el espíritu y los sentimientos, así como el amor por la patria y la independencia. Ugarte consideraba que la educación debía consolidar la identidad nacional y promover la democracia, el trabajo y la integración social. Vasconcelos propuso organizar un "ejército de educadores" para llevar la educación al pueblo y sustituir al ejército destructivo.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
31 vistas6 páginas
El documento analiza las ideas educativas de José Martí, Manuel Ugarte y José Vasconcelos. Martí promovió una educación integral que desarrolle el espíritu y los sentimientos, así como el amor por la patria y la independencia. Ugarte consideraba que la educación debía consolidar la identidad nacional y promover la democracia, el trabajo y la integración social. Vasconcelos propuso organizar un "ejército de educadores" para llevar la educación al pueblo y sustituir al ejército destructivo.
El documento analiza las ideas educativas de José Martí, Manuel Ugarte y José Vasconcelos. Martí promovió una educación integral que desarrolle el espíritu y los sentimientos, así como el amor por la patria y la independencia. Ugarte consideraba que la educación debía consolidar la identidad nacional y promover la democracia, el trabajo y la integración social. Vasconcelos propuso organizar un "ejército de educadores" para llevar la educación al pueblo y sustituir al ejército destructivo.
El documento analiza las ideas educativas de José Martí, Manuel Ugarte y José Vasconcelos. Martí promovió una educación integral que desarrolle el espíritu y los sentimientos, así como el amor por la patria y la independencia. Ugarte consideraba que la educación debía consolidar la identidad nacional y promover la democracia, el trabajo y la integración social. Vasconcelos propuso organizar un "ejército de educadores" para llevar la educación al pueblo y sustituir al ejército destructivo.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6
BARRIOS, Miguel ngel.
El latinoamericanismo educativo en la perspectiva de
la integracin regional. Editorial Biblos. Coleccin Educacin y Sociedad. Ao 2011. CAPITULO 4: EL PROYECTO PEDAGGICO DE LA GENERACIN DEL 900. Jos Mart y la educacin para Nuestra Amrica La obra del cubano Jos Mart es testimonio de un raigal amor a la patria y compromiso con el destino de las naciones latinoamericanas. Uno de sus rasgos fundamentales es su carcter revolucionario que transit del anticolonialismo al antiimperialismo y est caracterizada por el humanismo prctico. El pensamiento de este autor puede calificarse de abierto, integrador, creativo y didctico, sin que se lo pueda etiquetar ni filiar en ninguna doctrina. Tom sus impresiones de la propia vida, la reflej sin moldes ni esquemas y con gran autonoma, aspecto que se expres en su ideario educativo. Manifest tambin una especial sensibilidad de respuesta a lo natural, de tomar la naturaleza como fuente de inspiracin y de conocimiento. Afirma que educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que lo ha antecedido, es hacer a cada hombre resumen del hombre viviente, hasta el da en que vive; es ponerlo al nivel de su tiempo, para que flote sobre l y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podr salir a flote; es preparar al hombre para la vida. El practicismo que defendi aparece como alternativa pedaggica ante la educacin memorista y enciclopedista, que provoca un acentuado divorcio de los problemas de la vida y las necesidades del hombre. Mart insisti en no brindar una educacin meramente prctica o utilitaria, que forme al hombre para el trabajo y con el excesivo afn en su existencia material, en olvido del cultivo de la forma bella de manifestacin del hombre: la espiritual. Sealo la importancia de educar para la paz, el desarrollo y la independencia. La concepcin martiana de la educacin refuerza la importancia de la educacin del espritu, de los sentimientos, del amor a la tierra en que naci, la necesidad de estimular la independencia de cada hombre en su formacin. Educar es preparar al hombre para la vida. Y se manifiesta a travs de un conjunto de lneas directrices que responden a un fundamento histricolgico a escala continental. Al sealar la condicin mestiza de Nuestra Amrica, Mart subraya algo medular de la identidad continental que son sus aspectos vitales y desde los que se debe formar al hombre para enriquecer esa identidad como algo vivo, siempre en crecimiento y desarrollo. Lo autctono, lo diferente y especifico, edifican una dimensin mayor hacia o para la que debe formarse el hombre.La situacin histrica en la que vivi Mart lo convierte en un caso sui gneris entre los pensadores y polticos latinoamericanos del siglo XIX; en efecto, lleva a su trmino la gesta iniciada por Bolvar. En el fondo pertenece a la generacin de los unificadores y es tambin precursor de la generacin del 900 y la segunda independencia, esta vez contra Estados Unidos. Para Mart conocer es resolver. Conocer el pas y gobernarlo conforme al conocimiento es el nico modo de librarlo de tiranas. La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de Amrica, de los incas ac, ha de ensearse al dedillo, aunque no se ensee la de los arcones de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. No es ms necesaria. Los polticos nacionales han de reemplazar a los polticos exticos. Su pensamiento prioriza y jerarquiza
una accin donde la educacin sea liberadora y no reproductora de
mecanismos de perpetuacin de subordinacin cultural. Manuel Ugarte: educar para consolidar la identidad nacional. La obra El porvenir de la Amrica espaola representa la maduracin del pensamiento latinoamericano de Manuel Ugarte y conforma un cuerpo terico y poltico que no abandonar hasta su muerte. El libro tiene gran repercusin en Europa y Amrica, donde la ocupacin norteamericana de Santo Domingo y de Nicaragua resultaba un buen caldo de cultivo para la tesis de Ugarte, que insista en su perspectiva nuclear: Nuestra Patria superior es la Amrica espaola. Los ejes medulares que plantea el autor pueden sintetizarse as: como latinoamericano, adems de su patria argentina tiene una patria superior constituida por la Amrica espaola, incluido Brasil, en una sola entidad superior. La tarea de la hora es poltica: hay que construir un bloque que rehaga la obra de Espaa y Portugal. Es el primero que plantea en trminos de accin poltica las estrategias de accin poltica de los Estados de Amrica Latina distinguiendo el papel tutelar que deben ejercer en el proceso integracionista la Argentina, Brasil, Chile y Mjico. Esta unidad cultural est acechada por un peligro: Estados Unidos, el pas al cual Ugarte respeta y admira por su enorme desarrollo, pero al que recrimina su actitud imperialista. Habla de una patria superior que es la Amrica espaola, nuestra nacionalidad final es el conjunto de hbitos, recuerdos y preferencias que arrancan de un origen comn, obedecen a iguales concepciones y se articulan en el mismo idioma. Afirma que un hombre no puede vivir fuera de la patria ms que en forma de parntesis. La plena posesin del ser no la recupera hasta estar de nuevo en contacto con su atmsfera y con sus paisajes. La patria es para las colectividades lo que para el hombre es la voz. La patria seguir siendo en este sentido un instrumento de independencia y una condicin indispensable para el desarrollo integral del hombre.El nacionalismo de Ugarte era implcitamente democrtico, gran crtico de las democracias restringidas latinoamericanas de ese momento. A mediados del siglo XIX en Amrica latina todo el conjunto de pensamiento que el cambio haba suscitado en Europa lleg por va intelectual de las minoras progresistas. El progreso fue la voz de orden. La instauracin de una legislacin laica y liberal, y, sobre todo, el desarrollo de la instruccin primaria para alfabetizar a las masas ignorantes se constituyeron en objetivos fundamentales. En Mjico, Brasil, Chile y Argentina el positivismo pedaggico adquiere una fuerza inusitada. Francisco Garca Caldern afirma que el positivismo establece un racionalismo limitado y vulgar, una nueva metafsica que otorga a las frmulas de la ciencia una verdad absoluta y exalta en la vida el egosmo, los intereses materiales y la desmedida persecucin de la riqueza. Ugarte interviene con una propuesta original respecto al problema educativo diciendo que ms importante que la generalizacin de los conocimientos, resulta la eleccin de los principios y las aspiraciones que deben presidir el parto de la conciencia nacional. Para l la educacin significa todo lo que concurre a suscitar hombres cada da ms tiles, superiores y perfectos. Esta abarca desde la alimentacin y la higiene, hasta las inducciones filosficas ms difciles. Al margen de lo que es puramente terico y en cierto modo acadmico, hay que hacer de la enseanza algo aplicable a la existencia,
teniendo presente que si de las aulas no salieran ms que profesores y
gobernantes, desaparecera el pas. Se necesitan hombres de empresa que se encaren con las necesidades colectivas y las llenen, multiplicando los manantiales de savia y dando a la Amrica espaola su verdadero empuje triunfal. Es necesario engendrar generaciones aptas para explotar las riquezas de nuestro suelo, llevando al grado mximo de desarrollo del grupo y romper con el prejuicio de las facultades que crean en pases que deben ser laboriosos o igualitarios por definicin, una especie de casta inmvil y parasitaria destinada en muchos casos a vivir de expedientes en una sociedad moderna y gil. Consideraba que el Estado era el nico que puede acabar con la desorientacin y el desmigajamiento que paraliza el empuje de la juventud. Su rol debe ser el del intervencionismo por el canal de lucha que ha tomado la vida actual. La colectividad modera los gestos individuales para proteger a sus miembros ms dbiles. La abstencin slo puede ser interpretada como un incentivo a la tirana. El Estado debe hacerse cargo de la cuestin social: todos los hombres deben tener la posibilidad de desarrollarse integralmente. El estado debe promover la participacin popular y convertirse en rgano fiscal para la distribucin equitativa de la riqueza. Ugarte entenda la educacin dentro de una concepcin poltica nacional latinoamericana y desde esa perspectiva deba ser el vnculo de cuatro dimensiones: Educar para la consolidacin de la identidad nacional. Educar para la democracia. Educar para el trabajo. Educar para la integracin y la equidad social. Considera que la religin es necesaria para los pueblos, que el catolicismo tiene que ser una de las fuerzas de la resistencia y el apoyo para contrarrestar la infiltracin norteamericana. La cultura pasa a constituir el conjunto de elementos materiales y espirituales de Latinoamrica y el catolicismo se constituye en una de las principales fuerzas aglutinantes de la cohesin nacional. Jos Vasconcelos y la organizacin de un ejrcito de educadores Vasconcelos y su movimiento poltico se inscriben dentro del proceso histrico de la Revolucin Mejicana. El carcter democrtico del proyecto vasconceliano est de manifiesto tanto en el modo de hacer su campaa presidencial como su programa de gobierno, durante 1929. Debido al fraude, perdi las elecciones, pero su influjo irradi en la poltica y la cultura mejicanas hasta su muerte. En 1920 fue nombrado rector de la Universidad Nacional de Mjico. En su discurso expres: la pobreza y la ignorancia son los peores enemigos. Yo no vengo a trabajar por la universidad, sino a pedir a la universidad que trabaje para el pueblo organicemos entonces el ejercito de educadores que sustituya al ejercito de los destructores y no descansemos hasta haber logrado que las jvenes abnegadas, que los hombres cultos, que los hroes de nuestra raza, se dediquen a servir los intereses de los desvalidos y se pongan a vivir entre ellos para ensearles hbitos de trabajo, de aseo, veneracin por la virtud, gusto por la belleza y esperanzas en sus propias almas. Ocup el cargo de Ministro de Educacin Pblica y se ech a cuestas la aventura de regenerar a un pueblo por la escuela. Su tarea alfabetizadora fue monumental; los resultados, bastantes esperanzadores. Vasconcelos cre las famosas misiones culturales. Se componan de un jefe, un trabajador social, experto en higiene, cuidados infantiles y primeros auxilios; un instructor de educacin fsica, un maestro de
msica, un especialista de artes manuales instruido para aprovechar los
recursos de cada regin, y un especialista en organizacin de escuelas y mtodos de enseanza. Todos los miembros de cada misin deban estudiar la geografa, la historia y antropologa de la regin a la que habran de ser enviados. Se hacia todo lo posible, con resultados sorprendentes a menudo, para preparar completamente a aquellos hombres y mujeres para su futuro trabajo. Gabriela Mistral estampa una de las declaraciones ms sintticas del proyecto vasconceliano que caracteriz la poca: realiza una sntesis tan admirable de las mejores ideas pedaggicas que dominan hoy en el mundo, que no ha podido menos que imponerse a la admiracin del continente. Su esfuerzo a favor de la enseanza del indio, la preponderancia de la educacin primaria sobre la universitaria y la ndole radicalmente prctica con la que se busca hacer de Mjico una nacin industrial de primer orden.Pedro Henrquez Urea y el humanismo hispanoamericano El dominicano fue profesor de Filosofa y Letras y el representante clsico del pensamiento humanista nacional hispanoamericano. En La patria de la justicia reaparece su conocida posicin antiimperialista, definida como un humanismo cultural hispanoamericano que exiga reformas sociales y polticas, puesto que su actitud rechazaba todo reduccionismo estetizante. El hombre universal con que soamos, a que aspira nuestra Amrica, no ser descartado, sabr gustar de todo, apreciar todos los matices, pero ser de su tierra: su tierra y no la ajena, le dar el gusto intenso de los sabores nativos y esa ser su mejor preparacin para gustar de todo lo que tenga sabor genuino, carcter propio. Pero el sabor genuino no vendr del nacionalismo poltico, se piensa en otro nacionalismo: el espiritual, el que nace de las cualidades de cada pueblo cuando se traduce en arte y pensamiento. Desde la perspectiva de Favaloro, quien fue su alumno, el ideal pedaggico de Henrquez Urea consista en formar jvenes con slidos principios ticos y morales, que los conocimientos sirvieran de base a normas de conducta que deberan quedar en las almas para siempre. Su concepto de aprendizaje: se piensa en la cultura social, ofrecida y dada realmente a todos y fundada en el trabajo: aprender no es slo aprender a conocer sino igualmente aprender a hacer. La UNESCO en 1996 reconceptualiza el sentido de la educacin afirmando que aprender no significa repetir sino aprender a hacer. El legado de Pedro Henrquez Urea se convierte as en universal. CAPITULO 5: LA ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO EDUCATIVO DE LA GENERACIN DEL 900 Y EL MODELO NACIONAL-SOCIAL El modelo nacional-social y la poltica educativa. La aceleracin del tiempo virtual impulsada por la revolucin digital mediante la unificacin en una pantalla del sonido, el texto y la imagen ha obligado a la mayora de los pases a replantear la lgica de la funcin de la educacin en la sociedad del conocimiento. La globalizacin resulta un proceso multidimensional de raz histrica irreversible, y que dentro de ella solamente podrn regular la lgica del mercado los Estados continentales industriales. La diferencia con el periodo de la bipolaridad (Estados Unidos y la Unin Sovitica) es que en la nueva etapa se contar con Estados continentales industriales que acten en diversos crculos culturales.La poltica mundial se ha desoccidentalizado. Un Estado continental industrial es un poder multidimensional que opera en espacios geoestratgicos continentales. Los
estados que se independizaron como consecuencia de la descolonizacin y de
sus propias revoluciones tomaron el camino necesario y nico de fortalecer su poder intangible: la cultura, para arremeter la conquista de poderes tangibles. Y lo lograron a travs de la apuesta a la educacin. En los procesos de reforma educativa en nuestra regin han predominado el modelo reduccionista escolar, pensado desde una lgica de la oferta y la demanda, o el modelo pedaggico, que hace hincapi en que el problema educativo se reduce al currculo, o sea a la didctica, o el modelo de gestin y participacin, donde llega a pensarse que una ley transforma las cosas de la noche a la maana. No se discute ni se plantea, en trminos polticos que vayan ms all de los discursos y las ilusiones a la regionalizacin de los estudios o a la integracin educativa. El modelo nacional-social se enraza con la cultura comn latinoamericana y debera perseguir cuatro ciudadanas: democrtica, social, intercultural y ambiental. Esas cuatro ciudadanas deberan tender hacia la conformacin del ciudadano sudamericano, persona que existe y coexiste, vive y convive en la geografa del futuro Estado continental industrial. Uno de los factores centrales de la falta de respuesta de la educacin a las actuales necesidades de un proyecto continentalista sea la ausencia de definiciones polticas y de un accionar instrumental estratgico en el mbito de un modelo nacional-social. La respuesta es poltica. Intentar avanzar en la sistematizacin de un conjunto de componentes del latinoamericanismo pedaggico en su origen, pasado, presente y actualidad en Mart, Ugarte, Vasconcelos y Henrquez Urea, en torno a quienes es posible el intento de una respuesta acerca de las principales funciones educativas en el tiempo de la globalizacin, recuperando la educacin como canal de la cultura en su reencuentro con el ser histrico mestizo. El modelo nacional-social no divorcia lo nacional de lo social en trminos de inclusin. Un elemento de la concepcin de la educacin en Mart, tpico comn con los dems integrantes de la generacin del 900, es observar que las necesidades, exigencias y vigencias de la vida, de los tiempos y de las sociedades, deben guiar la esencia de la preparacin que recibe el hombre en un momento determinado. Vasconcelos ha sido en el campo educativo el hombre de mayor accin prctica de los cuatro integrantes de la generacin analizada. Enrquez Urea enlaza la cultura del esfuerzo con el desarrollo personal. Hoy uno de los temas convocantes en el rea de la educacin consiste en buscar o recuperar el sentido del esfuerzo en el proceso de enseanza-aprendizaje ante una peligrosa cultura del facilismo que quiere instalarse.El modelo nacional-social es implcitamente democrtico porque la educacin crea ciudadana democrtica. Mart trat de estimular el inters por el conocimiento, la bsqueda por s mismo, como va de desarrollar en cada nio el autodidactismo y el crecimiento personal para ser sujeto libre y protagonista de su destino. Ugarte destac el rol del estado en la funcin social democratizadora de la educacin para la igualdad. Vasconcelos tuvo un gran compromiso con el pueblo. La educacin para l consiste en igualdad de oportunidades. Enrquez Urea conjuga el gran dilema del conocimiento en la globalizacin en su potencial de principal factor de produccin. La educacin no puede quedar reducida a ncleos de un nuevo despotismo ilustrado, la educacin verdadera es el nuevo nombre de la justicia social constituyendo la
utopa de Amrica. Una filosofa de la geocultura latinoamericana involucra un
pensamiento que atraviesa clima, suelo y tierra a contramano de la importada cultura libresca. Las propuestas de Mart, Ugarte, Vasconcelos y Henrquez Urea constituyen desafos pendientes: EDUCAR ES APRENDER A SER, APRENDER A HACER, APRENDER A EMPRENDER Y APRENDER A VIVIR.