3 Parabolas Bíblicas Con Imagen

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1.

El grano de mostaza: Mateo 13,31-32

Otra parbola les propuso. El


Reino
de
los
Cielos
es
semejante a un grano de
mostaza que tom un hombre y
lo sembr en su campo. Es
ciertamente ms pequea que
cualquier semilla, pero cuando
crece
es
mayor
que
las
hortalizas, y se hace rbol,
hasta el punto de que las aves
del cielo vienen y anidan en sus
ramas.

Las parbolas no son para ser explicadas. Son un flash! Entonces,


por qu est explicada la parbola del sembrador? Porque la
comunidad primitiva le puso explicacin. Jess no las explicaba. Jess
est traduciendo lo que l experimenta de Dios. Pero, cmo percibe
Jess la divinidad? Jess percibe la divinidad en lo silencioso,
humilde, pequeo. Si le acepto que si lo acepto, le parece una
maravilla, si no lo acepto, no protesta, no me enjuicia, Dios es
absolutamente silencioso, a la espera de cundo me abro a su accin
y a su gracia.

Lo que Jess experimenta es un Dios humilde, paciente, esperando


sin desesperar a ver cundo me abro, aguantndome. Sin la
experiencia de Jess las parbolas no tienen sentido. Ese es el
lenguaje de Jess: traducciones modestas de lo que acontece en l,
descritas sencillamente para quien les escucha.

2. La parbola del hijo prdigo: Lc. 15, 11-24

La parbola del Hijo prdigo es


imposible que sea de Jess, la
escribi Lucas (Lc 15, 11-31). El
lenguaje todo es de Lucas y tiene
enormes contenidos; ms an, la
parbola es una apologa de Jess.
Es para hablar del modo de orar de
Jess en forma ordinaria, por eso es
tan magistral.

La parbola del Buen samaritano (Lc.


11,25-37)tampoco
es
de
Jess
porque el buen samaritano es Jess
mismo y desde luego, l no la va a decir. Estas parbolas fueron
armadas por la comunidad, al estilo de Jess, pero ya en una forma
mucho ms extensa, yo sigo creyendo que el que quiera ir a fondo de
la experiencia de Jess, debe aferrarse a los smiles cortos. Esto ya se
deca desde 1920 : R. Bultmann

Veamos la parbola del sembrador que trae Marcos. Esta parbola no


la propone sino Marcos. Y se las propongo aqu porque est ms
cercana de la tradicin de Cafarnaum que es la que recoge Marcos, y
ms cercana de la realidad histrica de Jess.

3. Parbola del sembrador Mc. 4,26-29:

Tambin deca: El Reino


de Dios es como un
hombre que echa el grano
en la tierra; duerma o se
levante, de noche o de
da, el grano brota y
crece, sin que l sepa
cmo. La tierra da el fruto
por s misma; primero
hierba,
luego
espiga,
despus trigo abundante
en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la
hoz, porque ha llegado la siega.

Dicho en forma ms simple: Dios es como un grano de trigo que se


siembra y el sembrador no tiene que ponerle cuidado sino que el
grano crece solo. Dios trabaja las 24 horas del da aunque tu no
tomes conciencia de eso. Dios est permanentemente creando,
esperando, es el infinito aguante de Dios Creador frente a su criatura
porque la ama infinitamente. Est ms interesado Dios en m que yo
mismo en mi mismo. Jess habla as porque as experimenta a Dios.
Siente que Dios lo crea sin descanso, no suspende su accin
creadora. Constantemente habitando, crendome.

El contexto de la parbola es la experiencia de Jess mismo.


Entonces, volviendo a la parbola Dios es como un granito que se
siembra... y crece solo. Dios funciona creas o no en l, te empecates
o no, lo acojas o no lo acojas. Est obrando siempre. Ese es el Dios
real.

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