La Pasión de Mel Gibson (Revista Cristiandad)
La Pasión de Mel Gibson (Revista Cristiandad)
La Pasión de Mel Gibson (Revista Cristiandad)
1. Jim Caviezel dio este testimonio en el VIII Congreso Eucarstico de la archidicesis de Atlanta (tomado de
Aceprensa, 2 de abril de 2004).
sealado el bien que hace meditar la Pasin de Cristo. Porque en la meditacin de la Pasin descubrimos el gran amor de Cristo. La pelcula pretende,
por tanto, mostrar el sufrimiento de Cristo siendo
fiel a los relatos evanglicos. Muestra efectivamente la crueldad del hombre y el dolor de Cristo, con
algunas escenas realmente duras. Pero es que dura
fue la Pasin de Cristo. El mostrarlo no har ningn
dao, al contrario: har que mucha gente experimente
aquello de los Ejercicios de san Ignacio: entristecerme y dolerme de tanto dolor y de tanto padecer
de Cristo nuestro Seor. He odo el comentario de
personas que no queran verla por no ponerme a
llorar en un cine y creo que esto habla a su favor
segn aquel otro punto de los Ejercicios: Considerar lo que Cristo nuestro Seor padece en la humanidad o quiere padecer, segn el paso que se contempla; y aqu comenzar con mucha fuerza y esforzarme a doler, tristar y llorar.5
No se trata pues, como tantas veces, de ofrecer
una violencia por disfrutar con ella o en plan morboso, sino de ver el sacrificio de Cristo, que se entrega
por la salvacin de los hombres.
Frente a los que consideran, algunos lo dicen de
buena fe, que es excesiva la crueldad y cmo se
muestra a Cristo, debemos indicarles cmo en Cristo se estaba cumpliendo la profeca de Isaas en su
poema del Siervo Sufriente de Yahv (Is 52, 1253,13) donde se dice que Jess estaba tan desfigurado que no tena aspecto humano; que no tena
apariencia ni presencia; y careca de hermosura que
pudisemos estimar; que su imagen era despreciable y estaba transformado en un desecho de los hombres: varn de dolores y conocedor de dolencias,
ante quien se vuelve el rostro; que era repugnante
y estimado en nada.
Junto a estas campaas de desacreditacin, es triste observar cmo se produce una vez ms, en un
mbito ms eclesial, la dictadura dels entesos (la
dictadura de los entendidos de la que hablaba Pau
Lpez Castellote), intelectuales y eruditos que desprecian el trabajo de Mel Gibson por supuestas inexactitudes histricas o teolgicas. No es el caso
detenerse en todos esos presuntos errores histricos
(van desde la pronunciacin del latn hasta el pelo
que deban llevar los habitantes de Jerusaln del siglo primero) pero s vale la pena sealar que se le
exige una fidelidad histrica jams vista anteriormente en la historia del cine. El caso es que resulta por
culpa de esos entendidos que un fiel cristiano se
ve privado de un instrumento tan vlido para meditar la Pasin de Jesucristo.
ms notoria en nuestra sociedad) es bueno recordarlo. Puede ser un buen momento para volver a introducir en nuestra predicacin las verdades sobre la
existencia y actuacin del enemigo de natura humana. Frente al progresismo al que le parece que
es un retroceso volver a hablar del demonio mientras que gustan mucho de hablar de ecumenismo es
bueno recordar que la existencia del demonio es una
de aquellas verdades que todos los cristianos tenemos en comn y conviene no dejar de lado en la tarea ecumnica.
Frente a Satans aparece la Virgen. Es como su
contrario. Hay una escena inolvidable en la que se
muestra a Cristo llevando la cruz camino del Calvario y caminando por un lado el demonio y en el lado
opuesto, Mara. La presencia de Mara es maternal,
dolorosa, sufre realmente, pero sin desesperarse. Le
da un gran protagonismo a Mara, haciendo que realmente sea una pelcula muy mariana. Algunos momentos son conmovedores: cuando se encuentra con
Pedro que acaba de negar a Cristo, cuando cae Cristo y recuerda su infancia en Nazaret o la imagen final de la Piedad, con Mara mostrando al espectador
a su Hijo muerto.
El otro elemento que se introduce es la Eucarista. Con varios flashback se hace un paralelismo entre
el sacrificio de la cruz y las palabras de la Eucarista. Cuando Jess es despojado de sus vestiduras
se muestra en la ltima Cena cmo se descubre el
pan que iba a ser consagrado: mientras Jess ofrece el pan que es su cuerpo, nosotros vemos el cuerpo dolorosamente quebrado y dado por nosotros.
Jess les dice a sus discpulos que no hay mayor
amor que dar la vida por los amigos, y vemos eso en
plenitud. l les dice que celebren la Eucarista para
que su pasin y muerte est presente en medio de
ellos.
Es decir, quiere dejar claro el carcter sacrificial
de la santa Misa, verdad que tambin conviene que
sea recordada en nuestros tiempos.
Como toda obra de arte, tiene elementos subjetivos que agradarn ms o menos, pero debemos reconocer que el conjunto es muy bueno, muy catlico, est haciendo mucho bien y ojal no sea la ltima iniciativa de este tipo, pues siempre lo mejor del
arte es el arte religioso y el cine es un arte de nuestros tiempos.