Chiaramonte. Cuestión Regional
Chiaramonte. Cuestión Regional
Chiaramonte. Cuestión Regional
propuesta por los rivadavianos sera imposible. Slo poda resultar de la creacin de un
mercado nacional.
Sin embargo, al mismo tiempo haba una forma de coaligar las industrias ganaderas para
exportacin con los sectores mercantiles provinciales. Algunas provincias pudieron
contactarse con el exterior con el librecambio (Crdoba el Litoral), por lo que
consideran a Buenos Aires como una herramienta necesaria pero que haba que
controlar. Algunas otras producan para la expansin portea (Cuyo). Al mismo tiempo
que se conectaban con otros mercados (Montevideo para el caso del Litoral Chile para
el caso de Cuyo), se crean estas tendencias complementarias. As hay rasgos de
diferenciacin regional ms que provincial. Cada bloque tiene a su vez sus diferencias
internas.
Particularismo provincial. Pese a las diferenciaciones que se dibujan, no hay un
mercado regional. As no hay una solidaridad de clases dirigentes provinciales. Hay slo
burguesas locales (usa el trmino burguesa) que controlan produccin y comercio
locales, en las que los lazos de parentesco predominan para la constitucin de empresas
y cuyo espritu particularista predomina en los hechos sobre los posibles conatos
nacionalistas.
La burguesa portea tiene su particularismo: su tendencia no es la unificacin
nacional sino al status quo, manteniendo un mnimo de vnculos con el resto de las
provincias que permita relaciones econmicas ya referidas y una mayor fuerza en la
negociacin con el exterior. Esa burguesa intenta unifcar la nacin en un momento pero
su fracaso lo lleva a rechazar que se haga una nacin sacndole privilegios. Para eso se
aliar con algunas provincias del Litoral
Sin embargo, el hecho de que exista Buenos Aires, con sus privilegios, paradjicamente
prepara condiciones para la unificacin, ya que muchas provincias necesitan de la
anulacin de los privilegios a toda costa. Lo que comenzarn a entender es que para eso
necesitan de una solucin en una organizacin nacional que arbitrase todos los intereses
encontrados.
Las prefiguraciones regionales (por vnculos mercantiles y geogrficos), sin embargo,
no trascienden de meras prefiguraciones. Tiene alguna proyeccin en la disputa social y
poltica.
El cambio de coyuntura internacional al promediar el siglo hace que renazca la
discusin de cmo construir la nacin. All sern derrotados los particularismos
provinciales. Pero no es que triunfa la oligarqua portea sino los sectores polticos
(incluido de Buenos Aires) que expresan todos los particularismos provinciales. Como
hay transformaciones acontecidas al calor de la integracin al mercado mundial, eso
genera nuevas perspectivas que derivan en la integracin nacional.