Poemas Religiosos

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Los Hijos de Dios

No es por soberbia que digo lo que enseguida refiero:


Hasta donde la razn me bendice,
s bien que no es gato el hijo del perro
ni es ratn el hijo del gato,
ms bien el refranero popular
suele aclarar
que el hijo del gato come ratones;
y de tal palo tal astilla
y nunca cae la semilla
lejos de su arboleda.
(Y el gusano hace la seda)
Por tanto, es evidente
que siendo hijos del Dios vivo
-Y esto lo afirm Cristosomos su misma cepa...
Sol de Sol, luz de Luz
amor verdadero de Amor verdadero
Y ya lo dijo Fromm antes que yo lo dijera
que es destino de cualquiera
el terminar siendo dioses
pues de Dios hemos venido
y por Dios y para Dios estamos vivos.
Pues de Dios hemos venido
y hacia Dios hemos de ir
como dioses consentidos...
II
Para qu crees que el Hombre,
animal humano y divino;
coquetea con la inventiva
y con la creatividad...
Es entrenamiento!

Si! entrenamiento
para sus futuros despliegues
en aras de la divinidad
para la cual fue concebido.
Porque de Dios venimos
y hacia Dios hemos de ir;
e iremos como perfectos hijos
de nuestro Padre celeste;
como dioses...como dioses.
Hijo de gato...gatito
Hijo de perro...perrito
Hijo de Dios...diosito...
Digo NO?

Los ngeles
Y te hablan al odo susurrando sus encantos a tu pluma novedosa
y te hablan en silencio y te cubren con las plumas de sus alas protectoras
Y te miman y consienten cuando duermes
y entre sueos te regalan sus sonrisas
Sus miradas son de mirra,
sus alientos como aromas
sus alitas perfumadas
sus manitas de algodn
y su enorme corazn
vela risas vela llantos
se acongoja con tus cuitas
y se goza tu alegra
y con gran algaraba
interceden por tus chascos
ante Dios Nuestro Seor
y le rezan por tu gloria
y le ruegan por tu vida
esperando aquel momento
en que puedan abrazarte
Son los ngeles serenos
que visitan tu semblante
cada da en cada instante
de tu gesta cotidiana.
brele tu Corazn
Si t supieras, amigo,

lo mucho que Dios te ama!


Lo demuestra cada da
desde las horas tempranas.
Te levanta, te alimenta,
te viste, tambin te calza;
y si te encuentras enfermo,
si le pides, El te sana.
Piensas que lo tienes todo,
Pues algo especial te falta!
aunque ahora no lo entiendas
lo comprenders maana.
Es de nios entenderlo
al sabio le es cosa extraa
Pues a ti Dios te ama tanto
que como a nio te habla!
Quieres, mi amigo, ir al cielo
cuando de este mundo partas?
Cree solo en JESUCRISTO;
El quiere salvar tu alma.
En este da del Seor
clamo por t al Dios del cielo
que ponga en tu corazn
darte a El con grande anhelo.
Recuerda los beneficios
que por amor El te ha dado;
de todos, el ms hermoso,
el ms valioso y ms alto;
aqul que no tiene precio
pues con sangre fue pagado.
Es la salvacin eterna,
es vivir siempre a su lado.
Es que te amistes con El,
con tu Dios que te ha creado.
Dale importancia al consejo
que por amor hoy te damos...

brele tu corazn
a Aqul que al mundo te trajo
JESUS Llama a la Puerta de tu Corazn
Mltiples aos he pasado ansioso
A tu puerta velando noche y da,
Y esperando me abrieras generoso,
He llamado y llamado con porfa.
Pero tu ingrato corazn que ignora
De mi insondable amor el justo enojo,
Me ha dejado llamar hora tras hora,
Sin correr de tu puerta el cruel cerrojo.
Mas Yo no vengo a demandarte abrigo,
Aunque estoy tan cansado y tengo fro...
Los ngeles de Dios estn conmigo,
Cielos, tierra, la mar y todo es mo.
Yo quiero darte lo que t no tienes:
A tu pecho la paz y la ventura,
Colmarte, s, de celestiales bienes,
Y tornar en delicia tu amargura.
Vengo a ofrecerte mi amistad sincera,
La que te pruebo con mi mano herida...
Ay! posar a tu lado Yo quisiera
Esta noche tan triste de la vida.
Heme aqu, a la puerta todava,
Llamo, llamo, el murmullo se asilencia,
Si me abrieras feliz me sentira,
Hacindote feliz con mi presencia.
Vendrn los aos de amargura impa
En que llores tu triste desventura,
De salvacin se habr acabado el da,
Y excusa no tendrs en tu amargura.
Ya me voy lamentando tu dureza;
No he tenido de t la bienvenida.
Yo quise darte celestial riqueza,
El mismo cielo con mi misma vida.
Yo no puedo violar esta morada
Que se me cierra sin mirar mi anhelo:
Sin voluntad, mi amor sera nada,
Y muy triste tambin el mismo cielo.
Llamar con paciencia en otra puerta,
En otro corazn tal vez ansioso,

All Yo s que al encontrarla abierta,


Feliz ser con impartir mi gozo.

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