Historia de La Filosofia
Historia de La Filosofia
Historia de La Filosofia
HISTORIA DE LA FILOSOFA
luchar
lo que
soy Lo
tengo
LA INVASIN
DEL IMAGINARIO
COLECTIVO
no me pueden parar Lo
TEMARIO:
tengo no me pienso callar
Qu hago aqu Qu hago
aqu sin ti Seres sensibles
no sobreviven Se mueren
antes que su cuerpo No, no
lo olvides La obligacin es
no olvidar Para que termine
esta realidad brutal Nos
dirigimos a profundidades
abismales Por lo que ms
quieras Por lo que ms
deseas, escucha por favor
Historia de la Filosofa - 2 Bachillerato
La Filosofa Medieval
La Filosofa Moderna
La Filosofa Contempornea
La filosofa de Marx
La crisis de la-razn ilustrada: Nietzsche
La filosofa analtica y sus principales representantes: Wittgenstein
El perspectivismo de Ortega y Gasset
Otras corrientes filosficas del siglo XX: la posmodemidad
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RELATO Y SENTIDO
Estis todos tan cansados, pero slo porque no habis concentrado todos vuestros pensamientos
en un plan enteramente simple y enteramente grandioso". Nos hemos hecho pobres. Hemos ido
entregando una porcin tras otra de la herencia de la humanidad, con frecuencia teniendo que
dejarla en la casa del empeo por cien veces menos de su valor para que nos adelanten la
pequea moneda de lo "actual.
Walter Benjamn (1892-1940)citando a Scheebart
Hay dos procesos que los seres humanos no pueden detener mientras vivan: respirar y pensar.
En realidad, podemos contener la respiracin durante ms tiempo que abstenerse de pensar (si
es que eso es posible). En cada instante de nuestra vida, despiertos o dormidos, residimos en el
mundo a travs del pensamiento.
George Steiner (1929)
Si otros te respetan, es obvio que debe de haber en ti algo que slo t puedes ofrecer a otros. Y
es evidente tambin, que existen otros que estaran contentos y agradecidos de que se les
ofreciese ese algo tuyo. Eres importante Y. lo que piensas, dices y haces es importante tambin.
No eres un nombre y apellido fcil de sustituir y eliminar. Tienes algn tipo de influencia y no slo
en ti mismo. Lo que dices y lo que eres importa. El mundo que te rodea sera ms pobre, menos
interesante y menos prometedor si, de repente, dejaras de existir y esto no es una fantasa que yo
me haya inventado.
Zygmunt Bauman (1925)
Vivs de tal modo que ya nada es vuestro. Parece ser que miris ahora como una gran suerte que
tan solo se os deje la mitad de vuestros bienes, de vuestras familias, de vuestras vidas. Y todos
esos desastres, esas desgracias, esta ruina proceden del enemigo al que habis convertido en lo
que es, por el que vais valientemente a la guerra. Este dueo, si embargo, tan solo tiene dos
ojos, dos manos, uri cuerpo y nada ms de lo que pueda tener el ltimo de los habitantes de ese
infinito nmero de nuestras ciudades. Lo que tiene de ms, son los medios que vosotros le
proporcionis para destruiros.
De dnde saca esos ojos que os espan, si no de vosotros? Cmo es que tiene tantas manos
para golpearos, si no es cogiendo las vuestras? Los pies con los que ,pisa vuestras ciudades no
son acaso los vuestros?, Tendr algn poder sobre vosotros que no proceda de vosotros
mismos? Sembris vuestros campos para que los devaste, amueblis y llenis vuestras casa para
sus saqueos, educis a vuestras hijas para que pueda satisfacer su lujuria, alimentis a vuestros
hijos para que los convierta en soldados en el mejor de los casos, para que los lleve a la guerra, a
la carnicera, convirtindolos en ministros de sus ambiciones y en ejecutores de sus venganzas.
Os usis y agotis para que pueda revolcarse en sus delicias y en sus sucios placeres. Os
debilitis para que sea ms fuerte, y para que sostenga con ms rudezas la corta correa. Y tantas
dignidades que las bestias mismas no soportaran si las sintieran, podrais liberaros si probaseis,
no simplemente hacindolo, sino tan solo con quererlo.
Resolveros a no servir ms, y os encontraris libres. No os pido que le empujis, que le
derroquis, tan slo dejar de sostenerle, y veris igual que un gran coloso al que se ha
pulverizado la base, como cae por su propio peso y se rompe.
LA NOCHE ELCTRICA
SIN TI, NO
puedo estar, puedo estar
sin tocar y sin bailar
sin trasnochar
sin ti, no
sin ti, no
mrame, mrame
lo hago y lo que ves
lo que es
es por ti
es por ti
tu corazn no tiene compasin
sin ti, no
sin ti, no
es amor
es amor (x4)
creo en ti, creo en ti
Y no lo digo por decir
creo en ti, creo en ti
creo en ti
y t en m
y t en m
No lo pido por pedir
t en m
cree en m
cree en m
tu corazn no tiene compasin
sin ti no
sin ti, no
es amor (x4)
buscars, buscars
pero no me encntraras
no lo hars
aqu estoy
aqu estoy
1984MILNOVECIENTOSOCHENTAYCUATRO
Mi principal esperanza para el futuro es que la gente ordinaria no
tenga que abandonar su cdigo moral. George Orwell o Eric Blair
Vamos a ver, Winston, cmo afirma un hombre su poder sobre otro? Winston pens un poco y
respondi:
-"Hacindole sufrir.
-Exactamente. Hacindole sufrir. No basta con la obediencia. Si no sufre, cmo vas a estar
seguro de que obedece tu voluntad y no la suya propia? El poder radica en infligir poder y
humillacin; el poder est en la facultad de hacer pedazos los espritus y volverlos a construir
dndoles nuevas formas elegidas por ti. Empiezas a ver qu clase de mundo estamos creando?
Es lo contrario, exactamente lo contrario de esas estpidas utopas hedonistas que imaginaron los
antiguos reformadores. Un mundo de miedo, de traicin y de tormento; un mundo para pisotear y
ser pisoteado; un mundo que se har cada da ms despiadado. El progreso de nuestro mundo
ser la progresin hacia ms dolor. Las antiguas civilizaciones pretendan basarse en el amor o en
la justicia; la nuestra se funda en el odio. En nuestro mundo no habr ms emociones que el
miedo, la rabia, el triunfo y la humillacin. Todo lo dems lo destruiremos, todo. Ya estamos
aplastando los hbitos mentales que han sobrevivido a la Revolucin. Hemos cortado los vnculos
que unan al hijo con el padre, al hombre con el hombre y al hombre con la mujer. Nadie se fa ya
de su esposa, de su hijo ni de su amigo. Pero en el futuro no habr ya ni esposas ni amigos. []
No habr lealtad; no existir ms fidelidad que la que se debe al Partido, ni ms amor que el amor
al Gran Hermano. [...] Ya no habr curiosidad, ni alegra de vivir. Pero siempre, no lo olvides,
Winston, siempre existir el afn de poder, la sed de dominio que aumentar constantemente y se
har cada vez ms sutil; siempre existir la emocin de la victoria, la sensacin de pisotear a un
enemigo indefenso. Si quieres hacerte una idea de cmo ser el futuro figrate una bota
aplastando un rostro humano... eternamente.
-Por qu brindamos esta vez (pregunt
O'brien)? Por la confusin de la Polica del
Pensamiento? Por la muerte de Gran
Hermano? Por la humanidad? Por el futuro?
-Por el pasado - Respondi Winston.
-S, el pasado es ms importante - Rreconoci
O'Brien inici sus preguntas con voz baja e
inexpresiva, como si se tratara de una
rutina, una especie de catecismo, cuyas
respuestas ya conoca en su mayora:
-Estis dispuestos a dar vuestras vidas?
-S.
-Estis dispuestos a cometer asesinatos?
-S
-A cometer actos de sabotaje que pueden
causar la muerte de centenares de personas
inocentes?
-S.
Juego 2
Denominamos este juego bajo el nombre de ciudad. Definimos ciudad como juego con reglas
explcitas. Este es el espacio donde se da la confrontacin de opiniones. La ciudad es la lucha de
doxas. Definimos doxa u opinin como creencia que se ha vuelto pensable. En este juego las
reglas se dan de modo explcito: se expresan clara y determinadamente. En la ciudad se dan las
opiniones verdaderas (fragmentos de conocimiento) y opiniones falsas y su confrontacin. Es en a
ciudad donde surge la pregunta Qu es ser x?. La respuesta a esta pregunta fracasa porque la
ciudad est ocupada en sus asuntos, a saber, en hacer que un criterio privado (inters privado)
sea aceptado por la mayora como el mejor (para todos).
Juego 3
Denominamos este juego bajo el nombre de Academia o tbeoria. Es el ponerse en el lugar de
cualquier otro. Es el mirar hacia el eidos. Mediante este mirar es como se llega a establecer leyes
y teoras cientficas.
Es hora de jugar
Todo juego se da en un tiempo determinado. Romeo y Julieta juegan su juego hasta que se les
agota el tiempo, Scrates juega su juego hasta que bebe cicuta (ver Fedn). Todo juego tiene
unas reglas. Y todo jugador quiere jugar bien pero cmo aprender a ser el mejor en algo si no se
puede hacer de otra manera que con otros y a partir de otros?, Cmo elegir los maestros que
mejor me van a guiar a ese no-lugar llamado sabidura?
Si aprender es progresar hacia .s mismo lo que est en el final debe estar ya en el principio de
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algn modo anticipado porgue de no ser as el movimiento del no-ser al ser algo no tendra
sentido o lo que es lo mismo, tendra que intervenir algn tipo de dios que corrigiese el
movimiento defectuoso.
En la argumentacin debe ser igual: realizar el trnsito del sujeto al predicado sin que el sujeto se
pierda en el movimiento no puede ser cosa. de magia si no que queremos es un mundo de seres
humanos autnomos y libres.
LA APORA DE LA REBELIN
Somos guardianes musicales de tus grandes planes/los mensajeros
electrnicos de tus deseos/amor, paz y prosperidad/ nos programaron para ser
tu grupo de rescate
Nunca lo olvides
Las constantes referencias y alusiones a los mitos a partir de las filosofas sistemticas griegas
pueden entenderse como una llamada de atencin sobre la fragmentacin, la re-ordenacin de
aquello que, a su vez, hace habitable el mundo, produce mundo. Mitos que hoy denominamos
relatos o historias. Los relatos entendidos como dispositivos culturales y universales donde los
acontecimientos se encadenan en el tiempo y donde, tal encadenamiento produce, a su vez, el
tiempo. De esta manera relato y tiempo (en su doble significacin: lgica y cronolgica)
constituiran el principio activo indispensable de lo cultural como matriz estructural generadora de
lo humano. No hubo, ni hay ni habr posibilidad antropolgica sin relato, sin historia, sin mito o
para decirlo con el espritu de Nietzsche: sin ficcin.
Esto es algo que olvidan antes de haber nacido los pedagogos, los autodenominados artistas y las
masas pero, que no olvida, (y ste es el motivo por el que los anteriores sufren tan lamentable
olvido de la verdad) y en eso consiste su perpetuacin como maquinaria, el capital.
Detengmonos en la ltima estrategia del mercado. Los tiempos cambian y por eso nos dirigimos
a consumidores que no solo ya tienen una relacin de encantamiento con la marca, sino que
tambin se han vuelto ms expertos (..) lo cual/es hace difcil de manejar"
No hay ser humano que no d por supuesta su humanidad a no ser que ese ser humano acte
como un loco y le llamen por eso filsofo. Pero eso es precisamente lo que vamos a hacer:
volvemos locos y no dar por efectiva nuestra humanidad hasta que hayamos verificado qu
relatos nos contamos unos a otros para ser humanos o si, en realidad, lo que ocurre es mas bien
lo contrario, que no hay relatos de verdad que estn a la altura de los tiempos, que cumplan su
funcin, que reconstruyan materialmente la ilusin, que pongan a prueba nuestras reglas, que al
realizarse en el tiempo no se conviertan en su sentido opuesto, que busquen la muerte tal y como
la temen, que digan contra el espectculo.
Pregunta: Qu relato o relatos piensas que son recuperables?, los hay?, de qu manera
podramos darles lugar cuando la basura no ha sido nunca tan hermosa?, Acheronta movebo o
quieta non movere?
Cuando Marx habla de mercancas, cuando Naomi Klein habla de marcas en No Logo, los
encargados de tele-dirigir nuestras conciencias dicen: Marcas? No; necesitan historias, relatos
en los que verse a s mismos transportados en un sentido.
El mercado produciendo humanidad?, produciendo Historia?, De Napolen a los responsables
de estudios de marketin? No, no puede ser. De la mano de Jos Luis algunos- hemos aprendido
que a eso se le conoce con el nombre de imposibilidad antropolgica.
El objetivo del marketin normativo ya no es simplemente convencer al consumidor de que compre
un producto sino sumergirlo en un universo narrativo, meterlo en un universo verosmil; no sacarle
jams de la caverna, mantenindole eternamente nio y a lo sumo, como un nio rebelde pero
controlado; lo que Jos Luis llama el menor de edad autoculpable: aquel que distingue la realidad
de la ficcin pero lo elude y lo evita y esta figura es la que nos disputamos los distintos grupos
sociales en la jungla.
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FILOSOFA PRETICA
FILOSOFA PRESOCRTICA ANTERIOR A PARMNIDES: SIGLO VI a. C.
ESCUELA DE MlLETO
Tales de Mileto (624- 546 a. C.)
Tales es destacado en los escritos posteriores por su habilidad prctica y poltica, as como por su
conocimientos matemticos y fsico. Introduce el agua, la humedad, como elemento para explicar
el arch o principio originario a-partir del cual todo procede y del que todo se compone. Se bas
en la observacin d,el ciclo del agua y el principio hmedo de todo lo vivo, prescindiendo de las
teogonas y cosmogona vigentes. Nos. encontramos por primera vez con un elemento fsico que
da sentido a lo que hay sin recurrir a una analoga con o trascendente y que intenta explicar la
variedad de lo existente desde un nico principio o elemento de orden natural.
ESCUELA PITAGRICA
Giamblico nos cuenta que, alrededor del ao 500 a.n.e. se produjo, si en verdad fue as, uno de
los hechos ms importantes de la historia de la humanidad, que cambi literalmente nuestra
suerte. Pitgoras estaba paseando por la ciudad cuando al or los sonidos que venan del taller de
un herrero, se percat de que algunos sonidos eran consonantes, es decir, combinaban bien entre
s, y otros eran en cambio disonantes, es decir, no "sonaban bien" entre si. Los herreros llevaban
aos oyndolo pero estaban demasiado ocupados en su trabajo como para hacer, del hecho
emprico en cuestin, una pregunta cientfica. Pitgoras descubri que los sonido diversos que
convenan entre s eran los producidos por martillos que pesaban el uno el doble del otro, es decir,
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con una relacin entre los pesos de 2 a 1; en tal caso, las notas producidas eran las mismas,
aunque a la distancia de una octava. Pero el asunto no acababa aqu. Aunque cada martillo
pesara 3/2 lo que pesaba el otro, los sonidos seguan siendo consonantes, si bien un poco menos
que antes; esta vez las dos notas ya no coincidan, pero diferan en una quinta. Y si la relacin
entre los pesos de los martillos era de 4 a 3, los sonidos tambin eran consonantes; si bien un
poco menos que antes; diferan en una cuarta. Pitgoras descubri un misterioso vinculo entre
fsica, msica y matemticas. Aqu comienza la aventura de las matemticas como llave del
universo, como intermediaria entre la humanidad y la naturaleza. Al sostener que "todo es
racional", Pitgoras nos deca que la realidad, lejos de ser un sistema catico e incognoscible, es
en cambio, un todo ordenado o Cosmos, y por tanto, aprehensible mediante la medida y la razn.
Para la escuela pitag1ica, en los principios de las matemticas estn encerrados los principios
de todas las cosas dndose una sacralizacin del nmero. Estos principios ltimos de los
nmeros (y, por tanto, de la realidad) son, decan; Jo "par" y -lo "impar" que consideraban
respectivamente como "ilimitado" y "limitado".
que no haba originalmente, no puede originarse. Lo que hay desde siempre no puede
tampoco ser destruido. Por consiguiente lo que hay es inengendrado, indestructible,
inmutable, finito, compacto, homogneo; indivisible y esfrico.
2)Junto a estas caractersticas, Parmnides deduce que lo que es, es necesariamente
nico; es decir, una nica realidad porque una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo.
Las consecuencias de estas dos afirmaciones son tajantes e ineludibles; si por una parte, de una
nica realidad no puede surgir la pluralidad, y si, por otra parte, la lgica nos obliga a aceptar la
existencia de una nica realidad, no habr ms remedio que declarar que el movimiento y la
pluralidad son irracionales, ininteligibles.
Zenn de Elea
Discpulo de Parmnides, Platn y Aristteles le llamaron el paralizador del cosmos. Veamos a
qu se debe: La paradoja de Aquiles y la tortuga explica la infinitud del espacio y tiempo lgicos o
potenciales aplicada al campo emprico: Esta aplicacin es funesta para el progreso de la fsica
porque supone una reduccin del campo emprico a las leyes propias y exclusivas del campo
lgico.
Jerarquizada, con un rey en la cspide. La organizacin aristocrtica implica que la virtud sea
1. Importancia de la memoria como vehculo de aquello que nunca se debe olvidar para
reconocernos. La oralidad necesita utilizar recursos estilsticos mnemotcnicos: mtrica,
repeticin y ritmo musical (msica y danza). Aprendemos la tabla de multiplicar cantando los
nmeros.
2. Se educa a travs de lo placentero porque "entra mejor", de ah que el placer se convierte
en un recurso mnemotcnico.
3. Se produce una identificacin emotiva con el educador (aedos y rapsodas): mimesis.
4. La educacin es conservadora y tradicionalista porque necesita el retomo a los mismos
mitos para garantizar la identidad del grupo.
5. la poesa es el lenguaje del poder; las leyes y ordenes se dictan en verso para ser
fcilmente transmitidas. La poesa legitima el status quo.
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ACTITUD MTICA
MS CARACTERSTICAS DE LA
ILUSTRACIN GREIGA
Cada estirpe estaba compuesta por algunos miles de campesinos libre, que, entre ellos, gozaban
todos de los mismos derechos. La organizacin poltica recuerda de cerca las instituciones tpicas
de todos los pueblos primitivos: la de los negros y Jos indios del siglo XIX, o la de los dowayos. El
poder supremo era ejercido por una asamblea formada por la totalidad de Jos hombres libres en
edad adulta. Junto a la misma haba un consejo de ancianos y un jefe o prncipe. ste, sin
embargo, no dispona de un poder ilimitado, sino que deba atenerse a las propuestas de la
asamblea de la tribu o del consejo de ancianos ..
Estas sencillas e idlicas condiciones de los tiempos ms remotos fueron modificndose poco a
poco, con el progresivo desarrollo econmico. Sucedi que algunos cultivadores fueron
apropindose paulatinamente de parcelas de tierra de mayor extensin que las de Jos dems, y el
cambio decisivo se produjo cuando el campesino ms rico dej de tener necesidad de cultivar su
campo en persona y pudo utilizar para tal fin a siervos o arrendatarios. Disfrutaba de su tiempo
libre, mientras los otros trabajaban para l, y utilizaba este ocio para ejercitarse con esmero en el
uso de las armas. Adquira para l mismo, gracias a sus mayores posibilidades; caballos y
valiosas armas pesadas, y cuando la tribu haca la guerra con alguien prximo se haca evidente
que slo los ms ricos contaban algo en la batalla. Entraban en combate a lomos de su caballo,
cubiertos por su armadura, y se hacan conducir a l en su propio carro de combate. Eran
consumados expertos en el uso de la espada y de la lanza, El campesino ms pobre, por el
contrario, obligado a trabajar durante todo el da para ganarse el sustento, careca por completo
de pericia en el uso de las armas, posea tan slo un equipo modesto y de mala calidad, y ningn
caballo: Por ello mismo estaba obligado a reconocer la superioridad del ms rico.
De este modo acabaron formndose entre los antiguos griegos y los romanos dos clases
claramente diferenciadas: la clase de los guerreros, a la que pertenecan los mayores propietarios,
y la clase de los encargados del cultivo de la tierra; dicho de forma simple: aristcratas y
campesinos. Los pertenecientes a la clase de los guerreros se consideraban mucho ms selectos
y nobles que el resto de los hombres~ obligados a empujar el arado o a cuidar de un cerdo. Se
dedicaban con entusiasmo a las actividades deportivas, y se hacan preparar por poetas
serviciales rboles genealgicos segn los cuales sus ancestros descenderan de los propios
dioses. Los artistas acababan por lamer la mano que les daba de comer. El simple campesino,
por el contrario, nada saba de antepasados y progenitores divinos, ningn poeta lo inmortalizaba;
ni practicaba er deporte. Por el contrario, estaba acostumbrado a reconocer al ciudadano noble
como a su seor natural.
En efecto, los nobles guerreros no se contentaban slo con derrotar al enemigo sirvindose de
sus hermosas armas y de su habilidad en el combate, sino que tambin exigan, protegidos por
sus espadas, la supremaca sobre la tribu. Al resto de la poblacin, escasamente armada, no le
quedaba otro remedio que someterse. La nobleza utilizaba luego el poder poltico y militar as
conquistado para acrecentar cada vez ms las propias posesiones, sometiendo a los campesinos
a una inerme dependencia. La asamblea de la tribu continu existiendo en Grecia durante el
tiempo del rgimen aristocrtico, pero vaca ya de toda autoridad. Los campesinos, los pastores,
los jornaleros agrcolas se mantenan en actitud humilde y sumisa, escuchando todo Jo que Jos
nobles proponan o deseaban. Nadie osara contradecirles cuando hijos, proteccin y sustento
estn en juego. Homero seguramente se desplazaba de corte en corte recitando sus versos y
obteniendo a cambio comida y vino. Por eso es comprensible que ensalzase a aquellos que le
daban de comer. Pero ya en poca de Homero alrededor del 700 antes de nuestra eracomenzaba a tener cierta entidad la reaccin de las masas contra el poder opresor de la
aristocracia.
Asi pues, durante el periodo de supremaca de la aristocracia, la asamblea popular e;ra una mera
caricatura. El propio consejo de ancianos continuaba existiendo casi siempre, pero compuesto
casi exclusivamente por nobles. Al final, el poder de los antiguos prncipes de la tribu comenz a
resultar demasiado incmodo para la aristocracia, que lo aboli por completo instaurando la
repblica, cuyo presidente, habitualmente, era elegido cada ao. En Atenas se denominaba
"arconte". Por supuesto siempre era un aristcrata y tambin de la aristocracia procedan los
dems funcionarios del estado.
Particularmente importante era lo siguiente: los jueces pertenecan tambin a la clase aristocrtica
dominante, por lo cual resulta fcil de imaginar las sentencias por ellos emitidas cuando deban
decidir sobre un contencioso entre un aristcrata de su rango y un campesino.
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El mismo desarrollo econmico que en Grecia haba elevado al poder a la aristocracia fue el que,
al llegar un determinado momento, la derroc Esta aristocracia guerrera era el resultado de una
sociedad basada fundamentalmente en la economa agraria. Pero a partir del 700 antes de
nuestra era, ms o menos, los griegos, cada vez en mayor nmero, comenzaron a dedicarse a
otras actividades. Florecieron las ciudades-estado, donde se desarrollaron el comercio, la
navegacin, los trficos, se .increment la artesana, surgieron las primeras :manufacturas.
Apareci la acuacin de la moneda y ese hecho marc el inicio de las transacciones financieras
a gran escala. En el periodo precedente slo haban existido las clases de la aristocracia y de los
campesinos, respecto de los cuales unos pocos artesanos, mercaderes, etc., eran tan slo el
simple teln de fondo .
Ahora se estaba desarrollando, por el contrario, en primer plano, una burguesa urbana
acomodada, 'y junto a sta, una clase meda urbana y una poblacin urbana pobre. A estas alturas
de la lectura ya podran haberte surgido preguntas del tipo:
Estas clases desfavorecidas se sometern pasivamente a poder de los grandes terratenientes?,
se puede hablar de divisin injusta o justa en la estratificacin de las clases sociales?, Se
identifican los conceptos "rico" y "noble" en la aristocracia griega?
La aristocracia griega latifundista absorbi a la burguesa de los nuevos ricos. Fue la clase media
carente de derechos polticos en continuo aumento en nmero y auto conciencia, lo que al final se
uni a los campesinos y derroc de esta forma el poder de la aristocracia.
Adems del poder poltico, la burguesa se garantiz tambin la administracin de la justicia. Tal
como se haca para el Consejo, tambin se sorteaban los jurados, segn el mismo procedimiento,
entre la totalidad de los ciudadanos. Estas son la ideas orientadoras de la constitucin del 510.
En el 490 los atenienses lograron rechazar victoriosamente el ataque de la mayor fuerza militar de
su tiempo: la del imperio persa en la batalla de Maratn. Esta victoria contribuy muy
notablemente a reforzar la auto-conciencia de la propia burguesa ateniense.
En el 487 la burguesa ateniense elimina de raz la figura del presidente de la repblica. Aunque
segua existiendo un funcionario llamado arconte, ste desempeaba competencias irrelevantes y
careca de autoridad sobre el gobierno del estado. Tras la supresin del presidente de la
repblica, el comit ejecutivo del Consejo qued como la mxima autoridad del gobierno. Los
cincuenta elegan cada da un jefe distinto. Los cincuenta tenan el control de las finanzas del
estado, desempeaban la jefatura de la fuerza pblica, convocaban el consejo y la asamblea
popular. Los prtanes desempeaban su cargo durante 36 das, y despus se reincorporaban al
Consejo .como miembros ordinarios.
Ejercicio: Relaciona los golpes de estado del 411 y 404 con la lucha de clases Atenienses.
SOFISTAS (SOPHISTES)
SCRATES Y PLATN (PHlLO-SOPHOI)
Se presentan como maestros de la virtud poltica, a la cual consideran una tcnica, pero
necesariamente comn a todos los ciudadanos debido a que la obediencia propia de: la sociedad
arcaica es sustituida por la argumentacin en el gora. La aparicin de la libertad de expresin
exige estar instruido en el arte de la persuasin para dar solucin a los problemas sociales y
polticos. Esta libertad se basa en dos principios:
1. La isonoma: igualdad ante la ley.
2. La isegoria: derecho de todos los-ciudadanos a participar en la asamblea; lo que implica
que todas las voces sean tenidas en cuenta por igual a la hora de tomar una decisin poltica (ver
poltica).
La Asamblea popular y el consejo ( 500 miembros elegidos por sorteo y rotativos) son la mxima
autoridad de la democracia directa ateniense, lo que provoca una demanda social de expertos en
el desarrollo de la capacidad de construir discursos y argumentos al servicio de la tesis propia,
haciendo del argumento ms dbil el ms fuerte. Por eso los sofistas destruyen aquello de que se
habla y para los que aprender resulta una actividad "aparentemente" facilsima porque parten de
la base de que no se habla acerca de nada porque aquello de que s habla es nada porque lo es
todo a la vez. Para poner a la ciudad bajo mis intereses he de conseguir que las palabras
signifiquen todo a la vez porque_as puede decirse cualquier cosa de cualquier cosa:
Cmo voy poder decir algo de algo, atribuir un predicado a un sujeto, afirmar que S es P, si
cundo llegue a decir p, lo que designo como S ya haba dejado de ser lo que era y entonces la
atribucin del predicado P resultar falsa o completamente sin sentido porque el predicado ya no
lo ser de aquel sujeto, dado que el sujeto en cuestin habr desaparecido?''
Jos Luis Pardo. La regla del juego"
Segn esto, los Sofistas hacen un mal uso del logos porque si logos significa la capacidad de
decir algo de algo, algo que sea susceptible de ser llamado verdadero o falso de modo imparcial
resulta que el argumento sofista:
a) Es imposible aprender lo que no se sabe, precisamente porque no se sabe lo qu se ha
de aprender.
b) Pero es igualmente imposible aprender lo que se sabe, puesto que ya se sabe.
c) Luego aprender es totalmente imposible.
Resulta contradictorio: los mismos que se presentan capaces de ensear formulan la
imposibilidad de aprender declarndose CAPACES DE HACERLO imposible (ensear la virtud) en
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poco tiempo y "por poco" dinero (91a-92a). Sern los Sofistas quienes corrompan a los jvenes ya
que les mantienen eternamente nios, imitadores de aquello acerca de lo cual desconocen lo
esencial, incapacitados para dar un paso, incapacitados para comenzar algo a la luz de su final,
incapacitados para decir algo de algo.
En el Menn, Platn nos da implcitamente la superacin del argumento sofista: un aneu logo, un
esclavo es capaz de conocer, explcitamente, algo que ya saba sin saberlo, implcitamente. Por
eso conocer para Platn es recordar, traer a la memoria (irona y mayutica) y ensear es ayudar
a otros a hacer explcito un saber que implcitamente ya se posee (82b-85d).
Implcito: lo que se entiende incluido en otra cosa sin. expresarlo.
Explcito: que expresa clara y determinada-mente una cosa.
Si Platn no nos dice explcitamente que la virtud es enseable (99e- final) es porque ha de
mostrar el fracaso de un Rey Filsofo (Scrates) en los dominios de la doxa. Para que la ciudad
sea expresin del logos ha de construirse un lugar ajeno a la ciudad pero sustentado por ella
donde no entre quien no sepa geometra: la Academia. No olvidemos que el primer dilogo que
escribe Platn es aquel en el que Scrates se defiende de la acusacin de impiedad enseando a
los jueces el mal servicio que harn a la ciudad si le condenan. No es de extraar que Platn
aprenda la leccin del maestro y funde un lugar en la ciudad donde sta se vuelva pensable y por
eso, susceptible de ser mejorada... si la ciudad se deja (khorismos- texto alfa). Cronolgicamente
la academia es posterior a la ciudad pero lgicamente es anterior debido a que es en la Academia
donde la ciudad se puede explicar. Este es el llamado principio de anterioridad-posterior que
utilizamos para abordar el mito de la caverna. La dialctica socrtica es dialgica y su medio de
expresin es la ciudad, ayudar a parir y aparentar que no se sabe; insistiendo hasta el
desquiciamiento del interlocutor (79e- . 80d) (94e-95a) que es preferible hablar con alguien
DISPUESTO y con tiempo LIBRE para des-cubrir la verdad a hacerlo de otro modo que
dialogando.(phronimos- mirar hacia el eidos en la ciudad- democracia).
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EL ENIGMA SCRATES
La figura de Scrates constituye uno de los ms fascinantes enigmas de la historia de la filosofa.
Poco sabemos a ciencia cierta acerca de su persona histrica y sin embargo probablemente sea
una de las personalidades que ms han influido en la historia de la humanidad.
Los datos que tenemos acerca de l (pues Scrates, por su parte, nada dej escrito), proceden
fundamentalmente de cuatro fuentes: Jenofonte, Platn, Aristfanes y Aristteles. La cuestin es
que las imgenes que podemos extraer de cada una de estas fuentes resultan contradictorias.
Jenofonte y Platn fueron ambos discpulos suyos, pero el Scrates que uno y otro nos presentan
es bastante distinto; Aristfanes nos presenta una imagen voluntariamente distorsionada en su
comedia Las nubes, y Aristteles no lo conoci personalmente .
Los datos objetivos que podemos extraer de estas fuentes son los siguientes: Scrates naci en
Atenas en el ao 469 a.n.e. Su comportamiento como ciudadano fue ejemplar. Por tres veces
sali de su ciudad natal para combatir como hoplita contra los enemigos de sta, mostrando .un
valor. excepcional en la batalla .. Cuando tuvo que ocupar cargos pblicos lo hizo con extremo
respeto a las leyes vigentes incluso cuando la opinin de a mayora de conciudadanos le
demandaba lo contrario. Finalmente, fue condenado a- muerte por lo atenienses en el 399 a.n.e.
El enigma fundamental. que tenemos, delante .al tratar de Scrates se podra formular as:
Cmo. es posible .que el pueblo de Atenas condenara a muerte a uno de sus mejores
ciudadanos? Qu hizo Scrates para atraer sobre si las iras de sus mejores ciudadanos? De las
respuestas qtle demos a. estas preguntas dependen en gran medida 'las ideas que podarpos
Jormarnos acerca de lo que son la filosofa, la democracia y la ciudadana.
Empecemos por la segunda de las preguntas, qu hizo Scrates? Aparentemente nada
especialmente grave: ir preguntando por ah a unos y a otros acerca de lo que saban (o crean
saber); esta fue su actividad fundamental. Al parecer Scrates haba cultivado en su juventud la
filosofa de la naturaleza, siguiendo la estela de los llamados presocrticos, pero poco a poco se
fue alejando de las posturas mantenidas por los filsofos de la physis. El punto de inflexin parece
encontrarse en la consulta que un amigo suyo, Querefonte, realiz al orculo de Delfos
preguntando si haba algn hombre en Grecia ms sabio que Scrates; la respuesta de orculo
fue negativa, cosa que sorprendi sobremanera a nuestro filsofo. Desde ese momento se marc
como objetivo refutar al orculo, y de ah su mana de ir preguntando por Atenas, en busca de
alguien ms sabio que l.
Scrates parte de la base de que l no sabe nada, por tanto no debe ser en principio difcil
encontrar a alguien ms sabio. Sin embargo, a medida que va preguntando e interrogando a
distintas personas (polticos, sofistas, poetas, zapateros ... ) constata que son tan ignorantes como
l. Es ms, son mucho ms ignorantes, puesto que ignoran hasta su propia ignorancia. Scrates
es el hombre ms sabio de Grecia porque al menos sabe que no sabe.
La famosa irona socrtica: reside precisamente en que Scrates se presenta a si mismo como
ignorante que interroga a alguien que sabe. Al trmino del interrogatorio el que pared a saber
aparece precisamente como un ignorante, puesto que. no es capaz de responder
satisfactoriamente a las preguntas que se le plantean.
Asimismo, la ignorancia consciente de Scrates es el fundamento del mtodo socrtico, la
mayutica. El mtodo recibe el nombre por analoga con el arte de las matronas, que siendo ellas
mismas estriles ayudan a otras mujeres a parir. Esto es lo que hace nuestro insistente filsofo en
el campo del saber: .ayudar a. otros a generar saber sin ser capaz de generarlo l mismo.
20
Anaximandro da una razn completamente inslita, geomtrica, afirmando que la tierra est en el
centro del cosmos y no se precipita porque est en equilibrio en todas sus partes y al sostenerse a
s misma no necesita de ningn elefante que necesita a otro elefante y ste a otro y a otro y a
otro: los puntos son equidistantes del centro, no hay desequilibrio en la totalidad. En este caso, la
demostracin es interna al propio mecanismo al igual que en el teorema de tales, Pitgoras, etc.
La geometra como descubrimiento de construcciones cerradas supuso un nuevo modelo de
razn que intent aplicar este proceder a la totalidad. Esta innovacin racional permite que la
razn, dialcticamente, logre rebasar su episodio mtico y orientar a los seres racionales a la lucha
entre ideas y las relaciones sistemticas que se dan entre ellas. Aqu surge una conmocin por un
lado laberntica y por otro lado, liberadora: hasta dnde puedo conocer?, de qu manera estoy
conectado al todo?, de qu manera estn conectadas las cosas entre s?, necesito un cerebro
ms grande para conocerme?Tiene realmente que ver la falta de entendimiento entre padres e
hijos con los cambios hormonales que sufren los adolescentes?, las revoluciones sociales con
las novelas?, escuchar hip hop, trance, electro-punk te impide entender determinados
razonamientos ?, Tienen algo que ver tu alegra con los nmeros?, tus series de televisin
preferidas con la clase de amigos que tienes o que te perders?, el ltimo portazo que diste con
la generacin de un tsunami en Tailandia? La pregunta que se hizo Platn fue la misma que,
posiblemente te ests haciendo t, llegados hasta este inquietante punto:
Cmo comenzar el discurso racional?
Platn, como t, hizo todo lo que pudo por explorar las ideas que estaban visibles por aquel
entonces en su mundo: helnico y egipcio, sobre todo. En torno a esto de las partes y el todo y de
qu modo se relacionan, haban dicho algunos:
1/ es imposible decir nada porque todo est desconectado de todo y no hay ms que apariencias.
Es el caso de los atomistas clsicos y los sofistas.
2/ todo est relacionado con todo, lo que posibilitara un ideal del conocimiento. Se percibe el
universo como un todo donde todo est conectado con todo y es posible que los seres racionales
lo logren.
En el Sofista, Platn sostiene que estas dos alternativas imposibilitan el discurso racional porque
la realidad es discontinua, es decir, no todo est conectado con todo. La realidad no es slo plural
sino que es discontinua: hay cosas que no tienen que ver con otras. Es decir: No todo est
desconectado con todo porque, si as fuese, no se podra conocer nada. Si todo estuviese
relacionado con todo, tampoco podramos conocer nada por lo que tiene que haber cosas que
estn relacionados con unas y otras con otras pero no todas con todas ni ninguna con ninguna.
22
ESPIRAL RTMICA
sultate
sultate
he dicho sultate
sultate, sultate ya, sultate ya, sultate ya
librate
librate
librate
librate, librate ya, librate ya, librate ya
entra en la espiral rtmica
djate llevar
por la msica
libera tu cerpo
libera tu mente
libera tu odio
libera el amor
libera la pena
libera la bestia
libera las presas de tu corazn
lnzate, lnzate, lnzate lnzate
lnzate ya, lnzate ya, lnzate ya, lnzate ya
entra en la espiral rtmica
djate llevar por la msica
librate, librate.... liberate
23
EL CASO PLATN
Arstocles de Atenas; apodado Platn (el de anchas espaldas), nace, probablemente, el ao
428-427 a.n.e. en Atenas. Perteneca a una familia noble. Su padre, Aristn, se proclamaba
descendiente del rey Codro, el ltimo rey de Atenas. Su madre Perctiona; descenda de la familia
de Soln, el antiguo legislador griego. Era adems hermana. de .Crmides y prima de Critias, dos
de los treinta. tiranos que protagonizaron un golpe de estado oligrquico el ao.404. Platn tuvo
dos herm.anos, Glaucn y Adimanto, y una hermana, Potone.
Platn ya tuvo una educacin esmerada en todos los mbitos del conocimiento .. Es posible que
se iniciara en la filosofa con las enseanzas del heracliteano Crtilo. A los veinte aos(407) tiene
lugar el encuentro con Scrates: acontecimiento decisivo para Platn. Scrates contaba entonces
63 aos y se convertir en su nico maestro hasta su muerte. Tanto por sus relaciones familiares,
como por vocacin, Platn tuvo la intencin de adentrarse en la vida poltica. Pero, segn narra en
la Carta VJJ, dos sucesos decisivos le hicieron desistir de ello. Durante el rgimen de los treinta
tiranos sus parientes (Critias, Crmides) y conocidos le invitan a colaborar con el gobierno:
Yo me hice unas. ilusiones que nada tenan de sorprendente a causa de mi juventud. Me
imaginaba, en efecto, que ellos iban a gobernar la ciudad, conducindola de los caminos de la
injusticia a los de la justicia. Pero las acciones criminales iniciadas por el. Nuevo gobierno
desilusionaron a Platn; sobre todo por el intento de mezclar a Scrates (el hombre ms justo.
de su tiempo) en el prendimiento de Len de Salamina (un exiliado del partido demcrata) para
condenarlo a muerte. Pero Scrates no obedeci y prefiri exponerse a los peores peligros antes
de hacerse cmplice de acciones criminales. Los exiliados del partido democrtico se rehicieron
bajo la direccin de Trasbulo y, con el apoyo del pueblo ateniense derrotaron a los oligarcas. Al
principio los hombres del nuevo gobierno utilizaron una gran moderacin, votando incluso una
amnista, para poner fin a la guerra civil. De nuevo Platn se siente inclinado a mezclarse en los
asuntos del estado pero ocurre que bajo el nuevo gobierno tiene lugar el proceso y condena de
Scrates: he aqu que gentes poderosas llevan a los tribunales a este mismo Scrates, nuestro
amigo, y presentan contra l una acusacin de las ms graves, que l ciertamente no mereca de
manera alguna: fue por impiedad por lo que los unos le procesaron y los otros lo condenaron, e
hicieron morir a un hombre que no haba querido tomar parte en el criminal arresto de uno de los
amigos de aqullos, desterrado entonces, cuando, desterrados, ellos mismos estaban en
desgracia. La injusticia del orden oligrquico y los errores de la democracia conducen a Platn a
orientar su pensamiento en el sentido en encontrar un fundamento slido para poder instaurar un
orden justo: Entonces me sent irresistiblemente movido a alabar la verdadera filosofa y a
proclamar que slo con su luz se puede reconocer dnde est la justicia en la vida pblica y en la
vida privada. As, pues, no acabarn los males para los hombres hasta que llegue la raza de los
puros y autnticos filsofos al poder o hasta que los jefes de las ciudades, por una especial gracia
de la divinidad no se pongan verdaderamente a filosofar.
El ao 399 tiene Jugar la condena y muerte de Scrates que despejarn los posteriores caminos
del padre de la Filosofa acadmica. Temiendo ser molestado por su condicin de amigo y
discpulo de Scrates, Platn se refugia en Megara donde permaneci probablemente tres aos,
entrando en relacin con-la escuela-y con Euclides de Megara. Posteriormente parti para Africa,
visitando, primero, Egipto y, despus, la Cirenaica, donde frecuent a Aristipo de Cirene y al
matemtico Teodoro. A partir de este momento se dan varios versiones de sus viajes. Para unos
regresa directamente a Atenas, para otros va a Italia meridional a fin de conocer las sedes
pitagricas y a Arquitas de Tarento.
Hacia el ao 388 abandona ltalia (o Atenas) para dirigirse a Sicilia. En Siracusa reina un griego,
Dionisia I el Anciano, que tiene en jaque a los cartagineses y se ha convertido en amo de Sicilia.
Platn intima con Din, cuado de Dionisio, gran admirador de los socrticos. El caso es que
despus de ser llamado por el rey, el propio Dionisio lo expulsa (no se conocen exactamente los
motivos). Embarca en una nave espartana que hace escala en la isla de Aegina, a la sazn en
guerra con Atenas, y Platn es hecho esclavo y luego rescatado por Annceris, a quien haba
24
conocido en Cirene. En el 387 regresa a Atenas y funda la Academia, primera escuela de filosofa
organizada, origen de las actuales universidades. All permanecer durante veinte aos dedicado
al estudio y a la enseanza. Pero el filsofo volver en otras dos ocasiones a Siracusa. El ao 367
muere Dionisio I y le- sucede en el trono su primognito Dionisio II. Din concibe la idea de traer a
Platn a Siracusa como tutor del sucesor de su cuado. Platn no era optimista sobre los
resultados, pero-Din y Arquitas le convencen hacindole ver las perspectivas de reformas
polticas que se le ofrecen. Platn acude a Siracusa dejando a Eudoxo al frente de la Academia.
Muy pronto el joven Dionisio ve en Din y en Platn dos rivales, por lo que destierra a Din y ms
tarde hace lo mismo con el filsofo. Con todo, les promete el regreso.
El ao 366 vuelve a Atenas donde permanecer seis aos. Posteriormente (361) Dionisia invita de
nuevo a Platn y el filsofo se dirige a Siracusa acompaado de varios discpulos. Herclides
Pntico es ahora el encargado de regir la Academia. De nuevo, la actitud de Dionisio fue tajante
con el ateniense que, preso, consigui- ser liberado merced a la intervencin de Arquitas. Una
vez libre regres a Atena,s. Pero Din no cej en su empe, sino que reclut un ejrcito del
que formaban parte discpulos de Platn, venci a Dionisia e instaur una dictadura. Sin embargo
a los tres aos fue asesinado por su amigo, el platnico Calipo. Platn, por su parte, continu en
Atenas su trabajo al frente de la Academia hasta el ao 348-347, fecha probable de su muerte. En
la obra de Platn, escrita casi toda ella bajo la forma de dilogos, podemos distinguir cuatro
etapas:
- Una primera etapa de juventud: en ella los dilogos tratan temas especficamente
socrticos. No suelen llegar a una conclusin final sino que dejan la cuestin abierta.
Apologa de Scrates, In, Lisis, Crmides, Eutifrn, Protgoras.
- Etapa de transicin: profundiza en las cuestiones socrticas y plantea un primer esbozo de
su teora de las ideas. Hipias menor, Hipias mayor, Gorgias, Menexeno, Menn, Crtilo,
Eutidemo.
- Una tercera etapa de madurez en la que Platn perfecciona su teora de las ideas. Fedro,
Fedn, El banquete, Repblica.
- En su vejez Platn reconsidera crticamente sus planteamientos, problematizando su
propia teora. Parmnides, Teeteto, Tmeo, Flebo, . El Sofista, El Poltico, Crtias, Las
Leyes.
COSMOLOGA
La teora cosmolgica platnica se expone fundamentalmente en el dilogo Timeo; aunque se
trata de un dilogo tardo; conviene a efectos expositivos comenzar por este punto. Brevemente
expuesta la teora sera como sigue: por un lado tenemos una materia informe e indeterminada,
dotada de movimientos caticos que no ha sido creada, sino que existe desde siempre; por otro
lado tenemos el mundo de las ideas o formas, tambin eterno y adems inmutable. Este mundo
inteligible est ordenado, es decir, las ideas se estn ordenadas jerrquicamente; en la cspide de
esa jerarqua est la Idea de Bien (1). El mundo sensible surge por la accin de una inteligencia
ordenadora, el Demiurgo, encargada de plasmar las _formas del mundo inteligible en esa materia
catica. Las cualidades de la materia hacen que esa "copia" del mundo inteligible sea imperfecta
y, por ello, el mundo est sometido a la generacin y la corrupcin, por efecto del movimiento. No
sabemos con seguridad cmo interpretar. la figura del Demiurgo platnico. Se trata de un dios?
Se trata simplemente de una imagen mtica para explicada accin de las ideas sobre la materia?
El problema de cmo entender esta figura est sin resolver. Queda pendiente, adems, el
problema de la relacin entre las ideas y las cosas del mundo sensible, que es de difcil solucin:
Platn dice que las realidades sensibles "participan" de las ideas, o bien que "imitan" a las ideas.
En la ltima etapa de su vida parece decantarse ms por el concepto de imitacin (mimesis) que
por el de participacin (methesis), pero ninguno de los dos conceptos soluciona satisfactoriamente
la cuestin.
(1) Las Ideas no son contenidos mentales, sino que para Platn son realidades independientes
que existen por s mismas. De hecho, de ellas derivan las realidades materiales. Por tanto las
Ideas son lo mximamente real.
auriga haya sido ms o menos diestro habr podido contemplar mejor o peor el mundo inteligible;
y por tanto podr recordarlo mejoro peor en esta vida.
Puede parecer extrao que digamos que e] alma es inmortal por ser simple, e inmediatamente
despus que est compuesta de tres partes. En realidad, aquello a lo que llamamos alma,
propiamente hablando, es slo la parte racional, las otras dos partes del alma surgen por su
conexin con el cuerpo.
De la divisin del hombre en alma y cuerpo se extrae la doctrina platnica del conocimiento: El
conocimiento que procede de los sentidos, es decir, asociado al cuerpo es considerado opinin
(doxa), en cambio el conocimiento intelectual, asociado al alma racional es considerado saber en
el pleno sentido (episteme).
Alma
Saber (episteme)
Conoce Ideas
Cuerpo
Opinin (doxa)
ALMA
Racional
Irascible (nimo)
Concupiscible (deseo)
VIRTUDES
Prudencia
Valenta (fortaleza)
Templanza (moderacin)
La justicia se dar cuando cada una de las partes cumple con la virtud que le es propia. El alma
del hombre justo estar gobernada por la razn, ayudada por el nimo para controlar el deseo. El
Estado bien gobernado (Justo) se organizar en tres clases sociales, los gobernantes, los
guardianes, que ayudan a los gobernantes a mantener controlados a los productores. Si cada
clase cumple con su funcin no habr problemas en el gobierno de la ciudad. Para poder realizar
este ideal, Platn presta especial atencin a la educacin que deben recibir los ciudadanos.
29
Cmo explicar los cambios del no ser al ser y del no ser al ser?
A partir de 72e y siguientes Platn introduce la Reminiscencia o Recuerdo como forma de
conocimiento (ver metafsica platnica desde el Fedro) y afirma que para explicar el movimiento
deberemos pensarlo fuera de l y dicha actividad podemos realizarla los mortales, presas del
tiempo, gracias al logos, a la razn que en el pensamiento platnico lo identificamos con la nocin
de alma. Aunque Platn admita que unas cosas se originan de las otras siempre, como
avanzando en un movimiento circular no significa que afirme la identidad de los contrarios. En
contra de Herclito, Platn niega la identidad de los contrarios lo que le lleva a establecer un
patrn que ordene la multiplicidad fenomnica. Ese patrn son las formas o ideas que Platn
considera eternas, de naturaleza idntica consigo misma y no sometidas a cambio alguno. (78 d).
De un lado est "lo divino, imperecedero, inteligible, cuya Forma es una, indisoluble e idntico
siempre y de la misma manera consigo mismo"; frente a ello, lo sensible, "humano, mortal, de
formas mltiples, ininteligible, sometido a disolucin y nunca idntico a s mismo". La solucin al
problema del movimiento queda as:
El tres participa siempre de la Idea de impar, ya que siempre es un nmero impar; del mismo
modo, la nieve participa siempre de la Idea de fro, y nunca puede admitir la Idea opuesta de calor
sin dejar de ser nieve. Las Ideas que estn siempre presentes por definicin en cualquier objeto
particular constituyen sus predicados necesarios, mientras que aquellas que no estn siempre
presentes en un individuo son sus predicados accidentales.
El Fedn nos ensea que: en primer lugar, que existen realidades como lo igual, lo bello, etc., que
son absolutamente verdaderas y susceptibles de ser captadas a travs de la dialctica. En
segundo lugar que los objetos particulares pueden a un tiempo participar de distintas Ideas
respetando el principio de no contradiccin propio de la sintaxis de las matemticas.
En el Fedn no hay pluralidad de virtudes, porque todas confluyen en una sola, la nica vlida que
es denomina phrnesis. Esta virtud es katharms, "purificacin", y, en consecuencia, solamente
puede ser alcanzada por el sabio mstico: todos los dems hombres no pueden ser virtuosos. Es
lgico que Platn, en el Fedn, entienda que el alma es simple {no compuesta) acorde con esta
concepcin asctica de la actividad del filsofo. La direccin hacia la concepcin tripartita del alma
aparece en el Banquete y de modo ms preciso en la Repblica. En su aproximacin poltica a la
humanidad, se ve obligado a admitir la virtud no slo para la parte racional del alma, sino tambin
para la irascible y concupiscible. No slo sern virtuosos los filsofos sino tambin los guardianes
auxiliares, los productores y los artesanos
30
La solucin aristotlica al problema del movimiento podr entenderse mejor si atendemos a quin
se dirige Aristteles, es decir, importa recordar las razones que hacen insuficiente, a su manera de
ver, recurrir a la nocin de participacin platnica para responder a las relacin entre lo sensible y
lo inteligible. La nocin de participacin es, por s misma, una palabra vaca de sentido. De hecho
Platn oscila, segn Aristteles, entre dos concepciones: o la participacin es una mezcla
(methesis), o instaura, entre lo participado y lo participante, una relacin de modelo o copia
(mimesis). Digamos aqu solamente que, en esta hiptesis, la idea pierde su individualidad
(puesto que se la hace entrar en una mezcla) y su indivisibilidad (puesto que ella misma es
mezcla: as la Idea de Hombre comprender la de animal y bpedo a ttulo de componentes de la
mezcla). Esta ltima crtica, que Aristteles desarrolla en varias ocasiones, es particularmente
importante para nuestro propsito, pues se funda expresamente en el hecho lgico de la
atribucin. En efecto: no hay en principio dificultad alguna para admitir que la Idea de Hombre no
es simple, sino compuesta de las Ideas de que participa; pero el lenguaje, al afirmar no slo que
le hombre participa del gnero animal, sino que el hombre es animal, contradice aqu una
metafsica de la participacin. En efecto: el lenguaje parece sugerimos que animal es lo que el
hombre es, o sea, la esencia de hombre; pero, al no bastar Animal para definir al hombre (pues de
una parte el hombre no es slo animal sino tambin bpedo y, de otra parte, la animalidad no
pertenece en exclusiva al hombre), la teora de la participacin concluye que Animal es una parte,
un elemento del Hombre. Pero entonces, si decimos que Scrates es hombre, reconoceremos por
eso mismo que es animal, puesto que Animal est en Hombre, y Scrates no tendr una sola
esencia, sino dos, o mas bien una pluralidad de esencias, puesto que el gnero animal participa l
mismo en gneros an ms universales y la esencia exclusiva es inhallable.
La metafsica de la participacin no resuelve, por consiguiente, los problemas del discurso
atributivo, ese paradjico discurso en el que el ser se nos aparece como siendo lo que no es. No
basta con decir que le hombre participa de la animalidad, o que su esencia se mezcla con la de
blancura, pues el lenguaje es, a un tiempo, ms explcito y ms misterioso: el hombre es animal y
es bpedo. Hay que reflexionar, pues, acerca del sentido de la palabra ser; fuera de ello no hay
ms que palabras vacas y metforas poticas.
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LA INVESTIGACIN DE ARISTTELES
VIDA Y OBRAS
Arstteles nace en Estagira en tomo al 384 a.n.e. A los 17 aos viaja a Atenas e ingresa en la
Academia de Platn, donde permanecer veinte aos, hasta la muerte de ste, momento en el
que abandona Atenas. Aos ms tarde regresar para fundar su propia escuela, el Liceo o
Perpato.
Las obras que conocemos de Aristteles son fundamentalmente apuntes preparados para las
clases del Liceo, por lo que su estilo no es muy pulido:
- Tratados de Lgica y lenguaje: Analticos primeros, Analticos segundos, Categoras,
Tpicos, Acerca de la interpretacin, Refutaciones sofisticas, Retrica, Potica.
- Tratados sobre la Naturaleza: Fsica, Acerca del cielo, Acerca del Alma, De la generacin y
la corrupcin, De las partes de los animales.
- Tratados de Ontologa: Metafsica, Tratados tico-polticos: tica a Nicmaco, tica a
Eudemo, Poltica, Constituciones de 'los Atenienses.
LGICA
En la terminologa aristotlica 'razonar' se dice syllogzesthai y 'razonamiento' se dice sjllogisms,
o sea, silogismo. Un silogismo es "un discurso en el cual, una vez puestas ciertas cosas,
necesariamente resulta, a travs de las cosas establecidas, algo que es distinto de las cosas
establecidas". Las cosas puestas o establecidas son las premisas y lo que resulta necesariamente
de ellas es la conclusin.
El discurso que muestra a las claras o desvela alguna faceta o modo de ser de la cosa de que se
habla es el discurso apofntico. En l se trata de mostrar algo como algo, o decir algo de algo.
Segn esta definicin, el discurso apofntico presenta una estructura compleja que consiste en la
combinacin de dos trminos simples. Los trminos simples pueden clasificarse segn su,
significado en diez gneros o grupos, llamados categoras: entidad (sustancia, ousia), cantidad,
cualidad, relacin, lugar, tiempo, posicin en que algo se e11cuentra, estado en que algo se halla,
accin y pasin. Lo importante para Aristteles parece ser resaltar la pluralidad de las categoras
y la prioridad de la categora primera (ousa) respecto de todas las dems. A ella pertenecen tanto
los individuos (entidades primeras) como los predicados que definen esencialmente a los
individuos (gneros y especies, que Aristteles llama entidades segundas). Esta primada de la
categora de entidad determina, entre otras cosas, que el modelo bsico de enunciado sea el que
presenta la estructura sujeto-predicado. Si el enunciado o discurso apofntico consiste en mostrar
algo de algo, lo que se muestra es un predicado y aquello de lo cual se muestra es un sujeto. El
sujeto por antonomasia, lo que es siempre sujeto y' nunca predicado es la entidad individual, las
"entidades primeras". Los predicados pueden ser de distinto rango y condicin; hay tantas clases
de predicados como categoras. Cuando el sujeto de un enunciado es una entidad primera, un
individuo, solamente los predicados pertenecientes a la categora de entidad (gneros y especies,
entidades segundas) dicen o muestran qu es el sujeto, muestran su esencia. El resto de
categoras muestran rasgos no esenciales, es decir, accidentes.
Las categoras son una clasificacin de los predicados posibles; se refieren, por tanto al lenguaje,
pues pertenecen al mbito del discurso. Pero como el discurso apofntico consiste en manifestar
la estructura y los aspectos de la realidad misma, las categoras manifiestan la diversidad real de
las realidades extralingsticas.
Demostrar y argumentar. Hay mbitos en los que razonamos a partir de premisas verdaderas,
mientras que en otros razonamos a partir de premisas meramente probables o verosmiles. En el
primer caso los razonamientos son cientficos, y los denominamos demostraciones, en el segundo
caso los razonamientos son dialcticos y los llamamos en general argumentaciones.
32
FSICA
Aristteles define la naturaleza (physis) como principo interno del movimiento que se da en los
seres naturales. Los seres naturales son, por contraposicin a los seres artificiales, aquellos que
poseen en s mismos el origen o principio de su propio movimiento. Por ello, la naturaleza
comprende y determina ciertas pautas de actuacin, ciertos modos especficos de comportarse
espontneamente y desde s. De este modo, a la naturaleza de cada cosa pertenecen ciertas
capacidades de actuacin cuyo destino es precisamente actualizarse. Esta actualizacin de las
capacidades naturales constituye el fin de los movimientos o procesos naturales. La naturaleza de
cada cosa se identifica con su esencia, con lo que cada cosa es. La idea de "naturaleza"
determina un mbito de la realidad, un gnero de entes o seres: el de las cosas que existen "por
naturaleza", es decir, el de los cuerpos sujetos a movimiento. Por tanto, el punto de vista para el
estudio de stos ser el de su corporeidad y movilidad. As, la Fsica ser la ciencia que estudia el
movimiento de los seres naturales. El movimiento es un dato incuestionable mostrado parla
experiencia, no es necesario demostrar su existencia. Sin embargo, la tradicin filosfica anterior
se haba visto conmocionada por la argumentacin de Parmnides que conduca a declarar la
imposibilidad racional de movimiento. Partiendo del axioma "lo que es, es (y no puede no ser) y lo
que no es, no es (y no puede ser)" se conclua que la nocin misma de movimiento es de suyo
contradictoria, pues exige el paso del no ser al ser o viceversa. Aristteles trata de salir de esta
trampa mediante un anlisis de los factores que intervienen en todo movimiento. De acuerdo con
este anlisis ( 1) todo movimiento o cambio tiene lugar entre contrarios (de negro a blanco, de
ignorante a sabio etc.); de dos formas contrarias, una desaparece y otra aparece en su lugar. (2)
los contrarios han de darse siempre en un sujeto (hypokeimenon) que permanece a travs del
cambio; hay algo que pasa de negro a blanco, de ignorante a sabio ... Por tanto, en todo cambio o
movimiento hay tres factores implicados: el sujeto, la forma que desaparece y la forma que
aparece en su lugar. Como las formas son contrarias, podernos entender una de ellas como
privacin de la otra. De este modo los tres factores implicados en todo movimiento son sujeto,
privacin (de la forma que se adquiere) y forma (que se adquiere). Hay que resaltar que se trata
de un anlisis funcional, es decir, en todo movimiento ha de haber algo que "funcione" como
sujeto, algo que "funcione" como privacin o no ser y algo que "funcione" como forma adquirida.
Qu sean estos "algos" depender del tipo de cambio o movimiento de que se trate en cada caso.
Este anlisis muestra cmo el trmino final o resultado. de todo movimiento es un compuesto de
sujeto (material) y forma.
Aristteles recurre adems, en su anlisis del movimiento a otro esquema conceptual, el que
corresponde a las nociones de potencia y acto o actualizacin. El movimiento parte de lo que no
es actualmente pero es potencialmente aquello a lo que el movimiento conduce. Las
consecuencias de concebir el movimiento en trminos de potencia y acto son: (1) el movimiento
se concibe como un proceso orientado a un fin (teleologa) y (2) la teora comporta la anterioridad
del acto respecto a la potencia. De ah el principio aristotlico "todo lo que se mueve es movido
por otro" o, lo que es lo mismo, "lo que es en acto se genera siempre de lo que es en potencia por
la accin de algo que es en acto". Estas dos consecuencias, coordinadas con el principio que
establece que es imposible una serie infinita de causas, lleva a afirmar una causa ltima del
movimiento de todos los seres del Universo; un motor inmvil, un ser que mueve sin estar l en
movimiento. Tal ser debe ser en acto y carecer de toda potencialidad, deber ser, por tanto, acto
puro. Pero, siendo as, ya no ser un ser "natural", en el sentido antes especificado, puesto que
no ser un compuesto de materia y forma, sino que ser inmaterial y no sujeto a movimiento. Por
tanto, su estudio corresponder a otra ciencia; denominada por Aristteles "teologa" o "filosofa
primera".
Las cuatro causas. Las causa que intervienen en todo proceso real, y que es preciso especificar
para explicar adecuadamente cualquier proceso son cuatro: (1) la materia o sujeto afectado por el
proceso (causa material), (2) la forma adquirida por el sujeto (causa formal), (3) de dnde se
origina el movimiento (causa eficiente o agente) y (4) el para-qu, el fin o finalidad del proceso
(causa final). Cada una de ellas seala una respuesta posible a la pregunta por qu?, y el
conjunto de todas ellas agota las posibilidades de responder pertinentemente a tal pregunta.
33
mundo sublunar los cuerpos tienden por naturaleza a ocupar un lugar determinado en el Universo,
en funcin de sus propiedades de pesantez y ligereza. Los cuerpos pesados se mueven
naturalmente hacia a bajo y los ligeros hacia arriba. Aqu introduce Aristteles los cuatro
elementos clsicos: la tierra es pesada, el fuego ligero y el agua y el aire son intermedios. La
Tierra permanece inmvil en el centro del Universo porque ese es su lugar natural. En cuanto a
los cuerpos celestes, no son ni ligeros ni pesados, puesto que su movimiento es circular. En
realidad su naturaleza es distinta, son inalterables e incorruptibles y, por tanto, sustancias divinas.
METAFSICA
Hay tres tipos de saberes: productivos (cuya finalidad es la produccin de objetos), prcticos
(cuya finalidad es la regulacin de la conducta) y tericos (cuya finalidad es el conocimiento
mismo). Los saberes tericos son los nicos que no estn orientados a la accin sino a la
contemplacin, nada resulta fuera de ellos mismos y, por eso mismo, son superiores y ms
valiosos y estimables.
Aristteles clasifica las Ciencias tericas en: fsica, que se ocupa de las realidades materiales y
mviles; matemticas, que se ocupa de las realidades materiales e inmviles; y ciencia o filosofa
primera, que estudia las realidades inmviles e inmateriales. Esta clasificacin de las ciencias las
presenta como particulares, es decir, cada ciencia. se ocupa de una parcela de la realidad, de un
gnero de entes. Sin embargo, Aristteles en su Metafisca (VI 1, 1 026a27-32) dice: "as pues, si
no existe ninguna otra entidad fuera de las fsicamente constituidas, la fsica ser ciencia primera.
Si, por el contrario, existe alguna entidad inmvil, esta ser anterior, y filosofa primera, y ser
universal de este modo: por ser primera. Y le corresponder estudiar lo que es, en tanto que algo
que es, y qu es, y los atributos que le pertenecen en tanto que algo que es". El problema
consiste en que en la ciencia primera vienen a fundirse (confundirse?) dos perspectivas o
ciencias dispares: por un lado la teologa, que estudia la(s) realidad(es) suprema(s) y que sera
una ciencia, en principio, particular y, por otro lado; una pretendida ciencia universal cuyo objeto
es todo lo real, lo que es, sin restriccin alguna, a la cual podemos llamar ontologa y que sera
una ciencia, por principio, universal. Considermoslas primero por separado.
Ontologa: En la cita anterior se menciona una ciencia universal capaz de abarcar todo lo que es,
considerndolo desde el punto de vista de su "ser", desde el punto de vista de qu es. Esta
afirmacin resulta problemtica. Es cierto que contamos con el verbo "ser" y su participio presente
(t n, lo que es) aplicable a todo; a cualquier realidad y a cualquier aspecto de la misma. Pero,
para la constitucin de una ciencia no basta con tener a mano una palabra aplicable a todo
aquello que pretendemos englobar bajo su consideracin, si queremos que la ciencia sea
realmente una, que tenga unidad. El trmino o palabra con que se menciona el objeto de una
ciencia ha de ser unvoco, ha de tener un solo significado mediante el cual delimitar un gnero de
cosas, de entes. El verbo "ser" no es unvoco, sino que posee muchas y diversas significaciones.
'Ser' o 'algo que es', dice Aristteles, "se dice de muchas maneras" y, por tanto, no le corresponde
la unidad de un gnero. Ahora bien, las mltiples significaciones del verbo ser guardan una
cierta conexin entre s. Pasa con l algo parecido a lo que ocurre con la palabra 'sano', que
puede decirse del organismo, del clima, del color, de los alimentos. Del organismo, porque en l
se da la salud; del color, porque es signo de salud; del clima y de los alimentos, porque favorecen
la salud. A pesar de sus diferencias, entre todas estas aplicaciones de la palabra 'sano' hay una
conexin, una cierta unidad: la unidad que les confiere su regencia comn a la salud. Esta unidad,
denominada "referencia a uno" o, ms explcitamente, referencia "a una naturaleza", "a un
principio", es la que conviene al verbo 'ser'. "De una cosas 'se dice que son' por ser entidades, de
otras por ser un proceso hacia la entidad, o bien corrupciones o privaciones o cualidades o
agentes productivos o agentes generadores ya de la entidad ya de aquellas cosas que se dicen
en relacin con la entidad, o bien por ser negaciones ya de algunas de estas cosas ya de la
entidad" (Met. IV 2, 1 003b6-1 0). Entre la multiplicidad de significaciones del verbo 'ser' hay una
cierta unidad consistente en una referencia comn a la entidad o sustancia (ousa). Al hablar de
las categoras ya hemos sealado la prioridad absoluta de la categora primera, la de entidad o
sustancia. En el esquema de las categoras se manifiestan a la vez la inevitable pluralidad de
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TICA Y POLTICA
Los conocimientos prcticos y productivos versan sobre lo que puede ser de otra manera que
como es. Mientras que ante lo que sucede necesariamente no cabe intervencin humana alguna,
no cabe actuar, lo que puede ser de otra manera abre un espacio para la accin humana,- para
que el hombre intervenga y acte, sea transformando la naturaleza (mbito de la produccin, del
hacer), sea dirigiendo su propia conducta de esta o la otra manera (mbito de la conducta, del
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"obrar"). En ambos casos podemos actuar al azar o rutinariamente o bien podemos obrar
racionalmente, con conocimiento: tcnico o productivo en el caso del "hacer" o conocimiento
prctico o moral en el caso del obrar. Este ltimo es especialmente importante para el hombre
pues en l nos va nuestra propia vida: el tipo de vida que prefiramos y la manera de vivirla, el
modo de actuar en cada situacin y circunstancia particulares.
Al saber prctico corresponde el estudio de la conducta humana a fin de establecer criterios para
su orientacin. El primer rasgo de la conducta humana que Aristteles destaca es su carcter
intencional, teleolgico. "Todo arte y toda investigacin, y lo mismo cualquier accin o eleccin,
parecen dirigirse a algn bien. Por eso se ha calificado con razn el bien como aquello a que
tienden todas las cosas" (Et. Nic. I 1, l094al-3). Ahora bien, los bienes o fines que se persiguen
son mltiples y distintos en cada caso; es necesario entonces preguntarse si existe una jerarqua
en los fines perseguidos por los hombres, si existe un fin superior y ltimo al cual se orientan
todos los dems, un fin "que se busque por s mismo y los dems por l" (ib. 1 094al9). Este fin
ltimo y superior es la felicidad (eudaimona). Pero, en qu consiste la felicidad? En la respuesta
a esta pregunta nos encontramos con el ms absoluto desacuerdo. Aristteles recorre y comenta
los distintos bienes en que los hombres han cifrado la felicidad: el placer, las riquezas, los honores
y el reconocimiento social, la virtud, el saber... Sin embargo, el estagirita cree que es posible
avanzar hasta determinar razonablemente en qu consiste una vida feliz.
Segn l, una vida feliz es una vida que merece vivirse, una vida plena, digna y satisfactoria. No
todas las formas de vida valen lo mismo ni todas las opiniones poseen el mismo valor: hay
personas con criterio y personas sin criterio. Para determinar en qu consiste una vida feliz (plena,
digna y satisfactoria) es necesario tratar de comprender cul es la funcin o el quehacer que
corresponde al hombre como tal. Al igual que el quehacer propio del zapatero es hacer zapatos y
el del buen zapatero hacerlos bien, habr alguna actividad propia del hombre como tal? Esta
pregunta es lo mismo que preguntarse por la naturaleza (physis) del ser humano. Recurdese que
la naturaleza es principio interno de movimiento, de actividad; que la naturaleza del viviente es el
alma, forma y acto vital, que se despliega en mltiples operaciones (alimentarse, reproducirse,
ver, or, sentir y apetecer, hablar, pensar y decidir, etc.) y que la forma es acto o actividad
inmanente que no tiene otro fin que su propio ejercicio o actividad.
Sobre esta base, la respuesta de Aristteles se desarrolla como sigue: (1) La actividad o funcin
propia del hombre es vivir, pero no cualquier tipo de vida, sino la vida racional (vivir como hombre
es vivir racionalmente). (2) En el hombre, como ser racional, cabe distinguir dos partes, la una
posee razn y su acto es razonar, la otra obedece a la razn (vida racional es, pues, la actividad
misma de la razn y, tambin, cualesquiera otras actividades reguladas por la razn). (3) La
funcin propia del hombre bueno es vivir racionalmente con plenitud, de modo excelente
(virtuoso). (4) De esto se concluye que "el bien humano viene a ser actividad del alma conforme a
virtud y ,si las virtudes son varas, conforme a la mejor y ms perfecta, y adems en una vida
entera" (ib. 1 098a15- 16). En el ejercicio excelente de las actividades que le son propias halla el
hombre su propio perfeccionamiento, y tambin placer y satisfaccin. Adems, esto no puede
consistir en actos o satisfacciones momentneas u ocasionales, sino que es un estado prolongado
y estable; se trata de una vida feliz en su conjunto.
Al final de la tica a Nicmaco, Aristteles retoma esta cuestin de la vida feliz: "si la felicidad es
actividad conforme a virtud, es razonable que sea conforme a la virtud ms excelsa, y sta ser la
virtud de lo mejor que hay en el hombre" (11773 12-3). La parte mejor, la facultad ms excelsa del
hombre, es el entendimiento (nos) "que es algo divino o lo ms divino que hay en nosotros" y, por
tanto, la actividad del entendimiento conforme a la virtud que le es propia ser la felicidad
perfecta. Esta actividad es la contemplacin de la verdad, es decir, la actividad intelectual terica.
Esto no tiene nada de raro si se considera que Dios es el viviente perfecto y feliz y que su ser
consiste precisamente en la actividad de pensar. No obstante, los hombres no somos dioses. Una
vida exclusiva y plenamente dedicada a la contemplacin no sera humana, sino divina. A nuestra
naturaleza pertenece el entendimiento, pero somos ms (y por eso mismo, menos) que
entendimiento. Somos vivientes corpreos, y esto nos impone exigencias ineludibles; vivimos con
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otros seres humanos y esto reclama mltiples actividades (y sus correspondientes virtudes) que
faciliten la buena convivencia. Si la posesin de entendimiento acorta la distancia entre lo humano
y lo divino, los mltiples quehaceres del hombre la alargan hasta hacerla insalvable. Por eso
somos un animal intermedio: estamos entre las bestias y los dioses.
Las excelencias o virtudes. A la pluralidad de quehaceres corresponde una pluralidad de virtudes.
Aristteles establece dos grandes grupos de virtudes o excelencias: las virtudes intelectuales
(dianoticas), que perfeccionan nuestra capacidad de conocer, y las virtudes ticas, que
perfeccionan el carcter. Las virtudes intelectuales son disposiciones o estados (hbitos) mediante
los cuales se alcanza la verdad, que es el bien del conocimiento. Son cinco: entendimiento (nos),
que es la disposicin para la captacin de los principios; ciencia (episteme), que es la disposicin
relativa a lo necesario y cuyo proceder es demostrar; sabidura (sopha), que es conocimiento que
ana las dos anteriores; arte (tchne), que es conocimiento orientado a la produccin, y prudencia
(phrnesis), que se refiere al obrar y que es "una disposicin verdadera que con ayuda de una
regla nos permite obrar en lo concerniente a las cosas buenas y malas para el hombre. La
prudencia versa sobre las acciones contingentes ( que pueden ser de otro modo) y sobre ella gira
toda la tica aristotlica. El hombre prudente (phrnimos) es el que sabe de los bienes y los males
humanos, y por ello es capaz de deliberar bien en cada caso y ante cada problema. De ah que la
prudencia "no versa solamente sobre lo universal, sino que ha de conocer tambin lo
particular" (ib. 7, 1 141b14-5).
Las virtudes ticas son aquellas relativas a la eleccin. No basta con deliberar con prudencia y
llegar a la conclusin de qu accin es preferible: hay que elegir lo correcto y mantenerse en la
eleccin; hay que seguir el consejo de la prudencia, y esto depende ya del carcter (ethos).
Aristteles define la virtud tica, del carcter, como "un hbito de elegir consistente en un trmino
medio relativo a nosotros", trmino medio "definido por una regla, aquella regla con la cual lo
definira el hombre prudente" (Et. Nic. II 6, 1106b3-6). Los rasgos de la virtud tica son, segn
esto, los siguientes: (1) Es un hbito, es decir, una disposicin firme y estable. (2) Es una
disposicin relativa a la eleccin. (3) Facilita la eleccin orientndola a un trmino medio relativo a
nosotros. La accin virtuosa se sita siempre en un trmino medio entre dos extremos,
considerados vicios, uno por exceso y otro por defecto (la valenta, por ejemplo, se juega entre la
accin cobarde y la conducta estpidamente temeraria). Este trmino medio no es equidistancia
entre los dos extremos, ni es siempre el mismo; depende de las circunstancias en cada caso y,
por eso (4) la regla que determina y define la accin virtuosa es aquella que en cada caso fijara el
hombre prudente.
Entre las virtudes ticas, Aristteles concede especial importancia a la justicia y a la amistad.
Respecto de la primera, distingue dos clases de justicia, la justicia como legalidad (conductas
conformes con las leyes) y la justicia como igualdad. La justicia legal no es una virtud particular
porque no se refiere a un tipo particular de conducta o actividad. Las leyes regulan todas las
conductas relevantes para la convivencia, por lo que la justicia entendida como respeto a la
legalidad comprende la totalidad de las virtudes en todo aquello que afecta a la relacin con los
dems. La justicia como igualdad, en cambio, regula las relaciones entre las personas imponiendo
en stas un trato equitativo de modo que cada cual obtenga lo que le corresponde. El trato
equitativo puede alcanzarse mediante dos procedimientos: la justicia aritmtica (conmutativa) rige
los intercambios y las relaciones contractuales y exige que se d exactamente lo mismo a cada
una de las partes; la justicia segn la proporcin geomtrica (distributiva) regula, entre otras
cosas, la distribucin poltica de los cargos y honores y comporta que a los implicados se les d
en funcin de sus mritos.
Respecto de la amistad (phila), en el uso aristotlico del trmino, expresa los lazos afectivos
recprocos asociados a la convivencia de quienes tienen conciencia de formar una comunidad,
sea sta del tipo que sea. La amistad es digna de la mayor estima, piensa Aristteles, porque es
una virtud o va acompaada de virtud y es lo ms necesario para la vida ("nadie querra vivir sin
amigos, an teniendo todas las dems cosas buenas"). Cabe distinguir tres tipos de amistad,
segn sta se base en la utilidad, el placer o el bien. La amistad perfecta es la que se basa en la
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bondad y excelencia, es "la amistad de los hombres buenos e iguales en virtud", de tal modo que
"los amigos desean cada uno el bien del otro por el otro mismo". Esta amistad es el coronamiento,
la excelencia, de la condicin social (poltica) del hombre y es coextensiva con la justicia, a la que
sirve de estmulo ("si se desea hacer que los hombres no se comporten injustamente entre s,
bastar con hacerlos amigos, pues los verdaderos amigos no cometen injusticia unos contra
otros"). La amistad entre los conciudadanos es la amistad civil, que se manifiesta como concordia;
sta se da cuando "los ciudadanos estn de acuerdo sobre las cosas que les convienen y las
eligen, y llevan a la prctica las cosas que acuerdan en comn".
Como puede verse, la tica es inseparable de la poltica. La distincin entre ambas es la de dos
vertientes (hacia el individuo, hacia la polis) de un nico saber relativo al bien humano; un saber
que, en ltima instancia, recibe genricamente el nombre de "poltica". Esta pertenencia de la
tica a la poltica tiene su razn de ser en la condicin social del ser humano. Vivir es, para el
hombre, convivir con otros hombres. Solamente en el marco de esta convivencia es posible
alcanzar una vida digna y satisfactoria, es decir, la felicidad. En efecto, frente a los sofistas,
Aristteles afirma que la sociabilidad es un rasgo esencial de la naturaleza humana. No vivimos
en ciudades porque acordemos hacerlo, sino porque est en nuestra naturaleza, porque no
podemos vivir sin cooperar unos con otros. La sociabilidad marca el nivel que corresponde al
hombre en la escala de los vivientes: por debajo de l estn las bestias, que no pueden vivir en
sociedad (poltica) por carecer de las dotes necesarias, y por encima estn los dioses, que no lo
necesitan por ser autosuficientes. Somos animales polticos, y podemos serlo porque tenemos
lenguaje (lagos) mediante el cual comunicamos y compartir proyectos prcticos y valores morales.
La potencia que tenemos los hombres de vivir en sociedad se actualiza en tres formas naturales
de comunidad: la familia, la aldea y el estado (plis). En ste ltimo culmina la sociabilidad
humana, por ser la sociedad perfecta y autosuficiente. Qu es, entonces, el estado? Esto es
tanto como preguntarse por su naturaleza y esto es preguntarse por su funcin propia, por su fin,
El estado surge, a partir de las aldeas, con el fin de que sus ciudadanos puedan vivir, pero no se
limita a esto. El estado es un tipo de comunidad orientada a que sus miembros no slo vivan, sino
que vivan bien, es decir, digna y satisfactoriamente.
Que este fin se cumpla (se actualice) depende de las leyes y, muy particularmente, del rgimen de
gobierno que stas establezcan. Aristteles distingue tres tipos de regmenes polticos segn
gobierne uno (el mejor y ms excelente), en el caso de la monarqua; varios (los mejores), en el
caso de al aristocracia, o la mayora de los ciudadanos, en el caso de la "politeia". Si estos
regmenes estn orientados al bien de todos los ciudadanos, al bien comn, son legtimos.
Cuando degeneran porque los gobernantes persiguen su propio provecho la monarqua se
convierte en tirana, la aristocracia en oligarqua y la "politeia" en democracia (que es interpretada
como gobierno de los pobres en su propio inters contra los ricos).
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A. FE Y RAZN
El prrafo que acabamos de citar, en que se afirma que lo lgico sera que los platnicos acepten
el cristianismo, es sumamente revelador de la actitud intelectual de San Agustn. San Agustn no
es un filsofo en sentido estricto, si entendemos por filsofo un pensador que se limita al mbito
de lo que puede ser conocido por medios exclusivamente racionales, sin apelar a la fe en el curso
de su argumentacin racional. La actitud filosfica as entendida es solamente posible cuando
previamente se han trazado fronteras precisas entre la Razn y la Fe, asignando a cada una de
ellas su propio mbito de competencias. San Agustn no se preocup jams de trazar fronteras
entre Fe y Razn sino que consider que ambas, conjunta y solidariamente, tienen como misin el
esclarecimiento de la verdad que, como creyente, no poda considerar otra que la verdad
cristiana. Para San Agustn, el objetivo es la comprensin de la verdad cristiana, y a tal objetivo
colaboran la Razn y la fe del siguiente modo: 1) en un principio, la Razn ayuda al hombre a
alcanzar la Fe; 2) posteriormente, la Fe orientar e iluminar a la Razn; 3) la Razn ,a su vez,
contribuir ulteriormente al esclarecimiento de los contenidos de la Fe.
Esta actitud agustiniana (que no separa la Fe de la Razn, que cuando filosofa lo hace como
cristiano) puede resultar no slo unilateral, sino tambin insatisfactoria para el lector moderno,
acostumbrados como estamos a dos ideas fuertemente arraigadas en el pensamiento
contemporneo: la idea de que la Razn es autnoma y la idea de que el conocimiento racional es
limitado: la autonoma de la Razn exige que sta funcione desde s, sin hallarse sometida por
principio a ninguna autoridad ajena a ella misma, como podran ser los artculos de una fe
religiosa; de otra parte, la limitacin de la razn humana impide la racionalizacin de los
contenidos especficos, de los dogmas, de la fe religiosa.
Estas dos ideas - autonoma de la Razn, finitud o limitacin de la razn humana- son
caractersticas de la filosofa contempornea. Como veremos oportunamente, el conflicto entre Fe
y Razn comenzar a partir del siglo XIII. La Modernidad proclamar de forma definitiva la
autonoma de la Razn. Es de sealar, por lo dems, que la afirmacin de la autonoma de la
Razn no lleva consigo necesariamente la afirmacin ni de su finitud ni de su infinitud: tanto Kant
como Hegel sostienen la autonoma de la Razn; sin embargo, como veremos en su momento,
Kant afirma la finitud y lmites de la razn humana, mientras Hegel proclama su infinitud.
respecto de lo que es superior a ella" (Enadas, V, 3.); esta vecindad explica que la
Iluminacin sea algo
perfectamente natural y acorde con la naturaleza humana.
Recurdese el texto que proponamos al explicar el autotranscendimiento del hombre:
"tiende, pues, all donde se enciende la luz misma de la razn"
A. LA EXISTENCIA DE DIOS
Dada su preferencia por la va de la interioridad, es lgico que San Agustn no se preocupe por
formular argumentaciones tomadas de la realidad exterior, del Universo, para demostrar la
existencia de Dios. Hay ciertamente en sus obras referencias al orden del Universo como prueba
de la grandeza de su Creador, y tambin existen referencias ( cf, Acerca de la doctrincicristiana, 1,
7, 7) al argumento usualmente denominado del consenso, es decir, al hecho de que la mayora de
los hombres coincidan en aceptar la existencia de Dios. Sin embargo, San Agustn no se preocupa
de formular estas pruebas de modo sistemtico.
La autntica prueba agustiniana de la existencia de Dios es la que parte de las Ideas, de sus
caracteres de inmutabilidad y necesidad, de aquella verdad que no puedes llamar ni tuya ni ma ni
de hombre alguno, puesto que est presente en todos y a todos se ofrece por igual (Acerca del
libre albedro, 2, 12, 33). La naturaleza de las ideas, su carcter inmutable, contrasta con la
mutabilidad de la naturaleza humana y remite a una Verdad inmutable, " la Verdad en la cual, por
la cual y en virtud de la cual es verdadero cuanto es verdadero en cualquier sentido" ( Soliloquios,
1, 1, 3). De ah que al tratar de definir el atributo fundamental de Dios, San Agustn- siguiendo en
esto tambin una evidente orientacin platnica- insista en la inmutabilidad como su atributo
primero.
B. ANTROPOLOGA
I. NATURALEZA DEL ALMA
La antropologa agustiniana est fuertemente teida de platonismo. En el hombre existen dos
sustancias distintas, espiritual la una, material la otra. El hombre, propiamente hablando, no es su
cuerpo, ni tampoco el conjunto de su cuerpo y alma, sino el alma: " el hombre es un alma racional
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que se sirve de un cuerpo mortal y terrestre". En el alma, a su vez, San Agustn distingue dos
aspectos, la Razn Inferior y la Razn Superior. La razn Inferior tiene como objeto la ciencia, es
decir, el conocimiento de las realidades mutables y sensibles, el conocimiento de nuestro entorno
fsico con el fin de que nos sea posible subvenir a nuestras necesidades. La razn Superior tiene
como objeto la Sabidura, el conocimiento de lo inteligible, de las ideas, con el fin, de que sea
posible elevarse hasta Dios. Es en esta Razn Superior, cercana a Dios, donde tiene lugar la
Iluminacin. Todo esto es bsicamente platonismo. San Agustn, atento a las exigencias de la fe
cristiana, niega la preexistencia y la reencarnacin de las almas. La necesidad de hacer inteligible
la doctrina cristiana de la transmisin de la culpa original, llev a San Agustn a defender el
traducianismo, sosteniendo que las almas de los hijos provienen de las de los padres. Sin
embargo, no parece que San Agustn llegara a estar absolutamente convencido de ninguna de las
teoras que los filsofos de su tiempo manejaban al respecto.
II. LA LIBERTAD Y EL PROBLEMA DEL MAL
1) En tanto que religin de salvacin, el Cristianismo haba trado consigo una concepcin del
hombre que nada tena que ver con el platonismo ni con la filosofa griega en general. El
Cristianismo haba trado a primer plano la libertad individual como posibilidad de eleccin entre
el bien y el mal. Los filsofos griegos apenas haban reflexionado sobre la libertad en el
contexto moral, principalmente a causa de su intelectualismo que, como en su momento
analizbamos, los llev a identificar el mal moral con la ignorancia: el que obra mal no lo hace
porque elija libremente realizar una conducta reprobable, sino porque su ignorancia lo induce a
creer que tal conducta es la mejor. Los griegos no experimentaron el drama de la libertad moral.
La afirmacin de la libertad y la experiencia de la misma es un elemento fundamental de la
antropologa cristiana. El hombre es libre para aceptar o no aceptar el mensaje del
Cristianismo. El hombre es libre de salvarse o condenarse. Es cierto que, segn formula San
Agustn esta cuestin, la voluntad tiende necesariamente a la felicidad y es cierto tambin que
el nico objeto adecuado para la felicidad humana es Dios, de acuerdo con el
autotrascendimiento al que ms arriba nos hemos referido. El hombre, sin embargo, carece de
una visin adecuada de Dios y de ah que le sea posible dirigirse a bienes mutables en vez de
tender al Bien inmutable. El hombre se aparta en tal caso del autntico objeto de su felicidad y
es responsable de tal alejamiento que es el resultado de su propia decisin libre. La experiencia
cristiana de la libertad es, por lo dems, una experiencia dramtica, ya que la libertad se halla
amenazada doblemente: por la corrupcin de la naturaleza que lo inclina hacia el mal y por la
fuerza de la gracia que lo empuja hacia el bien. En efecto; la doctrina cristiana del pecado
original transmitido a toda la humanidad parece llevar a la conclusin de que el hombre, dado el
desorden de su naturaleza cada, no es casi libre de hacer el bien. Por el contrario, la doctrina
cristiana de la gracia parece llevar a la conclusin de que el hombre, cuando es alcanzado por
ella, no es casi libre de hacer el mal. Ante este conflicto de la libertad, el Pelagianismo haba
optado por minimizar la inclinacin del hombre hacia el mal y, con ello, haba dado en negar la
necesidad de la gracia, llegando a una postura segn la cual el hombre por s mismo es capaz
de obrar bien. San Agustn se opuso enrgicamente al Pelagianismo, sin por ello negar la
libertad radical del hombre.
2) Estrechamente relacionada con el tema de la libertad se halla la cuestin del origen y
naturaleza del mal. La existencia del mal en el mundo (males fsicos y mal moral o maldad
humana) es uno de los temas que ms hondamente han preocupado al pensamiento religioso
de todos los tiempos. No es Dios, en ltimo trmino, el responsable de la existencia del mal?
Este problema preocup tambin profundamente a San Agustn, quien en su juventud trat de
hallarle solucin adhirindose al Maniquesmo, doctrina segn la cual existen dos principios, del
bien el uno, del Mal el otro. Posteriormente abandon la explicacin maniquea y abraz la
explicacin de Plotino, segn la cual el mal no es algo positivo, no es una realidad positiva sino
una privacin, una carencia del Bien. Al no ser algo positivo, algo real, no puede ser atribuido a
Dios ni es tampoco necesario atribuirlo, como los maniqueos, a una causa o principio del Mal.
Esta doctrina (tal vez insatisfactoria, como cualquier otra que pretenda conciliar racionalmente
la existencia del mal con la Bondad divina) fue unnimemente aceptada por los telogos
cristianos y es sustancialmente idntica a la que en el siglo XVII ofrecer el filsofo racionalista
Leibniz.
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QU HAGO AQU
te dej entrar
universo de ficciones
te llev hasta el fin de mis mundos
y all me enamor y te los entregu
te dej jugar con las constelaciones
te dej alterar mis leyes
te di todo mi amor
sin ninguna condicin
qu hago aqu
sin ti
mi memoria es ese mapa de tu ausencia
tu recuerdo es su belleza
est donde est
te veo sin querer
imposible ya
separarte de mi vida
y a pesar de ti
de tu antimateria
en los confines mi voz
se desintegra mi ambicin
qu hago aqu
...
qu hago aqu sin ti
sin ti
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2. Entonces hay un saber que es la verdadera sabidura porque versa sobre el fin ltimo del
hombre que es principio primero de todo: Dios.
3. Es imposible que de lo mismo haya a la vez fe y ciencia, entendiendo por ciencia el
conocimiento que se tienen virtud de la razn humana; lo que se sabe racionalmente no se
cree, sino que se sabe. Revelado en sentido formal es slo aquello que no se puede
alcanzar por la razn.
4. Digamos que la razn nos demuestra A y que la Revelacin nos dice no-A, qu ocurre
entonces? La Revelacin es revelacin divina por lo que no puede equivocarse. Toms dice
que la razn humana tampoco se equivoca y que lo que ha ocurrido en este caso es que
aparentemente la razn humana dice A porque hemos cometido algn error en nuestro
razonamientos; debemos por tanto revisar esos razonamientos hasta encontrar el error.
5. La revelacin hecha por Dios a los hombre est contenida en la Escritura y su recepcin
por los hombre es un acto de captacin intelectual, aunque no de demostracin. En efecto:
una cosa es la validez de la demostracin de una verdad y otra el hecho histrico de que
esa demostracin tenga lugar; si a m se me asegura (sin demostracin) que un teorema es
verdadero, puedo yo mismo esforzarme por encontrar la demostracin y encontrarla de
hecho, y, sin embargo, es posible que yo no hubiese llegado jams a poseer tal
demostracin sin aquella primera confianza en quien me haba asegurado que el teorema es
verdadero.
Es necesario que el hombre reciba por la va de la fe no slo las verdades que
sobrepasan la razn, sino aquellas que la razn es capaz de conocer. Y ello por tres
motivos. Primero, porque el hombre alcanza ms pronto el conocimiento de la verdad
divina. En efecto, la ciencia que debe probar que Dios existe y las otras verdades del
mismo. Orden que se refieren a Dios, es enseada la ltima porque sta presupone
muchas otras ciencias; de este modo, el hombre tendra que esperar mucho tiempo
antes de llegar al conocimiento de Dios. Segundo, para que el conocimiento de Dios
sea accesible de manera ms comn. En efecto, mucha gente no puede obtener
provecho del estudio de una ciencia por causa del embotamiento de su espritu, o por
las exigencias y necesidades de la vida, o incluso en razn de su rareza para el
estudio. Y todas estas gentes se veran total e injustamente privadas del conocimiento
de Dios si las verdades divinas no les hubieran sido presentadas por la va de la fe.
Tercero, para que la certeza de este conocimiento est garantizada. Efectivamente, la
razn humana es bien dbil ante las realidades divinas; prueba de ello es que incluso
en el conocimiento natural de las realidades humanas, los filsofos han cometido no
pocos errores y tesis contradictorias: Para que los hombres tuvieran de Dios un
conocimiento cierto al abrigo de toda duda, era, por tanto, necesario que las verdades
divinas les fueran enseadas por la va de faje, como proferidas, por as decirlo, por
Dios que no puede mentir.
Suma Teolgica, Jl, 11,. c. 2 aA
Ed. Catlica, BAC, 1947
6. La captacin de la revelacin no es una operacin individual, sino que implica la
comunidad jerrquica de los creyentes: la Iglesia. La teologa o ciencia sagrada que no es
sino la Revelacin captada por el hombre, es cosa de la Iglesia y no de cada creyente.
METAFSICA CREACIONISTA
El horizonte de la metafsica cristiana es el creacionismo por un lado y las cuestiones de fe por
otro. Estas cuestiones de fe tienen su centro neurlgico en la vida y obra de Jess de Nazaret. Si
la metafsica naci como una llamada de atencin sobre la escisin entre el ser y lo ente y el
intento de salvar ese abismo, ahora el kborismos se traslada a la escisin entre orden natural y
orden sobrenatural. El ms all platnico como mirar hacia el eidos cambia de sentido y viene a
significar lo que comnmente entendemos por ms all: "Mi reino no es de este Mundo". Toms
de Aquino, como defensor del creacionismo, subraya la radical diferencia que existe entre Dios y
el resto de los seres. El resto de los seres son contingentes porque es Dios el creador. Desde
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ESTRUCTURA DE LA REALIDAD
El creacionismo, parte esencial del pensamiento tomista y el cristianismo, fuerza la existencia de
una diferencia entre Dios y el resto de los seres creados. Esto le lleva a distinguir en los seres
creados entre esencia y existencia. Los seres creados se componen de esencia o quididad como
aquello que da a la cosa el ser lo que es y existencia como la actualizacin de dicha esencia.
Cuando Toms de Aquino afirma que los seres creados son compuestos de esencia y existencia
lo que quiere decir es que el acto por el cual algo tiene su esencia, es decir , por lo que realmente
llega a ser una sustancia, es causado por algo externo a la misma esencia o sustancia. Por
consiguiente: como las sustancias creadas no son causa sui es por lo que son compuestos de
esencia y existencia. Pensemos ahora sobre Dios, unicornios y agujeros negros. Esta distincin
entre esencia y existencia es interpretada a travs de los conceptos aristotlicos de acto y
potencia:
La esencia es potencia: puede ser o existir.
La existencia es acto: actualiza dicha capacidad de existir propia de la esencia.
La existencia es caracterizada como acto de la esencia. As la existencia como acto de ser se
despliega en distintos niveles de perfeccin en grados ms o menos perfectos segn las esencias
que en cada caso actualiza. El ser de Dios no tiene limitacin alguna, incluye toda perfeccin
posible, su esencia es su ser mismo, en l esencia y existencia coinciden. En el caso de los seres
creados, stos participan del ser que es Dios, en distintos grados de perfeccin, segn a
capacidad de ser de sus respectivas esencias.
ORDEN GNOSEOLGICO
Cmo conoce el ser humano el mundo que le rodea? Cmo de lo particular es capaz de inferir
lo universal? El centro neurlgico de la epistemologa tomista es la nocin de entendimiento y el
mtodo inductivo-deductivo de razonamiento. El entendimiento posee una doble capacidad que
veremos al explicar el proceso cognoscitivo humano:
Los objetos fsicos, a travs de la percepcin sensorial, imprimen en la Imaginacin las
especies sensibles que, aunque desposedas de la materia prxima, todava conservan
huellas de su particularidad. El entendimiento agente o activo las ilumina, elimina de ellas
toda particularidad y abstrae los universales o especies inteligibles impresas, que pasan al
entendimiento pasivo donde se convierten en especies inteligibles expresas, los conceptos
universales que hacen posible la ciencia. As pues, el conocimiento es la transformacin de
un objeto en un concepto o representacin mental de las cosas. Si nos fijamos atentamente
en este modelo explicativo, conocemos primero los conceptos universales y de modo
secundario lo concreto. Este conocimiento de lo particular se produce cuando el
entendimiento vuelve su mirada sobre la imagen y reconoce en ella la sustancia a partir de
la cual se ha abstrado el concepto universal.
ORDEN ANTROPOLGICO
Podemos resumir en tres aspectos los rasgos ms importantes de su anlisis de la naturaleza
humana:
1. Afirma que el entendimiento es inmaterial, al igual que el alma. Dada la inmaterialidad del
entendimiento, ste tiene por objeto todo lo real sin limitacin alguna.
2. Pero en el ser humano el entendimiento se encuentra unido esencialmente al cuerpo
material dotado de potencias menores que han de ser actualizadas, entre ellas la sensitiva.
De esta manera el entendimiento en tanto que humano tiene por objeto el ser de las
realidades sensibles y no tanto el ser de todo lo real.
3. La vinculacin del entendimiento a un cuerpo material dotado de potencia sensitiva
impone que el conocimiento tenga su inicio en lo sensible.
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M O D E L O E S Q U E M T I C O D E L
CONTEXTO FILOSFICO DE LA E. MEDIA
1. PLATONISMO AGUSTINIANO: A partir del pensamiento de Agustn surge una corriente
denominada agustinismo medieval que, a su vez, recibe la influencia del filsofo rabe Avicena.
De esta corriente destacar los nombres de:
A. San Anselmo de Canterbury (XI): en la controversia entre teologa cristiana y dialctica se
sita, como en toda las dems, en la tradicin agustiniana: la fe precede a la comprensin
racional. Por ello la fe no debe ser sometida a la dialctica porque, incluso las verdades
lgicas, que son verdades necesarias, estn sometidas a la voluntad divina. Esto es lo que
argumenta contra los dialcticos. En cambio, contra los antidialcticos, afirma que, una vez
establecido en la fe, no hay inconveniente en realizar un esfuerzo racional por intentar
comprenderla.
B. San Buenaventura (XIll) Desarrollo.
C. Duns Scoto: teora de la univocidad.
2. AVERROSMO: Averroes (XII)- Aristotelismo puro.
3. ARISTOTELISMO PLATONIZADO: Avicena (X-XI)
4. ARISTOTELISMO NO AVERROISTA: Toms de Aquino (1225-1274)
5. NOMINALISMO O CRITICISMO: Gullermo de Ockham (XIIJ- XIV): Ockham niega las pruebas
de la existencia de Dios que se haban propuesto. Su sistema rechaza las pruebas ontolgicas
y cosmolgicas por carecer de valor demostrativo. Tampoco los atributos de Dios pueden ser
probados: ni su omnipotencia, ni su inmutabilidad o su infinitud. La razn no est en disposicin
de demostrar los artculos de fe. Se explicita as el khorismos entre religin y ciencia, que
seala el fin del periodo escolstico configurndose el marco filosfico que propiciar el
surgimiento de la modernidad.
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fundaron el Impulso de una renovacin y autentificacin muy honda de la forma de vida religiosa
que el papado no pudo negar ni dejar de apoyar: las rdenes mendicantes. Durante la alta Edad
Media (mediados del siglo XI- mediados del siglo XII) los monasterios y los monjes fueron los
articuladores decisivos de la piedad humana, la economa, la transmisin de los textos clsicos y
el poder. La mayor parte de la poblacin viva en el campo, en aldeas o villorrios, en castillos o
villas fortificadas, constituyendo pequeos grupos demogrficos fuertemente ruralizados al
servicio del seor feudal. Como dato sociolgico de inters, sealar que ms del 95% de la
poblacin rural en el siglo XV era analfabeta y supersticiosa.
A finales del siglo XII comenz el fenmeno de desruralizacin o urbanizacin. En las ciudades ya
existentes o en nuevos ncleos que se han ido formando (en encrucijadas de caminos, aliado de
puentes o desbordando las murallas de antiguas fortalezas feudales) poco a poco van
asentndose algunos individuos y familias que van logrando establecerse por su cuenta y producir
algunos bienes o servicios que son adquiridos de manera creciente, por otros individuos que viven
como ellos. Logran as vivir libres de la antigua proteccin y de la consecuente servidumbre de los
seores feudales y sus castillos. O libres, en otros casos, de la sumisin al abad de algn
importante monasterio, bajo cuyo amparo haban vivido en condicin de servidores subalternos.
Esta nueva clase est constituida, sobre todo, por manufactureros (herreros, bataneros, sastres,
constructores ... ), comerciantes y prestamistas, oficiales de profesiones hasta ahora totalmente
subsidiarias y que ahora ya no tienen como nica fuente de ingresos los estipendios que les daba
el seor, que era el nico adquiriente de los bienes y servicios que ellos saban y podan producir.
Estos nuevos agentes econmicos intercambian entre ellos y se organizan en concejos y en
gremios, entre iguales, asegurndose una suficiente (y, por lo general, menos arbitraria)
administracin de justicia y unos ms adecuados procedimientos de transmisin de los
conocimientos. Emerge, as, la burguesa, la clase que habita en los burgos o ciudades que ya no
tiene una dependencia estricta de los seores, los abades, los obispos y los caballeros, antiguas
clases privilegiadas y dirigentes en el rgimen feudal. Al disfrutar de una independencia hasta
entonces imposible de la servidumbre del vasallaje feudal dan origen a una nueva sensibilidad
que ser la base de la nueva vida urbana menos rgida y jerrquica, ms flexible y racional,
menos sacralizada y ms centrada en la vida en este mundo. En paralelo a la nueva vida urbana,
pero dentro de ella y en sustitucin de las antiguas escuelas monacales, surgirn a lo largo de los
siglos XII y XIII, las Universidades:
De la antigua distribucin de las disciplinas de estudios en dos grandes bloques llamadas en
conjunto "las siete artes liberales", el trivium (gramtica, retrica y dialctica) y el quadrivium
(aritmtica, geometra, astronoma y msica), en los que el alumno ir progresando de un modo
integral y global, se ir pasando de una creciente divisin de los centros de estudios por
especialidades, que sern impartidas en las correspondientes Facultades.
As, la Facultad de Artes se har cargo de los grados ms elevados del saber de los antiguos
trivium y quadrivium (Dialctica o Filosofa y la Astronoma o Cosmologa). Por encima de ella,
como corresponde a la mentalidad teocrtica medieval, se situar la Facultad de Teologa. La de
Derecho preparar a los especialistas en Derecho civil y eclesistico y la de Medicina albergar
los estudios ms experimentales, crendose as una tradicin que lleg hasta la poca de la
Ilustracin.
"Toms de Aquino a la luz de su tiempo" Jos Egida Serrano
En el siglo Xlll, la Universidad de Pars estaba dividida en dos tendencias contradictorias: una que
trataba de convertirla en un centro de estudios puramente cientficos y otra que intentaba
subordinar dichos estudios a fines religiosos, ponindolos al servicio del teocentrismo medieval.
Dos ejemplos muy ilustrativos de esta lucha son las condenas de 1270 y 1277. La Universidad de
Oxford, creada en el siglo XII, no sufri esta lucha. Todos sus profesores se haban formado bajo
el agustinismo que conjugaba teologa y gusto por el platonismo, por las matemticas y las
ciencias positivas. Oxford se dirigi ms hacia lo experimental, preparando el empirismo
ockhamista, cuya reaccin en el siglo XIV desplaz el tomismo de la propia Universidad de Pars.
EJERCICIO: Realizar sntesis de las implicaciones histricas entre poder terrenal y espiritual a lo
largo de la Edad Media.
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DE LOS SENTIDOS "Nuestro sentidos nos engaan". Nos conducen, a veces, al error.
Debemos dudar de la informacin que estos nos ofrecen de la realidad.
Pero Descartes quiere eliminar problemas, as que da un paso ms: dudar de la informacin
que nos ofrecen los sentidos sobre lo real, no es dudar de la existencia de lo real. Pero,
podemos dudar de su existencia? A diferencia de los entes matemticos, que nunca varan,
dice Descartes que a veces nos encontramos con un problema: DISTINGUIR VIGILIA DE
SUEO, ya que mientras soamos, hechos que no son reales, aparecen como si lo fueran. Un
tringulo sigue siendo un polgono de tres lados est o no est despierto, sin embargo,
podemos soar, con unicornios y stos no existen.
Podemos, en este sentido dudar de la existencia del mundo, pero no de ciertos entes como los
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matemticos, como hemos dicho, de los cuales podemos tener una idea clara y distinta. Salvo
que exista una inteligencia superior o "GENIO MALIGNO" que ponga en nosotros ideas falsas.
Ahora bien, a pesar de todo ello, hay una verdad que posee absoluta certeza: puedo dudar de
cualquier cosa, pero para dudar tengo que pensar, tengo que utilizar la razn, debo pensar para
ello y sta es una base slida para poder afirmar que existo y tambin el mundo que hay a mi
alrededor: "pienso, luego existo". Todo cuanto se perciba con la misma claridad y perfeccin ser
verdadero sin ninguna duda. La primera verdad es la existencia del yo como sujeto pensante. El
problema consiste ahora en cmo justificar la existencia de todo lo exterior al sujeto pensante
despus de haber dudado de todo ello. Para Descartes, el conocimiento consiste no en conocer
directamente la realidad, sino en tener ideas acerca de la realidad (en la coherencia interna de la
razn al producirlas). Si el sujeto piensa que el mundo existe, entonces el sujeto tiene una idea del
mundo. El pensamiento piensa siempre ideas; no recae sobre las cosas, sino sobre las ideas de
las cosas y cmo han sido stas producidas. Las ideas representan la realidad, y dependiendo de
si se refiere a sustancias o a otras caractersticas de los entes, as tenemos diferentes tipos de
ideas. Para Descartes son de tres tipos:
-ADVENTICIAS: parecen provenir de la experiencia externa (idea de rbol, idea de
hombre)
-FACTICIAS: aquellas que construye la mente a partir de otras ideas ("hombre alto")
-INNATAS: aquellas que no proceden del exterior ni son construcciones mentales (idea de
alma, de extensin, de Dios...) .Parecen nacidas conmigo, ni las he formado a travs de la
experiencia sensible ni me las he inventado. Son producidas por la razn. Cmo
podemos garantizar la certeza de las idas innatas pensando en la hiptesis del genio
maligno? Descartes intentar clausurar el problema del solipsismo con la demostracin de
la existencia de Dios mediante tres pruebas en las cuales se parte siempre de la idea de
Dios (infinitud y perfeccin) y se trata de demostrar que esa idea se corresponde con la
realidad.
Las dos primeras pruebas se basan en el principio de causalidad (Meditacin 3):
En la 1 prueba se parte de la idea de Dios y se llega a Dios como causa de la idea en el sujeto.
El hombre, sujeto finito e imperfecto, no puede haber producido la idea de perfeccin e infinitud.
Por tanto, slo puede haber sido puesta en mi mente por Dios.
En la 2 prueba se parte del sujeto pensante que tiene la idea de Dios y se llega a Dios como
causa del sujeto pensante.
En la 3 prueba sigue el argumento ontolgico (meditacin 2a). La idea de Dios es la nica que
implica existencia. Dios no existe porque yo lo piense, sino que yo lo pienso porque previamente
existe.
Por tanto, si Dios existe y es perfecto, no me puede engaar. Se deshace as la hiptesis del
genio maligno, se recupera la realidad exterior y Dios se convierte en la garanta de la razn.
La prueba de que la realidad existe, consiste en la verdad, primero, del primer principio (del sujeto
pensante), y, segundo, de Dios. En este sentido, Descartes divide la realidad en su totalidad en
tres tipos de sustancia o res; Res extensa (sustancia extensa): mundo material, incluyendo el
cuerpo del hombre. La extensin est sometida a las leyes de la mecnica y el movimiento. Es un
universo determinista. Res cogitans (sustancia pensante): pensamiento; el alma del hombre. Es
una sustancia autnoma de la materia. Es el mbito de la libertad para el ser humano. De la
libertad basada en la razn. Las leyes que proceden de la razn fundamentan nuestro
conocimiento terico y prctico Dios: No poseemos experiencia sensible de Dios, y segn
Descartes, la idea de Dios no es producto de una construccin de otras ideas (como las facticias,
aunque desde una concepcin materialista es totalmente discutible). En base a las ideas innatas,
y sobre todo, a la de Dios, deducimos la de mundo (o realidad). En este punto, Descartes alude al
criterio de la bondad y perfeccin de Dios (argumento ontolgico de San Anselmo): de Dios no
tenemos experiencia sensible, luego la idea de Dios la ha tenido que poner Dios en nosotros, en
63
nuestra alma. Y en tanto que Dios es bondad por definicin, nunca pondra en nosotros ideas
falsas, luego las ideas que tenemos de la realidad han de ser verdaderas, de modo que podemos
decir que el mundo exterior al sujeto existe.
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VOCABULARIO CARTESIANO
Toda ciencia humana consiste en una sola cosa: que veamos distintamente como aquellas
naturalezas simples concurren a la composicin de las dems cosas
Regla XII
EL PENSAMIENTO Y LA CERTEZA
Puestos a dudar de todo aquello que se pueda dudar, slo hay una cosa de la que es
absolutamente imposible dudar: podra ser falso todo lo que yo pienso, pero lo que es indudable
absolutamente es que yo lo pienso porque, aunque me equivoque al pensar, de hecho estoy
pensando. La frmula "pienso, luego soy'' (cogito, ergo sum; je pense, <,lonc je suis) expresa esta
certeza; clara y distinta: "pienso" (ego cogito) y esto quiere decir ego cogito, ego sum que bien
entendido no significa otra cosa que "yo pienso" en la frmula "pienso, luego soy: (cogito ergo
sum). "Ergo"(luego) no debe ser tomado como el paso de una cosa a otra distinta sino que ser y
pensar son lo mismo en tanto que lo extenso es lo ente y el ser de lo ente, el pensamiento. Qu
entiende Descartes por pensamiento?
Todo lo que ocurre en nosotros de tal modo que lo percibimos inmediatamente por
nosotros mismos; por eso no slo entender, querer, imaginar sino tambin sentir es
aqu lo mismo que pensar
(principia, 1 parte, parte 9)
Lo ente no es otra cosa que lo presente en el pensamiento, es decir, lo determinable, el A o el B,
el contenido de nuestro pensar, por lo que lo ente queda reducido a lo mental; pero esta reduccin
no afecta al contenido de lo ente (que sigue siendo el mismo que antes) sino al sentido de "ser".
Es el "ser el que consiste en el proceder de la mente por lo que ser consiste en el proceder de la
mente por lo que, te pregunto, es la mente, en el cartesianismo, el mbito de toda verdad?, es
la mente el mbito de toda no verdad?
UN CASO CLNICO
"La explosin es tan brutal que toda la cuadrilla queda inmvil, paralizada. Pasan algunos
segundos antes de que se den cuenta de lo que ha ocurrido. La detonacin no es usual, y la roca
est intacta. Tambin es inslito el sonido sibilante, como si se tratara de un cohete lanzado al
cielo. Pero se trata de algo ms que fuegos artificiales. Es asalto y agresin. El hierro penetra por
la mejilla izquierda de Gage, perfora la base del crneo, atraviesa la parte frontal del mismo y sale
a gran velocidad a travs de la parte superior de la cabeza. La barra aterriza a ms de treinta
metros de distancia cubierta de sangre y sesos. Phineas Gage ha sido lanzado a tierra. Est
aturdido, en medio de la luminosidad de la tarde, silencioso pero despierto. Lo mismo nos ocurre a
todos nosotros, silenciosos espectadores". En menos de dos meses se consider que Gage
estaba curado. Poda hablar y andar y seguir siendo coherente inmediatamente despus del
accidente. Este resultado sorprendente palidece en comparacin con el extraordinario giro que la
personalidad de Gage sufri. El doctor Harrow describe la manera en que Gage evolucion: poda
sentir, or y ver, y no tena parlisis de extremidades o lengua. Haba perdido la visin del ojo
izquierdo, pero la del derecho era perfecta. Andaba de forma estable, utilizaba sus manos con
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destreza y no tena dificultad aparente con el habla o el lenguaje. Y sin embargo su equilibrio entre
la facultad intelectual y sus propensiones animales se haba destruido. El hombre de hbitos
moderados, negociante astuto, capaz, decidido, paciente y considerado dio paso a un hombre
irregular, irreverente, caprichoso, vacilante, abandonado a planes futuros que nunca lleg a
comenzar. Las ms fuertes admoniciones del propio Harlow no consiguieron retomar a nuestro
superviviente al buen comportamiento mientras el desmoronamiento continuaba implacable. Al no
poder trabajar ya como capataz se emple en las atracciones de circo en Nueva York, donde
mostraba sus heridas y el hierro. Los escasos documentos disponibles sugieren que Gage
desarroll accesos epilpticos y el 21 de Mayo de 1861, despus de una enfermedad que dur
poco ms de un da, Gage tuvo una fuerte convulsin que le hizo perder el conocimiento. No lo
recuperara nunca. Muri a los 38 aos.
OTROS EJEMPLOS:
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Resaltar que Dios no elige cosas sino mundos y su visin es desde la totalidad y nosotros slo
vemos parte de l. La mnada (t) ve desde su percepcin y nunca desde la totalidad
La metafsica de Leibniz entendida desde su radical oposicin al pantesmo spinozista es el
esfuerzo por demostrar que hay otro mundo que es previo al material y que lo constituye; que esta
realidad ms real consiste en una serie de unidades sustanciales idnticas a s mismas e
indestructibles llamadas mnadas. Leibniz dice: "Mi opinin es que cualquier sustancia es un reino
dentro de otro reino". La realidad consiste en un nmero infinito de mnadas concebidas por Dios.
Tienen que ser completamente autnomas. Esto significa que no tienen que depender de nada,
aparte de ellas mismas para ser lo que son Interactan entre ellas? No, porque si lo hicieran,
sera concebible que una mnada alterara la naturaleza de otra mnada y ello implicara que su
naturaleza depende de la actividad de alguna otra sustancia, lo cual, de acuerdo con la definicin
de sustancia, no es permisible. Por eso, el futuro de cada mnada est programado en su esencia
desde el comienzo mismo de las cosas, desde su creacin.
QU ES DIOS?
Para Spinoza no hay ms que una sustancia llamada Dios: aquello que es en s y se concibe por
s, esto es, aquello cuyo concepto, para formarse, no precisa del concepto de otra cosa. La
sustancia no es conocida de otro modo que por su(s) atributo(s). Por atributo entiendo aquello que
el entendimiento percibe de la sustancia como constitutivo de su esencia. El hombre percibe dos
atributos que para Dios deben ser uno y lo mismo: extensin y pensamiento. En cambio, por modo
entiendo las afecciones de la sustancia, o sea: aquello que es en otra cosa, por la cual tambin es
concebido. De este modo las cosas concretas no son ms que los modos mediante los cuales los
atributos de Dios se expresan. Cmo participamos de Dios? Pensando la sustancia o
Naturaleza. En palabras de Spinoza: si los tringulos y crculos tuviesen conciencia imaginaran
un Dios triangular y circular. Y aadimos nosotros: tringulos y crculos se mataran entre ellos.
de no sucumbir a las pasiones es con una clase ms elevada de emocin. A diferencia de los
estoicos, Spinoza no aboga por matar las emociones o anularlas, sino re-emplazarlas por una
emocin activa y duradera porque se basa en una idea adecuada: el amor intelectual a Dios.
Spinoza lo identifica con la tercera clase de conocimiento o intuicin para distinguirlo de la
experiencia sensorial (una clase de conocimiento) y del conocimiento reflexivo que brota del
anlisis de la experiencia (2a clase de conocimiento). Conocer a Dios es lo mismo que amar a
Dios que es la forma que tiene Dios de amarse a s mismo porque si Dios es la sustancia o
aquello que es en s y se concibe por s, es decir, aquello cuyo concepto no precisa del concepto
de otra cosa y si Dios es absolutamente infinito y es, en definitiva, la totalidad de las cosas,
conocer a Dios es amar la totalidad expresada en infinitos modos entre los que se encuentra el
amor de pareja, el respeto a las buenas leyes y a los grandes hombres y mujeres
El odio que es completamente vencido por el amor, se trueca en amor; y ese amor es por ello
ms grande que si el odio no lo hubiera precedido. Demostracin: Se procede aqu del mismo
modo que en la Proposicin 38 de esta Parte. En efecto: quien comienza a amar la cosa que odia,
o que sola considerar con tristeza, por el hecho mismo de amar se alegra, y a esa alegra
implcita en el amor (ver su definicin en el Escolio de la proposicin 13 de esta Parte) se aade, a
s mismo, la que brota del hecho de que el esfuerzo por apartar la tristeza implcita en el odio
(como hemos mostrado en la proposicin 37 de esta Parte) resulta enteramente favorecido al
acompaarle como su causa la idea de aquel a quien odiaba. Escolio: Aunque ello sea as, con
todo, nadie se esforzar por tener odio a alguna cosa, o por ser afectado de tristeza, a fin de
disfrutar luego de esa mayor alegra. Es decir, nadie desear injerirse un dao con la esperanza
de resarcirse de l, ni anhelar estar enfermo con la esperanza de convalecer. Pues cada cual se
esforzar siempre por conservar su ser y apartar cuanto pueda la tristeza. Si, al contrario, pudiera
concebirse que un hombre deseara odiar a alguien, a fin de sentir luego por un amor ms grande,
entonces anhelara siempre odiarle. Pues cuanto mayor hubiera sido el odio, tanto mayor sera el
amor, y as deseara siempre que el odio aumentase ms y ms en estar enfermo, a fin de gozar
luego de una mayor alegra al recobrar su salud, por lo que siempre se esforzara en estar
enfermo, lo cual (por la proposicin 6 de esta Parte) es absurdo
LA CONCORDIA
El Tratado teolgico-poltico es una de las obras encaminadas al estudio de la mejor forma de
gobierno, aquella que permita que el hombre sea plenamente libre, que preserve en su ser y
desarrolle toda su potencia. Para ello, analiza en qu consiste la naturaleza humana, su estado de
naturaleza como hombre individual y aislado que se rige por su propio poder y afirma que es la
razn la que la conduce a la autoconservacin y a ser plenamente libre en el marco de la
sociedad. Analiza, en este sentido, la construccin del Estado como ente superior objetivo
resultado del pacto social entre individuos libres. Por ltimo, analiza las formas de gobierno que
puede desarrollar el Estado y en base a qu fundamenta su poder. El estado de naturaleza, en el
que se encuentra el individuo como tal, pensado como unidad aislada, es un estado de soledad e
incertidumbre, en el que las necesidades le superan. En este estado no hay normas ni amistad,
slo hay miedo y guerra. La naturaleza humana es esto: todos los hombre; procuran
racionalmente su propia conservacin y la extensin indefinida de su fuerza y de su libertad, y
esto es lo que debe fundamentar toda poltica real. En Spinoza, frente a filsofos como Hobbes,
esta forma de expresarse la naturaleza no es negativa. La fuerza y la libertad no son sinnimos de
agresividad, sino de potencia. Ahora bien, en funcin de esta concepcin de la naturaleza
humana, existen dos posibilidades:
- Aplacar y controlar la naturaleza humana con el fin de que el ser humano sobreviva (Hobbes).
- Generar un ambiente de paz y libertad. Esto es posible slo si, precisamente, se fomenta esa
libertad y esa fuerza. Esto es hacer que el ser humano persevere en su ser, desarrollando toda
su potencialidad. Asumir lo que es sin calificarlo moralmente es la nica posibilidad de que se
dote de leyes racionales. Para Spinoza, entonces, la naturaleza humana no es ni buena ni mala;
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1. Teniendo en cuenta las fases de la Religin compara la idea de Dios o acto puro metafsica
tiene como objeto la revelacin que Dios habra hecho a los hombres, qu clase de telogo
sera San Agustn?, telogo natural?, telogo positivo?, ambos? y Aristteles? Razona tu
respuesta.
4. Ya vimos que antes de la cristianizacin del Imperio romano por parte de Constantino, ser
ciudadano equivala a ser ciudadano romano. La educacin del ciudadano romano implicaba la
prctica de la justicia como "dar a cada uno lo suyo", es decir al terrateniente sus latifundios, al
esclavo sus alimentos. De qu manera crees que afecta la doctrina de salvacin cristiana a la
sociedad romano cuando afirma que todos los hombres son iguales ante los ojos de Dios?
5. Qu dira San Agustn a la doctrina adopcianista del siglo II que afirma que Cristo fue hijo
adoptivo de Dios a partir del momento de su bautismo y estuvo dotado de divinidad, pero sin ser
propiamente Dios?
6. Qu respondera Aristteles al concilio de Nicea (325) que concluy que el Hijo es
cosustancial con el Padre, es decir, que en ltimo trmino son la misma sustancia?
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G. K. Chesterton, Ortodoxia
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LAS CONEXIONESEXIONES
El criptograma que est dibujado detrs de Hellboy es de una
simbologa riqusima: los crculos simbolizan el punto
extendido que participa de su perfeccin y por ello significan
los efectos creados. Tambin es el signo de la Unidad
principal y del Cielo por el desarrollo de los movimientos
cclicos, como tambin, en la tradicin juda y cristiana,
expresin del soplo divino que no tiene ni principio ni fin.
Debemos destacar, sin embargo, el empleo del crculo en los
talismanes de diferentes pocas, pero sobre todo en los que
proliferaron en Occidente durante la Edad Media. En el centro
de los crculos est el Sello de Salomn, formado por dos
tringulos entrelazados que crean una estrella de seis puntas
y que se le considera como smbolo del macrocosmos.
Contiene en primer lugar los cuatro elementos: fuego, agua,
aire y tierra El tringulo con la punta hacia arriba representa
el fuego; el tringulo invertido, es el agua; el tringulo del
fuego truncado por la base del tringulo del agua es el aire, y
el tringulo del agua truncado por la base del tringulo del
fuego es la tierra. La X dibujada en el centro del Sello de
Salomn simboliza en el cristianismo el nombre de Jess.
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EL PRINCIPIO DE LA COPIA
Llegados a este punto en que hemos establecido la distincin entre las impresiones y las ideas,
nos podemos preguntar sobre la composicin del conocimiento. El conocimiento, en la medida
que es ms un pensar que un sentir, obviamente se compone de ideas. De esta manera, el
preguntarse por el origen del conocimiento es el preguntarse por el origen de las ideas. El
principio de la copia o principio empirista servir para explicar cual es el origen de nuestro
conocimiento, ya que explica de dnde surgen las ideas. El principio de la copia viene a decir que
todos los materiales de nuestro conocimiento han de proceder de las impresiones, o dicho de otra
manera: todo nuestro conocimiento procede de la experiencia. As, para buscar la validez de
nuestro conocimiento hemos de buscar cul es la impresin, la experiencia de la cual se deriva
ese conocimiento. Podemos preguntarnos en este caso por las ideas complejas que no tienen
"paralelo emprico": qu ocurre con las ideas de la fantasa, por ejemplo, la idea de un dragn,
animal no linneano del que no tenemos impresin alguna? La mente, segn Hume, es un principio
activo que puede mezclar ideas para crear otras nuevas. Y con la idea de infinito y de
perfeccin?, con la idea de Dios? La idea de Dios se puede dividir en la idea de un ser
omnipotente, omnisciente y adorable por bondadoso. Todos nosotros entendemos a qu se
refieren estas palabras, por lo que todos nosotros tenemos en la mente la idea de omnipotencia,
omnisciencia, adoracin y bondad suprema; en resumen, la idea de un ser sumamente perfecto.
Ahora bien, de dnde he sacado la idea de omnisciencia, si ninguno de nosotros ha tenido
experiencia de algo as? En el racionalismo cartesiano esta idea es innata y constituye la prueba
de la existencia de Dios. Pero en la filosofa empirista, esta idea no es innata, sino que la forma la
mente a travs de un proceso de creacin mental. De esta manera, a partir de la idea de lo
perfecto, forma la idea de lo sumamente perfecto, aadiendo la nocin de grado mximo.
unas leyes de la imaginacin, unas fuerzas que hacen que las ideas aparezcan con un
determinado orden. Tales leyes de la imaginacin son las siguientes:
LEY DE SEMEJANZA: Cuando tenemos una idea de algo, aparece en la imaginacin la idea
de algo semejante. Por ejemplo, si pienso en la idea de vaca me viene a la mente el color
morado.
LEY DE CONTINUIDAD: La secuencia espacio-temporal. Si pensamos en alguna cosa que
est en algn lugar, es fcil que pensemos automticamente en algo que est aliado. La
continuidad tambin puede ser temporal.
LEY DE CAUSA Y EFECTO
CRTICA DE LA CAUSALIDAD
Sin duda, uno de los aspectos ms innovadores y ms radicales de la filosofa de Hume es la
crtica de la relacin de causa y efecto: primero, porque esta crtica pone en duda uno de los
grandes principios de la filosofa: el principio de razn suficiente; y segundo, porque supone una
novedad en la historia de la filosofa. Cuando pasamos a analizar la relacin causa-efecto,
encontramos que esta relacin tiene las siguientes caractersticas:
-PRIMERO, el efecto ha de ser o bien posterior a la causa o bien simultneo a la causa.
-SEGUNDO, ha de haber una correlacin espacial entre el efecto y la causa.
-TERCERO, siempre que se d el efecto se ha de dar la causa, es decir, hay una relacin
de conexin necesaria.
Para analizar la causalidad, Hume nos propone su conocido ejemplo de las bolas de billar.
Tomemos la relacin causal de dos bolas de billar que se golpean. Llamaremos bola "A" a la bola
que se mueve primero y bola "B" a la bola golpeada. Diremos que B se ha movido porque A la ha
golpeado. En este caso tenemos que el movimiento de la bola A causa el movimiento de la bola B:
primero la bola A se mueve y toca la bola B, y siempre que la bola A golpee la bola B, sta se
mover. En este ejemplo vemos como se cumplen las tres caractersticas de la relacin de
causalidad, pero son esenciales a la causalidad las tres caractersticas? La relacin temporal no
es esencial, ya que es posible que el efecto se distancie temporalmente de su causa, como ocurre
cuando hay una tormenta en Ibiza y al cabo de un tiempo llegan las olas a la costa de Valencia.
Tambin puede ocurrir que dos eventos se den al mismo tiempo o uno inmediatamente despus
del otro y que no exista una relacin entre ellos, como ocurre, por ejemplo, si la Bola A golpea a la
Bola B y simultneamente se pone a llover. La esencia de la relacin causal no es, por ello, ni una
relacin espacial. En consecuencia, hemos de buscar la esencia de la relacin causal en el tercer
elemento que hemos citado: cuando decimos de A que causa B, decimos que siempre que se d A
se dar B, si las condiciones son las adecuadas, es decir, que hay una conexin necesaria entre A
y B. (TNH. 1.3.6). Ni la relacin espacial ni la temporal son las esencias de la relacin causal, sino
que sta ser la de conexin necesaria. En una relacin de causa y efecto no es esencial que el
efecto sea posterior o simultneo a la causa ni que sea contiguo en el espacio: lo que s importa
es que exista una relacin de conexin necesaria entre la causa y el efecto. Esta conexin
necesaria ha de descubrirla a travs de la experiencia, aplicando el principio de la copia. Pero si
examinamos el caso de las bolas de billar, por muchas veces que observe como la bola A golpea
a la bola B, y que la bola B se mueva, nunca podr percibir la conexin necesaria. Qu es lo que
ver, en realidad? Lo que ver es que la bola A golpea la bola B y sta se mueva y sta se mueve;
lo ver una multitud de veces, de hecho, siempre. Es decir, constantemente ver que las dos
bolas se mueven con arreglo a esa cadencia. Lo que ver ser entonces una conjuncin
constante. La conexin necesaria ser, simplemente, una conjuncin constante. Pero esta
conjuncin constante no pueden transmitirla los sentidos, no puedo observar nunca esta
conjuncin constante en las bolas de billar como tales; las bolas de billar son bolas de billar que
se mueven y nada ms. As, si no puedo observar la conjuncin constante en las bolas de billar,
pero tengo una idea de esa conjuncin constante, observar este fenmeno en m mismo. La
mente anticipa el efecto cuando conoce la causa; yo ya s, antes de que la bola A la golpee, que
la bola B se mover si ese golpe se produce. Este impulso de la mente a pasar de un evento a
79
otro es el que Hume analiza. La impresin de la cual se deriva la idea de conexin necesaria es la
impresin que deja en nuestra mente este impulso a pasar de un evento a otro cuando ya hemos
visto en mltiples ocasiones que los dos eventos son contiguos. Pero para que la mente pueda
hacer esto, es necesario que haya observado la relacin entre los eventos un buen nmero de
veces y que la mente tenga la capacidad de formar hbitos. La mente tiene la capacidad de
formar hbitos o costumbres, la facultad de acostumbrarse a tener determinadas percepciones
seguidas de otras. La idea de necesidad surge de esta impresin interna. De ah la definicin de
causa: "Causa es un objeto precedente y continuo a otro, y unido de tal forma con l que tal idea
del uno determina a la mente a formar la idea del otro, y la impresin del uno, a formar una idea
ms viva del otro". (TNH. 1.3.14)
DE LA EXISTENCIA DE DIOS
El problema de la divinidad siempre ha sido fundamental a lo largo de la Historia de la filosofa. La
disciplina filosfica dedicada al estudio de la existencia y esencia de Dios desde un punto de vista
80
racional, sin recurrir a una supuesta Revelacin, es la teologa natural. Se llama teologa natural a
diferencia de la teologa dogmtica, que se ocupa del estudio de Dios tomando como principio
fundacional las escrituras sagradas. Para Hume, las pruebas de la existencia de Dios se dividen
en dos tipos fundamentalmente: las pruebas a priori y las pruebas a posteriori. Las pruebas a
priori consisten en llegar a la demostracin de la existencia de Dios sin tener que recurrir a la
experiencia, sino nicamente a la razn. Un ejemplo de una de ellas es el argumento
ontolgico de San Anselmo y que defiende, entre otros, Descartes:
Dios es lo ms perfecto que puede existir.
Es ms perfecto existir que no existir.
Luego, si Dios es sumamente perfecto, ha de existir necesariamente.
Las pruebas a posteriori son aquellas que parten del conocimiento de otro hecho y explican
precisamente la existencia de este hecho a partir de la existencia de Dios. En la filosofa de Hume
a este argumento se lo conoce como el argumento del designio. Esta prueba llega a la
demostracin de la existencia de Dios a partir del orden y disposicin de la naturaleza. Argumento
que l critica.
Estas son las dos nicas operaciones de la razn. La razn nos dice cules son los medios ms
adecuados para alcanzar un determinado fin y nos informa de las consecuencias de nuestra
accin. Lo que nos mueve a actuar no es un acuerdo o desacuerdo con la razn sino un
sentimiento de desaprobacin. La razn me informa y me previene, pero la ltima decisin es de
la pasin, del deseo de algo o la aversin hacia algo. Por lo tanto, la virtud, la justicia (conceptos
metafsico~morales bsicos del racionalismo) tienen un origen subjetivo: el sentimiento de
81
LA FILOSOFA POLTICA
Para estudiar en qu se fundamenta de hecho el poder poltico, Hume analiza la historia de los
pueblos. La filosofa poltica de Hume es un mero anlisis de la realidad de los gobiernos, sin
ninguna pretensin normativa. Por ejemplo, el ejercicio del gobierno por una estirpe de prncipes
no tuvo su origen en un contrato social, sino que se origin habitualmente en una invasin o una
usurpacin, y es precisamente la violencia el origen de los Estados. La naturaleza humana incluye
un instinto de posesin que nos hace desear aquello que no nos pertenece, por lo que la
propiedad privada siempre est amenazada por los amigos de lo ajeno. Para proteger esta
propiedad privada est la justicia, que ha de repartir los bienes de acuerdo con los principios de
equidad.
dilema: de dnde saldra el sentido de comunidad en este nuevo orden que incida en los
derechos del individuo? Una cosa era explicar cmo la moral poda ser independiente de las
sagradas escrituras, y otra muy distinta conciliar al individuo autodirigido con el bien general. Los
filsofos escoceses de mediados del siglo XVIII centraron sus obras en la cuestin de la
comunidad secular, y ofrecieron una respuesta filosfica que se haca eco de la prctica de la
empata que enseaba la novela. Slo podemos identificarnos con el otro, en virtud de nuestra
imaginacin, que nos permite ponernos en su lugar. Este proceso de identificacin imaginaria
permite sentir al observador lo que debe sentir el otro. El observador slo puede convertirse en un
ser verdaderamente moral, sin embargo, cuando da el paso siguiente y comprende que tambin l
es sujeto de semejante identificacin imaginaria.
Ahora t ...
Acaba con el contexto
filosfico
83
y la libertad.
El contractualismo de Rousseau analiza las condiciones universal de la legitimidad del poder y
renueva la teora del derecho poltico al introducir en ella la idea de la voluntad general sin apelar
a la tradicin o a la religin por lo que la cuestin fundamental est, como dice el propio
Rousseau, en cmo justificar que las leyes sean obligatorias y que unos manden y otros tengan
que obedecer en una asociacin de ciudadanos que han nacido libres e iguales. Cmo es
posible que el hombre, al estar encadenado por doquiera, haya nacido libre?, qu significa que el
hombre haya nacido libre? La concepcin del hombre en el Contrato social se asienta sobre una
idea de Hombre cuya cualidad esencial es "ser libre" por lo que no hay ni puede haber en la
Historia, hombres sin libertad y libertad sin hombres. Rousseau pide a los hombres que piensen
su humanidad desde un estado que quizs no existe, ni haya existido ni exista jams: el estado de
naturaleza entendido como la consideracin del hombre en su naturaleza individual, libre. Para
Rousseau, el hombre, en ese estado es voluntad libre, es el "buen salvaje". El inters egosta del
hombre en sociedad le arrebata moralidad a sus acciones y ms an cuando el poder hace legal
lo que es ilegtimo por derecho. Las leyes, cuando no obedecen a la razn, cuando no son
morales y no estn encaminadas al establecimiento de la libertad e igualdad civiles, hacen
desgraciado al hombre, lo esclavizan. Qu puede defender de toda fuerza comn a la persona y
a los bienes de cada asociado, y por virtud de la cual cada uno, unindose a todos, no obedezca
sino a s mismo y quede tan libre como antes, segn esa anterioridad lgica llamada "estado de
naturaleza"? La solucin, segn Rousseau, es el pacto social. En efecto, el ginebrino afirma que
los hombres "chocan" con la Historia y porque "chocan" entre s, surgen las diferencias, las
desigualdades, las injusticias, la esclavitud del hombre por el hombre. El contractualismo de
Rousseau afirma que el verdadero vnculo social ha de estar basado en un contrato libre, sin que
esto signifique en el orden social y poltico establecido por ese contrato no tenga que haber
obligatoriedad de la ley y sometimiento a ella en tanto que esa ley garantiza un compromiso
mutuo con obligaciones recprocas para ambas partes del cuerpo poltico: la voluntad individual y
la voluntad general.
Por tanto, si se elimina del pacto social lo que no le es de esencia, nos encontramos con que se
reduce a los trminos siguientes: Cada uno de nosotros pone en comn su persona y todo su
poder bajo la suprema direccin de la voluntad general, y nosotros recibimos adems a cada
miembro como parte indivisible del todo". (Pg. 28, VI)
La voluntad general que protege el inters comn en contraposicin la voluntad de todos que se
refiere al inters privado. Por eso la libertad, como decamos en un principio, es el nexo de unin,
lo que se conserva en el trnsito del estado de naturaleza al estado civil. Desde el punto de vista
individual, la libertad es que el hombre es dueo de s mismo, pero en el mbito civil o poltico se
debe dar como "soberana popular", como expresin de la voluntad general. La libertad debe ser
compatible con la de los dems: cuando los individuos se dotan de leyes justas se produce el
contrato social. El mismo Rousseau indica que "en lugar de destruir la igualdad natural, el pacto
fundamental sustituye, por el contrario, con una igualdad moral y legtima lo que la Naturaleza
haba podido poner de desigualdad fsica entre los hombres, y que, pudiendo ser desiguales en
fuerza o en talento, advienen todos iguales por convencin y derecho".
En conclusin, si la naturaleza humana "choca" con la Historia, sta se presenta como un
obstculo que dificulta nuestra conservacin por lo que nos obligamos a ser libres civilmente a
crear leyes de Estado por medio de las cuales nos capacitemos para realizar nuestra humanidad,
sinnimo de libertad en la bsqueda de la verdad, de igualdad como principio de la justicia y de
85
CAPTULO 7
Se ve por esta frmula que el acto de asociacin encierra un compromiso recproco del pblico
con los particulares, y que cada individuo, contratando, por decirlo as, consigo mismo, se
encuentra comprometido por una doble relacin, a saber: (...) o con un todo de que se forma
parte
Peligro con lo que viene ahora! No hagas esto en PAU. Si lo haces pensarn que piensas por ti
mismo refutando a Rousseau y, ya sabes, si es as: al hoyo! (Dig Your Own Hole - TCB)
La idea de Hombre que utiliza Rousseau es metafsica. Da por supuesta la libertad como atributo
de la idea hombre. No analiza la idea por lo que incurre en errores y argumentos falaces
provocando en el captulo de la dictadura (un error me llev a incluirlo en tu libro de texto)
conclusiones absolutamente contrarias a los principios democrticos. Para empezar, no hay
simetra entre soberanos y particulares porque no hay identidad y mucho menos transitividad.
nicamente decir, en este breve parntesis, que el pensamiento de Rousseau encierra
contradicciones que, por lo menos, han de sealarse como otra historia diferente a la bien
pensante. Volvamos: si tomamos soberano como A (totalidad) y particulares como B (parte
constitutiva de la totalidad) se dan dos sentidos atendiendo a un mnimo anlisis lgico:
- A respecto a B
- B respecto a A
- Por lo que "El ciudadano como miembro del soberano respecto a los particulares" y "El
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87
ATAQUE DE SINCERIDAD
CHOCAR CON LA PROPIA HISTORIA
mundo espdico
maleducado y superficial
hipntico
no me deja, no me deja pensar
va tan rpido
me cuesta tanto controlar mi biorritmo
es el efecto de su velocidad
humor cnico
horizonte cultural
hipcrita
especialista en monopensar
me odia
me necesita cada vez ms
no sabes nunca
qu se esconde, qu se esconde detrs
es otro ataque de sincericad
contigo siento que soy especial
contigo me siento limpio sin final
contigo se realimenta la verdad
te odio
te necesito cada vez ms
te necesito
te necesito
es otro ataque de sinceridad
contigo siento que soy especial
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90
91
LO TENGO
admitendo la derrota
tan brutal y tan estrepitosa
lo admito: soy un perdedor
negando la evidencia consigo demostrar mi inocencia: resisto
nadie mejor que yo para luchar lo que soy
lo tengo
no me pueden parar
lo tengo
no me pienso callar
expectativas pongo mas de las debidas
si no es por ellas ya no se que srera
de la vida
un cielo infernal
sigo pensando que voy a salvar el mundo
que tengo algo limpio y puro
y astuto
que puede ayudar a toda la humanidad
lo tengo
no me pueden parar
lo tengo
no me pienso callar
lo tengo
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filosofa natural. En ellos establece las bases de la fsica moderna y formula la ley de la
gravitacin universal. Pero ahora la pregunta fundamental del conocimiento ya no es qu son las
cosas? Sino cmo se comportan los fenmenos? Es decir, cmo se comportan las cosas no en
s mismas sino en cuanto percibidas por nosotros. Como puede verse la fsica newtoniana est en
consonancia con los planteamientos que venimos exponiendo. En cuanto al problema moral, el
antecedente inmediato de Kant est en la filosofa moral de Rousseau.
En estas circunstancias se hace necesario someter a juicio a la razn para clarificar la situacin
del pensamiento y establecer sus lmites. Esa es la tarea que se propone Kant.
interesado por el problema de si es posible la metafsica como ciencia. Para ello hay que
contestar una pregunta previa. Cmo es posible la ciencia? Si tenemos en cuenta que podemos
considerar la ciencia como un conjunto de enunciados o juiciosv(1) la pregunta puede concretarse
como sigue:
Cules son las condiciones que hacen posibles los juicios de la ciencia? Pero qu tipo de
juicios son los caractersticos de la ciencia? Hemos de distinguir antes distintos tipos de juicios:
Juicios analticos: son aquellos en los que el predicado est comprendido en el sujeto,
por lo que amplan nuestro conocimiento, esto es, son extensivos. Ej. Todos los nativos
de la tribu X miden ms de 1 '90.
Juicios a priori: son aquellos cuya verdad puede ser conocida independientemente de la
Las categoras solo son fuente de conocimiento aplicadas a los fenmenos, esto es, a
95
En la dialctica trascendental Kant procede a estudiar la razn como facultad de encadenar unos
juicios con otros formando razonamientos. La naturaleza de la razn nos impulsa a buscar leyes
cada vez ms generales capaces de explicar un mayor nmero de fenmenos. Esta tendencia
lleva a traspasar las barreras de la experiencia estableciendo ideas (mundo, alma, Dios), las
cuales han sido el objeto de la Metafsica; segn el planteamiento kantiano esto hace que sea
imposible la Metafsica como ciencia. Estas tres ideas de la razn, si bien no nos aportan
conocimiento expresan el ideal de la razn de encontrar leyes y principios ms generales cada
vez.
(1) Un juicio es un enunciado que responde a la estructura sujeto es predicado.
(2) El trmino "trascendental" significa, en palabras del propio Kant, "todo conocimiento que se
ocupa en general no tanto con objetos, sino con nuestro modo de conocimiento de objetos en
cuanto que este debe ser posible a priori".
FENMENO Y NOMENO
Si lo dado en la experiencia se denomina fenmeno, esto es, el objeto en cuanto que aparece o
se muestra al sujeto, implica que hay algo que no aparece. El objeto considerado al margen de su
relacin con la sensibilidad se llama "cosa en s" o "nomeno" en la medida en que es algo slo
inteligible. Esta distincin entre fenmeno y nomeno permite comprender por qu Kant denomina
a su doctrina "idealismo trascendental": porque el espacio y el tiempo y las categoras son
condiciones de posibilidad de los fenmenos, de la experiencia, y no rasgos o propiedades reales
de las cosas en s mismas. La unificacin de estas condiciones de la experiencia se dan en un
sujeto al que Kant denomina "Yo trascendental".
mismo tiempo que se tome en ley universal". Dicho de otro modo, obra de forma que lo que
quieras pueda quererlo a la vez cualquier otro ser racional. Otra formulacin del imperativo
categrico es "obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona
de cualquier otro, siempre como un fin y nunca meramente como un medio". Ambas formulaciones
muestran claramente su carcter formal y su exigencia de universalidad.
El imperativo categrico es la forma general de toda ley. Esto es, cualquier ley concreta, bien sea
una mxima subjetiva o una ley positiva tiene que ajustarse a la forma del imperativo categrico
para tener fundamento y validez moral.
Las cuestiones que la Crtica de la razn pura haba dejado abiertas, se dilucidan en la Crtica de
la razn prctica, en la cual Kant trata de responder a la pregunta qu debo hacer? Hemos visto
como la Crtica de la Razn Pura haba puesto de manifiesto la imposibilidad de la Metafsica
como ciencia, es decir, como conocimiento objetivo del mundo, del alma y de Dios. Ahora bien, las
cuestiones de la inmortalidad del alma y de la existencia de Dios constituyen interrogantes de
inters fundamental para el destino del hombre.
La libertad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios son, segn Kant, postulados (1) de la
razn prctica. En efecto, la exigencia moral de obrar por respeto al deber supone la libertad. La
inmortalidad del alma se establece por la siguiente argumentacin: la razn nos ordena aspirar a
la virtud, es decir, a la concordancia perfecta y total de nuestra voluntad con la ley moral; esta
concordancia perfecta es inalcanzable en una existencia limitada. Solo es realizable en un
proceso indefinido infinito que exige, por tanto, la inmortalidad. En cuanto a la existencia de Dios,
la disconformidad que encontramos en el mundo entre el ser y el deber-ser exige la existencia de
Dios como realidad en la que ser y deber-ser coinciden plenamente y en la que se da una unin
perfecta de virtud y felicidad. La voluntad de Dios coincide espontneamente con la ley moral y
por tanto la ley no supone para l ninguna constriccin ni limitacin, lo cual implica precisamente
felicidad.
(1) "postulado" significa aqu estrictamente algo que no es demostrable, pero que es supuesto
necesariamente como condicin de la moral misma.
97
98
INTRODUCCIN
La significacin de la obra de Karl Marx es la comprensin de la sociedad burguesa capitalista y
de la interpretacin que ese modo histrico hace de la realidad. El pensamiento del alemn ha
ejercido una notable influencia sobre las generaciones posteriores, tanto en el mbito terico
como en el prctico. Su materialismo se elabora fundamentalmente en conexin con las ciencias
sociales (economa, sociologa, historia), aunque sin desentenderse de las ciencias naturales. La
clave del materialismo marxista es el proceso real de produccin. De momento podemos sealar
los siguientes aspectos fundamentales de su pensamiento:
1. La causa del sufrimiento y la infelicidad humanas es, sobre todo, la explotacin
econmica que sufre la clase trabajadora por parte de la clase poseedora del capital y los
medios de produccin.
2. La historia es la historia de la lucha de clases, que enfrenta a las clases contrapuestas e
irreconciliables, siendo la estructura econmica la que origina y apuntala el actual e injusto
estado de cosas. Esa estructura es la que debe ser radicalmente transformada para
conseguir que el hombre no sea un ser alienado y oprimido.
3. El pensamiento de Marx critica cualquier interpretacin de la realidad que trascienda a
sta, es decir, cualquier religin debe ser interpretada en trminos de alienacin e ideologa
encubridora y falseadora de la realidad.
4. La crtica de la economa poltica capitalista, tanto en su aspecto terico como prctico.
5.-Misin transformadora de la realidad por parte de la filosofa. sta debe ser un
instrumento que permita interpretar la realidad, entender las causas de la miseria y la
explotacin del hombre por el hombre, as como posibilitar la construccin de una teora
econmica y poltica que posibilite la superacin de la alienacin humana en todos sus
aspectos.
6. La condicin para superar dicha alienacin es la abolicin de la propiedad privada de los
medios de produccin; la cual slo puede alcanzarse mediante la violencia revolucionaria.
7. Carcter de clase del Estado, que legitima el statu quo capitalista, por lo que debe ser
abolido; y construccin de un nuevo Estado considerado como rgano racional necesario
para la produccin de bienes.
relaciones de produccin existentes, o por usar la equivalente expresin jurdica, con las
relaciones de propiedad dentro de las cuales se haban movido hasta entonces. De formas de
desarrollo que eran de las fuerzas productivas, esas relaciones mutan en trabas de las mismas.
Empieza entonces una poca de revolucin social
Marx. Contribucin a la crtica de la economa poltica.
Las categoras empleadas en el texto son:
- FUERZAS PRODUCTIVAS: designan la capacidad de produccin o trabajo real de los
hombres, segn el desarrollo tcnico de los medios de produccin.
- RELACIONES DE PRODUCCIN: expresan las relaciones que se establecen entre los
propietarios de los medios de produccin y los productores directos en un proceso de
produccin determinado.
- INFRAESTRUCTURA: significa el fundamento sobre el que descansa, y que condiciona,
todo el proceso de produccin y, por tanto, la produccin ideolgica denominada
sobreestructura. Est constituida por las dos categoras anteriores.
- SUPERESTRUCTURA: designa el conjunto de representaciones o ideas que configuran la
conciencia, as como las estructuras polticas y jurdicas que genera (y de las que se sirve)
la infraestructura.
- MODO DE PRODUCCIN: se refiere a la totalidad social global, es decir, tanto a la
estructura econmica como a los otros niveles de la totalidad social: jurdico-poltico e
ideolgico.
El capitalismo es un determinado modo de produccin en la historia de la humanidad y tiene su
particular infraestructura y su correspondiente superestructura. Lo caracterstico del modo de
produccin capitalista es que toda la sociedad se organiza en torno al mercado y a las
caractersticas que ste adquiere a medida que va cristalizando el capitalismo.
El mercado capitalista se caracteriza por estar enteramente orientado a la obtencin de
beneficios, que reciben el nombre de plusvalor. Para entender en qu consiste el plusvalor
debemos tener una nocin de lo que es en general el valor de las mercancas y cmo, bajo las
condiciones de produccin capitalistas, se obtiene el plusvalor. Llamamos mercado a los bienes
que, al intercambiarse en el mercado, reciben el nombre de mercancas.
satisfecha y sobran mercancas, los precios tienden a bajar para estimular la demanda del
producto. En cambio si hay poca oferta y mucha demanda los precios tienden a subir, para frenar
"la demanda. Esta fluctuacin de los precios en funcin de la oferta y la demanda presupone un
establecimiento previo de los precios en condiciones estables de oferta y demanda. En estas
condiciones los precios ya no pueden depender de la ley de la oferta y la demanda, que sera
posterior, sino de otros factores. Segn Marx, lo que da valor a una mercanca es el trabajo
humano. En condiciones ideales de mercado, el valor de las mercancas viene dado por los costes
de produccin (materias primas, maquinaria etc.) ms el trabajo socialmente necesario para su
produccin. Este concepto se obtiene de la media de horas necesarias en una sociedad para
producir una mercanca.
Por ejemplo, supongamos que un zapatero tarda tres horas en hacer un par de zapatos y otro
tarda 4 horas en hacer un par de zapatos similar. Si en esa sociedad slo existen esos dos
zapateros el trabajo socialmente necesario para hacer un par de zapatos es de tres horas y
media. El precio de los zapatos ser la suma del coste del cuero, el hilo de las costuras, la parte
proporcional de las herramientas, etc. y tres horas y media de trabajo. Supongamos ahora que
ambos zapateros cuentan con las mismas herramientas y compran el cuero y el hilo al mismo
proveedor. Obviamente el zapatero que fabrica sus zapatos en tres horas obtiene un mayor
rendimiento de su trabajo y puede vender los zapatos ms baratos sin restarle valor a su trabajo
(puede descontar la hora de ms del trabajo socialmente necesario), en cambio el otro no puede
competir sin desvalorizar su propio trabajo.
En un mercado no capitalista el ciclo econmico adopta la forma Mercanca-Dinero- Mercanca
(M-D-M). Es decir, se producen mercancas que se llevan al mercado para cambiarlas por dinero y
obtener con l otras mercancas. En estas condiciones no se produce plusvalor, sino que el propio
trabajo sirve sencillamente para obtener otras mercancas necesarias para subsistir. En cambio, el
ciclo propio del mercado capitalista es D-M-C, (dinero- mercanca--dinero+plusvalor); es decir, se
invierte dinero, se producen mercancas y se venden, recuperando el dinero invertido ms
beneficio un plusvalor. De dnde sale ese plusvalor? Si lo que genera valor es el trabajo
humano, el plusvalor slo puede obtenerse a partir de ste, pero en unas condiciones especiales.
Entre las mercancas que el capitalista adquiere con su inversin inicial ha de haber una capaz de
producir valor, la fuerza de trabajo (los obreros o empleados). Puesto que se trata de una
mercanca tiene, como todas, un valor de uso (el propio trabajo del obrero) y un valor de cambio
(el salario, sujeto a la ley de la oferta y la demanda). El secreto del plusvalor est en que el valor
de uso del obrero produce valor por encima de su valor de cambio. Imaginemos que los dos
zapateros antes mencionados ahora trabajan para una empresa en condiciones capitalistas, con
una jornada de 8 horas. La empresa les proporciona maquinaria y herramientas de modo que
ahora cada tipo produce un par de zapatos cada dos horas. Por tanto, cada uno produce 4 pares
de zapatos por da. El salario que perciben diariamente, en cambio equivale al valor del trabajo
empleado en producir dos pares. El valor de los otros dos pares de zapatos se convierte en
beneficio neto para el capitalista, en plusvalor. Como puede verse, durante las cuatro primeras
horas de su jornada los dos zapateros producen el equivalente a lo que percibe en s los salarios,
durante las cuatro horas restantes estn trabajando ''gratis" para el patrn; es decir, estn siendo
explotados. Por consiguiente, el plusvalor slo puede salir de la explotacin de los trabajadores
por parte de los capitalistas.
Pero, cmo llegaron nuestros laboriosos zapateros a convertirse en proletarios, o sea, en
mercanca fuerza de trabajo? Ntese que en la primera situacin descrita no eran mercancas,
cada uno trabajaba para s mismo y obtena el total de los frutos de su trabajo segn las reglas
del mercado (no capitalista). En cambio, en esta nueva situacin parte de su trabajo y el valor que
ste genera va a parar a manos del capitalista dueo de la empresa, que se hace el doble de rico
que los dos zapateros juntos. Para ello nuestro avispado empresario ha tenido que privar a los
zapateros de sus medios de produccin (por ejemplo ha obligado al ganadero de nuestra
sociedad imaginaria a venderle a l todo el cuero y al herrero a que slo le venda a l las
herramientas que fabrica) de modo que los zapateros se han visto obligados a venderle lo nico
101
que les quedaba, su fuerza de trabajo, para poder subsistir. Es fcil comprender cmo en no
mucho tiempo nuestro ambicioso empresario habr conseguido comprar las vacas y la herrera de
modo que tambin el ganadero y el herrero son ahora empleados suyos; y si no se las vendieran,
bueno, siempre se puede pagar a unos matones para que les hagan "una oferta que no podrn
rechazar" (Cf. Coppola, Francis Ford. El Padrino.).
A esta manera de hacerse con la propiedad de los medios de produccin Marx la llam la
acumulacin originaria y es la condicin previa para la aparicin del capitalismo. Para Marx la
acumulacin originaria es el punto de partida del modo de produccin capitalista que parte de la
conquista, el sojuzgamiento, el homicidio motivado por el robo; en una palabra, la violencia. La
acumulacin originaria hay que entenderla como el proceso histrico de escisin entre productor
y medios de produccin. Se puede llevar a cabo este proceso por las buenas? Para explicar este
proceso nos detendremos en la Teora de la Acumulacin Originaria y la Teora Moderna de la
colonizacin en Marx:
Para que exista la mercanca fuerza de trabajo es necesario que se genere toda una
masa de seres humanos totalmente desposedos de sus condiciones materiales de
subsistencia, que por ello se ven empujados a vender lo nico que poseen, su fuerza
de trabajo, en el mercado. Slo cuando aparece la mercanca fuerza de trabajo en el
mercado adopta este la forma de mercado capitalista.
Ahora podemos definir con precisin en qu consiste el capital: es una relacin entre personas
(empresarios capitalistas propietarios de los medios de produccin y subsistencia, por un lado, y
proletarios desposedos de todo menos de su fuerza de trabajo) mediada por cosas, las
mercancas producidas. Dicha relacin adquiere la forma de la pura y simple explotacin.
CONCEPTO DE IDEOLOGA
El marxismo se propuso llevar a cabo una clarificacin crtica y racional de la conciencia, es decir,
del conjunto de ideas que el ser humano tiene acerca de s mismo, de su lugar en el mundo y en
la historia, de modo que pueda vivir su insercin y relacin con la realidad sin falseamientos ni
falsas ilusiones.
En una acepcin muy general, cabe denominar ideologa a "un sistema de representaciones
(imgenes, mitos, ideas o conceptos, segn los casos), dotados de una existencia y de un papel
histricos en el seno de una sociedad dada" (Althusser, La revolucin terica de Marx). En esta
primera acepcin la ideologa es un momento esencial y necesario en la vida de los seres
humanos y en la sociedad. Ahora bien, en la medida en que la ideologa expresa la relacin del
ser humano con su mundo y su existencia social e histrica, las ideas que reflejan esta relacin
pueden hacerlo de un modo adecuado y verdadero o bien de un modo falso. En este ltimo caso,
el trmino ''ideologa" recibe una acepcin ms restringida y precisa como conjunto de "ideas",
"formaciones nebulosas" que dan una imagen o representacin falseada y falsificadora de la
realidad y de las condiciones en que se desarrolla la vida de los seres humanos. Es decir, en este
sentido restringido y tcnico "ideologa" equivale a falsa conciencia.
En relacin con el conjunto de ideas o representaciones que constituyen la ideologa, Marx
sostiene que:
1- Lo que piensan los seres humanos es un producto de la sociedad en la que viven; la
conciencia, entendida como el conjunto de ideas, es "un producto social" que se presenta
como "el lenguaje de la vida real". (ver texto supra)
2- La ideologa tiene un sentido primaria y casi exclusivamente negativo, ya que est
formada por ideas falsas y/o falsificadoras. "En toda la ideologa los hombres y sus
relaciones aparecen invertidas como en una cmara oscura".
102
Las formas ideolgicas de la conciencia (la religin, la moral, la poltica, etc.) tienen corno funcin
ocultar, desfigurar y suplantar imaginativa o conceptualmente una situacin de la existencia real,
social e histrica de los seres humanos, que el marxismo caracteriza como de alienacin.
Si esto es as, entonces las relaciones sociales que se generan en las condiciones capitalistas de
produccin implican, a causa de la alienacin y su encubrimiento, una deshumanizacin del ser
humano, una imposibilidad de que ste pueda realizarse como tal. Si, como decamos antes, la
alienacin econmica produce un extraamiento del hombre respecto de s mismo, resulta que
bajo condiciones capitalistas los hombres se cosifican, se convierten en cosas, y se tratan a s
mismos no como hombres sino como mercancas. De ah la necesidad de una transformacin
radical de la sociedad que libere a los hombres de la explotacin y les permita alcanzar un pleno
desarrollo como seres humanos.
104
MANIFIESTO COMUNISTA
LA HISTORIA COMO LUCHA DE CLASES: BURGUESES Y PROLETARIOS
1. Toda la historia de la sociedad humana, hasta el da, es una historia de luchas de clases.
Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una
palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeados en una lucha ininterrumpida,
velada unas veces, y otras franca y abierta: en una lucha que conduce en cada etapa a la
transformacin revolucionaria de todo el rgimen social o al exterminio de ambas clases
beligerantes.
2. En los tiempos histricos nos encontramos a la sociedad dividida casi por doquier en una
serie de estamentos, dentro de cada uno de los cuales reina, a su vez, una nueva jerarqua social
de grados y posiciones. En la Roma antigua son los patricios, los quites, los plebeyos, los
esclavos en la Edad Media, los seores feudales, los vasallos, los maestros y los oficiales de los
gremios, los siervos de la gleba, y dentro de cada una de esas clases todava nos encontramos
con nuevos matices y gradaciones.
3. La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha
abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas
condiciones de opresin, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas.
Sin embargo, nuestra poca, la poca de la burguesa, se caracteriza por haber simplificado estos
antagonismos de clase. Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez ms abiertamente, en
dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagnicas: la burguesa y el
proletariado. De los siervos de la gleba de la Edad Media surgieron los "villanos" de las primeras
ciudades; y estos villanos fueron el germen de donde brotaron los primeros elementos de la
burguesa.
4. El descubrimiento de Amrica, la circunnavegacin de frica, abrieron nuevos horizontes
e imprimieron nuevo impulso a la burguesa. El mercado de China y de las Indias orientales, la
colonizacin de Amrica, el intercambio con las colonias, el incremento de los medios de cambio y
de las mercaderas en general, dieron al comercio, a la navegacin, a la industria, un empuje
jams conocido, atizando con ello el elemento revolucionario que se esconda en el seno de la
sociedad feudal en descomposicin. El rgimen feudal o gremial de produccin que segua
imperando no bastaba ya para cubrir las necesidades que abran los nuevos mercados. Vino a
ocupar su puesto la manufactura. Los maestros de los gremios vironse desplazados por la clase
media industrial, y la divisin del trabajo entre las diversas corporaciones fue suplantada por la
divisin del trabajo dentro de cada taller.
5. Pero los mercados seguan dilatndose, las necesidades seguan creciendo. Ya no
bastaba tampoco la manufactura. El invento del vapor y la maquinaria vinieron a revolucionar el
rgimen industrial de produccin. La manufactura cedi el puesto a la gran industria moderna, y la
clase media industrial hubo de dejar paso a los magnates de la industria, jefes de grandes
ejrcitos industriales, a los burgueses modernos: La gran industria cre el mercado mundial, ya
preparado por el descubrimiento de Amrica. El mercado mundial imprimi un gigantesco impulso
al comercio, a la navegacin, a las comunicaciones por tierra. A su vez, estos progresos
redundaron considerablemente en provecho de la industria, y en la misma proporcin en que se
dilataban la industria, el comercio, la navegacin, los ferrocarriles, desarrollbase la burguesa,
crecan sus capitales, iba desplazando y esfumando a todas las clases heredadas de la Edad
Media.
6. Vemos, pues, que la moderna burguesa es, como lo fueron en su tiempo las otras clases,
producto de un largo proceso histrico, fruto de una serie de transformaciones radicales operadas
en el rgimen de cambio y de produccin.
A cada etapa de avance recorrida por la burguesa corresponde una nueva etapa de progreso
105
histrico. Clase oprimida bajo el mando de los seores feudales, la burguesa forma en la
"comuna" una asociacin autnoma y armada para la defensa de sus intereses; en unos sitios se
organiza en repblicas municipales independientes; en otros forma el tercer estado tributario de
las monarquas; en la poca de la manufactura es el contrapeso de la nobleza dentro de la
monarqua feudal o absoluta y el fundamento de las grandes monarquas en general, hasta que,
por ltimo, implantada la gran industria y abiertos los cauces del mercado mundial, se conquista la
hegemona poltica y crea el moderno Estado representativo. Hoy, el Poder pblico viene a ser,
pura y simplemente, el Consejo de administracin que rige los intereses colectivos de la clase
burguesa.
La burguesa ha desempeado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente
revolucionario.
Marx, Engels, El manifiesto comunista, 1, 1848
106
CRTICA DE LA MORAL
Nietzsche entiende moral como contra-naturaleza, la moral que se opone a la vida estableciendo
leyes contra los instintos vitales. La base filosfica de la moral contranatural es el platonismo: lo
en s acab convirtindose en el uno de la filosofa de Plotino que supone el comienzo de la
metafsica cristiana.
107
La moral como juicio valorativo sobre la vida, segn ha sido enseada e impuesta como norma de
conducta en Occidente no es sino un sntoma de decadencia, de nihilismo; un juicio, en fin,
negativo, por ser antittico a la vida misma tal y como la entiende Nietzsche. Lo paradjico de este
juicio negativo es que se justifique en Dios y no en el hombre: por ello la moral como contranaturaleza tiene un primer objetivo: demostrar la voluntad libre del ser humano. Nietzsche crtica
aqu la idea de un orden moral del mundo que sirva para dirigir la humanidad hacia la
trascendencia de ese orden como algo ms all de la humanidad misma.
Mi tesis capital: no hay fenmenos morales, sino slo una interpretacin moral de esos
fenmenos. Esta interpretacin misma tiene un origen extramoral.
S, el hombre necesita leyes, pero leyes que sean propias, inmanentes, parciales y humanas.
Una referencia absoluta como propone la moral tradicional, slo es posible si imaginamos el ser
ms all del mundo, ms all de la vida, ms all del espacio y tiempo absolutos, referencias que
ni siquiera podemos sentir. Esta es la idea de resentimiento hacia la vida que se ve forzada a
buscar justificaciones desvinculadas de la vida misma. En el cristianismo, este orden moral no
viene dado por el hombre desde el hombre y para el hombre sino de Dios y, en ltimo trmino,
para Dios. Segn Nietzsche el ser humano no necesita de Dios para sentirse libre porque en
esencia es voluntad libre, reflejo explicativo del devenir.
CRTICA DE LA METAFSICA
La Historia de la metafsica ha llevado a cabo, segn Nietzsche, una desnaturalizacin del ser.
Ha realizado una interpretacin esttica del ser: lo en s y custodiado por dos colosos: el principio
de no contradiccin y el principio de igualdad. El dualismo parmendeo abre una brecha
irreconciliable entre el ser y la exaltacin de la vida, imposibilitando que esta se desarrolle
plenamente. Por qu? El nomeno kantiano muestra a la perfeccin la apoteosis de la metafsica
como nihilismo. El ser, lo en s como incognoscible haca que todo se muestre como incompleto,
aparente, imperfecto, falso. Si el mundo "se muestra'' todo falso, quin no buscara un ms all
verdadero e inmutable? Scrates busca porque es presa de la visin racional del mundo, de la
escisin entre verdad y apariencia. Para Nietzsche no hay tal escisin sino el devenir constante
del ser que crea y destruye el nico mundo existente.
Pongo a un lado, con gran reverencia, el nombre de Herclito. Mientras que el resto del pueblo de
los filsofos rechazaba el testimonio de los sentidos porque estos mostraban pluralidad y
modificacin, l rechazo su testimonio porque mostraban las cosas como si tuviesen duracin y
unidad. Tambin Herclito fue injusto con los sentidos. Estos no mienten ni del modo como crean
los eleatas ni del modo como crea l no mienten de ninguna manera. Lo que nosotros "hacemos"
de su testimonio, eso es lo que introduce la mentira, por ejemplo la mentira de la unidad, la
mentira de la coseidad, de la sustancia, de la duracin...
La Razn es la causa de que nosotros falseemos el testimonio de los sentidos. Mostrando el
devenir, el perecer, el cambio, los sentidos no mienten. Pero Herclito tendr eternamente razn
al decir que el ser es una ficcin vaca. El mundo "aparente" es el nico: el "mundo verdadero" no
es ms que un aadido mentiroso...
El Crepsculo de Los dolos
La ontologa parmendea y su discpulo ms aventajado, el platonismo son para Nietzsche,
sntomas de una voluntad de poder negativa. La necesidad de dominar el devenir es lo que nos
obliga a inventar ficciones lgicas y modelos explicativos que nos permiten "ver" estabilidad donde
aparentemente no hay. Las categoras o conceptos con los que interpretamos la realidad como
ser son, dice Nietzsche, ficciones convencionales con fines de designacin pero no de aclaracin.
Es la voluntad de poder quien los inventa de ah que el olvido de su ser-creados convierte en
simulacro la existencia humana.
LA CRTICA EPISTEMOLGICA DE LA METAFSICA
Nietzsche explica en "Sobre Verdad y Mentira en Sentido Extramoral" la gnesis de las
108
categoras. Por qu se centra en las categoras? Porque son el mayor obstculo para la
interpretacin del ser como devenir. Es el olvido de la naturaleza metafrica del concepto lo
que nos ha trado hasta aqu. El intelecto es un medio de conservacin del individuo (pag.
23) que, as entendido, nos hace preguntar: Hay alguna metafsica que haya ido en contra
de la idiosincrasia del metafsico que la expuso? Nietzsche afirma que es el revoloteo
incesante alrededor de la llama la vanidad lo que mueve al ser humano de ah que "los
hombres no huyamos tanto de ser engaados como de ser perjudicados mediante el
engao". Si, como dice Heidegger, habitamos en el lenguaje resulta inevitable pensar todo
esto desde el lenguaje mismo. Toda palabra se convierte en concepto desde el momento en
que deja de servir justamente para la vivencia original: nica e individualizada, a la que debe
su origen. Un concepto es, para Nietzsche, una equiparacin de casos no iguales (pag. 23,
hojas y honestidad). De esta definicin se deduce que la verdad no ha de ser ms que un
conjunto de generalizaciones, ilusiones que el uso y la costumbre han venido imponiendo y
que se han olvidado de su ser creadas. (pag. 25)
Nietzsche muestra desde su origen aquello que se ha fragmentado y elevado: la episteme.
Sobre Verdad y mentira descubre el mecanismo bsico del origen del concepto, derivndolo
de las metforas como creaciones, como smbolos de interpretacin, reuniendo as arte y
ciencia, algo que desde el libro X de la Repblica de Platn se ha intentado evitar.
"Aquel a quien envuelve el hlito de esa frialdad, se resiste a creer que tambin el concepto,
seo y octogonal como un dado y, como tal, verstil, no sea ms que el residuo de una
metfora, y que la extrapolacin artstica de un impulso nervioso en imgenes es, si no la
madre, s sin embargo la abuela de cualquier concepto " (pag. 27)
Para Nietzsche la vida comporta un comportamiento esttico que se sabe creativo y efmero.
EJERCICIO: Poner en relacin con el perspectivismo.
En el primer Nietzsche el arte parece destinado a ejercer todo su poder de justificacin
esttica de la existencia en el marco de Occidente. En este escrito Nietzsche afirma que en
el plano gentico, el lenguaje socialmente establecido, con sus reglas y su funcin
cognoscitiva naci como una cristalizacin arbitraria de cierto sistema de metforas que
unido a formas de las relaciones de dominio, se impuso como el nico modo pblicamente
valido de describir el mundo. Las categoras, los conceptos al congelar en tmpano de hielo
la corriente furtiva o devenir; no consiguen expresar el ser en todo su potencial, que como
devenir es mltiple y cambiante.
nuestras necesidades las que interpretan el mundo: nuestros impulsos y sus pros y sus contras.
Cada impulso es una especie.de ansia de dominio, cada uno. tiene su perspectiva, que quisiera
imponer como norma a todos los dems impulsos
Fragmentos pstumos ( 1 885-1 889) Vol. IV
Por otro lado, aplica el mismo mtodo crtico a la Historia entendida como historicismo. Nietzsche
es el fundador de la Hermenutica. Su dilogo con el milagro griego, lejos de ser un abuso de
poder acadmico, supuso una llamada de atencin sobre su actualidad, su ser ahora y no mero
hecho acabado. Nietzsche busc en Grecia los antecedentes, las causas de lo problemtico del
presente. Nietzsche mira el fenmeno griego como algo asombroso, actual. Scrates est vivo y
hay que desenmascararle porque la theoria desde las ciencias positivas investigan el curso de la
naturaleza, pero no mueven al hombre a vivir. La ciencia slo conoce datos empricos y nmeros;
qu puede decir de la pasin y el amor? Segn Nietzsche, Occidente como reconocimiento en el
conocimiento ha sucumbido en su lucha por dominar el devenir. La pregunta kantiana qu me
cabe esperar? se resuelve en Nietzsche de la siguiente manera: As quise que fuera.
sufre el devenir al quedar fijado en una categora, Nietzsche exalta el poder de la imaginacin
metafrica del ser humano. La metfora es una verdadera perspectiva mientras se reconozca a s
misma como tal y no sea representada como concepto. Todas las actividades espirituales
humanas son metfora de ah que el arte sea, para Nietzsche, el modelo mismo de la voluntad de
poder. Slo el arte no cae del todo, como s sucede con la Religin, la metafsica, la moral, la
ciencia dentro del mundo de la debilidad, de la enfermedad. El arte entendido como
enfrentamiento del hombre a lo problemtico y terrible de su existencia y de su poca supone la
afirmacin en toda su complejidad de la vida como voluntad de poder.
EL ULTRAHOMBRE
La voluntad de poder es exaltacin de la creatividad del ser humano en tanto que afirmacin de
esta vida terrenal. Esta afirmacin es eterna y por eso la voluntad de poder alcanza su ms alto
grado de reflexin y problematizacin en la tesis tica y cosmolgica del eterno retomo: hay que
amar la vida de forma que se quiera volver a vivirla, pero siendo consciente de dicha
imposibilidad. Este amor eterno hace que tienda hacia infinito la intensidad de la existencia finita.
La pregunta que inevitablemente surge es la siguiente: vale s, muy potico, pero qu praxis
poltica propone? Nietzsche, reacio a ofrecer sistemas, no propone una direccin cerrada porque
supondra agotar las posibilidades de la voluntad de poder o dicho de otro modo, si Nietzsche
hablase en trminos no metafricos la crtica nietzscheana sera susceptible de ser criticada por s
111
misma lo que anulara cualquier intento de superar el nihilismo. Zaratustra es el smbolo de esta
superacin, de este amor eterno a la existencia finita y en su primer discurso afirma las tres
metamorfosis del espritu:
1. El camello: simboliza a los que se contentan con obedecer ciegamente, solo tienen que
arrodillarse y recibir la carga, soportar las obligaciones sociales, obedecer sin ms a los
valores que se presentan como verdaderos.
2. El camello que quiere ser ms se transforma en len, es decir, en el gran negador,
smbolo del nihilista que rechaza los valores tradicionales.
3. El len tiene necesidad de transformarse en nio, de superar su autosuficiencia para
poder vivir libre de prejuicios y crear una nueva tabla de valores.
112
INTACTO
113
comprenderse?
Cuando el dragn parece ganarnos la batalla, Wittgenstein trae la distincin entre decir y mostrar.
Decir es representar un hecho objetivo
Mostrar es hablar de algo irrepresentable
Por qu esta distincin nos pide determinar si la nocin de forma lgica dice o muestra?
Cul es el ser de la forma lgica?, qu garantas tenemos de su eficacia epistemolgica?
Ninguna. Porque la identidad de forma lgica entre proposicin y hecho se da por supuesta en
toda proposicin: "para expresarla habra que presuponerla de nuevo" porque el signo ''y" o
"implica'' no representan unas realidad del mundo objetivo, no tienen ningn contenido
representativo. La lgica de los hechos se muestra en la proposicin pero no est representada
por ella. Como diramos desde la lgica estoica: las partculas de unin no tienen significado.
Wittgenstein afirma: "Lo que se puede mostrar no puede decirse".
La lgica del mundo se descubre como irrepresentable o lo que es lo mismo no dice nada, no
representa nada, pero precisamente por eso muestra ese irrepresentable que es la lgica del
mundo. No hay teora posible en este positivismo lgico sino crtica del lenguaje: el cometido de la
filosofa ser descubrir siempre en las proposiciones metafsicas, el defecto lgico, el signo
carente de significado (6.53). Nos encontramos aqu con una especie de retorno al mtodo
socrtico del modelo de la no-competencia. El poder de la negacin del saber como modo de
bsqueda del saber.
6.54 Mis proposiciones esclarecen porque quien me entiende las reconoce al final como
absurdas, cuando a travs de ella- sobre ellas- ha salido fuera de ellas. (Tiene, por as
decirlo, que arrojar la escalera despus de haber subido por ella). Tiene que superar estas
proposiciones; entonces ve correctamente el mundo. de lo que no se puede hablar hay que
callar.
Entendiendo por tal modo el modo en que el sujeto se involucra, se pone en juego. Pero ahora el
problema radica en: cmo determinar mi voluntad a obrar si lo ''bueno" y lo "malo" no son
propiedades del mundo? Qu determina las reglas del juego tico? Lo bueno y lo malo aluden a
una relacin con el todo y ver ese "todo, tener una visin sinptica supondra salirme del mundo,
cosa que no puedo hacer. Estoy atrapado en la preocupacin por las consecuencias, los efectos
o los resultados de la propia accin? Segn Wittgenstein el deseo no est en conexin lgica
alguna con su satisfaccin porque entre uno y otro estn los hechos del mundo y porque el
mundo aparece como algo independiente de mi voluntad por lo que es la va del no desear lo que
hace posible la relacin con el todo. Lo que produce la voluntad es una cuestin accidental por lo
que una buena o mala voluntad no es visible en los hechos, en lo que es producido. Una voluntad
se descubre en su visin sinptica del mundo. Cambiar el mundo como totalidad o cambiar los
lmites del mundo se identifica con cambiar el punto de vista del sujeto respecto a l: es entonces
cuando:
Se convierte en otro totalmente distinto.
Pero, qu diferencia hay entre optar por un punto de vista u otro si no podemos salirnos del
espacio y del tiempo para valorarlos? No perderse a s mismo. La felicidad. Se pierde aquel que
no acepta entregarse enteramente a su destino el que persigue vanos propsitos y vive
atenazado por el miedo. La felicidad brota de la coincidencia entre voluntad y totalidad.
117
NUNCA LO OLVIDES
118
puede valer esta como realidad matemtica, sino que es algo relativo al intelecto del hombre"
campo de accin).
B) Como campo de accin puede ser transformado ya que la realidad tiene un
Carcter perspectivo (indefinicin de la vida) carcter potico e histrico.
C) La totalidad abierta que sobrepasa cada horizonte y mundo determinado constituye
el tercer nivel de mundo.
3) En el mundo nos encontramos de una forma concreta: estamos ocupados en algo: "el
mundo consiste en todo aquello de que me ocupo y nada ms.
4) Nuestra vida es un hallarse ocupndose en esto o en lo otro: estamos dedicados al
proyecto que somos y desde ese horizonte nos proyectamos hacia el futuro no tanto como
maana sino como el sentido que tendr ese maana que de algn modo ya est siendo
hoy. Por eso la vida no est prefijada sino que es posibilidad y, por eso, problema a la vez.
La vida es anticipar el proyecto a la luz de su final.
5) Tengo que decidir lo que hago; la vida para Ortega es un decidir antes que hacer. Vida es
anticipacin y proyecto.
6) Decidir, poder de decisin implica que se dan posibilidades, ante las que yo puedo elegir;
el mundo como totalidad abierta.
7) Las posibilidades no son ilimitadas, porque para que halla decisin ha de haber limitacin,
determinacin relativa. Nuestra circunstancia ha de ser asumida para yo poder transformarla
pero en dicho asumir, se manifiestan los lugares que me son vetados.
"Vivir es, a su vez, fatalidad y libertad, es ser libre dentro de una fatalidad dada."
"Qu es filosofa?"
8) La temporalidad: si la vida consiste en decidir lo que vamos a ser y en ir hacindolo se
supone que hay un atributo temporal: el futuro. Por qu no pasado o presente? porque
para ortega la vida es una actividad que se ejecuta hacia delante y el presente o el pasado
se descubre despus, en relacin siempre con ese futuro. La vida es futuricin (es lo que
an no es). (Qu es filosofa) final de leccin X. Esta categora desempear una funcin
en dos niveles:
A) Ontolgico: la sustancia de la vida es el tiempo, el cambio y en el ser humano el
desajuste entre pasado y futuro ocasiona en el presente un continuo dinamismo.
B) Gnoseolgico: la temporalidad como atributo de la realidad radical nos alerta de la
presuncin metafsica de congelar en tmpano de hielo la corriente furtiva; es decir, la
temporalidad nos obliga a desnaturalizar todos los conceptos referentes al fenmeno
integral de la vida. Dichos conceptos han de ser historizados.
VIDA E HISTORIA
Raciovitalismo: Teora que afirma dos tesis estrechamente conectadas e interdependientes:
a) La vida, realidad radical, no es algo irracional sino, al contrario, autopresenti
inelectivamente as misma, comprensible en s y desde s misma. De este modo se ofrece
un concepto de razn que, radicado en la vida, es ms originario e integrado que la razn
pura y cientfica.
b) La razn, como carcter constitutivo y esencial del ser humano es una forma y funcin de
la vida.
Ortega se opone al racionalismo por su separacin y abstraccin de la experiencia de la vida y de
la historia. La irracionalidad en la que desemboca el racionalismo se debe a que entiende por
razn la razn pura kantiana. Esa irracionalidad desaparece si radicamos esa razn pura en la
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122
HISTORIA DE LA FILOSOFA
CURSO 2013-2014
LOCALIZACIONES
PARA EL
COMENTARIO DE
TEXTO
- Mirad!
Frenhofer contempl el cuadro durante unos instantes y se tambale.
- Nada! Nada! Y pensar que he trabajado diez aos!
Se sent en una silla y llor desconsoladamente.
Balzac, La obra maestra desconocida
Antes que nada: ;-) Hola, qu tal?, Cmo ests? Te envo nimo y entusiasmo.
Despus de algo, que no es poco: no olvides sealar en el examen la opcin que vas a
realizar!. A continuacin te propongo alternativas para comenzar el comentario que,
como ya sabes, arranca con la localizacin del texto. Vamos all.
Platn, Fedn
Platn en los aos 385-384 dirigi su pensamiento a la teora de las formas. Aquella distancia
inmensa de un mundo divino, superuranio, que se haba manifestado en la Apologa y en el
Gorgias, adquiere ahora un valor lgico-metafsico: nace as el fedn, donde esa extrema posicin
idealista se manifiesta una vez ms a travs de la figura de Scrates y sus interlocutores tebanos,
Simmias y Cebes, conocedores del pitagorismo que posibilitan el trnsito dialctico y que dan
cuenta de estar familiarizados con los argumentos socrticos.
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HISTORIA DE LA FILOSOFA
CURSO 2013-2014
LOCALIZACIONES
PARA EL
COMENTARIO DE
TEXTO
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TEORA DE LA EQUIVOCIDAD
GUILLERMO DE OCKHAM (1285/1347)
No hay que multiplicar los entes sin necesidad
Aunque medieval podemos considerarle el iniciador de la moderna epistemologa debido a su
estricta argumentacin de que slo los individuos existen y que los universales son producto de la
abstraccin de individuos por parte de la mente humana y no tienen existencia fuera de ella.
El criticismo del franciscano no admite ninguna clase de comunidad entre los dos sentidos del
trmino ser (Dios y lo existente). Por eso el anlisis del ser del nominalismo de Ockham estudia
no las cosas ni la realidad sino el lenguaje y las propiedades de los trminos que son intenciones
significativas de algo, cuya propiedad es la supposito, el estar puestos en lugar de objetos
determinados. As, el valor copulativo del verbo ser recibe una nueva interpretacin: ser no
indica que el predicado sea inherente al sujeto sino que ambos, predicado y sujeto, estn en
lugar de la cosa misma. Podemos preguntarnos ahora; Es el lenguaje una cosa ms entre las
cosas?
De aqu se extraen unas consecuencias:
Si la experiencia es la nica fuente de conocimiento se deduce la imposibilidad de conocer toda la
realidad que trascienda la experiencia.
Los artculos de fe considerados como verdades, no son tales, puesto que no son principios ni
conclusiones de demostraciones por tanto la teologa no puede ser ciencia: no puede demostrar ni
la existencia ni los atributos de Dios. Slo la voluntad puede.
En conclusin, podemos afirmar que el desarrollo cientfico de la modernidad tuvo en la filosofa
de Guillermo de Ockham uno de sus ms esforzados impulsos.
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128
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2- MXIMA DE LA RESOLUCIN
Consiste en ser lo ms firme y resuelto posible en las propias acciones y no seguir las opiniones
ms dudosas- una vez me hubiera determinado- con menos constancia que si fueran totalmente
seguras. Descartes descarta la aplicacin de la duda metdica universal en este caso
argumentando que ante la diversidad de opiniones sobre una misma cuestin, siendo posible que
no percibamos ms verosimilitud en unas que en otras, para no aplazar la accin, la razn exige
que escojamos una y que, despus de haberla escogido, la sigamos con la misma constancia que
si la hubiramos juzgado cierta.
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EL LTIMO BAILE
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EDAD
DIOS
SOCIEDAD O
POLTICA
HOMBRE
TICA O MORAL
CONOCIMIENTO
(incluye metafsica)
PAU
PROBLEMA
ANTIGUA
El problema de la sociedad
en la filosofa tomista
MEDIEVAL
La cuestion social en el
contractualismo de locke
MODERNA
FASES DE LA
RELIGIN DESDE
EL MATERIALISMO
FILOSFICO
CONTEMPORNEA
132
TEXTOS
Modelo
Curso 2011-2012
ESTRUCTURA: La prueba consta de dos opciones "A" o "B", cada una de las cuales incluye:
a) un texto y
b) cuatro cuestiones relacionadas con dicho texto.
INSTRUCCIONES: El alumno elegir la opcin "A" o la opcin "B" y responder a las cuestiones que aparecen
al final de la opcin elegida.
PUNTUACIN: La respuesta a la cuestin 13 podr obtener una calificacin mxima de dos puntos. La
contestacin a la pregunta 23 podr obtener hasta tres puntos. Las respuestas a las preguntas 33 y 43 se valorarn
hasta dos puntos y medio cada una.
TIEMPO: Una hora y treinta minutos
OPCIN A
La razn debe abordar la naturaleza llevando en una mano los principios segn los cuales
slo pueden considerarse como leyes los fenmenos concordantes, y en la otra, el experimento
que ella haya proyectado a laluz de tales principios. Aunque debe hacerlo para ser instruida
por la naturaleza, no lo har en calidad de discpulo que escucha todo lo que el maestro quiere,
sino como juez designado que obliga a los testigos a responder a las preguntas que l les
formula. De modo que incluso la fisica slo debe tan provechos revolucin de su mtodo a
una idea, la de buscar (no fingir) en la naturaleza lo que la misma razn pone en ella, lo que
debe aprender de ella, de lo cual no sabra nada por s sola. nicamente de esta forma ha
alcanzado la ciencia natural el camino seguro de la ciencia, despus de tantos aos de no
haber sido ms que un mero andar a tientas. (KANT, Crtica de la razn pura)
Kant explica, en este texto, la funcin de la razn en el conocimiento cientfico.
Cuestiones:
l. Exponer las ideas fundamentales del texto propuesto y la relacin que existe entre ellas.
2. Explicar el problema del conocimiento en Kant y desarrollar sistemticamente las principales
lneas del pensamiento de este autor.
3. Explicar el tratamiento del problema del conocimiento en un autor o corriente filosfica de la
poca contempornea.
4. Desarrollar el problema del hombre en un autor o corriente filosfica que no pertenezca a la
poca moderna ni a la contempornea.
OPCIN B
l. Exponer las ideas fundamentales del texto propuesto y la relacin que existe entre ellas.
2. Explicar la cuestin de la sociedad en Marx y desarrollar sistemticamente las principales
lneas del pensamiento de este autor.
3. Explicar el tratamiento de la cuestin de la sociedad en un autor o corriente filosfica de la
poca antigua.
4. Desarrollar el problema de Dios en un autor o corriente filosfica que no pertenezca a la
poca antigua ni a la contempornea.
HISTORIA DE LA FILOSOFA
2") A travs de las respuestas a la segunda pregunta se pretende medir el grado de adquisicin del estudiante de las siguientes
capacidades:
a)
b)
explicar el tratamiento del problema del conocimiento en Kant {hasta 1,5 puntos).
desarrollar las lneas principales del pensamiento de este autor de un modo sistemtico (hasta 1,5 puntos).
Calificacin: hasta 3 puntos.
3") Con la tercera pregunta se pretende medir el grado de adquisicin del estudiante de la siguiente capacidad:
a)
b)
exponer las lneas fundamentales del problema .del conocimiento en un autor o corriente filosfica de la poca contempornea {hasta
1,5 puntos).
utilizar un vocabulario preciso (hasta 1 punto).
Calificacin: hasta 2,5 puntos.
4") Con la cuarta pregunta se pretend medir el grado de adquisicin del estudiante de la siguiente capacidad:
a)
b)
exponer las lneas fundamentales del problema del hombre en un autor o corriente filosfica que no pertenezca a la poca moderna ni
a la contempornea {hasta 1,5 puntos).
utilizar un vocabulario preciso {hasta 1 punto).
Calificacin: hasta 2,5 puntos.
Opcin B
1") En las respuestas a la primera pregunta se comprobar el grado en que el estudiante es capaz de:
a)
b)
2") A travs de las respuestas a la segunda pregunta se pretende medir el grado de adquisicin del estudiante de las siguientes
capacidades:
a)
b)
3") Con la tercera pregunta se pretende comprobar la capacidad del estudiante para:
a)
b)
exponer las lneas fundamentales de la cuestin de la sociedad en un autor o corriente filosfica de la poca antigua {hasta 1,5
puntos).
utilizar un vocabulario preciso (hasta 1 punto).
Calificacin: hasta 2,5 puntos.
4") Con la cuarta pregunta se pretende medir el grado de adquisicin del estudiante de la siguiente capacidad:
a)
b)
exponer las lneas fundamentales del tratamiento del problema de Dios en un autor o corriente filosfica que no pertenezca a las poca
antigua ni a la contempornea {hasta 1,5 puntos).
utilizar un vocabulario preciso (hasta 1 punto).
Calificacin: hasta 2,5 untos.
1<
FEDN
59
-Por tanto, dijo l-, no es algo semejante una reminiscencia? Y en especial cuando uno lo experimenta con
referencia a aquellos objetos que, por el paso del tiempo
o al perderlos de vista, ya los haba tenido en el olvido?
-As es, desde luego. -contest ..
-Y qu? -dijo l-. Es posible al ver pintado un
caballo o dibujada una lira rememorar a uria persona, o
al ver dibujado a Simmias acordarse de Cebes?
-Claro que s.
-Por lo tanto, tambin viendo dibujado a Simmias
acordarse del propio Simmias?
-Lo es, en efecto -respondi.
-Entonces no ocurre que, de acuerdo con todos esos
casos, la reminiscencia se origina a partir de cosas semejantes, y en otros casos tambin de cosas diferentes?
-Ocurre.
-As que, cuando uno recuerda algo a partir de objetos semejantes, no es necesario que experimente, adems,
esto: que advierta si a tal objeto le falta algo o no en su
parecido con aquello a lo que recuerda?
-Es necesario.
-Examina ya -dijo l- si esto es de este modo. Decimos que existe algo igual. No me refiero a un madero igual
a otro madero ni a una piedra con otra piedra ni a ninguna cosa de esa clase, sino a algo distinto, que subsiste al
margen de todos esos objetos, lo igual en s mismo. Decimos que eso es algo, o nada?
-Lo decimos, por Zeus! -dijo Simmias-, y de manera rotunda.
-Es que, adems, sabemos lo que es?
-Desde luego que s -repuso l.
-De dnde, entonces, hemos obtenido ese conocimiento? No, por descontado, de las cosas que ahora mismo
74a
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60
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.
DILOGOS
mencionbamos, de haber visto madefos o piedras o algu. nos otros objetos iguales, o a partir de esas cosas lo hemos
intuido, siendo
a ellas? O no te parece que es
algo diferente? Exruttnalo con este enfoque. Acaso piedras que son iguales y leos que son los mismos no le parecen algunas veces a uno iguales, y a otro no?
-En efecto, as pasa.
e
-Qu? Las cosas iguales en s mismas es posible que
se te muestren como desiguales, o la igualdad aparecer
como desigualdad?
-Nunca jams, Scrates.
-Por lo tanto, no es lo mismo .:_dijo l- esas cosas
iguales y lo igual en s.
-De ningn modo a m me lo parece, Scrates.
-Con todo -dijo-, a partir de esas cosas, las iguales, que son diferentes de lo igual en s, has intuido y captado, sin embargo, el conocimiento de eso?
-Acertadsimamente lo dices -dijo.
-En consecuencia, tanto si es semejante a esas cosas
como si es desemejante?
-En efecto.
-No hay diferencia ninguna -dijo l-. Siempre que
al ver un objeto, a partir de su contemplacin, intuyas
d otro. sea semejante o desemejante, es necesario
de reminfscencia.
que eso sea un
:r:
-As es, desde luego.
-Y qu? -dijo l-. Acaso experimentamos algO
parecjdo con respecto a los maderos y a las cosas iguales
de que hablbamos ahora? Es que no parece que son
les como lo que es igual por s, o carecen de algo para
ser de igual clase que lo igual en s, o nada?
--Carecen, y de mucho, para ello -respondi.--
FEDN
61
-Por tanto, reconocemos que, cuando uno al ver algo piensa: lo que ahora yo veo pretende ser como algn
otro de los objetos reales, pero carece de algo y no consigue ser tal como aqul, sino que resulta inferior, necesariamente el que piensa esto tuvo que haber logrado ver antes
aquello a lo que dice que esto se asemeja, y que le resulta
inferior?
-Necesariamente.
-Qu, pues? Hemos experimentado tambin nosotros algo as, o no, con respecto a las cosas iguales y a
lo igual en s?
-Por completo.
-Conque es necesario que nosotros previamente hayamos visto lo igual antes de aquel momento en el que al
. ver por primera vez las cosas iguales pensamos que todas
ellas tienden a ser como lo igual pero que lo son insufi.cientemente.
-As es.
-Pero, adems, reconocemos esto: que si lo hemos pensado no es posible pensarlo, sino a partir del hecho de
ver o de tocar o de'alguna otra percepcin de los sentidos.
Lo mismo digo de todos ellos.
-Porque lo mismo resulta, Scrates, en relacin con
lo que quiere aclarar nuestro razonamiento.
-Por lo dems, a partir de las percepciones sensibles
hay que pensar que todos los datos en nuestros sentidos
apuntan a lo que es lo igual, y que son inferiores a ello.
O cmo lo decimos?
-De ese modo.
-Por consiguiente, antes de que empezramos a ver,
or, y percibir todo lo dems, era necesario que hubiraInos obtenido captndolo en algn lugar el conocimiento
- de qu es lo igual en s mismo, si es que a este punto ba-
1sa
62
DILOGOS
FEDN
mos a referir las igualdades aprehendidas por n_uestros sentidos, y que todas ellas se esfuerzan por ser tales como
aquello, pero le resultan inferiores..
-Es necesario de acuerdo con lo que est dicho, S-
, 1: e: 1 .,
crates.
-Acaso desde que nacimos veamos, oamos, y tenamos los dems sentidos?
-Desde luego que s.
e
-Era preciso, entonces, decimos, que tengamos adquirido el conocimiento de lo igual antes que stos?
-S.
-Por lo tanto, antes de nacer, segn parece, nos es
necesario haberlo adquirido.
-Eso parece.
-As que si, habindolo adquirido antes de nacer, nacimos tenindolo, sabamos ya antes de nacer y apenas
nacidos no slo lo igual, lo mayor, y lo menor, y todo
1o de esa clase? Pues ..
no :!.$. en
beUo_.en....s.... yJo....b.ueno-en- s, .. y.la.Juslo..s.J9___san!Q, y, a
d lo que precisamente me refiero, sobre todo aquello que
45
, tanto al preguntar en
'(. .. etiquetamos con eso lo que es))
--nuestras preguntas como al responder en nuestras respuestas. De modo que nos es necesario haber adquirido los
conocimientos de todo eso antes de nacer.
-As es.
-Y si despus de haberlos adquirido en cada ocasin
no Jos olvidramos, naceramos siempre sabindolos Y siem7
pre los sabramos a Jo largo de nuestra vida. Porque el
45 El texto de la edicin de Burnet propone aut en vez de
que dan los manuscritos. De aceptar esa conjetura, habra que traducir
tdo que es en s)). Pero no parece necesario; el verbo es ti tiene aqu su
63
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;; l
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'1?<)}d
46
Poder dar razn)) (lgon didlfna1) es lo pr'opio del dialctico, como se dice en Rep. 543b. En eso, efectivamente, se distingue el verdadero
conocimiento de una creencia u opinin acertada (Menn 98a).
64
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DILOGoS
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DILOGOS
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68
DILOGOS
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69
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70
DILOGOS
-Invisible, entonces?
-S.
-Por tanto, el alma es ms afn que el cuerpo a lo
invisible, y ste lo es a lo visible.
e
-Con toda necesidad, Scrates.
-No es esto lo que decamos hace un rato, que el
alma cuando utiliza el cuerpo para observar algo, sea por
medio de la vista o por medio del odo, o por medio de
algn otro sentido, pues en eso consiste lo de por medio
del cuerpo: en el observar algo por medio de un sentido,
entonces es arrastrada por el cuerpo hacia las cosas que
nunca se presentan idnticas, y ella se extrava, se perturba
y se marea como si sufriera vrtigos, mientras se mantiene
en contacto con esas cosas?
-Ciertamente.
___.d
-En cambio, siempre que ella las observa por s misma, entonces se orienta hacia lo puro, lo siempre existente
e inmortal, que se mantiene idntico, y, como si fuera de
su misma especie se rene con ello, en tanto que se halla
consigo misma y que le es posible, y se ve libre del extravo
en relacin con las cosas que se mantienen idnticas y con
el mismo aspecto, mientras que est en contacto con stas ..
A esta experiencia es a lo que se llama meditacin?
-Hablas del todo bella y certeramente, Scrates
_ . . , -.... -o#''
pondi.
-A cul de las dos clases de cosas, tanto por lo.. de
e antes como por lo que ahora decimos, te parece que es
el alma ms afn y connatural?
,. ; '
-Cualquiera, incluso el ms lerdo en aprender -dijo
l-, creo que concedera, Scrates, de cuerdo con tu indagacin, que el alma es por completo y en todo ms afn
a lo que siempre es idntico que a lo que no lo es ...l:l
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71
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DILOGOS
72
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73
y sabio 50 , y al llegar all est a su alcance ser feliz, apartada de errores, insensateces, terrores, pasiones salvajes, y
de todos los dems males humanos, como se dice de los
iniciados en los misterios, para pasar de verdad el resto
del tiempo en compafia de los dioses? Lo diremos as,
Cebes, o de otro modo?
-As, por Zeus! -dijo Cebes.
-Pero, en cambio, si es que, supongo, se separa del b
cuerpo contaminada e impura, por su trato continuo con
el cuerpo y por atenderlo y amarlo, estando incluso hechizada por l, y por los deseos y placeres, hasta el punto
de no apreciar como verdadera ninguna otra cosa sino lo
corpreo, lo que uno puede tocar, ver, y beber y comer
y utilizar para los placeres del sexo, mientras que lo que
para los ojos es oscuro e invisible, y slo aprehensible por
el entendimiento y la filosofa, eso est acostumbrada a
odiarlo, temerlo y rechazarlo, crees que un alma que est e
en tal condici'n se separar lmpida ella en s misma?
-No, de ningn modo -contest.
-Por lo tanto, creo, quedar deformada por lo corpreo, que la comunidad y colaboracin del cuerpo con
ella, a causa del continuo trato y de la excesiva atencin,
le ha hecho connatural?
-Sin duda.
-Pero hay que suponer, amigo mo -'-dijo-, que eso
es embarazoso, pesado, terrestre y visible. As que el alma,
al retenerlo, se hace pesada y es arrastrada de nuevo hacia
el terreno visible, por temor a lo invisible y al Hades,
como se dice, dando vueltas en torno a los monumentos d
y las tumbas, en torno a los que, en efecto, han
. so La
calificacin de
se agrega aqu como una nota ms, de
acuerdo con la nocin tradicional de los atributos de lo divinm>.
74
DILOGOS
La concepcin de que las almas de los muertos perviven como sombras o espectros (efdDla} en el Hades est. ya bien atestiguada en HoMBRO
(en la Neku{a o canto XI de la Odisea). Y lo est tambin la creencia
que, si un cadver no recibe los debidos honores fnebres, su alma
puede encontrar impedimentos para entrar en el Hades, y asl se ve obli
gada a vagar errante en torno a su tumba. (Ver Jfada, XXIII 65-72,
donde Patroclo reclama un pronto servicio funerario.) Las almas vagan
phantsmata).
:
como fantasmas sombros
52
La nocin de la reencarnacin de las almas en otros cuerpos,: Y
en especies animales, es pitagrica. Ya JENPANES alude a ella con
(fr. 7 DK). Platn, con una irona an ms sutil,
invoca
veces. As! en Rep. 619e-620e, Fedro 248e-249b, y Timeo 4ld-42d, 91d-92f;
La combinacin de la creencia pitagrica y la tesis platnica sobre' i:l
alma provoca efectos extraos. Cmo podrla un alma que es -Y Jo
es esencialmente- racional reincorporarse en animales, de naturaleza irra
dona!?
,.,
FEDN
1
V
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1
1
75
-Verosmil.
-Sin embargo, a la estirpe de los dioses no es lcito
que tenga acceso quien haya partido sin haber filosofado
Y no est
enteramente puro, sino tan slo el amante del
53
saber As que, por tales razones, camaradas Simmias y e
5]
h
P 1 omathl!s equivale aqu a philsophos. Slo a los autntica y
rectamente filosofantes les ser permitido, pues, presentarse ante los dioses Y saludarles con un saludo parecido al que, segn las laminillas ureas
de diVino!>),
Tunos, iban- a pronunciar los iniciados rficos: Tambin mi linaje
es
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DILOGOS
76
54
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164
TICA NICOMQUEA
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Uno podra preguntarse cmo decimos que los hombres han de hacerse justos practicando la justicia,. y
20 moderados, practicando la moderacin, puesto que si
practican la justiCia y la moderacin son ya justos y
moderados, del mismo modo que si practican la gram
tica y la msica son gramticos y msicos. Pero ni si
quiera ste es .el caso de las artes. Pes es posible hacer
algo gramatical, o por casualidad o por
otro. As pues, uno ser gramtico si hace algo grarriati:
cal o gramaticalmente, es decir, de acuerdo co:ridds
25 conocimientos gramaticales que posee. Adems, no son
semejantes el caso de las artes y el de las virtudesi
las cosas producidas por las artes tienen su bien'
mismas; basta, en efecto, que, una vez realizadas,;teii_>
gan ciertas condiciones; en cambio, las
acuerdo con las virtudes, no estn hechas justa
30 briamente si ellas mismas son de cierta
si tambin el que las hace est en cierta
hacerlas, es decir, en primer
si sabe lo
luego, si las elige, y las elige por ellas
tercer lugar, si las hace con firmeza e inqtiebrai:ita .
'
LIBRO II
165
20
25
168
TICA NICOMQUEA
(de ah procede lo que suele decirse de las obras excelentes, que no se les puede quitar ni aadir nada, porque tanto el exceso como el defecto destruyen la perfeccin, mientras que el trmino medio la conserva, y los
buei;l.os artistas, como decamos, trabajan con los ojos
puestos en
y si, por otra parte, la virtud, como la
15 naturaleza, es ms exacta y mejor que todo arte, tendr
que tender al trmino medio. Estoy hablando de la virtud tica, pues sta se refiere a las pasiones y acciones,
20 y en ellas hay exceso, defecto y trmino medio. Por ejemplo, cuando tenemos las pasiones de temor, osada, apetencia, ira, compasin, y placer y dolor en general, cahan el ms y el menos, y ninguno de los dos est bien;
pero si tenemos estas pasiones cuando es debido, y por
aquellas cosas y hacia aquellas personas debidas, y por
el motivo y de la manera que se debe, entonces hay un
trmino medio y excelente; y en ello radica, precisamente,.la virtud 46 En las acciones hay tambin exceso y
25 defecto y trmino medio. Ahora, la virtud tiene que ver
con pasiones y acciones, en las cuales el exceso y el defecto yerran y son censurados, mientras que el trmino
medio es elogiado y acierta; y ambas cosas s0n propias
de la virtud. La virtud, entonces, es un trmino medio,
30 o al menos tiende al medio. Adems, se puede errar de
muchas maneras (pues el mal, como imaginaban los pitagricos 47 , pertenece a lo indeterminado, mientras el
10
46
Al unir ntimamente la virtud y el trmino medio, Aristteles
sigue una corriente profunda del pensamiento griego que tiende a evitar todo exceso y a mantener siempre la medida. Con todo, ms adelante nos dir que el justo medio es, en el orden moral, un extremo
LffiRO II
169
35
166
TICA NICOMQUEA
LIBRO li
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por ejemplo, en cuanto a encolerizarnos, nos comportarnos mal, si nuestra actitud es desmesurada o dbil, y
bien, si obramos moderadamente; y lo mismo con las
dems.
30
Por tanto, ni las virtudes ni los vicios son pasiones,
porque no se nos llama buenos o malos por nuestras
pasiones, sino por nuestras virtudes y nuestros vicios;
tl06a y se nos elogia o censura no por nuestras pasiones
(pues no se elogia al que tiene miedo ni al que se encoleriza, ni se censura al que se encoleriza por nada, sino
al que lo hace de cierta manera), sino por nuestras virs tudes y vicios. Adems, nos encolerizarnos o temernos
sin eleccin deliberada, mientras que las virtudes son
una especie de elecciones o no se adquieren sin eleccin. Finalmente, por lo que respecta a las pasiones se
dice que nos mueven, pero en cuanto a las virtudes y
vicios se dice no que nos mueven, sino que nos disponen de cierta manera.
Por estas razones, tampoco son facultades; pues, ni
se nos llama buenos o malos por ser simplemente capaces de sentir las pasiones, ni se nos elogia o censura.
Adems, es por naturaleza como tenemos esta facultad,
10 pero no somos buenos o malos por naturaleza (y hemos
hablado antes de esto). As pues, si las virtudes nd son
ni pasiones ni facultades, slo resta que sean modos de
ser. Hemos expuesto, pues, la naturaleza genrica de
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la virtud.
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de Crotona,
del siglo VI a.
C., vencedor varias
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e los. Juegos Olmpicos y famoso por su fuerza extraordinarnma, como unidad de peso, equivalia a unos 436 grs .
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170
TICA NICOMQUBA
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es debido,. sino que elrealizarlas es; en abso-
luto, .errneo. Igualmente Jo es el creer que en :la injus-
ticia, .Ia.cobarda y el. desenfreno ,hay trmino medio,
20. exceso. y
. pues,: -entonces; habra un. trmino
medio del exceso y del defecto, y uh .exceso ..del exceso
y un defecto del defecto. Por el. contrario, as como no
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ciefectd eii ia mo'dera:cin;'ni
virilidad;'}lar\ser el trmino medio en cierto modo un extremo, as tampoco hay un trmino IIledio, ni un exceso
sitid que. se
ni' t.lri' defecto en los' 'Vicios inenCionads;
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2s yerra de cualquier modo que se acte; pues, e'n general,
ni'
trmiiio medid tlef exceso y del defedto, ni exe.
'ceso y 'defecto del'thnhio.inedio.
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49
Tambin la tica Eudemia (1220b38, 1-12) nos ofrece un cuadro esquemtico de las virtudes y vicios, pero no coincide con esta
enumeracin. Aparte de que es posible que existiera.una lista de vir-
tudes y vicios en la escuela de Aristteles, sin embargo el filsofo continu modificando, a lo largo del tiempo, su clasificacin original, y
as no es de extraar tal discrepancia.
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LffiRO X
393
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Contenido de la felicidad
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TICA NICOMOUEA
ellos. As, estos pasatiempos parecen contribuir a la felicidad, porque es en ellos donde los hombres de poder
pasan sus ocios. Pero, quiz, la aparente felicidad de
tales hombres no es seal d que sean realmente felices. En efecto, ni la virtud ni el entendimiento, de los
que proceden las buenas actividades, radican en el po20 der, y el hecho de que tales hombres, por no haber bus
cado un placer puro y libre, recurran a los placeres del
cuerpo no es razn para considerarlos preferibles, pues
tambin los nios creen que lo que ellos estiman es lo
mejor. Es lgico, pues, que, as como para los nios y
los hombres son diferentes las cosas valiosas, as tam25 bin para los malos y para los buenos. Por consiguiente, como hemos dicho mu'chas veces, las cosas valiosas
y agradables son aquellas que le aparecen como tales
al hombre bueno. La actividad ms preferible para cada hombre ser, entonces, la que est de acuerdo con
su propio modo de ser, y para el hombre bueno ser
la actividad de acuerdo con la virtud 235 Por tanto, la
30 felicidad no est en la diversin, pues sera absurdo que
el fin del hombre fuera la diversin y que el hombre
se afanara y padeciera toda la vida por causa de la diversin. Pues todas las cosas, por as decir, las elegimos por causa de otra, excepto la felicidad, ya que ella
misma es el fin. Ocuparse y trabajar por causa de la
35 diversin parece necio y muy pueril; en cambio, divertirse para afanarse despus parece, como dice Anacarsis 236 , estar bien; porque la diversin es como un des235
Otro de los pensamientos bsicos de la tica aristotlica (cf.
IX ll66al2 ss). La pregunta de si el placer es bueno o malo ser con
testada en el sentido de que slo el placer del hombre tico es placer
y, como tal, bueno.
236
Prlncipe escita de principios del siglo VI a. C. Recorri los pa
ses helnicos y se relacion con los grandes personajes de su tiempo
(cf. HERDOTO, IV 76). A pesar de ser extranjero, fue contado entre
los Siete Sabios.
LIBRO X
395
7.
La felicidad perfecta
15
20
396
25
30
1177b
TICA NICOMQUEA
LIBRO X
397
238
Entre otros, los poetas Simnides, Pindaro, los tres trgicos,
Esquilo, Sfocles, Euripides.
10
15
20
2s
30
398
tl78a
8.
JO
J5
TICA NICOMQUEA
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399
400
TICA NICOMQUEA
LIBRO X
401
Sin embargo, siendo humano, el hombre contemplativo necesitar del bienestar externo, ya que nuestra 35
naturaleza no se basta a s misma para la contemplacin, sino que necesita de la salud corporal, del alimento y de los dems cuidados. Por cierto, no debemos 1179a
pensar que el hombre para ser feliz necesitar muchos
y grandes bienes externos, si no puede ser bienaventurado sin ellos, pues la autarqua y la accin no dependen de una superabundancia de estos bienes, y sin
dominar el mar y la tierra se pueden hacer acciones
nobles, ya que uno puede actuar de acuerdo con la s
virtud aun con recursos moderados. Esto puede verse
claramente por el hecho de que los particulares, no menos que los poderosos, pueden realizar acciones honrosas y an ms; as es bastante, si uno dispone de tales
recursos, ya que la vida feliz ser la del que acte de
acuerdo con la virtud. Quiz, tambin Saln 240 se ex- 10
presaba bien cuando deca que, a su juicio, el hombre
feliz era aquel que, provisto moderadamente de bienes
exteriores, hubiera realizado las ms nobles acciones
y hubiera vivido una vida moderada, pues es posible
practicar lo que se debe con bienes moderados. Tam- 15
bin parece que Anaxgoras 241 no atribua al hombre
feliz ni riqueza ni poder, al decir que no le extraara
que el hombre feliz pareciera un extravagante al vulgo,
pues ste juzga por los signos externos, que son los nicos que percibe. Las opiniones de los sabios, entonces,
parecen estar en armona con nuestros argumentos. Pero, mientras estas opiniones merecen crdito, la verdad
240 HERDOTO, en su Historia (I 30-32}, nos cu.enta que Saln, en
su conversacin con Creso, rey de Lidia, dijo que el ateniense TeJo
habla sido el hombre ms feliz por haber tenido una vida prspera,
haber visto a los hijos de sus hijos y haber muerto gloriosamente en
una batalla.
24 1
KRANZDII!lS, 46 A 30.
89.- 26
402
TICA:' NICOMQUBA
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. Por; consiguiente; .si hemos . di'scutido ya suficientemente en trminos generales;sobre estas materias; yso"bre las virtudes, y tambin sobre la amistad y el placer,
hemos .de creer que concluimos lo .que nos' habamos
propuesto, o, como suele decirse,' en las 'Cosas prcticas
el fin no radica en contemplar y conocer todas las cosas, sino, ms bien, en realizarlas? Entonces, con -respecto a: la virtud no basta con'conocerla, sino que hemos de procurar:ten'erla y practi9arla'; ro intentar llegat
a _ser buen'os de alguna otra
... Ciertamente, . si Jos
razonamientos solos fueran bastante para hacernos bue
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LIBRO I
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POLTICA
Se refiere, probablemente, a Scrates (vase JENOFONTE, Memorables III 4, 12; lli 6, 14) y a Platn, (vase Poltico 258e-259a; Leyes
III 680d-681a; 68Ja).
47
LffiRO I
10
t252b
i1
1
a1
11
r'
Platn tambin considera el matrimonio como un medio de alcanzar la inmortalidad; vase Leyes IV 721 b c.
7
Cf. PLATN, Leyes 690b.
1
.
Para esta referencia, entre otras explicaciones, podemos recoger la
que nos da ATENEO, Deipnosof/Stas 173c y ss.: ((Los de Delfos eran famosos por sus cuchillos que servan a la vez para varios empleos: matar
la vctima, descuartizada y cortarla en trozosll.
9
Cf., entre otros, EuRPIDES, 1/igenia en ulide 1400; Helena 276.
1
Cf. Hltsooo, Trabajos y das 405.
'll
1:
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:1:
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48
49
POLTICA
LIDRO I
Pues el buey hace las veces de criado para los pobres. Por
tanto, la comunidad constituida naturalmente para la vida
de cada da 11 es la casa 12 , a cuyos miembros Carondas
llama de la misma panera, y Epimnides de Creta del
mismo comedero 13 Yla primera comunidad formada de
varias casas a causa de las necesidades no cotidianas es
la aldea.
Precisamente. la aldea en su forma natural parece ser
una colonia 14 de la casa, y algunos llaman a sus miembros
hermanos de leche, hijos e hijos de hijos. Por eso
tambin al principio las ciudades estaban gobernadas por
reyes, como todava hoy los brbaros 15 : resultaron de la
unin
personas sometidas a reyes, ya que toda casa est
regida por el ms anciano, y, por lo tanto, tambin las
colonias a causa de su parentesco. Y eso es lo que dice
Homero 16 :
11
En este pasaje la familia parece tener un fin algo diferente del indicado en 1252a26-34.
12
El trmino griego oik{a lo traducimos en el sentido amplio de Casa)) como unidad familiar, constituida por el hombre, la mujer, los hijos,
los esclavos y los bienes.
13
Cf. HoMERO, Odisea IX 114. Para Aristteles la descripcin homrica de los Cclopes es una representacin mtica de los comienzos primitivos de la sociedad humana. Tambin son citados los Cclopes en tica
a Nicmaco X 10, 1180a28, como un caso tpico de grupo independiente
que vive aparte de toda organizacin estatal.
11
Cf. ARISTTELES, Metaflsica B 2, 997b10.
11 La autasujiciencia, en griego autrkeia (autarqua), incluye el poseer lo necesario y lograr una vida feliz. Cf. Polttica, VII 4, 1326b4,
y III 9, 1280b34. La define el propio Aristteles en tica a Nic6maco
1 5, 1097bl4: Consideramos suficiente lo que por s solo hace deseable
la vida y no necesita nada)).
19
idea de Vivir bien)) o bienestar frente a la simple existencia
es uno de Jos temas centrales de la tica y de la poltica aristotlica.
Vase, tambin, PLATN, Repblica 11 JI, 369c y ss.; Hipias menor 368b-e.
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- :...-,......-- .
50
9
llSJa
POLTICA
LmRO I
sin tribu
10
22
51
20
24
11
12
13
52
POLTICA
LffiRO I
53
'
'
Elementos que la pnmer lugar, de la administracin de la
constituyen.
casa, pues toda ciudad se compone de caTeora
sas. Las partes de la administracin dode la esclavitud
28
1150al-5.
J I25Jb
11
54
POLfnCA
.
,.. _. :'e .. : , .. enlas artesdeternunadas es necesano dtsponende los instrumentos apropiados -si ha de llevarse a
cabo'laobra, as tambinen laadministracintlomstica.
2 De los-instrumentos, unos .son. inanimados .y otros anima.:
dos; por ejemplo, para un piloto; el timn- es-inanimado,
y animado el viga (pues-en fas artes el subordinado :hace
I;:ts veces de un
las posesiones
son un instrumento para' la vida y.Ia propiedad es una multitud de instrumentos; tambin el esclavo es una posesin
y todo subordinado es como un instrumento previo a los otros instrumentos.
.
" .. ! .;
. . "'
. .'
33
Una relacin entre la violencia y la inJusticia puede verse en Hssfooo, Trabajos y d(as 215. Tambin en PLATN," Timeo 64d.
ll
Ev.-Por lo que me parece haber entendido en el libro anterior, es evidente que gozamos del libre
1
albedro de la voluntad y que, adems, l es el nico origep de nuestros pecados.
Ag.-Tambin yo recurdo que llegamos a
conclusin _sin gnero de duda Pera ahora te he
si sabes que Dios nos ha dado el libre albedro de que gozamos, y del que es evidente
que trae su origen el pecado.
Ev.-Pienso que nadie sino l, porque de l procedemos, y ya sea que pequemos, ya sea
obremos bien, de l merecemos el castigo y el premio.
Ag.-Tambin deseo saber si comprendes bien esto ltimo, o es que lo crees de buen grado, fundado
en el argumento de autoridad, aunque de hecho no lo entiendas.
Ev.-Acerca de esto ltimo confieso que primeramente di crdito a la autoridad. Pero puede haber
cosa ms verdadera que el que todo bien procede de Dios, y que todo cuanto justo es bueno, y
que tan justo es castigar a los pecadores como premiar a los que obran rectamente? De donde se
sigue que Dios aflige a los pecadores con la desgracia y que premia a los buenos con la felicidad.
2. Ag.-Nada tengo que oponerte, pero quisiera que me explicaras lo primero que dijiste, o sea, cmo
has negado a saber que venimos de Dios, pues lo que acabas de decir no es esto, sino que
Ev.-Esto me parece a m que es tambin evidente, y no por otra razn sino p.orque tenemos ya por
cierto que Dios castiga los pec;Hdos. Es claro que toda justicia procede de Dios. Ahora bien, si es
propio de la bondad hacer bien
a los extrafios, no lo es de la justicia el. castigar a aquellos que
no. le pertenecen. De aqu que sea evidtnte que nosotros le pertenecemos, porque no slo es
benignfsimo en hacemos bien, sino tambin justfsimo en castigamos. Adems, de lo que yo dije .
antes, y t concediste, a saber, que todo bien procede de Dios, puede fcilmente entenderse que
tambin el hombre procede de Dios, puesto que el hombre mismo, en cuanto hombre, es un bien,
pues puede vivir rectamente siempre que quiera.
3.Ag.-Evidentemente, si esto es asf, ya est resuelta la cuestin que propusiste. Si el hombre en s es
.un bien y no puede obrar rectamente sino cuando quiere, sfguese que por necesidad ha de gozar de
libre albedro, sin el cual no se concibe que pueda obrar rectamente; Y no porque el libre albedro
sea el origen del pecado, por eso se ha de creer que nos lo ha dado Dios para pecar. Hay, pues, una
razn suficiente de habrnoslo dado, y es que sin l no poda el hombre vivir rectamente.
Y, habindonos sido dado para este fm, de aqu puede
por qu es justamente
castigado por Dios .el que usa de l para pecar, lo que no seria justo si nos hubiera sido dado no sJo
para vivir rectamente, sino tambin para poder pecar. Cmo
en efecto, ser castigado el que
usara de su libre voluntad para aquello pata lo cual le fu dada? As, pues, cuando Dios castiga al
1
4.Ev.-Concedo que Dios haya dado al hombre la libertad. Pero dime: no te parece que,
habindonos sido dada para poder obrar el bien, no deberla poder entregarse al pecado? Como
sucede con la misma justicia, que, habiendo sido dada al hombre para obrar el bien, acaso puede
alguien vivir mal en virtud de la misma justicia? Pues iguab;nente, nadie podria servirse de la
voluntad si sta le hubiera sido dada para obrar bien.
Ag.-El Sefior me conceder, como lo espero, poderte contestar, o mejor dicho, que t mismo te
iluminado interiormente por aquella verdad que es la maestra soberana y universal de
todos. Pero quiero antes
nada que me digas brevemente si, teniendo omo tienes por bien
conocido y cierto lo que antes te pregunt, a saber, que Dios nos ha dado la voluntad libre, procede
decir ahora que no ha debido darnos Dios lo que confesamos que nos ha dado. Porque, si no es
cierto que El nos la ha dado, hay motivo para inquirir si nos ha sido dada con razn o sin ella, a fm
de que, si llegramos a ver que nos ha sido dada con razn, tengamos tambin por cierto que nos la
ha dado aquel de quien el hombre ha recibido todos los bienes,. y que si, por el contrario,
descubriremos que nos ha sido dada sin razn, entendamos igualmente que no ha podido drnosla
aquel a quien no es licito culpar de nada. Mas si es cierto que de l la hemos recibido, entonces, sea
cual fuere el modo como la hemos recibido, es preciso confesar tambin que, sea cual fuere el modo
como nos fu dada, ni debi no drnosla ni debi drnosla de otro modo distinto de como nos la
di; pues nos la di aquel cuyos actos no pueden en modo alguno ser razonablemente censurados.
5.Ev.-Aunque creo con fe inquebrantable todo esto, sin embargo, como aun no lo entiendo,
continuemos investigando como si todo fuera incierto. Porque veo que, de ser incierto que la
libertad nos haya sido dada para obrar bien, y siendo tambin cierto que pecamos voluntaria y
libremente, resulta incierto si
drsenas o no. Si es incierto que nos haya sido dada para obrar
bien, es tambin incierto que se nos hayf debido dar, y, por consiguiente, ser igmil.mente incierto
que Dios nos la haya dado; porque, si no es cierto que debi drnosla, tampoco es cierto que nos la
haya dado aquel de quien seria impiedad creer que nos hubiera dado algo que no debera habernos
aado.
Ag.-Entonces, si alguno de aquellos insipientes de los cuales est escrito: "Dijo el necio en su
corazn: No hay Dios", no quisiera creer contigo lo que t crees, sine que quisiera saber si lo que t
crees es verdad, abandonaras a ese hombre a su incredulidad o pensaras. quiz que debieras
convencerle de algn modo de aquello que tu crees firmemente, sobre todo si l no discutiera con
pertinacia, sino ms bien con deseo de saber la verdad?
.
Ev.-Lo ltimo que has dicho me indica suficientemente lo que debera responderle. Porgue, aunque
fuera l el hombre ms absurdo, seguramente me concedera que con el hombre falaz y contumaz
no se debe
absolutamente nada, y menos de cosa tan grande y excelsa. Y una vez me
hubiera concedido esto, l sera el primero en pedirme. que creyera de l que proceda de buena fe
en querer saber esto, y que"tocante a esta cuestin no haba en el falsa ni contumacia alguna.
Entonces le demostrada lo que juzg9
a cualquiera es facilsimo demostrar, saber, que,
puesto que l quiere que yo crea, sin conocemos, en la eXistencia 'de los sentimientos ocultos de su
alma, que nicamente l mismo puede conocer, mucho ms justo seda que tambin l creyera en la
existencia de Dios, fundado en la fe que merecen los libros de aquellos tan grandes varones que
atestiguan en sus escritos que vivieron en compaflfa del Hijo de Dios, y que con tanta ms autoridad
lo atestiguan, cuanto que en sus escritos dicen que viero)l cosas tales que de ningn modo hubieran
podido suceder realmente si Dios no existiera, y sera este hombre sumamente necio si pretendiera
echaime en cara el haberles yo credo a ellos, y desesra, no obstante, que yo le creyera a l.
Ciertamente no
excusa para rehusar hacer lo mismo que no podra censurm; con razn.
Ag.-Pues, si respecto de la existencia de Dios juzgas prueba suficiente el que nos ha parecido que
debemos creer a varones de tanta autoridad, sin que se nos pueda acusar de temerarios, por qu,
dime, respecto de estas cosas que hemos detenninado investigar, como si fueran inciertas y
absolutamente desconocidas, no piensas lo mismo, o sea, que, fundados en la autoridad de tan
grandes varones, debamos creerlas tan firmemente que no debamos gastar ms tiempo en su
investigacin?
que te acuerdas perfectamente del principio indiscutible que establecimos en los mismos
comienzos de la cuestin precedente: si el creer no fuese cosa distinta del entender, y no hubiramos
1
Jde creer
las
VerbiesqUe(ieseim?eteder;-;irirazn habra dicho el
profeta:\"Si nWeyere1s, no
El mismo Sefior exhort tambin a
primeramente en
sus
aquellOs-a quienes llam a la salvacin. Mas despus, al hablar del don
que haba de dar a los creyentes, no dijo: Esta es la vida eterna, que crean en m; sino que dijo: Esta
es la vida eterna, que te conozcan a ti, slo
verdadero, y a Jesucristo, a quien enviaste.
Despus, a los que ya crean, les dice: "Buscad y hallaris"; porque no se puede decir. que se ha
hallado lo que se cree sin entenderlo, y nadie se capacita para hallar a Dios si antes no creyere lo
que ha de conocer despus. Por lo cual,
seamos constantes en la
investigacin, pues iluminados
encotraremos lo que por su consejo buscamos, en la
1
medida que estlU; tosaspudenser
en esta vida por hombres como nosotros; porque, si,
como debemos creer, a los mejores aun mientras vivan esta vida mortal, y ciertamente a todos los
buenos y piadosos despus de
vida, les es dado ver y poseer estas verdades ms clara y
perfectamente, es de esperar qu as suceder tambin respecto de nosotros, y, por tanto,
despreciando los bienes terrenales y humanos, debemos desear y amar con toda nuestra alma las
cosas divinas.
As, pues, como quiera que el objetivo principal de esta doctrina sagrada es llevar al
conocimiento de Dios, y no slo como ser, sino tambin como principio y fin de las cosas,
especialmente de las criaturas racionales segn ha quedado demostrado (g,JM, en nuestro
intento de exponer dicha doctrina trataremos lo siguiente: primero, de Dios; segundo, de la
marcha del hombre hacia Dios; tercero, de Cristo, el cual, como hombre, es el camino en
nuestra marcha hacia Dios.
La reflexin sobre Dios abarcar tres partes. En la primera trataremos lo que es propio de la
esencia divina; en la segunda, lo que pertenece a la distincin de personas; en la tercera, lo
que se refiere a las criaturas en cuanto que proceden de l.
Con respecto a la esencia divina, sin duda habr que tratar lo siguiente: primero, la existencia
de Dios; segundo, cmo es, o mejor, cmo no es; tercero, de su obrar, o sea, su ciencia, su
voluntad, su poder.
Lo primero plantea y exige respuesta a tres problemas:
l.
2.
3.
en
conocieran en qu consiste el predicado y en qu el sujeto, la proposicin sera evidente para
todos. Esto es lo que sucede con los primeros principios de la demostracin, pues sus
trminos como ser-no ser, todo-parte, y otros parecidos, son tan comunes que nadie los
ignora.
Por el contrario, si algunos no conocen en qu consiste el predicado y en qu el sujeto, la
proposicin ser evidente en s misma, pero no lo ser para los que desconocen en qu
consiste el predicado y en qu el sujeto de la proposicin As ocurre, como dice Boecio, que
hay conceptos del espritu comunes para todos y evidentes por s mismos que slo
comprenden los sabios, por ejemplo, lo incorpreo no ocupa lugar.
Por consiguiente, digo: La proposicin Dios existe, considerada en s misma, es evidente por
s misma, ya que en ella sujeto y predicado son lo mismo, pues Dios es su mismo ser, como
veremos (...q,3 a.4). Pero, puesto que no sabemos en qu consiste Dios, para nosotros no es
evidente, sino que necesitamos demostrarlo a travs de aquello que es ms evidente para
nosotros y menos por su naturaleza, esto es, por los efectos.
A las objeciones:
l. Conocer de un modo general y no sin confusin que Dios existe, est impreso en nuestra
naturaleza en el sentido de que Dios es la felicidad del hombre; puesto que el hombre por
naturaleza quiere ser feliz, por naturaleza conoce lo que por naturaleza desea. Pero a esto no
se le puede llamar exactamente conocer que Dios existe; como, por ejemplo, saber que
alguien viene no es saber que Pedro viene aunque sea Pedro el que viene. De hecho, muchos
piensan que el bien perfecto del hombre, que es la bienaventuranza, consiste en la riqueza;
otros, lo colocan en el placer; otros, en cualquier otra cosa.
2. Es probable que quien oiga la palabra Dios no entienda que con ella se expresa lo ms
inmenso que se pueda pensar, pues de hecho algunos creyeron que Dios era cuerpo. No
obstante, aun suponiendo que alguien entienda el significado de lo que con la palabra Dios se
dice, sin embargo no se sigue que entienda que lo que significa este nombre se d en la
realidad, sino tan slo en la comprensin del entendimiento. Tampoco se puede deducir que
exista en la realidad, a no ser que se presuponga que en la realidad hay algo tal que no puede
pensarse algo mayor que ello. Y esto no es aceptado por los que sostienen que Dios no existe.
3. La verdad en general existe, es evidente por s mismo; pero que exista la verdad absoluta,
esto no es evidente para nosotros.
Artculo 2: La existencia de Dios, es o no es demostrable?
Objeciones por las que parece que la existencia de Dios no es demostrable:
l. La existencia de Dios es artculo de fe. Pero los contenidos de fe no son demostrables,
puesto que la demostracin convierte algo en evidente, en cambio la fe trata lo no evidente,
como dice el Apstol en Heb 11, l. Por lo tanto, la existencia de Dios no es demostrable.
2. La base de la demostracin est en lo que es. Pero de Dios no podemos saber qu es, sino
slo qu no es, como dice el Damasceno. Por lo tanto, no podemos demostrar la existencia de
Dios.
3. Si se demostrase la existencia de Dios, no sera ms que a partir de sus efectos. Pero sus
efectos no son proporcionales a l, en cuanto que los efectos son finitos y l es infinito; y lo
finito no es proporcional a lo infinito. Como quiera, pues, que la causa no puede demostrarse
a partir de los efectos que no le son proporcionales, parece que la existencia de Dios no puede
ser demostrada.
Contra esto: est lo que dice el Apstol en Rom 1,20: Lo invisible de Dios se hace
comprensible y visible por lo creado. Pero esto no sera posible a no ser que por lo creado
pudiera ser demostrada la existencia de Dios, ya que lo primero que hay que saber de una
cosa es si existe.) '
Respondo: Toda demostracin es doble. Una, por la causa, que es absolutamente previa a
cualquier cosa. Se la llama: a causa de. Otra, por el efecto, que es lo primero con lo que nos
encontramos; pues el efecto se nos presenta como ms evidente que la causa, y por el efecto
llegamos a conocer la causa. Se la llama: porque. Por cualquier efecto puede ser demostrada
su causa (siempre que los efectos de la causa se nos presenten como ms evidentes): porque,
como quiera que los efectos dependen de la causa, dado el efecto, necesariamente antes se ha
dado la causa. De donde se deduce que la existencia de Dios, aun cuando en s tirisma no se
nos presenta como evidente, en cambio s es demostrable por los efectos con que nos
encontramos.
A las objeciones:
l. La existencia de Dios y otras verdades que de l pueden ser conocidas por la sola razn
natural, tal como dice Rom 1,19, no son artculos de fe, sino prembulos a tales artculos.
Pues la fe presupone el conocimiento natural, como la gracia presupone la naturaleza, y la
perfeccin lo perfectible, Sin embargo, nada impide que lo que en s mismo es demostrable y
comprensible, sea tenido como creble por quien no llega a comprender la demostracin.
2. Cuando se demuestra la causa por el efecto, es necesario usar el efecto como definicin de
la causa para probar la existencia de la causa. Esto es as sobre todo por lo que respecta a
Dios. Porque para probar que algo existe, es necesario tomar como base lo que significa el
nombre, no lo que es; ya que la pregunta qu es presupone otra: si existe. Los nombres dados
a Dios se fundamentan en los efectos, como probaremos ms adelante (q.l3 a.l). De ah que,
demostrado por el efecto la existencia de Dios, podamos tomar com 'base lo que significa
est_e nombre Dios.
3. Por efectos no proporcionales a la causa no se puede tener un conocimiento exacto de la
causa. Sin embargo, por cualquier efecto puede ser demostrado claramente que la causa
existe, como se dijo. As, por efectos divinos puede ser demostrada la existencia de Dios; aun
cuando por los efectos no podamos llegar a tener un conocimiento exacto de cmo es l en s
mismo.
Artculo 3: Existe o no existe Dios?
Objeciones por las que parece que Dios no existe:
l. Si uno de los contrarios es fufinito, el otro queda totalmente anulado. Esto es lo que sucede
con el nombre Dios al darle el significado de bien absoluto. Pues si existiese Dios, no existira
ningn mal. Pero el mal se da en el mundo. Por lo tanto, Dios no existe.
2. Lo que encuentra su razn de ser en pocos principios, no se busca en muchos. Parece que
todo lo que existe en el mundo, y supuesto que Dios no existe, encuentra su razn de ser en
otros principios; pues lo que es natural encuentra su principio en la naturaleza; lo que es
intencionado lo encuentra en la razn y voluntad humanas. As, pues, no hay necesidad
alguna de acudir a la existencia de Dios.
Contra esto: est lo que se dice en xodo 3,14 de la persona de Dios: Yo soy el que es.
Respondo: La existencia de Dios puede ser probada de cinco maneras distintas. 1) La primera
y ms clara es la que se deduce del movimiento. Pues es cierto, y lo perciben los sentidos, que
en este mundo hay movimiento. Y todo lo que se mueve es movido por otro. De hecho nada
se mueve a no ser que en cuanto potencia est orientado a aquello para lo que se mueve. Por
su parte, quien mueve est en acto. Pues mover no es ms que pasar de la potencia al acto. La
potencia no puede pasar a acto ms que por quien est en acto. Ejemplo: el fuego, en acto
caliente, hace que la madera, en potencia caliente, pase a caliente en acto. De este modo la
mueve y cambia. Pero no es posible que una cosa sea lo mismo simultneamente en potencia
y en acto; slo lo puede ser respecto a algo distinto. Ejemplo: Lo que es caliente en acto, no
puede ser al mismo tiempo caliente en potencia, pero s puede ser en potencia fro.
Igualmente, es imposible que algo mueva y sea movido al mismo tiempo, o que se mueva a s
mismo. Todo lo que se mueve necesita ser movido por otro. Pero si lo que es movido por otro
se mueve, necesita ser movido por otro, y ste por otro. Este proceder no se puede llevar
indefinidamente, porque no se llegara al primero que mueve, y as no habra motor alguno
pues los motores intermedios no mueven ms que por ser movidos por el primer motor.
Ejemplo: Un bastn no mueve nada si no es movido por la mano. Por lo tanto, es necesario
llegar a aquel primer motor al que nadie mueve. En ste, todos reconocen a Dios.
2) La segunda es la que se deduce de la causa eficiente. Pues nos encontramos que en el
mundo sensible hay un orden de causas eficientes. Sin embargo, no encontramos, ni es
posible, que algo sea causa eficiente de s mismo, pues sera anterior a s mismo, cosa
imposible. En las causas eficientes no es posible proceder indefinidamente porque en todas
las causas eficientes hay orden: la primera es causa de la intermedia; y sta, sea Wla o
mltiple, lo es de la ltima. Puesto que, si se quita la causa, desaparece el efecto, si en el
orden de las causas eficientes no existiera la primera, no se dara tampoco ni la ltima ni la
intermedia. Si en las causas eficientes llevsemos hasta el infinito este proceder, no existira
la primera causa eficiente; en consecuencia no habra efecto ltimo ni causa intermedia; y
esto es absolutamente falso. Por lo tanto, es necesario admitir Wla causa eficiente primera.
Todos la llaman Dios.
3) La tercera es la que se deduce a partir de lo posible y de lo necesario. Y dice: Encontramos
que las cosas pueden existir o no existir, pues pueden ser producidas o destruidas, y
consecuentemente es posible que existan o que no existan. Es imposible que las cosas
sometidas a tal posibilidad existan siempre, pues lo que lleva en s mismo la posibilidad de no
existir, en Wl tiempo no existi. Si, pues, todas las cosas llevan en s mismas la posibilidad de
no existir, hubo Wl tiempo en que nada existi. Pero si esto es verdad, tampoco ahora existira
nada, puesto que lo que no existe no empieza a existir ms que por algo que ya existe. Si,
pues, nada exista, es imposible que algo empezara a existir; en consecuencia, nada existira; y
esto es absolutamente falso. Luego no todos los seres son slo posibilidad; sino que es preciso
algn ser necesario. Todo ser necesario encuentra su necesidad en otro, o no la tiene. Por otra
parte, no es posible que en los seres necesarios se busque la causa de su necesidad llevando
este proceder indefinidamente, como qued probado al tratar las causas eficientes (nm. 2).
Por lo tanto, es preciso admitir algo que sea absolutamente necesario, cuya causa de su
necesidad no est en otro, sino que l sea causa de la necesidad de los dems. Todos le dicen
Dios.
4) La cuarta se deduce de la jerarqua de valores que encontramos en las cosas. Pues nos
encontramos que la bondad, la veracidad, la nobleza y otros valores se dan en las cosas. En
unas ms y en otras menos. Pero este ms y este menos se dice de las cosas en cuanto que se
aproximan ms o menos a lo mximo. As, caliente se dice de aquello que se aproxima ms al
mximo calor. Hay algo, por tanto, que es muy veraz, muy bueno, muy noble; y, en
consecuencia, es el mximo ser; pues las cosas que son sumamente verdaderas, son seres
mximos, como se dice en II Metaphys. Como quiera que en cualquier gnero, lo mximo se
convierte en causa de lo que pertenece a tal gnero -as el fuego, que es el mximo calor, es
causa de todos los calores, como se explica en el mismo libro -, dl mismo modo hay algo
que en todos los seres es causa de su existir, de su bondad, de cualquier otra perfeccin. Le
llamamos Dios.
5) La quinta se deduce a partir del ordenamiento de las cosas. Pues vemos que hay cosas que
no tienen conocimiento, como son los cuerpos naturales, y que obran por un fm. Esto se
puede comprobar observando cmo siempre o a menudo obran igual para conseguir lo mejor.
De donde se deduce que, para alcanzar su
no obran al azar, sino intencionadamente.
Las cosas que no tienen conocimiento no tienden al fin sin ser dirigidas por alguien con
conocimiento e inteligencia, como la flecha por el arquero. Por lo tanto, hay alguien
inteligente por el que todas las cosas son dirigidas al fin. Le llamamos Dios.
._;
'i
j,
A las objeciones:
l. Escribe Agustn en el Enchiridio: Dios, por ser el bien sumo, de ninguna manera
permitirla que hubiera algn tipo de mql en sus obras, a no ser que, por ser omnipotente y
bueno, del mal sacara un bien. Esto pertenece a la infinita bondad de Dios, que puede
!1
t
30
cer cunto ms distintamente me conozco ahora a m mismo, puesto que todas las razones que pueden contribuir
a la percepcin de la cera o de algn otro cuerpo, prueban
mejor la naturaleza de mi mente. Y hay tantas otras cosas
en la mente misma que pueden hacer ms distinto su conocimiento, que las que le llegan desde un cuerpo apenas merecen ser enumeradas.
Y he aqu que finalmente he vuelto espontneamente
a donde quera; en efecto, puesto que ya s que los cuerpos no son percibidos propiamente por los sentidos o por
la facultad de imaginar, sino slo por el entendimiento,
y que no se perciben al tocarlos o al verlos, sino slo porque se entienden, conozco claramente que no puedo perci ..
bir nada ms fcil y evidentemente que mi propia mente.
Pero puesto que no es fcil abandonar tan rpidamente
las opiniones muy arraigadas, conviene detenerse aqu para que este nuevo conocimiento se fije profundamente en
mi memoria con una larga meditacin.
TERCERA MEDITACIN
Meditaciones metafsicas
31
esto es, una cosa que duda, que afirma, que niega, que
entiende pocas cosas, que ignora muchas, que quiere, que
no quiere, que imagina tambin y que siente; pues, como
antes advert, aunque las cosas que siento o imagino quiz
no sean nada fuera de m, estoy seguro de que los modos
de pensar que llamo sensaciones e imaginaciones, en
cuanto que slo son ciertos modos de pensar, estn en
m.
Y con estas pocas cosas he revisado todo lo que verdaderamente s, o por lo menos lo que hasta ahora he advertido que s. Ahora considerar muy atentamente si hay
adems en m otras cosas que an no he examinado. Estoy
cierto de que soy una cosa pensante. No s, entonces,
tambin lo que se requiere para estar cierto de alguna cosa? Ciertamente, en este primer conocimiento no hay ms
que una percepcin clara y distinta de lo que afirmo; la
cual no sera suficiete-para-T1acer que est cierto de la
verdad de una cosa, si pudiera ocurrir alguna vez que fuera falso algo que perciba tan clara y distintamente; por
lo que me parece que puedo establecer como regla general
que todo lo que percibo muy clara y distintamente es
verdadero.
Sin embargo, he admitido antes como completamente
ciertas y manifiestas muchas cosas que despus me he dado cuenta de que son dudosas. Cules eran? La tierra,
el cielo, los astros, y todas las dems que adquira con
los sentidos. Pero qu perciba claramente de ellas? Ciertamente, perciba que las ideas mismas o pensamientos de
tales cosas se presentaban a mi mente. Y ni siquiera niego
ahora que esas ideas estn en m. Pero era otra cosa lo
que yo afirmaba y lo que pensaba que perciba claramente
por la costumbre de creerlo, cosa que sin embargo no perciba verdaderamente: que haba ciertas cosas fuera de m,
32
de las cuales procedan esas ideas, y a las cuales eran completamente semejantes. Y en esto me equivocaba, o, por
lo menos, si juzgaba con verdad, no era porque yo lo percibiera as.
Pero cuando consideraba algo muy fcil y simple de
aritmtica o geometra, corno que dos y tres suman cinco,
o cosas semejantes, no las intua con la suficiente claridad como para afirmar que eran verdaderas? Ciertamente,
he juzgado despus que deba dudar de ellas porque pensaba que quiz un Dios pudo poner en m tal naturaleza que
me engaara incluso en las cosas que parecan muy rnani-
fiestas. Y cada vez que se me ocurren estos preconceptos,
sobre la suma potencia de Dios, debo confesar que si l
quisiera, le sera fcil hacer que yo me equivoque incluso
en las cosas que juzgo intuir evidentsirnarnente con los
ojos de la mente. Pero cada vez que considero las cosas
que juzgo percibir muy claramente, me convenzo de ellas
de tal manera que prorrumpo espontneamente en estas
palabras: engerne quien pueda, que nunca conseguir que
yo no sea -acta mientfas yo piense que soy- algo; o que
alguna vez sea vrdad que yo no he sido nunca,. puesto
que es verdad que ahora soy; o que dos y tres sumen rn"s
o menos de cinco, o cosas semejantes, en las que conozco
una contradiccin manifiesta.
Pero puesto que no tengo ningn motivo para creer
que haya un Dios engaador, y ni siquiera s todava si
hay algn Dios, la razn para dudar que depende slo de
esta opinin es muy ligera y, por decirlo as, rnetaf{sica.
As que, a fin de eliminarla, debo examinar, en cuanto
se me presente la ocasin, si hay Dios, y, si lo hay, si
puede ser engaador; pues, mientras ignore esto, me parece que nunca podr estar completamente cierto de ninguna
otra cosa.
MeditCJciones metajlsicas
33
Tngase bien presente que las ideas son como imgenes de las cosas,
y no, meramente, imgenes de las cosas. Hay ideas que no son imgenes
ni pueden serlo, como la de Dios y la de la mente, porque estas cosas
no sori cuerpos, y todas las imgenes lo son de los cuerpos.
34
Y de estas .ideas unas me parecen innatas, otras adventicias y otras hechas por m
pues8i et1endo qu
es cosa, o verdad, o pensamiento, me parece que no tengo
estas ideas . partir de otra cosa que no sea mi propia naturaleza; pero si ahora oigo un ruido, o veo el sol, o siento
el fuego, hasta ahora he juzgado que esto procede de ciertas cosas exteriores a m; y finalmente las sirenas, los hipogrifos y cosas semejantes son fingidas por m. Pero tambin puedo pensar que quiz todas son adventicias, o todas innatas, o todas hechas: pues an no he examinado
con claridad su verdadero origen.
Pero en cuanto a las ideas que considero como adquiridas a partir de cosas existentes fuera de m, debo indagar
ahora qu razn me mueve a creer que son semejantes a
esas cosas. Ciertamente, as parece que me lo ensea la
naturaleza. Y adems experimento que no dependen de mi
voluntad ni, por consiguiente, de m mismo; pues a menudo se presentan incluso contra mi voluntad: por ejemplo,
ahora, quiera o no quiera, siento calor, y por ello juzgo
que la sensacin o idea de calor me viene de una cosa diferente de m, a saber, del calor del fuego junto al cual estoy
sentado. Nada ms obvio que juzgar que esta cosa m enva su semejanza y no algo diferente.
Ahora voy a ver si estas razones son suficientemente
slidas. Cuando digo aqu que la naturaleza me lo ensea,
entiendo slo que cierto impulso espontneo me lleva a
creerlo, no que alguna luz natural me muestre que es verdadero. Pero estas dos cosas son muy diferentes; pues todo lo que la luz natural me muestra, como, por ejemplo,
que de mi duda se sigue que yo soy, y cosas semejantes,
no puede ser dudoso de ningn modo, porque no puede
haber ninguna otra facultad en la que yo confe tanto como en esa luz, y que pueda ensearme que esas cosas no
Meditaciones metaflsicas
35
Las razones de la astronoma (ralionibus Astronomiae) son los principios matemticos de la misma, los cuales, como toda la matemtica,
son innatos.
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Meditaciones metafsicas
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Meditaciones metaflsicas
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todo perfecto, si yo no tuviera la idea de un ente ms perfecto, comparndome con el cual reconociera mis defectos?
Y no puede decirse que quiz esta idea de Dios sea materialmente falsa y que por lo tanto proceda de la .nada,
como he advertido antes a propsito de la ideas del calor
y del fro, y otras semejantes; sino que, por el contrario,
siendo la ms clara y distinta, y conteniendo ms realidad
objetiva que cualquier otra, no hay ninguna por s ms
verdadera, ni en la que se encuentre menor sospecha de
falsedad. Digo, pues, que esta idea del ente sumamente
perfecto e infinito es la ms verdadera; pues aunque acaso
pueda fingirse que tal ente no existe, no puede fingirse sin
embargo que su idea no me represente nada real, como
dije antes de la idea del fro. Es tambin la ms clara y
distinta, pues todo lo que clara y distintamente percibo
que es real y verdadero y que tiene algna perfeccin est
ntegramente contenido en esa idea. Y rio importa que yo
no comprenda lo infinito, o que haya en Dios otras
cosas que no puedo comprender de ningn modo, y quiz ni siquiera vislumbrar con el pensamiento; pues
es propio de lo infinito el que yo, que soy finito, no lo
comprenda; y es suficiente que yo entienda y juzgue que
todas las cosas que percibo claramente y s que tienen alguna perfeccin, e incluso quiz otras innumerables qU-e
ignoro, estn en Dios formalmenfe o eminentemente, para
que la idea que tengo de l sea la ms verdadera y la ms
clara y distinta de todas las que hay en m.
Pero quiz soy yo algo ms de lo que creo, y todas
esas perfecciones que atribuyo a Dios estn en m en potencia, aunque no se manifiesten ni se actualicen. Pues experimento ahora que mi conocimiento aumenta poco a poco, y no veo qu: puede impedir que aumente as cada vez
ms hasta el infinito, ni veo por qu razn no podra al-
Meditaciones metafsicas
43
metaj{sicas y otros textos
por m, no dudara, ni deseara, ni
; pues me habra dado todas las perfeccioUe tengo idea, y yo mismo sera Dios. Y no debo
'''"'"i'teer que las que me faltan sean ms difciles de adquirir
,, q'ue las que tengo, pues es evidente que habra sido mucho
:: 'ms difcil para .m, esto es, pata una cosa o substancia
.pensante, surgir de la nada, que adquirir el conocimiento
de muchas cosas que ignoro y que no son ms que accidentes de esta substancia. Y si yo me hubiera dado lo mayor o ms difcil, no me habra privado de lo que puede
obtenerse ms fcilmente; pero tampoco me habra privado de ninguna de las perfecciones que se contienen en la
idea de Dios, porque no me parecen ms difciles de hacer;
y si fueran ms difciles de hacer, tambin a m me lo pareceran si yo me hubiera dado las otras cosas que tengo,
pues experimentara que mi potencia se terminaba en
aqullas.
Y no eludo la fuerza de estas razones con suponer que
quiz siempre he sido como soy ahora, como si de aqu
se. siguiera que no tengo por qu preguntarme por el autor
de mi existencia. Pues el tiempo de mi vida puede dividirse
en innumerables partes que no dependen unas de otras;
de manera que del hecho de que yo fuera hace un momento no se sigue que deba ser ahora, a menos que alguna
causa me vuelva a crear, por decirlo as, en este momento,
esto es, me conserve. Pues si se considera atentamente la
naturaleza del tiempo, es evidente que se necesita la misma
fuerza y accin para conservar una cosa en cualquier momento de su duracin, que la que se necesitara para crearla por primera vez si an no existiera; pues tina de las
cosas que son evidentes por luz natural es precisamente
sta, es deci(, que entre conservacin y creacin slo hay
una distincin de razn.
.'.
Meditaciones metaj{sicas
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Meditaciones metajtsicas
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Meditaciones metafsicas y otros textos
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lograr, poresta contemplacin nuestra, mucho menos perfecta; la mxima felicidad de que somos capaces en esta
vida., '
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CUARTA MEDITACIN
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DE LAS IDEAS
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CAPTU)
III
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DE LAS IDEAS
IDEAS SIMPLES
97
CAPTULO
II
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Dav:id Hume
Parte II
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99
cimiento sigue a otro, pero nunca hemos podido observar un vnculo entre ellos. Parecen conjuntados, pero no
conectados. Y como no podemos tener idea de algo que
no haya aparecido en algn momento a los sentidos externos o al sentimiento interno, la conclusin necesaria
parece ser la de que no tenemos ninguna idea de conexin o poder y que estas palabras carecen totalmente
de sentido cuando son empleadas en razonamientos filosficos o en la vida corriente.
Pero an queda un modo de evitar esta conclusin
y una fuente que todava no hemos examinado. Cuando
se nos presenta un objeto o suceso cualquiera, por mucha sagacidad y agudeza que tengamos, nos es imposible
descubrir, o incluso conjeturar sin la ayuda de la experiencia, el suceso que pueda resultar de l o llevar nuestra
previsin ms all del objeto que est inmediatamente
presente a nuestra memoria y sentidos. Incluso despus
de un caso o experimento en que hayamos observado
que determinado acontecimiento sigue a otro, no tenemos derecho a enunciar una regla general o anticipar lo
que ocurrir en casos semejantes, pues se considera acertadamente una imperdonable temeridad juzgar todo el
curso de la naturaleza a raz de un solo caso, por muy
preciso y seguro que sea. Pero cuando determinada clase
de acontecimientos ha estado siempre, en todos los casos,
unida a otra, no tenemos ya [ 75] escrpulos en predecir el uno con la aparicin del otro y en utilizar el nico
razonamiento que puede darnos seguridad sobre una
cuestin de hecho o existencia. Entonces llamamos a uno
de los objetos causa y al otro efecto. Suponemos que
hay alguna conexin entre ellos, algn poder en la una
por el que indefectiblemente produce el otro y acta
con la necesidad ms fuerte, con la mayor certeza.
Parece entonces que esta idea de conexin necesaria
entre sucesos surge del acaecimiento de varios casos similares de constante conjuncin de dichos sucesos. Esta
idea no puede ser sugerida por uno solo de estos casos
examinados desde todas las posiciones y perspectivas posibles. Pero en una serie de casos no hay nada distinto
b'ff
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'
David Hume
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del entendimiento? Pues si nos importa conocer perfectamente alguna relacin entre objetos, con toda seguridad es la de causa y efecto. En ella se fundamentan
todos huestros razonamientos acerca de cuestiones de hecho o existencia. Slo gracias a ella podemos alcanzar
alguna seguridad sobre objetos alejados del testimonio
actual de la memoria y de los sentidos. La nica utilidad inmediata de todas las ciencias es ensearnos
cmo controlar y regular acontecimientos futuros por
medio de sus causas. En todo momento, pues, se desarrollan nuestros pensamientos e investigaciones en torno
a esta relacin. Pero tan imperfectas son las ideas
que nos formamos acerca de ella, que nos es imposible dar una definicin justa de causa, salvo la de
que es aquello que es sacado de algo extrao y ajeno.
Objetos similares siempre estn conjuntados con objetos
similares. De esto tenemos experiencia. De acuerdo con
esta experiencia, podemos, pues, definir una causa como
un objeto sguido de otro, cuando todos los objetos st'milares al primero son seguidos por objetos similares al
segundo. O en otras palabras, el segundo objeto nunca
ha existido sin que el primer objeto no se hubiera dado.
La aparicin de una causa siempre [ 77] comunica a la
mente, por una transicin habitual, la idea del efecto 11 . De
esto tambin tenemos experiencia. Podemos,.por tanto, de
acuerdo con esta experiencia, dar otra definicin de causa y llamarla un objeto seguido por otro y cuya aparicin
siempre conduce al pensamiento a aquel otro. Aunque
ambas definiciones se apoyan en circunstancias extraas
a la causa, no podemos remediar este inconveniente o
alcanzar otra definicin ms perfecta que pueda indicar
la dimensin ( circumstance) de la causa que le da conexin con el efecto. No tenemos idea alguna de esta
conexin, ni siguiera una nocin distinta de lo que deseamos conocer cuando nos esforzamos por representarla
( conception). Decimos, por ejemplo, que la vibracin de
una cuerda es causa de determinado ruido. Pero qu
queremos decir con esta afirmacin? Queremos decir o
11
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David Hume
1
l
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103
idea es copia de alguna impresin o sentimiento precedente, y donde no podemos encontrar impresin alguna,
podemos estar seguros de que no hay idea. En todos
los casos aislados de actividad ( operation) de cuerpos o
mentes no hay nada que produzca impresin alguna ni
que, por consiguiente, pueda sugerir idea alguna de poder o conexin necesaria. Pero cuando aparecen muchos
casos uniformes y el mismo objeto es siempre seguido
por el mismo suceso, entonces empezamos a albergar la
nocin de causa y conexin. Entonces sentimos un nuevo sentimiento o impresin, a saber, una conexin habitual en el pensamiento o en la imaginacin entre un
objeto y su acompaante usual. y este sentimiento es el
original de la idea que buscamos. Pues como esta idea
surge a partir de varios casos similares y no de un caso
aislado, ha de surgir del hecho por el que el conjunto
de casos difiere de cada caso individual. Pero esta conexin o transicin habitual de la imaginacin es el nico hecho ( circumstance) en que difieren. En todos los
dems detalles son semejantes. El primer caso que vimos, el de movimiento comunicado por el choque de
dos bolas de billar -para volver a este obvio ejemplo-,
es exactamente similar a cualquier caso que en la actualidad puede ocurrrsenos, salvo que no podramos inicialmente inferir [79] un suceso de otro, lo cual podemos
hacer ahora tras un curso tan largo de experiencia uniforme. No s si el lector comprender con facilidad este
razonamiento. Temo que si multiplicara palabras sobre
l, o lo expusiera desde una variedad mayor de perspectivas, se hara ms oscuro e intrincado. En todo razonamiento abstracto hay un punto de vista que si por fortuna podemos alcanzarlo nos aproximamos ms a la exposicin del tema que con la elocuencia y diccin ms
exuberante del mundo. Hemos de intentar alcanzar este
punto de vista y guardar las flores de la retrica para
temas ms adaptados a ellas [ 80].
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CONTRATO SOCIAL
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CONTRATO SOCIAL
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CAPTULO VII
Del soberano
Se ve por esta frmula que el acto de asociacin
encierra un compromiso recproco del pblico con
los particulares, y que cada individuo, contratand9, por decirlo' as, consigo miSmo, se encuentra
comprometido bajo una doble relacin, a saber:
como miembro del soberano, respecto a los par...
.t:iculares, y como miembro del Estado, respecto al
. soberano. Mas no puede aplicarse aqu la mxima
:(del derecho _civil de que nadie se atiene a los comW;promisos contrados consigo mismo; po'rque hay
diferencia entre obligarse con uno mismo
un todo de que se. forma parte.
preciso hacer ver, adems, que la cleliberapblica, que puede obligar a todos los sbdi'"'necto al soberano, a caqga de las dos difebajo las cuales cada uno de ellos
_ no puede por la razn contraria
al soberano para con l mismo, y, por tan. es contrario a la naturaleza del cuerpo
.q!le el soberano se imponga una ley que
lniringir. No sindole dable considerarse
bajo una sola y misma relacin, se en-
;;t-.
------
30
el
31
CONTRATO SOClAL
CAPITULO VIII
Del estado civil
trnsito del estado de naturaleza al estado
en el hombre un cambio muy notasustituir en su conducta la justicia al insal dar a sus acciones la moralidad que
faltaba. Slo cuando ocupa la voz del
[95]
. . . . . . . . . . . . . . . . . .. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
96
IMMANUEL KANT
Que la lgica ha llevado ya esa marcha segura desde los tiempos ms remotos, puede colegirse por el hecho de que, desde
Aristteles, no ha tenido que dar un paso atrs, a no ser que
se cuenten como correcciones la supresin de algunas su ti-.
lezas intiles o la determinacin ms clara de lo expuesto, .
cosa empero que pertenece ms a la elegancia que a la certeza de la ciencia. Notable es tambin en ella el que tampoco
hasta hoy ha podido dar un paso adelante. As pues, segn toda
apariencia, hllase conclusa y perfecta 4 Pues si algunos modernos
han pensado ampliarla introduciendo captulos, ya psicolgicos sobre las distintas facultades de conocimiento (la imaginacin, el ingenio), ya metqfsicos sobre el origen del conoimiento o la especie diversa de certeza segn la diversidad de los
objetos (el idealismo, escepticismo, etc.), ya antropolgicos sobre
los prejuicios (sus causas y sus remedios), ello proviene de que
desconocen la naturaleza peculiar de esa ciencia. No es aumentar sino desconcertar las ciencias, el confundir los. lmites de
unas y otras. El lmite de la lgica empero queda determinado con entera exactitud cuando se dice. que es una cien- .
cia que no expone al detalle y demuestra estrictamente ms
que las reglas formales de todo pensar (sea ste a priori o emprico, tenga el origen o el objeto que quiera, encuentre en
nt.Jestro nimo obstculos contingentes o naturales).
Si la lgica ha tenido tan buen xito, debe esta ventaja slo
a su carcter limitado, que la autoriza y hasta la obliga a hacer
abstraccin de todos los objetos del conocimiento y su diferencia. En ella, por tanto, el entendimiento no tiene que habrselas ms que consigo mismo y su forma. Mucho ms difcil
tena que ser, naturalmente, para la razn, el emprender el camino seguro de la ciencia, habiendo de ocuparse no slo de s
misma sino de objetos. Por eso la lgica, como propedutica,
constituye slo por decirlo as el vestbulo de las ciencias y,
cuando se habla de conocimientos, se supone ciertamente una
lgica para el juicio de los mismos, pero su adquisicin ha de
buscarse en las propias y objetivamente llamadas ciencias.
' La posterior matematizacin de la lgica, iniciada por Boole (Anlisis matemtico
de la lgica, 1847) y De Morgan (Lgica jimnal, 1847), parece desmentir esta afirmacin
de Kant.
f1
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IMMANUEL KANT
brimiento de este nuevo camino, debi parecer extraordinariamente importante a los matemticos y por eso se hizo
vidable. El primero que desmostr el tringulo issceles 5
se llamado Tales o como se quiera), percibi una luz
pues encontr que no tena que inquirir lo que vea en
figura o aun en el mero concepto de ella y por decirlo
aprender de ellas sus propiedades, sino que tena que
cirla, por medio de lo que, segn conceptos, l mismo
pensado y expuesto en ella a priori (por construccin), y
para saber seguramente algo a priori no deba atribuir
la cosa, a no ser lo que se sigue necesariamente de aqu
que l mismo, conformemente a su concepto, hubiese
to en ella.
La fsica tard mucho ms tiempo en encontrar el e
de la ciencia; pues no hace ms que siglo y medio que la
puesta del juicioso Bacon de Verulam 6 ocasion en parte
quiz ms bien dio vida, pues ya se andaba tras l- el
cubrimiento, que puede igualmente explicarse por una
da revolucin antecedente en el pensamiento. Voy a
me aqu de la fsica slo en cuanto se funda sobre
emp{ricos.
Cuando Galileo hizo rodar por el plano inclinado las
cuyo peso haba l mismo determinado; cuando Torricelli
zo soportar al aire un peso que de antemano haba
do igual al de una determinada columna de agua;
ms tarde Stahl transform metales en cal y sta a su
en metal, sustrayndoles y devolvindoles algo*, ento ......o
percibieron todos los fsicos una luz nueva. e
que la razn no conoce ms que lo que ella misma pro
' Debe decir: equiltero, segn la correccin sealada por Kant en su carta a
del 25 de junio de 1787.
'' De este fL!sofo ingls (1561-1626), autor del clebre Nuevo gano (1620),
Kant en su Lgica (Introd. IV): El primero y ms grande investigador de la
en la poca moderna fue Bacon de Verulam. Sigui en sus investigaciones el
de la experiencia, y llam la atencin sobre la necesidad de observaciones y
para el descubrimiento de la verdad. De Bacon son las palabras que Kant puso
lema de la Crtica de la razn pHra.
* No sigo aqu exactamente los hilos de la historia del mtodo expenmw,..,
cuyos primeros comienzos no son bien conocidos.
--'"-
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rn
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IMMANUEL KANT
firma 8 En ella hay que deshacer mil veces el camino, porque se encuentra que no conduce a donde se quiere; y en
que se refiere a la unanimidad de sus partidarios, tan lejos est
an de ella, que ms bien es un terreno que parece
mente destinado a que ellos ejerciten sus fuerzas en un
neo, en donde ningn campen ha podido nunca hacer
ms rrnima conquista y fundar sobre su victoria una
dera posicin. No hay, pues, duda alguna de que su
hasta aqu, ha sido mero tanteo y, lo que es peor, un
entre meros conceptos.
Ahora bien, a qu obedece que no se haya podido
encontrar aqu un camino seguro de la ciencia? Es
imposible? Mas por qu la naturaleza ha introducido en
tra razn la incansable tendencia a buscarlo como uno
sus ms importantes asuntos?Y, an ms, cun poco
tenemos para confiar en nuestra razn, si, en "una de las p
ms importantes de nuestro anhelo de saber, no slo nos
dona, sino que nos entretiene con ilusiones, para acabar
ndonos! O bien, si slo es que hasta ahora se ha fallado
buena va, qu seales nos permiten esperar que en una
investigacin seremos ms felices que lo han sido otros
Yo debiera creer que los ejemplos de la matemtica y de
fisica, ciencias que, por una revolucin llevada a cabo de
vez, han llegado a ser lo que ahora son, seran bastante
bles para hacernos reflexionar sobre la parte esencial de la
formacin del' pensamiento que ha sido para ellas tan
chosa y se imitase aqu esos ejemplos, al menos como
en cuanto lo permite su analoga, como conocimientos
razn, con la metafisica. Hasta ahora se admita que todo
tro conocimiento tena que regirse por los objetos; pero
los ensayos para decidir a priori algo sobre estos, mediante
ceptos, por donde sera extendido nuestro conocimi
aniquilbanse en esa suposicin. Ensyese, pues, una vez si
adelantaremos ms en los problemas de la metafisica
tiendo que los objetos tienen que regirse por nuestro
' Tras proponer una definicin nonnal de metafsica. Kant sienta una tesis
la metafisica no est dada como ciwcia, sino tan slo como disposicin natural, esto
como tendencia inevitable de la razn humana.
101
c.inllento, lo cual concuerda ya mejor con la deseada posibilidad de un conocimiento a priori de dichos objetos, que establezca algo sobre ellos antes de que nos sean dados. Ocurre
con esto como con el primer pensamiento de Coprnico quien,'
no consiguiendo explicar bien los movimientos celestes si
admita que la masa toda de las estrellas daba vueltas alrededor
del espectador, ensay si no tendra mayor xito haciendo al
espectador dar vueltas y dejando en cambio las estrellas inmviles 9 En la metafisica se puede hacer un ensayo semejante,
por lo que se refiere a la ntuci6n de los objetos. Si la intuicin tuviera que regirse por la constitucin de los objetos, no
comprendo cmo se pueda a priori saber algo de ella. Rigese empero el objeto (como objeto de los sentidos) por la constitucin de nuestra intuicin?, entonces puedo muy bien
representarme esa posibilidad. Pero como no puedo permanecer atenido a esas intuiciones, si han de llegar a ser conocimientos, sino que tengo que referirlas, como representaciones, a algo como objeto, y determinar este mediante
aquellas, puedo por tanto: o bien admitir que los conceptos,
mediante los cuales llevo a cabo esa determiancin, se rigen}
tambin por el objeto, y entonces caigo de nuevo en la misma
perplejidad sobre el modo como pueda saber a priori algo de
l; o bien admitir que los objetos o, lo que es lo mismo, la
experiencia, en donde tan slo son ellos (como objetos dados)
conocidos, se rige por esos conceptos, y entonces veo en seguida una explicacin facil, porque la experiencia misma es un
' Esta es la clebre ccrevolucin copernicana introducida por Kant en la filosofia.
Como es sabido, en su De revolutionibus orbium caelestium (1543), Coprnico se propuso
explicar los movimientos celestes suponiendo que es la Tierra la que gira alrededr
del Sol, y no a la inversa, como hasta ese momento pensaban los astrnomos, que
se apoyaban en la teora de Ptolomeo (siglo 11 d. C.). De manera anloga, en su Critica
de la razn pura, Kant se propone explicar el conocinento a priori, el conocimiento
independiente de la experiencia, suponiendo que son los objetos los que han de
regirse por el entendimiento, y no a la inversa, como hasta ese momento sostenan
los filsofos. Y as como Coprnico consigui, gracias a su hiptesis heliocntrica,
dar cuenta satisfactoriamente de ciertos fenmenos celestes que apenas poda reconocer
la astronornia ptolemaica, as tambin Kant cree que, gracias a su giro en la solucin
problema del conocimiento, conseguir resolver las contradicciones en las que
Incurren los filsofos anteriores (los filsofos dogmticos) al hacer metafisica.
102
IMMANUEL KANT
* Este mtodo, imitado del de los fsicos, consiste pues en buscar los elemenos
de la razn pura en aqHello qHe se deja c01ifrrnar o refutar por Wl experimento. Ahora bien,
para el examen de las proposiciones de la razn pura, sobre todo las que se han aventurado ms all de todos los lmites de experiencia posible, no se puede hacer experimento alguno con sus objetos (como en la fsica): ser pues factible solo con conceptos
y principios, que admitimos a priori; arreglndolos de tal manera que los mismos objetos puedan ser considerados por dos lados muy diferentes: por Hna parte como objetos
de los sentidos y del entendimiento para la experiencia; por otra parte, empero, como
objetos que solamente pensamos, en todo caso, para la razn aislada que aspira a salir
de los lmites de la experiencia. Ahora bien, encuntrase que, cuando se consideran las cosas desde este doble punto de vista, hay concordancia con el principio de
la razn pura y que, en cambio, cuando se las considera desde un solo punto de vista,
surge una inevitable contradiccin de la razn consigo misma? Entonces el experimento decide por la exactitud de aquella distincin.
'" Esta primera parte de la metafsica la expone Kant en la Analtica transcendental,
que constituye la primera parte de la Lgica transcendental.
103
" Las razones de la imposibilidad de esta segunda parte de la Metafsica las explica
Kant en la Dialctica transcendental, que conforma la segunda parte de la Lgica
transcendental.
* Este experimento de la razn pura tiene mucha semejanza con el que los
qumicos llaman a veces de la reduccin, pero que en general denominan mtodo sinttico. El anlisis delmetqflsico
el conocimiento puro a priori en dos elementos
muy heterogneos, a saber: el conocimiento de las cosas como fenmenos y el de
las cosas en s mismas. La dialctica los enlaza ambos de nuevo en tm,mimidad con la
......
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mero atae, nada puede ser atribuido a los objetos en el conocimiento a priori, sino lo que el sujeto pensante toma de s
mismo; y, en lo que toca a lo segundo, es la razn pura especulativa, con respecto a los principios del conocimiento, una
unidad totalmente separada, subsistente por s, en la cual cada
uno de los miembros est, como en un cuerpo organizado,
para todos los dems, y todos para uno, y ningn principio
puede ser tomado con seguridad, en una relacin, sin haberlo al mismo tiempo investigado en la relacin general con todo
el uso puro de la razn. Por eso tiene la metafsica una rara
fortuna, de la que no participa ninguna otra ciencia de la razn
que trate de objetos (pues la lgica ocpase slo de la forma
del pensamiento en general); y es que si por medio de esta
crtica queda encarrilada en la marcha segura de una ciencia,
puede comprender enteramente el campo de los conocimientos a ella pertenecientes y terminar, por tanto, su obra, dejndola para el uso de la posteridad, como una construccin
completa; porque no trata ms que de principios y de las limitaciones de su uso, que son determinadas por aquellos mismos.A esta integridad est, pues, obligada como ciencia fu.n"}
damental, y de ella debe poder decirse: nil actum reputans, si
quid superesset agendum 12
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!MMANUEL KANT
y, por tanto, como libre, sin que aqu se cometa contradiccin 16 .Ahora bien, aunque mi alma, considerada en este ltimo aspecto, no la puedo conocer por razn especulativa (y
menos an por la observacin emprica), ni, por tanto, puedo
tampocq conocer la libertad, como propiedad de un ser a quien
atribuya efectos en el mundo sensible, porque tendra que
conocer ese ser como determinado segn su existencia, y, sin
embargo, no en el tiempo (cosa imposible, pues no puedo poner intuicin alguna bajo mi concepto), sin embargo, puedo
pensar la libertad, es decir, que la representacin de esta no
encierra contradiccin alguna, si son ciertas nuestra distin-
cin crtica de ambos modos de representacin (el sensible
y el intelectual) y la limitacin consiguiente de lo conceptos
puros del entendimiento y, por tanto, de los principios que
de ellos dimanan.Ahora bien, supongamos que la moral
.
supone necesarianente la libertad (en el senti"do ms estricto) como propiedad de nuestra voluntad, porque alega a priori principios que residen originariamente en nuestra razn,
como datos de sta, y que seran absolutamente imposibles sin
la suposicin de la libertad; supongamos que la razn espe-.
culativa haya demostrado, sin embargo, que la libertad no se
puede pensar en modo alguno, entonces necesariamente aque- .
lla presuposicin, es decir, la moral, debera ceder ante sta, cuyo contrario encierra una contradiccin manifiesta, y, por
consiguiente, la libertad y cori ella la moralidad (pues su
trario no encierra contradiccin alguna, a no ser que se haya
ya presupuesto la libertad) deberan dejar el sitio al mecanismo natural. Mas para la moral no necesito ms sino que la libertad no se contradiga a s misma y que, por tanto, al menos sea
pensable, sin necesidad de penetrarla ms, y que no ponga,
pues, obstculo alguno al mecanismo natural de una y la misma
accin (tomada en otra relacin); resulta, pues, que la teora
de la moralidad mantiene su puesto y la teora de la natura- .
leza el suyo, cosa que no hulfiera podido ocurrir si la crtica
109
no nos hubiera previamente enseado nuestra inevitable ignorancia respecto de las cosas en s mismas y no hubiera limitado a meros fenmenos lo que podemos conocer tericamente.
Esta misma explicacin de la utilidad positiva de los principios crticos de la razn pura puede hacerse con respecto al
concepto de Dios y de naturaleza simple de nuestra alma. La
omito, sin embargo, en consideracin a la brevedad{ As pues,
no puedo siquiera admitir Dios, la libertad y la inmortalidad 17
para el uso prctico necesario de mi razn, como no cercerze
al mismo tiempo a la razn especulativa su pretensin de conocimientos transcendentes. Porque sta, para llegar a tales
conocimientos, tiene que servirse de principios que no alcanzan en realidad ms que a objetos de la experiencia posible,
y, por tanto, cuando son aplicados, sin embargo, a lo que no
puede ser objeto de la experiencia, lo transforma realmente
siempre en fenmeno y declaran as imposible toda ampliacin prctica de la razn pura. Tuve, pues, que anular el saber,
para. reservar un sitio a la fe 18 ; y el dogmatismo de la metafisi. ca, es decir, el prejuicio de que puede avanzarse en metafsica
sin crtica de la razn pura es la verdadera fuente de todo
creimiento opuesto a la moralidad, que siempre es muy dogmtico. [... )
17
Los clsicos objetos de la metafsica, segn Kant: Dios,lo suprasensible por encimtl
de nosotros, la libertad, lo suprasensible et1 nosotros, y la irmwrtalidad, lo suprasensible
despus de nosotros.
" Pero a la fe racional o fe moral, esto es, a la fe que surge del uso prctico de la
razn (vase la nota 176), no a la fe teologal, que es fruto de la revelacin divina.
Vase la nota 186.
[l]
HISTORIA
28
>
'
mente
eso. como tres aspectos o, para decirlo a la ma-
nera alemana, como tres "momentos" que han existido desde
el principio de la historia y desde el primer hombre y que
todava hoy sirruen riaiendo en la historia.
"
"
.
La produccin de la vida, tanto de la propia en el tra .
bajo, como de la ajena en la procreacin, se manifiesta inmediatamente como una doble relacin -de una parte, como
una relacin natural, y de otra como una relacin social-;
social, en el sentido de que por ella se entiende la cooper.a
cin de diversos individuos, cualesquiera que sean sus condiciones, de cualquier modo y para cualquier fin. De donde se
desprende que un determinado modo de produedn auna
determinada f:Jse industrial lleva siempre aparejado un deter
minado modo de cooperacin o una determinada fase social,
modo de cooperacin que es,
su vez, una "fuerza productiva"; que la suma de las fuerzas prod uelivas accesibles al
hombre condiciona el catado social y que, por tanto,
"his
toria de la humanidad" debe estudiarse y elaborarse siempre
en conexin con la historia de la industria y del intercambio.
Pero, asimismo es evidente que en Alemania no se puede
escribir esle tipo de historia, ya que loa alemanes carecen, no
slo de la capacidad de concepcin y del
a.ino tambin de la "certeza" adquirida a travs de los sentidos, y que de aquel lado del Riri no es posible .reunir
experiencias, por la sencilla razn de que all no ocurre ya
la
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32
reules, esto slo podr explicarse porque las relaciones sociales existentes se hallau, a su vez, en contradiccin con la fuerza productiva existente; cosa que, por lo dems, dentro de un
determinado circulo nacional de relaciones, podr suceder
tambin a pesar de que la contradiccin no se d en el:
seno de esta rbita nacional, sino entre esta conciencia nacional y la prctica de otras naciones; es decir, entre la conciencia nacional y general de una t1acin. * Por lo dems,
es de todo punto indiferente lo que la conciencia por s
sola haga o emprenda, pues de toda esta escoria slo oh
tendremos un resultado, a saber: que estos tres momentos,
la fuerza productora, el estado social y la conciencia, pueden y deben necesariamente entrar en contradiccin entre
si, ya que, con la divisin dal trabajo, se da la posiliili
dad, ms aun, la realidad de que las actividades espiri
tuales y materiales, el disfrute y el trabajo, la produccin
y el consumo, se asignen a diferentes indiyid1,1os, y la posi
bilidad de que no cai_!an en contradiccin reside solamente
en que 1uelva a abandonarse la divisin del trabajo. Por lo
dems, de suyo se comprende que los "espectros", los "nexos".
los "entes superio;:es", los "conceptos", los "reparos", no son
ms que la e:presin espiritual puramente idealista, la idea
aparte del individuo aislado, la representacin de t-rabas y
limitaciones muy
dentro de las cuales se mueve
el modo de produccin de lu vida y la forma de intercambio
congruente con l.
-Con la divisin del traba] o, que lleva implicitas todas
estas contradicciones y que descansa, a su vez, sobre la divisin natural del trabajo en el seno de la
y en la
divisin de la sociedad en diversas familias contrapuestas,
se da, al mismo tiempo, la distribucin y, concretamente, la
distribucin desigual. tanto cuantitativa como cualitativamen:
te, del trabajo y de sus productos; es decir, la propiedad, cuyo
primer germen, cuya forma inicial se contiene ya en la fami
lia, donde la mujer y los hijos son los esclavos del marido.
La esclavitud, todava muy 111dimentaria, ciertamente, latente
en la familia, es la primeta forma de propiedad, que, por ]o
[Religin]. Los alemanes con la ideologa en cuanto tal.
(Glosa marginal de Marx).
33
---
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...
].o
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37
11
[2]
fuerza de trabajo excluida en masa del capital o de cualquier
satisfaccin, por limitada que ella sen- y, por tanto, la pr
dida no puramente temporal de este mismo trRhnjo como
fuente
de vida, presupone, a travs de la competencia,
el mcrcndo mundial. Por tanto, el proletariado slo puede
existir en un plano histrico-mundial, lo mi.smo que el co
munismo, su accin, slo puede llegar n cobrar realidad como
existencia histrico-universal. Existencia histrico-universal de
los individuds, es decir, existencia de los individuos directa
mente vinculada a la historia universal.
La forma de intercambio condicionada por laA fuerzas de
produccin existentes en todas las fases histricas anteriores
y <p.1e, n su vez, las condiciona es la sociedad civil, que, como
se desprende de lo anteriormente expuesto, tiene como premisa y como fundamento la familia simple y la famjlin com
puesta, lo que suele llamarse la tribu, y cuya naturaleza queda
precisada en pginas anteriores. Ya ello revela que esta so-.
ciedad g{vil ea el verdadero hogar y escenario de to"da la
historia y cun absurda resulta la concepcin histrica ante
rior que, haciendo caso omiso de las relaciones reales, slo
mira, con su limitacin, a las acciones resonantes 'de los jefes
y del Estado. 1R> La sociedad civil abarca todo el intercambio
material de los individuos, en una determinada fase de des
arrollo de las fuerzas
Abarca toda la vida co
mercial e industrial de una fase y, en este sentido, trascicndf'
de loe lmites del Estado y de la nacin, si bien, por otra
parte, tiene necesariamente que hacerse valer al exterior como
nacionalidad y, vista hacia el interior, como Estado ..El tr
mino de sociedad civil apareci en el siglo XVIII, cuando ya
las relaciones de propiedad se haban desprendido de los mar
coa de la comunidad antigua y medieval. La sociedad civil
en cuanto tal slo se desarrolla con la burgesa; sin embargo, la organizacin social que se desarrolla directamente ha
sndoae en la produccin y el intercambio, y qne forma
todas las pocas la haae del Estado y de toda otra supra
idealista, se ha designado siempre, invariahlcmen
lt-, con. el mismo nombre.
38
En ]a historia anterior es, evidentemente, un hecho emprico el que los individuos concretos, al extenderse sus actividndcs hasta un plano histrico-universal, se ven cada vez
ms Eojuzgados bajo un poder extrao a ellos {cuya opresin
Uctan luego a considerar como una perfidia del llamado espritu universal, etc.), poder que adquiere un carcter cada
vez ms de masa y se revela en ltima instancia como el
mercado mundial. Pero, asimismo, se demuestra empiricamen.
te qur, con el derrocamiento del orden social existente por
obra de la revolucin comunista (de lo que hablaremos ms
adelante) y la abolicin de la propiedad privada, idntica
a dicha revolucin, se disuelve ese poder tan misterioso para
los tericos alemanes y, entonces, la Hberaci:p. de cada individuo se impone en la misma medida en que la historia se
convierte totalmente en una historia universal. Es evidente,
por lo que dejamos expuesto ms arriba, que .la verdadera
riqueza espiritual del indivjduo depende totalmente de la riqueza de sus relaciones reales. Slo as se liberan los individuos concretos de las diferentes trabas nacionales y locales,
ponen en contacto prctico con la produccin (incluyendo
la espiritual) del mundo entero y se colocan en condiciones
de adquirir la capacidad necesaria
poder disfrutar esta
multiforme y completa produccin de toda la tierra (las creaciones de los
La dependencia total, forma natural
de la cooperacin histrico-universal de los individuos, se
convierte, gracias a la revolucin comunista, en el control y
la dominacin consciente sobre estos poderes, que, nacidos
de la accin de unos hombres sobre otros, hasta ahora han
venido imponindose a ellos aterrndolos y dominndolos,
como potencias absolutamente extraas. Ahora bien, esta concepcin puede interpretarse, a su vez, de un modo especulativo-idealista, ea decir, fantstico, como la "autocreacin del
(la "sociedad como sujeto"),
la
ser1e sucesiva de loa individuos relacionados entre s como un
solo individuo que realiza el misterio de engendrarse a s
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284
Turenne 107
LO QUE VA JUNTO CON NUESTRO .BUEN HUMOR
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LIBRO QUINTO
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. 344.
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345.
ELGAYSABER
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346.
NUESTRO INTERROGANTE
294
ELGAY SABER
ciones. o ... con vosotros mismos!>>. Lo ltimo sera el nihilismo, pero no sera tambin el nihilismo lo primero? ste '
es nuestro interrogante.
347.
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109
La fuerza del poder de la fe que mueve montaas la acreditan
como Mateo 9, 22: <<Jess se volvi y vindola dijo: Hija, ten confiaiU
fe te ha sanado. Y qued sana la mujer desde aquel momento; 15, 28:
tonces Jess le dijo: Oh, mujer!, grande es tu fe. Hgase contigo
quieres. Y desde aquella hora qued curada su hija.
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295
ante la visin de la rabia ntimamente soportada, un malhucorno sntomas o enmascaramientos del sentimiento de debilidad. Incluso la misma vehemencia con que nuestros ms
inteligentes contemporneos se pierden en pobres rincones y
angosturas, muestra siempre ante todo la necesidad de fe, de
sostn, de espina dorsal y de recursos ... Como lo muestran,
por ejemplo, en el patrioterismo (as llamo yo a lo que se
llama en Francia chauvinisme, y en Alemania, alemn)
0 en las confesiones partidistas estticas, al modo de Pars,
naturalisme (que saca y descubre de la naturaleza solamente la
parte que causa asco y admiracin al mismo tiempo -hoy
se denomina a esta parte la vrit vraie-) o en nihilismo segn el modelo de San Petersburgo (esto es la fe en la incredulidad hasta el martirio por ello). La fe se desea tanto ms
y es ms premiosamente necesaria, donde falta voluntad,
pues la voluntad, en cuanto amor al mando, es el signo ms
distintivo de la propia soberana y de la propia fuerza. Esto
- quiere decir que cuanto menos sabe uno mandar, tanto ms
desea uno alguien que mande, que mande con rigor, sea
Dios, un prncipe, un Estado, un mdico, un confesor, un
dogma o una conciencia de partido. De lo cual acaso hubiera
de inferirse que las dos religiones mundiales, el budismo y
el cristianismo, pudieran haber tenido especialmente su razn de origen, su rpida propagacin en una inmensa enfermedad de la voluntad. Y as ha sido verdaderamente, ambas
religiones encontraron un anhelo del t debes, engrosado
hasta la insensatez por enfermedad de la voluntad y que llegaba hasta la desesperacin; ambas religiones fueron maestras del fanatismo en tiempos de adormecimiento de la vo. !untad y ofrecieron con ello un asidero a un sinnmero de
personas, una nueva posibipdad de querer, un goce en el
.querer. Pues el fanatismo es la nica fuerza de voluntad a
_Jaque pueden ser llevados hasta los dbiles e inseguros,
una especie de hipnotismo de todo el sistema sensi-
128
6.36311
6.37
6.371
6.372
6.373
6.374
6.375
6.3751
LUOW!G WITTGENSTJ!n.
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TRACTATUS LOG!CO-PHILOSOPHICUS
'
(Est claro que el producto lgico de dos proposiciones elementales no puede ser una tautologa ni
una contradiccin. El enunciado de que un punto
del campo visual tiene al mismo tiempo dos colores
diferentes es una contradiccin.)
Todas las proposiciones valen lo mismo.
El sentido del mundo tiene que residir fuera de l.
En el mundo todo es como es y todo sucede como
sucede; en l no hay valor alguno, y si lo hubiera carecera de valor.
Si hay un valor que tenga valor ha de residir fuera
de todo suceder y ser-as. Porque todo suceder y seras son casuales.
Lo que los hace no-casuales no puede residir en el
mundo; porque, de lo contrario, sera casual a su vez.
Ha de residir fuera del mundo.
Por eso tampoco puede haber proposiciones ticas. Las proposiciones no pueden expresar nada
msalto.
6.4
-------
6.41
6.42
6.421
6.422
130
6.423
6.43
6.431
6.4311
6.4312
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6.432
LUDWIG WITI'GENSTEIN
131
TRACfATUS LOGICO-PHILOSOPH!CUS
6.4321
6.44
6.45
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6.51
6.52
6.521
6.522
6.53
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6.54
LUDWIG WITTGENSTEIN
metafsico, probarle que en sus proposiciones no haba dado significado a ciertos signos. Este mtodo le
resultara insatisfactorio -no tendra el sentimiento
de que le ensebamos filosofa-, pero sera el nico
estrictamente correcto.
Mis proposiciones esclarecen porque quien me
entiende las reconoce al final como absurdas, cuando a travs de ellas -sobre ellas- ha salido fuera de
ellas. (Tiene, por as decirlo, que arrojar la escalera
despus de haber subido por ella.)
Tiene que superar estas proposiciones; entonces
ve correctamente el mundo.
De lo que no se puede hablar hay que callar.
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132
LUDWIG WITIGENSTEIN
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INVESTIGACIONES FILOSFICAS
133
. prcticas, el mejoramiento de nuestra terminologa para evi. r.ar malentendidos en el uso prctico, es perfectamente posible. Pero stos no son los casos con los que hemos de habr:.: noslas. Las confusiones que nos ocupan surgen, por as
. decirlo, cuando el lenguaje marcha en el vaco, no cuando
! trabaja.
133. No queremos refinar o complementar de maneras
\J!st por cualquier enunciado. Se emplea como esquema pro:' posicional; pero slo porque tiene la estructura de una oracin castellana. En vez de ella podra decirse sin ms ni ms:
. esto y esto es el caso o as y as son las cosas, etc.
_Tambin podra usarse, como en lgica simblica, simpleuna letra, una variable. Pero nadie iba a llamar a la
"P" la forma general de la proposicin. Como ya se ha
Las cosas estn as y as era eso slo porque es ella
lo que se llama una oracin castellana. Pero aunque
una oracin, slo tiene todava empleo como variable
124
LUDWIG WITIGENSTEIN
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INVESTIGACIONES FILOSFICAS
125
lll. Los problemas que surgen de una rnalinterpretade nuestras formas lingsticas tienen el carcter de lo
Son profundas inquietudes; se enrazan tan promoau1cue en nosotros corno las formas de nuestro lenguasignificado es tan grande como la importancia de
lenguaje.--Preguntmonos: Por qu sentimos
profundo un chiste gramatical? (Y sa es por cierto la
filosfica.)
Un smil absorbido en las formas de nuestro lenproduce una falsa apariencia; nos inquieta: Pues no
-decimos. Pero tiene que ser as!
13. Pues es as-- me digo una y otra vez. Siento
si hubiera de captar la esencia de la cosa con slo fijar
con absoluta nitidez en ese hecho, con slo poder
bien.
4. Tract. log. phil (4.5): La forma general de la proes: Las cosas estn as y as .--sta es una propodel tipo de las que uno se repite innumerables veces.
seguir una y otra vez la naturaleza y se va slo a lo
de la forma por medio de la cual la examinamos.
5. Una figura nos tuvo cautivos. Y no podamos salir,
reside en nuestro lenguaje y ste parece repetrnosla
,exorablemente.
'H6. Cuando los filsofos usan una palabra -conoci" ser, objeto, ''YO", proposicin>>, nornbre>>-cte captar la esencia de la cosa, siempre se ha de
. Se usa efectivamente esta palabra de este modo
el lenguaje que tiene su tierra natal?Vosotros reconducimos las palabras de su empleo metafa su empleo cotidiano.
117. Se me dice: Entiendes, pues, esta expresin? Pues
-la uso con el significado que t sabes.-Como si el
fuera una atmsfera que la palabra conllevara y
ra en todo tipo de empleo.
por ejemplo, alguien dice que la oracin Esto est
(a la vez que apunta a un objeto que hay delante de s)
sentido para l, entonces podra l preguntarse bajo
especiales circunsta.ncias se emplea efectivamente esta
Es en stas en las que tiene sentido.
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LUDWIG WITTGENSTEIN
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INVESTIGACIONES FILOSFICAS
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128
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Como con los colores y sonidos acontece con las verdades. -La estructura psquica de cada individuo viene a ser un rgano
perceptor, dotado de una forma determinada, que permite la
comprensin de ciertas verdades y est condenado a inexorable
ceguera para otras. Asimismo, cada pueblo y cada poca tienen
su alma tpica, es decir, una retcula con mallas de amplitud
y perfil definidos que le prestan rigorosa afinidad con
verdades e incorregible ineptitud para llegar a ciertas otras.
Esto significa que todas las pocas y todos los pueblos han
gozado su congrua porcin de verdad, y no tiene sentido que
pueblo ni poca algunos pretendan oponerse a los dems,
como si a ellos solos les hubiese cabido en el reparto la verdad
entera. Todos tienen su puesto determinado en la serie
histrica; ninguno puede aspirar a salirse de ella, porque esto
equivaldra a convertirse en un ente abstracto, con .llitegra
renuncia a la existencia.
135
Lo que acontece con la visin corprea se cumple igualmente en todo lo dems. Todo conocimiento lo es desde un
punto de vista determinado. La species aeternitatis, de Spinoza,
el punto de vista ubicuo, absoluto, no existe propiamente: es
un punto de vista ficticio y abstracto. No dudamos de su
utilidad instrUmental para ciertos menesteres del conocimiento;
pero es preciso no olvidar que desde l no se ve lo real. El
punto de vista abstracto slo proporciona abstracciones.
Esta manera de pensar lleva a una reforma radical de la
filosofia y, lo que importa ms, de nuestra sensacin csmica.
La individualidad de cada sujeto real era el indominable
estorbo que la tradicin intelectual de los ltimos tiempos
encontraba para que el conocimiento pudiese justificar su
pretensin de conseguir la verdad. Dos sujetos diferentes
-se pensaba- llegarn a verdades divergentes. Ahora vemos
que la divergencia entre los mundos de dos sujetos no implica
la falsedad de uno de ellos. Al contrario, precisamente porque
117
Una vez examinado el carcter selectivo del conocimiento y la verdad, Ortega
se introduce de lleno en el tema de la perspectiva y del punto de vista. La afirmacin
de la perspectiva y del punto de vista individuales conduce a la negacin de la verdad
utpica, no particularizada. Con ello, las exigencias de este nuevo mbito vital,
perspectivista, histrico, solicitan la sustitucin de la razn pura tradicional por la
razn vital. Por supuesto, la importancia de estos temas en la filosofa de Ortega es
enorme. En el Prlogo-conversacin con Fernando Vela (1933) deca: Es la teora
general de mi filosofa: el perspectivismo. Pero no es el"punto de vista" en el sentido
idealista, sino al revs: es que lo visto, la realidad, es tambin punto de vista" (IV. 390).
En Meditaciones del QHijote (1914) ya se haba preguntado: Cundo nos abriremos
a la conviccin de que el ser definitivo del mundo no es materia ni es alma, no es
cosa alguna determinada, sino una perspectiva?" (L 321) y en Verdad y perspectiva,
(1916), el primer escrito de El Espectador, haba concretado el tema (como l mismo
se encargai: de indicar en nota unos prrafos ms adelante): La realidad, precisamente
por serlo y hallarse fuera de nuestras
individuales, slo puede llegar a stas
multiplicndose en mil caras o haces.[ ...] La realidad no puede ser mirada sino desde
el punto de vista que cada cual ocupa, fatalmente, en el universo. Aqulla y ste son
correlativos, y como no se puede inventar la realidad, tampoco puede fingirse el
punto de vista.[ ...] La realidad, pues, se ofrece en perspectivas individuales. Lo que
para uno est en ltimo plano, se halla para otro en primer trmino. El paisaje ordena
sus tamaos y sus distancias de acuerdo c9n nuestra retina, y nuestro coraZ!f reparte
los acentos (II, 19).
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abrir bien los ojos sobre el contorno y aceptar la faena que nos propone
'
'
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(11, 728).