Rodríguez Gallardo, Analfabetismo-Alfabetización

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Deniendo la lectura, el alfabetismo y otros conceptos relacionados

Adolfo Rodrguez Gallardo *

Artculo recibido:
25 de abril de 2005.
Artculo aceptado:
6 de junio de 2006.

Resumen

Por mucho tiempo, pero particularmente durante el siglo pasado, el alfabetismo y la lectura han sido objeto
de inters por parte de la comunidad acadmica y de
organismos internacionales. Esta situacin ha puesto al descubierto la existencia de diferentes enfoques
relacionados con la denicin del alfabetismo y la lectura, especialmente tras reconocerse su inuencia en
el desarrollo socioeconmico y su vinculacin con los
derechos fundamentales de las personas.
Este trabajo analiza el signicado de los trminos alfabetismo, lectura y otros relacionados; as como la
forma en que han variado a lo largo de la historia como producto del desarrollo de la civilizacin; y seala

Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecolgicas de la UNAM, Mxico.


[email protected]
INVESTIGACIN BIBLIOTECOLGICA, Vol. 21, Nm. 42, enero/junio, 2007, Mxico,
ISSN: 0187-358X. pp. 143-175

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que stos no slo son importantes en s mismos sino


tambin en tanto que su medicin varia en funcin del
concepto que se elija.
Palabras clave: Lectura; Alfabetismo; Analfabetismo; Alfabeta; Analfabeta; Leer; Escribir.

Abstract

Dening reading, literacy and other related concepts


Adolfo Rodrguez Gallardo
For some time now, but particularly during the last
century, literacy and reading have been objects of interest for the academic community and international
agencies. This situation has brought into the open the
existence of different approaches to the denition of
literacy and reading, especially once their inuence on
socio-economic development and its link with basic
human rights have been recognized.
This paper analyses the meaning of such terms as literacy and reading, as well as how these have changed
throughout history as products of the development of
civilization. It shows that these terms are not only important in themselves but also inasmuch as their measurement varies according to the denition chosen.
Keywords: Reading, Literacy; Illiteracy; Literate;
Illiterate; Writing.

Introduccin

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simple vista dilucidar lo que signica leer y determinar quin est alfabetizado parece muy simple. Sin embargo si se analizan con cuidado las
diferentes acepciones que han existido y se tienen respecto de lo que signica
leer o ser alfabeta se puede advertir que estos conceptos no son muy claros.
Contar con una denicin que sea aceptada por todos y que haya prevalecido
durante todo el tiempo es extremadamente complicado, pues el signicado de
los conceptos ha cambiado durante el desarrollo de la civilizacin; se han agregado elementos relacionados con una amplia variedad de campos del conocimiento y esto ha producido que el mismo trmino exprese ideas diferentes.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

Es importante tener presente cul es el concepto de alfabeta para que la


medicin y evaluacin del alfabetismo tengan un marco de referencia slido.
Si utilizamos como punto de partida la aseveracin de que alfabeta es aquella
persona que sabe leer, las estadsticas pueden resultar muy alentadoras; si por
el contrario usamos el criterio, que repasaremos ms adelante, relacionado con
la escolaridad o con pruebas sobre utilizacin y comprensin de la lectura, el
panorama se ensombrece. Tal vez el aspecto ms sobresaliente relacionado con
el alfabetismo surgido en los ltimos aos sea el inters por determinar qu tan
bien se lee. Por ello es importante tener claro cmo denimos la lectura y cul
es el nivel de alfabetismo antes de poder establecer relaciones entre ambos.
En la actualidad no poseer la capacidad de leer constituye una seria limitante para el desarrollo individual y social, por ello se busca la manera de
dotar a quienes se encuentran en esta condicin de los conocimientos necesarios para que aprendan a leer y escribir. En la antigedad la situacin era
completamente diferente, la persona analfabeta no vea limitado su desarrollo por carecer de la habilidad para leer y escribir, y el concepto que tena la
sociedad de ella era totalmente distinto al que tenemos hoy en da.
La UNESCO en Literacy for life: education for all1 describe una situacin
dramtica en la que no obstante todos los programas nacionales, locales e
internacionales para erradicar el analfabetismo, la quinta parte de la poblacin mundial; es decir, 771 millones de personas adultas son analfabetas de
acuerdo con las formas convencionales de medir. Y son precisamente esas
medidas las que dicultan determinar con certeza cuntos analfabetos existen, pues como se demostrar en este trabajo, la denicin de analfabeta es
muy complicada dado que existen mltiples enfoques a este respecto. El mismo documento nos dice que la falta de capacidad lectora es una violacin a
los derechos humanos porque priva a las personas del acceso a la informacin y a la cultura escrita. Aunque este derecho a la alfabetizacin no existe
como tal, forma parte esencial del derecho a la educacin y ste nos conduce
al ejercicio de otras facultades,
[El analfabetismo] constituye un impedimento para la realizacin de las capacidades humanas y el logro de la justicia y el desarrollo econmico y social, particularmente para las mujeres. 2

Como resultado del trabajo de la UNESCO se ha generado una larga lista


de documentos, resolutivos y declaraciones internacionales que establecen
1
2

UNESCO, Literacy for life: education for all (Pars: UNESCO, 2005), 30.

Ibd.

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que la educacin es un derecho humano, que est relacionado con los nios,
los adultos y las mujeres y se ha reconocido la necesidad de asegurar que todos reciban una formacin bsica que les permita progresar.3
La falta de capacidad lectora est asociada estrechamente con la pobreza,
tanto en el sentido econmico como en su sentido ms amplio que involucra
la privacin de posibilidades. La lectura fortalece la capacidad de los individuos, las familias y las comunidades, de satisfacer sus necesidades de salud,
educacin, participacin poltica, economa, cultura y servicios.
Pero con todo lo importante que es la lectura, por s sola no puede solucionar, entre otros, los problemas de pobreza, malnutricin o desempleo. Sin embargo es un factor sin el que no se pueden superar los problemas sociales y econmicos de las sociedades desarrolladas y en especial de aquellas en desarrollo.4
Como se advierte en los prrafos anteriores, algunos especialistas incluyen
en la denicin de alfabeta la satisfaccin de ciertas necesidades, principalmente aquellas relacionadas con el impacto que supone la capacidad de leer.
En este trabajo esperamos analizar cuidadosamente estos distintos enfoques.
Wagner5 seala que a lo largo de la historia los estudiosos del fenmeno
de la lectura han buscado denirla, afrontando diversas dicultades, ya que
ms de una disciplina la cultiva. En el estudio de la lectura convergen todas
las ciencias sociales, desde la psicologa y la lingstica hasta la historia, la
antropologa, la sociologa, la demografa y la pedagoga; y el universo humano que cubre la lectura va de la niez a la ancianidad. Por ello algunas de las
deniciones que se han dado representan puntos de vista encontrados que,
adems, son defendidos con pasin, pues de la denicin que se acepte depender el universo de quienes carecen de la capacidad para leer.

La lectura y la comunicacin de las ideas


En forma muy amplia y elemental es posible armar que la lectura es el
proceso mediante el cual una persona es capaz de descifrar lo que otra ha
escrito con el propsito de comunicar una idea, preservar un conocimiento
o transmitir un mensaje. Se ha dicho que la escritura es una extensin de la
memoria; cuando los hombres no estn seguros de poder retener en la mente
el conocimiento sobre un tema determinado han recurrido a la escritura para
3
4
5

146

Ibd., 136.
Ibd., 31.
Daniel A. Wagner, Rationales, debates and the new directions: an introduction, en Literacy
an international handbook, edited by Daniel A. Wagner, Richard L. Venezky y Brian V. Street
(Boulder : Westview Press, 1999), 1.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

su preservacin; 6 del mismo modo sta se ha empleado para poder mandar


mensajes de un lugar a otro sin necesidad de que el autor o emisor del mensaje est presente.
Tanto las personas como las sociedades han sido clasicadas como analfabetas o como lectoras, as por ejemplo los individuos que poseen la habilidad de comunicarse con otros mediante el uso del lenguaje escrito son
considerados alfabetas y quienes no poseen esa habilidad como analfabetas.
Del mismo modo, las sociedades que poseen una lengua escrita son llamadas
sociedades alfabetas y las que carecen de ellas son denominadas no alfabetas
o pre-alfabetas.7 Ser alfabeta no consiste en ser capaz de darle un nombre o
un sonido a un carcter escrito; tampoco implica la ubicacin pasiva de una
imagen almacenada en algn lugar del cerebro con la que pueda relacionarse
una palabra escrita. La lectura es un proceso activo, autodirigido por el lector en muchas formas y con mltiples propsitos.8 Freire y Macedo sugieren
que aprender a leer y a escribir signica crear y establecer la expresin escrita
de aquello que puede ser dicho oralmente.9
La capacidad de poder descifrar lo escrito est estrechamente relacionada
con la de escribir; no se puede encontrar una sin la otra, pero normalmente se
estudian por separado debido a que su enseanza y transmisin se efectan
en forma separada. Esto quiere decir que es posible ensearle a una persona
a leer pero no necesariamente a escribir, situacin que no se presenta a la inversa; es decir, nadie que sepa escribir desconoce o carece de la habilidad de
leer.10 Puesto que la lectura es una derivacin de la lengua hablada, constituye el cdigo de un cdigo, es la forma visual de un medio oral y auditivo.11

Los conceptos
La idea que habitualmente se evoca ante la referencia a una persona alfabetizada, o que sabe leer, ha cambiado con el correr de los siglos. La evolucin
de los conceptos ha complicado el estudio del fenmeno a tal grado que no es
6

John A. Downing y Che Kan Leong, Psychology of reading (New York : Macmillan; London:
Collier Macmillan, 1982), 9.
7 World illiteracy at Mid-Century: a statistical study (Westport, Conn.: Greenwood Press, 1957), 18.
8 Eleanor J. Gibson y Harry Levin, The psychology of reading (Cambridge Mass.: MIT, 1975), 5.
9 Paulo Freire y Donaldo Macedo, Literacy: reading the word and the world, foreword by Ann E.
Berthoff; introduction by Henry A. Giroux (South Hadley , Mass.: Bergin & Garvey, 1985), 35.
10 Mercedes Vilanova Ribas y Xavier Moreno Juli, Atlas de la evolucin del analfabetismo en
Espaa de 1887 a 1981 ([Madrid]: Ministerio de Educacin y Ciencia, Secretara de Estado
de Educacin, Direccin General de Renovacin Pedaggica, Centro de Investigacin, Documentacin y Evaluacin, [1992]), 54
11 John Oxenham, Literacy, writing, reading and social organization (London: Routledge & Kegan Paul, 1980), 19-20.

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fcil saber si se habla de individuos con las mismas caractersticas, y si los niveles de alfabetismo son semejantes entre una sociedad y otra. Esta situacin
ha provocado que, aunque parece fcil saber quin sabe leer y quin no, dependiendo del concepto que se tenga de la lectura, el resultado de un estudio
puede ser muy diferente al de otro. Los trminos adquieren diferente signicado en los grupos o naciones en funcin de sus tradiciones culturales, religiosas, econmicas y de la perspectiva social de cada grupo.12 sta es una de
las razones por las que resulta difcil encontrar una denicin comn, pues
sus funciones, signicados y mtodos varan de un grupo cultural a otro, sin
que ninguno tenga la exclusividad de la razn.13
Son dos las principales tendencias que surgen al denir la lectura y la alfabetizacin. La primera, de carcter meramente mecnico, se relaciona con
la labor de descifrar lo escrito, mediante la transcripcin de frases, la pronunciacin de las palabras escritas y la obtencin de un signicado de lo que est
impreso. La segunda lnea de interpretacin con respecto a la lectura guarda
relacin con una concepcin ya no slo mecnica, sino con la interpretacin
personal que cada lector le da al mensaje escrito o impreso, la reaccin que
genera lo ledo, la evaluacin de las ideas del autor y la obtencin de un mayor entendimiento de lo expresado por otros.14
Se suele pensar que la forma en que las personas conceptuan la lectura
y la escritura es una sola y que sta es compartida por todos. En realidad las
ideas que se tienen sobre ambas prcticas nos llevan a pensar en mltiples
visiones que cambian dependiendo de una variedad de factores, entre ellos
la edad, la educacin, las actividades cotidianas y los gustos personales, y que
tratar de resolver el problema de la lectura con una visin estrecha no produce el xito deseado dada la complejidad del fenmeno.15
Las expectativas y las habilidades para leer son generalmente diferentes
segn con la edad. Los nios, mozos, mancebos y viejos no se acercan a la
lectura de la misma forma; algunos no saben cmo leer, mientras otros no
tienen el deseo o bien han olvidado cmo hacerlo.16
Sin embargo autores como Vilanova y Moreno parecen pensar que los paradigmas que se han creado sobre el mejoramiento individual y social promovidos
por la lectura resultan no del todo acertados y estn cargados de prejuicio y mito:
12 Kathleen Tyner, Literacy in a digital world: teaching and learning in the age of information (Mahwah, N. J.: Erlbaum, 1998), 25.
13 Daniel A. Wagner, Literacy, culture and development: becoming literate in Morocco (Cambridge; New York : Cambridge University Press, 1993), 3.
14 Doris M. Lee, What is reading, The Reading teacher 22, no. 5 (February 1969) : 403.
15 Roger Chartier, Texts, printing, reading, en The New cultural history : essays, edited and
with an introduction by Lynn Hunt (Berkeley: University of California, 1989), 155.
16 Ibd.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

Los polticos e investigadores polemizan en torno al signicado de la alfabetizacin desde el punto de vista histrico y actual para describirla, comprenderla e
interpretarla en sus mltiples facetas y coyunturas y para paliar el analfabetismo
considerado como un handicap y como una causa de marginacin social. Este desconocimiento ha abonado el mito de la alfabetizacin contribuyendo a que arraigara la conciencia de que urga alfabetizar. Porque segn el mito la utilizacin
del alfabeto permite el pensamiento lgico y analtico, los conceptos abstractos,
el pensamiento crtico y racional, una actitud escptica e interrogante, el reconocimiento de la importancia del tiempo y del espacio y una diferenciacin entre
historia y prehistoria. Adems, la alfabetizacin impulsa gobiernos complejos,
democrticos y modernos, la riqueza y la productividad, la estabilidad poltica,
la urbanizacin y hasta el control de la natalidad. Por otra parte, nos hacemos
innovadores, bien orientados, cosmopolitas, liberales y humanos, menos aptos
para la delincuencia y ms propicios para aceptar responsablemente derechos y
deberes.17

Por el tono empleado, parece que Vilanova y Moreno dudan de que todas las bondades sealadas puedan ser obtenidas como resultado de la promocin de la alfabetizacin en un pas. Si bien es cierto que entre todas las
ventajas enumeradas y el alfabetismo no existe una relacin automtica de
causa-efecto, tambin lo es que s hay cierta relacin y que sin alfabetizacin
muy difcilmente se pueden lograr todos los benecios ya sealados. En realidad se observa una relacin en la que la alfabetizacin es una causa necesaria, pero no suciente para explicar la superacin de todas las trabas sociales
mencionadas. Nadie espera que milagrosamente la alfabetizacin solucione
la problemtica descrita, porque aunque el analfabetismo es un problema
importante, no es el ms importante de los asuntos que afectan a una sociedad, y lograr una sociedad lectora no es el objetivo ms importante de una
comunidad.18
Langer hace una distincin entre el alfabetismo, como el acto de leer y escribir, y el alfabetismo como una forma de pensamiento y un discurso. Leer y
escribir, como el nivel ms bajo de actividad, involucran muy poco pensamiento alfabeta, por lo que pueden ser consideradas casi como actividades mecnicas de desciframiento de textos; mientras que ser alfabeta presupone una
actividad intelectual compleja en las formas de pensar y procesar lo ledo.19
17 Vilanova Ribas y Moreno Juli, Atlas de la evolucin del analfabetismo en Espaa, 46.
18 Harvey J. Graff, The legacies of literacy: continuities and contradictions in Western culture and
society (Bloomington: Indiana University Press, 1987), 82.
19 Judith A. Langer, A sociocognitive perspective in literacy, en Language, literacy and culture:
issues of society and schooling, ed. by Judith A. Langer (Norwoord, N.J.: Ablex Pub. Corp.,
1987), 3.

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Aun hay quien piensa que leer y escribir no son sino una tecnologa de la
comunicacin, esta idea resulta difcil de aceptar para aquellos que ven en la
lectura una actividad de profundo contenido humanstico, alejada del carcter mecnico que su similitud con la tecnologa presupone. Sin embargo, si se
piensa que leer y escribir implica el manejo de una forma o tcnica de codicacin de ideas y de desciframiento de lo escrito para comunicar a dos personas, la idea de que la lectura y la escritura son tecnologas de la comunicacin
no resulta tan descabellada, aunque s chocante para algunos acadmicos.20
Graff sostiene que la lectura y la alfabetizacin son, ante todo, un grupo
de tecnologas o un grupo de tcnicas de comunicacin para descifrar y reproducir materiales escritos o impresos.21 Weaver ofrece la idea de que hablar es un comportamiento innato en el ser humano y que esta habilidad se
ha desarrollado durante siglos, que las personas no tienen que ir a la escuela
para aprender a hablar porque la convivencia con otros individuos que hablan una misma lengua las llevar a aprender ese idioma; sin embargo leer y
escribir no son habilidades innatas.22 Aunque leer es el paso previo o primario, escribir depende de contar precisamente con la posibilidad de leer.23
En el mismo sentido encontramos que la capacidad lectora se percibe como parte de la tecnologa del pensamiento, ya que permite formularnos a nosotros mismos una representacin del mundo: el lenguaje y la lectura se utilizan para denir la realidad de otros, pero especialmente nuestra realidad.24
Pero esta tecnologa, por importante que sea no puede explicar por s
misma el funcionamiento de la sociedad, aunque sin ella tampoco se puede
describir el desarrollo social.25

El desarrollo conceptual
Analicemos las caractersticas que han tenido la lectura y la escritura a lo
largo de la historia y los hombres que las han conceptualizado.

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20 David Vincent, Literacy and popular culture: England 1750-1914 (Cambridge: Cambridge University Press, 1989) 5. Harvey J. Graff, The legacies of literacy : continuities and contradictions
in Western culture and society (Bloomington: Indiana University Press, 1987), 64
21 Harvey J. Graff, The Labyrinths of literacy: reections on literary past and present, Rev and expanded ed. (Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, c1995), 10.
22 Charles A. Weaver III, Reading, en Encyclopedia of human behavior, Vol. 4 (San Diego: Academic, 1994), 2.
23 Richard L. Venezky, Denitions of literacy, en Toward dening literacy, Richard L. Venezky,
Daniel A. Wagner, Barrie S. Ciliberti, eds. (Newark, DE : International Reading Association,
1990), 9.
24 David Barton, Literacy: an introduction to the ecology of written language (Oxford: Blackwell,
1994), 45.
25 Oxenham, 72.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

Para empezar, entre los primeros individuos que podan leer y escribir
pronto se formaron grupos que se convertiran en las clases mejor educadas y
poderosas de la sociedad; entre estos grupos se encontraban los gobernantes
y los sacerdotes. En el extremo opuesto estaban aquellos individuos que no
posean la habilidad de leer y escribir, y que dependan de otras personas para decodicar textos y de esta forma realizar sus funciones con cierto grado
de eciencia.
No se cuenta con mucha informacin sobre lo que en realidad signicaba
saber leer en las sociedades antiguas; los datos disponibles se reeren fundamentalmente a la cultura occidental; por ejemplo, a travs de Platn se tiene
noticia de la oposicin de Scrates respecto al uso de la lectura y la escritura
como un medio de hacer un anlisis racional.26 El principal argumento de
Scrates contra el uso de la escritura y la lectura es que stas no fomentan
la reexin sobre un asunto, que s logra el dilogo e intercambio oral de las
ideas. Scrates expresa que la lectura no facilita el intercambio de opiniones
y que adems no favorece que se ejercite la memoria en la que ve una fuente
de anlisis y enriquecimiento cultural. Por tanto este lsofo griego no conceba al alfabetismo como algo positivo y esencial para el desarrollo de la
sociedad y de los individuos.
En la antigedad la lectura fue una actividad social debido fundamentalmente a que la mayora de las personas no saban leer y escribir, la lectura
se haca en voz alta, aun cuando el lector estuviera solo, sta era la prctica
normal. Por esta razn llama tanto la atencin el hecho de que San Agustn
describa a San Ambrosio como un lector silencioso. Los pocos que tenan
las habilidades y conocimientos para leer contaban con una amplia masa de
oyentes que seguan el contenido de los materiales ledos en voz alta. En este
contexto la lectura no exclua a quienes no saban leer, tambin estaba hecha
para ellos. Esta prctica se extendi por centurias y an en el Siglo de Oro
espaol la mayora de los textos estaban hechos para ser ledos en voz alta
como lo demuestra Margit Frenk en su libro Entre la voz y el silencio.
Durante una poca los sacerdotes, que solan leer y escribir, se convirtieron en los intermediarios entre los hombres y la divinidad y en guardianes
del conocimiento.
Savater,27 al reexionar sobre el surgimiento del pensamiento humanstico, seala que en la antigedad los dioses no pretendan, ni requeran para su
culto, que quedaran por escrito sus verdades y sus principios. Son los dioses
modernos los de las grandes religiones monotestas como el judasmo, el
26 Platn, Fedro o del amor, en Dilogos, estudio preliminar de Francisco Larroyo (Mxico:
Porra, 2000), 258-259.
27 Fernando Savater, El valor de educar (Mxico: Planeta, 1997), 131-132.

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cristianismo y el islamismo quienes dejan tras de s libros que contienen


sus principios fundamentales. Las religiones modernas sostienen que esos libros son obra divina y que, en consecuencia, para llegar a Dios los individuos
deben saber leer o en su defecto contar con un clero que interprete y divulgue los textos, como en el caso del catolicismo. Si bien en un principio fueron
los sacerdotes quienes tuvieron la mayor necesidad de leer, posteriormente
ser al individuo comn a quien se le demandar que lo haga.
En la Edad Media el trmino literati se aplicaba a las personas que saban
leer, especialmente en latn, pues las lenguas vernculas no se haban desarrollado lo suciente, o slo lo haban hecho de forma oral. La literatura que
se produca tena un marcado tinte religioso, pero tambin era utilizada para
nes jurdicos y cientcos entre otros. Una abrumadora cantidad de textos
se produjeron en latn y los nicos que tuvieron acceso a ellos fueron quienes
saban leer en esa lengua, por lo tanto, el concepto alfabeta estaba relacionado con la habilidad de leer en latn y las implicaciones para aquellos que no
saban leer eran muy claras al quedar excluidos de la sociedad por su incultura. Se ha dicho que la cultura en esa poca se refugi en los monasterios;
si bien es cierto que son esas instituciones las que guardan la cultura escrita
tambin lo es que no todos los miembros de las congregaciones religiosas saban leer y escribir. Es posible que algunos de los maravillosos copistas que
nos legaron extraordinarias obras, primorosamente iluminadas y copiadas,
slo fueran reproductores de los textos que tenan frente a ellos y que no pudieran leer su contenido.
Durante mucho tiempo escribir fue en realidad una actividad tcnica, en
la que se empleaban instrumentos como el papel, las plumas y las tintas; no
era necesario saber leer para poder copiar la escritura de un libro a otro. Despus del ao 1300 el trmino literatus vino a signicar las habilidades mnimas para leer en latn. Con la difusin de las lenguas vernculas, particularmente despus de la Reforma, el trmino se aplic a la persona que poda leer
y escribir en su lengua materna.28
El surgimiento de la imprenta de tipos mviles permiti la produccin de
un mayor nmero de copias de la misma obra y con ello la posibilidad de acceder a la lectura se vio favorecida, y si bien es cierto que esta imprenta result de gran ayuda, tambin lo es que la mayora de las personas no saba leer y
escribir. Se ha sostenido que no se hubiera podido lograr la reforma protestante sin la imprenta de tipos mviles, y esto puede ser cierto, pero igual lo es
que su empleo no fue instantneo, aunque con el paso del tiempo naci una
relacin de interdependencia. La imprenta, al favorecer la lectura, ampli la
28 Venezky, 3.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

demanda de nuevos materiales y la necesidad de producir obras en forma


ms rpida y un mayor nmero de ejemplares.
En realidad no es fcil determinar si el avance tecnolgico produce ms
lectores o el incremento de los lectores demanda mejores formas de producir
libros. Graff29 sostiene que una de las grandes innovaciones de la Reforma
fue el reconocimiento de que la lectura, potencialmente peligrosa o subversiva, poda ser empleada como una herramienta o como un medio de educacin y adiestramiento (si se controlaba adecuadamente) en una escala en que
no se haba usado hasta entonces.
La Iglesia Catlica no fomentaba el desarrollo de lectores, ms bien pretenda controlar la lectura de los eles. Por ello, en el Concilio de Trento,
estableci con toda claridad que la enseanza de la religin catlica estaba
basada principalmente en el clero y que los catlicos podan leer la Biblia,
aunque para ello estableca cules eran los libros autorizados y reconocidos
como parte de la fe catlica. Todava en el Catecismo, publicado por Juan Pablo II en 1993, se conrmaba que la verdadera fe era transmitida principalmente mediante el sacerdote; no prohiba la lectura de la Biblia, pero marcaba ciertos lineamientos bajo los cuales habra de leerse. Esto es, mientras
para algunas religiones la lectura representaba el camino para llegar a la divinidad, para otras era tan slo una opcin ms y no el principal medio para
acceder ella.
Los criterios para evaluar y denir la lectura y a quin se ha de considerar
como alfabeta han cambiado a lo largo de la historia. Durante la ltima parte
del Siglo XX surge una gran preocupacin porque la totalidad de las personas sepan leer y escribir, actitud que no exista anteriormente; si bien es cierto que este inters es genuino, tambin lo es que el problema se aborda desde
una ptica individual, segn la cual se piensa que es conveniente y adecuado
para las personas aprender a leer y escribir, pero no se contempla el problema
en su magnitud social. El criterio sobre quin debe ser considerado alfabeta
se ha modicando con los aos, y de slo ser un buen deseo que la gente
supiera leer y escribir se lleg a la conviccin de que no es posible que una
sociedad se desarrolle si sus miembros carecen de una adecuada capacidad
lectora. Aqu hay que detenerse un instante para aclarar qu es una adecuada
capacidad, pues para diferentes sociedades y pases, sta puede ir desde la
destreza para leer unas cuantas palabras, o extenderse hasta llegar a la aplicacin de tal habilidad en la vida diaria, incluyendo la aritmtica aplicada a
ciertos propsitos.
29 Harvey J. Graff, The legacies of literacy, en Janet Maybin, Language and literacy in social
practice: a reader (Clavendon: Open University, 1994), 157-158.

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Como ha establecido la UNESCO en su ltimo reporte sobre lectura en el


mundo, publicado en 2005, existen factores que inuyen en la denicin del
trmino alfabeta que han sido determinados por la investigacin acadmica,
las agendas institucionales, el contexto nacional, los valores culturales y la
experiencia personal. Sin embargo, son tres los principales enfoques en el
estudio de la lectura y el alfabetismo: 1) considerar que es un proceso simple en el que se adquieren las habilidades bsicas para aprender un grupo de
destrezas y habilidades; 2) observar cmo esas habilidades pueden ser usadas de forma que contribuyan al desarrollo socio econmico; y 3) provocar
el desarrollo de la capacidad para alertar el conocimiento social y la reexin
crtica como base para el cambio personal y social. 30
La denicin de lo que signica leer y lo que es ser alfabeto vara de un
pas a otro como se puede documentar en una amplia literatura.
No slo es difcil denir qu es alfabetismo, algunos estudios han tratado
de establecer su relacin con la educacin elemental, que en la mayora de los
casos se da por supuesta, aunque esto no haya sido comprobado del todo.31
Se piensa que si los sistemas educativos elementales fueran buenos no existiran problemas nacionales de analfabetismo o escasa lectura; sin embargo
existen pases que cuentan con sistemas educativos exitosos y que sin embargo tienen problemas de analfabetismo de distinto tipo. En el mismo sentido
es conveniente reexionar si es posible encontrar un pueblo alfabeta y lector
que carezca de una adecuada educacin bsica. Es necesario explorar an
ms la relacin que existe entre estos dos fenmenos para poder entender la
problemtica y lograr formular soluciones, no slo para el problema de la lectura y la alfabetizacin, sino para el de la educacin elemental.
Por otra parte, las deniciones lingsticas no nos ayudan a dilucidar
nuestras dudas. Veamos cmo se denen los trminos relacionados con la
lectura, el alfabetismo o el analfabetismo en tres idiomas diferentes: espaol,
ingls y francs.
La Real Academia de la Lengua Espaola dene a la lectura, entre otras
acepciones, como la accin de leer32 y a esta ltima como pasar la vista
por lo escrito o impreso, comprendiendo la signicacin de los caracteres
empleados.33 Sobre el trmino alfabeta, slo indica que es un adjetivo usado
en Colombia, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Repblica Dominicana, que
quiere decir que sabe leer y escribir,34 en tanto que la palabra analfabeta,
30 UNESCO, 147.
31 Ladislaus Semali, Literacy and basic education, en Literacy: an international handbook, edited
by Daniel A. Wagner, Richard L. Venezky y Brian V. Street (Boulder: Westview Press, 1999), 306.
32 Diccionario de la lengua espaola, 22 ed., s.v. lectura.
33 Diccionario de la lengua espaola, 22 ed., s.v. leer.
34 Diccionario de la lengua espaola, 22 ed., s.v. alfabeta.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

sta seala a alguien que no sabe leer.35 En esta misma obra el analfabetismo est denido como la falta de instruccin elemental en un pas, referida
especialmente al nmero de sus ciudadanos que no saben leer.36
De las deniciones anteriores hay que destacar la de analfabeta ya que
no incluye la posibilidad de escribir como una parte del proceso mismo. De
este ltimo trmino la Real Academia ofrece las siguientes concepciones representar las palabras o las ideas con letras y otros signos trazados en papel u
otra supercie [...] 2. Trazar las notas y dems signos de la msica.37
En la actualidad el trmino alfabetismo se ha aplicado a otras muchas
actividades para expresar que una persona posee los conocimientos bsicos
para realizar esas actividades; como por ejemplo: alfabetismo informativo
(information literacy) que es empleada para expresar que se poseen los conocimientos esenciales para localizar informacin por s mismo; alfabetismo
computacional, que se cuenta con los conocimientos bsicos para poder utilizar y aprovechar los equipos de cmputo y el manejo de los programas de
las computadoras.
El uso del trmino alfabetismo en el contexto anterior es controversial,
pues la lectura no es un mero conocimiento bsico, sino que es una actividad
y un conjunto de herramientas que posibilitan el acceso a la cultura y a la superacin personal y social.
En Ingls, el diccionario Webster explica que literacy es la cualidad o estado de ser literate (letrado) alfabeta38 y respecto de esta ltima palabra nos
dice: 1. a Educado, culto b: capaz de leer y escribir.39 No proporciona una
denicin del trmino alfabetismo, pero si de analfabetismo y de analfabeto,
as entonces seala que illiteracy40 es la calidad o estado de ser analfabeto,
illiterate41 que signica la incapacidad para leer o escribir.
Segn el Oxford English Dictionary la palabra literacy no es usada en ingls sino hasta nales del siglo XIX; sin embargo, el concepto es ms antiguo
y posiblemente ya se usaba en la segunda mitad del siglo XVI. Lord Chesterton escribi en 1792 que un analfabeta era aquella persona ignorante del
griego y el latn, es decir, el concepto guardaba relacin con lo que para la fecha se consideraba una formacin completa. La lectura en lenguas romances,
como se ha sealado es impulsada por el protestantismo en el siglo XVI.42
35
36
37
38
39
40
41
42

Diccionario de la lengua espaola, 22 ed., s.v. analfabeta.


Diccionario de la lengua espaola, 22 ed., s.v. analfabetismo.
Diccionario de la lengua espaola, 22 ed., s.v. escribir.
Websters third new international dictionary of the English language unabridged, s. v. literacy.
Websters third new international dictionary of the English language unabridged, s. v. literate.
Websters third new international dictionary of the English language unabridged, s. v. illiteracy.
Websters third new international dictionary of the English language unabridged, s. v. illiterate.
Oxford English dictionary, 2nd ed., s.v. Literacy.

155

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156

Pero en ingls se utiliza adems la palabra read para designar la lectura,


este trmino tiene varios signicados diferentes y algunos de ellos aportan
mayor conocimiento a la temtica que nos ocupa. As en su primer acepcin
read signica recibir o tomar sentido (de letras o smbolos) por medio de pasar la vista sobre lo escrito; tambin signica estudiar el movimiento (de los
labios) con formulaciones mentales de lo expresado en la comunicacin; leer
en voz alta las palabras escritas o impresas; y aprender de lo que uno ha visto escrito o impreso; tiene adems otras acepciones que no son relevantes
a nuestro estudio. En este trmino se incluye el aspecto de aprendizaje del
contenido de lo escrito y no solamente el desciframiento de la escritura, y
contempla adems la accin de leerle en voz alta a otras personas. Este documento nos lleva un paso ms all de la denicin convencional sobre lo que
es la lectura: a la comunicacin.
En francs se usan normalmente los trminos alphabtisme, analphabtisme criture, illetrisme, lecteur y lire entre otros.43
Analphabte es un adjetivo que se aplica a la persona que no sabe leer ni
escribir; analphabtisme, es el sustantivo empleado para designar al conjunto
de personas analfabetas de un pas. Alphabtique, adjetivo, es lo propio del
alfabeto o lo que se apoya en el alfabeto. En francs el trmino alphabtisme
existe para signicar dos cosas: la primera es la enseanza de la escritura y de
la lectura, y la segunda es distinguir aquellos integrantes de una comunidad
que saben leer. Alphabtisme tambin se emplea para el sistema de escritura
que se basa en un alfabeto en contraposicin a aquel que se basa en smbolos.
Por otro lado, crire designa al trazado de los signos grcos que representan una lengua; en tanto que crit es el sustantivo utilizado para designar
aquello que est escrito o ha sido trazado por la escritura y criture se emplea
para nominar la representacin grca de una lengua.
El vocablo illettr, que puede fungir como adjetivo y como sustantivo, se
aplica para nombrar a la persona que no sabe leer ni escribir; es sinnimo de
ignorante y analfabeta; lecteur es el nombre que recibe la persona que lee en
voz alta; y lire es la accin material de leer, de descifrar lo que est escrito,
pasar los ojos sobre lo que est escrito.
Como se puede observar por las deniciones lingsticas anteriores, existen algunas similitudes en los tres idiomas pero tambin diferencias que no
nos ayudan a comprender el fenmeno claramente. El elemento comn que
se obtiene del anlisis de estos trminos es que la lectura se describe como
el hecho de reconocer caracteres escritos manualmente o impresos. Otras
43 Robert Paul, Dictionnaire alphabtique & analogique de la langue Franais (Pars: Socit du
Nouveau Lettres, 1972).

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

dimensiones de estos conceptos entre ellas el aprendizaje, la comprensin


y el impacto social no son comunes para los tres idiomas. Adems el estudio lingstico de los trminos, no permite deducir indicios que guen a la
evaluacin de la lectura en trminos de conocimiento y habilidades, como lo
es el nivel de estudios, entre otros.
Desde mediados del siglo XX el estudio de la lectura y el alfabetismo, o la
insuciencia de ste, ha sido abordado no slo como una actividad educativa,
sino desde diferentes perspectivas, entre las que se encuentran las psicolgicas, econmicas, lingsticas, sociolgicas, antropolgicas, loscas e histricas. Esta diversidad de enfoques ha ocasionado que el concepto de lectura y
alfabetismo ample su cobertura y en consecuencia que su signicado se haya
vuelto ms complejo, pero en general se puede decir que est relacionado
con los aspectos educativos y del conocimiento.
De todas las posibilidades que nos ofrecen las distintas disciplinas para abordar la lectura, hemos adoptado las cuatro que ofrece el estudio de la
UNESCO, pues parecen sintetizar adecuadamente las diferentes vertientes de
anlisis sobre la lectura y el analfabetismo.
La lectura como un conjunto de habilidades autnomas. Este acercamiento nos lleva a contemplar la lectura y la escritura como la posesin y dominio
de las habilidades para decodicar tanto lo que se escribe como lo que se lee.
Este punto de vista es el que acepta la mayora de los estados para cuanticar
el nivel de lectura de sus habitantes; tambin es el que utilizan las enormes
campaas de alfabetizacin que los pases en desarrollo aplican para combatir el analfabetismo. Es por ello que se presentan programas milagrosos en
los que, en plazos relativamente cortos (en tres meses por ejemplo) se puede
lograr que una persona analfabeta deje de serlo. Este enfoque est asociado al
reconocimiento fontico de letras y palabras, que en sociedades anglosajonas
est relacionado con el deletreo para identicar las palabras y su signicado.
Este es el nivel ms elemental de lo que algunos identican como lectura y
como alfabetizacin. Siguiendo este criterio muchos gobiernos presentan cifras muy satisfactorias de abatimiento del analfabetismo; sin embargo si se usaran criterios ms estrictos, como los que veremos ms adelante, el panorama
ya no sera tan halageo. Aun a este nivel hay autores que han expresado que
la eliminacin del analfabetismo se ha convertido en una meta para el crecimiento econmico, el progreso y el que una cultura pase de ser oral a escrita.44
A nales de la dcada de los aos 1950 surge un nuevo concepto para
evaluar el alfabetismo, el numeracy.45 Este concepto implica la idea de que
44 UNESCO, 149.
45 Ibd.

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la persona debe poseer, como parte de los conocimientos bsicos para ser
considerada alfabeta, la capacidad de realizar las operaciones esenciales de
la aritmtica. Algunos casos, entre ellos el de la OCDE,46 incluan las cuatro
operaciones fundamentales, saber sumar, restar, multiplicar y dividir; posteriormente otras autoridades en la materia han reducido la habilidad aritmtica a sumar y restar.
Hay que decir que esta concepcin ha contado con una corriente que se
opone fuertemente a incluir entre los conceptos bsicos de la lectura los de la
aritmtica.
Para concluir recurramos a Cope y Kalantzis, quienes sintetizan el tema
diciendo que
la lectura [reading] en el sentido ms amplio de la palabra, sigue siendo una parte
esencial de la nocin de alfabetizacin [literacy]. As la lectura puede signicar no
slo la decodicacin y comprensin de palabras, sino tambin la interpretacin
de signos, smbolos, pinturas y sonidos, los cuales varan dependiendo del contexto social.47

Otra opinin sobre este asunto, en la que se enfatizan los aspectos de habilidad o tcnica, es la que seala que
La capacidad lectora o alfabetismo est relacionada, sobre todo, con la capacidad humana para usar un conjunto de tcnicas para codicar y reproducir materiales escritos o impresos. La escritura y la impresin son dos tcnicas mecnicas
separadas.48

La lectura como una prctica aplicada y ja. Dado que el enfoque de la


lectura como la aplicacin de una serie de habilidades no result suciente
para algunos estudiosos, se pens que sta debera ser aplicada en forma relevante. Algunos estudios realizados bajo este enfoque han sido los trabajos
sobre analfabetismo funcional, el cual en un principio puso el acento de su
impacto en el desarrollo socioeconmico. Las disertaciones sobre analfabetismo funcional han asumido con frecuencia que la lectura puede ser enseada como un grupo de habilidades de carcter universal, que pueden ser
aplicadas en cualquier parte y, que hay slo una forma de lectura, la que to46

158

OCDE , Literacy, economy and society: results of the rst international adult literacy survey (Pars,
OCDE , 1995).

47 B. Cope y M. Kalanztis, Multiliteracies: literacy learning and the design of social futures (London: Routledge, 2000), citado por UNESCO, Literacy for life: education for all (Pars: UNESCO,
2005), 150-151.
48 Graff, The legacies of literacy, 154.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

dos deben aprender en la misma forma. La lectura es vista como neutral e


independiente del contexto social.49
En este enfoque encontramos ya una diferencia de importancia, pues se
incluyen los aspectos sociales con los que se relaciona la lectura; sin esta relacin la lectura es considerada como una actividad de muy poca importancia,
slo en el contexto social se entiende y valora la lectura.
Este punto de vista objeta que los individuos sean calicados como alfabetos o analfabetos por sus conocimientos de la lectura, puesto que muchos
de los que son calicados como carentes de estas habilidades hacen uso de
prcticas de lectura en su vida diaria.
La lectura como un proceso de aprendizaje. Esta perspectiva entrev en
la lectura un amplio proceso que posibilita el aprendizaje ms que un producto limitado al mismo proceso. Posiblemente quien personica mejor este
enfoque es el educador Paulo Freire para quien lo importante y destacado es
que mediante la lectura no slo se pueden leer textos, sino que tambin se
puede leer el mundo social, el medio ambiente de los individuos.
Toda lectura de la palabra es precedida por la lectura del mundo. Empezando
por la lectura del mundo que los lectores traen a los programas de alfabetizacin
(lectura determinada por la clase y la sociedad) la lectura de la palabra remite al
lector a la lectura previa del mundo, lo que en realidad es una relectura.50

La lectura como texto. La lectura tiene muchas formas de ser representada como por ejemplo por tema, estilo literario, gnero, lector a la que est
dirigida (nios, adultos, etctera), cientca, tcnica, y de divulgacin.
En este enfoque es importante preguntarse si todas estas modalidades de
textos son relevantes para el mejoramiento social e individual. Si suponemos
que la lectura promueve el desarrollo, habra que analizar si toda lectura logra ese objetivo o slo aquella que se destina expresamente a ese propsito.
Posiblemente el enfoque que incluye contenido social y nacional de la
lectura y la alfabetizacin se inicia en 1947 cuando la UNESCO adopta la declaracin de los derechos humanos. Entre stos se encuentran el derecho a
la igualdad de oportunidades, que permea toda la declaracin universal; el
derecho a la informacin, que se encuentra plasmado en los artculos 19 y 26;
y el derecho a la educacin vinculado estrechamente con la alfabetizacin y la
capacidad lectora. El derecho a la lectura o alfabetizacin est incluido en el
derecho a la educacin y por ello, a partir de la adopcin de esta Declaracin
Universal de los Derechos Humanos, el inters en la lectura se vio fortalecido.
49 UNESCO, 151.
50 Paulo Freire, Pedagogy of the city, translated by Donaldo Macedo (New York: Continnum, 1993).

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En el contexto que el derecho a la educacin brinda se celebraron, y an se


siguen celebrando, multitud de reuniones de organismos multinacionales, nacionales, regionales y locales para estudiar la problemtica de la lectura y tratar de
encontrar formas de solucionar los problemas de analfabetismo, baja capacidad
lectora y la falta de hbitos de lectura. No se intenta hacer un recuento de lo tratado en esas reuniones, pero s sealar algunos aspectos que nos parecen relevantes
al denir la lectura y el alfabetismo, as como algunos pasos que han sido dados
por algunas instituciones y que han cambiado la denicin de ambos vocablos.
La UNESCO deni la lectura de forma general y supercial al decir que alfabeta es la persona que es capaz de leer un mensaje sencillo una persona es
alfabeta si puede interpretar, tanto mediante la lectura como de la escritura, una
oracin corta y simple que est relacionada con su vida diaria.51 De acuerdo
con esta denicin prcticamente toda persona que sea capaz de juntar letras y
palabras y decodicar su signicado es considerada lectora o alfabeta. Si a esto
aadimos que la mayora de los ndices de alfabetismo se construyen con slo
preguntarles a las personas si saben leer y escribir, se entender el por qu de los
bajos niveles de analfabetismo que se reportan. Es ms, hay en Amrica Latina
una corriente, impulsada por Cuba, que pretende ensear a leer y escribir a las
personas en tan slo unos cuantos meses y con ello eliminar el analfabetismo,
casi como por obra de magia. Claro que esto es mejor que nada, pero es slo el
primer paso que debe venir acompaado de una educacin escolarizada que les
permita a las personas incorporar la lectura en forma fructfera a su vida diaria.
Esta forma tan general de denir la lectura y el alfabetismo es comn aun
entre algunos autores que han hecho aportes importantes en la materia, como
es el caso de Goody y Watt, quienes inician su artculo The Consequences of
Literacy con una frase contundente La alfabetizacin es la habilidad de leer
y escribir;52 esta armacin carece de matiz respecto de los niveles que se
deben satisfacer para poder ser calicado como alfabeta. Adems de esto se
insiste en que leer es el proceso por medio del cual se extrae informacin de
un texto. La habilidad lectora tiene varios grados, que van desde reunir letras
y palabras y poder descifrar lo escrito, que es el nivel ms bajo, hasta comprender la informacin contenida en el texto. La informacin no es el conjunto de signos alfabticos sino lo que el texto signica, la idea que trasmite.53
51 Ann Ellis Hanson, Ancient Illiteracy, en Literacy in the Roman world, Mary Beard et al.
(Ann Arbor, Michigan: [Department of Classical Studies, University of Michigan], c1991)
161. Tambin en Everett M. Rogers y William Herzog, Functional literacy among Colombian
peasants, en Economic development and cultural change 14 (1966): 192.
52 Jack Goody y I. P. Watt, The Consequences of Literacy, en Literacy in traditional societies
(Cambridge: Cambridge University Press, 1968), 29. Tambin en Comparative studies in society and history 5, (1963): 304-45.
53 Gibson y Levin, 5.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

Cipolla54 propone la clasicacin de semi analfabeto aunque acepta que


es muy difcil denirla, y con este pensamiento parece estar de acuerdo con
Graff55 quien asegura que casi nadie es totalmente analfabeto, porque aunque sea elementalmente, casi todas las personas pueden leer un poco.
La denicin ms general a la que hemos hecho referencia sirve de base a
la mayora de los pases para cuanticar su grado de alfabetismo. La tcnica
empleada comnmente en tal cuanticacin es la censal, en la que un encuestador le pregunta a la persona entrevistada si sabe leer y escribir, y donde la
respuesta proporcionada es tomada como vlida y no se utiliza ningn otro
parmetro para comprobar la exactitud de la informacin. En la pregunta
y por tanto en la respuesta no se incluye la habilidad aritmtica que algunos expertos, organismos internacionales y ONG piensan que debe formar
parte de las habilidades necesarias para ser calicado como alfabeta.
Barton56 argumenta que la lectura va ms all del mero acto de descifrar
signos alfabticos y que presupone la comprensin del signicado del texto;
despus de todo, el escritor utiliza una serie de letras y palabras que le ayudan a dar sentido a un pensamiento o sentimiento, que quiere dejar plasmado o compartir con otras personas que sean capaces de descifrar los signos
alfabticos y de entender el signicado que el autor le ha dado.
Por su parte, Robinson57 sostiene que leer no es solamente una habilidad
para describir letras y palabras sino que es, adems, un conducto para entender parlamentos abstractos y complejos. Por este motivo es muy importante
que despus de superar la primera fase, consistente en el reconocimiento de
letras y palabras, se tenga la capacidad de ir ms lejos. Para este autor la capacidad lectora es: 1) la habilidad para manejar el cdigo de la escritura y para
que las marcas que se encuentran en el papel tengan sentido; 2) la habilidad
para obtener informacin del cdigo; 3) la habilidad para darle un signicado personal y social a la informacin obtenida; 4) la habilidad para actuar a
partir de ese signicado; y 5) la habilidad para realizar deducciones y entender otras estructuras cognoscitivas a partir de los conocimientos adquiridos
y para encontrar nuevas interpretaciones.
En la Conferencia sobre Educacin de Adultos, celebrada en Canad en
1960, los participantes propusieron la realizacin de una campaa en el mbito
mundial para erradicar el analfabetismo en unos pocos aos. No obstante que se
aprob esta resolucin, y que otras reuniones propusieron acuerdos similares, el
54
55
56
57

Carlo M. Cipolla, Literacy and development in the West (Harmondsworth: Penguin, 1969), 11.
Graff, The Labyrinths of literacy, 327-328.
Barton, 53.
Jay L. Robinson, The users and uses of literacy, en Literacy for life: the demand for reading
and writing, Edited by Richard W. Bailey and Robin Melanie Fosheim (New York: Modern
Language Association of America, 1983), 16.

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problema del analfabetismo sigui teniendo caractersticas alarmantes porque


cientos de miles de habitantes del planeta continuaron sin saber leer y escribir.
Muchas organizaciones internacionales abandonaron el esquema de un
apoyo masivo a las campaas de alfabetizacin y en su lugar se adopt un
enfoque ms relacionado con el capital humano.58
Por ejemplo, en las resoluciones del Congreso Mundial de Ministros de
Educacin sobre la Erradicacin del Analfabetismo celebrada en Tern en
1965, por primera vez se enfatiz la estrecha relacin que existe entre alfabetismo y desarrollo, por lo que se propuso el concepto de analfabetismo funcional. Este concepto se reere a los grupos grandes o pequeos que existen
en la sociedad y los cuales habiendo sido alfabetizados mediante su asistencia
a la escuela u otros medios no pueden hacer uso de la lectura en su vida cotidiana; es decir, que no son capaces de entender y llenar un documento con el
que puedan solicitar un servicio o un empleo, entre otras cosas.
Ms que un n en s mismo, la alfabetizacin debe ser vista como una forma de
preparar a los individuos para poder ejercer sus roles sociales, cvicos y econmicos que van ms all de los rudimentarios lmites del entrenamiento en la alfabetizacin que consisten meramente en la enseanza de la lectura y la escritura.59

Al mismo tiempo otros estudiosos, entre ellos Bormuth, establecen una


denicin ms amplia:
Una persona puede ser calicada como alfabeta en este sistema [educativo] cuando es capaz de obtener la informacin que necesita de los materiales que debe leer.
Y esto es independiente de que nosotros veamos el asunto desde el punto de vista
del lector, del editor o de la sociedad. De aqu que una persona deba considerarse
como alfabeta o analfaeta slo con relacin a su capacidad de dar lectura a un material en particular; el estatus relativo a ese material puede ser modicado ya sea
instruyendo a la persona o adecuando los materiales a lo que sta ha aprendido.60

Para fortalecer el punto de vista sobre la lectura como un instrumento social, encontramos que Sylvia Scribner61 ha resaltado el enfoque de la lectura

162

58 UNESCO, 153.
59 Literacy, gateway to fulllment, en The UNESCO Courier Special issue (June 1980) 21. Tambin en UNESCO, Literacy for life: education for all (Paris: UNESCO, 2005), 153.
60 John Bormuth, Reading literacy: its denition and assessment, en Reading research quarterly
9, no. 1 (1973): 766; tambin en Toward a literate society, Edited by John Carrol, 61-100 (New
York: Mc Graw Hill, 1975).
61 Citada por Daniel P. Resnick y Lauren B. Resnick, Varieties of literacy, en Social history and
issues in human consciousness: some interdisciplinary connections, Edited by Andrew E. Barnes
and Peter N. Stearns (New York: New York University, 1989), 173.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

como un acto social. Al respecto dice [...] el hecho ms sencillo y denitivo


es que la lectura es un acto social; los individuos de una sociedad sin un sistema de escritura no se convierten en alfabetos. Todo acto de lectura incluye
una comunicacin entre los escritores y los lectores por medio del texto, por
lo tanto, para entender el signicado de la lectura para los participantes en
este acto debemos analizar la naturaleza del texto y las actividades y experiencias asociadas con el rol del lector y del escritor.
Entre los acuerdos que se lograron en el Simposio Internacional organizado por la UNESCO en Perspolis estuvo la acotacin a las deniciones que
ya haba ofrecido esa organizacin, tambin se agreg que la lectura o alfabetizacin creaba las condiciones para adquirir una conciencia crtica sobre
las contradicciones de la sociedad en la cual viven las personas, y sobre sus
objetivos.62
Reuniones posteriores tendieron a identicar los programas de alfabetizacin funcional con la educacin continua, y en 1978 la UNESCO adopt una
nueva denicin de lectura funcional o alfabetismo funcional que an est
vigente y que establece lo siguiente:
Una persona es alfabeta funcional cuando puede realizar aquellas actividades en
las que se requiere leer para tener un funcionamiento efectivo en su grupo y comunidad, y cuyos logros en la lectura, la escritura y la aritmtica le permitan continuar utilizando esas habilidades para su desarrollo personal y el de su comunidad,
posibilitndolo para tener una participacin activa en la vida de su pas.63

Abundando en este tema, al revisar algunos de los resultados de las conferencias mundiales que se han realizado en los pases industrializados de
1981 a 1994, se encontr que en esos encuentros se deni al analfabeta como alguien que no puede integrarse porque tiene dicultades para leer, por
ejemplo, un horario de salidas y llegadas en una estacin ferroviaria.64 Es
conveniente aclarar que, como lo ha establecido Venezky65 y sus colaboradores, el concepto de analfabeta funcional slo es aplicable a los adultos y a los
62 Sarah Goddard Power, Politics of literacy, en Literacy for life: the demand for reading and
writing, Edited by Richard W. Bailey y Robin Melanie Fosheim (New York: Modern Language Association of America, 1983), 21-22.
63 UNESCO, Recommendations for adult education, citada por Everett M. Rogers, y William
Herzog, Functional Literacy Among Colombian Peasants, en Economic Development and
Cultural Change 14 (1966): 192, tambin en Carmen St. John Hunter, Adult literacy: developed countries, en The International encyclopedia of education, research and studies, Vol. 1.
(Oxford: Pergamon Press, 1985) 200.
64 Jean-Paul Hautecoeur, A political review of international literacy meetings in industrialized
countries 1981-1994, en Alpha 97: basic education and institutional environments, Edited by
Jean-Paul Hautecoeur (Toronto: Culture Concepts, 1997), 7.
65 Venezky, 6.

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jvenes casi adultos, y que en ningn momento se puede aplicar a los nios
ya que stos estn todava en el periodo en que pueden recibir una educacin
escolarizada. Un analfabeta funcional es la persona que aprendi a leer y,
quien, por diferentes causas, entre ellas el desempleo de esta habilidad en su
vida social, olvid como hacerlo.
Powell66 profundiza en esta denicin y concluye que el analfabetismo
funcional desempea un papel crtico en la medida en que transitamos de
una sociedad industrial a la era de la informacin; sin embargo a pesar de que
se dice que poseer las habilidades para leer y escribir facilita la trasmisin
de informacin, stas no necesariamente demandan una reexin crtica. Es
decir, la posesin de esas habilidades es necesaria para la lectura y el alfabetismo, pero no suciente para que el lector pueda realizar la lectura de forma
reexiva y profunda estableciendo relaciones entre los diferentes elementos
que se encuentran en el texto y los que deben ser deducidos (o inferidos) de
ste por no encontrarse explcitos en la redaccin del documento. En el umbral de la sociedad de la informacin, poseer el conocimiento que constituye
la materia prima para el desarrollo har una gran diferencia, por ello quien
carezca de la posibilidad de informarse e incorporar el conocimiento a su
vida diaria quedar al margen de la corriente principal de la evolucin social
y cultural.
Del mismo modo en que el alfabetismo empez a ganar terreno como
elemento esencial para el desarrollo social y econmico de los individuos,
las comunidades y la sociedad, Paulo Freire contribuy al entendimiento del
proceso de alfabetizacin. Freire lig el alfabetismo a la creacin de la conciencia de las personas y la funcin de la lectura, la escritura y la aritmtica al
proceso de liberalizacin del hombre. Mediante la concienciacin, el hombre
puede leer y entender el mundo que lo rodea permitindole comprender mejor las contradicciones de la sociedad. Vista as, la lectura no tiene un n en
s misma; su propsito es fungir como un instrumento de liberalizacin de
los individuos en una sociedad compleja. El enfoque de Freire tuvo un gran
impacto y, durante muchos aos, la lectura y la alfabetizacin se han pensado
como el proceso que ayuda a liberalizar al hombre de las contradicciones sociales que lo encadenan al atraso y la dependencia.
Siguiendo esta escuela se ha dicho que la concepcin que una sociedad
tiene de un analfabeta est asociada a la que tiene de una persona; ser analfabeta implica estar asociado al lado oscuro de la sociedad, por lo tanto, el
analfabetismo es un elemento ms de marginacin social. Los criterios que
66 Rebecca Powell, Literacy as a moral imperative: facing the challenges of a pluralistic society
(Lanhan, MA.: Rowman & Littleeld, c1999), 17.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

esa sociedad establece para clasicar quin es alfabeta o lector, son constituidos con el deseo de excluir a una parte de la sociedad.67
Otra forma de entender el alfabetismo y la lectura se reere a lo que las
personas hacen con la lectura; lo verdaderamente importante es saber qu
es lo que ocasiona el hecho de leer y escribir en las personas. En este caso el
nfasis no est puesto en las habilidades sino en los efectos que ser alfabeta
produce en la conducta y en la vida de los individuos y las comunidades.68
Como ya se ha mencionado, en 1995 la OCDE public su Literacy, economy
and society: results of the rst international adult literacy survey. Este estudio
aport informacin relevante sobre la lectura y la alfabetizacin de adultos,
sin embargo en esta ocasin slo nos ocuparemos de la distincin que se establece, por primera vez, sobre las caractersticas que debe reunir una persona para ser clasicada como alfabeta. El estudio rompe con la concepcin de
que el alfabetismo es algo que los adultos tienen o no tienen, tampoco dene
al adulto alfabeta en funcin del nivel de estudios alcanzado o mediante exmenes basados en el grado de escolaridad y su supuesta relacin con la mayor
o menor complejidad de los textos aplicables a cada grado. En lugar de eso,
el estudio construy una denicin fundada en la conducta; as un adulto
alfabeta es aquel que usando informacin impresa o escrita, para una sociedad funcional, logra alcanzar las metas propias y desarrollar el conocimiento
propio y el potencial. Para arribar al concepto anterior los expertos que participaron en el estudio decidieron segmentar la lectura o el alfabetismo, en
funcin de cada una de las tareas que apoya, en tres grupos de herramientas
relevantes y diversas.
Esos tres segmentos son: 1) lectura de prosa, que no es otra cosa que poseer los instrumentos para entender y usar la informacin que se encuentra
en textos como editoriales, noticias, relatos, poemas y novelas; 2) lectura documental, que implica poseer el conocimiento y las herramientas que se requieren para localizar y usar la informacin contenida en varios formatos, incluyendo solicitudes de trabajo, nminas, horarios de transportacin, mapas,
tablas y grcas; y 3) lectura aritmtica, la que supone contar con los conocimientos y herramientas requeridas para hacer operaciones aritmticas solas o
en forma secuencial como las necesarias para mantener al da una chequera,
calcular una propina, completar una forma de pedido o determinar el monto
de los intereses de un prstamo.
67 Brian V. Street, Cross-cultural perspectives on literacy, en Functional literacy: theoretical
issues and educational implications, edited by Ludo Verhoeven (Amsterdam: John Benjamins,
c1994), 141, tambin en Language and literacy in social practice: a reader, edited by Janet Maybin (Clavendon: The Open University, 1994).
68 Semali, 306-307.

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Para poder medir el nivel de competencia en los tres tipos de lectura, se


construy una escala que incluye las caractersticas de cada uno de ellos y sus
cinco niveles o prototipos.69 Con este enfoque no slo se desea saber si una
persona sabe leer o no, sino medir su nivel de conocimientos y habilidades;
en otras palabras no slo se busca saber si la persona sabe leer y escribir sino
qu tan bien lo puede hacer. Este estudio se ha aplicado en muchas naciones
y en la actualidad es conocido como el examen PISA por sus siglas en ingls
(Programme for International Student Assessment) .
En algunos pases los resultados del examen PISA revelan sociedades lectoras, pero en otros los efectos han sido desastrosos y mostrado una clara
contradiccin con las estadsticas ociales, pues a diferencia de los censos y
las encuestas el objetivo de la prueba es medir qu tan bien se lee en los distintos grupos y niveles.
En sntesis se puede decir que la orientacin de la encuesta realizada por
la OCDE no se basa en preguntarle a las personas si saben leer, sino en enfatizar qu tan bien leen y de ello se ha derivado la graduacin que se presenta
en la prxima pgina.
La Canadian Organization for Development throught Education en su
ILY: year of opportunity (1990) plantea las caractersticas que una mujer debe
satisfacer para ser considerada alfabeta; esta escala, con algunas pequeas
modicaciones y agregados, sirve tambin para los hombres y mide si una
persona es capaz de hacer la lectura eciente de varios textos: leer las etiquetas de latas y cajas; leer el horario de autobuses y trenes; encontrar nmeros
telefnicos en un directorio; leer un contrato, un seguro de gastos mdicos,
un ttulo de propiedad o una renuncia; leer un mapa; leer instrucciones mdicas; ayudar a los hijos con sus tareas; leer el men de un restaurante; leer
los signos de trnsito en un camino; obtener un trabajo que exija las habilidades de leer y escribir; leer las advertencias en las etiquetas de pesticidas y
productos venenosos; leer una carta de un pariente o amigo y responderla y
mantener en orden sus propias cuentas.70
Durante los ltimos aos de la dcada de 1980 la denicin de alfabetismo se ampli y el trmino alfabetizacin se relacion con adjetivos tales como informativa, tecnolgica, computacional, entre otras, que como ya se ha
dicho anteriormente asumen una connotacin relativa a los conocimientos
mnimos en un campo de la actividad humana, y no necesariamente de los
conocimientos bsicos sin los cuales no se puede tener acceso al conocimiento. Hay una diferencia entre el conocimiento de la lectura que hace posible
69 OCDE , 14.
70 Canadian Organization for Development through Education, ILY: year of opportunity (Pars:
UNESCO, 1990) 59, citada por Marcela Ballara, Women and literacy (London: Zed Books, 1992).

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

Signicado de los niveles de competencia o desempeo en lectura


Los niveles que comprende PISA tienen dos objetivos: clasicar el desempeo de los estudiantes y describir lo que son capaces de hacer. Cada uno de los niveles se asocia a reactivos de dicultad diferenciada.
Veamos el conjunto de habilidades para la lectura conforme a sus niveles correspondientes, que en este
caso se describen en orden de complejidad decreciente:

Nivel 5
(ms de 625 puntos)

Los estudiantes que dominan el nivel 5 de la escala son capaces de


completar reactivos de lectura sosticados, tales como los relacionados con el manejo de informacin difcil de encontrar en textos con
los que no estn familiarizados; mostrar una comprensin detallada
de stos y encontrar qu informacin del texto el relevante para el
reactivo; ser capaces de evaluar crticamente y establecer hiptesis,
recurrir a conocimiento especializado e incluir conceptos que puedan
ser contrarios a las expectativas

Nivel 4
(de 553 a 625 puntos)

Los estudiantes que dominan el nivel 4 de la escala son capaces de


responder reactivos de lectura difciles, tales como ubicar informacin
intrincada, interpretar signicados a partir de sutilezas del lenguaje y
evaluar crticamente un texto.

Nivel 3
(de 481 a 552 puntos)

Los estudiantes que dominan el nivel 3 de la escala son capaces de


manipular reactivos de lectura de complejidad moderada, tales como
ubicar fragmentos mltiples de informacin, vincular distintas partes
de un texto y relacionarlo con conocimientos familiares cotidianos.

Nivel 2
(de 408 a 480 puntos)

Los estudiantes que dominan el nivel 2 de la escala son capaces de


responder reactivos bsicos de lectura, tales como ubicar informacin
directa, realizar inferencias sencillas de distintos tipos, determinar lo
que signica una parte bien denida de un texto y emplear cierto nivel
de conocimientos externos para comprenderla.

Nivel 1
(de 335 a 407 puntos)

Los estudiantes que dominan este nivel son capaces de responder


correctamente slo los reactivos de lectura menos complejos que se
han desarrollado para PISA, como ubicar un fragmento de informacin, identicar el tema principal de un texto o establecer una
conexin sencilla con el conocimiento cotidiano.

Los estudiantes cuyo desempeo se sita por debajo de los 335 puntos son incapaces de realizar el tipo
de lectura bsico que PISA busca medir. Esto no signica que no tengan aptitudes para la lectura. De
hecho, la mayora de estos estudiantes puede probablemente leer en el sentido tcnico de la palabra.
Sin embargo, los alumnos tienen serias dicultades para emplear la lectura como una herramienta ecaz
para ampliar y aumentar sus conocimientos y destrezas en otras reas; podran entonces, estar corriendo
el riesgo no slo de enfrentar dicultades en su transicin inicial de la educacin hacia el trabajo, sino
tambin de fracasar en beneciarse con una educacin ms amplia y de las oportunidades para aprender
durante toda su vida.
Tomado de INEE, Cmo estn en lectura nuestros estudiantes de 15 aos? (Mxico: INEE,
[2004?]), 3.

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el acceso a otros conocimientos y los conocimientos bsicos que permiten el


acceso a la informacin exclusivamente.
En 2002 la UNESCO declar que la dcada comprendida entre 2003 y
2012 estar dedicada a la eliminacin del analfabetismo y la promocin de la
lectura. Mediante los trabajos que se desarrollarn en esta dcada se espera
obtener los siguientes resultados para el ao 2012:
Lograr un importante progreso en los objetivos 3 y 5 establecidos en
el Foro Mundial sobre la Educacin celebrado en Dakar, Senegal, en
abril del 2000:
3. Velar porque las necesidades de aprendizaje de todos los jvenes y adultos se
satisfagan mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y a programas de preparacin para la vida activa.71
5. Suprimir las disparidades entre los gneros en la enseanza primaria y secundaria de aqu al ao 2005 y lograr antes de 2015 la igualdad entre los gneros en la
educacin, en particular garantizando a las nias un acceso pleno y equitativo a
una educacin bsica de buena calidad, as como un buen rendimiento.72

Lograr que todos los estudiantes obtengan un manejo adecuado de las


herramientas para la lectura y la vida
Crear un ambiente de lectura sustentable y en crecimiento
Mejorar la calidad de vida
La UNESCO excluye de esta actividad todas las reas en las que se ha utilizado la terminologa alfabetismo computacional, tecnolgico, etctera.
Veamos ahora los conceptos que aceptan y emplean los diversos pases
para denir y clasicar qu entienden cuando dicen que una persona tiene
las habilidades necesarias para la lectura y que por tenerlas es considerada
como alfabetas.
Como se ha demostrado, en la actualidad la denicin de lo que signica
leer y/o ser alfabeta sigue contando con diversas interpretaciones. Por ello un
buen nmero de pases basan su clasicacin empleando como criterio de divisin la habilidad para leer fcilmente o con dicultad una carta o un peridico. Esta denicin es poco clara ya que no es lo mismo leer con dicultad que

168

71 Marco de accin de Dakar: educacin para todos: cumplir con nuestros compromisos comunes,
adoptado en el Foro Mundial sobre la Educacin Dakar (Senegal), 26-28 de abril de 2000 (Pars:
UNESCO, 2000), 16.
72 Ibd., 17.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

sin ella; en la medida que se lee con mayor facilidad los grados de comprensin de lo que se lee aumentan. Otros pases denen el alfabetismo como la
habilidad para leer y escribir oraciones simples en esta denicin se ha agregado el aspecto relacionado con la escritura que en la anterior estaba ausente;
sin embargo no establece qu tipo de material debe poder leer la persona, si
se trata de un peridico, una carta, o un cuento, entre otros. En algunas naciones plurilinges o con ms de una lengua ocial no siempre se determina
el idioma en el cual deber leerse o escribirse.
Otros pases denen al alfabeta y la capacidad lectora por el nmero de
ciclos escolares que ste ha cursado, lo cual tambin vara de un pas a otro.
Para algunos un alfabeta es aquel que sabe leer y escribir aunque nunca haya
ido a la escuela, como es el caso de Mal; otros, como Estonia, requieren que
se haya concluido la escuela primaria; en Santa Luca se ha jado como parmetro siete aos de escolaridad, para otros muchos como los Estados Unidos
este nivel se ha jado en nueve aos de escolaridad. 73
Chall sostiene que una adecuada alfabetizacin es aquella que se obtiene con doce aos de escolaridad.74 Hisch tambin sostiene que la evaluacin
de la lectura y de la escritura no se puede hacer en abstracto, sino que debe
hacerse en el contexto de una educacin formal y conocimientos especcos,
pues ser alfabeto no es slo saber leer y escribir, sino poseer un mnimo de
conocimientos sobre diversas reas del conocimiento que permitan que los
individuos sean considerados cultos.75 Para Kozol76 quien no lee a un nivel
de 9.5 aos de escolaridad tendr serios problemas de integrarse plenamente
a la sociedad.
El criterio de escolaridad no ha sido siempre el mismo, los niveles educativos vinculados con la lectura han cambiado. En los ltimos 60 aos los criterios se han transformado y se han vuelto cada vez ms exigentes, por lo que
han pasado del tercero de educacin elemental a ocho aos de educacin.77
Incluso algunos autores han planteado la necesidad de que las personas
cuenten con 12 aos de escolaridad (lo que corresponde a haber terminado
73 Everett M. Rogers y William Herzog, Functional literacy among Colombian peasants, Economic development and cultural change 14 (1966): 192.
74 Jeanne S. Chall, Policy implications of literacy denitions, en Toward dening literacy, Richard L. Venezky, Daniel A. Wagner, Barrie S. Ciliberti, editors (Newark, DE : International
Reading Association, 1990), 63.
75 E. D. Hirsch, Cultural literacy: what every American needs to know (Boston: Houghton Mifin, 1987).
76 Citado por Colin Lankshear, Illiteracy, improper literacy and the development of the underclass, en Towards successful schooling, Edited by Hugh Lauder and Cathy Wylie (London:
Falmer Press, 1990), 180.
77 Stedman y Kaestle citados por Irwing S. Kisch, Measuring adult literacy, en Toward dening literacy, Richard L. Venezky, Daniel A. Wagner, Barrie S. Ciliberti, editors (Newark, DE :
International Reading Association, 1990), 41.

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la educacin media) para poder funcionar adecuadamente en una sociedad


tecnolgica.78 Esta forma de medir el alfabetismo est relacionada ms con
criterios aplicables a los nios que asisten a la escuela y que cursan los niveles
bsicos de educacin, que con criterios relativos a los adultos. Nadie analizara a un adulto analfabeta con base en la escolaridad que tiene, sino en su
habilidad para leer y escribir. 79
Otro criterio que diculta la denicin de alfabeta y de la capacidad lectora es la edad cuando se la utiliza como variable de control; hay naciones
que consideran lector a un nio(a) a partir de los seis aos de edad, en tanto
que otras lo hacen a partir de los 15 aos. Los niveles de alfabetismo y la capacidad lectora se relacionan con la edad de la siguiente manera:
a) Cuando se considera a alguien como lector a partir de los seis aos
de edad se da por sentado que quienes no saben leer y escribir son los
nicos analfabetas. Las personas menores de seis aos atendern la
escuela cuando tengan edad para ello.
b) Cuando esta habilidad se determina a partir de los 15 aos de edad
se presupone que quienes no saben leer y escribir son los nicos analfabetas. Aqu se piensa que las personas menores a esa edad estn en
proceso de alfabetizacin, ya que usualmente asisten a recibir educacin bsica y sta requiere de nueve aos de escolaridad.
Cuando se aplican los criterios anteriores las estadsticas varan signicativamente. Si optamos por considerar a la poblacin de 15 aos y ms como alfabetas, debemos dar por hecho que quienes son mayores a esa edad ya terminaron la educacin primaria y secundaria escolarizada. En consecuencia cuando
en algunos pases se contabiliza el analfabetismo mediante una simple pregunta, sus niveles parecen bajos, alrededor de un 7 u 8 por ciento de la poblacin;
pero cuando utilizamos el criterio de escolaridad el ndice cambia a niveles
superiores al 35 por ciento; y si adems utilizamos el examen PISA el resultado
es un ndice muy alto de analfabetismo, y lo ms grave es que son muchos los
pases en los que se presenta el mismo fenmeno. Los ndices de analfabetismo
se pueden abatir o incrementar dependiendo de la denicin que aceptemos.
Este sistema de graduacin de la lectura es impugnado por muchas autoridades en la materia, como seala Chall,80 sin embargo nadie puede negar

170

78 Irwin S. Kirsch, Measuring adult literacy, en Toward dening literacy, Richard L. Venezky, Daniel A. Wagner, Barrie S. Ciliberti (Newark, DE : International Reading Association, 1990), 41.
79 Reynaldo F. Macas, Denitions of literacy: a response, en Toward dening literacy, Richard
L. Venezky, Daniel A. Wagner, Barrie S. Ciliberti (Newark, DE: International Reading Association, 1990), 11.
80 Chall, 56-57.

DEFINIENDO LA LECTURA, EL ALFABETISMO Y OTROS CONCEPTOS RELACIONADOS

que es preferible que las personas tengan un nivel superior de lectura, pues
en la medida en que tengan un mayor grado de educacin, tendrn mejores
posibilidades de funcionar adecuadamente en la sociedad y de lograr mejores
condiciones personales y sociales.

Conclusiones
A lo largo de este trabajo se ha demostrado lo complicado que es denir
qu es leer, y quin es alfabeta, tareas ms arduas de lo que parecen a primera vista debido a los muchos factores que interviene en su denicin y a que
el medio ambiente juega un papel importante y es diferente en cada caso. Si
se toman en cuenta las variables anteriores resulta que realizar una comparacin entre dos o ms culturas es muy complejo y problemtico, sin embargo es necesario reconocer que, sin importar la naturaleza de la sociedad, un
analfabeta difcilmente puede funcionar efectivamente en ella.81
Existen cuando menos cuatro formas de percibir la lectura o el alfabetismo y cada una de ellas incluye un matiz que en ocasiones llega a ser de
gran importancia. No es posible sintetizar todas las variantes de estas cuatro
formas de denir la lectura, pero sintetizaremos brevemente cules son y por
qu es tan difcil tener una sola denicin de lectura y alfabetismo.
La primera forma dene a las personas que saben leer mediante la tcnica
censal; esto es, se hace una pregunta que puede ser contestada armativa o
negativamente y de la respuesta se deducen los ndices de alfabetas y analfabetas, en este caso el resultado no se compara con ninguna otra variable.
La segunda es la que relaciona la capacidad lectora con cierto nivel de
escolaridad; en este caso se emplean varios indicadores que, dependiendo de
la sociedad de que se trate, van desde los cuatro aos de escolaridad hasta los
doce, como lo establecen los acadmicos ms exigentes. En este caso existe
una relacin directa entre los indicadores educativos y el nivel de los lectores
sin importar si stos se consideran lectores o no y si aplican la lectura a sus
actividades cotidianas.
La tercera forma de denir la lectura y la alfabetizacin es evaluar la forma en que cada persona utiliza la lectura en su vida diaria y cmo el uso
de sta le permite mejorar su nivel de vida personal y social. As, resulta extremadamente complicado efectuar una evaluacin de este tipo, pues hasta
el momento no existen parmetros adecuados para medir el impacto de la
lectura en este medio ambiente. El uso de la lectura puede ser diferente para
81 Power, 22.

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una persona o para otra dependiendo de mltiples variables y extrapolar esto


a la sociedad es ms complejo an.
La cuarta forma se propone medir la capacidad que tiene una persona para
leer, comprender y usar elementos aritmticos. Esto no tiene que ver con la pregunta sobre si las personas piensan que saben leer, ni con cuantos aos de escolaridad tienen, ni con cmo utilizan la lectura para su progreso y el de la sociedad, sino con parmetros claros sobre qu tan bien hacen lo arriba mencionado.
Estos cuatro aspectos y sus derivados demuestran la dicultad que existe
para denir de forma clara y nica lo que es ser alfabeta o ser lector. Lo importante es tener en claro cules son los parmetros que se desean utilizar para
denir este fenmeno con la nalidad de poder cuanticar la situacin en que
se encuentra una comunidad, entender la problemtica que afecta ese resultado y proponer medidas que permitan avanzar en su comprensin y solucin.
El error ms comn es cuanticar los ndices de alfabetismo con un solo criterio para sorprenderse despus de los resultados cuando se aplican otras metodologas para evaluar los niveles de competencia en la utilizacin de la lectura.
Las diferentes deniciones que sobre la lectura se han ofrecido a lo largo
de este trabajo, as como sus variantes, conrman que no es posible obtener
una denicin nica pues estamos ante un fenmeno en el que intervienen
una gran cantidad de factores e inquietudes de todo tipo que dicultan la
unanimidad de los conceptos.
Las acciones y polticas de la UNESCO tienen como n que la lectura y el
alfabetismo sean vistos como la parte medular del Programa Educacin para
Todos y que se lo considere como un instrumento de aprendizaje, un proceso
de aprendizaje y un resultado de aprendizaje y que estos tres contribuyan al
logro de uno amplio desarrollo humano.82
En caso de que hubiramos logrado claricar las diferentes concepciones
que existen de la lectura y la alfabetizacin, lo que signica ser lector para los
individuos y la sociedad, an faltara por conocer qu hace el lector con su
lectura. Porque es posible que encontremos lectores hbiles que no sientan
gusto por la lectura, lectores con muchas limitaciones que sientan placer en
leer, lectores hbiles y vidos, y lectores mal formados e incapaces de leer. A
nal de cuentas los gobiernos, las escuelas, los grupos sociales y culturales
pueden hacer grandes esfuerzos y realizar maravillosos trabajos, pero es el individuo el que tiene un compromiso propio con la lectura y la alfabetizacin.
Una vez que la lectura es una prctica placentera o agradable, el lector tiene la posibilidad de leer o no hacerlo, y nadie hace cosas que le disgusten.83
82 UNESCO, 216.
83 Daniel Boyarin, Placing reading: ancient Israel and medieval Europe, en The Ethnography of reading, Edited by Jonathan Bayarin (Berkeley, California: University of California Press, 1993), 10.

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