Preclasico Oaxaca

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MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA

EL PRECLASICO O FORMATIVO
AVANCES Y PERSPECTIVAS
SEMINARIO DE ARQUEOLOGIA
DR. ROMAN PIA CHAN

MARTHA CARMONA MACIAS


COORDINADORA

INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGA HISTORIA

EL PRECLASICO EN OAXACA
Marcus Winter.
INAH GRO
El Preclsico en Oaxaca se caracteriza por comunidades sedentarias agrcolas que hacan
cermica. Abarca casi 2000 aos, de 1500 a.C. hasta 250 d.C., y se divide en cuatro perodos
principales. Durante los primeros tres perodos se estableci la vida sedentaria y se poblaron
muchas regiones de Oaxaca: en el ltimo perodo se formaron las primeras ciudades.
El Preclsico ha sido uno de los enfoques principales de la investigacin arqueolgica en
Oaxaca durante los ltimos 25 aos, resultando en descubrimientos e interpretaciones nuevas.
Por ejemplo, la secuencia cronolgica para el Valle de Oaxaca antes comenzaba con la poca
Monte Albn 1; ahora se extiende 1000 aos ms atrs e incluye cuatro fases pre-MonteAlbn I.
Hace 25 aos se hablaba de la influencia Olmeca y del papel de Monte Negro en los orgenes de
Monte Albn; ahora se ha documentado un horizonte Olmeca en Oaxaca siglos previos a la
fundacin de Monte Albn y se ha determinado que un desarrollo local zapoteco condujo a la
fundacin de Monte Albn y que la ocupacin en Monte Negro fue posterior al inicio de Monte
Albn.
Aparte de resumir y sintetizar la informacin nueva respecto al Preclsico en Oaxaca, este
trabajo intenta reconocer y definir problemas no resueltos que merecen ms atencin e
investigacin.
El cuadro cronolgico (Fig. 1) presenta las divisiones temporales del Preclsico en Oaxaca.
Adems de la distincin entre la etapa de aldeas y la etapa urbana, se reconocen tres divisiones
dentro de la etapa de aldeas. Las secuencias regionales de fases o perodos estn definidos
generalmente en base a cambios en la cermica. Para la construccin del cuadro se respetaron
las fases y perodos definidos por diferentes investigadores; la correlacin entre las fases no
fechadas se hizo en base a comparaciones entre regiones.
Las divisiones en la secuencia cronolgica reflejan la complejidad del Preclsico; la etapa de
al deas, por ejemplo, no fue simplemente un tiempo de establecimiento de agricultura y
crecimiento de poblacin, sirio que hubo cambios en la organizacin poltica y social, a nivel
local e interregional,
En Oaxaca los principales sitios arqueolgicos parcialmente excavados de la etapa de aldeas
son:
Valle de Oaxaca.
Abasolo (Flannery ed. 1976).
Barrio del Rosario Huitzo (Flannery ed. 1976).
Hacienda Blanca (Informes en preparacin).
Fbrica San Jos (Drennan, 1976).
San Jos Mogote (Flannery ed. 1976).
Tierras Largas (Winter, 1972).
Tomattepec Whalen, 1981).
Mixteca Alta.
Etlatongo (Zrate, 1987).
Yucuita (Spores, 1974; Winter, 1982).

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Caada.
Rancho Dolores Ortiz (Winter, 1984).
Istmo.
Laguna Zope (Zeitlin, 1979).
La vida aldeana cambi con la fundacin de Monte Albn, el primer centro urbano en Oaxaca,
y un poco despus de la formacin de otros centros como son Huamelulpan, Cerro de las Minas,
Monte Negro y Yucuita. Estas ciudades tempranas tenan varios miles de habitantes,
arquitectura monumental, uso del calendario y escritura, y diferenciacin social entre familias
de relativamente alto y bajo status.
Aqu se presenta el Preclsico en cuatro perodos, del temprano al tardo; el ltimo abarca la
formacin y desarrollo inicial de los centros urbanos.
El Horizonte Rojo-sobre Bayo: 1500-1200 a.C.
El Horizonte Rojo-sobre Bayo es el primer perodo durante el cual existan muchas aldeas en
Oaxaca. El nombre del horizonte se refiere a la cermica caracterstica de color bayo (caf
claro) con decoracin roja, sea engobe o pintura. Aunque el color de la cermica vara desde
amarillo o casi blanco a negro (por las manchas de coccin), el color bayo es comn. El rojo
como engobe puede cubrir una superficie entera, o aparecer como decoracin en bandas o
franjas. Generalmente el rojo se deriva de hematita especular que produce un color rojo rico y
oscuro conteniendo partculas brillosas de hierro de color plateado.
Orgenes.
Tres elementos significantes se presentan en asociacin con las unidades domsticas en las
aldeas tempranas en los altos de Oaxaca --la cermica, los pozos tronco-cnicos subterrneos
evidentemente usados para almacenar alimentos y granos, y manos de metates grandes
utilizados para pro cesar semillas o granos duros, como los de teocintle y variedades tempranas
del maz--. No se han documentado los pozos ni las manos y metates grandes en ocupaciones
antes de 1500 a.C. en la etapa ltica.
Los orgenes de las aldeas del horizonte Rojo-sobre-Bayo son problemticos. Una posibilidad
es que grupos de la etapa ltica inventaron y/o adoptaron la cermica y las tcnicas de procesar y
alma cenar granos, y as pudieron establecerse y vivir en el mismo lugar todo el ao. Otra
posibilidad es que los altos de Oaxaca fueron colonizados por gente de afuera. La poca
documentacin arqueolgica para el perodo de aproximadamente 3000-1500 a.C. en Oaxaca
dificulta la demostracin de continuidad entre la etapa ltica y las aldeas tempranas.
Dos candidatos para representantes tempranos del horizonte Rojo-sobre-Bayo son el complejo
Espiridin en el Valle de Oaxaca (Marcus, 1983) y la fase Purrn en el Valle de Tehuacn
(MacNeish, Peterson y Flannery, 1970). En cada caso ambigedades ponen en duda su
aceptacin como ante cedente del horizonte Rojo-sobre-Bayo.

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No se han publicado fechas de radiocarbn para el complejo Espiridin del Valle de Oaxaca.
La cermica supuestamente es similar a la de la fase Tierras Largas pero ms delgada (Marcus,
1983) La muestra de cermica consiste de solamente 262 tiestos (Marcus, 1983). En vez de un
perodo cronolgico distinto anterior a la fase Tierras Largas, se poda tratar de cermica de la
fase Tierras Lar gas procedente de un contexto especial, posiblemente vasijas producidas para
uso especial.
La cermica de la fase Purrn del Valle de Tehuacn presenta problemas similares, aunque si
hay fechas tempranas (alrededor de 2000 a.C.). La muestra es pequea (127 tiestos), y el
contexto tambin es especial --un abrigo donde posiblemente se llevaban ollas burdas para
almacenar agua o cocinar alimentos. Segn la descripcin publicada (MacNeish, Peterson y
Flannery, 1970), solamente el grosor de las paredes distingue los tiestos Purrn de los de la fase
Ajalpan Temprano.
Cabe mencionar que las muestras de cermica de la fase Tierras Largas de los sitios Tierras
Largas y Hacienda Blanca en el Valle de Oaxaca incluyen tiestos igual de delgados que los del
complejo Espiridin e igual de gruesos que los de la fase Purrn. Las paredes delgadas se
asocian con vasijas elegantes para contener lquidos y las paredes gruesas generalmente se
presentan en las vasijas utilizadas sobre el fuego en la preparacin de comida.
De todas maneras, la cermica del horizonte Rojo-sobre-Bayo es sencilla y puede interpretarse
como cermica inicial, inventada en los altos. Las nicas dos formas comunes son cajetes
semiesfricoas y ollas esfricas con cuello-borde alto y curvo-divergente. Adems de la
decoracin roja, se usaba decoracin plstica, la ms comn siendo incisiones en los bordes de
los cajetes. Se trata de una vasija completa con ollas para cocinar sobre el fuego, cntaros
evidentemente utilizados para contener agua u otros lquidos y cajetes para servir comida. Es
cermica sencilla pero bien elaborada. Se encuentran en cantidades menores botellas con cuelloborde cilndrico, y en Tierras Largas apareci una vasija compuesta por dos pequeas ollas
unidas por un tubo horizontal. Estudios detallados permitirn reconocer divisiones cronolgicas
dentro del horizonte Rojo-sobre-Bayo. Presentes tambin en cantidades menores son cajetes
cnicos, y, quiz hacia fines del horizonte, el uso de engobe blanco y anaranjado.
La cermica del horizonte Rojo-sobre-Bayo hace contraste marcado, por ejemplo, con la
cermica de la fase Barra del rea de Mazatln Chiapas, que incluye formas extraas con
decoracin compleja y aparentemente no fue inventada localmente (Clark 1987; Clark y Blake
1989). La cermica temprana de Laguna Zope en el Istmo de Tehuantepec (Zeitlin 1979) est
ms relacionada a la de Chiapas que a la de los altos de Oaxaca.
Distribucin y afiliacin lingstica
En Oaxaca, al horizonte Rojo-sobre-Bayo est documentado en el Valle de Oaxaca, la
Mixteca Alta, La Caada y la M Baja La fase Ajalpan Temprano del Valle de Tehuacan
pertenece al mismo horizonte.
Al Noroeste del Valle de Tehuacn los lmites del horizonte Rojo-sobre-Bayo no estn
claramente definidos; posibles manifestaciones incluyen la fase Tzompantepec en Tlaxcala
(Garca Cook 1981) y el complejo Nevada del sitio Zohapilco en la Cuenca de Mxico
(Niederberger 1976) En Yucuita en la Mixteca Alta se encontr una ofita decorada con la
misma tcnica de impresin de uas que es comn en el complejo Nevada. Otras posibles
manifestaciones del horizonte son la ocupacin temprana en el sitio de Las Bocas, Puebla, la
cermica de la parte temprana de la fase Amate en Chalca (Grove 1987), y la cultura Xochipala
de Guerrero.
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La distribucin hipottica del horizonte Rojo-sobre-Bayo, desde Oaxaca hasta la Cuenca de


Mxico, corresponde aproximadamente a los limites geogrficas, en tiempos ms tardos, de los
hablantes de lenguas de la familia otomangue (Hopkins 1984). As, se propone que la
distribucin del horizonte Rojo-sobre-Bayo (incluyendo la cermica Rojo-sobre-Bayo y la
tecnologa de cultivar, almacenar, procesar y consumir el maz, el teocintle, y otras plantas) en
los altos del centro y suroeste de Mxico corresponde a la distribucin en 1500 a.C. de
hablantes de lenguas otomangues.
Segn estudios lingsticos (Hopkins, 1984), por 1500 a.C. ya existan como grupos separados
las nueve ramas de lenguas otomangues; entonces, los datos lingsticos concuerdan con los
datos arqueolgicos. Los habitantes de la Cuenca de Mxico eran de la rama otopame, los del
Valle de Oaxaca eran de la rama zapotecana, y los de la Mixteca eran de la rama mixtecana.
Se propone, adems, que al sur, la ocupacin en e! Istmo de Tehuantepec correspondi a
grupos mixe-zoqueanos con posible afiliacin tnica y lingstica de los grupos de la Costa de
Chiapas y la Costa del Golfo.
La atribucin de sitios arqueolgicos en los altos a grupos otomangues y de sitios en el Istmo
a grupos mixe-zoqueanos puede ser una simplificacin en caso de que el horizonte Rojo-sobreBayo se extendiera a los altos de Chiapas.
Organizacin social.
Se han identificado dos reas en Oaxaca con grandes poblaciones durante el horizonte Rojo-so
bre-Bayo --el Valle de Nochixtln en la Mixteca Alta y el Valle de EtIa-- o sea el brazo noroeste
del Va lle de Oaxaca. Yucuita, el sitio principal del Valle de Nochixtln, cubri varias hectreas
y tuvo una ocupacin estimada de 40 unidades domsticas 200 habitantes. En el Valle de
Oaxaca existan quizs 20 ms aldeas del horizonte Rojo-sobre-Bayo. La mayora en el Valle
de Etla.
La unidad domstica compuesta de una familia nuclear o pequea extensa con unos 5
miembros era un elemento social bsico. La comunidad (aldea) ms comn era similar a los
ranchos pequeos de hoy en Da con 3 a 10 unidades domsticas, o sea 15 a 50 habitantes,
muchos indudablemente emparentados. La asociacin espacial de elementos arqueolgicos -pozos tronco-cnicos, hornos, basureros, y entierros humanos-- refleja la autonoma y la
flexibilidad de la unidad domstica, y estas caractersticas prevalecen an hoy en da en las
comunidades rurales de Oaxaca corno una contribucin de la etapa de aldeas a la vida
mesoamericana.
Dos lneas de evidencia sugieren la presencia de una sociedad de rango (no igualitaria) en el
horizonte Rojo-sobre-Bayo. Primero, existi una jerarqua de asentamientos, posiblemente con
ciertas actividades concentradas en las aldeas grandes. Yucuita era varias veces ms grande que
las otras aldeas del Valle de Nochixtln y San Jos Mogote era varias veces ms grande en rea
y poblacin que las otras aldeas del Valle de Oaxaca. Segundo, cada aldea tena estructuras
especiales. Un montculo an no explorado en la parte noroeste de Yucuita poda corresponder a
un templo posible mente asociado a un personaje o familia importante.
En San Jos Mogote se documentaron estructuras con muros de adobe y patios encerrados por
cuartos. Aunque una ha sido interpretada como edificio pblico (Flannery y Marcus, 1976),
parece ms probable que se trata de un ejemplo en un conjunto de residencias relativamente
elegantes de Jefes y sus familias, los lderes de la sociedad.
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Otra implicacin que merece ms estudio es la posibilidad de que la organizacin de rango era
una condicin necesaria para el crecimiento de poblacin. La presencia de personas y/o familias
dirigen les cre la estabilidad que permiti el crecimiento de poblacin. Dadas las condiciones
ptimas, es posible que en unas 4 a 6 generaciones se hubieran establecido las decenas de aldeas
presentes en los altos de Oaxaca. Este tiempo (150 a 200 aos) equivale a una fase cermica, y
en trminos arqueolgicos parece casi instantneo.
Ofrendas de vasijas de cermica y figurillas aparecen con algunos entierros, indicando una
preocupacin con el destino despus de la muerte. No se ha documentado el uso de smbolos ni
de figurillas con mscaras o atavos de animales que podan indicar ritos formalizados.
Figurillas de barro y especializacin.
Las figurillas de barro del horizonte Rojo-sobre Bayo estn hechas a mano con destreza. La
mayora son representaciones realistas de mujeres, evidentemente retratos de individuos. Las
figurillas son pequeas, generalmente de unos 15-20 centmetros de altura. Las mujeres,
arreglos complica dos de su cabello, a veces con gorras y trenzas; tambin llevan orejeras,
visten faldas o estn desnudas; y carecen de sandalias u otro calzado. Sus caras y cuerpos a
veces llevan pintura roja o blanca decorativa. Muchas parecen estar en distintas etapas de
embarazo.
En el Valle de Oaxaca se encuentran las figurillas rotas en el desecho domstico o a veces
como ofrendas en los entierros. El nfasis en las mujeres da cabida a la especulacin de que la
sociedad era matrifocal, o sea que las mujeres jugaron un papel central si no dominante en la
organizacin y la vida de la unidad domstica y la comunidad en general.
La distribucin de las figurillas en sitios del horizonte Rojo-sobre Bayo no es pareja, y la
sofisticacin en su manufactura sugiere produccin por especialistas. Por la cantidad encontrada
en el rescate, Hacienda Blanca parece haber sido un centro de produccin. Se han encontrado
relativamente pocas figurillas en los otros sitios del Valle de Oaxaca y ninguna en las
exploraciones arqueolgicas en la Caada y la Mixteca Alta.
Un rasgo comn en las figurillas del Valle de Oaxaca es la presencia de tres o ms hoyos
perforados en el cabello. Este rasgo sirve como marcador del horizonte Rojo-sobre-Bayo.
Especimenes de figurillas de otras regiones incluyen uno de la superficie en Yucuita, dos
completos del Valle de Nochixtln (posiblemente asociados a entierros en una cueva saqueada
entre Jaltepec y Tilantongo un ejemplo de la superficie en El Guayabo, municipio de
Coyotepeji, en la Mixteca Baja, y por lo menos dos ejemplos del Valle de Tehuacn (MacNeish,
Peterson y Flannery, 1970: figs. 14 y 15).
Otros materiales especiales trabajados son el nix y el hueso. En Hacienda Blanca se encontr
una orejera de nix con restos de pintura roja y otra de hueso. Son de igual proporcin relativa
al cuerpo humano que las orejeras representadas en las figurillas femeninas de barro, y se
supone que fueron llevadas por mujeres.
Intercambio.
Durante el horizonte Rojo-sobre-Bayo, grupos en distintas reas mesoamericanas tenan
contactos: producan artefactos similares, como la cermica y tambin intercambiaban bienes
no-locales como la obsidiana.
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En Hacienda Blanca se encontr una sonaja esfrica de cermica Rojo-sobre-Bayo,


aparentemente hecho localmente. Este artefacto es nico hasta ahora en Oaxaca y poda ser una
imitacin de las sonajas que, segn J. Clark, se encuentran con relativa frecuencia en el rea de
Mazatln, Chiapas. As que se trata de un ejemplo de contacto indirecto.
En sitios del Valle de Oaxaca se encuentran, en frecuencias menores, fragmentos de vasijas
importadas, con decoracin plstica hecha con la tcnica de impresin de cordones o de la orilla
de la concha de almeja (rocker-starnped). Posiblemente proceden del Istmo o de Chiapas.
La presencia de obsidiana no-local en los sitios de Oaxaca (Valle de Oaxaca, Mixteca Alta y
Caada) implica intercambio de bienes. (Se supone que se trata de intercambio de aldea a aldea
y no de la importancia por personas de cada aldea que viajaron a los yacimientos). Lo ms
comn en las tres regiones mencionadas es la obsidiana de Guadalupe Victoria, Puebla. Se
encuentran lascas bipolares en todos los sitios, y todas las unidades domsticas excavadas hasta
ahora tenan acceso a la obsidiana. La proporcin de obsidiana en los sitios vara
aproximadamente con la distancia del yacimiento (Winter, 1984). En Hacienda Blanca un trozo
de obsidiana de 502 gramos procedente de Guadalupe Victoria (?) ya limpio (sin corteza) y con
huellas de lascas removidas apareci corno ofrenda en un entierro junto con siete vasijas de
cermica. La obsidiana encontrada previamente en sitios de este horizonte consista en pequeas
lascas.
Concha de agua dulce y concha del mar son otras materias no-locales presentes en los sitios
del Valle de Oaxaca. No se ha documentado el uso de piedra verde en este horizonte.
En resumen, aunque se desconocen los mecanismos precisos, est claro que se establecieron
redes de contactos entre aldeas durante el perodo 1500-1250 a.C. Estas redes sirvieron para
intercambiar bienes y transmitir informacin y tcnicas entre grupos en distintas regiones.
El Horizonte Olmeca: 1200-850 a.C.
A partir de aproximadamente 1200 a.C. se manifestaron cambios marcados en la cermica y
en los patrones de asentamiento en las aldeas de los altos de Oaxaca. Los cambios corresponden
al tiempo del florecimiento de los Olmecas en la Costa del Golfo, por lo cual la designacin
horizonte Olmeca.
Aparece cermica con diseos excisos e incisos, por primera vez cermica gris producida por
coccin de reduccin, y cermica con engobes y combinaciones de engobes de color gris,
blanco, rojo, rosado y otros. Tambin hay formas nuevas como son el cajete cilndrico y el
brasero con base anular.
Se reconocen dos divisiones cronolgicas en este horizonte; en el primer perodo se
encuentran cajetes cilndricos y fitomorfos, uso de una combinacin de engobes anaranjado o
rojo y blanco, y di seos excisos e incisos; la cermica de color negro y gris es relativamente
comn. La cermica importada de pasta blanca fina (kaolin) y gris con borde blanco
corresponde a esta divisin. En el segundo perodo son relativamente ms frecuentes (en
relacin al perodo anterior) los cajetes cnicos, diseos incisos y el uso de engobe blanco o
amarillo-blanco.
Orgenes.

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La gran variacin en la cermica implica innovacin e interaccin entre reas. El intercambio


durante el horizonte Rojo-sobre-Bayo estableci las redes entre comunidades para la difusin de
nuevas ideas tcnicas en este horizonte. Pero la pregunta es quines iniciaron las innovaciones,
o surgieron de diferentes reas?
El uso de! trmino horizonte Olmeca no implica que todos los cambios se iniciaron en la
Costa del Golfo, aunque parece posible y tal vez probable, dada la precocidad de los Olmecas en
cuanto a es cultura, arte y en tamao de poblacin. No obstante, solamente con ms exactitud
cronolgica ser posible asignar lugares de origen a los diseos y las otras innovaciones.
Cambios en el patrn de asentamiento.
Poco despus de las primeras innovaciones en la cermica se dieron dos cambios en el patrn
de asentamientos en los altos de Oaxaca el abandono de muchas aldeas y el establecimiento
de centros rectores--. Por ejemplo, en la Caada se abandon Rancho Dolores Ortiz y
aparentemente no se fundaron otros asentamientos en la regin. En el Valle de Oaxaa se
abandonaron los sitios de Hacienda Blanca, Hacienda La Experimental, Tomaltepec, y otros;
San Jos Mogote continu como el asentamiento principal. En el Valle de Nochixtln en la
Mixteca Alta se abandon la aldea grande de Yucuita, y Etlatongo lleg a ser la comunidad ms
grande e importante.
San Jos Mogote y Etlatongo, los dos centros rectores identificados hasta ahora en los altos de
Oaxaca, muestran elementos en comn. (Laguna Zope en el Istmo posiblemente es otro sitio de
este tipo, y Las Bocas en Puebla y Tlatilco en la Cuenca de Mxico podan ser otros). Ambos
estn ubicados en reas agrcolas altamente productivas en su centro de sus respectivos valles.
Ambos parecen haber sido varias veces ms grandes que las otras pocas aldeas en sus reas. En
ambos se encuentra cermica con diseos excisos (estilo Olmeca) de alta calidad de produccin.
La relacin entre estas comunidades y los Olmecas de la Costa del Golfo era estrecha, aunque
todava no se sabe si se trataba de control directo por gente fornea.
En un sector de San Jos Mogote se producan espejitos de magnetita e ilmenita,
aparentemente intercambiados a nivel local y a regiones distantes (Pires-Ferreira, 1975). En otro
sector del mismo sitio se elaboraron adornos de concha.
Explicando los cambios.
Se ha propuesto que la gente de alto rango en los altos de Oaxaca y otras reas adaptaron los
diseos Olmecas con el fin de reforzar su propio poder y status (Flannery, 1968). Aunque esta
explicacin, ampliamente aceptada por los especialistas, poda explicar la aparicin repentina de
nuevos diseos, no toma en cuenta los cambios en el patrn de asentamiento. Si los cambios en
la cermica; y en los asentamientos son acontecimientos relacionados, como parece ser el caso,
una explicacin vlida tendra que abarcar los dos.
Qu pas con la gente de las aldeas abandonadas? Quiz abandono no es el trmino
correcto. No hay evidencia de un cambio climtico que hubiera producido una reduccin en
poblacin si no que evidentemente fue un cambio en relaciones socio-polticas. Una posibilidad
es que los conflictos locales, entre aldeas en una regin, causaron abandonos, pero esto no
explicara el aparente fenmeno de cambio a nivel pan-regional.
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Una explicacin hipottica ms comprensiva es que los grupos de la Costa del Golfo llegaron
a sujetar poblaciones en los altos, quemando las aldeas pequeas y desalojando los habitantes.
Se han encontrado casas quemadas, o por lo menos cantidades de trozos quemados de bajareque
que formaron las paredes de casas sencillas. Tal vez las casas se quemaron accidentalmente,
aunque conflicto y destruccin intencional sera otra posibilidad. Los habitantes de las aldeas
pequeas en los altos fueron muertos, fueron a vivir en las aldeas grandes, o tal vez fueron
llevados como prisioneros a las comunidades en la Costa del Golfo.
En la regin Olmeca los hombres jugaron un papel principal en la poltica y la organizacin de
la sociedad. Las cabezas colosales y las figurillas porttiles de piedra ejemplifican este nfasis.
En el horizonte Olmeca aparecen en los altos de Oaxaca figurillas con representaciones de
hombres, y las representaciones de mujeres ahora son estilizadas en vez de ser retratos
individuales. Unas figurillas de barro representan hombres vestidos de animales, posiblemente
shamanes, y evidentemente los diseos Olmecas en la cermica estn asociados con hombres en
los entierros (Winter, 1972). Entonces, los artefactos ahora manifiestan un nfasis patrifocal, en
contraste con le nfasis matrifocal del horizonte Rojo-sobre-Bayo.
Religin
El horizonte Olmeca marca la primera aparicin en los altos de smbolos evidentemente con
significado religioso. Algunos de los mismos motivos comunes en sitios de la Costa del Golfo
se presentan en los altos de Oaxaca y otras regiones, formando un sistema pan-mesoamericano
de smbolos. El uso de smbolos en trminos generales sugiere intentos de domesticar o
controlar los poderes sobrenaturales. Al plasmar y expresar en cermica u otros medios diseos
representando jaguares, temblores, el rayo, y otros fenmenos naturales de gran poder, el
hombre tom control de su ambiente y el cosmos en general.
Se ha atribuido la distribucin diferencial de los motivos simblicos hombre-jaguar y
serpiente de fuego en la cermica a distintos linajes o barrios dentro de una comunidad (Pyne,
1976). Esta interpretacin es de validez cuestionable; en Tierras Largas los motivos parecen
existir contemporneamente. Aunque linajes podan tener diferentes deidades patrones, sera
rara una sociedad en que las creencias se dividieran en dos grupos. Otra posibilidad es la de
diferencias cronolgicas en el nfasis atribuido a cada grupo de motivos. Los smbolos
posiblemente fueron difundidos de la Costa del Golfo a diferentes regiones donde fueron
interpretados y elaborados con sabor local.
Regionalizacin: 850-500 a.C.
Por aproximadamente 850 a.C. en los altos de Oaxaca se relajaron las presiones e influencias
externas y comenz un crecimiento y florecimiento local.
En este perodo por primera vez la cermica gris llega a ser prevalente para cajetes de servicio.
En el Valle de Oaxaca la fase Guadalupe incluye cermica con engobe blanco-amarillo a veces
con el diseo de la doble lnea quebrada; tambin se caracteriza por cajetes grises sin decoracin
plstica. Los motivos simblicos Olmecas del horizonte previo ya no aparecen. Cermica gris
incisa aparece en la siguiente fase, la Rosario Temprana, y el motivo ms comn y caracterstico
es el bandern, evidentemente derivado de la cruz de San Andrs. La cermica de la fase Rosario
Tarda muestra decoracin negativa hecha con una tcnica de borrar y/o sobrepintar las
superficies bruidas; tambin se utilizaron diseos incisos y modelados con efigies de ranas en
los bordes de cajetes grises. Esta cermica es el precursor de la cermica gris de Monte Albn I.
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El trmino regionalizacin pretende sealar a las notables diferencias entre reas en este
perodo. Hay diferencias regionales en Mesoamrica en general, por ejemplo con el
florecimiento de Chalcatzingo en Morelos (Grove, 1987) y el surgimiento de una gran
poblacin durante la fase Conchas en el rea del Ro Naranjo en el sur de Guatemala (Love,
1986).
Regionalizacin tambin ocurri en Oaxaca. Se establecieron de nuevo pequeas aldeas en los
valles de la Mixteca con diferencias locales en la cermica; no se han identificado asentamientos
gran des ni evidencia de diferencias sociales o estilos llamativos de cermica.
El Valle de Oaxaca muestra otro patrn de desarrollo. La poblacin empez a crecer en la fase
Guadalupe, especialmente en el Valle de Etla donde se fundaron nuevas aldeas, tal vez por
gente originaria de San Jos Mogote. Ejemplos son barrio del Rosario Huitzo, Fbrica San Jos,
Hacienda Blanca, Tierras Largas, Tomaltepec y otros; con la excepcin de Tierras Largas y
posiblemente Hacienda Blanca, estos sitios no muestran ocupaciones de la fase San Jos Tarda.
En la fase Rosario existan decenas de aldeas, en un patrn similar a la distribucin durante el
horizonte Rojo-sobre-Bayo.
Hay claros indicios de rango y posiblemente haban estratos sociales en el Valle de Oaxaca.
Una plataforma descubierta en el Barrio del Rosario Huitzo evidentemente apoyaba una
residencia grande y elegante y elevado arriba de las otras en la aldea. San Jos Mogote tena
varias estructuras grandes, posiblemente con muros de piedra, aunque su fechamiento an no
est claro.
Una jerarqua de dos o tres niveles de asentamientos existi: San Jos Mogote era la
comunidad ms grande e importante; aldeas como el Barrio del Rosario Huitzo tenan familias
de alto y de bajo status; y hubo un posible tercer nivel de ranchos con solamente unidades
domsticas sencillas.
El florecimiento de la cultura Olmeca en la Costa del Golfo evidentemente continuaba en este
perodo con La Venta y en los altos de Mxico central con, por ejemplo, Chalcatzingo. Oaxaca
participaba en redes de intercambio. Las aldeas reciban obsidiana del yacimiento Guadalupe
Victoria, por ejemplo. El del sitio de Hacienda La Experimental, asociado a cermica de la fase
Rosario Tardo, se encontr un fragmento roto y modificado de una estatua de piedra oscura
similar a las de La Venta. Pero el desarrollo en el Valle de Oaxaca parece haber sido autnomo
y libre de presiones externas, aunque no aislado de otras reas mesoamericanas.
Como manifestacin del crecimiento general de poblacin, en la fase Rosario se inici una
colonizacin o dispersin desde el Valle de Oaxaca, quiz desde San Jos Mogote y el Valle de
Etla, a regiones cercanas. Por ejemplo, se fund una aldea en Apoala en el extremo este de la
Mixteca Alta.
En otras regiones, por ejemplo, el Valle de Tehuacn, la Mixteca Baja y la Mixteca Alta, se
encuentra cermica gris estilo Rosario que posiblemente procede del Valle de Oaxaca e indica el
funcionamiento de relaciones de contacto y probablemente intercambio entre estas regiones.
Para muchas partes de Mxico central se poda hablar de una tradicin de cermica gris.
La evidencia de prcticas religiosas es escasa. Aparte de los diseos incisos y modelados, no
hay mucha evidencia preservada en la cermica y otros artefactos de religin o smbolos. Las
figurillas de barro no son muy frecuentes en la fase Rosario, y es hasta el siguiente perodo que
aparece un florecimiento de smbolos e ideas de carcter religioso.
470

En los altos de Oaxaca la etapa de aldeas termina en aproximadamente 500 a.C. con la gran
poblacin zapoteca en el Valle da Etla y San Jos Mogote. Se haba formado la base para un
cambio radical y la emergencia de la vida urbana.
Ciudades Tempranas: 500 a 250 d.C.
Entre 500 y 400 a.C. surgieron las primeras pequeas ciudades en los altos de Oaxaca, y se
inici la etapa urbana caracterizada por comunidades de miles de habitantes, una jerarqua de
asentamientos, estratificacin social, arquitectura monumental, y el uso del calendario y
escritura.
Los principales sitios parcialmente excavados de la etapa urbana temprana son:
Valle de Oaxaca.
Monte Albn (Blanton, 1978).
Dainz (Bernal y Oliveros, 1988).
San Jos Mogote (Flannery y Marcus ed. 1983).
Mixteca Alta
Huamelulpan (Gaxiola, 1984).
Monte Negro (Acosta, s/f). Yucuita (Spores, 1974; Winter, 1982).
Caada.
Loma Perdida (Spencer, 1982).
Mixteca Baja.
Cerro de las Minas (Winter y otros, 1989).
Ro Verde Inferior.
Cerro de la Cruz (Joyce y Winter, 1988).
Ro Viejo (Joyce y Winter, 1988).
Monte Albn fue el primer centro urbano, fundado aproximadamente 500 aos a.C. Al mismo
tiempo, o unas dcadas despus, se formaron otras pequeas ciudades en la Mixteca: Cerro de
as Minas, Diquiy, Huamelulpan, Monte Negro, Yucuita y otros. Los centros urbanos
funcionaron como comunidades principales en sus reas respectivas, aunque pueblos, aldeas y
ranchos tambin existan.
Los centros urbanos generalmente se encontraron en lugares favorables para el cultivo con
gran des extensiones de aluvin cerca. Algunos, como Monte Albn, Diquiy y Monte Negro se
construyeron encima de cerros altos, aparentemente con fines defensivos.
Con la formacin de los centros, las poblaciones aumentaron en las distintas reas. Los
centros urbanos funcionaron como mercados, y centros de actividades polticas y religiosas.
Atraan a los habitantes de comunidades pequeas en la regin quienes en un da podan
caminar unas horas, asistir al mercado o participar en otra actividad y despus regresar a sus
casas. La atraccin centrpeta de los centros urbanos foment el establecimiento de lenguas,
costumbres e identidades locales.
Orgenes.
471

Varias condiciones prepararon la escena para la fundacin de Monte Albn.


Aproximadamente 50 aldeas pequeas de la fase Rosario existan en el Valle de Oaxaca,
muchas de ellas concentradas en el Valle de Etla. San Jos Mogote en el centro del Valle de Etla
funcionaba como el principal centro econmico y poltico aunque posiblemente hubo conflictos
dentro de la misma comunidad o entre facciones en el valle.
Especializacin exista en algunas aldeas. Ciertas localidades eran favorables en relacin a
recursos no comunes, por ejemplo, la arcilla para la loza, silex para implementos, sal y
yacimientos de piedra caliza.
La isla de cerros en el centro del Valle de Oaxaca (que posteriormente lleg a ser Monte
Albn) ofreci lea, espacio para la construccin de casas, terrenos para cultivo de temporal y
manantiales con agua para el uso domstico. Todo eso lo hizo un lugar atractivo para
colonizacin, y alrededor de 500 a.C. se establecieron una o varias comunidades pequeas en
las laderas. La continuidad en la organizacin domstica, el tratamiento mortuorio, los estilos de
cermica y otros elementos entre la fase Rosario y la ocupacin inicial en Monte Albn (poca
Monte Albn I Temprano) indica que Monte Albn fue fundado por gente de aldeas del Valle de
Oaxaca. No se sabe todava de qu aldea vinieron o cuales mecanismos provocaron su cambio.
Pudieron haber sido personas de San Jos Mogote quienes salieron debido a conflictos internos,
o quiz gente de otras aldeas que estaban en conflicto con los habitantes de San Jos Mogote.
Una vez establecidas en Monte Albn, estas familias llegaron a ser el enfoque de una
organizacin nueva. Debido a su localizacin central, Monte Albn era el lugar ms apropiado
para organizar un mercado y coordinar actividades intercomunitarias. Productos especializados -cermica, silex, cal, sal y otros-- fueron llevados a Monte Albn y puestos a la disposicin de
otras comunidades a travs del mercado.
Monte Albn creci en forma exponencial. El cerro est casi rodeado por terrenos aluviales de
primera calidad que pueden rendir dos cosechas al ao. Clculos indican que dentro de un radio
de 8 kilmetros de la plaza principal se deben haber podido producir alimentos suficientes para
unas 17,500 personas en la poca I. Basado en datos del recorrido de superficie, se estima la
poblacin de Monte Albn en 100 a.C. en 10,000 habitantes (Blanton, 1978).
Los orgenes de los centros urbanos en otras regiones de Oaxaca son menos entendidos por la
escasez de datos inmediatamente antes de la fundacin de los centros. Es probable que a partir
de su fundacin Monte Albn afect a influy poblaciones en regiones colindantes, y pudiera
haber estimulado y fomentado la formacin de comunidades urbanas en aquellas regiones. Sean
los que fueren los mecanismos, por 100 a.C. pequeos centros urbanos ya existan en la Mixteca
y por 250 d.C. en muchas otras regiones de Oaxaca.
Arquitectura.
Grandes edificios de carcter no-residencial son comunes en los centros urbanos; sirvieron
para domesticar y formalizar el espacio. Se construyeron muros y escalinatas para definir y
controlar el acceso a espacios pblicos para actividades comunitarias como mercados y
celebraciones. Otro tipo de estructura es la plataforma (montculo o pirmide) que funcion
como la base para un templo o residencia lite. En Cerro de las Minas, Diquiy y Yucuita
grandes murallas de carcter defensivo definieron en parte los lmites del centro urbano. Las
construcciones monumentales reflejan un esfuerzo comunitario, no individual, y la coordinacin
por dirigentes.

472

Organizacin social
Los grupos domsticos de la etapa urbana temprana exhibieron el mismo patrn bsico que las
de la etapa de aldeas: una familia nuclear o extensa pequea que produca, almacenaba,
preparaba y consuma su propio alimento, y que enterraba a sus muertos cerca de su casa. Sin
embargo, algunos patrones de la vida diaria cambiaron con el surgimiento de una divisin de
trabajo ms compleja. Hubo ms nfasis en la especializacin y una variedad ms amplia de
productos que estuvo a la disposicin de los grupos domsticos. Las cantidades de materiales
no-locales aumentaron. Por ejemplo, hubo ms obsidiana que en la Etapa de Aldeas y se
increment la variedad de formas de vasijas que posiblemente refleja ms diversidad en los
alimentos preparados y consumidos. Por primera vez son comunes el comal (y el consumo de
tortillas) y un tipo de molcajete (el plato Suchilquitongo) utilizado en la preparacin de salsas.
En la etapa de aldeas predominaban las relaciones igualitarias, aunque existan diferencias
socia les y rangos entre grupos domsticos. En contraste, durante la Etapa Urbana Temprana la
pegamento que una las grandes comunidades internamente o ligaban las comunidades pequeas
a las grandes.
En tiempos urbanos tempranos hubo una distincin entre grupos domsticos de relativamente
alto y relativamente bajo status. Los de bajo status, los ms comunes, fueron similares a los
grupos domsticos de la etapa de aldeas, es decir, una familia nuclear o pequea extensa con
una residencia modesta y pozos de almacenamiento, hornos y reas de trabajo. Los espacios
entre residencias servan como jardines y pequeas milpas. Por otro lado, los grupos domsticos
de alto status contaban con ms miembros --probablemente eran familias extensas-- y sus
dependientes y servidumbre. Las casas eran grandes con ms cuartos y de construccin
relativamente elaborada con muros y pisos estucados y gruesos. Algunas unidades domsticas
tenan grandes cuartos de almacenamiento o pozos tronco-cnicos extraordinariamente amplios.
Un pozo en Yucuita, por ejemplo, midi 12 me tros cbicos; y una residencia de alto status
explorada en Huamelulpan tuvo una concentracin de vasijas especiales de servicio (Gaxiola,
1974). La familia quiz tuviera la responsabilidad de ofrecer alimentos para las fiestas
comunales.
El tratamiento mortuorio reflejaba el status social. Mientras que las personas de bajo status
generalmente fueron enterrados en fosas sencillas con una o dos vasijas, los individuos de alto
status fueron colocados en tumbas formales construidas de piedra y con ofrendas de docenas de
vasijas adems de objetos de lujo como son orejeras de jade, collares de cuentas de piedra, y
adornos de concha importada.
La distincin en status entre grupos domsticos sugiere que familias de alto status controlaban
parte de la labor de familias de bajo status y/o el producto de tal labor. Familias de alto status
existan en los centros urbanos y tambin en las comunidades pequeas donde funcionaban
como dirigentes, coordinando el trabajo y los productos de las dems familias. Alianzas y/o
parentesco ligaban las familias de alto status en distintas comunidades.
Los centros urbanos fueron divididos en barrios o sectores, cada uno con por lo menos una
familia de alto status que fungi como dirigente. En otras palabras, en los centros urbanos
exista un grupo social intermedio entre la unidad domstica y la comunidad: era el grupo de
unidades domsticas interdependientes conformado por una familia de alto status y sus
dependientes de status bajo. Como no hay evidencia de la presencia de un lder supremo, el
control comunitario pudiera haber sido basado en un consejo de representativos de las familias
lites de los distintos sectores.

473

Intercambio.
El intercambio floreci a distintos niveles en la etapa urbana temprana. Materias y objetos nolocales llegaron a los centros urbanos, probablemente a las manos de las familias lites quienes
controlaron su distribucin local. Productos locales tambin entraron a los mercados locales en
los centros para su distribucin. Desde Monte Albn y el Valle de Oaxaca ciertos productos
fueron exporta dos a regiones cercanas: los cajetes Suchilquitongo y vasijas de cermica gris
decorada con incisiones llegaron a otras regiones y reflejan el crecimiento de la importancia de
Monte Albn como un centro interregional econmico y religioso en los altos de Oaxaca.
Con la formacin de Monte Albn, la poblacin de los zapotecos del Valle de Oaxaca
aument y se colonizaron reas cercanas en la sierra alrededor del valle. Ejemplos de
comunidades nuevas durante este perodo son El Guexe en Miahuatln, Yucuin en las
montaas al este de Monte Albn y Atepec e Ixtepeji el Viejo en la sierra al norte. Los aumentos
grandes en poblacin fueron acompaados por separaciones lingsticas.
Las investigaciones recientes de la cuenca inferior del Ro Verde en la Costa de Oaxaca han de
mostrado el surgimiento de una ocupacin extensa, evidentemente relacionada a la emergencia
de los chatinos como grupo tnico y lingstico (Joyce y Wnter, 1988).
Religin.
La utilizacin de templos, urnas, y el calendario son tres innovaciones que aparecen con el
surgimiento de los centros urbanos y tienen que ver con la religin y poder del grupo lite. El
templo, un recinto arquitectnico diseado para realizar celebraciones o ritos, aparece en los
centros urbanos de la Mixteca y del Valle de Oaxaca probablemente entre 100 a.C. y 200 d.C.
Las urnas, o sea vasijas cilndricas de barro con representaciones de personajes o seres
antropomorfos en combinacin con smbolos, aparecen un poco antes. Algunas urnas tempranas
de cermica gris en el Valle de Oaxaca representan deidades, especialmente Cocijo asociado
posteriormente con la lluvia. En los centros urbanos de la Mixteca se encuentran tambin urnas
de barro gris y aun que a veces parecen haber sido producidos localmente, muestran las mismas
deidades que aparecen en la regin zapoteca. Las urnas estn asociadas a familias de alto status:
en Huamelulpan se encontraron urnas en una residencia de alto status; otras aparecieron en
frente de un altar de una casa. Una urna gris de Cocijo asignada a la fase Santa Mara tarda est
en exhibicin en el Museo del INAH en Tehuacn. Estos ejemplos sugieren que los zapotecos
estaban exportando creencias y/o costumbres religiosas, o por lo menos que familias lites en
otras regiones adoptaron ideas de los zapotecos del valle.
El calendario zapoteco ritual de 260 das y los 4 portadores del ao aparentemente fueron
concebidos durante la etapa urbana temprana aunque todava el calendario est relacionado a
sistemas en otras regiones y todava no se entienden los orgenes. Las estelas asociadas a los
danzantes y algunos textos grabados en las lpidas de conquista en montculo J en Monte Albn
incluyen textos con fechas calendricas y otros smbolos. No se encuentran sistemas
independientes de escritura o flotacin en las otras regiones de Oaxaca en este perodo, entonces
la prioridad de los zapotecos en cuanto a innovacin e influencias parece claramente
establecida.
Los centros urbanos representan la culminacin del Preclsico pero al mismo tiempo el inicio
de las grandes ciudades dominantes del Clsico. Entonces, en cuanto a la presentacin del
Preclsico al especialista y al pblico en general habra que decidir s se enfatiza la continuidad
la separacin entre aldeas y ciudades.
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