La Sabidura Del Organismo
La Sabidura Del Organismo
La Sabidura Del Organismo
organismo
del hombre. De hecho, a menos que garanticemos que algo pueda surgir de la
nada, que esa inteligencia pueda surgir de algo que carezca de inteligencia,
debemos creer que la inteligencia consciente del hombre es una parte
subordinada de una inteligencia muy superior que controla y dirige su vida y
que se encuentra en su interior.
Si observramos algunas de las hazaas mecnicas que el organismo efecta
cuando se encuentra enfermo, aceptaramos sin ninguna duda la siguiente
afirmacin de Sylvester Graham: El instinto orgnico acta en cada una de
estas operaciones con determinacin y racionalidad para eliminar la causa que
ha originado el problema.
Comencemos analizando el proceso natural que el organismo inicia cuando
surge una herida, un rasguo o cualquier otro problema epidrmico. Aunque
consideremos este proceso como un acto puramente mecnico, debemos
sealar que en l acta la misma inteligencia que, de forma tan magistral,
transform una pequea partcula de protoplasma en un cuerpo perfectamente
desarrollado.
morir. Sin embargo se queda el dedo as toda su vida? Por supuesto que no.
Con el paso de los das el tejido daado ser sustituido por uno nuevo y las
clulas sanguneas muertas desaparecern a travs de los vasos sanguneos.
Al poco tiempo, la inflamacin ceder, el dolor desaparecer y pronto nos
olvidaremos del moretn. Este es otro ejemplo que nos demuestra la gran
inteligencia que posee la fuerza que controla y dirige cada una de las acciones
del cuerpo. Una vez ms somos testigos de su maravillosa eficiencia.
Ahora bien, esta gran inteligencia que observamos en los procesos de
autocuracin, reparacin y ajuste que tienen lugar en el interior del organismo
no slo se observan en situaciones tan complejas como las mencionadas, sino
que tambin puede darse en cualquier otro accidente ms comn, como la
simple introduccin de una astilla en la piel. Cuando esto sucede, el organismo
no procede a su retirada de forma inmediata. La naturaleza, o fuerza vital, hace
gala de su destreza y lo elimina por nosotros. El dolor y la inflamacin
provocada por su introduccin van seguidos de la formacin de pus, que
destruye el tejido hasta alcanzar la superficie de la piel. El paulatino
crecimiento de la capa de pus finaliza en el instante en el que rompe
definitivamente la superficie de la piel y sale al exterior, transportando la
astilla.
La formacin de abscesos en el interior del cuerpo es otro ejemplo ms de la
destreza arquitectnica del organismo. stos se encuentran separados del
resto de los rganos y sistemas orgnicos por un muro formado por tejido
granulado que impide su propagacin y la expulsin de pus en la circulacin.
los casos finalizan con la ruptura de los abscesos y la expulsin del pus a
travs de las cmaras.
Si se aplica una bolsa de hielo uno o dos das antes de iniciarse el tratamiento
ordinario, se producir un considerable descenso en el esfuerzo necesario para
la elaboracin del muro que separa el apndice del resto de la cavidad
abdominal. Sin embargo, si no aplicamos ninguna bolsa de hielo, el organismo
crear un muro de separacin entre el apndice inflamado e infectado y el
resto de la cavidad. La bolsa de hielo interfiere en las operaciones curativas y
protectivas iniciadas por el propio organismo con tanta virulencia, que uno de
los cirujanos de abdomen ms importantes en el mundo de la medicina
declar: Rechazo con rotundidad la utilizacin de bolsas de hielo y en aquellos
casos en los cuales se utilizan, anuncio siempre por adelantado que
posiblemente tendr el apndice gangrenado. Y casi nunca me equivoco. En
aquellos casos en los que existan indicios de apendicitis, no debera usarse
bolsa de hielo bajo ningn concepto. La naturaleza realizar su propio trabajo
como considere oportuno y cualquier intento por asistirle debe considerarse
como una interferencia perniciosa y entrometida.
que existe entre cada uno de los rganos impide que la pus se introduzca en
las cavidades peritoneal y pleural. Mientras tanto, el organismo forma una
pequea cavidad en el pulmn a travs de la cual vierte el pus en un tubo
bronquial. Finalmente, el cuerpo expulsar las sustancias txicas por medio de
la tos, vaciando el absceso y dejando la cavidad completamente limpia. El
muro que se haba formado en torno al conducto del absceso se fortalece y
contrae hasta que slo quede una cicatriz, cerrando con ello el agujero. En este
momento, el paciente recupera la salud.
El absceso tambin puede dirigirse hacia otras direcciones, hacia abajo o hacia
el lado. En tales casos, el proceso es completamente igual, excepto que ahora
el rin se unir al estmago, a los intestinos o a la pared del abdomen
mediante la inflamacin. Si la adhesin se realiza al estmago o a los
intestinos, el absceso perforar ambos rganos y el pus se expulsar a travs
de las cmaras. Sin embargo, si el absceso se adhiere a la pared del abdomen,
el pus se expulsar a travs de la piel. En ambos casos, la herida producida por
la expulsin del pus cicatrizar y el paciente recuperar su estado de salud. En
algunos casos, el absceso descarga directamente en el interior de la vescula,
pasando posteriormente a los intestinos. Esta situacin recibe el nombre de
punto de partida.
Algunas veces se da el caso de personas muy dbiles cuya naturaleza no le
permite culminar la conexin entre los diferentes rganos. Cuando esto sucede,
el pus termina por introducirse en la cavidad pleural (empinema) o en la
cavidad abdominal, provocando una peritonitis o, a veces, la muerte.
Otro ejemplo de la magnitud y efectividad con la que opera la naturaleza en
nuestro interior se da en aquellos casos en el que aparecen clculos biliares
cuya dimensin le impide pasar del conducto biliar al intestino delgado.
Cuando esto sucede, el organismo
encuentran tan daadas que no pueden resistir por ms tiempo el abuso de las
toxinas, el organismo pone en marcha los sistemas defensivos ms utilizados y
la naturaleza pone en pie de batalla a su ejrcito mejor preparado. Una vez
levantada una barrera de clulas pertenecientes a tejidos conectivos, inicia una
lenta, pero fructfera batalla contra las toxinas, mientras contina alzando ms
barreras. Este proceso puede continuar hasta que el tumor alcance
proporciones incluso peligrosas. Si no fuera por esta barrera, las causas que
provocaron su creacin habran destruido la vida mucho antes. El objetivo del
tumor no es otro que el de prolongar la vida del organismo.
Algo parecido sucede en las plantas que padecen la invasin de parsitos. Las
grandes excrecencias que observamos en algunos robles surgen como
consecuencia de la accin de las larvas de ciertas moscas. Esta mosca deposita
sus huevos bajo la corteza del roble. Las larvas procedentes de los huevos
segregan una sustancia, cuya composicin txica provoca la aparicin de una
masa tumorosa. Los parsitos son tambin los responsables de la creacin de
una masa tumorosa en la raz y tallo de los repollos. De igual forma, los olivos y
otros rboles sufren tambin la aparicin de esta masa cancergena. En el caso
del cedro, la existencia de hongos en su corteza provoca la aparicin de una
vegetacin un tanto peculiar que recibe el nombre de escobas de brujas.
Como puede observar, existen numerosos ejemplos en los que la naturaleza
origina medidas defensivas similares. La formacin de tumores se debe, sin
dudas, a una variacin en las relaciones complejas que determina el
crecimiento normal y debemos considerarla como una medida natural de
proteccin. Un tumor nunca es fuente de peligro hasta que comienza a
descomponerse.
En la inflamacin de los riones producida por un problema renal, los
constituyentes normales de la orina disminuyen, ya que stos permanecen en
la sangre en vez de ser eliminados. La necesidad de expulsar de la circulacin
elementos txicos, como las sales, que generalmente se eliminan a travs de
los riones, y la necesidad de mantenerlos disueltos en lquidos mientras se
mantengan en el interior del organismo, provoca la aparicin de retencin de
lquidos (hidropesa) en numerosas partes del cuerpo, especialmente en los
tejidos que se hallan bajo la piel o en las cavidades del organismo. Cuando se
recupera la funcin renal, el fluido hidrpico se introduce poco a poco en la
circulacin, donde finalmente se elimina.
Descubren sistema de
limpieza cerebral
Fuente:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/08/15/actualidad/1345047587_16939
4.html
Exrado de:
http://www.espaciodepurativo.com.ar/dicen_medios/limpieza_cerebral.php
Publicado por:
Gloria de los ngeles Espndola
FUENTE: www.unmundodebrotes.com
http://www.unmundodebrotes.com/2013/04/cerebro-descubren-sistema-delimpieza-cerebral/
Depuracin Corporal:
Emuntorios y toxemia
Los rganos
depurativos
Por otra parte, los residuos metablicos que regularmente excretan las clulas,
al no circular, aumentan an ms el grado de contaminacin de los fluidos. Los
desechos comienzan a depositarse en las paredes de los vasos sanguneos,
reducen su dimetro y esto disminuye an ms la velocidad de circulacin e
irrigacin.
Pero sigamos con los perjuicios que genera la acumulacin de toxinas en los
fluidos corporales: obstruye los emuntorios, dificulta su tarea, congestiona
otros rganos y bloquea las articulaciones. Los tejidos se irritan, se inflaman y
pierden flexibilidad; se esclerotizan. En este contexto, las clulas no pueden
realizar su tarea especfica y tampoco los rganos por ellas compuestos.
Estamos en presencia de una persona enferma, desvitalizada y anquilosada. El
tipo de enfermedad depender simplemente de cules rganos se encuentren
ms afectados y en qu grado. El espectro puede ir de una bronquitis crnica a
un cncer. Estos procesos degenerativos no se producen de la noche a la
maana, ni son la consecuencia de un solo exceso: requieren aos de
acumulacin.
Ante todo, ya podemos entender el valor relativo de los modernos diagnsticos
que sugieren la focalizacin del problema en una parte pequea de nuestro
organismo. Nunca puede estar mal una parte y bien el resto. Esa parte
defectuosa es solo la expresin ms aguda del estado general del organismo.
Por ello es obvia la inutilidad de luchar contra un sntoma o contra un
parmetro determinado (glucosa, presin, colesterol, etc). Es correcto aliviar el
sufrimiento puntual, pero sin olvidarnos que debemos operar sobre todo el
mbito corporal.
Una ancdota familiar -que pese a mi niez, qued grabada a fuego en la
memoria- sirve para ejemplificar cun a menudo la ciencia tradicional pierde la
visin de conjunto, al focalizarse en las partes del organismo. Tena un to
internado desde haca varios das y su estado no haca ms que empeorar,
pese a que estaba en mano de equipo de renombrados mdicos que
intentaban distintas teraputicas farmacolgicas. Como su estado se haca
cada vez ms grave, vino a verlo desde lejos su madre, mi bisabuela.
Esta anciana nortea, tena sabidura intuitiva y unos ojos vivaces. Apenas
entr al cuarto del enfermo, sus hijas, con la ayuda del mdico presente, la
pusieron al tanto de las novedades, destacndole la impotencia pese a los
infructuosos y costosos intentos realizados. En medio de tanta terminologa
mdica y palabras difciles, mi bisabuela pregunt con su caracterstico acento
guaran: Cunto hace que no va de cuerpo este muchacho? El silencio fue
sepulcral. Dilatadas miradas se cruzaban en el aire y nadie tena respuestas.
Haca una semana que el to no mova los intestinos y nadie haba reparado
en ello!!! Dems est decir que tras una voluminosaenema, comenz el
rpido proceso de recuperacin del to, quin fue dado de alta das despus y
se recuper sin mayores problemas.
Extrado del libro Cuerpo Saludable
www.espaciodepurativo.com.ar
Publicado por:
Gloria de los ngeles Espndola
www.unmundodebrotes.com
FUENTE: http://www.unmundodebrotes.com/2012/08/depuracion-corporalemuntorios-y-toxemia/