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LA AGRICULTURA EN LA ICONOGRAFIA

DE LA CERMICA NASCA1
UNA REVISIN DE LA COLECCIN
DEL MUSE0 DE AMERICA DE MADRID

JUAN CARLOS DE LA TORRE ZEVALLOS


UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
BECARIO

ENDESA / FUNDACION DUQUES DE SORIA

RESUMEN: TA ACTIVIDAD SOCIAL GENERADA POR LA INTERACCIN DEL SUJETO CON SU MEDIO, ES RESULTADO DEL
TRABAJO. LA ARQUEOLOGiA PERMITE, TANTO A TRAVF DE EVIDENCIAS MATERIALES RECUPERADAS EN YACIMIENIOS ARQUEOLGICOS COMO DE COLECCIONES EXLSTENTES EN FONDOS MUSEISTICOS, LA RECONSTRUCCION E INTERPRETAClN CIENTIFICA DE ESAS ACTMDADES CONCERNIENTE_S A LAS RELACIONES SOCIALES DE UNA SOCIEDAD CONCREIA.
EL PRESENTE ESTUDIO DE LA COLECCION DE CERAMICA NASCA DEL MUSE0 DE AMRICA DE MADRID, NOS CONDUCE
A PLANTEAR NUEVAS PERSPECTIVAS INTERPRETATNAS ACERCA DE DICHA SOCIEDAD, DESARROLLADA EN LA COSTA SUR
DEL PER , Y FUNDAMENTALMENTE, ACERCARNOS A SU MEDIO ECONOMICO DE SUBSISTENCIA: LA AGRICULTURA.

PALABRAS CLAVE: Iconografa agricola, sociedad Nasca, actividad agricola, medios de produccin.
ABSTRACT: The social activity generated by the
interaction of the subject with its environment is
the result of work. Archaeology allows, through
the material evidences recuperated in archaeological deposits, and existing collections in museum stores, the reconstruction and scientific interpretation of those activities conceming social
relationships of a specific society. The present

study of the Nasca ceramic collection of the Museo de America of Madrid, leads us to outline
new interpretative perspectives about the Nasca
society (developed in the south coast of Peru)
and fundamentally, to approach its economic
subsistence base: the agriculture.
KEY WORDS: Agricultural iconography, Nasca
society, agricultural activity, means of production.

' La palabra Nasca deriva del topnimo quechua Nanasca, nombre con el que se ha identificado a uno de
los ltimos caciques de una de las regiones localizada al sur del Per y del cual deriva el nombre de la cultura arqueolgica identificada entre los 100 a. C. a 700 d. C.

ANALES DEL

MUSE0 DE AMERICA I I. PAGS.

119 - 136 I

119 ]

JUAN CARLOS DE LA TORRE ZEVALLOS

INTRODUCCIN

Desde tiempos antiguos, las culturas de los Andes se han enfrentado a una adversa
geografa, que lograron dominar en base a un arduo y lento proceso de domesticacin
de su entomo natural, acumulando experiencias y desarrollando mecanismos para
aprovechar al mximo los recursos del medio en que habitaban. La regin costera peruana no fue la excepcin. Aunque con eventuales cambios ecolgicos a lo largo del
tiempo, los paisajes se han caracterizado por presentar una rida geografa, predominando los desiertos y las reducidas reas productivas, denominadas "oasis". Estos "oasis" son valles frtiles enclavados en los desiertos, cuyos ros nacen en las cordilleras
andinas y discurren estacionalmente hacia el litoral costero, creando en su cauce ambientes naturales propicios para vivir.
En la costa sur del Per , especficamente en la regin de Nazca 2 , predomina un
paisaje completamente rido. Sin embargo, tanto los valles como los desiertos y mesetas muestran las huellas del trabajo dejado por los que habitaron dicha regin. Estos
pobladores desarrollaron una sociedad con estructuras complejas de organizacin, que
fue capaz de aprovechar los escasos recursos acuticos de esta zona desrtica, construyendo extensos sistemas de irrigacin sobre todos los valles y desarrollando al mximo
el potencial agrcola, que constituy la base de la economa de la sociedad.
Un acercamiento a la coleccin de cermica de la cultura Nasca que se encuentra en el Museo de Amrica de Madrid, nos ha permitido identificar una serie de piezas
con representacin de diversos motivos agrcolas. Esto indica la importancia que tuvo
la actividad agrcola en la regin, y que la sociedad andina plasm en la decoracin de
su cermica, incorporando de esta forma en ella su entomo conocido. Esta importante
coleccin nos ha permitido profundizar, de manera especfica, en la economa agrcola
de la sociedad Nasca, acercndonos a sus relaciones socioeconmicas y religiosas.

LA CERAMICA NASCA

La denominada cultura Nasca (100 a.0 - 700 d.C), fue identificada sobre la base de un
estilo distintivo de cermica polcroma, cuya distribucin se concentra principalmente
en los valles de la cuenca del Ro Grande y, en menor escala, en los valles de Ica y Pisco por el norte y Acar por el sur. Desde su descubrimiento ha sido objeto de numero-

Para el desarrollo de presente articulo se ha mantenido el uso de la palabra Nazca con "z", para identificar
la regin geogrfica, ms no para sealar a la cultura material en estudio.

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LA AGRICULTURA EN I.A ICONOGRAFA DE I_A CERMUICA NASCA

sos estudios que han centrado su atencin, principalmente, en los aspectos artisticos
(iconografa) y en menor grado en los detalles de su produccin (tecnologi2)3.
En este sentido, uno de los trabajos pioneros fue el realizado por Uhle (1914),
quien identific esta cermica y advirti de dos tipos diferentes: una que mostraba mayor variedad de colores y contomos severos (poca temprana) y otra ms sencilla y de
contomos libres y fluentes (poca tarda). Posteriormente, vendrian los trabajos de
Gayton y Kroeber (1927), quienes desarrollaron un mtodo de anlisis cuantitativo
que consista en establecer las relaciones entre formas, diserios y preferencias de color,
llegando a proponer una clasificacin de cuatro fases: A, X, B e Y.
Ms tarde, en 1952, Dawson inici el estudio de la cermica Nasca como parte
de un proyecto de la Universidad de California bajo la direccin de Rowe (1956) y elabor una secuencia cermica de nueve fases que van de Nasca 1 a Nasca 9 4. Esta clasificacin fue hecha con un mtodo de anlisis llamado "seriacin por continuidad de rasgos y variacin de temas", donde se asume que los cambios ocurren gradualmente y no
al azar. Este ltimo ha sido uno de los trabajos de seriacin mas finos y confiables, por
lo cual es utilizado hasta la actualidad como referencia por diversos investigadores.
En este mismo contexto, Sawyer (1969) trat de definir mejor la evolucin de
dicha cermica distinguiendo cinco fases que denomin: Proto-Nasca, Nasca Temprano,
Nasca Medio, Nasca Tardo y Nasca Final. Este estudio, junto con el trabajo de Dawson
(1952), complementa una visin ms precisa de la secuencia estilstica y ofrece una
aproximacin ms exacta a su definicin cronolgica. Por otro lado, tambin destacan
los trabajos relacionados con el estudio de temas y fases especficas, entre los que se
pueden citar los de Blasco y Ramos (1980), Carmichael (1988), Roark (1965), Proulx
(1968) y Silverman (1986). Todos ellos, aunque desde perspectivas diferentes, abordan
aspectos que van desde lo ms general a lo ms particular de la cermica.
Tanto los trabajos de seriacin como los temticos han llegado a definir la presencia de dos modalidades o estilos; una denominada Monumental, y que se caracteriza
por tener diserios realistas o naturalistas de contomos severos y, la otra, denominada
Prolfera, que se caracteriza por presentar diserios estilizados, adems de una ser-ie de
apndices y volutas (Rowe, 1960: 29). La primera se encuentra asociada a la poca
Nasca Temprano (fases 2 y 3) y la segunda a la poca Nasca Tarcho (fases 6 y 7). Sin
embargo, existe una muestra importante de cermica en los museos y colecciones de
diferentes partes del mundo, que usualmente proviene de los saqueos ocurridos en los
sitios y cementerios Nasca y que pertenecen a una cermica de Transicin (Blasco y
Ramos 1986: 12) que se relaciona con la poca Nasca Medio (fases 4 y 5).

Desde los trabajos hechos por Uhle (1914); pasando por Gayton y Kroeber (1927); Kroeber (1956);
Proulx (1968); Wolfe (1982) y Carmichael (1994) entre otros.
W..ce Rowe, (1960: 29-45).

ANALES DEL MUSE0 DE AMERICA 11. PAGS. 119 -

136 I 121 ]

JUAN CARLOS DE LA TORRE ZEVALLOS

LA COLECCIN

Dentro de las importantes colecciones que constituyen los fondos del Museo de Amrica de Madrid, la de cermica Nasca est conformada por unas 1,300 vasijas, constituyendo sin duda una de las colecciones ms importantes que existen fuera del Per . Lamentablemente, en los archivos del Museo no existe ninguna referencia relativa a la
forma de su adquisicin. Este vaco documental nos ha impedido conocer la fecha de
recepcin en el Museo, su origen y procedencia exacta, por lo que no hemos podido
conocer ms sobre sus antecedentes.
No obstante, los primeros estudios o referencias a la misma se dieron a conocer
inicialmente por Naville y Paranhos en 1959, cuando sta formaba parte de los fondos
del Museo Arqueolgico de Madrid, por lo que en cierto sentido pensamos que a ellos se
debe su "descubrimiento", y aunque estos investigadores publicaron slo cinco piezas,
definieron la coleccin como una de las mejores del mundo. Los trabajos de Lavachery
(1929) y Tuya (1949), analizaron gran parte de la cermica que la compone y citaron algunas piezas como referentes, debindose a ellos el haber despertado la motivacin para
su estudio por parte de otros investigadores, como fue el caso de Concepcin Blasco y
Luis Ramos (1974, 1977, 1980, 1986 y 1991), que lograron catalogar casi el total de la
misma, as como publicar varios estudios temticos, que han permitido tener un mayor
acercamiento a la sociedad Nasca.
La mayor parte de las piezas se encuentran bien conservadas y adicionalmente
muchas de las vasijas han sido sometidas, en los ltims arios, a diferentes procesos
tcnicos de conservacin preventiva y restauracin. La clasificacin que se propone a
continuacin ha sido elaborada teniendo en cuenta aspectos relacionados con la produccin, uso y funcin que las vasijas tuvieron, aunque la funcin final de muchas de
ellas puede haber sido distinta a la funcin original derivada de su forma 5. Del nmero
total de vasijas, un 34% corresponden a vasos, 28% a tazas y tazones, 13% a cuencos,
9% a botellas, 6.5% a cntaros, 1.5% a ollas y 2% a vasijas escultricas. Entre estas ltimas tambin destacan formas de botellas y jarras perfectamente modeladas que representan personajes antropomorfos y zoomorfos. Asimismo, casi el 40% de la coleccin
pertenece a las fases 4 y 5 (Nasca Medio), seguido en orden descendente por las fases 6
y 7 (Nasca Tardio) y por la fase 3 (Nasca Temprano), con alguna presencia de vasijas
del Horizonte Medio (Wari).
En la actualidad existen dos catlogos de la coleccin elaborados por Blasco y
Ramos entre los arios 1986 y 1991, que para nuestro trabajo han sido estrictamente referenciales, ya que muchas de las vasijas presentadas en estos textos no cuentan con un
adecuado registro descriptivo ni grfico, y muchas de las piezas descritas confunden
Esta clasificacin se Ilev a cabo como parte del trabajo de catalogacin que realiz el autor durante su estancia como becario en el Museo de Amrica de Madrid. Beca Endesa de Patrimonio Cultural con lberoamrica / Funda-

dn Duques de Soria.

I 122 ] -ANALES DEL MUSE0 DE AMERICA

11. PAGS. 119 - 136

AGRICULTURA EN LA ICONOGRAFIA DE LA CERAMICA NASCA

formas y elementos decorativos. Por otro lado, tambin se observa que muchos de los
dibujos expuestos son imprecisos, por lo que fue dificultoso la localizacin y comprensin de las piezas catalogadas. Sin embargo, su trabajo no desmerece en nada el inters
por la cermica Nasca, lo que se refleja en su libro editado por el Seminario de Americanistas de Valladolid en 1980, que nos brinda un panorama general sobre los temas y
la iconografa de la misma.

IV
LA AGRICULTURA EN LA ICONOGRAFIA NASCA

La iconografa Nasca presenta una rica variedad de motivos representados, que parten
desde formas naturales (vegetales, animales y personajes antropomorfos, zoomorfos e
ictiomorfos) hasta formas ms complejas y abstractas (motivos geomtricos, artefactos,
personajes mticos, etc.) a lo largo de su proceso evolutivo, siendo la cermica su principal soporte material.
En este contexto, la representacin de motivos agrcolas fue uno de los componentes ms importantes de la amplia variedad de motivos que el artesanado nasquense
plasm en la decoracin de su cermica. Parte de ello se puede apreciar en los diversos
estudios realizados por diferentes investigadores de esta sociedad, que describieron y
analizaron los diferentes tipos de representaciones, desarrollando una serie de clasificaciones simblicas de la iconografa6.
As, en la coleccin del Museo se han identificado cerca de 117 piezas con motivos relacionados con la actividad agricola de manera "directa" e "indirecta" (vase
cuadro I). Para el primer caso hemos considerado aquellos que tienen representaciones
vegetales fitomorfas (frutos) de manera independiente, as como a los personajes antropomorfos relacionados con la actividad agrcola ("agricultores"). En el segundo caso
se ha considerado la intervencin de motivos vegetales o fitomorfos de manera aislada
sobre personajes mticos u otros motivos ajenos a la actividad agrcola.

Motivos vegetales de relacin "directa"

Se trata de un conjunto de motivos naturales que representan una serie de plantas relacionadas con la produccin agrcola y que aparecen de manera independiente, en mayor porcentaje, sobre vasijas correspondientes a la poca Nasca Temprano (fase 2 y 3).
Estos motivos estn compuestos por plantas como el aj, l cuma, jquima, maz y frijol.
Por otro lado, tambin destacan los frutos asociados a personajes vinculados a la activi-

6 V2SP Sekr (1923); Yacovleff (1932); Proulx (1968); Roark (1965); Sawyer (1961), Blasco y Ftamos (1980).

ANALES DEL MUSE0 DE AMRICA 11. PG5. 119-136 [

123 I

JUAN CARLOS DE I.A TORRE ZEVALLOS

CODIGO

FASE

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M. DIRECTO

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5871

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vaso
cuenco
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taza
tazn
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botella
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vaso
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vaso
taza
botella
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escultrico
taza
olla
botella
botella
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cuenco
botella
taza
vaso
botella
cuenco
vaso
cuenco
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cntaro
cuenco
taza
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cuenco

jiguima
frijol
ajes
bulbos
ajes
lcuma
frijol
frijol
frijol c/ culebras

48
CLADRO 1: RELACION
DE VASIJAS NASCA CON MOTIVOS
ICONOGRAFICOS AGRICOLAS DE LA
COLECCION DEL MUSE0 DE
AMERICA DE MADRID

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M. INDIRECTO

pers. mtico c/ ajes


agricultor
pers. mtico
pers. mtico
pers. mitico
pers. antropomdo
agricultor
frijol c/ sapos
frijol
agricultor
maz
cabezas c/ vainas
jiguima
vainas
agricuItor
pers. mitico
pers. mitico
agricultor
agricultor
agricultor
frijol
agricultor
frijol
pers. mtico
vainas
ajes
agricultor
frijol
agricultor
ajes
pers. antropomrfo
pers. mitico
pers. mtico
ajes
ajes
pers. mtico
frijol
agricultor
pers. mtico
trijol
vainas c./ otros
vainas
ajes
pers. mtico
ajes
lcuma
frijol
ajes
frijol

AGRICULTURA EN LA ICONOGRAFIA DE LA CERAMICA NASCA

CODIGO

FASE

OBJETO

M. DIRECTO

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8093
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8153
8165
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8213
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8216
8229
8233
8244
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8264
8266
8268
8282
8289
8293
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taza
cuenco
tazn
cuenco
cuenco
cuenco
cuenco
cuenco
cuenco
cuenco
taza
cuenco
cuenco
taza
cuenco
cuenco
cuenco
botella
cntaro
cuenco
escultrico
escultrico
vaso
plato
cuenco
cuenco
cuenco
cuenco
plato
taza
cuenco
plato
taza
vaso
vaso
escultrico
botella
cuenco
plato
cntaro
escultrico
vaso
taza
taza
botella
cuenco
escultrico
escultrico
escultrico
escultrico
rara
escultrico
escultrico
escultrico
escultrico
botella
cntaro
botella
botella

ajfes
frijol
maz
ajes
frijol
ajes
lcuma
frijol
lcuma
ajes
frijol
vainas
frijol
frijol
ajes
ajes
ajes
frijol

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M. INDIRECTO

pers. antropomrfo
maz
pers. mtico
pers. zoomorfo
aqricultor
frutos?
maz
ajes
ajes
ajes
frijol
frijol
frijol
frijol
pers. mtico
agricultor
aqricultor
aqricultor
maz
lcuma
frjol
agricultor
agricultor
pers. mtico
pers. mtico
pers. mtico
ajes c/ jquima
ajes
agricultor
aqricultor
aqricultor
agricultor
pers. mtico c/ ajes
agricultor
agricultor
aqricultor
aqricultor
frijol c/ otros
ales
maz
ajes

DEL

MUSE0 DE AMERICA I I. PAGS. 1 1

9 - 136 I

125 I

JUAN CARLOS DE LA TORRE ZEVALLOS

dad agricola denominados "agricultores" que son representativos del perodo Nasca
Medio (fase 4), en donde adems de las anteriores tambin aparecen la yuca y vainas
de posibles frijoles o pallares.
El ajt (Capsicum sp) es uno de los frutos ms representados en el panorama de motivos vegetales independientes. Las primeras representaciones de sus bayas aparecen en vasijas abiertas las fases tempranas, sobre todo cuencos de paredes bajas a manera de siluetas
semiesfricas con un trazado ligeramente burdo y, colocados sobre paneles enceldados por
lneas delgadas verticales, mientras que en las fases posteriores (3 y 4) se representan de
manera ms elaborada, con trazos que delimitan sus contomos, aunque tambin dispuestos
en paneles enceldados. Aparecen en diversas vasijas, entre las que destacan los cuencos, tazas, botellas y cntaros y su presencia es muy recurrente en la coleccin (fig. 1 y 2).
La lcuma (Pouteria lucuma) tambin aparece representada en vasijas abiertas
del periodo Nasca Temprano, en forma de siluetas similares a los ajes aunque ms folicea y redondeada. Su representacin sigue hasta la fase 3, tambin dispuesta en paneles, y de forma ms elaborada, ya que se le van agregando elementos decorativos
ms naturalistas. Tambin quiero resaltar que en la coleccin existe una vasija escultrica representando este fruto (fig. 3).
La jquima (Pachyrrizus tuberosus) se trata de una raz tuberosa representado de
forma similar a la l cuma pero con una menor frecuencia con respecto a otras plantas.
Generalmente aparece con sus ramas areas (y a veces con sus hojas trifoliadas), solo ha
sido identificado, de manera preferente e independiente, en la fase 3, aunque su presencia se prolonga a fases posteriores acompariando a otros motivos. En la coleccin su presencia est por lo general asociada a personajes antropomorfos y mticos (fig. 4 y 5).
El maz (Zea mays) es otra planta regularmente representado durante la fase 3,
notndose que su frecuencia aumenta gradualmente en las fases posteriores junto a
otros motivos. Se presenta de diversas formas, ya sea en mazorcas y en forma estilizada
y, as mismo, aparece la planta completa acompariando a otros motivos. En la coleccin aparece tanto en cuencos como en tazas, vasos y botellas (fig. 6).
La identificacin en la coleccin de la yuca (mandioca o Manihot esculenta) se
ha realizado a partir del perodo Nasca Medio y aparece con mayor frecuencia asociada
a los "agricultores". Sin embargo, las formas de su representacin varan indistintamente, as en unos casos aparece slo las races o tubrculos, mientras que en otros se
muestra la forma completa de la planta con una iconografa muy estilizada (fig. 7 y 8).
El frijol (Phaseolus vulgaris) constituye, junto con el aj, otro de los vegetales
ms representados en la iconografa agrcola. Este motivo aparece con mayor frecuencia en la fase 3, ya sea dispuesto en paneles enceldados o como motivo constante y repetitivo que cubre toda la superficie del cuerpo de la vasija (fig. 9).
Las plantas leguminosas plantean adems una gran dificultad a la hora de su
identificacin, al no poderse apreciar de forma clara y concisa a que tipo pertenecen
por tener caractersticas formales similares. As, el tipo de fruto a que se refieren puede
ser interpretado como frijol o pallar gentil (Canavalia). Su representacin esta relacionada con los llamados "agricultores" y, en algunos casos, aparecen slo como motivos
independientes con una serie de ramas cubriendo la superficie de la vasija (fig. 10).

[ 126 ] .A.NALES DEL MUSE0 DE AMRICA 11. PGS. 119-136

LA AGRICULTURA EN LA ICONOGRAFIA DE LA CERMICA NASCA

FIGURA 1: VASIJA 5023 (AJIES).


MUSE0 DE AMERICA. MADRID

FIGURA 3: VASIJA 5906


(LUCUMA). MUSE0 DE AMERICA.
MADRID

FIGURA 5: VASIJA 8016


(AGRICULTOR Y JIQUIMAS).
MUSE0 DE AMERICA. MADRID

FIGURA 2: VASIJA 8294


(AJIES).MUSE0 DE AMERICA.
MADRID

FIGURA 4: VasuA 5005


(JlQUIMA). MUSE0 DE AMERICA.
MADRID

FIGURA 6: VASIJA 8293 (MAIZ).


MUSE0 DE AMRICA. MADRID

FIGURA 8: VASIJA 8264


FIGURA 7: VAstiA 8216
(AGRICULTOR PORTANDO YUCAS).
MUSE0 DE AMERIC.A. MADRID

(AGRICULTOR PORTANDO JIQUIMA


Y YUCAS). MUSEO DE AMERICA.
MADRID

ANALES DEL MUSE0 DE AMERICA 11. PAGS.

119 - 136

127 I

JUAN CARLOS DE LA TORRE ZEVALLOS

FIGURA 9: VAsijA 5007

FIGURA 10: VAsun 5933

(FRIJOL). MUSEO DE AMERICA.


MADRID

(VAINAS). MUSE0 DE AMER/CA.


MADRID

FIGURA 12: VASIJA 8165


FIGURA 11: VASIJA 8139
(AGRICULTOR PORTANDO AJIES).

(AGRICULTOR PORTANDO
JIQUIMAS). MUSE0 DE AMERICA.
MADRID

MUSE0 DE AMERICA. MADRID

FIGURA 14: VASIJA 8186

FIGURA 13: VASIJA 8176

(PERSONAJE MITIC0). MUSE0 DE


AMERICA. MADRID

(PERSONAJE MITIC0). MUSE0 DE


AMERICA. MADRID

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LA AGR1CULTURA EN LA ICONOGRAFIA DE LA CERAMICA NASCA

En prrafos anteriores hemos visto como la representacin de vegetales (productos agrcolas) aparece, a partir de la fase 5, tambin con frecuencia asociada a personajes antropomorfos, los denominados "agricultores", por estar vinculados a dicha
actividad. Estos personajes generalmente aparecen portando un tocado o gorro triangular y sujetan entre sus manos una serie de frutos o plantas (vase fig. 5 y 11). Su representacin se hace con frecuencia en vasijas cerradas, preferentemente vasos, y excepcionalmente en botellas de doble pico o cntaros. En otras ocasiones conforman vasijas escultricas, que constituyen la representacin modelada de estos personajes eri
cermicas con forma de jarra o botella, con el cuerpo pintado y en las manos sujetando
una serie de frutos o plantas (vase fig. 7, 8 y 12). Entre estos ltimos se han podido
identificar, ajes, jquimas, lcuma, vainas (de frj ol o pallar), yuca, pacae y maz. La
forma en que estos vegetales son representados no vara, sin embargo se puede observar una mayor elaboracin al agregarse la planta de forma completa (maz, yuca, vainas) o las ramas flotantes del fruto (jquima, l cuma, etc.).

Motivos vegetales de relacin "indirecta"


Se corresponden con una serie de vegetales que aparecen asociados a motivos abstractos e ideolgicos o mitolgicos, y que estn en estrecha relacin con el componente religioso de la sociedad Nasca. Se trata de personajes mticos estilizados, como es el caso
del "gato manchado" (spotted cat), considerado por nosotros como un personaje mtico
con-rasgos de felino. Este animal es uno de los ms representativos y en numerosas
ocasiones aparece antropomorfizado y usualmente bien ataviado con omamentos, tocado, orejeras, narigueras y en algunos casos collares. Este personaje es caracterstico
de la fase Nasca 3 llegando su representacin hasta fases ms tardas, en las que el personaje sufre una transformacin estilstica (fig. 13 y 14). Tambin aparece acompariando a otros motivos decorativos estilizados.
En estos casos, los motivos vegetales aparecen como parte de los omamentos o
indumentaria de los personajes mticos o como componentes de los atributos que el artesanado intenta plasmar en sus representaciones. En este sentido, los personajes van
obteniendo un mayor realce y una posicin ms importante en el mundo ideolgico
Nasca. Es el caso del personaje mtico con rasgos de felino, cuyas representaciones variadas incluyen desde cabezas trofeo hasta motivos vegetales, elementos que van formando parte de los atributos que se le asignan. Tambin hay que reseriar la presencia
de paneles, con motivos ajenos a la agricultura, altemados con vegetales, como es el
caso de cabezas trofeo o de rostros antropomorfos ("chinas"), o con diversas figuras geomtricas o motivos estilizados.

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V
ASOCIACION CON CONTEXTOS
ARQUEOLGICOS

Si bien la iconografa nos permite obtener un acercamiento al conocimiento de la actividad agrcola durante el desarrollo cultural Nasca, sta debe ser contrastada con las
evidencias materiales encontradas en los yacimientos arqueolgicos, como representacin de la evidencia emprica. De este modo desde los trabajos de Yacovleff (1933), pasando por los de Maldonado (1952), el inters en la identificacin de restos botnicos
que aparecen en los yacimientos arqueolgicos a partir del estudio iconogrfico, forma
parte del proceso de investigacin de anlisis e interpretacin del pasado.
Actualmente se vienen desarrollando dos importantes proyectos de investigacin arqueolgica en contextos de la cultura Nasca:
- Los trabajos de la misin italiana bajo la direccin de G. Orefici, quin se encuentra realizando excavaciones desde 1984 en Cahuachi, extenso sitio Nasca Temprano localizado en la provincia de Nasca; y
- El Proyecto Arqueolgico Palpa, constituido por un equipo de arquelogos
alemanes y peruanos en colaboracin con FSLA 7 bajo la direccin de M. Reindel y J.
Isla, que desde 1997 viene desarrollando trabajos de prospeccin y excavacin en varios sitios nasca localizados en la provincia de Palpa.
Por otra parte, no se pueden dejar de mencionar otros proyectos llevados a
cabo durante diversas temporadas en toda la cuenca del Ro Grande, como los de Silverman (1986), Schreiber (1989), Browne (1992) o Vaughn (2000) entre otros.
En el caso de los trabajos realizados por la misin italiana a cargo de G. Orefici,
existen una serie de informes referidos a los materiales botnicos encontrados en sus
excavaciones. A travs de una comunicacin personal con Luigi Piacenza (investigador
botnico del proyecto), hemos podido obtener una sntesis de los resultados obtenidos
en Cahuachi donde, hasta la fecha, se han identificado cerca de 75 taxones que pertenecen a 66 gneros, subdivididos en 32 familias botnicas. De las 75 especies identificadas, 56 pertenecen a vegetacin espontnea o silvestre, mientras que otras 19 son
cultivadas y comestibles. Del total de plantas alimenticias identificadas por Piacenza,
por lo menos 15 gneros fueron cultivados, estos son: Arachis, Canavalia, Pachyrrhizus,
Phaseolus (con 3 especies), Manihot, Cucrbita (con 2 especies), Ipomea, Capsicum, Canna, Inga, Pouteria, Psidium, Bunchosia, Campomanesia (Piacenza, 2002: 5). Aunque la
mayor parte de estos materiales fueron encontrados en Cahuachi, estudios paralelos de
prospeccin en otros sitios han permitido hallar una serie de materiales botnicos en
contextos y porcentajes diferentes.
En cuanto al Proyecto Arqueolgico Nasca-Palpa, sus resultados tambin han
permitido identificar una gran cantidad de restos botnicos comestibles entre los que

7 Fundacin Suiza-Liechtenstein para investigaciones arqueolgicas en el exterior.

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destaca el maz, la calabaza, diferentes tipos de frijoles, yuca, achira, man, aj, as
como l cuma, guayaba y otros frutos. Tambin hay que destacar otras plantas como el
algodn, huarango, diferentes tipos de caria y calabazas (Reindel e Isla 2001: 312). Todos estos materiales fueron encontrados en diferentes contextos arqueolgicos, la mayor parte en rellenos utilizados en las construcciones, como en el caso de los sitios de
Los Molinos y La Muria. En el caso de Los Molinos, las excavaciones permitieron recuperar una abundante muestra de material botnico asociado a los rellenos constructivos de una serie de plataformas con funciones urbano-ceremoniales. Estos rellenos se
caracterizaban por presentar grandes cantidades de material botnico, en algunos casos
recolectados especialmente con este fin, como ocurre con los helechos y las gramneas,
junto con ripio, piedras, terrones y arena. De esta manera, si bien la iconografa nos
acerca a conocer parte de la dieta alimenticia de las poblaciones nasca, los materiales
botnicos hallados en los contextos arqueolgicos contrastan y amplan nuestra visin
acerca de su actividad agrcola.

DISCUSIN

Los restos materiales del pasado, convertidos en piezas arqueolgicas de museos, constituyen importantes bienes muebles que forman parte del conjunto de indicadores de la
actividad social que desemperi una determinada sociedad del pasado. As, a travs de
su estudio, anlisis e interpretacin cientfica permiten una reconstruccin y/o representacin del pasado para el conocimiento de las races histricas de los pueblos quienes lo
produjeron. Como expresa Foumier (1997: 4) ".../as evidencias que resultan de las actividades desemperiadas por el hombre [(s) y mujeres] , como trabajo, expresan relaciones que entablan los sujetos entre s y reflejan aspectos esenciales de la sociedad, entre lo que se incluyen
los procesos econmicos de la produccin, la distribucin, el cambio y el consumo".

En este contexto, diversos investigadores asumen diferentes puntos de vista en el


mbito terico y un enfoque del problema de acuerdo a un inters determinado. Sin embargo, el estudio no radica en el material arqueolgico en s, sino todo lo contrario: lo
que hay detrs de l, previo a su fabricacin como tal. As, en el estudio de la cermica
nos enfrentamos a un anlisis ms amplio que permita entender el proceso tecnolgico
que desarroll el artesanado nasquense y su relacin con los medios de produccin, propio de la formacin social a la que perteneci, sin desligamos del entomo ideolgico que
intent expresar. En este sentido el proceso de fabricacin, las formas y la decoracin de
la cermica corresponden a la funcin que estas cumplieron y al contenido social que demand su proceso de produccin.
De este modo, "... la notable alfarera polcroma nasquense, no parece ser producto
de un desarrolio urbano particular; es el resultado de un largo proceso de dominio sobre el
medio. Es una ceramica bien elaborada con alto nivel tcnico y muy bella, pero las supuestas

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dificultades de su elaboracin residen fundamentalmente en el dominio y acceso a las fuentes


de materia prima para su produccin arcillas, pigmentos y combustibles que obviamente no
existen en todas partes. El desierto proporcion la mayor parte de los materiales y es posible
que los pigmentos minerales para obtener rojos, amarillos, blancos, negros y plomos fueran
objeto de trafico e intercambios, pues no son fciles de encontrar. Los poblados de alfareros
deben de haberse desarrollado cerca de las fuentes de arcilla; en cuanto a los combustibles, no
parece difcil su acceso, pues se dispona del excremento de la llama y de las plantas xerfilas
de la regin, con cuya combinacin pudieron producir distintas temperaturas en los hornos,
segn las necesidades de la arcilla y los pigmentos." Lumbreras (1999: 263-264).
Sin embargo, creemos conveniente reconsiderar la existencia de tales evidencias, necesarias para permitir aceptar sta hiptesis interpretativa, plantendonos las siguientes interrogantes: Existen evidencias de poblados especializados en la alfarera?
asentamiento presenta evidencias sobre la fabricacin de cermicas o de cermica pintada estilo nasca?. Por otro lado tenemos conocimientos sobre fuentes de obtencin de arcillas, pero qu sucede con los pigmentos, qu se debe su escasez ?,
iNecesariamente debemos aceptarla?, ,Cuales eran esos pigmentos?, .Cules son las
matrices geolgicas donde se localizan?, datos necesarios para que podamos afirmar si
son escasos o no. Teniendo en cuenta estos interrogantes, los resultados de los proyectos arqueolgicos, que se llevan a cabo actualmente en la regin, permitirn confirmar
o cuestionar este planteamiento relativo a la sociedad nasca.
Al entender de esta manera el proceso tecnolgico alcanzado en la produccin
alfarera y su relacin con los medios de produccin, podremos comprender parte de las
relaciones sociales de produccin. La sociedad nasca alcanz un grado de organizacin
complejo de tipo "estatal" (tema en discusin por diversos investigadores, ver Silverman
y Proulx 2002), donde la expresin material de sus actividades econmicas y sociales se
ve reflejada no solo en una exquisita cermica y coloridos textiles, sino en la construccin de asentamientos urbano-ceremoniales de gran envergadura, una tecnologa agraria
desarrollada, estructuras funerarias suntuosas y una prolifera actividad ceremonial y ritual expresada en los enormes trazos dibujados (geoglifos) en las pampas de Palpa y
Nasca, lo que demand de una estructura plenamente dirigencial y organizada.
En el campo de la agricultura, la geografa adversa los llev a desarrollar una
tecnologa agraria altamente especializada que permiti afrontar la aridez del terreno,
mediante la extraccin de agua del subsuelo. Para ello crearon un sistema de irrigacin
basado en canales o galeras filtrantes subterrneas, los puquios, que llevaban el agua a
la superficie por gravedad, con lo cual se pudo irrigar la mayor parte de los terrenos
aptos para el cultivos . De esta manera la agricultura se consolid y se obtuvo una mayor produccin, contribuyendo a lograr una adecuada distribucin y organizacin de
los asentamientos, lo que va aunado a un crecimiento poblacional. Siendo la agricultura la base econmica de la sociedad, es evidente que esta result ser la actividad principal de los habitantes que poblaron los diversos valles de la cuenca del Ro Grande. Es

Para mayor informacin vase Schreiber y Lancho (1988).

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interesante mencionar que muchos de estos sistemas de riego a n siguen funcionando


en los valles de Nazca, y que los pobladores actuales de la regin los reutilizan de manera organizada, creando grupos de trabajo con el objetivo de tener una adecuada administracin y distribucin del agua. Este legado demuestra, pues, los logros que la sociedad Nasca tuvo en el campo de la agricultura.

Agradecimientos
Quiero expresar mis agradecimientos, primeramente a Ana Verde (Jefa del Departamento de Amrica Precolombina del Museo de Amrica), ya que sin su apoyo y la motivacin necesaria que me brind, no hubiese sido posible el desarrollo del presente artculo. Para Ana Castario, que me facilit el acceso y su comparita en los depsitos del
Museo. A mis comparieras Mara Jess, Sonia y Carmen, por su desinteresada colaboracin y una linda amistad. A Johny Isla, codirector del Proyecto Arqueolgico Palpa de
Per por permitirme el acceso a las informaciones de campo y laboratorio del proyecto; a Luigi Piacenza por su constante comunicacin y correccin en el aspecto botnico. Y finalmente no quiero dejar de mencionar el apoyo recibido de mis amigos Henry
Tantalen, Ricardo Magalhaes, Celia Daz, y de manera muy especial, a Patricia Daz
por toda su atencin que me brind, tanto por revisar reiteradamente este artculo, y
sobre todo, por soportarme en los momentos insoportables que pasamos juntos en Madrid. A todos ellos muchas gracias.

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