El documento resume la restauración del pueblo judío después del cautiverio en Babilonia liderada por Esdras y Nehemías. Reconstruyeron Jerusalén, el Templo y reorganizaron al pueblo, sentando las bases para el judaísmo en la diáspora y la espera del Mesías. A pesar de las dificultades, la labor de Esdras y Nehemías permitió la supervivencia del pueblo elegido.
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El documento resume la restauración del pueblo judío después del cautiverio en Babilonia liderada por Esdras y Nehemías. Reconstruyeron Jerusalén, el Templo y reorganizaron al pueblo, sentando las bases para el judaísmo en la diáspora y la espera del Mesías. A pesar de las dificultades, la labor de Esdras y Nehemías permitió la supervivencia del pueblo elegido.
El documento resume la restauración del pueblo judío después del cautiverio en Babilonia liderada por Esdras y Nehemías. Reconstruyeron Jerusalén, el Templo y reorganizaron al pueblo, sentando las bases para el judaísmo en la diáspora y la espera del Mesías. A pesar de las dificultades, la labor de Esdras y Nehemías permitió la supervivencia del pueblo elegido.
El documento resume la restauración del pueblo judío después del cautiverio en Babilonia liderada por Esdras y Nehemías. Reconstruyeron Jerusalén, el Templo y reorganizaron al pueblo, sentando las bases para el judaísmo en la diáspora y la espera del Mesías. A pesar de las dificultades, la labor de Esdras y Nehemías permitió la supervivencia del pueblo elegido.
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LA VUELTA DE LA CAUTIVIDAD
Las figuras de Esdras y la de Nehemas constituyen en la Biblia los emblemas
de la restauracin del Pueblo despus de la terrible experiencia dela Cautividad de Babilonia. Este emblema es el que da a estas dos figuras su grandeza histrica y significativa. Y por eso, los tiempos de la restauracin del Pueblo se consideraban entre los judos de la postcautividad como tiempos de lucha y de proteccin divina, tiempos de cercana y de organizacin territorial tiempos nuevos en los que ya se adverta la cercana del Mesas. Era la poca larga y silenciosa de la restauracin. No slo son figuras del Reino restablecido de Jud. A Esdras se asocian todos los piadosos y a Nehemas se unen todos los valientes. Con ambas figuras se restaura el Templo, se vuelven los ojos a la ciudad santa de Jerusaln, se unifican los dispersos cautivos del Reino del Norte y los del Reino del Sur: Israel y Jud, los fieles al Seor, el resto que El se ha salvado para que se cumplan sus promesas de salvacin. Dios hizo que la poltica de los Persas fuera abierta para con los pueblos sometidos en su inmenso territorio de dominio. En esa poltica entran en juego Esdras y Nehemas, como dos siglos despus lo harn los Macabeos. El Cronista que hacia el siglo IV escribe la historia de la Restauracin no ha otra cosa que ser testigo de los sentimientos del Pueblo reconstruido.
LOS AFITIFICES DE LA RESTAURACION
La restauracin fue vista tambin como una obra del amor a Dios, que perdon a su Pueblo y volvi a velar para que regresara a la Tierra Prometida. Cmo y cundo termin el destierro?. Todo fue obra de Ciro, rey de Persia y de Media, cuando se apoder de Babilonia. Este Monarca, debido en parte a su tolerancia religiosa, pero tambin por visin poltica, facilit el retorno de los judos a Palestina. Lo mismo aconteci con otros pueblo arrasados por los Babilonios y antes por los Ninivitas. No todos los deportados quisieron volver a su tierra. Slo lo hizo una minora. La gran masa, los que estaban ya bien situados y quiz eran menos religiosos, se quedaron en Babilonia. Este fue el origen de la Dispora (palabra griega que significa "dispersin'.
Ello supona un cambio decisivo en la trayectoria del Pueblo. A partir de
entonces, se poda ser judo sin residir en la tierra prometida. Fuera de sus fronteras se formaba parte de la comunidad, se lea la Biblia y se asista a los cultos de la Sinagoga. EI puado de israelitas fervientes que volvi a su tierra tena que entregarse a una tarea de restauracin. Se trataba de reconstruir la ciudad, reedificar el Templo, volver a reorganizar las leyes y las formas de vida. t lo que era ms importante, rehacer la comunidad en torno a la ciudad Santa y con una autoridad respetuosa con Dios.
Las figuras de Esdras, Nehemas, as como la Zorobabel, el primer prncipe
regresado de Babilonia, y aos despus la figura de los Macabeos que se rebelan contra la paganizacin de la vida y contra la persecucin, son figuras resonantes en Israel durante los aos que preceden ala venida de Cristo. Un piadoso autor, documentado en el Templo y con los datos conservados por las minoras israelitas y judas que sobreviven a los terribles das de la destruccin del pueblo, recogi los hechos en los Libros de las Crnicas y en los libros de Esdras y de Nehemas. Su objetivo es conservarla conciencia de identidad antigua. Es decir a todos que el pueblo restaurado en Jerusaln es el heredero de las promesas divinas hechas en los tiempos antiguos. Lo consigue en parte. Y lo hace ensalzando la gesta de rehacer un pueblo destruido por los crueles asirios que han arrasado y aniquilado el Norte y por los orgullosos babilonios que en destruido el sur, sobre todo la sagrada ciudad de Jerusaln, con su templo santo donde resida el Seor. La llegar el Imperio de los Persas se instala una Poltica ms liberal con los pueblos sometidos. Se respetan ms las creencias de cada grupo humano, se admiten vueltas de desterrados, ya que el pragmatismo pero desea ante todo tributos y grandeza y no tiene pretensiones ni espirituales ni culturales. Esdras, Nehemas, Zorobabel, saben condescender con los tributos, saben enfrentarse con los pueblos que viven en la tierra destruida que temen sentirse desplazados. Terminan reconstruyendo el Pueblo y volviendo a unir a los descendientes de Jacob que estaban dispersos entre las naciones. Merecen agradecimientos, respeto y admiracin.
Y lo merecen por varios motivos:
- Primero, por ser los artfices de la restauracin del Pueblo, de la ciudad Santa y del Templo. Y por lo tanto merecen gratitud por dar vida a la promesa de reconstruccin de Jerusaln. - Segundo, porque haban de ser los enlaces con todos los israelitas que, en la dispora es decir en medio de los pueblos y culturas entre los que se hallan dispersos, se mantendrn con los ojos del espritu vueltos hacia la ciudad reconstruida y hacia el reino restaurado. - Adems, lo merecen por que, con el paso de los aos, el pueblo volver a crecer y volver a sentir el orgullo de su eleccin divina. Desde Esdras y Nehemas, es decir desde la vuelta de la Cautividad, ya sern numricamente ms los judos, los israelitas, que vivirn fuera de la Tierra Prometida que los residentes en ella. El Judasmo adquirir cierto sentido mundial, internacional, abierto a todos los hombres, como plataforma para que el Dios de Abraham, de Moiss y de David, sea conocido por todo el mundo. Como habr de ser el Dios de Jess, el mismo Dios de los Cristianos, las restauracin del siglo V se convertir en algo decisivo para la historia.
La labor incomparable de estos dos dirigentes ha quedado relatada en los
libros bblicos que llevan su nombre. En ellos se recogen los avatares de la reconstruccin del Pueblo. Abarcan varios decenios en sus empeos y dificultades, con la Provincia persa, la Satrapa del Norte, que se opone a que surja de nuevo una ciudad fuerte, atractiva y santa. Pero, casi dos siglos despus, el Reino de Israel ahora llamado de los Judos, pues se piensa que es la Tribu de Jud la que ha logrado el milagro de la restauracin, ha comenzado a funcionar. Queda todava mucho que hacer. Pero el Reino se ha salvado. Se mantiene la presencia de Dios en medio del Pueblo que ha elegido para que sea el puente de la salvacin universal. Israel no ser un pueblo ms de los que desaparecen en la Historia, absorbidos por otros reinos, sometidos a tributos esquilmadores, cantera de siervos, esclavos y soldados para satisfacerlas ambiciones de los seores del momento. Van a ser tiempos de organizacin espiritual del Pueblo. Se confeccionan los Libros Santos tal como los conocemos hoy. Se organiza el culto de manera slida y permanente.
Se desarrollan las ideas bsicas del pueblo elegido y la conciencia de ser un
Pueblo abierto a la tierra, a pesar de la adhesin obsesiva del elemento clerical a la capital Jerusaln. Surgir la Institucin de la Sinagoga como cauce para mantener el mensaje y el culto a Dios, sin romper la referencia al Templo Santo, pero con apertura a todas las situaciones de los que, desde lejos, no pueden acudir a El. Sobre todo se gestar en este tiempo, bajo las diversas opresiones que se sucedern todava, la idea de que est para llegar el Mesas anunciado por los profetas y que ser quien logre la salvacin definitiva. No terminarn las dificultades del Pueblo elegido. Cuando el imperio persa, que ha permitido en Jerusaln el nacimiento de un pueblo teocrtico y dirigido desde el Templo, caiga a manos de los griegos de Alejandro Magno, nacer una nueva situacin de lucha y de afn de liberacin. Sobre todo, cuando al dominar los Selucidas, se intente sustituir el judasmo, como cultura y como culto, por el estilo griego de vida, volvern las dificultades y las luchas. Entonces surgirn los Macabeos y con ellos nacer una segunda restauracin. Ellos, ya en el siglo ll, harn ms grande el Reino, pues dominarn por el norte a los Samaritanos y ala Galilea y por el sur sometern y judaizarn a los ldumeos y los pueblos del desierto. Pero los descendientes de los libertadores Macabeos, cometern el pecado de proclamarse reyes no siendo descendientes de David, y Sumos Sacerdotes, no siendo de la familia de Aarn ni de Sadoc. Con los descendientes de los Macabeos, mientras en el Mediterrneo se imponen los Romanos a los Griegos y en el rico Oriente se hacen dueos de los diversos reinos los nuevos amos del mundo. El cetro sale de la Casa de David. Un rey extranjero, Herodes el Grande, descendiente de Esa, se hace con el poder. Aunque reconstruye el Templo que habr de conocer el mismo Jess, no deja de ser un rey extrao. Ello quiere decir que ha llegado el tiempo del Salvador definitivo de Israel del Mesas que ya se espera con impaciencia.