Manejo Integral Del Dolor
Manejo Integral Del Dolor
Manejo Integral Del Dolor
MANEJO INTEGRAL
DEL DOLOR
Ricardo Plancarte Snchez, Jorge Guajardo Rosas y Roco Guillen Nuez
Clinica del Dolor y Cuidados Paliativos. Instituto Nacional de Cancerologa
Abstract
Resumen
Correspondencia a:
Ricardo Plancarte Snchez
Instituto Nacional de Cancerologa. San Fernando 22. Col. Seccin XVI. C.P. 14080. Tlalpan, Mxico, D.F.
Correo electrnico: [email protected]
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Introduccin
El dolor oncolgico influye notablemente en la
calidad de vida de los pacientes; sin embargo, los
avances en el diagnstico y tratamiento del dolor
han aumentado de manera significativa, al mismo
tiempo que los progresos en la deteccin y tratamiento del cncer, extendiendo la esperanza de
vida en los pacientes oncolgicos, que ocupa en
la actualidad el 2 lugar de mortalidad en Mxico. Se ha descrito que 1 de cada 5 personas presentar un padecimiento oncolgico en alguna
etapa de su vida.
En aos recientes, tanto la importancia de una
correcta evaluacin y un adecuado manejo del
dolor ocasionado por el cncer, ha tomado gran
inters por mdicos de diversas especialidades,
entre ellos, onclogos, alglogos, ortopedistas,
psiquiatras, etc., llegando a constituir una prioridad en sus programas acadmicos, clnicos y de investigacin, ampliando su campo de conocimiento
para detectar los principales sndromes dolorosos
y otorgar un tratamiento efectivo para el alivio del
mismo, constituyendo desde mediados de la dcada de los ochentas un objetivo prioritario de la
Organizacin Mundial de la Salud. (1-4)
A pesar de los avances tecnolgicos, el dolor en
gran nmero de pacientes se maneja de manera
subteraputica, encontrndose que hasta en un
50% de los casos, reciben un tratamiento inadecuado, y que en un 30% no reciben tratamiento farmacolgico adecuado; por otro lado, en pacientes de
tipo terminal se llega a presentar hasta en un 25%
de estos, falleciendo finalmente con dolor. (5)
El objetivo de este artculo es crear conciencia sobre
los tratamientos disponibles en Mxico para manejar adecuadamente el dolor asociado al cncer.
Incidencia
Muchos pacientes manifiestan dolor como un primer sntoma del cncer, presentndose en un porcentaje de 30-40% en aquellos casos en los cuales
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se diagnostica por primera vez; de los que estn recibiendo tratamiento, como quimioterapia o radioterapia, lo presentan entre 25 a 65% y en estadios
avanzados hasta en un 80%. En general, un 75%
de los pacientes con cncer experimentaran dolor
severo y requerirn de tratamiento con opioides
durante alguna etapa de la enfermedad. (4, 6)
El dolor en pacientes con cncer es de origen multifactorial y complejo, ocasionado, principalmente,
por el tumor mismo hasta en un 90%; de este, un
70% se debe a la invasin tumoral en huesos, tejidos
blandos, o estructuras neurales, el 20% restante,
son efectos secundarios de tratamientos como la
radioterapia, quimioterapia, ciruga, venopuncin,
aspiracin de medula sea, biopsia, endoscopia,
etc.; y solo un 10% como consecuencia de procesos no relacionados a la enfermedad propia. (5)
En una de las investigaciones ms recientes publicada
por la Asociacin Internacional para el Estudio del
Dolor, se proveen datos obtenidos en una labor sin
precedente, acerca de 1095 pacientes de 24 pases,
reportados por 51 participantes, entre los cuales, se
encuentra Mxico a travs del estudio efectuado por
nuestro grupo en el Instituto Nacional de Cancerologa, donde se observ que la mayora de los sndromes dolorosos comprendieron el hueso o lesiones
en las articulaciones (41.7% de los pacientes), lesiones viscerales (28.1%), infiltracin del tejido suave
(28.3%) y daos nerviosos perifricos (27.8%). (7)
Definicin
Los sndromes dolorosos debidos al cncer se definen por la asociacin de caractersticas particulares
de dolor, signos fsicos y con consecuencias especficas de la enfermedad y su tratamiento. (5)
Los objetivos de la valoracin del dolor se fundamentan principalmente en dos puntos:
1. Estudiar acertadamente el dolor, identificando el sndrome doloroso, y, si es posible,
inferir la fisiopatologa.
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Figura 2
Escalera de Manejo de Dolor propuesta con un cuarto y quinto escaln, en el cual se propone terapia implantable
y neurocirugia. Tomado de: Plancarte R. Mille E, Mayer F. Manejo del dolor en cncer. Cir Ciruj 2002; 70: 356-368.
Escaln 1
ANALGSICOS ANTI-INFLAMATORIOS
NO ESTEROIDEOS (AINE).
Por mucho, son los analgsicos por gnero ms
utilizados en el mundo, y comparten efectos especficos, dentro de las cuales, se mencionan:
a) Analgsico ( para dolor de leve a moderado)
b) Antipirtico (en hipertermia de origen central
y perifrica)
c) Anti-inflamatorio
Los efectos dependen del bloqueo de la va de la ciclo-oxigenasa, enzima presente en mltiples funciones orgnicas, cuyo metabolito final son las prostaglandinas, sustancias ntimamente relacionadas con
procesos de inflamacin. Sin embargo, en la ltima
dcada, se realizaron diversos estudios que funda276
Los adyuvantes son un grupo heterogneo de sustancias, que por definicin, no poseen caractersticas
de analgesia, pero se utilizan para el manejo de algunos sntomas asociados a la enfermedad.
1) Anticonvulsivantes.
2) Antidepresivos.
3) Corticoesteroides. Estos pueden ser utilizados
como analgsicos adyuvantes y actan tambin
mejorando el estado de nimo y el apetito. Los
corticoesteroides poseen propiedades anti-inflamatorias, siendo tiles para mejorar la situacin
del dolor ligado a compresin nerviosa por actividad tumoral y cefaleas, ocasionada por un aumento de la presin intracraneana por presencia de metstasis cerebrales, as como al dolor
producido por metstasis seas generalizadas.
La prednisona es el medicamento de eleccin
en va oral y la metilprednisolona o trancinolona
por administracin peridural.
4) Sedantes/hipnticos. Se utilizan tanto para el
manejo del insomnio, la ansiedad y el delirio; generalmente, los ms utilizados son las benzodiazepinas, los antihistamnicos y el haloperidol.
5) Anestsicos locales. Se utilizan en dolor neuroptico, en forma sistmica, principalmente la lidocana.
6) Laxantes. En casi todos los pacientes se presenta estreimiento, por lo cual, se deben utilizar, sobre todo cuando hay terapia con opioides.
Existen varios tipos, de ellos los ms usados son
los de volumen y los de contacto.
7) Otros. Existe un grupo de frmacos, cuyo efecto principal no es analgsico, pero potencian el
efecto de los opioides, entre ellos, se pueden mencionar: ketamina, y el dextrometorfan (actan sobre receptores NMDA) y clonidina (actan sobre
receptores alfa-adrenrgicos).
El paso al nivel 2 de analgesia deber hacerse
por alguno de los siguientes motivos:
1) Ineficacia de los analgsicos no opioides despus de 24/48 h.
2) Presencia de efectos secundarios (lcera, hemorragia, etc)
3) Incremento en la intensidad del dolor. (2, 3)
Nivel 2
Los analgsicos del nivel 2 estn basados en las asociaciones de un frmaco del nivel 1 con opioides dbiles, con la posibilidad de manejo con adyuvantes.
El analgsico principal dentro de estas asociaciones
del nivel 2, es el denominado opioide dbil, ya que
presenta un efecto analgsico menor al de la morfina, y sus efectos secundarios son tambin menos
marcados; existen bsicamente 3 frmacos en la actualidad, codena, dextropropoxifeno, y tramadol.
Los opioides dbiles tienen como caracterstica,
una relacin de potencia con la morfina, que vara entre 6 hasta 15 veces menor, lo cual permite,
un margen de manejo adecuado en este nivel.
La razn de asociar un analgsico perifrico
(AINE) con un analgsico central (opioide) es la
de aumentar la eficacia analgsica en dos sitios
de accin complementaria; este tipo de esquema analgsico multimodal est indicado en problemas de dolor moderado a severo. (5)
Nivel 3
Representando por morfnicos potentes que se
unen a los receptores opioides, preferentemente
Mu, inhibiendo la transmisin central de los mensajes nociceptivos modificando as la respuesta
del organismo al dolor. (5, 9-11)
La identificacin de los diferentes receptores morfnicos ha permitido distinguir cuatro tipos de molculas opiceas (Mu, delta, kappa, sigma). Paralelo al efecto analgsico existe un estado de euforia,
disminucin de la ansiedad, estados de excitacin
y/o un efecto hipntico, efectos neurovegetativos
centrales (depresin respiratoria, hipotensin,
bradicardia) y de efectos perifricos sobre la musculatura lisa (estreimiento por disminucin del
peristaltismo, broncoespasmo) (12, 13)
En este nivel tambin se puede adicionar un AINE
y un adyuvante si el caso lo requiere, para poten-
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finalidad analgsica: el nivel ganglionar (plexo celiaco) y el nivel de los nervios esplcnicos; situacin
que lo caracteriza desde el punto de vista anatmico al sistema simptico y que es exclusivo del axis
celiaco (tracto gastrointestinal hasta colon transverso, hgado, glndulas adrenales y vasos abdominales). Recientemente se ha descrito una nueva tcnica transdiscal unilateral para abordar los nervios
esplcnicos. Esta tiene la ventaja de que evita que
se puncione accidentalmente la pleura pulmonar y
sus consecuencias, como se reporta con las tcnicas tradicionales. Por otro lado, en este nivel de
ubicacin de los nervios esplcnicos, existe menos
posibilidad de que haya modificacin o alteracin
de la anatoma topogrfica del rea por actividad
tumoral, fibrosis, adherencias y/o inflamacin, obtenindose con ello mayor xito al realizar esta inhibicin funcional de nervios esplcnicos. (16-18)
4. Ganglios lumbares (piel y vasos de extremida-
Figura 3
Esquema con los diferentes niveles de abordaje para la cadena simptica y sus correlaciones anatmicas.
Plancarte R, Velazquez R. Patt R. Neurolytic Blocks of the Sympathetic Axis. En: Patt R. Eds. Cancer Pain.
Philadelphia, Lippincott C. p. 377-425.
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subcutnea de uno de los cuadrantes del hemitrax anterior; cuenta con un sistema de activacin
manual que es usado a demanda por el paciente
para la liberacin del medicamento, existiendo
el riesgo de sobredosis accidental. Puede colocarse el componente restante del sistema a nivel
peridural o subaracnoideo, con menos posibilidades de infeccin y lesin a la piel, por contar
con un reservorio en el dispositivo de inyeccin,
que hace que las punciones del mismo sobre la
piel sean menos frecuentes; se reporta un menor
ndice de falla o desplazamiento accidental del
catter. El costo de este sistema y de sus accesorios son ms elevados. (23, 24)
La bomba espinal implantable Isomed, con capacidad de 35 ml y con flujos de 1 ml y 0.5 ml por da,
es otra opcin para el manejo de dolor oncolgico,
la cual se encarga de proveer analgesia sistmica
por va espinal y por sus costos est recomendado
para pacientes con sobrevida mayor a 3 meses, debido a la relacin costo-beneficio. (23, 24, 26)
Cuando el paciente presenta demasiados efectos secundarios severos, considerados de difcil manejo, debidos algunos a las altas dosis de
opioides, una opcin es la bomba implantable
Synchromed, de tecnologa ms avanzada, con
un sistema computarizado, el cual permite programar un flujo continuo y dosis extras o aplicar
diferentes programas de administracin, dependiendo de las fluctuaciones de dolor y necesidades que presente cada paciente. Esta terapia
representa un costo mayor y es necesaria una
valoracin minuciosa del estado fsico del paciente, as como de su sobrevida; este tipo de equipo
se recomienda en aquellos pacientes oncolgicos
los cuales tengan una expectativa de vida mayor
de tres meses como mnimo, as como un requerimiento de dosis frecuentes de la medicacin
analgsica, incluyendo los programas de analgesia multimodal necesarios en situaciones de dolor incidental severo o dolor difuso ocasionado
por metstasis dolorosas generalizadas. Este tipo
de tecnologa se caracteriza por propiciar una
analgesia de gran calidad y predictibilidad. (27)
Conclusiones
El manejo de dolor en cncer en la actualidad ha superado los esfuerzos personales e institucionales, ya
que ahora existen programas mundiales, promovidos por organismos como la OMS, y algunas de las
llamadas Organizaciones No Gubernamentales, que
hacen esfuerzos por que esto sea una prioridad en
los planes sanitarios de cada pas, esto significa que
en los siguientes aos se espera una mayor evolucin; asimismo, el nmero de pacientes con cncer
que sufren de dolor que no son atendidos en forma adecuada, deber de disminuir. Por otra parte,
un adecuado conocimiento sobre la utilizacin del
armamento teraputico existente, dejando de lado
los miedos y prejuicios que generan algunas de las
alternativas teraputicas, desde el uso de morfina y
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